SOLICITO ALIMENTOS Y LITISEXPENSAS (*) Señor Juez Nacional: , abogado inscripto en el t. procuradores con el nº , f. , y en la de constituyendo domicilio en la calle, nº representación de doña , y en tal como surge del poder obrante en los autos que por divorcio y separación de bienes sigue mi parte a don , por ante V. S., solicitando su certificación, mi conferente tiene su domicilio real en la calle , a V. S. como mejor proceda en derecho digo: I Que vengo a iniciar demanda por alimentos y litis expensas, contra el esposo de mi mandante, don , con domicilio en la calle ; acción sumaria a la que V. S. hará lugar, para que el accionado pase una mensualidad alimentaria a contar desde la promoción de este juicio. II Antecedentes Tal como surge del expediente que solicito se certifique, y que se tramita ante V. S. y entre las mismas partes, se encuentra la partida de matrimonio, así como también la de los hijos de mi poderdante. La promoción de esta acción alimentaria se ha hecho inaplazable, por la carencia de una mensualidad que permita subsistir decorosamente y no tener bienes propios con qué hacerlo, por lo cual solicito de V. S. así lo provea, conforme a lo que dispone el art. 207, ley 23.515. III El caudal (1) El caudal ha sido expuesto ya en el juicio de divorcio en el rubro “Separación de bienes”, pero de igual modo denuncio en nombre de mi representada las ganancias mensuales del negocio de frutos al por mayor en la cantidad de por mes. Por lo expuesto, y ante tal situación, V. S. deberá proveer a la cantidad que crea justa y equitativa, debiendo tener en cuenta que debe atender a la subsistencia de sus hijos, así como también a la educación y vestimenta. Por lo expuesto V. S. deberá señalar una audiencia para que declare el demandado y haga los descargos de rigor (2). IV El derecho El derecho mi parte lo funda en los arts. 207 y 209 de la ley 23.515 cap. X y 638 y 651 del Cód. de Proc. (3). V Litisexpensas Que atento a la carencia total de recursos de mi representada para la prosecución de las acciones iniciadas, solicito que V. S., conforme a lo que disponen los artículos citados, fije la cantidad (4) (5) que crea justa y equitativa con relación a estos obrados, al de divorcio y separación de bienes, todo con arreglo a los arts. 651 del Cód. de Proc. y 638 del C. P. C. VI Ofrece pruebas Testimonial: Los testigos que ofrezco son los siguientes: don , quienes depondrán al tenor del siguiente interrogatorio: 1º) Por las generales de la ley: 2º) Para que digan si saben y les consta que la actora vive en la máxima indigencia en compañía de sus dos hijos menores, de tres y siete años respectivamente. 3º) Para que digan si saben y les consta que la salud de la actora es en extremo precaria. 4º) Para que digan si saben y les consta que el demandado se despreocupa totalmente de la contribución alimentaria al hogar formado por él. VII Petitorio 1º) Me tenga por presentado, por parte y por constituido el domicilio. 2º) Se señale audiencia como se pide, bajo apercibimiento del art. 640 del C. P. C. 3º) Se fije una cuota alimentaria (6) (7) y para la litis expensas (8). 4º) Solicito costos en su oportunidad. Será justicia. NOTAS DEL AUTOR (*) Se aplica cuanto al caso de oposición de uno de los cónyuges como en el supuesto que no pueda obtenerse la conformidad del otro por ignorar su domicilio, según jurisprudencia reiterada (“LA LEY”, t. 145, p. 413, fallo 28.200). El consentimiento es para vender, no para gravar, de allí que en caso de juicio se ordene el remate (“LA LEY”, t. 146, p. 235, con nota del Dr. Martínez Ruiz). Puede darse el caso que los cónyuges asuman la responsabilidad de firmar, pero llegado el caso de escriturar, uno de ellos no presta conformidad; responden por el art. 1063 del C. C. (“LA LEY”, t. 146, p. 235, nº 9). Para el caso de que un inmueble fuera adquirido después