Domingo. 18 de enero de 2015 14 La Nueva España Vida sana El sueño cumplido de morir en casa Los cuidados paliativos permiten que el paciente esté "controlado perfectamente en su domicilio con tratamientos sencillos y técnicas no agresivas", subrayan las especialistas Cristina Suárez y Lorena Martín ■ í Pablo Álvarez Morir en casa y mdeado de los sores que ridos. Esto es el objetivo lauras wecs anhela do y míe los equipos de cuidados paliativos • Los cuidados contribuyen de fonna decisiva a hacer reali paliativos son un tipo dad. "El paciente puede estar controlada especial de asistencia mienlns sencillos y técnicas no agresivas, que pueden ser realizadas por ios cuidado enfermos cuya perfectamente en su domicilio, con irata- para aquellas curación noes posible. res", explican la médica María Cristina Suá- rez de la Vega y la enfermera Lorena Martín Rubio, integrantes de lus equipos de apoyo domiciliarios de cuidados paliativos del área dolor, a pesar de que se controla en un alto porcentaje de los casos. También suelen ser perturbadores la pérdida de autonomía, la incapacidad para realizar tareas cotidianas, y la relación que esto tiene en la sobrecarga ¿Qué son los cuidados paliativos? ra dar respuesta a aquellos enfermos en los ~ que ia curación no es posible, y en los que no tiene sentido buscar más días de vida a cual quier precio. Conslituyen una alternativa a la • Ofrecen un soporte psicológico, social y espiritual, en el q je intervienen médicos, enfermeras, psicólogos medicina convencional. Ofrecen una aten ción total, individualizada y continuada. Pa ra ello, además del control de síntomas físi vtrabajadores sociales. • Lo fundamental para que un paciente cos, se les ofrece un soporte psicológico, so cial y espiritual, dentro de un modelo de permanezca en su casa atención iuierdisciplínar, m el que se inclu yen medicas, enfermeras, psicólogos y tra bajadores sociales. es su propia deseo de que asi sea, lo que ha de Ir acompañado de un buen apoyo familiar/ social. Hospital versus casa • uno de los síntomas más frecuentes en el Los hospitales de agudos no suelen disponer de cuidados paliativos. No están diseñados enfermo oncológico es pama tender a pacientes en el tramo final de su vida. Sus profesionales están formados para salvar vicias, tío para afrontar la muer el dolar, que en la mayoría de los casos suele ser de moderado te. Usan medicina intervencionista costosa y, en ocasiones, inapropiada, dando más im portancia a la "enfermedad" que a la "perso a intenso. En un porcentaje superior al na". \ln un centro sanitario priman las nece sidades de organización del centro en as- fármacos muy seguros 90%, se controla con y eficaces. pectosconio horarios de aseo, alimentación, visitas, tratamientos... En cuanto al domici lio, la ventaja principal es la obvia: todo gira ¿Hasta el final? en el conlii)! de síntomas, esto no es así, ya Lo fundamental para que un paciente per que el paciente puede estar controlado per- manezca en su casa es su propio deseo de les con formación en cuidados paliativos, que así sea, lo que lia de ir acompañado de un buen apoyo familiar y social. Adíude hoy es posible disfrutar de la compañía de la fa con tratamientos sencillos y técnicas no agresivas, que pueden ser realizadas por los andadores. Sí son una buena alternativa los hospitales con unidades de cuidados palia tivos cuando se precisa un ingreso. Perfil del paciente El cáncer sigue siendo la patología que con más frecuencia se beneficia de los andados paliativos. Sin embargo, en los últimos años se va abarcando un mayornúiiiem de enfer medades crónicas avanzadas, renales, respi ratorias, cardiacas, ne uro lógicas -cdiho de mencias avanzadas o enfermedades neurudegeneratiras- que se benefician del enfo que terapéutico de lus cuidados paliativos. "Según nuestra experiencia, atendemos a más hombres que mujeres". familiar, sin olvidar el sufrimiento emocio nal presente en la mayoría de los casos. Familia: ¿aliada o enemiga? Corno se ha comentado, la familia