La datación del pasado por el carbono 14 y sus resultados

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[Publicado previamente en: Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos 67.1, 1959, 275-297.
Versión digital por cortesía de los herederos del autor, como parte de su Obra Completa].
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© De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia
La datación del pasado por el carbono 14 y
sus resultados
Martín Almagro Basch
Es ya generalmente conocido el método ideado por Libby, de la Universidad de Harvard, para fechar los restos de materiales de materia orgánica, procedentes de animales o de
plantas muertas, que hayan llegado hasta nosotros en cualquier circunstancia. Este investigador logró establecer la existencia de una sustancia radioactiva, el llamado Carbono 12,
que desaparece del organismo en el momento de la muerte, y de otra similar, el llamado
Carbono 14, que sigue irradiándose lentamente desde el cuerpo ya muerto de los seres que
han vivido. Este Carbono 14, conforme pudo probar desde 1949 Libby y sus colaboradores,
al contrario del Carbono 12, se pierde poco a poco en los seres orgánicos que ya han dejado
de existir. Ello permite fechar tales restos y así obtener una cronología cuando los restos de
tales seres orgánicos aparecen en relación con los vestigios de las culturas pretéritas 1.
A partir del descubrimiento de Libby se han organizado en Europa en los últimos años
algunos laboratorios, aplicándose estos métodos con fortuna. Ninguno desgraciadamente
funciona aún en España.
Las aplicaciones de este método realizadas por varios prehistoriadores europeos y americanos ha hecho superar rápidamente las posiciones escépticas que en torno a tan sensacional descubrimiento científico adoptaron muchos colegas 2.
Las investigaciones al continuarse se han perfeccionado y los hallazgos de unos y otros
se han contrastado de tal manera que hoy es ya un hecho que tal procedimiento está dando
1
Un buen resumen sobre el descubrimiento de este método de medir la cantidad conservada de Carbono
14 en los restos de organismos muertos puede leerse en el trabajo publicado por Frederick Jonhson en
American Antiquity, vol. XVII, número 1, parte II, 1951. En él se reflejaron los datos reunidos hasta
aquella fecha. Un extracto de este trabajo apareció en Ampurias, XIV, Barcelona, 1952, páginas 172 y
sigs. Después se ha publicado un importante estudio por el mismo descubridor del método, W. F. Libby,
Radiocarbon Dating, Chicago, 1955. El estado actual del problema que la aplicación de este método
representa ha sido abordado y expuesto con minuciosidad por Harold Barker, «Rabio Carbon Dating: Its
Scope and Limitations», Antiquity, vol. XXXII, diciembre, 1958, páginas 253 a 263, Toda la bibliografía
sobre las investigaciones del Carbono 14 se han ido reuniendo en la revista Quaternaria, II, Roma, 1955,
págs. 257 y sigs., y Quaternaria, IV, Roma, 1957, págs. 205 y sigs.
2 Las principales críticas a los resultados de este método fueron formuladas en el trabajo de V, Milojcic,
Zum Anwendbarkeit der C. 14-Datirung inder Vor-geschichsforschung, en Germania, 1957, págs. 10210. Parte II: Germania, 1958, páginas 409-18. Respondieron a sus críticas Herman Schwabedissen y Karl
Otto Münnich. Zur Anwendung der C. 14-Datierung und andere naturwissenschaftlicíier Hilfmíttel in der
Ur- und Fruhgeschichtsforschung. Germania, 1958, págs 133-150. Milojcic ha respondido a esta y otras
contraobjecciones que le hicieron varios colegas en su trabajo Zur C. 14-Methode. Quarter 10-11. Bonn,
1959, págs. 45-47. También recientemente se han publicado otros trabajos sobre estas cuestiones; véase
sobre todo H. Gross. Zur Frage der Zuwerlässigkeit und Brauchbarkeit der Radio Carbon (-C. 14) Methode. Quarter, 10-11. Bonn, 1959, págs. 27-44. También objetaron fuertemente desde el punto de vista
físico sobre los resultados de las medidas geomagnéticas: W. Elsasser, F. P. Ney y J. R. Winckler en Nature, núm. 178, 1957, pág. 1.226. Este trabajo se completa con el dedicado a mediciones magnéticas por
E. y O. Thellier, Acad. Sci., París, 1941, 212, 281; 1942, 214, 382; 1946, 222, 905; 1951, 223, 1.476;
1952, 234, 1.461. Véase sobre todo el problema, el buen resumen de Harold Barker en su trabajo citado
anteriormente.
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2
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mucha y eficaz luz y precisión al aportarnos fechas para los restos del más lejano pasado del
hombre. Estas fechas, por otra parte, han sido contrastadas con los avances de los análisis
polínicos que han permitido situar la datación relativa de muchos yacimientos gracias al
conocimiento que hoy nos proporcionan los restos del polen de las plantas que vivieron en
los tiempos en que se formaron los estratos donde hallamos los restos prehistóricos. Ambos
métodos superan y a la vez refuerzan considerablemente los datos mucho más inseguros de
la paleontología, únicos que hasta hace unos años permitieron a los prehistoriadores ir reconstruyendo cronológicamente el más remoto pasado del hombre, siempre a base de observaciones estratigráficas.
Este nuevo camino para obtener una cronología absoluta abre horizontes más amplios
de seguridad que los tres métodos seguidos hasta hoy, que son los siguientes: 1.° El de fijar
la cronología de las oscilaciones climáticas a base de las curvas de irradiación solar de Milankowitz, que estableció una escala aproximada para los cambios climáticos a lo largo de
seiscientos mil años. Esta cronología es insegura, sobre todo para las etapas prehistóricas
más cercanas. 2.° El de la medición de las varves, que ya Geer y Sauramo lograron aportar
numerando las oscilaciones de la retirada del casquete glaciar al final del Würmiense. 3.°
Los contactos cronológico-culturales de las diversas culturas prehistóricas entre sí y de éstas
con las históricas. Es el método que comúnmente denominamos Cronología Comparada y
algunos denominan Corología.
Ahora los restos materiales de cualquier cultura, gracias al método del Carbono 14, se
pueden ilustrar con una cronología absoluta en años que nos asegura su antigüedad dentro
de los límites que este método permite.
Así los métodos antiguos y los avances modernos dan al investigador de los restos arqueológicos una base segura para fechar las culturas sin historia escrita. Es corno si una
alborada nueva hubiese comenzado para la interpretación de las mismas.
No es ciertamente aún mucho el camino andado, pero por la lista de yacimientos que
vamos a enumerar y por la breve descripción de los resultados obtenidos que agregamos a
ellos se verá cuanta luz ha aportado al prehistoriador la datación del Carbono 14 unida, sobre todo, a los datos de los análisis polínicos que nos denuncian no sólo el ambiente natural
sino también los cambios climatológicos del ambiente en que se movió el hombre a lo largo
de remotas edades.
