Sobre la lucha de los pueblos contra el nazismo | Contexto

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Tipo de documento: Fragmento de libro
Autor: Patricio Echegaray
Título del libro: Notas sobre la revolución latinoamericana
Editorial: Ocean Sur
Lugar de publicación: México D.F.
Año de publicación: 2010
Páginas: 233-242
Tema: Dictadura
Sobre la lucha de los pueblos contra el nazismo
Discurso pronunciado por Patricio Echegaray en el acto conmemorativo de los 60 años de la derrota del fascismo, en mayo 2005.
La victoria de los pueblos sobre el nazifascismo es un dato fundamental para la cultura comunista. Si el aporte de los comunistas hubiese sido lo único importante de nuestros ciento cincuenta años de vida como tradición política y cultural,
alcanzaría para justificar nuestra existencia y nos debería llenar de orgullo y autoestima por pertenecer a ella. Por pertenecer a una corriente política internacional que, sin lugar a dudas, estuvo a la vanguardia en la confrontación y en la
victoria contra el fascismo.
La CNNacaba de reconocer que el 85% de los costos y del éxito en términos militares enla Segunda GuerraMundial reposa sobre el esfuerzo que hizola Unión Soviética.Y este reconocimiento es muy importante porque se puede leer
como una respuesta, desde dentro de los Estados Unidos, a la propia acción de Bush que ha pretendido cuestionar el aporte dela Unión Soviéticay poner en primer plano el rol de los Estados Unidos en la derrota del nazifascismo.
El costo enorme que tuvola Unión Soviéticaen esta batalla es necesario contabilizarlo porque realmente es imposible que no haya tenido una influencia en los problemas que hubo después, en el desarrollo del proceso de construcción de
una nueva sociedad enla Unión Soviética.También es motivo para marcar un sano orgullo, modesto, pero auténtico, en relación a las posiciones antifascistas de nuestro Partido.
Esta lucha contra el fascismo arranca en la solidaridad conla República Españolay se expresa también en el heroísmo de la resistencia al golpe de 1943, el golpe de estado cuya hegemonía estaba en los militares del Grupo de Oficiales
Unidos (GOU) y que contenía, inequívocamente, fuertes tendencias y presencias de la ideología fascista que garantizó la neutralidad Argentina. Es bueno que se sepa que Argentina fue neutral enla Segunda GuerraMundial, prácticamente
hasta unos días antes de la rendición de Alemania. Esto es muy importante, es necesario reiterarlo, porque la historia se ha desfigurado tanto —escrita por los que ganaron políticamente en nuestro país— tratando de disimular que
Argentina, después de finalizada la guerra, fue un lugar de retiro, de resguardo de los criminales nazis que lograron escapar de los juicios de Nüremberg.
Esto también hay que consignarlo, no es una casualidad que a Adolf Eichmann lo hayan atrapado en Argentina. No estaba de paseo en un viaje de extensión cultural por el mundo y entonces, casualmente, justo lo detuvieron enla
Argentina. Nofue así. Los sectores políticos predominantes en el poder de este país tenían compromisos muy fuertes con sectores nazis que se cobijaron aquí, que fueron amparados por el aparato estatal argentino de ese momento. Hubo
lucha, prisiones, muertos en esa lucha dentro del país. Hubo asalto a locales, era el momento de despliegue dela Sección Especialde Represión al Comunismo y esa etapa de nuestra lucha debe ser recordada. Está mal que nosotros la
olvidemos, que aceptemos que nos la hagan olvidar porque no se puede hablar mal de Perón, porque no se puede hablar mal del peronismo, porque pretenden descalificar nuestras opiniones sobre la base del supuesto «pecado» dela
Unión Democrática.El único pecado que tuvimos es que el Partido no logró construir una alternativa independiente y optó entre una de las dos variantes que estaban en juego y que eran dos variantes de la burguesía nacional. En todo
caso hubo cierta coherencia: se optó por la variante que había estado en la confrontación mundial con los aliados. Era muy lógico pensar que el Partido iba a optar por la variante que venía de una dinámica política de confrontación con el
nazismo. Sin embargo, insisto, el problema fue que no pudimos montar una variante independiente que terciara entre esas dos posiciones y que planteara un rumbo nuevo en el país. Tenemos nuestras explicaciones para eso, campeaba
el browderismo, lo que influyó en la claridad de ese momento.
