curso: la intervención administrativa local en la actividad privada

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CURSO: LA INTERVENCIÓN ADMINISTRATIVA LOCAL EN LA ACTIVIDAD
PRIVADA. ESPECIAL REFERENCIA A LAS LICENCIAS DE ACTIVIDAD Y/O
APERTURA.
INDICE
MÓDULO TEÓRICO
A) INTRODUCCIÓN. FORMAS DE ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA …….
4
B) LA INTERVENCIÓN ADMINISTRATIVA LOCAL EN LA ACTIVIDAD
PRIVADA:
B.1.- SUPUESTOS …………………………………………………………. 13
B.2.- PRINCIPIOS Y LÍMITES ………………………………………….... 14
B.3.- MEDIOS DE INTERVENCIÓN ……………………………………. 14
C) LAS LICENCIAS O AUTORIZACIONES ADMINISTRATIVAS:
C.1.- INTRODUCCIÓN…………………………………………………….. 15
C.2.- CONCEPTO…………………………………………………………… 15
C.3.- NATURALEZA JURÍDICA O CARACTERÍSTICAS ……………. 15
C.4.- DISTINCIÓN DE FIGURAS AFINES………………………………. 15
C.5.- CLASES ……………………………………………………………….. 15
C.6.- ACTIVIDADES SOMETIDAS A LICENCIA…………………….… 16
C.7.- PROCEDIMIENTO DE CONCESIÓN …………………………….. 18
C.8.- EFECTOS …………………………………………………………….. 19
C.9.- VIGENCIA……………………………………………………………. 19
C.10.- TRANSMISIBILIDAD ……………………………………………… 20
C.11.- REVOCACIÓN Y ANULACIÓN ………………………………….. 20
D) EN CONCRETO LAS LICENCIAS DE ACTIVIDAD Y APERTURA:
D.1.- ACTIVIDADES E INSTALACIONES SUJETAS………………….. 20
D.2.- ACTIVIDADES E INSTALACIONES NO SUJETAS……………… 22
D.3.- PROCEDIMIENTO:
D.3.1.- PROCEDIMIENTO PARA ACTIVIDADES INOCUAS… 25
D.3.2.- PROCEDIMIENTO PARA ACTIVIDADES CLASIFICADAS……………………………………………………….. 41
D.4.- TRANSMISIÓN DE LA LICENCIA……………………………….. 100
D.5.- EXTINCIÓN DE LA LICENCIA…………………………………… 108
D.6.- ACTIVIDADES SIN LICENCIA……………………………………. 114
E) ESPECIAL REFERENCIA A LA LEY DE CANTABRIA 17/2006, DE 11 DE
DICIEMBRE DE CONTROL AMBIENTAL INTEGRADO:
E.1.- ANTECEDENTES……………………………………………………. 115
E.2.- VIGENCIA Y RÉGIMEN TRANSITORIO……………………….. 117
E.3.- CONCEPTOS BÁSICOS……………………………………………. 118
E.4.- TÉCNICAS DE CONTROL AMBIENTAL……………………….. 120
E.5.- CONTROL, INSPECCIÓN Y RÉGIMEN SANCIONADOR:
E.5.1.- INTRODUCCIÓN………………………………………….. 128
E.5.2.- CONTROL………………………………………………….. 128
E.5.3.- INSPECCIÓN………………………………………………. 129
E.5.4.- RÉGIMEN SANCIONADOR………………………………130
E.6.- DECRETO DE DESARROLLO DE LA LEY 17/1006……………. 132
MÓDULO PRÁCTICO
1.
2.
3.
4.
5.
6.
ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL.
PRÁCTICA ADMINISTRATIVA.
FORMULARIOS.
SUPUESTOS PRÁCTICOS.
TEST.
NORMATIVA.
BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA
El temario, supuestos prácticos, formularios y test, son de elaboración propia,
habiendo seguido para ello, diversos manuales sobre la materia, los siguientes:
-
“Manual de Licencias de Apertura de Establecimientos”, 5ª Edición –
2008, por Antonio Cano Murcia.- Editorial Thomson - Aranzadi.
-
“Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y
Peligrosas”, 3ª Edición – 1991, por El Consultor de los Ayuntamientos y
de los Juzgados.- Publicaciones ABELLA.
-
“Manual práctico de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y
Peligrosas”.- Legislación, Jurisprudencia y Formularios. Años 1988. Por
Ezequiel García García.- Editorial Dykinson, S.L.
-
“Temario Oposiciones a la Escala de Técnicos de Administración
General de las Entidades Locales”, Edición año 2007, de la Editorial
Ezcurra.
-
“Temario Oposiciones a la Escala de Administrativos y Auxiliares de
Administración General de las Entidades Locales”, Edición año 2000, de
la Editorial Adams.
NORMATIVA BÁSICA DE APLICACIÓN UTILIZADA
ESTATAL:
- Decreto 2414/1961, de 30 de noviembre, Reglamento de Actividades Molestas,
Insalubres Nocivas y Peligrosas –RAMINP- Orden de 15 de marzo de 1963, por la que se aprueba una Instrucción que dicta normas
complementarias para la aplicación del Reglamento de actividades molestas, insalubres,
nocivas y peligrosas –IAM- Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas y del Procedimiento Administrativo Común –LRJ-PAC-.
- Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local –LRBRL-.
- Decreto de 17 de julio de 1955, Reglamento de Servicios de las Corporaciones Locales
–RSCCLLAUTONÓMICA:
- Ley de Cantabria 17/2006, de 17 de diciembre, de Control Ambiental Integrado –
LCAI- Ley de Cantabria 2/2001, de 25 de junio, de Ordenación Territorial y Régimen
Urbanístico del Suelo de Cantabria –LSC-
A) INTRODUCCIÓN. FORMAS DE ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA.
La actuación del Estado (pública) siempre ha estado presente y ha influido en la
actividad de los ciudadanos (privada), si bien según la época el grado de intervención ha
sido mayor o menor; así, durante las Monarquías absolutistas, el grado de intervención
administrativa en la actividad privada era máximo, limitando la libertad individual a
favor de los intereses colectivos. Por su parte, los Estados liberales se han abstenido de
toda intervención (individualismo o “laissez faire, laissez passer”) excepto para el
mantenimiento del orden público. Finalmente ha aparecido una nueva forma de actuar
las Administraciones que incide en la actividad privada, es el llamado intervencionismo,
cuya finalidad es corregir las desviaciones del individualismo liberal, interviniendo en la
sociedad, si es necesario (principio de subsidiariedad), para alcanzar los fines sociales.
Este es el modelo que configura la C.E. cuando en su art. 9 encomienda a los
poderes públicos la promoción de las condiciones necesarias para que la libertad y la
igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; así
como la remoción de los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la
participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.
Ese intervencionismo administrativo se manifiesta a través de tres grandes
formas de actividad o acción de las Administraciones Públicas, aparecidas en el orden
que se relacionan a continuación y cuya denominación es debida a PRESUTTI, siendo
el Profesor JORDANA DE POZAS quien las introdujo en España: policía, fomento y
servicio público:
1.- Policía.- Forma de acción administrativa que se enmarca dentro de las
denominadas “limitativas o de coacción”, cuya finalidad es el mantenimiento del orden
público. El Profesor NIETO define esta actividad administrativa desde tres puntos de
vista:
-
Material.- Caracterizada por los fines que persigue la Administración,
cual es el mantenimiento del orden público.
Formal.- Por las Entidades u órganos que la ejercen (en sentido genérico,
Estado, Comunidades Autónomas, Entidades Locales).
Instrumental.- En atención al medio o técnica empleado.
Bajo ésta última perspectiva (instrumental), JORDANA DE POZAS,
GARRIDO FALLA y ENTRENA CUESTA, vienen a conceptuar la
acción de policía, como la actividad que la Administración despliega en
el ejercicio de sus propias potestades y que, para garantizar el
mantenimiento del orden público, limita los derechos de los ciudadanos
mediante el ejercicio, en su caso, de la coacción sobre los mismos.
De la definición que precede se deducen las características siguientes:
1.- Es una potestad pública.
2.- Por razón de la característica anterior, estamos ante una actividad que
sólo es ejercitable por la Administración.
3.- Su finalidad es la consecución y el mantenimiento del orden público,
expresión ésta entendida en sentido amplio, esto es, comprensiva no solo
de la seguridad (orden público en sentido estricto), sino también de la
tranquilidad y la sanidad pública.
4.- Para la consecución y el mantenimiento del orden público, se puede
acudir a la coacción, que es la acción material de oficio o ejecución
forzosa en materia de policía, siempre previo apercibimiento y a través
de uno de los medios de ejecución previstos en el art. 96 de la Ley
30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones y del Procedimiento Administrativo Común –LRJPAC-, y desarrollados en los artículos siguientes, del 97 al 101 a/i:
· Apremio sobre el patrimonio (art. 97 LRJ-PAC).- Cuando haya de
satisfacerse cantidad líquida.
· Ejecución subsidiaria (art. 98 LRJ-PAC).- La ejecución del acto
administrativo podrá tener lugar por sujeto distinto del obligado y por
cuenta de éste cuando se trate de actos no personalísimos.
· Multa coercitiva (art. 99 LRJ-PAC).- Reiteradas por lapsos de tiempo,
que sean suficientes para cumplir lo ordenado, cuando lo autoricen las
leyes, en la forma y cuantía que éstas lo determinen, en los siguientes
supuestos:
i. Actos personalísimos en que no proceda la compulsión directa
sobre las personas
ii. Actos en que, procediendo dicha compulsión, la Administración
no lo estimara conveniente.
iii. Actos cuya ejecución el obligado pueda encargar a otra persona.
Debe diferenciarse la multa coercitiva ahora tratada de la multa sanción,
pues una y otra son “independientes” y “compatibles”, estando tal
distinción en la finalidad de una y de otra:
- Multa coercitiva.- Persuasión al obligado para que cumpla lo
ordenado, de ahí que pueda reiterarse. En cualquier caso, su
naturaleza no es en ningún caso sancionadora.
- Multa sanción.- Castigo al infractor, sin que la misma sea
reiterable, sino que se podrán imponer más de una multa sanción
por la comisión de nuevas infracciones, previo expediente
administrativo que finalice mediante la correspondiente
resolución sancionadora. Recuérdese que en el ámbito local, el
régimen sancionador, en cuanto a la tipificación de las
infracciones y las sanciones por las Entidades Locales en
determinadas materias, se encuentra regulado con carácter
general, en el nuevo Título XI (arts. 139 a 141 a/i), incorporado
en la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases de
Régimen Local –LRBRL-, por la Ley 57/2003, de 16 de
diciembre, de Medidas para la Modernización del Gobierno Local
–LMMGL-, y que, por lo demás, parece haber venido a sustituir a
la cuantía máxima y criterio de clasificación de las multas
prevista en el art. 59 del R.D. Legislativo 781/1986, de 18 de
abril, por el que se aprobó el Texto Refundido de las
disposiciones legales vigente en materia de régimen local –
TRRL-, cuyas cantidades se vieron actualizadas por virtud de la
disposición adicional única de la Ley 11/1999, de 21 de abril
(Pacto Local), que si bien modificó la LRBRL, en este punto
afectó también al TRRL aludido.
· Compulsión sobre las personas.- Es el medio más extremo para la
ejecución forzosa de los actos administrativos, razón por la cual está
previsto sólo para la ejecución de obligaciones personalísimas en la
medida que la ley lo autorice y, en todo caso, respetando la dignidad de
la persona y los derechos constitucionales.
Siendo posible la utilización de más de un medio de ejecución forzosa, se
deberá elegir el menos restrictivo de la libertad individual que, aunque la
ley no establece cual sea éste, entre todos ellos parece que será el
últimamente visto (la compulsión directa sobre la personas).
La actividad de policía se puede clasificar en:
-
-
-
Policía general, que persigue con carácter general el mantenimiento del
orden público; y policías especiales, en relación con el mantenimiento
del orden en los diversos sectores de intervención de la Administración
(medio ambiente, sanidad, transportes, etc.)
Policía preventiva, que se anticipa a la alteración del orden (ej.
autorizaciones; otros actos de control preventivo); y policía represiva,
que pretende restaurar el orden pública ya alterado (ej. sanción).
Policía estatal, autonómica, local, e incluso institucional.- Según de
quien dependa el sujeto que ejerza la acción de policía. Dentro de la
llamada policía institucional se integran las Cámaras Agrarias, de
Comercio, las Cofradías de Pescadores, etc.
Para concluir, se aludirá a las principales manifestaciones que presenta la
actividad de policía, como son:
- Órdenes o declaraciones de voluntad individuales, que determinan obligaciones
para los particulares.
- Autorizaciones (licencias, permisos, etc).- También se trata de declaraciones de
voluntad que remueven los obstáculos que impiden el ejercicio por el particular
de un derecho preexistente.
- Sanciones administrativas.- Se encuentran al servicio de los otros dos tipos de
manifestaciones de la actividad de policía, procurando su eficacia frente a los
incumplimientos de las normas por los particulares.
2.- Fomento.- Actuación que la doctrina denomina también de “estímulo o
persuasión”, y que pretende precisamente estimular la actividad privada, sin usar la
coacción, para que sea ésta la que satisfaga intereses generales.
GARCÍA DE ENTERRÍA define el fomento, como la actividad jurídica de la
Administración que comporta el otorgamiento de auxilios directos o indirectos para
servicios o actividades que complementen o suplan los atribuidos al ente público.
En parecidos términos, también se puede definir como la actividad ejercida por
la Administración para proteger o promover aquellas actividades o establecimientos de
los particulares que satisfacen necesidades públicas o se estiman de utilidad general,
sin crear servicios públicos ni usar la coacción.
De donde se deducen las siguientes características:
-
Se trata de una actuación de la Administración Pública.
La finalidad es promover servicios, actividades, etc., públicos.
Los destinatarios (distinto de los beneficiarios) son personas físicas o
jurídicas que satisfacen las necesidades públicas promovidas.
Como medios de fomento, JORDANA DE POZAS distingue:
1.- Por la forma de actuación de la Administración:
-
-
Medios positivos.- Mediante la concesión de bienes o ventajas a favor de los
sujetos fomentados (ejs. subvención económica; préstamos; uso de un bien
de dominio público; etc.)
Medios negativos.- Imponiendo a dichos sujetos, obstáculos o cargas sobre
determinadas actividades (ejs. imposición de gravámenes con fines
disuasorios y no con fines fiscales; prohibiciones; etc.). Un determinado
sector doctrinal no considera éstos como medios de fomento strictu sensu,
por su naturaleza negativa e indirectamente coactiva.
2.- Por el tipo de ventajas que concede la Administración:
-
Medios honoríficos.- Entre éstos, títulos honoríficos, condecoraciones y
menciones especiales.
-
Medios económicos.- Éstos, a su vez, pueden ser:
o De carácter real.- El uso o aprovechamientos de una cosa de dominio
público o patrimonial de la Administración.
o De carácter financiero.- Estos auxilios pueden ser directos e
indirectos, entre los primeros:




Anticipos.- Concesión de préstamos a intereses o tipos
inferiores a los de mercado.
Premios y primas.- Auxilios no periódicos accesibles si se
cumplen determinados requisitos.
Subsidios.- Se diferencian de los anteriores en que son de
percepción periódica.
Subvenciones.- En la actualidad constituye el medio de
fomento por excelencia, siendo definidas ya por el art. 24
RSCCLL, como: “cualquier auxilio directo o indirecto,
valorable económicamente, a expensas de las Entidades
Locales, que otorguen las Corporaciones, y, entre ellos, las
becas, primas, premios y demás gastos de ayuda personal”.
Obsérvese que la definición dada engloba dentro del concepto
de subvención otros medios de fomento de tipo económicofinanciero: becas, primas, premios y demás gasto de ayuda
personal.
De ahí que, con mayor precisión, el art. 2 de Ley 38/2003, de
17 de noviembre, y más recientemente también el art. 2 de la
Ley de Cantabria 10/2006, de 17 de julio, definen positiva y
negativamente las subvenciones, entendiendo positivamente
por subvención: “toda disposición dineraria realizada por
cualesquiera de los sujetos contemplados en el artículo 3 de
esta Ley, a favor de personas públicas o privadas, y que
cumpla los siguientes requisitos:
a) Que la entrega se realice sin contraprestación directa de
los beneficiarios.
b) Que la entrega esté sujeta al cumplimiento de un
determinado objetivo, la ejecución de un proyecto, la
realización de una actividad, la adopción de un
comportamiento singular, ya realizados o por desarrollar, o
la concurrencia de una situación, debiendo el beneficiario
cumplir las obligaciones materiales y formales que se
hubieran establecido.
c) Que el proyecto, la acción, conducta o situación
financiada tenga por objeto el fomento de una actividad de
utilidad pública o interés social o de promoción de una
finalidad pública.”
-
Medios jurídicos.- Consistentes en la concesión de dispensas frente a normas
prohibitivas.
3.- Servicio Público.- Denominado por cierto sector doctrinal como actividad de
“prestación”, que tiene como finalidad, satisfacer “directamente” las necesidades
generales o utilidad pública, bien con exclusión de los particulares, bien en concurrencia
con éstos.
Tradicionalmente, el servicio público se definía como la organización de medios
de medios personales y reales que la Administración lleva a efecto, bien directamente o
a través de los particulares, para satisfacer una necesidad pública, distinguiéndose la
actividad por estar sometida a un régimen jurídico público, realizarse en régimen de
monopolio y consistir en prestaciones o servicios.
Pero, hoy día:
1º.- La posibilidad de prestar tales servicios públicos en régimen de monopolio y
también en régimen de concurrencia con la actividad privada.
2º.- La prestación de servicios inmateriales, pero también la producción de
bienes reales, entendiendo el término servicios en sentido amplio, por tanto
comprensivo no solo de la noción estricta de servicio (bienes inmateriales) sino también
de bienes (materiales).
3ª.- Y el sometimiento unas veces al Derecho Público y otras al Derecho
Privado, sin perjuicio del apelativo a los servicios “públicos” que se refiere únicamente
al sujeto titular del servicio (una Administración como persona pública que es).
Ha llevado a un nuevo concepto de servicio público que prescinde de esas tres
notas características que inicialmente definieron a los servicios públicos, diciendo que el
servicio público es una actividad, cuya titularidad ostenta la Administración, dirigida a
proporcionar utilidad a los particulares y que viene impuesta por razones de interés
público.
O más elaborada, la actividad técnicamente organizada para satisfacer una
necesidad colectiva, de interés público o social, de una forma regular y continua, por
una Entidad oficializada y regida por un régimen jurídico especial y sin fin lucrativo.
Desde un punto de vista legal, el art. 85.1 LRBRL define los servicios públicos
como los que prestan las Entidades Locales en el ámbito de sus competencias.
GARRIDO FALLA, distingue tres etapas evolutivas en la prestación de
servicios por las Administraciones:
Primera, en la que la Administración asumió y gestionó directamente los
servicios asistenciales y sociales, como son la sanidad, la enseñanza o la llamada
beneficencia. Esta asunción, régimen de concurrencia y no en régimen de monopolio,
no obedeció ni más ni menos a que durante el siglo XIX, momento a partir del cual
comienza a hablarse de los servicios públicos, es en el que fuerzas sociales como la
Iglesia, que con anterioridad habían prestado estos servicios, comienzan a perder
capacidad económica.
Segunda, consecuencia de la Revolución Industrial, la Administración pasa a ser
titular monopolístico de servicios no tanto sociales o asistenciales, sino realmente de
interés general, si bien la prestación de éstos no es directa por la Administración sino
indirecta por los particulares mediante concesión administrativa.
Finalmente, en una tercera y última etapa, a partir de la finalización de la I
Guerra Mundial, la Administración comienza a gestionar directamente servicios
públicos y, no sólo éstos, sino también empresas económicas.
Los servicios públicos se vienen clasificando en atención a diversos criterios;
así:
-
Por su titularidad: servicios públicos estatales, autonómicos y locales
(esencialmente provinciales y municipales).
-
Por su importancia:
o Esenciales.- Que determinan la existencia del Ente Público titular del
servicio (ejs. defensa, justicia)
o Secundarios.- No condicionan la existencia del Ente Público titular
(ejs. enseñanza, sanidad).
-
Por la necesidad en su prestación:
o Obligatorios.- La Administración está obligada a prestarlos (ej. para
los Municipios, por razón de su población, los establecidos en el art.
26 LRBRL).
o Facultativos.- La Administración no debe prestarlos obligatoriamente
(ej. para los Municipios, por razón de su población, aquellos que
excedan de los establecidos en el art. 26 LRBRL).
-
Por los beneficiarios de los servicios:
o Universales.- Benefician a toda la colectividad (ejs. la enseñanza o la
sanidad).
o Singulares.- Benefician más directamente a unos ciudadanos que a
otros (ej. servicios sociales a favor de las personas mayores).
-
Por su relación con la actividad de los particulares y la consecuencia
obligatoriedad para los ciudadanos:
o Monopolio / obligatorios.- Servicios que solo pueden de titularidad y,
por ende, los particulares sólo pueden utilizar el servicio público y no
un eventual análogo servicio privado (ejs. en los Municipios, el
abastecimiento de agua potable, la recogida de residuos, o servicios
administrativos: la obtención de una autorización para la apertura de
un establecimiento o de un certificado de empadronamiento).
o Libre concurrencia / facultativos.- El mismo tipo servicio puede ser
de titularidad pública o privada y, por tanto, los ciudadanos pueden
optar por utilizar el servicio público o el mismo servicio prestado por
el sector privado (ej. servicio de biblioteca, instalaciones deportivas).
-
Por el contenido del servicio: social (ejs. sanidad, servicios sociales) o
económico (ej. suministros, transportes).
Finalmente, concluiré el estudio de los servicios públicos con los modos de
gestionarlos, distinguiéndose por el art. 85.2 LRBRL, en redacción dada por la
LMMGL, dos formas de gestión:
1.- Gestión directa.- Por la propia Administración, sin particular interpuesto y,
por tanto, asumiendo el riesgo económico de la explotación. La gestión directa admite
cuatro modalidades.
a) Gestión por la propia entidad local.- Ésta, a su vez, puede ser una gestión:
- Indiferenciada sin órgano especial.- Es la llamada burocracia
administrativa, en que la prestación del servicio corresponde a los
propios órganos y personal de la correspondiente Administración, y suele
comprender servicios de carácter asistencial o social y servicios
administrativos.
- Diferenciada mediante organización especializada.- La prestación del
servicio se efectúa por órganos creados al efecto, sin personalidad
jurídica ni patrimonio propio, lo que les diferencia de los organismos
autónomos locales. Al igual que la gestión directa de servicios públicos
de forma indiferenciada, esta fórmula está también especialmente
prevista para servicios sociales y asistenciales (ejs. Gerencia de Servicios
Sociales; Agencia de Desarrollo Local)
A continuación se configuran la llamada Administración Institucional, integrada
por los llamados Entes Instrumentales creados a modo de “huida del Derecho
Administrativo” y que bajo el nombre genérico de Organismos Públicos adoptan dos
variantes:
b) Organismo autónomo local.- Se rigen por el régimen jurídico público, por
tanto les son de aplicación, entre otras, la LRJ-PAC, el TRLCAP y la legislación
presupuestaria. Los Organismos Autónomos están dotados de personalidad jurídica y
patrimonio propios, si bien son dependientes de la Entidad Local que los crea.
Tradicionalmente la LGP clasificaba a los Organismos Autónomos según el servicio
público que prestaban en: Organismos Autónomos de carácter administrativo u
Organismos Autónomos de carácter financiero, económico, industrial o mercantil
(comerciales); sin duda una clasificación un tanto confusa que ha quedado olvidada.
Ejemplos de organismos autonómicos locales serían un Instituto Municipal de Deportes,
la Gerencia Municipal de Urbanismo, etc.).
c) Entidad pública empresarial local.- A diferencia de los anteriores, éstas se
rigen con carácter general por el Derecho Privado, salvo:
- En la formación de la voluntad de sus órganos.
- En el ejercicio de las potestades administrativas que tengan atribuidas
- Y en otros aspectos concretos referidos en sus estatutos y en la legislación
sobre haciendas locales.
En todo caso, estas Entidades deben ser diferenciadas de otras formas de
personificación privada, como son las Sociedades Mercantiles participadas por Entes
Públicos, que son consideradas como sector público desde un punto de vista económico,
pero rigiéndose jurídicamente por el Derecho Privado, salvo en materia presupuestaria,
contable, de control financiero, de control de eficacia y contratación.
d) Sociedad mercantil local, cuyo capital social pertenezca íntegramente a la
entidad local o a un ente público de la misma.
Finalmente, si bien no a nivel local sino estatal, cabe referirse a las incipientes
Agencias Públicas Estatales, nacidas de la Ley 28/2006, de 18 de julio, de Agencias
Estatales para la mejora de los servicios públicos, y que con el carácter de Entidades de
Derecho Público, dotadas de personalidad jurídica pública, patrimonio propio y
autonomía en la gestión, están facultadas para ejercer potestades administrativas, todo
ello con objeto de cumplir los programas correspondientes a las políticas públicas. Se
rigen por la propia Ley 28/2006, de 18 de junio, así como por el Estatuto propio de cada
una de ellas, y supletoriamente por las normas aplicables a las entidades de Derecho
público (Ejs. Agencia Estatal de las Políticas Públicas y de la Calidad de los Servicios;
Agencia Estatal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas; Agencia Estatal de
Meteorología; Agencia Estatal Antidopaje; etc.)
2.- Gestión indirecta.- Mediante las distintas formas previstas para el contrato de
gestión de servicios públicos en el artículo 156 del Texto Refundido de la Ley de
Contratos de las Administraciones Públicas, aprobado por el Real Decreto Legislativo
2/2000, de 16 de junio, hoy entendido art. 253 de la Ley 30/2007, de 30 de octubre, de
Contratos del Sector Público, vigente desde el 30 de abril de 2008, que establece las
siguientes formas de gestión que, no obstante, cierto sector doctrinal clasifica, a su vez,
en:
2.1.- Gestión Indirecta strictu sensu.- Caracterizada por la asunción del riesgo
económico derivado de la explotación del servicio por parte de la persona que
presta el servicio. Como posibles formas de gestión, nos encontramos:
2.1.1.- Concesión.- Propio de la prestación de servicios públicos de
carácter económico, consiste en la prestación del servicio por un tercero
(concesionario), que asume el riesgo y ventura, y se atiene a las
condiciones fijadas en el contrato concesional con la Administración.
El mentado GARRIDO FALLA se refiere a las siguientes características
propias de este tipo de contrato administrativo:
o La Administración:
 Fija las tarifas por utilización del servicio.
 Conserva el control y fiscalización del servicio.
 Dispone de potestad sancionadora o correctiva sobre el
concesionario.
o El personal que presta el servicio no tienen la condición de
empleados públicos, sino personal privado.
o La concesión es temporal, por tanto, no puede ser perpetua o
indefinida, no pudiendo exceder (incluidas prórrogas) de:
 50 años los contratos de ejecución de obras y explotación del
servicio.
 25 años los contratos de explotación de servicios NO
sanitarios.
 10 años los contratos de explotación de servicios sanitarios.
o La prestación del servicio deberá efectuarse directamente por el
concesionario, sin perjuicio de que, solicitada por éste una cesión o
traspaso a tercero, la Administración concedente lo autorice.
Junto a causas comunes de extinción del contrato, como son el
incumplimiento por el concesionario, la quiebra de éste, o la supresión
del servicio, son formas peculiares de extinción de este tipo de contrato:
o La reversión.- Forma normal de extinción de este contrato una vez
transcurrido el plazo concesional, y que conlleva la obligación para el
concesionario, de devolver el servicio y las obras e instalaciones en
adecuado estado de conservación y mantenimiento.
o Y el rescate.- Conocida como reversión anticipada o con mejor
lenguaje administrativo, expropiación forzosa, el rescate es una
forma extraordinaria de extinción de la concesión, que consiste en
que la Administración hace uso de sus facultades exorbitantes,
poniendo fin al contrato de forma unilateral con antelación al
transcurso del plazo de concesión, mediante la correspondiente
indemnización.
2.1.2.- Concierto.- Se caracteriza porque la Entidad Local, para la
prestación del servicio, se vale de las instalaciones o establecimientos
pertenecientes a otras personas o entidades, a cambio de la
correspondiente compensación económica, y sin crear una nueva persona
jurídica (ej. servicios sanitarios).
2.2.- Gestión Mixta.- A diferencia de la gestión indirecta strictu sensu, la gestión
mixta viene caracterizada por una distribución de resultados entre la
Administración y el particular prestador del servicio, derivados de la explotación
del mismo. Son formas de gestión mixta:
2.2.1.- Gestión interesada.- La Administración y el particular participan
en los resultados en la proporción que se establezca en el contrato, sin
que se cree una nueva persona jurídica.
2.2.2.- Sociedad de economía mixta.- En la que la Administración
participe (salvo que la ley autorice otra cosa, participación mayoritaria),
por sí o por medio de una entidad pública, en concurrencia con personas
naturales o jurídicas. Supone la creación de una nueva persona jurídica.
Por lo demás, concluir señalando que hoy día un sector doctrinal refiere un
cuarto tipo de actuación administrativa, cual es la actividad arbitral, en la que la
Administración aparece como mediador extrajudicial entre los intereses y derechos de
los ciudadanos (Jurados de Expropiación Forzosa, Juntas Arbitrales de Consumo,
Registros de la Propiedad, etc.)
B) LA INTERVENCIÓN ADMINISTRATIVA LOCAL EN LA ACTIVIDAD
PRIVADA:
B.1.- SUPUESTOS DE INTERVENCIÓN.
El art. 1 del RSCCLL determina expresamente cuatro casos de intervención de
los Ayuntamientos en la actividad de sus administrados, y un quinto que remite a otros
casos en que se autorice legalmente:
1.° Función de policía, cuando existiere perturbación o peligro de perturbación
grave de la tranquilidad, seguridad, salubridad o moralidad ciudadanas, con el
fín de restablecerlas o conservarlas.
2.° En materia de subsistencias, además, para asegurar el abasto de los artículos
de consumo de primera necesidad, la calidad de los ofrecidos en venta, la
fidelidad en el despacho de los que se expendan a peso o medida, la normalidad
de los precios y la libre competencia entre los suministradores y vendedores.
3.° En el orden del urbanismo, también para velar por el cumplimiento de los
planes de ordenación aprobados.
4.° En los servicios de particulares destinados al público mediante la utilización
especial o privativa de bienes de dominio público, para imponer la prestación de
aquéllos debidamente y bajo tarifa.
5.° En los demás casos autorizados legalmente y por los motivos y para los fines
previstos.
B.2.- PRINCIPIOS Y LÍMITES.
Los principios a que debe ajustarse la intervención de las Corporaciones Locales
en la actividad de sus administrados, se encuentran establecidos en el art. 84.2 LRBRL:
-
Igualdad de trato.- El art. 2 RSCCLL habla de igualdad ante la ley, que no es
más que una traslación de derecho fundamental previsto en el art. 14 C.E.
-
Congruencia.- Con los motivos y fines justificativos. En iguales términos se
pronuncia el art. 6.1 RSCCLL.
-
Y respeto a la libertad individual.- Tal y como establece el art. 6.2 RSCCLL,
al igual que vimos que también lo hace el art. 95.2 LRJ-PAC, de ser varios
los medios de intervención admisibles, se elegirá el menos restrictivo de la
libertad individual.
B.3.- MEDIOS DE INTERVENCIÓN
Se encuentran relacionados en el art. 84 LRBRL y en el mismo sentido art. 5
RSCCLL:
a) Ordenanzas y Bandos.- El RSCCLL se refiere también a los Reglamentos, si
bien siendo precisos y bajo la clásica distinción doctrinal entre Ordenanzas
(carácter “ad extra”) y Reglamentos (carácter “ad intra”), éstos últimos no serían
un medio válido de intervención en la actividad de los ciudadanos.
b) Sometimiento a previa licencia y otros actos de control preventivo.
c) Ordenes individuales, constitutivas de mandato para la ejecución de un acto o
la prohibición del mismo.
C) LAS LICENCIAS O AUTORIZACIONES ADMINISTRATIVAS:
C.1.- INTRODUCCIÓN.
Bajo el término genérico autorizaciones se comprenden una serie de actos
administrativos a través de los cuales se permite a los administrados el ejercicio de un
derecho preexistente, previa comprobación de su adecuación al ordenamiento jurídico
vigente. Así son autorizaciones, los permisos, los visados, las habilitaciones, las
censuras, las dispensas, las inscripciones, y, como no, las licencias administrativas,
término dominante en el ámbito local y medio más utilizado por las Entidades Locales
para ejercer la acción de policía, como expresión típica de la intervención de la
Administración en la actividad privada.
C.2.- CONCEPTO.
Acto administrativo concreto y singular -de la clase declaración de voluntad-,
por el que la Administración, una vez valoradas las circunstancias concurrentes en cada
caso, permite a un particular el ejercicio de un derecho preexistente pero que puede
llevar a cabo sin autorización del órgano competente.
C.3.- NATURALEZA JURÍDICA O CARACTERÍSTICAS.
-
Es un acto administrativo, dado que emana de un órgano de la
administración en el ejercicio de una potestad administrativa (la de policía).
Tiene carácter reglado, frente al carácter más o menos discrecional (que no
arbitrario) de otros actos administrativos.
No crea derechos subjetivos, pues éstos preexisten si bien condicionados en
cuanto a su eficacia, a la comprobación de su adecuación a la normativa
vigente.
C.4.- DISTINCIÓN DE FIGURAS AFINES.
-
Admisión.- Supone el ejercicio de un derecho acreditando los requisitos para
ello, sin comprobación previa por la Administración, como ocurre en las
licencias (ejs. admisión a unas pruebas selectivas, admisión para matricularse
en una Universidad).
-
Concesión.- Crean derechos y facultades para el concesionario, lo que no
ocurre en las licencias, donde los derechos o facultades preexisten.
C.5.- CLASES.
1.- Por la materia:
-
De seguridad, moralidad o salubridad ciudadana.
De abastecimiento de bienes de consumo.
Urbanísticas.
De prestación de servicios que conlleven la utilización especial o privativa
de bienes de dominio público.
Legales, si vienen expresamente previstas en las leyes.
2.- Por la duración:
-
Licencias de tracto instantáneo.- Que pierden vigencia una vez ejecutado lo
autorizado en la licencia (ej. licencia de obras).
-
Licencias de tracto sucesivo (art. 186.3 LSC).- Que mantienen su vigencia
mientras subsistan las condiciones que justificaron su otorgamiento (ej. las
licencias de apertura y actividades “clasificadas”, hoy entendidas estas
últimas, conforme a la Ley de Cantabria 17/2006, de 11 de diciembre, de
Control Ambiental Integrado –LCAI-, como licencias de actividad sujetas a
la técnica de control ambiental de comprobación ambiental).
3.- Por la transmisibilidad:
-
Transmisibles.- Las que tienen carácter objetivo, esto es, se conceden o
deniegan por razón de la cosa (ejs. licencias de obras y de primera
ocupación, licencias de actividad y de apertura).
-
Transmisibles o intransmisibles.- Las que tienen carácter subjetivo, esto es,
se conceden o deniegan por razón de las cualidades de la persona -licencias
personales- y las que se refieran al ejercicio de actividades sobre bienes de
dominio público, dependiente la intransmisibilidad de dos circunstancias:
1ª.- Que normativamente se establezca su intransmisibilidad.
2ª.- O, en defecto de lo anterior, que se disponga al otorgarlas.
-
Licencias instransmisibles.- Aquellas cuyo número fuera limitado.
C.6.- ACTIVIDADES SOMETIDAS A LICENCIA.
El art. 21.1 RSCCLL establece que estarán sujetas a previa licencia: Las
parcelaciones y reparcelaciones urbanas, movimientos de tierras, obras de nueva planta,
modificación de estructura o aspecto exterior de las existentes, primera utilización de
los edificios y modificación objetiva del uso de los mismos, demolición de
construcciones y demás actos que señalaren los planes.
A las anteriores, el art. 22.1 RSCCLL añade que estará sujeta a licencia: la
apertura de establecimientos industriales y mercantiles.
En el mismo sentido, si bien más detalladamente, en Cantabria, el art. 183.1 de
la Ley 2/2001, de 25 de junio, de Ordenación Territorial y Régimen Urbanístico del
Suelo de Cantabria –LSC-, determina como actos sujetos a licencia, todas ellas
identificadas como urbanísticas: las parcelaciones urbanísticas y todos los actos de
edificación y uso del suelo o el subsuelo tales como movimientos de tierra, obras de
nueva planta, modificación de la estructura o aspecto exterior de las edificaciones
existentes, modificación del uso de las mismas, demolición de construcciones,
colocación de carteles de propaganda visibles desde la vía pública, cierre de vallados y
fincas, colocación de construcciones prefabricadas e instalaciones móviles, y los demás
que señalen los planes u otras normas legales o reglamentarias.
Más adelante, los arts. 185 y 186 de la LSC, establece las finalidades de algunas
de dichas licencias. Me limitaré a referirme a cuatro tipos de licencia:
- Licencia de obra.- Tiene como finalidad verificar que las obras cumplen la
normativa vigente.
- Licencia de primera ocupación (art. 185 LSC).- Cuya finalidad es verificar el
cumplimiento efectivo de las prescripciones contenidas en la licencia de obras y de los
usos permitidos por el Plan. Se exigirá para la primera ocupación de los edificios de
nueva construcción o que hayan sido objeto de ampliación o modificaciones
sustanciales. Para su otorgamiento se requerirá certificación del facultativo director de
las obras que acredite el cumplimiento de las condiciones de la correspondiente licencia
urbanística.
- Licencia de actividades clasificadas (art. 186.2 LSC).- Se exigirá para las
actividades molestas, insalubres, nocivas o peligrosas, hoy entendido instalaciones y
actividades que puedan ser causa de molestias, riesgos o daños para las personas, sus
bienes o el ambiente y no estén sometidas a las técnicas de control ambiental de
autorización ambiental integrada o de evaluación ambiental (art. 6 LCAI).
- Licencias de apertura (art. 186.1 LSC).- Su finalidad es verificar si los locales e
instalaciones industriales y mercantiles reúnen las debidas condiciones de tranquilidad,
seguridad y salubridad, así como las que, en su caso, estuvieren previstas en el
planeamiento urbanístico.
Estas cuatro clases de licencia presentan un régimen relacional entre ellas, el
cual se establece en el art. 187 LSC, que es el siguiente:
1º.- La licencia de primera ocupación presupone la licencia de obras y es
independiente de la licencia de apertura o actividad. Lo que significa que la realización
de obras presenta dos fases, la primera con la obtención de la licencia de obras, y la
segunda, una vez ejecutadas éstas y verificadas por los técnicos municipales, la
obtención de la licencia de primera ocupación, de manera que obtenida ésta,
inevitablemente debe presuponer la licencia de obras. Además, para el caso de que fuese
a realizarse una actividad mercantil o industrial, la preceptiva licencia de apertura o la
de actividad y la propia de apertura o funcionamiento, serán independientes de la
licencia de primera ocupación de un inmueble.
2º.- Cuando conforme al proyecto presentado la edificación de un inmueble se
destine específicamente a actividades mercantiles o industriales y se precise licencia de
obras, la licencia de apertura se exigirá con carácter previo o simultáneo a la citada
licencia de obras. Ello no obstante, el Ayuntamiento puede otorgar la licencia de obras
bajo condición resolutoria a resultas del expediente de la licencia de apertura. Dicho
carácter previo de la licencia de apertura y la no vinculación con la licencia de obras ha
sido criterio sostenido por la jurisprudencia. La concesión de una licencia de obras y
posterior denegación de la licencia de apertura, cuando se hubieran solicitado
conjuntamente, la obra sólo puede tener como utilización una actividad (ej. una Estación
de Servicio), o en el proyecto de obras se exprese el destino específico del local, puede
originar al Ayuntamiento la obligación de resarcir daños y perjuicios por el
funcionamiento anormal de los servicios públicos, al incumplirse un precepto legal, en
este sentido la constante jurisprudencia. Por tanto, en los casos adelantados la licencia
de obra deberá ser concedida o denegada teniendo en cuenta la actividad que se
pretende desarrollar.
3º.- En actividades clasificadas, la licencia se exigirá también con carácter
previo o simultáneo a la licencia de obras. De ahí que presentadas al mismo tiempo
solicitudes de licencia de obras y de apertura, los Ayuntamientos dejen en suspenso la
tramitación y resolución de la licencia de obras, hasta la obtención de la licencia de
actividad.
Obsérvese también como para la actividades clasificadas no se establece la
posibilidad del Ayuntamiento de otorgar la licencia de obras bajo condición resolutoria,
por cuanto, como veremos, en este caso, también el procedimiento es bifásico y se
integra por la necesidad de obtener precisamente la licencia de actividad y
posteriormente la licencia de apertura o también llamada autorización de puesta en
funcionamiento, previa a la cual es donde se entiende que podría operar esa posibilidad
de otorgamiento bajo condición resolutoria.
C.7.- PROCEDIMIENTO DE CONCESIÓN.
En este punto me limitaré a señalar que el procedimiento administrativo a seguir
para la concesión o denegación de una licencia varía en función del tipo de licencia que
se solicite. Y así, aunque el RSCCLL preceptúe en su art. 9.1 que las solicitudes de
licencias se resolverán con arreglo al procedimiento que esa misma norma contempla, a
continuación indica que ello cuando no exista otro procedimiento especialmente
ordenado por disposición de superior o igual jerarquía. De donde tenemos, por lo
pronto, que en Cantabria la LSC –disposición de superior jerarquía al RSCCLL y de
fecha posterior-, si bien más escuetamente, regula el procedimiento de concesión de
licencias en el art. 190, aunque éste efectúa la misma prevención que el RSCCLL, es
decir, salvo que exista otro procedimiento específico previsto en una Ley sectorial.
En resumen, que para la resolución de las solicitudes de licencia habrá que estar:
1º.- Al procedimiento específico que prevea la correspondiente ley sectorial
estatal o autonómica.
2º.- En defecto de procedimiento específico, al siguiente procedimiento general:
- En Cantabria.- Art. 190 de la Ley 2/2001, de 25 de junio, de Ordenación
Territorial y Régimen Urbanístico del Suelo de Cantabria –LSC- En el resto de CC.AA.- A la respectiva normativa autonómica o al RSCCLL.
3º.- Y todo ello aderezado, con carácter supletorio, por la LRJ-PAC, que regula
el llamado procedimiento administrativo general o común.
Todo lo anterior se traduce para los tipos de licencias más importantes en que:
-
Las licencias de obras y de primera ocupación, se resolverán de acuerdo con
la respectiva normativa autonómica –en Cantabria, la mentada LSC- y, en su
defecto, por lo dispuesto en el art. 9.1 RSCCLL.
-
Las licencias de actividad “clasificada” y posterior apertura o puesta en
funcionamiento, se resolverán también conforme a la respectiva normativa
autonómica –en Cantabria, la Ley 17/2006, de 11 de diciembre, de Control
Ambiental Integrado- y, en su defecto, por el Decreto 2414/1961, de 30 de
noviembre, por el que se aprobó el Reglamento de Actividades Molestas,
Insalubres, Nocivas y Peligrosas –RAMINP-; Orden Ministerial de 15 de
marzo de 1963, Instrucción para la aplicación del RAMINP; y R.D.
2816/1982, de 27 de agosto, Reglamento General de Policía de Espectáculos
Públicos y Actividades Recreativas, para esta clase de actividades.
-
Las licencias de apertura de actividad “inocua”, se resolverán en atención a
la norma autonómica de superior jerarquía al RSCCLL –en Cantabria, la
LSC y supletoriamente, entiendo que por desprenderse así de la propia LSC,
la LRJ-PAC- y, en su defecto, el RSCCLL.
Será el epígrafe D en el que se haga un estudio especial de las licencias de
apertura de actividades “inocuas” y de las actividades hasta ahora llamadas “calificadas
o clasificadas”, al cual me remito para el análisis del procedimiento establecido para
uno y otro tipo de actividades.
C.8.- EFECTOS.
Se producen solamente entre las Corporación otorgante y el titular de la licencia,
sin que se vean alteradas las situaciones jurídico privadas entre particulares, como
tampoco las situaciones jurídico públicas entre el titular de la licencia y las demás
Administraciones Públicas. De ahí que, por un lado, como establece el art. 188.2 LSC y
en el mismo sentido el art. 12.1 RSCCLL, las licencias se otorgan dejando a salvo el
derecho de propiedad y sin perjuicio de tercero. Ello no obstante –continúa indicando la
norma autonómica-, las licencias deberán ser denegadas si el peticionario pretendiere
llevar a cabo una ocupación ilegal del dominio público. Y, por otra parte, que las
licencias no podrán ser invocadas, para excluir o disminuir la responsabilidad civil o
penal en la que hubieren incurrido los beneficiarios en el ejercicio de sus actividades
(art. 12.2 RSCCLL).
C.9.- VIGENCIA.
- En principio indefinida (art. 15.1 RSCCLL).- Las licencias relativas a las
condiciones de una obra o instalación, cuya vigencia subsistirá mientras subsistan la
propias condiciones de aquéllas.
Sin perjuicio de lo anterior, las licencias de obras pueden estar sometidas a
plazos, como también a condiciones, por lo que, su incumplimiento determina la
caducidad –el art. 16.1 RSCCLL habla de “quedar sin efecto”- de dichas licencias (art.
188.5 LSC).
- Indefinidas o temporales (art. 15.2 RSCCLL).- Las referentes a actividades
personales, que podrán limitarse a plazo determinado.
C.10.- TRANSMISIBILIDAD.
Si bien más adelante dedicaremos un apartado específico al estudio de la
posibilidad de cambiar la titularidad de actividades, llamada propiamente
transmisibilidad, también transferencia, traspaso, etc., de momento anótese como
regulan esta materia el art. 188.3 LSC como también el art. 13 RSCCLL:
- Licencias transmisibles.- Las de obras, instalación o servicio, y en definitiva,
todas las reguladas en la LSC. Se dispone la obligación para el nuevo constructor o
empresario de comunicar tal circunstancia al Ayuntamiento sin lo cual quedarán ambos
sujetos a todas las responsabilidades que se derivaren para el titular.
- Licencias transmisible o no.- Las ya aludidas, en su caso, concernientes a las
cualidades de un sujeto –personales- y las referentes al ejercicio de actividades sobre
bienes de dominio público. Razón por la cual, para las licencias personales, el art. 14.1
RSCCLL contempla que las actividades autorizadas habrán de ser desarrolladas
personalmente por los titulares de aquéllas y no mediante representación por un tercero,
salvo disposición reglamentaria o acuerdo en contrario. Y, en todo caso, como concluye
el apartado 2 del mismo precepto, cuando se permitiere la representación, el que la
ejerciere deberá reunir las mismas cualidades.
