(L`article 141 del Reglament d`aquest Parlament assenyala que el

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Palma, 14 de junio de 2011
Discurso de Investidura
Parlament de las Illes Balears
Sr. José Ramón Bauzá
Candidato del Partido Popular
Sr. Presidente, señoras y señores diputados, autoridades:
Quiero empezar este discurso dando las gracias a todas las personas
que el pasado 22 de mayo fueron a votar, porque ese es el cauce que la
democracia nos da para decidir el futuro de nuestra sociedad, y en
consecuencia cuantas más personas lo ejerzan más legitimados
estaremos quienes ocupamos esta Cámara. Y quiero remarcar mi
compromiso de gobernar también teniendo en cuenta a todos aquellos
que no votaron al Partido Popular o que, aun teniendo el derecho,
decidieron no votar, y también agradecer a todas las personas que
depositaron su confianza en el Partido Popular. Tampoco quiero
posponer mi agradecimiento a todos mis compañeros del Grupo Popular
por haberme propuesto como candidato para esta investidura.
A nadie se le escapa que vivimos una situación compleja, un momento
crucial que requiere de quienes nos dedicamos a la política una nueva
forma de entenderla y por tanto de hacerla. Son tiempos de cambio, es
imposible seguir el mismo camino que todos llevábamos hasta ahora.
Porque incluso la forma de gobernar bien ha cambiado. Lo que era
bueno antes ya no lo es ahora. De ahí que sea fundamental que todos
los que nos dedicamos a la política, ya sea de ámbito nacional,
autonómico o local, seamos conscientes de que ese cambio lo tenemos
que impulsar nosotros, y lo tenemos que hacer desde el sentido común y
desde la siempre obligada referencia de nuestra sociedad. Porque sin
duda alguna, una de las asignaturas pendientes que todos los que
estamos sentados en esta cámara tenemos y no podemos rehuir es la de
ganarnos la confianza de las personas. De esta crisis económica, laboral
y social tiene que salir una nueva clase política, otra forma de dedicarse
a este oficio tan digno y honorable que es el de velar por los intereses de
todos y el de trabajar para que, sencillamente, las cosas funcionen mejor
para todos.
He hablado en muchas ocasiones -y más adelante lo volveré a hacer- de
la importancia de la educación o de las medidas necesarias para crear
empleo y mejorar la situación económica de la Comunidad. Pero si me lo
permiten, quiero antes de entrar a explicar someramente los ejes de
nuestra futura acción de gobierno de algo que también me preocupa
mucho dejar claro hoy aquí. Porque si importante es el qué, no hay duda
al respecto, también lo es el cómo.
Siendo consciente de lo decisivo de este momento y de esta Legislatura
en particular para el futuro de esta tierra, no puedo plantear nuestro
trabajo desde otra posición que no sea la del consenso. Voy a hacer
todo lo posible para que estos cuatro años sean de verdad trascendentes
para los siguientes cuarenta años, poniendo las bases en cuestiones
como la educación, la economía, el territorio o el turismo. Es lo que los
ciudadanos esperan y no podemos defraudarles, hay cuestiones que son
de Estado y si así lo entendemos todos no nos costará llegar a acuerdos
que nos permitan mirar al futuro a largo plazo con optimismo y confianza.
Porque de lo que no me cabe ninguna duda es de que todos, cada uno
con nuestras ideas, queremos lo mejor para las Illes Balears, y todos
respetamos lo expresado por las urnas el pasado 22 de mayo.
Y hablando de esos principios y valores que pretendo que sean patentes
en el Partido Popular, no puedo pasar por alto todo aquello que se refiere
a la política municipal, al municipalismo. He sido alcalde de mi pueblo,
Marratxí, durante seis años, y no veo otra forma de hacer política:
cercanía, disponibilidad, vocación de servicio, sacrificio, honradez… Esos
son los valores que voy a exigir a todos quienes me acompañan en este
proyecto, porque si estamos aquí para servir no puede ser de otra forma,
y nos podremos equivocar en la toma de algunas decisiones, es
inevitable porque errar es de humanos, pero en lo que no admitiré fallo
alguno es en ejercer la política con esos valores a los que me he
referido. Si queremos que la sociedad confíe en nosotros tenemos que
ganárnoslo día a día, con nuestros actos y con nuestros mensajes. Y
esto implica, por ejemplo, ser implacable con aquel que se atreva a meter
la mano en la caja.
