Robinson, la leyenda sigue viva

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LATERCERA Miércoles 17 de abril de 2013
Deportes
Robinson,
la leyenda
sigue viva
R El primer afroamericano en la MLB
fue un símbolo de la lucha por los
derechos civiles. Hoy, su imagen
rompe récords incluso en el cine.
RR Jugadores de los San Diego Padres lucen las camisetas con el “42”, el lunes frente a los Dodgers. FOTO: REUTERS
E. Sepúlveda/Agencias
Pocas veces el deporte tiene
una connotación tan poderosa como la que tuvo Jackie
Robinson al firmar como jugador de los Dodgers de Brooklyn. No era un jugador más,
sino que, el 15 de abril de 1947,
se convertía en el primer afroamericano que se integraba a
la Major League Baseball
(MLB), una competencia que
no admitía jugadores de raza
negra.
Así, su historia significaba
un hito en la lucha contra la
segregación que, en algunas
zonas de Estados Unidos, era
tan intensa como el Apartheid de los sudafricanos. Por
eso y por sus innegables talentos, Robinson es recordado hoy como un nombre tan
importante como Rosa
Parks, la mujer que en 1955
QUIEN ES...
Jackie Robinson
Nació el 31 de enero 1919, en
Cairo, Georgia, y murió el 24
de octubre de 1972, en
Stamford, Connecticut. Fue
segunda base de los Dodgers
(1947-1956), donde fue Debutante del Año, seis veces All
Stars, Jugador Más Valioso y
campeón, en 1955.
no le cedió el asiento a un
blanco en un bus, como dictaba la ley, o Martin Luther
King, líder del movimiento
por los derechos civiles.
Su trascendencia es tal, que
en 1997 la MLB decidió retirar
el número 42 de todos los
equipos y, además, en 2004,
instauró el 15 de abril como el
Día de Jackie Robinson. Así,
cada año en esa fecha, todos
los jugadores utilizan el 42 en
sus espaldas.
La vida de Robinson es una
auténtica historia de superación. Nieto de esclavos e hijo
de un mediero (parcelero que
entrega la mitad de su cosecha
al dueño de la tierra), nació en
Cairo, al sur de Georgia, una
de las áreas donde los negros
eran maltratados de la manera más burda.
Buen estudiante y mejor deportista, fue fichado por la
Ucla, en California, donde se
destacó en básquetbol, fútbol
americano, béisbol y atletismo. Así y con 21 años, logró
una medalla de oro, al ganar
el campeonato nacional universitario en salto largo, con
una marca de alto nivel para
la época: 7,58 metros.
Luego, se enroló en 1942
para integrarse al Ejército,
en el inicio de la participación
activa de Estados Unidos en
la Segunda Guerra Mundial.
Ahí volvió a sentir el azote de
la discriminación, cuando
fue sometido a corte marcial
por negarse a pasar a la par-
te trasera (reservada a los negros) de un bus militar, supuestamente no sujeto a tal
restricción. Una vez terminada la guerra (en la que no vio
acción, pues por el proceso
fue excluido de su unidad),
Robinson se integró a las Negro Leagues, competencia reservada sólo para jugadores
de su raza.
Y dos años después, gracias
a su capacidad, fue valientemente reclutado por Branch
Rickey, mánager de los Dodgers, con los que obtuvo todos los títulos posibles (ver
apoyo).
Se retiraría en 1956, en una
carrera brillante, en la que
tuvo que soportar los peores
insultos, incluyendo el lanzamiento de gatos negros a la
cancha. Pero él, tranquilo, siguiendo el consejo de Rickey,
digno de Martin Luther King:
“No huyas del abusador ni pelees contra él. Eso es lo que él
quiere. Si no haces ninguna de
las dos y das la otra mejilla, el
abusador será derrotado”.b
RR Julio de 1962, Robinson con Branch Rickey. FOTO: AP
Fenómeno en el cine
RR Por estos días, el filme 42
se ha convertido en la gran
sorpresa de la temporada cinematográfica en Norteamérica. Se trata, por cierto,
de la representación dramática de la amistad que unió a
Jackie Robinson (interpretado por Chadwick Boseman) con Branch Rickey
(Harrison Ford), el mánager
de los Dod-gers.
En su primer fin de semana
de exhibición en Estados
Unidos y Canadá se puso a la
cabeza de la taquilla, con
27,48 millones de dólares de
recaudación. Se trató, además, del mejor estreno en la
historia de Hollywood para
una producción relacionada
con el béisbol. Además, con
un apoyo de marketing relativamente modesto.
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