70º aniversario de la batalla de Kursk.

Anuncio
“Kursk”:
70º aniversario de la mayor derrota de los Panzer
El 5 de julio de 1943 se inició la batalla de Kursk, que ha pasado a la
historia por ser la que enfrentó a un mayor número de carros y vehículos
acorazados. Su importancia se vio aumentada por el hecho de que, a partir
de entonces, el IIIº Reich fue incapaz de frenar el lento pero incesante avance
soviético, que no paró hasta llegar a Berlín en la primavera de 1945. Dada la
extensa bibliografía sobre el tema, en este pequeño trabajo sólo voy a hacer
un breve repaso de la batalla, haciendo hincapié en los materiales que se
utilizaron, especialmente los acorazados, y en las claves de la derrota
alemana. Pero antes de continuar, recordemos los antecedentes.
Tras el desastre de Stalingrado y no pocos reveses, durante el mes de
marzo de 1943, el GE. Sur de Von Manstein, empleando brillantemente los
nuevos carros Tigre, consiguió derrotar a los soviéticos junto a Kharkov, lo
que supuso para las tropas alemanas una importante inyección de moral. A
raiz de ese éxito, el general Kurt Zeitzler, Jefe del Estado Mayor, apoyado
inicialmente por Von Manstein, decidió atacar el saliente que se había
formado en la línea del frente, entre las ciudades de Orel, al norte y Kharkov
al sur. Tenía una longitud aproximada de 240 km en su base y una extensión
equivalente a la mitad de Suiza, en cuyo centro se encontraba la ciudad de
Kursk, importante nudo de comunicaciones. Al principio, viendo como sus
propios generales no se ponían de acuerdo, Hitler se mantuvo indeciso. Sin
embargo, teniendo en cuenta que, en aquel momento, el principal enemigo
de Alemania era la Unión Soviética y que su Ejército representaba una
temible amenaza, el 15 de abril firmó la orden de ataque, convencido de que
si se destruían las fuerzas estacionadas en aquella zona, se anularía
prácticamente su capacidad para realizar operaciones futuras.
Bien concebida inicialmente, los alemanes cometieron el error de
retrasarla excesivamente o, mejor dicho, se vieron obligados a ello por
diversos factores, entre los que podemos destacar los siguientes: Necesidad
de concentrar todas las unidades posibles1, reponer sus cuantiosas bajas de
personal y material, completar los niveles de abastecimientos2, y dar tiempo a
que los nuevos carros Panzer V Panther, los cazacarros Ferdinand, los
aviones Focke-Wulf 190A y Heinschel 129, entre otros materiales, se
encontraran plenamente operativos. Por otra parte, la inquietante situación en
el Mediterráneo (la caída de Túnez el 10 de mayo, el posible ataque aliado a
Sicilia, la situación política en Italia...), desaconsejaba el envío de las mejores
unidades al frente oriental.
En cuanto al Ejército Rojo, debemos decir que, desde que conoció los
planes alemanes (direcciones de ataque, composición y situación de las
reservas, unidades atacantes, etc.), a finales de abril, gracias a la red de
espionaje Lucy, organizada por un editor suizo, comenzó a preparar la
defensa concentrando todo tipo de materiales3, con la idea de constituir una
barrera infranqueable, basada en los mismos principios de los "pakfront"
(frente contracarro) alemanes y que consistía en utilizar hasta doce cañones
contracarro, bajo el mando de un mismo oficial y colocados en profundidad,
de manera que los carros alemanes fueran atacados sucesivamente y desde
todas las direcciones, hasta su destrucción o detención. Por supuesto,
también se emplearon ingentes cantidades de minas y obstáculos
contracarro, al tiempo que se utilizaron todo tipo de medidas de ocultación y
simulación, que hicieron decir a un oficial alemán: "Ni los campos de minas ni
los – pakfront -- podían detectarse hasta que volaba el primer carro o abría
fuego el primer cañón ruso." Lógicamente, la acción de los "pakfront" no era
aislada sino que formaba un conjunto con las grandes concentraciones de
Artillería y los ataques de equipos cazacarros, aviación y carros.
