Teléfono Rojo

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Una comedia de pesadilla
FICHA TÉCNICA:
Título original: Dr. Strangelove (Or How I Learned To Stop Worrying And Love The Bomb)
Nacionalidad: Gran Bretaña
Año: 1963
Dirección: Stanley Kubrick
Guión: Stanley Kubrick, Peter George y Terry
Southern
(basado en la novela Red Alert de Peter George)
Producción: Stanley Kubrick
Dirección de Fotografía: Gilbert Taylor
Montaje: Anthony Harvey
Dirección Artística: Peter Murton
Música: Laurie Johnson
Diseño de Vestuario: Bridget Sellers
Efectos Especiales: Wally Veevers
Reparto: Peter Sellers (Capt. Lionel Mandrake /
Presidente Merkin Muffley / Dr. Strangelove),
George C. Scott (Gen. "Buck" Turgidson), Sterling
Hayden (Gen. Jack D. Ripper), Keenan Wynn (Col.
"Bat" Guano), Slim Pickens (Maj. T.J. "King"
Kong), Peter Bull (Embajador de Sadesky), Tracy
Reed (Miss Scott), James Earl Jones (Lt. Lothar
Zogg), Jack Creley (Mr. Staines).
Duración: 90 min.
SINOPSIS:
Por iniciativa propia, convencido de que los comunistas están contaminando el agua, el general Jack D. Ripper, comandante de la base aérea de Burpleson, en los Estados Unidos, transmite a un grupo de bombarderos B-52 armados con misiles nucleares la orden de atacar objetivos militares de la Unión Soviética. Ripper cierra completamente la base de Burpleson y corta todas las comunicaciones con el exterior: A partir de este momento, los bombarderos utilizarán un código especial de transmisiones, la llave del cual sólo conoce Ripper. El Presidente
de los Estados Unidos Merkin Muffley es informado de la situación y, reunido a la Sala de la
Gran Guerra con los máximos responsables políticos y militares del país, intenta encontrar
una solución diplomática a un conflicto que puede provocar la destrucción del mundo.
HOJA INFORMATIVA
Nº 15
Marzo 2004
COMENTARIOS:
“Una comedia de pesadilla”. El mismo director definió así esta
película, la única incursión en este género de Stanley Kubrick, realizador tremendamente versátil, que como siempre
dio la vuelta a las claves del género, pervirtiéndolo de tal
forma que consigue que el espectador salga del cine con una
sonrisa en los labios, pero también con una extraña sensación en el estómago. El argumento de la película es profundamente dramático, realista y serio: todos los hechos que se
relatan resultan creíbles -recordemos que es del año 1963,
en plena guerra fría-, y reflejan fielmente la peor de las pesadillas que asustaban al ciudadano medio (la insubordinación de un general del ejercito que decide iniciar una guerra
mundial por su cuenta, los desesperados intentos de los gobiernos ruso y americano por buscar una solución al conflicto, la posibilidad de que aún así por un error la
guerra nuclear comenzase). El desarrollo realista de la acción no resulta extraño si tenemos en cuenta que la
novela en que está basada, Red Alert, de Peter George, es una historia de suspense absolutamente seria,
aunque con un final feliz algo blando. Al parecer, Kubrick intentó realizar una fiel adaptación del relato, pero
ante la imposibilidad de que este resultara creíble con los medios de los que disponía, tuvo la feliz idea de
transformarlo en una historia llena de ironía y humor negro. Para ello la introducción del guionista Terry
Southern fue vital, pues le dio el tono cómico adecuado, creó el personaje del doctor Strangelove y tuvo la
brillante ocurrencia de darle un título aun más delirante que el propio contenido del filme. La traducción del
mismo sería algo así como El doctor Strangelove, o como aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba.
Bien es cierto que no es un título muy comercial, pero su transformación en ¿Teléfono Rojo? Volamos Hacia
Moscú , que parece hacer referencia a una película de suspense convencional, no fue en absoluto acertada.
No fue este el único cambio que sufrió la versión española, pues el doblaje ha sido calificado de sibilino, eliminando cualquier referencia que la censura franquista considerara molesta, privándonos así de algunos de
los chistes más sutiles y con mayor carga de profundidad. Mientras que el realismo de la historia está reforzado por la minuciosa construcción de los tres escenarios de la película – la base aérea, el bombardero y la
sala de operaciones del Pentágono –, todos ellos realizados a partir de fotografías y maquetas de las localizaciones auténticas, el tono paródico viene dado por los personajes, descritos de forma caricaturesca y exagerada. Aunque hay que decir que los principios fundamentales a los que hace referencia el personaje de Peter
Sellers son los mismos que, malinterpretados y convertidos en parodia de sí mismos, podían llevar al mundo
en aquel momento a la destrucción. Kubrick también subraya esa voluntad satírica a través de detalles y elementos externos a la propia narración, como los carKubrick transformó la
teles que se pueden leer en varios escenarios, o con el uso de las canciones de la
banda sonora, como la genial que acompaña al final de la historia. Definitivamennovela de suspense,
te, el director neoyorkino, pesimista convencido, no tenía mucha fe en el futuro
absolutamente seria,
de la humanidad. La elección de Peter Sellers, que ya había trabajado con Kubrick
de Peter George en
en Lolita, es otro de los aciertos del filme. El actor británico acababa de adquirir
una
historia llena de
una enorme popularidad gracias a su genial caracterización del inspector Clouseau en la película de Blake Edwars, La Pantera Rosa. Interpreta tres papeles,
ironía y humor negro
aun
aun cuando en un principio
tendría que haber realizado
también el del mayor T.J. “King” Kong, pero un accidente
de tobillo le imposibilitaba rodar la escena culminante del
filme. Aportó mejoras en sus diálogos, las cuales fueron
aceptadas por Kubrick a pesar de no ser muy receptivo a
admitir intromisiones como esas en sus actores, lo que
demuestra la confianza que depositó en Sellers. El resultado fue magnífico. Técnicamente perfecta, es ésta una comedia de pesadilla que no ha envejecido lo más mínimo,
sino al contrario, pues teniendo en
cuenta los tiempos que corren se
hace más vigente que nunca. Además es toda una lección de cine que
nos da ese genio que fue Stanley
Kubrick.
Kubrick.
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