Directrices para cumplimentar las notificaciones de reacciones

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Directrices para cumplimentar las notificaciones de reacciones adversas1 con vistas a su publicación
Directrices para cumplimentar las notificaciones de reacciones adversas1 con vistas a
su publicación
[Versión en español del artículo “Guidelines for submitting adverse event reports for publication”, publicado simultáneamente
en las revistas: Drug Safety 2007;30(5):367-373 y Pharmacoepidemiology and Drug Safety 2007;16:581-587].
William N. Kelly,1 Felix M. Arellano,2,3 Joanne Barnes,4 Ulf Bergman,5 Ralph I. Edwards,6 Alina M. Fernandez,7
Stephen B. Freedman,8 David I. Goldsmith,9 Kui A. Huang,10 Judith K. Jones,11 Rachel McLeay,12 Nicholas
Moore,13 Rosie H. Stather,12 Thierry Trenque,14 William G. Troutman,15 Eugene van Puijenbroek,16 Frank
Williams17 y Robert P. Wise18
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
William N. Kelly Consulting, Inc. Oldsmar, Florida, USA
Risk Management Resources, Bridgewater, New Jersey, USA
Risk Management Resources, Zaragoza, Spain
University of Auckland, Auckland, New Zealand
Karolinska Institute, Stockholm, Sweden
Uppsala Monitoring Centre, Uppsala, Sweden
TAP Pharmaceutical Products, Inc., Lake Forest, Illinois, USA
The Hospital of Sick Children, Toronto, Ontario, Canada
Goldsmith Pharmacovigilance and Systems, New York, New
York, USA
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
Pfizer Pharmaceuticals, New York, New York, USA
The Degge Group, Ltd., Arlington, Virginia, USA
Wolters Kluwer Health, Auckland, New Zealand
Université Victor Segalen, Bordeaux, France
Centre Hospitalier Universitaire, Reims, France
University of New Mexico, Alburquerque, New Mexico, USA
Netherlands Pharmacovigilance Centre, ‘s-Hertogenbosch,
The Netherlands
17. United States Navy, Bethesda, Maryland, USA
18. United States Food and Drug Administration, Rockville,
Maryland, USA.
Resumen
La publicación de sospechas de reacciones adversas a medicamentos en los que se incluyen fitoterapia, medicinas
alternativas, vacunas u otros productos biológicos y sanitarios es importante para la vigilancia post-comercialización. La
publicación puede reforzar señales importantes planteadas en estas notificaciones de reacciones adversas. Por desgracia,
la falta de información fundamental en los casos publicados puede limitar el valor de dichas publicaciones, al no
proporcionar suficientes detalles tanto respecto a 1) el diagnóstico diferencial o la valoración inicial de la asociación causaefecto, como a 2) una explicación biológica o farmacológica razonable .Si está adecuadamente descrita, la publicación de
una o más reacciones adversas puede proporcionar una señal útil de posibles riesgos asociados con el uso de un
medicamento que podría requerir investigaciones posteriores. En una revisión realizada por un grupo de autores, se
encontró que en la mayoría de las principales revistas los requisitos para publicar casos de reacciones adversas eran
mínimos, y algunas no tenían ninguno. Tomando como base una revisión de la literatura y nuestra experiencia en la revisión
de notificaciones de reacciones adversas en el ámbito regulador, académico y de la industria farmacéutica, hemos
identificado la información que consideramos necesaria en toda presentación de un caso de sospecha de reacción adversa
para su publicación. Estas directrices han sido respaldadas por la Sociedad Internacional de Farmacoepidemiología (ISPE;
www.pharmacoepi.org) y la Sociedad Internacional de Farmacovigilancia (IFOP; www.isoponline.org) , y son de acceso libre
en las páginas web de estas sociedades. Estas sociedades recomiendan su amplia difusión, y que las revistas biomédicas
adopten estas guías y las apliquen a los casos que les envíen para publicación. También animan a las facultades de
medicina, farmacia y enfermería a incorporarlas dentro de los programas orientados a la detección, evaluación y notificación
de sospechas de reacciones adversas a medicamentos.
