EQUIPOS DE TRABAJO DE ALTA COLABORACION Il:- Las empresas están organizadas en equipos de trabajo que desarrollan diferentes labores en áreas diversas de una organización, en muchas ocasiones estos grupos están formalmente constituidos como equipos y en otros casos no están organizados oficialmente de esta manera, lo que no impide que trabajen conjuntamente. Todos los equipos de trabajo pueden tener un alto nivel de desempeño sin estar bajo un sistema de colaboración, también puede haber un sistema de colaboración que agrupe a equipos de trabajo pero que no muestren un rendimiento adecuado o un desempeño superior; un alto nivel de colaboración incrementa las probabilidades de obtener un alto nivel de desempeño. Un equipo de alto desempeño es un grupo de personas que bajo un sistema de colaboración logran resultados por encima de las expectativas, no solamente cumplen con los requerimientos básicos, tienen un desempeño superior. Los sistemas de colaboración son la base sobre la cual los equipos de trabajo pueden lograr resultados destacados en las organizaciones. “Parece ser que tenemos que declarar que somos un equipo para trabajar en equipo, cuando las organizaciones per se son agrupadas de manera colaborativa, lo que pasa es que está de por medio la voluntad de alguien o de algunas personas que preferirían trabajar solos o preferirían trabajar funcionalmente, en lugar de tener una orientación más hacia un proceso o hacia un sistema, lo cual exigiría de facto un sistema de alta colaboración”, explicó Arturo Castañón, Director de la empresa Unity. El proceso para la formación de equipos de trabajo de alta colaboración o alto desempeño involucra tres elementos básicos, el liderazgo, los sistemas de colaboración y los roles de puestos de trabajo; también se deben considerar las actitudes y los valores que maneja un equipo. El segundo elemento, que es fundamental, es el liderazgo, hoy en día un líder debe ser un facilitador, un asesor, un coach; el líder mandatario y supervisor ya no es una tendencia que predomine en la actualidad. Los equipos de alto desempeño responden directamente a líderes de alto desempeño, si falla el liderazgo es muy probable que falle el esfuerzo para lograr un ambiente de alta colaboración; siempre se requiere de una buena guía, prácticamente de caudillos, consideró el especialista en formación de equipos. “La palabra coach viene de coachere, es una palabra francesa que significa cochero, el que te va a guiar, el que te va a llevar; los equipos siempre van a requerir de un cochero, al menos en el arranque, porque nadie arranca solo”, destacó el director de Unity. APOYO AL LIDERAZGO El liderazgo es fundamental en la formación de equipos, pero es importante que el líder tenga un sistema que lo apoye, en muchas ocasiones los sistemas de trabajo en las organizaciones son contradictorios, lo que dificulta la formación de equipos de alta colaboración. Por ejemplo, se desea contar con una cultura de colaboración en las empresas pero los sistemas de recompensa son individuales, lo que representa una contracultura al premiar a individuos y no a grupos; también existen políticas de procesos de servicio o de manufactura que dificultan la colaboración. Otro elemento importante a considerar es la modificación de los roles de trabajo, no es suficiente el discurso del líder o una invitación para que el sistema se abra y genere un ambiente de colaboración, es necesario cambiar los roles adecuadamente. Deben hablar de colaboración, contener las especificaciones de los resultados que se deben obtener en un puesto de trabajo y debe diseñarse a partir de un esquema de colaboración; sino sería una contradicción. “Sumamos los tres elementos, el liderazgo, los sistemas, el diseño de puestos y se conjuntan hacia una meta común, a una clarificación de metas que deban de ser forzosamente diseñadas bajo un enfoque compartido, entonces podríamos empezar a gestar ahí una cultura de colaboración”, subrayó el directivo. También es importante que la cultura organizacional reconozca el esfuerzo de colaboración, que sean congruentes los esquemas de reconocimientos tangibles e intangibles para que nutran cotidianamente los esquemas de colaboración. La mayoría de las organizaciones son funcionales, los diseños organizacionales se establecen por áreas, se evalúa el desempeño de las áreas y en muchas ocasiones se evidencia el bajo desempeño de algunas áreas; esto representa una contradicción entre el sistema cultural organizacional y el sistema de colaboración. Arturo Castañón enfatizó que el vehículo conductor para los tres elementos básicos en la formación de equipos de alta colaboración es la gestación de un modelo educativo congruente, no se trata solamente de cursos aislados. “La capacitación es un elemento específico que va orientado a desarrollar, a potenciar las posibilidades de una unidad organizacional, llámese puesto ocupado por una persona, pero un modelo educativo debe nutrir esa cultura de colaboración, estamos frente a un esquema de altos niveles de habilidades, de competencias”, explicó el directivo. TRABAJAR EN EQUIPO ES UNA COMPETENCIA Trabajar en equipo no es una invitación, es una habilidad que se debe desarrollar al igual que se hace con otras habilidades como es la de comunicar, la toma de decisiones o la negociación. A veces las organizaciones quieren formar equipos