claves de ddeser Editor Equipo Central ddeser Número 12 Fecha 24 de octubre de 2003 VIH - SIDA Según los datos proporcionados por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) se ha convertido en un problema social y de salud pública en México dado el acelerado incremento en el número de personas que han contraído esta enfermedad y los elevados costos inherentes a su tratamiento. En 1997 el SIDA se ubicó como la decimoquinta causa de muerte en el país, la tercera en hombres de 25 a 34 años y la sexta entre mujeres del mismo grupo de edad. Sin duda estas cifras son lo suficientemente graves para señalar la necesidad de informarnos acerca de cómo podemos cuidarnos. Para hacerlo es fundamental entender cómo funciona el virus y el trabajo que podemos realizar para prevenir su propagación en nuestra sociedad. Es fundamental desatacar que de la misma manera que la sexualidad es estigmatizada en nuestra cultura, las personas que contraen infecciones producto de algún intercambio sexual son rechazadas. En el caso específico del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), por muchos años se le relacionó con personas homosexuales, esto provocó que los pacientes fueran fuertemente rechazados por amplios sectores de la población, los cuales no se interesan por informarse ya que pensaban que ellos no estaban expuestos. Por ello, como parte de la defensa de los derechos sexuales y reproductivos, es importante conocer los derechos que se han estipulado con relación a la gente seropositiva o que vive con el síndrome. A continuación presentamos información específica acerca del virus: qué es, cómo actúa, cómo se transmite, cómo se diagnóstica, cuáles son sus fases o etapas, cuál es la diferencia entre un portador y un enfermo, las medidas preventivas, el tratamiento y los derechos con que cuentan estas personas. Qué es el SIDA El SIDA es una enfermedad producida por el VIH, que provoca una destrucción progresiva del sistema inmunológico. S I D A índrome: Conjunto de síntomas y de signos nmuno: Sistema inmunológico eficiencia: Debilitamiento y/o destrucción dquirida: No es una enfermedad hereditaria En otras palabras, el SIDA es una enfermedad que se caracteriza por un debilitamiento de las defensas del organismo, provocado por un virus que se adquiere por transmisión de una persona a otra. El sistema inmunológico está constituido por un conjunto de estructuras y de células especializadas en la defensa del organismo contra los microbios (bacterias, virus, hongos y protozoos) y las células malignas. Existen mecanismos de defensa específicos e inespecíficos. Entre los inespecíficos está la piel y las mucosas, que normalmente actúan como barreras para la penetración de los microbios. Los específicos son básicamente los glóbulos blancos. Estos reconocen y eliminan a todo agente externo: virus, bacterias, hongos microscópicos y parásitos, potencialmente capaces de atacar al organismo, e impiden el desarrollo de cánceres, a partir de células malignas que se producen en el organismo. Entre los glóbulos blancos, los linfocitos desempeñan en la inmunidad un papel fundamental. Existen los linfocitos B, encargados de la fabricación de anticuerpos, y los linfocitos T, responsables de la inmunidad celular (linfocitos que atacan directamente a los agentes extraños). Entre los T, Existen los llamados linfocitos T-4 que se encargan de coordinar y regular la respuesta del sistema inmunitario, por lo que son fundamentales en las defensas de toda persona. La producción de anticuerpos por parte de los linfocitos B nos permite identificar diversas enfermedades infecciosas, entre ellas la provocada por el VIH. El VIH es un virus que afecta exclusivamente a la raza humana y es el responsable de la enfermedad del SIDA. Es una partícula muy pequeña (10 micras, sólo puede verse en un microscopio electrónico), sólo puede vivir alojándose en un organismo vivo (célula), fuera de la célula vive pocas horas. No tiene sistema de locomoción, es decir, no camina, ni vuela, ni puede trasladarse de un lugar a otro. Cómo actúa el VIH En el núcleo de todas las células, ya sean animales o vegetales, se encuentra el ADN, y dentro de él un código genético. Al descifrar dicho código se obtiene la información necesaria para elaborar partículas indispensables para las funciones vitales de los sistemas biológicos de cada ser viviente. Los virus no pueden reproducirse por sí solos porque carecen de los elementos necesarios para elaborar nuevas partículas virales, por lo que necesitan de las células del cuerpo humano para utilizarlas como una especie de fábrica, y una vez utilizadas, las destruyen. Esto es lo que hace el