1. Introducción
La publicación de casos de reacciones adversas
representa una parte importante en el seguimiento
post-comercialización de la seguridad de
medicamentos que incluyen fitoterapia, medicinas
alternativas, vacunas y otros productos biológicos y
sanitarios. La publicación de estos casos ayuda a
identificar riesgos potenciales asociados a
medicamentos, y sirve como señales de posibles
reacciones adversas que requerirán estudios
posteriores más formales. Si están adecuadamente
documentadas, las publicaciones de casos de una o
más reacciones adversas pueden ayudar a alertar a los
médicos de estos posibles efectos. Lo que es aún
más importante, pueden desarrollarse hipótesis de
efectos asociados a medicamentos que podrán
evaluarse y cuantificarse formalmente en ensayos
clínicos y estudios observacionales. Por último, este
proceso proporciona a los responsables de tomar
decisiones una comprensión más completa del
potencial de beneficio y riesgo de un medicamento.
En general, la publicación de casos de reacciones
adversas surge cuando el profesional sanitario, en el
curso de la práctica asistencial habitual, sospecha
1 En el original utilizan “adverse event report” cuando existe una relación causal con el medicamento, por lo que se ha traducido por
“reacción adversa”
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que puede darse una relación causal entre un
medicamento y una reacción adversa. Además de
notificar este caso, o serie de casos, en respuesta a las
recomendaciones o normas sanitarias vigentes, el
profesional o las propias autoridades competentes
pueden, asimismo, decidir el envío de estas
observaciones a una revista biomédica para su
publicación.
Los casos de reacciones adversas publicados en
revistas biomédicas pueden tener un impacto clínico
significativo, especialmente los casos raros, que
pueden no haber sido detectados en ensayos clínicos.
Pueden suponer señales de posibles problemas,
incrementar la sensibilidad hacia posibles asociaciones,
y estimular futuras notificaciones. Es posible que los
lectores asuman que estas publicaciones de sospechas
de reacciones adversas han pasado un intenso filtro
previo, tanto de revisión editorial, como de revisión por
pares; la revista debe indicar claramente cuál es la
situación a tal respecto. En cualquier caso, está
demostrado que la cantidad de información varía en las
notificaciones publicadas (1-13). Su valor se limita, e
incluso pueden confundir cuando falta información
relevante del paciente, de la reacción, o de todas las
exposiciones potencialmente relevantes, del proceso
clínico de toma de decisiones, y, lo que es más
importante, de las posibles etiologías alternativas.
Incluso cuando contienen toda la información
fundamental, con frecuencia no se puede llegar a un
diagnóstico definitivo del efecto adverso.
Es posible que varios casos (serie de casos)
proporcionen una señal más potente que uno solo,
aunque también pueden limitarse a reflejar un factor de
confusión sistemática por la indicación o por otros
sesgos. Estos casos pueden constituir el fundamento
de nuevas hipótesis, pero no pueden proporcionar
información cuantitativa sobre el riesgo de la población,
porque representan una proporción desconocida de las
reacciones adversas asociadas a un medicamento
(numerador desconocido debido a infranotificación), y
no se conoce el número total de pacientes expuestos
(denominador desconocido). Tampoco pueden
proporcionar una información equilibrada sobre los
factores de riesgo para dicho acontecimiento. Para
identificar y cuantificar los factores de riesgo, es preciso
realizar estudios epidemiológicos basados en la
población.
2. La necesidad de directrices para la
publicación de sospechas de reacciones
adversas
En revisiones y editoriales previos se ha expresado
cierta preocupación sobre la calidad de las
publicaciones de reacciones adversas (1-13). En 1985,
en el contexto de una conferencia internacional,
diversos profesionales y editores de importantes
revistas médicas propusieron unas directrices
destinadas a las revistas para la revisión de casos de
sospechas de reacciones adversas presentadas para
su publicación (1). Otro grupo de trabajo designado por
las autoridades francesas también publicó unas
recomendaciones en 1997 (14). Sin embargo, en una
revisión reciente se encontró que en muchas de las
principales revistas los requisitos para publicar
sospechas de reacciones adversas seguían siendo
mínimos, y algunas no tenían ninguno (12).
