Normas del Gobierno con fuerza de ley

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TEMA 8
−LAS NORMAS DEL GOBIERNO CON FUERZA DE LEY(II): LOS DECRETOS LEGISLATIVOS.−
1. − Concepto de legislación delegada. Su naturaleza jurídica.
Decretos Legislativos en el Art.82−85 (Cº).
El Art.82.1 dice que las Cortes Generales podrán delegar en el gobierno la potestad de dictar normas con
fuerza de ley. La potestad del gobierno viene prevista en la Cº, pero no pude hacerlo sin más, hace falta la
previa autorización de las Cortes Generales. La justificación está en razones de tipo técnico y exceso de
trabajo del Parlamento. Es una técnica conocida, Ej. El C.C. se dictó por una L.B. 21/5/1881 y el gobierno la
aprobó más tarde.
La delegación es una técnica por la que el sujeto con competencia o facultades determinadas autoriza a otros
sujetos los poderes necesarios para que ejerza en su nombre esa potestad. Es una técnica muy frecuente. Se
requiere que se precisen los límites de la delegación que se va a hacer y los problemas que plantea.
En la delegación legislativa, son facultades legislativas de las potestades públicas que delegan al gobierno la
potestad de que delegue en su nombre. Pero son delegaciones previstas en la Cº, no viene porque sí. Se
denomina delegación legislativa por las Cortes; la ley de Cortes se llama Ley de Delegación. Y las normas
que aprueba el gobierno son D−Lg., y a su vez se habla de legislación delegada.
• Su naturaleza jurídica.
La potestad que ejerza el gobierno al dictar un D−Lg. es de carácter extraordinario pero legislativo. Lo que
dicta son normas con fuerza de ley. Hay otras autoridades que entienden otro concepto: García de Enterría
defiende que la potestad que ejerce el gobierno en esos casos es la potestad reglamentaria. Y al dictar normas
ejerce su potestad originaria de dictar normas. Con la potestad legislativa los preceptos que dicte que sean
respetuosos con la delegación tienen rango de ley. Pero si la delegación va más allá, la norma no tiene rango
de ley, sino que será un simple reglamento controlado por tribunales ordinarios. La doctrina de Ultra Vides
plantea problemas porque el D−Lg. tiene fuerza de ley y con eficacia de la ley desde que se aprueba, por lo
que puede derogar leyes del Parlamento. Si la ley va más allá del Parlamento, tendremos una norma nula.
2. − Clases de delegación.
Existen dos maneras de delegación.
• La primera forma es a través de Leyes de Bases(Art.82.4, Art.83). El Parlamento dicta una ley en la
que autoriza al gobierno para que regule una materia con plena potestad normativa. Y lo que hace el
Parlamento es dictar una ley de derogación con pautas que debe respetar el gobierno, es lo que se
llama Bases. El texto que aprueba el gobierno es el Texto Articulado.
• La segunda forma es la autorización del Parlamento para que el gobierno dicte una refundición de
normas que ya existen. Aquí el gobierno tiene menso poder innovador sobre la ley. Cabe dos
posibilidades en el Art.82.5(que la ley del Parlamento autorice sólo para un texto único, o que se le dé
al gobierno más poder para que pueda aclarar los textos a refundir, con un poco más de margen de
actuación. En este caso, la ley que aprueba el Parlamento se llama Ley de Autorización y el texto del
gobierno se llama Texto Refundido.
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3. − Límites de la delegación.
Es necesario que la delegación del gobierno esté sometida a límites. Y tb. el Parlamento, ya que si no los
hubiera podría hacer habilitaciones al gobierno en aquellas materias en las que el gobierno no tiene potestad
para que actuase en nombre del Parlamento, se llaman Actuaciones en Blanco. Ej. Ley de Plenos Poderes
25/3/1933.
