Estimación del movimiento del terreno en valles aluviales mediante un método variacional Víctor José Palencia Gómez RESUMEN El Método de Proyección Variacional (VPM, por sus siglas en inglés) es una vía alternativa para calcular en forma aproximada la respuesta sísmica de valles aluviales someros tanto en dos como en tres dimensiones. La solución está basada en una formulación variacional de Galerkin de forma débil para el problema de un estrato irregular de geometría suave que sobreyace a un semiespacio elástico. La formulación de Galerkin se aplica mediante una familia de funciones de prueba que se utilizan para establecer la dependencia respecto a la profundidad. Las ecuaciones diferenciales parciales de la elasticidad dinámica que gobiernan el problema se proyectan al plano horizontal en la superficie, donde se resuelven usando un esquema seudoespectral: las ecuaciones son resueltas con diferencias finitas para las derivadas en el tiempo y mediante la transformada rápida de Fourier para las derivadas horizontales en el espacio. La irradiación de energía al semiespacio se aproxima al usar como solución de referencia la respuesta unidimensional en cada sitio. Se dan ejemplos del comportamiento del método y de su exactitud para modelos de valles someros. Se discute la importancia de mejorar el método, en particular en las condiciones de frontera en la base del modelo. PALABRAS CLAVE Propagación de ondas. Movimiento del terreno. Efectos de sitio. Modelado analítico. Métodos numéricos. LAND MOVEMENT ESTIMATION IN ALLUVIAL VALLEYS THROUGH A VARIATIONAL METHOD The Variational Projection Method (VPM) is an alternative approximation method to estimate the seismic response of shallow alluvial valleys in both two, and three dimensions. The solution is based on a weak Galerkin variational formulation for the problem of an irregular stratum of soft geometry that overlies an elastic semi space Galerkin formulation is applied through a family of test functions that are used to establish the dependence in relation to depth. The partial differential equations of dynamic elasticity that rule the problem are projected to the horizontal plane on the surface, where they are solved using a pseudo spectral scheme. The equations are solved with finite differences for the derivatives in time and through the quick Fourier transform for the horizontal derivatives in space. The irradiation of energy to the semi space approximates by using the unidimensional answer in each space as a reference solution. Examples of the method performance are given, as well as examples of the accurateness of the method for models of shallow valleys. The importance of improving the method is argued, particularly in the frontier conditions on the basis of the model. KEY WORDS Wave propagation. Land movement. Space effects. Analytical modeling. Numerical methods. 93 I Uno de los primeros terremotos donde se observaron los efectos de la geología local sobre el movimiento sísmico fue el de Andalucía de 1885, en el cual se llegaron a observar intensidades iguales a X en la escala de Mercalli. Este terremoto fue estudiado por Taramelli y Mercalli, quienes observaron de manera cualitativa una estrecha relación entre el grado de daños producidos y el tipo de suelo (Taramelli y Mercalli, 1886). Ha habido multitud de terremotos donde se han evidenciado estos efectos locales. En 1985 el terremoto de Michoacán de magnitud 8.1 originado a más de 400 km de la ciudad de México produjo más de 10,000 muertes oficiales y cuantiosas pérdidas económicas en la ciudad. Sin embargo en otras zonas más próximas al epicentro los daños fueron menores. Hay que recordar que el tipo de suelo en la ciudad de México es lacustre y todavía permanece parte del lago que hace apenas pocos siglos