- Licencias instransmisibles.- Aquellas cuyo número fuera limitado.
C.11.- REVOCACIÓN Y ANULACIÓN.
-
Revocación (art. 16.1 RSCCLL):
Las licencias “deberán” ser revocadas cuando:
1.- Desaparecieran las circunstancias que motivaron su otorgamiento.
2.- Sobrevinieran otras circunstancias que, de haber existido a la sazón,
habrían justificado la denegación.
Asimismo, “podrán” ser también revocadas cuando se adoptaren nuevos
criterios de apreciación.
-
Anulación (art. 16.2 RSCCLL).- Las licencias podrán ser anuladas cuando
resultaren otorgadas erróneamente, para ello habrá de estarse a lo dispuesto
en los arts. 112 y 113 de la LRJ-PAC.
D) EN CONCRETO LAS LICENCIAS MUNICIPALES DE ACTIVIDAD Y DE
APERTURA:
D.1.- ACTIVIDADES E INSTALACIONES SUJETAS.
Son actividades e instalaciones sujetas a licencia de de actividad y/o apertura, los
establecimientos industriales y mercantiles, clasificándose por la doctrina y la
legislación el régimen de sujeción, de forma dicotómica en dos grandes clases de
licencia municipales:
-
Licencia de apertura de establecimientos destinados a actividades inocuas.Para actividades no incursas en uno de dichos grupos, clases, anexos o
nomenclátores aludidos más arriba, “presumiblemente” por no producir los
efectos descritos para las actividades clasificadas, e incursos en la relación
de actividades inocuas que pueda tener aprobada el Ayuntamiento de turno
que, dicho sea de paso, como veremos a continuación, puede plantear no
pocos problemas más allá de su finalidad, que no es otra que garantizar una
mayor seguridad jurídica al administrado. Éstas actividades se sujeta a
licencia ordinaria, siendo los trámites procedimentales más simplificados, si
bien las respectivas ordenanzas municipales pueden convertirlos también en
trámites a priori injustificadamente complejos –ej. prever trámite de
información pública-.
-
Licencia de actividades calificadas o clasificadas.- Prevista para las
actividades incluidas en uno de los grupos, clases, anexos o nomenclátores,
correspondiente a la normativa de aplicación, autonómica o estatal, así como
“en ocasiones” –cuando tales grupos, clases, etc, no constituyen lista cerrada
o númerus claussus, caso del RAMINP como ya indicaran diversas
sentencias del TS –por todas la STS de 15/04/83-, sino lista abierta o
númerus apertus-, otras actividades que (art. 1 del RAMINP): “… produzcan
incomodidades, alteren las condiciones normales de salubridad e higiene del
medio ambiente y ocasionen daños a las riquezas públicas o privadas o
impliquen riesgos graves para las personas o bienes”. Por tanto, actividades
que presentaran alguna de las siguientes cuatro características, entendiendo
que la anterior es una redacción incorrecta, por cuanto la conjunción “y”
subrayada debería ser una coma:
o Producción de incomodidades
o Alteración de las condiciones normales de salubridad e higiene del
medio ambiente
o Producción de daños a las riquezas públicas o privadas
o O implicación de riesgos graves para las personas o bienes.
Sistema de númerus apertus que preside no solo en el RAMINP sino en la
mayor parte de la normativa autonómica, entre éstas, como veremos, en
nuestra Ley de Cantabria 17/2006, de 11 de diciembre, de Control Ambiental
Integrado, cuando en su art. 8.3 establece que: Las instalaciones o
actividades que puedan tener incidencia ambiental significativa –
entendiendo el art. 6 que la tienen aquellas que puedan ser causa de
molestias, riesgos o daños para las personas, sus bienes o el ambiente-,
excepto las comprendidas en los anexos A y B de la presente Ley, se
sujetarán a la comprobación ambiental a que se refiere el artículo 6. En
particular, y a los efectos anteriores, se considera que las actividades e
instalaciones enumeradas en el anexo C de esta Ley tienen incidencia
significativa, sin que esta enumeración tenga carácter limitativo”.
Lo cierto es que el sistema de númerus apertus siempre plantea dudas a las
Corporaciones Locales, en cuanto a aquellas actividades que no se
encuentran en Nomenclator, Catálogo o Anexo correspondiente, pero
tampoco en la relación de actividades inocuas que pudiera tener aprobada
cada Ayuntamiento en concordancia con lo dispuesto en el art. 8.2 de la
Orden de 15 de marzo de 1963 –IAM-. Y teniendo como tienen dichas
relaciones, en este caso sí, carácter cerrado y no meramente indicativo, lleva
a que los Ayuntamientos exijan en esas actividades dudosas, la tramitación
de una licencia de actividad clasificada, con las consiguientes dilaciones y
gastos para el interesado. De ahí que, una actualización periódica de estas
últimas relaciones de actividades inocuas puede ser la solución, máxime si se
tiene en cuenta que, actividades que años atrás podían ser inocuas, en la
actualidad no lo son, amén de la aparición de nuevos tipos de actividades que
inciden significativamente en el medio ambiente.
Pero no toda la normativa autonómica sigue un sistema de númerus apertus
en cuanto a la sujeción de actividades; así por ejemplo, en la Ley 7/1994, de
18 de mayo, de Protección Ambiental de Andalucía o en el R.D. Legislativo
1/2000, de 18 de mayo, Texto Refundido de la Ley de evaluación de Impacto
Ambiental y Auditorías Ambientales de Castilla y León, normas ambas que
presentan Anexos cerrados, permite adaptar automáticamente el régimen
jurídico aplicable a las nuevas actividades que van surgiendo. El régimen de
este tipo de actividades se encuentra sujeto a un régimen de licencia especial
que, procedimentalmente comprende trámites complejos y extensos en el
tiempo, y ello a diferencia de los trámites más simples que en principio
presiden el procedimiento de concesión de licencias de actividades inocuas.
Más adelante se incidirá sobre el ámbito de aplicación del RAMINP y de la
LCAI y se hará una comparativa entre el Nomenclator y el Anexo C
respectivos.
D.2.- ACTIVIDADES E INSTALACIONES NO SUJETAS.
Como consecuencia del régimen de sujeción de las actividades a licencia
descrito, la primera pregunta que surge es si todas las actividades están sujetas a uno u
otro tipo de licencia o, por el contrario, existen actividades no sometidas a licencia. La
cuestión se plantea en relación con las actividades profesionales: Abogado, Procurador,
Arquitecto, Ingeniero, Médico, que presentan la misma característica, que es la relación
directa profesional-cliente, en contra de la pública concurrencia de los clientes que
define a las actividades comerciales e industriales obligadas de licencia.
Así, la actividad profesional de Abogado, reiteradamente ha sido excluida del
deber de obtener licencia de apertura siquiera inocua. La salvedad legislativa viene dada
por la Ley 16/2006, de 17 de octubre, de régimen jurídico de las licencias integradas de
actividad de las Islas Baleares, que sujeta a licencia de actividad inocua, los despachos
profesionales, por tanto no solo de Abogados, sino también por ejemplo, de
Procuradores y otros, siempre que sean colegiados y su superficie construida no excede
de 250 m2.
En cuanto a la actividad profesional de gestor administrativo, por no tener
carácter comercial y, por tanto, no estar comprendida en el supuesto del art. 22.1 del
RSCCLL, la STSJ de Murcia de 23 de mayo de 1998 sentenció no estar sometida a
licencia de apertura.
Por su parte, en la actividad profesional de Medicina, se distingue la mera
consulta profesional, no precisada de licencia, de la consulta clínica, realizada en
consultorio médico, que por los medios personales y materiales empleados se ven
sujetas a licencia de apertura.
Otro tanto cabe decir de la actividad profesional Docente, sobre la cual la STSJ
de Andalucía de 20 de junio de 2000 se refiere a colación de la actividad de
conservatorio de música, concluyendo la sentencia, que la noción de establecimientos
industriales o mercantiles hace referencia a realidades bien distintas de la docente, en
particular cuando la misma es una actividad de enseñanza oficial, sometida a sus propias
normas de inspección y control. Sin perjuicio de que el Ayuntamiento pueda intervenir
en el ámbito de sus competencias, en especial, en el aspecto urbanístico, pero
descartándose cualquier tipo de intervención por peligro para la salubridad y la
seguridad pública, al encontrarse descartados tales riesgos. A la misma conclusión
cabría llegar analógicamente en relación con otras actividades docentes.
Fuera de la actividad profesional, las dudas han versado sobre el sometimiento o
no a licencia del uso de los locales para el ejercicio de actividades religiosas, y la
respuesta ha sido negativa, por no entrar dentro del concepto de establecimiento
comercial o industrial. Además debe tenerse en cuenta que el art. 16.1 de la
Constitución Española garantiza la liberad ideológica, religiosa y de culto, sin más
limitaciones que la necesaria para mantener el orden público (seguridad, salud y
moralidad pública). Ello no quiere decir que el ejercicio de las actividades religiosas no
estén sometidas a control alguno, más al contrario, si el ejercicio de la actividad produce
molestias o riesgos para terceros, el Ayuntamiento respectivo podrá intervenir, aunque
sin exigir licencia de apertura o actividad clasificada.
También en relación con el sometimiento o no a licencia, en este caso de
actividad, de una nave agrícola, reseñando la STSJ de Andalucía de fecha 4 de Mayo de
2000, que no habiendo prueba de que la actividad agrícola esté en el nomenclátor, no
debe exigirse licencia de apertura, y no siendo preceptiva ésta, deberá otorgarse la
licencia de obras solicitada si no existen motivos urbanísticos que lo impidan.
Objeto de recurso fue sido igualmente la actividad de cocheras, determinándose
por la STSJ de Castilla-La Mancha de 27 de Julio de 2001, que tratándose de plazas de
garaje de carácter privado, y no encontrándose tampoco esta actividad en el
Nomenclátor, no está sujeta a licencia de apertura. Un último apunte sobre esta
actividad en nuestra Comunidad Autónoma –Cantabria-, lleva a afirmar que, de acuerdo
con lo dispuesto en el Anexo C, apartado 30, de la Ley 17/2006, de 11 de diciembre, de
Control Ambiental Integrado, están sometidos a licencia de actividad sujeta a
comprobación ambiental, los garajes comunitarios, aparcamientos públicos y estaciones
de autobuses que dispongan de alguna planta en sótano, lo que a sensu contrario,
significa que no incluye aquellos garajes, aparcamientos y estaciones de autobuses en
superficie, salvo que, dada la lista abierta que caracteriza citada ley, por el
Ayuntamiento, en primer término, y el órgano de control ambiental, en última instancia,
consideren que la actividad pueden ser causa de molestias, riesgos o daños para las
personas, sus bienes o el medio ambiente.
Por distinta razón se declaró por la STSJ de Castilla y León de fecha 14 de Abril
de 2002, la innecesariedad de licencia de actividad para la instalación de un vertedero, y
ésta no fuera otra que por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y
León se aprobó un Decreto por el que se aprobaba como Proyecto Regional la
construcción del vertedero, señalándose que no estará sometida a los actos de control
preventivo municipal a que se refiere el art. 84.1 LRBRL.
Finalmente destacar el caso de las actividades desarrolladas por distintas
empresas dentro de un recinto aeroportuario, por cuanto cierto es que el art. 149.1.20ª
C.E. atribuye al Estado competencia exclusiva en materia de aeropuertos, pero no lo es
menos, que ello no puede limitar la autonomía municipal. Por ello habrán de
diferenciarse, como lo hace la STS de 29 de Mayo de 1997, dos supuestos:
1º.- Tanto las obras de ordenación del territorio, como puede ser la construcción
de una pista aeroportuaria como las propias instalaciones y las actividades desarrolladas
por AENA, Entidad que tienen encomendada la gestión de los aeropuertos civiles: salas
de embarque y llegada, vestíbulo, salas de megafonía, dependencias administrativas,
sala de equipos de informática, etc., tratándose como se trata de elementos esenciales de
la infraestructura del aeropuerto, sin el cual el mismo no puede funcionar, están exentas
de licencia municipal de obras y de uso o apertura, por exceder del ámbito competencial
municipal y, por tanto, del control por parte de los Ayuntamientos, sin perjuicio, en todo
caso, de la posible intervención de éstos imponiendo, en su caso, medidas correctoras.
2º.- Actividades auxiliares, complementarias, anejas, o negocios minoristas en el
interior del aeropuerto, como son las compañías aéreas instaladas, los establecimientos
hosteleros, de prensa, de productos alimenticios, de alquiler de vehículos, etc., sobre los
que el Ayuntamiento puede y debe ejercer dicho control preventivo mediante la sujeción
a licencia de apertura.
Concluir este apartado indicando al lector que, la más reciente legislación
autonómica, en un intento de solventar todas estas dudas, viene recogiendo de forma
expresa, al igual que lo hace para las actividades sometidas a licencia, un catálogo de
exclusiones de actividades no sujetas a licencia. En este sentido, la Ley de Espectáculos
Públicos de Madrid, de Canarias y de Andalucía, establecen la no sujeción a licencia de
las actividades privadas de carácter familiar, así como las que se realicen en el ejercicio
de los derechos fundamentales en el ámbito laboral, religioso, político y docente, sin
perjuicio de que, en todos estos casos, los locales deban reunir las condiciones de
seguridad exigidas por ley.
D.3.- PROCEDIMIENTO.
La dicotomía de licencias municipales propia de la distinción de actividades
inocuas y actividades calificadas, determina por lo pronto dos procedimientos diversos,
aunque no obstante cabe hablar más bien de una multiplicidad de procedimientos
administrativos, al haber salido a escena, junto a la normativa estatal, la normativa
autonómica, cada una de éstas con sus propias peculiaridades y matices.
D.3.1.- PROCEDIMIENTO PARA ACTIVIDADES INOCUAS.
El art. 9 RSCCLL regula el que podríamos denominar procedimiento general
para la resolución de licencias, a salvo de las Comunidades Autónomas que dispongan
de disposiciones de igual o superior jerarquía reguladoras de la materia, cual es el caso
de Cantabria, cuyo art. 190 de la mentada LSC establece las escuetas pautas
procedimentales con arreglo a las cuales han de resolverse las licencias en dicha ley
previstas, entre ellas las ahora tratadas licencias de apertura de actividades inocuas. A
más, la LRJ-PAC, regulador del procedimiento administrativo común, también puede
tener su incidencia procedimental en el ámbito de las licencias.
Sin perjuicio de lo anterior, a continuación será analizado el procedimiento
establecido en el precitado art. 9 del RSCCLL, efectuando, no obstante, los comentarios
procedentes en cada momento sobre el procedimiento previsto en la LSC y sobre el
procedimiento administrativo común detallado en la LRJ-PAC.
Como sucede en todo procedimiento administrativo, del contenido normativo se
deducen las siguientes fases procedimentales:
1.- Fase de iniciación.
El procedimiento se inicia a instancia de parte, o como expresa el art. 68 LRJPAC, a solicitud de “persona interesada”. No obstante matizar que, como es sabido la
presentación podrá efectuarse, no sólo por el interesado persona física o natural, sino
también éste y, en todo caso, las personas jurídicas, a través de representante, si bien,
en este supuesto, como preceptúa el art. 32.3 LRJ-PAC, acreditando la representación
por cualquier medio válido en derecho que deje constancia fidedigna, o mediante
declaración en comparecencia personal del interesado. Si bien, la falta o insuficiente
acreditación de la representación no debe impedir, por supuesto, la presentación de la
solicitud, ni que se tenga por realizado el acto de que se trate, aunque como expresa el
apartado 4 del art. 32 LRJ-PAC, siempre que se aporte aquélla o se subsane el defecto
dentro del plazo de diez días que deberá conceder al efecto el órgano administrativo, o
de un plazo superior cuando las circunstancias del caso así lo requieran.
Dicha solicitud podrá tratarse O NO del modelo o sistema normalizado de
solicitud que pueda tener establecida la Entidad Local, de acuerdo con lo señalado en el
art. 70.4 LRJ-PAC, si que la no presentación de la solicitud normalizada implique su no
admisión a trámite, siempre que incorpore el contenido mínimo señalado en el art. 70.1
LRJ-PAC:
a) Nombre y apellidos del interesado y, en su caso, de la persona que lo
represente, así como la identificación del medio preferente o del lugar que se señale
a efectos de notificaciones.
b) Hechos, razones y petición en que se concrete, con toda claridad, la
solicitud.
c) Lugar y fecha.
d) Firma del solicitante o acreditación de la autenticidad de su voluntad
expresada por cualquier medio.
e) Órgano, centro o unidad administrativa a la que se dirige.
f) Los demás exigidos por la legislación específica aplicable. En el
procedimiento ahora tratado no parecen concurrir tales datos adicionales.
De manera que si el Ayuntamiento respectivo tuviera establecido un modelo
normalizado de solicitud, por entender que se trata de un procedimiento que implica
la resolución numerosa de esta clase de procedimiento, como señala el art. 70.4
LRJ-PAC, tendría un aspecto similar al siguiente:
SOLICITUD DE LICENCIA DE APERTURA
DATOS DEL TITULAR
D/Dña…………………….……………………………………………..
con
D.N.I.e
nº
…………………………letra……, con domicilio en ……………………………….., C/
………………….……………………………………………….nº………...,
piso…………..
,
letra………….., y lugar a efecto de notificaciones en (domicilio u otro)
……………………………………………, Teléfono/s: .……………. / ………………., E-Mail:
………..…………………..,
En
nombre
y
representación de
la Sociedad /
Asociación
(en su
caso)……………………………………………………………….…………………………
con
C.I.F………………………………..,
domiciliada
en
……………………………….,
C/
.….……………………………..…………. nº……, piso…….…., y lugar a efecto de notificaciones
(domicilio social u otro) ……………………………………………, Teléfono/s: .……………. /
………………., E-Mail: ………..…………………..,
EXPONGO:
DATOS DE LA ACTIVIDAD
Que la C/ _____________________________________, de este municipio y en calidad de (1)
______________________del
________________________
mismo,
me
propongo
instalar
bajo
el
siguiente
comercial____________________________________________
(2)
nombre
(si existió anteriormente otro titular, indicar datos del mismo y de la actividad)
____________________________________________________________________________
Y siendo obligatoria Licencia Municipal para que pueda efectuarse la apertura del
establecimiento o instalación indicada.
SOLICITO:
La concesión de la licencia necesaria para la apertura del establecimiento o
instalación anteriormente indicada.
En ______________________, a ______ de __________de 200______.
Firma
Fdo: …………………………………….
SR/A.ALCALDE/SA-PRESIDENTE/A DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE ……………
(1)
Arrendatario o propietario
(2)
Describir la clase de establecimiento, fabril, industrial, comercial o de
cualquier otra índole, indicando a maquinaria que tal instalación
implique en su caso.
LICENCIA DE APERTURA
Junto con la solicitud, se deberá presentar la siguiente DOCUMENTACION:
1.2.3.4.-
5.-
6.-
7.-
8.9.-
INSTANCIA (según modelo oficial que antecede).
PLANO DE SITUACION Y CROQUIS O PLANO DEL LOCAL
FOTOCOPIA DEL CARNET DE MANIPULADOR DE ALIMENTOS. Sólo
para actividades relacionadas con alimentos y bebidas.
FOTOCOPIA DEL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO, ESCRITURA
DE PROPIEDAD O CUALQUIER OTRO DOCUMENTO QUE ACREDITE
EL DERECHO DE USO DEL LOCAL.
FOTOCOPIA DE LOS ESTATUTOS DE CONSTITUCION DE
SOCIEDAD ASOCIACION, O ESCRITURA SIMPLE (para cuando se trate
de sociedades o asociaciones)
CERTIFICADO DE INSTALACIONES ELECTRICAS expedido por
instalador autorizado en un plazo inferior a un año, a favor de la persona
jurídica o física solicitante de la licencia, y visado por la Dirección General
de Industria y Energía en Cantabria cuando la potencia máxima admisible
sea igual o superior a 10 kW.
MEDIDAS DE SEGURIDAD mediante autorización otorgada por la
Delegación del Gobierno previo el informe de la Jefatura Superior de Policía
de Cantabria, conforme establece el R.D. 2.364/94 (en el caso de Bancos,
Cajas de Ahorro y demás entidades de crédito, joyerías, platerías, galerías de
arte, tiendas de antigüedades, estaciones de servicio, unidades de suministro
de combustible y carburantes, oficinas de farmacia, administraciones de
Loterías, despachos de apuestas mutuas y establecimientos de juego.
FOTOCOPIA DEL ALTA EN LA DECLARACIÓN CENSAL ANTE LA
ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA (MODELO 036 Ò 037).
JUSTIFICANTE DE PAGO DE LA TASA EN CONCEPTO DE LICENCIA
DE APERTURA A LIQUIDAR POR EL SERVICIO DE INTERVENCIÓN
MUNICIPAL.
Junto a la solicitud de la licencia, tanto el art. 9.1.1º RSCCLL como también el
art. 190 LSC, establece que deberá acompañarse proyecto técnico, en el caso del
RSCCLL refiriéndose a la presentación de tantos ejemplares como organismos hubieren
de informar la petición, mientras que la LSC concreta que deberán ser al menos tres los
ejemplares a presentar del proyecto técnico redactado por profesional competente.
De cualquier forma, debe ponerse en cuarentena la previsión anterior si se tiene
en cuenta que nos encontramos, sí ante la apertura de instalaciones o actividades, pero
inocuas, esto es, que no generan riesgos medio ambientales, por lo que parece excesiva
la obligación de presentar proyecto técnico, que va contra la simplificación que debe
presidir este tipo de procedimiento administrativo. Sin embargo, a nadie escapa, que la
realidad nos ofrece casos para todos los gustos, con Ayuntamientos que exigen no solo
proyecto técnico sino otra documentación, como es plano de situación y plano o croquis
del local, certificado de instalación eléctrica, declaración censal, documento que
acredite el derecho de uso del local (escritura de propiedad, contrato de arrendamiento,
u otro), en su caso carnet/s de manipulador de alimentos, y en su caso también,
certificado de medidas de seguridad, otros; y Entidades Locales que, como parece más
razonable, no requieren dicho proyecto técnico o es sustituido por la memoria
descriptiva de la actividad.
Según expresa el art. 9.1 RSCCL en su apartado 1º, la solicitud se presentará en
el Registro General de la Corporación (en el Ayuntamiento dice la LSC). A dicho lugar
deben añadirse otras posibilidades, como las contempladas en el art. 38.4 de la LRJPAC, a saber:
-
-
En los registros de cualquier órgano administrativo, que pertenezca a la
Administración General del Estado, a la de cualquier Administración de
las Comunidades Autónomas, o a la de alguna de las Entidades que
integran la Administración Local si, en este último caso, se hubiese
suscrito el oportuno Convenio.
En las oficinas de Correos, en la forma que reglamentariamente se
establezca. Así, el R.D. 1829/1999, de 3 de diciembre, derogado en parte
por el R.D. 1298/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el
Reglamento por el que se regula la prestación de los servicios postales,
en desarrollo de lo establecido en la Ley 24/1998, de 13 de julio de 1998,
establece que: “las solicitudes, escritos y comunicaciones que los ciudadanos o entidades dirijan a los
órganos de las Administraciones públicas, a través del operador al que se le ha encomendado la prestación
del servicio postal universal, se presentarán en sobre abierto, con objeto de que en la cabecera de la primera
hoja del documento que se quiera enviar, se hagan constar, con claridad, el nombre de la oficina y la fecha,
el lugar, la hora y minuto de su admisión. Estas circunstancias deberán figurar en el resguardo justificativo
de su admisión. El remitente también podrá exigir que se hagan constar las circunstancias del envío, previa
comparación de su identidad con el original, en la primera página de la copia, fotocopia u otro tipo de
reproducción del documento principal que se quiera enviar, que deberá aportarse como forma de recibo que
acredite la presentación de aquél ante el órgano administrativo competente. Practicadas las diligencias
indicadas, el propio remitente cerrará el sobre, y el empleado formalizará y entregará el resguardo de
admisión, cuya matriz archivará en la oficina. Los envíos aceptados por el operador al que se encomienda la
prestación del servicio postal universal, siguiendo las formalidades previstas en este artículo, se
considerarán debidamente presentados, a los efectos previstos en el artículo 38 de la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo
Común, y en su normativa de desarrollo.”
-
En las representaciones diplomáticas u oficinas consulares de España en
el extranjero.
En cualquier otro que establezcan las disposiciones vigentes.
En el momento de la presentación de la solicitud, si se produce en las oficinas de
la Administración (no estrictamente en el registro del órgano competente), a nadie
escapa que, de conformidad con lo dispuesto en el art. 70.3 LRJ-PAC, el interesado
podrá exigir el correspondiente recibo que acredite la fecha de presentación,
admitiéndose como tal una copia en la que figure la fecha de presentación anotada por
la oficina. Ahora bien, en qué términos se tiene derecho a este recibo o copia
acreditativa, se pronuncia el R.D 772/1999, de 7 de mayo, por el que se regula la
presentación de solicitudes, escritos y comunicaciones ante la Administración General
del Estado, la expedición de copias de documentos y devolución de originales y el
régimen de las oficinas de registro, que en su art. 6.2 se expresa como sigue: “Cuando la
solicitud, escrito o comunicación esté en soporte papel y la presentación se efectúe por el ciudadano o su representante
acompañando una copia, el recibo consistirá en la mencionada copia en la que se hará constar el lugar de presentación, así como
la fecha. En este supuesto, el órgano competente para expedir el recibo deberá verificar la exacta concordancia entre el contenido
de la solicitud, escrito o comunicación original y el de su copia. Si el ciudadano o su representante no la aportase, el órgano
competente podrá optar por realizar una copia de la solicitud, escrito o comunicación con iguales requisitos que los señalados en
el párrafo anterior o por la expedición de un recibo en el que además conste el remitente, el órgano destinatario y un extracto del
Sin perjuicio de lo dispuesto en este art. 6.2 visto, si
la presentación de la solicitud tiene lugar en las oficinas de Correos y el interesado
desea tener constancia de la fecha de presentación, será necesario que aporte fotocopia
concordante con el original, tal y como describimos más arriba.
contenido de la solicitud, escrito o comunicación”.
En todo caso, recibida la solicitud en el Registro General del Ayuntamiento
respectivo, entiendo aplicable lo dispuesto en el art. 42.4, segundo párrafo de la LRJPAC, en redacción dada por la Ley 4/99, de 13 de enero, según el cual: “En todo caso,
las Administraciones Públicas informarán a los interesados del plazo máximo
normativamente establecido para la resolución y notificación de los procedimientos, así
como de los efectos que pueda producir el silencio administrativo, incluyendo dicha
mención en la notificación o publicación del acuerdo de iniciación de oficio, o en
comunicación que se les dirigirá al efecto dentro de los diez días siguientes a la
recepción de la solicitud en el registro del órgano competente para su tramitación. En
este último caso, la comunicación indicará además la fecha en que la solicitud ha sido
recibida por el órgano competente”.
Por lo que, dentro de dichos diez días siguientes a tal recepción, desde el
Ayuntamiento deberá dirigirse al interesado la comunicación a que se refiere este
precepto, y que podría tener la siguiente redacción:
De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 42.4 de la Ley 30/92, de 26 de
noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común –LRJ-PAC-, en su redacción dada por la Ley 4/99, de 13 de
enero, por medio del presente le informo sobre el procedimiento que ha sido iniciado y
en el que figura Ud. como interesado, respecto de los siguientes extremos:
Interesado:
…………………………………………….
Representante (en su caso):
…………………………………………….
Asunto:
Solicitud de licencia de apertura para instalar
…………….., en ………………………..
Registro de Entrada:
Nº …………
Órgano resolutorio:
Alcaldía
Clase de Procedimiento:
Solicitud de licencia de apertura nº 129/08
Plazo para resolver y notificar:
Efectos del silencio (*):
Fecha: ……………..
…………..
……………… (estimatorio / desestimatorio)
(*)
En todo caso, el silencio estimatorio sólo será efectivo si en el ejercicio de la
pretensión por parte del interesado no se vulnera una norma con rango de Ley
o norma de Derecho Comunitario Europeo (art. 43.2 de la LRJ-PAC).
En ningún caso se entenderán adquiridas por silencio licencias en contra de
la legislación o del planeamiento urbanístico que adolezcan de vicios
esenciales determinantes de su nulidad o que en sí mismas constituyan
infracción urbanística manifiestamente grave (art. 192 de la Ley 2/2001, de 25
de junio, de Ordenación Territorial y Régimen Urbanístico del Suelo de
Cantabria –LSC-).
Los plazos para resolver y notificar a los que anteriormente se ha hecho referencia se
suspenderán por las causas previstas en el artículo 42.5 de la LRJ-PAC. De los plazos
de suspensión se informará a los interesados y se les indicarán las nuevas fechas de
vencimiento de plazos.
Si la pretensión se entendiera estimada por silencio administrativo podrá hacerla
valer, tanto ante la Administración como ante cualquier persona física o jurídica,
pública o privada, desde el momento del vencimiento del plazo en que se haya
producido el referido silencio, y su existencia podrá acreditarse por cualquier medio de
prueba admitido en derecho, incluido el certificado acreditativo del silencio producido
que podrá solicitarse del Órgano competente para resolver y que lo emitirá en un plazo
máximo de quince días.
Si la pretensión se entendiera desestimada por silencio administrativo podrá
interponer desde el momento del vencimiento del plazo en que se haya producido el
referido silencio los siguientes recursos:
a)
POTESTATIVO DE REPOSICION.- Ante el mismo Órgano al que
correspondiera dictar el acto impugnado en el plazo de tres meses contados a
partir del día siguiente a aquel en el que se produzca el acto presunto mediante
silencio administrativo.
b)
CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO.- Ante el Juzgado de lo ContenciosoAdministrativo de Cantabria o Sala correspondiente del Tribunal Superior de
Justicia de Cantabria, según proceda, conforme a lo dispuesto en los artículos
8 y 10 de la Ley 29/1998, de 13 de julio, de la Jurisdicción ContenciosoAdministrativa, en el plazo de seis meses contados a partir del día siguiente a
aquél en el que se produzca el acto presunto por silencio administrativo.
c)
Si fuera interpuesto Recurso Potestativo de Reposición, no se podrá interponer
Recurso Contencioso-Administrativo hasta que se haya resuelto expresamente o
se haya producido la desestimación presunta del Recurso de Reposición
interpuesto.
d)
Cualquier otro que estime procedente (Art. 58.2 de la Ley 30/1.992).
En ……………, a …… de …….. de …..
EL/LA SECRETARIO/A GENERAL,
Fdo: ………………………………….
D. ………………………… (solicitante de la licencia o representante en su caso)
C/ …………………………
Además, si la solicitud no reúne los requisitos exigidos o resultan deficiencias
subsanables-, tal y como prescriben, por un lado el art. 9.1.4º RSCCLL, y por otro lado
el art. 71.1 y 2 LRJ-PAC, se requerirá al interesado (o representante) para que subsane
la falta o acompañe los documentos preceptivos, concediéndole a tal efecto un plazo de:
-
Diez días (o hasta 15 días), según el art. 71 LRJ-PAC.
Directamente quince días para el art. 9.1.4º RSCCLL, lo que aparenta ser
más razonable en principio por más favorable para el solicitante.
En el propio requerimiento se indicará al solicitante que, si en el plazo
concedido para la subsanación de la falta o para el acompañamiento de los documentos
preceptivos, no lo hiciera, se le tendrá por desistido de su petición, previa resolución
que deberá ser dictada en los términos previstos en el art. 42 LRJ-PAC. Aunque sobre
este último aspecto, el art. 190 LSC solo prevé el desistimiento de la solicitud cuando se
trate de deficiencias que afecten a elementos esenciales, no en otro caso, en que deberán
proseguirse las actuaciones.
El Decreto u oficio que se dirija al interesado habrá de tener la siguiente
apariencia:
Exp: ………………………
Tramitándose expediente de licencia de apertura nº …………, a solicitud de
…………………………….., para la instalación de …………………………, a emplazar
en ………………………...
Se ha observado que junto a la solicitud presentada con fecha …………………..,
registro de entrada nº ……………, no se aporta la siguiente documentación preceptiva:
1.- …………………………………………………………………………………
De conformidad con lo dispuesto en los arts. 192.3 de la Ley 2/2001, de 25 de
junio, de Ordenación Territorial y Régimen Urbanístico del Suelo de Cantabria –LSC-;
71.1 y 2 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común –LRJ-PAC; y
9.1.4ª y 5ª del Decreto de 17 de junio de 1955, por el que se aprobó el Reglamento de
Servicios de las Corporaciones Locales –RSCCLL-, se le requiere para que en el plazo
de QUINCE DÍAS (15) acompañe dichos documentos, mediante su presentación en el
Registro General del Ayuntamiento de ………………., sito en ……………., o a través de
los demás medios previstos en el art. 38.4 de la LRJ-PAC, con indicación de que, si así
no lo hiciera, se le tendrá por desistido de su petición, previa resolución que será
dictada en los términos previstos en el artículo 42 LRJ-PAC.
El plazo máximo legal para resolver y notificar el procedimiento
comunicado a Ud. queda suspendido por el tiempo que medie entre el día de la
recepción de la notificación de este requerimiento y su efectivo cumplimiento, o en
su defecto, el transcurso del plazo concedido.
El presente es un acto administrativo de trámite, que no decide directa o
indirectamente el fondo del asunto, ni imposibilita la continuación del procedimiento,
ni produce indefensión o perjuicio irreparable a derechos e intereses legítimos, por lo
que, de conformidad con lo dispuesto en el art. 107.1 de la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común, contra el mismo no cabe interponer recurso alguno; no
obstante podrá oponerse al mismo mediante la presentación por los interesados de las
alegaciones que estimen pertinentes, al objeto de su consideración en la resolución que
ponga fin al procedimiento.
Es cuanto tengo el honor de comunicar a Ud., para su conocimiento y efectos
oportunos.
En ……………….., a ……. de ……….. de ……….
EL/LA ALCALDE/SA-PRESIDENTE/A,
Fdo: …………………………………...
D. ………………………… (solicitante de la licencia o representante en su caso)
C/ …………………………
En la práctica administrativa, algunos Ayuntamientos, con la finalidad de
agilizar el procedimiento y no suspender la tramitación del expediente administrativo en
tanto en cuanto se subsanan faltas o se acompañan documentos preceptivos, se continúa
la tramitación del mismo hasta su finalización mediante la resolución por la que se
conceda la licencia, en la que se incorpora un apartado en el que se requiere al
solicitante la aportación de los documentos preceptivos no aportados junto con la
solicitud, concediendo a tal efecto los indicados 15 días.
2.- Fase de instrucción.
-
Informes.
El apartado 2º del art. 9.1 RSCCLL establece un plazo de cinco días siguientes a
la fecha del Registro para remitir los duplicados a cada uno de los aludidos organismos
que hubieren de informar.
El Decreto u oficio mediante el que se ordene la solicitud de informes, podría
tener el siguiente aspecto:
Recibida solicitud de licencia de apertura con fecha ………………., registro de
entrada nº ……………, presentada por ………………….., para la instalación de
…………………., a emplazar en ………………………., se solicita la emisión de informe
que determine si la instalación que se pretende, cumple con las condiciones de
emplazamiento y policía urbana establecidas en este Municipio y si puede estimarse
comprendida en el ámbito de aplicación de la Ley 17/2006, de 11 de diciembre, de
Control Ambiental Integrado.
A tales efectos se adjunta copia del expediente que se tramita con el nº
………….., debiendo ser emitido el informe y remitirse al Servicio de
………………….., en el plazo máximo de …………………..
En ………………, a ……….. de ……….. de ……….
EL/LA ALCALDE/SA-PRESIDENTE/A,
Fdo: ………………………………
SERVICIO DE …………………………………………….
Aunque la cuestión parece reducirse a un informe técnico que se pronuncie sobre
la actividad pretendida desde el punto de vista del emplazamiento de la misma según el
planeamiento urbanístico y del cumplimiento de las condiciones exigidas por las normas
urbanísticas del Ayuntamiento respectivo, según el establecimiento que se trate, todo
dependerá de lo que se establezca en las correspondientes Ordenanzas Municipales. A
modo de ejemplo, Torrelavega establece en el Artículo 4.2.17 de sus Normas
Urbanísticas, las condiciones generales para los locales de uso comercial, sin perjuicio
de las condiciones de carácter específico que les correspondan, pudiendo destacarse
entre éstas:
“1ª.- La zona destinada al público en el local tendrá una superficie útil mínima de 4 m2 y no podrá servir de paso ni
tener comunicación directa con ninguna vivienda.
2ª.- En el caso de que en el edificio exista uso de viviendas, deberán disponer éstas de accesos, escaleras y
ascensores independientes.
3ª.- Los locales comerciales y sus almacenes no podrán comunicarse con las viviendas, caja de escalera ni portal si
no es a través de una habitación o paso intermedio, con puerta de salida resistente a 90 minutos de fuego.
4ª.- La altura de los bajos comerciales será la que corresponda por condiciones de edificación. La altura libre
mínima para sótano y semisótano será de 3,00 m., salvo para los edificios existentes antes de la aprobación
definitiva de estas normas que será de 2,60 m.
5ª.- Que los locales comerciales dispondrán de los siguientes servicios de carácter pública, ubicándose en contacto
directo con la zona comercial:
Hasta 150 m2…………………….. 1 retrete y 1 lavabo.
De 150 m2 a 300 m2……………… 2 retretes y 2 lavabos.
Por cada 200 m2 o fracción se aumentará 1 retrete.
A partir de 150 m2 se instalarán con absoluta independencia para señoras y caballeros. En cualquier caso, estos
servicios no podrán comunicar directamente con el resto de los locales y, por consiguiente, deberán instalarse con
un vestíbulo o zona de aislamiento.
6ª.- La luz ventilación de los locales comerciales podrá ser natural o artificial. En el primer caso, los huecos de luz y
ventilación deberán tener una superficie total no inferior a un octavo de la tenga la planta del local. Se exceptúan los
locales exclusivamente destinados a almacenes, trasteros y pasillos. En el segundo, se exigirá la presentación de los
proyectos detallados de las instalaciones de iluminación y acondicionamiento de aire, que deberán ser aprobados
por el Ayuntamiento, quedando estas instalaciones sometidas a revisión antes de la apertura del local y en cualquier
momento. En el supuesto de que no fuesen satisfactorias o no funcionaran correctamente en tanto no se adopten las
medidas correctoras oportunas, el Ayuntamiento podrá cerrar total o parcialmente el local.
7ª.- Dispondrán de salida de urgencia, accesos especiales para extinción, aparatos, instalaciones y útiles que, de
acuerdo con la naturaleza y características de la actividad, estime necesarios el Ayuntamiento.
8ª.- Las estructuras de la edificación serán resistentes al fuego y los materiales deberán ser incombustibles y de
características tales que no permitan llegar al exterior ruidos o vibraciones, cuyos niveles se determinan en las
Normas Básicas de la Edificación NBE-CPI-81 y sus Anejos, NBE-CA-81 y NBE-CT-79, así como en las que sean de
aplicación en materia de reglamentación ambiental, que se recogen en los usos industriales.
9ª.- Con iguales condiciones se exigirán las instalaciones necesarias para garantizar al vecindario y viandantes, la
supresión de molestias, olores, humos, vibraciones, etc.
10ª.- Los bajos comerciales que se establezcan en sótano o semisótano podrán ser independientes del local en planta
baja al que se unirán mediante escaleras y otros huecos. La proyección vertical de la planta sótano o semi – sótano
se superpondrá con la proyección vertical de la planta baja a la que se vinculen al menos en el 50% de la superficie
de la planta de más superficie.”
El o los informes tendrán en este caso, carácter preceptivo aunque no vinculante.
Recuérdese que los informes pueden tener el siguiente carácter:
-
En cuanto a su solicitud:
o Preceptivos.- Son los exigidos por la norma o que se juzguen
absolutamente necesarios para la decisión final.
o O facultativos o discrecionales.- Que son los que pueden solicitarse o
no, a juicio del instructor y del órgano competente para resolver.
-
En cuanto a su emisión:
o Vinculantes.- Si el órgano competente para resolver debe hacer en el
sentido expresado en el informe, lo que por sí supone la traslación de
la potestad resolutoria del órgano que la tiene atribuida legalmente al
órgano informante.
o O no vinculantes.- Si dicho órgano resolutorio no se encuentra
obligado por el informe en cuanto al sentido de la resolución, y por
tanto el informe sirve meramente de ilustración o instrucción al
órgano que deba resolver.
Prescribiendo el art. 83.1 LRJ-PAC como regla general, que: “Salvo disposición
expresa en contrario (lo cual sucede en el procedimiento que nos ocupa), los informes
serán facultativos y no vinculantes”.
La redacción que podría dársele a dichos informes sería la siguiente:
INFORME DEL SERVICIO TECNICO
Examinada la solicitud de licencia formulada por ………………………, para la
instalación de …………………., a emplazar en ………………………., por el suscrito
………………. (Arquitecto, Arquitecto Técnico, etc.), se han comprobado las
condiciones técnicas de la instalación, así como su emplazamiento urbano.
Entiende quien suscribe, que ………. (SI / NO) se cumplen los requisitos
exigibles y que la expresada actividad (SI / NO) se halla afectada la Ley 17/2006, de 11
de diciembre, de Control Ambiental Integrado.
Por lo cual, el firmante opina que la Alcaldía ………….. (puede / no puede)
conceder la licencia solicitada, mediante el cumplimiento de los siguientes requisitos:
…………………………………………………………………………………………….
En ………………, a ……….. de ……….. de ……….
EL ……………………………
(ARQUITECTO, ARQUITECTO TECNICO, ETC),
Fdo: ………………………………..
SERVICIO DE ……………………………
El o los informes que se soliciten deberán remitirse a la Corporación, según
dispone el art. 9.3º RSCCLL, diez días antes, al menos, de que transcurra el plazo
máximo de resolución y notificación, uno o dos meses, según el tipo de actividad, a
contar de la fecha en que la solicitud hubiere ingresado en el Registro General. En la
actualidad, teniendo en cuenta el art. 48 LRJ-PAC, el cómputo de plazos, ya sea en días,
meses o años, se contará a partir no de la fecha –día- en que la solicitud tuvo entrada en
el registro, sino a partir del día siguiente.
Lo anterior supone que, según la actividad que se trate, el o los órganos que
deban emitir su informe dispondrán para ello, en el peor de los casos, de un plazo
mínimo de uno o dos meses menos 15 días, y como máximo de un mes o dos menos 10
días.
El plazo para remitirse a la Corporación los informes podría entenderse
corregido por el art. 83.2 LRJ-PAC, que establece al respecto que los informes serán
evacuados (emitidos) en el plazo de diez días. El informe emitido fuera de plazo podrá
no ser tenido en cuenta al adoptar la correspondiente resolución. Por lo demás,
obsérvese que la expresión utilizada por el RSCCLL es la de “remitirse” en tanto que la
LRJ-PAC utiliza el término evacuarse como equivalente a emitirse, pero que sin
embargo, no tendría porqué significar su remisión al órgano instructor dentro del plazo
señalado.
En cualquier caso, transcurridos los plazos para la emisión de dichos informes
sin que los mismos se hubieran remitido –RSCCLL-, emitido –LRJ-PAC- por los
órganos informantes, se entenderán informadas favorablemente las solicitudes por
silencio administrativo –acto presunto-, entendiéndose con ello que podrán proseguirse
las actuaciones como expresamente se recoge en precitado art. 83.3 LRJ-PAC, excepto
en los supuestos de informes preceptivos que sean determinantes para la resolución del
procedimiento, en cuyo caso se podrá interrumpir el plazo de los trámites sucesivos.
-
Información pública y trámite de audiencia.
No son trámites exigidos ni por el RSCCLL ni por la normativa autonómica, con
excepción del Decreto 165/1999, de 9 de marzo, por el que se regulan las actividades
exentas de la obtención de la licencia de actividad en el País Vasco, que prevé un
trámite de notificación personal a los vecinos inmediatos al lugar de emplazamiento de
la actividad pretendida, por un plazo de 10 días para que aquéllos puedan formular
alegaciones.
3.- Fase de finalización o terminación.
El procedimiento podrá finalizar de forma normal o anormal:
-
Normal (art. 87 LRJ-PAC).- Mediante la resolución motivada con sucinta
referencia de hecho y fundamentos de derecho, por afectar a los derechos del
solicitante, sirviendo también a la motivación, la aceptación de informes o
dictámenes, cuando se incorporen al texto de la resolución, todo ello
conforme dispone el art. 89.5 LRJ-PAC:
o Competencia:

Municipios de régimen común (art. 189 LSC, art. 21
LRBRL).- Alcalde, que podrá delegar en la Junta de Gobierno
Local donde ésta existe, en otro caso, en los Tenientes de
Alcalde.

Municipios de gran población (art. 127.1 e) LRBRL).- Junta
de Gobierno Local, también sin perjuicio de posible
delegación en los Tenientes de Alcalde o en los demás
miembros de la Junta de Gobierno Local, en su caso (art.
127.2 LRBRL)
Y lo anterior sin perjuicio de que, de acuerdo con lo dispuesto
en el art. 9.3 RSCCLL, los documentos en que se formalicen
las licencias y sus posibles transmisiones (las notificaciones)
serán expedidos por el Secretario de la Corporación.
o Plazo:

RSCCLL (art. 9.1.5º):
 Instalaciones industriales menores y apertura de
pequeños establecimientos.- un mes.
 Mataderos, mercados particulares y, en general,
grandes establecimientos.- dos meses.
Tal y como aparece expresado lleva a una labor
interpretativa de lo que deba entenderse por instalación
industrial menor y de pequeño o gran establecimiento,
aunque sea comprensible que los primeros –instalación
menor o pequeño establecimiento-, son actividades
inocuas. Pero, entre otras razones, es por lo que, parece
más ajustado al principio de seguridad jurídica, acudir al
plazo de resolución regulado por la LSC.

LSC (art. 191 LSC).- tres meses.
En cualquier caso, a los plazos anteriores habrá que añadir, si fuera el
caso, el plazo (10 días y hasta 15 días) suspendido (en palabras del
RSCCLL, e interrumpido en las de la LSC) concedido al solicitante
para subsanar faltas o acompañar documentos preceptivos
o Contenido.- La Resolución tendrá la siguiente redacción (municipios
de régimen común):
Exp: …………………………
RESOLUCIÓN ………………..