Para evitar abusos, la Cº moderna crea límites al Parlamento para que no haga Actuaciones en Blanco. Con
límites comunes a varias normas: 1− la delegación debe hacerse de forma expresa (Art.82.3), no cabe
delegaciones implícitas, 2− delegaciones para una materia concreta; para regular un sector concreto de la
realidad, 3− no cabe delegación en materia reservada a L.O. (Art.82.1), 4− en la ley de delegación debe fijarse
un plazo para que el gobierno dicte el D−Lg. (Art.82.3), 5− la delegación se hace para una sola regulación,
aunque no impide que el gobierno dicte varios D−Lg. Una vez hecha esa habilitación, ya no puede hacerse
otra vez esa habilitación del D−Lg. (Art.82.3) con la publicación de la norma correspondiente.
Art.82.3(no cabe que el gobierno pueda subdelegar a otras autoridades. Debe ser el mismo gobierno.
Límites específicos:
• Leyes de Bases, Art.82.4( debe fijar el objeto y alcance de la delegación legislativa.
• Leyes de Bases deben fijar los ppos. y criterios que debe seguir el gobierno en su ejercicio.
• Leyes de Bases no podrán autorizar la modificación de la propia Ley de Bases, según el Art.83.
• Ley de Bases no puede autorizar dictar normas con carácter retroactivo.
Límites de la Ley de Autorización para refundir textos, según el Art.82.5: la ley debe concretar si la
autorización es para formular un texto único o si debe aclarar antes los textos a refundir.
4. − El control parlamentario.
El Art.82.6 se refiere al control jurisdiccional de los jueces y tribunales. Y se refiere a fórmulas adicionales de
control político.
Con los D−Lg. la intervención más importante de éstos es la actuación del Parlamento, y es más importante
esta actuación que a la posible existencia de controles a posteriori.
Estas formulas adicionales son controles parlamentarios ejercidos por el Parlamento p por controles a priori o
posteriori(después de aprobar el D−Ld.). Es necesario establecer límites a los controles, no cabe una
intervención previa de las Cortes Generales antes de que el D−Lg. entre en vigor. Ya que sólo lo aprueba el
gobierno, como así lo establece la Cº, si no, no sería un órgano del gobierno. Tampoco es posible que una vez
aprobado el D−Lg. debe ser convalidado por las Cortes(como el D−L). No se puede, es una norma que tiene
plena eficacia y puede ser declarada nula, siempre y cuando lo establezca el T.S. Lo que habrá que hacer es
que el gobierno remita a las Cortes el D−Lg., y que éste entre en vigor o no. Y si las Cortes consideran que no
cumple los requisitos de la derogación el gobierno podrá probar una ley derogando el D−Lg. Antes de aprobar
el D−Lg. el Parlamento puede revocar la delegación (Art.84) debe hacerse de manera expresa. Mediante una
ley que derogue la anterior expuesta. El R.C. en el Art.152−153 establece un procedimiento para controlar los
D−Lg. cuando las leyes establezcan la exigencia del control por parte del Parlamento. El Art.152 establece
que cuando el gobierno haya hecho uso de la delegación, remitirá el texto legislativo que será publicado en el
B.C.O. El Art.153 establece que cuando la ley de derogación haya establecido fórmulas de control se
procederá: durante los meses siguientes a la publicación en el B.C.O. los diputados y grupos parlamentarios
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pueden formular objeciones al texto publicado. Si no presentan objeciones, se entiende que han hecho uso
adecuado de la delegación. Si hay objeciones ante la mesa de la cámara, se remite a la comisión
correspondiente. Y esa comisión dicta un dictamen sobre la actuación del gobierno con el texto. Luego es
discutido en el Pleno de la cámara.
Efectos jurídicos:
• Según el Art.153 los efectos jurídicos serán los previstos en la delegación.
• Este procedimiento plantea que éste sea inconstitucional, ya que la Cº en el Art.82.6, en cada caso se
establecerá un procedimiento de delegación, en el que se establezca un control de la delegación por
parte del Parlamento. Que si la ley no autoriza el control del Parlamento expresamente en cada caso,
es inconstitucional.