Hoy se rinden grandes homenajes a Gelbard, a Berni, al gran Pugliese, a Tuñón, que lo merecen. Pero en todos los casos se trata de ocultar que fueron comunistas. Hay que destacar que todos estos personajes han sido comunistas, han
sido grandes antifascistas, han sido parte del esfuerzo de los pueblos del mundo, de los comunistas del mundo, por derrotar al nazismo.
Nosotros tenemos que autoimponernos, no permitirle a la burguesía que recuerde a nuestras grandes personalidades del arte, de la cultura política, como el caso de Gelbard, al margen de su extracción política y en contra del Partido
donde se educaron, donde se formaron y se inspiraron para desarrollar su actividad. Debemos tener una actividad intensa desde la identidad en homenaje a Gelbard, Berni, Pugliese y Tuñón. Debemos fortalecer nuestra autoestima, que
ha sufrido mucho.
El que hayamos sufrido un fuerte impacto, una derrota histórica, no es poco. Como tampoco que se haya trabajado sobre esa derrota, aprovechando que en nuestro país se combinó la misma con fuertes contratiempos internacionales. El
auge y la caída del Frente Grande —una gran oportunidad desperdiciada por su viraje a la derecha para lo cual fue necesario fraccionar y expulsar a los comunistas— nos ha dejado gran impacto psicológico. Tenemos que fortalecer
nuestro orgullo, autovaloración y autoestima. ¿Por qué? Es muy sencillo, porque estamos empeñados en grandes tareas, estamos empeñados en grandes desafíos, estamos empeñados en construir una alternativa, un nuevo movimiento
histórico y esas son tareas que no se pueden resolver con un ánimo débil, ni desde una visión de minusvaloración de nuestra clase. Por lo tanto, lo primero es reflexionar en dirección a fortalecer la autoestima, y el tema dela Segunda
GuerraMundial y el rol de los comunistas en la misma. Es un dato fundamental de nuestra identidad y es un dato que habla muy bien de nosotros y nos tiene que hacer sentir legítimamente orgullosos. Creo que la reflexión sobrela
Segunda GuerraMundial tiene que ser apta para recomponer nuestra mundivisión revolucionaria.
No se puede proyectar ningún enfoque, no se puede ejecutar, no se puede construir un proyecto liberador de carácter nacional si no se tiene una visión adecuada. Tenemos que utilizar el análisis dela Segunda Guerrapara fortalecernos y
potenciar nuestra capacidad de generar proyectos revolucionarios en el país y para tonificarnos en lo que constituye una verdadera guerra cultural. En la vigencia del tema de la revolución, del socialismo y el rol de los comunistas, es
fundamental. Tenemos un ejemplo muy claro en el rol que están jugando Cuba, Vietnam y China. Hemos podido ver hace muy poco cómo la revolución venezolana, a través de su líder, ha ido evolucionando constantemente hacia
posiciones de definición revolucionaria que todavía no están suficientemente valoradas entre nosotros. Hemos escuchado a Chávez acá, en Uruguay y hemos leído en todos los diarios sus declaraciones respecto a que en los marcos del
sistema capitalista no se pueden resolver los problemas de los pueblos. El líder que hoy es fundamental en Sudamérica está planteando eso y más, dice que el camino para resolverlo es el socialismo y en todo caso plantea el desafío de
recrear, renovar y, llega a decir, reinventar el socialismo. Hemos tenido otras experiencias, Gladys Marín. Hemos visto a un pueblo entero, centenares de miles, más de un millón de personas, salir a rendir homenaje a una comunista. Creo
que esas son señales de la vigencia de un ideal, son señales de la necesidad de apostar a un cambio profundo que debemos saber leer. Hasta se puede leer la vigencia de la ideología comunista en las homilías del Papa Benedicto xvi, o
mejor dicho el que era todavía Cardenal Ratzinger, cuando planteara como una de sus tareas fundamentales la lucha contra el comunismo. Es decir, que aquello de que la caída dela Unión Soviéticale ponía fin a la lucha de ideologías
contrarias, aquel verso de Fukuyama evidentemente no tiene vigencia, lo que tiene vigencia es la lucha de clases en el terreno ideológico.