Este discurso tiene como objeto exponer el programa de gobierno de
este candidato y de su partido, y si me lo permiten tengo que decirles
que espero no ser aburrido, pero desde luego sí voy a ser predecible. No
va a haber sorpresas, ni golpes de efecto, vengo a decir lo mismo que he
dicho durante toda la campaña electoral y que está reflejado en el
programa del Partido Popular. Quizás, apurando un poco el análisis, la
sorpresa pueda ser que efectivamente hagamos lo que hemos dicho que
vamos a hacer, y si esa es la sorpresa, pues bienvenida sea.
Las pasadas elecciones fueron especialmente importantes por el
momento de crisis que vive nuestra sociedad. Hay decenas de miles de
personas que no tienen trabajo en Baleares, y si bien esperamos que las
cifras disminuyan en estos meses por la temporada turística, lo cierto es
que debemos acometer reformas estructurales. No podemos ser
superficiales en el análisis de la situación. Esos puestos de trabajo que
faltan no los puede crear la Administración, ni debe, todos estamos de
acuerdo en que los crearán los empresarios, los grandes, los pequeños y
los medianos, y también los emprendedores, aquellos que tienen
proyectos y el coraje de llevarlos adelante, y les recuerdo que Baleares
es sin duda alguna una tierra de emprendedores. Por eso es
imprescindible y urgente crear un escenario de seguridad jurídica, que
deje las normas claras y ofrezca confianza a los ciudadanos, para que
sepan que lo que es bueno hoy también lo será mañana,
independientemente de quien gobierne. Quiero menos leyes y más
sencillas en su aplicación, y que otorguen facilidades a quienes de
verdad nos tienen que sacar de esta crisis. A los gobiernos les
corresponde crear las condiciones institucionales y estructurales
adecuadas para que la iniciativa privada se desarrolle.
El criterio en materia económica tiene que ser el de la productividad. O
retornamos a la senda de la productividad o estaremos dándole vueltas a
lo mismo, quizás en sentido contrario pero a lo mismo en definitiva. La
iniciativa privada es la que debe tirar del carro, y tiene que encontrar en
la Administración una gran facilitadora. Hay que ayudar a los
empresarios y a los emprendedores, y el Partido Popular lo va a hacer.
Vamos a tramitar en este Parlament una Ley de Ayuda a los
Microempresarios, similar a la aprobada en el País Vasco y con la que
esperan crear 15.000 puestos de trabajo en los próximos años. Con esta
Ley se fomentará el emprendimiento, la definición del concepto
microempresa, se simplificarán los trámites administrativos, se evitará la
competencia desleal, en especial desde las propias administraciones, y
mejoraremos la financiación. Se trata de un ejemplo de lo que es nuestro
proyecto, que pretende trabajar en todo caso y en todo momento con los
sectores profesionales, ya que no puede ser de otra forma. Por eso la
promoción empresarial será una de nuestras grandes apuestas.
No hay que olvidar que las PYMES son las grandes generadoras de
empleo –cerca del 85 por ciento de cualquier región- y por tanto también
de crecimiento económico. En nuestro caso concreto, según el CRE el 99
por ciento del tejido empresarial son PYMES (ya que se trata de
empresas de menos de 250 trabajadores).
De igual manera, nuestro sistema de I+D+i tiene un problema de
eficiencia que hay que abordar. Comenzando por la existencia de
múltiples organismos, que deberían unificarse, actuando de forma
transversal.
Una mejor conexión entre la actividad de los centros de investigación o la
propia UIB y las necesidades sociales y empresariales tiene que
constituir otra línea de la actuación principal. Pero no basta con una
acción puntual, por eso quiero un Govern que sea próximo a los valores
de “empresa” y del “espíritu emprendedor”.
Los autónomos, las microempresas y las PYMES representan la esencia
más genuina de la actividad emprendedora. La flexibilidad, diversificación
y dinamismo de esta categoría empresarial, junto con su contacto directo
con la demanda, y su potencial vertebrador las convierte en piezas clave
para la recuperación.
