con ojos de miseridordia

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8 DE MARZO
FESTIVIDAD DE SAN JUAN DE DIOS
CON OJOS DE MISERIDORDIA
AÑO JUBILAR DE LA MISERICORDIA
Misericordiosos como el Padre.
Misericordiosos como Juan de Dios
SALMO DE JUAN DE DIOS
Me he acercado a tu
persona, Hermano Juan,
y el silencio ha sido la
respuesta a tu vida
desbordante:
desconciertas, fascinas,
cuestionas, eres un
imposible;
sólo “el amor de Dios” que
habita en ti ha hecho de tu
vida un don.
Tu espíritu aventurero,
tu afán de búsqueda,
tu alma peregrina,
te llevó hasta las
puertas de la
misericordia.
Dejaste atrás el hombre
insatisfecho e
itinerante,
y tu corazón
apasionado, Juan,
hermano mío, te hizo
“ser de Dios”.
Eres, amigo Juan de Dios, brasa
encendida que todo lo que toca
quema;
eres hoguera de llama viva que
atrae, convoca y llena de calor.
Eres esa pasión de amor que no
sabe de medida, ni de cálculos;
eres esa fuerza interior que no se
doblega ante el sufrimiento.
Amigo Juan, amigo de
los pobres tirados en
la cuneta;
“Buen Samaritano”
que levanta al pobre
del polvo del camino;
samaritano que carga
con el peso del que
sufre sobre el hombro
y le acoge en su hogar
sin puertas ni
ventanas.
Juan de Dios, Juan del
pobre, Juan de los que son
golpeados en la vida;
Juan de Dios, Juan de los
que no tienen rostro ni
apellidos;
Juan de Dios, hombre que
supo amar hasta las
últimas consecuencias;
Juan de Dios, hombre y
santo, que hizo de su
corazón “casa de
misericordia”.
Vuelve Juan, hermano
mío, vuelve y abre nuestro
corazón a la esperanza;
vuelve Juan, amigo del
hombre, y danos entrañas
para crear hospitalidad;
vuelve, Juan de Dios y
despierta nuestro corazón
a la misericordia;
vuelve Juan, hermano
nuestro, y danos sed del
hombre que muere sin
nadie ni nada.
Juan de Dios, es la hora,
es tu hora: la hora de la cruz y la
misericordia.
Juan de Dios, es la hora, es tu
hora: la de acoger al hombre sin
destino.
Juan de Dios, es la hora, es tu
hora: la de tocar al hombre que
sufre solo.
Juan de Dios, es la hora, es tu
hora: la hora de los Hermanos
Hospitalarios y Colaboradores.
Juan de Dios, es la hora, es tu
hora: la hora de poner en marcha
una MISIÓN COMPARTIDA.
Gracias, Juan de Dios.
Hermano nuestro, amigo de todos los que
queremos seguir tu ejemplo de Hospitalidad
Isidoro de Santiago Sánchez, O.H.
Sevilla, marzo 2016
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