Al tema de la identidad también hay que saber apreciarlo desde la visión de que el enemigo no ha dicho que la lucha es contra la tercera vía o la social democracia. No ha dicho otra cosa que lo que dijo el Cardenal Ratzinger, una voz muy
autorizada, sobre luchar contra el comunismo. Por eso creo que es bueno que hagamos esfuerzos teóricos por lograr buenos análisis sobrela Segunda GuerraMundial.La Segunda GuerraMundial se puede interpretar de varias maneras.
Primero, se puede interpretar como el resultado de la no resolución de la crisis capitalista emergente en torno ala Primera GuerraMundial, ya agravada en la crisis de 1929, que incrementó las rivalidades interimperialistas, incluida la
disputa por la ocupación del espacio colonial, y otras guerras de esa época.
La segunda interpretación, es la tentativa, fracasada por supuesto, de reconfigurar de manera fascista el capitalismo mundial con un centro en Alemania y una extensión hacia Japón. La configuración militar-fascista del capitalismo
mundial, también fue un elemento dela Segunda GuerraMundial.
Una tercera interpretación, es la que puede hacerse alrededor de la disputa final entre el declinante imperialismo inglés y el emergente, pero bloqueado por el Tratado de Versalles, imperialismo alemán. Confrontación que tuvo un
resultado estratégico negativo para ambos, Alemania fue aplastada e Inglaterra quedó subordinada al ascendente imperialismo norteamericano.
Por último, una interpretación básica esencial,la Segunda Guerradebe entenderse también como el fracaso de una guerra que estuvo apuntada a la reconquista colonial de la periferia rebelde del mundo capitalista. Esta tesis es
fundamental, nos lleva a una revaloración dela Revolución Rusacomo la primera ruptura respecto del capitalismo mundial desde la periferia, es decir, desde los países del subdesarrollo.
Esta revolución no inició, como aspiraban los bolcheviques, una serie de revoluciones obreras victoriosas en Occidente, pero sí inició otra serie de revoluciones, la serie de revoluciones antiimperialistas radicales, es decir anticapitalistas,
en las zonas sometidas del planeta.
El aspecto europeo o semieuropeo que tenía el imperio zarista, sumado a la ideología positivista del progreso —que era un núcleo de la ideología comunista o, al menos, tenía un gran peso en el enfoque comunista de la época—
desdibujó bastante esta realidad. Pero el imperialismo alemán, puesto bajo forma fascista, intentó una expansión colonial hacia el Este, al mismo tiempo que se aliaba con las revoluciones fascistas de Italia, Alemania y Portugal y ocupaba
fácilmente Francia y otros países occidentales, poniendo toda esa poderosa riqueza al servicio de la lucha por reconquistar lo que ellos consideraban perdido porla Revoluciónde Octubre, el territorio de la entonces Unión Soviética. Todas
las interpretaciones son válidas y pueden servir para una visión completa del fenómeno, pero hay que echarle también una mirada al tema dela Segunda GuerraMundial, presentada como enfrentamiento entre la democracia y el fascismo.