3. Métodos
Debido a las deficiencias de muchos casos publicados
y a la incongruencia interna de los requisitos de
publicación, el Consejo Director de la Sociedad
Internacional de Farmacoepidemiología (ISPE) designó
en 2004 un grupo de trabajo para examinar la
necesidad de unas directrices aplicables a la
publicación de casos de reacciones adversas. Este
grupo estaba constituido por profesionales de EE.UU.,
Europa y Nueva Zelanda, expertos en farmacología
clínica, farmacoepidemiología, farmacovigilancia,
regulación de medicamentos, farmacia, plantas
medicinales, seguridad de medicamentos y
publicaciones biomédicas.
El grupo de trabajo realizó una revisión de la literatura
desde 1966 hasta 2005, para encontrar posibles
directrices anteriores aplicables a la publicación de
casos de reacciones adversas, y para evaluar la
necesidad de nuevas guías. Se realizó una búsqueda
en MEDLINE utilizando los términos ingleses adverse y
guidelines, y adverse y published. Se solicitaron otras
publicaciones relevantes sobre valoración de la
causalidad a expertos en este campo.
4. Resultados
La búsqueda de la literatura mostró una continua
preocupación sobre la calidad de los casos publicados
de reacciones adversas (2-13). En la revisión
solamente se encontró una guía disponible, publicada
en 1985 (1). Existe además otra guía, publicada en
1997, de difícil acceso (14). Las directrices originales
de 1985 se elaboraron a partir de la estructura e
información solicitada por las autoridades reguladoras
para la notificación de sospechas de reacciones
adversas, tales como el formulario 1639 de MedWatch
de la FDA (predecesor del actual formulario 3500 de
MedWatch) y el formulario del Consejo de
Organizaciones Internacionales de Ciencias Médicas
(CIOMS) usado por agencias reguladoras de todo el
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mundo. Además, también se valoraron para
identificar los elementos clave en las notificaciones
de los casos los elementos de información que se
han incluido en el proyecto de Intercambio Europeo
de Casos en Farmacovigilancia (EuroSCaPE,
European Single Case in Pharmacovigilance
Exchange) (parte del Sistema de Intercambio de
Datos Electrónico de la Unión Europea) que se ha
desarrollado en el documento E2B con los elementos
estándar para la transmisión electrónica de casos de
reacciones adversas, dentro de la Conferencia
Internacional de Armonización (ICH) (15, 16).
5. Las directrices
Con una amplia participación de miembros
interesados de las sociedades ISPE e ISoP, el grupo
de trabajo desarrolló las directrices que aquí se
presentan, que fueron aprobadas por los consejos
directivos de ambas organizaciones.
En la tabla I se recogen los datos elementales que el
grupo de trabajo recomienda se tengan en cuenta
cuando se elabora para publicación un caso de
sospecha de reacción adversa. Muchos de los
elementos que aparecen como «imprescindibles» en
los casos de sospechas de reacciones adversas
están basados en el estudio de la evaluación de la
causalidad de acontecimientos adversos de Hill (17)
y el trabajo de validación de Naranjo et al (18).
Aunque parte de que la información recomendada
pueda no ser relevante en casos concretos (como
por ejemplo errores de medicación o interacciones
farmacológicas), es necesario que los autores que
envían casos a publicación expliquen por qué falta
parte de la información recomendada, con el fin de
aclarar si tales datos existen pero no se incluyen, o
simplemente no existen. Además, el caso en
cuestión debe haber sido previamente notificado por
los autores a la autoridad correspondiente y, si es
posible, en el informe se especificará el número de
notificación, con el objeto de detectar la eventual
duplicación de casos que podrían incluirse también
en comunicaciones remitidas por las autoridades
para su publicación.