de la separación conyugal, no es necesario el consentimiento, pues traería inseguridad en las operaciones inmobiliarias (“LA LEY”, t. 141, p. 46). La nulidad que pueda provocar la falta de consentimiento es relativa y puede confirmarse por el art. 1078 del Cód. Civil (“LA LEY”, t. 142, p. 248, nº 9. Ver nota en “LA LEY”, t. 147, p. 1052). (1) Para obtener la autorización se reunieren los elementos básicos; precio, forma de pago, garantías y no sólo decir que se quiere vender. (“LA LEY”, t. 139, p. 795, 24.269). (2) La negativa debe responder a una justa causa (“LA LEY”, t. 144, p. 586, 27.269). (3) Es para proteger al cónyuge no administrador que en vías de disolución de la sociedad, puede enajenar real o simuladamente (“LA LEY”, t. 142, p. 461). (4) Resulta arbitrario si la cónyuge se opone a la venta de un bien que da pérdidas y provoca el estancamiento de la sociedad conyugal (“LA LEY”, t. 144, p. 586, 27.478). (5) El precio de venta no se divide entre los cónyuges por partes iguales para que cada uno disponga de la mitad, ya que a pesar que el precio es ganancial, cae bajo la administración y dis-posición exclusiva del enajenante sustituyendo el dinero al bien enajenado para una sub-ordinación real. (“LA LEY”, t. 147, p. 739, 29.275 y una interesante nota en “LA LEY”, t. 144, p. 1054). (6) Los testigos deben tener conocimiento personal de sus respuestas y deben dar la razón de sus dichos (“LA LEY”, t. 143, p. 599, 26.833). También puede decirse que ha abandonado el hogar y que se encuentra en el domicilio que se denuncia, se la notifica bajo apercibimiento de darse la autorización. (1) El derecho que surge del art. 1295, Cód. Civil, como medida precautoria, ha sido admitido también en favor del esposo a partir de la sanción de la ley 11.357, pero para ello es necesario la promoción del respectivo juicio de divorcio y separación de bienes de los cónyuges (“LA LEY”, t. 94, p. 405). Unicamente es posible realizarla antes si de las circuns-tancias del caso plenamente acreditadas resultara un peligro en la demora (“LA LEY”, t. 43, p. 684; t. 51, p. 806), y no pueden ejercerse en forma abusiva o con un propósito de hostilidad (“LA LEY”, t. 110, p. 951, 9083-S). Debe tenerse presente que durante el juicio de divorcio no se admite la producción de prueba relativa a los bienes de la sociedad conyugal (“LA LEY”, t. 109, p. 978, 8737-S). (2) La acción nace tan solo para el cónyuge inocente del divorcio en razón de la sentencia que así lo declara que modifica el art. 1306, por el art. 2º de la ley 23.515. En lo que se refiere a la liquidación de la sociedad conyugal, no tiene carácter incidental respecto al juicio de divorcio, sino más bien un proceso ejecutivo de la sentencia que ordena su disolución, y en caso de plantearse cuestiones complejas, es aconsejable la vía cuyos trámites permitan la más amplia dilucidación del pleito con todas las garantías para las partes; entre ellas, correr traslado del pedido de liquidación, a los efectos de la debida sustanciación del proceso, luego de lo cual, y de ser contestado, se estará en condiciones de resolver acerca de la prueba (Cám. Civ., sala E, “LA LEY”, t. 110, p. 933, 8890-S). La sala D, al respecto, también sostiene que la división de los bienes se haga a la ley para la división de las herencias, por lo que los bienes deben tasarse, tomándose en cuenta los valores actuados (“LA LEY”, t. 109, p. 979, 8749-S). Sobre adquisición de bienes después de la separación, orientación doctrinal y jurisprudencia que tiene por fin resguardar al cónyuge inocente respecto al culpable sobre los bienes adquiridos por el primero con posterioridad a la separación: BORDA, “Familia”, t. 1, nº 430 c. y 439; SPOTA, “La sociedad conyugal y la separación de hecho entre cónyuges”, en “J. A.”, t. 1946-III, p. 662; Cám. Civ., sala B, “LA LEY”, t. 90, p. 439; y el art. 