LA ORGANIZACIÓN DE LA BATALLA
1
Los alemanes concentraron alrededor de Kursk, 900.000 hombres, 10.000 piezas de Artillería y
morteros, 2.700 carros y cañones de asalto, y 2.000 aviones.
2
Se había previsto que serían necesarias 12.300 ton. de municiones, 19.500 de alimentos, y 11.100.000
litros de carburante, es decir, 130 trenes cargados. Sin embargo, a la hora de la verdad, sólo en
municiones se emplearon, desde el 5 al 17 de julio, 49.662 ton. o, lo que es lo mismo, 110 trenes.
3
Se realizaron más de 11.000 km. de trincheras y se sembraron más de 400.000 minas.
Por parte alemana, se contó con dos núcleos de fuerzas principales, bajo
el mando del general Von Kluge, constituidos sobre 9° Ejército de Model,
perteneciente al GE. Centro de Von Kluge, y el 4° Ejército Panzer de Hoth,
integrado en el GE. Sur de Von Manstein. En total, unas 30 Divisiones 4, de
las que trece eran Acorazadas, además de tres Brigadas Independientes de
cañones de asalto. En cuanto a la proporción de fuerzas, creo conveniente
señalar que el GE. Centro disponía de menor potencia de choque que el GE.
Sur5, a pesar de contar con los 90 espectaculares cazacarros Ferdinand (más
tarde conocidos con el nombre de “Elefante”), que tan mal resultado dieron
como ya veremos. De hecho, sólo disponía de unos 750 carros y 300
cañones de asalto, frente a los 1.100 Y 250, respectivamente, de Von
Manstein. Además, el IIIº CE Panzer del Grupo Operativo Kempf, que efectuó
un ataque secundario al este del 4° Ejército Panzer, disponía de otros 300
carros. El plan ideado consistía en la clásica operación en tenaza o de doble
envolvimiento, con el 9° E. progresando desde el norte, y el 4° E. Panzer
haciendo lo propio desde el sur, para confluir ambos sobre Kursk. Asimismo,
en caso de que se obtuviera un éxito total, se había previsto profundizar en la
retaguardia del Frente Sudoccidental (Plan Panther), aunque tampoco se
descartó la idea de atacar en dirección noroeste para envolver Moscú y
alcanzar la retaguardia de todas las unidades desplegadas en el sector
central del frente.
Para la coordinación de todas sus fuerzas, los soviéticos nombraron al
Jefe del Estado Mayor General, mariscal Vasilievsky, junto al mariscal
Zhukov, que era un verdadero maestro en la defensa contracarro y conocía
perfectamente las tácticas alemanas. Para la batalla, dispusieron de tres
Frentes (equivalentes a Grupos de Ejércitos), a saber: El Central de
4
Además de los materiales de sus unidades de maniobra (las Divisiones Panzer con algo más de 100
carros), cada División disponía de 14 obuses pesados de 150 mm., 24 obuses de campaña de 105 mm., y 4
cañones de 100 mm, contando algunas de ellas con un Grupo de Artillería Autopropulsada.
5
El GE. Centro disponía de 4 Divisiones Panzer (2ª, 9ª, 18ª y 20ª), además del 505º Batallón de Carros
Pesados “Tigre” y los Batallones 653 y 654 de Cazacarros “Ferdinand”. Por su parte, el GE. Sur y el
Grupo Operativo Kempf, contaban con 5 Divisiones Panzer (3ª, 6ª, 7ª, 11ª y 19ª), la División
Grosdeutschland, y las Divisiones Panzer SS 1ª, 2ª y 3ª. Las 4 últimas, estaban dotadas de una compañía
de carros “Tigre” con 13 a 15 vehículos. Además, Hoth también tenía un Batallón de Carros “Tigre” (el
503), con otros 45 carros.
Rokossovsky, situado al norte; el Voronezh de Vatutin, al sur; y el de la
Estepa de Koniev, que se encontraba algo más al este y constituía la reserva.
