de unos zetas venidos a menos

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el mexicano
nacional
T ijuana , B.C. / D omingo 8
de
M rzo
de
2015 /
5A
‘‘El Kelín’’, el relevo
de unos zetas venidos a menos
Las autoridades de
Nuevo León y Coahuila
temen que la detención
de ‘‘El Z-42’’ agudice
las luchas internas
del grupo criminal y la
violencia repunte en
esas entidades
J. Jesús Esquivel
W
ASHINGTON, 7 de marzo
(proceso).- Tras la captura
de Óscar Omar Treviño Morales, ‘‘El Z-42’’, agencias de
inteligencia de Estados Unidos consideran que Rogelio González Pizaña, ‘‘El
Kelín’’ o ‘‘Z-2’’, es el relevo natural en el
liderazgo del cártel de Los Zetas, agrupación a la cual ven disminuida y sin posibilidades de volver a ser lo que era.
Sin embargo, las autoridades de Nuevo León y Coahuila temen que esta detención agudice las luchas internas del
grupo criminal y la violencia repunte en
esas entidades.
Treviño Morales, de 38 años, fue arrestado el miércoles 4, cuando llegaba a su
casa en el municipio de San Pedro Garza
García, el de mayor ingreso per cápita
de América Latina. Había adquirido su
residencia en ese lugar –presuntamente
por más de 1 millón de dólares– hace un
año, y desde hacía seis meses la resguardaban halcones, denunciaron vecinos.
“Los informes de inteligencia que tenemos sobre Los Zetas indican que sería ‘‘El Kelín’’ quien reemplace al ‘‘Z-42’’
como líder de la agrupación”, comenta a
Proceso un efectivo de una de las agencias de seguridad del gobierno estadounidense, quien tomó la llamada telefónica del corresponsal a condición del
anonimato.
Y agrega: “Pero desde la caída de Heriberto Lazcano Lazcano, ‘‘El Lazca’’, y la
captura de Miguel Ángel Treviño Morales, ‘‘El Z-40’’, Los Zetas dejaron de ser
un cártel con poder y control territorial.
Omar Treviño Morales intentó recuperar lo perdido y no lo logró; por eso
creemos que difícilmente podrá volver
a ser la organización tan temida que fue
antes”.
De acuerdo con un correo electrónico
enviado al corresponsal por otro agente de inteligencia de Estados Unidos
–quien también pidió omitir su nombre–,
Los Zetas llevan mucho tiempo operando como una agrupación “satélite”, sin
el dominio que poseían antaño.
Según los informes de inteligencia de
las agencias estadounidenses, Los Zetas
son ahora un “grupo criminal pequeño”
que se dedica más a la extorsión, el secuestro y la eliminación por encargo de
miembros de otras agrupaciones que
trafican drogas al menudeo. “Dejaron de
ser una amenaza para los intereses del
tráfico de drogas de grupos como el Cártel de Sinaloa, por ejemplo”, enfatiza el
mensaje electrónico enviado al corresponsal.
No obstante, agentes estadounidenses
de inteligencia consultados por Proceso
luego de la captura de ‘‘El Z-42’’ apuntan
que Los Zetas, aunque ya no podrían ser
considerados un cártel, siguen controlando algunos territorios de la frontera
noreste de México gracias a que mantienen sus tácticas de amedrentar a la
población.
“Siguen aterrorizando con la ejecución
muy violenta de personas, decapitándolos, desmembrando cuerpos, quemándolos, ahorcándolos y colgándolos en lugares públicos. Esta táctica criminal da
miedo y les implica ganancias para sacar beneficio de las extorsiones y de los
secuestros que siguen utilizando como
moneda de cambio”, subraya el mensaje
electrónico enviado por el agente estadounidense.
Los análisis de inteligencia de las dependencias estadounidenses indican que
Los Zetas mantienen control territorial
en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y en algunos puntos de Veracruz y Nuevo León.
Alerta
Ahora las autoridades de Nuevo León
y Coahuila están en alerta máxima por
la posibilidad de que la captura de ‘‘El Z42’’–así como la del ‘‘comandante Varo’’,
capo regional zeta en Ciudad Victoria,
Tamaulipas– profundice las luchas internas del grupo criminal.