439 del proyecto del Código Civil argentino de 1936. Esto se resolvió en la causa 61.383, sala B, 13/11/59. (3) Salvo el testimonio de poder, siempre que no sea general (ver art. 47 del C. P. C.), conviene acompañar todas las partidas, pidiéndose sus duplicados al Registro sacando fotocopias; el exceso de trabajo en los juzgados, hace que ello sea conveniente. (4) La preferencia en el cónyuge inocente debe jugar siempre que no haya importantes razones para dejarla de lado, pues en materia de familia no se adoptan reglas rígidas; una razón de justicia exige apartarse de esa regla (“LA LEY”, t. 112, p. 412), aconsejando mantener la situación en el momento de interponer la demanda (“LA LEY”, t. 112, p. 784, 9571-S); pudiendo ser revistas las decisiones judiciales cada vez que se entienda vulnerado el interés jurídico (“LA LEY”, t. 111, p. 676), ya que no hay resoluciones definitivas al respecto. Así, como en cuanto al derecho de visita, no causan instancia las resoluciones (“LA LEY”, t. 109, p. 984, 8794-S y t. 106, p. 488). Dadas las circunstancias del caso, y mientras se sustancia el divorcio, debe pedirse la tenencia provisional de los hijos (ver art. 11 de la ley 10.903. Advertencia en la cita de jurisprudencia referida a la ley 10.903 fue modificada.). En cuanto al procedimiento para llegar a la pérdida de la patria potestad, no hay diferencia con los incidentes que se refieren a la tenencia de los hijos (“LA LEY”, t. 112, p. 798, 9690-S). Así, tanto el marido como la mujer no tienen derecho de preferencia, sino que es el interés del menor el que juega (“LA LEY”, t. 105, p. 65). (*) Ver modelo siguiente sobre alimentos. Para litigar sin gastos, ver modelo. Ver art. 649, C. P. C. La competencia surge del último domicilio conyugal. (1) Exponer el caudal económico del alimentante. A tal fin puede pedirse al juez que solicite informes por medio de oficios, acerca de toda clase de entradas que pueda obtener el demandado por alimentos, como sueldos, aguinaldos, horas extras, bonificaciones, etcétera. (2) El art. 639 del C. P. C. prescribe una audiencia obligatoria. (3) Debe acreditarse el vínculo de matrimonio y de los hijos; probado el caudal económico se puede pedir se dicte sentencia a sus efectos (Ver arts. 639 y 643 del C. P. C.). (4) Puede ocurrir que el alimentante apele de la fijación de alimentos; si la Cámara modifica las cuotas rebajando las fijadas por el juez, no se devuelve la diferencia pagada de más. (5) Una vez fijada la cuota definitiva, se debe practicar una liquidación en autos, y puede ocurrir que el saldo a pagar por quien debe los alimentos sea muy elevado para su capacidad económica; en este caso se puede pedir su reajuste en cuotas. (6) El juzgado puede oficiar al banco, para que pague las cuotas depositadas por el obligado en forma directa a la persona beneficiada con la cuota alimentaria. (7) Téngase en cuenta que si el obligado no tiene ingresos fijos, puede probarse por cualquier medio de prueba su capacidad económica, aun por medios indirectos. (8) En el caso de pedirse litisexpensas cuando se inicia el juicio de divorcio, que es el único caso que corresponde, conviene no pedir certificación de las partidas de un juicio a otro pues el cúmulo de trabajo y razones de orden práctico aconsejen acompañar un doble juego de partidas, o bien un juego de partidas y sus fotocopias; se pide la certificación de éstas, y se simplifica así el procedimiento, tanto en este tipo de juicio como cualquier otro que haya que certificar. (1) Los diversos artículos que van insertos, corresponden a distintos institutos, por lo que conviene adecuarlos al pedido de alimentos y verificarlos por el Código Civil o leyes respectivas. Cargas de la sociedad conyugal: arts. 1275 y 1300, Cód. Civil. Derechos y obligaciones de los parientes: arts. 367 a 376, Cód. Civil. Ley de adopción: ART 4 