El Frente Central contaba con los Ejércitos 13°, 48°, 60°, 65° y 70°, y el 2°
Acorazado; el Voronezh disponía de los Ejércitos 38°, 40° y 69°, el 6° y 7° de
la Guardia, y el 1 ° Acorazado; y, por último, el de la Estepa estaba formado
por los Ejércitos 27°, 47° y 53°, el 5° de la Guardia y el 5° Acorazado de la
Guardia6. Todas esas unidades se organizaron en cinturones defensivos, con
una profundidad de 60 km hasta Kursk, apoyados en un terreno que, aunque
era muy apto para la maniobra de las unidades acorazadas, dado que era
ligeramente ondulado, tenía la ventaja para la defensa, de que permitía la
observación lejana, impidiendo cualquier sorpresa. Además, en toda la zona
existían muchas pequeñas poblaciones que sirvieron de apoyo a las
posiciones defensivas. Todo ello, sin olvidar las numerosas obras de
fortificación que se hicieron, tales como trincheras, obstáculos y fosos
contracarro, campos de minas, etc.
Zhukov tenía la esperanza de que, a pesar de la superioridad local que
pudieran obtener las fuerzas alemanas, la extraordinaria defensa organizada
fuera suficiente para detenerlas, de forma que el Frente de la Estepa pudiera
impulsar, desde el primer momento, la 2a fase de la batalla, en la que se
tenían previstos ataques en dirección a Orel y Belgorod, junto a otras
acciones de los Frentes Bryansk y Occidental, situados más al norte. Sin
embargo, a la hora de la verdad, los soviéticos se vieron algo alterados por la
excelente actuación del 4° E. Panzer, que los obligó a emplear
prematuramente la reserva, lo que retrasó la contraofensiva en el sur.
DESARROLLO DE LA BATALLA
El día 5 de julio se lanzó el ataque, tal y como estaba previsto, con el 9° E.
progresando desde el norte, y el 4° E. Panzer con el IIIº CE. Panzer del
Grupo Operativo Kempf, desde el sur. Aunque, inicialmente, las unidades
6
Aunque la composición de las Divisiones Acorazadas era muy variable, a título orientativo, diré que
contaban como máximo, con 3 ó 4 Brigadas Acorazadas (unos 300 carros), una Brigada Motorizada, y
unidades de apoyo muy potentes, tales como: un Batallón Motociclista, un Batallón de Reconocimiento,
hasta dos Batallones de Carros Pesados (con 23 KV-I, cada uno), dos Regimientos de Cañones de Asalto,
2 Batallones de Cañones Contracarro, un Batallón de Lanzacohetes Katiuska, un Batallón de Artillería
Antiaérea y un Batallón de Morteros.
adoptaron la formación denominada Panzerkeil (cuña acorazada), que
consistía en avanzar con un grupo de 15-20 carros Tigre y cazacarros
Elefante en vanguardia, seguidos de otros 50-100 carros menos potentes. En
los días posteriores, los carros fueron apoyados por unidades de Infantería,
cuya misión era la de protegerlos de los temibles equipos cazacarros.
Cuando las unidades alemanas se encontraban concentradas, preparándose
para el ataque, a las 2,20 horas, la Artillería y Aviación soviéticas realizaron
violentas acciones de fuego sobre los asentamienfos de Artillería y las
concentraciones de tropas, que produjeron una gran confusión en las filas
alemanas. A partir de ese momento, quedó perfectamente claro que no se iba
a conseguir la más mínima sorpresa y que el Ejército Rojo estaba
perfectamente preparado.
Y así era en realidad, pues los servicios de
Información soviéticos ya habían advertido a los Frentes que, probablemente,
la operación Ciudadela se iniciaría entre los días 3 y 6 de julio.
En el norte, la preparación artillera comenzó a las 4,30 horas (unos 90
minutos antes de lo previsto), y, a las 5,10 horas despegaron los aviones.
Veinte minutos más tarde, se inició el ataque contra el 13° E. del General
Pujov y contra los Ejércitos 48° y 70°, que estaban situados a sus flancos.
