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COLOMBIA: ESTADO SOCIAL
DE DERECHO?
Enrique Quintero Valencia
PRESENTACION
Aprendí la historia patria dentro de ese molde viejo de mostrarla como el catálogo de
las acciones militares, y con la viva convicción en los profesores de que los hombres
hacen la historia, es decir, señalando la conducta pública y privada de los próceres
como una fuerza decisiva en la vida de los pueblos.
Pienso hoy que los hombres hacen la historia, pero no con una autonomía completa
sino dentro de las condiciones objetivas históricas y geográficas donde nace y crece la
Nación, ese pueblo con conciencia de su tradición y de sus esperanzas. Las batallas y
las victorias son hitos que ponen colorido al paso de los años y los siglos, ISLAM : LA
VOLUNTAD DE DIOS pero no es justo que sólo ellas impresionen la retina de quienes
historian la vida de los pueblos. Esta no es rugir de cañones y batir de sables: es el
empeño diario por hallar trabajo y remuneración, por sostener la familia y proyectar
los hijos con intenciones de futuro, por abrir empresas chicas y grandes, por ahorrar e
invertir si ello es posible, por entablar conversación con el vecino, y encontrar prójimos
y vecinos en gentes de otros pueblos, de otras costumbres y de otras lenguas. La
historia como memoria de vida de los pueblos es más amable cuando invoca menos las
añoranzas y más los proyectos...
De otro lado, presentar el decurso de la historia se ha querido por muchos como un
ejercicio aséptico, sin emoción ni convicción, sin entusiasmo crítico ni evaluación de las
estructuras y las coyunturas. Otra posición -y en ella estoy- considera que el pez no
mira con indiferencia ni examina con objetividad el río en que nada, la corriente en la
que está inmerso. Vana pretensión es, pues, la objetividad en la presentación de la
historia. Más conviene tomar cuenta de que contamos los episodios con la perspectiva
sí de su relativa distancia, pero asumiendo que a todos nos afectan y no son cosa cuyo
interés podamos evadir.
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Creemos que este texto puede ser útil para introducirse al estudio de las instituciones
jurídico-políticas de Colombia, relacionarlas y compararlas con sus antecedentes
internos y externos, evaluar su desarrollo y eficacia, comprender sus limitaciones, y
prospectar su mejor aprovechamiento. Desde luégo, ninguno de sus lectores debe
reducir a estos apuntes su conocimiento. La lectura analítica de la Constitución, y la
reflexión sugerida por las lecturas complementarias y por los temas presentados en
una calificada bibliografía de referencia, nos aproximarán en mejor forma al objetivo:
Conocer a Colombia, y si es posible, amarla. Vale la pena proponérselo.
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TABLA DE CONTENIDO
I
LA COLONIA Y SUS INSTITUCIONES POLITICAS
Lectura
Complementaria:
REVOLUCION FRANCESA.
II
DERECHOS
HUMANOS
EN
LA
LA REPUBLICA
Lectura Complementaria: DERECHOS HUMANOS EN LA O.N.U.
III LA REVOLUCION DEL MEDIO SIGLO Y LA
ORGANIZACION FEDERAL
Lectura Complementaria: GOBERNANTES DE COLOMBIA
IV
LA REGENERACION. CONSTITUCION DE 1886 Y SUS
PRINCIPALES REFORMAS.
Lectura Complementaria:
CATOLICA
V
LOS
CONCORDATOS
MEDIO SIGLO DE EVOLUCION POLITICA.
Lectura Complementaria: EL PROBLEMA AGRARIO
VI
PROCESO POLITICO CONTEMPORANEO.
LA CONSTITUCION DE 1991. .
CON
LA
IGLESIA
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EL ESTADO EN LATINOAMERICA
ENRIQUE QUINTERO VALENCIA
En nuestro tiempo la ciencia política, ahora llamada análisis político, ha cambiado su
punto de vista sobre el Estado. Antes se tenía una concepción casi metafísica y
eminentemente formal, en la que la noción de Estado respondía a un conjunto de
elementos concretos que al unirse daban un resultado identificable por todos como
Estado. La subsiguiente influencia del pragmatismo de James y de sus seguidores
norteamericanos desestima el concepto específico de Estado y lo sustituye por una
pluralidad de opciones o "posibilidades de que algo sea Estado"; se desplaza la visión
de un aparato político, y se conquista con mejor dinámica la de sistema o sistemas
políticos.
Se puede observar fácilmente que la teoría del Estado no ha corrido parejos caminos
en Europa y en América Latina. En este continente el proceso ha generado una
conciencia más o menos sólida de que el Estado surge y depende del movimiento
constitucional. A diferencia de los europeos y anglosajones de América que sienten
que la Constitución no hace el Estado sino que refleja el Estado, generado por el
movimiento social. Los latinoamericanos tienen la convicción de que hacer
constituciones es hacer el Estado, y que una reforma o sustitución de la Constitución
va a revertir en cambios sociales. La experiencia de los últimos decenios va mostrando
lo equivocado de esta tesis. Sobre todo en Colombia, donde el Estado sigue igual, con
sus virtudes y vicios, a pesar del cambio de Constitución.
El Estado contemporáneo confronta problemas nuevos, como son la relación con la
pluralidad de etnias que dentro de él permanecen en más conflicto que armonía; y de
otro lado, la confrontación -igualmente severa- con las tendencias internacionales de la
dinámica supraestatal. Los nostálgicos de la soberanía estatal tropiezan ahora con la
incidencia de una difusa voluntad supraestatal en materia de relaciones comerciales,
de derechos humanos, de legislación comunitaria, de industrialización de la cultura y
la información, etc. Relaciones que no son unívocas sino que se abren en abanico para
ser dependencia, imposición, subordinación, acuerdo a nivel, y tantas más. Antes de
que INTERNET se volviera un espacio incontrolable de comunicaciones al acceso de
todos, ya eran internacionales la estrategia geopolítica militar y la programación de la
economía...
Aunque la historia del Estado latinoamericano es un puente secular entre diversas
formas de dependencia -"De la dependencia de España a la dependencia de Estados
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Unidos"- los politólogos solían distinguir varias etapas. Los Estados latinoamericanos
surgen con su independencia de la metrópoli, permaneciendo en adelante vinculados
umbilicalmente a la estructura capitalista general de Occidente. Esto ocurre para todos
en las primeras dos o tres décadas del siglo diecinueve. En la segunda mital de ese
siglo, asumen la forma de Estados oligárquicos y se empiezan a delinear las familias
que dinásticamente serán representativas en la conducción del país. Las revoluciones
del 17 en Rusia, y del 20 en México, dan entrada a las esperanzas populistas hasta la
mitad del siglo veinte, pero las oligarquías económicas conservan su poder con la
estrategia del reformismo demagógico que les permite conservar su influjo hasta la
segunda postguerra. Con ésta llegan los vientos del desarrollismo, la autoridad
política toma para sí ese compromiso y se esfuerza por recobrar los retos de la
modernización del Estado y darle contenidos más dinámicos al envejecido concepto de
la democracia.
Desde los días de la penosa independización, la formación del Estado atraviesa crisis
que no son idénticas en todo el continente. El resultado natural de la consolidación de
una conciencia política tiene agregados peculiares, que en un lado son aportados por
el mestizaje, por el criollismo, (Colombia) en tanto que en otros está matizado en
mayor proporción por los intereses de inmigrantes invasores e incontaminados
(Argentina y Chile), y en tercer lugar por las tradiciones indígenas como en Bolivia.
No es posible, entonces, pensar en una homogeneidad sociológica del concepto de
nación en los Estados latinoamericanos. Esto significa que rotas las cadenas de la
dependencia externa, los Estados nacientes se enredaron en luchas, nacionales sí, pero
que eran manifestación de intereses contrapuestos y reacción de los partidos o sectores
derrotados. En Colombia, desde entonces, los criollos y mestizos descendientes de los
chapetones, tendrán la confrontación sorda de las minorías negras e indígenas, que se
articulan desde entonces en el proletariado laboral e indigente. La lucha política -y
civil- en el Cono Sur se dará entre los inmigrantes que se apropian por ocupación de
todos recursos, los sectores de mestizaje relativamente restringidos, y los grupos de
indígenas y negros que son primero desposeídos y luégo eliminados. Las regiones
donde resultan fuertes las tradiciones indígenas, como Bolivia y acaso Ecuador, se
configuran como verdaderas islas presionadas por la influencia de los vecinos y que
poco a poco van debilitando en una agonía secular ese elemento basal de su estructura
sociopolítica. El indigenismo lucha a brazo partido contra la modernidad, y hace
tránsito a simples manifestaciones folclóricas antes de desaparecer definitivamente. A
la larga se van imponiendo partidos que con el pretexto de la marcha hacia la unidad
nacional van descabezando y disolviendo toda muestra de pluralismo.
Con la crisis económica del 30 los Estados, en cuyas constituciones la oligarquía
dominante había inscrito profusos conceptos liberales, se mostraron incapaces de
afrontar los problemas, y como castillos de naipes fueron cayendo sus gobiernos y se
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vió la necesidad de remozar los instrumentos de dominación. En Colombia, después
de la larga hegemonía conservadora, llega el turno para los gobiernos liberales a partir
de Olaya Herrera en el 34. Comoquiera que para entonces la oligarquía compartía o
alternaba en los principios ideológicos, esta crisis se mostró también como una primera
contradicción interna o fragmentación de la oligarquía bipartidista. Y a partir de
entonces se inició una saga en la que a la postre no estaba el país administrado
alternativamente por las oligarquías terratenientes de uno y otro partido, sino que en
realidad existía un solo partido -el liberalconservatismo- que con dos caras ponía el
monopolio del poder siempre en manos de la misma oligarquía liberalconservadora,
detentadora del capital y de la tierra, y como reflejo, del poder político.
Posteriormente, las masas presionaron por su integración al proceso económicopolítico, y las oligarquías aparentaron ceder a la presión y dieron a luz reformas y
concesiones populistas que luego tomaron forma. Este Estado que pretende hacer
intervencionismo de favor popular, es en realidad el Estado desarrollista -primero
crecer y después repartir- que se monta con la ayuda de la C.E.P.A.L. con
proyecciones hasta la década del 70. Tuvo como espíritu santo a Keynes, y adoptó
instrumentos como el bienestar general y la democracia participativa. Esta última sólo
llegaría a Colombia veinticinco años más tarde, pero a otros Estados latinoamericanos
no llegaría nunca. La rebelión de Castro y su revolución socialista condujeron a la
estrategia paternalista de la Alianza para el Progreso, y fracasada ésta vinieron las
crisis políticas aquí y allá resueltas por el arbitraje o la arbitrariedad de los militares. La
década del 60 es abiertamente caracterizada por el golpismo, y el mapa de América se
viste de verde oliva y calza botas. Pero este golpismo -cosa curiosa- no era caudillista.
No había líderes carismáticos, sino que se trataba de planificación de camarillas, de
grupos castrenses coligados con sectores oligárquicos y en ocasionales alianzas con los
partidos políticos. Así se vió en Brasil, Argentina, Chile, Perú y Uruguay. Documentos
posteriores desvelaron la convergencia de todos los golpes con las intereses de los
Estados Unidos y de su política exterior, hasta los extremos predicados en la Doctrina
de la Seguridad Nacional. A partir de entonces las fuerzas armadas pasaron a ser
consideradas como parte esencial de la administración del Estado. En Colombia se
habló de un período en el que mandaba el General Camacho Leyva a su presidente
Turbay Ayala. El hecho real era que desde decenios antes los oficiales superiores se
formaban en las Escuelas de Guerra patrocinadas y dirigidas por el gobierno de
Estados Unidos, en varios países -Panamá, Perú, Brasil...-. El objetivo final era la
ocupación de los Estados por sus propios ejércitos, y se fué logrando gradualmente en
gran parte de Latinoamérica. La estrategia no solo se dirigía a capacitar a los jefes
militares para la administración, sino en refinar los procedimientos de la represión
totalitaria frente a toda eventual oposición o divergencia política. El paso siguiente ha
sido la alianza consolidada de las castas militares con los sectores fundamentales del
capital, los grandes comerciantes, los banqueros, los exportadores de materias primas,
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y las industrias multinacionales interesadas en invadir nuevos mercados. Este último
servicio lo dejó listo en Colombia el gobierno de César Gaviria, a costos tan grandes
como el sacrificio del sector agrario, y la privatización de las industrias y
establecimientos productivos del Estado. La sujeción a las programaciones externas, y
al neoimperialismo norteamericano, se observan cotidianamente con los viajes del
inverecundo Fiscal General de la Nación -cargo impuesto por Estados Unidos en la
reforma de la justicia- a los Estados Unidos en busca de financiación, apoyo e
instrucciones.
El neoliberalismo, la sombrilla ideológica de la década, pregona como línea de
conducta para el Estado la conveniencia de limitarse a las actividades no rentables.
Esto supone convertir en rentables y montar sobre el eje del lucro, los servicios que
antes se consideraron parte de la obligación pública. Según ésto, el Estado no debe
competir con los empresarios privados en sector económico alguno, en tanto pueda ser
explorado y explotado por los particulares. El papel que se asigna al Estado -como en
la matriz manchesteriana- es ser el guardián del orden social: el Estado Gendarme, ni
más ni menos. El custodio de la propiedad privada y de la iniciativa particular, el
garante de la lucha de todos contra todos y la supervivencia de los más aptos,
econoómicamente hablando. Las garantías económicas, es una obviedad recordarlo, se
protegen mediante las políticas represivas. Por ello es previsible que la duración del
neoliberalismo dependerá de la paciencia de las masas. Del tiempo que soporten la
ocupación militar del país por el propio ejército, la persecución al sindicalismo, el
desaparecimiento de los defensores de los derechos humanos, el señalamiento del
pensamiento contestatario en intelectuales y estudiantes, la libertad de la prensa no
sobornada por el régimen.
El año de 1995, heredero en gran parte de los compromisos externos de la política
gavirista en Colombia, costó en represión a cargo de las fuerzas armadas dos mil
cuatrocientos millones de dólares. Las fuerzas armadas perdieron muchos hombres,
mataron y capturaron algunos guerrilleros, proporcionalmente muy pocos por ese
costo. De modo que tal gasto ni fué negocio para los militares ni fué inversión útil para
el país. Los ministros de defensa han reconocido un censo de diez mil guerrilleros, que
influye decisivamente en más del cincuenta por ciento de los municipios del país.
Tomemos un supuesto de 24.000 guerrilleros para redondear cifras. Si de 2.400.000.000
de dólares, le corresponden a cada guerrillero 100.000 dólares al año, éstos
equivalieron durante el que terminó a cien millones de pesos por cabeza: Una modesta
casa de cincuenta millones de pesos y un sueldo de un millón de pesos mensuales a lo
largo de cuatro años. Si el sentido de la guerra civil fuera solamente económico
resultaría útil la aventura de cálculos como éste. Pero, y las Fuerzas Armadas ? De qué
van a vivir los generales, así se miren tan precarias la inteligencia y la eficacia de su
acción ?
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En la conciencia popular latinoamericana se cuece una perspectiva con diferente
dinámica para los comienzos del milenio. Las fuerzas armadas de América Latina, en
general, han perdido credibilidad y disminuye cada vez el respeto hacia su imágen.
Han tenido inclusive posibilidades de administrar de la mano con sus mentores
imperialistas, y han fallado en todas partes, salvo en Chile. Porque no toda América es
Chile. No toda América está dispuesta a pagar el precio que pagó Chile. Al lado de
una conciencia civilista y antimilitarista cada vez más extendida, surge un
nacionalismo de nuevo corte que intenta objeciones a la internacionalización de la
economía, la dependencia política y el creciente endeudamiento externo. En principio,
se ve muy difícil el rechazo eficaz de la globalización económico-política del mundo.
Pero el paso político al milenio va a forzar a los gobiernos que quieran sobrevivir a
nuevas concesiones en favor de las necesidades populares. Colombia es hoy muestra
de que la solución militar de la lucha antiguerrillera nunca será exitosa. Mientras no se
combata el desempleo creciente y se democratice la distribución de ingresos, la
escandalosa brecha mayor todos los días entre los bien pagados por la economía y los
menesterosos de la zona laboral, dará fundamento ideológico a las guerrillas. Los
administradores dejarán de creer sus propias mentiras sobre la desideologización de
las guerrillas con el hecho tozudo de que contidianamente crecen los frentes y
muestran su vigor táctico las operaciones guerrilleras.
Es curioso que en las discusiones de la Reforma Tributaria en el congreso colombiano,
el énfasis de la extorsión a cargo del Ministro de Hacienda se ponía en que de no
aprobarse todos los recortes financieros afectarían la inversión social. Tanto como
decir que los impuestos se reducen para los de arriba, y los gastos sociales sufren las
adversidades de la gestión. Dentro del compromiso de la inserción en la economía
internacional, ya se han empezado a observar las muestras del futuro que viene:
infraconsumo, desempleo disfrazado en las llamadas microempresa y famiempresa,
subempleo profesional y técnico, pérdida de poder adquisitivo de los salarios reales,
reducción del gasto social, disminución de cobertura en los servicios públicos
privatizados.
La tesis de Galbraith, expuesta hace más de treinta años, en la que se asignaba al
Estado el papel liberal de árbitro entre los sectores del capital y el trabajo, ha sido
desmontada por la dolorosa experiencia: El Estado no puede ser árbitro entre el capital
y el trabajo, porque sencillamente no es neutral en tanto es hijo y aliado del capital. La
interpretación marxista ha mostrado su sólida construcción teórica, y ha sido
confirmada por la historia. Más que siempre antes, el Estado del neoliberalismo es un
instrumento de dominación con evidente carácter clasista. Y ésto resucita toda la
panoplia de las argumentaciones de Marx sobre su proceso y destino. El Estado
contemporáneo no restablecerá el equilibrio: por el contrario, creará las condiciones
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para la generación y acumulación de ganancias. La distancia entre economía y Estado,
o si se quiere entre gerentes y administradores políticos, tenderá a desaparecer hasta
lograr la identificación e hipóstasis de unos en otros. Volverán los tiempos en que los
Adolfos Díaz, los McNamaras, los Pastranas y los Lleras pasaban de las gerencias de
las grandes concesionarias a los altos cargos de las repúblicas, y viceversa. La crisis
fiscal del Estado salta cuando se descubre que la misión del Estado de bienestar es el
bienestar del proceso capitalista. Y este espectro no involucra solo a los Estados
potencias. Ahora está también incrustado en la estructura de las repúblicas
latinoamericanas, y corresponde a un momento ineludible de su desarrollo.
Como resultado del endeudamiento externo, los Estados latinoamericanos están en un
momento histórico unívoco y distinto. Sin duda ninguna, la deuda los ha convertido
en dependientes y ha comprometido gravemente su soberanía. Es superfluo discutir si
la deuda externa se puede pagar, o si se tiene qué pagar. El hecho es que ella es un
instrumento de ataque a la soberanía de estos Estados, y tendrán qué hacer
concesiones de soberanía en una de dos formas: cesiones con contenido patrimonial,
como permitir la instalación de bases militares, cejar en sus pretensiones de
delimitación de áreas de influencia, entregar sus recursos naturales; o cesiones de
carácter ideológico, tales como entrar en alianzas comerciales impuestas, o en
compromisos militares y policivos manipulados desde fuera, o entrar a conformar
frentes específicos en conferencias y entidades internacionales. En uno u otro caso, el
compromiso de la soberanía es de relieve, y es inevitable. Cualesquiera sean los
caminos que se exploren, los Estados de Latinoamérica solamente son autónomos en
pequeños sectores en los que el poder no está atraído a órbitas internacionales y
supraestatales de hecho. En los sectores fundamentales -Economía y Poder Militar- los
Estados latinoamericanos son heterónomos y están inscritos en planes continentales
que no son trazados con su participación sino que les son impuestos y controlados
desde fuera, en muchos casos sin especiales presiones pues los intereses extranjeros
cuentan en el interior de los Estados con una quinta columna de burguesías de variada
laya, para las cuales -con mucho sentido práctico- el patriotismo significa poco frente
al interés del lucro.
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I
LA COLONIA
Y
SUS INSTITUCIONES
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España, ocupada a lo largo de los siglos por numerosos pueblos, constituyó un
verdadero crisol de razas, y a través de un reiterado mestizaje fué generando un
pueblo de características propias. En el siglo VIII se produjo una inmigración
beligerante, una verdadera invasión de los pueblos del norte de Africa, que poco a
poco fué ascendiendo hacia la gran llanura europea, y se estacionó ocupando buena
parte de la península ibérica. Esta ocupación de los moros trajo consecuencias de
interés, como las que se inscriben en el contexto cultural: aporte lingüístico que
enriquece el idioma español, nuevos métodos en el cultivo de la tierra, desarrollo de
las ciencias matemáticas y de la astronomía, incremento del comercio interno y
externo, y monumentos arquitectónicos que hoy todavía quedan como hitos
formidables del influjo árabe.
Desde el punto de vista político, la reacción natural de los peninsulares fué organizarse
a través de varias generaciones para la Reconquista de su propia patria y la expulsión
de los invasores. Diversos reyes y señores feudales fueron uniendo sus fuerzas para
alcanzar tal objetivo, y a lo largo de los ocho siglos siguientes los árabes fueron siendo
forzados a reducir sus dominios, y a fines del siglo XV pierden su última posesión, la
ciudad de Granada, donde es derrotado Boabdil.
Esta victoria es lograda por los reyes Fernando de Aragón e Isabel de Castilla. Al
contraer matrimonio habían unido sus reinos y en torno a ellos se había realizado la
unificación de España. Las hazañas de sus ejércitos en favor de la religión católica y en
contra de los llamados infieles movieron al Papa a darles el título de Reyes Católicos,
con el que los conocemos en la historia.
Este episodio de la expulsión de los moros, cumplido en 1492, es la condición que les
permite desarrollar una política de reconstrucción del Estado, de organización de los
recursos económicos maltrechos por la larga guerra, y agilizar las relaciones exteriores
políticas y comerciales. En este momento histórico aparece Cristóbal Colón con sus
proyectos de exploración de nuevas rutas, y después de las naturales dudas y
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discusiones de los sabios en torno a sus ideas, recibe el apoyo de los monarcas para la
expedición que conducirá al descubrimiento de América.
El descubrimiento de América es mirado por los analistas económicos como causa y
consecuencia del capitalismo subsiguiente. Es causa del capitalismo en la medida en
que propicia la acumulación primaria de capitales que es condición de existencia de la
utilización del dinero como capital. En efecto, la conquista de los territorios
descubiertos es una verdadera expoliación en la cual saquean las riquezas naturales y
sociales de los pueblos vencidos. El oro toma rumbo a España prácticamente sin
contraprestación económica, lo que es tanto como afirmar que se acumulan riquezas
arrebatadas a los aborígenes prácticamente sin inversión, o con la mínima inversión: el
costo de ir por ellas. El capital así acumulado en la España conquistadora no se destina
a la producción de bienes sino a la circulación de los bienes existentes en toda Europa.
Los españoles no usan la riqueza traída -sustraída- de América para su desarrollo
industrial, sino que la aplican al comercio de especies suntuarias. Por esta razón el oro
de América pasa por las manos españolas a las arcas de los países comerciantes de
Europa, los cuales son, en últimas, quienes realmente aprovechan tal bonanza
económica dando salida cara a sus mercancías y productos. La peor consecuencia de la
llegada del oro americano a la península fué el incremento desmesurado del dinero en
circulación, es decir, se produjo un inflación incontrolable que arruinó a muchos.
Pero también, dicen, es el descubrimiento consecuencia del capitalismo, porque éste
había propiciado los viajes y estimulado la búsqueda de nuevas rutas, la apertura de
nuevos mercados. Y el descubrimiento de las tierras americanas no fué tanto para
bautizar infieles y conducir sus almas al cielo, sino para convertirlos en usuarios y
consumidores de la producción mercantil de los capitalistas europeos.
Bajo la dinastía de la Casa de Austria, que sigue a los Reyes Católicos, tiene su auge el
imperio español, y llegará hasta el siglo XVII aproximadamente. Al finalizar este siglo
habrá sido reemplazada por Francia en la dirección de la política y del comercio
europeos. El descenso económico de España ya venía gestándose desde la expulsión
de los moros, con lo cual se empobreció la mano de obra destinada a la agricultura, y
decayó el comercio, una y otro alimentados por los expulsados. Luégo la decadencia
fué corroborada por la mala utilización del oro americano, la falta de industrias, el
costo de las guerras, el cambio de sus recursos naturales por productos extranjeros
elaborados, y el contrabando que por entonces era conducta muy extendida. Esta
coyuntura es aprovechada por las otras naciones, en especial por Holanda, Francia e
Inglaterra.
