INFORME DE MISIÓN DE OBSERVACIÓN EN ELECCIONES DE

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INFORME DE MISIÓN DE OBSERVACIÓN
EN ELECCIONES DE COLOMBIA
Del 27 al 31 de octubre de 2011
El Consejo Nacional Electoral y la Registraduría Nacional del
Estado Civil de Colombia invitaron a formar parte de la Misión de
Observación al magistrado Erasmo Pinilla, a las licenciadas Yara
Ivette Campo B, directora ejecutiva institucional, Myrtha Varela de
Durán, secretaria general, y al licenciado Humberto Castillo, director
de Comunicación.
Atendiendo la precitada invitación, visitamos ese país del 27 al 31
de octubre de 2011, para integrar la Misión de Observación
Internacional para la elección de gobernadores, alcaldes, diputados,
concejales y ediles y miembros de juntas administradoras locales
para el periodo 2012-2015, en el vecino país.
Más de 70 delegados de organismos electorales de Centro y
Sudamérica así como de España, participamos como observadores
y garantes durante las elecciones regionales, bajo la coordinación
del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, el Centro de
Asesoría y Promoción Electoral (Capel) que funciona como
Secretaría Técnica de la Unión Interamericana de Organismos
Electorales (UNIORE).
A su llegada a suelo colombiano, la Misión de Observadores
Internacionales fue atendida en el Palacio de Nariño por el
Presidente de la República Juan Manuel Santos y altas autoridades
del Gobierno, así como también por autoridades de los organismos
electorales. Previo a los comicios también se ofreció a los
delegados y observadores asistentes, durante los días 28 y 29 de
octubre un foro sobre las “Diferentes tendencias de los Sistemas
Electorales y Políticos en Iberoamérica”.
El domingo 30 de octubre, los observadores fueron divididos en diez
d(10) rutas o puestos de trabajo, iniciando la jornada cívico electoral
en la Plaza Bolívar, con un acto protocolar con la instalación de las
elecciones en presencia de la alcaldesa de Bogotá, y acto seguido,
se dio inicio al recorrido por los distintos centros de votación en la
ciudad de Bogotá, entre otros, el de UNICENTRO, Colina
Campestre, Niza Ley, Marsella, El Nogal, Ciudad Salitre, Éxitos de
SUBA, La Castellana, San Isidro y Alcaldía Mayor.
Para estas elecciones, las autoridades electorales colombianas
indicaron que el censo electoral constaba de 30 millones 689 mil
254 ciudadanos habilitados para elegir 32 gobernadores, 1,001
alcaldes y otro número considerable de diputados, concejales,
ediles y miembros de juntas administradoras locales, de acuerdos a
sus respectivas jurisdicciones.
Como parte de la Misión de Observación Electoral Colombia 2011,
apreciamos el proceso y la forma en los colombianos eligen a sus
autoridades. Tuvimos la oportunidad de estar presentes en el acto
de escrutinio de los votos y otros aspectos inherentes a esta
elección. Luego, entonces, cada grupo rindió un informe de lo
observado en cada mesa y centro de votación. Este informe busca
mediante una muestra representativa, identificar los aspectos
sujetos a mejora y al mismo tiempo que se cimenten los hechos
positivos de la elección para fortalecimiento del proceso
democrático en ese país, y que al mismo tiempo sirvan de guía y
modelo para su aplicación en cada uno de los países de la región
que envió observadores al lugar.
Entre las áreas que deben reforzarse podemos mencionar la
necesidad de que los centros de información para los electores,
deben estar debidamente señalizados y el funcionario respectivo
debe estar distinguido con un chaleco que en letras grandes diga
por ejemplo “Información”, porque en muchos de los centros las
personas tardaban en encontrar al funcionario que los podía guiar
respecto a la mesa en que le correspondía sufragar.
Adicionalmente,
deben
distribuirse
mayormente
las
responsabilidades, toda vez que nos parece que a la Policía se le
adscribían funciones electorales excesivas, que debieran ser
ejercidas por el funcionario enlace de la
Comisión o la
Registraduría, no obstante destacamos la función profesional que
tuvieron los mismos en los centros de votación, donde informaban y
solucionaban conflictos con amabilidad y conocimiento.
En adición a lo anterior, observamos además la problemática que
enfrentaban varios adultos mayores para ejercer el sufragio cuando
no se encontraban en compañía de un familiar, por lo que en estos
casos también se hacía necesario de la presencia de una persona
que le prestara ayuda de la forma correcta.
Un punto importante que fue destacado en el informe rendido por la
misión es el atinente a la ausencia de un padrón electoral
fotográfico, toda vez que en las mesas los votantes no firman el
padrón después de ejercer el sufragio, ni está la foto de cada
elector. Situación que puede debilitar la transparencia del proceso.
En cuanto a la distribución de las mesas en los centros de votación
se recomendó que debe ser mejorado, toda vez las mismas se
encontraban muy pegadas unas de otras, sin posibilidad para que
los votantes discapacitados se movilizaran sin obstáculos.
Igualmente es necesario destacar que debe afinarse la
capacitación, en materia de escrutinio, pues no todos los miembros
mostraban la misma destreza, al momento de aplicar las reglas para
el conteo de los votos, sobre todo lo concerniente a la asignación
del voto para el partido o el candidato, en las circunscripciones
plurinominales.
Un punto a destacar visto como una fortaleza dada la alta tasa de
abstención que se presenta en los procesos eleccionarios
colombianos, es el incentivo que se otorga al que vota, toda vez que
la persona al votar se le entrega una constancia, a través de la cual
se da una serie de descuentos en los centros educativos y de salud.
Además, resulta importante advertir que en este proceso se probó
en ciertos puestos de votación el sistema de autenticación
biométrico, el cual tuvo oportunidad de observar algunos integrantes
de la misión, consistente en que el votante coloca su dedo índice
sobre un detector, e inmediatamente en un monitor genera su
número de cédula de identidad, así como su nombre y fotografía, lo
cual evidentemente fortalecería la temática en torno a la identidad
del votante.
Pero en general, fue un ejercicio cívico apegado a las normas
constitucionales y legales que regulaban la materia y con un
profundo sentido de responsabilidad por parte de las autoridades y
los electores.
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