DE LECTORES A COLABORADORES Reflexión…emociones a propósito de… M. Gérine Uno de nuestros lectores ha decidido escribir para nosotros un retrato inédito de la Fundadora, situando su personalidad, por una parte en su tiempo, por otra, en una dimensión profética. V osotras conocéis mejor que yo a esta mujer campesina, nacida en un lugar perdido de Francia: entre Aveyron y Cantal… No son éstas regiones nobles, como París, l’Ile de France o los países del Loire… sino países rústicos, esencialmente agrícolas. Esta Francia profunda donde la vida es dura, el clima hostil y la tierra ingrata para el trabajo. Añadid a esto el relieve difícil, los caminos tortuosos y he aquí el país donde nació un día esta mujer que vosotras llamáis Madre Gérine. La “escuelita de M. Gérine”, Prédicadous En su infancia y juventud, además de la hostilidad de este país difícil, hubo también migraciones…Semejanza simpática con este otro, nacido en un rincón perdido de Palestina durante un viaje y ¡justamente antes de una huida aventurada a Egipto!. Tuve conocimiento de la Madre Gérine hace algunos meses durante una estancia en Prédicadous donde fui invitado. La minúscula escuela que la Madre Gérine implantó en medio del campo, refleja bien a esta mujer campesina: no hay aquí grandes ambiciones arquitectónicas o pastorales, sino la preocupación urgente de responder a la necesidad de su tiempo. Los jóvenes no pedían más que aprender a leer, a contar, recibir una palabra de inteligencia y de fe. Y también una palabra de libertad. La historia de Francia nos enseña que, más tarde, Jules Ferry, laico y anticlerical convencido, nombrado ministro, volverá a tomar en los años 1880 y sin saberlo, la antorcha de la Madre Gérine al promulgar una ley, declarando la escuela gratuita y obligatoria para todos los niños y niñas de Francia. La Madre Gérine tenía esta faceta visionaria, profética que me ha impresionado mucho. Parcelas enteras de la sociedad de aquella época estaban abandonadas: enfermos y moribundos en el campo, jóvenes explotados, niñas abandonadas…Sin ser desde luego la única, escribirá con su vida páginas de historia santa en nuestra Francia del siglo XIX. Innovando y dando respuesta sobre todo a las carencias en las que la sociedad política, burguesa y bien pensante de la época no había pensado o no había tenido el valor de inventar. 33 Al interno de la escuelita, como es actualmente Su foto, que domina la pequeña escuela de Prédicadous, muestra un rostro voluntarioso, con fuertes mandíbulas, de mirada penetrante. Se adivina en ella alguien que ha dejado de lado para siempre sus temores. Es una madre, una mujer que cree en lo que hace… y de quien se sabe que se enfrentará a prelados autoritarios. Una madre con fina inteligencia que tendrá, ya en esta época, la inquietud de pensar en formar a sus hijas en profesiones seculares a las que ella les destinaba. El final de su vida fue bastante terrible. Me afectó mucho el rechazo no confesado de muchas de sus comunidades francesas en las que no pudo encontrar refugio después de su destitución. Tuvo que ir a buscar asilo y morir fuera. Adivinamos su pena. Estamos lejos del triunfalismo de instituciones y dignatarios, no tiene nada que ver con el bombo de la fama… ni con la religión formalista, ni las coqueterías espirituales… La Madre 34 Gérine terminará como comenzó, en la ignorancia y el olvido, a ejemplo del que ella ha basado su vida: “Vino a los suyos y los suyos no le recibieron”.(Jn. 1,11) La Madre Gérine forma así parte del cortejo de esos grandes visionarios como Vicente de Paul, Juan Bautista La Salle, Madre Teresa, Domingo de Guzmán, Martín Luther King, el “abbé Pierre”, Francisco de Asís, Serge de Baearecueil y tantos otros y tantas otras, célebres o desconocidos, que con su carisma propio, dejaron en esta tierra la impronta de Dios. Por su vida, por su carisma, forma parte de esta familia por la que siento mucha admiración. La inteligencia del Espíritu, el aspecto visionario, la santidad, ¿no es primero y ante todo, creatividad, avanzar, como los miedosos que el Espíritu de Pentecostés empujó fuera del “cenáculo de sus propios miedos” para ir a las plazas a proclamar la Buena Noticia? Con esto digo aquí toda mi afectuosa admiración a la Madre Gérine. Y también a sus hijas, que han sido fieles a su carisma, todas estas hormiguitas de Dios, que (aquí y ahora), silenciosamente, humildemente, hacen como ella, avanzar el Reino y anunciar la Buena Noticia, por medio de su vida compartida, por el consuelo ofrecido a los más débiles, tratando siempre de inventar, de reinventar… cada día esta Buena Noticia, sin el “copia y pega” perezoso, sin arrogancia, sin lanzar impreca- ciones sobre nuestro mundo de violencia, pero sí con audacia e inteligencia. Emociona el ver que, gracias a vuestra revista, desde América al Extremo Oriente, en los países en guerra como en los campos tranquilos, hay muchas estrellitas que aseguran una presencia, una escucha, que dan testimonio de un amor muy humilde y verdadero porque está encarnado. “Allez petites…”: “Recibiréis la fuerza del Santo Espíritu que vendrá sobre vosotros; seréis entonces mis testigos en Jerusalén, en toda la Judea y en Samaria, y hasta las extremidades de la tierra” (Hechos de los Apóstoles 1,8. Habría que decir ahora “habéis recibido…”) “Si vosotros os calláis, las piedras gritarán…(Lc.19,40)” decía Jesús. En el camino de la Madre Gérine las piedras se callaron… Ella misma era la Palabra en marcha. Y que así sea para sus hijas… Albert Cambernous Nîmes (Francia) 1. Prédicadous (a 12 Km.de Albí, en Francia), formaba parte del patrimonio dominico (sigloXIII).Los edificios fueron destruidos durante la Revolución francesa de 1789. La Madre Gérine rescatará los terrenos y construirá los edificios entre ellos la pequeña escuela, que se ve hoy.