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La mencionada dinastía de los Austrias asume la organización de los territorios
descubiertos y conquistados, tanto en lo político como en lo económico. Y para ello
trasplantan o crean sus fórmulas de administración, caracterizadas por la mezcla
político-religiosa, el apego a las formas legales y a las oficinas y despachos, y el
ejercicio del poder con ribetes de arbitrariedad. Estas estructuras rígidas solo vendrán
a aflojarse un poco con la llegada de los Borbones, dinastía de orígen francés que
empieza en España con Felipe V, y viene prácticamente hasta nuestros días, cuando
reina Juan Carlos I de Borbón y Borbón.
La influencia francesa en España introduce el espíritu liberal de la Enciclopedia, lo
mismo que nuevos intereses estéticos e intelectuales. Los Borbones se caracterizaron, al
decir de los historiadores, por su apertura hacia las labores del arte y la inteligencia, las
innovaciones y, en ocasiones, la tolerancia al populismo. Sus monarquías han sido
denominadas despotismo ilustrado por tal comportamiento. Y su actitud en favor del
progreso se hace manifiesta con la difusión de libros y el establecimiento de
bibliotecas, el estímulo a los artistas y el favor a las tertulias y al teatro, la autorización
de imprentas y de periódicos, y la protección y admiración a los filósofos y escritores.
En América debe mencionarse la fundación de la Expedición Botánica, que fué
semillero de científicos y de patriotas.
EL PROCESO POLITICO DE LA COLONIA
En el momento en que se realiza el descubrimiento y conquista de América, la
institución de la monarquía tiene características muy definidas. Con el respaldo de las
creencias religiosas y el apoyo de la Iglesia Católica, el rey es considerado como
señalado por Dios para regir los destinos de los pueblos. Su poder no tiene ningún
control, y en su persona se integran las que hoy consideramos ramas separadas del
poder público. El poder del rey lo convierte en legislador, y también es el máximo
dispensador de la justica. Como administrador, rige sobre súbditos que habitan
territorios que prácticamente se confunden con las propiedades personales del rey. Y
cuando se realizan viajes de colonización, los territorios se incorporan al patrimonio
del monarca más que al cuerpo del Estado. Esto explica que las tierras que el rey
otorga a los conquistadores y colonizadores sean realengas, es decir, más del rey que
del Estado, y las transfiere como mercedes reales, ésto es, como regalos del rey. El
derecho internacional ya consideraba en la época que los territorios pueden ser: o
parte del cuerpo del Estado, y son inenajenables; o propiedad del Estado o del
monarca, caso en el cual pueden enajenarse. Era muy frecuente que las nuevas tierras
ingresaran a propiedad personal del monarca; y ello explica que el rey de Francia
pudiera vender la Lousiana a los Estados Unidos, o que esta misma nación pudiera
más tarde negociar con el zar de Rusia las tierras de Alaska...El concepto
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predominante es el de bienes de la corona, más que bienes del Estado.No se han
separado los conceptos como en el derecho moderno en el cual unos son los bienes del
Estado y otros más claramente determinados los propios de los monarcas o de los
mandatarios que gobiernan.
La administración del Estado español y de sus relaciones internacionales la hacían los
monarcas, y el trono era hereditario, en el orden de nacimiento de los príncipes. Esta
forma de sucesión en la administración del Estado tuvo varios paréntesis en los cuales
el gobierno estuvo en otras manos. Recordemos el largo período en que los españoles
eligen la forma republicana de gobierno, y la dictadura del Caudillo Francisco Franco,
que sustituye la República y regresa luégo el poder al rey Juan Carlos.
Desde el punto de vista filosófico las monarquías históricas europeas se sustentaron en
la difundida creencia del origen divino del poder, enseñado y sostenido por los
católicos desde tiempos del Papa Gelasio II que se recuerda por la teoría de las dos
espadas. Se trata de una fórmula de sentido teocrático, en la cual hay una vinculación
sustancial entre la política y la religión, entre el Estado y la Iglesia, con notorio
predominio del poder eclesiástico en el usufructo de privilegios políticos.
Un concepto muy de la época, y que conviene tener claro es el de soberanía. En
principio se llamaba a los monarcas soberanos para significar que sobre ellos no había
ninguna autoridad. Ante nadie en la tierra, solamente ante Dios en el cielo, respondían
por su conducta. Posteriormente los filósofos de la democracia liberal enseñaron que la
soberanía no es un atributo de los reyes, sino de los pueblos. Es la teoría de la
soberanía popular, a partir de la cual se desarrolla el Estado sujeto a normas de
derecho, es decir, el Estado de Derecho que caracteriza las democracias surgidas a
partir del siglo XVIII bajo la influencia de las revoluciones estadounidense -1776- y
francesa -1789-. En los tiempos modernos, el concepto de soberanía ha perdido ese
contenido según el cual los reyes primero, y los Estados después, eran soberanos en
cuanto no existía sobre ellos ningún poder, ninguna jurisdicción, ante la cual debieran
responsabilizarse de sus actuaciones. En las relaciones de nuestros días se habla de la
soberanía limitada o restringida, y se hace énfasis en la interdependencia de los
Estados. Además, por razón del desarrollo del derecho internacional surgido de los
Tratados públicos, han nacido jurisdicciones y autoridades que se imponen a los
Estados. Lo observamos frecuentemente en la prensa cuando discute sobre la
aplicabilidad de los tratados internacionales en colisión con las leyes nacionales, y se
acaba aceptando la doctrina ya tradicional de que los tratados internacionales están
por encima de la Constitución de los Estados, es decir, son supraconstitucionales. Este
criterio supone un desplazamiento severo del significado histórico de la soberanía.
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De otro lado, la influencia de la religión católica en la vida de los españoles y, por
consecuencia, en el descubrimiento y colonización de América tiene unos
componentes muy precisos. España mantuvo su unidad religiosa en momentos en que
se desarrollaban controversias religiosas en el resto de Europa. Esa fe, consolidada en
el alma popular, fué el sustento ideológico y emotivo de la larga lucha contra los
moros, contra los llamados infieles por sus creencias en las enseñanzas de Mahoma y
los Califas, sus sucesores. Como se mencionó antes, por la lucha victoriosa contra los
árabes del Islam, los reyes Fernando e Isabel fueron considerados paladines de la
cristiandad y distinguidos por el Papa Alejandro VI con el título de Reyes Católicos.
Posteriormente la guerra religiosa de los españoles fué contra los judíos y contra los
protestantes. De modo que el espíritu católico y la adhesión a sus jerarquías está cosido
al alma nacional y es eje de toda la proyección histórica de los peninsulares. En las
luchas contra la Reforma luterana, España da a la Iglesia dos congregaciones religiosas
que cumplirán un papel trascendental: la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio
de Loyola, y la Orden de Predicadores, de Santo Domingo de Guzmán. Los jesuítas
estuvieron vinculados -desde la reserva de las consejerías y confesionarios- al manejo
político de los Estados. Y los predicadores dominicos o dominicanos fueron tan
tenaces en la defensa de la fe y la persecución a los enemigos de la religión que fueron
llamados Domini canes, que significa los perros del Señor. Los dominicos españoles
se hicieron tristemente célebres en la administración del tenebroso Tribunal del Santo
Oficio, más conocido como la Inquisición.
Es preciso tener presentes estos retazos históricos para comprender el trasplante de
actitudes, de costumbres, de instituciones, tal como se realiza desde los comienzos de
la Colonia. La Iglesia está presente en mil formas en todo el proceso, y la
evangelización o predicación de las creencias religiosas es un instrumento
fundamental dentro de la Conquista y la Colonización. A América veremos
trasladados en su momento, el Tribunal de la Inquisición, y los privilegios e
intercambios de favores entre la Iglesia y el Estado, se instalará el monopolio de la
educación en favor de la Iglesia, y el Estado se encargará de promover el proselitismo
religioso. En contraprestación, como veremos, la Iglesia adoptará el régimen de
Patronato, compartiendo con el poder laico la administración de los recursos
económicos y de las prebendas políticas.
La estructura social es de carácter clasista, con estratos privilegiados como los
españoles de sangre, los nobles y encomenderos, los miembros del clero, y otros en
escala descendente como los terratenientes y burgueses o comerciantes ricos, hasta
llegar a los criollos pobres, y a los indígenas y negros explotados hasta la extinción con
instituciones como la mita y la esclavitud.
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Como ocurre con todas las monarquías en su fase de auge, el Rey concentra en su
persona todas las manifestaciones del poder público. Aunque se rodea de Consejos, de
asesores y de favoritos, el monarca es el único legislador; su voluntad omnímoda
decide todos los asuntos del Estado, es decir, es el ejecutivo de sus propias leyes o
personero de la administración; y en él tiene vértice la pirámide de la justicia: los jueces
aplican la justicia del rey, y de todos sus fallos existe como última apelación la
voluntad del monarca. Este monopolio de la autoridad política completa sobre los
pueblos es lo que irá tomando forma hasta definirse como la monarquía absoluta,
cuyos desaciertos conducirán a frecuentes levantamientos de los pueblos, y por último
a la aparición del Estado de Derecho.
Pero también caracteriza la estructura política de España una alta dosis de autonomía
de las regiones y especialmente de los grandes municipios, que fué tradición tolerada
por los reyes, y dió origen a una abundante legislación, a los derechos o fueros
particulares, y a otros privilegios que no se observan en el resto de Europa.
En cuanto a la organización misma de la administración jurídico-política, es preciso
recordar la naturaleza y atribuciones de las instituciones principales:
EL CONSEJO DE INDIAS, en cuanto representante de la persona del Rey, tenía las
atribuciones de legislar, gobernar, y administrar la justicia. Con igual naturaleza que
éste se habían constituído otros anteriormente para el buen gobierno de las provincias
y reinos que los monarcas concentraban bajo sus manos. En la época de los Austria,
por ejemplo, se administraban a través de Consejos los reinos de Aragón y Castilla, o
los Países Bajos, Italia, Portugal. El CONSEJO DE INDIAS tenía competencia sobre las
llamadas Indias Occidentales a partir de 1524, especializando una administración que
antes realizaba el Consejo de Castilla desde el descubrimiento. Lo componían cinco
consejeros y numerosos auxiliares. Y de él dependía toda la burocracia de las nuevas
colonias, no solamente en lo que toca a la administración sino también a la legislación
y a la justicia tanto civil como penal. Incluía la planeación de las expediciones militares
o eclesiásticas -misioneras- de consolidación de la conquista, y los problemas entre
peninsulares o entre éstos y los indígenas.
LA CASA DE CONTRATACION se estableció en 1503 en el puerto de Sevilla, como
apéndice o dependencia del CONSEJO DE INDIAS. La CASA DE CONTRATACION
estaba encargada de la regulación y control del comercio y del transporte marítimo.
Adicionalmente, en forma oficiosa, cumplió un papel interesante como apoyo a la
ciencia de la navegación, porque su razón de ser como promotora de las rutas
comerciales, la convirtió en mecenas de cartógrafos y astrónomos.
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EL TRIBUNAL DEL SANTO OFICIO, conocido simplemente como LA
INQUISICION, detentaba gran poder eclesiástico y político, como guardián de la fe y
de los vínculos con el Pontífice de Roma. Al ampliarse el poder de España en el
período de la conquista, el tribunal fué llevado a ejercer su control político-religioso en
las colonias, y mediante sus instrumentos procesales se combatió la herejía, la
blasfemia, la hechicería, las supersticiones, y delitos similares, para escarmiento de los
pueblos donde se estableció : Lima y México en 1570, y Cartagena en 1610. Aunque no
siempre se respetó la exclusión de los aborígenes, su jurisdicción estaba prevista
solamente sobre los españoles y sus descendientes criollos.
LAS REALES AUDIENCIAS estaban compuestas por un Presidente, varios Oidores y
un Fiscal. Inicialmente su misión era exclusivamente judicial, pero más tarde la Corona
les adicionó funciones administrativas. Hubo Reales Audiencias en las principales
ciudades de la América española, entre ellas Santa Fe de Bogotá. Teóricamente
dependían de los Virreyes y Capitanes Generales, quienes las presidían. Pero no pocas
veces se convirtieron en tribunales en su contra.
LOS VIRREYES. El Virrey era llamado originalmente Vice-Rey, lo que nos da idea de
que representaban en sus sedes a la persona del Rey, por el cual eran designados y del
cual dependían directamente. Podían ser vitalicios o nombrados para un período
definido. Su responsabilidad era examinada por las Audiencias, o por Visitadores con
este encargo específico, al terminar su administración en los llamados Juicios de
Residencia. Su poder fué disminuyendo en la medida en que eran sometidos a
estrictas reglamentaciones originadas en el rey mismo o en sus Consejos asesores.
Desde el siglo XVI se crearon los virreinatos de México -con el nombre de Nueva
España-, y del Perú. Y en el siglo XVIII los Virreinatos del Río de la Plata, y de la
Nueva Granada, y se incorporaron a éste último los territorios de Panamá y Quito, en
los cuales gobernaban Audiencias anteriormente autónomas.
OTRAS AUTORIDADES eran los Gobernadores, los Presidentes, y los Capitanes
Generales, que ejercían autoridad delegada de los Virreyes.
EL MUNICIPIO COMO ENTE POLITICO-ADMINISTRATIVO
El municipio es la célula política del Estado, y por su naturaleza es el fundamento
geográfico y operativo de la administración. En España el municipio de anterior orígen
romano fué tan importante que era sujeto de especiales privilegios, oponibles en
ocasiones a los mismos reyes y gobernadores provinciales. El municipio español ha
traído a la América una estructura y una tradición especialísimas por su trascendencia
y desarrollo ulterior. Todavía en nuestros días el fenómeno sociopolítico de más
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interés es la recuperación del municipio y la planeación del desarrollo a partir de él.
Hay partidos políticos internacionales, como la Democracia Cristiana europea, que han
hecho de la promoción del municipio el eje de sus proyecciones políticas.
Las autoridades del municipio español ha sido el ejemplo, en muchos casos, de los
órganos y entidades de la administración local en el Derecho Público americano. El
municipio español contaba con la reunión o ayuntamiento de personas que discutían y
defendían los intereses de la comunidad, y dictaban disposiciones y providencias con
tal objeto. Usualmente formaban parte de él los Regidores, Alcaldes, el Escribano -que
cumplía funciones de Notario y daba fe de cuanto ocurría en su presencia-, los
Alféreces, y el Alguacil. De este cuerpo, antecedente histórico de los Concejos
Municipales, dependía la creación y provisión de cargos como los Mayordomos,
Verdugos, Obreros del Municipio -con nombre árabe de alarifes-, Estafetas o Correos,
Carceleros, Custodios o Tenedores de los Bienes Municipales, etc. Los Regidores -lo
más aproximado a nuestros concejales eran en número tal que dependía -como hoyde la importancia de las poblaciones y a veces llegaba a veinticuatro. Entre las
atribuciones del cuerpo así conformado estaba el cuidado espiritual y temporal de los
ciudadanos, lo que incluía la reglamentación de las boticas, la notificación de
providencias mediante el pregón, la defensa económica de las comunas, la licencia de
ejercicio a los médicos, comerciantes y otros oficios principales, el control de los
mercados y provisiones, la custodia de la salubridad general, el reconocimiento de los
designados para todos los cargos en la ciudad tanto políticos como militares y
eclesiásticos, incluídos los obispos, y naturalmente la planeación urbanística y la
policía.
No eran de elección democrática como los de hoy, y a veces los reemplazos eran
escogidos por los regidores salientes, aunque casos se vieron en que la plaza de
regidor era hereditaria y aún venal, es decir, entregada a la compra por altos precios.
Pero los Regidores eran los intermediarios clásicos entre la ciudadanía y las
autoridades superiores, y disfrutaban de general acatamiento y respeto.
Los ALCALDES, por su parte, presidían los Cabildos pero carecían de voto, y sus
funciones estaban más ligadas a la administración de justicia en los casos civiles y
criminales, con el auxilio de los letrados o peritos en la ley. La institución de los
Alcaldes suponía la designación de dos en cada lugar de mérito, uno de la Nobleza, y
otro del pueblo llano.
El ALFEREZ REAL era el jefe de los Regidores -primero entre sus iguales-,pero en la
decadencia perdió sus atribuciones y acabó siendo un título de honor entregado a la
subasta.
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El ALGUACIL MAYOR cumplía funciones de Fiscal, y era quien ejecutaba las
providencias y mandamientos de los Gobernadores, Alcaldes, y de demás justicias.
El PROCURADOR DEL CABILDO equivale, en nuestras instituciones, al
PERSONERO del Municipio. Y en España defendía los privilegios municipales frente a
las intromisiones injustas de las autoridades superiores, incluído el Rey. En algunos
momentos de la historia peninsular tomó el nombre de FISCAL DEL COMUN.
EL TIEMPO DE LAS REVOLUCIONES
A partir de la segunda mitad del siglo XVII se dan numerosas ocasiones de
inconformidad entre las gentes de los países europeos, y el movimiento de las ideas
conduce a procesos verdaderamente revolucionarios, como los que se recuerdan de
Inglaterra y Francia. Y en América, de los Estados Unidos. Cada uno de esos procesos
tiene características peculiares, y todos son precedentes de la dinámica revolucionaria
que conducirá en América a la organización de los Estados independientes y a su
proyección hacia la historia contemporánea.
EN INGLATERRA tuvo sede el centro del comercio mundial, y su potencia naval fué
proverbial. Probablemente es allí donde debe mirarse el mayor desarrollo de tipo
capitalista, que desde la época de los descubrimientos marítimos inicia con el
colonialismo su acumulación de capital. En forma paralela se desarrolla allí el
liberalismo en su forma de garantías a las iniciativas y acciones individuales, dentro
de la indiferencia del Estado que se limita a vigilar el orden ciudadano.
Este estado de cosas es posible porque los ingleses empiezan temprano a limitar las
prerrogativas y privilegios de sus monarcas y a promover la libertad de acción para
los ciudadanos. Desde luégo, no se trata de una fórmula plenamente democrática
porque tardarán muchos años las conquistas para toda la población; pero
disminuyendo las prebendas y ventajas de la nobleza y de los cortesanos, gana peso
político gradualmente la clase comerciante o burguesía. El primer episodio importante
ocurre cuando en 1215 los señores principales -los barones- fuerzan al Rey Juan Sin
Tierra a favorecerlos con varias decisiones acordadas, entre las cuales se destacan las
relativas a los impuestos y a la administración de justicia. En adelante el Rey se
compromete a no decretar tributos o impuestos sin la anuencia de su concilio o consejo
de nobles. En segundo lugar, cuando los barones sean sometidos a proceso civil o
criminal, serán juzgados por personajes de su mismo nivel social, es decir, por sus
pares. Estos compromisos llevados a documento escrito son un importante
antecedente del movimiento constitucionalista que se incrementa a partir de ese
momento y llega hasta nosotros. Es la tendencia a reglamentar por escrito y con
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solemnidades de forma la convivencia de las gentes sometidas aquí a la autoridad del
Rey, y más tarde del Estado. Bien puede afirmarse que, a partir de entonces, la cultura
política de los ingleses está en marcha hacia la democracia.
Con las experiencias cotidianas se va perfeccionando el ejercicio del poder público por
tres caminos bien diferenciados: las decisiones del monarca, las leyes expedidas por el
Parlamento, y las sentencias originadas por los Tribunales. Es notoria la quiebra de la
autoridad absoluta del Rey, quien empieza a ser el representante del Estado, el
defensor de su pueblo, y el ejecutor de las normas originadas en el Parlamento, pero
cada vez tiene una menor intervención en la elaboración de las leyes y los reglamentos.
En el ramo de la justicia se consolidan algunas garantías procesales entre las cuales la
más importane es la tutela de la libertad de movimiento de las personas, conocida con
el nombre latino de Habeas Corpus. Y se empieza a observar con interés, como lo hará
el Barón Carlos de Montesquieu, la división de poderes, que será ejemplo que sigan
las naciones democráticas de Occidente en los siglos venideros. Documentos
fundamentales de este período de surgimiento de la democracia inglesa son la Carta
Magna -1215-, la Petición de Derechos, o con su nombre tradicional, The Bill of
Rights -1628-, y la Declaración de Derechos, de 1688.
Respecto de los Estados Unidos, originados como colonia británica, se observa que la
conformación de sus criterios políticos y administrativos tuvo fuente considerable en
las ideas inglesas. Pero buena parte de su ideología es autóctona, es decir, tiene su
nacimiento y aplicación concreta en la realidad de las tierras americanas.
Para una cabal comprensión de estos procesos democráticos es necesario retroceder
hasta la rebelión de Lutero y la Reforma Protestante. A principios del siglo XVI, el
monje agustino Martin Lutero se levantó contra las disposiciones del Pontífice
Romano que encargaban a la comunidad de los Dominicanos la predicación de una
cruzada por toda Europa con el objeto de recaudar limosnas con las cuales acelerar la
construcción de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. A cambio de esas limosnas, los
donantes recibían el perdón de sus pecados bajo la forma de indulgencias. Lutero
consideró que arrogarse estas atribuciones de cambiar las gracias espirituales por
dinero era un abuso del Papa, y se rebeló contra tal actitud. Adicionalmente criticó
muchos otros puntos de vista del catolicismo, como el dogma de la infalibilidad del
Papa, el sacramento de la confesión, y el culto a la Virgen María. Pero para lo que nos
interesa, es fundamental el criterio del libre examen.
Entre los católicos es obligación disciplinaria abstenerse de interpretar según la
opinión particular los Libros Sagrados, las Sagradas Escrituras, es decir, la Biblia.
Lutero enseñó que Dios da a cada persona las luces suficientes para que razone en
forma autónoma e independiente sobre tales textos. Es decir, Lutero pregona como eje
21
de sus enseñanzas, el libre examen, la libre interpretación, la libertad de conciencia y
de expresión en materia religiosa. Esta posición es, entonces, fundamental como
antecedente tanto del liberalismo como de la democracia, y entra a engrosar los
contenidos del pensamiento progresista de los siglos siguientes.
Como consecuencia de tales acontecimientos, la Iglesia de Inglaterra se separó de su
obediencia al Papa, y los conquistadores y colonos ingleses que vinieron a la América,
eran protestantes cuyo pensamiento ya se movía dentro de un clima más afecto a las
libertades que al autoritarismo, a la democracia que a la monarquía. No puede
evadirse, asimismo, el hecho real de que perdida la unidad de doctrina que existía en
Europa bajo la hegemonía del Pontificado romano, la proliferación de sectas generó no
pocas luchas y conflictos religiosos de diversa intensidad. Una entre ellas, la
comunidad de los Puritanos, reclamó tolerancia y apertura de mente ante las
posiciones radicales de otras confesiones, y para evitar las persecuciones resolvió
emigrar a América.
Observemos que la colonización inglesa tuvo características peculiares que la
diferencian de la colonización española. En primer lugar, mientras los viajes y
descubrimientos fueron promovidos en España por la Corona, con el compromiso de
adscribir al dominio real las nuevas tierras, las expediciones provenientes de Inglaterra
apenas tenían en ocasiones autorización real. Pero como empresas eran riesgo
asumido por compañías particulares o grupos de ciudadanos. En segundo lugar, los
españoles llegaron a imponer con la espada sus creencias e instituciones : los colonos
ingleses, en principio, tuvieron una actitud más pacífica y prefirieron negociar con los
nativos, así -como es lógico- tuvieran sobre ellos innumerables ventajas.
Complementariamente puede considerarse que con los colonos de estos primeros
tiempos venían ya para el norte de América las semillas de la democracia, y para el sur
las del monarquismo y los regímenes autocráticos.
Desde los primeros tiempos, las comunidades de colonos ingleses que fueron
afincando sus intereses y esperanzas más arriba del Río Grande organizaron sus
actividades en forma asociada y en grupos democráticos y de gestión colectiva. Fué
más fácil para ellos ir llegando gradualmente a la construcción de la democracia.
Comparativamente, en el centro y sur de América, las colectividades se estratificaban
conservando sus características propias, y no se observa una dinámica de
convergencia. Por el contrario, la autoridad llegaba de la Península y se ejercía a
nombre de las jerarquías metropolitanas. Continuaba aquí la formación de una
conciencia de sumisión y vasallaje: hacia el Rey y sus enviados, por un lado; hacia el
Papa y los suyos, por el otro. En el norte de América la democracia llegó con los
colonizadores. En el sur de América la democracia es una lucha permanente contra las
más arraigadas tradiciones. En el siglo XVII se encuentran ya, en los futuros Estados
22
Unidos, comunidades organizadas que teóricamente obedecían a los monarcas
ingleses, pero en realidad se gobernaban en forma autónoma a través de sus propias
asambleas de vecinos, como ocurría en Pennsylvania, Nueva York, Virginia... Inclusive
se conoce una formal Constitución de la comunidad de Connecticut, fechada en 1639.