Con un frente de ataque de unos 40 km., se lanzaron tres Divisiones Panzer y
cinco de Infantería, cuyo esfuerzo principal seguía la dirección a Oljovatka,
donde se encontraba el flanco izquierdo del 13° E., guarnecido por las
Divisiones de Infantería 15ª y 81ª, del Coronel Dzangava y del General
Basinov, respectivamente. En total, se emplearon unos 500 carros en cuña
acorazada y unos 300 bombarderos en grupos de 58-100. Inmediatamente, el
Mariscal Rokossovsky ordenó al grueso del 16° Ejército Aéreo del Teniente
General Rudenko, que apoyara al 13° Ejército. Los alemanes lanzaron hasta
cuatro ataques, sin lograr penetrar más de 6-8 km en el despliegue enemigo,
es decir, sólo pudieron traspasar el primer cinturón defensivo, y a costa de
graves pérdidas, que fueron cifradas por los soviéticos en 15.000 hombres,
100 carros y 100 aviones. En consecuencia, el día 6 se tuvo que reducir el
frente de ataque, a pesar de lo cual, no lograron avanzar prácticamente nada.
Viendo que ya no se podía seguir avanzando hacia Oljovatka, el día 7 se
varió el eje de progresión un poco más al este, hasta Ponyri, donde se
realizaron cinco ataques consecutivos contra la 307º División de Infantería del
General Enshin, con resultado negativo. Durante la mañana del día 8, unos
300 carros apoyados por Infantería se lanzaron al ataque contra la 38ª
Brigada Contracarro del Coronel Rukosuev, destruyendo completamente dos
Grupos de Artillería (el I y el VII), aunque no pudieron romper el frente.
Por otra parte, durante los días 7 y 8, el 2° Ejército Acorazado, que
constituía la reserva del Frente Central, lanzó sucesivos contraataques contra
las tropas alemanas que, sin embargo, consiguieron avanzar, hasta 4 km en
algunos sectores. Por fin, el día 10, una vez que se habían empeñado en
combate casi todas las fuerzas disponibles y sin posibilidades de reponer las
bajas sufridas (unos 42.000 hombres y más de 500 carros y cañones de asalto), Model no tuvo más remedio que pasar a la defensiva.
En cuanto al frente sur, diremos que, en dirección a Oboyan, se lanzaron
al ataque cinco Divisiones de Infantería, ocho Panzer y una Motorizada del 4°
E. Acorazado, mientras que el IIIº CE. Panzer del Grupo Operativo Kempf,
progresaba algo más al este, en dirección a Korocha, siendo el frente de
ataque total de unos 80 km. En el ataque principal se utilizaron unos 700
carros apoyados por aviación, que chocaron contra las Divisiones de
Infantería 52 y 76, pertenecientes al 6° E. de la Guardia. Durante la noche del
5 al 6 de julio, una parte de las unidades del 1 ° E. Acorazado de Katukov y
de los CE. Acorazados de la Guardia II y V, fueron enviados al segundo
cinturón defensivo, mientras que el 6° E. de la Guardia se reforzó con unidades contracarro. Al finalizar el día 6, los carros alemanes habían
atravesado el primer cinturón defensivo y se encontraban frente al segundo,
detrás del cual se habían retirado las Divisiones soviéticas. En esta situación,
fueron detenidos por los dos CE. acorazados, produciéndose violentos
combates que ocasionaron gran cantidad de bajas en ambos contendientes.
El día 9, el 4° E. Panzer (con el IIº CE. Panzer SS como punta de lanza)
había profundizado en el despliegue soviético entre 30 y 35 km, a pesar de la
tenaz resistencia ofrecida por las unidades enemigas. Ese éxito inicial se debió,
indudablemente, al magistral empleo que hizo Hoth de sus unidades, tal y
como expresó el general Popel, que se encontraba en las proximidades de
Oboyan: "Supongo que ni yo ni ninguno de mis oficiales habíamos visto, hasta
ese momento, llegar de golpe tantos carros enemigos... Frente a cada una de
nuestras compañías, compuestas por 10 carros, había 30 ó 40 carros
alemanes. Hoth sabía que si conseguía penetrar hasta Kursk, ninguna pérdida
resultaría excesiva, ni vano ningún sacrificio."
Aunque las tropas soviéticas habían sufrido más pérdidas incluso que las
alemanas, lo cierto es que todavía mantenían intactas buena parte de sus
reservas. Por consiguiente, el día 11, Hoth que aún disponía de unos 700
carros y cañones de asalto (100 de ellos Tigre), temiendo un ataque
proveniente del este, decidió dirigirse hacia Projorovka, situada al sureste de
Oboyan, donde había más campo abierto para defenderse y poder atacar el
flanco izquierdo y la retaguardia soviéticos. Al mismo tiempo, el Grupo
Operativo Kempf desencadenó un ataque secundario algo más al sur.