Examinada la solicitud de licencia de apertura que con nº de expediente
…………., se ha instruido a instancia de ………………………, para la instalación de
……………….., a emplazar en ………………………..
Visto lo dispuesto en el artículo 190 de la Ley 2/2001, de 25 de junio, de
Ordenación Territorial y Régimen Urbanístico del Suelo de Cantabria –LSC-, que
establece las pautas procedimentales con arreglo a las cuales se resolverán las
licencias.
Visto el informe favorable emitido por el Servicio de Urbanismo, respecto del
emplazamiento y de las condiciones técnicas de la actividad pretendida. Verificado
igualmente el cumplimiento de los requisitos establecidos al efecto.
En virtud de las facultades que me están conferidas por la legislación vigente,
en concreto por los arts. 189 de la LSC y 21.1 s) de la Ley 7/1985, de 2 de abril,
Reguladora de las Bases del Régimen Local –LRBRL-, RESUELVO:
1.-
………… (conceder o denegar) la licencia de apertura solicitada para la
instalación de …………………., en …………………….., figurando como
titular …………………………………...
2.-
Se han liquidado las tasas por apertura de establecimientos, las cuales fueron
abonadas por el titular de la licencia con el carácter de depósito previo, todo
ello conforme establece la Ordenanza Reguladora de la Tasa por Apertura de
Establecimientos.
3.-
La presente licencia se concede, salvo derecho de propiedad y sin perjuicio de
terceros, y para que surta plenos efectos deberán cumplirse, además, las
condiciones siguientes:
- ……………………………. (los que se determinen en los informes técnicos y
jurídicos).
4.-
Todo ello, sin perjuicio de las autorizaciones y controles que puedan
corresponder a otros Organismos de la Administración, tanto para la puesta en
funcionamiento de la actividad, como para su posterior desarrollo.
Esta Resolución pone fin a la vía administrativa, según se establece en el art.
52.2 de la LRBRL, por lo que, con arreglo a la legislación vigente, contra el mismo
puede Ud. interponer los siguientes RECURSOS:
1.- DE REPOSICIÓN.- Con carácter potestativo, según lo señalado en la Ley
30/92, de 26 de Noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común –LRJ-PAC-, a interponer en el plazo de un mes
contado a partir del día siguiente a la notificación de esta Resolución y ante el mismo
órgano que hubiere dictado el acto impugnado.
2.- CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO.- Ante el Juzgado de ContenciosoAdministrativo, con sede en Santander, en el plazo de dos meses contados desde el día
siguiente a la notificación de esta Resolución o de la resolución expresa del recurso
Potestativo de Reposición. Si la resolución del recurso de reposición no fuese
notificada en el plazo de un mes a contar desde la presentación del mismo, el recurso
contencioso-administrativo podrá interponerse en el plazo de seis meses contados
desde el día siguiente a aquel en que se produzco la finalización del plazo de un mes
establecido para la notificación de la resolución del recurso de reposición.
Si fuese interpuesto recurso Potestativo de Reposición no se podrá interponer
Recurso Contencioso-Administrativo, hasta tanto se haya resuelto expresamente aquel
o se haya producido la desestimación presunta del recurso de reposición interpuesto
por el transcurso de un mes desde su presentación sin haberse efectuado notificación de
la resolución expresa del mismo.
3.- Cualquier otro que estime procedente (Art. 58.2 LRJ-PAC).
Lo mandó y firmó, el/la Sr/a. Alcalde/sa-Presidente/a, por ante mí, el/la
Secretario/a General, en ………………., a ………….. de ………….. de ………….
P.A.M.
EL/LA SECRETARIO/A GENERAL,
EL/LA ALCALDE/SA-PRESIDENTE/A,
Fdo: ………………………………..
-
Fdo: …………………………….
Anormal (art. 87.1 LRJ-PAC):
o Desistimiento:

Voluntario para el solicitante (arts. 90 y 91 LRJ-PAC).- Por
cualquier medio que permita su constancia, con aceptación de
por la Administración y conclusión del procedimiento y
archivo del expediente, previa resolución en los términos
establecidos en el art. 42 LRJ-PAC.

Consecuencia de la no subsanación de deficiencias o
aportación de documentos preceptivos requeridos en el plazo
concedido al efecto, y con idénticos efectos que el
desistimiento voluntario.
o Renuncia (art. 90 y 91 LRJ-PAC).- En los términos vistos para el
desistimiento.
o Caducidad (art. 92 LRJ-PAC).- Por la paralización del procedimiento
por causa imputable al solicitante, previa advertencia por la
Administración de que, transcurridos tres meses, se producirá la
caducidad. Consumido este plazo sin que el particular requerido
realice las actividades necesarias para reanudar la tramitación, la
Administración acordará el archivo de las actuaciones, previa
resolución también los términos del art. 42 LRJ-PAC, y con
notificación al interesado y procedencia de los recursos pertinentes.
No podrá acordarse la caducidad por la simple inactividad del
interesado en la cumplimentación de trámites, siempre que no sean
indispensables para dictar resolución. Dicha inactividad no tendrá
otro efecto que la pérdida de su derecho al referido trámite.
o Imposibilidad material de continuarlo por causas sobrevenidas.Como puede ser el fallecimiento del solicitante de la licencia.
o Silencio administrativo (art. 9..1.7º RSCCLL, art. 192 LSC, y art. art.
43 LRJ-PAC).- Si bien en todas las formas de finalización del
procedimiento vistas hasta ahora nos encontramos ante actos
expresos, la terminación por silencio administrativo constituye un
acto presunto que tiene lugar por el transcurso del plazo máximo para
resolver y notificar sin que se hubiera realizado, cuyos efectos según
el art. 9.1.7º c) RSCCLL, son estimatorios, o lo que es lo mismo, se
entenderá otorgada por silencio administrativo. En los mismos
términos se pronuncia el art. 192 LSC, añadiendo, no obstante, que
en ningún caso se entenderán adquiridas por silencio licencias en
contra de la legislación o del planeamiento urbanístico que adolezcan
de vicios esenciales determinantes de su nulidad o que en sí mismas
constituyan infracción urbanística manifiestamente grave. De donde
se puede concluir que el silencio estimatorio puede ser un tanto
engañoso.
Quiero plantear finalmente una problemática que presenta la concesión de
licencias de apertura cuando el interesado pretende acometer una obra en el local para el
que se solicita la licencia de apertura y, en concreto, si la preceptiva licencia de obras
debe concederse previamente a la licencia de apertura o al contrario. El art. 187.2 LSC
(en el mismo sentido el art. 22.3 RSCCLL) dispone al hablar de las relaciones entre los
diferentes tipos de licencias: “2. Cuando conforme al proyecto presentado la
edificación de un inmueble se destine específicamente a actividades mercantiles o
industriales y se precise licencia de obras, la licencia de apertura se exigirá con
carácter previo o simultáneo a la citada licencia de obras. Ello no obstante, el
Ayuntamiento puede otorgar la licencia de obras bajo condición resolutoria a resultas
del expediente de la licencia de apertura”.
La finalidad de la norma no es otra que impedir que el solicitante de una licencia
de obras se vea perjudicado por la realización de unas obras en un local que
posteriormente no va a poder utilizar para la actividad pretendida y lo cual advirtió
expresamente al Ayuntamiento (STS 3/04/90). En este caso, al solicitante se le
originarían unos daños y perjuicios económicos de los que se pudiera derivarse la
responsabilidad patrimonial de la propia Administración Municipal, como dice la STS
de 18/06/90, por funcionamiento anormal de la Administración. Cuestión distinta es que
el proyecto de obra presentado no contenga destino específico.
Bien, la respuesta que ofrecen los arts. 187.2 LSC y 22.3 RSCCLL parece clara
prima facie, y es que la obtención de la licencia de obras se encuentra condicionada por
la obtención de la licencia de apertura, se insiste, cuando el inmueble se destine
específicamente a actividades mercantiles o industriales, que no en otro caso, ya que,
como destaca numerosa jurisprudencia (véase SSTS de 22/09/93 y de 04/10/93), la
aplicación del art. 22.3 RSCCLL (o el art. 187.2 LSC) exige el cumplimiento de dos
requisitos:
1º.- Que el proyecto presentado concrete las características del establecimiento y
actividad específica de destino.
2º.- Que tales datos proporcione al Ayuntamiento los elementos de juicio
necesarios para adoptar la decisión.
Por lo que, faltando uno de tales requisitos, se romperá el nexo de
interdependencia entre dichas licencias.
Aunque dicho lo cual, ciertamente que las interpretaciones jurisprudenciales han
sido diversas:
-
Desde la interpretación que acabamos de anotar -condicionamiento de la
licencia de obras por la licencia de apertura– (entre otras muchas, STS de
28/10/1989), al punto de considerar concedida implícitamente la licencia de
apertura cuando se concedió la licencia de obras para un local de
características bien definidas en el proyecto y actividad especificada en el
mismo y no constaba la concesión expresa de aquella, de forma simultánea o
conjuntamente a la propia licencia de obras (STS 3/4/1990), matizando a este
respecto la STS de 20/01/89, que esta solución solo será viable cuando la
competencia para el otorgamiento de ambas corresponda con exclusividad al
municipio.
-
Hasta la declaración del carácter autónomo de una y otra licencia, aún
cuando ambas deban ser otorgadas por el municipio, por serlo en aplicación
de competencias distintas, atribuidas por ordenamientos diferentes: el
urbanístico y el medioambiental. Y, por tanto, no siendo siempre posible su
control conjunto y su otorgamiento simultáneo (STS 17/05/1994).
-
Pasando por una solución ecléctica, como es que en el condicionamiento
recíproco entre licencias y la discusión sobre cuál debe condicionar más, no
existe una respuesta general desconectada de las circunstancias concurrentes
en cada obra y en el conocimiento que tenga el órgano competente del
destino específico (por todas, las SSTS de 16 de noviembre y de 15 de
diciembre de 1988).
La LSC establece una posibilidad más de concesión autónoma de ambas
licencias, cual es que el interesado renuncie a toda indemnización por daños y
perjuicios, lo que permitirá a la Administración Municipal conceder, bajo condición
resolutoria, la licencia de obras con carácter previo a la licencia de apertura.
D.3.2.- PROCEDIMIENTO PARA ACTIVIDADES CLASIFICADAS.
También para las actividades clasificadas podemos hablar de un procedimiento
administrativo común, el clásico regulado en el RAMINP y en la Orden de 15 de marzo
de 1963, por la que se aprueba una instrucción que dicta normas complementarias para
la aplicación del Reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas –
IAM-, y tantos procedimientos administrativos específicos como Comunidades
Autónomas lo tengan establecido.
En este sentido, en la Comunidad Autónoma de Cantabria, la LSC, desde el año
2001, regula las pautas procedimentales bajo las cuales deben resolverse las licencias en
ella reguladas, entre éstas las de apertura y las de actividad clasificada, no obstante
aplicable: “Salvo que exista otro procedimiento específico previsto en una Ley
sectorial” y, aunque como titula el RAMINP, Decreto 2414/1961, de 30 de noviembre,
tiene carácter reglamentario, el año del que data, entre otras razones, hace considerarle
como una norma con rango de ley. En definitiva que siendo el procedimiento específico
previsto en el RAMINP el propio para la resolución de las licencias de actividad
clasificada, se venía aplicando sin ningún tipo de controversia doctrinal.
A partir de la aprobación y vigencia de la Ley de Cantabria 17/2006, de 11 de
diciembre, de Control Ambiental Integrado –LCAI-, ésta y su desarrollo reglamentario
(inexistente a día de la fecha más que en forma de borrador) son las normas de
aplicación en nuestra Comunidad Autónoma, con la anotación que a continuación se
hará en lo relativo al ámbito procedimental.
Aquí estudiaremos el procedimiento administrativo común, es decir, el
establecido en el precitado RAMINP, sin perjuicio de hacer una especial mención a la
Ley de Cantabria 17/2006, de 11 de diciembre, de Control Ambiental Integrado, cuya
Disposición Adicional Tercera declara que: “en el ámbito territorial de la Comunidad
Autónoma de Cantabria dejará de ser de aplicación directa el Decreto 2414/1961, de
30 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de actividades molestas,
insalubres, nocivas y peligrosas.”, lo que a efectos procedimentales significaría la
aplicación del procedimiento específicamente previsto en el art. 32 de citada LCAI, que
no obstante, sólo viene a determinar los trámites y actuaciones propias de la
comprobación ambiental (a) proyecto básico de la actividad a desarrollar y de sus
instalaciones firmado por técnico competente y visado por colegio oficial; b) un trámite
de información pública; c) un trámite de consulta para evacuar informes voluntarios o
preceptivos; d) un trámite de audiencia al interesado; y e) la comprobación ambiental),
denominación que viene a sustituir a la expresión “molesta, insalubre, nociva y
peligrosa”, que definen las licencias de actividad sujetas al RAMINP. Remitiéndose
dicho precepto al correspondiente desarrollo reglamentario, del que tan solo se conoce
hasta la fecha (noviembre de 2008), un borrador, por tanto no estando vigente
Reglamento de desarrollo y aplicación alguno, y ello a pesar de que la Disposición
Adicional Primera, apartado 2 de la propia LCAI efectúa mandato al Consejo de
Gobierno de Cantabria para que dentro de los tres meses siguientes a la publicación de
la ley, dicte el Reglamento para su desarrollo y aplicación, siendo que la publicación se
produjo en el Boletín Oficial de Cantabria nº 243, de fecha 21 de diciembre de 2006, se
encuentra ampliamente superado el plazo de tres meses aludido.
Es por lo que, teniendo en cuenta que el RAMINP en Cantabria no es de
aplicación directa, pero que, a sensu contrario, nada impide su aplicación supletoria,
pues de otra manera nos encontraríamos sin procedimiento aplicable a las licencias de
actividad sujetas a comprobación ambiental, siguen tramitándose éstas de acuerdo con
las previsiones contenidas en los arts. 29 a 37 del RAMINP y su desarrollo a través de
la IAM.
Tampoco obviaremos a lo largo de esta exposición el contenido procedimental
que se incorpora en el borrador reglamentario, ya que, a buen seguro no se aparte
significativamente de lo que será el texto definitivo que salga a la luz.
En cualquier caso, debe concluirse que las “actividades”, término amplio y
omnicomprensivo que emplea el RAMINP y que incluye establecimientos, industrias e
instalaciones (ej. actividad bancaria inocua, pero la instalación de aire acondicionado
puede estar sujeta –STS 22/09/90-), deben someterse a este procedimiento, en todo caso
en cuanto se encuentren incluidas en su Noménclator, en Cantabria no obstante las
“instalaciones o actividades” (mayor concreción) recogidas en el Anexo C de la
precitada LCAI.
El ámbito de aplicación en uno y otro caso (RAMINP y LCAI), abarca dichas
actividades cualquiera que sea su naturaleza, titularidad o forma de desarrollo, por tanto,
ya sean públicas o privadas, incluida la misma Administración Municipal aunque el
expediente no finalice con la obtención de licencia –que sólo afecta a los administrados,
únicos sujetos sometidos a la acción de intervención de la Administración actuante, sino
de aprobación del proyecto –STS de 27 de octubre de 1980, sobre la ampliación de un
Matadero Municipal-.
En cuanto a procedimiento hablemos, debemos comenzar por hacer notar que el
ahora tratado podemos separarle hasta en tres etapas diferenciadas que en realidad se
corresponden con otros tantos procedimientos administrativos diferenciables; veamos:
1ª ETAPA
Como se ha hecho con ocasión del estudio del procedimiento administrativo
aplicable a las licencias de apertura de actividades inocuas, estructuraremos el
procedimiento por fases, no sin antes recordar que este es un procedimiento complejo,
donde intervienen por un lado la Administración Municipal y, por otro lado, la
Administración Autonómica respectiva. Las fases procedimentales se concretan en las
siguientes:
1.- Iniciación.
Con carácter previo a la iniciación del procedimiento, el art. 4.2ª IAM ofrece al
particular, en evitación de gastos inútiles, la posibilidad de solicitar una consulta ante la
Alcaldía, sobre las dudas que respecto al emplazamiento, requisitos o límites que
precise el ejercicio de determinada actividad, según las características concretas por
ellos señaladas. La consulta será evacuada dentro del plazo máximo de quince días.
Repárese en que la consulta puede dar lugar a un conflicto de competencias,
habida cuenta de la intervención de la Comisión de Calificación que, como veremos, es
vinculante para el caso de ser desestimatoria o imponer medidas correctoras, de manera
que puede darse el caso de que el Alcalde evacue la consulta en un sentido favorable a
la concesión de la licencia y la calificación de la Comisión sea desfavorable, debiendo
el Ayuntamiento por ende denegar la licencia.
La problemática planteada no ofrece duda para la doctrina, que se manifiesta en
el sentido de que la respuesta a la consulta que se plantee ante el Alcalde no le obliga
resolver el expediente en el mismo sentido. Y esta es la solución que las Ordenanzas
Municipales suelen establecer en relación con la evacuación de consultas. A modo de
ejemplo, la normativa local en Torrelavega señala que: “la respuesta afirmativa a una
consulta solicitada por un interesado acerca de la posibilidad de instalar una de las
actividades sujetas a régimen de distancias no genera automáticamente un derecho
irreversible a la obtención de las licencias correspondientes o instalación de la
actividad, teniendo exclusivamente un carácter informativo y no vinculante para el
Ayuntamiento”.
Realizada tal consulta previa o sin ella, conforme establece el art. 29 RAMINP,
el procedimiento se iniciará a solicitud del interesado, presentada por triplicado ante la
Administración Municipal o a través de los demás medios previstos en el art. 38.4 LRJPAC, y dirigida al Alcalde correspondiente.
Por tanto, sabido es que, con carácter general, los procedimientos pueden
iniciarse de oficio o a solicitud de persona interesada (véase art. 68 LRJ-PAC), no
obstante nos encontramos aquí ante un prototípico procedimiento que solo se iniciará a
solicitud de parte, como del otro lado un procedimiento sancionador solo se iniciará de
oficio, en cualquier caso, sin perjuicio de que aquél pueda devenir de un previo
requerimiento de legalización por parte de la Administración.
Los datos que deberá contener la solicitud son los señalados en el art. 70.1 LRJPAC: Nombre y apellidos del interesado y, en su caso, de la persona que lo represente,
así como la identificación del medio preferente o del lugar que se señale a efectos de
notificaciones; hechos, razones y petición en que se concrete, con toda claridad, la
solicitud; lugar y fecha; firma del solicitante o acreditación de la autenticidad de su
voluntad expresada por cualquier medio; y órgano, centro o unidad administrativa a la
que se dirige –la Alcaldía-Presidencia-. Igualmente en algunos de los modelos
normalizados de solicitud que tienen establecidos determinados Ayuntamientos, han de
indicarse por el interesado, además, los datos correspondientes a los vecinos inmediatos
al lugar de emplazamiento pretendido para la actividad, y ello con objeto de dar
cumplimiento a lo dispuesto en el art. 30.2 a) RAMINP, y poder hacer la
Administración notificación personal a los mismos respecto a la solicitud de licencia
presentada. No obstante, considero que, en última instancia ésta es una responsabilidad
que debe recaer en el Ayuntamiento respectivo, que es quien además tendrá mayores
posibilidades de conocer los datos referentes a tales vecinos inmediatos. Sea como
fuere, el modelo de solicitud podría asemejarse al que se plasma seguidamente:
SOLICITUD DE LICENCIA DE ACTIVIDAD O INSTALACIÓN SUJETA A LA
TÉCNICA DE CONTROL AMBIENTAL DE COMPROBACIÓN AMBIENTAL
D/Dña…………………….……………………………………………..
con
D.N.I.e
nº
……………letra……,
con
domicilio
en
………………………………..,
C/
………………….…………………………………………… nº…….., piso……….., letra………….., y lugar
a efecto de notificaciones en (domicilio u otro) ……………………………………………, Teléfono/s:
.……………. / ………………., E-Mail: ………..…………………..,
En nombre y representación de la empresa (en su caso)…………………………… con
C.I.F…………………………………..….., Sociedad domiciliada en ………………………………., C/
.….……………………. nº……, piso…….…., y lugar a efecto de notificaciones (domicilio social u
otro) ……………………………………………, Teléfono/s: .……………. / ………………., E-Mail:
………..…………………..,
EXPONGO:
Pretendo (o la Sociedad que represento pretende, en su caso) establecer en este término
municipal, C/ ………………….………., nº…………, un……………..…….dedicado a …………….
actividad que, a tenor de lo establecido en el Art. 8.3 de la Ley 17/2006, de 11 de diciembre, de
Control Ambiental Integrado, puede estar sujeta a Comprobación Ambiental (o actividad que figura
en el Anexo C de la Ley 17/2006).
En vista de ello, y siendo de competencia de los señores/as Alcaldes/as, la concesión de
licencia para el ejercicio de las actividades reguladas citada Ley, de conformidad con lo dispuesto
en el art. 32.4,
SOLICITO:
Licencia municipal de actividad, acompañando a esta solicitud, los siguientes documentos:
a) Tres ejemplares del proyecto básico de la actividad o instalación, firmado por técnico
competente y visado por el correspondiente Colegio Oficial. Los proyectos deberán describir
extensamente y con detalle las características de la actividad, posible repercusión sobre la sanidad
ambiental y sistemas correctores que habrán de utilizarse, con expresión de su grado de eficacia y
garantía de seguridad.
b) (En su caso) Escritura de poder que acredita la representación que ostento, autorizada
con fecha ……………………………….. por el notario del Ilustre Colegio de ………………con
residencia en …………………….. D. ………………………………
Se hace constar, a los fines previstos en el art. 32.4 de la Ley 17/2006, en relación con el
art. 30 del Decreto 2414/1961, de 30 de Noviembre, Reglamento de Actividades Molestas,
Insalubres, Nocivas y Peligrosas, que son vecinos inmediatos al lugar de emplazamiento que se
propone para la actividad o instalación, los siguientes:
Don. …………………………………………………. ……… con
domicilio
……………………………...………………nº……………piso……………letra……..….
en
Don. …………………………………………………. ……… con
domicilio
……………………………...………………nº……………piso……………letra……..….
en
Don. …………………………………………………. ……… con
domicilio
……………………………...………………nº……………piso……………letra……..….
en
Don. …………………………………………………. ……… con
domicilio
……………………………...………………nº……………piso……………letra……..….
en
En …………………….., a………….de……………...de 200………..
(Firma).
Fdo: …………………………………….
SR/A. ALCALDE/SA-PRESIDENTE/A DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE ………….
A la solicitud o instancia se acompañará -también por triplicado, art. 4.1ª IAM-:
Proyecto técnico y Memoria descriptiva en que se detallen las características de la
actividad, su posible repercusión sobre la sanidad ambiental y los sistemas correctores
que se propongan utilizar, con expresión de su grado de eficacia y garantía de seguridad.
Aún cuando se alude a dos documentos: proyecto técnico y memoria descriptiva,
en la práctica éstos se aglutinan en un único documento con diferenciación de ambas
partes exigidas por la norma. Es más, ni el art. 32.4 a) de la LCAI ni el borrador de
reglamento de desarrollo se refieren a la memoria y tan solo hablan de la presentación
de proyecto básico. En cualquier caso, como se pronuncia PIÑAR DÍAZ, M. y PÉREZ
MARTOS, éste es un documento esencial pues va a ser el que posibilite emitir informe
de comprobación ambiental favorable o desfavorable. Así es que, en él deberán
incluirse:
-
Según el art. 4.1ª de la IAM, cuando se trate de actividades de gran
envergadura industrial o importancia para la economía del país –concepto
jurídico indeterminado-, un croquis en la escala de 1:200 (cinco milímetros
por metro), en el que se detalle la situación de los locales que comprenda el
establecimiento o industria, y otro en la escala de 1:1.000, con la situación de
la actividad proyectada y la de los edificios, o, en su caso, la de las
explotaciones agrícolas, forestales, pecuarias o piscícolas circundantes a ella
a un radio de hasta 1.000 metros. La Memoria describirá, además, con la
debida extensión y detalle, las restantes características de la actividad, su
posible repercusión sobre la sanidad ambiental y sistemas correctores que
habrán de utilizarse con expresión de su grado de eficacia y garantía de
seguridad.
-
El borrador de Reglamento de desarrollo de la LCAI prevé el siguiente
contenido mínimo para el proyecto básico:
o Situación ambiental del lugar donde se pretenda ubicar la actividad e
impacto previsible.
o Descripción de la instalación y de los procesos productivos.
o Recursos naturales, materias primas, agua y energía que se emplearán
o generarán en la instalación.
o Documentación suficiente para identificar las sustancias e
instalaciones destinadas al almacenamiento de productos químicos.
o Origen, tipo y cantidad de las emisiones contaminantes que se
generarán al aire, agua o el suelo, comparando los niveles previstos
de emisión con los establecidos por la legislación de aplicación.
o Origen, tipo y cantidad de los residuos que se generarán con
indicación del sistema de gestión previsto.
o Sistemas que se emplearán para prevenir o reducir la contaminación
en cuanto a las emisiones y vertidos contaminantes y al control del
ruido con la correspondiente justificación de su eficacia.
La no presentación del número de ejemplares exigidos o las deficiencias en la
solicitud, supondrá un “defecto formal” subsanable en el plazo de 10 días que el
Ayuntamiento deberá conceder al solicitante de acuerdo con lo dispuesto en el art. 71.1
LRJ-PAC, ya que no se trata de un requisito indispensable para alcanzar su fin, y por
tanto, tal defecto no puede dar lugar a indefensión. Ahora bien, estamos ante
documentos de necesaria aportación, por lo que la no subsanación tras el o los
requerimientos municipales, determinará la denegación de la licencia, sin que queda
oponer derechos adquiridos, como ya se encargara de recordarnos la STS de 14/07/89 a
colación de una actividad que venía desarrollándose de forma clandestina durante varios
años, y ante los requerimientos municipales para su legalización, mediante la aportación
de solicitud de licencia con acompañamiento del proyecto de la actividad por triplicado,
la recurrente hizo caso omiso, razón por la cual, la Administración Municipal procedió,
previo expediente al efecto, a la clausura de la actividad.
A más, no solo se trata de presentar la solicitud, proyecto y memoria en el
número exigido, esto es, por triplicado ejemplar, sino que su contenido debe ser
completo, pues en otro caso, las consecuencias jurídicas serían las mismas antes
anunciadas.
Pero, al margen de cuestiones técnicas, desde el punto de vista jurídico, la mayor
problemática se viene planteando en relación con lo que haya de entenderse por
“técnico competente” capacitados para redactar y firmar el proyecto en cuanto a su
especialidad (Industrial, Agrónomo, Arquitecto, etc), y es que, ni el RAM, ni la LCAI,
ni siquiera el borrador de Reglamento de desarrollo de ésta, atribuyen una competencia
expresa a determinados técnicos, por lo que, en principio, cualquier técnico podría
redactar y firmar un proyecto con independencia de la actividad que se trate. No
obstante, esta afirmación no puede ser tan tajante, más al contrario el límite debe venir
impuesto por la cualificación profesional del técnico en relación con la actividad que se
pretenda implantar, de manera que si por ejemplo estamos ante una actividad
agropecuaria, no podrá suscribir un proyecto técnico o básico, un Ingeniero o Ingeniero
Técnico Industrial, pues no se trata de una industria o instalación mecánica, química o
eléctrica, que son aquellas para las que los Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales
tienen capacidad (SSTS de 4/10/82 o de 9/07/88).
Y siguiendo con la mismas problemática, la norma tampoco distingue cuando el
técnico cualificado profesionalmente debe ser de grado superior o de grado medio
(Perito o Ingeniero, Técnico o Superior), por lo que, como expresa la STS ya de
18/02/78, el Ayuntamiento es incompetente para decidir si el redactor del proyecto debe
ser por ejemplo un Ingeniero (grado superior) o un Ingeniero Técnico (grado medio),
pues de ello se derivaría un elevado grado de inseguridad jurídica para quienes
pretendieran solicitar una licencia municipal. Por tanto, en opinión de la Redacción del
Consultor de los Ayuntamientos, en comentarios al “Reglamento de Actividades
Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas”, publicaciones ABELLA, es suficiente que
el Ayuntamiento exija que el proyecto esté visado por el Colegio oficial
correspondiente, puesto que la resolución de las discrepancias intercolegiales sobre la
interpretación de la legalidad vigente en relación a la idoneidad profesional del técnico
es materia ajena a su competencia. Ciertamente que la jurisprudencia hasta el momento
ha sido un tanto contradictoria, desde manifestarse en el sentido ahora anotado, hasta
declarar la nulidad de la licencia concedida por apreciar defecto de falta de competencia
específica del autor del proyecto. No obstante, esta es una postura que no debería
prosperar ya que si alguna función cumple el visado colegial, es acreditar la idoneidad
de quien lo suscribe, y es que, como pregunta la propia redacción de El Consultor de los
Ayuntamientos, ¿qué medios tienen la mayoría de los Ayuntamientos para negar dicha
idoneidad?, ¿en qué situación queda el interesado?, y ¿quién le indemnizará: el
Ayuntamiento, el autor del proyecto, el Colegio que lo visó…?
Respecto a lo lugares en que el interesado podrá presentar la solicitud y
documentación adjunta me remito a los relacionados en el art. 38.4 LRJ-PAC ya
estudiados más arriba en el procedimiento de concesión de licencias de apertura de
actividades inocuas. Únicamente añadir aquí, que el art. 4.3ª IAM incide en que: “El
solicitante de la licencia podrá pedir que se le entregue un recibo acreditativo del día y
hora de presentación, número de entrada y sucinta referencia del asunto. Tal recibo
hará prueba respecto a la fecha en que los documentos ingresaron en el Registro
municipal y a efectos de la concesión o denegación de aquélla por el silencio
administrativo”, lo que concuerda perfectamente con lo hoy regulado en el mismo
sentido por el art. 70 LRJ-PAC para el procedimiento administrativo común y visto más
arriba, salvedad hecha que, como establece éste y ya se dijera, deberá admitirse como
tal recibo acreditativo, una copia en la que figure la fecha de presentación anotada por la
oficina. Resulta de interés observar que en dicho recibo acreditativo (o copia de la
solicitud) deberá plasmarse por el receptor de la solicitud, no solo el día en que se
presenta la misma, sino también la hora, lo que a la postre, como veremos más adelante,
puede tener su trascendencia a la hora de dictar la resolución por la que se conceda o
deniegue la licencia de actividad o instalación (ej. piénsese en la regulación normativa
por parte del respectivo Ayuntamiento, de un régimen de distancias entre
establecimientos). Véase también a este respecto, el desarrollo del art. 70 LRJ-PAC que
se efectúa en el citado R.D. 772/1999, de 7 de mayo, por el que se regula la
presentación de solicitudes, escritos y comunicaciones ante la Administración General
del Estado, la expedición de copias de documentos y devolución de originales y el
régimen de las oficinas de registro.
Recibida la solicitud y documentación complementaria, de acuerdo con el art.
42.4 LRJ-PAC, desde el Ayuntamiento deberá remitirse al solicitante, dentro de los diez
días siguientes a la recepción de la solicitud en el registro, comunicación informando al
interesado del plazo máximo normativamente establecido para la resolución y
notificación de los procedimientos, así como de los efectos que pueda producir el
silencio administrativo, además la fecha en que la solicitud ha sido recibida. A estos
efectos me remito más atrás al modelo de documento administrativo expresado con
ocasión del estudio del procedimiento para la concesión de las licencias de apertura de
actividades inocuas.
Salvada la cuestión anterior, el art. 30 RAMINP y el 4.4ª IAM, también plantean
que la Alcaldía, en los cinco días siguientes a la entrada de la solicitud en el Registro,
tendrá dos posibles alternativas a las que aludiremos más adelante, no obstante antes,
debe apreciarse por haberse así suscitado, si dicho plazo de 5 días de computarse en días
hábiles o naturales, y cuya solución no admite otra respuesta que el cómputo deberá
entenderse en días hábiles, y ello por aplicación de la regla contenida en el art. 48.1
LRJ-PAC, según la cual: “Siempre que por Ley o normativa comunitaria europea no se
exprese otra cosa, cuando los plazos se señalen por días, se entiende que éstos son
hábiles, excluyéndose del cómputo los domingos y los declarados festivos. Cuando los
plazos se señalen por días naturales, se hará constar esta circunstancia en las
correspondientes notificaciones”.
La doble alternativa que dispone el Alcalde a partir de la recepción de la
solicitud de licencia es:
1.- Denegación expresa y motivada (por ser un acto administrativo que limita
derechos subjetivos o intereses legítimos –art. 54 LRJ-PAC) de la licencia por razones
de competencia municipal basadas en:
-
Los planes de ordenación urbana
El incumplimiento de ordenanzas municipales
O en la existencia de una actividad municipalizada con monopolio que pueda
resultar incompatible con la que se pretenda instalar.
Aunque en principio las tres razones se encuentran enlazadas por la conjunción
“y”, pudiendo concluirse a primera vista que deben concurrir todas ellas para que el
Alcalde deniegue ab initio la licencia solicitada, lo cierto es que no tiene lógica alguna,
por lo que debe ser entendiendo como un defecto de redacción y, consecuentemente,
admitir una sola de dichas razones para proceder a la denegación inicial de la licencia
(también en las fases posteriores de tramitación de la misma). De concurrir varias de
dichas razones acumulativamente, el Ayuntamiento denegará la solicitud en base a todas
ellas, no siendo admisible denegar la licencia teniendo en cuenta uno solo de los
motivos concurrentes, reservando otro para una posterior denegación en el caso de que
no prospere el primer motivo argumentado, porque, aunque el precepto analizado no se
pronuncia ni en un sentido (necesidad de basamento simultáneo de motivos) ni en otro
sentido (exigencia de base motivacional sucesiva), entender el precepto en este último
término supondría un elevado grado de inseguridad jurídica para el solicitante y en
algunos supuestos la quiebra del valor de la cosa juzgada; en este sentido la STS
23/02/1988, en relación con la venta de frutas y hortalizas al por menor y al por mayor,
para la cual el interesado obtuvo licencia municipal, instándose más tarde licencia para
legalización de una cámara frigorífica, que le fue denegada en vía administrativa en
base a la existencia de una actividad municipalizada con monopolio e incompatible con
la pretendida legalización, pero que posteriormente fue concedida en vía judicial,
resultando que en ejecución de sentencia, el Ayuntamiento interesado inició nuevo
expediente en relación con repetida cámara frigorífica, denegando de nuevo la
legalización, esta vez en base a razones de tipo urbanístico, entendiendo que la cámara
no era compatible con el uso determinado por el planeamiento urbanístico.
Y no concurriendo alguno/s, de los tres supuestos anteriores, no cabe denegar la
licencia “en esta fase del procedimiento”.
Ahora bien, la cuestión es que la Alcaldía, para adoptar dicha resolución ab
initio denegando la licencia solicitada, ha de basarse en informe/s técnico/s que la
norma contradictoriamente no exige preceptivamente, pero que la práctica
administrativa ha dictado, por lo que, con carácter previo a la resolución inicial que
proceda, parece necesario solicitar los informes técnicos municipales precisos que se
pronuncien sobre dichos extremos, informe/s que podríamos denominar urbanístico/s,
dando lugar a dos documentos administrativos, cuales serían un Decreto de la Alcaldía
ordenando se emita informe sobre los extremos indicados, y el oficio de remisión de
copia del expediente a los Servicios que hubieren de informar sobre los dichos
extremos:
DECRETO:
Recibida solicitud de licencia con fecha ………………….., registro de entrada nº
…………………, presentada por ……………………………, para la instalación de
………………………….., a emplazar en …………………., recábese informe de los
técnicos municipales para determinar si la instalación que se pretende cumple o no con
los planes de ordenación urbana (compatibilidad urbanística en palabras del borrador
de Reglamento de la LCAI), con las Ordenanzas Municipales, y si existe o no una
actividad municipalizada con monopolio que pueda resultar incompatible con la que se
pretenda instalar.
Lo mandó y firmó, el/la Sr/a. Alcalde/sa Presidente/a, por ante mí, el/la
Secretario/a General, en ………………., a …………… de ………………. de
……………….
EL/LA ALCALDE/SA PRESIDENTE/A,
Fdo: …………………………………….
P.A.M.
EL/LA SECRETARIO/A GENERAL,
Fdo: …………………………………….
___________________________
Cumpliendo con lo ordenado por la Alcaldía-Presidencia de este Ayuntamiento
en Decreto de fecha …………………….., dictado en el expediente que se instruye con
el nº …………., a instancia de …………………………, para la instalación de
………………………….., a emplazar en ……………………, le adjunto copia del
expediente al objeto de que, en el plazo máximo de …………………., se emita informe
en relación con……………………, remitiéndose el mismo, dentro de dicho plazo, al
Servicio de ………………………..
Lo que le traslado para su conocimiento y efectos oportunos.
En……………………., a ………… de …………… de …………….
EL/LA SECRETARIO/A GENERAL (o Jefe/a de Servicio),
Fdo: ………………………………...
SERVICIO/S DE ………………………………………………………………………...
La competencia en la emisión del informe, al menos en cuanto a la
compatibilidad entre la actividad pretendida y el planeamiento urbanístico, corresponde
a los Arquitectos o Arquitectos Técnicos Municipales, lo que por sí ya plantea
problemas para muchos Ayuntamientos, derivados de la ausencia de este tipo de
técnicos municipales. No obstante, el problema no debe ir más allá, en cuanto a que el
Ayuntamiento parece poder solicitar de la respectiva Diputación Provincial o
Comunidad Autónoma Uniprovincial la asistencia técnica que precise, en especial
cuando de instalaciones o industrias de gran envergadura o complejidad se trate, ya que,
en definitiva, es ésta una de las competencias propias atribuidas por el art. 36.1 b)
LRBRL a las Diputaciones. Inclusive podría solicitarse la asistencia de la propia
Comisión Calificadora o de profesionales del sector privado, a modo de ilustración a la
Corporación. Amén de que, en ese tipo de instalaciones o industrias de envergadura o
complejas, ya se habrán pronunciado previamente por razón de su competencia, otros
organismos estatales o autonómicos.
Y sin perjuicio de lo anterior, desde el Consultor de los Ayuntamientos y de los
Juzgados en la obra “Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y
Peligrosas”, Publicaciones ABELLA, se considera que el trámite también se cumpliría
en defecto de técnico, con el informe del Secretario (especialista de lo general), con la
debida advertencia de la limitación de conocimiento, correspondiendo a la Corporación
mostrar su parecer en el informe al que seguidamente nos referiremos.
El informe, por tanto, deberá pronunciarse sobre los extremos solicitados:
INFORME DEL SERVICIO TECNICO
Examinada la solicitud de licencia de actividad presentada con fecha
……………………,
registro
de
entrada
nº
…………………….,
por
………………………………….., para la instalación de ………………………….., a
emplazar en ……………………………………., por el suscrito Arquitecto Técnico, se
han comprobado …………… (ej. el cumplimiento de los planes de ordenación urbana –
compatibilidad urbanística-), entendiendo que …………… (es / no es compatible con el
mismo).
Lo que le traslado para su conocimiento y efectos oportunos.
En……………………., a ………… de …………… de …………….
EL …………………………
(ARQUITECTO, ARQUITECTO TECNICO, ETC.)
Fdo: ………………………………..
SERVICIO DE …………………………………………………………………………...
(*) Si de los informes que se emitan deriva alguna causa para no conceder
ya en esta fase inicial la licencia solicitada, por la Alcaldía-Presidencia se dictará
resolución motivada (en el o los informes correspondientes), denegando la misma y
poniendo fin al procedimiento.
El borrador de Reglamento de desarrollo de la LCAI, a la hora de abordar esta
primera cuestión que suscita el procedimiento, regula bajo la rúbrica de “Certificación
de Compatibilidad Urbanística” que: “Una vez recibida la solicitud de licencia los
servicios técnicos municipales emitirán un informe sobre compatibilidad urbanística
del proyecto. Si el informe considera incompatible la actividad con el planeamiento
urbanístico, se dictará resolución motivada poniendo fin al procedimiento y archivará
las actuaciones”.
Al menos a mí, el texto descrito me plantea una duda, cual es si los
Ayuntamientos ya sólo van a poder denegar ab initio la licencia solicitada por razones
de competencia municipal basadas en incompatibilidad urbanística, o lo que parece lo
mismo, basadas en los planes de ordenación urbana (primera de las razones referidas en
el art. 30.1 RAMINP), por tanto, imposibilitando tal denegación por las otras dos
razones de competencia basadas en el incumplimiento de ordenanzas municipales (por
ej. distancias mínimas entre establecimientos) o en la existencia de una actividad
municipalizada con monopolio que pueda resultar incompatible con la que se pretenda
instalar (razones segunda y tercera respectivamente referidas en el art. 30.1 RAMINP).
Creo que la respuesta no puede ser otra que negativa o lo que es lo mismo, seguir
pensando en que el Ayuntamiento respectivo podrá denegar la licencia ab initio por
dichas otras razones de competencia municipal.
Sea como fuere, una de dichas causas de competencia municipal establecidas
para la denegación ab initio la licencia solicitada es la incompatibilidad de la actividad
pretendida con las normas urbanísticas o con las ordenanzas municipales, y dentro de
estas incompatibilidades toma especial protagonismo el “emplazamiento” y las
“distancias” entre actividades clasificadas, primer requisito que el administrado debe
plantearse a la hora de solicitar la licencia y también la primera comprobación que la
Administración Municipal debe efectuar antes de continuar la tramitación del
expediente.
Respecto al emplazamiento, el RAMINP regula la materia en una cuádruple
dirección; por un lado, una cláusula general de emplazamiento, y por otro lado,
cláusulas de emplazamiento en virtud de la calificación de la actividad como molesta,
insalubre, nociva y peligrosa, a saber (art. 3 RAMINP):
-
Actividades molestas.- Caracterizadas por la incomodidad (de cierta entidad
–STS 5/10/1963-) “a las personas”, consecuencia de ruidos o vibraciones o
la eliminación de humos, gases, olores, nieblas, polvos en suspensión u otras
sustancias, aunque no produzcan un daño real.
-
Actividades insalubres.- Las perjudiciales para la “salud humana” por el
desprendimiento o evacuación de productos.
-
Actividades nocivas.- Por daños a la riqueza agrícola, forestal, pecuaria o
piscícola (“a las cosas”), motivados, al igual que las actividades insalubres,
por el desprendimiento o evacuación de productos.
-
Actividades peligrosas.- La fabricación, manipulación, expendición o
almacenamiento de ciertos productos, susceptibles de producir explosiones,
combustiones, radiaciones u otros análogos, que originen riesgos graves para
las “personas o los bienes”.
Y establece para emplazamientos de cada una de estas actividades, las siguientes
reglas o criterios:
1ª.- Emplazamiento general de actividades clasificadas (art. 4 RAMINP).- Se
establece el siguiente orden de prelación:
- Directa remisión a lo que dispongan las Ordenanzas municipales y Planes de
urbanización del respectivo Ayuntamiento que para su determinación
atenderá a:
o Las circunstancias especiales de la actividad.
o La proximidad al vecindario.
o Los informes técnicos.
o Las medidas correctoras aplicables.
- Y para el caso de que no existiesen tales normas, será (aunque del literal del
art. 11.2 IAM parece deducirse el simple sugerimiento, no así de lo dispuesto
en el art. 4 RAMINP) la Comisión Provincial de Servicios Técnicos la que
señale el lugar adecuado donde haya de emplazarse, teniendo en cuenta lo
que aconsejen las circunstancias especiales de la actividad de que se trate, la
necesidad de su proximidad al vecindario, los informes técnicos y la
aplicación de medidas correctoras.
2ª.- Emplazamiento de actividades fabriles insalubres y nocivas (arts. 4 y 15
RAMINP y art. 11 IAM).- Se emplazarán como sigue:
- De acuerdo con lo que dispongan las Ordenanzas municipales y Planes de
urbanización del respectivo Ayuntamiento.
- Sólo en casos excepcionales podrá autorizarse, previo informe favorable de
la Comisión provincial de Servicios Técnicos, un emplazamiento distinto del
impuesto por las Ordenanzas municipales y Planes de Urbanización.
- En todo caso, sólo como regla general, y aunque existan Planes de
Ordenación Urbana aprobados que dispongan otra cosa, a una distancia de
2.000 metros, como mínimo, a contar del núcleo más próximo de población
agrupada.
3ª.- Emplazamiento de actividades molestas (arts. 4 y 11 RAMINP y art. 11
IAM).- El emplazamiento de éstas se acomodará a la regla 1ª fijada con carácter general
para las actividades clasificadas, matizándose que habrá de tenerse en cuenta para la
concesión de las licencias, y en todo caso para su funcionamiento, que las chimeneas,
vehículos y demás actividades que puedan producir humos, polvo o ruidos, deberán
dotarse inexcusablemente de los elementos correctores necesarios para evitar molestias
al vecindario.
4ª.- Emplazamiento de actividades fabriles peligrosas (arts. 4 y 20 RAMINP).Se ajustará a lo señalado en la regla 2ª, teniéndose en cuenta que la autorización en
casos muy especiales por la Comisión Provincial de Servicios Técnicos, de un
emplazamiento distinto al impuesto por las Ordenanzas municipales y Planes de
urbanización, deberá condicionarse a que se adopten las medidas de máxima seguridad
que se requieran en cada caso.
En relación con el asunto ahora tratado, el denominador común si hablamos de
la regulación en las normas medioambientales autonómicas es el abandono de los
tradicionales conceptos de molestos, insalubre, nocivo y peligroso, sustituidos por
definiciones más generalistas; véase la LCAI, que en sus arts. 6, 8 y 31.1, al hablar de la
comprobación ambiental, sujeta a esta técnica de control ambiental, cualesquiera
instalaciones o actividades que puedan tener incidencia ambiental significativa,
entendiendo por tal, la que pueda ser causa de molestias, riesgos o daños para las
personas, sus bienes o el ambiente y no estén sometidas a alguno de los otros controles
previstos. Y declarando el art. 32.1 LCAI la finalidad de esta técnica de control
ambiental, cual es la de prevenir o reducir en origen la producción de residuos y la
emisión de sustancias contaminantes al aire, al agua o al suelo, así como la generación
de molestias o de riesgos que produzcan las correspondientes actividades e instalaciones
y que sean susceptibles de afectar a las personas, bienes o al medio ambiente. En
definitiva, se sigue la línea del RAMINP pero sin referirse a los términos tradicionales y
a la definición de cada uno de éstos.
Dentro del marco del emplazamiento de actividades, ya sean éstas inocuas o
clasificadas, habitualmente también es traído a debate, la posibilidad de conceder
licencia de apertura en edificio declarado fuera de ordenación, que son los existentes
con anterioridad a la aprobación definitiva del planeamiento urbanístico de un
municipio, que resultaren disconformes con el mismo, y respecto de los cuales el art.