Los historiadores y politólogos nos muestran la madurez lograda bajo el régimen
colonial por los inmigrantes ingleses, quienes no solo crecieron económicamente
dentro de la competencia y la libertad empresarial, sino que desarrollaron verdaderas
conquistas de sentido político como la libertad de conciencia, la libertad de expresión,
la igualdad ante la ley, y el autogobierno; es decir, allí la democracia no fué fruto de
una lucha contra la tiranía sino la evolución normal de una conciencia civil y
económicamente autónoma.
El 4 de Julio de 1776 los representantes de las trece colonias iniciales declararon la
independencia respecto de la corona inglesa, y se unieron bajo la fórmula de
confederación, por más de un decenio. En 1787 empezó la vigencia de su
Constitución, obra en cuya redacción habían intervenido Benjamin Franklin, James
Madison, Thomas Jefferson, John Adams y Alexander Hamilton, entre muchos otros.
Algunos mencionan ésta como el primer documento con forma real de constitución, y
consideran que fué tomado como ejemplo y modelo para las posteriores constituciones
típicas, la francesa de los revolucionarios, y la española de Cádiz.
La REVOLUCION FRANCESA culmina con el motín del 14 de julio de 1789,
celebrado como día nacional desde entonces. En ese día la presión popular toma forma
con el ataque a la fortaleza de la Bastilla, en París. A los ojos de las gentes comunes era
ésta el símbolo de la opresión ejercida por los monarcas y su policía política, y se
pensaba que en ella estaban prisioneros algunos perseguidos por sus ideas
democráticas o al menos antimonarquistas. La realidad fué decepcionante pues
solamente encontraron en sus celdas un loco y media docena de rateros... Ya no
estaban allí los filósofos ni los activistas políticos que habían promovido la idea de la
soberanía del pueblo. Pero ello no le quita a la toma de la Bastilla su tradicional valor
de símbolo.
Es sabido que a lo largo de la Edad Media, la clase comerciante -llamada burguesía
por haberse desarrollado en las ciudades o burgos- se había hecho notar como la clase
más dinámica y emprendedora. Eran los comerciantes quienes habían patrocinado los
descubrimientos geográficos buscando la apertura de rutas y de nuevos mercados.
Eran ellos quienes habían financiado los desarrollos científicos y técnicos, los inventos
y los experimentos. Y eran los comerciantes quienes en sus permanentes viajes habían
conocidos otros dioses, otras tierras y otras formas de vida social, y habían ampliado
su pensamiento hasta generar una filosofía política indudablemente centrada en el
hombre y en sus intereses, alejada de mitologías y de dogmas, escéptica y audaz. Ese
23
pensamiento fué el que empezó a difundirse en obras como las de Juan Jacobo
Rousseau, de Voltaire, de Dionisio Diderot, de Helvecio, del Barón de Holbach, del
Barón de Montesquieu, y en general de ese grupo de pensadores y eruditos que quiso
reunir todos los conocimientos científicos de la época en la llamada Enciclopedia de
las Ciencias y las Artes.
Discutieron la hegemonía de la Iglesia Católica y de sus enseñanzas -desarrollando la
libre investigación, el libre examen iniciado por Lutero-; combatieron la estratificación
de la sociedad en clases que distanciaban la nobleza de la clase trabajadora o de los
plebeyos. Promovieron la idea de que los hombres son iguales por origen y deben ser
tratados como iguales por la ley; complementariamente enseñaron que el rey no es
soberano, idea que sustituyeron con la soberanía del pueblo. Y sobre el origen de la
sociedad organizada jurídicamente, es decir, del Estado presentaron el concepto que,
como comerciantes, resultaba más lógico para ellos: Explicaron que la vida de la
comunidad organizada parte de un contrato social, en el cual todos los ciudadanos
renuncian a la porción de soberanía que tiene sujeto en cada uno, para delegar en un
cuerpo representativo la autoridad de que son dueños todos. Todo ello con el fin de
que el gobierno representativo de la sociedad, y los mandatarios elegidos, se ocupen
en buscar la felicidad general mediante la defensa y satisfacción de los intereses y las
necesidades comunes. Consecuencia de ese contrato es la posibilidad de que si el
mandantario incumple su compromiso con los mandantes o electores, éstos pueden
destituírlo o derrocarlo pues quedan relevados de su obligación de obedecerlo.
Estas ideas prendieron fácilmente en el pueblo, y con su concurso se desplazó a la
monarquía, cuya historia termina con la muerte de Luis XVI y de la reina María
Antonieta. Los revolucionarios le dan forma escrita a sus ideas y deseos en tres
constituciones, de 1791, 1793 y 1795. En la última, cansados de los excesos de la
revolución, reaccionan hacia criterios más conservadores que dan paso al imperio de
Napoleón.
Durante los años siguientes la reacción hacia el autoritarismo permite que durante el
Consulado y el Imperio, Napoleón Bonaparte inicie sus campañas de consolidación del
poder y la expansión de la influencia francesa por el mundo europeo. Con su marcha
por tales escenarios, las ideas de la Revolución se difundieron e iluminaron la lucha
contra el Absolutismo.Ese mensaje está constituído fundamentalmente por un largo
catálogo de libertades individuales que con el nombre de Declaración de los Derechos
del Hombre y del Ciudadano se esparcieron por los Estados occidentales, y respecto
de los cuales se conformó una especie de mitología de las libertades. Más tarde serían
sometidas a profundo examen y se replantearían con un sentido menos egoísta y más
proyectado hacia el hombre considerado en función de la sociedad.
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El liberalismo individualista, sinembargo, será a partir de entonces el eje político y
jurídico de las instituciones en el Estado moderno. El respeto por la propiedad privada
y la libertad de iniciativa en materia de comercio, cambio, industria, trabajo... será
llevado por los juristas asesores del Emperador al articulado del Código Civil, el cual a
su vez es la fuente del derecho privado de numerosos Estados.
Otra de las tendencias fundamentales en los siglos XIX y XX, surgida asimismo de la
influencia napoleónica, es la organización de los Estados Nacionales. Se entiende por
Estado Nacional aquella organización jurídico-política de una sociedad en la cual la
delimitación de las atribuciones soberanas se funda en el criterio sociológico de la
NACIONALIDAD. La lucha de las nacionalidades, es decir, por construír estados
nacionales, será promovida y secundada por Napoleón en su controversia bélica con
las dinastías reinantes. Estas cubrían con su poder a varios Estados y múltiples
nacionalidades. De modo que la propuesta del Gran Corso fué bien recibida en
muchos lugares. A partir de entonces el movimiento por la construcción de Estados
Nacionales y la posterior lucha independentista respecto de las metrópolis
colonialistas constituye un signo constante en el proceso político mundial.
En la Nueva Granada, fué Don Antonio Nariño el primero en conocer el texto de la
Declaración de los Derechos del Hombre redactada por los convencionistas franceses,
y el primero en reconocer su inmenso valor como filosofía política de la independencia
y de la lucha anticolonial. Por eso se ha afirmado que es Nariño quien desde los
comienzos de la insurgencia se muestra como el único que tiene claras las perspectivas
del porvenir de la Patria. Él pensó en la independencia y la planteó con toda claridad,
cuando tantos otros solamente buscaban formas de medrar dentro del oportunismo de
la transición. El mismo Visitador Real, Antonio Villavicencio en cartas que han
encontrado los historiógrafos contemporáneos, plantea al Rey de España que, a su
juicio, los disturbios en la Nueva Granada se controlarán fácilmente si algunos de los
promotores son designados para cargos importantes. Como veremos más adelante, la
independencia no fué muy popular en los territorios americanos porque las gentes del
común, que conocían a los terratenientes y comerciantes ricos, tenían la prevención de
que probablemente les iría peor con ellos como amos, que con los encomenderos y
gobernantes peninsulares.
REVOLUCION EN LA NUEVA GRANADA
Es indiscutible que la situación que vivían los habitantes criollos de las colonias
españolas de América se caracterizaba por la opresión, las persecuciones y el desprecio
de los peninsulares a los nativos. Sinembargo debe tenerse presente que esta conducta
era desarrollada por los individuos a espaldas y contra las disposiciones de la Corona.
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Simultáneamente se difundían entre las personas más ilustradas de las Colonias ciertas
ideas que eran traídas por los comerciantes y viajeros y que éstos compartían con las
gentes que estaban a su alrededor. Las noticias de lo que ocurría y se pensaba en
Estados Unidos, los episodios y los libros franceses con los relatos de la Revolución, las
enseñanzas de los filósofos librepensadores, el criterio de los ingleses transformado
por la crisis de la religión después de la rebelión de Lutero y de sus seguidores... Todo
ello fué mezclándose al descontento existente, y más de uno empezó a imaginar
soluciones en la ruptura de los vínculos con la metrópoli, aunque se cuidaban mucho
de decirlo con claridad y a la luz del día. En otras palabras, había un clima general de
conspiración con una anticipación de medio siglo al momento de la crisis. El período
de la Colonia permitió que las criollos ricos tuvieran una formación intelectual en
ocasiones sobresaliente. Y en reuniones y tertulias, lo mismo que en los periódicos
europeos que introducían -a veces con autorización y a veces ilegalmente- se enteraban
de los avances de la filosofía, de la política, y en general de la cultura del mundo.
REVOLUCION DE LOS COMUNEROS
En lugares que hoy se encuentran en el Departamento de Santander, en pueblos
coloniales como San Gil, el Socorro, y Charalá, se originaron algunos movimientos en
contra de los abusos del gobierno. En el sentir de los historiadores críticos no es
completamente adecuado considerar estas rebeliones como intentos de independencia;
se trataba más bien de inconformidad y protesta. Pero sin duda constituyen
precedentes importantes de la insurrección posterior. La rebelión de los comuneros, es
decir, de las gentes del común, tuvo el carácter de movimiento popular y de masas en
contra de abusos como las reformas en la percepción de algunos impuestos y el
aumento de otros o la creación de unos más, como el llamado de la Armada de
Barlovento. Se cuenta de éste último que su finalidad era crear una flota naval para
proteger los convoyes comerciales en el Caribe asolado por los piratas. Pero el
impuesto se cobró y la flota no se vió...
El hecho es que iniciado en esta forma, con los episodios que conocemos
protagonizados por Manuela Beltrán y otros, se fué creciendo en apoyo y en
aspiraciones. Y posteriormente las peticiones o reclamos constituyeron un largo
catálogo, como puede inferirse de las capitulaciones celebradas en Zipaquirá. Las
reformas que se pedían tanto en lo político, como en lo económico y aún en la
administración eclesiástica, alcanzaron para más de treinta artículos en el documento
de negociación. Los criollos insistían, a lo largo del mismo, en su incomodidad por el
tratamiento que les daban los peninsulares, comoquiera que los consideraban sus
inferiores y los miraban como destinados a ser sus criados y servidores.
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En la controversia estaban participando contra España tanto la clase artesanal y
campesina como los criollos ricos dueños de haciendas o dedicados al comercio. El
mando fué tomado por conquista por un líder del pueblo, JOSE ANTONIO GALAN,
lo que desde el principio puso en alerta a los ricos que alentaban el movimiento.
Porque entre las reivindicaciones populares se planteaban necesidades como la
liberación de los esclavos, la redistribución de las tierras, la liquidación de los estancos
del aguardiente y el tabaco, la supresión de algunos impuestos. GALAN había trazado
un lema sobre la bandera de la insurrección : "Unión de los oprimidos contra los
opresores!". Vale observar que esta consigna es ni más ni menos que la proposición de
la lucha de clases: En efecto, no se hacía ninguna distinción entre criollos y
peninsulares, sino que se planteaba la existencia de una opresión sobre el pueblo raso
que no solo corría a cargo de los españoles sino también de algunos criollos
terratenientes y comerciantes. Es curioso hallar en un líder popular, con la precaria
formación intelectual que es de suponerse, intuiciones tan importantes como ésta, que
no había descubierto la sociología imperante. Apenas sesenta años después se
conocería la teoría de la lucha de clases como motor de la historia, en las enseñanzas
de Carlos Marx y Federico Engels, en el Manifiesto Comunista (1848).
La actitud de los aristócratas criollos involucrados en la insurrección fué un temeroso
retroceso para poner a salvo sus intereses, con un fundado temor en la osadía de las
pretensiones de los comuneros. Juan Francisco Berbeo, Salvador Plata, y sus pares,
entregaron el movimiento a los españoles, traicionando a la clase popular que se había
desbocado en su entusiasmo. Comenta el historiador Abella que, con buenas razones,
los ricos de Santa Fe le tenían más miedo al pueblo que a los malos personeros de la
colonización española.
Es ilustrativo para conocer la justicia de la época, hacer la lectura de algunos párrafos
de la sentencia que se dictó en el proceso contra el primer líder del pueblo en la
historia de Colombia:
"Condenamos -decía el fallo- a JOSE ANTONIO GALAN, a que sea sacado de la
cárcel, arrastrado y llevado al lugar del suplicio, donde sea puesto en la horca hasta
que naturalmente muera; que, bajado, se le corte la cabeza, se divida su cuerpo en
cuatro partes y pasado el resto por las llamas, para lo que se encenderá un hoguera
delante del patíbulo, su cabeza será conducida a Guaduas, teatro de sus
escandalosos insultos; la mano derecha, puesta en la plaza del Socorro; la izquierda,
en la Villa de San Gil; el pie derecho en Charalá y el pie izquierdo en el lugar de
Mogotes; declarada por infame su descendencia, ocupados todos sus bienes, y
aplicados al Real Fisco; asolada su casa, y sembrada de sal, para que de esta manera
se dé al olvido su infame nombre...."1
1
LIEVANO AGUIRRE Indalecio. LOS GRANDES CONFLICTOS SOCIALES Y ECONOMICOS
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LA EXPEDICION BOTANICA. JOSE CELESTINO MUTIS.
Hemos observado que entre las gentes cultas de la Colonia no fué raro el interés por la
ciencia, por el conocimiento, por la investigación. Uno de los grupos sobresalientes
entre los que se aplicaron al estudio y exploración de las costumbres, las necesidades y
los recursos de los territorios americanos, fué la EXPEDICION BOTANICA, a cuya
cabeza estuvo el sacerdote gaditano -es decir, de Cádiz- JOSE CELESTINO MUTIS. La
labor de la expedición se inició bajo la administración del Virrey Arzobispo Antonio
Caballero y Góngora y duró hasta un poco después del Grito de Independencia.
Fueron casi treinta años en los cuales se examinaron y coleccionaron las plantas
medicinales del Nuevo Mundo, se levantaron estadísticas, se determinaron los pisos
térmicos, se inventariaron costumbres y enfermedades, en fin, se hizo más que en el
siglo anterior por el conocimiento de nuestra idiosincrasia y del medio en que se
desenvolvió la evolución de los pobladores de la Nueva Granada.
De la extraordinaria influencia que ejerció la Expedición Botánica son muestra en los
años siguientes tanto Nariño como Camilo Torres, y Francisco José de Caldas, Ezequiel
Uricoechea, José Triana, Eloy Valenzuela, y muchos más de la Generación de la
Independencia. Precisamente de uno de ellos tenemos que ampliar la información. Se
trata de Camilo Torres Tenorio, autor del historiado
MEMORIAL DE AGRAVIOS
España estaba intentando organizarse tras la invasión de los ejércitos napoleónicos, y
para ello estableció su Junta de Gobierno en la ciudad de Cádiz. A ella fueron llamadas
delegaciones de todas las provincias de España. Sinembargo se tuvo poca cuenta de
sus posesiones en América, y se desdeñó su participación. Aprovechando esta
coyuntura y a solicitud del Cabildo de Santa Fe, el abogado Camilo Torres redactó un
documento de gran elegancia y rico de conceptos en el cual planteaba las razones de la
inconformidad de los americanos frente a la administración peninsular. El documento,
que data de 1809, nunca tomó camino a sus destinatarios de España, pero la
descripción de los problemas y el énfasis de sus reclamos constituye un precedente
importante en la historia de la independencia, aunque -como es lógico tratándose de
un miembro de la oligarquía santafereña- no presenta los intereses del pueblo sino los
de su clase social.
DE NUESTRA HISTORIA.
28
Torres se refiere a las riquezas naturales de América, descuidadas por España como
recurso económico susceptible de mejor aprovechamiento; alude a las inmensas
posibilidades que surgen de la variedad de climas, y se extraña de que las riquezas se
desaprovechen en lugar de convertir al Nuevo Reino y a la América toda en la fuente
de comercio de minerales, plantas medicinales y frutos industriales con destino a toda
Europa y beneficio de españoles y criollos. Es citada la imprecación final en la cual
parece adivinarse la amenaza de una independencia próxima: "Igualdad! Santo
derecho de la Igualdad: justicia que estribas en ésto, y en dar a cada uno lo que es
suyo: Inspira a la España europea estos sentimientos de la España americana;
estrecha los vínculos de esta unión... Que ella sea eternamente duradera, y que
nuestros hijos, dándose recíprocamente las manos, de uno a otro continente,
bendigan la época feliz que les trajo tanto bien! Quiera el cielo oír los votos sinceros
del Cabildo y que sus sentimientos no se interpreten a mala parte! Quiera el cielo
que otros principios y otras ideas menos liberales no produzcan los funestos efectos
de una separación eterna!"
29
LECTURA COMPLEMENTARIA :
LOS DERECHOS DEL HOMBRE
EN LA ASAMBLEA FRANCESA (1791¡Error! Marcador no definido.
- La
Asamblea Nacional
Francesa, promulgó
la
siguiente
declaración,
que
sirvió
de
base, primero
a
la
Constitución
de
Francia, y después a todas las Constituciones democráticas europeas.
DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO
Los representantes del pueblo francés, constituidos en Asamblea Nacional,
considerando que la ignorancia, el olvido o el menosprecio de los derechos del hombre
son las únicas causas de las desgracias públicas y de la corrupción de los gobiernos,
han resuelto exponer, en una declaración solemne, los derechos naturales,
imprescriptibles e inalienables del hombre, a fin de que esta Declaración,
constantemente presente en las mentes de los miembros del cuerpo social, les recuerde
siempre sus derechos y deberes; a fin de que pudiendo en todo momento ser
comnparados los actos del poder legislativo y los del poder ejecutivo con el objeto de
toda institución política, sean así más respetados; y a fin de que las reclamaciones de
los ciudadanos, fundadas desde ahora en principios simples e indiscutibles, resulten
siempre en el mantenimiento de la Constitución y en la felicidad de todos.
En consecuencia, la Asamblea Nacional reconoce y declara, en presencia y bajo los
auspicios del Ser Supremo, los siguientes derechos del hombre y del ciudadano:
I .- Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derecho. Las distinciones
sociales no pueden fundarse más que sobre la utilidad común.
30
II.- El fin de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e
imprescriptibles del hombre. Estos derechos son: la libertad, la propiedad, la
seguridad y la resistencia a la opresión.
III.- El principio de toda soberanía reside esencialmente en la nación. Ningún cuerpo
ni individuo puede ejercer ninguna autoridad que no emane expresamente de ella.
IV.- La libertad consiste en poder hacer todo lo que no dañe a otro: por tanto, el
ejercicio de los derechos naturales del hombre no tiene otros límites que aquellos que
aseguran a los demás miembros de la sociedad el goce de los mismos derechos.
Estos límites no pueden ser determinados más que por la ley.
V.- La ley no tiene derecho a prohibir más que las acciones nocivas a la sociedad. Todo
lo que no está prohibido por la ley, no puede ser impedido, y a nadie se puede obligar
a hacer lo que la ley no ordena.
VI.- La Ley es la expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen el
derecho de concurrir a su formación personalmente o por sus representantes. Debe ser
la misma para todos, tanto cuando proteja como cuando castigue. Siendo todos los
ciudadanos iguales ante sus ojos, todos son igualmente admisibles para todas las
dignidades, cargos y empleos, según su capacidad sin otras distinciones que las de sus
virtudes y talentos.
VII.- Ningún hombre podrá ser acusado, detenido o preso sino en los casos
determinados por la ley y con arreglo a las formalidades prescritas por ella. Quienes
soliciten, expidan, ejecuten o hagan ejecutar órdenes arbitrarias, deben ser castigados;
pero todo individuo llamado o detenido, en nombre de la ley, debe obedecer en el
acto; se hace culpable por la resistencia.
VIII.- La ley no debe establecer más que las penas estrictas y evidentemente necesarias
y nadie puede ser castigado sino en virtud de una ley establecida y promulgada
anteriormente al delito ,y legalmente aplicada.
IX.- Presumiéndose inocente a todo hombre mientras no haya sido declarado culpable,
si se juzga indispensable detenerlo, todo rigor innecesario para asegurar su persona,
debe ser severamente reprimido por la ley.
X.- Ningún hombre debe ser molestado por sus opiniones, aún religiosas, con tal que
su manifestación no perturbe el orden público establecido por la ley.
31
XI.- La libre comunicación de los pensamientos y de las opiniones es uno de los
derechos más preciados del hombre; todo ciudadano puede, pues, escribir e imprimir
libremente, salvo la responsabilidad por el abuso de esta libertad, en los casos
determinados por la ley.
XII.- La grantía de los derechos del hombre y del ciudadano necesita una fuerza
pública; por tanto, esa fuerza se instituye en beneficio de todos y no para la utilidad de
aquellos a quienes está confiada.
XIII.- Es imprescindible una contribución común para el mantenimiento de esta fuerza
pública y para los gastos de la administración. Debe ser igualmente repartida entre los
ciudadanos, con arreglo a sus medios.
XIV.- Los ciudadanos tienen derecho de comprobar por sí mismos o por sus
representantes, la necesidad de la contribución pública, consentirla libremente, seguir
su empleo y determinar su cuota, el reparto, el cobro y la duración.
XV.- La sociedad tiene derecho a exigir cuentas de su administración a todo agente
público.
XVI.- Toda sociedad, en la cual la garantía de los derechos no está asegurada, ni
determinada la separación de poderes, no tiene Constitución.
XVII.- Siendo las propiedades un derecho inviolable y sagrado, nadie puede ser
privado de ellas, sino cuando una necesidad pública, legalmente comprobada, lo exija
evidentemente y bajo la condición de una justa y previa indemnización.
32
CUESTIONARIO
DE
AUTOEVALUACION
-----Considere y evalúe las interpretaciones según las cuales el Descubrimiento de
América es no solo consecuencia, sino también causa del Capitalismo.
-----Intente recordar ordenadamente la estructura, orígen y funciones de los diversos
organismos de gobierno durante la Colonia.
-----Exprese con profundidad y completud el interés que para Latinoamérica tiene la
Revolución Estadounidense, como antecedente a nuestra propia historia.
-----Rememore los episodios sobresalientes en la lucha de los Comuneros, y elija
alguna de sus consecuencias inmediatas para profundizar en su influjo.
-----Cómo pueden ser interpretados, a su juicio, en nuestro tiempo, los Derechos del
Hombre difundidos con la Revolución Francesa ?
33
II
INDEPENDENCIA
Y PRIMEROS TIEMPOS DE LA REPUBLICA
34
Varios hechos históricos desencadenan gradualmente el proceso de independización
de las colonias americanas de España. Esta había sido invadida por Napoleón, quien
tras sucesivas maniobras políticas y diplomáticas consiguió que el monarca Carlos IV
abdicara el trono en su hijo Fernando VII; y luégo de deponer a éste, el emperador
francés instaló a su hermano José como rey de los españoles, quienes lo apodaron con
desprecio " Pepe Botellas ". El pueblo rechazó las pretensiones de los invasores y se
organizó en guerrillas para repeler a los franceses. A lo largo y ancho del país se
organizaron Juntas de Gobierno para suplir el vacío constitucional que se presentaba.
Aprovechando las circunstancias y la adversidad que en ese momento recaía sobre la
metrópoli, los americanos iniciaron movimientos en dos sentidos: de un lado, sobre
todo en algunos sectores propeninsulares se vió el interés en crear mecanismos de
administración que a partir de los Cabildos -institución típicamente españolasustituyeran a las autoridades depuestas y brindaran su apoyo moral y económico a
los monarcas. De otro lado, aparecieron también los promotores de la independencia
absoluta, quienes consideraron llegado el momento de romper definitivamente los
lazos con el poder europeo. En Quito, Caracas y Santa Fe, las juntas de gobierno y los
cabildos tuvieron un matiz prácticamente independentista, en tanto que Lima y otros
lugares fueron dominados por el criterio de apoyo a los intereses realistas y
peninsulares.