Sorprendidos los soviéticos por la inesperada maniobra del 4° E. Panzer
y, puesto que se había ordenado semi-enterrar los carros que aún quedaban
para utilizarlos como piezas fijas, Zhukov no tuvo más alternativa que
contraatacar con el 5° Ejército de la Guardia de Zadov y el 5° Acorazado de
la Guardia de Rotmistrov, apoyados por el 2° Ejército Aéreo de Krasovski,
parte del 17° Ejército Aéreo de Sudetz, y por algunas unidades de la Fuerza
Aérea de Largo Radio de Acción.
El 12 de julio, en las proximidades de Projorovka, los carros de Rotmistrov
chocaron contra el flanco este del 4° E. Panzer, atravesando diagonalmente
sus líneas y dando lugar a una serie de combates, que duraron hasta última
hora de la tarde, en los que se enfrentaron unos 1.500 carros y cañones de
asalto. Para hacernos una idea de lo que debió suceder entonces, pensemos
que los alemanes perdieron 10.000 hombres y 350 carros, siendo las bajas
soviéticas probablemente superiores.
Sin
fuerzas suficientes para continuar la lucha y, a pesar de que se
produjeron algunas reacciones esporádicas entre los días 13 y 15, finalmente
el 16, los alemanes dieron por concluida la operación Ciudadela y pasaron a
la defensiva. Por otra parte, tras el desembarco aliado en Sicilia, Hitler había
decidido cancelar la operación, aunque ya era demasiado tarde para salvar
las excelentes unidades Panzer, que se habían lanzado a un ataque
imposible en el saliente de Kursk.
Concluida la primera fase de la batalla, el Ejército Rojo pasó a la
contrafonesiva, tal como se había previsto. Así, el mismo día 12, se inició el
ataque contra el saliente de Orel, con el Frente Occidental de Sokolovski avanzando desde el norte, el Briansk de Popov desde el este, y el Central de
Rokossovski desde el sur, en dirección a Kromy. Sin embargo, en el sur, dado
el mayor desgaste sufrido por el Frente Voronezh y el 5° E. Acorazado, que
debía apoyarlo, la operación se retrasó hasta el 3 de agosto, lo que nos indica
que, a pesar de todo, las unidades soviéticas no poseían, ni de lejos, el grado
de flexibilidad y de rapidez de reacción de las alemanas. De todas formas, una
vez reorganizadas, dio comienzo la contraofensiva, tomándose Belgorod el 5
de agosto y Kharkov el 23 del mismo mes. Mientras tanto, en el norte, tras
durísimos combates, hacia mediados de agosto, ya había caído todo el sector
fortificado de Orel. Para hacemos una idea del enorme esfuerzo realizado por
los
soviéticos, que querían sentar las bases del definitivo avance hacia el
oeste, citaremos que en torno a Orel se llegaron a emplear hasta 265 piezas de
Artillería y morteros por km de frente, mientras que el Frente Voronezh
concentró en Belgorod, hasta 206 piezas de Artillería y morteros, y 70 carros,
también por km de frente.
Tanto en el norte como en el sur, los alemanes ofrecieron una fuerte
resistencia, apoyada en las zonas que habían fortificado con antelación,
aunque al final, tuvieron que ceder ante la aplastante superioridad de los
soviéticos que, en los 37 días que duró la contraofensiva, lograron avanzar
150 km hacia el oeste. A título de resumen, aunque tomando las cifras con la
prudencia que aconseja este tipo de informaciones, citaremos que, según los
soviéticos, los alemanes perdieron durante la primera fase de la batalla
70.000 hombres, 2.900 carros, 195 cañones de asalto, 844 piezas de
Artillería, 1.329 aviones y más de 5.000 automóviles. En cuanto a la segunda
fase, siempre citando fuentes soviéticas, las pérdidas contabilizadas en los
frentes de Orel y Belgorod-Kharkov, entre los días 24 de julio y 6 de agosto,
ascendieron a 120.000 hombres, 4.605 carros y blindados, 1.623 piezas de
Artillería, 2.490 aviones y 11.000 automóviles. Como podemos apreciar,
aunque esas cantidades fueran engrosadas deliberadamente, lo cierto es que
la batalla de Kursk y la contraofensiva soviética posterior, supuso un duro
revés para el IIIº Reich, que ya fue incapaz de reponer las unidades
destruidas, al menos, en la cantidad y calidad deseadas. En consecuencia,
aunque se realizaron algunas reacciones esporádicas, a partir de entonces, el
avance soviético no pudo ser detenido.