88.3 LSC dispone que: “Salvo que el propio planeamiento disponga otra cosa, en los
edificios que se declaren fuera de ordenación no podrán realizarse obras de
consolidación, aumento de volumen, modernización e incremento de su valor de
expropiación, aunque sí las pequeñas reparaciones que exigieren la higiene, el ornato y
la seguridad física del inmueble. En dichos edificios podrán asimismo realizarse otro
tipo de obras cuando, a requerimiento de los propietarios, el Ayuntamiento levante acta
previa en la que se recoja el estado, situación y valoración del edificio, a efectos de
expropiación, y ésta sea aceptada expresamente por aquéllos”.
De manera que, como puede observarse, el precepto habla de obras y no de usos,
que es el tema ahora traído, por lo que en consonancia, la jurisprudencia viene
defendiendo la procedencia en el otorgamiento de licencias de apertura en dichos de
edificios e instalaciones fuera de ordenación, eso sí, siempre que no se realicen las obras
a que alude la norma, aspecto que, por otra parte, puede resultar de lo más
contradictorio con la finalidad de instalar una actividad, y ello por la necesidad de llevar
a cabo obras para desarrollar la misma, en especial si de actividades clasificadas
hablamos. Pero bien, la solución viene dada también jurisprudencialmente, al señalarse
que, de efectuarse tales obras, una eventual eliminación de la actividad no daría al titular
ningún derecho a indemnización (STS de 15 de septiembre de 1997).
Por lo demás, indicar que la normativa autonómica carece de un tratamiento
específico sobre emplazamientos de actividades, lo que deja en manos de las normas
urbanísticas y de las ordenanzas municipales todo el peso a la hora de fijar dichos
emplazamientos.
En cuanto a las distancias entre actividades, otro tanto cabe decir, en cuanto a la
ausencia de norma alguna en la legislación de las Comunidades Autónomas, debiendo
remitirnos por tanto a las respectivas normas urbanísticas y ordenanzas locales, cuyas
regulaciones suelen adoptar una doble disyuntiva:
-
Regular la distancia mínima entre actividades computada en “metros
lineales”, que en principio no planteará mayores problemas si la regulación
se concreta suficientemente.
-
O regular dicha distancia remitiéndose a un concepto jurídico indeterminado
que es el de la “distancia adecuada”, con objeto de permitir el
establecimiento de la actividad en atención a las circunstancias concretas del
caso, pero que supone un cierto grado de inseguridad jurídica.
A modo de ejemplo, destacar como muchas Ordenanzas Municipales establecen el régimen de distancias
entre actividades hosteleras; así, la Ordenanza Municipal de Protección del Medio Ambiente contra la Emisión de
Ruidos y Vibraciones del Ayuntamiento de Torrelavega, en su Anexo II realiza una exhaustiva regulación que se
fundamenta en el Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, y además, en
lo dispuesto en la Ley de Cantabria 5/1997, de 6 de octubre, de Prevención, Asistencia e Incorporación Social en
materia de Drogodependencias, en evitación de molestias derivadas del ejercicio de las mismas, del incremento
apreciable de molestias para el vecindario y para la correcta función y seguridad en las vías públicas, así como
evitar molestias derivadas de la excesiva proximidad o concentración en el espacio de este tipo de usos, atenuando
de esta forma los efectos aditivos que suponen un deterioro apreciable de la calidad de vida y del medio ambiente.
Además, se añade que el cumplimiento de la normativa relativa a distancias mínimas será exigible sin
perjuicio de lo establecido por el planeamiento municipal y normativa urbanística sobre el emplazamiento y
localización de usos y actividades.
En concreto, se sujetan al cumplimiento de distancias mínimas los lugares, recintos, instalaciones,
actividades o establecimientos destinados a espectáculos y recreos públicos según la clasificación que la propia
Ordenanza Municipal efectúa en tres Grupos: A, B y C, que incluyen respectivamente los tipos de establecimientos
que señalaré a continuación, no sin antes advertir y reconocer que quizá la estructuración en Grupos efectuada por
el Ayuntamiento de Torrelavega y no bajo otra denominación, o mejor, asimilación, no es la más afortunada, ya que
suele originar al administrado cierta confusión con otra clasificación también en Grupos que realiza el Decreto de
Cantabria 72/1997, de 7 de julio, por el que se establece el régimen general de horarios de establecimientos y
espectáculos públicos y actividades recreativas, y que no coincide, más todo lo contrario, con la clasificación ahora
tratada y que únicamente se corresponde con el Ayuntamiento de Torrelavega a efectos de cumplimiento del régimen
de distancias mínimas entre establecimientos.
Los Grupos de clasificación de establecimientos incorporados en la Ordenanza Municipal del
Ayuntamiento de Torrelavega a efectos del cumplimiento del régimen distancias mínimas, son los siguientes:
-
Grupo A.- Establecimientos que no pueden disponer de música amplificada, ni espacios o áreas
diáfanas para el baile. Pertenecen a este Grupo: Bares; Cafés y Cafeterías; Tabernas y Bodegas;
Snak-bar; Cervecerías; Degustación de café, o similares; Restaurantes, asadores, mesones, casas de
comidas, autoservicios (Self-service), bocaterías; Chocolaterías, churrerías, heladerías; Sociedades
culturales recreativas gastronómicas; Salones recreativos; Salones de juego; Otros establecimientos,
locales o instalaciones asimilables a los mencionados.
-
Grupo B.- Establecimientos que pueden disponer de música amplificada pero no de espacios o áreas
diáfanas para el baile. Se establece como listado de referencia: Bares especiales; Pubs; Disco-bares;
Karaokes; Wiskerias; Bares americanos; Clubs; Otros establecimientos, locales o instalaciones
asimilables a los mencionados.
-
Grupo C.- Establecimientos que pueden disponer de música amplificada y/o espacios o áreas diáfanas
destinadas para el baile. Abarca igualmente a los locales que pueden ofrecer conciertos o música en
vivo. Listado de referencia: Discotecas; Boites; Salas de fiesta de juventud; Salas de baile y fiestas
con o sin espectáculos; Cafés-cantantes; Cafés-conciertos; Cafés-teatro; Tablao flamenco; Música en
vivo; Salas de conciertos; Salas de bingo; Boleras; Otros establecimientos, locales o instalaciones
asimilables a los mencionados.
Por si alguna duda quedara en relación con las anteriores listas de referencia, que como es observable
incluye en cada una de las categorías o Grupos, una cláusula abierta a otros establecimientos, locales o
instalaciones asimilables, la misma Ordenanza indica que el nombre o la denominación del establecimiento,
actividad o local no determina la inclusión en cada uno de los grupos, pudiendo los servicios técnicos municipales,
previo criterio razonado y atendiendo a las características definidas del establecimiento considerar su adscripción, a
los efectos de esta normativa, en el correspondiente Grupo.
Pues bien, a partir de la clasificación que antecede, el Ayuntamiento de Torrelavega, dispone el siguiente
régimen de distancias mínimas entre dichas actividades o establecimientos, eso sí de nueva implantación y en
relación con las ya existentes:
a)
Entre actividades comprendidas en el Grupo A: 25 metros.
b)
Entre actividades comprendidas en el Grupo A y actividades comprendidas en el Grupo B (y a la
inversa): 25 metros.
c)
Entre actividades comprendidas en el Grupo A y actividades comprendidas en el Grupo C (y a la
inversa): 50 metros.
d)
Entre actividades comprendidas en el Grupo B: 50 metros.
e)
Entre actividades comprendidas en el grupo B y actividades comprendidas en el Grupo C (y a la
inversa): 75 metros.
f)
Entre actividades comprendidas en el Grupo C: 300 metros.
También prevé la Ordenanza Municipal, que una actividad pueda estar encuadrada en dos o más de los
Grupos citados, en cuyo caso se aplicará el régimen de distancias más restrictivo.
La siguiente cuestión que la Ordenanza Municipal del Ayuntamiento de Torrelavega no ha dejado al albur
interpretativo, es la determinación de los criterios bajo los cuales han de medirse las distancias mínimas, aspecto
nada desdeñable si pensamos que en no pocas ocasiones, según los puntos de medición que se tomen ello puede
determinar que unos centímetros posibiliten o no instalar el establecimiento pretendido.
Los criterios fijados por la Ordenanza Municipal del Ayuntamiento de Torrelavega, son los siguientes:
1º.- La medición se efectuará como regla general por el “vial” o “camino vial” (esto es, calles, calzadas,
plazas y caminos, o terrenos o zonas, todos ellos de dominio público por las que transiten los peatones) más corto.
2º.- Para determinar la distancia se considerará, en cada caso la línea teórica de menor longitud que
transcurra por fachadas, alineaciones y espacios de uso público, o uso privado en su caso, cuyo principio es el límite
en fachada del local que ocupe la actividad ya autorizada en el lado más próximo a la que se solicita, y cuyo final
resulta el límite en fachada del local de la actividad que se pretende instalar en su lado más próximo al ya ubicado.
3º.- En el supuesto de retranqueo de la fachada del local a instalar respecto de la línea de fachada de la
edificación o línea en que se delimita el espacio público del privado, independientemente de la existencia o no de
cerramiento, el inicio o final de la medición se establecerá en la intersección resultante de la perpendicular trazada
en el límite en fachada del local o establecimiento, con la línea de fachada de la edificación o línea en que se
delimita el espacio público del privado, independientemente de la existencia o no de cerramiento delimitador.
4º- La medición resultará de aplicación respecto de cualquier fachada del establecimiento,
independientemente de que disponga o no de entradas o salidas. En todo caso, además de lo establecido en el
apartado 4.1., no podrán existir distancias inferiores a 15 metros entre cualquier otro paramento vertical distinto de
las fachadas de las actividades o establecimientos de nueva implantación respecto de los paramentos verticales de
las ya existentes en el mismo edificio o inmueble, que se medirá mediante la línea teórica de menor longitud que una
los paramentos verticales anteriormente mencionados atravesando cualquier espacio o edificación, sean públicos o
privados.
5º.- Para la clasificación de los establecimientos y locales respecto de los que se mida la distancia se
estará a la realidad jurídica resultante de la licencia en vigor o de la calificación municipal en procedimientos
municipales en trámite.
6º.- La medición de distancias en las áreas destinadas al sector terciario como uso principal, en las que se
permitan actividades hosteleras se efectuará:
a)
Respecto a los locales ubicados en los centros comerciales o edificios de uso exclusivamente
comercial que dispongan de planeamiento aprobado no será de aplicación el régimen de
distancias.
b)
Respecto a los locales situados en el exterior de los centros comerciales, la medición se efectuará
respecto a todos los accesos al centro comercial, o a establecimientos individuales en su caso.
7º.- De existir discrepancias en un expediente en relación con la medición de distancias, el mismo se
trasladará junto con la documentación e informes técnicos obrantes en el mismo a la Comisión Informativa de Medio
Ambiente, cuyo dictamen se elevara a la Junta de Gobierno Local, que adoptará la resolución correspondiente.
La Ordenanza Municipal también establece otros supuestos distintos a las actividades y establecimientos
de nueva implantación, que originan no pocas controversias:
-
Ampliación de actividades.- La Ordenanza permite efectuar ampliaciones en las actividades, ahora
bien siempre que se den los siguientes requisitos:
a)
Las actividades, junto con su ampliación, no superarán las distancias establecidas según los
diferentes Grupos.
Por sí, ya este solo requisito plantea el primer problema, y es que los establecimientos instalados
con anterioridad a la entrada en vigor de la Ordenanza que no cumplen el régimen de distancias
mínimo, no van a poder ampliar la actividad al quedar sujeta la ampliación al régimen de
distancias visto. Tanto es así, que la propia Ordenanza Municipal percatándose de ello lo
advierte en el sentido de que las actividades sujetas al régimen de distancias que dispongan de
licencia municipal anterior a la entrada en vigor del Anexo, y que no cumplan con los criterios
de distancias fijados, podrán realizar modificaciones o reformas siempre que éstas no supongan
incremento de superficie respecto del local primitivo y no excedan de la mera higiene, ornato o
conservación, o en su caso como aplicación de medida correctora requerida para el ejercicio de
la actividad, atendiendo a lo dispuesto en la Disposición Transitoria Segunda de la propia
Ordenanza Municipal.
Otros requisitos establecidos en la Ordenanza son:
-
b)
Que entre la actividad primitiva y la ampliación de la misma exista siempre una comunicación o
continuidad permanente, formando un único establecimiento.
c)
Que la ampliación no modifique la clasificación del Grupo de actividad establecida o, en el
supuesto de que implique dicho cambio de clasificación, cumpla las distancias fijadas para su
nuevo Grupo.
Cambio de actividad.- Se producirá respecto a otra actividad del mismo grupo (ej. de bar a
restaurante) o grupos inferiores (ej. de pub a bar), previa obtención de autorización municipal. El
cambio a una actividad enclavada en algún grupo superior (ej. de bar a pub), solo será posible si
cumple las distancias exigidas para dicho Grupo.
Del otro lado, también está prevista la división o segregación de establecimientos y locales sujetos a la
limitación de distancias requiriéndose una nueva licencia de actividad y el cumplimiento de la normativa de
distancias. Las actividades no podrán subdividirse en otras actividades, ni segregarse en secciones o dependencias
que puedan estar incluidas en el régimen de distancias.
Contempla la Ordenanza Municipal la posibilidad de que se solicite licencia para ejercer una actividad
sujeta al régimen de distancias, que por aplicación de dicho régimen sea incompatible con otra/s solicitud/es de
licencia presentadas con anterioridad y en tramitación, en cuyo caso se suspenderá la tramitación de la/s última/s,
continuándose con la tramitación de la solicitud presentada en primer lugar (número de registro de entrada), y en el
supuesto de concederse ésta, se adoptará acuerdo denegatorio de la/s solicitud/es presentada/s posteriormente. En
caso contrario, es decir, si se deniega la solicitud presentada en primer lugar, se alzará la suspensión de la segunda
solicitud, continuando su tramitación, y así sucesivamente. Debe tenerse en cuenta a este respecto que, caso de
plantearse por un interesado una consulta en los términos señalados en el art. 4.2ª IAM, ésta no prevalecerá sobre
una solicitud de licencia, aunque ésta fuera posterior a aquélla.
Por último, se contempla la caducidad y pérdida de eficacia de las licencias, incluida la retirada definitiva
de una licencia como consecuencia de un expediente sancionador, supuestos en que declarada formalmente la
situación, para ejercer de nuevo la actividad en el establecimiento o local afectado se requerirá tramitar un nuevo
procedimiento de licencia en el que se considere el cumplimiento de las distancias mínimas a la fecha de la nueva
solicitud.
Como conclusión, el Anexo II de la Ordenanza refleja de la forma gráfica siguiente, algunos de los
ejemplos de medición de distancias que se pueden producir de forma más frecuente.
- Ejemplos correspondientes al apartado 5.4. del Anexo II).
Ejemplo nº-1.
Ejemplo nº-2.
Ejemplo nº-3.
Ejemplo nº-4.
Ejemplo nº-5.
Ejemplo nº-6.
Ejemplo nº-7.
Ejemplo nº-8.
Ejemplo nº-9.
Ejemplo nº-10.
Ejemplo nº-11.
Ejemplo nº-12.
- Ejemplos correspondientes al apartado 5.5. del Anexo II).
Las fachadas señaladas con
disponen de entradas o salidas.
Ejemplo nº-13.
Ejemplo nº-14.
Ejemplo nº-15.
Ejemplo nº-16.
Ejemplo nº-17.
Ejemplo nº-18.
> 15 metros.
> 15 metros.
No obstante todo lo anotado en cuanto al cumplimiento de distancias entre
actividades o establecimientos, el particular tendrá la posibilidad de consulta aludida
más arriba.
2.- O, en otro caso, el expediente será admitido a trámite, a través del
correspondiente Decreto dictado por el propio/a Alcalde/sa, y entrándose con ello en la
segunda fase del expediente:
DECRETO:
Vista solicitud de licencia de actividad presentada con fecha …………………..,
registro de entrada nº …………………, por ……………………………, para la instalación
de ………………………….., a emplazar en ……………………….
Recabados mediante Decreto de la Alcaldía-Presidencia de fecha
……………………, informes de los técnicos municipales para determinar si la
instalación que se pretende, cumple o no con los planes de ordenación urbana, con las
Ordenanzas Municipales, y si existe o no una actividad municipalizada con monopolio
que pueda resultar incompatible con la que se pretenda instalar.
Emitidos informes favorables sobre los extremos anteriores.
En uso de las facultades que me confiere la legislación vigente, en concreto el
art. 30 del Decreto 2414/1961, de 30 de noviembre, por el que se aprobó el Reglamento
de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas, en relación con la Ley
17/2006, de 11 de diciembre, de Control Ambiental Integrado, dispongo:
1º.- Admitir a trámite la solicitud de licencia de actividad presentada con fecha
………………….., registro de entrada nº …………………, por ……………………………,
para
la
instalación
de
…………………………..,
a
emplazar
en
……………………………………………
2º.- Ordenar informar el expediente, abriendo a tal efecto, trámite de
información pública por término de diez días, para que quienes se consideren afectados
de algún modo por la actividad que se pretende establecer, puedan hacer las
observaciones pertinentes, así como realizar notificación personal a los vecinos
inmediatos al lugar del emplazamiento propuesto.
3º.- Unidas las reclamaciones u observaciones que se presenten al expediente,
someter el mismo a informe del Jefe Local de Sanidad y de los técnicos municipales
competentes.
4º.- A la vista de los antecedentes, y con la incorporación al expediente del
informe de la Corporación Municipal, remitir completo el mismo, a la Comisión
Regional de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas, al objeto de que el
mismo sea calificado.
Lo mandó y firmó, el/la Sr/a. Alcalde/sa Presidente/a, por ante mí, el/la
Secretario/a General, en ………………., a …………… de ………………. de
……………….
EL/LA ALCALDE/SA PRESIDENTE/A,
Fdo: …………………………………….
P.A.M.
EL/LA SECRETARIO/A GENERAL,
Fdo: …………………………………….
2.- Instrucción.
El expediente será informado en el plazo de treinta días, que deberán entenderse
hábiles, pese a que el art. 4.4ª IAM se refiera a días naturales, por la precedencia
jerárquica del RAMINP y la aplicación supletoria de la LRJ-PAC, en este punto, en su
art. 48.1. La información del expediente se efectuará con arreglo a los siguientes
trámites:
a) Apertura de información pública.- Por plazo de 10 días (el borrador de
Reglamento de la LCAI eleva el plazo hasta los 20 días), y con un doble carácter no
excluyente:
-
General.- Aunque ni el RAMINP ni la IAM determinan el o los modos de
llevar a cabo este trámite, la práctica administrativa ha venido consolidando
la publicación de Edicto en el Tablón de Anuncios del Ayuntamiento y
lugares de costumbre del municipio, y en el Boletín Oficial de la Provincia o
Comunidad Autónoma si ésta es uniprovincial este último modo, si se quiere,
además por aplicación supletoria del art. 86 de la LRJ-PAC-, para que
quienes se consideren afectados de algún modo por la actividad que se
pretende establecer, puedan hacer las observaciones pertinentes. No obstante,
es opinión de la redacción de El Consultor de los Ayuntamientos, en
comentarios a la obra del RAMINP referenciada más arriba, que la
publicación en el BOP o BOCCAA no es absolutamente necesario,
argumentándose que cuando el legislador ha querido que el trámite se
cumpla mediante anuncio en periódicos oficiales lo ha establecido
expresamente (ej. PGOU, Ordenanzas, Presupuestos, etc.). Sin perjuicio de
lo cual, la práctica administrativa recomienda en garantía de los derechos de
los administrados, que la publicación tenga lugar tanto en el Tablón como en
el BOP.
En este punto, el borrador de Reglamento de la LCAI concreta el trámite,
precisamente mediante la publicación del acuerdo en el BOC y en Tablón de
Edictos del municipio, lo que ahora sí deja a un lado cualquier duda que
planteara el RAMINP. Además, al igual que hacen la mayor parte del resto
de normas autonómicas, se adapta a la realidad actual, salvando de este
trámite los datos y documentos que por su carácter estén amparados por el
régimen de confidencialidad y así lo advierta el solicitante.
Sin perjuicio de los modos preceptivos de realización del trámite, nada
impide, es más, resulta recomendable, en especial en municipios de cierta
importancia o por razón de la trascendencia de la actividad pretendida, su
cumplimiento mediante la inserción de anuncio en un medio de
comunicación social, sistema que dadas las limitaciones de acceso –cierto es
que cada vez menos, a partir de los constantes avances en las tecnologías de
la información- a los Boletines Oficiales o Tablones de Edictos, pueden
resultar más accesible a los posibles interesados.
Con objeto de abaratar los gastos que para el erario público pudiera suponer
la inserción de tales anuncios por ejemplo en uno más de los diarios de
mayor difusión, los Ayuntamientos suelen insertar un solo anuncio que
incluye varios expedientes, indicando para cada uno de estos:
- El número de expediente.
- Identificación del solicitante (nombre y apellidos o denominación social).
- Actividad pretendida.
- Y emplazamiento.
- Amén de la indicación del plazo de 10 días que disponen quienes se
consideren afectados por la actividad, para presentar observaciones dirigidas
al Alcalde, así como los lugares, días y horas de presentación.
Práctica administrativa que igualmente será válida para el Anuncio que se
publique en correspondiente Boletín o Diario Oficial, en este caso, por
idénticas razones, esto es, economía de recursos económicos y, si se quiere,
como medida de protección del medio ambiente, que es de lo que se trata, y
de optimización de recursos naturales en forma de soporte papel.
Frecuentemente se ha planteado si la inserción de edictos en el BOP es
gratuita o no para los Ayuntamientos. La respuesta la encontramos en la
propia regulación de los Boletines Oficiales, que en el caso del Boletín
Oficial de Cantabria se contiene en el Decreto 100/1999, de 13 de
septiembre, cuyo Capítulo III, arts. 11 a 14 establecen las clases de
inserciones: gratuitas, de pago previo y de pago diferido, correspondiendo
las primeras, las inserciones gratuitas a: “… todos los documentos oficiales
de publicación obligatoria, expedidos por la autoridad competente en
cumplimiento de precepto legal que así lo establezca, y no se trate de
documentos que se publiquen en beneficio o provecho de una persona física
o jurídica, siempre que no exista posibilidad normativa de repercutir los
gastos ocasiones por su publicación”.
La cuestión es distinguir anuncios oficiales (ej. Anuncio de exposición de la
aprobación inicial de una Ordenanza) de otros que responden al beneficio
privado (ej. licitaciones en materia de contratación, planes parciales o
proyectos de urbanización, instalación de actividades clasificadas, etc.),
supuestos en que la Administración del Boletín gira la liquidación de tasas al
particular interesado, sin perjuicio de lo cual se podría arbitrar una solución
alternativa, cual sería que la liquidación de tasas se efectuará al
Ayuntamiento, para su posterior repercusión por este a los particulares
interesados. Con ello se alcanzaría la señalada finalidad de abaratamiento, en
este caso para los interesados, de la exposición del precepto Anuncio en el
Boletín Oficial correspondiente.
El art. 13 del Decreto regulador del propio BOC señala como inserciones no
gratuitas de pago previo: “e) Concesiones, licencias, autorizaciones,
permisos y demás actos otorgados a entidades jurídicas o a particulares, en
virtud de expedientes instruidos en cualquier organismo público o a
instancia de parte, o que siendo de trámite oficial y reglamentario, se
publiquen en interés o beneficio de persona física o jurídica”, precepto que
llevaría al giro de tasas a la entidad o particular a favor de quien se expida
una licencia u autorización y no le pueda ser practica la correspondiente
notificación en el lugar o medio señalados al efecto, en cuyo caso por virtud
de lo dispuesto en los arts. 59.5 y 61 LRJ-PAC, se procederá a practicar la
notificación por medio de anuncios en el Boletín Oficial correspondiente y
en el Tablón de Edictos del Ayuntamiento del último domicilio conocido del
interesado. Pero sin embargo, no produce el giro de tasa alguna por parte del
BOC, la notificación realizada por medio de anuncio en dicho Diario Oficial,
en un procedimiento administrativo de transmisión de licencia, al
transmitente o anterior titular, y ello por cuanto es entendible que no se
publican en interés o beneficio de persona física o jurídica, como indica el
precepto.
Se redacta a continuación un modelo de Edicto junto al un oficio de
remisión:
Adjunto se remite a ese Gobierno de Cantabria, Boletín Oficial de Cantabria,
Edicto anunciando la exposición al público del expediente de licencia de actividad que
se tramita con el nº …………………, para la instalación de …………………., en
……………………………….., rogándole se sirva ordenar su inserción en el Boletín
Oficial de Cantabria a los efectos previstos en las disposiciones legales vigentes.
Los datos del particular o empresa solicitante a efectos de notificaciones, según
constan en la solicitud de licencia, son los siguientes:
Titular:
………………………………..
C.I.F. (en su caso):
………………………………..
Representante/s (en su caso): ………………………………..
D.N.I.e:
………………………………..
Nº Teléfono:
………………………………..
Dirección:
Interesado: …………………..............................................
Representante (en su caso): ……………………………….
En ……………………….., a ………… de …………. de ………..
EL/LA ALCALDESA-PRESIDENTE/A,
Fdo: …………………………………….
GOBIERNO DE CANTABRIA.- BOLETIN OFICIAL DE CANTABRIA
C/ Peña Herbosa, 29.
39003-SANTANDER
TABLÓN DE EDICTOS DEL AYUNTAMIENTO DE ………………………
_______________________________________
AYUNTAMIENTO DE ………………………….
EDICTO
Por parte de ………………………………, se ha solicitado licencia de
actividad, la cual se tramita como expediente nº …………….., para la instalación de
…………………., en ………………………
Lo que se hace público para general conocimiento y al objeto de que quiénes se
consideren afectados de algún modo por la actividad que se pretende establecer,
puedan hacer las observaciones pertinentes dentro del plazo de los diez días siguientes
a la publicación de este Edicto en el B.O.C. y Tablón de Edictos del Ayuntamiento, de
conformidad con lo dispuesto en la Ley 17/2006, de 11 de diciembre, de Control
Ambiental Integrado y, supletoriamente, por el Decreto 2414/1961, de 30 de noviembre,
por el que se aprobó el Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y
Peligrosas, y disposiciones complementarias, y/o art. 36 del R.D. 2816/1982, de 27 de
Agosto, por el que se aprobó el Reglamento de Policía de Espectáculos Públicos y
Actividades Recreativas (el texto en cursiva sólo se incluirá para espectáculos públicos
y actividades recreativas).
El expediente se halla de manifiesto y puede consultarse, durante las horas de
oficina, de 9:00 a 14:00 horas, en el Departamento de ………………………… del
Ayuntamiento de ………………….., sito en …………………………….
En ……………………….., a ………… de …………. de ………..
EL/LA ALCALDESA-PRESIDENTE/A,
Fdo: …………………………………….
BOLETIN OFICIAL DE CANTABRIA
TABLÓN DE EDICTOS DEL AYUNTAMIENTO DE ………………………………...
-
Individual o singular.- A los vecinos inmediatos al lugar del emplazamiento
propuesto para la actividad, en presunción de que son éstos los más afectados
por la actividad que se pretende instalar. A mayor abundamiento, como ya
dijera la STS de 16 de junio de 1978, el RAMINP no utiliza el término
vecino en el sentido propio de vecindad recogido en el art. 15 de la Ley
7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local -LRBRL y
en el art.55 del R.D. 1690/1986, de 11 de julio, por el que se aprueba el
reglamento de población y demarcación de las Entidades Locales, en cuanto
que son vecinos los inscritos en el Padrón municipal, adquiriéndose tal
condición desde el mismo momento de su inscripción, sino en el sentido de
vecindad física o proximidad, por lo que, deberán ser notificados:
1º.- Los vecinos propietarios, arrendatarios, etc., que físicamente que residan
habitualmente en
viviendas inmediatas o próximas al lugar de
emplazamiento
2º.- Los propietarios de dichas viviendas.
3º.- Los propietarios y/o arrendatarios de locales y fincas próximas al
emplazamiento pretendido para la nueva actividad.
A estos efectos, la Administración actuante deberá concretar de forma
ponderada dicho concepto jurídico indeterminado (proximidad).
Tal actuación se efectuará por el Ayuntamiento mediante notificación
personal, lo cual no significa que intentada la misma sin éxito en la forma
prevenida en los arts. 58 y 59 LRJ-PAC, se proceda a su práctica de acuerdo
con lo dispuesto en el propio art. 59 LRJ-PAC en su apartado 5 y en el art.
61 del mismo texto legal, mediante Anuncio en el Boletín Oficial de la
Provincia o CC.AA. uniprovincial y en el Tablón de Edictos del
Ayuntamiento del municipio del último domicilio del afectado.
Hay que advertir que, el momento procedimental en que se sitúa el presente
trámite, no es óbice a la tesis de que la oposición a la actividad por parte de
quienes se consideren afectados podrá tener lugar durante el plazo concedido
a tal efecto, como también en cualquier otro momento anterior a la concesión
de la licencia, incluso después de su otorgamiento, en este caso, cuando el
retraso se deba a la ausencia de conocimiento de la tramitación del
procedimiento, o por haberse convertido en posibles afectados con
posterioridad, u otras circunstancias análogas. El basamento de esta tesis se
encuentra en la propia finalidad del trámite, cual es evitar en lo posible las
molestias, riesgos y daños a quienes puedan resultar afectados por la
actividad pretendida, por tanto con carácter previo a su funcionamiento, pero
también una vez instalada la actividad, esto es, durante su funcionamiento.
Ahora bien, debe entenderse que, en este último caso, la oposición aludida,
en principio y a menos que se incurra en uno de los supuestos previstos
legalmente, no determinará la revocabilidad de la licencia, sino que el titular
de la actividad estará obligado a establecer los sistemas correctores que le
sean impuestos en orden a corregir deficiencias y a minimizar esas molestias,
riesgos o daños.
En cualquier caso, la redacción de dicha notificación se realizará según el
siguiente formato:
Por …………………………, se ha solicitado licencia de actividad que se
tramita como expediente nº …………………., para la instalación de
……………………., a emplazar en ………………………………..
Y siendo usted uno de los vecinos inmediatos al lugar del emplazamiento, se lo
notifico por si estima pertinente formular reparos u oposiciones sobre la instalación
referida.
Las reclamaciones, en su caso, deberán formularse por escrito, ante esta
Alcaldía, en el plazo de los DIEZ DIAS siguientes a la recepción de este escrito, todo
ello de conformidad con lo dispuesto en el art. 30 del Decreto 2414/1963, de 30 de
noviembre, por el que se aprobó el Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres,
Nocivas y Peligrosas, en relación con la Ley 17/2006, de 11 de diciembre, de Control
Ambiental Integrado.
Lo que comunico a Ud. para su constancia y a los efectos oportunos.
En ……………………….., a ………… de …………. de ………..
EL/LA ALCALDESA-PRESIDENTE/A,
Fdo: …………………………………….
D/Dª……………………….. (destinatario/s: vecino/s inmediato/s)
Llama la atención en relación con este trámite, que el borrador de
Reglamento de la LCAI no lo contempla, lo que quizá obedezca a contribuir
a la agilización del procedimiento, que no parece ésta la razón, primero por
cuanto como se ha adelantado, el trámite de información pública general se
amplía a 20 días y, segundo, porque además la eliminación de dicho trámite
lo sería en perjuicio de las necesarias garantías que deben ofrecerse a los
posibles afectados por una actividad o instalación, en este caso los vecinos
inmediatos al lugar de emplazamiento. Obsérvese que, aunque la falta de la
realización de este trámite en ocasiones no lleva a la nulidad o retroacción
del expediente, cuando en este caso los vecinos hayan tenido conocimiento
por el medio que fuera de la actividad que se pretendía instalar y no se
hubieran opuesto a la misma, con lo que no existiría indefensión, hay que
insistir en la esencialidad del trámite ahora tratado y de la rigurosa
interpretación que el Tribunal Constitucional realiza a favor del art. 24 de la
Constitución Española. Por lo que, pensando en otro motivo de tal omisión,
puede deberse a que se entienda que con el trámite de información pública
general quedan garantizados suficientemente los derechos de los afectados,
lo cual tampoco parece muy razonable. Así es que, solo me queda concluir
que estamos ante un olvido, y si es así, merecería su rectificación en el texto
definitivo.
Sea como fuere, el problema aquí viene dado por la interpretación que se dé
al término “vecino inmediato”, que parece referirse a una presencia cercana a
la actividad.
Tres últimas consideraciones a las que no se hace referencia en la diversa
normativa analizada son:
1ª.- Las alegaciones que se efectúen no tienen carácter vinculante, por lo que,
la oposición vecinal no puede ser tomada como único razonamiento para
denegar una licencia, sino solo en base a circunstancias objetivas
relacionadas las molestias, riesgos o daños a las personas, bienes o medio
ambiente, que no sean susceptibles de ser corregidas a través de los medios
técnicos adecuados. En este sentido es necesario comentar la habitual
práctica vecinal de presentar alegaciones en este trámite que nada tienen que
ver con los aspectos mencionados sino, si acaso, con las molestias, riesgos o
daños ocasionados/bles por las respectivas obras –véase STS 13-11-1989-,
cuando no, con aspectos de orden civil sustanciables en la correspondiente
vía judicial.
2ª.- El resultado de este trámite habrá de acreditarse en el expediente,
mediante certificación expedida por el Secretario de la Corporación, en la
que se refleje si se han presentado o no reclamaciones u observaciones y, en
su caso, expresión de los alegantes.
Reseñar también el hecho de que, en la actualidad, ciertamente y sin perjuicio
del trámite de información pública aludido, por virtud de lo dispuesto en el art. 79.1
LRJ-PAC, las alegaciones y aportación de documentos u otros elementos de juicio,
podrán ser aducidos por los interesados en cualquier momento del procedimiento
anterior al trámite de audiencia, debiendo ser tenidos en cuenta por el órgano
competente al redactar la correspondiente propuesta de resolución.
Es obligado para finalizar con el análisis de este trámite, referirse a la regulación
que contiene el art. 36 del R.D. 2816/1982, de 27 de agosto, Reglamento General de
Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas –REP-, para estas concretas
actividades, y que prevé la siguiente doble situación:
1.- No modificación del uso autorizado con anterioridad para el local.No será necesario llevar a cabo el citado trámite de información pública
ni general ni individual o singular.
2.- Modificación del uso autorizado con anterioridad para el local.- El
expediente deberá someterse a información pública “general”, sin
expresar el medio para efectuar dicho trámite, si bien la práctica
administrativa a dictado que tenga lugar mediante publicación de edicto
en el BOP o CCAA uniprovincial, y también información pública
“individual o singular”, dando audiencia a los usuarios del edificio
b) Sometimiento del expediente y reclamaciones u observaciones a informe del
Jefe Local de Sanidad y de los técnicos municipales competentes, según la naturaleza de
cada actividad.- Se trata del requerimiento simultáneo de dos tipos de informes que
habrán de ser evacuados por éstos, por separado, en el plazo de los 10 días siguientes
también naturales:
-
Uno, el de los técnicos municipales competentes.- Entre éstos, los siguientes:
o Informe/s que podríamos nombrar como “informes sobre
instalaciones”, en el/los que habrá/n de valorarse cuestiones como el
volumen y categoría de la actividad, la potencia instalada, el nivel
sonoro, los aspectos que puedan incidir en el medio ambiente
atmosférico, el tratamiento y eliminación de residuos, etc., con
valoración de los sistemas correctores propuestos en el proyecto y, en
su caso, el señalamiento de medidas correctoras que se estimen
necesarias. La competencia para la emisión de este/os informes
recaerá en técnicos cualificados en atención a la materia, lo que
también puede originar el mismo problema anunciado para la emisión
del informe urbanístico, que es la carencia en el Ayuntamiento que se
trate, de los técnicos necesarios. Sirva también en este caso, la
solución señalada entonces. El informe/s técnico/s podría tener el
siguiente aspecto:
INFORME TÉCNICO DEL SERVICIO ………………………
El/la técnico que suscribe, cumpliendo lo ordenado por Decreto de la AlcaldíaPresidencia de fecha …………………., acerca de la petición formulada por
………………….., sobre (1) ……………………………. de ……………………….., cuya
actividad (2) ………………….. emplazada en …………………………………….
Visto el Proyecto, Memoria y demás documentos y actuaciones del expediente y
verificando el oportuno reconocimiento sobre el terreno, tiene el honor de informar:
1º.- Por su naturaleza y características y en armonía con las prescripciones de
la Ley de Cantabria 17/2006, de Control Ambiental Integrado, la actividad que nos
ocupa
puede
entenderse
sujeta
a
dicha
Ley
por
cuanto
…………………………………………
2º.- En la misma zona o en sus proximidades ……………… existen otras actividades análogas que puedan producir efectos aditivos.
3º.- Las medidas correctoras descritas en la Memoria que se acompaña al
Proyecto (3) …………………………………..…………………………………………..
4º.- El emplazamiento ……………………………. está de acuerdo con las
Ordenanzas municipales y Planes Locales de urbanización.
5º.- El ejercicio de la actividad, objeto del expediente, quedará condicionada,
en general, a las prescripciones de la Ley de Cantabria 17/2006 de Control Ambienta
Integrado.
6º.- La licencia se entenderá otorgada salvo el derecho de propiedad y sin
perjuicio del de tercero (4) ……………………………..…………………………………
Por todo ello, a juicio del / de la ………………………… informante, procede la
concesión de la licencia solicitada.
No obstante la superioridad acordará lo más conveniente.
En …………………, ………… de ……………….. de ………….
EL/LA …………………………………………,
Fdo: …………………………….
(1)
(2)
(3)
(4)
"legalización por carecer de licencia municipal, de la actividad..." Y si es nueva
"licencia para establecer la actividad de ..."
"está" o "será"
Se indicará si ofrecen suficientes garantías o modificaciones que el informante
crea conveniente.
En este espacio, se razonará la procedencia o improcedencia de la autorización,
en el caso de que el proyecto no se sujetase a lo previsto en las Ordenanzas
Municipales.
o E informe/s jurídico/s, que emitirá bien el Secretario de la
Corporación o el Jefe del Servicio, Sección o Negociado que
corresponda la tramitación del expediente administrativo.
Rescatemos el art. 172 del R.D. 2568/1986, de 28 de noviembre, de
Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades
Locales –ROF-, que se pronuncia en este sentido, añadiendo que en
el informe deberán exponerse los antecedentes y disposiciones
legales o reglamentarias en que funde su criterio, y que la redacción
se sujetará a las disposiciones especiales que les sean aplicables,
ciñéndose a las cuestiones señaladas en el decreto o acuerdo que los
haya motivado. A dicho precepto habría de añadirse lo dispuesto en
el art. 175 ROF, referido a los informes para resolver los expedientes,
los cuales deberán redactarse en forma de propuesta de resolución
conteniendo los extremos siguientes:
 Enumeración clara y sucinta de los hechos.
 Disposiciones legales aplicables y alegación razonada de la
doctrina, y
 Pronunciamientos que haya de contener la parte dispositiva.
Dichos extremos se plasmarán como sigue:
INFORME JURÍDICO DEL ………………………….
Vista solicitud de licencia de actividad presentada con fecha …………………..,
registro de entrada nº …………………, por ……………………………, para la instalación
de ………………………….., a emplazar en ……………………….
Teniendo en cuenta que la actividad que se pretende desarrollar aparece
incluida en el Anexo C apartado ………………. de la Ley 17/2006, de 11 de diciembre,
de Control Ambiental Integrado –LCAI-, el procedimiento para la concesión de la
licencia solicitada deberá cumplir con los trámites establecidos en el art. 32.4 de la
LCAI, que en ausencia de desarrollo reglamentario, se regirán supletoriamente por lo
dispuesto en los arts. 29 a 34 del Decreto 2414/1961, de 30 de noviembre, por el que se
aprobó el Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas –
RAMINP-, siendo órgano competente para conceder o denegar la licencia,
………………………, la cual habrá de ser motivada y pronunciarse sobre su concesión o
denegación, así como, en su caso, las condiciones a que se sujeta la misma, con
expresión de los recursos procedentes, órganos ante los cuales interponerlos y plazos.
Someto este informe a cualquier otro mejor fundado en derecho y al superior
criterio de …………………………
En …………………, ………… de ……………….. de ………….
EL/LA …………………………………………,
Fdo: …………………………….
-
Otro, el del Jefe Local de Sanidad.- Hoy entendida la referencia hecha a los
órganos de la específica institución orgánica de los Servicios de Salud, y en
concreto en Cantabria, a la Dirección General de Salud Pública de la
Consejería de Sanidad y Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria. La
solicitud de informe se efectuará por escrito:
En virtud de lo establecido por la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales.Dirección General de Salud Pública, sobre los procedimientos a seguir en relación,
entre otros, con los informes técnicos sanitarios de las actividades sujetas a la Ley
17/2006, de 11 de diciembre, de Control Ambiental Integrado, y Decreto 2414/1961, de
30 de noviembre, Reglamento de Actividades, Molestas, Insalubres, Nocivas y
Peligrosas –R.A.M.I.N.P.Se solicita informe sanitario sobre el siguiente proyecto:
EXPEDIENTE: …………………………………………………………………...
OBJETO: …………………………………………………………………………
TITULAR: ………………………………………………………………………..
Adjunto se remite Proyecto Técnico de la actividad y Memoria descriptiva.
Igualmente se informa que referido expediente se sometió a información pública
durante plazo de diez días, mediante publicación en el Boletín Oficial de Cantabria (nº
…………, de fecha ………………) y notificación individualizada a los vecinos
colindantes, indicándoles que ……….. (SÍ/NO) se han presentado alegaciones.
Lo que se le comunica para su conocimiento y a los efectos oportunos.
En …………………, …… de ………….. de ……..
EL/LA ALCALDE/SA-PRESIDENTE/A,
Fdo: …………………………….
DIRECCIÓN GENERAL DE SALUD PÚBLICA DE LA CONSEJERÍA DE
SANIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DEL GOBIERNO DE CANTABRIA.
C/ Federico Vial, nº13.
39009 - Santander.
El informe sanitario verificará la incidencia de la actividad en la salud
pública, pudiendo ser emitido, en función de la actividad pretendida, por
médico, farmacéutico o veterinario. De esta manera, las cuestiones a las
que se refiere este informe se encuentran en función de la clase de
actividad que se trate, pudiendo hacerse especial referencia en las
actividades de hostelería, al cumplimiento de la Ley 28/2005, de 26 de
diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la
venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del
tabaco, indicando que, dependiendo de la superficie tendrá señalizado si
se permite o no se permite fumar, o tendrán habilitada una zona para
fumar debidamente señalizada, y que, si se permitiera fumar, deberá
garantizarse la calidad de aire interior. Así como en esas mismas
actividades y aquellas otras relacionadas con productos alimenticios, al
cumplimiento, en su caso, del R.D. 3484/2000, de 29 de diciembre, por el
que se establecen las normas de higiene para la elaboración, distribución
y comercio de comidas preparadas, y el Reglamento (CE) 852/2004, de
29 de abril, del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a la higiene
de los productos alimenticios:
o Instalaciones adecuadas par la limpieza de las manos, del equipo y
utensilios de trabajo en la zona de manipulación, dotadas de agua fría
y caliente.
o Instalaciones o medios adecuados para el mantenimiento y el control
de las condiciones adecuadas de temperatura (refrigeración o
congelación), si fuera necesario, de materias primas y productos
elaborados.
También cabe destacar la mención que en los informes sanitarios
relativos a las actividades talleres mecánicos, se hace respecto al
cumplimiento de la normativa sobre recogida de residuos sólidos
urbanos, por empresa autorizada y su eliminación
En el mismo sentido para la actividad de carnicería, en cuanto al
tratamiento de los residuos: cumplimiento de las características de los
recipientes y las exigencias de evacuación de los residuos generados
(desechos y/o desperdicios cárnicos), que no pueden ser arrojados a un
contenedor de residuos sólidos urbanos, sino siéndoles de aplicación el
Reglamento (CE) nº 1774/2002, por el que se establecen las normas
sanitarias aplicables a los subproductos animales no destinados a
consumo humano.
Por último, resaltar la incidencia que en esos mismos informes sanitarios
hacen al cumplimiento de las medidas de protección contra incendios.
Todos los informes a los que nos hemos venido refiriendo, teniendo el carácter
de preceptivos y no vinculantes, a diferencia, como veremos, del informe que haya de
emitir la comisión calificadora de la actividad, que tendrá carácter vinculante cuando
sea desfavorable o imponga medidas correctoras. Me remito más arriba (informes en el
procedimiento de concesión de licencias de actividad inocua), a modo de recordatorio,
sobre el carácter que pueden tener los informes,
Como ya se ha adelantado, el borrador de Reglamento de desarrollo de la LCAI
denomina a este trámite “Consultas e Informes”, entre los cuales se refiere al que deben
emitir:
-
Los servicios técnicos municipales sobre los elementos de la actividad o
instalación, con indicación de la protección ambiental que según su criterio
deberían adoptarse para el otorgamiento de la licencia municipal teniendo en
cuenta lo previsto en las ordenanzas municipales.
-
Las Administraciones que correspondan según la naturaleza de la actividad o
instalación proyectada, para que manifiesten lo que estimen oportuno en el
orden de sus respectivas competencias. Llama la atención la técnica utilizada
“Las Administraciones que correspondan”, a diferencia de lo regulado en el
RAMINP que expresa y únicamente se refiere al Jefe Local de Sanidad. Sin
duda se trata de una previsión que intenta abarcar e incluir en el expediente
todos los informes que desde el punto de vista competencial puedan
corresponder a distintos organismos, más allá del informe sanitario. Además,
se establece el plazo en el que los informes de esos órganos o entidades
distintos de los municipales deben emitirse, siendo éste de 20 días hábiles,
salvo previsión legal específica, y quedando suspendido el cómputo del
plazo para resolver y notificar la resolución por el tiempo que medie entre la
petición y la recepción del informe. En cuanto a esta última previsión, la
pregunta que surge a colación, es si tanto la petición del informe como su
recepción por el Ayuntamiento, debe ser comunicada a los interesados, tal y
como establece el art. 42.5 c) LJR-PAC. La respuesta parece que no puede
ser otra que afirmativa en aras del principio de seguridad jurídica, pues de
otro modo el interesado estaría en cuanto al transcurso del plazo máximo de
resolución y notificación, a los efectos de producirse el silencio
administrativo, al albur de los informes preceptivos que desde la
Administración instructora del expediente se pidieran a órganos o entidades
distintos de los municipales.