inundaba casi todo el valle. Otro es el terremoto de Loma Prieta de 1989 en Estados Unidos, de magnitud 7.1, donde se perdieron De manera general, los factores que influyen en el movimiento sísmico en un sitio determinado son tres: 1) la fuente sísmica, 2) el camino o trayectoria que recorren las ondas desde la fuente al lugar de interés y 3) la geología local, la cual se ha observado que puede producir importantes cambios en el movimiento del terreno (Fig. 1). El mecanismo de la fuente controla la distribución de energía radiada en el espacio y el tiempo. Esta energía se esparce en forma de ondas sísmicas a través de la tierra, ondas que son afectadas por las diferentes propiedades mecánicas de los medios que atraviesan, produciendo fenómenos de reflexión, refracción y difracción. Además, cuando las ondas sísmicas viajan en la cercanía de la superficie pueden sufrir grandes cambios en sus propiedades espectrales y temporales. Estos procesos difieren para cada punto en la superficie y dependen de las condiciones específicas locales de cada lugar. Fig. 1. Factores que influyen en el movimiento sísmico. 94 En las últimas décadas se han realizado esfuerzos significativos que han ayudado a la caracterización de los efectos de sitio (véanse Sánchez-Sesma, 1987; Aki, 1988; Luco et al., 1990). Los trabajos más importantes al respecto han estado concentrados en el problema bidimensional. Esto ofrece algunas explicaciones a las observaciones empíricas. Sin embargo es deseable que en el modelado se tome en cuenta la naturaleza tridimensional del problema. La variabilidad espacial y la polarización del movimiento del suelo observadas en la ciudad de México han sido interpretadas como efectos 3D (Pérez-Rocha et al., 1991). Se han propuesto varios métodos para estudiar la propagación de ondas sísmicas en valles aluviales en 2D y 3D. Un muy completo sumario se puede encontrar en Sánchez-Sesma et al. (2002). En términos generales el Método de Elementos de Frontera () permite obtener resultados confiables y resulta muy útil para calibrar otros procedimientos. Entre sus principales limitaciones se encuentra su restricción al tratamiento de medios homogéneos pues, salvo por algunos casos (Sánchez-Sesma et al., 2001), no se cuenta en general con las funciones de Green para medios heterogéneos. Los métodos de elementos finitos y diferencias finitas permiten tratar materiales heterogéneos y pueden manejar virtualmente cualquier configuración geométrica. En realidad, las simulaciones más realistas hasta ahora son las efectuadas con el método de diferencias finitas. El estudio de Frankel (1993) de la respuesta del valle de San Bernardino en California y las simulaciones de Olsen et al. (1995) y Bao (1996, 1998) para las cuenca de Los Ángeles y San Fernando, ilustran bien este hecho. La desventaja de estas metodologías radica en su alto costo pues requieren de cuantiosos recursos de cómputo para su solución. Las soluciones rigurosas (Horike et al., 1990) y aproximadas (Graves y Clayton, 1992) para estructuras del basamento elásticas y acústicas, respectivamente, también ilustran la complejidad del problema. En cualquier caso las simulaciones exactas pueden resultar muy dif íciles aun con el empleo de supercomputadoras. Por ello, un aspecto in95 MATEMÁTICAS E INGENIERÍA más de 6 mil millones de dólares. Aquí de nuevo se observaron mayores amplitudes en el interior de cuencas sedimentarias en relación con las señales registradas sobre roca dura. Fenómenos similares se observaron en Kobe en 1995. A partir del siglo pasado se han desarrollado múltiples trabajos sobre la influencia del tipo de suelo en el nivel de daños producido por un terremoto. Se ha observado que para suelos compactos o muy duros el incremento de la intensidad es casi