Poesías, por ^ FRANCISCO ^ ^ ^ VILLAESPESA 1 / p JARDINES DE PLATA OBRAS D E V1LLAESPESA POK8ÍA E l libro de J o b . Intimidades. E l jardín de las Q u i m e r a s . Flores de almendro. Las horas que pasan. Luohas. Saudades. Confidencias. In memorlam. L a copa del Key de Thule. Bajo la lluvia. E l alto de los bohemios. Torre de marfil. Rapsodias. Andalucía. Las canciones del camino. Los remansos del crepúsculo. Tristitise Rerum. El espejo enoantado. Carmen. Collares rotoa. E l Patio de los Arrayanes. Los panales de oro. Viaje sentimental. E l balcón de Verona. El mirador de Lindaraxa. Jardines de plata, Palabras antiguas. El libro de los soretoa. E l milagro de las rosas. E l último Abderramán. L a venganza de A i s c h a . Zarza florida. Breviario de amor. Vida y Arte: I J u l i o Herrera Reissig. Las granada* de rubíes. Fiesta de Poesía. E l Alcázar de las Perlas (tragedia árabe en ouatro aotoa y en verso). A 6» \ O FRANCISCO VILLAESPESA Jardines de plata POESÍAS : : : : : : : : MADRID, PASAJE mcmxii IMPRENTA DE LA : : : : : : : : HELÉNICA ALHAMBRA, 3. ES PROPIEDAH JARDINES DE PLATA 9 l Jardines de Luna, jardines de ensueño, donde se abre el blanco rosal del recuerdo, ¿qué encanto de plata os tendió su velo, de nieve y de humo, como hecho de incienso? 12 VILLAESI'ESA Son los surtidores que desgranan lentos, sus sartas de perlas sobre el mármol viejo, lágrimas que lloran un dolor eterno... ¿Por quién lloráis, fuentes, que bajo el silencio nocturno, tenéis blancuras de senos? ¿ Q u é pesar humano ahoga vuestros cuellos, cisnes pensativos, que tembláis de miedo bajo la movible piala de los cielos? JARDINES DE 11 PLATA II Jardines de Luna... Para ti se abrieron, ¡oh, amada imposible de mis pensamientos! ¿Acaso me esperas como yo te espero? ¿Aún no habrás nacido ó quizás has muerto? 14 VILLAESI'ESA ¿Estás en la vida, ó acaso te veo dentro de mi alma, como en un espejo?... ¿Serás tú el espíritu que anima mi cuerpo?... ¿ D ó n d e estás, en dónde?... Los estanques muertos parecen, floridos de astros, limoneros... JARDINES DE PLATA 15 111 Jardines de plata, jardines de ensueño... ¡Oh, amada imposible, para ti, se abrieron!... Entra suavemente, que bajo el silencio blanco de la luna, te diré el secreto 16 VILLAESI'ESA de un cuerpo que es tumba, porque lleva dentro, inmóvil y mudo tu amor, como un muerto... ¡La luna es sudario de tantos recuerdos! COLLARES DE SONETOS JARDINES DE PLATA EN EL PÓRTICO 4 No en vano, altiva, tu belleza ama á mi arte viril, porque mi arte sabrá en la gloria de sus versos, darte la eternidad que tu ambición reclama. Jamás el tiempo extinguirá tu llama, ni plegará vencido tu estandarte, en tanto queden, para coronarte, laureles en el templo de Ja Fama. 20 VILLAESI'ESA C o n mano firme y con cincel seguro, haciendo de tus sueños realidades, esculpiré, rompiendo mi secreto, tu regio nombre sobre el mármol duro, para la admiración de las edades, en el arco triunfal de mi soneto. JARDINES DE PLATA 21 PARA T U C U E L L O En la amarga inquietud de mi desvelo, contando los recuerdos que atesoro, sueñan las tristes lágrimas que lloro con la blanca piedad de tu pañuelo. Mientras llorando tu regreso imploro, con férvida pasión y ardiente celo — joyas nupciales — para ti cincelo ricas estrofas en marfil y en oro. 22 VILLAESI'ESA A mi propio dolor rindo á tu planta; y por ti engarzaré, con mis tremantes manos que sueñan en rasgar tu peto, para adorno nupcial de tu garganta, mis lágrimas de amor, como diamantes, en el áureo collar de mi soneto! JARDINES DE PLATA 23 OFRENDA VOTIVA En tu belleza de otro tiempo, adoro los viejos fastos y las pompas reales, los armiños, la púrpura y el oro, que hoy se pudren en viejos Escoriales; pues fué preciso para dar la norma de tus maravillosas perfecciones, fundir, Amor, en una sola forma, la belleza de cien generaciones! 22 VILLAESI'ESA Un claro lienzo te ofrendó el Ticiano y G ó n g o r a un soneto culterano... Yo trémulo de ira y de despecho, en la hoja de un acero florentino, para hundirlo hasta el fondo de mi pecho, bruño y esmalto tu perfil latino! JARDINES DE PLATA 25 ESMALTE Montes de livideces espectrales tallados en difusas amatistas, que aguzan y confunden sus aristas con los tersos zafiros celestiales. Blancuras humeantes de casales entre frondosas esmeraldas, vistas en las aguas joyantes, alquimistas que aurifican la tarde en sus cristales. 26 VILLAESI'ESA Crepúsculo de Abril, vivo tesoro de ópalos y coral, púrpura y oro... Pero no hay panorama, ni miraje para mi alma, como ver tranquila la ideal miniatura del paisaje en el esmalte azul de tu pupila. JARDINES D E PLATA 27 ENVÍO Rompiendo mis silencios cartujanos, s o b r e el cincel experto, se levanta el martillo que en ritmos soberanos las viejas glorias del orfebre canta. Labra ricos joyeles p o m p e y a n o s y esmaltes bizantinos abrillanta: anillos para tus frágiles manos, y áureos collares para tu garganta. VILLAESPESA En su torre de luz, tu fasto espera... Y á ofrendarte mi lírico tesoro, — palpitantes sus velas de escarlata — va mi soneto, cual triunfal galera á quien a'ejan sobre un mar de oro catorce remos de bruñida plata! J A R D I N E S D E PLATA 29 NUPCIAL Eres al par esclava y soberana, adunas lo cercano y lo distante, cual si fueras la sola resultante de toda la inmortal ternura humana. Para ti no hay Ayer ni habrá Mañana, todo lo asume tu actitud triunfante; y eres para mi ardor como una amante y para mi dolor como una hermana. 