En las breves páginas informativas que siguen queremos sintetizar las fechas que hoy
se admiten para algunos hallazgos prehistóricos clásicos de la secuencia cultural de Europa,
Asia, África y América.
Desgraciadamente hasta hoy el análisis del Carbono 14 sólo nos asegura con cierta
precisión una fecha para los restos de seres vivos que hayan existido hasta los 36.000 años
más o menos de antigüedad.
Para las fechas más altas .no parece haya unanimidad, o al menos no se aclara la cronología absoluta del Carbono 14 3. Con los resultados que la fauna y la flora fósiles
proporcionan, ya se habían podido establecer, tras el período interglaciar Riss-Würm, llamado Eeniense, tres estadios fríos a lo largo de la última glaciación denominados Würm I,
Würm II y Würm III. Entre ellos se desarrollaron dos períodos templados interestadiales. Al
Würm III o período del Drías Antiguo le sucede el período del Drias II o Drías Medio al
3
Recientemente ha comenzado a utilizarse con fruto otro método de medición radioactiva debido al llamado Potasio-Argón 40, procedente, sobre todo, de tufos volcánicos y otras rocas. Es válido para obtener
fechas desde 50.000 a 1.000.000 de años. Con este método se ha situado la última fase de la glaciación
del Elster entre los 350.000 a los 400.000 años. Las posibilidades de este método parece serán más ambiciosas que las del Carbono 14, pero todavía está iniciándose su aplicación sólo divulgada a partir de 1958.
Véase J. F. Everden, G. H. Curtis y R. Kistler, «Potasium-Argon dating of Pleistocene Volcanic», Quaternaria, IV, Roma, 1957, págs. 13 a 17.
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cual sigue una etapa de clima acusadamente mejor que denominamos oscilación de Alleröd
I. Tras ésta viene el Drias III o Drias reciente. Cada vez fue mejorando el clima, y tras el último Drias llega la oscilación de Alleröd II y se pasa el período Pre-Boreal seguido del período Boreal. Luego ya en época en que las fechas arqueológicas se enlazan con culturas
históricas se siguen los períodos Atlántico, Sub-Boreal y Sub-Atlántico.
Vamos a intentar establecer la cronología absoluta lograda gracias a la medición del
Carbono 14, insistiendo brevemente en los problemas aún por resolver ante los resultados
de este método nuevo.
Ante todo, los laboratorios holandeses con de Vries y los ingleses con Zeuner, Okley y
otros investigadores, han fijado fechas absolutas muy antiguas que vamos a reunir en sus
resultados más recientes.
Merece una especial mención la datación reciente lograda por de Vries, de restos de
madera de roble procedente de los estratos E-2 y E-3 de un corte estratigráfico obtenido por
A. C. Blanc en el Canal de Mussolini de la llanura Pontina en Italia. Los análisis realizados
en el laboratorio de Groninga dan la fecha de alrededor de 55.000 años. Ofrecían estos estrados Elephas antiquus, Rkinoceros Merckii, Hippopotamus, Equus cavallus y una industria musterolevalloisiense 4.
Así sabemos como hacia estas fechas de 55.00 años de antigüedad en las que se desarrollaba en Italia una cultura musterolevalloisiense con una fauna caliente, vivía una flora
templada de Vitis Vinifera, Quercus robur, Prunus Spinosa, Carpinus Vetelus, etcétera.
Incluso nos augura este prestigioso investigador de los métodos radioactivos del Carbono 14, que pronto se podrá llegar a fechar restos hasta de 70.000 años de antigüedad.
Sin embargo, por su situación estratigráfica, este nivel se considera ya de los comienzos del Würm I.
Otro interstadial que sería el Würm I a II ha sido situado en varios lugares en capas de
turbas con fechas más allá de 52.000. Ofrece una excepción en esta cronología que tiende a
confirmarse, un trozo de madera de la turbera de Loopsted (Schlewig) de la parte superior
del Würm I al Würm II 5.
Otras fechas vienen de los suelos de loess de Alemania. En Parador/ se señala un período de oscilación interstadial entre el 27 al 80.000. Sería el interstadial Würm II-III.
Fechas entre 80.000 y 40.000 nos han proporcionado otros va-tíos ejemplos alemanes,
asegurándonos un clima frío que sería posiblemente del Würm II.
En Gibraltar, en la cueva de Gorham, F. E. Zeuner ha obtenido para el estrato D. la fecha de 37.640 + 220 que pertenecería al interstadial Würm II-III y para el estrato G, la fecha
de 47.000 que correspondería al Würm II 6.
Fechas tan altas han superado, no sabemos si con aceptación general, las que se vienen
obteniendo en otros laboratorios, sobre todo en Harvard.
Allí sólo se ha logrado la fecha incierta «de más de 86.000 años» para la estación de
Pre-Iovan, situada en Estados Unidos y que corresponde ya al interglaciar Riss-Würm, denominado en América del Norte Illinosiense-Wisconsiense y también interglaciar Sangamonense 7. O sea que la época anterior al gran glaciar de Wisconsin equivalente al Würmiense del Viejo Continente se elevaría a una edad anterior a más de 86.000 años de antigüedad, pero sin mayor precisión. Así no se rechazan las fechas anteriormente citadas, pero
no se confirmaron hasta hoy en los laboratorios americanos.
4
Hl. de Vries, Quaternaria, IV, Roma, 1957, pág. 90.
Hl. de Vries, Quaternaria, IV, Roma, 1957, pág. 90.
J. Waechter, Proc. Prehist. Soc., 17, Londres, 1951, págs. 83-92, y F. E. Zeuner, Proc. Prehistoric. Soc.,
19, Londres, 1958, págs. 180-187.
7 Rubin, M., y Suess, H. E. : «U. S. Geologica! survey Radiocarbon dates, II», Science, vol. 121, núm.
3.145, 1955, pág. 481.
5
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Esta cronología que podríamos llamar moderada se ha fijado también para el famoso
yacimiento de Ehringsdorf en Alemania. Los niveles de esta importancia estación prehistórica han dado una cronología de «más de 86.000 años». Corresponden a la cultura musteriense y se caracterizan por una fauna templada con el elefante antiguo, rinoceronte de
Merck, jabalí, ciervo elafo, ciervo megaceros, gamuza y castor. Esta fauna está asociada a
una flora de pino, avellano y encina. Sin embargo, no se ha logrado hasta la fecha una datación más precisa 8.