Todos sabemos la importancia que tiene en nuestra economía el
turismo. Todo, de una manera o de otra, gira en torno a esta actividad. Y
por eso debe ser tratada de forma diferencial. Como primer mensaje,
quiero comprometerme a que nuestra política en materia turística la
haremos de la mano del sector. Hay que abordar una profunda
reestructuración de nuestra oferta, hay proyectos muy importantes que
deben arrancar ya de una vez por todas y dar beneficios a nuestra
sociedad, y nosotros lo vamos a hacer con el sector, buscando el
consenso y escuchando a los que más saben.
El modelo del que hemos vivido durante tantos años no surgió de los
despachos de unos políticos, salió de la visión y del atrevimiento de unas
personas que desarrollaron sus ideas, y desde luego se encontraron con
un marco legal que se lo permitió. Ahora esa iniciativa privada debe ser
una vez más el motor del nuevo modelo que se necesita, porque la
competencia se mueve y porque el turismo de hoy en día tiene poco o
nada que ver con el de hace unos años, y sin embargo nuestra oferta
sigue siendo demasiado parecida a lo que era hace bastantes años.
Considero imprescindible que sepamos implicarnos todos en la creación
de este nuevo modelo, y que la cooperación público-privado sea un
hecho en el día a día. Hablo de una transversalidad que nos concierne a
todos, desde la educación a la agricultura, pasando por la seguridad o
por la limpieza de nuestros municipios. Para que las cosas funcionen en
materia turística nos tenemos que implicar todos, y ser conscientes de
que todos y cada uno de los turistas que eligen Baleares para pasar sus
vacaciones es un cliente de todos.
Tal y como dice nuestro programa electoral, revisaremos la legislación,
desarrollando y actualizando la Ley General Turística y los Planes
Directores Sectoriales de la Oferta Turística (POOT), para adaptarlos a
las nuevas necesidades. Especialmente importante es la supresión
definitiva de las trabas para la mejora de los establecimientos derivadas
de legislaciones anteriores, complejas, dispersas y obsoletas, por lo que
elaboraremos un reglamento de condiciones y clasificación de
establecimientos turísticos.
Es público y notorio que en el conjunto de les Illes Balears hay algunas
zonas que, por su antigüedad y saturación, requieren un tratamiento
intensivo de actualización de la oferta, por lo que apoyamos ese tipo de
tratamiento en la Playa de Palma y propondremos otros similares en
áreas de Calvià, Manacor, Santanyí, Sant Antoni de Portmany y Platja
d´en Bossa, entre otras. No podemos seguir aplazando esta renovación
estructural, que hace que los planes de desestacionalización sigan
siendo necesarios pero, si me lo permiten, pasen a un segundo plano.
Porque lo urgente ahora es definir nuestro producto, y la consecuencia
de hacerlo bien será poder efectuar una mejor promoción y en
consecuencia obtendremos temporadas más largas, apoyándonos en
actividades turísticas deportivas, de congresos, culturales y
patrimoniales, el turismo senior, el turismo rural y el comercial, entre
otros. Hay que definir el producto a promocionar, donde tanto o más
importante es esa definición como los recursos destinados a llevarla a
cabo. Y en esa definición tiene un papel clave el propio sector turístico.
Paralelamente, tenemos la obligación de cómo consecuencia de la
importancia en nuestra economía invertir todos los esfuerzos necesarios
para mejorar su productividad. Esto puede conseguirse a través de unos
profesionales formados con un nivel de exigencia tal que su preparación
les distinga y devenga un valor añadido dentro del sector. Por otro lado, y
para que sea así, los centros de formación en materia turística deben
potenciar la investigación y la calidad de sus estudios. Esto debe
convertirles en centro de referencia para el resto de España y, en su
caso, en polo de atracción para los jóvenes que deseen dedicarse a
cualquiera de las disciplinas relacionadas con el turismo. Pero, en
cualquier caso, a lo largo de la enseñanza obligatoria es necesario
potenciar aquellas materias que mejorarán nuestra competitividad, como
es el caso del estudio de las lenguas extranjeras y, de manera
transversal, hacer presente a lo largo de todo el currículum académico la
importancia del turismo para les Illes Balears con la elaboración de
planes de formación específicos.