28 VILLAESPESA Eres todas y al par eres la Única. Y al desgarrar los broches de la túnica que modela tus multiplicidades, sobre tus senos blancos y sedeños, convertirá el amor en realidades todos los imposibles de mis sueños. JARDINES D E PLATA 31 SOPOR DE ESTÍO Desfallece de asfixia la floresta en la fiebre del sol. S u d a la fuente su humedad gota á gota, en el ambiente y un olor á sepulcro el aire infesta. T o d o es de b r a s a y de cristal, en esta hora de paz. Un vértigo indolente nos va paralizando lentamente b a j o el cálido enjambre de la siesta. VI Li. A ESPESA El libro abierto está. Congestionada no distingue las letras la mirada... Pausado el libro en el silencio rueda, y á alzarlo nuestra mano no se atreve... Y musita en el alma, una voz queda: —¡Oh, la blanca frescura de la nieve! JARDINES DE PLATA 33 EN EL ENSUEÑO E s inútil, señora. Al sueño en vano le pido paz, p o r q u e en el sueño veo florecer en mi ardiente devaneo la lujuria otoñal de vuestra mano. Aspiro en vos un dulce odor lejano, y unidos por las hiedras del deseo, de nuevo en vuestros labios paladeo todo el veneno del a m o r humano. V1LLAESPESA E s verdad q u e he g o z a d o , hasta saciarme, despierto, cuanto hoy queréis vedarme, p o r q u e fui vuestro esclavo y vuestro d u e ñ o . ¿Mas ved q u é extraña es mi fantasía... ¡ N u n c a en la realidad, fuisteis tan mía c o m o ahora lo s o i s en el Ensueño! JARDINES DE PLATA 35 D A N Z A N D O B A J O LA LUNA A c o m p á s de las fuentes m e l o d i o s a s en mi nocturno alcázar apareces, sin otro a d o r n o q u e las arideces de tus p r o f u s a s trenzas o n d u l o s a s . En un temblor lascivo te estremeces d a n z a n d o s o b r e las m a r m ó r e a s losas, y del a g r i o p e r f u m e de las r o s a s triunfa el p e r f u m e de tus d e s n u d e c e s . 3 36 V I L L A E S I ' E S A Y atravesando el palpitante encaje del p e r f u m a d o y l ó b r e g o ramaje q u e aroma la marmórea escalinata, la luna tiende desde el alto cielo s o b r e tus h o m b r o s , c o m o un sacro velo, las castidades de su luz de plata. JARDINES D E PLATA 37 LA DAMA V E S T I D A D E BLANCO Jardín blanco de luna, misterioso jardín á toda indagación cerrado, ¿qué palabra fragante ha perfumado de jazmines la paz de tu reposo? E s un desgranamiento prodigioso de perlas, sobre el mármol ovalado de la fontana clásica; un callado suspirar...; un arrullo tembloroso... 38 VILLAESI'ESA E s el amor, la vida... ¡Todo eso hecho canción!... La noche se ilumina; florecen astros sobre la laguna... ; E s la luna que canta al darte un beso, ó el ruiseñor que estremecido trina al recibir los besos de la luna? JARDINES DE PLATA 39 SONETO DE OTOÑO ¿ Q u i é n cambiará las flores de mi estancia cuando tu mano, frágil flor de seda, que prestaba á las flores su fragancia, cortar las flores del jardín no pueda? C u a n d o tu débil voz no tenga aliento ¿qué nueva voz recitará mi trova, en el crepuscular recogimiento que idealiza el silencio de mi alcoba? VILLAESI'ESA 38 ¡Blanca mano, voz dulce!... Lentamente, calladamente, dolorosamente, deshojándose va nuestra belleza, como esas tenues rosas otoñales, que lloran su blancura en los rosales, perfumando la tarde de tristeza! JARDINES D E PLATA 41 O A S I S D E PAZ C o m o un árbol florido, así extendiste, en la aridez mortal de la jornada, sobre el agobio de mi vida triste la piedad de tu sombra perfumada. — ¿Es verdad que en tu ánfora, aún existe agua para mi sed? ¿ N o está agostada tu juventud? ¿Aún en sus sueños viste de blanco, como una desposada? — VILLAESPESA Claro remanso, oasis, paz, recodo, donde á la gloria y á la luz..., ¡á todo! renuncia nuestra vida fatigada... Yo no te pido amor... Sólo te pido la ceguera infinita de la Nada y el eterno silencio del Olvido! JARDINES D E PLATA 43 SIMULACRO Insensible á la súplica y al r u e g o . . . Postrado ante tus pies, solloza e i vano sobre su arco roto, el niño ciego, — símbolo justo del amor humano. — J a m á s su labio besará tu mano, ni turbarán s u s gritos tu sosiego de Diosa, ¡que se extingue todo fuego en tu dura frialdad, mármol p a g a n o ! 44 VILLAESI'ESA Tu alba túnica trémula de luna, te da palpitación de cosa alada, c o m o la Nicke clásica de alguna alegoría crisoelefantina... ¿ C u á n d o , sobre mi sien ensangrentada ceñirás tu laurel, mano divina? JARDINES D E P L A T A 45 A Q U E L DÍA.. . Hoy, p a r a hacer m á s dulce tu quebranto y más p u r o tu espíritu doliente, te evocaré con mi o r g u l l o s o canto el fasto antiguo en el dolor presente. ¿ Y a no te a c u e r d a s del amor ardiente, de aquel a m o r á quien d e b e m o s tanto, que de albas r o s a s coronó tu frente y de áureos lises recamó mi manto? 46 VILLAESI'ESA ¿Ya no te acuerdas, di, que fuiste mía, — ¿ensueño ó realidad? — c ó m o no has sido de nadie más?... ¡ C ó m o olvidar el día aquel, al par tan próximo y lejano, en que cual agua fresca te he bebido toda entera, en el cuenco de mi mano! JARDINES DE PLATA 47 SIGLO XVIII Mientras tus manos, dolorosamente blancas, s o b r e los pálidos marfiles despiertan vieja música doliente, yo sueño con románticos abriles, en Aranjuez, con p a s o s de pavana; y revivo tu ecuestre bizarría, con arco y con carcaj, c o m o Diana, s o b r e el tapiz de regia montería. YILL.AESPESA Ya no sé cuándo fué ni c ó m o ha sido, pero yo entre tus brazos he vivido... y hay algo tuyo que mi sueño abona... El pañuelo de encaje p e r f u m a d o de flores mustias, donde hay b o r d a d o un heráldico lis y una corona! JARDINES DE PLATA 49 LA D A M A V E S T I D A D E ROJO Extático de amor, entre la h o g u e r a d e los a m p l i o s ropajes, tu semblante tiene una palidez tie agonizante, b a j o los h u m o s de la cabellera. D e tus e x a n g ü e s d e d o s en la cera se d e s a n g r a un clavel rojo y fragante; y un circular silencio alucinante en torno, en torno de tu esfinge impera. VILLAESI'ESA 48 E s d e s a n g r e el b r o c a d o q u e te viste, y d e e s p a n t o s e e r i z a mi cabello... E r e s la i m a g e n d e u n a d e g o l l a d a , y t e m o q u e al tocarte, r u e d e triste d e la m a r m ó r e a d e s n u d e z del c u e l l o tu p á l i d a c a b e z a e n s a n g r e n t a d a ! JARDINES DE PLATA EL ELOGIO DE TU PUREZA Paz, un p o c o de paz... U n santo a r o m a de a z u c e n a s , en todo... U n a tranquila m ú s i c a , en el piano... En tu p u p i l a la alegre castidad d e una p a l o m a . Por el blanco ajimez, el a l b a a s o m a , y en los e s p e j o s su e s p l e n d o r rutila... S ó l o un r u m o r : el p é n d u l o q u e oscila, en el b l a n c o silencio s e d e s p l o m a . 