La misma datación nos aporta el Carbono 14 para los niveles de Saccopastore, la célebre estación situada en el monte Circeo, al sur de Roma. También se ha procurado datar
obteniéndose una fecha más allá de 36.000 años sin más precisión 9, pero no tan alta como
la que de Vries ha establecido para formaciones de los estratos E del Canal Mussolini que
ofrecen una industria, una fauna y una flora sólo relativamente más moderna.
Se ha podido comprobar la existencia de una industria musteriense, desarrollada con
una flora caracterizada por encinas, avellanos, álamos y otros arbustos, acompañada de una
fauna formada por elefante antiguo, hipopótamo, gamuza, asno salvaje, etcétera.
En Eslovaquia también hallamos con industria musteriense la estación prehistórica de
Ganovce y para sus estratos se han obtenido también fechas superiores a 36.000 años de
antigüedad. Sus estratos se consideran del interglaciar Riss-Würm y son tres 10. El estrato
inferior contiene abedul, pino y aladierna. Su fauna está constituida por el elefante, ciervo y
rinoceronte. El estrato superior a éste ofrece encina con avellano, fresno, sauces, epiceas y
otros arbustos, no conociéndose la fauna. El estrato superior nos muestra preponderantemente epiceas y una fauna de elefante antiguo, jabalí, rinoceronte y castor. Es decir, se va
acercando hacia un clima fresco,, pero aún se considera del interglaciar Riss-Würm. Tampoco
aquí se han logrado las fechas que recientemente ingleses y holandeses quieren establecer
para esta etapa: según los análisis del canal Mussolini y la cueva de Gorham en Gibraltar.
A todos estos yacimientos aventaja en interés el de Arcy-Sur-Cure (Yonne), Francia.
Este importante yacimiento con 37 estratos ricos en vestigios de polen ha sido excavado por
el Prof. Leroi-Gourhan y está aún sin publicar. Por noticias proporcionadas por su excavador
sabemos que ofrece hasta el presente tres análisis de Carbono 14 con fechas de gran interés 11.
Los restos más antiguos de este yacimiento que se han fechado hasta hoy se sitúan
«más allá de los 36.000 años» sin fecha segura. Se piensa pertenezcan al Rissiense y el estrato de donde procede la prueba analizada se denomina estrato 29. Queda intercalado entre
los guijarros de fauna caliente antigua y los estratos de arenas con restos de gamuza. Contiene una industria típica Achelense (hachas grandes, hachas bifaciales, cuchillos-raederas,
raederas, etcétera). Todo ello sin retoques musterienses. Está acompañada de restos de caballos y de renos antiguos. La flora es aún templada, de bosques en los que dominan los
pinos silvestres. Comprende también tilos silvestres, robles, avellanos y numerosos olmos.
Se aprecia el carácter húmedo de la época por los helechos y los licópodos.
Otra fecha de Carbono 14 viene de Arcy-Sur-Cure y fue proporcionada por otros restos
hallados recientemente, cuya muestra se recogió a la entrada de la «galería musteriense» de
la «Cueva del Reno» que ofrece siete niveles.
Se han fechado tales restos alrededor de 32.000 años de antigüedad. En estos niveles se
intercalan el pre-perigordiense y un musteriense evolucionado con numerosas lascas leva-
8
Vaufrey, R.: «Le progrés de la Paleontología humaine en Alemagne», L'An-thropologie, t. XLI, 1931,
pág. 536.
9 Sauter, M. R.: Préhistoire de la Mediterránee, París, Payot, 1948, pág. 49.
10 Vicek, E. : «Fínd of Neandertal man in Slovakia», Slovenska Archeología, Rocnik, I, 1953.
11 Véase Mme. A. Leroi-Gourhan: «Analyse pollinique et Carbone 14», B. S. P. F., t. LIII, París, sep.
1956, pág. 295.
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lloisenses y buriles. La fauna ofrece predominantemente équidos y también ciervo y jabalí.
El reno es aún raro. La flora indica un clima oscilante entre el templado y el templado frío.
La tercera fecha proporcionada por Arcy-Sur-Cure viene del nivel 10. Culturalmente
ofrece un Perigordiense I con puntas de-Chatelperron y se ha fechado cerca de los 27.500
años. Este estrato es de una época sensiblemente más fría que la que vio formarse los niveles de la galería de la «Cueva del Reno». Queda bien caracterizada por una flora donde dominan netamente las herbáceas, habiendo descendido el bosque de los niveles inferiores.
Sin llegar a la importante antigüedad de Arcy-Sur-Cure, son de gran interés los niveles
de la cueva de Mauern. Esta gruta, situada a orillas del Danubio, en Baviera, es muy interesante por su larga secuencia polínica. Ofrece niveles que van del interglaciar Riss-Würm al
máximo frío del Würm II. Se han obtenido fechas en dos niveles culturales que se intercalan
entre dos períodos fríos en los ,que predomina el reno 12.
El primer nivel fechado es del final del interglaciar y se coloca en más de 34.000 años
y menos de 36.000. Muestra una flora de pino y epiceas, abedul y un poco de encinar mixto.
Las epiceas llegan a ser muy importantes al aproximarse el Würm I, como también ocurre
en Ganovce como ya hemos dicho al tratar de esta estación. Ellos nos hace suponer una
humedad más grande al final del interglaciar Riss-Würm, que en el período intermedio de
aquel interglaciar. Culturalmente corresponde al Musteriense.
El segundo nivel cultural de la Cueva de Mauern nos ha proporcionado una fecha, que
corresponde al auriñaciense de tipo oriental llamado Altmühliense. Se fecha entre los
29.000 a los 32.000 años de antigüedad.
Tiene un gran interés ya que allí se ven tres estadios templados, entre el Würm I y el
Würm II, los que parecen existir también en los estratos de Arcy-Sur-Cure. La duración de
estos períodos del interestadio Würm I al Würm II a juzgar por el diagrama de los análisis
polínicos, fue más larga en conjunto para estas etapas climáticas templadas y templadofrías, que la que representa el "Würm I. No sabemos, evidentemente, si esto es debido al
hecho de que han durado un tiempo más largo, o bien si es debido a una rapidez diferente en
la formación del depósito de los sedimentos. Pero Leroi-Gourhan hace notar que las mismas
proporciones relativas se encuentran en Arcy-Sur-Cure.
Es evidente que por ahora hay una contradicción entre estos resultados que nos ofrece
Leroi-Gourhan y lo que nos aportan F. E. Zeuner y Waechter, según hemos resumido anteriormente. Esta misma contradicción obtenemos ante los resultados de otros ya famosos
yacimientos que enumeraremos a continuación.