Está claro que lo urgente es poner solución a la crisis económica, con
soluciones que permitan mejoras a corto plazo. Por ello he hablado de
economía y de turismo para empezar, aunque es público mi compromiso
de que esta sea sobre todo la legislatura de la educación, la legislatura
de las “autopistas de la educación”. Es una apuesta que no va a dar
réditos a corto plazo, pero sin embargo es la que si lo hacemos bien nos
va a garantizar el futuro. En Baleares actualmente el fracaso escolar
empieza pronto, a los 12 años el 25 por ciento del alumnado no está en
el curso que le corresponde; solamente el 59,5 de los alumnos obtienen
la titulación en la edad que le corresponde y, de hecho, a los 17 años
casi el 40 por ciento no está escolarizado en ningún estudio; y entre los
jóvenes de 20 a 24 años menos del 50 por ciento tiene estudios
secundarios de segunda etapa, siendo Baleares la comunidad con la
tasa más baja de alumnos que accede a la Universidad.
Y así no hay futuro. Así pasa que cuando viene una crisis como la actual
nuestros jóvenes no tienen argumentos para mantenerse en el mercado
laboral, ni en el de Baleares ni en el de ningún sitio, y tenemos una tasa
de empleo juvenil altísima.
La voluntad del Partido Popular es la de apostar por un modelo educativo
basado en la libertad y en la calidad. De hecho, fuimos el primer partido
político que se adhirió al compromiso de la Plataforma por la Educación
del Círculo de Economía, asumiendo unos retos de cara a al futuro que
deben ser una obsesión de este gobierno y de cuantos le sucedan.
Para el Partido Popular, la lengua tiene como función primordial la
comunicación y la mejora de la participación social y la convivencia entre
ciudadanos. La realidad de nuestra Comunidad, basada eminentemente
en el turismo, la necesidad de preservar nuestra cultura propia y la de
pertenencia al Estado español determinan la necesidad de un modelo
abierto a la mayoría de oportunidades para nuestros estudiantes y
profesionales. Al mismo tiempo, queremos un modelo funcional que
aproveche las capacidades propias de la lengua materna del alumno en
su etapa de adquisición del lenguaje y posibilite el intercambio de
conocimientos al final de su etapa educativa. Estamos sensibilizados y
abordaremos con respeto el modelo lingüístico, convencidos de lograrlo,
y para ello vamos a apostar decididamente por la implantación progresiva
de un modelo de centros plurilingües.
Tal y como recoge nuestro programa, vamos a proponer la libre elección
de centro y también implantaremos un modelo lingüístico que permita a
los padres elegir, entre las lenguas oficiales de nuestra Comunidad
Autónoma, la primera de las lenguas vehiculares para la educación
de sus hijos, de manera que, al final de la etapa obligatoria, nuestros
alumnos sean capaces de dominar nuestras lenguas oficiales, así
como un idioma extranjero de acuerdo con el marco común europeo de
referencia, que debe ser el inglés. También anuncié en campaña que
aumentaríamos las horas lectivas en la enseñanza primaria,
concretamente una hora más al día en las asignaturas instrumentales,
para afianzar el paso de primaria a secundaria. Sé que no es una
cuestión que de per se vaya a solucionar los problemas que tenemos,
pero también estoy seguro de que si no fomentamos la cultura del trabajo
y del esfuerzo no mejoraremos.
Ha habido épocas en las que era muy importante mejorar las
infraestructuras educativas, y soy consciente de que todavía nos queda
trabajo por hacer en este sentido, pero también quiero decir que sin duda
alguna la prioridad está puesta hoy en lo que pasa dentro de las aulas.
Vamos a reforzar socialmente y a potenciar la figura del profesor, y a
ofrecerle verdaderas herramientas de formación continuada, porque si
convenimos todos en la importancia de su trabajo y la repercusión para
el futuro de nuestros hijos y por tanto de nuestra Comunidad, sería
absurdo no potenciar la calidad en su formación, para que a su vez
repercuta en la de sus alumnos.