4 VILLAESI'ESA 50 U n lirio m u e r e en el n e g r o r del p e l o , y s u p e r f u m e , a d o r m e c i e n t e , yerra... L o s labios purifica un santo anhelo... B e s a r c o n lentitud, m u y c a s t a m e n t e , t o d a s las c o s a s p u r a s d e la tierra en la l u n a r p u r e z a d e tu frente. JARDINES DE PLATA 53 RETO Lucha, sí, lucha! El temple de la espad en el combate, no en la paz, se prueba y en cada gesto heroico se renueva la pasión más sedienta y más osada. Así te quiero ver, ensangrentada de dolor! C o n tu propia entraña ceba, tu amor oculto, que el amor eleva, y saldrás de la lid dignificada. VILLAESPESA Y o t a m b i é n l u c h o con mi a m o r i m p u r o , y entre m i s dientes mi d o l o r trituro... J a m á s e s p e r e s q u e en mi r u e g o insista... N o m á s tender la m a n o suplicante... ¡quien tiene f u e r z a s y valor bastante no m e n d i g a la g l o r i a : la c o n q u i s t a ! JARDINES DE PLATA 55 LAS HESPÉRIDES — Jardín de las Hespérides, divino jardín de oro que á mis ojos brillas, — ensueño ó realidad — ¿por qué camino se llega á la ilusión de tus orillas? — Así dijo á su sueño el peregrino, cayendo ensangrentado de rodillas. — Buscar ese jardín es tu destino, mas nunca encontrarás sus maravillas! VILLA ESPESA. J a m á s lo encontrarás, porque no existe sino en el fondo de tu alma triste, c o m o un tesoro de la fantasía... Lo busca en vano tu mirada terca... La prosa de la vida está tan cerca!... ¡Y tan lejos se ha ido la poesía! J A R D I N E S D E PLATA 57 LA S U P R E M A PIEDAD La piedad te perfuma y enguirnalda, y entre tus santas manos de azucena sostienes mi dolor, sobre tu falda, con la ternura de una hermana buena. Hasta la tierra se curvó mi espalda, bajo el agobio eterno de mi p e n a . . . N o queda en mi collar una esmeralda, ni en mi negro océano una sirena. VILLAESPESA Murió mi corazón en el cadalso y mi fe c o n s u m i ó s e en roja pira... ¡Júrame q u e me amas, aunque falso tu juramento — ¡oh, Presentida! — sea... ¡Dame como limosna esa mentira, para que en algo mi esperanza crea! JARDINES D E PLATA 59 FLOR DE LUNA Tienen tus palideces suavidades de jazmines que mueren bajo una nevada de marmóreas claridades, en los blancos jardines de la Luna. Pálido lirio de melancolía, ¿en qué jardín astral te has desangrado? ¿ Q u i é n te dejó, urna de luz, vacía? ¿ Q u é vampiro la sangre te ha chupado? VILLAESPESA En la blancura de tu faz de muerta la roja boca, de carmín pintada, en un amargo rictus entreabierta, finge los finos bordes de una herida, por donde se escapó, lenta y callada, toda la ardiente sangre de la vida... JARDINES D E PLATA 61 SANTA LIMOSNA Trémulo el labio y con la planta incierta, peregrino de un sueño muy lejano, tendida, en gesto de pedir, la mano, como un mendigo, me acerqué á tu puerta. Tu s o b r e h u m a n a palidez de muerta se apoyó en el umbral y dijo: — ¡Hermano, p r o s i g u e tu camino, p o r q u e en vano tiendes hacia este hogar tu mano abierta! VILLAESPESA C o m o á otros pobres di cuanto tenía, mi alma, como mi hogar, está vacía! — Asomóse una lágrima á tus ojos; tendí la mano... Y al caer en ella, como rosa de nácar entre abrojos, sobre mi mano floreció una estrella! JARDINES DE PLATA 63 TEDIUM VIT/E Contra toda maldad yergo mi busto, en un arranque rudo y sobrehumano, con la actitud y con el gesto adusto d e un o r g u l l o s o emperador romano. C a m i n o á ciegas sin saber á dónde, y oculto en mi altivez mi desconsuelo, c o m o un leproso que su llaga esconde bajo un negro jubón de terciopelo. 62 VILLAESPESA S o b r e los b l a n c o s s e n o s de mi amante, la j u v e n t u d en v a n o m e c o n v i d a á q u e a p u r e su c o p a d e s b o r d a n t e . N a d a m e a l e g r a y n a d a m e divierte... ¡Y en m e d i o d e las fiestas de la V i d a mi c o r a z ó n va triste, hacia la Muerte! JARDINES DE PLATA FUMANDO Los cigarrillos del Oriente humean en fragantes y azules espirales, q u e á la lujuria de mis s u e ñ o s crean alcázares y danzas orientales. Ajorcas y collares centellean : desnudeces morenas; almaizales que flotan, y ojos q u e relampaguean con un fulgor a g u d o de puñales. 63 VILLA E S P l i S A R o s n i d o s de pantera; extenuaciones de n a r d o s s o b r e r o j o s a l m o h a d o n e s . . . F u m o , lujuria y muerte... Y mientras f u m o , — v e n e n o s de mujer y de serpiente — a s p i r o todo el o p i o del Oriente en mis regios alcázares de h u m o ! JARDINES DE PLATA RELLIGIO E n esta n o c h e azul, ¿ n o sientes u n a s u a v i d a d interior d e p a z y c a l m a , cual si toda la plata d e la l u n a p e n e t r a s e hasta el f o n d o d e tu a l m a ? Acallan s u s r u g i d o s las p a s i o n e s b a j o el e n c a n t o d e la luna nueva, y su s u e ñ o el j a r d í n al cielo eleva, en un místico a r o m a d e o r a c i o n e s . 65 V I L L A E S PE--A 66 N o s t a l g i a s d e un p e r d i d o p a r a í s o s u s p i r a el l a b i o , en e s t a n o c h e p u r a . . . Y en tanto el a l m a en u n s u s p i r o e x h a l a s ¿ n o s i e n t e s q u e te a g i t a , d e i m p r o v i s o , un a n s i a d e v o l a r h a c i a la a l t u r a , c u a l si en l o s h o m b r o s te b r o t a s e n a l a s ? JARDINES DE PLATA 69 B1ZANCIO ¡Oh, cansancio infinito de el que ha roto todas las copas del placer!... ¡Cansancio, tú eres la lepra de esta gran Bizancio, donde mi estéril juventud a g o t o ! Con lenta mano y con fervor devoto, cual la postrera miel de un vino rancio, la última gota de mi pena escancio, en holocausto de un amor ignoto! VILLAESPES." S o b r e m a r m ó r e a sepultura yace, con las manos cruzadas s o b r e el pecho. S o b r e la tumba «Requiescat in pace» con áureas cifras el cincel ha escrito... ¡Yacer contigo en el m a r m ó r e o lecho, con la inmovilidad de lo Infinito! jardines de plata FANTASMA NOCTURNO En el silencio astral de mis cartujas de ensueño, donde pasan sus rosarios de lágrimas, mis celos solitarios, atormentados por lascivas brujas, en tinieblas de olvido te arrebujas como en negror de herméticos sudarios, para cegar mis ojos visionarios con el oro cruel de tus agujas. VILLAESPES." ¡ Q u e no me dejes — ¡oh, visión! — te ruega el fervor de mis labios doloridos... ¡Ten caridad de mí, sombra enlutada, y á la par que mis ojos, también ciega mi corazón, mi alma y mis sentidos, ¡porque no quiero ver ni sentir nada! JARDINES DE PLATA 71 LAS NIEBLAS T o d o es niebla, humedad... La luz se olvida... — ¿Es posible q u e existas? — Una rara y aprilina obsesión de tarde clara es el sueño imposible de la vida. Llueve sin treguas...