El Sendero de la Verdad

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 TALITACUM Nazarenos El Caballero de la Armadura Oxidada Tema 03: El Sendero de la Verdad Objetivo de la Reunión: Nos adentramos en este tema en el tercer capítulo del libro del Caballero de la armadura oxidada. En la sesión de hoy veremos la diferencia entre esperar y aceptar. ORACIÓN Repetiremos las instrucciones que les dimos la semana pasada. Al comienzo de la oración se les darán un trozo de papel y un bolígrafo para que escriban, cuando toque, la buena acción de la semana. CANCIÓN: Te seguiré Te seguiré a donde me lleves, sin adelantarme sin forzar el paso. Sabiamente, ignorante iré donde no sé. Puesto el corazón en ti te seguiré. CITA BÍBLICA: Pobres siervos somos (Lc 17,7-­‐10) En aquel tiempo, dijo el Señor: «Suponed que un criado vuestro trabaja como
labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice:
“Enseguida, ven y ponte a la mesa”? ¿no le diréis: “Prepárame de cenar, cíñete
y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”? ¿Tenéis
que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo
vosotros, cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: “Somos unos pobres
siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».
REFLEXIÓN: Humilde aceptación de los acontecimientos de la vida Les diremos la siguiente reflexión con estas palabras u otras parecidas. En esta vida, como vamos a ver después en la narración del capítulo siguiente del Caballero de la Armadura Oxidada, podemos adoptar dos actitudes contrapuestas. Por un lado, muchas personas se pasan la vida esperando a que se cumplan una y otra vez sus deseos. Esto suele conducir a la desesperación y a experimentar la frustración más profunda cada vez que uno de sus deseos no se realizan. En cambio, es mucho mejor aceptar las cosas tal y como son, buscando, en cada momento, lo que podemos aportar a los demás para hacer de nuestro mundo un lugar más habitable. Mientras que la primera actitud me centra en mí mismo, la segunda me hace salir de mí para ponerme al servicio de los demás. TALITACUM Nazarenos 1 El caballero de la Armadura Oxidada Tema 03: El Sendero de la Verdad 2 Esto mismo es lo que hemos escuchado en el evangelio que acabamos de leer. El siervo de la narración, simple y llanamente, hace lo que tiene que hacer. Además, no lo hace buscando el reconocimiento de nadie, sino que lo hace porque cree que es lo correcto. En nuestra vida no debemos hacer las cosas esperando el reconocimiento de los demás, sino que hemos de buscar realizar la verdad de lo que somos. A cada uno de nosotros Dios nos ha dado una serie de dones para que los pongamos al servicio de los demás. Si nos empeñamos en hacer las cosas para ser admirados dichos dones acabarán enterrados (cf. Mateo 25,14-­‐30; parábola de los talentos); en cambio, cuando los descubrimos, los desarrollamos y los ponemos al servicio de los demás, no sólo descubrimos nuestro verdadero potencial sino que además todos se benefician del mismo. DINÁMICA: Buena Acción En este momento se les invitará a que escriban en el papel un buena acción que hayan realizado durante la semana. Luego un monitor pasará con el tarro de las “Buenas Acciones” para que las introduzcan en él. CANCIÓN: Muéveme Muéveme, mi Dios hacia ti. Que no me muevan los hilos de este mundo. Oh, muéveme, atráeme hacia ti, desde lo profundo. ORACIÓN: Oración de grupo Señor, danos entusiasmo para buscar la verdad donde se encuentre. Danos resignación para aceptar nuestras propias limitaciones. Danos coraje para luchar cuando todo nos salga mal. Danos lucidez para admitir la verdad sin que nadie nos la imponga. Danos valor para rechazar lo vulgar y lo rastrero. Danos valentía para luchar contra nuestra apatía y desgana. Esto te pedimos, Dios, amigo nuestro. El caballero de la Armadura Oxidada Tema 03: El Sendero de la Verdad 3 NARRACIÓN: EL SENDERO