La información en los casos de reacciones adversas
debe ser suficiente para describir las características
del caso explicadas anteriormente. La extensión de
algunas comunicaciones será necesariamente más
larga que otras, debido a su complejidad; en
consecuencia, exigir que la notificación se ajuste a
un número concreto de palabras puede obstaculizar
una descripción adecuada, por lo que este requisito
debe evitarse.
6. Ejemplo de caso
El ejemplo de caso de la tabla II es completamente
ficticio, y en modo alguno implica causalidad para
ninguno de los fármacos mencionados.
7. Discusión
Las directrices propuestas en este trabajo describen
tres niveles de información esencial sobre sospechas
de reacciones adversas, que los autores deben
considerar en el momento de la redacción. La inclusión
de una información lo más completa posible permitirá
un diagnóstico diferencial más estructurado y claro del
acontecimiento. Estas directrices están basadas en las
guías originales para publicación de sospechas de
reacciones adversas publicadas en el Drug Information
Journal en 1985 (1).
La publicación de casos con arreglo a las directrices
aquí presentadas cumple tres objetivos principales. En
primer lugar, los casos de reacciones adversas bien
documentados pueden alertar a los médicos del posible
riesgo de una reacción adversa asociada a un
medicamento; esta mayor sensibilidad puede permitir
diagnósticos más tempranos en casos posteriores, con
un mejor pronóstico debido a un tratamiento más
precoz, incluyendo la posibilidad de suspender la
medicación sospechosa.
En segundo lugar, para las autoridades reguladoras y la
industria farmacéutica, que deben evaluar
cuidadosamente los casos de reacciones adversas, una
información completa y sólida como la propuesta en las
directrices es fundamental para ayudar a identificar
posibles factores de riesgo asociados y establecer el
diagnóstico diferencial de una reacción adversa. Los
efectos adversos raros pueden también contribuir a
desarrollar la definición de caso para estudios
epidemiológicos.
En tercer lugar, las directrices pueden emplearse en
calidad de marco docente para la evaluación de las
sospechas de reacciones adversas. Este marco
destaca la necesidad de que los médicos incluyan en
su diagnóstico diferencial de cualquier nuevo
acontecimiento médico una posible causa
farmacológica, y subraya la información importante que
hay que considerar cuando se evalúa una sospecha de
reacción adversa a un medicamento.
No proporcionar una información bien documentada en
los casos publicados puede tener resultados negativos.
Cuando la publicación de una sospecha de reacción
adversa asocia una reacción con un medicamento
concreto, este dato puede ser sobreinterpretado por los
médicos en el sentido de una relación causal
confirmada. Sin embargo, si la información es
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Tabla II. Ejemplo de caso
ANTECEDENTES: Los casos publicados de reacciones adversas carecen con frecuencia de la información adecuada para evaluar la relación
de causalidad. Por lo tanto, se han desarrollado directrices para mejorar el contenido de la información relevante en torno al caso.
OBJETIVO: Ejemplificar la aplicación de las directrices a la publicación de un caso clínico.
