Los mamadores que sacaban la leche a las mujeres eran

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Noticias de Gipuzkoa Miércoles, 19 de mayo de 2010
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CARMELO URDANGARIN
AUTOR DE UNA QUINCENA DE LIBROS SOBRE OFICIOS TRADICIONALES
“Los mamadores que sacaban la leche a las mujeres
eran personas desdentadas y estaban mal vistas”
Carmelo Urdangarin (Deba,
1932) es un hombre infatigable que durante su actividad
profesional ocupó cargos
directivos en empresas como
Orbea, Caja Laboral o Danobat. Además, hasta la fecha
ha publicado 26 libros y más
de 5.000 artículos en periódicos y revistas especializadas
G I P U Z KOA N D O
● Su txoko favorito de
Gipuzkoa: El barrio debarra de
Endoixa porque tiene unas vistas
impresionantes, tanto hacia el
mar como hacia el valle del Urola.
● Un paisaje idílico: La vista de
Deba que hay desde los caseríos
Arriola, ubicados entre el casco
urbano de Deba e Itziar.
● Una fiesta o un evento: Aunque en los últimos años ha perdido algo de fuerza, me quedo
con la feria del libro que se hace
en la plaza de Gipuzkoa, en
Donostia.
● Un monte: Me gusta mucho
Andutz, en Itziar. También Arno
que es un monte muy bonito
para andar y que cuenta con uno
de los mejores encinares de
Euskal Herria.
● Una playa: La Concha. Me
parece una playa preciosa, se
mire desde el lugar que se mire.
JABI LEON
EIBAR. Está jubilado pero queda con
quien junta estas letras en las oficinas que la consultoría Urkei tiene en
el edificio Aurrera de Eibar, a donde
acude habitualmente “para escribir”. Miembro de la sociedad de
Estudios Vascos-Eusko Ikaskuntza
y de la sociedad de ciencias Aranzadi, Carmelo Urdangarin es un apasionado de la historia, la economía y
los oficios tradicionales de Euskal
Herria; unos ámbitos a los que ha
dedicado la práctica totalidad de sus
publicaciones. Insiste en destacar la
labor de las personas que colaboran
con sus trabajos y la riqueza de la
cultura oral, a la que considera “fundamental para que nuestro pasado
no se pierda”. En 1975 publicó su primer libro bajo el título Deva, Euskal
kosta nuklearra, compartiendo firma con José Ramón Recalde y Patxi
Aldabaldetrecu. Desde entonces ha
escrito sobre temas de lo más diverso, con la particularidad de que ha
inmortalizado “unos 180 oficios antiguos” en una quincena de obras .
cio que estaba mal visto. De hecho
en euskera se les llamaba izaiñak,
que son las sanguijuelas. Conocí a
un hombre mayor que había sido
mamador en un pueblo de la Ribera
de Navarra; acudí allí para hablar
con él pero no quiso contarme nada.
¿Algún otro oficio curioso?
Estaban las parteras que no tenían
formación pero ayudaban en los partos. Al nacer los niños lo primero que
hacían era darles coñac para beber
porque pensaban que así se le abrían
los pulmones al niño y a continuación le ataban la cabeza para que luego le asentara bien la txapela. Otro
oficio curioso es el de los vendedores
ambulantes de fideos. Iban de pueblo
en pueblo con una maquinita para
hacer fideos de 6 milímetros, macarrones de 12 milímetros... Hace unos
pocos años Julen Zabaleta y yo coincidimos con uno en Vitoria.
La temática que elige para sus
libros ¿responde a un orden lógico
o la elige en función de sus inquietudes de cada momento?
