Ciudad Vieja de Jerusalén

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JERUSALEN: LA CAPITAL DE TIERRA SANTA
Ya sea por motivos religiosos o meramente turísticos, Jerusalén y por
extensión Israel, es uno de los destinos más solicitados de Oriente Próximo.
Ciudad Vieja de Jerusalén
En el centro neurálgico de Jerusalén se encuentra la Ciudad
Vieja abrazada por una muralla de unos cuatro kilómetros,
con siete puertas y más de treinta torres. Si se entra por
la Puerta de Sión, el primer barrio que encontramos es el
armenio, donde vive una de las cuatro comunidades que
residen en el núcleo antiguo de Jerusalén.
Dejando atrás el barrio armenio se llega al Muro Occidental,
conocido todavía por muchos como Muro de las Lamentaciones. Dejó de llamarse así con la creación del Estado de
Israel ya que muchos judíos iban allí a lamentarse por no
tener su propio país. El muro o kotel es el único vestigio
del segundo templo de Jerusalén, destruido por el romano
Tito en el siglo I. Es un lugar eminentemente espiritual
ya que a él acuden tanto hombres como mujeres eso sí,
por separado, para rezar y para introducir sus deseos en
pequeños papeles que insertan entre las piedras. Todos los
hombres que visitan este lugar deben mostrar su respeto
cubriéndose la cabeza, no así las mujeres ya que sólo se
deben cubrir aquellas que son religiosas. En las calles
adyacentes al kotel encontramos el barrio judío donde
destaca el moderno Centro Davidson, el Cardo, del cual
quedan algunas columnas, algunos arcos y mosaicos, y la
Ciudadela de David.
Justo detrás del muro se encuentran los dos templos
árabes más importantes de la ciudad vieja: la mezquita de
Al Aqsa y la mezquita de Umar, más conocida como Domo
de la Roca, cuya inmensa cúpula dorada es uno de los símbolos más característicos de Jerusalén. Este octógono se
construyó en el Monte Moriah un emplazamiento sagrado
por varias razones: por un lado el Islam afirma que Mahoma
subió al cielo desde este lugar y, por otra parte, el cristianismo-judaísmo aseveran que Abraham intento sacrificar aquí
a su hijo Isaac (Ismael para los musulmanes).
El barrio más grande del centro histórico es el musulmán
cuyos habitantes se instalaron a vivir después de que
judíos y cristianos se fueran a vivir extramuros. Es muy
recomendable pasear por el mercado árabe o suq donde
se respira la esencia del mercadeo.
Como no podía ser de otra manera, Jerusalén es la ciudad
santa para los cristianos ya que aquí vivió y murió Jesús.
Muchos de ellos recorren con extrema devoción el Vía
Crucis, el camino que recorrió Jesús desde el Pretorio,
donde Poncio Pilatos lo condenó a muerte, hasta la colina
del Gólgota, donde fue crucificado. Hoy en día, en muchos
de los lugares protagonistas de la Pasión de Cristo, hay
otros monumentos ya que el paso del tiempo y las guerras
han hecho imposible la conservación de los sitios originales.
Así, se cree que el Pretorio, que era un edificio de grandes
dimensiones, estaba en el patio donde ahora se encuentran
el Santuario de la Flagelación y la Iglesia del Lisóstrotos,
junto a la Puerta de los Leones (en el barrio árabe). En el
Pretorio tuvieron lugar las dos primeras estaciones del Vía
Crucis (condena e imposición de la cruz).
A partir de aquí empieza la Vía Dolorosa, que muestra el
recorrido que realizó Jesús hasta su crucifixión. La primera
caída de Jesús (III Estación), el último encuentro con su
madre (IV Estación) o el momento en que la Verónica le
limpia la cara (VI Estación) están bien señalados en la Vía
Dolorosa, quizás la calle de Jerusalén que los cristianos
recorren con mayor fervor.