EL GRITO DE INDEPENDENCIA
Mucho se ha discutido sobre la naturaleza del movimiento realizado en Santa Fe de
Bogotá el 20 de Julio de 1810. Bien es cierto que la convocatoria surge de los personajes
más influyentes de la oligarquía santafereña. Pero es innegable la subsiguiente
vinculación del pueblo a la marcha de la insurrección. Examinado el documento
conocido como Acta de Independencia no se encuentra realmente una intención
explícita de ruptura con el poder español. Pero hay quienes defienden la ambigüedad
de su redacción y la institución de un gobierno a cargo del Vicegerente de la Persona
del Rey, como un recurso sofístico para encubrir las verdaderas intenciones de los
conjurados. Porque es claro que los santafereños se comprometían a seguir
obedeciendo al rey, si venía a gobernar a Santa Fe, condición claramente imposible de
35
cumplir. En el fondo, pues, ha de considerarse como un documento real en su
intención de romper las ataduras con el gobierno colonialista. Un fenómeno
concomitante fué el distanciamiento de las regiones o provincias de Nueva Granada
respecto de su capital, que para ellas era tan distante y tan contraria a los intereses
feudales de sus clases políticas como la misma España. Fué entonces una consecuencia
obvia que cada una de las provincias declarara por su parte la independencia de
España y conformara su Junta de Gobierno para administrarse con independencia
también de la antes capital del Nuevo Reino. Así lo hicieron Mariquita, Cartagena,
Cali, Tunja, Medellín, Neiva, Pamplona, El Socorro, Mompóx y Girón. De esta actitud,
alentada por las familias influyentes en cada lugar, y con intereses de dominio
justificados en sus propiedades urbanas y rurales, empieza a surgir la corriente
federalista de los primeros tiempos.
En los primeros tiempos de esta gesta intervienen personajes siempre recordados por
el papel que desempeñaron en el orígen de la nacionalidad:
ANTONIO VILLAVICENCIO, de Quito, oficial de Marina educado en España,
nombrado Comisionado Regio o real, fué desde el principio partidario del movimiento
independentista. Su llegada, esperada ansiosamente por los criollos y temida o mirada
con prevención por los españoles, se tomó como pretexto para iniciar la insurrección.
El famoso florero de la reyerta se buscaba para adornar la sala de la recepción.
Villavicencio llegó diez días después del incidente, y ya no fué recibido como enviado
de la Corona, pero sí con el mismo júbilo. En los días siguientes se entregó a la
revolución, estuvo en las campañas del Sur, participó en el gobierno de las Provincias
Unidas, y fué apresado por los realistas siendo Gobernador Presidente de la provincia
de Mariquitaa. En 1816, como traidor al rey, fué fusilado por la espalda después de ser
despojado de su rango militar.
JOSE ACEVEDO Y GOMEZ, de Monguí, fué el vocero del común en el Cabildo de
Santa Fe, y sus discursos del 20 de Julio le merecieron el nombre de Tribuno del
Pueblo. Participó posteriormente como gobernante. En 1817, huyendo a los
"pacificadores" de Morillo, murió al sur del Huila, en las selvas de los Andaquíes.
ANDRES ROSILLO Y MERUELO, de El Socorro, estaba preso el 20 de Julio, por sus
acciones clandestinas en favor de la independencia. Aclamado por el pueblo como
Vocal de la Junta, fué liberado al día siguiente. En 1816 fué apresado por Morillo y
enviado a España. Regresó en 1820 y tres años más tarde fué Deán del Capítulo
Metropolitano, honor equivalente a la presidencia del clero superior de la
Arquidiócesis de Santa Fe. Murió de 77 años.
36
Asimismo se recuerda al caleño IGNACIO DE HERRERA y al tunjano JOAQUIN
CAMACHO, abogados ambos sobresalientes por su cultura y por su fervor patriótico.
Los dos colaboraron desde el Cabildo con los intereses revolucionarios. El primero fué
prisionero en el Régimen del Terror y enviado a la cárcel de Puerto Cabello, de donde
se evadió. El segundo, Camacho, en compañía de FRANCISCO JOSE DE CALDAS,
redactó el periódico de la Revolución, el DIARIO POLITICO. En 1816 es conducido en
brazos a consejo de guerra, y a pesar de estar ciego y paralítico, muere fusilado.
En los primeros días de administración política, la Junta manifestó una cierta
desorientación por la pluralidad de intereses y la indefinición de objetivos de
organización. A fines de julio la Junta hizo conocer su pensamiento de que no pensaba
imponer a las provincias sus criterios de gobierno, y ello estimuló el interés
descentralista y federativo que en ellas levantaba cabeza. Los líderes políticos de
entonces eran lectores de modelos muy variados de administración política e
intentaban inclusive crear instituciones que mezclaban el autoritarismo de las
monarquías con un régimen de libertades republicanas. Sinembargo, la Junta de Santa
Fe, inclinada por la organización federada, reclamaba que la sede de la federación
fuera Santa Fe, en vista de que había sido capital de la administración colonial
española, lo que desataba prevenciones en las provincias.
Al lado de las ciudades tradicionales y de su afán federalista, otras poblaciones
manifestaron iguales apetencias con lo cual la situación se complicó aún más. Nóvita,
Girón, Ambalema, Sogamoso, se agregaron a Cartagena, Mariquita, Tunja y
Pamplona. Entraban en controversia tres ideas básicas sustentadas por los partidarios
de la autonomía absoluta de cada provincia, los defensores de la federación, y los
adalides de una organización centralista. Estos últimos tenían en su contra el
expansionismo de los cundinamarqueses que ya empezaban a realizar anexiones
forzadas militarmente sobre regiones vecinas.
FEDERALISMO Y CENTRALISMO
En diciembre de 1810 se reúne en Santa Fe el Congreso de las Provincias Unidas, que
se declara a sí mismo único depositario de la soberanía del nuevo Estado. Con ello
excita los recelos de la Junta Suprema de Gobierno de Santa Fe, a pesar de que ésta
había expresado su intención de resignar sus poderes en el Congreso. Pero este
antagonismo conduce a que se radicalicen las posiciones, y a partir del Congreso, sus
integrantes van a promover los intereses del federalismo, en tanto que la Junta
Suprema adoptará en adelante una actitud decididamente centralista.
37
El Congreso se disuelve sin que las posiciones sean conciliadas, y posteriormente en
1811 se reúnen de nuevo los diputados de nueve provincias y suscriben el Acta de
Confederación de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, que desconoce en
forma definitiva a las autoridades españolas, consagra las provincias como entes
independientes y federados, coexistentes con una administración central general,
reserva al Congreso funciones como la dirección de la guerra, la administración del
presupuesto y de las relaciones exteriores, y plantea la convocatoria a una Convención
que elabore la Constitución. La Junta de Santa Fe no cede en sus empeños centralistas,
y el Congreso debe periódicamente cambiar de sede: Santa Fe... Ibagué... Villa de
Leyva... Tunja... y otra vez Santa Fe.
En 1811, y renuentes a las decisiones del Congreso de las Provincias Unidas, los
cundinamarqueses eligen un Colegio Electoral al que comisionan para la redacción de
su Constitución. En veinte días la tienen lista, y en ella dan al Estado el nombre de
Cundinamarca, hacen profesión de fe católica, reconocen a Fernando VII como rey en
cuanto se someta a la Constitución del nuevo Estado, establecen poderes ejecutivo,
legislativo y judicial, y encomiendan la representación del Rey a un Presidente. Parece
que en esta mixtura monárquico-republicana asoman los intereses de no desatar
prevenciones peligrosas ni en los españoles residentes ni en el pueblo que, de todos
modos, en razón de varios siglos de coloniaje, tenía especial veneración por la persona
del rey. En el mismo año, la provincia de Tunja declaró su independencia total de
España y se dió un gobierno liberal republicano, sin ninguna concesión a los
hispanófilos reales o presuntos.
Fué elegido primer Presidente JORGE TADEO LOZANO, quien sancionó la
Constitución. Al año siguiente, un nuevo Colegio Electoral la reformó y retiró el
reconocimiento a las autoridades españolas con lo cual se consolidó realmente la
independencia. El Presidente Lozano, haciendo explícito el interés expansionista de
Cundinamarca, disolvió la Junta de Gobierno de la Provincia de Mariquita y la
incorporó por la fuerza al Estado Soberano de Cundinamarca. La guerra civil se
extendió y comprometió lo intereses de todos a lo largo y ancho del centro del país
actual. Entra en acción directa ANTONIO NARIÑO.
NARIÑO, cuya labor como Precursor de la Independencia le había granjeado prisión y
persecuciones, de regreso en Santa Fe considera que Lozano es inepto para la crisis
presente, y desde su periódico LA BAGATELA ataca simultáneamente el
autoritarismo santafereño y el federalismo del Congreso. Nariño, con perspicaz visión
política consideraba oportuna en ese momento la estructura centralista del Estado, no
solo útil para dar una organización seria y duradera a los pueblos dispersos y
desorientados, sino -más importante aún- para planear y dirigir la defensa de la
revolución y del nuevo Estado, consciente como era de que España no se quedaría
38
cruzada de brazos sino que intentaría retomar los territorios perdidos, al costo que
fuese. Como en verdad ocurrió. A su juicio, la dispersión de las fuerzas y la contienda
de intereses no hacían más que debilitar los recursos humanos y materiales, de los
cuales no había tampoco la disponibilidad requerida. Forzado a dimitir Lozano, fué
reemplazado por Nariño, quien adicionalmente recibió de la representación popular
facultades extraordinarias. Cundinamarca, con el apoyo del ejército, logró reforzar su
actitud política con la incorporación de las Provincias de Vélez, San Gil, Garzón,
Chiquinquirá y Sogamoso, y con ello provocó protestas del Congreso.
Adicionalmente, los jefes militares, el Coronel Joaquín Ricaurte y el General Antonio
Baraya, enviados por Nariño para consolidar el influjo de Cundinamarca sobre
provincias, en vista de que había en ellas una fuerte opinión favorable a la federación,
traicionaron su dependencia del gobierno central y se pasaron con armas y tropa a
órdenes del Gobierno federalista de Tunja.
Nariño marchó sobre Tunja con ochocientos hombres y tras ocupar la ciudad otorgó
un armisticio a fin de que se reuniera el Congreso. Regresó a Santa Fe y renunció a la
Presidencia. Pero la Representación Nacional, ofendida por las groseras provocaciones
del General Baraya desde Tunja, exigió a Nariño retomar el poder y le confirió
facultades dictatoriales. El Congreso se reunió y fué presidido por Camilo Torres
Tenorio, y a éste se autorizó para hacer la guerra hasta reducir a Cundinamarca a la
obediencia al Congreso de las Provincias Unidas. A su vez, Nariño, con el apoyo de la
Representación Nacional, rompió el pacto de federación y retiró de ella al Estado de
Cundinamarca. La guerra civil condujo a dos encuentros serios. En el primero, en
Ventaquemada, fué derrotado Nariño. Retornó entonces a Santa Fe, y ésta fué
asediada por las fuerzas del Congreso. Nariño organizó la defensa y derrotó
decisivamente a los federalistas. De sus jefes quedaron prisioneros Urdaneta y
Santander, entre otros.
Estas escaramuzas bélicas debilitaron a la Nueva Granada y facilitaron su caída bajo la
reconquista española. La controversia entre centralistas y federalistas fué zanjada con
la victoria del venezolano Simón Bolívar sobre Manuel de Bernardo Alvarez, dictador
de Santa Fe en reemplazo de Nariño. La acción de armas se dió en 1814, y el año
siguiente el Congreso inició sus sesiones en Santa Fe.
LUCHA INDEPENDENTISTA
La llamada Guerra de Independencia prácticamente dura ocho años, de 1810 a 1819. Es
de notar que en los años que van de 1812 a 1814 coincide y se desarrolla
simultáneamente con la guerra civil entre centralistas y federalistas, y ello es un factor
que favorece a España. Esta actitud ha originado la calificación de patria boba conque
39
se conoce tal período. Por España y en favor de su dominio había importantes
reductos en Popayán, Pasto, Santa Marta y Panamá.
El interés independentista de los criollos se ventilaba fundamentalmente a partir de
centros como Santa Fe, Tunja, Cartagena, Pamplona y un poco Mariquita. Por esta
época, si bien se recuerda, empieza también la acción de Bolívar en el teatro de sus
afanes políticos. En 1812, fugado de la persecución en su patria, se presenta en
Cartagena y empieza a servir a la causa de la independencia con obediencia a las
autoridades del Congreso. En 1813 desarrolla la campaña del Bajo Magdalena, y más
tarde -autorizado por el Congreso- se dirige con su ejército a Venezuela. Dos
granadinos morirán gloriosamente en esas tierras. Antonio Ricaurte, en la batalla que
se da en una hacienda de Bolívar, en San Mateo; Antonio Ricaurte, en el ascenso al
cerro de Bárbula, cerca de Puerto Cabello. Las posteriores acciones militares en
Venezuela son desgraciadas, y derrotado en Aragua -1814- Bolívar se retira y luégo se
embarca hacia las Antillas. Cae prisionero de sus paisanos que lo habían declarado
desertor; se fuga habilidosamente, y cae a Cartagena, donde ya lo hemos imaginado
poniéndose a órdenes de la Nueva Granada. Al derrotar en ese año el gobierno
centralista de Santa Fe, pone involuntariamente su parte en el cataclismo final, pues
como lo demostraron los hechos posteriores, los federalistas tenían más intereses
particulares que en la defensa del pueblo y de la independencia. La unificación de la
Nueva Granada bajo el poder del Congreso llegó demasiado tarde. Los realistas
empezan a cerrar las pinzas al norte y al sur. En la península había sido restablecido en
el trono el Rey Fernando VII, y diez mil veteranos a las órdenes del Mariscal Pablo
Morillo se aprestaban a la invasión definitiva. Es preciso reconocer que las
instrucciones reales eran claras en la recomendación de que se hiciera la reconquista y
pacificación sin derramamiento de sangre, e inclusive se había previsto que encabezara
la expedición una persona de general aceptación como era Don Pedro Mendinueta,
quien había sido anteriormente virrey. La ocupación de Venezuela se hizo sin
oposición; ya los subalternos habían dispuesto la sumisión y reprimido la insurgencia.
Morillo instala gobierno en Caracas, ordena nuevos tributos y pone en marcha
tribunales de purificación política. Navega luégo a Santa Marta, y pone sitio a
Cartagena de Indias del 20 de agosto al 5 de Diciembre de 1815. La plaza está
defendida por Manuel del Castillo, secundado por Mariano Montilla, Carlos Soublette,
Lino de Pombo y Antonio José de Sucre, entre otros. Rendida por hambre y tras la
fuga de seiscientos hombres de armas, la ciudad es ocupada el 6 de diciembre de 1815.
Las columnas de la Reconquista se dirigen a Santa Fe y van ocupando paulatina pero
rápidamente las diversas zonas del territorio. Ante la inminencia del peligro, el
Congreso elige como Presidente con facultades extraordinarias a Camilo Torres
Tenorio, quien acepta ante la insistencia de los diputados, pero se declara incapaz de
sortear la crisis político-militar del momento. Empezando el año de 1816 y ante las
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sucesivas derrotas de los patriotas neogranadinos, Camilo Torres renuncia al mando y
es sustituído por el médico José Fernández Madrid. El 6 de mayo entran a Santa Fe los
soldados españoles al mando de Sebastián Calzada y Francisco Latorre, y veinte días
después, casi de incógnito para eludir las sospechosas bienvenidas, entra el Mariscal
Morillo. Las fuerzas del gobierno en la campaña del sur son víctimas de una nueva
crisis de administración: El Presidente Fernández Madrid llega a Popayán y presenta
renuncia. Es reemplazado por Custodio García Rovira, elegido Presidente, y ante su
ausencia el poder es asumido por quien ha sido elegido Vicepresidente, el Coronel
Liborio Mejía. El ejército de la independencia es derrotado completamente en la
Cuchilla del Tambo. Se completaba así la ocupación de la Nueva Granada, y el único
reducto que estaba relativamente fuera de la influencia peninsular pasaba a ser
Casanare, donde unos pocos hombres y algunos caudillos militares alentaban el
espíritu independentista.
En Santa Fe y las otras ciudades principales se instaura el que será conocido como el
Régimen del Terror. Instituciones de triste memoria surgen entonces bajo los nombres
de Consejo de Guerra Permanente, Consejo de Purificación, y Junta de Secuestros.
Este último atendía a los acusados menos comprometidos y sancionaba con multas y
expropiaciones, a diferencia de los dos primeros ante los cuales concurrían forzados
los insurgentes de más responsabilidad, y eran condenados a muerte o a prisión. En
diez años de represión, de 1811 a 1821 pasaron de trescientas las ejecuciones
oficialmente decretadas por los españoles. Aunque es de notar que muchas otras, sin
proceso judicial o militar, constituyeron verdaderas masacres y genocidios. Se refiere
que tras la toma de Cartagena, Tomás Morales y su gente asesinaron sin fórmula de
juicio a unos cuatrocientos cartageneros.
Entre los ejecutados por la causa de la libertad de Nueva Granada se cuentan Antonio
Villavicencio, Crisanto Valenzuela, Jorge Tadeo Lozano, Miguel de Pombo, Antonio
Baraya, Custodio García Rovira, Joaquín Camacho, Liborio Mejía, Manuel de Bernardo
Alvarez, Camilo Torres, Francisco José de Caldas, y éstos solamente en Santa Fe.
LA CAMPAÑA LIBERTADORA
Tras el baño de sangre a que son sometidas la Nueva Granada y sus extensiones de
Venezuela y Quito, se prepara la campaña de Bolívar, que tendrá comienzo con la
llamada Expedición de Los Cayos. En 1815, mientras Morillo se pasea por las tierras
reconquistadas, está Simón Bolívar en Jamaica y mantiene vivo su pensamiento y su
entusiasmo por la liberación de las colonias españolas. Uno de los documentos
fundamentales en la historia del pensamiento político es su CARTA DE JAMAICA,
epístola que dirige al inglés Henry Cullen. En ella describe la naturaleza y los intereses
de los insurgentes americanos, destaca los beneficios que para el comercio produciría
41
la independencia, y plantea las que a su juicio serán las fórmulas de organización
futura de los Estados que surjan de la insurrección, y las relaciones internacionales que
se desarrollarán a partir de una nueva y distinta realidad geopolítica.
La Expedición de Los Cayos toma forma con el apoyo de Petion en Haití, y con
doscientos cincuenta hombres se dirige a costas continentales. Lo acompañan Brion,
Sucre, Briceño Méndez, Salom, Mariño, Soublette, Zea, y otros militares granadinos y
venezolanos. Desembarca en Ocumare -Venezuela- y declara terminada -por su partela guerra a muerte que había iniciado con el Decreto de Trujillo -y decreta la abolición
de la esclavitud. Desconocida la autoridad de Bolívar por Mariño y otros, decide
regresar a Haití. La anarquía hace presa del pequeño ejército y por boca de Zea le
reclaman de nuevo su dirección de las tropas. Regresa entonces y da principio a la
campaña de Guayana que lo conduce a apoderarse de la provincia en 1817, con lo cual
puede dar sede al gobierno independiente en la ciudad de Angostura. En 1818 derrota
a Morillo en Calabozo. Aunque la batalla no es decisiva, y pese a la habilísima retirada
de Morillo, en adelante las fuerzas españolas empiezan a perder aceleradamente
territorio, hombres y recursos. Bolívar crea para la administración política un Consejo
de gobierno y convoca un Congreso al que concurrirían diputaciones de las provincias
liberadas. Ante el Congreso de Angostura, en 1818, Bolívar renuncia al mando. Pero es
elegido por unanimidad Presidente de la República y comandante militar con poderes
extraordinarios para continuar la campaña hasta consolidar la libertad. La
administración política queda en manos de Francisco Antonio Zea, con el cargo de
Vicepresidente.
Bolívar se traslada de Venezuela a los Llanos Orientales de Nueva Granada y recibe
como aporte las columnas que Santander ha preparado con gran eficiencia. El avance
hacia la capital es duro porque las fuerzas realistas presentan gran resistencia.
Sinembargo los españoles son vencidos y seriamente disminuídos en sus recursos en la
Batalla del Pantano de Vargas, el 25 de Julio de 1819, y retroceden hasta su derrota del
Puente de Boyacá, el 7 de agosto siguiente.El ejército patriota entra a Santa Fe el 10 de
agosto. Tras recibir el homenaje de la ciudadanía, Bolívar se ocupa de organizar el
gobierno y enviar tropa a reprimir los últimos bastiones realistas que quedaban tras la
fuga del Virrey y las autoridades españolas.
LA GRAN COLOMBIA
-1819 A 1830-
Bolívar toma camino de Angostura, donde Zea había sido obligado a renunciar a la
Vicepresidencia. Como encargado deja en la Vicepresidencia en Santa Fe al General
Santander quien empieza la formidable tarea de la organización de la República. El 11
de Noviembre está Bolívar en Angostura, y tres días después se reúne el Congreso
42
para escuchar su informe de victoria. El 17 de diciembre de 1819 se proclama la Ley
Fundamental de la República, y de ella destacamos los aspectos esenciales, que son
nervio y eje en la construcción de la nacionalidad:
--- Nueva Granada y Venezuela se integran bajo el nombre de República de Colombia.
(Bolívar siempre había soñado con ese nombre, como homenaje al descubridor del
Nuevo Mundo).
---El territorio comprendía naturalmente la provincia de Quito, que era parte de la
Nueva Granada.
---La organización sería como República, con cabeza en un Presidente y un
Vicepresidente.
---Las tres provincias tendrían gobierno en sus respectivas capitales -Caracas, Quito, y
Bogotá (que sería el nuevo nombre de Santa Fe).
---Y se convocaría un Congreso General en la Villa del Rosario de Cúcuta para discutir
y aprobar una nueva Constitución para el Estado ya definitivamente independiente.
También fué ésta la ocasión para atribuír oficialmente a Simón Bolívar el título que la
habían dado los pueblos: Libertador de Colombia.
Para considerar la importancia de los conceptos que se debaten en el Congreso de
Angostura es menester recordar el influjo del Libertador en el mismo, a través de sus
mensajes y discursos.
La idea de una vasta república no era improvisada, sino que tenía antecedentes en la
organización misma dada por la Corona a estas tierras. De hecho y de derecho, el
Virreinato de Santa Fe había cobijado un vasto territorio que unía no solamente a
Venezuela, Nueva Granada y Quito -hoy Ecuador- sino que había integrado al mismo
desde principios del siglo XVIII zonas de Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Perú y
Brasil. Esto no había impedido, sinembargo, que el deseo de organización federada
tuviera numerosos partidarios ante la imposibilidad de una administración eficaz para
tan extenso país. A más de que conspiraba contra las aspiraciones de las provincias el
exagerado centralismo operante en las capitales.
El Libertador acariciaba desde su estadía en Jamaica la idea de una gran república
central con el nombre de Colombia, con una capital que imaginaba bajo el nombre de
Las Casas, en homenaje al obispo protector de los indios, organizada a imagen de la
43
administración inglesa, sin rey, pero con un presidente elegido y vitalicio, y un
legislativo bicameral con una cámara hereditaria y otra electiva.
La formación política de Bolívar permitía la confluencia de las ideas clásicas de Grecia
y Roma con la experiencia revolucionaria de la Europa que él recorrió cuando se
desarrollaban tales procesos. De ahí la compleja mixtura de sus propuestas. En su
discurso en Angostura, cuando todavía no se había terminado la lucha, en febrero del
19, propone las ideas rousseaunianas de la soberanía popular, las libertades civiles, el
igualitarismo, la abolición de la esclavitud y de la monarquía. Y al lado, pone la
propuesta de la división de los poderes, al modo de los ingleses, según la
interpretación de Montesquieu. Pero le atrae más un senado aristocrático y hereditario,
y teme a los desafueros de la democracia. Piensa que las gentes no saben lo que les
conviene, y deben depender de una clase política estable e independiente tanto de las
veleidades de las masas como de las presiones del gobierno. De las costumbres e ideas
grecolatinas toma la idea de los Censores, que vigilen la conducta de los ciudadanos y
corrijan la corrupción, con lo que trasciende el objetivo político de la vida social y se
adentra en el dirigismo moral que tan caro ha sido a los gobiernos confesionales y de
extrama derecha. Podría afirmarse que los contemporáneos de Bolívar tenían más
sentido de la realidad en la que estaban inmersos. Y por ello es apenas lógico que
entonces y después -cuando transfirió sus deseos a la Constitución Boliviana- hayan
sido rechazadas sus ideas preferidas: El ejecutivo fuerte o dictadura constitucional, el
legislativo aristocrático y hereditario, y el control de la moralidad como atributo del
gobierno.