Obedece a lo que uno piensa en cada
momento. Por poner un ejemplo, en
1.996 José María Izaga y yo escribimos un libro sobre el traslado de
ganado bravo desde Tudela a Deba
porque teníamos la sensación de que
si no se recogía en ese momento se
perdía para siempre. Durante
muchas décadas el ganado que se soltaba en las fiestas de Deba se traía a
pie desde una distancia aproximada
de 200 kilómetros, que completaban
en cinco días. Gracias a los documentos sabíamos las ganaderías que
había contratado el Ayuntamiento y,
en consecuencia, los lugares de procedencia. Sin embargo, no se sabía
el itinerario que hacían hasta llegar
a Deba y para descubrirlo tuvimos
que visitar un montón de pueblos,
hasta que dimos con una persona
que había participado en esos traslados y nos contó todos los detalles.
De las 26 obras que ha publicado
16 se centran en los oficios tradicionales ¿A qué se debe su interés
por ese ámbito?
He dedicado 50 años de mi vida a
trabajar en la industria, lo que me
ha permitido ver la desaparición de
diferentes oficios. Y eso mismo es
lo que me creó una lógica preocu-
Carmelo Urdangarin posa en las oficinas que la consultora Urkei tiene en Eibar. FOTO: JABI LEON
pación porque o se recogía o no iba
a quedar ni rastro de esa parte de
nuestra historia. De todos modos,
quiero dejar bien claro que además
de José María Izaga y yo ha habido
otras personas como el donostiarra
Antxon Agirre Sorondo o Garmendia Larrañaga que han hecho trabajos muy importantes para preservar los oficios tradicionales.
¿Cuál es la publicación que más trabajo le ha dado?
Sin lugar a dudas el libro titulado
Deva, ayer en el que recopilamos
260 fotografías antiguas de la localidad tras varios años de trabajo.
Recorrí todos los caseríos del pueblo para conseguir las imágenes e
intentar documentarlas, poniendo
nombre y apellidos a todas las personas que fue posible.
En muchas de sus obras comparte
firma con otras personas como el
debarra José María Izaga o el pasaitarra afincado en Elgoibar Koldo
Lizarralde...
mientos y eso es algo que queda de
manifiesto en los libros.
¿De qué manera?
En muchas publicaciones he trabajado codo con codo con José María
Izaga, en otras con Koldo Lizarralde; la práctica totalidad de mis
libros incluyen dibujos de Julen
Zabaleta; el zumaiarra Javier Carballo me ha ayudado muchísimo
con las fotografías... Al fin y al cabo
es una manera de sumar conoci-
José María Izaga es un Ingeniero
Industrial Superior y su visión de
los procesos es muy enriquecedor,
Koldo trabaja mucho el tema de
recopilación de datos en los archivos, Julen es un dibujante formidable, Javier un gran fotógrafo...
SU FRASE
Hay varios, pero uno muy curioso
es el de mamador o mamadora; que
eran unas personas a las que el
párroco autorizaba para mamar la
leche de las mujeres que habían perdido a sus hijos poco después de
nacer. Tenían que ser personas desdentadas y tenían que tomar coñac
antes de hacer su labor. Era un ofi-
“Las parteras daban
coñac al recién nacido y
le ataban la cabeza para
que luego le asentara
bien la txapela”
Después de investigar y escribir sobre
cerca de 180 oficios tradicionales...
¿Hay alguno que le haya llamado la
atención de una manera especial?
¿Trabaja en algún nuevo libro?
José María Izaga y yo llevamos
tiempo haciendo un trabajo sobre el
río Deba y supongo que algún siglo
de estos ya lo acabaremos. Queremos ver todo lo que el río ha dado
para la alimentación de sus ribereños. También seguimos con los oficios tradicionales. Eso no tiene fin.
¿Las instituciones hacen lo suficiente para preservar los oficios tradicionales?
La Diputación Foral de Gipuzkoa
está haciendo un trabajo meritorio
para filmar y describir los procesos
de la artesanía tradicional vasca, que
está en serio peligro de desaparecer
por falta de demanda y quizás también por falta de adaptación. Sin
embargo, las instituciones encaminan todos sus esfuerzos hacia donde
están los votos y para un donostiarra Gipuzkoa se acaba en Zarautz y
Tolosa. En el Alto y el Bajo Deba no
hay muchos votos, por lo que se ocupan muy poco de estas comarcas.
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