VIH al entrar al cuerpo. El virus tiene una predilección por las células que tienen en su superficie un receptor llamado CD4, siendo los linfocitos T4 las células que más CD4 tienen en su superficie. En primer lugar se produce la unión de la envoltura del VIH al CD4 del linfocito. Luego el ARN (ácido ribonucleico) del VIH, una vez dentro del linfocito, se transforma en ADN (ácido desoxiribonucleico) mediante la enzima transcriptasa inversa, lo que permite que se incorpore al material genético del linfocito. Es entonces cuando el VIH comienza su multiplicación, y para ello utiliza los elementos celulares del linfocito. Esto permite la salida a la sangre de cientos de nuevos VIH (que invadirán otros tantos linfocitos T4), y la destrucción del linfocito invadido. Este proceso se produce desde el inicio de la infección, disminuyendo paulatinamente el número de linfocitos T4. Por tanto, el sistema inmunitario irá (lenta pero progresivamente) deteriorándose. El riesgo de aparición de infecciones de todo tipo, así como la tendencia de procesos tumorales (que son las que definen a la enfermedad de SIDA), es cada vez más elevado a medida que desciende el número de estos linfocitos. Cómo se transmite 1. Por vía sanguínea. Implica ponerse en contacto con sangre que tenga el virus por medio de: Transfusión de sangre con VIH Transplantes de órganos y tejidos infectados con VIH Agujas o jeringas contaminadas con VIH no esterilizadas Objetos contaminados esterilizados. con 2. Por relaciones protegidas. punzocortantes VIH no sexuales no Se transmite a través de relaciones sexuales no protegidas en las que exista una vía de entrada para los fluidos potencialmente infectantes con VIH: sangre, líquido pre-eyaculatorio, semen, secreciones vaginales y el contacto directo con la mucosa del cuerpo. La transmisión puede darse entre una persona que vive con VIH y otra que no lo tiene sin importar si las prácticas sexuales son vaginales, anales u orales. 3. De la madre al bebé. Se puede transmitir de la madre con VIH al niño o a la niña en diferentes momentos: Durante el embarazo a través de la placenta o cordón umbilical. En el parto por el contacto con sangre o fluidos vaginales. Después del parto a través de la leche materna. Se puede afirmar que los contactos de la vida cotidiana no transmiten el VIH. Es decir el virus NO se transmite por compartir alimentos, saludar de mano compartir cubiertos o ropa, utilizar baños y albercas, emplear un medio de transporte común, platicar, jugar, convivir en la misma área de trabajo o abrazar a una persona que vive con el virus. Cómo se diagnostica el VIH La infección por el VIH puede ser identificada de manera rutinaria en el laboratorio por diferentes métodos: determinando los anticuerpos anti-VIH, detectando los antígenos del VIH o detectando el virus por técnicas más sofisticadas (P.C.R.). Todas se basan en detectar su presencia a través de una muestra de sangre. La prueba de SIDA evidencia la existencia de los anticuerpos anti-VIH formados por el organismo (Linfocitos B) como reacción a la presencia del virus. Para determinar los anticuerpos anti-VIH se utilizan dos tipos de métodos. Uno, por su aceptable fiabilidad, bajo costo y fácil realización, se emplean como pruebas de sondeo: es el enzimoinmunoanálisis (ELISA), que es una prueba muy sensible, pero no muy específica. Por eso, en caso de que esta prueba sea positiva, se debe realizar un test confirmatorio. El más utilizado es el WESTERN-BLOT (mucho más específico). Es fundamental tener en cuenta que no se debe obligar a ninguna persona a la realización de la prueba del SIDA. Sin embargo, es importante conocer si uno es portador del VIH cuando se han tenido comportamientos de riesgo. Para ello, la persona que se somete a la prueba debe estar adecuadamente informada y asesorada, y tendrá que dar su consentimiento para la realización de la misma. Igualmente, se respetará estrictamente el derecho a la confidencialidad de su identidad y de los resultados. Fases o Etapas de la Infección. Fase 1: Contagio e infección aguda. El VIH entra en contacto con el organismo. Las primeras manifestaciones suelen variar mucho de una persona a otra e incluso pueden no presentarse. Lo más frecuente es que haya un cuadro gripal agudo que desaparece en unos días o semanas. En esta fase se presenta el periodo de ventana, que tiene en promedio una duración de 6 a 8 semanas (puede ser mucho más o menos) en las cuales no se detectan todavía los anticuerpos contra el VIH, es decir, aunque el virus está en el organismo, los resultados de las pruebas salen negativos. Fase 2: Infección asintomática. El virus está dentro de las