DE LA VERDAD Cuando el caballero despertó, Merlín estaba sentado silenciosamente a su lado. Le dijo que acababa de dar el primer paso para liberarse de su armadura. El caballero no lo entendió. Merlín: Ya lo entenderéis. Es hora de que os vayáis. Merlín le recordó al Caballero su nuevo propósito: liberarse de su armadura. Caballero: ¿Por qué molestarse?, a Julieta y a Cristóbal les da igual. Merlín: Hacedlo por vos mismo. Estar atrapado entre todo ese acero os ha causado muchos problemas, y las cosas empeorarán con el paso del tiempo. Caballero: Es cierto, tengo que librarme de esta armadura por mí mismo, ya ni recuerdo cuando fue la última vez que sentí el calor de un beso, olí la fragancia de una flor o escuché la hermosa melodía de los pájaros cantando. ¿Cómo puedo cambiar todo esto? Merlín: No es tan difícil como parece, debéis seguir por el Sendero de la Verdad, se vuelve más empinado a medida que se acerca a la cima de una lejana montaña. Caballero: No estoy muy seguro de que valga la pena. ¿Qué conseguiré cuando llegue a la cima? Merlín: Se trata de lo que no tendréis: ¡Vuestra armadura! El caballero reflexionó sobre esto. Si regresaba por el camino por el que había venido, no tendría esperanzas de liberarse de su armadura y, probablemente moriría de soledad y fatiga. La única manera de quitarse la armadura era, por lo visto, seguir el Sendero de la Verdad, aunque pudiese, en tal caso, morir intentando trepar hacia la empinada montaña. Caballero: Está bien, probaré el Sendero de la Verdad. Merlín: Ardilla y Rebeca irán contigo. Se puso de pie con gran esfuerzo, indicándole a Merlín que estaba listo para comenzar el viaje. Mientras caminaba, Merlín sacó una llave dorada y se la dio al caballero. Merlín: Esta llave abrirá las puestas de los tres castillos que bloquearán tu camino. El primer castillo se llama Silencio, el segundo Conocimiento, y el tercero Voluntad y Osadía. Una vez hayáis entrado en ellos, encontraréis la salida sólo cuando hayáis aprendido lo que habéis ido a aprender. Caballero: ¿Por qué no puedo simplemente bordearlos? Merlín: Si lo hacéis os perderéis del sendero, es una batalla diferente la que tendréis que librar en el Sendero de la Verdad. La lucha será aprender a amaros, empezaréis por aprender a conoceros. Si os encontráis con algo con lo que no podéis lidiar, llamadme y yo acudiré. El caballero de la Armadura Oxidada Tema 03: El Sendero de la Verdad 4 Partieron Ardilla, Rebeca y el Caballero, al cabo de una horas, el Caballero se derrumbó exhausto y dolorido. No estaba acostumbrado a viajar sin caballo y con esa pesada armadura. Ardilla y Rebeca le dieron de cenar y se quedó dormido. A la mañana siguiente le despertó el sol cayendo sobre sus ojos. Hizo un esfuerzo por sentarse y, de repente se dio cuenta de que podía sentir la fresca brisa en sus mejillas. ¡Una parte de su visera se había roto y se había caído! Caballero: ¿Cómo habrá sucedido? Ardilla: Se ha oxidado y se ha caído por las lágrimas que derramasteis después de ver la carta en blanco de vuestro hijo. El Caballero meditó sobre esto. La pena que había sentido era tan profunda que su armadura no había podido protegerle. Al contrario, sus lágrimas habían comenzado a deshacer el acero que le rodeaba. Caballero: ¡Eso es! ¡Las lágrimas de auténticos sentimientos me liberarán de la armadura! Ardilla, Rebeca, vamos al Sendero de la Verdad. Era un día muy especial para el Caballero. Notó las diminutas partículas iluminadas por el sol que flotaban en el aire, filtrándose a través de las ramas de los árboles. Miró con detenimiento las caras de algunos petirrojos y vio que no eran todas iguales. Le comentó esto a Rebeca y ella le dijo que estaba empezando a ver las diferencias en otras formas de vida porque estaba empezando a ver las diferencias en su interior. Subieron la última colina y a lo lejos se divisaba el Castillo del Silencio. El