CASO: Un hombre de 75 años de edad, de raza blanca, consultó a su médico por aumento de cansancio y sensación de pesadez en
hemiabdomen derecho desde la semana anterior. Tenía antecedentes de artrosis de larga evolución, en tratamiento con ibuprofeno (1 o 2
comprimidos de 200 mg al día) o paracetamol (acetaminofen) a demanda (máximo 1 o 2 comprimidos de 500 mg/día), y se prescribió
asimismo diclofenaco 75 mg dos veces al día en caso de un dolor más intenso. Aproximadamente 4 semanas antes de la consulta, debido a
un empeoramiento de la artrosis, se le había prescrito el AINE X aprobado recientemente (nombre de la marca®) xxxmg dos veces al día, que
había tomado regularmente desde entonces. Su historia incluía hipertensión e hiperlipidemia tratadas sin problemas con ramipril y simvastatina
durante varios años. Su ingesta semanal de alcohol era de 5-6 vasos de vino, no tenía historia de enfermedad hepática, no había viajado
recientemente, era sexualmente estable y no tenía antecedentes de abuso de drogas. En la consulta la exploración física era normal, sin fiebre
ni otros signos de infección o inflamación. Los resultados de las pruebas de laboratorio fueron: ALT 780U/L (10 veces por encima del límite
superior de la normalidad [x LSN), AST 792 U/L (10 x LSN) y fosfatasa alcalina 192 U/L (2,5 x LSN), bilirrubina normal. No tenía signos de fallo
hepático ni de deterioro de la función renal. La ecografía hepática era normal. La serología para hepatitis B y C fue negativa, con marcadores
positivos de hepatitis A previa. No se realizó biopsia hepática, y no se determinaron las concentraciones séricas de fármacos. Se retiró el
fármaco X y las concentraciones de AST y ALT disminuyeron a aproximadamente 5 x LSN en 1 semana, y se normalizaron en 1 mes. Su nivel
de fosfatasa alcalina permaneció ligeramente elevado. No se realizaron cambios en ninguna de sus otras medicaciones. Continuó utilizando
analgésicos sin prescripción y diclofenaco a demanda, durante este periodo.
DISCUSIÓN: Puesto que no se realizó biopsia hepática, los datos disponibles sólo permiten un diagnóstico de lesión hepatocelular (20). La
historia médica, demográfica y personal de este paciente no sugiere ninguna enfermedad hepática subyacente (20, 21). La secuencia temporal
del comienzo del nuevo fármaco y del inicio de la enfermad es consistente con una lesión hepatocelular por el medicamento. Aunque no se
intentó la reexposición, la rápida mejoría de los niveles de enzimas hepáticos después de la retirada del fármaco X (es decir, retirada positiva)
sugiere una asociación entre la lesión hepática y el uso del fármaco. La clara regresión de las enzimas hepáticas a pesar del uso continuado
de los otros fármacos hace improbable su asociación. El consumo regular de alcohol y paracetamol podría haber contribuido al
acontecimiento. No existían datos de hepatitis viral actual (serología negativa de hepatitis B y C, hepatitis A antigua), ni de infección o litiasis
biliar. Es posible que existan otras causas de lesión hepatocelular (por ejemplo, otros virus o exposiciones a tóxicos), pero la historia clínica no
las sugiere. No había un claro abuso de alcohol o uso de otras medicaciones hepatotóxicas o plantas. En la búsqueda realizada en
Reactions® no se encontraron notificaciones publicadas de reacciones adversas similares con el fármaco X. Aunque las reacciones adversas
hepáticas no se mencionan en la ficha técnica del fármaco X, se han notificado reacciones hepáticas con otros fármacos del mismo grupo
terapéutico o químico.
CONCLUSIÓN: Nuestra opinión es que es verosímil una relación entre el fármaco y la aparición de una aparente hepatitis, y los prescriptores
y usuarios del fármaco X deben estar alerta ante la posibilidad de estas reacciones adversas. Este caso se ha notificado a las Autoridades
Sanitarias (registrado con el número 06-xxxx) y al laboratorio fabricante.
incompleta, pueden faltar aspectos clave de la posible
asociación, sobre todo si la reacción adversa puede
también relacionarse estrechamente con la indicación
del fármaco («confusión por indicación»), o con nuevos
síntomas emergentes relacionados con la indicación
(«sesgo protopático») o, por último, asociarse con otros
tratamientos concomitantes utilizados junto con el
fármaco sospechoso. Una información inadecuada
sobre el riesgo podría dar lugar a que el médico dejara
de prescribir un fármaco que podría ser en realidad útil.
Además, la publicación múltiple de un solo caso
insuficientemente documentada, bien en dos revistas o
como un caso aislado y posteriormente dentro de una
serie, sin que se incluyan documentación o referencias
adecuadas, puede llevar a una doble contabilización,
con los consiguientes problemas en el caso de
reacciones adversas poco frecuentes.