Finalmente, el borrador de norma autonómica dispone que: “las actuaciones
proseguirán aún cuando no se hayan emitido en plazo los informes
solicitados. No obstante, los informes emitidos fuera de plazo se
incorporarán al expediente cualquiera que sea el estado de su tramitación y
deberán ser tenidos en cuenta antes de dictar la resolución”. Se altera en
algún matiz el régimen jurídico común previsto en el art. 82.4 LRJ-PAC para
los informes emitidos fuera de plazo, ya que, por un lado, en el borrador de
Reglamento autonómico de desarrollo se establece terminantemente que “las
actuaciones proseguirán”, en tanto que el art. 82.4 LRJ-PAC prevé que “se
podrán proseguir las actuaciones”, y por otro lado, el citado borrador se
pronuncia en el sentido positivo e imperativo de que los informes emitidos
fuera de plazo “deberán ser tenidos en cuenta”, mientras la LRJ-PAC, lo
hace con un carácter negativo y potestativo de que “el informe e emitido
fuera de plazo podrá no ser tenido en cuenta al adoptar la correspondiente
resolución”.
c) Incorporación al expediente del informe de la Corporación Municipal.- Este
informe, entre otros extremos, debe acreditar:
1º.- Si el emplazamiento propuesto y demás circunstancias están de acuerdo con
las Ordenanzas Municipales y con lo dispuesto en el RAMINP. En todo caso, se
hará constar el parecer del Ayuntamiento sobre la procedencia o no de la
concesión de la licencia.
2º.- Si en la misma zona, o en sus proximidades, existen ya (no si las va a haber)
otras actividades análogas que puedan producir efectos aditivos, hubiera sido
más apropiado utilizar la expresión acumulativo, pues de la suma de los efectos
de todas las actividades próximas es de donde pueden resultar consecuencias
molestas, riesgos o daños que no se producirían si no existiese esa acumulación,
pero que no obstante, dicha acumulación no habrá de determinar por sí la
denegación de la licencia si es posible la corrección mediante los sistemas
técnicos que procedan.
La duda en este trámite se ha centrado en vislumbrar quién es el órgano
municipal competente para emitir dicho informe, pues como vemos más arriba, el
RAMINP se refiere genéricamente a la Corporación Municipal sin atribuir la
competencia a órgano concreto. Algunos autores se pronuncian a favor del Alcalde, en
base a la cláusula residual contenida en el art. 21.1 s) LRBRL y 41.28 ROF, según los
cuales, al Alcalde le corresponden como atribuciones: “Las demás que expresamente le
atribuyan la leyes y aquellas que la legislación del Estado o de las Comunidades
Autónomas asignen al municipio y no atribuyan a otros órganos municipales”. Por su
parte, en opinión de El Consultor de los Ayuntamientos y de los Juzgados, en la obra
más arriba referenciada, el órgano competente para su emisión sería el Ayuntamiento (el
Pleno), argumentando que el RAMINP señala que lo emitirá la Corporación y que,
aunque podría resolver la cuestión confiriendo tal facultad al Alcalde como cabeza de la
Corporación, tal delegación estaría en contra del espíritu del RAMINP que cuando, en
otros casos (la concesión de licencia, por ejemplo) atribuye alguna facultad lo hace de
forma expresa. No obstante, concluye el propio Consultor que razones de economía
procesal, celeridad y eficacia aconsejan que no sea el Pleno el encargado de emitir el
informe, al menos en supuestos de escasa trascendencia, y pueda defenderse que sea el
Alcalde quien emita el informe, previo dictamen de la Comisión Informativa
correspondiente, quedando así garantizado el parecer o voluntad de la Corporación que,
por otra parte, no tiene porqué coincidir con la voluntad de su Alcalde.
En cuanto al plazo para emitir dicho informe, el mismo resultará de los plazos
previstos para los restantes trámites; así, a partir de la reforma del RAMINP por Decreto
3493/1964, de 5 de noviembre, se amplió el plazo al señalar 30 días para informar el
expediente (comprensivo de todos los trámites vistos), cuando en origen dicho plazo era
de un mes (que es inferior a citados 30 días). No obstante, no se establece plazo
concreto para la emisión del informe de la Corporación, el cual debe deducirse del
propio contexto del art. 30 del RAMINP, que se expresa con el siguiente tenor: “A la
vista de los antecedentes…”, esto es, la Corporación esperará a conocer el resultado de
los restantes y anteriores trámites, de manera que si se dispone de un plazo de 30 días
para practicar toda la información del expediente, siendo los 10 primeros días para el
trámite de información pública y notificación personal a los vecinos inmediatos, los 10
días siguientes para que informen el Jefe Local de Sanidad y los técnicos municipales,
el resto del plazo, esto es, los otros 10 días será el plazo que disponga el Ayuntamiento
para emitir su informe.
La IAM, en su art. 4.4ª introdujo un párrafo contradictorio con lo acabado de
comentar, al indicar que: “Resuelta la tramitación del expediente, el Alcalde decretará,
acto seguido, la simultánea apertura de la información pública y el pase de la petición
y documentos anejos a ella a informe de la Corporación municipal, que lo emitirá en el
plazo de veinte días naturales”. Como se ha acreditado, este último plazo no se
compatibiliza con los trámites a efectuar y los plazos que para ello se dispone.
En resumen, debe prevalecer la regulación contenida en el art. 30.2 RAMINP, en
los términos expresados.
En la práctica administrativa, muchos Ayuntamientos traducen el informe
referido en un Decreto, como sería el siguiente:
EXMO. AYUNTAMIENTO DE …………………………..
DECRETO:
En virtud de las facultades que me están conferidas por la legislación vigente,
vengo en ordenar lo siguiente:
Examinado el expediente que se tramita por este Ayuntamiento con el nº
………….., a instancia de ………………………………, para la instalación de
………………………, en ……………………………….
Acreditando que en el período de su información pública a que se sometió el
expediente, …………. (NO / SÍ) se han presentado reclamaciones al mismo.
Vistos los informes emitidos por la Dirección General de Salud Pública, el
…………………… (Técnico/s Municipal/es).
Se acuerda informar …………………. (favorablemente / desfavorablemente) el
expediente en cuanto a su emplazamiento, propuesta y demás circunstancias, de acuerdo
con las Ordenanzas Municipales y con lo dispuesto en la Ley 17/2006, de 11 de
diciembre, de Control Ambiental Integrado, y Decreto 2414/1961, de 30 de noviembre,
Reglamento sobre actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas –RAMINP- y
demás normativa complementaria.
En cuanto a la misma zona de referencia, ………. (NO / SI) existen otras
actividades análogas que puedan producir efectos aditivos.
Lo mandó y firmó, el/la Sr/a. Alcalde/sa-Presidente/a, por ante mí, el/la
Secretario/a General, en Torrelavega, a …………….. de …………… de …………...
EL/LA ALCALDE/SA-PRESIDENTE/A,
Fdo: ……………………………….
P.A.M.
EL/LA SECRETARIO/A GENERAL,
Fdo: ………………………………….
El borrador de Reglamento de desarrollo de la LCAI no prevé el trámite anterior,
sino que, una vez finalizado el período de información pública y unidas al expediente
las alegaciones presentadas así como la contestación municipal a las mismas, establece
directamente el trámite de consultas e informes.
d) Remisión del expediente a la Secretaría de la Comisión Provincial de
Servicios Técnicos (hoy entendido servicios correspondientes de la Comunidad
Autónoma, en Cantabria, en la actualidad, Comisión Regional de Actividades Molestas,
Insalubres, Nocivas y Peligrosas –CRAMINP-, previendo el borrador de Reglamento la
denominación de “Comisión para la comprobación ambiental”) (arts. 31-33
RAMINP).- Este trámite se cumplimentará con el envío en el plazo de 5 días
(entendidos hábiles) de copia completa del expediente, por tanto, con inclusión del
resultado de la información pública e informes de la Corporación, de los técnicos
municipales y del Jefe local de Sanidad. El oficio que acompañe a al expediente tendrá
la siguiente redacción:
Habiéndose iniciado a instancia de …………………………………, expediente
de actividad, que se instruye por este Ayuntamiento con el …………………, para la
instalación de ……………………………….., en ……………………………….., y
finalizados los trámites que corresponden a este Ayuntamiento, conforme a lo dispuesto
en el art. 37.3 de la Ley de Cantabria 17/2006, de 11 de diciembre, de Control
Ambiental Integrado, y art. 31 del Decreto 2.414/61, de 30 de noviembre, por el que se
aprueba el Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas.
Visto lo dispuesto en el Decreto 99/1996, de 26 de septiembre, por el que se
regula el ejercicio de las competencias transferidas en materia de trabajo e industria,
en concreto lo dispuesto en su artículo 2, por el que se atribuye a esa Dirección
Regional la competencia en materia de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y
Peligrosas.
Adjunto se remite copia del expediente anteriormente indicado, para su
sometimiento a esa C.R.A.M.I.N.P.
En……………………., a …………. de …………… de …….
EL/LA ALCALDE/SA-PRESIDENTE/A,
Fdo: …………………………………..
COMISIÓN REGIONAL DE ACTIVIDADES MOLESTAS, INSALUBRES,
NOCIVAS Y PELIGROSAS.- Gabinete Técnico de Seguridad e Higiene.
SECRETARÍA DE LA C.R.A.M.I.N.P.
Avda. del Faro, 33
39012 – SANTANDER
Seguidamente, por la Administración Autonómica se efectuarán dos actuaciones
por el orden siguiente:
1ª.- El/la Secretario/a de la Comisión comprobará que el expediente se encuentra
completo, en otro caso se requerirá al Ayuntamiento la subsanación.
A este respecto el borrador de norma reglamentaria de la Comunidad Autónoma
de Cantabria establece un plazo máximo de 10 días para que el/la Secretario/a pueda
verificar el expediente.
2ª.- La Comisión procederá a calificar la actividad, en palabras del art. 4.4ª IAM,
en los 45 días (hábiles) siguientes a la recepción del expediente. No obstante, el art. 33.2
RAMINP prevé un plazo de un mes y quince días, lo que no se corresponde con los 45
días indicados, sino que aquél sería un plazo superior, como se ha tenido ocasión de
razonar más atrás al respecto de otros plazos. Y como entonces, debemos decantarnos
por la prevalencia del plazo dispuesto en el RAMINP, esto es, un mes y quince días, lo
que a la postre es un plazo inferior al fijado por la IAM.
El trámite de calificación, por lo demás, es esencial donde los haya, tanto es así
que su omisión, aunque el RAMINP no lo dice expresamente, se desprende del propio
art. 63 de la LRJ-PAC y la jurisprudencia lo ha dicho reiteradamente, dará lugar a la
nulidad relativa o anulabilidad, esto es, de todo lo actuado posteriormente. Es por lo
que, en homólogo del RAMINP en Cantabria, la LCAI, sí que lo señala expresamente
en su art. 35: “Serán nulas de pleno Derecho las autorizaciones de apertura o
funcionamiento que se otorguen sin la debida comprobación ambiental –equivalente a
la conocida calificación-”.
Para tal calificación, se procederá como sigue: dentro del mes siguiente a la
recepción del expediente, emitirán su informe los servicios provinciales a los que se
pida y la Ponencia dictaminará el proyecto técnico o básico, Ponencia en la cual estarán
representados los Organismos que tengan relación más directa con la actividad que se
trate, en todo caso la Jefatura de Sanidad y Delegación de Trabajo provinciales.
Después, en los 15 días siguientes, la Comisión calificará de forma motivada la
actividad, en el sentido de examinar la garantía y eficacia de los sistemas correctores
propuestos, que la Comisión podrá aceptar o rechazar. En este último caso dará
audiencia al interesado por plazo de diez días. Omitirse el trámite de audiencia por la
Comisión en el supuesto de que se prevea por ésta la denegación supondría vulnerar no
ya un derecho fundamental (art. 24.1 C.E.), que también, sino un principio de derecho
natural, como es “nemo condemnatus nisi auditus”. Este trámite no queda
cumplimentado con la toma de declaración al interesado, sino que será necesario
ponerle de manifiesto el expediente para que lo pueda examinar y presentar las
alegaciones y documentos que convenga a su derecho.
Obsérvese que el plazo de audiencia será de 10 días (hábiles) y repárese en que
la más reciente LRJ-PAC al regular este trámite en su art. 84.2, establece un plazo que
no podrá ser inferior a 10 días ni superior a 15, lo que se ha querido plantear como una
contradicción; desde esta parte no se ve tal, y es que, por un lado, la norma especifica de
aplicación es la contenida en el RAMINP, y por otro lado, tampoco se contradice con el
plazo común, que podrá extenderse desde los días 10 días hasta los 15, según el criterio
ponderado de la Administración, concordando, por tanto, el plazo previsto en el art.
33.2 del RAMINP con el inferior marcado por la LRJ-PAC.
La discrepancia también puede surgir, como afirma el art. 4.5ª de la Instrucción
complementaria al RAMINP, entre el parecer de la Comisión sobre la autorización o
denegación de la licencia y el de la Corporación municipal, en cuyo caso, la audiencia
se dará al Alcalde respectivo para que en un plazo de diez días hábiles exponga ante
aquélla las razones que crean asistirle, mediante escrito que deberá ser examinado por
ella Comisión, a fin de mantener o no su anterior informe. Según criterio de El
Consultor de los Ayuntamientos y de los Juzgados, la referencia al Alcalde se hace
como Presidente de la Corporación, entendiendo que deberá ser el órgano que evacuó el
informe corporativo quien formule las alegaciones que crea oportunas en defensa de la
posición del Ayuntamiento en la discrepancia o, por el contrario, rectificar su informe
inicial a la vista del criterio de la Comisión. Aunque lo cierto es que también, esta
alusión al Alcalde, podría entenderse como el argumento para concluir que más atrás
cuando discutíamos sobre cual debe ser el órgano municipal competente para emitir el
informe (Alcalde o Pleno), se refería implícitamente al Alcalde.
Finalmente, el propio precepto plantea la posibilidad de que la garantía y
eficacia de los sistemas propuestos por el solicitante fueran rechazados inicialmente por
la Comisión, y al mismo tiempo que se plantee discrepancia entre ésta y la Corporación
municipal, en cuyo caso, la audiencia al interesado y al Alcalde respectivo será
simultáneo.
Transcurrido, en su caso, el plazo concedido al interesado y/o al Ayuntamiento,
como trámite de audiencia en caso de discrepancia, la Comisión adoptará el acuerdo
definitivo que proceda dentro de los quince días siguientes, devolviendo el expediente al
Ayuntamiento para que otorgue o deniegue la licencia solicitada, en el bien entendido
que la decisión municipal corresponde al Alcalde. La referencia a la adopción de
acuerdo definitivo es imprecisa, ya que, por definición, un acto administrativo es
definitivo cuando pone fin al procedimiento administrativo, pudiendo interponerse
contra el mismo los recursos que procedan, lo que en el tipo de procedimiento
administrativo que tratamos no sucede y de admitirlo significaría que el Alcalde del
Ayuntamiento respectivo se encuentra vinculado por el sentido del acuerdo adoptado
por la Comisión, cuestión que solo será así cuando dicho sentido del acuerdo sea
denegatorio de la licencia o implique la imposición de medidas correctoras, pero no así
cuando el acuerdo de la Comisión sea favorable a la concesión de la licencia. Por tanto,
solo se puede interpretar que la referencia al acuerdo definitivo que adopte la Comisión,
será porque ya con anterioridad ha podido dictar un acuerdo inicial discrepante de la
postura del interesado y/o del Ayuntamiento, motivo por cual se hubiera dado a éste/os
trámite de audiencia.
La última cuestión que suscita el precepto es precisamente al hablar de acuerdo,
por cuanto tal expresión es utilizada normalmente para designar un acto administrativo
decisorio y vinculante jurídicamente, a más, generalmente emanado de un órgano
colegiado, y ésta última característica es la única de la que goza el acto administrativo
dictado por la Comisión Calificador, pues la naturaleza consultiva y asesora de dicho
órgano nos tendría que llevar a hablar de informe o dictamen y no tanto de acuerdo, al
menos cuando el acto administrativo sea favorable a la concesión de la licencia, pues en
otro caso (acto administrativo desfavorable o que imponga medidas correctoras, sí
podría sostenerse, según la definición dada (acto administrativo obligatorio o
vinculante), la naturaleza de acuerdo respecto del acto administrativo dictado por la
Comisión, –STS de 11 de febrero de 1990-.
En los mismos términos se pronuncia el borrador de Reglamento de la LCAI,
con las salvedades siguientes:
1ª.- Se apunta que la remisión del expediente a la Comisión: “implica la
conformidad inicial del Ayuntamiento con el proyecto”, lo que determina que instruido
un expediente de actividad por un Ayuntamiento, si el informe/s de la Corporación
fuera/n desfavorables a la instalación pretendida, por ejemplo desde el punto de vista
urbanístico del emplazamiento de la actividad o de la adopción de medidas correctoras,
etc., no debe remitirse el proyecto a la Comisión.
2ª.- El art. 37 LCAI establece el órgano autonómico encargado de emitir el
informe de comprobación ambiental, que será la Comisión para la comprobación
ambiental, cuya composición y adscripción se determinará reglamentariamente, no
obstante, señalando que la Presidencia de la Comisión la ostentará el órgano de la
Consejería con competencia en materia de medio ambiente que reglamentariamente se
determine.
El borrador Reglamento de la LCAI adscribe la Comisión para la comprobación
ambiental a la Consejería de Medio Ambiente, y concreta dicha composición:
a) Presidente: El Consejero con competencias en materia de medio ambiente o
persona en quien delegue.
b) Secretario: Un funcionario de la Dirección General de Medio Ambiente (aún
cuando no indica que éste actuará con voz pero sin voto, como sí se dice más abajo para
el Letrado que actúe como Asesor, debe comprenderse que así será, como por otra parte
ocurre con quien actúa como Secretario en cualquier órgano colegiado, salvo que
además sea miembro del mismo –véase a este respecto el art. 25.3 a) LRJ-PAC-.
c) Vocales Permanentes:
-
-
Director General con competencias en materia de Industria o persona en
quien delegue.
Director General con competencias en materia de Salud Pública o persona en
quien delegue.
Director General con competencias en materia de Ganadería o persona en
quien delegue.
Director General con competencias en materia de Ordenación del Territorio
(llama la atención que no se establezca “o persona en quien delegue”, lo que
quizá obedezca a una omisión involuntaria).
Director General con competencias en materia de Urbanismo o persona en
quien delegue.
Director General con competencias en materia de Turismo o persona en
quien delegue.
Cuatro representantes designados por la Federación de Municipios de
Cantabria en representación de los municipios cántabros, dos de los cuales
serán elegidos de entre los municipios con una población de derecho superior
a 50.000 habitantes.
Además, podrán formar parte de la Comisión, previa solicitud del Ayuntamiento,
incorporándose a ella en el momento oportuno que corresponda conforme al orden del
día de cada reunión, un representante designado por el municipio competente para
aprobar el proyecto, instalación o actividad que deba ser objeto de la comprobación
ambiental (aunque no se dice, se entiende que éstos, a diferencia de los anteriores, son
los Vocales no Permanentes).
Actuará como asesor, con voz pero sin voto, un Letrado designado por la
Dirección General del Servicio Jurídico.
También prevé el borrador, la posibilidad de designación por parte de la
Comisión, a propuesta del Presidente, de las Ponencias técnicas que se consideren
oportunas, formadas por técnicos cualificados nombrados al efecto, para preparar las
reuniones y deliberaciones de aquélla, y que, además, cuando el Presidente de la
Comisión lo considere, podrán asistir con voz, pero sin voto, a las reuniones de la
Comisión.
3ª.- En cuanto al trámite de audiencia al interesado aludido más arriba, el
borrador no hace distinción según que la Comisión haya aceptado o haya rechazado la
garantía y eficacia de los sistemas correctores propuestos, sino que se pronuncia en el
sentido de que valorado inicialmente el proyecto: “se dará traslado al interesado para
que en el plazo máximo de diez días realice las observaciones que considere
procedentes”, lo que obligaría a la Comisión a realizar dicho trámite con independencia
de que la valoración del proyecto hubiera aceptado o rechazado la garantía y eficacia de
las medidas correctoras a que debe someterse la actividad o instalación. Así planteado,
se estaría introduciendo una actuación más al procedimiento, quizá innecesaria,
demorando con ella aún más la resolución correspondiente, que ya de por sí se extiende
suficientemente en el tiempo.
Entiendo que, por lo tanto, este trámite de audiencia habrá de efectuarse en los
términos que actualmente se establecen en el RAMINP, en definitiva, dar audiencia al
interesado sólo si la Comisión ha rechazado esas medidas correctoras propuestas, y lo
entiendo así máxime si tenemos en cuenta cómo se regula este trámite en el art. 84.4 de
la ley de procedimiento administrativo común, que prevé la posibilidad de: “prescindir
del trámite de audiencia cuando no figuren en el procedimiento ni sean tenidos en
cuenta en la resolución otros hechos ni otras alegaciones y pruebas que las aducidas
por el interesado”, de donde tenemos que si el procedimiento se ha instruido en estos
términos, ninguna razón de ser alcanzo a pensar que tendría este trámite o actuación.
4ª.- El plazo que dispone el órgano ambiental competente para emitir “y
notificar” al Ayuntamiento el informe de comprobación ambiental, es de un mes desde
la entrada en el registro de dicho órgano ambiental, transcurrido el cual sin la emisión
de informe, se podrán proseguir las actuaciones, debiendo el Ayuntamiento determinar
las condiciones de prevención y protección ambiental a las que deban sujetarse las
actividades o instalaciones, así como las fianzas y seguros que puedan proceder. Lo que
no sé si contradice un tanto aquello de que: “No podrán otorgarse las autorizaciones y
licencias que fueren necesarias para la ejecución de los proyectos o la instalación o el
funcionamiento de las actividades que requieran una comprobación ambiental en tanto
no se haya completado ésta”, por cuanto, como es de ver, por virtud de silencio
administrativo a la hora de emitir el informe de comprobación ambiental, el
Ayuntamiento podrá llegar a conceder una licencia sin haberse completado la
comprobación ambiental, salvo que se quiera entender que, en este caso, el
Ayuntamiento actúa por sustitución completando la comprobación ambiental mediante
la determinación de las condiciones de prevención y protección ambiental y las fianzas
y seguros.
Continúa el borrador de Reglamento que: “No obstante, si el informe se emitiera
fuera de plazo pero antes de dictarse resolución, el órgano municipal tendrá en cuenta
las determinaciones de aquél”.
Las previsiones aludidas en los dos párrafos anteriores concuerdan con los
efectos fijados por el art. 84.4 LRJ-PAC en cuanto a la no emisión en plazo de informes
o dictámenes, salvo en el matiz que este último precepto señala que: “el informe emitido
fuera de plazo podrá no ser tenido en cuenta al adoptar la correspondiente
resolución”, en tanto que el borrador de Reglamento ahora tratado declara
taxativamente que, en ese caso, las determinaciones del informe de comprobación
ambiental deberán ser tenidas en cuenta, lo que por otra parte parece más lógico dado
que no se ha dictado resolución definitiva.
5ª.- El borrador de Reglamento de la LCAI determina el contenido del informe
de comprobación ambiental, que se concretará así:
“a) Reunirá e integrará en un único condicionado todas las prescripciones
resultantes de las consultas e informes que evacuen los organismos que deban
ser oídos de acuerdo con la legislación sectorial.
b) Incluirá la descripción de las instalaciones y procesos productivos
autorizados, indicando las características de las medidas técnicas de prevención
de la contaminación cuya implantación resulta indispensable para el
otorgamiento de la licencia de actividad.
c) Detallará, en su caso, los valores límite de emisión y las medidas preventivas,
de control o de garantía que sean procedentes respecto de los ruidos,
vibraciones, radiaciones, calor, olores, gases, residuos y vertidos de aguas
residuales al sistema de saneamiento urbano municipal u otros agentes
molestos, peligrosos o contaminantes, incluida la prevención de incendios y la
protección de la salud, que pueda producir la actividad o instalación. La
determinación de los valores límite de emisión tendrá en cuenta las mejores
técnicas disponibles.
d) Detallará, en su caso, los riesgos que deban ser cubiertos mediante la
suscripción de seguros y fianzas adecuados y la cobertura mínima de éstos.”
Este contenido del informe de comprobación ambiental supone un nivel de
detalle muy superior al que hasta ahora recogen los informes de comprobación
ambiental emitidos por la Comisión, que se limitan a indicar su favorabilidad o no a la
concesión de la licencia de actividad. Hay que detenerse, por novedoso (el RAMINP no
lo establece), en el último de los apartados (el d), que por virtud del art. 32.3 párrafo
segundo de la LCAI, “posibilita” a la Comisión calificadora (Comisión para la
comprobación ambiental), exigir entre las condiciones, la constitución de fianzas y
seguros adecuados para cubrir posibles daños que pueda producir la actividad o
instalación y la cobertura mínima de los mismos. Esta es uno de los condicionantes que
han venido incorporando las legislaciones autonómicas, si bien con distinta intensidad,
que va desde exigir un seguro de responsabilidad civil con carácter obligatorio, como lo
hace la normativa Catalana o Vasca, hasta configurarlo con carácter potestativo, como
en los casos de Navarra, Murcia o, como hemos apuntado, Cantabria.
El principal problema que plantean estos seguros y fianzas es su control
permanente, ya que de otra forma, la operatividad de los mismos será nula desde el
momento en que alguien suscriba un seguro o fianza exigido para iniciar la actividad y
al vencimiento del mismo no sea renovado.
6ª.- Ni la LCAI ni el borrador de Reglamento plantean la posibilidad de
discrepancia entre la Comisión y el Ayuntamiento, en cuanto a la concesión o
denegación de la licencia, como sí lo hace el RAMINP, aunque entiendo que se trata de
una norma cuya finalidad es loable, dado que posibilita un acuerdo entre ambas
Administraciones que de otra manera un eventual informe de comprobación ambiental
desfavorable por parte de la Comisión, por virtud de la ley, vincula al Ayuntamiento en
cuanto a la denegación de la licencia y consecuentemente supone una imposición por
parte de la Administración Autonómica hacia la Administración Local, por la voluntad
unilateral de aquélla, lo cual no parece muy razonable.
En la práctica el informe que viene emitiendo la CRAMINP es del siguiente
tenor:
“VISTO: El expediente cuyos datos figuran en el encabezamiento.
RESULTANDO: Que presentada solicitud por el interesado, ante la
Corporación municipal, ésta acuerda instruir el expediente reglamentario uniendo al
mismo el resultado de la información pública, así como los informes obligatorios de los
Técnicos Municipales y acuerdos del Pleno Municipal.
RESULTANDO: Que, la Ponencia Técnica ha emitido el informe que
literalmente se transcribe a continuación:
En la reunión celebrada por esta Ponencia Técnica con fecha 03/09/08 se
estudió, entre otros, el expediente arriba indicado, emitiéndose el siguiente acuerdo:
1º.- Se trata de una actividad incluida en el Anexo C de la Ley de Cantabria
17/2006, de 11 de diciembre, de Control Ambiental Integrado.
2º.- Los informes del Ayuntamiento y sus Técnicos son favorables. ….. (Se han /
No se han) presentado alegaciones dentro del plazo reglamentario.
3º.- En la memoria y planos se señalan las medidas correctoras. Que se prevén
establecer y que se consideran de suficiente eficacia y garantía respecto de los motivos
de calificación.
Por todo ello, estimamos que puede autorizarse la instalación de esta actividad,
si bien, no podrá comenzar a ejercerse sin que antes se gire la oportuna visita por parte
de los servicios del Ayuntamiento, en que se compruebe que se ha realizado según el
proyecto, y que las medidas correctoras son de suficiente eficacia.
VISTO: La Ley de Cantabria 17/2006, de 11 de diciembre de Control Ambiental
Integrado.
VISTO: El Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y
Peligrosas, de 30 de Noviembre de 1.961, en cuanto resulte de aplicación, de
conformidad con lo dispuesto en la disposición adicional tercera de la Ley de
Cantabria 17/2006.
CONSIDERANDO: Que según el informe del Servicio Jurídico del Gobierno de
Cantabria de fecha 15/05/07, el órgano competente para emitir la comprobación
ambiental será la Comisión Regional de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y
Peligrosas hasta que se proceda al desarrollo reglamentario de la Ley 17/2006.
CONSIDERANDO: Que el expediente ha sido instruido de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 29, 30 y 31 del Reglamento de Actividades Molestas,
Insalubres, Nocivas y Peligrosas.
Esta COMISIÓN ACUERDA por unanimidad emitir informe de comprobación
ambiental favorable, a efectos de concesión de Licencia Municipal, que, quedará
condicionada al establecimiento, previa comprobación de su funcionamiento, de las
medidas correctoras y de seguridad que figuran en el Proyecto”.
A modo de reflexión final sobre este trámite ajeno a la Administración
Municipal es que debiera haberse reconsiderado por la norma autonómica cántabra y,
como no, por las restantes homólogas normativas autonómicas, por el carácter dilatorio
que tiene en la resolución de esta clase de procedimientos y porque propicia el
funcionamiento de actividades amparadas en licencias provisionales cuando no en la
simple tolerancia municipal. No se trataría tanto de suprimir de este trámite como de
configurarlo en calidad de relaciones interadministrativas de cooperación para los
Municipios que carezcan de medios personales y técnicos, en lugar de su articulación
como plasmación de la tutela efectiva, primero del Estado y después de las CC.AA.
sobre las Entidades Locales, que es como quedó regulado en el RAMINP, y cuya estela
ha sido seguida, ¡como no!, por las CC.AA. La opinión manifestada no es exclusiva de
quien suscribe, sino de la doctrina mayoritaria y hasta de la propia Institución del
Defensor del Pueblo en sus Memorias anuales al señalar que:
“Este procedimiento de doble instancia es una reminiscencia de la legislación preconstitucional,
en la que existe una tutela efectiva sobre las Administraciones Locales, habiéndose operado
exclusivamente un relevo de los Gobiernos Civiles por las Comunidades Autónomas a nivel
competencial. Pero este procedimiento provoca enormes retrasos en la concesión de las licencias y, de
otra parte, un distanciamiento de la Administración Pública que decide en realidad sobre la instalación.
Estos retrasos en el procedimiento de concesión son tan importantes que es práctica habitual la
concesión de autorizaciones provisionales de los Ayuntamientos tras la solicitud, quedando pendiente la
definitiva del largo procedimiento que se inicia en ese momento con la Comunidad Autónoma”.
3.- Finalización.
Calificada la actividad o instalación por la Comisión (en términos de la LCAI:
emitido “informe de comprobación ambiental”), ésta devuelve el expediente al
Ayuntamiento para que en el plazo de quince días otorgue o deniegue la licencia
solicitada, en consonancia con el acuerdo definitivo de la citada Comisión (art. 33.2
RAMINP), sin que, en ningún caso, pueda el Ayuntamiento conceder licencias
provisionales mientras la actividad no esté calificada. Las referencias al Ayuntamiento
deben serlo al Alcalde que es quien tiene atribuida la competencia para conceder o
denegar las licencias municipales.
Aún cuando ya nos hemos pronunciado en algún pasaje sobre el tema, merece
ahora volver a hablar del carácter vinculante o no para el Ayuntamiento, que deba
dársele al acuerdo definitivo de la Comisión, en cuanto a la concesión o denegación de
la licencia municipal.
Pues bien, de lo dispuesto en el art. 33.3 RAMINP, recuérdese: la Comisión
devuelve el expediente al Ayuntamiento para que en el plazo de quince días “otorgue o
deniegue la licencia solicitada, en consonancia con el acuerdo definitivo de la citada
Comisión”, se deduce el carácter vinculante para el Ayuntamiento, lo que significaría
que si la Comisión califica favorablemente la actividad o instalación, el Ayuntamiento
debería conceder la licencia, en tanto que si la calificación realizada por la Comisión
fuera desfavorable, el Ayuntamiento estaría obligado a denegar la licencia.
Discutido suficientemente por la doctrina la interpretación que debía darse a este
precepto, esta primera interpretación anota, hoy día no es suficientemente defendible
pues supone un atentado contra la competencia y autonomía municipal.
Se ha vertido una segunda interpretación, cual es que la denegación municipal de
la licencia caso de informe favorable de la Comisión, sólo sería posible por una de las
razones de competencia municipal apuntadas por el art. 30 RAMINP, que ab initio
permiten al Ayuntamiento para denegar la licencia municipal, entendiendo que tales
motivos no se limitan exclusivamente a la fase inicial del procedimiento. Esta postura
ha sido la mantenida por alguna sentencia del Tribunal Supremo.
Finalmente, la tercera posibilidad interpretativa es aquella por la que el Alcalde
podría denegar la licencia en el caso tratado, tanto por las razones de competencia
municipal señaladas en el art. 30 RAMINP como por otras propias del RAMINP,
precisamente en el entendimiento de que los motivos de competencia municipal
aludidos en el repetido art. 30 RAMINP no se limitan a la fase inicial del procedimiento
administrativo. Esta es la interpretación mayoritaria de doctrina y jurisprudencia, así
como el espíritu que preside la nueva regulación de régimen local, más favorable a la
autonomía local.
La conclusión es que la calificación dada por la Comisión no será vinculante
para los Ayuntamientos cuando sea favorable a la actividad o instalación y, por el
contrario, el acto administrativo en cuestión será vinculante cuando aún siendo
favorable al otorgamiento de la licencia establezca la adopción de medidas correctoras,
y por supuesto, cuando la calificación de la Comisión sea desfavorable, así como
cuando, interpuesto recurso administrativo contra la denegación de una licencia por
virtud de dicha calificación desfavorable, la se ratifique. La vinculación del acto
administrativo emanado de la Comisión hace que en materia de informes se pase en el
supuesto que nos ocupa, de la naturaleza consultiva de los mismos a su naturaleza de
control, viniendo a predeterminar los sucesivos actos administrativos, en especial la
resolución del Alcalde, lo que a su vez plantea una irregularidad insostenible, cual es
que, la predeterminación de que hablamos, puede hacer que el interesado decida
recurrir, habiéndolo contra la acto administrativo recurrible, que no es otro que la
resolución del Alcalde “predeterminada”, porque como ha quedado expuesto, el
acuerdo, informe o dictamen de la Comisión no es un acto administrativo definitivo sino
de trámite, y supuesto que prosperase el recurso, podría obligar a indemnizar al
recurrente, correspondiendo pagar ésta al Ayuntamiento y no al órgano autonómico que
vinculó aquella decisión, lo que ciertamente no parece tener mucha lógica.
Al mismo entendimiento en materia de vinculación del informe de
comprobación ambiental ha llegado el borrador del Reglamento de la LCAI, al indicar
que el informe de comprobación ambiental que emita la Comisión: “tendrá carácter
vinculante en lo que respecta a la denegación de la licencia solicitada o a la imposición
de condiciones o medidas correctoras sobre la actividad o instalación proyectadas”.
Ahora bien, merece la pena subrayar que ha señalado alguna STS, en este caso la
de 16/01/1986, la vinculación a la Autoridad Municipal solo es posible cuando se
refiera a materias que son propias de su especialidad técnica y que esas Comisiones
carecen de toda competencia urbanística, pues la ley atribuye en exclusiva esta última a
los Ayuntamientos, por lo que las mencionadas Comisiones no tienen competencia
alguna para juzgar temas urbanísticos ni por ende pueden basar sus informes o acuerdos
en tales circunstancias, cual sería el caso de informar desfavorablemente una licencia
por contravenir su emplazamiento el planeamiento urbanístico del municipio que se
trate.
Otro problema es la vinculación que para el Ayuntamiento pueden tener otras
autorizaciones que deban obtenerse por el interesado de otras Administraciones en
función de la actividad pretendida, ya que aunque generalmente se incorpora en las
resoluciones o acuerdos por los que se concede la licencia municipal una cláusula que
establece que la licencia se otorga “sin perjuicio de las autorizaciones y controles que
puedan corresponder a otros Organismos de la Administración, tanto para la puesta en
funcionamiento de la actividad como para su posterior desarrollo”, lo cierto es que, por
un lado, el propio art. 3.2 IAM, al señalar que las autorizaciones estatales, cuando sean
necesarias, serán requisito previo para la concesión de las licencias municipales de
instalación, apertura y funcionamiento de actividades, como por otro lado, también
alguna normativa reguladora de esas otras autorizaciones, atan de pies y manos a los
Ayuntamientos, al exigirse éstas con carácter previo; póngase como ejemplo en
Cantabria, la autorización autonómica exigible (licencia comercial específica) por la
Ley 8/2006, de 27 de junio, de Estructuras Comerciales de Cantabria, para los grandes
establecimientos comerciales o establecimientos de descuentos duro (denominados así
en base a un volumen de ventas superior a 500.000.000 € en el ejercicio económico
anterior y el cumplimiento de al menos dos parámetros adicionales entre los tres
siguientes: a) Que su superficie útil de exposición y venta sea mayor de quinientos
metros cuadrados; b) Que las referencias con «marca blanca» propia o del distribuidor
supongan más del setenta por ciento del conjunto de las comercializadas en el
establecimiento; c) Que el número de referencias en la oferta total del establecimiento
sea inferior a mil), cuyo art. 14.2 establece que: “No podrá concederse ninguna licencia
municipal en tanto no haya sido concedida la licencia comercial específica. Las
resoluciones denegatorias de la solicitud de licencia comercial específica tendrán
carácter vinculante para los Ayuntamientos”.
Otros ejemplos, de los muy variados que existen, son los correspondientes a la
autorización previa que deben obtener los establecimientos hoteleros, las farmacias, los
centros de enseñanza, o los bancos, joyerías y otros.
En todo caso, la Autoridad Municipal estará vinculada por la previa autorización
estatal o autonómica, en cuanto ésta sea desestimatoria, no así para el supuesto de que
sea estimatoria, ya que ello no es obstáculo para los Alcaldes puedan denegar la licencia
municipal, esto es aquellas autorizaciones prevalecen pero unas autorizaciones y otras
no se condicionan o vinculan recíprocamente –STS 22/12/1989-.
Salvada la cuestión anterior, el párrafo final del art. 33.2 RAMINP dirige un
claro mandato a los Ayuntamientos, cual es la prohibición de conceder licencias
provisionales mientras la actividad no esté calificada, lo cual es interpretado por
ANTONIO CANO MURCIA, quien equipara aquí licencia provisional con licencia de
instalación (o actividad). Señala dicho autor que esta doble denominación obedece a una
imprecisión terminológica contenida en el propio RAMINP. Y, efectivamente, de la
observancia de las distintas leyes autonómicas, en Cantabria la LCAI, en ésta el art. 33
se refiere a la ejecución del proyecto, instalación o actividad, indicando que: “No
podrán otorgarse las autorizaciones y licencias que fueren necesarias para la ejecución
de los proyectos o la instalación o el funcionamiento de las actividades que requieran
una comprobación ambiental en tanto no se haya completado ésta”, es decir, no se
habla de licencias provisionales, sino de “autorizaciones y licencias que fueren
necesarias” (ej. licencia de actividad o instalación; licencia de obras; licencia de
apertura o autorización de puesta en funcionamiento), con lo que parece subsanada la
imprecisión terminológica contenida en el RAMINP y anotada por CANO MURCIA.
De cualquier forma, el significado de este precepto es claro, y es que, sólo a
partir de la calificación de la actividad o la emisión del informe de comprobación
ambiental por la Comisión (y no antes), el Ayuntamiento puede conceder las
correspondientes licencias municipales.
Por su parte, el art. 33.3 RAMINP dispone que transcurridos citados quince días
desde que la Comisión haya adoptado el acuerdo procedente sin que el Ayuntamiento lo
haya ejecutado, podrá la parte interesada recurrir en alzada ante el Ministerio de la
Gobernación, que, previa audiencia de los Ministerios de Industria, de Agricultura, de la
Vivienda o, en su caso, del correspondiente por razón de la materia resolverá lo
procedente con carácter ejecutivo para el Ayuntamiento.
La decisión municipal deberá ser notifica al solicitante de la licencia, pero
además a todos los que hubieran comparecido en el expediente ya que habrán adquirido
la condición de interesados en el mismo. Por todos éstos (solicitante y comparecientes),
podrá recurrirse potestativamente en reposición, que se dirigirá al Alcalde, o, alternativa
o sucesivamente, en vía contencioso-administrativa. Si el recurso se plantea contra la
denegación de la licencia dictada en consonancia con el informe desfavorable emitido
por la Comisión o contra las medidas correctoras impuestas, también en consonancia
con el informe de la Comisión (por tanto, no en cualesquiera otros casos), deberá darse
traslado del mismo a ésta, que podrá ratificarse, lo que obligará al Alcalde a desestimar
el recurso, o rectificará su anterior informe, en cuyo caso se entiende que el Alcalde
resolverá conforme a su propio criterio. Contra la resolución del recurso de reposición,
como ya se ha adelantado, sólo procede interponer recurso contencioso-administrativo
en la forma y plazos prevenidos en la Ley 29/1998, de 13 de julio, de la Jurisdicción
Contencioso-Administrativa.
Por tanto, ni que decir tiene que el párrafo contenido en el art. 33.3 RAMINP
referente a la posibilidad por la parte interesada de recurrir en alzada ante el Ministerio
(hoy se entendería la Consejería competente de la Comunidad Autónoma), en el
supuesto de que hubieran transcurrido 15 días sin que el Ayuntamiento hubiera
ejecutado el acuerdo o informe adoptado por la Comisión, se encuentra derogado
implícitamente por el nuevo régimen de recursos de los actos y acuerdos de las
Corporaciones Locales contenido en los arts. 63 y siguientes de la LRBRL, así que, en
la misma idea, como ha tenido ocasión de declarar el TS en numerosas ocasiones –por
todas, la STS de 3/10/1986-, tampoco es posible dejar sin efecto una resolución
municipal, en nuestro caso, del Alcalde, en virtud de la interposición de un hipotético
recurso de alzada.
Finalmente, destacar que el art. 33 RAMINP en su apartado 4, establece como
plazo ficticio máximo de resolución y notificación de este tipo de procedimiento, cuatro
meses desde la fecha de la solicitud (ficticio porque en realidad son seis meses como
tendremos ocasión de argumentar). Si en ese plazo no hubiese recaído resolución, ni se
hubiese notificado la misma al interesado, emerge la figura del silencio administrativo,
mal inevitable que tiene sus consecuencias jurídicas, en unos casos estimatorias de lo
solicitado, en otras, las más, contradictoriamente con el espíritu y finalidad de la norma,
al menos en la última modificación operada en la regulación de esta institución jurídica
en la LRJ-PAC (arts. 42 a 44, a/i), lo que es peor, desestimatorias de lo pedido, desde
luego, de todo punto rechazable por cuanto penaliza al solicitante y no a quien tiene la
obligación de resolver y notificar, que no es otroaque la Administración.
La figura jurídica ahora analizada, presenta dos posiciones encontradas, las
cuales obedecen a su vez a dos principios romanos, como son “qui tacet non utique
fatetus” (el que calle no dice nada), que viene a favorecer el silencio administrativo
desestimatorio, y “qui tacet consentire videtur” (el que calla parece consentir), que
propugna el silencio administrativo favorable al interesado. Pero sobre estas dos
posturas, ha surgido en la moderna doctrina, una tercera orientación, que también
responde a un principio romano clásico, cual es el de “qui tacet, quum siluit et debuit et
potuit, consentire videtur” (el que calla, cuando puede y debe hablar, parece consentir).
Como se ha señalado, la evolución de esta figura jurídica en nuestro derecho positivo ha
transcurrido desde el principio general del silencio administrativo desfavorable hasta el
principio general contrario (silencio administrativo positivo), eso sí, con el engaño de la
excepción expresa y por remisión, que hace de este principio general del silencio
administrativo positivo, precisamente no la regla general sino la excepción (véase el art.
43.2 LRJ-PAC y por remisión de éste, a modo de ejemplo, el Anexo II de la Ley de
Cantabria 6/2002, de 10 de diciembre, de Régimen Jurídico del Gobierno y de la
Administración de la Comunidad Autónoma de Cantabria).
Sea como fuere, veamos ahora como se configura esta institución en el
RAMINP, y es que lo hace de forma, llamémosle peculiar; por lo pronto, son requisitos
sucesivos exigibles en el RAMINP para que opere el silencio administrativo, los
siguientes:
1º.- Que transcurran cuatro meses desde la fecha de la solicitud de la licencia sin
que haya recaído resolución o ésta no se haya notificado al interesado. El cómputo del
plazo desde la fecha de la solicitud de la licencia no es correcto, pues de todos es sabido
que el plazo comenzará a computar desde la fecha de entrada de la solicitud en el
registro del órgano competente, y es que la fecha de la solicitud puede ser muy anterior
a la de su presentación, sin que este hecho tenga trascendencia jurídica alguna.
Además, encontramos aquí la reciente modificación regulatoria del silencio
administrativo en la LRJ-PAC operada por la Ley 4/1999, de 21 de abril, a partir de la
cual, la Administración tiene la obligación de resolver, y ya no solo eso (como sucedía
con anterioridad a citada Ley 4/1999), sino también notificar o intentarlo, en el plazo
máximo establecido al efecto.
Superado este requisito, es en los siguientes donde reside la gran particularidad
diferenciadora de la regulación del silencio administrativo en el RAMINP respecto de la
contenida en la LRJ-PAC y restante normativa administrativa, a saber:
2º.- Que el interesado denuncia la mora simultáneamente ante el Ayuntamiento y
la Comisión, que podrá hacerlo en cualquier tiempo, en todo caso una vez transcurridos
citados 4 meses, pues en otro caso estaremos ante una actuación extemporánea por
anticipada. Igualmente, incidir en que tal denuncia de mora habrá de hacerse ante
Ayuntamiento y Comisión, ya que en otro caso no se tendrá por cumplido esta
condición. Esto es, la falta de denuncia simultánea o su extemporaneidad anticipada
supondrá, en base al criterio restrictivo de interpretación mantenido por el TS, la
ineficacia de los efectos de un eventual silencio administrativo positivo.
3º.- Que transcurran otros dos meses desde la denuncia.
Solo entonces, se producirá la llamada resolución tácita o jurídicamente más
correcto, resolución presunta. Aunque, el Consultor de los Ayuntamientos, marca aún
dos requisitos más deducidos de la doctrina jurisprudencial:
4º.- Que se hubiera presentado toda la documentación preceptiva y completa, ya
que la no presentación de ésta o su presentación incompleta o defectuosa no puede
originar la normal apertura del expediente. A la postre es como si la solicitud no hubiera
sido admitida a trámite.
