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Monografía – Curso de Capacitación Docente en Neurociencia
Sandra Porporato
CON CIENCIA: Una solución
La nueva premisa: NEUROSICOEDUCARNOS Y NEUROSICOENTRENARNOS:
podemos controlar o modificar nuestros impulsos si éstos generan situaciones infructíferas.
El aula de hoy nos plantea el gran desafío del cambio. El docente que imparte solo
contenidos y los alumnos que están en completo silencio ya no es común. En el aula de
hoy las dinámicas de grupo, el trabajo colaborativo, el desarrollo de capacidades y
competencias como la resolución de problemas son estrategias que estimulan al niño de
este momento. En el aula es necesario abarcar mucho más que contenidos teóricos. Es
importante hoy ayudar a los pequeños a conocer sus emociones, sus reacciones, su
comportamiento. Es por esta razón que esta premisa tiene un efecto altamente significativo
ya que nuestro rol como docente hoy abarca también el proporcionarles a los alumnos
espacios seguros y agradables donde ellos puedan “neuroentrenarse” en el manejo
de sus emociones de manera tal que puedan lidiar con, y adaptarse a un entorno
muy cambiante.
Al tomar CONCIENCIA de que nosotros mismos podemos ACCIONAR sobre
nuestra conducta y que SOLO depende de nosotros, más allá de lo que esté sucediendo,
somos CONSCIENTES que tenemos una maravillosa herramienta en nuestras manos.
Solo es necesario percatarse y utilizar los procedimientos y técnicas que nos proporciona
la CIENCIA. La Neurociencia nos demuestra como podemos influenciar
CONSCIENTEMENTE el banco de memoria guardado en el cerebro emocional –
responsable de nuestras futuras decisiones. Esta información nos posibilita plantear
actividades donde – utilizando los contenidos de la materia o como espacio singular - se
trabaje el contacto con nuestras emociones.
Este pequeño detalle es un gran paso para la humanidad. La Ciencia nos dice que si
tomamos CONCIENCIA de nuestras acciones, pensamientos, emociones y creencias
podemos modificar nuestro contacto con nosotros mismos (Inteligencia intrapersonal)
y el mundo que nos rodea (inteligencia interpersonal). PODEMOS DARLE FORMA A
NUESTRA PROPIA VIDA Y CRECER COMO MEJORES SERES HUMANOS.
Nuestro cerebro – características:
1-
El cerebro tiende a ahorrar ENERGÍA permanentemente. Por lo tanto
aprende, recuerda y utiliza conductas simples, las conductas complejas
requieren de energía extra.
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Nuestro cerebro pendula entre las conductas tendientes a
2-
SUPERVIVENCIA
CONTRASUPERVIVENCIA
PLACER
DOLOR
3-
El cerebro esta en constante remodelación
4-
La conciencia llega siempre después que la emoción
Nuestro cerebro comenzó su desarrollo en la savana africana donde el actuar
eficientemente y con rapidez marcaba la diferencia entre la vida y la muerte: huir o atacar
era el patrón imprescindible en el cerebro instintivo. Luego, comenzó a
complejizarse al sumarse el cerebro emocional y con el tiempo el Neocortex con los
Lóbulos Prefrontales quedando establecido un elaborado sistema de redes que se
intercomunican y nos abren un mundo de posibilidades. De un modo sumamente
simplificado podemos decir que el cerebro recibe las percepciones captadas por
los sentidos y estos estímulos comienzan el recorrido cerebral distinguiendo tres
áreas:
- Sistema instintivo: rige nuestros actos reflejos críticos para la supervivencia
como por ejemplo los latidos del corazón, el nivel de glucosa, el territorio, entre otros. Es
este sistema el encargado de la transmisión de material genético.