CONGRESO DE CUCUTA 1821
De mayo a octubre se adelantan las sesiones del Congreso de Cúcuta, reunido en la
Villa del Rosario, e instalado por Antonio Nariño, designado por Bolívar
Vicepresidente interino para estas efectos. Nariño es confirmado en el cargo de
Vicepresidente por el mismo Congreso, pero más tarde presentará renuncia y será
reemplazado por José María del Castillo y Rada. El Congreso es presidido por el
doctor Félix de Restrepo.
La labor fundamental del Congreso fué la expedición de la Constitución. Pero aparte
de ello emitió algunas leyes trascendentales para la organización que empezaba y para
la consolidación de la independencia. Estableció el impuesto sobre la renta, ordenó el
reparto de los resguardos y el otorgamiento de títulos de propiedad a los indígenas,
decretó la libertad de partos de las esclavas, adoptó como símbolos patrios el escudo con diseño diverso del actual- y la bandera imaginada por Miranda en 1806, similar en
44
lo esencial a la de hoy, creó colegios y escuelas, y en lo político designó a Bolívar y a
Santander para la Presidencia y la Vicepresidencia, respectivamente, de la República.
Para definir la Constitución Política de la República se conocieron dos proyectos,
presentados el uno por el Vicepresidente Nariño a nombre del gobierno, y otro
elaborado por una comisión del Congreso. El proyecto de Nariño proponía una
organización federal. Y aquí es oportuno reflexionar sobre el cambio de bando del
Precursor quien anteriormente, en los tiempos tormentosos de la Patria Boba, era el
paladín del centralismo. Analistas de nuestro proceso político derivan de este cambio
de criterios la idea de que el Precursor de la Independencia tenía notable perspicacia
en la consideración de los movimientos sociales, y de la misma manera que examinaba
lo que acontecía en el momento presente, avizoraba las consecuencias a largo plazo.
Piensan por ello que con especial acierto, Nariño adoptó en ambos momentos la
posición más acertada conceptual y estratégicamente. El veía, como nadie entre sus
compatriotas, que un país disgregado y sometido a una pluralidad de cabezas en 1813
sería fácil presa de la reconquista que ya se preparaba en la península. Solo una
administración enérgica, fuerte y centralizada podría diseñar y ejecutar las tácticas
para la preparación de la defensa y la consolidación de la insurrección. Del mismo
modo, corresponde a un verdadero visionario, tomar nota de que la extensión del
territorio, la pluralidad de intereses, y el surgimiento de partidos de diversa clase,
obstaculizaban -como pudo verse casi desde el momento de la reunión del Congreso
de Cúcuta- el proyecto de una república centralista. Tambien en este momento tenía
razón Nariño con su posición federalista, y los acontecimientos no tardaron en señalar
su acierto, cuando tras la muerte de Bolívar, la única personalidad que podía mantener
la cohesión, la Gran Colombia se disolvió en varios Estados. La oposición a los puntos
de vista del Precursor, y la preferencia que mostraron los congresistas por su propio
proyecto, decidieron a Nariño a presentar su renuncia, con los el resultado atrás
anotado.
El proyecto aprobado por el Congreso establecía una república unitaria, con soberanía
radicada en la nación -al modo de Sieyés- con unos gobernantes que la representaban;
el legislativo era bicameral y sus miembros llegaban al cargo por votación indirecta,
pues procedía de asambleas electorales. El Vicepresidente presidía el Consejo de
gobierno, integrado por los Ministros o secretarios del Despacho, pero su opinión era
consultiva, no obligaba. El Presidente y el Vicepresidente eran elegidos en votación
indirecta para un período de cuatro años. Los departamentos eran administrados por
un Intendente que tenía el carácter de agente del Presidente, y las provincias por
gobernadores sujetos al Intendente. El ejecutivo carecía de iniciativa para la legislación,
y algunos de los altos cargos requerían confirmación por el Senado tras la designación
por el Presidente. Condición, ésta última, que se tomó a imitación de la fórmula
estadounidense. El poder judicial tenía por cabeza la Alta Corte, con miembros
45
elegidos por el Senado, de los candidatos presentados por el Presidente y por la
Cámara, y que permanecían en funciones en forma vitalicia condicionada a la buena
conducta. El sufragio es restringido, pues carecen de él los jornaleros y trabajadores
dependientes. Una reforma posterior privó del voto a los anafabetas. Dividió el
territorio en departamentos, provincias, cantones y parroquias.
El texto aprobado no fué del agrado de Bolívar, sobre todo por su acento civilista. En
ella están las semillas que con más tesón se han defendido a lo largo de la historia.
Surgen de ella la prioridad civilista sobre las urgencias militares, y desarrolla el
sentido liberal y democrático, moderado por el interés en el orden interno y en las
relaciones exteriores en términos de igualdad soberana. Corresponde al ejemplo de lo
que más adelante se denominó Estado demoliberal, ésto es, sometido a la legalidad y
autolimitado en defensa de los intereses comunes. Pero la importancia destacable de
esta Constitución está en haber sido la primera de cobertura nacional, dado que las
anteriores tuvieron el carácter de provinciales.
La vigencia de esta Constitución tuvo una duración precaria, pues la pluralidad de
intereses movidos a través de las instituciones provinciales y municipales, en muchos
casos atribuíbles al personalismo de las familias que defendían sus viejos feudos,
pronto mostró la debilidad estructural de la administración. Al parecer sólo se sostuvo
por el breve tiempo en que continuaba la lucha independentista en los pocos lugares
donde la influencia española aún resistía. En 1826, culminada la Campaña con los
combates de Junín y Ayacucho, la disolución de la Gran Colombia era una realidad a
plazo breve. Bolívar luchaba a brazo partido por la preservación de su ideal
integracionista, pero esta actitud lo convirtió casi en el enemigo de la Constitución de
Cúcuta, o al menos así lo interpretaron los disidentes de su criterio. Y nuevos errores
políticos recayeron sobre la difícil situación política, como lo muestran los episodios
siguientes.
CONSTITUCION BOLIVIANA
Bolívar parte hacia el Sur, con autorización del Congreso, para llevar la revolución al
Perú y buscar la liberación de esos amplios territorios. A mediados de 1823 Bolívar
llega al puerto de El Callao. Bien recibido en Lima, se encuentra con una cerrada
controversia entre el gobierno y el Congreso, y aunque era el gobierno de Riva Agüero
el que había solicitado su cooperación militar, accede a combatirlo con el respaldo del
Congreso peruano. A la postre se descubrió que tanto Riva Agüero como su sucesor,
Torre Tagle, traicionaban los intereses de la nación. El Congreso suspendió a Torre
Tagle, le dió facultades dictariales a Bolívar, y entró en receso para no obstaculizar la
organización de la lucha y de la administración encomendadas a Bolívar. Con seis mil
46
colombianos y cuatro mil peruanos puso marcha el ejército, secundado por algunos
jefes sobresalientes, entre ellos Sucre y Córdoba. Vence a los realistas en Junín, el 24 de
agosto de 1824, y confirma la independencia con la victoria de Ayacucho en diciembre
del mismo año. El Congreso peruano aprobó honores y gratitud para sus libertadores,
y presionó la continuación de Bolívar en el gobierno con atribuciones de dictador. En
1825 Bolívar recorre el Alto Perú, y una asamblea, convocada por Sucre unos meses
antes en Chuquisaca, decreta la erección de tales territorios en Estado independiente
con el nombre de República de Bolívar -después Bolivia-, y da a Chuquisaca el nombre
de Sucre adscribiéndole la condición geopolítica de capital de la administración. La
Asamblea exigió además que Bolívar fuera el primer presidente del nuevo Estado y
que él mismo redactara la Constitución. Bolívar accedió, dejando en el poder a
Antonio José de Sucre. En la Constitución que redacta el Libertador para Bolivia
consigna sus criterios políticos y proyecta su idealismo -o su falta de pragmatismo-, y
la presenta a los bolivianos como "una obra de los siglos" donde presume haber
reunido las opiniones de los sabios y todas las lecciones de la experiencia.
Si bien Bolívar había combatido a la monarquía, era partidario de gobiernos fuertes y
autoritarios, de ejecutivos vitalicios y hereditarios o cooptados, inclusive militaristas,
por lo cual algunos pudieron comentar sus actitudes aduciendo que era enemigo de
las monarquías ajenas pero partidario de la suya propia. Hubo momentos de crisis en
los cuales, decepcionado de la ingobernabilidad de los criollos, alentó a los partidarios
de la monarquía para promover en su favor o el de algún príncipe europeo la
instauración de un reino.
La Constitución Boliviana consagra la república central y unitaria con gobierno
representativo y división de poderes, y a ésta le introduce una innovación original: a
más del legislativo, el ejecutivo y el judicial, un poder electoral. El ejecutivo, fuerte
como él lo consideraba preferible, era vitalicio e irresponsable en la persona del
Presidente. Existía un Vicepresidente, responsable como Jefe del Gabinete, y removible
a voluntad del Presidente. Los magistrados del poder judicial eran vitalicios, con
dependencia de su buena conducta. El poder legislativo estaba compuesto de tres
cámaras: Tribunos, Senadores, y Censores. Estos últimos tenían funciones de control
moral sobre los gobernantes y los gobernados. No se podía reformar la Constitución
antes de diez años de su vigencia plena.
La Constitución fué promulgada en Bolivia, y a solicitud de Bolívar, tambien en el
Perú, con la cláusula de que el Libertador, y no otro, sería su Presidente Vitalicio. Con
tales éxitos políticos, Bolívar tuvo la sensación de que lograría igual aquiescencia en la
Gran Colombia. Pero la sola pretensión exasperó los ánimos y generó controversias
que originaron la aparición verdadera de dos partidos, los bolivarianos y los
antibolivarianos. Los primeros, simpatizantes del autoritarismo militarista y de la
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influencia del círculo venezolano encabezado por el General Urdaneta, y los segundos
con la dirección del General Santander, llamados legitimistas por su defensa de la
Constitución de Cúcuta y de las garantías civiles y democráticas. A la polémica le
agregaban leña las facultades dictatoriales que le iban confiriendo a Bolívar las
provincias por donde pasaba en su itinerario de retorno a Bogotá, y la rebelión de Páez
en Venezuela -1826- que amenazaba con instaurar la monarquíaa de Bolívar en su
propia patria.
LA CONVENCION DE OCAÑA
El Congreso convocó para 1828 una Convención Nacional en la ciudad de Ocaña, con
el objeto de que se le introdujeran algunas modificaciones al articulado de la
Constitución de Cúcuta. Esta había sufrido numerosos ataques sobre todo de los
bolivaristas, quienes -en palabras del Libertador- querían simplemente introducir
algunos principios conservadores sin lesionar su espíritu republicano. La situación en
el país había llegado a ser sumamente compleja con la convergencia de varios sucesos
que sacudían a la opinión pública. La administración del Vicepresidente Santander en
ausencia de Bolívar había reforzado el influjo político del santanderismo
antibolivariano, legitimista y liberal. En Venezuela se rebelaba Páez con la amenaza
real de promover la separación. Bolívar había instaurado su Presidencia vitalicia en
Bolivia y Perú. Y se alzaban voces en Colombia en favor de tal proyecto, que
repugnaba a las mayorías republicanas y antimonarquistas, las cuales todavía
conservaban el recuerdo fresco de las luchas por la emancipación que eran luchas
contra el personalismo y las poses aristocratizantes.
Los amigos de Bolívar hacían circular copias de la Constitución Boliviana y planteaban
la necesidad de un gobierno fuerte para organizar el país. Muchos pueblos siguieron el
ejemplo de Guayaquil y redactaron documentos en los cuales desconocían la vigencia
de la Constitución de Cúcuta y proclamaban la conveniencia de otorgar poderes
dictatoriales a Bolívar. Estos documentos han sido llamados por algunos historiadores
las actas de la dictadura, aunque no son homogéneos ni en la forma ni en el contenido.
Hay qué observar como hecho concomitante que la guerra de independencia había
creado una verdadera casta militar, cuya fuerza mayor provenía de Venezuela: En
efecto, en la guerra de la emancipación, Colombia puso los soldados rasos en tanto que
Venezuela puso la oficialidad. Y esta oficialidad de mayoría venezolana, paisana del
Libertador- generó mucha animadversión con sus descomedidas actuaciones políticas
y sociales en Bogotá, donde se convirtió en una verdadera Guardia Pretoriana en torno
a Simón Bolívar. Bolívar tenía plena consciencia de ello, cuando explicaba en 1828,
según texto de Luis Peru de Lacroix: "...hombres de todas las castas se hallan hoy entre
48
nuestros Generales, jefes y oficiales, y la mayor parte de ellos no tienen otro mérito
sino el valor brutal, que ha sido tan útil a la República, haber matado muchos
españoles y haberse hecho temibles..." De manera que en buena parte el
antibolivarismo de muchos espíritus demócratas de Colombia tiene sentido como
reacción ante los abusos del militarismo convertido en privilegio de una camarilla.
Cuando se inicia la Convención, está claro que quienes concurren representan
nítidamente dos posiciones ideológicas, dos partidos perfectamente alinderados. De
un lado, los seguidores de Bolívar, promotores del autoritarismo y la dictadura. De
otro lado, los amigos del Vicepresidente Santander, con la investidura de legitimistas,
liberales, partidarios de las garantías democráticas, y promotores de la administración
civilista en contraposición a la desbocada ingerencia militarista.
Por coincidencia, encuentran algunos analistas, el bolivarismo de este momento
encuadra a numerosos centralistas de la Patria Boba, en tanto que el santanderismo
asila los reductos de lo que antes fué federalismo.
Hubo buena mayoría santanderista, y con notable oportunismo el General cucuteño
obtuvo que se modificara la ley de convocatoria para excluír como elegible a la
diputación al Presidente en ejercicio, es decir, a Bolívar, mas no a su Vicepresidente.
Santander fué, pues, elegido diputado a la Convención. Se abrió la sesión el 9 de abril
con 64 diputados de los 108 elegidos, y empezó el estudio de dos proyectos de
Constitución: El proyecto gobiernista o bolivariano fué redactado por José María del
Castillo y Rada; Vicente Azuero presentó el proyecto antibolivariano.
El proyecto gobiernista consideraba facultades extraordinarias para el Presidente en
ciertos casos, período presidencial de ocho años, un Consejo de Estado compuesto por
los secretarios del despacho presidencial, un ejecutivo colegislador, y una
reformabilidad de la Constitución moderada en su procedimiento.
El proyecto oposicionista creaba legislaturas en cada departamento, excluía la
posibilidad de facultades extraordinarias al Presidente, un Consejo de Gobierno
impuesto al Presidente se originaba en el Congreso; período presidencial de cuatro
años sin reelección para el período siguiente; y largo y difícil trámite para la reforma
de la Constitución.
Ante la imposibilidad de algún logro, tras dos meses de inútiles deliberaciones, los
bolivaristas se retiran y, roto el quorum, la Convención fracasa.
A fines de agosto, Bolívar hace conocer el Decreto Orgánico de la Dictadura
respondiendo a las excitaciones de sus partidarios de Colombia y Venezuela, con
49
proyección hasta 1830. En él estatuye el Consejo de Estado como cuerpo asesor del
gobierno, y promete respeto a la libertad de expresión. Vista la realidad histórica con
la frialdad que propicia el paso del tiempo, parece que la dictadura del Libertador
estuvo más en la actitud que en la legislación. Bolívar hizo uso del poder, pero no se
descarrió en la pretensión de legitimar los abusos. El mismo comprendió la gravedad
del compromiso cuando pidió a sus conciudadanos compasión "por el pueblo que
obedece y el hombre que manda solo".
Bolívar ejerce el poder a plenitud. Decreta la abolición de la Vicepresidencia, y
reglamenta algunas de las consideradas libertades públicas. La situación estaba
caldeada y los ánimos exaltados, de modo que la subsiguiente conspiración
septembrina es claramente explicable como consecuencia de todo ello.
Tras la fallida conspiración, el Presidente Bolívar deroga el Decreto Orgánico y se
consolida la verdadera dictadura."De hoy en adelante pondré en práctica la autoridad
que por el voto nacional se me ha confiado, con la extensión que las circunstancias
hagan forzosa... Las mismas circunstancias fijarán la duración de esta extensión de
autoridad." Así lo dice el documento derogatorio. Catorce conspiradores son
ejecutados. Otros se fugaron. A Santander se le conmutó la pena de muerte por el
destierro, y salió rumbo a Europa. La imágen de Santander ha sido examinada en
profundidad por la historiografía. No se alientan dudas sobre algunos aspectos
concurrentes en estos episodios: Santander era enemigo de Bolívar. Era jefe de la
oposición al gobierno. Indicó y estimuló la conveniencia de su retiro de la Presidencia.
Pero se descarta que hubiera participado directamente o con su anuencia en la
conspiración. Algunos inclusive postulan que la conspiración se hizo efectiva contra la
voluntad del General.
CONSTITUCION DE 1830
El año de 1829 estuvo señalado por diversos hechos que agudizaron la crisis del
gobierno, entre ellos la rebelión y asesinato del General José María Córdoba. Bolívar
instaló el Congreso Constituyente a principios de 1830, que él mismo llamó admirable
por la calidad de los miembros y la serenidad de los debates. Ocupó su presidencia el
Mariscal Antonio José de Sucre, y fué Vicepresidente el Obispo Estévez de Santa
Marta. Bolívar se retiró del mando el 1o. de marzo.
Esta Constitución, que no tuvo vida política ninguna, intentaba crear normas para la
Gran Colombia, que en la práctica estaba ya disuelta por la separación de Venezuela y
de Ecuador. Dando juego a las transacciones entre los partidos intentó restablecer el
equilibrio administrativo e ideológico y moderar el centralismo que caracterizaba a la
50
Constitución de Cúcuta. Llegó tarde, sinembargo, esta solución. Y dió entrada a la
dictadura del general venezolano Rafael Urdaneta que se prolongará hasta abril de
1831.
DISOLUCION DE LA GRAN COLOMBIA
La unión política de Nueva Granada, Venezuela y el departamento de Quito -hoy
república de Ecuador- se originó en el Congreso de Angostura, en 1819, y duró
solamente hasta 1830. Respondía al ideario bolivariano y era el intento de construír un
Estado grande y poderoso, que no solamente estuviera en condiciones de hacer la
guerra anticolonialista con éxito, sino de complementar la victoria con una
organización sólida y una prospección futurista de desarrollo, civilidad y riqueza. En
la década en que se vivió tal unión, probablemente cumplió esos objetivos. Pero el
mismo Bolívar mostró su escepticismo después de 1825 cuando empezaron los conatos
de separación y el retorno a los intereses parroquiales de los líderes políticos y
militares cuya visión era más reducida y pragmática. Gracias a esa integración fué
posible movilizar fuerzas y llevar la libertad a las naciones vecinas.
De otro lado, conspiraban contra la unión de estos pueblos varios institutos ya
ampliamente analizados por la historiografía. La Colonia había dado impulso a varios
centros políticos que en la realidad mantuvieron su influjo: Caracas y Quito siempre
tuvieron recelos del centralismo de las autoridades arraigadas en Santa Fe y Bogotá.
Siempre fué difícil sustentar la obediencia de Venezuela y Quito a las directivas de
Santa Fe. Asimismo, la estructura sociológica yuxtaponía sin lograr la integración, esas
tres almas nacionales intuídas por el Libertador: el militarismo de los venezolanos, la
vida casi ascética de los quiteños, y la vida universitaria e intelectual, muchas veces
colindante con el leguleyismo, de los neogranadinos. En los comienzos de la república,
hacia 1812, el centralismo fué defendido por Nariño, con gran visión de las
necesidades del momento y de la conveniencia de unificar el mando militar para la
defensa del vasto territorio. Sinembargo, pasados los años y vividas las penosas
experiencias posteriores, el mismo Nariño -nuevamente con gran visión políticapropugnó el partido contrario, la federación, con la consideración de que las
disensiones internas y los intereses políticos no daban un futuro promisorio para una
administración centralizada. El análisis político, la visión de la historia a posteriori,
permite inferir que en ambos casos tenía razón el prócer santafereño...
A más de las expuestas, que son verdaderamente razones sociopolíticas, hay muchos
hechos coyunturales que inciden en el separatismo. Se daban frecuentes resquemores
en el tratamiento entre los militares de un lado y otro. Los militares granadinos se
sentían postergados y hallaban favoritismos intolerables del gobierno y de Bolívar
51
hacia sus paisanos, y éstos por su parte fueron algunas veces perseguidos y acusados
por el Congreso civilista de los santafereños. El desconocimiento de las directivas del
gobierno era lógico en un territorio inmenso e incomunicado, y se unía a la fácil
rebelión frente a un gobierno física y afectivamente distanciado. La persona misma del
Libertador, cuya talla heroica y carismática era venerada y acatada aquí y allá se
mantenía lejana, ocupado el guerrero en la conquista de la libertad para otros pueblos,
y quienes le reemplazaban en el ejercicio del gobierno, especialmente Santander, eran
incapaces de mantener la unión de los pueblos y la disciplina de los ejércitos. No poco
ha de atribuírse, asimismo, al influjo de los caudillos que en sus áreas de influencia Páez en Venezuela y Flórez en Ecuador- alentaban sus propios y personales intereses.
LA MUERTE DEL LIBERTADOR
Tras la muerte del que fué su más grande sueño, no podía Bolívar sobrevivir un largo
tiempo. El 17 de diciembre muere en la Quinta de San Pedro Alejandrino,
paradójicamente propiedad de un peninsular. A partir de 1830 empieza a revisarse
concienzudamente el pensamiento bolivariano, abigarrado de aciertos y errores pero
colmado de sentido político y preñado de futuro. Qué pensó Simón Bolívar para su
tiempo y para el nuéstro ?
Se conoce la precariedad de sus cálculos para los días inmediatos, y el fracaso de sus
ideas en el momento mismo en que las quiso realizar. Sinembargo, pensando en
función de patria, no para el día sino para la eternidad, Bolívar fascina al estudioso por
la hondura de sus pensamientos y la proyección futurista de sus perspectivas. Bien
puede decirse que una alta proporción de su pensamiento, de lo que ideó y quiso para
América, está por hacerse y conserva su oportunidad y sus conveniencias. El valor del
genio está en la intemporalidad de su pensamiento, y algunos encuentran allí mismo
la raíz de su frecuente fracaso.
LA REVOLUCION DEL 39
Fué originada, al parecer, en el descontento generado con la supresión de algunos
conventos. Debe tenerse presente que se decidió por el Congreso, a solicitud del
obispo de Popayán, y el gobierno simplemente ejecutó la decisión. Obando amenazó a
Popayán, y fué reprimido por el General Herrán y tratado con generosidad ejemplar.
Pero difundida la especie de que Obando estaba implicado en el asesinato de Sucre, se
reinició la rebelión y se extendió a gran parte del país hasta principios de 1842. Resalta
en estas acciones como en muchas otras anteriores y posteriores, el influjo de la
52
religión católica en el proceso de la historia política de Colombia. A pesar de su
radicalismo liberal, el General Obando se dió el título de Supremo Director de la
Guerra y Protector de la Religión del Crucificado. Muchos jefes locales dieron su
apoyo a la revolución, pero a la postre el gobierno logró reprimir el alzamiento. Una
de las batallas para destacar es el triunfo legitimista del General Braulio Henao en
Salamina (Caldas) en mayo del 41.
Terminada la revolución o guerra de los Supremos se hace notorio que la Constitución
del 32 es muy generosa en las atribuciones a los gobiernos provinciales y debilita la
administración central, lo cual como se ha mostrado por la revolución es
especialmente grave en la presencia de crisis y conmociones. El gobierno central ha
parecido maniatado por la Constitución misma, mientras los jefes regionales hacían de
las suyas promoviendo sus ambiciones políticas.
CONSTITUCION DE 1843
Pacificado el país por el Presidente Pedro Alcántara Herrán, las legislaturas del 42 y 43
redactan la nueva Constitución requerida por el gobierno y aconsejada por las
anteriores circunstancias. Sancionada en abril, tiene algunas características que la
muestran como reacción frente a la del 32. Sustituye con el Consejo de Gobierno el
Consejo de Estado. Los Gobernadores y Agentes Diplomáticos pasaron a ser de
nombramiento del Presidente. El Gobierno podría presentar proyectos de ley. Los
Magistrados de la Corte Suprema, designados por el Congreso, harían ternas de las
cuales el Presidente elegía los Magistrados de los Tribunales de Distrito.
