Antiguo seminario de Lleida

EL P.Francisco Palau y Lleida
ANTIGUO SEMINARIO
BREVE HISTORIA DEL SEMINARIO DE LLEIDA
Inicialmente era el Convento de los Jesuitas, posteriormente el Obispo Joaquín
Sánchez Ferragudo logró que se instalara en dicho edificio el Seminario, después de la
guerra civil (1939) se vendió al ayuntamiento y construyó un grupo de casas, que es lo
que actualmente existe, se llama “Bloque Seminario” y tiene una pequeña y sencilla
plaza al centro. Se ubica en plaza del seminario, en la calle Compañía.
Parroquia de San Andrés
Seminario
Muy cerca encontramos la Parroquia de San Andrés, en el tiempo del P. Palau
ésta era “la Parroquia de los pobres” y la de San Juan Bautista (ubicada en la Plaza de
San Juan) era “La Parroquia de los ricos”, el P. Palau solía frecuentar la de San
Andrés.
EVOLUCIÓN CRONOLÓGICA
Desde el inicio de la creación de la diócesis de Lleida en el año 1149 la
formación de los seminaristas se hacía en las escuelas eclesiales acostumbradas: Al
lado de los que ya eran sacerdotes se iban formando los que lo serían.
1300
Jaume Segundo rey de la corona de
Aragón, va a erigir en Lleida, el Estudio
General que subsistió hasta el año 1717 en
que Felipe V la trasladó a Cervera. A la
sombra del Estudio General estaban los
Centros de Formación Sacerdotal: colegio de
Santa María de la Asunción, colegio de la
Purísima Concepción. el Estudio General de
Lleida hacía de Seminario, daba la formación
Antiguo Estudio General de Lleida
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intelectual a los que se preparaban para hacerse sacerdotes. El traslado de la
mencionada Universidad a Cervera dejó a Lleida sin ningún centro de formación presacerdotal. La respuesta a esa situación de precariedad fue la fundación del
Seminario Conciliar de Lleida.
1722 Primera casa
El Seminario de Lleida lo fundó el Obispo Francisco de Olasso Hipenza (de la
Orden de Calzados de S. Agustín) en conformidad con los decretos del Concilio de
Trento, por esto se llamaría Seminario Conciliar. Mediante el decreto dado el 5 de
marzo de 1722, y ejecutado dos días después, 7 de marzo, día, en que por entonces se
celebraba la festividad litúrgica de Santo Tomás de Aquino, fiesta de los estudiantes.
pero todavía no tenían lugar fijo. Se ubicó en la calle de “la Redola de San Joan” (al
Canyeret).
Posteriormente el Obispo Gregorio Galindo va a comprar una casa en la calle de
la Tallada, esquina al de la “Cotxera”. Sería la primera casa propia.
1773. Seminario viejo
El Obispo Joaquín Sánchez
Ferragudo pidió y se le concedió el
edificio que había pertenecido al
antiguo colegio de los Jesuitas, que en
este tiempo estaban expulsados de
España. Situado al “Pla dels Gramatics”,
que sería el primer Seminario, (el lugar
donde estaba es conocido ahora como
el barrio del Seminario Viejo), “Bloque
Seminario”, al pie de la “Seu Vella” (catedral antigua).
A este Seminario es al que ingresó Francisco Palau en Lleida, como interno
durante los años 1828-1832, antes ya asistía pero como estudiante externo a las
clases de dicho Seminario, como lo mencionaremos más adelante.
“Seu Vella” (Catedral antigua)
El Seminario al que asistió
Francisco Palau se encontraba al
pie de esta majestuosa Catedral.
1893 Seminario nuevo
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EL P.Francisco Palau y Lleida
El Obispo de Lleida José Meseguer Costa, el 7 de marzo de 1893 colocó la
primera piedra del nuevo Seminario, situado al otro costado de la carretera de
Almacelles, de aquel tiempo, antiguo paseo de “Boters” (actualmente Rambla de
Aragón). Sede del rectorado de la Universidad civil de Lleida.
1981 Seminario actual
Obispo Malla. En 1981 se vendió el edificio del Seminario para establecer ahí la
Universidad de Lleida. Desde entonces el Seminario está en la calle Canónigo Brugulat,
22, antigua casa sacerdotal.
ESTANCIA DE FRANCISCO PALAU EN EL SEMINARIO
Era el año de 1824, Rosa Palau se casa, a sus 21 años, con Ramón Benet, de
Lleida. Se llevó a su hermano Francisco, quien tenía unos 14 años, a vivir con ellos y
para que pudiera asistir como externo a las clases del Seminario de Lleida.
1828-1832
Francisco Palau ingresa en el Seminario de Lérida como <<colegial>> (interno)
poco antes de cumplir los 17 años, era el mes de septiembre de 1828, permaneció en él
hasta 1832; a su inclinación personal en ése momento, se sumó el apoyo de su hermana
Rosa, del maestro Judas Tadeo y del párroco de Aitona Juan Camps. Realizó estudios
filosóficos (1828-1831). A primeros de 1828 consiguió una beca de <<porcionista>>, lo
que le permitió la estancia prácticamente gratuita en régimen de interno dentro del
seminario. Entre sus obligaciones de estudio y oración también estaba la de asistir a
las ceremonias en algunos días de fiesta en la “Catedral Nueva” (primera muestra del
neoclásico en Cataluña, edificada en tiempos del Rey Carlos III). La declaración de la
testigo (Positio, pag. 15) Rosa Benet Lluch nos presenta a Francisco como joven
fervoroso, penitente y amante del recogimiento, afirmando que su hermana Rosa Palau
había encontrado ramas y pedazos de leño en la cama de Francisco, habiéndolo
declarado al rector, y que el joven seminarista en sus horas de soledad nunca estuvo
ocioso, dedicándose a la oración, meditación y escritura.
