Investigadores del VHIR describen por primera vez alteraciones

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Gabinet de Comunicació i Premsa
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 Comunicado de prensa 
Destacado por Nature Reviews Gastroenterology & Hepatology en su número de mayo
Investigadores del VHIR describen por
primera vez alteraciones biológicas en el
síndrome del intestino irritable
 Esta base orgánica del síndrome del intestino irritable puede suponer el fundamento
sobre el cual identificar dianas diagnósticas y terapéuticas específicas de la enfermedad
 Este hallazgo aleja a la enfermedad de la idea de trastorno funcional e incluso del origen
psicológico que se le presuponía
Barcelona, 19 de abril de 2012.- Un equipo del grupo de investigación en Fisiología y
Fisiopatología Digestiva del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) ha descrito, por primera vez,
alteraciones moleculares en el síndrome del intestino irritable. Este hallazgo cambia radicalmente
la visión que se tenía hasta ahora de una enfermedad considerada funcional y sin traducción
biológica, por la visión de una entidad con alteraciones biológicas subyacentes a nivel del
intestino. Esta descripción inicial de una alteración orgánica del síndrome del intestino irritable
puede suponer, para empezar, una base sobre la cual identificar dianas diagnósticas y
terapéuticas específicas de la enfermedad y, de esta manera, poder desarrollar marcadores útiles
para el diagnóstico positivo y nuevas herramientas de tratamiento dirigidas al núcleo del
problema. A medio plazo, este hallazgo va a suponer un gran avance respecto a los tratamientos
sintomáticos que se usan en la actualidad.
Los resultados de este estudio, publicados en el American Journal of Gastroenterology y, ahora,
destacados por Nature Reviews Gastroenterology & Hepatology, debido a las implicaciones y
al cambio de paradigma que suponen para esta enfermedad, se centran en los siguientes
aspectos: alteraciones distintivas de la normalidad en el perfil de los genes expresados en el
intestino; mayor activación de células inmunológicas tales como el mastocito y señalización
anómala entre células en el intestino delgado (concretamente en el yeyuno) de estos pacientes,
alteraciones que se asocian a la gravedad de la sintomatología.
Un cambio de paradigma para el síndrome del intestino irritable
El síndrome del intestino irritable (conocido también como colon Iiritable) es la enfermedad
gastrointestinal más frecuente en clínica, observada en el mundo occidental, pues afecta como
media al 15% de la población adulta y representa, según los expertos, el 1-2% de todo el gasto
sanitario. Su sintomatología incluye dolor abdominal crónico y recurrente, acompañado de
alteraciones del ritmo intestinal que van desde el estreñimiento hasta la diarrea intermitente
crónica, pasando, en el caso de algunos pacientes, por períodos alternantes de estreñimiento y
diarrea. Esta sintomatología puede durar incluso varios años seguidos y afecta
considerablemente la calidad de vida de estos pacientes. “Todos los datos hallados desde que
empezamos a estudiar esta enfermedad, han ido dando forma a un nuevo enfoque
diagnóstico. Hasta ahora, el diagnóstico se sustentaba, fundamentalmente, en la naturaleza
crónica de los síntomas sin la existencia de signos evidentes de enfermedad orgánica”.
puntualiza el Dr. Javier Santos, responsable del estudio.
Para más información:
Fran García. Responsable de Comunicación del VHIR. Tel. 666 215 168. [email protected]
Margarida Mas. Comunicación científica. Tel. 626 523 034. [email protected];
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Una base mecanicista sustituye a la hipótesis del origen psicológico y puramente
funcional de la enfermedad
Gracias a estudios epidemiológicos previos, se ha identificado una predisposición a padecer este
síndrome en aquellas personas con un elevado nivel de estrés psicológico, con una historia
clínica de infecciones gastrointestinales o con la presencia de determinados factores genéticos.
Estas características alteran una función fundamental del intestino para la protección frente al
medio externo: la permeabilidad de la barrera intestinal. La alteración de esta función protectora
facilitaría la entrada en el organismo de agentes patógenos y toxinas, predisponiendo al desarrollo
de la enfermedad.
Este mismo grupo ya demostró que el exceso de estrés vital produce, entre otros problemas, una
alteración en esta barrera intestinal, sobre todo en mujeres. En particular el cúmulo de situaciones
vitales comunes (por ejemplo: muerte o enfermedad de familiares, situación económica
angustiosa, problemas laborales o sentimentales) sufridas durante el último año, provoca
respuestas anómalas en la mucosa del yeyuno que desequilibran la correcta regulación de su
fisiología. ”Durante el último año, la situación de crisis ha agravado el estado de algunos
pacientes o ha hecho que otros debutaran con síntomas”, explica el Dr. Santos. “En el
estudio previo”, añade, “relacionamos el posible desarrollo de la enfermedad con
respuestas hormonales y nerviosas debidas al estrés, sobre todo en mujeres sanas con
predisposición genética, cuyo intestino mostró una respuesta defectuosa dominada por
una menor secreción de agua y por un aumento significativo de la permeabilidad que, en
consecuencia, reducía la capacidad del intestino para arrastrar los agentes exógenos
nocivos”.
El actual trabajo va un paso más lejos e identifica un conjunto de alteraciones inmunológicas y
moleculares distintivas en la barrera intestinal y el funcionamiento del sistema inmunológico del
intestino. Concretamente, se ha establecido el papel clave de los mastocitos -unas células de
defensa encargadas de eliminar y contrarrestar agresiones externas- y algunas vías implicadas en
su activación y apoptosis o suicidio celular. Estos mastocitos desempeñan una función clave en la
respuesta inflamatoria a este nivel. “El estudio ha correlacionado, de manera significativa, la
menor expresión de proteínas estructurales y de los genes que las regulan, en una parte
concreta del epitelio intestinal, con la mayor activación de los mastocitos presentes en el
yeyuno. Además, todo ello también se asocia a la sintomatología del síndrome del intestino
irritable, lo cual podría indicar que a mayor alteración estructural, mayor gravedad de la
enfermedad”, concluye el Dr. Santos.
Para el responsable de la investigación, “con estos hallazgos, ahora el método diagnóstico
deberá evolucionar positivamente. Estamos trabajando para poder traducir este
descubrimiento en parámetros medibles en sangre periférica y en el desarrollo de
biomarcadores y tener, así, un apoyo analítico que nos ayude en el diagnóstico, hasta
ahora, fundamentalment clínico”. Mientras se buscan estas herramientas diagnósticas y ante
una sintomatología que, a veces, necesita de un diagnóstico que descarte otros procesos, existe
la opción de realizar una biopsia intestinal y buscar estas alteraciones biológicas en la mucosa del
intestino de estos pacientes.
El Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) es un centro de investigación creado en 1994, que
forma parte del Hospital Universitario Vall d'Hebron (HUVH) del Instituto Catalán de la Salud (ICS)
y está asociado a la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
Para más información:
Fran García. Responsable de Comunicación del VHIR. Tel. 666 215 168. [email protected]
Margarida Mas. Comunicación científica. Tel. 626 523 034. [email protected];
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