Godarville.—Es una turbera que está situada sobre un arenero que se halla en Bélgica,
conteniendo material musteriense y lascas de Levallois con restos de mamuts y rinocerontes.
Los análisis del Carbono 14 nos han dado la fecha de más o menos de 34.000 13.
Nevelje (Eslovenia).—Es una cueva situada alrededor de 100 kilómetros al NE. de
Trieste. Los estratos nos ofrecen restos de mamuts y una industria auriñaciense. Están fechados por el Carbono 14 tal vez algo más allá de los 27.5000 años 14. Los análisis polínicos colocan estos estratos en el principio del Würm II, antes de la máxima glaciación. Representa un buen ejemplo de la amplitud del hábitat de estos animales, así como de la formación del bosque en que vivían allí, donde solamente había un 20 por 100 de plantas herbáceas. Abundan las plantas propias de las marismas que existían en medio de los bosques.
Aquel bosque ofrece el predominio de los pinos y hay también encina, olmo, fresno, tilo y
álamos.
12
Schutrumpf, R.: «Die Pollenanalytische datierung der altsteinzeitlichen funde von Mauern», Bericht
uber d. Kieler Tagung d. «Ahnenerbe», págs. 74-79.
13 Mme. A. Leroi-Gourhan: Ob. cit., pág. 295.
14 Budnar-Lipoglavsek, Ana; Rastlinki ostanki in mikrostratigrafija mamuto vega najdisca v. Nevljah.
(Resumen en alemán.) Prirodoslovna Izvestia, Knjiga, I, Ljnubljana, 1944.
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En Hungría, Istallosko viene a ilustrarnos los resultados obtenidos en Mauern (nivel b),
a cuya misma cultura auriñaciense facies Altmühliense corresponde. También se fecha entre
el 27.500 al 82.000. Representa un período húmedo situado por sus excavadores entre el
interestadio Würm I-Würm II. Esta datación queda puesta en evidencia por un aumento de
malezas y epiceas en detrimento del pino y del declive de algunos arbustos de hoja caduca 15.
Abri Pataud (Les Eyzies).—Este yacimiento, que está excavando el norteamericano H.
Movius, nos ha proporcionado la fecha para un nivel de Perigordiense IV, del 21.6000 al
22.000. Los resultados obtenidos en él prometen ser ciertamente de los más importantes
para la prehistoria francesa 16.
Fuera de Europa, en un ambiente distinto ha proporcionado datos de gran interés la
Cueva de Shanidar, situada al Este del Irak, hacia la región montañosa que separa este país
de Persia. De ella se han podido fechar con el Carbono 14 cuatro estratos diferentes superpuestos 17. El nivel más inferior que ha podido ser fechado pertenece a la cultura musteriense. Son potentes capas-con restos del hombre de Neanderthal que han aportado fechas
sólo aproximadamente de 45.000 y de 60.000 años.
Encima aparece el Paleolítico superior cuyo primer estrato o nivel C ya corresponde a
una industria auriñaciense de facies local que se denomina Baradostianense. Este nivel ha
sido datado entre 32.000 y 34.000 años de antigüedad en su horizonte inicial más antiguo.
El nivel de Paleolítico Superior en su parte superior ha proporcionado otra segunda fecha con el Carbono 14. Corresponde a una industria también auriñaciense local semejante a
la que se halla en los estratos del fondo de este nivel, pero más evolucionado y que ya Solecki considera mesolítico. Se fecha entre más de 27.000 años y menos de 29.500. Encima
del nivel C. se extiende el nivel B. que ha proporcionado otra prueba para la datación del
Carbono 14. Ofrece una industria equivalente al gravetiense europeo por su tipología y se
ha podido fechar entre más de 9.404 años y menos de 10.000 años de antigüedad.
Resulta así que cuando en Godarville vivían aún los hombres musterienses, desarrollando la industria musterolevalloisiense, en la Cueva de Shanidar ya se desarrollaba una
cultura de hojas Auriñaciense, de tipo local.
Esto está en contradicción con otros resultados tanto del Oriente Medio como del Asia
Central y aún del Norte de África que nos aseguran una perduración del hombre de Neanderthal en tiempos más modernos a su definitiva extinción en Europa. Es preciso más análisis para establecer con precisión la solución de tan importante cuestión.
Para el período Würm II tenemos los análisis efectuados en la estación de St.-Brais, en
Suiza. Allí los restos de rótulas de osos, del estrato St.-Brais A., sin duda de una época muy
fría, se ha podido fechar entre el 18.000 y el 21.000 18. Son raros los vestigios de la industria humana en este estrato, y el hombre no parece haber dado importancia grande a la frígida temperatura que reinaba entonces. La flora la constituyen las plantas de tundra, con
preponderancia de abedules y sauces enanos representativos de la flora ártico-alpina. También es digno de señalar que las investigaciones de la flora reinante tiende a negar los interestadios climáticos entre el Würm II y Würm III.
Este período ha sido designado bajo los nombres de daniglaciar o de masuriano. Pero
esta etapa más cálida jamás ha estado todavía demostrada de manera suficientemente precisa, ni por los análisis polínicos ni por las trabajos geológicos. Parece claro que las regio15 Vertes, L.: «Les conditions de l'interstadial würmien I-II hongrois élucidées par l'examen des remplissages de grottes», Acta Geologica, t. III, fasc. 4, 1955.
16 Rubin, M., y Suess, H. E.: «U. S. Geological survey Radiocarbon dates, II», Science, vol. 121, núm.
3.14-5, 1955, pág. 481.
17 R. S. Solecki: Quaternaria, IV, Roma, 1957, págs. 23 a 30.
18 Ludi: Pollenstatische Untersuchung van Bodenproben aus den Höhlen von Saint Brais (Berner-Jura).
Ib. Schweiz ges. Urgesch., 82, págs. 199-203.
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nes del Norte de Alemania no han estado habitadas aún en esta época. Así, las pruebas definitivas para determinar esta etapa y su cronología habrán de buscarse más bien por los prehistoriadores que trabajen en la zona de la Charente-Dordogne, como lo ha indicado Mme.
Leroi-Gourhan recientemente.
El segundo nivel de esta cueva o Saint-Brais B, cuya tipología es muy discutida, puede ser
colocado por análisis polínicos y por el Carbono 14 hacia 6.400 años a. de J. C. de antigüedad.
A partir del período Würmiense III tenemos pruebas de mejor precisión. Sobre todo las
turberas se prestan al análisis de los restos de polen y a la obtención de fechas por el Carbono 14. Ya son, por otra parte, bastante bien conocidas las etapas y desarrollo de estos
períodos por los estudios de los sedimentos de las varves.