<<Yo, joven, amaba con todas mis fuerzas, porque la ley de la naturaleza me
impulsaba con ímpetu irresistible. ¿qué amaba yo? ¿quién era mi cosa amada?...>
(MR. Fragmentos, 2)
Recibió la Tonsura clerical al comenzar el segundo año de filosofía, era el 19 de
septiembre de 1829. Siendo ordinario que los seminaristas fueran tonsurados durante
el curso 1º de Teología, Francisco Palau recibió la tonsura al iniciar el segundo de
filosofía, sin que podamos precisar a qué es debida esta distinción por falta de
documentos.
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EL P.Francisco Palau y Lleida
Cursó el primer año de teología (1831-1832). Dentro del estudio de teología se
seguía la obra de la “Suma Teológica” de Santo Tomás, obra clásica que influiría
fuertemente en el P. Palau (temáticas Escuela de la virtud).
En esa época, un relajamiento y abandono imperaba en el Seminario ilerdense,
entre el profesorado principalmente. Además de los profesores propios e internos del
Seminario había presencia de otros catedráticos en los exámenes del Seminario,
siendo conveniente destacar la aparición de Carmelitas descalzos en el tribunal y en
especial Fray José de Santa Concordia, quien sería posteriormente su superior
Provincial (será elegido como tal en mayo de 1832) y el cual ejerció una influencia
directa en el ánimo del joven Francisco, ansioso de perfección.
<<No conociéndote a ti, fui en pos de lo bello, bueno y amable que los sentidos presentaban;
pero al adherirme a estas bellezas, el corazón hacía sentir su insuficiencia, y no hacían mas
que aumentar la sed y el ardor del fuego del amor.
Mi juventud se pasó como una sombra, sin conocerte…>> (MR 22, 13)
El joven Palau experimentaba una insatisfacción, sin ver con claridad absoluta
qué pedía Dios de él, vislumbrando a la vez que debía caminar hacia la búsqueda de <<la
cosa amada>>, que presentía era la única que podía llenar la capacidad extraordinaria
de amor que descubría en sí cada vez más potente y avasalladora, él mismo nos lo
expresa:
<<Se hacía sentir en el corazón un vacío inmenso: faltabas tú en él y nada podía
sustituirte, ni las bellezas materiales podían llenar ni el más pequeño rincón…>
(MR 22,13)
<<…El amor era un fuego entre cenizas pero bien pronto se encendió, y hasta los 21 años
amé con pasión y sin conocimiento de mi Amada. A los 21 años de edad, al desprenderse el
corazón de los objetos extraños al verdadero amor, al dejar las cosas que no merecen los
afectos del corazón, me hallé en una situación horrible, impulsado por el amor buscaba mi
Cosa Amada en Dios>>
Decide abandonar el Seminario para pasar al Carmelo. La elección no fue
inmediata sin meditada y abrazada con conocimiento de causa, a la vez que rodeada de
un hálito extraordinario, según consta por testimonio de José Padró Canudas (Hno.
Terciario Carmelita, de la congregación que posteriormente fundaría el P. Palau):
“Estando en buena disposición para recibir las Ordenes Sagradas determinó entrar
en religión. Le parecía que debía entrar en la de los Carmelitas descalzos; no obstante en
negocio de tanta monta e importancia, no quiso proceder con ligereza. Hizo mucha oración
para explorar de Dios su voluntad, dedicando así a San Elías una novena. El último día de la
novena quiso el cielo tranquilizarle señalizándole la Orden a que quería perteneciese, lo
cual hizo de un modo bien claro, pues San Elías extendióle su capa y le cobijó con ella. Con
tal visible señal, no titubeó un momento en dirigirse al Monte deseado a la sombra del
Carmelo. Se hizo pues Carmelita descalzo después de haber vencido muchas dificultades,
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ya de parte del Sr. Rector del Seminario y de sus propios padres, pues unos y otros se
opusieron a sus intentos…supo desprecias los empleos honoríficos con que querían
condecorarles los catedráticos del Seminario” (Positio, cap. II, pag 34).
Es así como en el verano de 1832, Francisco Palau, a sus 21 años, presentó
renuncia de su beca al rector. Elige entrar como carmelita descalzo en la familia de
Santa Teresa, de quien será un digno hijo. Posteriormente en una relectura de su vida,
se descubre y sabe llamado por ella para trabajar en su obra.
<< …estudiando ciertos incidentes de mi vocación a la Orden de Santa Teresa, creo me
llamó ésta a su Orden para esta obra>> (Cta. 93,4)
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Bibliografía:
-
Francisco Palau,” Escritos”; Editorial Monte Carmelo, Burgos, 1997
POSITIO.
Ramiro Viola González, artículos web, diócesis de Lleida
Josefa Pastor Miralles, cmt; “¿Quién fue Francisco Palau?, pinceladas biográficas”, 2000
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