El bandazo que da el constituyente, desde el anterior federalismo hasta el
fortalecimiento del ejecutivo, lleva a los críticos a tildar de monarquista la nueva
Carta. Ya los partidos estaban en formación, y sus enfrentamientos conceptuales
fueron enfocados a partir de la Constitución misma. Esta reconocía en forma muy
amplia las garantías civiles y las libertades individuales. Se modificó el régimen de
elecciones para corregir su exagerada frecuencia. Se amplió la base poblacional para
darle más representatividad al Congreso, y se desarrollaron con claridad sus
atribuciones. A pesar de la ingerencia del ejecutivo en la conformación de los
Tribunales, se consolidó la independencia del poder judicial. Se consagraron para el
Presidente atribuciones extraordinarias para los tiempos de conmoción, y se
confirmaron sus facultades administrativas ordinarias. Se atribuyó al Congreso la
interpretación de la Constitución, y se facilitó el trámite de su reforma. El Título III de
la Carta se define como inmodificable, y en él se consagra el gobierno como
republicano, popular, representativo, electivo, alternativo y responsable. Se
considera la tridivisión en poderes legislativo, ejecutivo, y judicial. Como garantías
53
fundamentales la libertad, la seguridad, la igualdad y la propiedad. Y se compromete
al gobierno en la protección, sostenimiento y preservación de la religión católica,
apostólica y romana, con el carácter de única reconocida y aceptada.
Pero las instituciones políticas son sumamente dinámicas si se considera que las
sociedades no son homogéneas, y ningún tipo de organización satisface a todos los
individuos. Así, con la vigencia de la Constitución del 43 empieza también su examen
crítico, y quienes están descontentos con ella planean reformas y aún piensan en
sustituírla y recuperar más amplias libertades y garantías, menos restricciones, y más
favores en beneficio de la descentralización y el federalismo.
Aunque los pasos dados a partir de 1810 en materia de organización social, económica
y política, fueron de suma importancia, la observación de los procesos mostraba que
todavía a mediados del siglo XIX, muchas instituciones, costumbres, y modos de vida,
eran en Colombia de carácter colonial. En verdad, la estructura había cambiado muy
poco en materia de impuestos y todavía estaban sometidos a los estancos del tabaco y
el aguardiente como rentas oficiales, existía la esclavitud, y los terratenientes
administraban la propiedad agraria como en los viejos tiempos. Uno de esos grandes
propietarios era la Iglesia, y disfrutaba de numerosos privilegos, constituída casi en
cogobernante del país, con notoria manipulación de los movimientos electorales en
favor de los criterios más conservadores y autoritarios. El régimen de alcabalas,
diezmos y comercio exterior, no había tenido ningún progreso. Y ello a pesar de que a
costa de mucha sangre se habían introducido elementos políticos de trascendencia,
como el sistema de elecciones más o menos democráticas, las garantías y libertades
civiles, el principio de legalidad de las decisiones administrativas, etc. Para muchos
historiadores la consideración es que treinta años después de lograda la
independencia, todavía se continuaba viviendo en plena colonia. Razones como las
expuestas condujeron a una reacción importante en muchos sentidos, y que ha sido
conocida como la revolución del medio siglo.
54
LECTURA COMPLEMENTARIA:
DECLARACION DE DERECHOS
ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS
DECLARACION UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS
Adoptada y proclamada por la Asamblea General en su Resolución Nro.
(III), de 10 de diciembre de 1948.
217 A
PREAMBULO
Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el
reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de
todos los miembros de la familia humana;
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han
originado actos de barbarie ultrajante para la conciencia de la humanidad; y que se ha
proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un
mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la
libertad de palabra y de la libertad de creencias;
55
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de
Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión
contra la tiranía y la opresión;
Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre
las naciones;
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su
fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona
humana y en la igualdad de derecho de hombres y mujeres; y se han declarado
resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un
concepto más amplio de la libertad;
Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en
cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y
efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre; y
Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la
mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso;
LA ASAMBLEA GENERAL
PROCLAMA
la presente Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común por el que
todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como
las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la
enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por
medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y
aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros
como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.
Art. 1 .- Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos
con los otros.
Art. 2.-1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión
política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición.
56
2.- Además no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o
internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa la persona, tanto si se
trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria,
no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.
Art. 3.- Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su
persona.
Art. 4 .- Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de
esclavos están prohibidas en todas sus formas.
Art. 5 .- Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes.
Art. 6 .- Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su
personalidad jurídica.
Art. 7 .- Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual
protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda
discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal
discriminación.
Art. 8 .- Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales
nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.
Art. 9 .- Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
Art. 10.- Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída
públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la
determinación de sus derechos y obligaciones o para el exámen de cualquier acusación
contra ella en materia penal.
Art.11.-1 Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que
se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no
fueren delictivas según el Derecho Nacional o Internacional. Tampoco se impondrá
pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.
57
Art. 12.- Nadie será objeto de ingerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su
domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda
persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales ingerencias o ataques.
Art.13.-1 Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el
territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar
a su país.
Art.14.-1 En caso de persecución toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a
disfrutar de él, en cualquier país.
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada
por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones
Unidas.
Art.15.-1 Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de
nacionalidad.
Art.16.-1 Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin
restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una
familia; y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el
matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse
matrimonio.
3. La familia es elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la
protección de la sociedad y del Estado.
Art.17.-1 Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual o colectivamente.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.
Art. 18.- Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de
religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, asi como
la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto
en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
58
Art. 19.-Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este
derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y
recibir información y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por
cualquier medio de expresión.
Art.20.-1 Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.
2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.
Art.21.-1 Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país,
directamente o por medio de representantes libremente elegidos.
2. Toda persona tiene derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones
públicas de su país.
3. La voluantad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad
se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente,
por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que
garantice la libertad del voto.
Art. 22.-Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad
social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional,
habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los
derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre
desarrollo de su personalidad.
Art.23.-1 Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a
condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el
desempleo.
2. Toda persona tiene derecho sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo
igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y
satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la
dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros
medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus
intereses.
59
Art. 24.- Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una
limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Art.25.-1 Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así
como a su familia, la salud y al bienestar, y en especial la alimentación , el vestido, la
vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo
derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y
otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias
independientes de su voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos
los niños nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual
protección social.
Art.26.-1 Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al
menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción
elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser
generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de
los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el
fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales;
favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos
los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el desarrollo de las actividades de las
Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de
darse a sus hijos.
Art.27.-1 Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la
comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los
beneficios que de él resulten.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que
le correspondan por razón de las producciones cxientificas, literarias o artísticas de que
sea autora.
Art. 28.- Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social internacional
en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan
plenamente efectivos.
60
Art.29.-1 Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad puesto que sólo en ella
puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará
solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar
el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer
las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una
sociedad democrática.
3. Estos derechos y libertades no podrán en ningun caso ser ejercidos en oposición a
los propósitos y principios de las Naciones Unidas.
Art. 30.- Nada en la presente Declaración podrá interpretarse en el sentido de que
confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y
desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los
derechos y libertades proclamados en esta Declaración.
61
CUESTIONARIO
DE
AUTOEVALUACION
-----Cómo podría realizar un paralelo entre los Derechos del Hombre reconocidos por
la Revolución Francesa, y los que figuran en la Declaración de la Organización de
Naciones Unidas ?
-----Intente plantear en diez puntos concretos el pensamiento político de Bolívar.
-----A su juicio, cuáles fueron las diferencias fundamentales entre Bolívar y Santander,
considerados como estadistas ?
-----Imagine, ubicado en nuestro tiempo, al General Antonio Nariño. Cuales cree que
serían sus opiniones frente al mundo contemporáneo ?
-----A modo de especulación, trate de justificar una dictadura. Realice luégo la crítica
objetiva de su propia argumentación.
62
III
LA REVOLUCION DEL MEDIO SIGLO
63
El pensamiento liberal seguía difundiéndose por el mundo de Occidente, y llegaba
hasta América en el periodismo y en la literatura, en las ideas de los comerciantes y de
los políticos, conocedores de otras idiomas, otros pueblos y otros conceptos culturales,
religiosos y filosóficos. La Constitución del 43, con el peso de la autoridad
organizadora y centralista, fué para muchos el motivo de esta reacción liberalizante
que pretendía poner al país en el aire de los nuevos tiempos.
La juventud de la Nueva Granada, que se formaba en los claustros universitarios con
una enseñanza indudablemente mejorada por la administración de Márquez y la de
Herrán, se fué forjando en los conceptos avanzados de los franceses y los ingleses, en
especial en el pensamiento de autores como Saint-Simon, Fourier, Proudhon y
Condorcet.2
En el pensamiento liberal europeo tiene, pues, fuente el que se denominará
radicalismo neogranadino de esta época. Los liberales franceses, en especial, aspiraban
a darle realidad a las aspiraciones más concretas del ideario de la Revolución de 1789,
con sus característica irreligiosidad y la influencia socialista de sus pensadores.
También en Europa, la hegemonía de la Iglesia tocaba a su fin desde la rebelión de
Lutero, y por ello se buscaba mantener separados los negocios de la salvación de las
almas, y del bienestar terrenal de las personas. Las instituciones tendían al laicismo y
la organización de las instituciones aclaraba los campos de lo eclesiástico y lo militar
para darles su precisa ubicación dentro de la vida civil y como parte de ella, pero sin
tolerarles ingerencia ni dictadura sobre la vida del común.
A mediados del siglo diecinueve, Europa había madurado su actitud democrática, y
fueron varios los movimientos interesantes dirigidos a ampliar y consolidar la actitud
igualitaria en los pueblos, y sobre todo en las clases y castas que los dirigían. La unión
de las monarquías, organizada por Metternich desde 1815, no había logrado superar
las crisis económicas: la quiebra o estancamiento de las industrias y el consecuente
desempleo constituían terreno abonado para las protestas, paros, huelgas y motines, y
Europa toda fué en su momento sacudida por el inconformismo. El pensamiento
Todos ellos, excepto Condorcet, socialistas utópicos. Y éste, liberal de
avanzada.
2
64
revolucionario desarrollado en Francia y en Inglaterra dirigía sus baterías contra el
monarquismo, y en favor de la democracia y el estado nacional. El resultado, en
Francia, fué el derrocamiento de Luis Felipe, el rey ciudadano, y un breve período de
estructura republicana -la segunda república- hasta 1852 cuando Napoleón III
proclamó de nuevo el Imperio.
La década del 40 es, asimismo, la de expansión y difusión del pensamiento comunista
original, y de la consolidación de las alianzas internacionales del proletariado o clase
trabajadora europea y norteamericana. A los socialistas utópicos, Saint-Simon, Owen,
Sismondi, Fourier, seguían los postulados del socialismo científico propuestos por
Carlos Marx y Federico Engels, y consagrados en un documento de 1848, el
Manifiesto Comunista.
En la Nueva Granada ya se notaba por entonces una diferencia de criterios muy
marcada entre los grupos sociales. De un lado estaban los terratenientes con el apoyo
de las comunidades religiosas y la Iglesia, defensores de sus privilegios y de sus
extensas haciendas; frente a ellos, se unían los comerciantes, los agricultores, los
esclavos indios y negros, los trabajadores de las incipientes industrias. Ya se observaba
el interés de las clases populares, alimentadas por el pensamiento revolucionario, en
provocar un cambio a la tradición reflejada en los gobiernos conservadores de
Márquez, Herrán, y Mosquera. -En el gobierno del General Herrán, su Ministro de
Instrucción Pública, Mariano Ospina Rodríguez, incorporó el estudio del Derecho
Romano, y proscribió el Derecho Constitucional y la tecnica legislativa. La
Universidad Nacional tenía facultades de Jurisprudencia, Filosofía, Ciencias Naturales,
Teología y Medicina. Y todos los funcionarios de la universidad eran clérigos.
Para suceder a Mosquera, no lograron unidad los conservadores, y se presentaron a
elecciones con las candidaturas de José Joaquín Gori y Rufino Cuervo. La elección que,
como se recordará, era indirecta y a cargo de los colegios electorales, dió el triunfo al
candidato liberal JOSE HILARIO LOPEZ. Pero, al no conseguir una mayoría absoluta,
la elección debía ser perfeccionada por el Congreso, lo que se logró en la legislatura de
1849.
LOPEZ hizo una administración con énfasis en el concepto de soberanía popular, y
ante la división conservadora gobernó con un gabinete liberal. Abolió la esclavitud, y
las penas de muerte y de vergüenza pública por delitos comunes, estableció el juicio
por jurados que habían promovido los revolucionarios franceses, adoptó el sistema
métrico decimal, creó la Comisión Corográfica, inició la construcción del Ferrocarril
de Panamá, expulsó la Compañía de Jesús para evitar su influjo en la política nacional,
y con el mismo objetivo proscribió a varios jerarcas eclesiásticos. Suprimió todo control
65
a la prensa. Y para dar la más completa aplicación a la libertad de ejercer profesiones y
oficios, suprimió el requisito de los grados académicos y con ello, las universidades.
Ante los desmanes ejercidos en contra de sus personas e ideas, los conservadores
ofendidos por la legislación antirreligiosa, la abolición de la esclavitud y la inseguridad
generalizada, se declararon en rebelión en 1851, conducidos desde el sur del país por el
poeta y general don Julio Arboleda. La revolución fué prontamente sofocada, pero
mostró la conveniencia de introducir algunas reformas a la estructura políticoadministrativa del Estado, es decir, salió a flote la promoción de nuevas reformas
constitucionales.
Para las elecciones de 1852 los conservadores se abstuvieron de participar. Y los
liberales se presentaron divididos en dos fracciones, Gólgotas y Draconianos.
Distinguía a los Gólgotas el interés reformista y la oposición a la violencia, era un
liberalismo moderado. Por su lado, los Draconianos querían reformas radicales
mediante el ejercicio de una represión autoritaria, es decir, con métodos excesivamente
severos como los que se narran del legislador ateniense Dracón.
Si se examina el proceso económico y político, se encontrará que hubo real interés en la
modernización del Estado. Mosquera no solamente manifestó ese deseo, sino que tenía
visión sobre las conveniencias para el futuro inmediato en busca de la eficiencia del
Estado y la organización de la convivencia. Con aplicado juicio tomaba previsiones
para mejorar las relaciones con la Iglesia, reformar el sistema impositivo, agilizar la
economía y el sistema monetario y de pesas y medidas, profesionalizar el ejército, y
estimular el intercambio comercial interno e internacional.
Pero las más memorables reformas se dan en la administración de JOSE HILARIO
LOPEZ, con la abolición de la pena de muerte para los delitos políticos, la supresión
del estanco del tabaco, la libertad incondicional de los esclavos, la introducción del
juicio con jurados populares, y la extinción de los privilegios al clero y a la Iglesia.
Triunfante el General JOSE MARIA OBANDO, gobierna de 1853 a 1854, empieza su
administración sancionando la nueva Constitución, heredada del gobierno de López, a
pesar de algunas innovaciones en las cuales no tenía fe.
CONSTITUCION DE 1853
Los partidos políticos, ya delimitados sus puntos de vista en materia económica y
administrativa, empiezan a debatir dos conceptos que en adelante distanciarán sus
proyectos y costarán sangre. Se trata de las relaciones entre la Iglesia y el Estado, y la
definición entre Centralismo y Federalismo. La Constitución del 53 consagró la
66
libertad de religión y estableció el matrimonio civil. Atribuyó al gobierno central el
orden público y la guerra, la hacienda nacional y los impuestos, el sistema electoral, el
control de la moneda. Conservó la libertad de expresión sin censuras ni limitaciones.
Pero cada provincia podía tener su propia Constitución,-y llegaron a conocerse más de
treinta en los años siguientes!- aunque los gobernadores eran agentes del ejecutivo
central. Los altos magistrados de la justicia eran elegidos por voto popular, con lo cual
se introdujo la politización en la administración de justicia. Aunque la Constitución no
era definidamente federal, sí daba mucho margen a las provincias para organizar su
administración, y los distritos parroquiales o municipios pudieron aprovechar tal
circunstancia para mejorar su ejercicio político-administrativo. No había en la Carta
mención alguna sobre federación, pero planteaba las bases que con ese fin serían
aprovechadas más tarde, en cuanto reservaba a las provincias o secciones territoriales
el poder municipal en toda su amplitud. Punto que dió origen a mucha discusión fué
la incorporación del sufragio universal, popular y secreto, y con ello la intervención
directa de las gentes en la elección de presidente, vicepresidente y gobernadores
provinciales. Los personeros de las oligarquías económicas e intelectuales afirmaron
que constituía un error dejar tales privilegios a disposición de gentes ignorantes y
económicamente poco representativas.
La proliferación de constituciones provinciales cedió posteriormente a las
Constituciones de los Estados Soberanos, que llegaron a consolidarse en ocho:
Panamá, Antioquia, Santander, Cauca, Cundinamarca, Boyacá, Bolívar y Magdalena.
En 1854 se produce el levantamiento del general José María Melo, con el apoyo del
ejército. Melo incita a Obando a desobedecer las instituciones, y ante la cerrada
negativa del Presidente, Melo lo reduce a prisión y asume la dictadura, que ejercerá
por siete meses. La insurrección es debelada mediante la Unión Legitimista a la cual
aportan recursos y apoyo todas las fuerzas políticas. El gobierno de Obando de todos
modos termina al ser admitida su acusación y empezar el juicio ante el Senado.
Depuesto por éste, es ocupada la presidencia por el Vicepresidente Obaldía, y
terminado su período, por el nuevo Vicepresidente Manuel María Mallarino, con lo
que el partido conservador asciende al poder. Caracteriza su administración el no
haberse comprometido con ejercicios partidistas, y hacer de ella un período en favor
de todos los colombianos.
Para 1857 es elegido MARIANO OSPINA RODRIGUEZ, quien era con JOSE EUSEBIO
CARO el redactor del Programa Ideológico del Partido Conservador. Administró con
un gabinete conservador, pero no hay quejas de intolerancia hacia sus adversarios. Los
jesuítas retornaron al país bajo su gobierno, y como hecho trascendental, se expidió
67
otra Constitución. Esta nueva carta, nacida bajo un gobierno conservador, es la
antesala de la federalización del Estado que realizarán los liberales radicales en 1863.
CONSTITUCION DE 1858
Se buscó en ella reintegrar la unidad nacional dispersa políticamente en los ocho
estados subsistentes, y de ahí la definición como Confederación Granadina. Se
delimitan con precisión las atribuciones del gobierno central y de los administradores
de los Estados. Puntos característicos fueron la completa separación de la Iglesia y el
Estado y la libertad de prensa en forma totalmente irresponsable. Se garantiza en ella
la profesión libre, pública y privada, de cualquier religión.
La Constitución se expide bajo la protección de Dios Omnipotente, Autor y supremo
Legislador del universo, indicando que los ocho Estados se confederan a perpetuidad.
Define los límites territoriales sobre el uti possidetis juris de 1810 con las capitanías
generales de Venezuela y de Guatemala. Suprimió la Vicepresidencia, y creó tres
designaturas.
Intentando explicarse un proceso en el cual el partido conservador en el poder,
propicia una Constitución federalista, que incorpora principios combatidos por el
conservatismo tradicionalista, Marco Fidel Suárez dice que "el partido conservador,
adoptando los principios de su émulo, se exhibió como renegado, y el guardián del
manicomio se contagió de locura".
Aunque constitucionalmente no estaban los Estados definidos como soberanos, en la
práctica operaban así porque la Carta estatuía que las atribuciones que no estuvieran
adscritas al gobierno general, correspondían a los Estados.
Algunas leyes del legislativo general desataron fuerte oposición porque se
consideraban violatorias de los derechos de los Estados. El gobernador del Cauca,
General Tomás Cipriano de Mosquera separó su Estado de la Confederación
Granadina y se alzó en armas contra el gobierno del Presidente Ospina Rodríguez. Su
ejemplo fué seguido por Bolívar, Magdalena y Santander. Mosquera fué reconocido
como Supremo Director de la Guerra, y Presidente Provisional de los Estados Unidos
de la Nueva Granada, federación conformada por los cuatro estados mencionados. La
guerra se extendió a gran parte del territorio y se prolongó hasta 1862, año en que fué
vencido el legitimismo y confirmada la dictadura de Mosquera. La Constitución del 58
terminó su vigencia por desconocimiento, sin que se diera ningún trámite para su
reforma o sustitución.
68
Una de las acciones notables de la contienda se desarrolla en las campañas que
siguieron a la reconciliación de Obando y Mosquera, cuando este último marcha con
tres mil hombres sobre Manizales, en intento de invadir a Antioquia gobernada por los
conservadores. Mosquera es vencido por el general Joaquín Posada Gutiérrez y el
coronel Braulio Henao en el combate del Observatorio, (hoy correspondiente al Barrio
de Chipre, de la mencionada ciudad), y decide retirarse a La Aldea -hoy municipio de
Villamaría-. Ante el peligro de una nueva derrota, Mosquera y las fuerzas de la
revolución antigobiernista parlamentan con los vencedores y celebran un armisticio
conocido como la Esponsión de Manizales, el 29 de julio de 1860. El gobierno central
permaneció callado ante los compromisos celebrados en su nombre, y entonces el
General Mosquera se abstuvo de entregar las armas, se devolvió al Cauca, reorganizó
sus fuerzas, hizo alianza con el gobernador de Bolívar, y se dispuso a conquistar la
capital del país.
Dueño del triunfo, empieza Mosquera su dictadura desde la capital con medidas que
siguen siendo muy discutidas por los historiadores y los analistas políticos. La tuición
de cultos somete a vigilancia gubernamental todos los ejercicios religiosos, y ordena
que los ministros del altar obtengan licencia del gobierno para desempeñar sus
funciones. La Compañía de Jesús es nuevamente disuelta y sus miembros extrañados
del país. Se decreta la desamortización de los bienes de manos muertas, es decir, la
expropiación y remate de los bienes que estaban en poder de la Iglesia, originados en
donaciones y herencias; la pretensión fué integrar a la economía cuantiosas riquezas
ociosas o mal administradas por obispos y párrocos, pero el objetivo no se logró
porque rematadas por los terratenientes simplemente contribuyeron a la ampliación
de sus latifundios, y con ello de sus privilegios. Las comunidades religiosas fueron
disueltas, a medida que se manifestaron opuestas a la inspección del culto y a las
expropiaciones de los bienes. Algunos jerarcas religiosos fueron perseguidos por las
autoridades, entre ellos el Arzobispo Herrán.
También fué Mosquera creador del Estado del Tolima y del Distrito Federal de Bogotá.
Y convocó un Congreso de Plenipotenciarios de los Estados en el que se originó el
Pacto de Unión, que dió a la federación el nombre de Estados Unidos de Colombia.
Convocó asimismo la Convención Constituyente de Rionegro.
CONSTITUCION DE 1863
La Convención de Rionegro no tuvo representación conservadora. Entre los liberales
sobresalientes que concurrieron a ella ha de mencionarse a Salvador Camacho Roldán,
Manuel Ancízar, Aquileo Parra, José María Rojas Garrido, Julián Trujillo. En desarrollo
de las sesiones primó un espíritu civilista que condujo a decisiones que refrenaran la
69
hegemonía caudillista de Mosquera. A pesar de ser presidente de la República, y
simultáneamente Presidente de los Estados de Antioquia y del Tolima, a la par que
convencionista, se le obstaculizó la presidencia de la asamblea, que a él le parecía
natural asumir.
Se discutieron dos proyectos, uno de Mosquera y otro de Justo Arosemena. Y se
expidió la Constitución el 8 de mayo de 1863, prescindiendo por primera vez del
nombre de Dios: "La Convención Nacional, en nombre y por autorización del pueblo y
de los Estados Unidos Colombianos que representa, ha venido en decretar la siguiente
Constitución Política..."
La Constitución les conserva a los Estados el carácter de soberanos, pero omite el
calificativo de independientes que les atribuía el Pacto de Unión. Temerosos de
personalidades fuertes como la de Mosquera, los convencionistas reducen el período
presidencial a dos años. Señalan con precisión las atribuciones de la autoridad central
y las de los gobiernos estatales y provinciales, y ordenan para todos perentoriamente
la organización sobre los principios de democracia, gobierno representativo y popular,
y el compromiso de reconocer las garantías civiles y los derechos individuales como
sustento del Estado. Se fortalece el Congreso con atribuciones que le permitían aún
neutralizar la acción del ejecutivo en algunos casos. Es abolida la pena de muerte. Se
define en diez años la duración máxima de las penas privativas de libertad. Consagra
la libertad de expresión sin ninguna limitación. Todo ciudadano tiene derecho a poseer
armas y municiones, y aún a comerciar con ellas en tiempo de paz. En forma expresa
se decretó la inviolabilidad de la vida humana, lo mismo que la libertad de prensa en
los términos más absolutos. Existirá completa libertad de cultos, bajo la inspección del
gobierno. La Iglesia estará separada del Estado, y las congregaciones religiosas no
serán jurídicamente capaces para la adquisición de bienes raíces. Los oficios públicos
podrán ser desempeñados por cualquier ciudadano con veintiún años cumplidos con
el requisito de ser o haber sido casado, lo que de rebote eliminaba estos derechos
laborales para los sacerdotes y miembros de comunidades religiosas.
