Necesidades infantiles: Actividad-Descanso

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TEMA 4: NECESIDADES INFANTILES: ACTIVIDAD − DESCANSO
4.1. CONCEPTOS BÁSICOS: ACTIVIDAD, DESCANSO, SUEÑO Y FATIGA.
Actividad: el bebé se expresa y se relaciona mediante el movimiento.
La actividad le permitirá conocer el entorno y conocerse a sí mismo, sus límites y sus posibilidades.
Descanso: es el tiempo necesario para restablecer el equilibrio, reponiendo los nutrientes gastados y
permitiendo una distensión muscular y psíquica.
Una manera de descansar es a través del sueño
Sueño: es un estado en el que el organismo inhibe todas las funciones que lo relacionan con el mundo
exterior, produciéndose una relajación casi completa de los músculos.
Como consecuencia de la inhibición de la actividad física muscular todos los órganos disminuyen su
rendimiento y por tanto se recuperan.
Fatiga: desequilibrio entre el nivel de actividad y el nivel de descanso. Puede interferir en los procesos de
aprendizaje y de relación social.
Los ritmos de actividad−descanso en el niño son diferentes a los del adulto y contribuyen a su proceso de
maduración y desarrollo.
4.2. ACTIVIDAD EN EL RECIÉN NACIDO
Los momentos de actividad son pocos si se comparan con los momentos de descanso o sueño.
A pesar de ello, son los momentos de vigilia o actividad (alimentación, cambio de pañales, baño, etc.) los que
permiten a los bebés y adultos reforzar el vínculo afectivo que les une.
A medida que aumentan los momentos de vigilia, aumenta la actividad que realizan los bebés, básicamente
dedicada a actividades de juego.
• LA ACTIVIDAD EN EL CENTRO INFANTIL
En la distribución horaria, en los niños de O a 3 años, la secuencia descanso−alimentación−juego−higiene se
repite a lo largo del día. De este tiempo: Más de la mitad se dedica al descanso, la alimentación y la higiene
que forman las actividades cotidianas (representan las primeras actividades educativas en las que
constantemente realizan nuevos aprendizajes y es a través de ellas que establecen una relación directa con el
adulto de referencia. Es necesario que estos momentos sean ricos y placenteros). El resto de las horas se
destinan a actividades de juego y a otras actividades más específicas.
ACTIVIDADES DE JUEGO
A través del juego los niños van construyéndose como personas y adaptándose a la realidad que les rodea. Los
objetos y los juguetes son muy importantes para estas actividades, pero además en los momentos de juego
influyen otros factores: los adultos, los compañeros, la realidad de cada uno, la salud, el buen estado de
ánimo, etc.
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Las actividades lúdicas pueden tener como objetivo el juego en sí mismo, pero también pueden ser actividades
a través de las que se trabajen diferentes aspectos como el lenguaje, la psicomotricidad, etc.
Para los niños el movimiento físico es una necesidad ligada al crecimiento. Distintos tipos de actividades:
• Actividades o juegos de movimiento que implican la acción global del cuerpo(saltar)
• Actividades de conocimiento y observación de la realidad, que implican básicamente un trabajo de
pensamiento.
• Actividades de lenguaje.
• Juegos de manipulación y exploración
• Juego simbólico o de imitación o representación de la realidad.
• Actividades musicales
• Salidas o excursiones para conocer el entorno
• Celebración de fiestas populares
PROGRAMACIÓN DE ACTIVIDADES
Se va a realizar a partir de las actividades cotidianas.
Para una correcta programación hay que tener en cuenta:
• Respetar los ritmos individuales: tener en cuenta las diferencias de rendimiento entre los escolares.
• Planear actividades de forma lúdica para conseguir el máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo.
• Que el descanso sea suficiente de acuerdo con la edad
• Alimentación equilibrada
• La duración adecuada de la actividad en función de las características evolutivas de los niños.
• Combinar las actividades que requieran más concentración activa, memorización con otras de interés
inmediato y espontáneo, teniendo en cuenta las horas más productivas (primeras horas de la mañana)
y las menos adecuadas (primeras horas de la tarde).
• Combinar y adecuar regularmente los programas trimestrales y de curso.