— ¡Si por una herida el alma s u s nostalgias desangrara! — T a r d e s grises lluviosas, hechas para el adiós de la eterna d e s p e d i d a . . . VILLAESPES." Llueve, llueve... La fuente se querella p o r q u e las nieblas el jardín borraron .. (Esa s o m b r a ¿quién es, ésta ó aquélla?) ¡Son las almas románticas de todas aquellas que, en el s u e ñ o celebraron, con lo Imposible s u s a b s u r d a s b o d a s ! JARDINES DE PLATA 75 EL E L O G I O D E T U M A N O Mano de una belleza inmaculada, mano de suavidad, frágil y leve; azucena de paz; lirio de nieve que perfuma de ensueños mi mirada, ¿te he visto en realidad ó fuiste amada por mis ojos, no más, en esa breve pausa de amor que ni turbar se atreve el fugitivo azul de la alborada? 76 V1LLAESPESA Tú sembraste el milagro de las flores que aroman mis jardines interiores... ¡Señor, por el dolor de tu agonía, sólo te pido con el alma entera, que esa mano que nunca ha sido mía cierre mis tristes ojos cuando muera! JARDINES D E PLATA 77 LO Q U E PASA Felicidad!... Felicidad!... Dulzura del labio y paz del alma... T e he b u s c a d o sin tregua, eternamente, en la hermosura, en el amor y el arte... ¡Y 110 te he hallado! En vano, el alma, sin cesar te nombra... ¡Oh, luz lejana, y por lejana, bella!... ¡Jamás la mano alcanzará la estrella!... ¿Pasaste sobre mí, c o m o una s o m b r a ? 78 VILLAESPESA ¿En brazos de qué amor has sido mía?... ¿ N o he besado tus labios todavía?... ¿ L o s besaré, Señor?... S o b r e mi oído murmura alguna voz, remota y triste: — Pasó por tu jardín... y no la viste... ¡y ya, sin conocerla, la has perdido! JARDINES DE PLATA 79 ¡AVE, P U R E Z A ! O r a n d o , frente al gótico retablo, d o n d e el Arcángel, bajo el pie, sujeta la rebelde impotencia del Diablo, toda humana pasión calla y se aquieta, y un divino fervor te transfigura, blanco el semblante y de blancor vestida.. ¡Sólo turba tu mística blancura la mancha roja de la boca herida! 80 VILLAESPESA De pureza y de paz, la vida aromas; al sueño brindas su ideal trofeo, y de imposible nuestro amor sublimas... ¡Para la castidad de tus palomas — lujurioso halconero del Deseo — traigo, al puño, el milano de mis rimas! JARDINES DE 79 PLATA OFRENDA Y o soy el s o b e r a n o de un Imperio q u e a b a r c a en su extensión, los e n c a n t a d o s e d e n e s de la Vida y los h e l a d o s p á r a m o s infinitos del Misterio. T ú anhelas en tu o b s c u r o cautiverio, contemplar tus e n s u e ñ o s c o r o n a d o s por la m a n o de un héroe, en los s o ñ a d o s palacios de un lunático hemisferio. VILLAESPES." Para hacer realidad tu fantasía, con su gloria inmortal te u n g e mi Arte y mi A m o r con s u s lises te blasona... Y un paje rubio y j o v e n : la Poesía, s e arrodilla á tus pies, p a r a ofrendarte, s o b r e r o j o cojín, mi áurea c o r o n a . JARDINES D E PLATA 83 MIS D O N E S Señora, alegre á vuestro alcázar torno. Entre las g e m a s de un joyel, mi mano no os ofrece un soneto culterano, correcto y firme cual labrado á torno. Porta una rosa y un puñal, a d o r n o vuestro y defensa de mi amor tirano. — S o b r e el áureo metal intenté en vano cincelar vuestro heráldico contorno. — 84 V I L L A E S P E S A S ó l o una rosa y un puñal. La rosa cortó mi a m o r con mano temblorosa de los blancos rosales de los cielos. Y el puñal cincelaron, en s u p r e m a s horas de angustias, mis voraces celos, para ornar vuestro escote con s u s g e m a s ! BALADAS INGENUAS • • JARDINES D E PLATA 87 INGENUIDAD Palomita de los campos... ¡quién te echara un lazo al cuello, y te trajera conmigo á vivir bajo mi techo! Elorecita de los campos... ¡Quién deshojara tus pétalos, para perfumar mi alma, sobre el dolor de mi cuerpo! 88 V1LLAESPESA Lucero de la mañana... ¡Quién te arrancara del cielo, para iluminar mis sombras con tus dorados reflejos! ¡Cuándo ceñirán mis brazos la blancura de tu cuello, y se quedarán dormidos sobre tus labios, mis besos, bajo la noche fragante de tus obscuros cabellos! JARDINES DEPLATA89 PANDORA Para ti no tienen secretos, ni el alma ni el cuerpof C o n una palabra, matas; con un beso, resucitas... Eres de miel y veneno. 90 VILLAESPESA Truécase, al milagro de tus ojos, negros, azules y verdes á un tiempo, el cordero en tigre, y el tigre en cordero. Cadenas de rosas ciñes á tus presos, y son más seguras que argollas de hierro. Tálamo y sepulcro es al par tu lecho, porque muerte y vida brindas en tus s e n o s : la muerte, al que vive, la vida, al que ha muerto... JARDINES DE PLATA ¡Caja de Pandora, vaso del deseo!... Bien ó Mal, ¿quién sab lo que ¡levas dentro? JARDINES DE PLATA 93 LA BALADA D E T U C U E R P O Entre todos los prodigios de la tierra, el inar y el cielo, ¿existe alguno que iguale al prodigio de tu cuerpo? ¿En qué ciudad de la tierra hay un huerto como el huerto que florece en tus mejillas bajo el calor de mis besos, 94 V1LLAESPESA donde brotan y se mezclan, sus perfumes confundiendo, la rosa con los jazmines, y los claveles de fuego con la mística blancura de las flores del almendro? Busquen, otros, la Fortuna en los mares, sobre un leño, ó entre el clamor de la guerra, ceñido el casco y el peto, que para mí la Fortuna — si existe — existe en tu cuerpo. ¡Oh, quién pudiera, Amor mío, para estarte siempre viendo, engarzar mis pobres ojos en el joyel de tu cuello! JARDINES D E PLATA 95 RECUERDO GRIS Los jardines de tus parques están cubiertos de rosas, que en la tarde gris y triste del Otoño se deshojan... Siempre que paso por ellos — buscando en vano tu sombra, al contemplar, de las ramas descender, mustias, las hojas, VILLAESPESA no sé por q u é . . . me parece que los rosales te lloran! JARDINES DE PLATA LA B A L A D A D E LA A U S E N C I A Entre todos los dolores no hay ninguno, como estar ausente de quien presente en nosotros siempre está, que si amor, de cerca, es triste, de lejos es mucho más! ¡Ay, si la roca más dura pudiese sufrir mi mal, la roca se partiría como si fuese un cristal! 