células de modo latente y sin causar daño. En general no hay manifestaciones, la persona goza de una aparente salud aunque puede transmitir el virus a otras personas. Esta etapa puede durar varios años. El resultado del examen de detección ya es positivo. A las personas en esta fase se les llama portador asintomático o seropositivos. Fase 3: Linfadenopatía generalizada persistente. El VIH se activa, es decir, comienza a atacar y a replicarse, y por lo tanto, las defensas comienzan a disminuir. La manifestación más visible es que los ganglios de distintas partes del cuerpo se inflaman. Esta etapa puede durar meses. Fase 4: SIDA Las defensas del organismo disminuyen tanto que la persona es presa fácil de diversas enfermedades oportunistas en distintas partes del cuerpo: en la boca (gingivitis, candidiasis y úlceras), en la piel (herpes y hongos), en las vías respiratorias (tuberculosis y neumonías), en el aparato digestivo (diarreas provocadas por microorganismos), en los ojos (posible ceguera por citomegalovirus). Hay un fuerte síndrome de desgaste físico: se pierde entre 10 y 15% de peso al mes, fiebres nocturnas de mas de 39º por más de un mes, diarreas diarias por más de un mes, mucha debilidad y cansancio. Diferencia entre Portador asintomático y Enfermo. Una persona que es portadora, al igual que la persona enferma de SIDA tiene siempre una prueba de SIDA positiva y ambas pueden transmitir el VIH. La diferencia está en la capacidad de su sistema inmunitario de defenderse de las infecciones o cánceres oportunistas que definen a la enfermedad de SIDA. Por tanto, el portador del VIH es un individuo que tiene una prueba positiva y no presenta ningún signo o síntoma de la enfermedad de SIDA, mientras que el enfermo es aquel que ya presenta infecciones o cánceres oportunistas por la grave deficiencia del sistema inmunitario secundario a la infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana. Es decir, una persona seropositiva no tiene SIDA. Es posible que lo desarrolle con el paso del tiempo. Cómo ya se dijo, la etapa asintomática puede durar varios años, en los cuales la persona puede desarrollarse como cualquier otra: estudiar, trabajar, tener pareja e incluso una vida sexual activa (siempre y cuando se tengan las debidas precauciones). Muchas de ellas llevan siempre una vida normal y mueren de una enfermedad no relacionada con el virus. Medidas Preventivas. La prevención es el único medio actual de lucha contra la infección por el VIH y la única posibilidad real de controlar la epidemia de esta enfermedad. Es importante que recordemos que: 1) El VIH se transmite principalmente por vía sexual y vía sanguínea. 2) Las relaciones sexuales penetración representan un riesgo de transmisión. con alto 3) La presencia de otras enfermedades de transmisión sexual que conlleven lesiones genitales también favorece la transmisión del virus. Por consiguiente, el uso adecuado de estrategias de sexo protegido en las relaciones sexuales, es la única forma de tener relaciones sexuales más seguras. La abstinencia o las relaciones sexuales sin intercambio de fluidos (sexo seguro), por tanto, no entrañan riesgo de transmisión del VIH. Por otra parte, la transmisión del virus VIH por vía sanguínea se debe fundamentalmente al intercambio de agujas y/o material contaminado. El no intercambiar el sistema de inyección o, en su caso, la desinfección del material ya utilizado antes de su uso, es la medida esencial en la transmisión del VIH por vía sanguínea. La transmisión materno fetal del VIH. A toda mujer VIH-seropositiva se le aconseja no quedar embarazada y usar preservativo con su pareja en todas las relaciones sexuales. Tratamiento. Actualmente se han aprobado cinco fármacos, llamados inhibidores de la transcriptasa inversa para el tratamiento de la infección por el VIH: zidovudina (AZT), didanosina (ddI), zalcitabina (ddC), estavudina (d4T) y lamivudina, (3TC), y tres inhidores de la proteasa: saquinavir, ritonavir e indinavir. El tratamiento actual de la infección por el VIH es con la combinación de 3 fármacos, ya que se ha demostrado su superioridad sobre la monoterapia. En general, se realiza la combinación de 2 fármacos inhibidores de la transcriptasa inversa, y un inhibidor de la proteasa. Estos tratamientos permiten alargar la vida de la persona que vive con el virus, también para atrasar la activación de virus en caso de que la persona sea seropositiva. Es importante pensar en tratamientos que favorezcan la CALIDAD de vida de estas personas. Muy importante en este aspecto es el tratamiento psicológico y el apoyo de las personas cercanas: familia, pareja, amigos. Cartilla de Derechos