Revisión de la Literatura Prácticas, Incidentes y Normatividad en la Bioseguridad del Hospital Alejo-Armenta LN1 Generalidades sobre riesgo biológico en el hospital En diciembre de 2009 la H. Junta de Gobierno del Hospital General de Culiacán aprobó dos documentos fundamentales para proteger al trabajador ante el riesgo de un incidente biológico: el Reglamento de Bioseguridad y el Manual de Procedimientos de Riesgo Biológico.1,2 En este trabajo revisamos este tema en diversas publicaciones, instituciones de salud y en relación con los incidentes registrados, los tipos y niveles de riesgo en las instalaciones de hospital. Seguridad biológica (o bioseguridad) es el término utilizado para referirse a los principios, técnicas y prácticas aplicadas con el fin de evitar la exposición no intencional a patógenos y toxinas, o su liberación accidental. En cambio, la protección biológica (o bioprotección) se refiere a las medidas de protección de la institución y del personal destinadas a reducir el riesgo de pérdida, robo, uso incorrecto, desviaciones o liberación intencional de patógenos o toxinas. 1,2,3 Los trabajadores de la salud estamos expuestos a diferentes factores de riesgo biológico por el contacto directo e indirecto, permanente o temporal, con material orgánico proveniente de la atención de pacientes: sangre, fluidos corporales, secreciones y tejidos. Estos riesgos también pueden ser debidos a la manipulación de instrumental contaminado o al mal manejo de los desechos biológicos. Estas situaciones conllevan exposición a riesgos biológicos de diversa etiología, entre los que merecen destacarse la hepatitis B, la hepatitis C, la tuberculosis, la neumonía y el virus de inmunodeficiencia humana VIH. Como es sabido, este último ocasiona el síndrome de inmunodeficiencia adquirida -SIDA- y el riesgo se incrementa por que en algunas personas puede pasar inadvertido, lo que las convierte en portadores asintomáticos. Un buen ejemplo de la desinformación y los prejuicios que privan inclusive en los trabajadores de la salud, los llevan a tener un miedo exagerado al VIH pero no así a los virus de las hepatitis B ó C, cuyos efectos pueden ser también devastadores.4 La exposición al riesgo biológico debe prevenirse no solo por los efectos 1 individuales sino también por su impacto en el campo de la salud pública e incluso en el medio ambiente.1,2,4,5,6 Diferencia entre incidente y accidente Incidente de riesgo biológico es cualquier evento que se sale de control en un procedimiento con materiales biológicos (sangre, tejidos, residuos, vacunas u otros) y que puede llegar a amenazar la salud e incluso la vida de las personas. En el Hospital General de Culiacán, se define también al incidente de riego biológico como una transgresión a la normatividad establecida en el Reglamento de Bioseguridad y en el Manual de Procedimientos de Riesgo Biológico. Por razones obvias de mayor exposición, los trabajadores de las áreas de enfermería, laboratorios, hospitalización y urgencias, son más propensos que los demás a presentar un incidente de este tipo. En los trabajadores de otras áreas y servicios del hospital, la probabilidad de un incidente de riesgo biológico es mucho menor, al igual que en los pacientes ambulatorios y el público en general. Accidente de riesgo biológico es el evento (ya el incidente propiamente dicho) en el cual una persona presenta la probabilidad real y tangible de sufrir un daño en su salud o adquirir enfermedad infecciosa ocasionada ya sea por una lesión o generada por ingestión mediante otra vía en el momento del incidente, al contacto con un agente biológico de origen animal o vegetal, a través de microorganismos tales como bacterias, virus, hongos, rickettsias, parásitos o plásmidos. Como vemos, un incidente no necesariamente representa (o se convierte en) un accidente. Por esto mismo es muy importante que después del incidente, a la brevedad posible, se realice el reporte y que el trabajador afectado llene el acta circunstanciada describiendo su caso. Con el fin de que se le pueda otorgar la atención debida, se debe establecer diagnóstico preciso mediante la auscultación, realizar los exámenes de gabinete y de laboratorios correspondientes, y en su caso otorgar el tratamiento oportuno. Secretario de la Comisión de Bioseguridad del Hospital General de Culiacán “Dr. Bernardo J. Gastélum”. Este artículo podrá ser consultado en Imbiomed, Latindex, Periódica y en www.hgculiacan.com Sociedad Médica del Hospital General de Culiacán “Dr. Bernardo J. Gastélum” Arch Salud Sin Vol.4 No.4 p.129-131, 2010 129 Alejo Prácticas, Incidentes y Normatividad en la Bioseguridad del Hospital La atención rápida permite evitar también situaciones de mayor daño a la salud o un cuadro más grave de la infección o enfermedad. Por otra parte, el proceso de atención al paciente genera diariamente desechos de diversa índole que ameritan un manejo