La notificación de un caso, ¿debe requerir el
consentimiento del paciente? Hasta hace poco tiempo
no se requería tal consentimiento, y como en las
publicaciones los casos se describen de manera
anónima, la posibilidad de identificación del paciente
queda restringida a un número muy pequeño de
médicos activos en el mismo centro. Sin embargo, en
vista de la importancia que se concede actualmente a
las recomendaciones éticas y de confidencialidad, lo
ideal sería solicitar el consentimiento antes de realizar
una comunicación detallada del caso, puesto que el
paciente podría ser identificable. Sin embargo, este
permiso puede ser menos importante en las series de
casos, que contienen menos datos sobre pacientes
individuales. Dado que los reglamentos y usos en
materia de confidencialidad varían en función de los
países, puede ser aconsejable consultar la Agencia de
Protección de Datos, si existe, y, si se tiene duda,
obtener el consentimiento del paciente.
El creciente interés por la seguridad de los
medicamentos en la pasada década ha puesto de
manifiesto nuestra falta de conocimiento sobre
alteraciones asociadas a muchos fármacos, tales como
la necrosis hepática y las anomalías del intervalo QT.
Una descripción cuidadosa de las características
clínicas relevantes en los casos publicados puede
contribuir a aumentar nuestro conocimiento de la
seguridad de los medicamentos, que es esencial para
que los médicos prescriptores y los pacientes puedan
sopesar adecuadamente los riesgos y beneficios
previsibles en sus decisiones terapéuticas.
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Directrices para cumplimentar las notificaciones de reacciones adversas1 con vistas a su publicación
ISPE e ISoP solicita a las revistas biomédicas y a sus
editores que adopten estas recomendaciones y anima
encarecidamente a las facultades de medicina,
farmacia y enfermería para incorporarlas en sus
programas.
Agradecimientos
No se ha recurrido a ninguna fuente de financiación para elaborar
estas directrices, y los autores no están sujetos a ningún conflicto
de intereses que sea directamente relevante para el contenido de
las mismas. Este trabajo ha sido enviado por la Sociedad
Internacional de Farmacoepidemiología (ISPE) y la Sociedad
Internacional de Farmacovigilancia (ISoP)*. Todos los autores
participaron como miembros de ISPE o de ISoP, y los puntos de
vista expresados no manifiestan necesariamente posiciones de su
gobierno, institución o compañía.
ISPE tiene como misión la promoción de la salud pública. Se trata
de un foro internacional abierto para el intercambio de información
científica entre académicos, administraciones e industria para el
desarrollo de políticas; es asimismo proveedor de formación y
defensor de la farmacoepidemiología y la gestión del riesgo
terapéutico. ISoP es una organización científica internacional no
lucrativa, destinada a fomentar la farmacovigilancia, tanto
científica, como educacionalmente, y a mejorar todos los aspectos
de la seguridad y el uso adecuado de los medicamentos en todos
los países. ISPE e ISoP celebran reuniones y simposios
periódicos encaminados a poner en común experiencias y
objetivos. Ambas sociedades respaldan estas directrices y apoyan
su publicación.
(*) Las «Directrices para cumplimentar las notificaciones de
reacciones adversas con vistas a su publicación», publicadas
simultáneamente en Drug Safety 2007; 30(5): 367-73 y en
Pharmacoepidemiology and Drug Safety 2007;16: 581-7, son un
documento de acceso libre, sin copyright asignado, que puede ser
reproducido, copiado o citado sin permiso, con la condición de
que su contenido permanezca inalterado.
Traducción elaborada por Gloria Manso y Carmen Esteban
(Grupo de Trabajo del Comité Técnico del SEFV-H) y
revisado por Mª Luisa Romana García (Profesora titular de
traducción especializada. Universidad Pontificia Comillas
(Madrid)) y por Mariano Madurga (Agencia Española de
Medicamentos y Productos Sanitarios, www.agemed.es).