Humanos en relación al VIH/SIDA Los puntos contemplados en esta cartilla se fundamentan en Tratados Internacionales firmados por México, además de que se estipulan en las distintas leyes y normatividad mexicanas. Vivir con VIH/SIDA no es motivo para restringir los derechos fundamentales, ya que todos los seres humanos nacen iguales en dignidad y derechos. La ley protege a todos los individuos por igual, en consecuencia no deben sufrir discriminación de ningún tipo. Par quienes son discriminados por sus características de género, edad, religión, preferencia sexual, condición social, condición física o mental, situación jurídica o calidad migratoria, el tener VIH o SIDA no debe ser motivo para agravar su condición. Nadie está obligado a someterse a la prueba de detección de anticuerpos de VIH ni a declarar que vive con VIH o ha desarrollado SIDA. Si de manera voluntaria decide someterse a la prueba de detección de anticuerpos de VIH, tiene derecho a recibir, antes y después de la misma, información suficiente y que los resultados sean manejados en forma confidencial. La aplicación de la prueba no será considerada requisito para recibir atención médica, obtener empleo, contraer matrimonio, formar parte de instituciones educativas o tener acceso a servicios. El resultado positivo de la prueba no es causal para la negación de servicios de salud, la rescisión de un contrato laboral, la expulsión de una escuela, el desalojo de una vivienda; la limitación de tránsito dentro del territorio nacional, la salida del país o el ingreso al mismo. Las personas que viven VIH/SIDA no deben ser objeto de detención ilegal, aislamiento, segregación social o familiar. Toda persona tiene el derecho a ejercer sus sexualidad libre y responsablemente. Con la finalidad de proteger a quienes viven con el VIH/SIDA, todas las personas tienen el derecho de asociarse libremente y afiliarse a instituciones sociales o políticas. Todas las personas tienen el derecho de buscar, recibir y difundir información precisa, documentada y en un lenguaje accesible sobre todo lo relacionado con el virus y la enfermedad. Como usuario de los servicios de salud, se tiene derecho a la prestación de servicios oportuna y de calidad idónea, a la atención personal y éticamente responsable, además de un trato respetuoso y digno, así como a que el historial médico se maneje en forma confidencial. Las personas que viven con VIH/SIDA tienen derecho a buscar y recibir información completa sobre su enfermedad, sus consecuencias, alternativas, posibles tratamientos a los que pueda someterse, así como a la información sobre riesgos y pronósticos. Las personas con VIH/SIDA tienen derecho a los servicios establecidos de asistencia médica y social que tengan como objetivo mejorar su calidad y tiempo de vida. Los usuarios de los servicios de salud tienen derecho a los servicios establecidos por las instituciones de salud para presentar una queja, reclamo o sugerencia ante cualquier irregularidad en la prestación de servicios. A los padres que viven con VIH/SIDA, no se les debe negar su derecho a la patria potestad de sus hijos ni el derecho a designar al tutor que deseen cuando ya no les sea posible hacerse cargo de ellos, o en su defecto a contar con la protección de instituciones de asistencia social. Los niños que viven con VIH/SIDA tiene derecho de recibir los servicios de salud, educación y asistencia social en igualdad de circunstancias. Toda persona tiene derecho a una muerte y servicios funerarios dignos. Esta cartilla fue elaborada por GIS-SIDA, Mexicanos contra el SIDA, CONASIDA y la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Esta es una versión modificada por la CNDH, en 1995. Colección de ideas El VIH es un virus que ataca el sistema inmunológico y lo va deteriorando, por lo tanto es más fácil que microorganismos dañinos ataquen al cuerpo. El SIDA es un síndrome que se presenta cuanto el VIH ha debilitado al sistema inmunológico. El término sidoso es incorrecto y conlleva una carga valorativa hacia las personas que viven con el virus. El virus no es exclusivo de ciertos grupos, por lo que puede contraerlo cualquier persona que tenga prácticas sexuales no protegidas. El único método para prevenir la transmisión del VIH cuando se ha optado por una vida sexual activa, es el condón. La confianza y el amor no son métodos preventivos. Información adaptada de los manuales “Un equipo contra el SIDA” escrito por Francisco Fernández y “Prevención de VIH-SIDA para hombres del medio rural” escrita por Soledad Chaylian para el Instituto Mexicano de Investigación en Familia y Población (IMIFAP) A. C. Elaboración: Susana García Medrano