correcto, pues de ello depende no solo la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, sino también la prevención de enfermedades en la población de usuarios y la comunidad en general. La prevención de la enfermedad cada día es un asunto de más interés en todos los sectores y es prioridad del sector salud proteger a sus trabajadores de los efectos que puede generar su labor. El incremento de exposición ocupacional a enfermedades infectocontagiosas observado en los últimos años, hace necesario enfatizar en la práctica de medidas de bioseguridad y adecuado manejo de los desechos hospitalarios, por parte del personal que labora en entidades de salud. Una cultura de prevención en el personal de salud, orientada hacia el autocuidado, garantiza unas buenas prácticas de bioseguridad, así como el buen uso de los elementos de protección personal y colectiva. Así como el Hospital General de Culiacán tiene la responsabilidad de preservar la salud de los trabajadores proporcionando lugares y condiciones de trabajo libres de riesgo; también los trabajadores tienen el deber de acogerse a las normas y reglamentos de la institución, además de utilizar adecuadamente los elementos de protección colectiva y personal suministrados. Es por esto que los documentos normativos, en este caso reglamento y manual referidos a la bioseguridad, se convierten en una herramienta para que los trabajadores conozcan las normas y las apliquen a través del cambio de actitudes y de la mejora de prácticas. Estudios de incidentes de riesgo biológico en diversas partes del mundo De acuerdo con un estudio citado por Kozio y Henderson, realizado por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, se estima que cada año se producen en ese país aproximadamente 8,700 infecciones por virus de la hepatitis B en trabajadores de la salud por accidentes laborales con sangre o secreciones de pacientes infectados con dicho virus. Estas 8700 infecciones anuales produjeron 2100 casos de hepatitis aguda, 400 casos que requirieron hospitalización y 200 muertes.4 En el año 2010 los CDC calculan que alrededor de 2 millones de infecciones son adquiridas anualmente en los hospitales estadunidenses, lo que da como resultado aproximadamente 90,000 muertes.7 Esto significa que cerca de uno de cada 20 pacientes que ingresa al hospital en Estados Unidos contrae una infección, lo que acarrea otra cuestión de bioseguridad que tiene que ver con el ambiente y las condiciones de higiene de los hospitales, pero también con los trabajadores que atienden a los pacientes y pueden contagiarse o contribuir al contagio de infecciones si no toman todas las precauciones y medidas preventivas. En el Hospital General de Brescia, Italia, entre los años 1996-2000 se registraron 200 incidentes de riesgo biológico al año, de los cuales ¾ partes fueron percutáneos, 60% de las exposiciones ocurrieron a enfermeras, 43% en personal de cirugía y 35% del total fueron provocados por sangre infectada.5 Un estudio reciente realizado en Perú indica que únicamente el 40% de los estudiantes de Medicina habían recibido capacitación previa a su ingreso al internado en hospitales de Trujillo-La Libertad. Además, señalan problemas en las guardias preprofesionales, tales como las guardias interdiarias (32,7%), la carencia de ambientes de descanso (82,5%), y sin descanso postguardia (43,8%), e incluso 60% lo realizan sin pago alguno (ad honorem),esto último atribuido a la falta de campos clínicos y a la proliferación excesiva de nuevas Escuelas y Facultades de Medicina; con todo lo mencionado se puede observar que el trabajo es muy exigente, las condiciones son sub-laborales y peor aún, el interno no es protegido en la misma intensidad con la que sus actividades son exigidas.8 Así también, un estudio realizado en estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú, reveló que el 51,5% de los estudiantes de Medicina han sufrido en algún momento un accidente biológico, y al realizar el internado médico el riesgo aumenta hasta en 75 veces más.7 Estos resultados nos indican sobre la necesidad de contar con programas de capacitación y adiestramiento en bioseguridad al inicio de cada generación de internos, además de vigilar que haya un adecuado balance entre sus actividades de formación para el trabajo en hospital y las exigencias a las que son sometidos. En el Manual de Bioseguridad en laboratorio, tercera edición, emitido en 2005 por la Organización Mundial de la Salud, encontramos un listado exhaustivo de directrices de bioseguridad aplicables a cada uno de los niveles del 1 al 4, los requisitos para poner en servicio y certificar cada tipo de instalación, los códigos de prácticas, las características de los diseños, materiales y equipos con los que tiene que contar cada laboratorio según su nivel de bioseguridad. Además, este documento contiene una serie de recomendaciones sobre ADN recombinante y otros peligros en el laboratorio. Cabe mencionar que el manual también comprende conceptos como el bioterrorismo, el transporte de sustancias infecciosas y la liberación intencional (además de la no intencional, por supuesto) de sustancias nocivas al medio ambiente.6 Para el control de los microorganismos infecciosos en Artículo disponible en www.imbiomed.com. Arch Salud Sin Vol.4 No.4 p.129-131, 2010 130 Alejo Prácticas, Incidentes y Normatividad en la Bioseguridad del Hospital los hospitales se utilizan, además de las precauciones estándar, los sistemas de aislamiento por contacto, por aire y por gotas de acuerdo con la ruta de transmisión. 