“El Grupo de Coordinación siempre
está atento a cualquier reacción que pudiera haber de parte de la delincuencia;
(…) estamos alertas, estamos atentos,
no tenemos hasta este momento información que nos lleve a determinar si
efectivamente están planeando hacer
alguna consecuencia (sic) en relación a
esta detención”, aseguró el gobernador
de Nuevo León, Rodrigo Medina, tras la
captura del líder de Los Zetas.
Treviño Morales tenía cerca de un año
de viajar frecuentemente a la zona metropolitana de Monterrey y alrededor de
seis meses de radicar en San Pedro, con
la finalidad de “retomar” Nuevo León,
comenta a Proceso un oficial de las
Fuerzas Especiales de la Séptima Zona
Militar, quien solicita el anonimato.
‘‘El Z-42’’ se movía continuamente en-
tre Nuevo Laredo, Piedras Negras y
Monterrey. Su último refugio conocido
en Coahuila es un rancho a pocos kilómetros de Piedras Negras.
Desde ahí se operó la masacre de 2011
en Piedras Negras, Nava, Allende, Zaragoza, Morelos y otros municipios de
la región de Cinco Manantiales, donde
desaparecieron más de 300 personas,
crímenes que Monte Alejandro Rubido,
comisionado nacional de Seguridad, olvidó mencionar al hacer el recuento de
delitos de Treviño Morales.
Lo que sí especificó Rubido es que
desde la detención de Omar Treviño
Morales, su hermano Miguel Ángel no
pudo imponer su liderazgo debido a su
“carácter extremadamente violento”.
Los mandos regionales no lo aceptaron,
precisó. Los Zetas operan como una federación de grupos que se disputan la
dirección.
“Vieja escuela”
Hay cuatro facciones en pugna: la de
Zacatecas; la de la región centro de Tamaulipas, con sede en Ciudad Victoria,
encabezada hasta su aprehensión por
Enrique Puga Cortez; el grupo de ‘‘El
Kelín’’, con influencia en Miguel Alemán
y la Frontera Chica –y el cual presuntamente se alió con una rama del CDG–. y
por último la facción de Nuevo Laredo,
que encabezaba ‘‘El Z-42’’, con influencia
en Veracruz y otros estados del sur, señala la fuente de la Séptima Zona Militar.
La lucha de facciones, añade, ha pro-
sión en agosto de 2014, intentó retomar la
dirección. En noviembre del mismo año,
emitió una proclama para exigir que Los
Zetas regresen a la “vieja escuela”.
El “comunicado” que circuló en redes
sociales decía: “El Cártel del Golfo y
Los Zetas ya no estamos peleando entre
nosotros mismos, porque estamos más
unidos que nunca queremos paz para Tamaulipas”. Lo firmaban presuntamente
‘‘El Comandante R-1’’, de la facción de
Los Rojos del CDG y ‘‘El Comandante
Kelín’’, de Zetas Unidos.
Los miembros de la “vieja escuela”
pretenden que la organización vuelva
a su actividad original, el narcotráfico;
que no ataquen a la población y se respeten antiguos códigos, como el de no
tocar a las familias de sus enemigos.
La fuente militar destaca que después
de cuatro años de una guerra inútil, Los
Zetas están cansados. ‘‘El Kelín’’ se perfila como el más probable sucesor ‘‘El
Z-42’’ por haber firmado la paz con una
división del CDG.
Sin embargo, otros delincuentes aspiran a controlar a Los Zetas: Sergio Ricardo Basurto Peña, ‘‘El Grande’’; Maxiley Barahona Nadales, ‘‘El Contador’’, y
Román Ricardo Palomo Rincones, ‘‘El
Coyote’’.
Violento y pragmático
Respecto a ‘‘El Kelín’’, el agente estadounidense consultado telefónicamente
por el corresponsal explica que se trata de un personaje que conoce bien el
‘‘El Kelín’’ se inició en el negocio del
tráfico de drogas bajo el auspicio y respaldo de Osiel Cárdenas Guillén, en el
Cártel del Golfo, del cual fue jefe de plaza. Su cercanía con él lo ayudó a colocarse como uno de los líderes y, por ende,
eventualmente se asoció con ‘‘El Lazca’’
y ‘‘El Z-40’’ para crear Los Zetas.