95 96 VILLAESPESA ¡ O j o s míos, o j o s míos, cegar de tanto llorar!... ¿ P a r a q u é queréis la vista si no la podéis mirar? Cuanto miro me parece q u e me dice: — ¿ D ó n d e está?... La rosa aumenta n.is duelos, p u e s me viene á recordar las r o s a s q u e en s u s mejillas florecer no veré más! £1 llanto ciega mis ojos si o i g o al ruiseñor cantar, p u e s recuerdo la voz q u e nunca volveré á escuchar! JARDINES DE PLATA 97 Y la luna m e r e c u e r d a la p a l i d e z de s u faz, c u a n d o u n i d o s en un b e s o b a j o el florido r o s a l , nuestras manos se enlazaban cual las p e r l a s d e un collar... ¡ S u s m a n o s entre las m í a s n o volverán á temblar! 7 F R E N T E Á LA ESFINOE JARDINES DE PLATA 101 LA E S F I N G E Y o te hablaré de bellas cosas superficiales. D e s a r r u g a tu ceño y tu papel recobra. En la vida más frivola hay secretos fatales... ¿Para qué hablar de penas? ¡Con sentirlas nos sobra! ¿ Q u e á veces se humedece la luz de mi mirada, mientras mi labio hermético una sonrisa finge? Pues cállate y sonríe... ¡No le preguntes nada, que nada á tus preguntas responderá la esfinge! 102 VILLAESPESA Palabras y palabras deshójanse en el viento... Ni pienso lo que digo, ni digo lo que siento... N o temas que el enigma que vela mi existencia, imprudente mi labio á tu oído deslice, porque hace mucho tiempo que sé por experiencia que la mejor palabra es la que no se dicel JARDINES DE 103 PLATA LA O R A C I Ó N D E L HUERTO Al sentirte, mis dientes rechinan de pavura, y auxilio, en vano, clama mi voz en el desierto; y al brindarme, tu sombra, su cáliz de amargura, s u d a sangre mi espíritu, c o m o Cristo en el huerto. Si ya todo es inútil; si mi destino torvo niega á la fe esperanzas y á mi dolor consuelo... ¡deja que apure el labio tu cáliz, s o r b o á sorbo, y cúmplase en mi vida la voluntad del cielo! 104 VILLAESPESA ¡Retira de mis manos, si es tiempo todavía, tu cáliz, y á otro espíritu con tu piedad engaña! Para mí es tu presencia una eterna agonía... ¿ T u mano, los temblores de mi mano no advierte? Y al mirarme tus ojos ¿no miras como empaña mis mejillas la trágica palidez de la muerte? JARDINES DE PLATA 105 EL SECRETO Yo sé que este secreto devorará mi vida! Mas morderé mis labios, para que nadie acierte por qué sangra mi alma, y el lugar de la herida por donde, poco á poco, va llegando la muerte. Camino entre los hombres como por un desierto. En vano, tu enfermiza curiosidad me implora... ¡Sabrá morir mi alma, sin decir de qué ha muerto, sin hablar de este íntimo cáncer que me devora! 106 V1LLAESPESA Cuando mi cuerpo sude ya sangre en la agonía, inclínate á mi lecho, y te diré, al oído, esta pena invisible que mata el alma mía... Mas, tú... ¡estarás tan lejos!... Y el secreto que encierra la clave de los bárbaros dolores que he sufrido, conmigo irá á pudrirse también bajo la tierra! JARDINES DE PLATA 107 N O C T U R N O D E PLATA Cruzas por mis recuerdos como un rayo de luna que lo ilumina todo de una blanca poesía... El ruiseñor cantaba su amor. Colgaba una fina escala de seda desde tu celosía. Era la noche un río cristalino y sonoro, que arrastraba en sus ondas, hacia la Eternidad, nuestro amor como una carabela de oro, palpitantes las velas bajo la tempestad. 108 VILLAESPESA Entre un deshojamiento de románticas rosas de luz, juntos surcamos Venecias fabulosas, en un olvido eterno de todo... Tu laúd desgranaba en la noche su inmortal serenata... ¡Y al pie de la marmórea y altiva escalinata, nos esperaba el paje de nuestra Juventud! JARDINES DE PLATA 109 EPITAFIO Palpitante de angustia y de terror te veo. Ya en tu carne has sentido los dientes del Pecado, y en medio de las lúbricas traillas del Deseo tu pudor se defiende como un ciervo acosado. Á veces, en un ímpetu te vuelves irritada, y tu violencia aplasta y tu coraje hiere, y en otras, lacrimosa suplica tu mirada con el dolor de un alma que de dolor se muere. 110 VILLAESPESA Pero, defensa inútil. Llegará el caballero, y hundirá en tus entrañas virginales, su acero, y morirás bañada entre tu sangre ardiente... Y entregará tu cuerpo, en medio de la plaza, á la salvaje y ávida lujuria de la gente, cual sangriento trofeo de su bárbara caza! COSAS VIEJAS JARDINES DE 115 PLATA P A L A B R A S VIEJAS 7 S o n palabras antiguas. S o n p a l a b r a s antiguas... ¡Nada más!... ¡Ponedle cada uno vuestra música, y la vieja canción despertará! * * P a l a b r a s dichas junto al clave de las románticas abuelas, á la luz trémula y s u a v e de las p e s a d a s arandelas, VILLAESPESA 114 m i e n t r a s las á u r e a s c o r n u c o p i a s , — s u e ñ o s de tiempos más felices,— copian figuras que son propias d e n u e s t r o s c l á s i c o s tapices... C h u p a s b o r d a d a s y pellicos, p o m p o s o s y f l o r i d o s trajes, entre r e v u e l o s d e a b a n i c o s y un crujir t r é m u l o d e encajes... * * * S o n palabras antiguas. S o n palabras antiguas... ¡ N a d a m á s ! . . . ¡Ponedle cada uno vuestra música y la vieja c a n c i ó n d e s p e r t a r á ! * * * P a l a b r a s d i c h a s al o í d o , miel d e g a l a n t e s m a d r i g a t e s , JARDINES DE PLATA 117 en el silencio florecido d e los jardines señoriales. mientras pastoras y pastores, danzan un lento minué, s o b r e un tapiz de frescas flores, bajo los o l m o s d e B o u c h e r . * * * S o n p a l a b r a s antiguas... S o n p a l a b r a s antiguas... ¡ N a d a más!... ¡Ponedle cada uno vuestra m ú s i c a , y la vieja canción despertará!... JARDINES DE PLATA EN E L OASIS Bajo el amparo de las tres palmeras que prestan sombra al pozo, con el claro verdor de sus dolientes cabelleras; mientras, gime herrumbroso el cadenaje del cubo, entre tus manos, silencioso y ebrio de sangre juvenil, reposo en la fresca lujuria del paisaje. 