El Vía Crucis consta de 14 Estaciones, 9 de ellas concentradas en la Vía Dolorosa. Las últimas cinco están dentro de
la Iglesia del Santo Sepulcro, donde la tradición cristiana
afirma que Cristo fue crucificado y enterrado. Dentro de la
actual iglesia está el Gólgota, el monte donde le clavaron en
la cruz, la Piedra de la Unción, donde se limpió el cuerpo de
Jesús, y el Sepulcro, el centro principal de esta basílica.
Ortodoxos y cristianos veneran y custodian este lugar (es
muy recomendable ver la procesión franciscana que tiene
lugar frente a él cada tarde) ya que es donde, según los
Evangelios, Cristo fue enterrado y resucitó al tercer día.
JERUSALEN: LA CAPITAL DE TIERRA SANTA
Monte de los Olivos
Uno de los lugares desde donde se obtiene una bella
panorámica de Jerusalén es el Monte de los Olivos, en el
valle de Kidron. Éste es un emplazamiento de suma
importancia en Tierra Santa ya que, por un lado, era el sitio
donde Jesús oraba y, por otra parte, es sagrado para los
judíos porque, según el Libro de Zacarías, es el lugar
desde donde “Dios empezará a redimir a los muertos al
final de los tiempos“.
Por este motivo los judíos siempre han querido ser enterrados en el Monte de los Olivos. De hecho existe un gran
cementerio donde están sepultadas unas 150.000 personas, entre ellas grandes figuras históricas y religiosas de
Israel.
Además, desde el Monte de los Olivos se tiene una vista
privilegiada de la Puerta del Mesías, una de las siete
entradas de la muralla de Jerusalén, y por la que, según el
judaísmo, el Mesías entrará en la ciudad santa.
En el Monte de los Olivos hay algunas iglesias de suma
importancia para los católicos como la de la Ascensión o
la Iglesia de Todas las Naciones, levantada en el lugar
donde se cree que estaba el huerto de Getsemaní, donde
detuvieron a Jesús el Jueves Santo.
La Nueva Jerusalén
A finales del siglo XIX se empezaron a edificar los nuevos
barrios de Jerusalén. Una de los aspectos más sorprendentes es que muchos de sus edificios están construidos
con la misma piedra, llamada meleke. Y no es por casualidad ya que así se decidió por ley en el año 1917 bajo el
mandato inglés. De entre todos los edificios de la parte
nueva de Jerusalén voy a hablar de tres: la Knésset, el
edificio que alberga hoy en día el Parlamento de Israel, y
dos Museos: el de Israel y el del Holocausto.
El actual poder legislativo israelí está ubicado en un
espectacular edificio de corte neoclásico donde 120
diputados aprueban las leyes del Estado de Israel. No es
casualidad que sean 120 las personas que forman parte
de esta cámara ya que representan a las 12 antiguas tribus
de Israel provenientes de la estirpe de Jacob. La Knésset
se extiende sobre una colina que domina el campus de la
Guivat Ram de la Universidad Hebrea, por el este, y el
Museo de Israel, por el sur.
En este sentido, el Museo de Israel es la institución cultural
más grande del país que reúne más de medio millón de
objetos, que datan desde la prehistoria hasta el presente.
En este lugar se encuentra por un lado el Santuario del
Libro, sede de los siete Rollos del Mar Muerto que se
encontraron en Qmram en el año 1947 y, por otra parte,
una espectacular maqueta de Jerusalén de la época del
Segundo Templo.
Por último y si tenemos que destacar uno de los lugares
más emotivos de la ciudad, éste es el Museo del Holocausto, donde se recuerdan los más de seis millones de
judíos que murieron durante la II Guerra Mundial (una
tercera parte de la población judía mundial). Para visitar
este museo, renovado completamente hace dos años,
hacen falta más de tres horas para recorrer con detenimiento los diferentes espacios y secciones en los que
está dividido.
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