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Tabla I. Información a considerar en la presentación de una notificación de reacción adversa para su publicación
Categoría
Información
Imprescindible
Coherente con el contenido de la notificación
Altamente deseable
Si es relevante
Grupo de edad, sexo
Edad exacta, peso
Enfermedad o síntomas que están siendo tratados con el fármaco
sospechoso
Historial médico relevante para la reacción adversa
Duración de la enfermedad
Resultados anormales de exploración o laboratorio. En caso de
uso del medicamento fuera de indicación, documentar el motivo
Presencia o ausencia de muerte, circunstancias que comprometen
la vida, ocasionan hospitalización o prolongación de la
hospitalización o incapacidad significativa
Resultados basales de laboratorio con el rango de
valores normales del laboratorio
Situación varios meses después del acontecimiento
adverso
Altura, raza y etnia, estado obstétrico, índice de masa corporal,
ocupación
Gravedad de la enfermedad / síntomas. Tratamiento previo de la
enfermedad activa
Historia de alcohol, tabaco y sustancias de abuso, circunstancias
sociales relevantes, historia familiar, fármacos que toman las
personas con las que convive
Resultados físicos negativos pertinentes
Dosis
Fármaco sospechoso identificado por nombre genérico. Los
productos de fitoterapia deben ser identificados por los dos
términos en latín de los ingredientes de la planta, las partes de la
planta, y el tipo de preparación (ej.: planta cruda o extracto).
Nombre comercial y nombre del fabricante para los productos
industriales.
Dosis aproximada, duración del tratamiento
El nombre comercial del medicamento sospechoso con la
dosis y la unidad. Para los extractos de plantas, el tipo y
la concentración del solvente de extracción utilizado. Para
los productos de plantas, establecer si el producto está
autorizado o tiene licencia, y si se ha obtenido una
muestra para análisis y cuál ha sido el resultado.
Dosis exacta, fechas de inicio y final
Administración
Conexión reacción-fármaco
Duración del tratamiento antes de la reacción adversa
Título
Paciente
Demografía
Estado actual de salud
Historial médico
Exploración
Situación del paciente
Fármaco
Identificación
Tratamientos concomitantes
Reacción adversa
Discusión
Evaluación de la posible contribución de tratamientos
concomitantes
Descripción de la reacción adversa y su gravedad comparada con
definiciones establecidasa. Desenlace de la reacción adversa.
Incluir la presencia o ausencia de datos que apoyen una relación
causal, incluyendo la secuencia temporal, el efecto de la retirada y
de la reexposición (o razón por la que esto no fue posible) (18)
Discusión de comunicaciones previas de la reacción adversa en
revistas biomédicas, y en la ficha técnica.
Exposición previa al medicamento o grupo farmacológico.
Factores de riesgo subyacentes
Vía
Intervalo primera dosis-reacción, intervalo última dosisreacción
Descripción de los tratamientos concomitantes, incluidos
los de no prescripción, plantas o medicinas alternativas
Descripción de la reacción adversa y su gravedad, fecha
de inicio y duración de la reacción adversa
Procedimientos diagnósticos realizados para confirmar el
diagnóstico final. Plausibilidad biológica. Evaluación de
causas alternativas
Discusión de notificaciones previas de las agencias
reguladoras
Formulación del producto. Para los productos industriales
derivados de plantas, si el producto fue estandarizado para qué
constituyentes y concentración, y para los extractos, la relación
fármaco-extracto
Concentración del fármaco en el suero o en otros fluidos. Fechas
de reinicio
Adherencia del paciente al tratamiento
Intervalo resolución-última dosis
Dosis de inicio y fin de los tratamientos concomitantes
Descripción de cada caso si está implicado más de un paciente.
Tratamiento específico de la reacción adversa
Para notificaciones de series de casos, seguir las
recomendaciones de Edwards et al (19)
Discusión de los estudios clínicos planificados o en desarrollo en
relación con la reacción adversa
(a): Utilizar los criterios de la conferencia de consenso, cuando sea posible
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