LAS CLAVES DE LA DERROTA ALEMANA
Muchos fueron los factores que influyeron en la derrota alemana, si bien
cabe resumirlos en los siguientes:
 Se tardó demasiado en lanzar el ataque. No olvidemos que Hitler firmó
la orden el 15 de abril y pasaron más de dos meses y medio hasta el inicio de
la operación. Como consecuencia de esa tardanza, los soviéticos que,
gracias a sus servicios de Información, conocían con todo lujo de detalles los
planes alemanes, tuvieron tiempo sobrado para preparar la defensa.
 Se subestimó la capacidad del Ejército Rojo y se sobrevaloró la propia,
a pesar de que ya se tenían los indicios suficientes como para comprender
que los soviéticos habían aprendido la lección y disponían de unas unidades
mucho más preparadas e instruidas que en años anteriores, aunque el factor
humano fuera inferior al alemán. Por si esto fuera poco, las industrias de
guerra soviéticas estaban produciendo buenos materiales y en mayor
cantidad que las alemanas.
 La precipitación en utilizar los nuevos vehículos, sin tiempo
prácticamente para probarlos, ocasionó que muchos de ellos quedaran
averiados en mitad de la batalla. Por otra parte, los cañones de asalto
Elefante, en los que se habían depositado grandes esperanzas, se
emplearon para la ruptura como si fueran carros pesados, lo que, unido al
hecho de que carecían de ametralladora de defensa inmediata, los convirtió
en presa fácil para los equipos cazacarros, así como para los carros que los
atacaban de costado. Tan desastroso fue su resultado, que Guderian llegó a
decir de ellos, en tono despectivo, que eran "como codornices disparando
con cañón".
 Por último, el error más importante, desde mi punto de vista, fue el
acabar combatiendo al estilo de Zhukov y olvidar el suyo propio, pues en
lugar de intentar aprovechar la mayor flexibilidad rapidez de sus unidades, las
lanzaron al choque contra unas posiciones fuertemente organizadas. Tal
como dijo un oficial de Estado Mayor de una unidad Panzer: "El Ejército
alemán quemó sus mejores bazas para la guerra móvil, al enfrentarse a los
rusos en un terreno elegido por éstos..., el Mando no podía haber pensado en
nada mejor que lanzar nuestras magníficas divisiones Panzer, contra la
fortaleza más protegida del mundo."
CARROS Y VEHíCULOS ACORAZADOS
Aunque, en principio, los vehículos alemanes eran técnicamente
superiores a los soviéticos, a la hora de la verdad, su complejidad mecánica
ocasionó bastantes problemas, especialmente en el caso de los ejemplares
que se emplearon por primera vez, como fueron el carro Panzer V Panther, y
los cazacarros Ferdinand y Nashorn.
Como ya hemos visto, la batalla de Kursk fue principalmente un
enfrentamiento entre unidades acorazadas, que estaban dotadas con los
mejores carros y cañones de asalto existentes en aquel momento y, desde
luego, muy superiores a los modelos de los demás países. Dado que las
características de los principales modelos son sobradamente conocidas,
citaré solamente de pasada, los detalles más relevantes de cada uno de
ellos.