es pri mordial en la atención al enfermo. Sin duda ha de ser nuestro aliado, pero es a su vez un objetivo de nuestra atención. Familia y en fermo es la unidad que debernos tratar. Los familiares deben estar informados, conocer los cuidados, eslar tranquilos respecto a la atención ofrecida y también han de sentirse comprendidos y acompañados durante lo do el proceso. Desesperación I'ur definición, las enfermedades (raladas pnrlns cuidados paliativospresenlan múlti ples síntomas, multifactoriales, intensos y cambiantes que provocan un gran impacto emocional FJ paciente, por lo tanto, y tam bién la familia, pueden tener momentos de desesperanza. El sufrimiento es uno de los mayores miedos, sobre todo cuando se al canzan fases muy avanzadas, congran fragi lidad a todos los niveles. A veces pueden de sear que lodo termineya; en otras casos, lan sólo piden no sufrir. Es importante dejarles en Ionio al enfermo y sus necesidades, los cuidados se adaptan at paciente. Si pensa mos que la diferencia principal puede estar feciamenle en su domicilio por profesiona Situaciones perturbadoras El síntoma más temido pnr el paciente es el sanitaria de Oviedo. Un tipo especial de cuidados que surgen pa bilidad y respeio, resolviendo las dudas que puedan surgir, adaptándose a las necesida des del enfermo, a sus demandas de infor mación, dando pequeños pasos en la bús queda de nuestro objetivo último de pro porcionar el máximo bienestar biopsicosucial. Es el enfermo el que nos marca el ritmo y el camino que quiere seguir. El cáncer sigue siendo la patología que con más frecuencia se beneficia de los cuidados paliativos, pero en los últimos años se va abarcando un mayor número de enfermedades En un porcentaje superior al 90%, el dolor se controla con fármacos muy seguros y eficaces siempre que sean seguidos por profesionales formados en paliativos milia en el domicilio hasta clültimo momen to cniinnbuenconlrnl de ¡ossínlomos. l;u la mayoría de los casos, los ingresos se produ cen en los últimos días, y en muchos casos no tienen nada que ver con problemas médi co, sino más bien con los deseos del pacien te o de su familia por la seguridad que les aporta un centro sanitario, o para evitar los recuerdos del fallecimiento en e! domicilio. Comunicación Los pilares básicos de la atondan paliativa son el conlm! de síntomas, la comunicación y el apoyo a la familia. Por lo tanto, la comu nicación es parte del proceso terapéutico que se lleva a cabo. Debe (Jarse un proceso de coimmicacióny no de mera información clínica. F.l proceso de comunicación debe realizarse en un clima de confianza, accesi claro que se les v¡¡ a acompañar, tanto a ni vel emocional como físico. Darles seguridad, apoyo y disponibilidad los tranquiliza, de forma que no reiteran sus peticiones de ter minar ron lodo. En nuestra experiencia, la petición expresa de eutanasia no es para na da habitual, en rontra de lo que se podría pensar. Control del dolor Uno de los síntomas más frecuentes en el enfermo oncológico es el dolor, que en la mayoría de los casos suele ser de moderado a intenso. En un porcentaje superior .>! 90 por dentó, este dolor se controla con fár macos muy seguros y eficaces siempre que sean seguidos por profesionales formados en cuidados pnliíifivns. F.l resto precisa me didas más complejas, e incluso puede ser necesario recurrir a una sedación paliativa. Sedación paliativa La agonía o situación de los últimos días es la indicación más frecuente de la sedación. Rn estos casos, la decisiónde la sedación es- SígloXYT Domingo. 