119 VILLAESPES." Y mi ardiente mirar se aterciopela, al contemplar el agua que constela de chispas de diamantes, tus fragantes desnudeces de nardo y de canela... ¡Oh, tus tímidos ojos de gacela, que en mis ojos se clavan, suplicantes, como pidiendo protección!... La hora se desangra en tus bárbaros collares, en una lexitud incitadora, perfumando la tarde de azahares... ¡Y una nostalgia en mis pupilas llora, temperando el ardor de mis cantares con una azul serenidad de aurora! JARDINES DE PLATA 121 BEETHOVEN En voz baja, en voz baja, dime todo cuanto oculta tu alma. Vierte lenta al sediento tu ánfora, en el páramo, antes que al fuego de la fiebre muera. ¡Dame toda tu alma, todo el cuerpo como un fruto maduro! ¡ Q u e yo muerda y paladee la sangre en tus palabras!... Estamos solos. Ve... La noche llega 120 VILLAESPESA corno un ángel maldito, á cobijarnos bajo las s o m b r a s de s u s alas negras. Amar, amar hasta morir... A m e m o s . . . ¡Oh, mi amada inmortal, la c o p a llena, a p u r e m o s de un trago, en holocausto de este amor que devora nuestras venas! Mas ¿quién viene en la s o m b r a ? ¿ Q u é fantasma a p a g a nuestra lámpara? ¿ Q u i e n hiela nuestra s a n g r e y a h o g a las p a l a b r a s en nuestros labios que de miedo tiemblan? S o b r e el negro jardín se alza la luna; y a! pintarse en la clara vidriera, su faz r e d o n d a y trágica resume el gesto de una vieja calavera. Y parece también q u e en el teclado, no son tus blancas m a n o s las que sueñan, JARDINES DE PLATA sino algún esqueleto q u e arrastrando su lóbrega mortaja de tinieblas, con sus lívidas m a n o s descarnadas el espectral teclado golpetea... jardines de plata LOS CIELOS 123 LLORAN... Este anhelar p r o f u n d o , interminable, de mi carne y mi espíritu; esta espera de un no sé qué... — ¿ l a realidad ó el s u e ñ o ? q u e está s i e m p r e en camino y nunca llega... ¿ N o s t a l g i a descendida de los astros ó esperanza q u e brota de la tierra?... Música de una fuente misteriosa q u e se oye y no se ve... Mi vida tiembla villaespesa 124 al borde del abismo que le atrae, y en cuyo negro fondo centellea, c o m o clara pupila del Destino, la plata fugitiva de una estrella, mientras el alma, entre las sombras, palpa con el miedo inconsciente de una ciega que camina al azar, sin otra guía que el eterno negror de sus tinieblas... ¡Música de mi alma en el silencio, fuente que corre sin que r a d i e pueda su camino saber... ¿qué oculta angustia en tus sonoras soledades llevas, que hasta lloran los cielos en tus aguas las lágrimas de luz de sus estrellas? MADRIGALES Y ELOGIOS jardines de plata EL ELOGIO DE TUS 127 DESNUDECES A m a s la m e d i a luz. E n la p e n u m b r a , ante el o j o d e b r o n c e del e s p e j o , tu d e s n u d e z d e m a d r e p e r l a e n t r e g a s c o m o á un a m a n t e , al t e r c i o p e l o n e g r o , q u e tiene p a r a ti p r e s i ó n d e a b r a z o s y h ú m e d a y tibia l a n g u i d e z d e b e s o s . Y h a s t a p a r e c e q u e al sentir los c á l i d o s c o n t a c t o s o l o r o s o s d e tu c u e r p o , 128 villaespesa la tela s i l e n c i o s a a d q u i e r e v i d a y tiembla y se estremece de deseo, c o m o mis m a n o s cuando rozan trémulas la s e d o s a i n q u i e t u d d e t u s c a b e l l o s ! jardines de plata 29 MADRIGAL E n el f o n d o del a l m a hay u n a h e r i d a , por donde, gota á gota, lentamente, se d e s a n g r a mi vida... M a s , c o m o n o la v e s , i n d i f e r e n t e á mi dolor, sonríes, a c a r i c i a n d o al p a r c o n la m i r a d a , tu á u r e a s o r t i j a , d o n d e l o s r u b í e s son, cual g o t a s de s a n g r e coagulada!... 9 KOMANZAS jardines de plata 133 l T u s manos son dos pálidas princesas, enfermas de una de esas dolencias misteriosas q u e marchitan los lirios y las rosas. T u s m a n o s son d o s pálidas princesas q u e entre mis manos desfallecen presa-, b a j o un agobio de piedras preciosas. villaespesa Libre de e n s u e ñ o s y anhelares v i n o s , sólo una aspiración liene mi v i d a : ser una perla á tu anular prendida, para irme m u r i e n d o con tus m a n o s . . . jardines de p l a t a 137 B a j o el gran misterio del jardín sin luna, tiene el p a r q u e u n a paz de cementerio, q u e p e r f u m a alguna r o s a q u e — hoja á hoja la brisa d e s h o j a . . . U n g i d o d e olores, 136 villaespesa el p a r q u e es un muerto cubierto d e flores. La N o c h e , un lejano rumor de colmena, d e i n q u i e t u d e s llena... Y C h o p i n , su pena llora en un piano... (¡Oh, la blanca m a n o , — mano ó azucena — q u e rima su pena con la del piano!) jardines de p l a t a 139 III Hay un silencio de olvido en la tierra y en el mar. C o r a z ó n q u e estás d o r m i d o ¿quién te vendrá á despertar? La luna en la noche vierte su tenue y místico albor... El b e s o q u e te despierte ¿será el beso de la Muerte ó los b e s o s del A m o r ? villaespesa Una blancura irreal del cielo á los c a m p o s baja... ¡Alma, ¿será tu mortaja ó tu albo velo nupcial? jardines de p l a t a 141 IV Dolor, dolor de amar, lo q u e p o r ser tan bello es efímero. E c h a r ¡oh, s u p r e m o dolor! una cadena al cuello... Al fin c a n s a el a m o r . Y la divina miel de los besos, n o s deja a m a r g o r e s de hiél... villaespesa 140 «¡Ama, a m a y sufrirás!...» ¡Oh, canción, canción vieja, s i e m p r e nueva serás!... «Sufrirás que el a m o r , liba, c o m o la abeja, su miel, en el dolor!» jardines d ep l a t a143 T u m a n o entre la mía, mi sien s o b r e tu seno... En la melancolía de tu rostro m o r e n o pasar mi a m o r advierte las s o m b r a s de la muerte. ¿ D ó n d e tu s a n g r e v a ? ¿ P o r q u é invisible herida se te e s c a p a la vida? 142 v i l l a espf.sa Entre mi mano, está tu blanca mano, yerta c o m o la de una muerta. Tu negra cabellera, á las sienes p e g a d a , tu m i r a d a a p a g a d a y tus labios de cera; todo inspira esa triste desolación, amada, d e lo q u e ya no existe. A p a g a n , una á una las perlas de tu cuello, su claridad de luna. Y hasta la rosa roja q u e a d o r n a tu cabello, sin vida se deshoja. jardines de p l a t a 145 VI La luna al jardín b l a n q u e a . . . ¿ P o r q u é el c o r a z ó n d e s e a tener alas l u m i n o s a s , y á s u luz d e plata, igual q u e un m i l a g r o s o rosal, huele nuestra c a r n e á r o s a s ? T r i n a un r u i s e ñ o r d o l i d o s o b r e un g r a n a d o florido.. villaespesa 144 ¿ P o r q u é al oir su c a n c i ó n soñamos nuevos amores y sentimos ruiseñores trinar en el c o r a z ó n ? jardines de plata 145 VII ¿ P o r q u é tu v o z h e r m a n a , todos mis s u e ñ o s trunca? C u a n d o d i g o : — ¡Mañana! tu v o z r e s p o n d e : — ¡ N u n c a ! Ni en s u e ñ o s s e r á s mía... ¡ P a r a mi s e d a r d i e n t e estará eternamente tu á n f o r a v a c í a ! . . . villaespesa 146 N o hay n a d i e q u e s e a l a b e de haberte contemplado... ¡ D e tu h u e r t o c e r r a d o , n u n c a t e n d r é la llave! ¿En q u é b l a n c o rosal te d e t e n d r á s , p a l o m a ? ¿ Q u i é n g o z a r á tu a r o m a , v a s o espiritual? ¿ P o r q u é tu v o z h e r m a n a , todas mis ansias trunca? C u a n d o d i g o : — ¡Mañana! tu v o z r e s p o n d e : — ¡ N u n c a ! 