• Si se entiende que el gobierno ha obrado mal con la delegación, 50 diputados y 50 senadores pueden
interponer un recurso de inconstitucionalidad frente al D−Lg.
5. − La polémica sobre los controles jurisdiccionales.
Según el Art.27.2. b. LOTC son susceptibles de declaración de inconstitucionalidad los D−Lg. sin perjuicio de
lo previsto en el Art.82.6. De esta fórmula se deduce que tienen competencia para controlar los D−Lg. los
tribunales ordinarios y el T.C. Y dentro los tribunales con competencia contencioso−administrativa. Avalado
esto por el T.C. en la sentencia 51/1982, 47/1984. Lo de los tribunales ordinarios se justifica por el
entendimiento de que el D−Lg. es una norma que el gobierno dicta en ppo. en el ejercicio de su potestad
legislativa o normativa. Sólo cuando el gobierno respeta el límite de la delegación, la norma adquiere fuerza
de ley. En aquellos extremos en los que el gobierno ha ido más allá de lo que le permite la delegación, en ese
caso estaríamos ante una norma con rango reglamentario. Y como toda norma reglamentaria es controlable
por tribunales ordinarios. Si aprueba lo establecido en la L.B. de que cabe el control del T.C. que se ejercería
en casos en que el D−Lg. fuera contrario a decretos constitucionales por infringir algún precepto. Y los
tribunales ordinarios tendrían un control que se ceñiría a comprobar si el D−Lg. cumple los límites de la
delegación que puede ser declarada nula.
En los D−Lg. el Parlamento ha intervenido a priori, por lo que esos controles pueden o no establecerse. Si se
establecen, se especifica cómo van a ser esos controles. Que se establecen en la ley de delegación(Art.153
R.C.), que se establecerán así siempre esos controles; dictamen de la comisión, pleno,.. Contrario al Art.82.6,
por esto que viene el problema de inconstitucionalidad del Art.153.
Cabe el control de los tribunales distintos: al T.C. le corresponde el control constitucional. La explicación de
este doble control es histórica; es una teoría que se formula durante el franquismo, sin D−Lg., las Cortes
franquistas no controlaban al gobierno, por lo que no hay control parlamentario, las leyes no eran controladas
por ningún órgano jurisdiccional. Se crea una explicación para que los D−Lg. sean controlados por los
tribunales ordinarios. En el momento de la Cº esta tesis es defendida, y por eso la Cº recoge la posibilidad de
que los tribunales ordinarios puedan controlar los D−Lg. Pero esta situación plantea problemas, porque con la
Cº actual los supuestos cambian. Hay normas con fuerza de ley, y tenemos un órgano competente. Los jueces
en los tribunales ordinarios están sometidos a las leyes, y según el Art.163 (Cº) cuando un juez crea una ley es
inconstitucional. Por lo que hay que plantearlo al T.C. Esto plantea otro inconveniente, al haber multiplicidad
de tribunales que pueden considerar una ley como inconstitucional o no.
Ignacio de Otto, considera que la tesis de Enterría confunde el criterio de validez con el de eficacia porque
cada norma es contraria a la Cº, por lo que es nula. Cuando una norma es superior a la Cº es nula, pero sólo se
declara por el T.C., y éste no declara la nulidad porque no es válida, pero no tiene efectos, pero es eficaz.
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Muchas veces es difícil separar los vicios de inconstitucionalidad y de legalidad. La tesis de Enterría es un
razonamiento ilógico, porque en ppo. los jueces y tribunales ordinarios no pueden conocer sobre la
inconstitucionalidad de las normas con fuerza de ley. Sólo pueden controlar el D−Lg. en la medida que se
trate de los supuestos de Ultra Vides. Y para ser qué contenidos son de Ultra Vides, se ejerce un control sobre
esa norma y con eso se produce una contradicción, al negar ese control y ejercerlo a la vez.
FIN DEL TEMA
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CONSTITUCIONAL I
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