nulo, mientras que para suelos formados por rellenos artificiales o zonas lacustres se producen incrementos de hasta 4 grados en la intensidad esperada en la zona (Tienemann, 1992). Las características de los registros sísmicos dentro y fuera de cuencas sedimentarias son distintas. En el interior se observan fuertes amplificaciones en todas las componentes del movimiento, así como incidencias múltiples de frentes de ondas reflejados y/o refractados en las fronteras de la cuenca o en las irregularidades de la misma. En la actualidad las bases f ísicas del problema de la amplificación son bien conocidas (véase Singh et al., 1995). En ingeniería sísmica resulta de gran relevancia el estudio del movimiento del terreno en el rango de frecuencias de 0.1 Hz a 20 Hz. Más aún, debe tomarse en cuenta que las velocidades de propagación de las ondas sísmicas cerca de la superficie toman valores entre 200 m/ s y 2000 m/s. Esto significa que las longitudes de onda asociadas a estos movimientos varían entre 10 m y unos 20 km. Cuando las estructuras geológicas superficiales, tales como valles aluviales, montañas, cañones, etc., tienen dimensiones comparables con las longitudes de onda predominantes pueden presentarse cambios importantes en el movimiento sísmico en las irregularidades y en los sitios próximos a ellas. Por consiguiente, las condiciones locales deben tomarse en cuenta en los estudios de riesgo sísmico o de microzonificación y en el diseño de estructuras. En particular, estas condiciones desempeñan un papel muy importante en la respuesta sísmica de grandes estructuras como puentes, presas, instalaciones de producción de energía, construcciones de interés social y otras de magnitud similar. teresante de la innovación y mejoramiento de las técnicas de simulación, consiste en el empleo de métodos más o menos novedosos o poco convencionales para la resolución de las ecuaciones de la elastodinámica que gobiernan el problema. Así, por ejemplo, Paolucci (2000) ha desarrollado una técnica basada en el uso de redes neuronales para simular la respuesta sísmica en un valle aluvial 2D. En este trabajo se describe la propuesta de un procedimiento práctico simplificado para el cálculo de los efectos de sitio en valles aluviales someros. En esta propuesta se considera un método para simular aproximadamente la respuesta sísmica de valles aluviales someros en 3D. Este método se aplicó por primera vez en el cálculo de la respuesta sísmica tridimensional para algunas zonas del valle de Osaka, Japón, durante el sismo de Kobe del 17 de enero de 1995 (Sánchez-Sesma et al., 1996). La aproximación trata de vencer las dificultades mencionadas antes. El diseño toma en cuenta una estructura fina como la observada en la respuesta en frecuencia de los modelos 2D de los valles aluviales (Sánchez-Sesma et al., 1993), la cual nos recuerda que existe un fuerte acoplamiento entre la respuesta 1D y las ondas superficiales generadas localmente en este tipo de configuraciones. Se propone una aproximación experimental que usa expansiones de modos locales (Ávila-Carrera et al., 1993) y una formulación variacional de Galerkin de forma débil. Se ha observado que las formulaciones del tipo Galerkin son eficientes y exactas para los problemas de propagación de ondas (véanse Fix y Marín, 1993; Faccioli et al., 1996) y se han usado también como base de un método riguroso en el dominio de la frecuencia llamado Método de Solución Directa (, en inglés) (Geller et al., 1990). P Considérese un valle aluvial somero tridimensional sobre la superficie de un semiespacio elástico, como se muestra en la Fig. 2. El material de los sedimentos es elástico y tiene una forma arbitraria pero suave, descrita por el espesor h(x,y). Se asume que los sedimentos son mucho más blandos