5º.- Que en el expediente administrativo se hubieran cumplido todos los trámites
previstos en los arts. 29 y ss del RAMINP. Aunque, como igualmente reconoce el
Consultor, este requisito, llevado a sus últimas consecuencias, podría desvirtuar la
eficacia del silencio administrativo. Por ello, deberá concluirse que el requisito no es
tanto que se hubieran cumplidos todos los trámites como que el procedimiento no se
encontrara paralizado por causas imputables al solicitante o sin ser imputables a éste, el
plazo se encontrara interrumpido legalmente, en cuyo caso, no hubiera transcurrido el
plazo exigido para la producción del acto presunto.
En definitiva, el silencio administrativo que, como se dijo, podrá tener efectos
estimatorios o desestimatorios:
-
Tendrá efectos estimatorios para el interesado, cuando la Comisión no
hubiere notificado su acuerdo desfavorable al Ayuntamiento y se hallase éste
pendiente de ejecución por el mismo. La razón de ser de esta puntualización
es la pretensión del legislador de impedir que aquellas actividades que
hubieran sido informadas desfavorablemente por la Comisión, lleguen a
obtener licencia por silencio administrativo positivo, ya que ello sería tanto
como alcanzar por esta vía algo que está prohibido por ley.
-
Y tendrá efectos desestimatorios, precisamente cuando la Comisión hubiere
notificado su acuerdo desfavorable al Ayuntamiento y se hallase éste
pendiente de ejecución por el mismo.
En todo caso, no debemos olvidar que los efectos jurídicos del silencio
administrativo en un procedimiento de concesión de licencia para actividad de
características determinadas, tendrá también consecuencias jurídicas en cuanto a la
licencia de obras solicitada (véase STS 8/05/1989).
Por tanto, el plazo máximo para resolver y notificar el Ayuntamiento, será al
menos de 6 meses, tantos como plazo mínimo se requiere para la producción de silencio
administrativo estimatorio, y ello cuando el interesado denuncia la mora de forma
inmediata al transcurso de los cuatro meses iniciales; por tanto, ese plazo máximo para
resolver y notificar no será el ficticio de 4 meses señalado en el art. 33.3 del RAMINP
dado que durante los dos meses siguientes a la denuncia de la mora, y también en el
intervalo de tiempo transcurrido entre el cumplimiento de los citados cuatro meses y la
fecha en que se denuncie la mora, el Ayuntamiento podrá llegar a resolver de forma
expresa y notificar ésta.
La cuestión es que bajo la normativa generalizada vigente en materia
procedimental, se asocian las ideas de plazo máximo de resolución y notificación a
silencio administrativo y sus efectos, cuando el RAMINP conceptúa de forma
diferenciada el plazo máximo para resolver y notificar el procedimiento, de la figura del
silencio administrativo.
A pesar de todo lo apuntado, hoy algún sector doctrinal pone en entredicho esta
regulación de la figura del silencio administrativo contenida en el RAMINP,
favoreciendo la regulación general normada en los arts. 42 a 44 LRJ-PAC.
En contraste con todo lo dicho, ¿qué es lo que ocurre con la LCAI y borrador de
Reglamento?, ¿cómo regulan el plazo máximo para resolver y notificar? Comencemos
por una alusión a la regulación general del plazo máximo de resolución y notificación
de los procedimientos, que se dispone en el art. 42.2 LRJ-PAC en los siguientes
términos: “El plazo máximo en el que debe notificarse la resolución expresa será el
fijado por la norma reguladora del correspondiente procedimiento. Este plazo no podrá
exceder de seis meses salvo que una norma con rango de Ley establezca uno mayor o
así venga previsto en la normativa comunitaria europea”, y apartado 3: “Cuando las
normas reguladoras de los procedimientos no fijen el plazo máximo, éste será de tres
meses”.
Pues bien, ni la LCAI ni el borrador de Reglamento -normas reguladoras del
correspondiente procedimiento como refiere el art. 42.2 LRJ-PAC–, establecen plazo
alguno, por lo que cabría plantearse si, como señala el apartado 3 del art. 42 LRJ-PAC,
éste sería de tres meses. Y lo cierto es que parece difícil, por la sencilla razón de que, si
sumamos igualmente plazos intermedios establecidos a lo largo del procedimiento, no
concordaría con el indicado plazo de tres meses. Por lo que, la alternativa más acertada
será aplicar las previsiones de la LSC. A este respecto, recordemos que el art. 190 LSC
regula el procedimiento de concesión de licencias, salvo que exista otro específico
previsto en una Ley sectorial, cual es el caso –la LCAI y borrador de Reglamento-, pero
que no prevé plazo máximo de resolución y notificación. Y así, en conexión con el
precitado art. 190 LSC, el art. 191 LSC señala en cuanto a plazos lo siguiente: “1. Las
licencias de obras menores habrán de otorgarse en el plazo de un mes desde su
solicitud, y las restantes en el de tres meses. 2. En los supuestos en que se requiera
informe preceptivo de otras Administraciones Públicas, el plazo para la resolución será
de cuatro meses, salvo que en la normativa sectorial se establezca otro mayor”.
De manera que, requiriéndose en el procedimiento ahora tratado, informe
preceptivo de otras Administraciones –informe de la Comisión, como órgano
dependiente de la CC.AA. respectiva; en su caso, informe de Sanidad; etc-, el plazo de
resolución y notificación sería de cuatro meses.
La Resolución o acuerdo municipal y correspondiente notificación al interesado
parece que al menos deberá contener los siguientes pronunciamientos:
Exp: …………………………….
RESOLUCIÓN Nº …………………
Visto expediente nº ………….. instruido a instancia de ………………………………..
para la instalación de …………………………….., en la ………………………………………
de esta ciudad.
Vista la documentación obrante en el expediente, y en especial los informes
emitidos por el Servicio de …………………… y Servicio de ……………………...
Considerando que la Ponencia Técnica de la Comisión Regional de Actividades
Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas, en reunión celebrada con fecha …………,
acordó:
“1º.- Se trata de una actividad incluida en el Anexo C de la Ley de Cantabria
17/2006, de 11 de diciembre, de Control Ambiental Integrado.
2º.- Los informes del Ayuntamiento y sus Técnicos son favorables. Se han
presentado alegaciones dentro del plazo reglamentario.
3º.- En la memoria y planos se señalan las medidas correctoras que se prevén
establecer y que se consideran de suficiente eficacia y garantía respecto a los motivos
de calificación.
Por todo ello, estimamos que puede autorizarse la instalación de la actividad, si
bien, no podrá comenzar a ejercerse sin que antes se gire la oportuna visita por parte e
los servicios del Ayuntamiento, en que se compruebe que se ha realizado según el
proyecto, y que las medidas correctoras son de suficiente eficacia.”
Y que, la Comisión Regional de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y
Peligrosas, en sesión celebrada con fecha ……………………., acordó por unanimidad
emitir informe de comprobación ambiental favorable a efectos de concesión de
Licencia Municipal que, quedará condicionada al establecimiento, previa
comprobación de su funcionamiento, de las medidas correctoras y de seguridad que
figuran en el Proyecto (contenido este que obecede al mandato a los Alcaldes que
realiza el art. 5º IAM en orden a incluir dichas referencias en sus resoluciones
concediendo o denegando la licencia).
Visto lo dispuesto en los arts. 10; 31 a 37 y concordantes de la Ley 17/2006, de
11 de diciembre, de Control Ambiental Integrado; Anexo C de la misma; así como en el
RAMINP y en la Instrucción de 15 de marzo de 1.963, en cuanto no se opongan a la
Ley 172006, de 11 de diciembre; y demás aplicables.
Esta Alcaldía-Presidencia, en uso de las facultades que me confiere la
legislación vigente, RESUELVE:
1º.-
Conceder la licencia de actividad solicitada, con las siguientes condiciones:
a) No podrá comenzar a ejercerse la actividad autorizada sin que antes se gire
la oportuna visita por parte de los Servicios del Ayuntamiento, en el que se
compruebe que se ha realizado según el proyecto y anexo presentado y que
las medidas correctoras son de suficiente eficacia, sin perjuicio de la
autorización que proceda obtener de otros Organismos.
b) Esta licencia se entenderá otorgada salvo el derecho de propiedad y sin
perjuicio de tercero.
c) Las autoridades competentes podrán ejercer en la forma prevenida, cuantas
facultades y funciones señalan los arts. 38 y siguientes de la Ley de
Cantabria 17/2006, de 11 de diciembre, de Control Ambiental Integrado, y
en general, cualquier disposición legal aplicable.
d) …………………………………… (Otras condiciones en función del tipo de
actividad)
2º.-
Para solicitar la puesta en funcionamiento de la actividad, deberá aportarse al
expediente, certificación técnica emitida por el Técnico idóneo, visada por el
correspondiente Colegio Profesional, mediante la que se acredite la debida
ejecución del sistema de insonorización o aislamiento acústico, conjuntamente
con el resto de instalaciones que se tengan realizadas, el cumplimiento de las
condiciones de seguridad recogidas por la normativa de aplicación al caso, así
como copia de los boletines o certificados de instalaciones emitidos por
instaladores autorizados y visados por la Dirección General de Industria, y de
los certificados de inspección que resulten precisos.
3º.-
A efectos del correspondiente registro, el expediente de actividad tramitado, así
como el expediente de puesta en funcionamiento que se tramite, figurará con el
nº …………………
4º.-
Notifíquese en forma esta resolución al interesado y, si los hubiere, a los
alegantes, y remítase copia al Servicio de …………………… y a la Comisión
Regional de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas, a ésta
última, dentro del término de tres días, en cumplimiento y a los efectos previstos
en el artículo 6º de la Instrucción aprobada por Orden de 15 de marzo de 1.963.
Esta resolución pone fin a la vía administrativa, según se establece en el art.
52.2 de la Ley 7/85 de 2 de abril, por lo que, con arreglo a la legislación vigente contra
el mismo puede Ud. interponer los siguientes RECURSOS:
1.- DE REPOSICIÓN.- Con carácter potestativo, según lo señalado en la Ley
4/1.999, de 13 de enero, ante el mismo órgano que hubiere dictado el acto impugnado
en el plazo de un mes contado a partir del día siguiente a la notificación de esta
Resolución. (art.116 y 117 de la Ley 4/99)
2.- CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO.- Ante el Juzgado de Contencioso
Administrativo, con sede en Santander, en el plazo de dos meses contados desde el día
siguiente a la notificación de esta Resolución o de la Resolución expresa del Recurso
Potestativo de Reposición. Si se interpusiera recurso Potestativo de Reposición y no se
notificara resolución expresa en el plazo de un mes, deberá entenderse desestimado,
pudiendo interponerse Recurso Contencioso-Administrativo en el plazo de seis meses,
que se contará a partir del día siguiente a aquel en que se produzca el acto presunto.
(Arts.8 y 46 de la Ley 29/98 de 13 de julio Reguladora de la Jurisdicción Contenciosa
Administrativa).
Si fuera interpuesto recurso Potestativo de Reposición no se podrá interponer
Recurso Contencioso-Administrativo hasta que se haya resuelto expresamente o se
haya producido la desestimación presunta del Recurso de Reposición interpuesto.
3.- Cualquier otro que estime procedente. (Art.58.2. Ley 4/1999).
Lo mandó y firmó, el/la Sr/a. Alcalde/sa Presidente/a, por ante mí, el/la
Secretario/a General, en ………………., a …………… de ………………. de
……………….
EL/LA ALCALDE/SA PRESIDENTE/A,
P.A.M.
EL/LA SECRETARIO/A GENERAL,
Fdo: …………………………………….
Fdo: …………………………………….
2ª ETAPA
A partir de la notificación de la resolución de otorgamiento de la licencia de
actividad o instalación al interesado, comienza una segunda etapa que vendrá
determinada por la ejecución de todo lo proyectado y aceptado. Para ello, el interesado
habrá solicitado junto con la licencia de actividad o instalación (comprobación
ambiental) o, una vez concedida ésta (opción esta última que puede deberse a razones
de competencia por parte de los técnicos redactores de los respectivos proyectos), la
preceptiva licencia de obras que, otorgada, permitirá al solicitante comenzar las obras e
instalaciones previstas en el proyecto. Por tanto, la licencia de obras no podrá ser
concedida de forma autónoma e independiente de la licencia de actividad o instalación,
sino que ésta en todo caso condicionará la licencia de obras. Se vuelve a plantear aquí la
problemática de cuál es la licencia que condiciona a la otra, la de actividad o instalación
a la de obras o al revés. La secuencia apuntada más arriba, no solo se trata de pura
lógica, sino de la propia exigencia normativa recogida en los precitados arts. 187.2 y 3
LSC; 22.3 RSCCLL; y, especialmente en el art. 33 LCAI: “No podrán otorgarse las
autorizaciones y licencias que fueren necesarias para la ejecución de los proyectos o la
instalación o el funcionamiento de las actividades que requieran una comprobación
ambiental en tanto no se haya completado ésta”.
Este carácter general secuencial de concesión de licencias presenta un
tratamiento legal diferenciado en el caso de los espectáculos públicos y las actividades
recreativas, y es que su regulación estatal, aplicable en tanto en cuanto no exista
normativa autonómica (¿ocurre así en Cantabria?), se encuentra establecido en el R.D.
2816/1982, de 27 agosto, por el que se aprobó el Reglamento General de Policía de
Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, cuyo art. 36, establece un
procedimiento contradictorio que invierte el momento de concesión de las licencias de
obras y de apertura. Así, se señala que deberá tramitarse primero la licencia de
construcción o reforma y posteriormente la licencia de apertura. Por tanto, aquí el
condicionamiento se produce estrictamente en relación con la licencia de apertura, como
hace el art. 22.3 RSCCLL y no con la licencia de actividad o instalación, que por sí
también vendría condicionada por el art. 187 de nuestra normativa autonómica de la
LSC. En cualquier caso, por CANO MURCIA se viene a razonar respecto a este
procedimiento, lo siguiente:
1º.- Que ese el procedimiento que se establece en los arts. 36 y 40 del
Reglamento. Sobre lo cual nada cabe objetar.
2º.- Que los fines que persigue el art. 22.3 RSCCLL (y el art. 187.2 LSC) quedan
garantizados, ya que de la documentación presentada, el Ayuntamiento tiene
información suficiente como para saber si la obra se puede autorizar o no en función de
la actividad a desarrollar en el edificio que se pretende construir, reformar o adaptar.
Cierto es, pero también se tiene esa información suficiente respecto a otras actividades
que no sean espectáculos públicos o actividades recreativas.
3º.- Porque puede resultar de dudosa aplicación el art. 22.3 RSCCLL (en
Cantabria, art. 187.2 LSC). Efectivamente, la concesión de este tipo de licencias tiene su
procedimiento específicamente regulado en el señalado Reglamento de Espectáculos,
que sería de aplicación preferente como señala el art. 190 de la LSC.
4º.- Porque para conceder la licencia de apertura es necesario que se presente
junto con la solicitud las certificaciones técnicas que acrediten la debida ejecución de
los proyectos respectivos. Nada nuevo en cuanto este requisito es exigible junto con la
solicitud de licencia de apertura, en todas las licencias de actividad o instalación una vez
ejecutado el proyecto, para su puesta en marcha.
Por lo demás, el procedimiento de concesión de las licencias de obras habrá de
seguir sus propios cauces, los cuales no son objeto de estudio en estos momentos.
3ª ETAPA
Describe el art. 34 RAMINP que: “Obtenida la licencia de instalación de una
actividad calificada como molesta, insalubre, nociva o peligrosa, no podrá comenzar a
ejercerse sin que antes se gire la oportuna visita de comprobación por el funcionario
técnico competente, no sólo por la actividad de que se trate, sino también por la
naturaleza del daño que pueda causarse. En el caso de que no dispusiere el
Ayuntamiento de tal funcionario, podrá solicitarlo del correspondiente Organismo
provincial.”
En los mismos términos se expresa el art. 34.1 LCAI al referirse al Acta de
conformidad ambiental: “Ninguna actividad o instalación objeto de licencia podrá
comenzar a funcionar en tanto no se haya comprobado por los servicios ambientales la
efectividad de las medidas correctoras exigidas con arreglo a lo establecido en el
capítulo I del título V de esta Ley y en la forma que reglamentariamente se determine.”
Precitado Título V, Capítulo I de la LCAI, establece en su art. 39 las
Actuaciones de control inicial: “1. La puesta en marcha de las instalaciones y el inicio
de la actividad se sujetarán a las verificaciones siguientes:
a) Adecuación a la autorización o licencia otorgadas, mediante certificación expedida
por el técnico director de la ejecución del proyecto, con carácter previo al inicio de la
actividad.
b) Comprobación por los servicios administrativos de la efectividad de las medidas
correctoras exigidas, realizada en la forma en que reglamentariamente se determine y
acreditada mediante acta levantada al efecto.
2. La presentación de las certificaciones a que se refiere el apartado anterior conlleva
la inscripción de oficio en los oportunos registros ambientales y habilita para el
ejercicio de la actividad.”
La 3ª etapa en el procedimiento de obtención de la licencia o autorización que
finalmente nos permita ejercer una determinada actividad, comenzará mediante la
presentación por el interesado, de una solicitud para que los técnicos comprueben la
suficiencia de las medidas correctoras adoptadas, una vez finalizadas las obras e
instalaciones. Como se ha señalado en la normativa anterior, a la solicitud deberán
acompañarse las certificaciones correspondientes. Pero junto a esta documentación,
algunos Ayuntamientos vienen exigiendo otra documentación complementaria, como es
la exigida para la concesión de licencias de apertura de actividades inocuas, la cual ha
sido detallada más arriba.
Presentada toda la documentación preceptiva, procederá por los técnicos realizar
la oportuna comprobación a la actividad. Comprobación e inspección son dos términos
complementarios, pero que se sitúan en estadios diferentes; la inspección puede
realizarse en cualquier momento posterior a la puesta en marcha, durante el
funcionamiento de la actividad, de oficio o como consecuencia de una denuncia de un
particular, pudiendo derivar en la imposición de medidas correctoras que, de no ser
atendidas, a su vez, puede dar lugar a la incoación de expediente sancionador. De todo
ello nos ocuparemos en el Epígrafe E, al abordar la especial referencia a la Ley 17/2006,
de 11 de diciembre, de Control Ambiental Integrado, al cual me remito.
Por su parte, la comprobación, que es de lo que ahora se trata, tendrá lugar con
carácter previo a la apertura, también llamada puesta en marcha o puesta en
funcionamiento, normalmente a solicitud del interesado, y sin la cual la actividad no
podrá comenzar, ya se hubiera obtenido la licencia de actividad de forma expresa o por
silencio administrativo positivo.
La visita de comprobación que habrán de realizar los técnicos municipales o,
como señala el art. 34 RAMINP, si no se dispone de ellos, podrá solicitarse del
correspondiente organismo provincial o de la CC.AA. uniprovincial, deberán girarse en
el plazo de dos meses, como máximo, contados a partir de la notificación a los
interesados de la concesión de la licencia, si es expresa o del momento en que deban
considerarse otorgadas por silencio administrativo (art. 13 IAM). No fue afortunada la
IAM a la hora de señalar un plazo a partir de la concesión de la licencia y menos de dos
meses, pues en la mayor parte de los casos, será materialmente imposible que esté
finalizada la instalación en ese plazo, por lo que los correcto será efectuar la misma
cuando se comunique por el interesado la terminación de las obras e instalaciones, que
para el supuesto de obtención de la licencia de actividad por silencio, el art. 13.2 IAM
establece un plazo de 15 días a los interesados, contados a partir del día en que se
entiendan concedidas tácitamente, para que soliciten la práctica de la inspección.
En la comprobación se podrá determinar la suficiencia de las medidas
correctoras adoptadas o la necesidad de subsanar deficiencias, en cuyo caso, su
incumplimiento imposibilitaría el inicio de la actividad.
La primera cuestión que se viene planteando en relación con la regulación de
esta materia en la LCAI es ¿quiénes son los servicios ambientales o administrativos
competentes para efectuar la visita de comprobación?, ¿los autonómicos o los locales?
El borrador de Reglamento de desarrollo aclara esta cuestión refiriéndose a los técnicos
municipales.
Dentro de esta comprobación por los servicios administrativos de la efectividad
de las medidas correctoras exigidas, hay que hacer mención especial a la comprobación
de la contaminación acústica (términos utilizados mayoritariamente por la normativa
autonómica), que nos lleva a hablar de ruidos y vibraciones, conceptos distintos pero
que llegan a confundirse por ser los primeros (ruidos) consecuencia de los segundos
(vibraciones). Bien, la cuestión es que el técnico municipal que compruebe la
efectividad de las medidas correctoras acústicas deberá proceder a efectuar la
correspondiente medición de ruidos que garantice el obligatorio aislamiento acústico,
máxime en relación con determinadas actividades (ej. discotecas, pubs, talleres diversos,
etc).
El propio borrador de Reglamento añade que el acta de conformidad ambiental
deberá ser visada por el Alcalde y expedirse en el plazo de treinta días, contados a partir
de la solicitud de comprobación del interesado, remitiéndose copia de la misma a la
Consejería de Medio Ambiente para su inclusión en el Registro ambiental.
Habilitar un plazo para la expedición del Acta de conformidad ambiental, como
lo hace el borrador de Reglamento de la LCAI, parece una medida correcta y necesaria
por dos razones fundamentales:
1ª.- Porque hasta ahora no se establecía y en la mayoría de los casos, tras la
solicitud de comprobación presentada por el interesado ésta, por la razón que sea
(insuficiencia de medios personales, prestar escasa importancia a la puesta en
funcionamiento, etc) no tiene lugar hasta pasado bastante tiempo, lo que lleva a una
frecuente realidad, cual es que el solicitante inicia, digamos de forma anómala, la
actividad, eso sí, si puede, por cuanto las empresas suministradoras tendrán la
obligación de cesar los suministros una vez transcurrido el plazo máximo establecido en
la licencia urbanística para ejecutar las obras (art. 184.1 LSC).
2ª.- Y más importante para el solicitante, el ejercicio de la actividad en estas
condiciones le puede supondrá unos gastos por tales suministro (energía eléctrica y agua
fundamentalmente, llamados “de obra”), como es sabido, con unas tarifas mucho más
elevadas que las tarifas normales. Y esto es así debido a que, por un lado el art. 184.2
LSC, y por otro lado, el art. 34.2 LCAI obliga a las empresas suministradoras de energía
eléctrica, agua, gas, telefonía y otros servicios similares, a exigir el acta de conformidad
ambiental de la instalación o actividad para la contratación definitiva de los referidos
servicios. Es más, si nos atenemos a lo dispuesto en el art. 184.2 LSC, para la
contratación definitiva de tales suministros será necesario presentar ante las respectivas
empresas suministradoras, la correspondiente licencia (dice la LSC de apertura o
actividad clasificada) y matiza el borrador de Reglamento de la LCAI, ésta junto con el
acta de conformidad ambiental. Otras normas autonómicas ciertamente que hacen
posible autorizaciones provisionales para enganchar la energía eléctrica, el
abastecimiento de agua, si bien ello es a los efectos de comprobar el funcionamiento de
las instalaciones de las actividades.
En definitiva habría que pensar si hasta ahora y al menos hasta ver si finalmente
queda fijado un plazo para la emisión del acta de conformidad ambiental, si se demora
excesivamente, el interesado no puede pedir la responsabilidad patrimonial de la
Administración por el mal funcionamiento de los servicios públicos.
La cuestión, en ocasiones se venía solventando acudiendo a la socorrida figura
de la “licencia provisional”, en especial si de espectáculos públicos y actividades
recreativas hablamos, por cuanto el R.D. 2816/1982, de 27 de agosto –REP- así lo
permite, que no el RAMINP para otras actividades clasificadas, pues el art. 33.2 prohíbe
el otorgamiento de licencia hasta tanto se no se haya calificado la actividad; en este
sentido también la LCAI. La finalidad de la licencia provisional no es otra que la de
autorizar al interesado ejercer la actividad aún no estando totalmente finalizadas las
obras, siempre que se compruebe por los técnicos la adopción de las medidas
correctoras impuestas y su eficacia y seguridad para las personas. El abuso de este tipo
de autorización transitoria se ha entendido como un mal menor respecto a la alternativa
de tolerar la apertura de una actividad sin licencia. Sus características se desprenden de
lo dispuesto en el art. 44 REP y con sustancial identidad la homóloga normativa
autonómica que regula la materia, entre la que no encontramos a la legislación de
Cantabria, entre otras razones por no tener una norma que específicamente regule los
espectáculos públicos y las actividades recreativas:
1ª.- Está prevista para el supuesto de que el solicitante deba subsanar o modificar
alguna/s de las características o elementos estructurales, o de instalaciones o servicio,
del local o recinto de que se trate.
2ª.- Se concederá de oficio o, lo que parece más lógico, a solicitud del
interesado.
2ª.- Su duración es de 6 meses, prorrogables por una sola vez, y previa
justificación, por otros 6 (salvo en el País Vasco), transcurridos los cuales la licencia
provisional quedará sin efecto. La Ley de la Rioja establece un plazo improrrogable de
3 meses.
3ª.- Deberá presentarse por el interesado, certificado suscrito por técnico
competente y visado en que se garantice el desarrollo de la actividad.
La doctrina suele aludir a dos requisitos más:
-
-
Que el horario de apertura y cierre se restrinja, al objeto de que, por un lado,
el interesado efectúe las subsanaciones o modificaciones requeridas en el
menor tiempo posible, ya que, en definitiva, de lo que se trata es de obtener
la licencia definitiva.
Que se exija un seguro de responsabilidad civil que cubra posibles daños a
terceros.
La normativa autonómica cántabra, en concreto el futurible borrador de
Reglamento intenta salir al paso de la problemática más arriba planteada, no tanto
mediante la licencia provisional para las actividades de espectáculos y recreativas, sino
para todos tipo de actividades e instalaciones, mediante el establecimiento de un plazo
para la emisión del acta de conformidad ambiental, los efectos jurídicos de la no
expedición o visado en plazo, cual es que el interesado podrá iniciar la actividad
después de comunicar la circunstancia al Ayuntamiento. De manera que, de ello se
desprende, que el interesado podrá llegar a contratar definitivamente los suministros
antedichos, presentando ante tales empresas suministradoras cualquier prueba admisible
en derecho que acredite esta situación que podríamos llamar de silencio administrativo.
En cualquier caso, una situación de normalidad supondrá que ejecutadas las
obras e instalaciones detalladas en el proyecto que incorporen las medidas correctoras
impuestas, se efectuará la visita de comprobación e inspección al local por parte de los
técnicos municipales, para su verificación, en todo caso una vez haya finalizado las
obras. Al efectuar la visita de comprobación se levantará el mencionado acta en el que
se propondrá al órgano competente la concesión de la licencia de apertura (también
llamada licencia definitiva o autorización de puesta en funcionamiento o de puesta en
marcha) o, como establece el art. 36 RAMINP, se comunicará al interesado la necesidad
de subsanar las deficiencias observadas, a cuyo efecto de concederá un plazo que no
podrá exceder de seis meses ni ser inferior a uno, salvo casos especiales. En este caso, el
art. 37 RAMINP, prevé la realización de una segunda visita de inspección que puede
desencadenar dos posibles situaciones:
1ª.- Que no hubieran sido corregidas las deficiencias, en cuyo caso, si el Alcalde
así lo estima, concederá un segundo e improrrogable plazo no superior a seis meses para
la subsanación.
2ª.- Que se hubieran corregido las deficiencias, en cuyo caso el Alcalde
concederá la licencia o autorización de funcionamiento o puesta en marcha (definitiva),
con la cual habrá finalizado el largo y complejo procedimiento de concesión de este tipo
de licencias.
Hemos venido viendo a lo largo de toda la exposición procedimental como es el
Acalde el órgano con competencia propia desde el inicio del expediente, mediante la
admisión a trámite de la solicitud de licencia o su denegación por razones de
competencia municipal, pasando por su impulsión, y hasta la finalización del
procedimiento. Sin perjuicio de lo cual, nos encontramos ante una atribución delegable
(art. 21.3 LRBRL), lo que suele producirse a favor de la Junta de Gobierno Local.
Debemos reparar, no obstante, en que, nos encontramos ante un procedimiento que
hemos llamado complejo, donde intervienen diversas Administraciones, me refiero a la
Administración Autonómica y a la Administración Local, y ello sin perjuicio de otras
autorizaciones que por razón de la actividad deban ser obtenidas por el solicitante (ej.
autorización estatal en el caso de farmacias, salas de bingo, minas, etc.). Por tanto,
estamos ante competencias compartidas, en que la atribución sustantiva para la
concesión de la licencia de apertura corresponde al Ayuntamiento (Alcalde o por
delegación otro órgano municipal), pero sin olvidar que la Administración Autonómica
también tiene una atribución sustantiva determinante, que es calificar la actividad e
imponer medidas correctoras, llegando a vincular la resolución o acuerdo del
Ayuntamiento si aquella calificación fuera negativa.
Es interesante siquiera aludir brevemente al contenido de la Resolución o
Acuerdo que conceda la puesta en funcionamiento de la actividad, en especial su
condicionado, que podrá ser en el siguiente sentido:
Exp: ……………………….
RESOLUCIÓN Nº …………………..
Dada cuenta de expediente tramitado con el nº …………, para la concesión de
licencia de actividad, para la
instalación de …………………., en
…………………………, instruido a instancia de ……………………………...
Vistos los informes favorables emitidos por los servicios técnicos municipales,
así como el Informe de Comprobación Ambiental favorable emitido por la Comisión
Regional de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas.
Por …………………………….. (Resolución o Acuerdo), de fecha
………………………, adoptada/o por ………………………………., se concedió
licencia de actividad, a favor de …………………………., quedando pendiente la
autorización de la efectiva puesta en funcionamiento, de su solicitud por el interesado,
e Inspección Final por los servicios técnicos municipales.
Solicitada por el interesado con fecha ………………….., la efectiva puesta en
funcionamiento de la actividad, se somete a los servicios técnicos municipales de este
Ayuntamiento para Inspección Final y emisión de los correspondientes informes.
Vistos los informes de Inspección Final emitidos por los Servicios de
……………………………, así como la documentación que obra en el expediente.
En virtud de las facultades que me están conferidas por la legislación vigente,
vengo en RESOLVER:
1º.- Autorizar a ………………………………., la efectiva puesta en
funcionamiento de la actividad anteriormente indicada a partir de la fecha de la
notificación de la presente resolución.
2º.- Las condiciones a las que se encuentra sujeta la autorización de puesta en
funcionamiento, serán las establecidas por …………………….. (Resolución o Acuerdo)
de ……………………………., de fecha ……………………….., por la que se
concedió la licencia de actividad, así como las que se derivan de los informes de
inspección final, de los que se derivan las siguientes (a modo de ejemplo se citan las
siguientes, si bien pueden variar en función de la actividad):
-
La instalación eléctrica de la actividad y la de alumbrado de emergencia
(alumbrado de seguridad: de evacuación y ambiente o antipánico) se
mantendrán en todo momento conforme a lo establecido y determinado por
el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión e Instrucciones
Complementarias al mismo.
-
Los extintores contra incendios deberán mantenerse en todo momento en
perfectas condiciones de funcionamiento, de acuerdo con lo establecido y
determinado en el Reglamento de Instalaciones de Protección contra
Incendios.
-
Durante el desarrollo de la actividad, no podrán producirse niveles de
emisión sonora en el interior del local, que originen en los colindantes y
medio exterior niveles de inmisión sonora superiores a los establecidos por
……………….. (normativa sobre ruido: ley 37/2003, de 17 de noviembre, del
Ruido, R.D. ………………………., de desarrollo, y, en su caso, Ordenanza
Municipal).
-
Deberá atenderse el adecuado mantenimiento de los equipos de frío y sus
posibles efectos sonoros en el medio exterior y colindantes.
-
Las instalaciones de gas natural se mantendrán en todo momento conforme
a lo establecido y determinado por el Reglamento Técnico de Distribución y
Utilización de Combustibles Gaseosos y sus ITC.
-
El equipamiento técnico y auxiliar de la actividad deberá ajustarse a las
condiciones establecidas en el proyecto presentado para la tramitación de la
técnica de control ambiental de Comprobación Ambiental y mantenerse en
adecuadas condiciones de funcionamiento.
-
El titular de la instalación o actividad será responsable de que la misma, en
todo momento, cumpla con las prescripciones técnicas reglamentarias que
le sean de aplicación, así como del mantenimiento de las instalaciones en
adecuadas condiciones de funcionamiento y seguridad, responsabilizándose
de llevar a cabo los reconocimientos periódicos reglamentarios y la
obtención de los correspondientes boletines de reconocimiento o dictámenes
favorables que resulten precisos.
-
Todo ello sin perjuicio de las autorizaciones y controles que puedan
corresponder a otros Organismos de la Administración, tanto para la puesta
en funcionamiento de la actividad como para su posterior desarrollo.
3º.- Notifíquese en forma la presente Resolución al interesado y, en su caso, a
los alegantes; y dése cuenta a los Servicios de ………………………; y a la Comisión
Regional de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas (Gabinete Técnico
de Seguridad e Higiene), a ésta última, en cumplimiento de la Orden de 15 de marzo de
1.963, modificada por la de 25 de Octubre de Octubre de 1.965, dentro de los tres días
siguientes a esta resolución.
Esta Resolución pone fin a la vía administrativa, según se establece en el art.
52.2 de la Ley 7/85 de 2 de abril. Por lo que, con arreglo a la legislación vigente contra
el mismo puede Ud. interponer los siguientes RECURSOS:
1.- DE REPOSICIÓN.- Con carácter potestativo, según lo señalado en la Ley
30/92, de 26 de Noviembre, a interponer en el plazo de un mes contado a partir del día
siguiente a la notificación de esta Resolución y ante el mismo órgano que hubiere
dictado el acto impugnado.
2.- CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO.- Ante el Juzgado de ContenciosoAdministrativo, con sede en Santander, en el plazo de dos meses contados desde el día
siguiente a la notificación de esta Resolución o de la resolución expresa del recurso
Potestativo de Reposición. Si la resolución del recurso de reposición no fuese
notificada en el plazo de un mes a contar desde el día siguiente a la presentación del
mismo, el recurso contencioso-administrativo podrá interponerse en el plazo de seis
meses contados desde el día siguiente a aquel en que se produjo la finalización del
plazo de un mes establecido para la notificación de la resolución del recurso de
reposición.
Si fuese interpuesto recurso Potestativo de Reposición no se podrá interponer
Recurso Contencioso-Administrativo, hasta tanto se haya resuelto expresamente aquel
o se haya producido la desestimación presunta del recurso de reposición interpuesto
por el transcurso de un mes desde su presentación sin haberse efectuado notificación de
la resolución expresa del mismo.
3.- Cualquier otro que estime procedente (Art.58.2. Ley 4/1999).
Lo mandó y firmó, el/la Sr/a. Alcalde/sa-Presidente/a, por ante mí, el
Secretario/a, en ………………………., a …………. de …………….. de ……..
EL/LA ALCALDESA-PRESIDENTE/A,
P.AM..
EL/LA SECRETARIO/A,
Fdo: ……………………………….
Fdo: ……………………...
Como es de ver, en la Resolución trascrita, se incide en incorporar
condicionantes relativos a la prevención de la contaminación acústica, materia
permanente regulada por las Ordenanzas Municipales, muchas de las cuales han
quedado derogadas tácitamente por la regulación contenida en el Reglamento de
desarrollo de la Ley del Ruido. Esos condicionados habrán de sumarse a la propia
insonorización proyecto por el promotor y aprobada por la Administración, la suma de
los cual debe garantizar la tranquilidad de los ciudadanos, aunque no siempre así cuando
de discotecas, pubs, etc. hablamos. A más, muchas de las veces, las quejas vecinales en
relación con estos establecimientos no son tanto los ruidos procedentes de la propia
actividad, sino los escándalos públicos a la entrada y salida de dichos lugares, esto es,
en la vía pública, problema que los expedientes administrativos de concesión de
licencias no pueden contemplar, y que la única medida posible es la vigilancia y el
control policial en dichas zonas.
Para finalizar este apartado, simplemente significar que las distintas normativas
autonómicas, con mayores o menores matices siguen los pasos marcados por el
RAMINP. Como hemos ido viendo, así es en el caso de la normativa autonómica
cántabra, de la que se puede añadir, además de todo lo ya apuntado, la pretendida
implantación (aparece en el borrador del Reglamento de desarrollo de la LCAI), de un
procedimiento simplificado, para las actividades contempladas en el Anexo C2, que se
considera que pueden ser causa de molestias, riesgos o daños para las personas, sus
bienes o el ambiente, pero en menor medida que las actividades sujetas al procedimiento
ordinario o general. Serían actividades o instalaciones que se consideran están a caballo
entre las tradicionalmente denominadas licencias inocuas y las licencias clasificadas.
El procedimiento previsto iniciará mediante la correspondiente solicitud del
interesado, a la que acompañará proyecto básico de la actividad a desarrollar y de sus
instalaciones, firmado por técnico competente y visado por su correspondiente colegio
oficial.
Recepcionada la solicitud por la Administración Municipal y cumplidos los
trámites previstos para la comprobación ambiental, se remitirá el expediente completo a
la Comisión para la comprobación ambiental, quien podrá emitir informe. Si en el plazo
de 15 días no se hubiera pronunciado se considerará que no es preceptivo el informe y
que las condiciones a imponer, en su caso, en la licencia son de competencia municipal.
Si entendemos por simplificación la reducción de trámites y plazos, de la
observancia del procedimiento expuesto cabe concluir que la única simplificación que
presenta tiene lugar ante la Comisión para la comprobación ambiental, ya que hasta
entonces, habrán de cumplirse todos los trámites normales establecidos, estos es:
-
El interesado deberá presentar junto a la solicitud, proyecto básico de la
actividad.
El Ayuntamiento deberá emitir Certificación de Compatibilidad Urbanística.
Deberá cumplirse el trámite de información pública.
El Ayuntamiento también habrá de informar el proyecto y las alegaciones.
Etc.
Y solo, una vez remitido el expediente a la Comisión para la comprobación
ambiental se puede plantear una variante respecto al procedimiento ordinario, cual sería
que la Comisión no emitiera informe, en cuyo caso se entendería que no es obligatorio
el informe de comprobación ambiental. Lo cierto es que también habrá que entender
que, además de la posibilidad de que la Comisión no se pronuncie en el plazo previsto,
produciéndose la consecuencia jurídica aludida por silencio administrativo, que
efectivamente se pronuncie en dicho plazo, indicando que no es necesario dicho informe
de comprobación ambiental, por tanto dejando la fijación de condiciones y medidas
correctoras a la decisión municipal. En cualquier caso, la simplificación viene dada por
el plazo que la Comisión para la comprobación ambiental tiene para pronunciarse o no,
que es de 15 días, y ello frente al plazo establecido en el procedimiento ordinario, que es
de es de un mes. Por tanto, no es que la simplificación sea muy importe que digamos.
D.4.- TRANSMISIÓN DE LICENCIAS.
La transmisión, cambio de titularidad o traspaso de las licencias de actividades
tanto inocuas como clasificadas, es posible por ser reconocido para las primeras
(actividades inocuas), en el art. 13.1 del RSCCLL, al decir lo siguiente: “Las licencias
relativas a las condiciones de una obra, instalación o servicio serán transmisibles, pero
el antiguo y nuevo constructor o empresario deberán comunicarlo por escrito a la
Corporación, sin lo cual quedarán ambos sujetos a todas las responsabilidades que se
derivaren para el titular”, así como en nuestra normativa autonómica, art. 188.3 de la
LSC, que se pronuncia en iguales términos: “Las licencias a que se refiere esta Ley –
entre ellas las licencias de apertura, entendidas como las de actividades inocuas- serán
transmisibles, pero el nuevo constructor o empresario deberá comunicar tal
circunstancia al Ayuntamiento”, y para las segundas (actividades clasificadas), en la
Disposición Transitoria Tercera del RAMINP “Reforma, ampliación o traspaso”: “No
se podrán conceder licencias para la ampliación o reforma ni se autorizará el traspaso
de industrias o actividades que no reúnan las condiciones establecidas en este
Reglamento, a no ser que las medidas correctoras que se adopten eliminen con la
debida garantía las causas determinantes de su calificación como actividades molestas,
insalubres, nocivas y peligrosas”, lo que a sensu contrario significa que se admitirá la
transmisión de la licencia en cualquier otro caso; en el art. 50.3 REP para los
espectáculos públicos y las actividades recreativas: “Todas las Empresas comunicarán
a la autoridad gubernativa y a la Autoridad municipal correspondiente, antes de dar
comienzo al desarrollo de sus actividades, en materia de espectáculos y recreos
públicos, su nombre o denominación y domicilio, y los de sus directivos, gerentes o
administradores, con los que dichas autoridades habrán de entenderse directamente;
presentando copias autorizadas de sus documentos constitutivos o nombramientos y
relación de los locales o recintos de que dispongan para la organización de
espectáculos o actividades recreativas; quedando obligadas a manifestar
oportunamente los cambios de nombres y domicilios cuando se produzcan, así como las
modificaciones de los locales, recintos o establecimientos”, y en la normativa
autonómica Cantabria, en el propio art. 188.3 de la LSC ya literalizado, y en el art. 10.3
de la LCAI: “Los cambios de titularidad de las actividades sujetas a control ambiental
serán comunicados en el plazo de tres meses a la Administración que hubiere efectuado
dicho control”.
Por tanto, admitida la transmisión de licencias de actividades tanto inocuas como
clasificadas, no obstante se establece la obligación de comunicar al Ayuntamiento la
nueva situación al objeto de que éste, en su caso, pueda girar visita de inspección al
establecimiento a fin de verificar las medidas de seguridad e higiene. Es esto último una
cuestión trascendental, como veremos, para la doctrina jurisprudencial a la hora de
exaccionar una tasa por ello.
La doctrina jurisprudencial se ha pronunciado sobre los siguientes aspectos
afectantes a la transmisión de licencias, que son resumidos por ANTONIO CANO
MURCIA, a los que, quien suscribe, añade algún otro:
1.- La transmisión sólo será posible si la licencia existe, por tanto, a sensu
contrario, no será posible una transmisión cuando la licencia hubiera sido resuelta,
revocada o anulada.
2.- La transmisión sólo será factible para el ejercicio de la misma actividad y en
el mismo emplazamiento, por tanto, no podrá suponer un cambio de actividad o de
ubicación de local, por próximo que se encuentre este último.
3.- Es posible la transmisión a favor de dos personas o entidades con tal de que
no se produzca ni un cambio ni una ampliación de la actividad.
4.- El Ayuntamiento debe tener constancia de la efectividad de la transmisión,
para lo cual podrá utilizar un doble mecanismo:
-
Bilateral, a través de la prestación de conformidad mediante su firma por
parte del anterior titular de la licencia, también llamado transmitente y del
nuevo titular de la licencia o también llamado transmisor o adquirente. Esta
es la técnica utilizada por alguna normativa autonómica; así la Ley 11/2005,
de 28 de diciembre, reguladora de los espectáculos públicos, actividades
recreativas y establecimientos públicos de la Comunidad Autónoma de
Aragón o el Decreto 179/195, de 13 de junio, por el que se aprueba el
Reglamento de Obras, Actividades y Servicios de las Entidades Locales de
Cataluña. En otros casos se exige la comunicación de la transmisión no a
transmisor y transmitente sino solo al nuevo titular de la licencia, caso de la
Ley de la Comunidad Valenciana 2/2006, de 5 de mayo de prevención de la
contaminación y calidad ambiental. Finalmente, otras leyes autonómicas,
como la Ley de Castilla y León 11/2003, de 8 de abril, de Prevención
Ambiental, o la propia la Ley de Cantabria 17/2006, de 11 de diciembre, de
Control Ambiental Integrado (art. 10.3), son más inconcretas ya que solo se
pronuncian en relación con la obligación de comunicación pero no imponen
ésta concretamente ni a ambas partes ni al nuevo titular de la licencia. Y lo
cierto es que ninguna norma autonómica obliga al anterior titular de la
licencia a efectuar dicha comunicación, aunque por la lectura de las
responsabilidades en que puede incurrir si no es comunicada la transmisión,
resulta que, si dicho anterior titular cesa en el ejercicio de la actividad, al
menos algún tipo de información o comunicación puede (y por su bien,
debería) realizar a la Administración si no quiere sufrir las consecuencias de
las responsabilidades y obligaciones derivadas del ejercicio de la misma, que
la mayoría de normas autonómicas coinciden en establecerla en dicho caso,
de forma solidaria. Reseñar también que alguna normativa autonómica fija
un plazo variable para efectuar la comunicación, por ejemplo, desde 20 días
desde la efectividad de la transmisión, caso de la Ley 2/2002, de 19 de junio,
de Protección el Medio Ambiente, pasando por un mes desde que se hubiera
formalizado el cambio de titularidad en el caso de la Ley de Aragón o la Ley
Valenciana, hasta los tres meses que establece la Ley de la Rioja 4/2000, de
25 de octubre, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, o nuestra
LCAI. Por último, destacar que existen normas, la mayor parte, que solo
exigen realizar la comunicación al Ayuntamiento, entendiéndose que será
éste quien lo notifique a la respectiva Consejería (salvo en Murcia, donde no
se entiende así sino que, siguiendo el mandato contenido en el art. 6 de la
Orden de 15 de marzo de 1963 –IAM-: “Todas las resoluciones de los
Alcaldes concediendo licencias de instalación, apertura o funcionamiento de
actividades no incluidas en las relaciones expresadas en el párrafo segundo
del artículo 8.º -y sí incluidas en el RAMINP e IAM- de esta instrucción
deberán ser comunicadas a los Gobernadores Civiles –entendido órgano
correspondiente de la CC.AA.- en los tres días siguientes a su adopción…” el último inciso de este art. 6 IAM, referido a la suspensión de resoluciones y
acuerdos locales por el Gobernador Civil, fue declarado nulo por la STS de
16/10/1964, cuestión que en la actualidad tiene su regulación en el art. 65
LRBRL- su ley autonómica 1/1995, de 8 de marzo, de Protección del Medio
Ambiente, impone dicha obligación al Ayuntamiento). En alguna otra norma
autonómica –las menos- también se impone al interesado efectuar tal
comunicación al órgano competente de la Comunidad Autónoma, como
ocurre con la Ley de La Rioja.