• Crear un ambiente que favorezca el trabajo
• Asegurar el trabajo escolar al nivel de desarrollo y conocimiento de los niños
• Hacer pausas o momentos de relajación entre las deferentes actividades o después de una actividad
física.
4.3. SUEÑO Y DESCANSO EN LA INFANCIA
El sueño es el sistema por excelencia para recuperar energías. Supone un descanso una modificación de la
actividad de las estructuras cerebrales encargadas de la regulación y organización de todas las funciones
vitales, que les permite recargarse y desintoxicarse.
En el recién nacido el sueño ocupa unas 17 horas, distribuido en ciclos de 3 o 4 horas, regulados por los
períodos de alimentación e higiene.
A medida que crece se prolongan los períodos de vigilia y disminuyen las horas necesarias de sueño.
Fases del sueño
Adormecimiento: desde el momento de acostarse hasta que la persona está dormida. El ritmo se hace más
lento, los músculos se relajan, aparecen los bostezos.
Sueño: Estadio 1: Sueño lento
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Estadio 2: Sueño REM
Despertar: el despertar espontáneo se produce cuando el cerebro ya está repuesto y dispuesto a emprenderla
actividad de vigilia.
Estadio 1: sueño lento (sueño de ondas lentas)
Fase 1 Adormecimiento: relajación muscular, respiración y pulsaciones lentas El sueño es ligero, pierde la
consciencia exterior aunque se puede despertar fácilmente. Se suelen dar en este período alucinaciones
hipnagógicas (imágenes muy claras, muy vividas y fugaces) y las descargas miclónicas (se dan normalmente
en las extremidades y se tiene la sensación de caída).
Fase 2 Sueño ligero: menor nivel de consciencia. Se reacciona menos a los estímulos pero todavía es posible
despertarse con facilidad.
Fase 3. Sueño profundo: las funciones corporales se ralentizan, los músculos están relajados, baja la
temperatura y la presión sanguínea. Se está muy ausente y sólo se despierta con un estimulo fuerte.
Fase 4. Sueño profundo e inconsciencia total. Durante esta fase la glándula pituitaria, situada en la base del
cerebro, aumenta la producción de la hormona de crecimiento, que tiene un papel importante en la
revitalización de los tejidos. Es difícil despertarse.
Estadio 2: sueño REM o sueño agitado (MOR movimiento ocular rápido)
La respiración y el pulso son irregulares, el ritmo cardíaco acelerado, se producen movimientos oculares
rápidos. Existe una pérdida del tono muscular.
Es el período donde se suele soñar y recordar los sueños. Se producen las pesadillas, los terrores nocturnos y
otras alteraciones del sueño. Dura de 15 a 20 minutos.
A lo largo de la noche se pasa por 2 estadios con sus correspondientes fases: sueño lento, sueño rápido y
vuelta a comenzar.
EVOLUCIÓN DE LOS PATRONES DEL SUEÑO
El patrón del sueño cambia con la edad y se va adaptando al propio ritmo biológico.
Los niños pasan más tiempo en sueño REM y los recién nacidos empiezan a dormirse en REM. Estos dos
hechos hacen que el niño se pueda despertar más a menudo que el adulto y con más facilidad.
Recién nacidos: 16−17 horas durmiendo. Ciclos de 4 horas regulados por los períodos de alimentación e
higiene. A lo largo del día realizan muchos ciclos del sueño−vigilia (ciclo circadiano)
A partir de los 3 meses: se van adaptando al ritmo biológico de 24 horas, Pueden dormir 4 o 5 veces durante el
día y el 70 de los niños ya pueden aguantar 8 horas seguidas por la noche. La duración de su período de
actividad−vigilia es de una a dos horas.
A partir de los 12 meses: duerme en 2 períodos al día. Progresivamente se van ampliando lo períodos de
vigilia y disminuye el número total de horas que necesita dormir al día.
A partir de los 3−4 años: hasta los 4 o 5 años se puede mantener la siesta, dividiendo los períodos de actividad
en dos. Las horas de sueno nocturno tienen que ser 10 o 11. En muchos casos, coincidiendo con el inicio del
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parvulario, se elimina la siesta del horario infantil.
4.4. AFECTIVIDAD Y SUEÑO
El acto de dormir en la infancia está muy ligado al vínculo afectivo que se establece entre el niño y el adulto
de referencia, es decir, a la relación de apego.