Hacia esa época del final del Würm III corresponden en la Dordoña ciertos restos de
carbón hallados en el interior de la cueva de Lascaux, famosa por sus pinturas rupestres.
Estos carbones aportaron una fecha, entre el 13.515 al 13.750 19.
Desde luego, la fecha de estos carbones, en relación con restos de un hogar sin industria, no debe significar exactamente, como han pretendido ya algunos, una relación forzosa
con alguna de las series de sus pinturas. Por otra parte, el estrato de donde provienen los
restos de carbón vegetal que se han analizado no pertenece a una época de frío muy intenso,
puesto que tales carbones son de abeto.
Hacia esa época se desarrolló la cultura magdaleniense, la cual tenemos bien fechada
en algunos yacimientos, como el de Saint-Marcel 20, con tres niveles de gran interés tipológico y polínico que colocan esta cultura, en su estadio ya desarrollado, entre el 11.500 al
10.500 a. de J. C.
Aún más rica y típicamente ilustrativa es la estación de Brugglihöhle, en Suiza, que
nos proporciona las mismas fechas 21.
Más concretamente, para el Magdaleniense inicial cantábrico, equivalente al Magdaleniense III francés, tenemos fechas recientísimas aún no publicadas, pero que nos ha facilitado el colega James B. Griffin. Fueron obtenidas en la Universidad de Michigan por el
profesor H. R. Grane, para los niveles de esta cultura en Altamira. Las han proporcionado
dos pruebas, una hecha con conchas marinas y otra con restos de carbón, que se han datado
la primera con 13.900 ± 700 años de antigüedad y 15.500 ± 700 años la segunda.
Esta misma datación fue corroborada por otra prueba hecha sobre restos de carbón
procedentes de estratos de la misma cultura y período, recogidos en la cueva del Juyo
(Santander), que dio la fecha del 15.300 ± 700 años.
Así, del 11.000 al 12.000 a. de J. C. se desarrollaría en Cantabria esta etapa cultural
magdaleniense.
En Checoslovaquia tenemos la estación de Dolni-Vestonice III con un perigordiense
evolucionado o gravettiense que podemos fechar hacia el 13.000, cuando se desarrollaba un
bosque de pinos, álamos y robles de hoja caduca, aún habitado por una fauna fría de reno,
mamut y pantera 22.
En el Norte de Europa tenemos mejores y más seguros datos para este período, representados por algunos famosos yacimientos arqueológicos, conforme vamos a exponer.
19
Movius, H. L. The Lascaux Cave: «Memoirs of the Society for American archaeology», Amer. Antiq.,
vol. XVII, núm. 1, parte II, julio 1951, págs. 50-51.
20 Allain, Dr. J. : «Foyers et dallages dans le magdalénien de la Garenne S Saint-Marcel (Indre)». L'Anthropologie, t. V, núms. 3-4, 1953, pág. 284.
21 Bandi, H. C.; Ludin, C.; Mamber, W.; Schaub, S.; Schmid, E., y Welten, M.: «Die Brugglihöhe an der
Kohlholzhalde bei Nenzlingen (Kt. Ber). Eine neue fundstelle des spätmagdalenien im unter Birstal»,
Jahrbuch des Bernischen Historischen Museums in Bern, XXXII und XXXIII, 1952-53, págs. 45-76.
22 Jelinek, J.: «Nalez fosilniko Cloveka Dolni Vestonice, III». (Resumen en inglés.) Antropozoikum.
Tchécost., t. III, págs. 37-59, 1953.
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Meindorf. Está fechado a la vez por los restos de los pólenes y por el Carbono 14 hacia
el 13.750 a. de J. C. Sus industrias del hamburgiense están emparentadas, según Rust, con el
magdaleniense III-IV 23. Son, por otra parte, probablemente contemporáneos del Cresswelliense del Derbyshire y del de Mézine en Ukrania.
Las llanuras rusas, inhabitables a causa de los grandes fríos del Würm, barridas por los
vientos polares, que ninguna cadena de montañas detenía, comienzan ahora a ser accesibles.
Sólo hacia esta época es cuando los hombres han debido comenzar a subir hacia el norte,
aprovechando la temperatura más clemente y el comienzo del desarrollo de los bosques para
protegerse en un país sin cuevas. Sólo durante el período climático, que se denomina del
Dryas II, traspasaron el paralelo 53. Leningrado, situado en el 60, vio sólo entonces la retirada de los hielos. Resulta evidente que el hombre no llegara hasta el pre-boreal a las zonas
del Báltico, y las estaciones arqueológicas que hallamos más allá del paralelo 57 aparecen
situadas precisamente sobre una turbera.
Otras tres fechas vienen del yacimiento de Borneck, en Alemania, hacia Hamburgo,
perteneciente a la cultura hamburgiense. El estrato A representa la construcción de un emplazamiento de tiendas que nos hace suponer la presencia de una estación de verano. Se han
fechado sus restos en 13.750 años. Sería la primera presencia del hombre en aquellas regiones, seguramente durante el verano 24.
Un segundo estrato de este yacimiento de Borneck, el estrato B, representa los restos
de un campamento de invierno, en el cual las tiendas se han levantado sobre empedrados de
guijarros para quedar a salvo al derretirse las nieves de verano. Los restos analizados se han
fechado entre el 9.404 y el 10.000. Su cultura, según Rust, equivaldría al Magdaleniense VI
de la Europa Atlántica.
El tercer estrato de Borneck, el llamado estrato C, representa un yacimiento de la cultura ahrensburgiense, que sucedió el hamburgiense en todas las regiones bálticas. De este
estrato proceden los restos de una cincuentena de puntas de flecha de madera de pino. Se
han podido fechar hacia el 7.883 a. de J. C.
Andernach-Sur-Le-Rhin. Es probablemente contemporáneo de Borneck (B) y estaría
emparentado con el magdaleniense VI, que va entre el 9.000 y el 10.000 a. de J. C., más o
menos 25. La fauna está compuesta principalmente por reno, caballo y ciervo elafo. Nos
hace falta advertir siempre que en la ¿mayoría de las estaciones de esta época hallamos una
fauna nueva, muy típica, conteniendo alce, ciervos megaceros, castor y cisne, que se mezcla
con la fauna antigua. Es el período llamado de Dryas III, en el cual el frío vuelve por última
vez. En los Alpes el límite de las nieves vuelve a descender a 900 m. debajo del límite actual. Ninguna traza humana se ve aún en Dinamarca, y los límites del hábitat humano nos
los dan de nuevo las estaciones arqueológicas de Alemania y Holanda.
La humedad y el frío del período Würm III han sido también desde hace mucho tiempo
bien reconocidos en las estaciones de América del Norte. A partir del período tardío de
Cary equivalente al de la Dryas I en Europa.