que el semiespacio que los subyace. Las ecuaciones de campo en ausencia de fuerzas de cuerpo pueden escribirse, para los sedimentos, por medio de la ley de Newton: σ ij xj 2 =ρ ui ; t2 i = 1,...,3. (1) donde σi es el tensor de esfuerzos, ui el vector de desplazamiento, xi las coordenadas cartesianas, ρ la densidad de masa y t el tiempo. En lo que sigue se pueden usar las siguientes equivalencias: x1 = x, x2 = y, x3 = z, y u1 = u, u2 = v, u3 = w. Adicionalmente, el tensor de esfuerzos está dado por la ley de Hooke: σ ij = C ijk l uk (2) xl donde cijkl es el tensor elástico (para materiales isótropos cijkl = λijkl + μ(ikjl + iljk)). Fig. 2. Valle aluvial sometido a la incidencia de una onda plana 96 ui (x , y , z , t ) = ui( 0) (x, y , z, t ) + u ' (x, y , z, t ) i Esta ecuación puede ser vista como la forma fuerte del método de Galerkin para las ecuaciones elásticas a lo largo de una línea vertical con longitud h (x,y). Para expresar la ec. (8) en la forma de un operador débil se integra por partes y se escribe (3) donde ui(0)(·) es un movimiento de referencia conocido en la interfaz h (x,y) y u’i (·) es el movimiento adicional que se busca en el estrato. Sustituyendo la ec. (3) en la ec. (1) se puede escribir σ ij xj 2 + fi = ρ u 'i h 0 σ ij( 0) 2 −ρ xj ui( t2 0) (5) que es el campo forzante debido al movimiento de referencia, ui(0) (·). La condición de frontera libre de esfuerzos en la superficie z = 0 puede aproximarse como σ z j = σ z(j ) + σ 'z j = 0 0 (6) Nótese que σzj(0) depende sólo de x, y y t. El campo de desplazamiento buscado se escribe ahora como u 'i (x , y , z , t ) = N U in (x , y , t ) ϕ n (z ) u 'i m ϕm ϕ ( z ) − (σ 'z i + σ z( i0 ) ) t2 z (9) dz h 0 =0 porque σzi(0) no depende de z. De acuerdo con la ec. (6) la única contribución del segundo término en la ec. (9) proviene de z = h si φm(h) ≠ 0. Si φm(h) = 0, entonces ui’(·) = 0 y el movimiento de referencia ui0(·) puede considerarse como el movimiento real de la interfaz valle-basamento. Si estos movimientos son dados y corresponden a la solución unidimensional en la interfaz, la solución en los primeros tiempos de respuesta concuerda efectivamente con la condición ui’(·) = 0 en z = h. Para tiempos de respuesta posteriores la frontera es totalmente reflejante y corresponde a una base rígida. Entre las diversas familias de funciones completas en el intervalo (0,h) se puede seleccionar la bien conocida familia de cosenos con fi = 2 + (σ 'z i + σ z( i0 ) )ϕ m ( z ) (4) t2 σ 'y i σ 'x i + + fi − ρ x y ϕ n (z ) = cos λn z (10) con λn(2n + 1) π/2h. Es claro que φm(h) = 0. Más aún, estas funciones y sus derivadas (con respecto a z) forman, respectivamente, sendos conjuntos ortogonales en el intervalo de interés, esto es (7) n =1 donde uin(·) son funciones de las coordenadas horizontales (x,y) y del tiempo, mientras φn(z) son funciones de prueba dadas de la profundidad. La ec. (7) expresa la solución u’i(·) en términos de la combinación lineal de las funciones de prueba. h ϕ m ϕ n dz = 0 F h 0 h δmn 2 (11) ϕm ϕn h dz = λm2 δ m n 2 z z (12) Considérese ahora el operador de Galerkin h 0 σ 'ij xj 2 + fi − ρ u 'i ϕ m (z ) dz = 0 t2 m h ϕ m dz = (8) 0 97 h 4 (−1) 2 π 2m + 1 (13) MATEMÁTICAS E INGENIERÍA El campo de desplazamiento elástico en los sedimentos se propone con la forma h ϕn dz = a m n z ϕm 0 Estas propiedades son útiles para simplificar la “proyección” de las ecuaciones de campo de la elasticidad sobre el plano horizontal en la superficie z = 0. (14) donde δmn es la delta de Kronecker (δmn = 1 si m = n; δmn = 0 si m ≠ n) y − amn = 1 2 m +n − si m = n, si m L “” Introduciendo la ec. (7) en la ec. (9), considerando las ecs. (2) y (3) y tomando en cuenta que, aun cuando h sea función de x y de y, se desprecian las derivadas de h, se puede escribir: m −n 1 − (−1) 2n + 1 1 + (−1) − 4 m + n +1 m−n n. (15) U ttm − α 2U xmx − β 2U ymy + β 2 λm2 U m − (α 2 − β 2 )V xmy − ((α 2 − 2β 2 )a m n − β 2 a m n ) W xn = 2 h (16) 1 4 ( −1)m 2 (0 ) f1 σ zx , + ρ π 2m + 1 ρ h V ttm − β 2V xmx − α 2V ymy + β 2 λm2 V m − (α 2 − β 2 )U xmy − ((α 2 − 2β 2 )a m n − β 2 a m n ) W yn 2 h (17) 1 4 ( −1)m 2 0 σ zy , = f2 + ρ π 2m + 1 ρ h W ttm − β 2 W xmx − β 2 W ymy + α 2 λm2 W m + ((α 2 − 2β 2 )a m n − β 2 a m n ) U xn + V yn = 1 4 ( −1)m 2 (0 ) + f3 σ zz , ρ π 2m + 1 ρ h 2 h (18) que es un grupo de ecuaciones diferenciales parciales acopladas y “proyectadas”. Aquí u1n = un, u2n = vn, u3n = wn y los subíndices de u, v y w significan derivadas parciales. Las derivadas espaciales se calculan usando la transformada de Fourier mediante el algoritmo . La matriz amn resulta de la integral de φm(z) y de su derivada, como se indica en las ecs. (14) y (15). Puede verificarse que el acoplamiento entre las funciones horizontales en varios órdenes (n = 0, 1,..., N) surge después de la primera derivada variacional con respecto a z. Por otra parte, la se98 2 U ttn = Un + 2γ t2 2 Un + γ 2U n t (19) C y, discretizando, en el tiempo j queda (U ttj ) = 1 1 + γ∆t + γ 2 ∆t 2 U nj + 1 − 2U nj 2 Si se escoge un conjunto de funciones de prueba tales que φm(h) ≠ 0 es posible introducir condiciones de frontera absorbente aproximadas en términos de una sustitución apropiada del esfuerzo en profundidad. La familia de cosenos (20) 1 + 1 − γ∆t + γ 2 ∆t 2 U nj −1 ∆t − 2 2 ϕ n ( z ) = cos Puede mostrarse que γ ≈ π fp/Q para un factor de calidad Q en la vecindad de la frecuencia fp. De la ec. (20) y sus equivalentes para vtt y wtt, es posible calcular las funciones u, v y w en los puntos de la malla horizontal en el tiempo j + 1 en función de sus valores en el tiempo j - 1 y las derivadas espaciales en el tiempo j. nπ z h (21) cumple con las condiciones de ortogonalidad y es completa en (0,h). En z = h su valor es (-1)n. La solución es relativamente sencilla en el dominio de la frecuencia. Supóngase un medio estratificado como el de la Fig. 3, sometido a un campo incidente de ondas planas . Fig. 3. Medio estratificado sometido a la incidencia de un campo de onda plana (izq.). Familia de funciones de prueba utilizadas para fronteras absorbentes (der.). 99 MATEMÁTICAS E INGENIERÍA El cálculo de las derivadas horizontales se lleva a cabo con el algoritmo usando todos los puntos de la malla, esto es, en un esquema global. Este enfoque seudoespectral requiere, por lo menos, entre 2 y 3 puntos en la malla por longitud de onda mínima (las diferencias finitas pueden requerir hasta 8 puntos para obtener la misma exactitud). Finalmente, las ecs. (3) y (7) permiten calcular los desplazamientos en la superficie. gunda derivada de, por ejemplo, um respecto a z está dada por el producto -λm2um. Con objeto de introducir amortiguamiento, la forma más sencilla consiste en tomar el operador / t + γ en lugar de la derivada en el tiempo. Por ejemplo, bajo esta consideración, la segunda derivada uttn puede leerse como El campo está dado por que es un sistema cerrado en forma débil en el cual las derivadas parciales de V en z = h son (22) v ( i ) = v 0 (ω )e − ik x e + iη E z e + i ω t donde µ k = ω βE s e nγ y ηE = ω cos γ , βE (23) ( ) i (24) + iη z (i ) es decir, V = v 0 (ω )e E y V(z) como el desplazamiento que será calculado utilizando una formulación de Galerkin de forma débil, en la cual se incluye a las funciones de prueba de la ec. (21). De esta manera, V(z) se escribe como An φ n ( z ) V (z ) = (25) n =0 Recordando la ecuación en el dominio de la frecuencia, se tiene que µ x v v + µ + ρω 2 v = 0 x z z (26) y, adoptando un esquema de Galerkin de forma fuerte, sustituyendo la ec. (24) en la ec. (26) y operando las derivadas