1ardines de i'l.ata VÍÍI ¡ O h , la s u a v e d u l z u r a d e la vieja s o n a t i n a , q u e r i m a c o n la b l a n c u r a d e tu m a n o a l a b a s t r i n a ! M ú s i c a tan tenue y leve, tan e f í m e r a y l i g e r a , c o m o si tejida f u e r a c o n c o p o s d e s e d a y nieve. villaespesa 148 B a j o el marfil d e tu m a n o , l o s marfiles del piano se estremecen de dolor; y por la ventana, una b l a n c a claridad de luna con su luz alabastrina viene á b e s a r tu b l a n c o r . , . ¡Oh, la vieja sonatina s o ñ a n d o b a j o la luna, en esta noche de a m o r ! jardines de p l a t a 151 IK O e un laberinto salí y en otro nuevo me pierdo... ¿Tu recuerdo vive en mí ó yo vivo en tu recuerdo? Fuera de tu a m o r gravita la p e s a d e z del vacío... ¿ E s tu corazón ó el mío el q u e en mi pecho palpita? villaespesa La vida p a s o á tus pies, s o l l o z a n d o de dolor... ¿ T u a m o r es mi vida ó es mi vida entera tu a m o r ? jardines de 151 plata X Mi vida es c o m o la llama q u e a l u m b r a n d o se c o n s u m e . Y a de tanto amar, no ama... Q u i e n respira su p e r f u m e q u e d a pálido y s o m b r í o . . . ¡Ay, ¿por q u é s i e m p r e envenena el contacto del hastío? D e tanto penar, no pena, v1ll.aespesa. i 52 de tanto sentir, no siente... Y mi p o b r e pensamiento es lo m i s m o q u e un sediento muerto á orillas de una fuente! jardines de p l a t a 155 O t o ñ o , Otoño... Amor, rio q u e d a en los rosales ni s o m b r a de una flor! G i m e un r e s p o n s o el mar... ¡ C a m p a n a s funerales, ¿ p o r quién vais á doblar? villaespesa 154 EL cielo es de carbón... Frío en la tierra, y frío dentro del corazón! Lluvioso atardecer... ¿ P o r q u é será el hastío la s o m b r a del placer? ¡Olvidar cuanto vi! El cielo gris, el cielo llora p o r ti y p o r m í . . . ¿ P o r qué, al a m o r , los d o s , d i m o s con el pañuelo, nuestro postrer a d i ó s ? ¡Otoño... ¡ N u n c a m á s junto á su pena a m a d a , mi palidez verás!... jardines de plata Otoño, Otoño... ¡Amor, en l o s rosales!... ¡Nada!... ¡ N o q u e d a ni u n a flor! jardines de p l a t a 159 Xll P u d o ser... y no fué... — ¿Por qué, Señor, por qué? p r e g u n t o inútilmente... La suerte así lo q u i s o . . . ¡En t o d o P a r a í s o hay s i e m p r e u n a serpiente! villaespesa Felicidad ansiada, en realidad g o z a d a ó en s u e ñ o s presentida, s ó l o te adivinamos, c u a n d o te c o n t e m p l a m o s p a r a s i e m p r e perdida! * * * ¡Alma, en silencio, llora!... N o tornará la hora propicia... T o d o ha huido... S e s e c ó la floresta... ¡Alma, sólo te resta llorar el bien perdido!... jardines de plata T ú l l o r a s d e tristeza... Y o inclino la c a b e z a y los p u ñ o s me m u e r d o . . . ¡Y á la p u e r t a , la e s p a d a d e un á n g e l : el R e c u e r d o , n o s i m p i d e la e n t r a d a ! 159 jardines de plata 161 XIII C o m o bálsamo á mis penas, de las c e l d a s d e un c o n v e n t o , un p e r f u m e d e a z u c e n a s trae el viento... ¡Manos blancas, m a n o s buenas, m a n o s de i n c i e n s o s y a r o m a s , m a n o s d e p i e d a d y unción, hechas á curar p a l o m a s , ¡ c u r a d m e mi c o r a z ó n ! 11 * Mi c o r a z ó n v u e l a h e r i d o por los rencores humanos, b u s c a n d o el c á l i d o n i d o d e v u e s t r a s místicas m a n o s ! villaespesa jardines de p l a t a 165 XIV S e extingue la serenata en la callada l a g u n a , b a j o el o l v i d o d e plata d e la l u n a . ¡Dogaresa, Dogaresa, cuyo místico b l a n c o r la luna trémula b e s a s o b r e el alto m i r a d o r , villaespesa 164 ¿ q u é d i c e la serenata, q u e p o r tu r o s t r o de s e d a una lágrima de plata lenta r u e d a ? . . . L a ültima nota p a l p i t a , confundiéndose doliente c o n un r e m o q u e d o r m i t a b a j o el silencio de un p u e n t e . Desfallece temblorosa, p e r f u m a n d o en su a g o n í a la s o l e d a d l u m i n o s a de amor y melancolía. El s i l e n c i o m a r f i l e ñ o velada nube obscurece... Y todo desaparece c o m o al d e s p e r t a r d e un s u e ñ o ! jardines de 167 plata Á J O A Q U Í N DICENTA (HIJO) El Poeta es vidente! Ilumina el presente, resucita el p a s a d o , y predice el futuro. Su laurel es s a g r a d o , y su arte es c o m o un puente entre d o s infinitos. N o existe nada impuro, pues todo cuanto tocan purifican s u s m a n o s ; 168 villaespesa y e n g a r z a en s u s d i v i n o s c o l l a r e s d e a r m o n í a s , las p e r l a s d e l o s d í a s presentes, c o n las p e r l a s de los d í a s lejanos. C a d a p o e t a s e alza c o m o u n a i n m e n s a torre s o b r e el p l a n o y estéril desierto d e la prosa... ¡ S a l u d a d al poeta, por c u y a s v e n a s c o r r e la s a n g r e m á s ardiente y m á s i m p e t u o s a d e la lírica h i s p a n a ; s o b r e c u y o b l a s ó n , — d e relieve los m ú s c u l o s y c o n la frente e r g u i d a — s i m b o l i z a n d o el triunfo s u p r e m o d e la V i d a , hay un H é r c u l e s joven d e s q u i j a n d o á un león!... ¡ S a l u d , j o v e n poeta! ¡ Q u e t o d a s las h e r m o s a s d e s h o j e n , á tu p a s o , las m á s fragantes flores q u e a r o m a n s u s d i v i n o s j a r d i n e s interiores, p a r a q u e el tuyo s e a un c a m i n o d e r o s a s ! E r e s altivo y fuerte. T u fiera a d o l e s c e n c i a no e s una d e e s a s flores, e n f e r m a s d e c a n s a n c i o , jardines de plata 169 q u e s o b r e los triclinios de nuestra decadencia evocan los a m b i g u o s festines de Bizancio; sino q u e al son g l o r i o s o de las t r o m p a s , avanza dispuesta á la c o n q u i s t a de su inmortal presea, e m b r a z a n d o el e s c u d o y e m p u ñ a n d o la lanza, c o m o un s í m b o l o heroico de P a l a s Athenea! ¡Pueblo, mísero p u e b l o , d a u n a tregua á la lucha, y la voz redentora de la P o e s í a escucha; y dirige al poeta tus m á s fervientes r u e g o s y tus m á s altas preces, pues su voz es la única q u e tu d o l o r aquieta y repite el milagro del pan y de los peces! ¡Sabio, q u e envejeciste curvado s o b r e un triste infolio amarillento, e n c e r r a d o en ti m i s m o , abre tu puerta al p a s o de la nueva Poesía!... Tu ciencia, sin la a y u d a d e su m a n o , sería c o m o un ciego c r u z a n d o los b o r d e s de un a b i s m o ! 