Los primeros testimonios de industria humana en América del Norte (en Sandia Cave) parecen subir después de los últimos análisis de Carbono 14, a veinte mil años de antigüedad 26.
23
Rust, A.: «Préhistoire du Nord-Ouest de l'Europe à la fin des temps glaciares», L'Anthropologie, t. LV,
3-4, 1951, págs. 205-218; Schwabedissen, H.: Die Federmesser-Gruppen des nord-westeuropäischen
Placklander, Neumünster, 1955.
24 Schutrumpf, R.: «Stratigraphisch-pollenanalytische Mooruntersuchungen im dienste der vorgeschichtsforschung», Praehistorische Zeitschrift, XXVIII-XXIX,. Band 1937-38, Hefs 1-2, pág. 158.
25 Steinberg, K.: «Zur spät und nacheiszeitlichen Vegetationsgeschichte des Untereichsfeldes», Hercynia,
t. III, pág. 194.
26 Rubin, M., y Suess, H. E.: «U. S. Geological survey Radiocarbon dates, II», Science, vol. 121, núm.
3.145, 1955, pág. 481, y Leroi-Gourhari, ob. cit., pág. 298, nota 1.
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Martín Almagro Basch: La datación del pasado por el carbono 14 y sus resultados
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Otros yacimientos fechados de esta época son Lubock (Texas) y otras estaciones, en el
sur de Dakota. Nos ofrecen hallazgos conteniendo industria del tipo de Folsom, que han
sido fechadas por el Carbono 14 en el 7883 y el 7715, respectivamente, a. de J. C. 27. Lime
Creek ha proporcionado la industria del tipo de Yuma, que se ha fechado en el 7524 a. de J.
C. Los trabajos recientes tienden a rejuvenecer Folsom y a envejecer Yuma. Ciertos yacimientos, por otra parte, parecen ofrecer tipos con la técnica de las dos industrias 28.
Más tarde, con el recalentamiento de Alleröd, la sincronización climática con América
del Norte aparece ahora con mejor evidencia. Está apoyada, entre otras, por los análisis polínicos hechos en Two Creek (lago Michigan), que han proporcionado una industria del tipo
de Yuma. Se desarrollaba cuando un bosque de abetos formaba parte de la cobertura arbórea de las morrenas del último avance frío de Mankato del glaciar de Wisconsin, equivalente al período de la Dryas III en Europa 29.
En Europa esta época ha sido de las más estudiadas y los con troles de Carbono 14
aplicados a las secuencias polínicas se cuentan por docenas en Irlanda, Inglaterra, Dinamarca y Alemania. Damos aquí la media obtenida para el fin de este período del Dryas III
en Dinamarca, que se coloca entre el 8870 y el 7500 antes de J. C. .
Ya dentro del Dryas III, posterior al período más templado de Alleröd, se colocaría
Ahrensburg, donde también se han logrado fechas con el Carbono 14 para restos del yacimiento arqueológico que ha dado nombre a esta etapa cultural que sigue al Hamburgiense
en extensas zonas del Norte de Alemania y de las regiones bálticas. La datación de esta estación de Ahrensburg va del 7883 al 8870 30.
Lyngby 31 y Pinnberg 32 son las últimas estaciones del Norte de Europa antes de que comience su desarrollo la cultura maglemosiense. Se ha podido fecha la cultura de Lyngby, que
proporcionan estos y otros yacimientos por el Carbono 14 entre el 7500 y el 7053 a. de J. C.
Para los tiempos posteriores al Dryas II, o sea el período pre-boreal, que se coloca entre el 7500 al 6800, resulta hoy muy exacta nuestra fijación cronológica, tanto en lo que se
refiere al estado de nuestros conocimientos tipológicos en cuanto a las industrias humanas
como a los numerosos análisis polínicos y fechas absolutas del Carbono 14. Ello ha planteado esta cuestión: ¿La separación del Paleolítico y el Mesolítico ha de ser considerada
como un problema climático? La pregunta ya ha sido abordada en este sentido para la Europa
del Norte. Clark considera que las modificaciones del clima y de la vegetación son una de las
condiciones más importantes y que el factor decisivo podría ser el conocimiento que tenemos
ahora del desarrollo de los bosques. La cobertura plena de árboles no es anterior al pre-boreal,
y los espacios forestales se extienden a partir de entonces de manera considerable. Es el límite
entre el último Dryas y el pre-boreal, el que se acepta por numerosos prehistoriadores como
frontera entre el Paleolítico Superior y el Mesolítico de manera válida para Europa del Norte;
creemos que este límite podría extenderse a gran parte de Europa Central.
Los períodos siguientes pertenecen ya al período oloceno. La subida del hombre hacia el
Norte fue esta vez definitiva; grupos humanos numerosos alcanzan rápidamente la Escandinavia y se les ve sustentados sobre una economía forestal y comienzan entonces a desenvolverse.
27
28
29
Wormington, H. M.: Origins-Indigenous period. México, 1953.
Wormington, H. M.: Origins-Indigenous period. México, 1953, y Mme. Leroi-Gourhan, ob. cit., pág. 298.
E. Antevs: «Greocronology of the deglacial and neothermal ages», Journal of Geology, 61, 195S, págs.
195 y sigs. También Mme. Leroi-Gourhan, ob. cit., página 297.
30 Gross, H.: «Die Zeitstellung der Hamburger Stufe des magdalenien bei Ahrenburg (Holstein)», Praehist. Zeitschr., Berlín, vol. 28-29, 1939, págs. 3-15.
31 Iversen, J.: «Pollenanalytisk tidsfaestelse ad ferkvandslagene ved Norre Lyngby», Medd. dansk geol.
Foren., 10, 1942, págs. 130-151.
32 Schutrumpf, R.: «Die mesolithischen kulturen von Pinnberg in Holstein und ihre Stellung im pollendiagramm», Offa., 1938, págs. 10-17.
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Los yacimientos mejor fechados de esta etapa, ya mesolítica, son los siguientes:
Mas d'Azil.—Esta estación debe situarse en los comienzos del Mesolítico. Numerosos
frutos naturales recolectados han sido encontrados en los estratos junto con caracoles. En
ellos ya hallamos restos de encina, castaño, nogal, avellano, espinos, cerezo, ciruelo, endrino. Se da la fecha del 7058 para los estratos típicos de su industria 33. Sin embargo, no es
totalmente segura la situación estratigráfica de los guijarros famosos con representaciones
antropomórficas que se han relacionado con el arte rupestre esquemático peninsular.