Entre los carros empleados por el Ejército Rojo, cabe destacar, tanto por
la cantidad como por sus excelentes cualidades, el T-34 con cañones de 76,2
mm y 30 ó 40 calibres de longitud que fue, sin lugar a dudas, el mejor de los
carros soviéticos. También utilizaron los carros pesados de la serie KV
(Kliment Voroshilov), en sus variantes I y 85, que disponían de cañones de
76,2 y 85 mm., respectivamente. En cuanto a los cañones de asalto,
emplearon bastantes ejemplares de los denominados SU (Samokhodnaya
Ustanovka o montaje autopropulsado), con armas de 76,2, 85 y 152 mm,
construidos sobre chasis de carros T-70, T-34 y KV-II, respectivamente. En
realidad, los dos primeros (SU-76 y SU-85) eran verdaderos cazacarros, realizados como tales, mientras que el SU-1527, dada la potencia de fuego de su
obús de 152 mm, aunque también se usó como cazacarros, tenía todas las
características de un cañón de asalto. Por último, destacaremos que tanto el
SU-85 como el SU-152 se utilizaron por primera vez en Kursk, ya que habían
sido diseñados precisamente para contrarrestar la cada vez más resistente
coraza de los carros alemanes. Por lo demás, no podemos olvidar que el
Ejército Rojo recibió gran cantidad de carros de otros países aunque, dado
que sus modelos eran muy superiores en todos los aspectos, cuando tuvieron
suficientes ejemplares de los propios, aquéllos fueron relegados a misiones
de segundo orden. Por ello, a pesar de que en Kursk es probable que se
utilizaran algunos M-3 Lee, M-4 Sherman, Matilda II y, sobre todo, Valentine,
lo cierto es que el verdadero peso de la batalla recayó sobre los T-34 y KV-I.
La espina dorsal de las formaciones acorazadas alemanas estaba
formada por los Panzer III y, especialmente Panzer IV, empleándose como
novedad algunos Panzer V Panther que, como ya hemos dicho, tuvieron
bastantes problemas mecánicos8, surgidos como consecuencia de su
precipitada entrada en servicio. Sin embargo, una vez que fueron solventados
los fallos y adquirieron experiencia las tripulaciones, demostró ser un vehículo
excelente, hasta el punto de ser considerado por muchos expertos, el mejor
carro de los empleados en la SGM. Como carro pesado sólo utilizaron el
Panzer VI Tiger, aunque el cazacarros Ferdinand o Elefant, desarrollado a
partir del chasis que Ferdinand Porsche hizo para el Tiger, también se usó
como tal, con el resultado ya conocido. De hecho, con posterioridad, cuando
se empleó adecuadamente, es decir, a la espera, quedó claro que era un
cazacarros excepcional, tanto en lo relativo a la protección como a la potencia
de fuego de su cañón de 88/71 mm, instalado posteriormente en el Panzer VI
7
En Kursk, se empleó un Regimiento de “SU-152” que destruyó bastantes “Tiger” y “Ferdinand”, por lo
que, a partir de entonces, se le conoció como Zveroboi (matafieras). Por su parte, el “SU-76” se conoció
como Sukami (puta), lo que nos da una idea del poco aprecio que le profesaban sus tripulantes.
8
Aproximadamente, el 20% de los Panther que causaron baja, lo fueron por problemas
mecánicos.
Tiger II y Jagdpanther. De todas formas, su excesiva complejidad mecánica
dejó patente que, a menudo, las soluciones más sofisticadas no son
precisamente las más eficaces.
Otros vehículos dignos de mención fueron los siguientes:
 Sturmgeschütz III, que fue el cañón de asalto construido en mayor
cantidad durante toda la guerra (12.600), habiendo sido diseñado sobre el
chasis del Panzer III. Fue construido en diferentes versiones, con
cañones de 75 mm. y 24, 43 y 48 calibres de longitud, con lo que pasó de
ser un cañón de asalto a un cazacarros. Más tarde, también se probó una
versión con una pieza de 105/28 mm.
 Cazacarros Nashorn (rinoceronte). Inicialmente desarrollado a partir
del Panzer IV, también se construyeron algunos con chasis de Panzer III.
Disponía del mismo cañón que el Elefant y, al igual que él, carecía
inicialmente de ametralladora de defensa inmediata.
 Brummbar (oso pardo). Era un cañón de asalto o, mejor dicho, un obús
de asalto, fabricado sobre el chasis del Panzer IV, y dotado de una pieza
de 150/12 mm.
 Cazacarros Marder III. Para realizarlo, se empleó el chasis del carro
checo LT-38 y un cañón de 76,2 mm. de procedencia soviética.