en forma improvisada, pero hace falta más que sólo buena voluntad para la formación de estos grupos, es importante que exista un modelo educativo que moldee los valores del sistema a partir de la voluntad de las personas de la organización, de esta forma la gente podrá desarrollar todo su potencial y energía bajo un sistema de colaboración. En la actualidad las empresas están convencidas que es más fácil lograr mejores resultados a través de los equipos de trabajo en colaboración y todas las organizaciones tienen la posibilidad de diseñar sistemas colaborativos. “Hoy en día muchas plantas industriales nacen ya desde el diseño de planta, por ejemplo, desde el layout de las plantas desarrollan diseños que van orientados a la colaboración, el sistema de trabajo está específicamente organizado para trabajar en colaboración”, indicó Arturo Castañón. Hay plantas que sustituyen las líneas de producción por pequeñas islas, de esta manera el trabajo lineal se convierte en trabajo colectivo de pequeñas células formadas entre 4 ó 5 personas, lo que les brinda una gran flexibilidad y les confiere la responsabilidad de las decisiones en el control del proceso que realizan. Los sistemas de colaboración se pueden aplicar por igual a todo tipo de empresas, al igual que a los organismos públicos. Es importante que las personas luchen contra los entornos adversos para lograr una mayor colaboración, especialmente en las culturas latinas en las cuales las personas tienden más a la afiliación que a la colaboración. PROCESO DE FORMACIÓN DE EQUIPOS El proceso de formación de equipos de trabajo responde básicamente a un cambio en la cultura laboral y a la modificación en el sistema organizacional, por lo cual se debe administrar el cambio con técnicas claramente establecidas para que la organización no pierda el rumbo. 1. Sensibilización: hacia el concepto de la nueva cultura que básicamente marcan matices de alto nivel de flexibilidad, autonomía, responsabilidad compartida y muy altos niveles de reconocimiento. También se necesita una consciencia de liderazgo extraordinaria debido a que es un cambio en el paradigma de la conducta de las personas, es un cambio total; cabe recordar que la conducción del líder del grupo es esencial. 2. Diagnóstico: se evalúa la estructura organizacional para conocer lo que se tiene, lo que hace falta y cómo se quiere que sea lo que se tiene en base a los requerimientos de la empresa. Existen metodologías que no son recetas, sino ingredientes básicos que se aplican a un diseño organizacional, hay empresas que tienen cinco plantas y cada una es diferente, explicó el directivo. 3. Planeación e implantación: planear las acciones y aplicarlas implica el establecimiento de un esquema de formación y educación de las personas. En esta fase se deben utilizar métricas, indicadores claros sociales y de negocio que permitan conocer que los cambios están funcionando adecuadamente. 4. Seguimiento y monitoreo: es importante esta fase y también mantener los cambios para poder instaurar una constante renovación, “y es vertiginoso el aprendizaje que se tiene en este tema, lo que hacíamos hace cinco años todavía dista mucho de lo que hacemos hoy en día en la formación de equipos de trabajo, hay muchas lecciones aprendidas al respecto, es un tema que nunca va a parar por ser un tema eminentemente humano”, comentó. Los sistemas de reconocimiento son importantes, tanto reconocimiento moral como el compartir los logros de la organización, se pueden aplicar esquemas de incentivos variables que ayudan a sensibilizar a los equipos sobre la importancia de la unidad organizacional. Los valores y la honestidad juegan también un rol destacado, porque la energía del grupo se fundamenta esencialmente en la honestidad al sistema al cual sirven y que genera el apoyo de las personas. Los principales retos que se deben enfrentar en la formación de equipos de alta colaboración son varios, en primer término es importante establecer para qué se quieren estos equipos, cuáles son las aportaciones que brindará a una organización un sistema de alta colaboración, no nada más porque es una moda o porque suena bonito. Un segundo reto es el convencimiento de los líderes para crear sistemas de alta colaboración y una cultura de largo plazo sustentable. Otro reto es adelgazar las estructuras organizacionales para poder tener agilidad y flexibilidad, “los sistemas tradicionales son sistemas estructurales demasiado extensos, hemos encontrado organizaciones con 12, 13, 15 niveles organizacionales, hoy en día una organización no se puede concebir de esa forma, perdería oportunidades competitivas importantes”, consideró el ejecutivo. Adicionalmente los buenos liderazgos desean fomentar una cultura de colaboración como sustento de la calidad de vida en el trabajo, que las personas trabajen a gusto, que sea una organización en la cual la gente desea trabajar. Los sistemas de alta colaboraciones deben aplicarse en todos los niveles de empresa, el diseño organizacional debe tener una orientación sistémica, de lo contrario tarde o temprano alguna parte del sistema puede abortar el cambio. “Es un cambio en la cultura laboral, es un cambio de sistemas, hasta por teoría de sistemas no podemos hacerlo parcial, estaríamos desequilibrando el sistema total, por eso debe ser una decisión muy bien valorada”, puntualizó. www.unity.com.mx