Las conductas de apego de los niños van dirigidas a mantener o conseguir la proximidad con la madre u otros
adultos de referencia: dirigir la mirada, sonreír, alargar los brazos, vocalizar, llorar, acercarse, seguir, abrazar
Los adultos deben preparar al niño para el momento de irse a dormir. El adulto debe estar atento para preparar
al niño para el sueño lo que demuestra un comportamiento de apego.
En el momento de meter al niño en la cama se ponen en juego los miedos a la separación de la figura de
apego, los miedos del entorno, el no quererse nada de lo que pasa en la casa.
• EXTÍMULOS EXTERNOS
Luz−oscuridad. Durante el día siempre entra un poco de luz, mientras que en la noche predomina la
oscuridad, esto facilita que los niños puedan diferenciar en pocas semanas entre vigilia y sueño
Ruido−silencio. Lo mismo que con la luz, durante el día se generan ruidos, tanto dentro de casa como fuera,
que no se hace nada por mitigar. Durante la noche, en cambio, no se oyen tantos ruidos debido a la
disminución de actividades
Horarios de comidas. El desayuno se recomienda que sea a las 8 de la mañana, la comida a las 12 del
mediodía, la merienda a las 4 de la tarde y la cena alrededor de las 8 de la noche.
Hábitos de sueño. Implica tanto la actitud de los padres, que deben transmitir seguridad, tranquilidad, actitud
de enseñar y conducta repetitiva, como un conjunto de objetos externos con los que se asocie el acto de
dormir, que permitan que las condiciones en las que se duerma se puedan mantener a lo largo de la noche. El
más impotente es la cuna: el niño debe dormirse en su cuna, no en el sofá o en la hamaca. Además los otros
objetos que se le proporcionen no deben requerir la presencia del adulto, por ejemplo, el osito, la manta, el
peluche
• EL SUEÑO EN LOS CENTROS DE INFANCIA
Las condiciones de los espacios destinados al sueño han de ser saludables
Para que esto sea así el lugar donde van a dormir sea un espacio resguardado de la actividad de otros niños o
de otras actividades que se estén realizando en el centro. Además su ambientación ha de transmitir
tranquilidad y relajación.
En el caso de los lactantes, se debe disponer de un dormitorio con cunas, separado del aula pero cercano, de
manera que unos puedan dormir cuando lo necesiten y otros permanecen despiertos. Debe de estar
condicionado de tal manera que los ruidos externos no molesten, pero que los ruidos producidos por los niños
que duermen si pueden ser sentidos.
En las aulas de los niños y niñas más mayores también debe existir la posibilidad de que puedan descansar
cuando lo hesiten, habilitando un espacio retirado con colchonetas o hamacas.
En cualquier situación, el espacio debe ventilarse sea cual sea la época del año.
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En los momentos de sueño diurno no es necesaria una total oscuridad pero sí cierta penumbra.
Para acostarse es imprescindible descalzarse y aligerarse de ropa, garantizando la libertad de movimientos, la
transpiración y la no existencia de rugosidades o pliegues que puedan molestar.
El sueño ha de ser agradable y placentero
Además de saludable, el sueño también debe ser agradable y placentero. Si los niños no encuentran por sí
solos los motivos y el gusto por dormirse, los educadores han de ayudarles haciendo que consigan un ritmo
pausado de respiración (entonando una canción de cuna, por ejemplo), ofreciéndole un objeto de transición,
leyéndole un cuento, etc. Las estrategias que se utilicen en cada caso deberán estar en consonancia con el
nivel de desarrollo evolutivo y afectivo−emocional de los niños.
Las actividades previstas en el momento de acostarse deben ser relajadas par ayudar al tránsito de la vigilia al
sueño: cambio de pañales, leer un cuento, cantar una canción
También es importante respetar los ritos individuales (chupar algo, balancearse, tocar algún objeto,) y desearle
individualmente a cada uno un buen sueño.
Para que el momento del sueño sea placentero también es importante que el despertar lo sea, de manera que
éste sea espontáneo.