Es bueno mirar ese tema porque la propia izquierda asumió esto como válido, ya que fue una consigna que permitió comprender la alianza global entrela URSSy una parte de Occidente para batir al nazifascismo, pero no sé cuanto
perjudicó después el desarrollo de la conciencia de los nuevos cuadros soviéticos. Para ellos los Estados Unidos de alguna manera seguía siendo el aliado, creo que nunca llegaron a tener ni por cerca la claridad antiimperialista que sí
teníala Revolución Cubana.La experiencia vital de muchos cuadros soviéticos era que recibían «ayuda» de los norteamericanos y eso posibilitó después un fenómeno como el del browderismo, que postulaba que el gobierno del nuevo
mundo iba a resultar de una alianza entrela Unión Soviéticay las democracias occidentales. Esto llevó incluso, a una corriente que impulsó el cambio de nombre de los partidos comunistas que pasaron a llamarse partidos socialistas,
populares y otros nombres. Esta alianza no duró —no podía durar— y se desata entonces otra guerra que hay que analizar,la Tercera GuerraMundial, que se llamó la guerra fría.
Vamos a volver sobre la guerra fría, pero antes me planteo una pregunta ¿qué procesos desató el resultado dela Segunda GuerraMundial? Es un tema que debemos tener claro y voy a señalar algunos puntos, la victoria soviética y la
degradación de las ataduras coloniales y semicoloniales desataron una ola de procesos antiimperialistas radicales y revolucionarios en China y en Vietnam, desató los socialismos de Europa del Este y el de Argelia, procesos nacionalistas
con tendencias antiimperialistas bastante importantes como el peronismo en Argentina, el sukarnismo en Indonesia, la independencia dela India, que no es pequeño dato, y luego de muchísimas regiones africanas hasta llegar al glorioso
primero de enero de 1959 que esla Revolución Cubana.A su vez impulsó una ola de rebeliones, de sublevaciones y de guerras de liberación en América Latina, cuyo punto más alto fue la victoria dela Unidad Popularen Chile en 1970 y
despuésla Revolución Sandinistaen 1979, sin olvidar otras muy importantes como la guerra de liberación en El Salvador que, a pesar de no llegar a un completo triunfo, consiguió que el Frente de Liberación Nacional Farabundo Martí se
instale como una fuerza muy importante.
Al terminarla Segunda Guerra, al agruparse y reconstituirse Occidente en torno del imperialismo norteamericano, que pasó a ser la fuerza hegemónica, lanzaronla Tercera GuerraMundial, que fue presentada como Guerra Fría y que en
realidad fue bien caliente en muchos lugares del planeta, Corea, Vietnam, el África Negra, Medio Oriente y Nicaragua. Esta guerra contribuyó de manera decisiva al fortalecimiento de la degeneración militarista y burocrática dela URSS.
Esteproceso se apoyó sobre la devastación descomunal que había sufridola Unión Soviética, sobre todo en la zona más poblada y más rica, dejándola afectada por múltiples problemas, un brusco descenso de la población (las últimas
cifras indican que murieron 29 millones de personas) y una alteración brutal del equilibrio demográfico. En primer lugar, un desequilibrio entre edades, porque murieron fundamentalmente jóvenes, en segundo lugar un variabilidad brutal
entre sexos, porque la mayoría de los que murieron eran varones, que además dejaron como herencia a millones de huérfanos, de mutilados y heridos permanentes, de los que hubo que hacerse cargo.
Es necesario ver claramente los costos de dicha victoria desde el punto de vista económico, demográfico, humano y político. La pérdida del 90% de los militantes del Partido Comunista y de los cuadros que se habían formado en la época
rigurosa dela Revoluciónhizo que el Partido tuviera que abrir las puertas. Era lindo ingresar al Partido Comunista y así se llenó de buena gente, pero también se llenó de oportunistas que venían a vivir al calorcito del Partido que tenía todo
el consenso y el prestigio.