- Sistema emocional:. califica los estímulos en pro-supervivencia o contra-supervivencia y
los guarda en la memoria. Nos permite, por lo tanto, aprender y modelar respuestas
automáticas. Es sobre la base de esta memoria – con todas las experiencias
calificadas y guardadas – que tomamos nuestras decisiones a futuro. Otra
vez, la ciencia nos da esperanza ya que esta capacidad está en constante
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modificación gracias a la NEUROPLASTICIDAD: las neuronas, las células de nuestro
cerebro, crean conexiones y desconexiones entre sí constantemente de acuerdo a los
estímulos que reciben. Cada conexión es un cambio de nutrientes y su cantidad determina
si se genera un impulso o si se inhibe el impulso. Estas redes son llamadas Redes
Hebbianas y tienen la capacidad de fortalecerse si son utilizadas (Potenciación a largo
plazo) o de desaparecer si caen en desuso (Depresión a largo plazo).
¡Tengo tantooo
trabajo! No puedo
procesar tantas cosas.
AYUDA,
SARA!
El cerebro no puede procesar toda
la información sensorial. El
SARA es
uno de los FLITROS que protegen al
cerebro de una sobrecarga. Focaliza
la atención en lo que es crítico para
la supervivencia.
- Sistema cognitivo-ejecutivo: se activa cuando los otros sistemas no pueden
resolver la situación de forma automática; es de acción lenta y consume mucha
energía!! Este sistema nos permite razonar, auto-observarse, trazar estrategias …
pensar. Los lóbulos prefrontales nos permiten ser consientes de las respuestas
somáticas - de como las emociones se manifiestan en nuestro cuerpo. Podemos así
SER CONCIENTES de la respuesta emocional y modelarla. También nos permiten
vetar o modelar el impulso instintivo y/o emocional; crear, mantener o cambiar a
estados emocionales constructivos; elegir dirigir la atención hacia un objetivo
específico.
La Neurociencia nos demostró que son los impulsos primitivos los que guían nuestro
comportamiento y SER CONSIENTES de esto es el primer paso para poder gestionarlos
apropiadamente. También nos muestra que los lóbulos prefrontales son capaces de
frenar los instintos evolutivos, así como modelarlos. Ellos no trabajan con las percepciones
que llegan directamente a través de los sentidos, sino que lo hacen con la información que
les llega luego que el sistema instintivo y el emocional procesaron
estas percepciones. De aquí la importancia de que tipo de
experiencias son guardadas en nuestra memoria.
HABLAR
¿QUÉ HACEMOS EN EL AULA CON ESTA PREMISA?
Sabemos que un ambiente seguro, ordenado y
agradable donde el alumno pueda sentir pertenencia y
no necesite estar alerta favorece a que el SARA esté
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disponible para captar los estímulos pro-aprendizaje. El adulto responsable será una
persona que infunda seguridad, guía y tranquilidad. Este adulto establecerá una serie de
rutinas de trabajo que aporten más seguridad al alumno. En un ambiente tal, el SARA
captará estímulos que favorezcan al aprendizaje.
Para estimular la práctica del contacto con nuestras emociones hay una serie de
actividades que podemos incluir en nuestra planificación y que ayudarán con las
habilidades sociales y el desarrollo de la empatía (entender que está sintiendo otra
persona y poder ver la situación desde otra perspectiva) trabajando así sobre la
inteligencia interpersonal. Al hablar y trabajar la emoción, es decir ese impulso que nos
lleva a la acción, nos ponemos en contacto con nosotros mismos: aprendemos a autoobservarnos y tomar conciencia de nuestras emociones, a controlarlas o modelarlas y
desarrollamos también la capacidad de automotivación. Estos últimos aspectos
corresponden a la inteligencia intrapersonal.
Actividad 1:
Explorar el vocabulario que tienen los alumnos para categorizar y definir sus emociones. A
veces es necesario mostrarles los términos adecuados ya que a menudo simplifican sus
emociones y/o sentimientos en “triste” “contento” “bien” “mal”. Conceptos como
angustiado, abatido, hostil, aversión, escéptico, entre otros pueden resultar nuevos para
adolescentes. También explorar las sensaciones del cuerpo cuando aparece la emoción.