Conservó la división clásica de los poderes. El Congreso bicameral tendría un Senado,
representativo de los Estados soberanos y con tres miembros por cada Estado, en tanto
que a la Cámara de Representantes le correspondería la representación del pueblo
sobre la base de un miembro por cada cincuenta mil habitantes.
Un artículo muy discutido fué el que incorporaba el derecho de gentes en la
legislación nacional, y con ello permitía la terminación de los conflictos armados por el
mecanismo de los tratados entre los beligerantes. Algunos historiadores atribuyen a
esta norma la proliferación de las acciones bélicas y los conflictos armados que se dan
en este período.
70
La Constitución del 63 da comienzo a dos décadas de vigencia del pensamiento
federalista y liberal a ultranza, que conforman el capítulo histórico del llamado
Olimpo Radical, agrupación de pensadores que convocaba las afinidades de Manuel
Murillo Toro, Tomás Cipriano de Mosquera, Santos Gutiérrez, Eustorgio Salgar,
Aquileo Parra y Santiago Pérez.
El estado general del país tuvo caracteres contradictorios. De un lado se observa el
progreso en el campo tecnológico y económico. Se desarrollan las vías férreas y las
transacciones bancarias. Surge el telégrafo eléctrico. Se impulsa la navegación a vapor
por el río Magdalena. Se promueve la Universidad Nacional. Y con ella y otros
institutos se manifiesta la inteligencia en el incremento de la formación de filósofos,
científicos, y abogados. El periodismo tiene un auge inusitado.
Pero en los Estados soberanos, que parecen más nueve repúblicas independientes,
empiezan a proliferar las constituciones. El de menos redacta y pone en vigencia en
tan breve período, tres constituciones. Y el que más, Antioquia, conoce doce
constituciones en menos de veinte años. Las ambiciones políticas originan frecuentes
conflictos bélicos, y el ambiente de controversia ideológica es permanente y general, ya
por motivos políticos, ya por resentimientos religiosos.
La Constitución llevaba en sus entrañas el germen de su fracaso, si se considera que
como obra de un solo partido, dejaba por fuera los intereses de medio país opinante.
Había herido los sentimientos religiosos, cuyo papel es discutible, pero cuyo arraigo
tradicional es incuestionable. Generaba una agitación electoral permanente con tan
reducidos períodos para la presidencia y la representación congresional. Permitía a
través del federalismo el incremento de intereses familiares regionales y la
conformación de verdaderos cacicazgos y repúblicas de bolsillo manejadas por las
oligarquías de provincia. El clima de libertades propició abusos que degeneraron en
libertinaje. Y por todo ello parece comprensible que en dos décadas haya dado campo
a más de cuarenta revoluciones. Y como si fuera poco, los convencionistas exageraron
su fe en la perfección del texto e hicieron de ella una Constitución imposible de
reformar, pues para realizarlo se requería el voto unánime de un Senado de
Plenipotenciarios de los Estados.
LA ADMINISTRACION DE LA COLOMBIA FEDERAL
El primer Presidente, que se acordó sería elegido por la Convención, fué el General
Mosquera, quien así ocupaba el cargo por tercera vez (1863-1864). El principal suceso
de esta breve administración fué la guerra con Ecuador. Mosquera, confiando la
71
dirección del país a Juan Agustín Uricoechea, conduce personalmente las acciones
militares, y con estratégicos movimientos atrae al General Juan José Flórez con todas
sus tropas a la hacienda de Cuaspud, y lo derrota por completo.
Manuel Murillo Toro sucede a Mosquera para el período 1864-1866. Es el modelo de
conductor civilista y ponderado, y considerado como uno de los grandes personeros
del pensamiento liberal. Fundó el Diario Oficial y estableció el telégrafo. Promovió la
tolerancia entre sus copartidarios y lo fué con sus opositores, levantó las sanciones
sobre los prelados perseguidos.
Se critica a su administración la oferta hecha a Costa Rica de zonas territoriales
colombianas, a trueque de que adoptaran la filosofía liberal de los radicales.
En su cuarto gobierno (1866-1867) el General Mosquera reincidió en las acciones
persecutorias contra la religión católica y su clero, censuró a sus opositores, y evitó que
se le adelantara un juicio político cerrando el Congreso. Su dictadura fué repudiada
por muchos, incluídos sus copartidarios, y en un breve golpe fué aprisionado en el
Observatorio Astronómico y sometido a juicio por el Senado. Posteriormente fué
declarado culpable de algunos delitos y condenado a dos años de prisión y suspensión
en el empleo. A instancias del reo se le cambió la pena de prisión por el destierro, y
Mosquera se fué a Lima.
En 1867, año de publicación de MARIA, Jorge Isaacs abandonó el partido conservador
y se hizo liberal radical. Paraguay estaba en guerra con Uruguay, Brasil y Argentina.
Como secretario de la Cámara de Representantes, Isaacs firmó la disposición que
declaraba "colombianos" a todos los paraguayos. Como Secretario de Gobierno del
Cauca fué defensor de los indios. En el congreso hace oposición al gobierno de Julián
Trujillo, que pide leyes de indulto para los sacerdotes expulsados del país y la creación
de rentas para el clero. Sobre las memorias de sus actividades subversivas, escribe en
Ibagué el libro LA REVOLUCION RADICAL EN ANTIOQUIA.
El Presidente Santos Gutiérrez rige los destinos del país de 1868 a 1870. Militar y
abogado, fué siempre respetuoso de las garantías de la civilidad y de sus adversarios
en la guerra. Infortunado en algunas tácticas políticas, cuando tres estados de la
Federación tuvieron gobernadores conservadores, se atemorizó ante el incremento de
la influencia conservadora e intervino aprisionando al de Cundinamarca. Lo cual
violaba la constitución que le prohibía intervenir en la política de los Estados.
De 1870 a 1872 ocupa la Presidencia el bogotano Eustorgio Salgar. Culto, tolerante y
progresista, impulsó en especial la educación. Invitó para tal objeto una misión
pedagógica alemana. Y terminó el período aplaudido por liberales y conservadores.
72
Manuel Murillo Toro hace un segundo gobierno de 1872 a 1874, menos exitoso que el
primero, y perjudicado por la influencia de las oligarquías próximas al mandatario, en
especial su grupo, el Olimpo Radical.
Lo sucede -del Olimpo Radical, naturalmente- Santiago Pérez, para gobernar de 1874 a
1876. De una amplia y sólida cultura jurídica, política y literaria, descuella como
orador y diplomático. Le atribuyen cierto grado de sectarismo que otros interpretan
como simple ejercicio de la política de partido. Desarrolla la instrucción pública y las
vías férreas. Ya por entonces se hacen notorias las desavenencias con Venezuela por el
problema de los límites. Durante su gobierno se hicieron graves los distanciamientos
entre dos fracciones del liberalismo: los radicales, promotores de la candidatura de
Aquileo Parra; y los liberales independientes, cuya línea moderada buscaba
introducir algunas reformas en la acción política. Estos últimos estaban liderados por
Rafael Núñez, y su ideario era mirado con simpatía por el partido conservador.
Fácilmente se integrarán unos meses después para llevar el radicalismo a su crisis.
En tal clima, asume la presidencia el doctor Aquileo Parra, liberal autodidacta de
origen popular, y uno de los prohombres del liberalismo colombiano. Se observaban
peligrosas señales de anarquía y desorden, originados en parte en la insistencia en los
gobiernos de partido y en ocasiones la intolerancia hacia los opositores; la educación
laica ordenada por el gobierno daba pábulo al resentimiento de los católicos, lo mismo
que la asesoría de las misiones pedagógicas protestantes. Y frecuentes enfrentamientos
de grupo mostraban la precariedad del entendimiento y la agudización del conflicto
generalizado.
La revolución contra el gobierno empieza en el Estado del Cauca, en julio del 76, y se
extiende gradualmente a Antioquia, Tolima, Cundinamarca, Boyacá y Santander. A la
acción represiva del gobierno prestaron apoyo los nuñistas. Entre los jefes
conservadores sublevados sobresale Marceliano Vélez, y del lado del gobierno los
radicales Santos Acosta y Sergio Camargo, lo mismo que el nuñista o independiente
Julián Trujillo.
Julián Trujillo triunfa sobre los conservadores en Los Chancos -cerca de Buga-, y los
vencidos logran reagruparse en Manizales superando los nueve mil soldados, al
mando del General Vélez. El ejército conservador se divide, parte para defender la
plaza de Manizales, y parte para dirigirse a los llanos del Tolima. Allí, la batalla de
Garrapata da resultados indecisos después de tres días de lucha, en noviembre del 76.
El General Vélez retorna a Manizales y allí se fortifica, en espera de las tropas de Julián
Trujillo. Este, acuartelado en Villamaría, recibe refuerzos gobiernistas y tras arduo
combate el 5 de abril de 1877 se apodera de Manizales y obtiene la capitulación del
73
ejército conservador, con lo cual Antioquia queda sometida al gobierno central. En los
meses siguientes capitula la revolución en el Cauca, y se declara restablecido el orden
público.
Los años de 1878 a 1880 corresponden a la administración del General Julián Trujillo,
elegido sucesor de Aquileo Parra. Eximio militar, abogado y político, caracterizado por
su espíritu tolerante y democrático. Al darle posesión, Rafael Núñez como presidente
del Congreso, lo excita a introducir cambios en la política, con la frase que expresa su
intención de estadista: "El país se promete de vos una política diferente, porque hemos
llegado a un punto en que estamos confrontando este preciso dilema: regeneración
administrativa fundamental, o catástrofe!"
Trujillo contribuyó a dividir definitivamente el liberalismo al conformar un gabinete
exclusivamente con liberales independientes, y con ello se atrajo la cerrada enemistad
de los radicales, no obstante lo cual algunos de ellos ingresaron posteriormente a los
ministerios. Trujillo contrató la construcción del Ferrocarril del Pacífico y el comienzo
de las excavaciones del Canal de Panamá.
Con los votos de los liberales independientes y de los conservadores, asciende al poder
Rafael Núñez, para el período de 1880 a 1882. Incluye un conservador en su gabinete.
Entre sus realizaciones están la fundación de la Escuela Militar y de la Academia
Nacional de Música, el desarrollo de los ferrocarriles y la fundación del Banco
Nacional, la construcción del Canal del Dique, el indulto a los jerarcas desterrados, la
derogación de la inspección de cultos y la apertura de relaciones con España, que solo
a esta altura reconoció la independencia de Colombia.
Sin candidato conservador se realizan elecciones, y con votos nuñistas y conservadores
es elegido para sucederlo el Doctor Francisco Javier Zaldúa, ilustre y ponderado
profesor de Derecho. Falleció sin terminar el primer año de su período, y éste fué
completado por el Designado José Eusebio Otálora.
Para el período de 1884 a 1886 la alianza de los conservadores con los liberales
independientes triunfa sobre el candidato liberal, y Núñez abre su segunda
administración conformando gabinete con independientes, radicales y conservadores.
Pero el bando radical abrió hostilidades contra los proyectos de reformas, y se inició
una nueva guerra civil en Santander. El partido conservador brindó su apoyo al
gobierno central.
La revolución puso en armas en Antioquia más de cinco mil hombres, pero este
ejército liberal fué derrotado en Salamina por el General Juan N. Mateus y
74
posteriormente en Cartago por el General Eliseo Payán. El remanente de las huestes se
retiró a Manizales, pero posteriormente capituló.
La revolución tuvo muchos otros combates sangrientos, pero es históricamente
destacada la batalla naval de La Humareda, donde los Generales Guillermo Quintero
Calderón y Reinales dieron el éxito al gobierno legítimo, el 17 de junio de 1885. Al
conocerse el triunfo en Bogotá, el Presidente Núñez exclamó ante una manifestación
que concurría a celebrarlo: "La Constitución de 1863 ha dejado de existir!"
No era la primera vez que un Presidente de Colombia derogaba de hecho la
Constitución de la República: También lo habían hecho Bolívar con la del 21, Urdaneta
con la del 30 y Mosquera con la del 58.
75
LECTURA COMPLEMENTARIA:
GOBERNANTES DE COLOMBIA¡Error! Marcador no definido.
El listado de nuestros gobernantes debe aprovecharse de diversos modos. Varios
ejercicios serán útiles dentro de un grupo de interesados. Por ejemplo, puede jugarse a
ubicar nombres en períodos, o aproximarse a las fechas entre las cuales ejercen el
poder. O puede tratarse de atribuír a los que se nombren al azar sus realizaciones
políticas, o asociarlos a una anécdocta o a un episodio históricos. O, dado un nombre,
recordar quién le antecede y quién le sucede, etc. La creatividad de un grupo de
lectores puede adicionar muchas opciones.
Virreinato definitivo de Santafé (1740-1810)
Sebastián de Eslava (1740-1749)
José Alfonso Pizarro (1749-1753)
José Solis Folch de Cardona (1753-1761)
Pedro Messías de la Zerda (1761-1772)
Manuel Guirior (1772-1776)
Manuel Antonio Flórez (1776-1782)
Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres (1782)
Antonio Caballero y Góngora (1782-1789)
Francisco Gil y Lemos (1789)
José de Espeleta (1789-1796)
Pedro de Mendinueta (1796-1803)
Antonio Amar y Borbón (1803-1810)
Gobernantes de la Gran Colombia
Simón Bolívar- Presidente titular 1819-1827
Francisco de Paula Santander
Vicepresidente 1819-1827
Simón Bolívar- Dictador 1827-1830
76
Joaquín Mosquera 1830
Domingo Caicedo 1830
Rafael Urdaneta 1830
Gobernantes de la República de la Nueva Granada
Domingo Caicedo 1831
José María Obando 1831-1832
José Ignacio de Márquez 1832-1833
Francisco de Paula Santander 1833-1837
José Ignacio de Márquez 1837-1841
Pedro Alcántara Herrán 1841-1845
Tomás Cipriano de Mosquera 1845-1849
José Hilario López 1849-1853
José María Obando 1853-1854
José María Melo 1854
Tomás Herrera 1854
José de Obaldía 1854-1855
Manuel María Mallarino 1855-1857
Gobernantes de los Estados Unidos de la Nueva Granada
Tomás Cipriano de Mosquera 1861-1863
Gobernantes de los Estados Unidos de Colombia
Tomás Cipriano de Mosquera 1863-1864
Manuel Murillo Toro 1864-1866
Tomás Cipriano de Mosquera 1867
Santos Acosta 1867-1868
Santos Gutiérrez 1868-1870
Eustorgio Salgar 1870-1872
Manuel Murillo Toro 1872-1874
Santiago Pérez 1874-1876
Aquileo Parra 1876-1878
Julián Trujillo 1878-1880
Rafael Núñez 1880-1882
Franciso Javier Zaldúa 1882
José Eusebio Otálora 1882-1884
77
Rafael Núñez 1884-1886
Gobernantes de la República de Colombia
Rafael Núñez (1887-1888)
Carlos Holguín (1888-1892)
Miguel Antonio Caro 1892-1898
Manuel Antonio Sanclemente 1898-1900
José Manuel Marroquín 1900-1904
Rafael Reyes 1904-1909
Ramón González Valencia 1909-1910
Carlos E. Restrepo 1910-1914
José Vicente Concha 1914-1918
Marco Fidel Suárez 1918-1921
Jorge Holguín 1921-1922
Pedro Nel Ospina 1922-1926
Miguel Abadía Méndez 1926-1930
Enrique Olaya Herrera 1930-1934
Alfonso López Pumarejo 1934-1938
Eduardo Santos 1938-1942
Alfonso López Pumarejo 1942-1945
Alberto Lleras Camargo 1946
Mariano Ospina Pérez 1946-1950
Laureano Gómez 1950-1951
Roberto Urdaneta 1951-1953
Gustavo Rojas Pinilla 1953-1957
Junta Militar (Gabriel París) 1957-1958
Alberto Lleras Camargo 1958-1962
Guillermo León Valencia 1962-1966
Carlos Lleras Restrepo 1966-1970
Misael Pastrana Borrero 1970-1974
Alfonso López Michelsen 1974-1978
Julio César Turbay 1978-1982
Belisario Betancur Cuartas 1982-1986
Virgilio Barco Vargas 1986-1990
César Gaviria Trujillo 1990-1994
Ernesto Samper Pizano 1994-1998
78
CUESTIONARIO
DE
AUTOEVALUACION
-----Con una idea clara de las Constituciones de este período, elija una para exponer
sus características.
-----Trate de imaginar y describir la vida cotidiana en un pueblo colombiano, bajo el
régimen de la Constitución de Rionegro.
-----Cuál es su posición personal frente a las relaciones entre la religión y la política, y
en concreto, entre la Iglesia y el Estado ?
-----Considera oportuno hoy el Federalismo ? Presente sus razones.
-----Si fuera a relacionar Dictadura con Centralismo, y Democracia con Federalismo,
cuáles serían sus argumentos ?
79
IV
LA REGENERACION.
CONSTITUCION DE 1886
80
RAFAEL NUÑEZ MOLEDO, cartagenero, es una personalidad de vocación política
por excelencia. Hizo su carrera política dentro del partido liberal. Posteriormente
capitaneó la disidencia de los liberales independientes, y con éstos y los conservadores
nuñistas creó el partido nacional. Julián Trujillo, a su vez formado dentro del
radicalismo, fué temporalmente partidario de Núñez, pero con su administración,
abierta al ascenso de los independientes, propició la caída de la fracción radical del
liberalismo.
Núñez, nacido en 1825, fué abogado, docente y rector de la Universidad de Cartagena.
Antes de cumplir 25 años ya estaba vinculado a la administración y a la política. A la
par con la política y la diplomacia ejerció el periodismo, y fué reconocido poeta y
ensayista sobre temas políticos y filosóficos. Personalidad discutida, golpeada
permanentemente por el escepticismo, hace gala de una voluntad superior y de una
vigorosa inteligencia. Sagaz y cauteloso, conocedor del alma humana, es hábil en la
manipulación de las conciencias y en la busca de sus intereses personales. Leal a sí
mismo y oportunista en sus opciones políticas, constituye uno de esos caracteres sobre
los cuales es imposible acordar los divergentes juicios de la historia.
Núñez convoca un Consejo de Delegatarios en Septiembre del 85. Están
comprometidos a la redacción de una nueva Constitución, y provienen de los Estados
soberanos de la Federación. Nueve liberales y nueve conservadores, no elegidos sino
designados por los gobernadores, y entre ellos algunos de especial relieve en la
historia nacional, tales como Miguel Antonio Caro, José María Samper, Guillermo
Quintero Calderón, y Rafael Reyes. En el mensaje a los delegatarios, Núñez resumía
sus aspiraciones sobre lo que la nueva carta política debía realizar: Centralización
política y descentralización administrativa.
LA CONSTITUCION
La nueva Carta política, sancionada por el General José María Campo Serrano,
encargado del poder ejecutivo, rescata el preámbulo tradicional y es expedida en
nombre de Dios, fuente suprema de toda autoridad, y con el fin de afianzar la
unidad nacional. Enseguida remarca el carácter confesional que bajo ella tendrá la
República, al reconocer que la Religión Católica, Apostólica y Romana es la de la
Nación. Las ideas fundamentales publicadas y difundidas por el gobierno fueron
discutidas y aprobadas mayoritariamente por las municipalidades. La Constitución
distribuyó los temas en veintiún títulos, el último de los cuales es de disposiciones
transitorias. En su comienzo da a la nación el nombre de República de Colombia.
81
La soberanía, dice, reside exclusivamente en la nación: y con esta expresión queda
claro que se eliminan los Estados soberanos y se reconstituye el estado en forma de
república unitaria, y por consecuencia la nación es dueña eminente del territorio
general. Los que antes fueron Estados soberanos pasan a ser departamentos, y se
atribuye a la ley la facultad de crear otros.
Tras definir los elementos de la ciudadanía y la nacionalidad, dedica el título tercero a
los derechos civiles y las garantías sociales, modificando en muchos casos el carácter
de absolutos que se les había atribuído en la Constitución de Rionegro. Tal ocurrió, por
ejemplo, con el comercio y porte de armas y con las libertades de expresión y de
prensa. Al primero se le definieron restricciones y controles, y a las segundas se las
complementó con las responsabilidades que pusieran a salvo la honra contra la
calumnia.
El reconocimiento de la religión católica fué el punto de partida para numerosos
privilegios que se consagran en el Concordato del año siguiente, que ha sido
considerado por muchos como consecuencia y apéndice de la Constitución. Se
permitía a los ciudadanos el ejercicio de otros cultos, pero en condiciones tales que la
práctica estuvo francamente desfavorecida, y no hubo ni libertad ni tolerancia de
cultos. El monopolio católico y la hegemonía eclesiástica de su clero fueron francos y
se consolidaron en los años siguientes. La educación pública era supervisada por los
jerarcas católicos. Y el Concordato ampliaría luégo el catálogo de los privilegios y las
contraprestaciones políticas en favor del gobierno regalista.
El legislativo conservó el sistema bicameral, un Senado con tres miembros a nombre
de cada departamento, y una Cámara con base poblacional a razón de un
representante por cada cincuenta mil habitantes. El Senado tuvo atribuciones de juez
sobre los altos empleados.
El ejecutivo tendría un período de seis años, elegido mediante votación indirecta, y
con atribuciones que lo fortalecían. Los ministros, gobernadores y agentes
diplomáticos serían de libre nombramiento y remoción del Presidente. El Congreso
podría otorgarle facultades extraordinarias temporales y precisas.
Para los historiadores contemporáneas una de las críticas más justificadas por la
dolorosa experiencia de los últimos años se dirige a los artículos 121 y 28 de la
Constitución, que convierten al Presidente en un monarca y lo aproximan fácilmente a
la tiranía. En efecto, el artículo 121, que le permite declarar turbado el orden público y
concentrar los poderes en su mano, ha sido fuente de abusos sistemáticos a los largo de
treinta y más años. Otro tanto puede decirse del artículo 28, que permite aún en
tiempo de paz, retener a los ciudadanos por orden del gobierno, sin decisión judicial,
por la simple sospecha de que podrían conspirar contra las autoridades del Estado.
82
La Corte Suprema estaría compuesta por magistrados vitalicios, salvo la mala
conducta.
Se restableció el Consejo de Estado, y se organizaron el Ministerio Público, la
Hacienda, y el Fuerza Pública.
La reforma de la constitución debía discutirse en dos legislaturas, y como el Congreso
se reunía cada dos años, había una cierta dificultad en los cambios políticos, lo que a
juicio de algunos contribuiría a la estabilidad de las instituciones.
Mientras algunos hallaron en la Constitución del 86 un equilibrio de intereses y una
apertura a las iniciativas de todas las procedencias, sus críticos encontraron que había
sido redactada por expertos de biblioteca y desconocedores de la vida política real de
los pueblos. Era retrógrada y renagaba de los progresos ideológicos del siglo, como se
observaba al reconocer oficialmente al catolicismo como religión del Estado.
Instauraba, se decía, una tiranía de la ley sobre todo y sobre todos, y era resultado
obvio del más conspicuo fanatismo.
Aunque una de las observaciones críticas sobre la Constitución de Rionegro era la de
haber sido obra de un solo partido, no escapa a la misma la Constitución del 86. El
Consejo de Delegatarios designado por los gobernadores era paritariamente liberal y
conservador, pero se entiende que unos y otros eran homogéneamente nuñistas, y con
ellos se conformaría luégo el partido monopolista del gobierno, el partido nacional.
De la convocatoria para redactar la nueva Constitución fueron expresamente excluídos
los liberales radicales, derrotados militarmente por el gobierno de Núñez.
Esta conformación de partidos llamados nacionales con bloques amorfos surgidos de
los partidos tradicionales no era nueva en el intento de Núñez. Ya tenía su antecedente
en los proyectos de Mosquera en 1856, y se volvería a ver varias veces en la historia
colombiana hasta nuestros tiempos más recientes.
Acotación similar puede hacerse a la proscripción tácita de los disidentes, sin
posibilidad de ingresar a las corporaciones públicas. Los radicales soportaron la
situación de parias políticos, como ocurrirá a los comunistas, socialistas y demócratas
cristianos, cuando aparezca aprobado el Plebiscito de 1957 en el cual el Estado se
convierte en botín monopolizado por el liberal-conservatismo, con exclusión de toda
otra vertiente de pensamiento. Si en el primer caso los radicales fueron considerados
fuera de la ley, en el segundo los excluídos quedaron fuera de la Constitución.
83
El llamado partido nacional entrará a ejercer completa hegemonía hasta el golpe de
Estado de los históricos, sector conservador que removerá a Sanclemente y lo
sustituirá con su Vicepresidente José Manuel Marroquín, mostrando un hecho más en
la discutida historia de los vicepresidentes.