El acto jurídico bilateral de comunicación a la Administración podría tener el
siguiente formato:
Comunicación de transmisión de licencia
D.____________________________________________________________, mayor de
edad, con D.N.I. nº________________________________,
domicilio en la C/
_____________________nº______________________ Piso __________ del municipio de
___________________C.P.________, con nº de teléfono ___________________ y E-Mail
______________________________________________ en nombre y representación de
___________________________________________________
según acredito
mediante
___________________________________________________________________________
D.____________________________________________________________, mayor de
edad, con D.N.I. nº________________________________,
domicilio en la C/
_____________________nº______________________ Piso __________ del municipio de
___________________C.P.________, con nº de teléfono ___________________ y E-Mail
______________________________________________ en nombre y representación de
___________________________________________________
según acredito
mediante
___________________________________________________________________________
Por medio del presente, COMUNICAN AL AYUNTAMIENTO DE …………..:
1.Que
el
primero
era
titular
del
establecimiento
denominado_________________________ sito en la C/
nº_____ de
este municipio, destinado a la actividad de
para lo que obtuvo
licencia de apertura nº
de fecha
Asimismo, tramitó y obtuvo licencia de
actividad nº
de fecha
(sólo en caso de actividades
____________________________________________________
_______________________________________:____________________,
______________
___________
____________________________.
_______________________________________:____________________
sometidas a la Ley 17/2006, de 11 de diciembre, de Control Ambiental Integrado).
2.- Que ha transmitido al segundo, el cual ha aceptado tal transmisión, la licencia que se
menciona en el apartado 1 anterior, y con efectos a la siguiente fecha:
____________________.
3.- Que el nuevo titular de la licencia ejercerá, a partir de la fecha de transmisión, la
misma actividad para la que en su día se concedió la licencia del apartado 1 anterior, bajo la
denominación ________________________________, con sujeción a las mismas
condiciones y requisitos que los fijados en la concesión de la licencia originaria que se ha
indicado en el mencionado apartado 1 de este escrito. Es decir, sin que existan modificaciones
objetivas en cuanto a tal actividad.
4.- Que, en caso de existir responsabilidades derivadas de la actividad, frente al
Ayuntamiento de _______________________, asumen las mismas, conforme al siguiente
criterio:
a)
Las que se hubieran generado por actos, hechos o causas anteriores a la fecha del
acuerdo de transmisión de la licencia, será de cuenta del primero (anterior
titular o transmitente), D.______________________________________________
b)
Las que se hubieran generado por actos, hechos o causas producidos desde el
momento el acuerdo de transmisión hasta la fecha de comunicación del tal
transmisión al Ayuntamiento al Ayuntamiento de ______________________
(fecha de entrada en el Registro de tal entidad), serán de cuenta de ambos
(anterior y nuevo titular) D.
y
D._______________________________________________________
___________________________________________________________________________________________________________
c)
Las que se generen por actos, hechos o causas producidas desde el momento de
entrada del presente escrito en el Registro del Ayuntamiento de
__________________________ y en el futuro, serán de cuenta del nuevo titular
de la licencia D.
__________________________________________________________________________________
5.- Que, a los efectos de que se tenga por transmitida la licencia de su anterior titular a
favor del nuevo, y con el fin de que se tengan por acreditados los requisitos subjetivos del
nuevo titular, se acompaña al presente escrito la siguiente documentación:
a)
Copia en la Declaración Censal (modelo 036), donde figure el local afecto a la
actividad.
b)
Carnet de Manipulador de Alimentos (sólo para actividades relacionadas con la
manipulación de alimentos ó bebidas).
c)
Copia del contrato de arrendamiento o de la escritura de compra-venta del
inmueble, o titulo en que se concretan los derechos de uso del mismo.
d)
Plano de situación y croquis o plano del local.
e)
Medidas de seguridad mediante la autorización otorgada por la Delegación del
Gobierno previo el informe de la Jefatura Superior de Policía de Cantabria,
conforme establece el R.D. 2.364/94 (en el caso de Bancos, Cajas de Ahorro y
demás entidades de crédito, joyerías, platerías, galerías de arte, tienda de
antigüedades, estaciones de servicio, unidades de suministro de combustible y
carburantes, oficinas de farmacia, administraciones de lotería, despachos de
apuestas, mutuas y establecimientos de juego), para aquellas actividades que no
dispusieran de las mismas, en la licencia originaria.
f)
Copia de la escritura de constitución de Sociedad, estatutos, escritura simple (si el
nuevo titular fuere una sociedad civil o mercantil).
g)
Certificado Final de Obra o Instalación firmado por el técnico competente y
visado por el correspondiente Colegio (sólo si se precisara la realización de obra
mayor).
h)
Copia del Boletín de Instalaciones Eléctricas expedido por instalador
autorizado (visado por la Dirección General de Industria y Energía en Cantabria
a partir de 10 KW); expedido en un plazo inferior a un año.
i)
Copia del carnet de identidad del transmisor y del transmitente de la licencia.
j)
Justificante del pago de las tasas por transmisión:
6.- Que a los efectos de constatar que la actividad no ha variado objetivamente por causa
de la transmisión, ni por cualquier otra, con respecto a las propias condiciones en que se
concedió la licencia, me someto a las inspecciones que correspondan por parte del
Ayuntamiento de _________________________,
reseñadas.
en que se verificaran las circunstancias
7.- Que, caso de existir nuevas condiciones o necesidad de adoptar nuevas medidas
correctoras no previstas en la licencia inicial me comprometo a llevarlas a efecto en los plazos
que, conforme a Derecho, me conceda el Ayuntamiento de _____________________________.
8.- Que, si de las circunstancias actuales, no fuere posible adecuar la actividad, local o
instalación, a la normativa reguladora de los mismos, mediante medidas correctoras, la
presente comunicación de la transmisión, se entiende que no produce efectos y, por lo tanto, no
se generará derecho a indemnización alguna si, por imperativo de la normativa aplicable, no
quedara otra solución que la clausura de la actividad por no resultar posible la legalización de
la misma.
Y para que conste, y surta los efectos oportunos ante el Ayuntamiento de
……………………………, se hace la presente declaración, firmada por ambas partes,
SOLICITANDO se admita la misma, en los términos en que se encuentra redactada.
En _______________________, a______ de____________ de 200____.
Transmisor (nuevo titular),
Fdo. _______________________________
Transmitente (anterior titular),
Fdo. ____________________________
SR/A. ALCALDE/SA DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE ………………………….SERVICIO DE …………………………………………………………………………………...
-
Y/O por cualquier otro medio válido en derecho, tanto “inter vivos” como
“mortis causa”, como podría ser la propiedad del inmueble o su posesión,
documentos que, en todo caso, como hemos visto en el formulario que
antecede, servirán de gran apoyo y complemento al acto bilateral a través del
cual se acredite la transmisión
5.- Por tanto, la transmisión no está sujeta a autorización administrativa sino a
mera comunicación al Ayuntamiento para la toma de razón por éste en su registro
municipal de actividades, salvo que se hubieran efectuado modificaciones sustanciales
en la actividad. A este respecto alguna normativa autonómica, como la Ley 16/2006, de
17 de octubre, de régimen jurídico de las licencias integradas de actividad de las Illes
Balears, exige que la comunicación incorpore una declaración jurada del transmisor
donde se deje constancia de que no se han efectuado tales modificaciones sustanciales
en la actividad.
6.- El Ayuntamiento debe reconocer la transmisión sin perjuicio de que pueda
ejercer sobre la actividad las facultades que le atribuye la legislación vigente, eso sí, sin
que el mero cambio de titularidad sirve a la Administración para imponer al nuevo
titular de la licencia medidas correctoras que de otra manera no hubiera requerido.
7.- La simple obligación de comunicación de la transmisión y reconocimiento de
ésta por la Administración determina que la intervención administrativa sea mínima, por
lo que, como se establece en la STSJ de Andalucía de 21 de marzo de 1997, en los
cambios de titularidad, con carácter general, no cabrá exigir el pago de tasa alguna, pues
no se produce actividad administrativa “relevante”, sino mero cambio en los registros
municipales y, a lo sumo, comprobación rutinaria de continuación de la actividad por el
nuevo titular de la licencia, entendiéndose por actividad administrativa relevante
precisamente la comprobación municipal del cambio en las condiciones de ejercicio de
la actividad, por el paso del tiempo, por la modificación en el desarrollo de la actividad
o en el local, etc., lo que, en definitiva, dará lugar como señala SÁNCHEZ NÚÑEZ en
la obra “Licencia de apertura y su problemática”, a expedir una nueva licencia y
exacción de la tasa correspondiente.
8.- Por lo demás, la ausencia de tal comunicación impide que el anterior titular
de la licencia quede desvinculado jurídicamente de sus responsabilidades ante la
Administración, y en este sentido se pronuncia, como hemos visto, la diversa normativa
autonómica, que mayoritariamente configuran esa responsabilidad como solidaria,
aunque en ocasiones la desvinculación vendrá dada por la realidad de las cosas, como es
el caso de la extinción de la persona jurídica anterior titular de la licencia, o el paradero
desconocido de la persona física anterior titular de la licencia.
9.- No obstante lo anterior, tal ausencia de comunicación de la transmisión a la
Administración, no puede producir la caducidad de las licencias, tal y como nos
recuerda la STSJ de Castilla y León, de 26 de abril de 2004, sino que, en su caso, tal
omisión podrá determinar la incoación de un expediente sancionador si con ello se
incumple una obligación tipificada como infracción por la normativa aplicable.
El reconocimiento administrativo de la efectividad de la transmisión puede
plasmarse por parte del Ayuntamiento, en un acto administrativo que se asemejaría al
siguiente:
Exp:………………….
RESOLUCIÓN Nº …………………
Dada cuenta del escrito presentado con fecha …………………………, por
……………………………. y por …………………………., en el que comunican a este
Ayuntamiento que se ha procedido a la transmisión, por parte del / de la primero/a a
favor del / de la segundo/a, de la licencia de apertura nº ………………, concedida por
Resolución de la Alcaldía-Presidencia nº …………………, para la actividad de
………………………, sito en ……………………………….
Visto el informe emitido por ………………………………, sobre cambio de
titularidad de establecimientos o actividades comerciales y mercantiles, así como
requisitos para su transmisión.
Visto lo dispuesto en el art. 188.3 de la Ley 2/2001, de 25 de junio, de
Ordenación Territorial y Régimen Urbanístico del Suelo de Cantabria, y en el mismo
sentido, el art. 13.1 del Decreto de 17 de junio de 1.955, Reglamento de Servicios de las
Corporaciones Locales, así como en la Ley de Cantabria 17/2006, de 11 de diciembre,
de Control Ambiental Integrado y, en lo que no se oponga a ésta, en la Disposición
Transitoria Tercera del Decreto 2.414/61, de 30 de noviembre, Reglamento de
Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas.
Visto que el interesado aporta junto a la solicitud la documentación preceptiva.
En virtud de las facultades que me están conferidas por la legislación vigente,
vengo en RESOLVER:
1º.-
Entender transmitida a favor de …………………………., la licencia de
apertura nº ………….., concedida por Resolución de la Alcaldía-Presidencia nº
……………………………, a …………………………, para la actividad de
…………………………, sito en ……………………………, y que pasará con efectos
al día …………………… como licencia de apertura nº …………….
2º.-
A partir de la fecha indicada se entenderá como único titular de la licencia
………………………….., por lo que el régimen de responsabilidades que
pudieran existir por el desarrollo de la actividad frente a este Ayuntamiento, se
entenderán conforme a lo señalado en el escrito de comunicación de
transmisión de la licencia, presentado ante este Ayuntamiento con fecha de
registro de entrada ……………………..
3º.-
La transmisión de la licencia no implicará modificación objetiva en cuanto a la
actividad y a los requisitos o condiciones establecidos para la misma, si bien
dicha transmisión se entiende efectiva siempre que se reúnan las condiciones
exigidas por las normas legales y reglamentarias actualmente vigentes o
siempre que, no reuniéndolas, se adopten las medidas correctoras que
posibiliten su adecuación.
4º.-
Por los Servicios Técnicos Municipales se procederá a comprobar las
condiciones del establecimiento y actividad, con el fin de constatar lo dispuesto
en el punto anterior.
5º.-
A efectos del funcionamiento de la actividad en las mismas condiciones
objetivas que las fijadas en la licencia de apertura originaria, se cita como
tales condiciones, las siguientes:
6º.-
Todo ello sin perjuicio de las autorizaciones y controles que puedan
corresponder a otros Organismos de la Administración, tanto para la puesta en
funcionamiento de la actividad como para su posterior desarrollo.
7º.-
Notifíquese en forma, la presente Resolución a los interesados, y dése cuenta a
los Servicios de ………………………………., y a la Comisión Regional de
Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas, a ésta última en
cumplimiento de lo dispuesto en el art. 6 de la Orden de 10 de marzo de 1963.
Esta Resolución pone fin a la vía administrativa, según se establece en el art.
52.2 de la Ley 7/85 de 2 de abril. Por lo que, con arreglo a la legislación vigente contra
el mismo puede Ud. interponer los siguientes RECURSOS:
1.- DE REPOSICIÓN.- Con carácter potestativo, según lo señalado en la Ley
30/92, de 26 de Noviembre, a interponer en el plazo de un mes contado a partir del día
siguiente a la notificación de esta Resolución y ante el mismo órgano que hubiere
dictado el acto impugnado.
2.- CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO.- Ante el Juzgado de ContenciosoAdministrativo, con sede en Santander, en el plazo de dos meses contados desde el día
siguiente a la notificación de esta Resolución o de la resolución expresa del recurso
Potestativo de Reposición. Si la resolución del recurso de reposición no fuese
notificada en el plazo de un mes a contar desde la presentación del mismo, el recurso
contencioso-administrativo podrá interponerse en el plazo de seis meses contados
desde el día siguiente a aquel en que se produzco la finalización del plazo de un mes
establecido para la notificación de la resolución del recurso de reposición.
Si fuese interpuesto recurso Potestativo de Reposición no se podrá interponer
Recurso Contencioso-Administrativo, hasta tanto se haya resuelto expresamente aquel
o se haya producido la desestimación presunta del recurso de reposición interpuesto
por el transcurso de un mes desde su presentación sin haberse efectuado notificación de
la resolución expresa del mismo.
3.- Cualquier otro que estime procedente. (Art.58.2. Ley 4/1999).
Lo mandó y firmó, el/la Sr/a. Alcalde/sa Presidente/a, por ante mí, el
Secretario/a General, en ………………………., a ……….. de ……………….. de ……….
EL/LA ALCALDE/SA PRESIDENTE/A,
Fdo: …………………………………..
P.A.M.
EL/LA SECRETARIO/A GENERAL,
Fdo: ……………………………………..
D.5.- EXTINCIÓN DE LA LICENCIA.
Hasta estos momentos hemos venido analizando todo el proceso hasta la
obtención de una licencia de actividad o instalación y apertura o puesta en
funcionamiento y por tanto la producción de efectos jurídicos. Corresponde ahora
estudiar el lado opuesto de la moneda, la pérdida de eficacia o efectos jurídicos de la
licencia concedida, que aún tratándose el tipo de licencia de apertura, de un acto
administrativo de tracto sucesivo o continuo, por el que se establece una relación
jurídica permanente entre el titular de la licencia y la Administración, y aún no siendo
frecuente los casos en que tiene lugar, no por ello queda invalidada toda posibilidad de
extinción o pérdida de eficacia de la licencia, ya que no estamos –como se recoge en la
STS de 4/2/1986- ante derechos consolidados irreversibles, por lo que, la
Administración en ejercicio de la acción de policía que tiene atribuida y a favor del
interés público, puede extinguir las licencias en los supuestos legalmente previstos.
Cuestión distinta será si la extinción de la licencia debe ser compensada
económicamente o no, cuestión a la que también aludiremos, así como el procedimiento
que ha se seguirse por la Administración para extinguir las licencia, aspecto al que
también nos referiremos a continuación.
Así, el art. 16 RSCCLL regula los supuestos de extinción de las licencias, cuales
son: resolución (ineficacia en palabras de dicho precepto), revocación, y anulación, a los
que habría que añadir un cuarto supuesto de extinción, como es la caducidad. Veamos
todos ellos:
-
RESOLUCIÓN (ineficacia).
Establece el apartado 1 del art. 16 RSCCLL que: “Las licencias quedarán sin
efecto si se incumplieren las condiciones a que estuvieren subordinadas”. En los
mismos términos se pronuncia el art. 46.1 R.D. 2816/1982, de 27 de agosto, por el que
se aprobó el Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades
Recreativas –REP-.
Por tanto, aquí se encuentra el primero de los conceptos de posible extinción de
una licencia de apertura, denominada por la doctrina “revocación-sanción”, es el
incumplimiento de las condiciones fijadas (expresamente) en el acto de concesión (ej.
funcionamiento de la actividad epígrafe “bar de categoría especial” –pub- con puertas y
ventanas cerradas; o de la actividad epígrafe “otros cafés y bares” –bar, cafetería, etc-,
sin música; o como resolvió la STS de 1/12/1980, que confirmó la anulación de la
licencia de autoescuela por funcionar por tiempo superior a un mes con un solo profesor
exigiéndose por la normativa un mínimo de dos profesores), y no solo éstas, sino
también, por el incumplimiento de las condiciones llamadas “condiciones iuris”
(condiciones de derecho), que son aquellas que aún no expresadas en el acto
administrativo de otorgamiento de la licencia, vienen recogidas en el ordenamiento
jurídico de aplicación y que se entienden contenidas implícitamente en aquél a modo de
contenido natural de la licencia (ej. normativa sanitaria: en este sentido, no es
infrecuente en los últimos tiempos ver como se producen en algunos establecimientos
incautaciones de productos caducados; normativa de protección de los menores; etc.).
No nos encontramos ante una medida sancionadora sino ante la simple aplicación del
ordenamiento jurídico, y es que, debe concluirse, como la hace el TS, entre otras en la
STS de 17/07/2000, que no todo acto administrativo desfavorable constituye una
sanción, y eso es lo que sucede en las licencias sometidas a condiciones, que su
incumplimiento faculta a los Ayuntamientos para revocar la autorización.
El TS se ha manifestado en diversas ocasiones sobre la extinción de las licencias
por incumplimiento de condiciones, cuando se ejerce una actividad no amparada por la
autorización otorgada –ej. alquiler de motocicletas y ciclomotores STS 25/11/1991;
venta de bebidas alcohólicas y otros productos STSJ Andalucía 4/12/2000; actividad de
prostitución en café-teatro STSJ País Vasco 20/05/2003; etc.-
REVOCACIÓN (declaración de lesividad).
Continúa el art. 16.1 RSCCLL que procederá la aplicación de esta figura
jurídica, “cuando desaparecieran las circunstancias que motivaron su otorgamiento o
sobrevinieran otras que, de haber existido a la sazón, habrían justificado la denegación”,
y podrán serlo “cuando se adoptaren nuevos criterios de apreciación”. El art. 46.2 REP
contempla con causa revocatoria la variación sustancial de las características,
condiciones, servicios e instalaciones del local, de forma que se pongan en peligro la
higiene y seguridad pública o de las personas que accedan a o presten sus servicios en el
mismo.
En cualquier caso, no nos referimos aquí a la figura revocatoria en el sentido
regulado en el art. 105.1 LRJ-PAC, que la prevé para actos administrativo desfavorables
o de gravamen, que no es el caso:
“Artículo 105. Revocación de actos y rectificación de errores.
1. Las Administraciones Públicas podrán revocar en cualquier momento sus actos de gravamen
o desfavorables, siempre que tal revocación no constituya dispensa o exención no permitida por
las leyes, o sea contraria al principio de igualdad, al interés público o al ordenamiento
jurídico.”
Sea como fuere, como es de ver, son varias las circunstancias revocatorias que
prevé el precepto, a saber:
1.- Revocación obligatoria o preceptiva.- Contempla dos supuestos:
1.1.- Desaparición de las circunstancias que motivaron el otorgamiento
de la licencia.
1.2.- Aparición de otras circunstancias nuevas que, de haber existido en
el momento del otorgamiento de la licencia, hubieran determinado su
denegación (ej. revocación de licencia por haber sido edificada parte de
la superficie de un solar hasta entonces dedicado a almacén, pasando a
ser peligrosa la actividad -STS 2/4/1986-).
2.- Revocación voluntaria o potestativa.- Por la adopción por parte de la
Administración, de nuevos criterios de apreciación (ej. retirada de una
licencia de terraza a un bar y concesión de otra idéntica a otro bar por estar
situada la terraza frente a la línea de fachada de este último –STS de
30/10/1984-). Debe tenerse en cuenta que la privación de efectos jurídicos de
una licencia basada en esta causa supondrá para la Administración el
resarcimiento de los daños y perjuicios que con ello pudiera ocasionar al
titular de la licencia revocada (art. 16.3 RSCCLL), cuestión que deberá ser
acordada al tiempo que se declara la revocación, en otro caso la revocación
será improcedente e ilegal –entre otras muchas, la STS 19/09/83-. No será la
materia indemnizatoria una cuestión baladí para el Ayuntamiento que
pretenda revocar una licencia; así, la cuantía de la indemnización estará en
función de los efectos jurídicos de la revocación:
- Si la revocación supone la imposibilidad de seguir ejerciendo la actividad,
de forma que suponga su extinción, implicará una indemnización a
determinar que compense el sacrificio patrimonial que lleva consigo tal
extinción.
- Si, por el contrario, la pérdida de la licencia no supone la imposibilidad de
continuar la industria en otro emplazamiento, la compensación incluirá los
llamados “gastos de traslado”, que la STS de 19/06/1991 concretó en:
· El precio de adquisición en traspaso del nuevo local o la diferencia de
renta entre el antiguo y el nuevo local, o incluso en ambos conceptos.
· La indemnización al personal por el tiempo de inactividad.
· La pérdida de clientela.
· La pérdida de beneficios.
· Los gastos de traslado.
· Y los gastos de la nueva apertura.
Sin duda que, la suma de la cuantía indemnizatoria, en la mayor parte de las
ocasiones, hará que el Ayuntamiento se piense muy mucho la oportunidad de revocar
licencias.
No quiero dejar de referirse a la siguiente advertencia realizada por la STS de
5/07/1993, en cuanto al momento en que strictu sensu cabe hablar y emprender un
procedimiento revocatorio de una licencia, que “solo podrá llevase a cabo cuando la
licencia hubiera adquirido firmeza”, por tanto, no podremos hablar de revocación, y lo
que quizás sea más importante tanto para el Ayuntamiento como para el interesado, no
podremos hablar de efectos indemnizatorios, cuando la licencia concedida se deje sin
efecto por virtud de la estimación de un recurso de reposición planteado contra el acto
administrativo que resolvió su otorgamiento, es decir, antes de haber ganado firmeza.
En cuanto al procedimiento a seguir para revocar licencia, será el prevenido en
el art. 103 LRJ-PAC, con la declaración de lesividad de la licencia, y ello por constituir
la licencia un acto administrativo favorable para el interesado:
“Artículo 103. Declaración de lesividad de actos anulables.
1. Las Administraciones públicas podrán declarar lesivos para el interés público los actos
favorables para los interesados que sean anulables conforme a lo dispuesto en el artículo 63 de
esta Ley, a fin de proceder a su ulterior impugnación ante el orden jurisdiccional contenciosoadministrativo.
2. La declaración de lesividad no podrá adoptarse una vez transcurridos cuatro años desde que
se dictó el acto administrativo y exigirá la previa audiencia de cuantos aparezcan como
interesados en el mismo, en los términos establecidos por el artículo 84 de esta Ley.
3. Transcurrido el plazo de tres meses desde la iniciación del procedimiento sin que se hubiera
declarado la lesividad se producirá la caducidad del mismo.
4. Si el acto proviniera de la Administración General del Estado o de las Comunidades
Autónomas, la declaración de lesividad se adoptará por el órgano de cada Administración
competente en la materia.
5. Si el acto proviniera de las entidades que integran la Administración Local, la declaración de
lesividad se adoptará por el Pleno de la Corporación o, en defecto de éste, por el órgano
colegiado superior de la entidad. (Artículo redactado según Ley 4/1999, de 13 de enero)”.
-
ANULACIÓN.
Finalmente, el apartado 2 del art. 16 RSCCLL se refiere a posibilidad de anular
las licencias siendo restituidas las cosas al ser y estado primitivo cuando resultaren
otorgadas erróneamente. Por tanto, es el error de derecho en la concesión de la licencia
el que habilita a la Administración a iniciar un procedimiento de revisión de oficio para
anular la licencia concedida. Quiero incidir en que el error habrá de de ser de derecho
(“error iuris”)¸ y no error de hecho (“error facti”), incluidos los errores materiales o
aritméticos, ya que todos estos pueden ser rectificados por la Administración en
cualquier momento, de oficio o a instancia de los interesados (art. 105.2 LRJ-PAC):
“Artículo 105. Revocación de actos y rectificación de errores.
1…………………………………………………………………………………………………………………
2. Las Administraciones Públicas podrán, asimismo, rectificar en cualquier momento, de oficio
o a instancia de los interesados, los errores materiales, de hecho o aritméticos existentes en sus
actos. (Artículo redactado según Ley 4/99, de 13 de enero)”.
Por su parte, la anulación de un acto administrativo (en nuestro caso, la licencia
de apertura), en base a un error de derecho en el mismo, deberá encauzarse a través del
procedimiento previsto en el art. 102 LRJ-PAC, para el caso de que dicho error de
derecho fuera determinante de un acto administrativo nulo e pleno derecho, o a través
del precitado art. 103 LRJ-PAC, para cuando el error de derecho contenido en la
licencia, sea constitutivo de un acto administrativo anulable. Visto el contenido de dicho
art. 103 LRJ-PAC, los términos en que se pronuncia el antecedente art. 102 LRJ-PAC
son los siguientes:
“Artículo 102. Revisión de disposiciones y actos nulos.
1. Las Administraciones Públicas, en cualquier momento, por iniciativa propia o a solicitud de
interesado, y previo dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente
de la Comunidad Autónoma, si lo hubiere, declararán de oficio la nulidad de los actos
administrativos que hayan puesto fin a la vía administrativa o que no hayan sido recurridos en
plazo, en los supuestos previstos en el artículo 62.1.
2. Asimismo, en cualquier momento, las Administraciones públicas de oficio, y previo dictamen
favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma si
lo hubiere, podrán declarar la nulidad de las disposiciones administrativas en los supuestos
previstos en el artículo 62.2.
3. El órgano competente para la revisión de oficio podrá acordar motivadamente la inadmisión
a trámite de las solicitudes formuladas por los interesados, sin necesidad de recabar dictamen
del Consejo de Estado u órgano consultivo de la Comunidad Autónoma, cuando las mismas no
se basen en alguna de las causas de nulidad del artículo 62 o carezcan manifiestamente de
fundamento, así como en el supuesto de que se hubieran desestimado en cuanto al fondo otras
solicitudes sustancialmente iguales.
4. Las Administraciones Públicas al declarar la nulidad de una disposición o acto, podrán
establecer, en la misma resolución, las indemnizaciones que proceda reconocer a los
interesados, si se dan las circunstancias previstas en los artículos 139.2 y 141.1 de esta Ley; sin
perjuicio de que, tratándose de una disposición, subsistan los actos firmes dictados en
aplicación de la misma.
5. Cuando el procedimiento se hubiera iniciado de oficio, el transcurso del plazo de tres meses
desde su inicio sin dictarse resolución producirá la caducidad del mismo. Si el procedimiento se
hubiera iniciado a solicitud de interesado, se podrá entender la misma desestimada por silencio
administrativo. (Artículo redactado según Ley 4/1999, de 13 de enero)”
En este mismo sentido se pronuncia la jurisprudencia; así la STS de 15/10/1988
indicaba que la anulación de la licencia de distribución y venta de vídeo-películas por
error en su concesión, no imputable al administrado, se halla sujeta a la previa
declaración de lesividad; o la STS de 18/09/1987, sobre la concesión de dos licencia
para la instalación de quioscos de prensa dentro de la misma calle a una distancia
inferior a la establecida por la normativa reguladora de la actividad, error de derecho
que solo será subsanable mediante los procedimientos revisorios establecidos en los
preceptos citados más arriba.
Al igual que la revocación basada en la adopción de nuevos criterios de
apreciación por la Administración, la anulación por error de derecho también
comportará el resarcimiento de los daños y perjuicios que se causaren (art. 16.3
RSCCLL), en los términos cuantitativos que hemos estudiado con ocasión de la
revocación de licencias basada en motivos de oportunidad. Me remito igualmente allí en
cuanto al momento en que debe entenderse que estamos ante un procedimiento revisorio
de anulación de la licencia y que hace nacer la consecuencia indemnizatoria.
-
CADUCIDAD.
Instrumento jurídico más propio del ámbito urbanístico no por ello inaplicable a
las licencias de actividad y apertura cuando transcurrido un determinado plazo (el que
señale cada norma) la actividad para la que se concedió la licencia de apertura no
hubiera comenzado a ejercerse o, desarrollándose la misma, se paralizara su ejercicio.
En este sentido, la STS de 17/12/1981, en relación con una fábrica de pan que estuvo
inactiva durante seis años, iniciándose de nuevo la actividad, habiéndose sustituido
además la maquinaria de producción por una más moderna.
Se trata de un supuesto previsto en la normativa estatal en el art. 47.2 del REP, si
bien según alguna sentencia judicial, como por ejemplo, la STSJ Cataluña de
14/10/1997, no regula la caducidad de la licencia de actividad propiamente dicha, sino
un supuesto de “ineficacia de apertura o de puesta en funcionamiento”, que obliga al
propietario del local o el empresario a solicitud su reconocimiento previo, antes del
inicio o la reanudación de sus actividades, no así a obtener una nueva licencia siguiendo
todo el complejo procedimiento administrativo analizado más atrás. Efectivamente,
veamos los términos en que se pronuncia dicho art. 47.2 REP: “En los supuestos de
inactividad a que se refiere el apartado anterior, se entenderá que la licencia de
apertura y funcionamiento queda sin efecto a los seis meses contados desde el
otorgamiento o desde el comienzo de la inactividad, debiendo el propietario del local o
el empresario solicitar su reconocimiento previo, antes del inicio o la reanudación de
sus actividades”.
La normativa autonómica también comienza a acoger esta figura de forma
expresa, caso por ejemplo de la Ley de Prevención Ambiental de Castilla y León, que
fija el plazo de inactividad en dos años. La Ley de Espectáculos Públicos y Actividades
Recreativas del País Vasco y la de la Comunidad Valenciana (ésta con alguna
matización), siguiendo ambas a su homóloga estatal, prevé un plazo de seis meses de
inactividad en el local como determinante de la suspensión de la vigencia de la licencia.
Otras normas autonómicas se limitan a regular de forma más genérica la cuestión,
aludiendo a la anulación y revocación de licencias.
Finalmente, también algunas Ordenanzas Municipales regulan esta figura
jurídica para producir la extinción de la licencia municipal.
La jurisprudencia se muestra restrictiva en la aplicación “automática” de la
caducidad de las licencias, por lo que no bastará con la simple inactividad, sino que
habrá de incoarse el correspondiente expediente administrativo en el que se dé audiencia
al interesado y además se realice una ponderada valoración de los hechos,
circunstancias concurrentes en cada caso y forma en que los acontecimiento sucedan,
especialmente cuando éstos sean indicativos de una inequívoca voluntad de no
abandonar el proyecto por parte del titular de la licencia (STSJ País Vasco de
30/12/2002), siendo al Alcalde a quien corresponde declarar la caducidad, pues aunque
no se disponga normativamente de forma expresa, es a éste a quien compete ordenar la
retirada temporal o definitiva de licencias conforme establecen, por un lado el art. 38
RAMINP, por otro el art. 41 del ROF, y en fin, por otro lado, los arts. 15 y 16 del
RSCCLL. (STS 12/02/2002).
D.6.- ACTIVIDADES SIN LICENCIA.
De todo lo hablado hasta estos momentos, una primera conclusión ha debido
quedar clara, cual es que cualquier actividad sujeta a licencia municipal, ya sea ésta de
apertura o clasificada, debe obtener la misma para poder funcionar, pues en otro caso
estaremos ante lo que la jurisprudencia denomina actividad “clandestina”, situación
frecuente al dictado del RAMINP y que obligó a incorporar en su texto una Disposición
Transitoria, la Primera, que se refería expresamente a este tipo de actividades y se
imponía la obligación de legalizarse en el plazo de dos meses, mediante la presentación
de la correspondiente solicitud de licencia ante el Ayuntamiento correspondiente. Otras
cosa es que, citada disposición transitoria primera del RAMINP haya conseguido el
objetivo perseguido, que no era otro que regularizar todas las actividades carentes de
licencia municipal, ya que la realidad dicta otra cosa, y es que quizá por la complejidad
de los procedimientos administrativos a los que se ven sometidos los interesados, esta
situación, aunque en menor medida, continúa en nuestros días. Tanto es así que alguna
normativa autonómica relativamente reciente refieren algún precepto a la regulación de
esta realidad, caso de la Ley 11/2003, de 8 de abril, de Prevención Ambiental de Castilla
y León o de la Ley Foral de Navarra 4/2005, de 22 de marzo, de Intervención para la
Protección Ambiental, sin perjuicio de que todas las normativas contemplen dentro de
su régimen sancionador, como una infracción, el funcionamiento sin autorización o
licencia.
La jurisprudencia también ha tenido ocasión de manifestarse sobre las
actividades que funcionan sin licencia, y siguiendo de nuevo a ANTONIO CANO
MURCIA, resumimos ésta:
1º.- La clausura de una actividad sin licencia no es una sanción –STS
17/07/1989-.
2º.- Salvo peligro o riesgo, es necesario conceder trámite de audiencia al
interesado con carácter previo a decretar la clausura de una actividad –STS 28/11/1988-.
3º.- El procedimiento para la legalización de actividades es el mismo previsto
para la iniciación de una actividad, por tanto, no pueden ser eludidos ninguno de sus
trámites.
4º.- La carencia de licencia municipal no puede ser suplida:
- Ni por el transcurso del tiempo.
- Ni por la tolerancia municipal.
- Ni por el pago de tasas e impuestos municipales.
- Ni siquiera por disponer de otras autorizaciones administrativas.
Sobre este último apartado, entre otras muchas, STS de 13 de febrero de 1989.
E) ESPECIAL REFERENCIA A LA LEY DE CANTABRIA 17/2006, DE 11 DE
DICIEMBRE DE CONTROL AMBIENTAL INTEGRADO –LCAI-:
E.1.- ANTECEDENTES.
Como expresa el propio Preámbulo de la LCAI, ésta es la respuesta a la
constante preocupación, en especial durante los últimos años, de la ciudadanía, y por
ende, también política, por la protección del medio ambiente. En este último ámbito, el
político, el impulso definitivo ha venido de la mano de la Unión Europea
Una acción ambiental que halla su fundamento en numerosos textos normativos
de carácter interno, pero que acabó por adquirir decidido protagonismo a partir del
impulso derivado de las políticas comunitarias, ya que, aunque los textos originarios de
los Tratados fundacionales de las Comunidades Europeas no contenían previsiones
específicas sobre el medio ambiente, no obstante lo cual, la Comunidad empezó a gestar
una política ambiental que adquiere autonomía, primero con el Acta Única, de 1986, y
definitivamente en las reformas llevadas a cabo en el Tratado de Maastricht, de 1992,
del que trae causa el Título XIX de la Tercera Parte del Tratado de Roma (actuales
artículos 174 a 176), que plasman y definen títulos competenciales específicos.
La política ambiental debe inspirarse en una serie de principios ambientales,
entre éstos, el principio de prevención, siendo preferible la acción y el control
anticipados que la reparación.
Y es aquí donde surgen diversas técnicas ambientales previas, como son la
autorización ambiental integrada, la evaluación ambiental o la comprobación ambiental.
Es precisamente en base a dichos títulos competenciales específicos a favor de la
Unión Europea, por los que ésta ha venido aprobando numerosas Directivas, entre las
que pueden ser destacadas por lo que afecta a la LCAI, las siguientes:
-
Directiva 85/337, de 27 de junio de 1985, sobre evaluación de las
repercusiones de determinados proyectos públicos y privados sobre el medio
ambiente, modificada por la Directiva 97/11, de 3 de marzo de 1997 y por la
Directiva 2003/35, de 26 de mayo de 2003. Aquélla fue traspuesta al
ordenamiento interno por R.D. Legislativo 1302/1986, de 28 de junio, y las
modificaciones en dicha directiva, lo fueron respectivamente por R.D. – Ley
9/2000, de 6 de octubre, y Ley 6/2001, de 8 de mayo.
-
Directiva 96/61, del Consejo, de 24 de septiembre de 1996, relativa a la
prevención y control integrado de la contaminación, traspuesta por la Ley
16/2002, de 1 de julio, de Prevención y Control Integrados de la
Contaminación.
-
Finalmente, la Directiva 2001/42, de 27 de junio de 2001, relativa a la
evaluación de los efectos de ciertos planes y programas en el medio
ambiente, ha sido traspuesta recientemente por el Estado, dictando la Ley
9/2006, de 28 de abril, sobre evaluación de los efectos de determinados
planes y programas sobre el medio ambiente, aunque sin embargo algunas
Comunidades Autónomas habían dictado normas autonómicas, en uso de una
conocida jurisprudencia constitucional, incorporando a su ámbito territorial
el contenido de dicha Directiva.
-
O la Directiva 2001/42, del Parlamento y del Consejo, de 27 de junio de
2001, relativa a la evaluación de los efectos de ciertos planes y programas en
el medio ambiente.
Recuérdese que, a nivel interno, en nuestro ordenamiento jurídico, el art. 45.1
C.E. establece como principio rector de la política social y económica, el derecho a
disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el
deber de conservarlo.
Por su parte, el apartado 2 encomienda a los poderes públicos velarán por la
utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la
calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la
indispensable solidaridad colectiva.
La referencia constitucional a los poderes públicos debe incluir no solo al
Estado, sino también a las Comunidades Autónomas y a las Entidades Locales. Ahora
bien, es al Estado al que corresponde el dictado de la legislación básica sobre protección
del medio ambiente (art. 149.1.23ª C.E.), relegando a las CC.AA. la promulgación de la
normativa de desarrollo.
Es ésta la línea de actuación llevada a cabo por la Comunidad Autónoma de
Cantabria en base a la asunción a través del art. 25.7 del Estatuto de Autonomía, de las
competencias para el desarrollo legislativo y ejecución de la protección del medio
ambiente y de los ecosistemas, que nuestra autonomía tradujo inicialmente en el
Decreto 50/1991, de 29 de abril, de Evaluación de Impacto Ambiental para Cantabria;
modificado por Decreto 77/1996, de 8 de agosto y por Decreto 38/1999, de 12 de abril,
para cambiar parcialmente el anexo de proyectos e instalaciones sujetos a evaluación
ambiental y que la STSJ de Cantabria de 4/04/2002, anuló en lo relativo a la sujeción a
evaluación ambiental en particular de los planes de urbanismo, por incidir en el derecho
de propiedad y, consecuentemente, estar reservado a una norma con rango de ley.
Posteriormente se citó la ley de Cantabria 2/2001, de 25 de junio, de Ordenación
Territorial y Régimen Urbanístico del Suelo, que si bien no sometió expresamente a
evaluación ambiental los planes territoriales y urbanísticos, sí que lo dejaba entrever de
forma implícita.
Es la Ley de Cantabria 5/2002, de 24 de julio, de Medidas Cautelares
Urbanísticas en el Ámbito del Litoral, la que de forma expresa se encargó de someter a
evaluación ambiental, los instrumentos de planificación territorial y urbanística, ahora
sí, mediante cobertura con rango de ley. Con ello se dio cumplimiento a la Directiva
2001/42, de 27 de junio,
Como continúa diciendo el propio Preámbulo de la LCAI, ésta era, en síntesis, la
situación de la Comunidad Autónoma en 2006, caracterizada por la escasa normativa
autonómica y, por tanto, siendo de aplicación directa la legislación estatal constituida
por la mencionada Ley 16/2002, de 1 de julio, y como no, por el antiquísimo Decreto
2414/1961, de 30 de noviembre, Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres,
Nocivas y Peligrosas –RAMINP-, razones todas ellas que avalaron la aprobación de la
Ley 17/2006, de 16 de diciembre, de Control Ambiental Integrado –LCAI-, cuyo objeto
anunciado en el propio Preámbulo y expresado concretamente en su art. 1, es establecer
un sistema de control ambiental integrado en relación con los planes, programas,
proyectos, instalaciones y actividades susceptibles de incidir en la salud y seguridad de
las personas y sobre el ambiente.
La LCAI, sin perjuicio del régimen transitorio que veremos a continuación, ha
venido a derogar en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Cantabria:
1º.- Como ocurre con cualquier otra norma, cuantas disposiciones de igual o
inferior rango se opongan a lo dispuesto en ella.
2º.- Y en particular el mencionado Decreto 50/1991, de 29 de abril, de
Evaluación del Impacto Ambiental para Cantabria y el art. 2 y D.T. 1ª y 2ª de la también
mentada Ley 5/2002, de 24 de julio, de Medidas Cautelares Urbanísticas en el Ámbito
del Litoral, de Sometimiento de los Instrumentos de Planificación Territorial y
Urbanística a Evaluación Ambiental y de Régimen Urbanístico de los Cementerios,
amén del Decreto de Cantabria 127/2005, de 14 de octubre, que designa el órgano
competente para otorgar la autorización ambiental integrada y crea la Comisión de
Prevención y Control Integrados de la Contaminación.
3º.- Además, la Disposición Adicional Tercera declara inaplicación directa en el
ámbito territorial de la Comunidad Autónoma de Cantabria, del Decreto 2414/1961, de
30 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Actividades Molestas,
Insalubres, Nocivas y Peligrosas –RAMINP-. Lo cual no significa, como así sucede y
ha sido suficientemente informado desde el punto de visto jurídico, que se aplique el
RAMINP de forma supletoria en tanto en cuanto no se cumple con el mandato impuesto
al Consejo de Gobierno de Cantabria por la propia LCAI a través de su Disposición
Final Primera, apartado 2, en cuanto al dictado del Reglamento de desarrollo y
aplicación de la ley en el plazo de los tres meses siguientes a la publicación que, como
es de ver, se encuentra suficientemente superado, sin que hasta la fecha haya visto la luz
el mismo, sino tan solo un borrador, el analizado a lo largo de esta obra pero, como es
comprensible, sin ningún valor jurídico.
E.2.- VIGENCIA Y RÉGIMEN TRANSITORIO.
La LCAI entró en vigor, de acuerdo con su Disposición Final Segunda, el día
siguiente al de su publicación en el BOC, que tuvo lugar en el nº 243, de fecha 21 de
diciembre de 2006. Por tanto, citada ley es de aplicación desde el 22/12/2006, sin
perjuicio de lo cual, habrá que estar, por un lado, a lo dispuesto en la Disposición
Adicional Tercera, en cuanto a la inevitable aplicación supletoria del RAMINP en
materia de procedimiento, y por otro lado, al siguiente régimen transitorio previsto en la
propia LCAI:
Disposición Transitoria primera. Actividades e instalaciones preexistentes.
1. A las instalaciones o actividades que estén en funcionamiento a la fecha de entrada en vigor
de la presente Ley y que carezcan de la autorización ambiental integrada exigible con arreglo a
la misma, les será de aplicación lo previsto en la disposición transitoria primera de la Ley
16/2002, de 1 de julio, de Prevención y Control Integrado de la Contaminación.
2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado anterior, las instalaciones o actividades que en la
fecha de entrada en vigor de la presente Ley estuvieran en funcionamiento sin haberse efectuado
la evaluación de impacto ambiental exigible con arreglo a la legislación vigente en su momento,
deberán presentar un estudio de impacto ambiental dentro de los seis meses siguientes a la fecha
mencionada.
A las instalaciones o actividades citadas en el párrafo anterior, que hubieren presentado su
estudio de impacto ambiental en el plazo establecido anteriormente, se las emitirá la
correspondiente declaración de impacto ambiental en el plazo previsto para la tramitación de la
misma establecido en el articulado de la presente Ley. Si no se hubiera emitido en plazo la
declaración, las instalaciones o actividades podrán seguir en funcionamiento hasta que dicho
acto se emita y notifique al interesado.
3. En el plazo de los cuatro años siguientes a la entrada en vigor de la presente Ley los servicios
ambientales comprobarán que todas las instalaciones o actividades que carezcan del acta de
conformidad ambiental y para las que las Administraciones locales hayan expedido licencia de
apertura o funcionamiento, disponen de las condiciones necesarias para garantizar la
protección de las personas, sus bienes y el ambiente y satisfacen los valores límites de emisión y
las medidas preventivas, de control o de garantía, que sean procedentes conforme a lo previsto
en el artículo 32 de esta Ley. Una vez comprobada la efectividad de estas medidas, se expedirá
la correspondiente acta de conformidad ambiental.
Transcurridos cuatro años desde la entrada en vigor de la presente Ley no podrán seguir en
funcionamiento las instalaciones o actividades anteriormente citadas que no hayan obtenido el
acta de conformidad ambiental.
Disposición Transitoria segunda. Procedimientos en tramitación.
Los procedimientos para la evaluación de impacto ambiental o para la obtención de la
autorización ambiental integrada o de las licencias para la realización de actividades o el
establecimiento y funcionamiento de actividades contempladas en esta Ley que se hubieren
iniciado con anterioridad a su entrada en vigor, se tramitarán y resolverán conforme a lo
previsto en la normativa vigente a la fecha de su iniciación.
Disposición transitoria tercera. Planeamiento territorial y urbanístico en tramitación.
Los instrumentos de planeamiento territorial y urbanístico que se hallen en tramitación a la
entrada en vigor de la presente Ley y ya se hubieren aprobado inicialmente deberán contar con
la correspondiente evaluación de impacto ambiental. Si no se hubiera presentado el informe de
impacto ambiental que se encontraba regulado en la legislación anterior, se elaborará un
estudio de sostenibilidad que se someterá a la consideración de la autoridad ambiental para que
exprese su parecer antes de la aprobación provisional del plan por el órgano competente.
Disposición Transitoria cuarta. Irretroactividad.
Las infracciones y sanciones se regirán en cuanto a su procedimiento y a los plazos de
prescripción por la legislación aplicable en el momento en que se cometió la infracción, sin
perjuicio de la retroactividad de la disposición más favorable para la persona infractora.
E.3.- CONCEPTOS BÁSICOS.
