ARTE CONCEPTUAL: MARCEL DUCHAMP

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ARTE CONCEPTUAL: MARCEL DUCHAMP
La obra de Duchamp significó una ruptura con las convenciones, incluso antes de ser
considerada como símbolo de una época. Junto a sus amigos y cómplices: Francis
Picabia y Man Ray , unidos en el desprecio por el arte institucionalizado y por todo lo
considerado “correcto”, Duchamp es, sin duda, el genio del grupo, una imparable
máquina de ideas y el primero que osó exponer en un museo vulgares objetos de la
vida
cotidiana
bajo
la
etiqueta
de
arte.
Como el provocador urinario: una pieza de porcelana que sacudió el establishment
artístico del Nueva York de 1917.
El autor francés lo presentó bajo el título La Fuente y la firma del fabricante del
sanitario -R. Mutt-, elevándolo a la categoría de obra simplemente porque el artista lo
proclamaba como tal.
Ese urinario, transformado en escultura moderna, es el paradigma de sus readymade
y trastocó para siempre el lazo entre el trabajo del artista y el valor de la obra, que
desde entonces podía hacerse con cualquier cosa y tomar cualquier forma.
Con esta actitud provocadora Marcel Duchamp quiso mostrar su desilusión ante las
formas tradicionales del arte, pintura y escultura, como medios de expresión, y su
rechazo ante la idea de que el arte y el artista tienen una "naturaleza especial" distinta
a la de los hombres y objetos ordinarios. Su gesto de enviar a la exposición un
producto comercial fabricado en serie y firmado por un "artista" inexistente, se opone
radicalmente a la sacralización de la obra de arte como "creación única e irrepetible",
salida de las manos de un "genio". Este desafío "antiartístico" proponía romper con las
barreras del arte y ampliar sus horizontes. En la defensa de su Fuente, Duchamp
escribió:
Si el Sr. Mutt construyó o no con sus propias manos La Fuente no tiene ninguna
importancia. Él la ELIGIÓ. Tomó un objeto de la vida diaria, lo reubicó de manera
que se perdiera su sentido práctico, le dio un nuevo título y punto de vista y creó
un nuevo significado para ese objeto.
El concepto artístico que Duchamp postula con obras como La Fuente es el del readymade, es decir "lo ya hecho" u "objeto encontrado". Es decir que encuentra objetos
manufacturados que descontextualiza de su entorno común y a los que les otorga una
nueva identidad. Con ello, Duchamp ubica la esencia del acto artístico en la IDEA y
selección del objeto, no en la creación ni en la imagen visual de la obra. De este modo,
el artista se libera de la manualidad y, por ende, de la técnica, que la tradición artística
entendía como indisolubles del acto creador.
Lo que entonces supuso un ultraje devino en símbolo: recientemente, un panel de
quinientos expertos del mundo votaba a La Fuente como la pieza de arte moderno
más influyente.
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