Estos son temas sobre los que conviene reflexionar. El derrumbe, fracaso dela URSSy sus aliados europeos y los derrumbes, fracasos de numerosos procesos nacionalistas periféricos marcan el fin dela Tercera GuerraMundial, el fin del
keynesianismo popular integrador y una carta muy fuerte del mundo burgués, con el que enfrentó uno de los logros de los comunistas en el poder, que fue la relativa distribución equitativa de la riqueza. No se puede discutir que pese al
fracaso-derrumbe,la Unión Soviética, aparte del desarrollo alcanzado, logró una redistribución de riquezas colosal que forzó a este lado del mundo, el mundo capitalista, a la aparición del enfoque keynesiano como una de las formas para
que los obreros y los pobres de los países periféricos y de los países capitalistas no siguieran el mal ejemplo que les venía dela Unión Soviética.Cuando se derrumbó todo aquello se anuló el keynesianismo, se acabó el capitalismo
distributivo. Por eso no lo pudo hacer Alfonsín acá en 1983 y 1984, no lo pudo hacer Menem en 1989 y tampoco, pese al compromiso contraído en el discurso del 25 de mayo de 2003, está pudiendo llevarlo adelante el presidente
Kirchner. Es un fenómeno mundial y legendario.
El triunfo de la guerra fría, no sólo fue el triunfo del capitalismo sobre el socialismo, sino también del capitalismo neoliberal sobre el capitalismo keynesiano, popular e integrador, un dato que dejo para la reflexión.
El fin dela Tercera GuerraMundial, es decir de la guerra fría, no significó el comienzo de una larga paz imperial como habían prometido. Una propuesta bastante seductora, sin embargo, pese a los anuncios de gurúes como Fukuyama y
otros, es hoy la de los propios dirigentes de los Estados Unidos, que hablan de una Cuarta Guerra Mundial, a la que le dan el título de guerra contra el terrorismo. ¿Cuál es la explicación de esto?, en mi opinión el derrumbe soviético y
tercermundista ocurrió en un período que ya estaba marcado por la crisis del capitalismo mundial que se había iniciado en los años setenta. La vida siguió su curso y quince años después la crisis del capitalismo se siguió agravando y se
sigue expresando como una crisis de sobreproducción, de infraconsumo, produciendo una hipertrofia financiera sin precedentes. No estoy al tanto de las últimas cifras, pero las últimas que conozco señalan que la cantidad de dinero que
está circulando por el planeta es ciento treinta veces mayor que el valor de los bienes que se producen en el planeta. Por eso tenemos que hablar de la crisis del capitalismo, no para predecir que mañana o pasado o dentro de tanto
tiempo el capitalismo se derrumba, nada se derrumba si no se lo voltea, pero es verdad que nosotros no podemos dejar de considerar que el mundo burgués transita una decadencia prolongada. Que la expresión de esa decadencia se
concentra ampliamente en su imperio principal, los Estados Unidos, que están plagados de cada vez mayores desajustes de carácter financiero, de deudas, de tasas de crecimiento mundial cada vez más reducidas, de degradación de
todos los estados burgueses, tanto del centro como de la periferia. Esto no quiere decir que no tengan fuerza, no quiere decir que no sean poderosos, que no sean amenazantes, pero es muy importante discernir si su poder de amenaza
viene de una potencialidad histórica alta o si el poder de amenaza que tienen, viene de su propia decadencia. Los romanos hicieron muchas cosas terribles. Fueron más agresivos que nunca en el momento que habían perdido su
potencialidad histórica, dicho esto a modo de comparación con otro imperio poderoso.
Otro tema que debemos tener en cuenta en esta crisis, que me gusta llamar «civilizatoria», es que se está frente al agotamiento de recursos naturales decisivos para la reproducción del capitalismo, el gas, el petróleo, pero no para dentro
de treinta, cuarenta o cincuenta años, sino que ya estamos en un momento crítico. En el caso del gas, estamos al 50% de las reservas mundiales necesarias y para sacarlo hay que inyectar agua en las profundidades. En Trelew quisieron
reavivar algunos pozos y secaron ríos de la región.