queda h −k 2 µ (V ( i ) + V )+ (27) 0 z µ = −iωρE βE V h V ( i ) (z ) V +µ z z + ρω 2 (V ( i ) + V ) ϕ m ( z ) dz = 0 la cual es una integral sólo en la dirección vertical, que se resuelve por partes e incluye los valores de los coeficientes An de la ec. (25), los cuales son las incógnitas del sistema dado por h −k 2 µ (28) An ϕ n ϕ m − µ An ϕzn ϕzm + ρω 2 An ϕ n ϕ m dz + µ 0 h = +k 2 µV ( i )ϕ m dz + µ 0 (29) h La ec. (28) representa un sistema de m por n ecuaciones que se resuelve numéricamente. Cabe resaltar que esta ecuación contiene la información detallada de cada estrato en cuestión y que la responsabilidad de la reconstrucción de las ondas reflejadas y transmitidas se deja únicamente a las funciones de prueba. Así se tiene una representación aproximada de los coeficientes de reflexión y transmisión en cada intervalo del medio estratificado y, a su vez, una buena aproximación de las fronteras absorbentes en la base del modelo. Un ejemplo de la aplicación de estas fronteras se da en la Fig. 4, donde se muestra la función de transferencia del desplazamiento para un modelo de 3 estratos con las mismas propiedades (prueba de transparencia), ante incidencia vertical de ondas . En la Fig. 4 se realiza la comparación de la formulación propuesta contra la solución exacta. Como se puede observar, la aproximación es buena. Esto corrobora que la base de funciones es la correcta y que con un orden no mayor a n = 20 se puede obtener una buena representación de los desplazamientos en el tiempo, además de que posiblemente pueden suprimir la condición de base rígida del . siendo k el número de onda horizontal y ηE el número de onda vertical; ω es la frecuencia angular y βE la velocidad de fase de las ondas en el semiespacio E. Si se define al desplazamiento como un movimiento de referencia conocido, V(i), debido solamente al campo incidente, más un desplazamiento, V(z), dado, en función de la profundidad, se puede escribir: v = V ( ) + V (z ) e − ik z e + i ω t V z h h V z ϕ m (h ) h V (i ) V (i ) m (h )ϕ m (h ) + µ ϕz dz − ρω 2V ( i )ϕ m dz z z 0 0 100 MATEMÁTICAS E INGENIERÍA Fig. 4. Función de transferencia del desplazamiento para 3 estratos con las mismas propiedades ρ/ρE = 0.4, β/ β E = 0.4 y h = 400 m. El método propuesto con línea discontinua y con línea continua la solución exacta funciones de la ec. (10). Sin embargo, aun bajo esta condición la aproximación del método es notable y los sismogramas sintéticos obtenidos se comparan muy satisfactoriamente con los que se pueden calcular mediante el método anteriormente señalado, incluyendo la propagación de las ondas de Love generadas por las esquinas del depósito. Para el caso de las ondas de Rayleigh el logra reproducir el modo fundamental y el primer modo superior. Las principales limitaciones se presentan cerca de los límites de estabilidad del método (Condición de Courant) y como consecuencia de la falta de absorción en el modelo de base rígida. R Se han realizado algunas pruebas y comparaciones en el caso bidimensional, para verificar el comportamiento numérico, los tiempos de cálculo y la exactitud del método propuesto, los cuales pueden consultarse en Ávila et al. (2002). Para ello se tomaron como referencia otras técnicas de solución como las correspondientes a las funciones de Green en el modelo de un valle en forma trapezoidal propuesto por Kawase y Aki (1989) para el caso 2D (Fig. 5). Los resultados mostrados en ese artículo corresponden a la formulación original con base rígida, que utiliza la familia de Fig. 5. Modelo de valle trapezoidal 2D. 101 misma estación de trabajo, el realizó los cálculos en cerca de una milésima parte del tiempo requerido por el para el caso 3D. También se realizaron algunas comparaciones con los resultados obtenidos con un método