1,2,9 Una revisión rápida de los listados del Manual de la OMS para los niveles de bioseguridad más sencillos (1 y 2) nos indica claramente un largo camino por recorrer antes de pensar en la certificación de nuestras instalaciones de laboratorio.6 No obstante esto, la bioseguridad en los laboratorios y en general en el hospital se preserva en un nivel aceptable de acuerdo con los estándares tanto nacionales como internacionales, puesto que no se han presentado incidentes graves. El tipo de incidentes reportados están dentro de los que comúnmente se registran también en otras instituciones de salud. En los últimos dos años en los que se funcionado la Comisión de Bioseguridad, se han establecido la normatividad y los instrumentos para dar seguimiento a las exposiciones a riesgo biológico. La cantidad de incidentes registrados en nuestro hospital sigue siendo muy escasa, con alrededor de diez casos por año. Se deberán redoblar esfuerzos de parte de todos los involucrados e incentivar al personal para que los incidentes sean reportados en su totalidad y de manera expedita. Por otra parte, la capacitación sobre la temática de bioseguridad tiene que atender con prioridad a los trabajadores de nuevo ingreso, a los internos y residentes, a los servicios con mayor riesgo de exposición al riesgo biológico; orientarse hacia las tareas de prevención y enfocarse a los tipos de incidente más frecuentes por unidad y servicio. CONCLUSIONES Si queremos avanzar en los procesos de calidad, en la certificación y acreditación de nuestra unidad de salud, es imprescindible que las normas de bioseguridad sean cumplidas con rigurosidad. Siendo las Áreas de Laboratorios algunos de los lugares más propensos a la contaminación tanto por el manejo de muestras de pacientes como por las sustancias y reactivos que se manejan, las capacitaciones y adiestramientos se tienen que centrar en los aspectos que permitan evitar y contener el riesgo biológico. Dentro de las precauciones universales estándar, las recomendaciones más importantes que debemos recalcar, son: n Lavado de manos: es la medida más económica, sencilla y eficaz para prevenir infecciones intrahospitalarias. n Uso de guantes: principalmente para reducir los riesgos de colonización transitoria de gérmenes del personal y transmisión de estos al paciente. n Uso de bata: se recomienda uso continuo, especialmente cuando se realicen procedimientos que puedan producir salpicaduras. n Uso de cubreboca o mascarilla y monogafas: se recomienda durante procedimientos que puedan generar salpicaduras. n La adecuada disposición de desechos de material punzocortante es fundamental para prevenir accidentes y por consecuencia, prevenir la transmisión de enfermedades infecciosas. n Manejo de ropa sucia: debe colocarse en bolsas de plástico y transportarla en carros exclusivos. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Hospital General de Culiacán, Reglamento de Bioseguridad, 2009. Hospital General de Culiacán, Manual de Procedimientos de Seguridad Biológica, 2009. Organización Mundial de la Salud, Manual de Bioseguridad en laboratorio, tercera edición, 2005. Kozio, E. y Henderson, D. en “Risk analysis and occupational exposure to HIV and HBV”, en Curr Opin Infect Dis, 1993, 6: 506-510. Placidi D., Carta A., Crotti M.T., Porru S., G Ital Med Lav Ergon. 2002; 24(4):436-7. Inga E, López G, Kamiya C. Accidentes biológicos en estudiantes de medicina de una universidad peruana: prevalencia, mecanismos y factores de riesgo. An Fac med. 2010;71(1):37-42. Centers for Disease Control and Prevention, National Institute for Occupational Safety and Health, DHHS (NIOSH) Publication No. 2011-109, 2010 Oct; :1 consultado en la versión electrónica el 02 de diciembre de 2010 en: http://www2a.cdc.gov/nioshtic-2/BuildQyr.asp. Galán-Rodas E., Díaz-Vélez C., Maguiña-Várgas C., Villena-Vizcarra J. Bioseguridad durante el Internado de Medicina en Hospitales de Trujillo–La Libertad 2010: a propósito de la muerte de un estudiante de medicina, Acta méd. peruana 2010;27(2): 119-122. García A.E., César P. V., Medidas de bioseguridad, precauciones estándar y sistemas de aislamiento, Rev Enferm IMSS 2002; 10(1): 27-30. Artículo disponible en www.imbiomed.com. Arch Salud Sin Vol.4 No.4 p.129-131, 2010 131