SILAJE DE PASTURAS: una alternativa para conservar altos

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SILAJE DE PASTURAS: una alternativa para conservar altos volúmenes de
forraje con excelente calidad.
El silaje de pasturas es un método de conservación de forraje húmedo donde la
conservación se realiza gracias a la presencia de ácido láctico, producido por bacterias
específicas mediante un proceso de fermentación anaeróbica (sin aire).
Se diferencia del henolaje empaquetado en que los silabes son picados, mientras que el
forraje empaquetado se lo confecciona sin picar.
El objetivo de adoptar el silaje de pasturas dentro de los sistemas ganaderos es el de
aprovechar la “explosión” en producción de pasto que se produce en primavera y que
resulta imposible consumir con mayor carga animal o con otro sistema de conservación
de forraje.
Es precisamente esta razón por la que debe planificarse correctamente todos los
trabajos y dimensionarse los equipos de modo tal que no sean el cuello de botella para
lograr calidad, sabiendo que el deterioro del valor nutritivo por demoras en el corte,
picado, acarreo y llenado del silo es demasiado acelerado y por consiguiente las
pérdidas de la calidad son elevadas.
Cómo lograr calidad
Son tres los factores fundamentales que definen la calidad del forraje ensilado:
 Momento óptimo de corte
 Momento oportuno de picado
 Tiempo de llenado del silo
El momento óptimo de corte determina en más del 50% la calidad final del forraje
conservado. Para silabes de alfalfa o pasturas en base a esta leguminosa, el momento
óptimo de corte es cuando el cultivo se encuentra con un 10% de floración. El momento
preciso para entrar a cortar dependerá de la capacidad de trabajo de la cortadora
disponible y de la superficie del lote, sabiendo que si no se dispone de maquinaria con
alta capacidad de trabajo se deberá comenzar a cortar a principios de flotación, para
que cuando se termine con esta labor no esté demasiada avanzada la madurez de la
pastura y el promedio de floración se encuentre cercano al 10% mencionado
anteriormente.
Se debe tener en cuenta que el estadio óptimo para el corte es un período muy corto y
que no debe demorarse debido a que no es tan plástico como ocurre con el maíz o
sorgo, perdiéndose calidad rápidamente.
Debido a que es imprescindible realizar un oreo previo a la pastura antes de picarla,
resulta muy ventajoso trabajar con acondicionadores mecánicos, ya que minimizan el
tiempo de permanencia del forraje cortado en el campo, acelerando el secado y
disminuyendo las pérdidas por respiración.
Con respecto al momento oportuno de picado, se debe tener en cuenta el contenido de
humedad de la andana. El porcentaje óptimo está comprendido entre el 50% y el 60%.
Este contenido de humedad asegura que el proceso fermentativo se cumpla en forma
correcta, debido a que si se pica con exceso de humedad se puede favorecer una
fermentación de tipo butírica (caliente), en cambio si el picado es realizado con poca
humedad la fermentación se puede ver dificultada o incluso impedida, debido
principalmente a la dificultad que se presenta para realizar un compactado eficiente,
siendo en algunos casos imposible de eliminar el aire dentro del silo.
Dentro de este punto conviene destacar también el tamaño de picado. Se recomienda
trabajar con picadoras de precisión de picado fino, ya que aseguran un tamaño pequeño
(no más de 4 cm. en el caso de las pasturas) y sobre todo uniforme. Estas dos
características deseables permiten que el compactado y por consiguiente la eliminación
de aire entre partículas de forraje sea muy eficiente y el aprovechamiento por parte del
animal sea máximo.
El tiempo de llenado del silo, determina en forma directa el final de la respiración y el
inicio de la fermentación, que al principio es de tipo acética y si se trabajó en forma
correcta, rápidamente pasa a ser de tipo láctica, asegurando que la conservación sea
eficiente y confiable.
El llenado debe hacerse lo más rápido posible, tratando que el tractor que compacta
sobre el silo desparrame una capa fina (10 cm aproximadamente) de material picado,
facilitando de esta forma la compactación.
Se debe procurar también que el “corazón” del silo sea lo más grande posible,
cualquiera sea la arquitectura que presente (bunker, bolsa, torta, puente,). En este
sentido se debe tener en cuenta que mientras más alto sea el silo, menores serán las
pérdidas en la periferia y mayor la calidad del forraje conservado.
Otros factores que también inciden en la calidad son:
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Volumen de la pastura: se debe tener presente que las pasturas no producen
gran volumen de forraje comparado con maíz o sorgo, por lo tanto cuando se
planifique realizar un silo de pasturas hay que estar seguro que la cantidad de
materia verde a ensilar permita llenar el silo en forma rápida.
Dimensiones del silo: como ya se mencionó a mayor altura de silo menor
proporción de pérdidas por la periferia. También se debe tener en cuenta
cuando se diagrame la estructura del silo, que la maquinaria que se emplee para
compactar pueda girar libremente dentro del silo. Esto es importante ya que si el
tractor tiene que salir para girar, no solo se estará perdiendo eficiencia de
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compactación, sino que además se estará incorporando tierra continuamente al
material ensilado, creando condiciones favorables para una fermentación de tipo
butírica indeseable desde todo punto de vista.
Cobertura del silo: resulta muy importante realizar una buena cobertura con
polietileno sobre toda la superficie del silo. Se debe tener precaución de sellar
correctamente las uniones de las láminas de plástico con el objeto de impedir la
entrada de aire y agua. Se debe tener en cuenta que es preferible dejar el silo
destapado que mal cubierto, ya que una deficiente cobertura permitirá la
entrada y penetración del agua de lluvia impidiendo el escurrimiento y el oreado,
favoreciendo de esta manera la descomposición y calentamiento.
Sistema de extracción: una vez abierto el silo se debe procurar que los métodos
de extracción dejen una sola pared expuesta. En lo posible se deben utilizar
extractores frontales y evitar el uso de los “guinches”, ya que alteran la
estructura y compactación, dejando “cráteres” por donde penetran aire y lluvia
incrementando las pérdidas y deteriorando la calidad.
Dentro de las tecnologías disponibles, existen 2 técnicas promisorias que facilitarían la
obtención de calidad en los silajes de pasturas. Una sería el agregado de aditivos de tipo
bacteriano que permitirían la multiplicación rápida de bacterias productoras de ácido
láctico, acelerando la fermentación y estabilización del silo.
La otra técnica consistiría en la adopción del silo-press o silo bolsa, debido
fundamentalmente a que el volumen de producción de forraje no siempre es tan
voluminoso como para llenar un silo convencional, por lo que la bolsa sería una buena
alternativa para lograr eliminar en forma rápida el aire.
Por último se debe recordar que los silabes de pasturas participan de la dieta como
suplementos proteicos y que la calidad final que posean al momento de suministro
determinará que sean un buen suplemento o simplemente un complemento
voluminoso. En este sentido, el forraje al estar picado permite ser incorporado como un
componente más de la ración, pudiendo ser mezclado directamente en un mixer
convencional junto con suplementos energéticos como el silaje de maíz o núcleos
vitamínicos o minerales, posibilitando balancear fácilmente la dieta de los animales de
altos requerimientos como por ejemplo los novillos en los engordes intensivos o las
vacas de alta producción.
Se de be tener presente que desde el punto de vista económico, cuesta lo mismo
realizar un silo de buena o mala calidad y que gran parte de la misma se obtiene
ajustando el potencial pastura, regulando correctamente la maquinaria y capacitando al
personal.
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