 Hummel (abejorro) y Wespe (avispa). Se trataba de dos piezas
autopropulsadas de Artillería, armadas con un obús FH-18 de 150 mm. y
FH-18/2 de 105 mm, respectivamente, de dotación en algunas Divisiones
Panzer. La primera fue construida con un chasis híbrido de Panzer III/IV,
mientras que la Wespe se realizó con los carros Panzer II, una vez que
quedaron obsoletos.
En resumen, como podemos apreciar, ambos contendientes utilizaron lo
mejor de su parque acorazado e, incluso, experimentaron con algunos
vehículos que acababan de salir de las cadenas de montaje, precisamente
para la ocasión.
ÍNDICE FOTOGRÁFICO
Foto 1.- Formación de Panzer IV avanzando hacia las posiciones enemigas.
Foto 2.- El Panzer V Panther fue desarrollado para contrarrestar la acción de
los T-34.
Foto 3.- Los Panther fueron enviados a la batalla sin estar debidamente
probados, por lo que tuvieron bastantes averías.
Foto 4.- Las defensas soviéticas, perfectamente organizadas en profundidad,
fueron un obstáculo impenetrable para los Panzer.
Foto 5.- A diferencia de los soviéticos, los alemanes fueron incapaces de
reponer las pérdidas sufridas en Kursk.
Foto 6.- El imponente Ferdinand o Elefant también fue utilizado de forma un
tanto precipitada.
Foto 7.- Como puede apreciarse, este Ferdinand recibió varios impactos de
cañón en el frontal que no llegaron a perforar su espesa coraza, aunque
finalmente también fue destruido.
Foto 8.- Aunque los soviéticos utilizaron material de ayuda como los carros M-3
Lee, lo cierto es que los relegaron a misiones secundarias dada la mayor
potencia de sus propios modelos.
Foto 9.- Para muchos expertos, el T-34 fue el mejor carro de toda la guerra. De
hecho, algunos generales alemanes solicitaron que se copiara directamente.
Foto 10.- El T-34 se construyó en numerosas versiones con cañones de distinta
longitud de 76,2 mm y, posteriormente, de 85 mm.
Foto 11.- Los Panzer IV con cañón largo constituían la columna vertebral de las
formaciones Panzer.
Foto 12.- Unidad de cañones de asalto Stu G-III que, tras recibir un potente
cañón de 75 mm, se convirtió en un verdadero cazacarros.
Foto 13.- El cazacarros SU-85 también recibió su bautismo de fuego en Kursk.
Foto 14.- El carro pesado KV con cañones de 76,2 y 85 mm fue un temible
adversarios para los carros alemanes.
Foto 15.- A pesar de sus excelentes cualidades, los Panzer VI Tiger no fueron
suficientes para derrotar a los soviéticos.
Foto 16.- A pesar de no ser realmente un cazacarros, pues montaba un obús,
tras destruir una buena cantidad de carros Tiger y Panther, el SU-152 recibió el
apodo de “matafieras”.
Foto 17.- Las fuerzas soviéticas tuvieron tiempo sobrado para preparar una
verdadera fortaleza.
Foto 18.- El Brummbar era un imponente cañón/obús de asalto, aunque con
una capacidad contracarro limitada.
Foto 19.- Como era habitual, los alemanes utilizaron muchos T-34 capturados.
Foto 20.- El Hummel era una pieza ATP dotada de un obús de 150 mm, que
prestó excelentes servicios en las divisiones Panzer que la recibieron.
Foto 21.- Al igual que el Ferdinand, el Nashorn tampoco disponía de
ametralladora de defensa inmediata, por lo que era una presa fácil para los
equipos cazacarros soviéticos.
Foto 22.- Las condiciones meteorológicas no favorecieron las operaciones.
Foto 23.- A pesar de su enorme poder, los Tigre no fueron suficientes para
derrotar a las tropas soviéticas, si bien les produjeron numerosas pérdidas.
Foto 24.- Cuando superaron su falta de madurez, los Panther fueron un
temible adversario para las fuerzas soviéticas, que utilizaron algunos
ejemplares capturados.
Foto 25.- Las últimas versiones del Panzer IV poseían unas buenas
cualidades.
Foto 26.- A pesar de estar muy bien aclimatadas, las tropas soviéticas
también tuvieron problemas con el barro.
Foto 27.- El Wespe era un obús ATP realizado con chasis de los obsoletos
Panzer II.
Descargar