- Mostrar rostros con esas expresiones
- Contar historias que muestren estas emociones
- Escuchar con ellos y analizar canciones que hablen o muestren emociones
- Mirar películas de la actualidad y aplicar el análisis de las emociones
Actividad 2:
Utilizar esas mismas canciones, películas, o historias para trabajar sobre los personajes y
sus reacciones, sus diferentes maneras de expresarse, y/o sus emociones a través de la
representación teatral, a través de un dibujo o alguna forma de arte.
Es muy interesante cuando se utilizan personajes históricos y los tienen que representar
con una canción (inventada por ellos o no), igualar con un objeto, etc.
Actividad 3:
Esta actividad es recomendable en especial antes de eventos importantes como un acto, o
una evaluación. Pedirles a los chicos que sonrían a propósito. Explicarles como eso
modifica las sensaciones del cuerpo y en seguida se ven los resultados. De esta manera el
cerebro responde más y ellos se distienden. Es un hábito muy simple.
Al sonreír se contraen los músculos masticadores y se comprime la arteria carótida
externa. Esto desencadena modificaciones bioquímicas en el cerebro y nos hace sentir
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bien. No es necesario utilizar tantos nombres ni procesos, solo dejar que ellos mismos lo
experimenten. En lo personal me sirve de mucho aclarar que se sonríe con la boca y se
siente en los ojos.
Actividad 4:
La respiración con o sin visualización. Poder manejar la respiración
pausada y fluida nos permite manejar el reflejo de tensión para pasar al
reflejo de relajación con cada exhalación. La práctica de la respiración por
supuesto no modifica ningún conflicto, sino que aporta serenidad a
voluntad… para enfrentar dicho conflicto. Además es un descanso para la mente, sobre
todo cuando la escolaridad se extiende desde la mañana hasta la tarde.
Es interesante acompañar estos momentos de “respiración pausada y fluida” con historias
que simbolicen una enseñanza, que hablen de un valor, o que les permita imaginarse a
ellos mismos en escenarios positivos, saludables y eficientes.
Con la práctica, hasta niños pequeños, crean sus propias historias donde sueñan,
planifican y se expresan: grandes ventajas para el autoestima.
Actividad 5:
El repaso. Diseñar actividades donde todo el contenido sea sabido por los chicos. Darles el
espacio a ellos para que lo expliquen, lo ejemplifiquen y trabajen con la información. La
información ya no es el centro sino que la actitud de “poder” realizar o explicar algo
incrementa el autoestima y la confianza de los chicos. Asimismo, le da más tiempo a
aquellos que lo necesitan y la comunicación sana y enriquecedora entre pares se
acrecienta, se practica y se valora. Se estimula y se practica la perseverancia.
Actividad 6:
Ayudar a los chicos a re-pensar sus actitudes y reacciones en vez de reprenderlos. Sin
preguntar “¿porques?” ya que esto produce la repetición del conflicto en sus cerebros y se
vuelven a vivir las mismas emociones.
El cambiar esta pregunta con un “para qué?” es más efectivo. De esta forma se trabaja
sobre objetivos. Luego se puede analizar cuan útil y eficaz fue su reacción si ahora está
bajo el reto de un docente. Entonces se pueden hablar de diferentes formas de solucionar
conflictos y conseguir los objetivos.
En síntesis, el ayudar a los chicos a tomar conciencia repercutirá en niños más felices,
con mejor conducta, más responsables de sí mismos y su entorno. Al percibir que tenemos
control sobre nuestras vidas, nos sentimos más plenos. Esto nos lleva a actuar con altos
valores, y además, contribuye con nuestro propio desarrollo y con la responsabilidad que
tenemos sobre la calidad de vida de las personas con las cuales convivimos.