El Consejo de Ciento y la reivindicación del autogobierno de Barcelona Ferran Armengol, Universitat Pompeu Fabra La vinculación entre conciencia colectiva y derecho adquirió en Barcelona un significado particular a partir de la evocación del Consejo de Ciento después de su supresión en 1714. En el contexto del centralismo del gobierno español que se fue manifestando entre los siglos XVIII y XX, el Consejo de Ciento era recordado como un autogobierno democrático de la ciudad, injustamente arrebatado por la fuerza. A la vez, la huella de aquel autogobierno perdido se mantenía viva en el día a día en el derecho propio de Barcelona, que en gran medida constaba de privilegios otorgados por los reyes de Aragón al Consejo de Ciento y que el Decreto de Nueva Planta había dejado vigente, si bien la codificación del siglo XIX amenazaba su pervivencia. Todo ello favoreció que la evocación del Consejo de Ciento diera lugar a un discurso de autoafirmación barcelonesa al servicio de las ambiciones de autonomía y expansión territorial de la ciudad, imbricado a la vez en las reivindicaciones del catalanismo político. El Consejo de Ciento era evocado para reclamar el autogobierno de Barcelona, su liderazgo sobre el conjunto de Cataluña e, incluso, su expansión territorial, tanto en las agregaciones de finales del siglo XIX como en los primeros planteamientos metropolitanos del siglo XX. Este movimiento tuvo su epílogo en el franquismo, en particular en el mandato del alcalde Porcioles, que traspasó el simbolismo del Consejo de Ciento a la Carta Municipal de 1960. El objeto de esta ponencia es analizar la incidencia que tuvo entre los siglos XVIII y XX el discurso histórico y jurídico sobre el Consejo de Ciento en la formación de la conciencia de la personalidad propia de Barcelona y sus reivindicaciones de autogobierno. Este discurso fue elaborado por historiadores y por juristas, en unos tiempos en que era posible superar fácilmente la barrera entre el estudio histórico y el jurídico, tanto por el peso que las normas “históricas” (es decir, anteriores a 1714) tenían todavía en el derecho positivo como por el hecho de que los autores que se dedicaban a estos estudios tenían mayoritariamente una formación jurídica, o incluso en algún caso eran abogados en ejercicio. La historia y el derecho se imbricaban con la reivindicación política en los Memoriales de agravios, la historiografía sobre el Consejo de Ciento y en la edición de fuentes. Y detrás de todo ello, historiadores de formación jurídica como Puiggarí, Carreras Candi, Duran i Sanpere o Voltes Bou, y juristas de vocación historicista como Maluquer i Viladot o Maspons i Anglasell. XII Congreso de Historia de Barcelona – Historiografía barcelonesa. Del mito a la comprensión Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona, Instituto de Cultura, Ayuntamiento de Barcelona 30 de noviembre y 1 de diciembre de 2011