OBRA DE MARINA KRAVETS Tal vez Tal vez, nunca te lo he dicho, aunque siempre tuve ganas. Tal vez, fue solo un capricho, encontrarme entre tus manos. Tal vez, siempre he querido, tener unos ojos a los que mirar, y siempre que necesite, que me digan, por donde, como y cuando andar. Tal vez, siempre he sentido necesidad de tu calor, aunque nunca he podido contemplar aquel amor. Tal vez, me tendré que dar por vencida, en mi vano camino al andar , en busca de los sentimientos ocultos, infieles a la realidad. Por aquellos que jamás volverán Cuando sientes que todo acaba, Cuando bajas las manos sin mirar hacia atrás, Cuando sabes que todos los seres queridos se pierden, Sin poder ayudar a salvar. Cuando luchas y lloras y finalmente caes Y observas que aquellas personas se van , Mirándote nítidamente, Como diciendo que ya nunca jamás volverán. A pisar los polvorientos caminos, A contemplar el madrugado amanecer, Ni a tocar las cristalinas aguas del frágil rocío, Que llenaron sus vidas de un dulce placer. En aquel atormentado momento, Cuando el llanto se funde con la desesperación Confías y abres todas tus puertas A la última, A la que nunca se pierde Y en la que todos, Depositamos nuestra confianza En el último consuelo Llamado esperanza. Aprende a sonreír Tantas ilusiones rotas, y otras tantas sin cumplir. Unos, dicen que es vida, pero yo no se que decir. A veces, Aquellos recuerdos felices me invaden y me hacen olvidar la realidad. Otros en cambio, me hieren por dentro y no me permiten dejarlos sacar. Pero también, existen aquellos momentos cuando no sabes si luchar o sufrir, Cuando se te llenan los ojos de lágrimas y por una razón u otra no se quieren salir. En aquellos desesperados momentos, cuando desaparecen tus ganas de vivir, recuerdas aquellas personas, que un día dejaron su vida para que la tuya pudiera seguir. Así que, querido superviviente de la vida, no dudes si merece la pena luchar o dejarlo ir. Recuerda, y nunca olvides que llorar es mucho más fácil que sonreír.