de LEY 24.779 actualmente vigente. De la administración de la tutela, arts. 412, 416, 423, 427 a 430, 438, 443 y 450, Cód. Civil. De la patria potestad (Ver art. 5º de la ley 23.264). Cesión de alimentos, art. 1453, Cód. Civil. Demanda por bienes conyugales — Responsabilidad de cada cónyuge — Sociedad conyugal — Plenario de la Cámara Nac. Com. LA LEY 3/10/75, F. 72.454. El hecho de que un bien figure como adquirido por uno de los cónyuges es suficiente para excluirlo de la acción de los acreedores del otro; sin perjuicio de ello, los acreedores de uno de los cónyuges están facultados para agredir dicho bien: a) cuando se ha constituido la obligación para atender las necesidades del hogar, gastos de conservación de los bienes comunes o educación de los hijos (en relación a los frutos; art. 5º, ley 11.357 —Adla, 1920-1940, 199—); o b) probando que aquel bien ha sido ilegítimamente sustraído a la responsabilidad que le es debida. Todo ello sin perjuicio que por aplicación derivada de la carga procesal, y tomando en consideración cada situación particular que se plantee, el cónyuge agredido deberá aportar los elementos probatorios que hagan a la relación procesal trabada, según sus hechos relevantes. En el régimen del art. 5º de la ley 11.357 (Adla, 1920-1940, 199) —aún vigente— la mujer casada no responde, por las deudas del marido, con “los bienes gananciales que ella adquiera”, en tanto este responde, por sus propias deudas, con los “gananciales que él administre”. Cada uno de los cónyuges no responde, con los bienes que administra, por las deudas que contrae el otro, con excepción del supuesto que prevé el art. 6º de la ley 11.357 (Adla, 1920-1940, 199) de alcance limitativo y cuyo presupuesto fáctico debe ser probado por quien lo alega. El actual art. 1276 del Cód. Civil no deja a cargo de la mujer la acreditación de haber adquirido el bien con fondos de su pertenencia. El automotor ganancial adquirido por la mujer a su nombre, y perteneciente por tanto a su propia administración, queda fuera de los poderes de agresión del acreedor del marido que lo ejecuta. El actual art. 1276 del Cód. Civil ha querido significar que cada uno de los cónyuges administra los bienes que adquiere, sea cual fuese la manera de adquisición. NOTA: El domicilio del menor determina la competencia territorial de la acción de guarda. Ver 18.321, CS 2002/03/12 MM; Doctrina Judicial, año XVIII, nº 27, p. 677. NOTA: En el régimen de alimentos debe tenerse en cuenta la ley nº 269 del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por el cual se legisla el Registro de Deudores Alimentarios Morosos, como así nuevas penas por incumplimiento de las responsabilidades parentales. NOTA: En el régimen de alimentos debe tenerse en cuenta la ley nº 269 del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por el cual se legisla el Registro de Deudores Alimentarios Morosos, como así nuevas penas por incumplimiento de las responsabilidades parentales. ALIMENTOS — Fecha desde la cual comienza la obligación — Fijación del “quantum” — Prueba 1. Los alimentos deben pagarse desde la fecha en que se interpuso la demanda y no desde la fecha de mediación, pues en esta etapa el reclamante simplemente formaliza una pretensión que no constituye técnicamente una demanda, pues por ésta sólo debe entenderse la iniciación del proceso judicial. 2. Para fijar la cuota alimentaria no es necesario que la justificación de los ingresos del obligado resulte de prueba directa, basta la meramente indiciaria, porque no se trata de la demostración exacta de su patrimonio sino de contar con un mínimo de elementos que permitan ponderar su capacidad económica que dará pautas necesarias para estimar el quantum de la pensión en relación con sus posibilidades. 18.809 — CNCiv., sala E, 2002/08/13. — S., M. B. c. B., R. N. Doct. Jud., año XVIII, Nº 43.