de elementos de frontera () para el caso tridimensional de un modelo como el de la Fig. 6, que consiste en un valle aluvial somero de forma irregular, ante la incidencia de ondas , propuesto por Sánchez-Sesma y Luzón (1995), quienes enfatizan la buena resolución y calidad de los resultados. En los sismogramas sintéticos obtenidos el representa correctamente la onda incidente y su respuesta unidimensional al entrar en contacto con el valle, así como una buena correlación con la emisión tardía de pulsos difractados mostrados por el . A su vez, las simulaciones dinámicas en diferentes tiempos de visualización permiten observar los efectos locales que afectan a la propagación de ondas dentro del medio de interés. Sin embargo, la reproducción de las ondas superficiales de Love resultó más compleja debido a la concentración de energía por la geometría del valle y la formulación rígida del método. La importancia del consiste en la rapidez y economía con que se procesa. Utilizando la C La rapidez de cálculo del sobrepasa por mucho a la de otros métodos y su aproximación es aceptable para la mayoría de los casos estudiados hasta la fecha. Por ello se considera que el puede representar una alternativa viable respecto a métodos matemáticos, numéricos y analíticos disponibles actualmente para llevar a cabo simulaciones con recursos de cómputo reducidos. Se espera que el se pueda aplicar con éxito en el futuro en casos de valles más complejos, preferentemente correspondientes a casos realistas como podría ser, eventualmente, el de México. Con esto se pretende aprovechar las ventajas de formulación y facilidad de operación del ante el modelado sísmico de un problema real. Sin embargo, la investigación en este campo es aún incipiente. Se requiere, mediante el uso de los correspondientes operadores de interfaz, Fig. 6. Modelo de valle tridimensional. 102 parallel computers”, en Computer Meth. Appl. Mech. Eng., núm. 152, pp. 85-102. Faccioli, E., F. Maggio, A. Quarteroni y A. Tagliani, 1996, “Spectral domain decomposition methods for the solution of acoustic and elastic wave equations”, en Geophys., vol. 61, núm. 4, pp. 1160-1174. Frankel, A., 1993, “Three-dimensional simulations of ground motion in the San Bernardino Valley, California, for hypothetical earthquakes on the San Andreas fault”, en Bull. Seism. Soc. Am., vol. 83, pp. 1020-1041. Fix, G. y S. Marin, 1993, “Variational methods for underwater acoustic problems”, en J. Comput. Phys., vol. 28, pp. 253-270. Geller, R. J., T. Hara y S. Tsuboi, 1990, “On the equivalence of two methods for computing partial derivatives of seismic waveforms”, en Geophys. J. Int., vol. 102, pp. 499-502. Graves, R. 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Es necesario, también, adecuar el problema en el dominio del tiempo para el caso de fronteras absorbentes o dinámicas mejorando la aproximación de las condiciones de frontera para simular la irradiación de energía al semiespacio. Esta investigación se enmarca en el campo del modelado analítico aplicado a problemas de la ingeniería y la geof ísica. En la solución del modelo se emplean técnicas numéricas que requieren su implantación mediante programas de cómputo desarrollados a propósito para ello. Los beneficios de los resultados trascienden a una mejor comprensión de los fenómenos de la naturaleza para el mejoramiento de las condiciones de vida de los seres humanos, al proporcionar estimaciones válidas que permiten ayudar a evitar consecuencias desastrosas ante la aparición de terremotos en zonas densamente pobladas, como es el caso de la ciudad de México. _________, V. J. Palencia y F. Luzón, “Estimation of local site effects during earthquakes: An overview”, en ISET J. Earthq. 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