Star Carr (Yorkshire).—Muy instructivo y valioso ha sido poder establecer a la vez en
esta estación una fecha con los análisis del polen y por el Carbono 14 hacia el año 7053 34.
Ya sabemos que es la estación más rica y más antigua del maglemosiense de Inglaterra.
Restos de chozas organizados con el suelo de corteza de abedul han sido encontradas a orillas de un estanque de nenúfares bordeado de arroyuelos. Los hombres vivían allí cuando el
primer avance del bosque. En él predominaba principalmente aún el abedul y ya era suficiente para albergar jabalíes, ciervos, corzos y castores.
Klosterlund.—En Dinamarca es un yacimiento considerado como contemporáneo de
Star Carr, confirmando la fecha del Carbono 14, que lo coloca hacia el 7000 35. Ha venido a
corroborar exactamente cuanto nos decía ya la tipología y los análisis polínicos.
Las materias frágiles como la madera, obras de cestería, incluso las cuerdas de estas
estaciones prehistóricas han llegado a veces hasta nosotros.
Numerosos establecimientos humanos de grupos forestales, del maglemosiense clásico
han dado mangos de flechas, arcos, rodillos de corteza, etc... Un gran número de análisis ha
permitido muy exactamente situar estas estaciones en el tiempo, comparando las unas con
relación a las otras, lo que ha suministrado a las tipologías arqueológicas logradas a base de
estudios analíticos orientaciones y bases muy seguras.
Holmegard, Aamosen, Mullerup.- Son yacimientos clásicos de la cultura de Maglemose y se fechan hacia el 6400 36.
En el Sureste de Inglaterra, Broabourne es otra estación típica inglesa de esta cultura
maglemosiense y se ha fechado en la misma época que las estaciones del Báltico 37.
Koelbjerg en Dinamarca proporcionó un esqueleto humano femenino, encontrado en
una turbera sin industria. Ha podido ser fechado gracias a una serie de análisis dobles: los
primeros en el medio turboso; los segundos, hechos sobre el hueco de los huesos. La mujer
de Koelbjerg resulta ser más reciente que Klosterlund y contemporánea del más antiguo
Mullerup, que puede ahora fecharse hacia el 6400 38.
33
34
Mme. Leroi Gurhan: Ob. cit., pág, 298.
Clark, J. G. D.: Preliminary report on Excavations at Star Carr, Seamer, Scarborough. Yorkshire (paleoecological work: Dr. H, Godwin), Proceedings of the Prehistoric Society, 1959; Clark J. G. D.: The
earliest Settlement of the west Baltic area in the light of recent research. Proceedings of the Prehistoric
Society, 1950.
35 Clark, J. G. D.: Preliminary report on Excavations at Star Carr, Seamer, Scarborough, Yorkshire (palaeoecological work: Dr. H. Godwin). Proceedings of the Prehistoric Society, 1950.
36 Jorgensen, S. A.: «Folien analytical dating of Maglemose finds from the bog Aamosen, Zealand», Danmarks Geolog. Undersogelse, ser. 2, núm. 80, 1954; Nilsson, T.: «A pollen analytical investigation of the
Holmegaards Mose with considerations as to the age of the dwelling places of the Maglemosean period in
Denmark and surrounding area», Medd. Dansk Geol. For., Bd. II, núm. 2, 1948, páginas 201-217.
37 Varren: «An early mesolithic site at Broxbourne sealed under boreal peal», Journ, Roy. Anthropol. Inst.
great Britain Ireland, vol. 64, págs. 101-128.
38 Troels-Smith, J,: «Geologisk datering af Koelbjerg», Aarb. f. oldkund. og Hist. udgivne af det kgl.
nordiske oldskr. Kobenhavn, 1943, 2, pág. XXXIV.
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Cushendun es una importante estación que representa ya el principio del Larniense en
Irlanda, y se fecha también hacia el 6400, unos años más o menos 39.
También se han logrado fechas absolutas para algunas estaciones del curso superior del
Volga, como Skniatine, que nos suministra los datos polínicos más antiguos que se poseen
en Rusia. Y por el Carbono 14 se pueden situar en época contemporánea a los 6.400 años de
antigüedad 40.
De esta época tenemos en África fechado el famoso yacimiento de El Mekta. Es una
estación situada en el Sur tunecino y ha proporcionado una muestra tomada en un nivel del
capsiense evolucionado. Nos da una fecha dos mil años más antigua que las obtenidas para
los restos de Fayum en Egipto, que dieron 4391 antes de J. C. Así, el capsiense más antiguo
tipológicamente viviría algo antes, y el capsiense típico evolucionado sería de hacia el 6391
años antes de J. C. 41.
También el abate J. Roche, que investiga en los famosos concheros de Muge, en Portugal, ha obtenido la fecha de 7.000 años de antigüedad absoluta para algunos restos del
conchero de la Moita de don Sebastião 42. Con ella tenemos una datación para nuestro
mesolítico hispano.
En América se hallaron un par de sandalias encontradas en el Oregón, contemporáneas
del Maglemosiense de Europa, ya que han podido ser fechadas por el Carbono 14 hacia el
6500 a. de J. C. 43.
Como resumen general, todas las culturas del Paleolítico Superior europeo, y sobre
todo del mesolítico, quedan bien fechadas así: Hacia el 35.000 en adelante el Auriñaciense
oriental; el Perigordiense I a partir del 27500; ya hacia el 21000 se desarrollaba el Perigordiense IV que da paso al Gravetiense, que luego perduró largamente en facies locales hacia
el Centro y Oriente de Europa, apareciendo en la cueva de Shanidar (Irán) una facies equiparable de diez mil años de antigüedad. Hacia el 15000 ya se estaría desarrollando el Magdaleniense. Su facies Hamburguiense ya comenzaría a desarrollarse hacia el 13750 a. de J. C.
El Magdaleniense final o Magdaleniense V-VI se desarrolló, más o menos, hacia el
11000 hasta el 8500, y sería sincrónico del Hamburgiense del Norte de Europa, lindante con
la zona ártica de entonces.
El Ahrensburgiense europeo se desarrolla a partir del 8000. Sucedió al Hamburgiense
en las zonas más septentrionales de la Europa entonces habitada. Hacia el 7500 comenzó a
desarrollarse la cultura de Lygby de las regiones del Mar del Norte y Báltico durante el Mar
de la Yoldia.
Ya hacia los años 18000 al 15000 vivían en América del Norte las culturas de Yuma y
Folson, y también resulta seguro que otros restos humanos van siendo fechados aisladamente
en períodos muy antiguos, tanto en América del Norte como en América del Sur, pero hasta
hoy son aún pocas las estaciones fechadas y no suficientemente relacionadas unas con otras.
Las fechas para el Mesolítico europeo son más seguras y abundantes.