El espacio y los momentos destinados al sueño deben se reconocibles por el niño
Hay elementos que pueden indicar a los niños que se acerca el momento de dormir: actividades más relajadas,
actividades de limpieza, proporcionándoles los elementos para dormir (bajar las persianas, recoger los
juguetes, preparar las colchonetas,)
Todos estos elementos predisponen a los niños y niñas a intentar conciliar el sueño, la repetición del ritual a la
hora de dormir da seguridad.
La situación de dormir ha de ser adaptada y adaptable
Es importante respetar el modo de dormirse, la cantidad de sueño que cada niño necesita y las dificultades que
pueden tener. También hay que tener en cuenta que los niños y niñas tienen que ir adquiriendo cada vez más
autonomía. La presencia de la persona adulta, las palabras tranquilizadoras y la potenciación del deseo de
crecer y de hacerse mayor les ayudarán a avanzar en estas situaciones.
4.5. ALTERACIONES RELACIONADAS CON EL SUEÑO
• DISOMNIAS. EL INSOMNIO
Insomnio: dificultades para irse a dormir o a la tendencia a desvelarse varias veces durante la noche.
El insomnio se considera una disomnia, que son aquellas alteraciones que afectan a la cantidad, la calidad y el
horario del sueño. El insomnio se puede relacionar con tres tipos de desencadenantes.
• Perturbaciones orgánicas: toda afección orgánica aguda crónica, por el dolor que puede causar o por
la afectación directa de los centros nerviosos, puede provocar insomnio
• Dificultades en la adquisición del hábito de dormir: el la causa del 98% de los casos de insomnio
infantil. A menudo están relacionadas con las condiciones de la alimentación (errores dietéticos,
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horario estricto en las tomas, durada insuficiente de las tonas) y con las situaciones de cambio
(cambios frecuentes de las personas, cambios de ambiente, separaciones). El hábito de dormir, como
el resto de los hábitos de autonomía relacionados con las necesidades infantiles, se tiene que aprender,
dado que no se nace sabiéndolo. La diferencia respecto a los otros hábitos es que normalmente el de
dormir se aprende de forma natural, sin que los hijos y los padres se den cuenta.
• Signo de un conflicto emocional: por razones accidentales o debidas a la personalidad del propio
bebé (dificultad para tolerar la frustración). El encuentro entre los padres, en especial la madre, y el
hijo que acaba de nacer requiere del ajuste emocional de las dos partes. Puede darse el caso que la
madre o la persona que haga las funciones, no puede hacer el papel de protección de forma adecuada,
y el bebé no se sienta suficientemente protegido o aceptado.
♦ PARASOMNIAS
Las parasomnias son fenómenos anómalos que se producen en el inicio, durante o en el umbral del sueño y el
despertar, que lo pueden interrumpir o no, pero que se centran en la alteración y no en su efecto sobre el hecho
de dormir o despertarse.
Sonambulismo
Son episodios repetidos de una secuencia de conductas complejas que hacen que el sujeto se levante de la
cama y camine, sin que tenga conocimiento de episodio.
Estos episodios se producen en las fases 3 y 4 del sueño lento, de mera que el sujeto está profundamente
dormido. Los episodios pueden durar desde segundos a 20 minutos; mientras el individuo se desplaza, tiene la
cara pálida, la mirada fija y la motricidad es mala, aunque puede sortear algún objeto. Puede hablar, aunque la
articulación es mala, tiene carácter de conversación y no tiene una línea lógica. Si el niño se despertase,
estaría totalmente desorientado
Se desconoce la causa de estos episodios, aunque es frecuente en familias con antecedentes. Pueden aparecer,
normalmente, cuando en niño está cansado físicamente, por medicación o por estrés. Normalmente desaparece
en la adolescencia.
Respecto a la intervención, sólo se tiene que intentar reconducir al niño a la cama, hablándole poco a poco,
utilizando frases sencillas. No se le tiene que intentar despertar, dado que está profundamente dormido, con lo
que se encontraría desorientado y no entendería nada de lo que está pasando
Pesadillas
Son despertares frecuentes en los que se tiene un recuerdo detallado del sueño, que ha sido muy vivido,
relativamente extenso y que produce miedo al niño, por lo que se despierta ansioso, chillando y asegurando
que tiene miedo.