Como sucede en los últimos tiempos, la LCAI no es aneja a la práctica
normativa de establecer las definiciones correspondientes a los principales conceptos
técnicos y / o jurídicos específicos, según la materia que se trate, tendencia que, por lo
demás, es de agradecer pensando en el ciudadano neofito en estas lides, que en algún
momento tiene que acercarse a la respectiva legislación. En el caso de la LCAI, tales
definiciones se encuentran contenidas en el art. 2, siendo las siguientes:
a) Actividad.- Explotación de una industria o servicio, establecimiento, instalación o, en
general, cualquier actuación susceptible de afectar de forma significativa al medio ambiente.
b) Autoridad competente sustantiva.- Aquella que, conforme la legislación aplicable al proyecto
de que se trate, ha de conceder la autorización para su realización.
c) Contaminación.- La introducción directa o indirecta, mediante la actividad humana, de
sustancias, vibraciones, calor o ruido en la atmósfera, el agua o el suelo, que puedan tener
efectos perjudiciales para la salud humana o la calidad del medio ambiente, o que puedan
causar daños a los bienes materiales o deteriorar o perjudicar el disfrute y otras utilizaciones
legítimas del medio ambiente.
d) Emisión.- La expulsión a la atmósfera, al agua o al suelo de sustancias, vibraciones, calor o
ruido procedentes de forma directa o indirecta de fuentes puntuales o difusas de la instalación.
e) Estudio de impacto ambiental.- Es el documento técnico que debe presentar el titular del
proyecto, y sobre la base del que se produce la declaración de impacto ambiental. Este estudio
deberá identificar, describir y valorar de manera apropiada, y en función de las
particularidades de cada caso concreto, los efectos notables previsibles que la realización del
proyecto produciría sobre los distintos aspectos ambientales (efectos directos e indirectos;
simples, acumulativos o sinérgicos; a corto, a medio o a largo plazo; positivos o negativos,
permanentes o temporales, reversibles o irreversibles, recuperables o irrecuperables, periódicos
o de aparición irregular, o continuos o discontinuos).
f) Informe de sostenibilidad.- Informe elaborado por el promotor en el que se identifican,
describen y evalúan los probables efectos significativos sobre el medio ambiente que puedan
derivarse de la aplicación del plan o programa, así como sus alternativas razonables.
g) Instalación.- Cualquier unidad técnica fija donde se desarrolle una o más de las actividades
enumeradas en la presente Ley, así como cualesquiera otras actividades directamente
relacionadas con aquellas que guarden relación de índole técnica con las actividades llevadas a
cabo en dicho lugar y puedan tener repercusiones sobre las emisiones y la contaminación.
h) Mejores técnicas disponibles.- La fase más eficaz y avanzada de desarrollo de las actividades
y de sus modalidades de explotación, que demuestren la capacidad práctica de determinadas
técnicas para constituir, en principio, la base de los valores límite de emisión destinados a evitar
o, cuando ello no sea posible, reducir en general las emisiones y el impacto en el conjunto del
medio ambiente y de la salud de las personas:
1º Técnicas.- A estos efectos, se entenderá por técnicas la tecnología utilizada, junto
con la forma en que la instalación esté diseñada, construida, mantenida, explotada o
paralizada.
2º Disponibles.- Las técnicas desarrolladas a una escala que permita su aplicación en
el contexto del correspondiente sector industrial, en condiciones económicas y
técnicamente viables, tomando en consideración los costes y los beneficios, tanto si las
técnicas se utilizan o producen en España, como si no, siempre que el titular pueda
tener acceso a ellas en condiciones razonables.
3º Mejores.- Las técnicas más eficaces para alcanzar un alto nivel general de
protección del medio ambiente en su conjunto y de la salud de las personas.
i) Memoria ambiental.- Es el pronunciamiento del órgano ambiental competente en el que se
analiza el informe de sostenibilidad y el proceso de evaluación seguido al objeto de integrar los
aspectos ambientales en la propuesta de plan o programa previendo los impactos significativos
de su aplicación.
j) Modificación no sustancial.- Cualquier modificación de las características o del
funcionamiento, o de la extensión de la instalación, que, sin tener la consideración de
sustancial, pueda tener consecuencias en la seguridad, la salud de las personas o el medio
ambiente.
k) Modificación sustancial.- Cualquier modificación realizada en una instalación que, en
opinión del órgano competente para otorgar la autorización ambiental integrada y de acuerdo
con los criterios establecidos en la presente Ley, pueda tener repercusiones perjudiciales o
importantes en la seguridad, la salud de las personas o el medio ambiente.
l) Proyecto.- Todo documento técnico que define o condiciona de modo necesario,
particularmente en lo que se refiere a la localización, la realización de construcciones o de
otras instalaciones y obras, así como otras intervenciones en el medio natural o en el paisaje,
incluidas las destinadas a la explotación de los recursos naturales renovables y no renovables, y
todo ello en el ámbito de las actividades recogidas en los anexos de la presente Ley.
m) Sustancia.- Los elementos químicos y sus compuestos, con la excepción de las sustancias
radioactivas reguladas en la Ley 25/1964, de 29 de abril , sobre Energía Nuclear, y de los
organismos modificados genéticamente regulados en la Ley 9/2003, de 25 de abril, por la que se
establece el régimen jurídico de la utilización confinada, liberación voluntaria y
comercialización de organismos modificados genéticamente, a fin de prevenir los riesgos para
la salud humana y el medio ambiente, y en sus correspondientes normas de desarrollo o
normativa que las sustituya.
n) Titular de la instalación.- Cualquier persona física o jurídica que explote o posea la
instalación.
ñ) Titular del proyecto o promotor.- Se considera como tal tanto a la persona física o jurídica
que solicita una autorización relativa a un proyecto privado, como a la autoridad pública que
toma la iniciativa respecto a la puesta en marcha de un proyecto.
o) Valores límite de emisión.- La masa o la energía expresada en relación con determinados
parámetros específicos, la concentración o el nivel de una emisión, cuyo valor no debe
superarse dentro de uno o varios períodos determinados. Los valores límite de emisión de las
sustancias se aplicarán generalmente en el punto en que las emisiones salgan de la instalación y
en su determinación no se tendrá en cuenta una posible dilución. En lo que se refiere a los
vertidos indirectos al agua, y sin perjuicio de la normativa relativa a la contaminación causada
por determinadas sustancias peligrosas vertidas en el medio acuático, podrá tenerse en cuenta
el efecto de una estación de depuración en el momento de determinar los valores límite de
emisión de la instalación, siempre y cuando se alcance un nivel equivalente de protección del
medio ambiente en su conjunto y ello no conduzca a cargas contaminantes más elevadas en el
entorno.
E.4.- TÉCNICAS DE CONTROL AMBIENTAL.
Como expresa el Preámbulo y posteriormente desarrolla el contenido de la Ley,
las técnicas de control ambiental que se contemplan son tres: la autorización ambiental
integrada, la evaluación ambiental y la comprobación ambiental; las dos primeras
técnicas, fruto de la imposición normativa estatal básica, en tanto que la tercera técnica
(comprobación ambiental), introducida a modo de cláusula de cierre, por lo que a ella se
sujetarán aquellas actividades que no hubieran quedado absorbidas por las dos técnicas
anteriores y puedan eventualmente afectar, siquiera sea de manera indirecta, al medio
ambiente, viniendo a sustituir en Cantabria al RAMINP.
Como señala el art. 3 del texto legal, la sujeción por parte de las actividades,
instalaciones, planes, programas y proyectos incluidos en el ámbito de aplicación de la
LCAI, a una de las tres técnicas de control ambiental descritas, se efectuará de acuerdo
con su grado de incidencia sobre el medio ambiente, la seguridad y la salud.
Las tres técnicas de control ambiental junto con el llamado registro de
actividades ambientales, forman el sistema de control ambiental integrado en Cantabria.
Registro ambiental, que como prescribe el art. 11 LCAI se llevará en la Consejería
competente en materia de medio ambiente, y recogerá cuantas actuaciones de
intervención, comprobación, inspección y fiscalización se hayan llevado a cabo por la
Administración de la Comunidad Autónoma y los Ayuntamientos en aplicación de la
propia ley, a cuyos efectos, los Ayuntamientos comunicarán, en los términos dispuestos
reglamentariamente, los actos de control ambiental que hayan realizado en el ejercicio
de sus competencias.
Veamos siquiera brevemente las dos primeras técnicas control ambiental
integrado, teniendo en cuenta que la tercera de ellas ha sido ya tratada a lo largo de las
páginas precedentes:
1.- Autorización ambiental integrada.
Se trata de un procedimiento unificado, desde la perspectiva ambiental, para la
explotación de las instalaciones y actividades a que se refiere el anexo A de la LCAI. Se
regula, en particular, y sin perjuicio de su necesario desarrollo reglamentario, el
procedimiento de la autorización ambiental, la vigencia y revisión de la autorización y
las obligaciones del titular de la instalación de que se trate.
La autorización ambiental integrada consiste –en palabras del art. 4 LCAI- en
una resolución por la que, a los solos efectos de la protección del ambiente y de la salud
de las personas y bajo los requisitos y condiciones en la misma establecidos, se permite
la explotación de la totalidad o parte de una instalación, e incluirá, cuando fuere
necesaria, la evaluación y declaración de impacto ambiental.
El contenido regulador de esta técnica de control ambiental se comprende en el
Título II de la ley, arts. 16 a 23 a/i, de la forma siguiente:
“Artículo 16. Objeto.
1. El establecimiento y funcionamiento de las instalaciones y actividades del anexo A de la presente Ley
requerirá la previa obtención de una autorización ambiental integrada que determine las condiciones a
las que deban someterse de conformidad con lo dispuesto en la legislación ambiental y de prevención y
control integrado de la contaminación.
2. Quedarán sujetas asimismo a autorización ambiental integrada las modificaciones sustanciales que se
proyecten introducir en las instalaciones o actividades a que se refiere el apartado anterior.
3. Tendrán carácter sustancial las modificaciones que supongan una mayor incidencia de la instalación
o de su actividad sobre la seguridad, la salud de las personas y el medio ambiente considerando los
siguientes aspectos:
a) El tamaño y producción de la instalación.
b) Los recursos naturales utilizados por la misma.
c) Su consumo de agua y energía.
d) El volumen, peso y tipología de los residuos generados.
e) La calidad y capacidad regenerativa de los recursos naturales de las áreas geográficas que puedan
verse afectadas.
f) El grado de contaminación producido.
g) El riesgo de accidente.
h) La incorporación o aumento en el uso de sustancias peligrosas.
4. En todo caso, cualquier modificación de las características de una instalación o actividad sujeta a
autorización ambiental integrada que no revista carácter sustancial, según lo dispuesto en el apartado
anterior, deberá ser puesta en conocimiento de la Administración de la Comunidad Autónoma. Si la
Administración entendiera que la modificación tiene carácter sustancial comunicará al titular, en el
plazo máximo de un mes, la necesidad de obtener la preceptiva autorización ambiental integrada. La
falta de notificación en plazo de la resolución autorizará al interesado a llevar a cabo las modificaciones
pretendidas.
Artículo 17. Contenido.
1. La autorización ambiental integrada incluirá en su tramitación cuantos informes o decisiones se
requieran por exigirlo la legislación de control de los riesgos derivados de accidentes graves con
presencia de sustancias peligrosas, la legislación de aguas o cualquier otra legislación especial o
sectorial de prevención y control de la contaminación, de protección ambiental, de protección de la
salud, de protección civil o de protección del patrimonio cultural. Asimismo, incorporará la declaración
de impacto ambiental, caso de que también fuera necesaria la evaluación de éste.
2. La autorización ambiental integrada incluirá las determinaciones pertinentes en relación con los
extremos siguientes:
a) Prevención de la contaminación, en particular mediante la aplicación de las mejores técnicas
disponibles.
b) Evitación de la producción de residuos y, en su caso, gestión de su reciclado, reutilización,
valorización o eliminación a fin de evitar o reducir su repercusión en el ambiente, de acuerdo con lo
previsto en la normativa aplicable.
c) Utilización eficiente de la energía, el agua, las materias primas y demás recursos.
d) Adopción de las medidas necesarias para prevenir los accidentes o limitar sus consecuencias sobre la
salud de las personas y el medio ambiente, de conformidad a la normativa que sea de aplicación.
e) Restauración del espacio afectado una vez producida la cesación de la explotación, en particular
mediante la adopción de las medidas necesarias para evitar los riesgos de contaminación.
3. La autorización ambiental integrada podrá incluir moratorias o dispensas temporales respecto de los
valores límite de emisión, en los términos de la legislación estatal básica.
4. La autorización ambiental integrada incorporará la exigencia de requisitos adicionales de no
garantizarse la consecución de los objetivos de calidad ambiental mediante el empleo de las mejores
técnicas disponibles.
Artículo 18. Procedimiento.
El procedimiento para el otorgamiento de la autorización ambiental integrada se determinará
reglamentariamente y se sujetará a las siguientes reglas:
a) Cuando sea necesario evaluar el impacto ambiental del proyecto, actividad o instalación objeto de la
autorización ambiental, el órgano ambiental, a petición del interesado señalará, en el plazo máximo de
un mes, cuáles deban ser las directrices básicas para la elaboración del correspondiente estudio de
impacto ambiental por parte del titular.
El procedimiento de tramitación de la evaluación de impacto ambiental se incluirá en el procedimiento
de la autorización ambiental integrada, cuando la competencia corresponda a la Comunidad Autónoma
de Cantabria.
b) De conformidad con lo dispuesto en la legislación estatal básica, la solicitud irá acompañada de los
documentos siguientes:
1º Proyecto básico de la actividad a desarrollar y de sus instalaciones firmado por técnico competente y
visado por el colegio oficial, reflejando los aspectos que reglamentariamente se determinen.
2º Certificación municipal que acredite la compatibilidad del proyecto con el planeamiento urbanístico
o, en defecto de ella por inactividad de la Administración, copia de la solicitud presentada para
obtenerla.
3º La documentación exigida por la legislación ambiental sectorial.
4º Declaración de datos que, a criterio del solicitante, deban tener carácter reservado según la ley.
5º Resumen específico del proyecto que facilite su comprensión y divulgación en el trámite de
información pública.
6º Cualquier otra documentación exigible con arreglo a la legislación vigente.
c) La solicitud de autorización ambiental integrada, junto con el estudio de impacto ambiental, en su
caso, será sometida a información pública por un plazo mínimo de treinta días, anunciándose la apertura
del trámite en el «Boletín Oficial de Cantabria», así como en un diario de amplia difusión en la
Comunidad Autónoma.
d) Concluido el trámite de información pública se evacuarán los informes y consultas de cuantos
organismos deban ser oídos de acuerdo con la legislación sectorial.
e) El órgano ambiental competente realizará una valoración ambiental del proyecto en su conjunto
teniendo en cuenta la documentación aportada, el resultado de la información pública y todos los
informes emitidos. Dicha valoración considerará los aspectos propios de la evaluación de impacto
ambiental cuando la instalación o actividad deba ser objeto de ella.
f) Los resultados de la valoración ambiental se reflejarán en la propuesta de resolución, que se notificará
al interesado para que formule alegaciones en el plazo de quince días.
g) Cuando en el trámite de audiencia se hubieran realizado alegaciones, se dará traslado de las mismas
a los órganos competentes para emitir informes vinculantes a fin de que en el plazo máximo de quince
días manifiesten lo que estimen conveniente en los aspectos referidos a materias de su competencia, lo
que igualmente tendrá carácter vinculante.
h) La resolución que otorgue la autorización ambiental integrada incorporará las determinaciones o
condiciones propuestas en los informes vinculantes y las que se juzguen convenientes a la vista de los
demás informes y de las alegaciones obrantes en el expediente. Asimismo, incorporará la declaración de
impacto ambiental cuando la naturaleza de la instalación o actividad objeto de la solicitud así lo
requiera.
i) El órgano ambiental competente dictará y notificará la resolución en el plazo máximo de diez meses a
contar desde la fecha de presentación de la solicitud. Si vencido este plazo no se hubiera notificado la
resolución, la solicitud podrá considerarse desestimada por silencio administrativo.
j) La resolución que otorgue o modifique la autorización ambiental integrada será publicada en el
«Boletín Oficial de Cantabria».
Artículo 19. Ejecución del proyecto, instalación o actividad.
No podrán otorgarse las autorizaciones y licencias que sean necesarias para la ejecución de los
proyectos o la instalación o funcionamiento de las actividades que requieran una autorización ambiental
integrada en tanto no se haya publicado oficialmente la resolución que la otorgue.
Artículo 20. Acta de conformidad ambiental.
1. Ninguna actividad o instalación autorizada podrá comenzar a funcionar en tanto no se haya
comprobado por los servicios ambientales la efectividad de las medidas correctoras exigidas con arreglo
a lo establecido en el capítulo I del título V de esta Ley y en la forma que reglamentariamente se
determine.
2. Las empresas suministradoras de energía eléctrica, agua, gas, telefonía y otros servicios similares
exigirán el acta de conformidad ambiental de la instalación o actividad para la contratación definitiva de
los referidos servicios.
Artículo 21. Renovación.
1. La autorización ambiental integrada, con todas sus condiciones, se otorgará por un plazo máximo de
ocho años, transcurrido el cual deberá ser renovada y, en su caso, actualizada por períodos sucesivos.
2. La renovación debe ser solicitada con una antelación mínima de diez meses sobre la fecha de
vencimiento del plazo para el que se otorgó la autorización y se tramitará por el procedimiento
simplificado que reglamentariamente se determine.
3. Si vencido el término de vigencia de la autorización ambiental integrada, el órgano ambiental
competente no hubiera dictado resolución expresa sobre la renovación, se entenderá ésta otorgada en las
condiciones originarias.
Artículo 22. Modificación de oficio.
1. La autorización ambiental integrada podrá ser modificada de oficio cuando:
a) La contaminación producida por la instalación aconseje modificar los valores límite de emisión
impuestos o la adopción de otros nuevos.
b) La aplicación de las mejores técnicas disponibles permita reducir significativamente las emisiones sin
costes excesivos.
c) La seguridad de funcionamiento del proceso o la actividad hagan necesario emplear otras técnicas.
d) El organismo de cuenca estime que, conforme lo establecido en la legislación de aguas, existen
circunstancias que justifiquen la revisión o modificación en lo referente a los vertidos al dominio público
hidráulico de cuencas intercomunitarias.
e) Lo exija la legislación vigente de aplicación a la instalación.
2. Antes de proceder a la modificación de la autorización ambiental integrada, el órgano ambiental
competente notificará al titular de la autorización las modificaciones que se proponga introducir en ella
y a los distintos órganos que, en su caso, hayan concedido autorizaciones o licencias para la puesta en
marcha de la actividad objeto de la misma con el fin de que valoren la necesidad de modificar también
las referidas autorizaciones o licencias.
Artículo 23. Obligaciones del titular de la instalación.
Los titulares de las instalaciones incluidas en el anexo A de la presente Ley deberán:
a) Disponer de la autorización ambiental integrada y cumplir las condiciones establecidas en la misma.
b) Cumplir las obligaciones de control y suministro de información previstas en la legislación sectorial o
resultantes de la propia autorización ambiental integrada.
c) Comunicar al órgano ambiental competente cualquier modificación, sustancial o no, que se proponga
realizar en la instalación.
d) Comunicar al órgano ambiental competente la transmisión de su titularidad.
e) Informar inmediatamente al órgano ambiental competente de cualquier incidente o accidente que
pueda afectar al ambiente.
f) Prestar la asistencia y colaboración necesarias a quienes realicen las actuaciones de vigilancia,
inspección y control.
g) Informar de manera particular a los trabajadores a su servicio, y a sus representantes legales, una vez
concedido el instrumento de intervención ambiental correspondiente, de todos los condicionantes y
circunstancias incluidos en el mismo, o que posteriormente se incorporaran a su contenido, que puedan
afectar a su salud o su seguridad, sin perjuicio del cumplimiento del resto de obligaciones establecidas
en la normativa en materia de prevención de riesgos laborales y seguridad laboral.
h) Cumplir cualesquiera otras obligaciones legalmente establecidas.”
2.- Evaluación ambiental.
Esta técnica de control ambiental es entendida como el conjunto de estudios e
informes necesarios para formular una declaración de impacto ambiental en la que se
fijen y determinen las condiciones de protección requeridas para la aprobación de los
proyectos y actividades contemplados en el anexo B de la LCAI.
Se sigue aquí de cerca el criterio anterior, aunque incidiendo en el procedimiento
que pretende ser sencillo y clarificador. La declaración de impacto ambiental ha de
venir precedida de un estudio de tal naturaleza elaborado por técnicos cualificados a
cuyo efecto la Ley prevé la creación de un registro público.
Dentro de este título la Ley incorpora previsiones en relación con la evaluación de
planes y programas, de acuerdo con la Directiva 2001/42, de 27 de junio, cuyas
determinaciones han sido incorporadas a la legislación estatal básica mediante la Ley
9/2006, de 28 de abril. La evaluación de este tipo de planes tiene un carácter menos
rígido que el de otros proyectos. Se trata más bien de un informe de sostenibilidad que
puede, sin embargo, condicionar la aprobación del plan en los términos de la legislación
territorial y urbanística. De ahí que la singularidad más destacable que esta Ley ha
considerado oportuno incorporar, sea la de llevar a cabo dicho informe de sostenibilidad
de los instrumentos de planeamiento territorial y urbanístico tan pronto como sean
conocidas las previsiones y directrices que pretenda incorporar el plan, esto es, con
anterioridad a la aprobación inicial del correspondiente instrumento. Una previsión que
pretende impedir que se consoliden, con un coste adicional, previsiones insostenibles
desde el punto de vista ambiental y que, de esa manera, da respuesta apropiada a la
peculiaridad del planeamiento, cuya incidencia en el ambiente ha de valorarse desde
parámetros y presupuestos diferentes a los que debe inspirar la de otro tipo de proyectos
y actividades.
Su regulación está prevista en la LCAI en el Título III, que comprende dos
Capítulos, arts. 24 a 30, también ambos inclusive, tal y como se detalla a continuación:
“Artículo 24. Objeto.
1. La evaluación ambiental tiene por objeto reunir los estudios e informes técnicos precisos para
identificar y evaluar todos los efectos ambientales que puedan seguirse de la ejecución de un
determinado plan, programa, proyecto, instalación o actividad con el fin de que, antes de proceder a su
aprobación, pueda ser conocido el alcance de dichos efectos y establecerse, en su caso, la necesidad de
imponer determinadas condiciones o medidas para su corrección o compensación.
2. Se someterán a evaluación ambiental los planes, programas y proyectos de obras, instalaciones y
actividades relacionados en el anexo B de la presente Ley.
CAPÍTULO
De la evaluación ambiental de planes y programas
I
Artículo 25. Procedimiento de evaluación.
1. Los planes y programas que determinen las estrategias, directrices y propuestas que contempla una
Administración Pública para satisfacer necesidades sociales no ejecutables directamente, sino mediante
el desarrollo de un conjunto de proyectos, y cuyo efecto ambiental deba ser evaluado de conformidad con
el anexo B1 de esta Ley y la legislación estatal y comunitaria, se someterán al procedimiento previsto en
este capítulo.
2. La evaluación ambiental de los planes y programas que la requieran se llevará a cabo mediante pieza
separada del procedimiento previsto para su elaboración y aprobación y antes de que esta última tenga
lugar.
3. Reglamentariamente se determinarán los trámites y actuaciones de dicha pieza procedimental que,
tramitada bajo la responsabilidad del órgano ambiental y de acuerdo con lo previsto en la legislación
estatal básica, en todo caso incorporará:
a) Un informe de sostenibilidad ambiental presentado por el promotor, con la amplitud, nivel de detalle y
grado de especificación que determine el órgano ambiental en función, a su vez, del contenido y nivel de
detalle del plan o programa a evaluar. A estos efectos, el promotor solicitará del órgano ambiental un
pronunciamiento sobre los aspectos anteriores.
El informe será elaborado y firmado por profesionales con acreditada capacidad y solvencia técnica y
visado por colegio oficial.
b) Un trámite de consultas e información pública sobre una versión preliminar del plan o programa que
incluya el informe de sostenibilidad ambiental.
c) Una memoria ambiental, elaborada por el órgano ambiental dentro de los seis meses siguientes a la
conclusión del trámite de consultas e información pública, en la que se analizará el proceso de
evaluación, el informe de sostenibilidad ambiental y su calidad y se evaluará el resultado de las
consultas realizadas y cómo se han tomado en consideración, y se analizará la previsión de los impactos
significativos de la aplicación del plan o programa.
Esta memoria establecerá las determinaciones finales que deban incorporarse a la propuesta de plan o
programa, debiendo ser tenidas en cuenta antes de su aprobación definitiva.
La memoria se publicará en el «Boletín Oficial de Cantabria».
Si la memoria no se formula en el plazo anteriormente señalado, tanto el promotor del plan como el
órgano competente para su aprobación o autorización podrán requerir al órgano ambiental al efecto de
que lo haga en un nuevo plazo de dos meses.
d) La propuesta de plan o programa que elabore su promotor teniendo en cuenta el informe de
sostenibilidad ambiental, las alegaciones formuladas en las consultas y la memoria ambiental.
La recepción por el órgano ambiental de esta propuesta pondrá fin a la pieza separada de evaluación del
plan o programa, sin perjuicio de lo dispuesto en el siguiente apartado.
4. Una vez aprobado el correspondiente plan o programa, el órgano promotor pondrá a disposición del
órgano ambiental, de las Administraciones Públicas afectadas, de los Estados miembros de la Unión
Europea que hayan sido consultados y del público en general la siguiente documentación:
a) El plan o programa aprobado.
b) Una declaración que resuma los siguientes aspectos:
1º De qué manera se han integrado en el plan o programa los aspectos ambientales.
2º Cómo se han tomado en consideración el informe de sostenibilidad ambiental, los resultados de las
consultas, incluyendo en su caso las consultas transfronterizas, la memoria ambiental, así como, cuando
proceda, las discrepancias que hayan podido surgir en el proceso.
3º Las razones de la elección del plan o programa aprobados en relación con las alternativas
consideradas.
c) Las medidas adoptadas para el seguimiento de los efectos en el medio ambiente de la aplicación del
plan o programa.
d) Un resumen no técnico sobre la documentación contenida en los párrafos b) y c).
Artículo 26. Especialidad de los planes generales de ordenación urbana.
Los avances del planeamiento urbanístico general serán sometidos al procedimiento de evaluación
previsto en el artículo anterior con las particularidades siguientes:
a) El informe de sostenibilidad ambiental se elaborará con anterioridad a la aprobación inicial del plan
sobre la base de los presupuestos y orientaciones conocidos de éste. Dicho informe se someterá a la
consideración de la autoridad ambiental de la Administración autonómica a efectos de que en el plazo de
dos meses formule cuantas observaciones y sugerencias considere pertinentes desde la perspectiva de sus
competencias. El citado informe, junto con las observaciones y sugerencias formuladas, se incorporará a
la documentación del plan que se someta a la exposición pública previa contemplada en la legislación
urbanística de Cantabria.
b) Con los resultados que arrojen los trámites previstos en el apartado anterior se elaborará el informe
de sostenibilidad ambiental definitivo haciendo constar las observaciones y sugerencias aceptadas y los
motivos por los que se rechazan las que no lo sean. Dicho informe definitivo se incorporará al plan antes
de su aprobación inicial.
c) El trámite de consultas se desarrollará conjuntamente con el de información pública previsto en la
legislación urbanística.
d) Concluido el trámite de consultas e información pública, el órgano ambiental elaborará la memoria
ambiental del plan evaluado y la enviará al órgano competente para su aprobación provisional que,
antes de proceder a la misma, tendrá en cuenta el informe de sostenibilidad ambiental, las alegaciones
formuladas en las consultas y la memoria ambiental.
CAPÍTULO
De la evaluación de impacto ambiental de proyectos, actividades o instalaciones
II
Artículo 27. Procedimiento de evaluación.
1. Los proyectos, actividades o instalaciones cuyo impacto ambiental deba ser evaluado de conformidad
con el anexo B2 de esta Ley se someterán al procedimiento previsto en este capítulo.
2. Reglamentariamente se determinarán los trámites y actuaciones de dicho procedimiento que, en todo
caso, incorporará:
a) Documento justificativo de apertura del expediente de autorización del proyecto, actividad o
instalación en el órgano con competencia sustantiva.
b) Un estudio de impacto ambiental.
c) Un trámite de información pública.
d) Una declaración de impacto ambiental.
Artículo 28. Estudio de impacto ambiental.
1. Los proyectos, actividades o instalaciones cuyo impacto ambiental deba ser evaluado incluirán el
correspondiente estudio de impacto ambiental.
2. El estudio será redactado por profesionales o equipos de profesionales con acreditada capacidad y
solvencia técnica ambiental y contendrá como mínimo las siguientes determinaciones o datos:
a) La descripción general del proyecto y sus previsibles exigencias en relación con la utilización del
suelo y de otros recursos naturales.
b) La estimación de los tipos y cantidades de residuos vertidos y emisiones de materia o energía
resultantes.
c) La exposición de las principales alternativas estudiadas y una justificación de las principales razones
de la solución adoptada, teniendo en cuenta los efectos ambientales.
d) La evaluación de los efectos previsibles directos e indirectos del proyecto sobre la población, la flora,
la fauna, el suelo, el aire, el agua, los factores climáticos, el paisaje y los bienes materiales, incluido el
patrimonio histórico-artístico y el arqueológico, así como el detalle de la interacción entre todos estos
factores.
e) La relación pormenorizada y el análisis de las medidas previstas para reducir, eliminar o compensar
los efectos ambientales y sobre la salud significativos.
f) El programa de vigilancia ambiental a desarrollar durante la ejecución del proyecto y con
posterioridad.
g) Un resumen del estudio y conclusiones en términos fácilmente comprensibles.
h) Informe detallado de las dificultades informativas o técnicas encontradas en la elaboración del mismo,
caso de que hubieran existido.
i) Cualesquiera otras exigidas por la legislación comunitaria, la legislación estatal básica o la
legislación autonómica sectorial.
3. El promotor de la actividad evaluada y los redactores del estudio de impacto ambiental responderán
ante la Administración del contenido y de la fiabilidad del mismo en los términos previstos en la
disposición adicional primera de esta Ley.
Artículo 29. Información pública.
1. El estudio de impacto ambiental será sometido, dentro del procedimiento aplicable para la
autorización o realización del proyecto, actividad o instalación que corresponda y conjuntamente con
éste, al trámite de información pública y demás informes que en aquél se establezcan.
2. Si en el procedimiento sustantivo no estuviera prevista la información pública, el órgano ambiental
competente procederá directamente a someter el estudio de impacto ambiental al trámite de información
pública durante un período mínimo de un mes y no superior a dos meses. Quedarán excluidos del trámite
de información pública los datos y la documentación cuya confidencialidad deba preservarse de
conformidad con la legislación vigente.
Artículo 30. Declaración de impacto ambiental.
1. La evaluación concluirá con la adopción por el órgano ambiental competente de una declaración de
impacto ambiental sobre la conveniencia o no de realizar el proyecto, la actividad o la instalación
evaluados y, en su caso, sobre las condiciones a que debe someterse su ejecución o desarrollo para
evitar, reducir y compensar los efectos ambientalmente indeseables.
2. La declaración de impacto ambiental se remitirá al órgano competente para aprobar o autorizar el
proyecto, la instalación o la actividad evaluados. Si este último no estuviera conforme con el contenido
de la declaración de impacto podrá plantear su discrepancia al órgano ambiental.
Si el órgano ambiental la estimare, procederá a modificar la declaración de impacto ambiental.
Si mantuviere su criterio, elevará el expediente al Consejo de Gobierno para la resolución de la
discrepancia.
3. La declaración de impacto ambiental se publicará en el «Boletín Oficial de Cantabria» y se
incorporará a la autorización, aprobación, licencia o concesión del proyecto, instalación o actividad.
4. La declaración de impacto ambiental señalará el plazo para el inicio de la ejecución de los proyectos,
instalaciones o actividades. Transcurrido el mismo sin haberse iniciado la ejecución por causas
imputables a su promotor, la declaración perderá toda su eficacia. No obstante, si existieran causas
debidamente justificadas, el órgano autorizante podrá prorrogar el referido plazo antes de su expiración.
5. Las condiciones generales o específicas establecidas en la declaración de impacto ambiental deberán
adaptarse a las innovaciones aportadas por el progreso científico o técnico que incidan sobre la
actividad evaluada, siempre que sean técnica y económicamente viables.
6. La declaración de impacto ambiental se adoptará y notificará dentro de los seis meses siguientes a la
fecha de la recepción en el órgano ambiental del expediente completo remitido por el órgano competente
para aprobar o autorizar el proyecto, la actividad o la instalación.
7. En ningún caso se entenderán adquiridas por silencio administrativo licencias o autorizaciones que
contravengan lo dispuesto en la legislación ambiental y en los oportunos mecanismos de control
ambiental cuando adolezcan de vicios esenciales determinantes de su nulidad o constituyan infracción
ambiental grave.
3.- Comprobación ambiental.
Es la tercera de las técnicas de control ambiental en Cantabria, y no es más que
una traslación del RAMINP, en cuanto a la llamada calificación de las actividades como
molestas, insalubres, nocivas y peligrosas, en que hemos centrado el tema. La idea
motriz que plasma el Preámbulo de la LCAI respecto a esta técnica de control
ambiental, es que los Ayuntamientos incorporen a la licencia de apertura, exigida a toda
actividad o instalación que no deba someterse al ámbito de aplicación de la autorización
ambiental integrada o la evaluación de impacto ambiental, una comprobación que valore
la incidencia en el ambiente de las actividades que se pretenden autorizar. En principio,
será objeto de comprobación toda actividad que potencialmente afecte al medio
ambiente. No obstante, y con finalidad aclaratoria, la Ley enumera en un anexo C la
lista de aquellas actividades sujetas a licencia que, en todo caso, serán objeto de
comprobación. La Ley permite que las ordenanzas municipales establezcan normas
adicionales de protección y autoriza igualmente a la Comunidad Autónoma a aprobar
una ordenanza general de protección ambiental que será de aplicación subsidiaria en
todos los municipios que carezcan de una ordenanza específica. Por lo demás, su
regulación se contiene en el Título IV de la ley, arts. 31 a 37 a/i.
Técnica de control ambiental que por hablada suficientemente en las líneas
anteriores, me limito a remitir a todo lo expuesto más atrás.
E.5.- CONTROL, INSPECCIÓN Y RÉGIMEN SANCIONADOR:
E.5.1.- INTRODUCCIÓN.
La LCAI dedica el Título V, arts. 38 a 48 a/i, al control y disciplina
ambientales, donde se incluyen tres Capítulos, cuales son:
o CAPÍTULO I: Régimen de control (arts. 38 a 40)
o CAPÍTULO II: Régimen de inspección (arts. 41 y 42)
o CAPÍTULO III: Régimen sancionador (arts. 43 a 48)
El régimen de control y disciplina ambientales contenido en dichos
preceptos pivota sobre un principio básico anunciado más arriba, el de la
invalidez de cualesquiera autorizaciones o licencias expedidas sin que
previamente se haya efectuado la preceptiva autorización ambiental
integrada, evaluación de impacto ambiental o comprobación ambiental.
Tal es el criterio general que articula el régimen de protección de la
legalidad ambiental, que, junto con la indispensable tipificación de
infracciones y sanciones, completa el cuadro de las medidas diseñadas
para dotar de la mayor eficacia el entramado protector previsto en la Ley.
La LCAI opta por técnicas de control e inspección y un régimen
sancionador en que no atribuye en exclusiva a los órganos de la
Comunidad Autónoma el ejercicio de la potestad sancionadora, sino que,
en aras del principio de descentralización y máxima participación de las
entidades locales, se permite, de un lado, que en el marco de los criterios
de antijuridicidad establecidos en la propia norma, las ordenanzas
municipales puedan tipificar nuevas infracciones de acuerdo con sus
competencias sustantivas en la materia; y, de otro, que los
Ayuntamientos tengan competencia para sancionar las infracciones leves,
si bien de manera indistinta con la Comunidad Autónoma y con sujeción,
en todo caso, a los indispensables mecanismos de coordinación.
E.5.2.- CONTROL.
Ocupa en estos momentos el estudio del primero de dichos Capítulos,
correspondiente strictu sensu al control, que presenta las siguientes
reglas:
“Artículo 38. Prevención y control integrados.
1. La autorización ambiental integrada y cualesquiera otras autorizaciones o licencias
que incorporen una evaluación o comprobación ambiental deben fijar el conjunto de
controles a que se sujeta la actividad de que se trate, a fin de garantizar su permanente
y constante adecuación a las prescripciones legales y a las determinaciones
establecidas en los referidos instrumentos administrativos.
2. A los efectos del apartado anterior, la Administración competente podrá imponer las
correcciones necesarias en el desenvolvimiento de la actividad de que se trate. Estas
correcciones podrán ir acompañadas de la orden de suspensión temporal de la
actividad y de la imposición de multas coercitivas de hasta seis mil (6.000) euros.
3. Las autorizaciones ambientales integradas y las licencias que incorporen la
oportuna comprobación ambiental podrán ser dejadas sin efecto, con las consecuencias
indemnizatorias a que eventualmente pudiera haber lugar, cuando circunstancias
sobrevenidas, de carácter normativo o fáctico, impidan o hagan inconveniente la
continuación de la actividad de que se trate.
Artículo 39. Actuaciones de control inicial.
1. La puesta en marcha de las instalaciones y el inicio de la actividad se sujetarán a las
verificaciones siguientes:
a) Adecuación a la autorización o licencia otorgadas, mediante certificación expedida
por el técnico director de la ejecución del proyecto, con carácter previo al inicio de la
actividad.
b) Comprobación por los servicios administrativos de la efectividad de las medidas
correctoras exigidas, realizada en la forma en que reglamentariamente se determine y
acreditada mediante acta levantada al efecto.
2. La presentación de las certificaciones a que se refiere el apartado anterior conlleva
la inscripción de oficio en los oportunos registros ambientales y habilita para el
ejercicio de la actividad.
Artículo 40. Actuaciones de control periódico.
Las actividades sujetas a autorización ambiental integrada y a la licencia a cuyo
contenido se haya incorporado la oportuna comprobación ambiental serán objeto de
controles periódicos, en los términos dispuestos reglamentariamente. Los controles y su
pertinente acreditación se llevarán a cabo por entidades colaboradoras de la
Administración o técnicos competentes, en la forma que reglamentariamente se
determine.”
E.5.3.- INSPECCIÓN.
Veamos ahora los dos preceptos que rigen la acción inspectora:
“Artículo 41. Acción inspectora.
1. La Administración de la Comunidad Autónoma y los Ayuntamientos, en el ámbito de
sus respectivas competencias, podrán realizar las actuaciones inspectoras que tengan
por convenientes a fin de garantizar el cumplimiento de las prescripciones legales y de
las determinaciones incluidas en los instrumentos de control a que se refiere esta Ley.
2. Los titulares de las actividades afectadas colaborarán con las Administraciones
competentes, prestándoles la asistencia que requieran, en particular por lo que se
refiere a la toma de muestras y recogida de la información pertinente.
3. Las actas levantadas por el personal que tenga la condición de autoridad tendrán
valor probatorio, sin perjuicio de las pruebas que en defensa de sus derechos e
intereses puedan presentar los titulares de las actividades sujetas a inspección.
4. La Comunidad Autónoma establecerá los mecanismos de coordinación de las
actividades inspectoras que se desarrollen de conformidad con esta Ley.
Artículo 42. Publicidad.
1. Las actas de inspección serán públicas en los términos de la legislación sobre
información en materia de medio ambiente.
2. La Administración de la Comunidad Autónoma difundirá periódicamente los
resultados de las inspecciones llevadas a cabo por las Administraciones competentes.”
E.5.4.- RÉGIMEN SANCIONADOR.
Se instituye como sigue:
Artículo 43. Infracciones y sanciones.
1. Constituyen infracciones administrativas las acciones y omisiones que contravengan
los deberes y prohibiciones impuestos en esta Ley, de conformidad con la tipificación
establecida en el artículo 44.
2. Las infracciones se clasifican en muy graves, graves y leves.
3. Las sanciones por la comisión de las infracciones administrativas son las previstas
en el artículo 45.
Artículo 44. Tipificación de las infracciones.
1. Son infracciones muy graves:
a) El ejercicio de la actividad o el inicio de la ejecución de un proyecto sin disponer de
la pertinente autorización ambiental integrada, declaración de impacto ambiental o en
contravención sustancial de los términos de las mismas, siempre que se haya producido
un daño o deterioro grave para el medio ambiente o se haya puesto en peligro grave la
seguridad o salud de las personas.
b) La omisión de las revisiones y de los controles periódicos y el incumplimiento del
condicionado establecido en las autorizaciones ambientales integradas y declaraciones
de impacto ambiental, siempre que se haya producido un daño o deterioro grave para
el medio ambiente o se haya puesto en peligro grave la seguridad o salud de las
personas.
c) La ocultación o alteración de los datos e informaciones que sean relevantes para el
otorgamiento de la autorización ambiental integrada o para la realización de la
declaración de impacto ambiental, así como de los concernientes a las oportunas
revisiones y controles periódicos.
d) El falseamiento de las certificaciones técnicas expedidas de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 39.
e) El impedimento, retraso u obstaculización de la actividad inspectora de la
Administración cuando ocasione la destrucción de los medios de prueba necesarios
para efectuarla.
f) La reincidencia en la comisión de dos o más faltas graves en el período de un año.
g) No informar inmediatamente al órgano competente de la Comunidad Autónoma de
cualquier incidente o accidente que afecte de forma significativa al medio ambiente.
2. Son infracciones graves:
a) El ejercicio de la actividad sin disponer de la licencia que incorpore la pertinente
comprobación ambiental o en contravención sustancial de los términos de la misma.
b) Incumplir las condiciones establecidas en la autorización ambiental integrada, en la
declaración de impacto ambiental o en la comprobación ambiental, sin que se haya
producido un daño o deterioro grave para el medio ambiente o sin que se haya puesto
en peligro grave la seguridad o salud de las personas.
c) La omisión de las revisiones y de los controles periódicos atinentes a las licencias
que incorporen la oportuna comprobación ambiental.
d) La ocultación o alteración de datos e informaciones que sean relevantes para el
otorgamiento de la licencia sujeta a comprobación ambiental, así como de los
concernientes a las oportunas revisiones y controles periódicos.
e) La transmisión de la autorización ambiental integrada o de la autorización o licencia
que incorpore la oportuna declaración de impacto ambiental o comprobación
ambiental, sin previa comunicación a la Administración o con ocultación o alteración
de los términos sustanciales en que aquélla pretenda efectuarse.
f) El impedimento, retraso u obstaculización de la actividad inspectora de la
Administración cuando no constituya infracción muy grave.
g) La omisión o práctica incorrecta de las comunicaciones exigidas por la autorización
ambiental integrada o la autorización o licencia, que incorpore la pertinente
declaración de impacto ambiental o comprobación ambiental.
h) La contratación definitiva y la provisión del suministro de energía eléctrica, aguas,
gas, telefonía u otros servicios similares sin exigir el acta de conformidad ambiental de
la instalación o actividad para la que se hayan contratado estos servicios con carácter
definitivo.
i) La reincidencia en la comisión de dos o más faltas leves en el período de un año.
3. Son infracciones leves las contravenciones de los deberes y prohibiciones impuestos
en esta Ley que no sean constitutivas de infracción grave o muy grave.
Artículo 45. Sanciones.
1. Las sanciones por la comisión de las infracciones tipificadas en esta Ley son:
a) Multas.
b) Suspensión temporal o definitiva de la actividad.
c) Inhabilitación temporal o definitiva para el ejercicio de las actividades
comprendidas en esta Ley.
2. La suspensión temporal y la inhabilitación temporal podrán prolongarse durante un
período máximo de cinco años.
3. Las infracciones muy graves podrán sancionarse con multa hasta tres millones
(3.000.000) de euros, así como con la suspensión, temporal o definitiva, de la actividad,
y la inhabilitación, temporal o definitiva, para el ejercicio de las actividades
comprendidas en esta Ley.
4. Las infracciones graves se sancionarán con multa hasta trescientos mil (300.000)
euros, así como con la suspensión temporal de la actividad y la inhabilitación temporal
para el ejercicio de las actividades comprendidas en esta Ley.
5. Las infracciones leves se sancionarán con multa de hasta treinta mil (30.000) euros.
Artículo 46. Ordenanzas municipales.
1. De conformidad con lo previsto en la legislación de Régimen Local, las ordenanzas
municipales podrán, en el ámbito de las competencias municipales en materia de medio
ambiente, tipificar infracciones y sanciones conforme a los criterios establecidos en
este artículo.
2. Las infracciones se tipificarán en atención al incumplimiento de los deberes
establecidos en esta Ley y en sus normas de desarrollo en relación con las actividades
sujetas a comprobación ambiental.
3. Las sanciones consistirán en multas y no podrán alcanzar una cuantía superior a la
prevista en esta Ley para las infracciones leves.
Artículo 47. Medidas cautelares.
Durante la tramitación de un procedimiento sancionador se podrán adoptar las
medidas cautelares oportunas, incluida la suspensión del ejercicio de la actividad de
que se trate, a fin de prevenir o aminorar los riesgos para la seguridad y la salud de las
personas y la integridad del medio ambiente.
Artículo 48. Potestad sancionadora y órganos competentes.
1. El ejercicio de la potestad sancionadora se llevará a cabo de acuerdo con los
principios y criterios sustantivos y procedimentales contenidos en la legislación estatal
del procedimiento administrativo común y su normativa de desarrollo. En particular, la
fijación de las oportunas sanciones se atendrá a criterios de proporcionalidad, tal y
como ésta aparece contemplada en la normativa estatal.
2. La competencia para imponer sanciones por las infracciones muy graves previstas en
esta Ley corresponde, en exclusiva, al Consejo de Gobierno de la Comunidad
Autónoma de Cantabria. Corresponde al Consejero competente en materia de medio
ambiente imponer sanciones por la comisión de infracciones graves.
3. La competencia para imponer sanciones por infracciones leves corresponde
indistintamente a los Ayuntamientos y al Director General responsable en materia de
medio ambiente de la Administración autonómica. Para su debida coordinación,
cuando cualesquiera de ellos incoe un procedimiento sancionador, lo comunicará de
inmediato al otro a los efectos de que este último no adopte medida alguna que
interfiera, perturbe o menoscabe la integridad del procedimiento iniciado, cuya
tramitación se desarrollará de conformidad con lo prescrito en el apartado 1.
4. La Administración de la Comunidad Autónoma podrá delegar en los municipios el
ejercicio de la competencia sancionadora que a ella le corresponda, excepto las
sanciones que correspondan a infracciones muy graves.
E.7.- DECRETO DE DESARROLLO DE LA LEY 17/1006.
Me remito a todo lo indicado a lo largo de la obra.
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