170 villaespesa El poeta es divino, p o r q u e crea. S u vista la eternidad abarca... C o r o n a d o de rosas, va á pasar el artista... ¡Ante su frente inclina tu majestad, m o n a r c a ! ¡Oh, D i o s e s inmortales, d o b l e g a d la cabeza ante el héroe q u e d o m a al gran corcel alado!... Si v o s o t r o s creásteis á la Naturaleza, el Poeta, á vosotros, en c a m b i o , o s ha c r e a d o ! A n u n c i a n d o á los h o m b r e s el m i l a g r o c u m p l i d o , ¡dad, c a m p a n a s , al aire, vuestra salutación, lo m i s m o q u e si hubiese un nuevo D i o s n a c i d o ! . . ' ¡El Poeta es la última reencarnación d e DiosI los últimos románticos jardines de plata MISERERE 173 ROMÁNTICO ¡ C o r a z ó n , ya no p u e d e s s o ñ a r ni u n a e s p e r a n z a ! ¿ N o oves, en el silencio, cavar tu s e p u l t u r a ? ¿ N o miras, en las s o m b r a s , c ó m o tu entierro avanza!... Tu mal no tiene t é r m i n o , ni tus h e r i d a s c u r a ! . . . C a d a hora q u e m u e r e es un g o l p e d e a z a d a q u e va e n s a n c h a n d o el h o y o d o n d e h a b r á n d e enterrarte. D e s l i g a de tu cuello l o s b r a z o s d e tu a m a d a , da un a d i ó s á la vida y hacia el O l v i d o parte! i 174 villaespesa L a p r o r a de tu nave dirige hacia el Olvido; y húndete en él, d e s n u d o lo m i s m o q u e h a s nacido!... ¿ Q u i é n s a b e si en la a u r o r a d e a l g u n a p r i m a v e r a brotará d e tu pecho una r o s a encarnada, y p a r a ornar con ella su negra cabellera, vendrá á cortarla, tímida, la m a n o d e tu A m a d a ! jardines de p l a t a 177 COMUNIÓN A c e n d r a r é en retóricos crisoles el o r o d e m i s b á r b a r a s estrofas, p a r a b o r d a r tus Cándidas estofas d e c l a r a s l u n a s y fulgentes s o l e s . Al p a s o d e tus r e g i o s arreboles la p l e b e acalla s u s v i l l a n a s m o f a s , p o r q u e tú la f a s c i n a s y apostrofas con tus s o b e r b i o s o j o s e s p a ñ o l e s . 176 villaespesa L e j o s de toda comunión abyecta, tu heráldica silueta a v a n z a recta, igual q u e en un m a r m ó r e o s i m u l a c r o . Y p a r a q u e en mi e s p í r i t u s e integre, tu espíritu, en tu v o z , a p u r o a l e g r e c o n la s e r e n i d a d d e u n rito s a c r o . LA DANZARINA jardines de plata D a n z a , danzarina, con tus pies d e s n u d o s . . . ¡ Q u e tus m o v i m i e n t o s l a s c i v o s y r u d o s , tejan en la a l f o m b r a c o m o un remolino de e s c o r z o s y e s g u i n c e s , d e luz y de s o m b r a , giros d e serpientes y a r c o s d e felino! Al b e s o provoca, tu lengua q u e tiene t e m b l o r e s d e llama entre el sanguinante clavel d e tu b o c a ! 179 villaespesa 180 A las s u g e s t i o n e s de tu movimiento, dentro de n o s o t r o s la lujuria b r a m a c o m o un tigre h a m b r i e n t o ! T u s e n o , q u e á veces, entre el velo a s o m a , tiene u n a d o r a d a m a d u r e z de p o m a r e c l a m a n d o u n o s dientes voraces... Y al d o b l a r tu cintura, a g i t a d a p o r no sé q u é lascivias tenaces, nuestra c a r n e se e n c o g e c u r v a d a , igual q u e u n a fiera q u e el tímido p a s o de su p r e s a espera... • B a j o el transparente temblor de tu velo, palpitar se siente tu carne d e s n u d a , d e a m o r encelada; y enciende el d e s e o jardines de plata 181 tu negra mirada en un fugitivo y a u d a z p a r p a d e o ! En tanto q u e s o b r e tus niveos hechizos se encrespan, o n d u l a n y enredan, s i l b a n d o , tus rizos, cual vivos m a n o j o s de n e g r a s serpientes, ¡que acaricien mis m a n o s ardientes las curvas suaves, cálidas y blancas de tus s e n o s turgentes, y de tus ancas potentes c o m o las d e las potrancas! Sigue, danzarina, tejiendo en la a l f o m b r a , como un remolino de e s c o r z o s y e s g u i n c e s , de luz y de s o m b r a , giros de serpientes y a r c o s de felino! ENVÍO jardines de plata ROMANZA Eres c o m o el cinamomo, fragante y picante, y a m a tu sueño el peligro, c o m o la m a r i p o s a la llama. Para tus horas de hastío, por la rima encadenado, este soneto te envío; pero ten con él cuidado... 185 villaespesa Porque, rota la cadena, mi altivo soneto es un cachorro de león. que agitando la melena, corre á lamerte los p i e s . . . y á herirte en el corazón! FIN 187 Indice INDICE Páginas. Jardines de plata Collares de sonetos: En el pórtico Para tu cuello Ofrenda votiva Esmalte Envió Nupcial Sopor de estío En el ensueño Danzando bajo la luna La dama vestida de blanco Soneto de otoño Oasis de paz Simulacro Aquel día 7 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41 43 18S ÍNDICE Páginas. Siglo XVIII La dama vestida de fojo El elogio de tu pureza Reto Las hespérides La suprema piedad Flor de luna Santa limosna Tedium vitae Fumando Relligio Bizancio Fantasma nocturno Las nieblas El elogio de tu mano Lo que pasa [Ave, pureza! Ofrenda Mis dones Ingenuidad Pandora Baladas ingenuas: Recuerdo gris La balada de tu cuerpo La balada de la ausencia .. 45 47 49 51 53 55 57 59 61 63 65 67 69 71 73 75 77 79 81 85 87 93 91 93 ÍNDICE 189 Páginas. Frente á la esfinge : La esfinge La oración del huerto El secreto Nocturno de plata Epitafio Cosas viejas: Palabras viejas En el oasis Beethoven Los cielos lloran Madrigales y elogios: El elogio de tus desnudeces Madrigal Romanzas Elogio del poeta Los últimos románticos: Miserere romántico Comunión La danzarina Envío : Romanza : 101 103 105 107 109 «• 113 117 119 123 127 129 131 165 173 175 177 185 ACABÓSE DE EL XIV DE EN IMPRIMIR ESTE SEPTIEMBRE LA IMPRENTA DEL LIBRO AÑO P A S A J E D E LA A L H A M B R A , NÚMERO MADRID MCMXII HELÉNICA, 3, S'i o o * • • • •