El Aziliense vivía hace unos siente mil o seis mil años, y sería sincrónico en el Norte
de Europa del más antiguo maglemosiense y de la cultura larniense. Entonces se realizó el
tránsito en el mar Báltico del mar de la Yoldia al mar de Ancylus.
39
Jessen, K.: «Geological and palaeobotanical report on an early post-glacial archaeological Site at Cusbendum, County Antrium, In Movius, 1940», Proc. Roy. Irish Acad., vol. 46, C, págs. 38-51.
40 Tretiakov, P. N.: «Nouvelles données sur l'Epipaléolithique du cours sup. de la Volga», Bull. Commission Étude Quaternaire, núm. 67, págs. 39-41; Voevodskii, M. V.: «La culture mésolithique de l'Europe
oriéntale», Kratkie Soob. Inst. ist. Mat. Kultury, núm. 31, págs. 96-119.
41 Gobert, E. G.: «El Mekta, station princeps du Capsien», Karthago, número 3, primer trim. 1952, et
Bull. Soc. Préhist. fr., Janv-Fév. 1953, pág. 32.
42 Aportación de J. Roche, en curso de publicación.
43 Libby, W. F.: «Mesure de l'age par le radiocarbone», Endeavour, janv. 1934.
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Mientras, la cultura del Ertebölle sería sincrónica en parte de estos períodos, continuando a lo largo del mar de la Litorina, que se desarrolla entre el 5000 y el 2000 a. de J. C.
a lo largo de cuatro transgresiones Litorina I a IV.
También desde el 7000 al 4000 a. de J. C. vivirían en Francia, España y Norte de
África los hombres que desarrollarían las culturas microlíticas que denominamos Sauveterriense y Tardenoisiense, en Iberia la cultura de Muge y en África del Norte los Capsienses.
En cuanto a las fechas establecidas para yacimientos más cercanos, informaremos en
un próximo trabajo al lector, donde también trataremos de las fechas del final del Paleolítico
y Preneolítico en Asia, África y Europa (véanse los cuadros resumen al final de este artículo). Para estas épocas, más recientes por varias razones, los resultados logrados son siempre discutibles. Los ciclos de cinco mil setecientos años más o menos en que se divide la
desintegración o vida del Carbono 14 hace que hacia atrás los errores posibles puedan compensarse. Sin embargo, para el ciclo primero, o sea, más o menos, a lo largo de los cinco mil
años últimos, esto es, entre el 3000 a. de J. C. a hoy, las dificultades surgidas son grandes y
las contradicciones en muchos casos evidentes, y es preciso esperar más análisis y mayor
perfección en las técnicas. Para explicar los posibles errores y contradicciones se ha pensado en que el Carbono 14 no tenga una distribución uniforme en la materia viva. Concretamente A. O. Nier ya puso de manifiesto que aunque los isótopos tienen las mismas propiedades químicas, algunos tienen determinadas particularidades físico-químicas. Sobre
todo probó cómo tipos distintos de compuestos de carbonos tienen valores ligeramente diferentes de Carbono 14. También se ha de pensar en posibles períodos de mayor actividad o
menor en la radioactividad y en su desintegración.
Desde luego, muchas de las objeciones señaladas al método, como ya indicamos al
principio, han sido rechazadas por los físicos que laboran en el perfeccionamiento de estas
mediciones del Carbono 14.
Recientemente Harold Barker ha resumido estas objeciones y las dificultades científicas de este método escribiendo las siguientes frases:
«El estado actual del método es tal que la exactitud de las fechas ya no está limitada
por las fluctuaciones estadísticas en la medición de la radioactividad de la muestra que se
analiza, sino por pequeñas perturbaciones, la causa de las cuales quedaba anteriormente
oscurecida por los grandes errores estadísticos referentes a la atmósfera. Hoy, estas perturbaciones pueden ser eliminadas, pues se pueden medir con exactitud los efectos de fracción
isotópica si son utilizados con las técnicas de alta precisión necesarias para analizar la masa
espectrométrica» 44. Más adelante añade que gracias a las investigaciones de De Vries sabemos que cuando se han tenido en cuenta y eliminado todos los errores, pueden todavía quedar otros factores que dan lugar a dudas de más o menos cien años, o tal vez aún más, al
fechar las muestras. Estos errores confiesa Baker que aún no pueden ser reducidos por ningún medio previsible de antemano en el estado actual de la investigación científica.
Queremos reflejar el estado de nuestro saber sobre estas cuestiones con sus mismas
palabras : «Errores sistemáticos aún existen entre los distintos laboratorios debidos a diferencias en los análisis, pero las mediciones van progresando y ello dará como resultado la
publicación de exactas escalas de corrección. Hoy estas diferencias introducen alguna incertidumbre en las comparaciones entre las dataciones procedentes de diferentes laboratorios, al margen de que, como está ya indicado, existen otros errores reconocidos. Sin embargo, estas divergencias no son probablemente muy grandes, excepto en el caso de las fechas de Groninga, que De Vries ha establecido y que pueden llegar a diferencias de más de
doscientos años a favor del rejuvenecimiento de las muestras analizadas.»
44
Harold Barker: «Radio Carbon Datings: Its Scope and Limitations», Antiquity, XXXII, 1958, pags. 161.
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Aún H. Baker añade, concretamente: «La consideración de todos estos factores lleva
inevitablemente a la conclusión de que el método de datación del Carbono 14 sirve para
fijar los anchos límites de una cronología, más bien que para establecer detalles cronológicos con exactitud fija» 45.
Aun aceptando y recogiendo aquí estas críticas, resulta evidente que ya la serie de resultados publicados y que hemos intentado reunir en las páginas de este artículo informativo
nos aconsejan a la vez fe en este método, pero cierta prudencia, pues aún estamos ciertamente en un período de ensayo no exento de contradicciones. De todas formas, es claro que
ante los resultados obtenidos estamos ya en posesión evidente de un camino para lograr una
cronología absoluta en años que nos permitirá comprender mejor la secuencia cultural de
los tiempos prehistóricos. Paralelamente, cada vez conocemos mejor las actividades de
aquellos hombres gracias a los abundantes materiales arqueológicos que las recientes investigaciones de los prehistoriadores nos van descubriendo. Como, por otra parte, los análisis
polínicos unidos a los restos fósiles de la fauna nos iluminan el cuadro geográfico en que se
movieron aquellos predecesores nuestros, por unos y otros caminos se abren hoy con luz ya
abundante las primeras y más sugestivas páginas de la más remota historia de la humanidad,
ayer todavía arcano inexplicable y misterioso.
45
Harold Barker: Ob. cit., pág. 263.
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