Asimismo, en la situación coyuntural económico-laboral en que nos
encontramos, y para salir de la misma, haremos de la educación un
verdadero motor de cambio económico y social. La formación profesional
es un elemento fundamental para mejorar los índices de productividad y
creación de empleo. Por ello, apostaremos por un modelo de formación
dual que combine de forma simultánea la formación en el instituto con el
trabajo en empresa con un nuevo contrato juvenil de formación,
posibilitaremos la flexibilidad horaria en los centros de Formación
Profesional para dar respuesta a las necesidades de los alumnos, y un
modelo flexible con la adopción de vías y pasarelas entre los distintos
niveles formativos. También estableceremos deducciones fiscales para
los trabajadores que se reincorporen al sistema de Formación
Profesional al objeto de mejorar sus competencias y productividad y
ampliaremos la oferta pública de las titulaciones de grado medio y
superior como instrumento motor del desarrollo socioeconómico y cultural
de les Illes Balears hasta converger con los índices propuestos por la
Unión Europea.
Y en cuanto a la Universidad, necesitamos disponer de una más
competitiva e internacional, que prime la excelencia, propicie la
formación, investigación, innovación y la retención de talento e
intensifique la colaboración entre el conocimiento y el mundo productivo.
Para ello hemos propuesto ofrecer una oferta académica de calidad
adaptada al Espacio Europeo de Educación Superior, ampliar la oferta de
dobles titulaciones, con ampliación del número de materias específicas
establecidas en el plan de estudios de grado en inglés y mejorar el
sistema de financiación potenciando los contratos-programa, con una
mayor aportación de fondos privados y promoviendo la transferencia de
conocimiento al sector empresarial.
Antes de seguir avanzando en mi exposición y de hablarles de otras
materias, quiero reiterar mi compromiso en esta materia. Nada será
mejor dentro de unos años si entre todos nos conseguimos mejorar la
educación. No veo un futuro mejor sin una mejor educación. Por eso, es
uno de los grandes objetivos que tenemos para esta legislatura, y tiene
que verse reflejado en una bajada importante de las tasas de fracaso y
abandono escolar, y en la de alumnos que repiten curso o acceden a la
universidad. Porque apostar por educación es apostar por productividad
en el futuro. Sin educación no hay futuro, no hay mejor inversión que
aquella que hagamos en educación. Por eso reitero mi ofrecimiento a
alcanzar un acuerdo de Estado en Educación para marcar la hoja de ruta
no de esta Legislatura, sino de las próximas décadas.
El eje de la acción política del Partido Popular es y serán siempre las
personas. Y esto se pone de manifiesto en servicios como los que se
refieren a la salud y a los servicios sociales, por cierto por mucho que se
dude servicios que el Partido Popular no solo garantiza sino que mejora.
Sobre todo en momentos de crisis, en los que las políticas sociales
entendidas como aquellas directrices, orientaciones y criterios destinados
a la preservación del bienestar social, de forma equitativa, entre aquellos
grupos de población que más lo necesitan, adquieren el verdadero
sentido de su existencia, desarrollo y aplicación.
Nuestra propuesta está basada en una medicina humana y de calidad,
por lo que los ejes centrales de la política sanitaria del Partido Popular
versarán sobre Atención Primaria, Atención Hospitalaria y Atención
Sociosanitaria. Estos son tres ámbitos que deben ir unidos como un
conjunto para atender a la persona, al usuario, el paciente, que necesita
a los mejores profesionales de la sanidad.
Para hacer que la Atención Primaria –eje de nuestro sistema de saludfuncione, adecuaremos y mejoraremos la resolución y cartera de
servicios, con acercamiento del especialista al Centro de Salud. También
adecuaremos los recursos existentes con el objetivo de alcanzar el
número óptimo de tarjetas sanitarias por médico de familia, pediatra y
enfermería.
Para reducir las listas de espera, aplicaremos criterios de transparencia y
agilizaremos las pruebas complementarias, y no dudaremos en
aprovechar la infraestructura privada para mejorar la atención al
ciudadano, porque es imprescindible la colaboración entre la sanidad
privada y la sanidad pública, imprescindible para lograr la excelencia en
la calidad sanitaria.