Suelen estar más relacionados son el cansancio mental y con ansiedad. El 60% se ven precedidas de
acontecimiento vitales estresantes.
Las pesadillas se producen durante el sueño REM, siendo más frecuentes hacia el final de la noche. Al
despertarse el niño no hablar de la pesadilla, sino procurar tranquilizarlo.
Terrores nocturnos
Se dan durante el período de sueño lento, en las fases 3 y 4 (sueño profundo), durante la primera parte de la
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noche. Se cauterizan por episodios repentinos de despertar brusco, que normalmente se inician con un grito de
pánico. El niño se incorpora súbitamente en la cama, con la expresión de pánico y signo de intensa ansiedad,
pupilas dilatadas, sudoración taquicardia y movimientos repetidos. El niño no responde a los intentos
tranquilizadores de los padres, no los reconoce, y es incapaz de contactar con la realidad.
Bruxismo
Consiste en hacer rechinar los dientes. Se produce debido a la acumulación de tensión en la zona de
mandíbula, durante el sueño, produce una descarga de esta, provocando un sonido muy característico. Se
puede relacionar con estrés o con factores genéticos.
Somniloquía
Consiste en hablar, gritar, reír o llorar en sueños en cualquier fase del sueño, aunque es más habitual durante
la madrugada. Al día siguiente el niño no recordará nada.
Jactatío capitis
Es un hábito motor que consiste en mover rítmicamente la cabeza sobre la almohada, algunos niños pueden
balancear todo el cuerpo. Se da al empezar a dormirse, para relajarse.
• LOS RONQUIDOS
Entre el 7 y el 10% de los niños son roncadores habituales. Ante los ronquidos persistentes, acompañados de
la boca abierta y ciertas dificultades de respiración, es necesario consultar con un especialista
4.6. MOMENTOS DE INTERVENCIÓN
El problema de separación que pueden presentar los niños y los adultos. Se ha de entender que el niño tiene la
necesidad fisiológica de sentirse seguro, de tener un ambiente que le proporcione la fuente de afecto y de
ayuda necesaria para poder crecer y desarrollarse, pero a la vez es el adulto el que también tiene que favorecer
el proceso de separación, permitiendo al niño ganar cada vez más autonomía lo que le llevará a ser cada vez
más feliz y a estar más seguro de él mismo.
• Los problemas relacionados con la adquisición del hábito de dormir propiamente dichos.
⋅ Horario: durante los tres primeros meses de vida del bebé es importante
ajustar el horario de los comidas y de los momentos de descanso al ritmo
biológico del niño, pero progresivamente el bebé tendrá que adaptar su ritmo
al ritmo biológico de las 24 horas de sueño de los adultos.
⋅ Llevar a cabo actividades que permitan a los pequeños generar una serie de
rutinas relacionadas con el momento de irse a dormir.
⋅ Mantener una serie de condiciones que faciliten la conciliación del sueño,
tanto a nivel ambiental (luz, sonido, temperatura, ambientación) como de los
objetos de transición que dan seguridad a los niños como son los ositos,
mantas, chupetes
⋅ Mantener pautas de actuación claras, dando siempre las mismas respuestas
a las demandas del niño realizadas a través del llanto.
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• Respetar las características individuales de cada niño, entendiendo que hay niños más dormilones
que otros.
La hora del descanso se tiene que programar y evaluar para conseguir mejorarla, para ello se han de
programar las actividades a desarrollar en tres momentos claves:
• Antes de dormir: actividades cotidianas que se realizan después de las comidas, coger los objetos
que necesita para dormir, descalzarse y dejar los zapatos en su sitio, tumbarse en la cuna, poner
música relajante, bajar las persianas para dejar la habitación en penumbra, explicar un cuento y ¡a
descansar!
• Durante el tiempo de descanso en el que el adulto debe estar allí, y puede ser un buen momento ara
recoger las observaciones realizadas en las diferentes actividades desarrolladas.
• Después de dormir. Subir lentamente las persianas, despertar poco a poco a los niños, volver al
estadio de vigilia cada uno siguiendo su propio ritmo, recoger lo objetos de dormir, ponerse los
zapatos y volver al lavabo para hacer otro pipí.
Autonomía personal y Salud TEMA 4: Necesidades Infantiles: Actividad−Descanso
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