18 de enero de 2015 15 ^-^ ¡xi Nuera España tá clara. Pero también pueden darse una BOTÍede Síntomas rdractarios (delirio, disnc;i, dolor, distrés emocional o hemorra gia masiva) quepueden precisaría, yaque Buscar y encontrar inciden gravemente en la calidad de vida ¡id paciente No conviene confundir ato- toma refractario con o tro de difícil control Hile puede ser resuello por un expeno. Debemos infbrmfll de la nueva situación del enfermo :il paciente y/o familia y de ia necesidad dd control de esta fase como un síntoma más de la enfermedad, lil ob jetivo último es el confort, lis un ruumeulo delicado para la familia, ya que la des pedida está próxima, porlo que debemos aborda lo sin prisa y adnrar (odas las du das que se les presenten, e incluso amicipamos a ciertos trámites que sabemos que van a llegar. Toda la información que se les dé acerca de cómo va a ser el proce so de los Últimos días disminuirá sus mie dos y facilitará las despedidas. La "veniaja" que aportan los cuidados paliativos es que el avance de la enfermedad es progre sivo y el delerioro no suele ser brusco, lo que permite ir adaptándose a las sucesi vas fases. Por eso, cuando llega, la agonía no es algo inesperado, y seles explica que hay que Untaría como se trataron previa mente otros sin tamas. Tratamientos para el dolor En los últimos años, la evolución y la apa rición de nuevos analgésicos opioides ad ministrados por vías alternativas a la vía oml, perú de fácil uso en el domicilio fpardit.'s, Inhaladores, comprimidos sublin guales, aplicadores bucales...), ha supues to un gran beneficio en el control deldolor. Noobstantf, a díade hoy, el fármaco de re ferencia sigue siendo la morfina. Dispone mos también de otros fármacos que, sin ser puramente analgésicos, administrados conjuntamente a los opioides coadyuvan en el control del dolor. Dudas habituales sin pretensiones de exhaustividad, pode mos dtar algunas. A) lil enfermo, con la fragilidad que presenta,¿puedeesiartrata- do en i:i domicilio? feto puedeser así en la mayoría de los casos, y si fuese preciso un ingreso, éstesería tramitado desdelos pro pios equipos, lil hospital liene la puerta abierta ante cualquier complicación que no pudiera ser tratada en casa. B) ¿Qué le van a decir de la evolución de la enferme dad? En Ocasiones, nos enfrentemos al "pació de silencio", al miedo a la comuni cación de males noticias. lis algo aún muy presente, y supone un trabajo añadido con la familia, a la que debemos explicar que es el paciente e! que demándala informa ción y d que marca el ritmo y las necesida des. Q ¿Ya no ffiva a acudirá revisiones al hospital? Soles explica que semantiene un contacto con sus médicos de referencia aule cualquier incidencia que pueda sur gir y que precise de su actuadón. D) ¿Y si no asga? S<* utilizan dispositivos para d control de síntomas, usando vía subcutá nea, que aseguran el cumplimento del tra tamiento, li) ;.l*odré yo atenderle cuantío estépeor? Las dudassobrelos cuidados se van explicando de manera continuada en el proceso de atención al paciente (aseo, alimentación, cuidados de la piel, cam bios de panales, movilizado!!...). Colofón Desde los cuidados paliativos se transmi ^ la o Martín Caicoya MÉDICO Se atribuye a Picasso la frase "yo no bus co, encuentro", lil pintor, asilo expresa Ma tisse, lieue en su mano la prolongación de su sensibilidad (¡inteligencia: "Cuanto más suelta está más me obedece". Es la sabidu ría del cuerpo, esa que no se puede explicar con palabras. En medicina lambién hay una sabiduría inefable que se denomina ojo clínico, la acumulación de experiencia y conocimiento que Ilumínalos datosque se obtienen o aporta un paciente. No hubo un razonamiento estructurado en el que cada dalo se pone en relación con los oíros en función de su capacidad informativa para las diferentes patologías que se consideran. Se llega a la hipótesis diagnóstica por cami nos irracionales que, naturalmente, a posleriori se justifican. Masía ese momento el médico encuentra, lo que se denomina heurística. Buscar, encontrar, las dos actitudes tie nen sus pros y contras en medicina. I lay un riesgo importante cuando se hacen pruebas sin que haya una razón importante paraelo. III mejor médico ES el que pide tina prueba de confirmación diagnóstica cuando duda mucho, cuando la probabilidad de que el paciente tenga la enfermedad quepuede ex plicar los síntomas nn es superior ¡ti 30 por ciento ni inferior al 70%, cuanto más cerca del f)0% mejor. Porque si la clínica