Caballero les confesó que estaba decepcionado; había esperado una estructura más elegante y este castillo era como todos los demás. Rebeca: (Riéndose) Cuando aprendáis a aceptar en lugar de esperar, tendréis menos decepciones. Caballero: He pasado casi toda mi vida decepcionándome. Recuerdo que, estando en la cuna, pensaba que era el bebé más hermoso. Entonces mi niñera me miró y me dijo que tenía una cara que solo una madre podía amar. Me sentí decepcionado de ser feo en lugar de hermoso. Ardilla: Si realmente os hubierais sentido hermoso, no os hubierais sentido decepcionado. Los animales aceptamos y los humanos esperan. Nunca oiréis a un conejo decir: espero que el sol salga esta mañana para poder ir al lago a jugar. Si el sol no sale, no le estropeará el día al conejo. Es feliz siendo un conejo. El Caballero pensó en esto, no recordaba a ninguna persona que fuera feliz simplemente por ser una persona. El caballero de la Armadura Oxidada Tema 03: El Sendero de la Verdad 5 Al poco rato llegaron a la puerta del enorme castillo. El Caballero cogió la llave y la introdujo en la cerradura. Mientras la abría, Rebeca le dijo que no irían con él. El Caballero, que estaba empezando a amar y a confiar en los animales, se sintió decepcionado porque no le acompañaran. Estaba a punto de decirlo, cuando se dio cuenta. Estaba esperando otra vez. Rebeca: Os podemos mostrar la puerta, pero tendréis que entrar solo. Nos encontraremos al otro lado. REFLEXÓN: Sobre lo escuchado Especialmente incidiremos en lo mismo que hemos presentado en la reflexión de la oración. Se trata de poner de manifiesto la lección que la ardilla le da al Caballero sobre la diferencia de esperar y de aceptar. El caballero de la Armadura Oxidada Tema 03: El Sendero de la Verdad 6 DINÁMICA: LAS GAFAS Se dividirán a los chavales en tres grupos. En cada grupo se reflexionará sobre el significado de cada gafa en una de las situaciones que presentamos a continuación. Sobre la base del relato de hoy del capítulo del Caballero de la Armadura Oxidada, vamos a ver como diferentes visiones —que nosotros dividiremos utilizando varios tipos de gafas— nos condicionan a la hora de afrontar una determinada situación. Las situaciones que abordaremos son las siguientes: Ö La decisión de ponerse en camino o no. Ö La reacción del caballero ante la carta en blanco de su hijo. Ö La decisión de entrar en el Castillo del Silencio. Las diferentes gafas que utilizaremos para situarnos ante dichas situaciones serán las siguientes: Ö Gafas oscuras: Pesimismo, las cosas van tan mal que lo mejor es no hacer nada. Yo, además, lo hago todo mal. Ö Gafas miopes: Estas gafas lo que hacen es convertirme en una víctima. La culpa de lo mal que me va es siempre de los demás. Ö Gafas fashión de colores: Excesivamente optimistas, todo es genial, salvarán el mundo. Ö Gafas de esnórquel: Su único interés es el de conocer y tener nuevas experiencias, pero sin buscar realmente la verdad que hay detrás de cada una de ellas. Ö Gafas de espejo: Te permiten ver la realidad pero sin que ésta les traspase ni la sientan. Ö Gafas de aumento: Pierden el tiempo en los detalles, especialmente se fijan sobre todo en los defectos de los demás. Ö Gafas sin cristales: Son aquellas que te permiten ver la realidad tal y como es, ayudándote a aceptarla. El caballero de la Armadura Oxidada Tema 03: El Sendero de la Verdad 7 DESPEDIDA INFORMACIONES: Algunas cuestiones a recordar Insistiremos en la necesidad de llevar a cabo la buena acción de cada día. Esta semana observaremos si en nuestra vida hay más de espera o de aceptación. Lo primero que haremos en la próxima sesión será compartir esto en grupo. Recordaremos la necesidad de abonar las cuotas. ORACIÓN: Padrenuestro Padre nuestro, que estás en el cielo; santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén. 
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