ODONTOLOGÍA FORENSE e. El daño Entendido como el menoscabo, detrimento o perjuicio que sufre una persona; para efectos de la responsabilidad profesional debe analizarse como la consecuencia directa de la mala práctica del ejercicio de la odontología, bien sea en forma vinculada a la prestación del servicio preventivo, correctivo o estético de odontología, o dependiente de la peritación cuando el daño proviene de la indebida apreciación de la lesión. Así las cosas, como elemento estructurante de la responsabilidad profesional, el daño puede advertirse como físico o psicológico, ocasionado a causa de una mala práctica de la odontología y por ende sujeto de resarcimiento por quien desarrolló la actividad que lo produjo, bien intencional o culposamente, siendo esta última la opción que con mayor frecuencia se presenta. f. La relación de causalidad No podría configurarse materialmente el concepto de responsabilidad profesional en odontología, si dentro del análisis de la situación concreta se abandonara la relación o el nexo de causalidad que debe existir entre la mala praxis o mala práctica con el daño producido, es decir que debe haber un esclarecimiento absoluto de la ocurrencia de un perjuicio como consecuencia de la falta médica, aspectos todos ellos despejados precedentemente. Así, los hechos fortuitos o los que tienen origen ajeno a la acción médica no pueden ser motivo de responsabilidad. La causalidad es el camino o proceso que conduce desde el hecho inicial hasta la situación presente, es el puente entre el acto odontológico y la situación lesiva; se trata de una relación que muchas veces presenta extraordinarias dificultades para valorarla, ya que generalmente se presentan explicaciones multicausales, que dan lugar a peritajes delicados y complejos, pero inexcusables dada su trascendencia y el compromiso de los peritos, como auxiliares de la justicia que son. 66