Voy a seguir este discurso hablando ahora de nuestra apuesta por el
sector primario. Se ha dicho muchas veces que se trata de un sector
estratégico, pero la verdad es que el propio sector no se ha sentido
tratado como si tuviera ese valor. Lo dije en campaña y lo reitero aquí: el
sector primario es fundamental para el proyecto del Partido Popular y
para las Illes Balears.
Desde hace tiempo se dice del sector primario es fundamental para que
nuestra principal industria, el turismo, tenga en el paisaje isleño una
fuente de imágenes que lleven a nuestros visitantes a percibir la
diversidad de los entornos de las Illes Balears, reflejados en sus
cosechas, en un paisaje modificado por el hombre en casi todo el
territorio. Pero es verdad que esta idea no se ve trasladada a las políticas
autonómicas que se han desarrollado en nuestra Comunidad en los
últimos años. De hecho, la realidad nos muestra que cada vez fora vila
tiene
una
población
más
envejecida,
con
tendencia
a
desprofesionalizarse, con escasas excepciones y, sobre todo, a
convertirse en una agricultura residual.
La globalización de los mercados, la falta de conciencia de la importancia
de nuestros productos, de su calidad, de su posición en los mercados, de
su promoción y de la implicación en su consumo desde otros sectores
económicos hacen que cada vez sea más necesaria una fuerte
implicación de la Administración para ayudar a los payeses y a las
industrias agroalimentarias a desarrollar su actividad con cierta
seguridad.
Por ello, desde el Partido Popular hemos establecido una serie de
propuestas para que el sector primario de les Illes Balears tenga un
horizonte claro, en el que las políticas agrarias vengan dotadas de los
recursos necesarios para que realmente sea uno de los sectores
estratégicos de nuestra Comunidad y para que los hombres y mujeres
que quieren hacer de fora vila su forma de vida tengan una seguridad y
una estabilidad de futuro.
Por ejemplo, crearemos un programa de ayudas y subvenciones
destinadas a la producción agrícola y ganadera, gestionadas más
eficazmente a través del Fons de Garantia Agrària i Pesquera de les Illes
Balears (FOGAIBA) para impulsar el sector primario, con el compromiso
de pago de las ayudas lo más rápido posible y dentro del año natural.
También propondremos los cambios normativos necesarios para
impulsar los usos y actividades propios del sector primario, que a día de
hoy se ven totalmente condicionados por normas restrictivas que
propician el abandono de inversiones y la pérdida de valor patrimonial de
las fincas rústicas, y tomaremos medidas que dignifiquen la vida del
pagès, que contemplen de una forma global la realidad del sector
primario y establezcan las propuestas de viabilidad y futuro a medio y
largo plazo.
Pero lo esencial, el primer reto en este sector, es que los payeses de
Balears, los pescadores, los ganaderos… se sientan acompañados,
sientan que efectivamente forman parte de un sector estratégico y que
hay un Govern que así lo entiende y que actúa en consecuencia. Por eso
anuncié que habrá una Conselleria d’Agricultura, Medi Ambient i Territori,
para trabajar mano a mano con los profesionales de estos campos.
En cuanto al Territorio, hay dos cuestiones que son fundamentales e
inaplazables. La primera de ellas es dar seguridad jurídica, y con ello
digo exactamente eso, no que se dé rienda suelta a la construcción,
porque soy bien consciente de que eso es parte del pasado y que es un
modelo que no queremos para el futuro. Pero sí que es necesario dar
estabilidad y seguridad en esta materia, por ejemplo aprobando una Ley
del Suelo, la que tiene que ser una nueva Ley reguladora de la actividad
urbanística de las Illes Balears. Somos la única comunidad de España
que no tiene Ley del Suelo, no tenemos una legislación propia en materia
de clasificación, uso y gestión del suelo. Y vuelvo a hacer uso de mi
voluntad de llegar a acuerdos de Estado con todas las fuerzas políticas,
ya que es de vital importancia que también en esto nos pongamos de
acuerdo para el futuro.