y.i impli ca certeza, la prueba no añade nada. Es más, si casi está seguro deque no padece la enfer medad y pide la prueba para descartarla, se puede encontrar con la desagradable sor presa de que aparece una alteración no pre vista, que no tiene que ver con la enferme «■■j. dad, EflO ocurre con todas las pruebas, más s¡ son muy informativas, por ejemplo, una resonancia magnética hecha sin razón. Pue de encontrar alteraciones cuya significado clínico es incierto pero que no se pueden obviar: a partir de ahí, usted como paciente se mete en un laberinto. I.os hallazgos ca suales son un problema. Eso es encontrar, pero ¿qué hay de bus car? lis el pecado más frecuente enlre los médicos concienciados, aquellos que quie ren adelantarse a la enfermedad. Buscan sus manifestaciones más precoces para atajarla cuando todavía es un proyecto. Sólo hay tres cánceres para los que vale la pena hacer dcIccción precoz: mama, a partir de los 50 años; nidio de útero, a partir de los 25, y colorreclal, desde los 50 años. Sin embargo, lus urólogos buscan d cáncer de próstata, los gi necólogos d deovarios, por citarlosdos más buscados. No es buena idea hacerlo, como no lo es Intentar detectar precozmente el cáncer de tiroides. lín Corea del Sur la tasa de cáncer deiirní- desse multiplico por quince en los tíll irnos lil cáncer de litoides es uno más que se suma a la lista de los que nn siempre pro ducen (laño, lil más conocido es el de prós- El mejor medico es el que pide una prueba de confirmación diagnóstica sólo cuando duda mucho El problema que tenemos con la tecnología diagnóstica es que todavía no sabe distinguir entre los cánceres que progresarán y los que no que a los !)0 años el 90 por ciento lo tiene, a los nü aíios el 35% o el 40%. Pero la mayo ría no liarán nada, incluso el de pulmón no siempre es mortífero: entre el 10% y el 15% no lo son.Tratarlos sólo produce daño. Co mo en el de tiroides: hay tm 10 por cierno de coreanos operados que tienen proble mas de metabolismo del calcio porque en la intervención se llevaron o dañaron las paratiroides y un 2% tiene parálisis de las cuerdas vocales. El problema que tenemos con la tecno logía diagnóstica es que todavía no sabe disl ¡ngiiir eui re los cánceres que progresa rán y aquellos que permanecerán quiescentea a Incluso regresarán merced a una victoria del ejército central, la inmunolo 20 años. Una epidemia espectacular que gía, sobre esas unidades secesionistas. Creo que algún día sabremos distinguir obliga a pensar que se introdujo una expo unos de otros, quizá ruando sepamos más sición maligna. Si hubiera sido en Hiroshi ma o en Nagasaki después déla bomba alómica, se podría entender. Fue otra exposi ción la que produjo esa explosión de casos. sobre la biología del cáncer y la del hués ped. Hay profesionales que consideran que una ecografia dd cuello. Como la mayoría Ocurrió que hace algo más de 20 años el de los casos deteclados se curaban con las Gobierno diseñó un programa de detección intervenciones, ellos mismos hacían de por preco/.de varios cánceres y, aunque el de ti tavoces y propagandistas: cada vez más co- roides no estaba enlre ellos, la combinación reanosse hacían la eeografía. Pero la morta te que, aunque no podarnos frenar el avanci-de la enfermedad, siutnprehiiy al de una mayor disponibilidad de Geografías go que hacer, con tm abordaje realista y y esa actitud beligerante contra el cáncer lidad no varió. Si realmente se estuvieran detectando cánceres que tuvieran poten consecuencia del programa facilitó que se incluyera rutinariamente la realización de cialidad mortal, tendría una traducción en humano. laia; los estudios de autopsia demuestran las muertes. hacemos demasiado daño con el cribado de cáncer para el escaso beneficio. Es una postura extrema Bien hecho, el de mama, cuello de útero e intestino grueso salva vi das a un coste humano tolerable, coste que consiste en estudios más o menos cruentos en los falsos positivos y tratamientos en los cánceres que nunca hubieran produci do daño.