Este es un tema muy delicado y evidentemente forma parte de la crisis capitalista de carácter amplio y general, que insisto en llamar civilizatoria, en cuanto que no tienen un futuro para ofrecerle a la humanidad. Por eso el capitalismo para
reproducirse no tiene otra forma que incrementar la explotación de la periferia. Sus urgencias son financieras, energéticas, de mercado, que se resuelven con más guerra. El gran gendarme de esta nueva guerra es Estados Unidos, que al
mismo tiempo no ha resuelto sus problemas con la guerra como ocurrió en otros momentos históricos. La guerra les ha agudizado los problemas y pone de manifiesto sus debilidades estratégicas, necesita, para sobrevivir y avanzar en la
ofensiva colonial, rapiñar acá petróleo, allá gas, más allá agua, materias primas, mano de obra barata, en fin, lo que sea. Pero agrava su déficit fiscal, su deuda y está agravándose la depreciación de la moneda. Ninguno de nosotros
soñaba que íbamos a llegar a una etapa en que cayera el dólar, que ya no funciona solo como patrón de la economía mundial, porque ha ido apareciendo otra moneda. Para vencer la decadencia emplean más agresión, más guerra.
Como dato de esta Cuarta Guerra Mundial, aparece cierta decadencia de carácter militar del capitalismo. Todo su poderío tecnológico, su enorme maquinaria, no le está permitiendo domesticar la resistencia iraquí. Colombia tampoco es
fácil. Hay muchos otros lugares donde empiezan a aparecer conflictos en potencia que los ponen en una situación de sobreexpansión porque, además de los iraquíes, quieren atacar a Irán, a los colombianos, a los coreanos, a Afganistán
y más. Pese a toda su potencia militar se va a llegar a una situación de sobreexpansión.
Una particularidad de esta Cuarta Guerra Mundial es que es bastante confusa. En las guerras anteriores conocíamos a los contendientes, sin embargo, ahora el imperialismo se presenta como uno de los polos y el otro sería el llamado
terrorismo. Es decir, una fuerza tangible y concreta contra una fuerza absolutamente difusa. ¿Qué es el terrorismo?, ¿dónde está? Está donde se les ocurre. Donde ellos decidan que hay alguna cosa que les sea útil o que amenace sus
planes.La Cuarta GuerraMundial es una guerra entre el capitalismo expresado por los Estados Unidos y un mundo de la periferia que expande su rebeldía. Tenemos el caso de Irak o situaciones como la de Venezuela, a la que debemos
prestar suficiente atención, sobre todo en relación a la política exterior argentina. Recordemos las declaraciones del ministro Pampuro quien afirmaba que Venezuela desestabiliza la región. También son para atender las rebeliones como
las de Ecuador y Bolivia.
El hecho de que Chávez esté planteando ahora otro horizonte ideológico hace quela Revolución Venezolanasea para ellos cualitativamente complicada. Se empieza a hablar de socialismo y esto indica que, es lo que está diciendo
Chávez, no hay lugar para parches democráticos nacionalistas, desarrollistas o ensayos que ya hicieron comola Alianzapara el Progreso y otros. Ni todos juntos serían suficiente respuesta para esta situación. Los pobres del mundo
periférico comienzan a plantearse cambios en profundidad y empiezan a tener eco en los bolsones de pobreza gigantescos que hay en los propios países desarrollados, pobreza que va creciendo al ritmo de la crisis capitalista.
Finalmente, a comienzos del tercer milenio, analizando desdela Segunda GuerraMundial, está renaciendo un nuevo internacionalismo. Está creciendo un mundialismo humanista, revolucionario, que empieza a tejer lazos solidarios entre
distintas luchas de los oprimidos del mundo y creo que, como lo dijo Rodolfo Ghioldi, se va a expresar fundamentalmente en una ideología revolucionaria que se llama antiimperialismo. Un antiimperialismo radical que es implícitamente
anticapitalista. Porque el capitalismo no tiene otra etapa que le pueda resolver los problemas y, en definitiva, ese antiimperialismo cimenta una nueva fase de desarrollo de los enfoques revolucionarios de carácter socialista y abre una
nueva etapa de lucha para los comunistas.
Tenemos planteada una perspectiva donde la ideología del socialismo y la versión radical de esa ideología, que son los comunistas, están ante el desafío no de cambiarse de nombre, no de abdicar de sus ideas, sino por el contrario, de
profundizarlas, de recrearlas y abrir una nueva etapa de la lucha por un mundo sin explotación del hombre por el hombre, sin opresión y sin alienación.
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