Asimismo, el compromiso con el Medio Ambiente y la conservación de
nuestro patrimonio natural es uno de los ejes principales de nuestro
programa de gobierno. Creo que una política medioambiental eficiente
pasa primeramente por establecer una comunicación fluida con todos los
agentes implicados en la misma de modo que las acciones a llevar a
cabo cuenten con el consenso de todos, ya que de este modo podrá
garantizarse en mayor grado la estabilidad de los proyectos que se
pongan en marcha. Es necesario establecer un marco legal unificado,
claro y sencillo, que permita una tramitación ágil, impida la arbitrariedad
en la toma de decisiones y convierta al ciudadano en un agente
comprometido con la protección medioambiental.
Y como último bloque de este discurso quiero hablarles de la reforma
que necesita la Administración, y quiero empezar haciendo una
referencia a los funcionarios, tantas veces criticados, en mi opinión
injustamente. Porque si en nuestro sistema administrativo hay
duplicidades, no es culpa de ningún funcionario, sino más bien de
algunos políticos. Creo que estamos todos ante un reto apasionante, hay
que cambiar muchas cosas para que todo vaya mejor, y ciertamente
tenemos que reinventar una Administración más ágil y menos onerosa
para nuestros ciudadanos, una Administración moderna, eficaz y
eficiente, en la que lo que se pueda hacer por un euro no se haga por
cinco, en la que lo que pueda hacer un trabajador no lo hagan tres. Mi
compromiso es quitar todo lo que sobra, y hacer una política desde la
austeridad. Por cierto, la misma austeridad que están aplicándose miles
de familias, que no llegan a final de mes. Se acabaron los dispendios, se
acabaron los lujos, quiero un Govern que esté en la calle y que sienta día
a día que está para servir. Quiero menos altos cargos, menos coches
oficiales, menos gastos de representación, menos dietas… y más
trabajo. El que se suba a este barco sabe que esas son las condiciones,
y que tendrá que firmar un compromiso de transparencia que no deja
lugar a las dudas. Así que si alguno piensa que la Administración es un
buen lugar para servirse, se encontrará con un presidente inflexible, que
desde ya le dice que este no es su sitio.
Para acabar, quiero una vez más poner el énfasis en que no solamente
es importante el hecho de transmitir hoy aquí cuál o cuáles van a ser los
ejes de la acción del gobierno del Partido Popular, sino también es
importante el cómo, cuál va a ser la cultura de este nuevo Govern. Insisto
en que desde el primer momento voy a buscar consenso y trabajar en
pactos de estado en materia de Turismo, Educación, Seguridad Jurídica
y Territorio. Vamos a construir todos juntos las bases del desarrollo de
nuestra sociedad, un desarrollo que debe tener en cuenta a las personas
y al territorio, que se haga de acuerdo con nuestros valores y respetando
en todo momento lo que somos y nuestra cultura. Así que antes de
acabar quiero felicitarles a todos por la confianza que han obtenido de la
sociedad en su condición de diputados y expresarles mi confianza en
que todos vamos a trabajar para que las Illes Balears se viva dentro de
cuatro años mucho mejor que ahora, para que superemos esta crisis y
pongamos las bases del desarrollo económico, laboral y social. Mi
compromiso es hacer una gestión pública responsable, la reducción del
gasto de las administraciones, la cancelación de cualquier gasto
superfluo, la reducción de personal mediante amortización de puestos...
todo ello encaminado a bajar impuestos y dinamizar la economía. A
gobernar en libertad; las personas han de ser el eje de la acción política.
Ningún interés ideológico o partidista puede estar por encima de la
libertad y dignidad de las personas. Por ello nuestra acción de gobierno
va a estar basada en la libertad y no en la imposición. Y ante la
corrupción, tenemos que dignificar la política en la Islas, ciertas personas
e incluso partidos han abusado de la confianza de los ciudadanos en
beneficio propio. No admitiré ni un solo caso más, porque no podemos
dar ni un paso más atrás en el camino por ganarnos la confianza de las
personas.
Hay mucho trabajo por delante, y hay puesta en este Govern y en este
Parlamento una gran esperanza de que las cosas cambien, y de que
cambien a mejor. Señoras y señores diputados, me tienen a su
disposición para trabajar todos juntos por el futuro de nuestra tierra, para
hacer que Baleares vuelva a ser una Comunidad próspera que lidere los
rankings nacionales de crecimiento económico y de bienestar.
Que Baleares vuelva a ser el referente que fue en materia económica y
turística.
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