Al lado de criminales de la talla de Sigifredo Nájera Talamantes, ‘‘El Canicón’’,
capturado en marzo de 2009, y de Mauricio Guízar Cárdenas, ‘‘El Amarillo’’,
arrestado en julio de 2012, ‘‘El Kelín’’,
detenido en octubre de 2004, fue artífice
de muchos de los grandes envíos de droga a Estados Unidos y estuvo implicado
en varios enfrentamientos con grupos
rivales, sobre todo con el Cártel de Sinaloa, por lo cual se ganó la confianza de
Cárdenas Guillén y ‘‘El Lazca’’.
“Es un criminal muy peligroso y con
amplio conocimiento sobre tráfico de
drogas. Aunque quiera, ‘‘El Kelín’’ difícilmente podrá restablecer el poder
y control que ejercían Los Zetas hasta
hace un par de años. La organización
está muy debilitada y parece imposible
que su principal enemigo, el Cártel de
Sinaloa, permita que recupere las plazas que tenía hasta antes de la caída de
‘‘El Lazca’’, ‘‘El Z-40’’ y ahora ‘‘El Z-42’”,
añade el agente estadounidense.
La plaza de Monterrey
Las divisiones y las capturas después
del atentado al Casino Royale (agosto de
2011), llevaron a Los Zetas a perder su
plaza más rentable: Monterrey.
Consultada por este semanario, la fuente militar cuenta que hace dos meses
comenzaron a llegar a la capital nuevoleonesa decenas de zetas de Tamaulipas
para recuperar el terreno perdido ante el
CDG. “Su llegada coincidió con la nominación de (la priísta) Ivonne Álvarez a la
gubernatura de Nuevo León”, apunta.
Como consecuencia, volvió a haber
ataques a bares, entre otros al RE, de
San Nicolás, en diciembre pasado, que
dejó tres muertos, además de ejecuciones múltiples en Escobedo y personas
decapitadas abandonadas en la Arena
Monterrey, durante el concierto de El
Komander, después de meses de no haber padecido situaciones como éstas.
Lo que no se ha reducido, pero que las
autoridades ocultan, es el índice de secuestros y la desaparición de criminales
rivales, los cuales son cremados, diluidos en ácido o enterrados en fosas fuera
de los reflectores.
Además del repunte de la violencia, a
las autoridades estatales y a los mandos
del PRI les preocupa que la detención de
‘‘El Z-42’’ saque a la luz las relaciones establecidas entre Los Zetas y autoridades
municipales y estatales.
Detalles de los acuerdos de Los Zetas
con policías y funcionarios de Guadalupe, San Nicolás, Monterrey, Apodaca,
Santa Catarina y otros municipios metropolitanos fueron revelados al Departamento de Estado por los cónsules Luis G.
Moreno y Bruce Williamson y ahora se
pueden consultar en el portal WikiLeaks.
Temor en Coahuila
vocado que los capos locales se denuncien entre ellos. Incluso la detención de
varios líderes de Tamaulipas en meses
recientes se debió a filtraciones de las
cúpulas rivales.
Esas divisiones contribuyeron al debilitamiento del otrora poderoso grupo
Los Zetas. Como consecuencia, muchas
células ahora actúan “por la libre”. En
ese contexto, ‘‘El Kelín’’, al salir de pri-
modus operandi de Los Zetas. “Estaba
preso en México, pero quedó en libertad
en agosto del año pasado. Es uno de los
pocos fundadores originales que quedan
de esta agrupación”.
González Pizaña tiene un perfil muy similar al de ‘‘El Z-42’’, aunque, según las
agencias de seguridad estadounidenses,
es más pragmático, sin dejar de ser un
criminal extremadamente violento.
En Coahuila, también hay preocupación por la detención de ‘‘El Z-42’’, ya
que sus principales fachadas para lavar
dinero –forjadas con empresarios locales y exfuncionarios estatales y municipales– están en Piedras Negras y la región de Cinco Manantiales.
“Ahora hay mucha preocupación entre
exfuncionarios estatales y municipales
de Piedras Negras por la detención de
‘‘El Z-42’’. Aquí se hicieron muchos negocios con él”, dice a Proceso una fuente
relacionada con la Iglesia católica local.
Subraya que la preocupación se debe
a que Treviño Morales tiene “orden de
extradición vigente” y podría ser entregado a la justicia de Estados Unidos.
“Allá no podrá ocultar sus negocios con
la delincuencia organizada”.
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