El texto de la Constitución desplazaba los criterios y las instituciones del liberalismo
radical, y los administradores del país acabaron de conservatizarla burlando o
sustituyendo por la vía legislativa las aparentes protecciones a la democracia y la
libertad de pensamiento, de conciencia, de culto, de expresión, y de prensa. En los
períodos siguientes a su vigencia, el partido liberal nunca logró elegir siquiera un
Senador. El liberalismo se consolidó como oposición, y el partido nacional se identificó
cada vez en forma más clara con el conservatismo regente. Como se dijo, no logró
superarse la división partidista de la sociedad porque de la misma manera que la del
63 era una Constitución liberal radical, ésta fué una Constitución netamente
conservadora. El objetivo aparente era la paz de la república, pero la forma como se
aplicó a la organización social excluyente de otros criterios, dejó el embrión de nuevas
luchas partidistas y enconadas guerras civiles.
Según el historiador jesuíta Fernán E. González, gran parte de los acuerdos previos y
borradores de lo que sería la Constitución del 86, fueron redactados en largas charlas
nocturnas de Miguel Antonio Caro y el Arzobispo de Bogotá, José Telésforo Paúl
(Jesuíta), quien invitado por Núñez a integrarse a los redactores del Consejo de
Delegatarios, rehusó participar públicamente. De allí salieron, por ejemplo, el
preámbulo "en el nombre de Dios, fuente suprema de toda autoridad", los conceptos
de que religión católica es la de la nación, la educación católica de los colombianos, el
reconocimiento como persona jurídica, las exenciones fiscales, etc.
MIGUEL ANTONIO CARO, prócer de la nacionalidad, y a quien se verá durante
algún tiempo en la cúpula del poder o de la influencia política, fué sin dudas un
verdadero perito en maquinaciones. Caro en 1898 le rogó a través de comisionados, a
Rafael Reyes que viniera al país para tumbar a Sanclemente y sustituírlo. Reyes no
aceptó derrocar al anciano, y Caro hizo elegir a otro anciano, a Marroquín, quien luego
se rebeló y quiso hacer su voluntad. Entonces Caro lo depuso y entronizó a
Sanclemente. Ante la imposibilidad de éste para gobernar, lo hizo Caro por intermedio
del ministro de gobierno, un tal Rafael María Palacio.
La conspiración para derrocar a Marroquín, y reponer en la presidencia a Manuel A.
Sanclemente, fue encabezada por Mariano Ospina Chamorro, y por Pedro Nel Ospina,
Ministro de Guerra designado por Marroquín, y posteriormente Presidente de la
República. En el gobierno de Pedro Nel Ospina se trajo al país la Misión Kemmerer,
84
con cuyos planes se abrió nuestra economía al crédito internacional y se crearon las
condiciones para la concentración del capital bancario y financiero.
Rafael Uribe Uribe, al analizar los acuerdos de límites con Venezuela, pone de relieve
la generosidad del Presidente Miguel Antonio Caro con el país vecino, ..."al ceder
tierras sobre las cuales tenía Colombia pleno derecho".
El mismo Colegio de Delegatarios que había aprobado la Constitución, eligió a Rafael
Núñez para la Presidencia de la República por un período de seis años, de 1886 a 1892.
Los jefes liberales fueron desterrados y la prensa censurada, en prevención de
conspiraciones contra el gobierno. El partido conservador se mostró dividido en dos
facciones, los nacionales o nuñistas, y los históricos. El Presidente Núñez reprimió
toda oposición y concentró en sus manos la mayor parte del poder político, con
desmedro del legislativo. Este período mostró el recio carácter, el maquiavelismo
político y las veleidades de Núñez, quien gobernó por períodos breves, entregando la
administración y recobrándola voluntariosamente en manos de Vicepresidentes y
Designados: Campo Serrano, Payán, Carlos Holguín, gobernaron parcialmente
durante los cortos meses en que actuaban de acuerdo a las instrucciones del titular, e
iban desapareciendo de la escena política cuando contrariaban sus deseos o no se
plegaban a sus intenciones. Con Holguín quedó consolidada la llamada hegemonía
conservadora, lo que provocó el retorno de los nuñistas liberales a su partido de
origen y con ello a la oposición.
Para el período siguiente 1892 a 1898 el candidato de los conservadores históricos,
Marceliano Vélez, fue derrotado por la fórmula de los conservadores nacionales, con
Núñez para presidente y Miguel Antonio Caro para la Vicepresidencia. Todo el
período administró el país el Vicepresidente Caro, y se dieron en él varios hechos
importantes: En 1894 muere Núñez; en 1895 se produce una revolución contra el
gobierno que es rápidamente controlada, la agitación política se polariza entre
conservadores históricos, y liberales -ya prácticamente desaparecido el nuñismo o
conservatismo nacional-, hubo emisiones clandestinas del Banco Nacional, y se
autorizó la fundación de Misiones de la Iglesia Católica en los territorios indígenas. En
1896, quiso Caro retirarse unos días a descansar y encargó del mando al Designado,
General GUILLERMO QUINTERO CALDERON, pero ante la amenaza de problemas
de orden público, reasumió el poder cinco días después. Quintero Calderón fué,
entonces, Presidente de la República por un lapso de cinco días, del 12 al 17 de marzo
del año mencionado.
De 1898 a 1904 será período de administración de MANUEL ANTONIO
SANCLEMENTE y JOSE MANUEL MARROQUIN, elegidos Presidente y
Vicepresidente, por los conservadores.
85
Los dos elegidos carecían de experiencia política, y eran dos ancianos de 84 y 72 años,
respectivamente. Por mala salud de Sanclemente, inició el período Marroquín.
Propuso una serie de reformas conciliadoras que le atrajeron la simpatía de los
liberales, entre ellas la libertad de prensa y la fiscalización estricta del gasto público.
Los planes de Marroquín no fueron del agrado de los conservadores, quienes
apuraron la asunción del poder por Sanclemente, a fines del mismo año 98. Los
ministros abusaron de la situación del Presidente, quien por razones de salud debió
desplazarse a las tierras calientes de Anapoima y Villeta. A sus espaldas administraron
el país, con decisiones en las que la firma del Presidente era reemplazada por un
facsímil. La anarquía administrativa y el desorden en la cima del poder propiciaron el
descuadernamiento del país, que se manifestó en la rebelión armada iniciada por el
partido liberal en agosto de 1899, guerra civil que se denominó de los Mil Días y que
costó cantidades de sangre a la república.
La revolución, que contó con el apoyo de los gobiernos de Ecuador, Venezuela y Costa
Rica, tuvo por jefes descollantes a Rafael Uribe Uribe, Benjamín Herrera, Lucas
Caballero. Del lado del gobierno, o de la legitimidad, estuvieron Próspero Pinzón,
Manuel Casabianca, Ramón González Valencia, Pedro Nel Ospina, Víctor Manuel
Salazar, Alfredo Vásquez Cobo, Jorge Holguín.
La revolución estalló en Santander y comprometió durante los tres años siguientes a
las gentes de todo el país. En Peralonso, cerca de Cúcuta, empieza el 15 de diciembre
de 1899 un combate de dos días, al cabo de los cuales la tropa del gobierno -cinco mil
hombres- es descalabrada por los ocho mil de la revolución. La Batalla de Palonegro,
del 11 al 26 mayo del 900, es la más prolongada contienda entre los catorce mil
soldados de la revolución a las órdenes de Uribe y Herrera, y los que a la postre
resultarán vencedores, los quince mil soldados del gobierno, comandados por
Próspero Pinzón.
En la última noche de julio del 1900, una conspiración urdida por Carlos Martínez
Silva, Miguel Abadía Méndez, Ramón González Valencia, José Vicente Concha, y el
Ministro de Guerra Manuel Casabianca, depone al Presidente Sanclemente, y montado
sobre el golpe de Estado asume la presidencia JOSE MANUEL MARROQUIN.
La revolución continuó, pero empezó a disminuír su empuje ante la saña represora de
Marroquín y la ejecución de algunos jefes liberales. Sinembargo la guerra se
prolongará con suerte alternativa hasta 1902. El 22 de octubre se firmó el Tratado de
Paz de Neerlandia, y un mes más tarde los de Wisconsin y Chinácota. Se
contabilizaron más de cien mil muertos de ambas partes durante los tres años, a más
de que el país quedó arruinado.
86
SEPARACION DE PANAMA
Observando el mapa del Continente se pregunta por qué se demoró tanto la
construcción de un canal interoceánico en esa estrangulación de masas que es
Centroamérica. Tanto más si la idea se había propuesto hace varios siglos. Es probable
que la demora se explique por los requerimientos de capital y de tecnología, y sólo
cuando éstos existen y se unen a las necesidades de la estrategia militar y comercial, se
propician las decisiones pertinentes. Desde 1830, Panamá había realizado varios
conatos de separación y había, incluso, pedido el protectorado de Gran Bretaña, sin
éxito. En 1870 Colombia firma con Estados Unidos un tratado para la construcción del
Canal por Panamá, pero los trabajos son iniciados diez años después por una
Compañía Francesa, que ante las numerosas muertes de trabajadores y los costos
astronómicos, quiebra en 1889. El Tratado Herrán-Hay (1903) autorizaba a los
franceses para traspasar sus derechos a los norteamericanos, y Estados Unidos
quedaba con la facultad de construír el canal y explotarlo por noventa y nueve años. El
Tratado no fué aprobado por el Congreso colombiano, no tanto por razones de
dignidad cuanto por la indemnización y regalías que parecieron muy bajas.
Los separatistas panameños y colombianos apuraron la secesión, provocando un
motín en Panamá, sedujeron o sobornaron a las tropas colombianas en tanto que las
fuerzas estadounidenses las neutralizaban militarmente. El gobierno estadounidense
reconoció a Panamá como estado independiente, y firmaron un Tratado para la
construcción del canal, prescindiendo naturalmente de Colombia. El Presidente
Roosevelt exclamó: I took Panamá! (Me tomé a Panamá!), en tanto que el Presidente
Marroquín, ante los reclamos de los colombianos, explicó: Qué es lo que quieren ? Me
entregaron un país, y yo les devuelvo dos...
El Tratado Herrán-Hay, ordenado por Marroquín, había sido negociado antes por
Carlos Martínez Silva y José Vicente Concha, quienes renunciaron antes que acceder a
las pretensiones de Estados Unidos. Posteriormente fué traído al Congreso. Pero había
en él tal cúmulo de iniquidades, que el Congreso -aunque compuesto en su totalidad
por conservadores- se negó a aprobarlo.
GOBIERNO DE REYES
Los liberales no participan en las elecciones para escoger quién siga a Marroquín. Por
estrecha ventaja sobre Joaquín F. Vélez, es elegido el general Rafael Reyes, para el
período 1904-1910. Reyes, hombre de acción más que político -Recuérdese que había
87
realizado con sus hermanos la aventurada exploración del sur de Colombia- inició
gobierno bajo el lema de "Más administración y menos política!". Designó un
gabinete con participación de ambos partidos, y dió puntadas a un nuevo movimiento
político suprapartidista con el nombre de Concordia Nacional. Decidido, y tolerado
para un manejo autoritario y paternalista del Estado, ante la negativa de facultades
extraordinarias, Reyes cerró el Congreso y convocó una Asamblea Nacional
Constituyente que convirtió poco a poco en un legislador de bolsillo. Introdujo a la
Constitución considerables reformas de interés transitorio y personal, como la
prolongación de su período hasta diez años, redujo las libertades civiles, neutralizó la
acción de los partidos en favor de un nacionalismo al modo mexicano como él mismo
lo había observado en el régimen de Porfirio Díaz. Realizó una reforma territorial que
hizo crecer hasta más de treinta los departamentos: de tantos como creó,
desaparecieron los de Tundama, Quesada y Galán, y subsisten Atlántico, Caldas y
Huila. Fundó la Escuela Militar, la Escuela Naval, y la Escuela Superior de Guerra, y
contrató la Misión Chilena para la reestructuración de las fuerzas militares.
De todos modos, la represión de la oposición, incluso de sus copartidarios
conservadores, y la persecución oficial a quienes no se plegaban a su voluntad, originó
roces frecuentes y un espíritu de conspiración que llegó hasta el atentado de Barro
Colorado contra el Dictador y su hija. Los comprometidos fueron fusilados en el
mismo sitio, y otros condenados a destierro y presidio. Reyes, además, para retirar los
estorbos a su autocracia, logró la renuncia del Vicepresidente Ramón González
Valencia, y luégo la supresión de este cargo y de la Designatura, lo mismo que la
supresión del Consejo de Estado.
En tal ámbito se forma un movimiento bipartidista de oposición a la dictadura, la
UNION REPUBLICANA. Reyes sale de la capital en dirección a la Costa Atlántica.
Desde Gamarra encarga del gobierno al General JORGE HOLGUIN, y se embarca en
Santa Marta abandonando toda actividad política. El General GONZALEZ
VALENCIA es elegido Presidente por el Congreso, para terminar el período. Es
convocada una nueva Asamblea Nacional Constituyente, y se reúne en mayo de 1910,
con diputados conservadores y liberales pero todos miembros de la Unión
Republicana.
LA REFORMA CONSTITUCIONAL DE 1910
El concepto más claro entre las gentes era el de que la Constitución del 86 no había
fracasado: habían fallado quienes con apetitos excluyentes, intereses personales, e
interpretaciones desviadas, le habían dado un desarrollo legislativo antipopular y
retrógrado.
88
Para el período 1910-1914 hubo dos candidaturas, la de los republicanos liberales CARLOS E. RESTREPO- y la de los republicanos conservadores -JOSE VICENTE
CONCHA-. Triunfaron los primeros, con el apoyo regional de los antioqueños de
todas las tendencias. Restrepo gobernó con gabinete bipartidista, aunque se esforzó sin
mucho éxito por la conformación de un partido republicano que prolongara el
espíritu de la Unión Republicana. Su administración reorganizó la defensa nacional a
partir de un servicio militar obligatorio en sustitución del reclutamiento forzado.
Desarrolló la educación pública e incrementó las exportaciones. Creó la Comisión
Asesora de Relaciones Exteriores y la jurisdicción contencioso-administrativa. Celebró
el Tratado Urrutia-Thomson, que sólo sería aprobado por el Congreso de Estados
Unidos ocho años más tarde, y eso sin acceder a la cláusula del sincero pesar por sus
abusos sobre Colombia en el caso de Panamá.
La Reforma decretada por la Asamblea Constituyente tiene como puntos
sobresalientes éstos:
---Reducción del período presidencial a cuatro años.
---Prohibición de la reelección del presidente para el período siguiente.
---Abolición de la pena de muerte.
---Sesiones ordinarias anuales del Congreso.
---Reserva de las atribuciones impositivas en tiempo de paz para el Congreso, las
Asambleas Departamentales, y los Concejos Municipales.
---Definió la responsabilidad del Presidente por violación de la Constitución y las
leyes.
---Aclaró la órbita de operación de los Departamentos.
---Confió la guarda de la Constitución a la Corte Suprema de Justicia.
LA HEGEMONIA CONSERVADORA
Aunque eran gobiernos conservadores los que venían desde Núñez, se pone de relieve
con este nombre la sucesión de administraciones que se dan durante los primeros
treinta años del siglo veinte. El partido republicano no alcanzó a formarse siquiera, y
89
los conservadores de ese tinte retornaron a sus toldas tradicionales. Otro tanto hicieron
los republicanos liberales, y lanzaron la candidatura de Nicolás Esguerra. Esta fué
superada por el triunfo conservador de JOSE VICENTE CONCHA, quien hace
gobierno de 1914 a 1918. Concha, conservador de espíritu republicano, administra con
un gabinete pluripartidista, que no solo integra a liberales y conservadores, sino las
dos fracciones de éste. Afectado el comercio exterior por la Guerra Mundial, el
gobierno vuelca su interés en la administración de los recursos internos y fomenta las
obras públicas, ferrocarriles, Capitolio, Escuela de Medicina, a tiempo que presenta al
Estado colombiano como neutral en el conflicto.
El período 1918-1922 corresponde a la administración de MARCO FIDEL SUAREZ.
Inició gobierno con un gabinete bipartidista, y con ellos desarrolló las comunicaciones
por radiotelegrafía y cable submarino, y los ferrocarriles; inició el correo aéreo y la
Escuela Militar de Aviación lo mismo que la Facultad Nacional de Veterinaria. Se
adoptó legislativamente la composición de Núñez y Sindici como Himno Nacional. Y
en general, hizo una administración que tomó por modelo la federación
estadounidense y la filosofía pragmática que tanto admiraba. Su insistente consejo a
los colombianos era el de Respice polum! (Mirad la Estrella Polar!), con la
significación de que hay qué guiarse por el modelo de vida y de acción de los
estadounidenses.
Bajo este gobierno se abrieron las compuertas al capital norteamericano, y con ello
empezó un peculiar régimen de expoliación de los recursos naturales por las empresas
estadounidenses. Ante la recia oposición de los liberales y un fuerte grupo de
copartidarios, Suárez se retira y el último año de su período lo reemplaza en el
ejercicio JORGE HOLGUIN, a quien hemos visto como gobernante a ratos perdidos,
desde los tiempos de Reyes.
Las elecciones dieron el mandato a PEDRO NEL OSPINA, vencedor de BENJAMIN
HERRERA, para el período 1922-1926.
El General PEDRO NEL OSPINA era hijo de MARIANO OSPINA RODRIGUEZ,
igualmente gobernante de Colombia. Formado en Estados Unidos y en Europa, fué
exitoso político y hombre de empresa. No consiguió la cooperación del liberalismo y
formó un gabinete homogéneo. Pese a lo cual no hizo una administración sectaria. En
ella organizó las rentas nacionales y el presupuesto con la asesoría de la Misión
Kemmerer, lo mismo que la contabilidad oficial y los Bancos, creó la Contraloría
General de la República y el Banco de la República. Su gobierno recibió los veinticinco
millones de dólares de la indemnización estadounidense por la segregación de
Panamá, de los cuales entregó parte a los departamentos para el fomento de los
ferrocarriles, y con el 40% -10 millones- capitalizó el Banco central. Incrementó la
90
explotación petrolera y construyó el oleoducto Barrancabermeja-Cartagena. Contrató
una misión alemana para la reforma de la educación. Y propició unas elecciones
pacíficas y ordenadas, en las cuales, sin contendiente, fué elegido el Doctor MIGUEL
ABADIA MENDEZ.
ABADIA MENDEZ (1926-1930) ejerció paralelamente la política y la docencia
universitaria, y su presidencia no pudo empezar con gabinete mixto porque el partido
liberal negó su colaboración. En su administración se firmó el Tratado EsguerraBárcenas, definitorio de los límites con Nicaragua. Impulsó las obras públicas, en
especial las carreteras, con enormes empréstitos convenidos con Estados Unidos. Pero
la crisis económica general golpeó al país provocando un tremendo desequilibrio y
comprometiendo la estabilidad política. La ruina económica, pública y privada, el
desempleo, el cierre de los créditos, la escasez de circulante... es decir, la bancarrota
general. Originada, afirman los analistas, en la crisis de sobreproducción que siguió a
los destrozos de la primera Guerra Mundial, y que interpretan los marxistas como
típica del modo de producción capitalista. La agitación social provocada por estos
procesos comprometió gravemente el orden público. Ya desde 1927 habían empezado
las huelgas de trabajadores en la zona bananera, y las medidas represivas condujeron a
la recordada masacre de las Bananeras, zona donde la industria frutera -con capital
norteamericano de la United Fruit Company- ocupaba veinticinco mil trabajadores.
En el motín del 8 de junio de 1929 la fuerza pública disparó y dejó como víctima al
estudiante Gonzalo Bravo, quien, coincidencialmente tenía por acudiente al Doctor
Abadía Mendez. Los hechos condujeron a la caída del gobernador de Cundinamarca y
de dos ministros del gabinete. El proceso electoral estuvo muy agitado, y la división
del conservatismo hacia dos candidatos -Guillermo Valencia, y Alfredo Vásquez Cobopermitió a los liberales llegar al poder con la candidatura de ENRIQUE OLAYA
HERRERA. De todos modos hay qué tener en cuenta el carácter mayoritario del
conservatismo, que con sus dos candidatos puso casi medio millón de votos en las
urnas, frente a los 370.000 sufragios liberales. El conservatismo pierde así en 1930 el
poder que ha monopolizado desde 1886.
La hegemonía conservadora se desarrolló sobre un país en el cual la economía marchó
sobre el eje de la expansión cafetera, con un crecimiento sostenido hasta el fin de la
misma. Asimismo está caracterizada por el desarrollo de los ferrocarriles y otras vías
de comunicación. La industria crece y se diversifica, merced en muchos casos a los
empréstitos y a las inversiones extranjeras. El desarrollo industrial tiene como lógico
reflejo el principio y la gradual consolidación del sindicalismo. Pero los frecuentes
empréstitos que crearon la apariencia de una económica dinámica, que fué calificada
por la oposición como una prosperidad a debe, condujeron a la depresión y crisis del
29, con el reflujo de la crisis general. Fué un largo período convulsionado por la
91
insatisfacción de los trabajadores, las huelgas, los escándalos financieros, el
acaparamiento de mercancías, y los comienzos de la violencia de marcado tinte
político. El partido conservador se enfrenta a la renovación del pensamiento político,
desencadenada por fenómenos de gran trascendencia ideológica como la misma
guerra mundial, la definición de zonas de influencia política para las nuevas potencias,
la Revolución Rusa y el surgimiento de la primera República de los Trabajadores, los
movimientos sociales y agraristas de México, y el compromiso social del Estado,
plasmado ya en las constituciones de México y la alemana de Weimar. El pensamiento
socialista aportaba nuevos criterios al liberalismo tradicional, con más sólidas bases
que durante el período radical, porque la teoría se acompañaba con realizaciones
relativamente exitosas en las democracias populares que comenzaban a diseñarse.
ADMINISTRACION OLAYA HERRERA 1930-1934
Su gabinete inicial fue bipartidista. Buscó solución a la deprimida economía nacional
con el aumento de los derechos aduaneros y el proteccionismo a la manufactura
nacional. Asimismo se esforzó por disminuír el gasto público, a tiempo que
reestructuraba el sistema impositivo y monopolizaba el control de cambios. Amplió la
telegrafía, reconstruyó los muelles, estimuló la navegación, y recapitalizó las cajas de
crédito agrario. El Congreso de 1931 expidió la Ley de Petróleos, prácticamente
redactada por el abogado de las empresas extranjeras que estaban interesadas en
explotarlo. El mismo congreso aprobó la entrega de la Concesión Barco a la Colombian
Petroleum y a la South American Oil, compañías interesadas en la explotación de los
yacimientos del Catatumbo.
El año siguiente trae el conflicto con el Perú, país con el cual los límites se habían
perfeccionado desde 1922 con el Tratado Lozano-Salomón. Con el respaldo del
gobierno del Presidente Luis Sanchez Cerro, un grupo de peruanos ocupó a Leticia,
plaza abandonada militarmente por el gobierno colombiano. Los peruanos se hicieron
fuertes allí y ampliaron la toma con los territorios adyacentes hasta Tarapacá.
Declarado el país en estado de sitio, se promovió la defensa con la ayuda de ambos
partidos y bajo el lema de Paz en el interior, guerra en la frontera. Las tropas
colombianas, conducidas por el General Vásquez Cobo, entraron por el Amazonas y
recuperaron a Tarapacá y las posiciones vecinas en 1933 y en el mismo mes -eneroatacan y toman el fuerte peruano de Güepí. En abril es asesinado en Lima el dictador
Sánchez Cerro, y se inicia la conciliación con su sucesor OSCAR BENAVIDES. Con la
intervención de la Liga de las Naciones se conforma una comisión de arreglo, y en
Ginebra se firma un acuerdo para concurrir a Rio de Janeiro a una conferencia
colombo-peruana. El territorio en conflicto queda controlado por una guarnición
colombiana, y la paz es supervisada por una comisión internacional, hasta cuando en
92
1943 se firma el PROTOCOLO DE RIO DE JANEIRO en el cual Perú reconoce la
soberanía colombiana sobre los territorios, a tenor de lo acordado en el Tratado
Lozano-Salomón de 1922.
Olaya Herrera es sucedido por ALFONSO LOPEZ PUMAREJO, para el período 19341938. Especializado en finanzas en institutos de Estados Unidos e Inglaterra, López
Pumarejo brilla como parlamentario y estadista. Es elegido sin opositor. Dado que el
conservatismo se ha ido retirando del acuerdo de concentración nacional desde los
tiempos Olaya Herrera, López no obtiene su colaboración y ofrece un gobierno
plenamente sobre el ideario liberal. En materia de obras públicas la más destacada es la
construcción de la Ciudad Universitaria. Pero a más de la reforma tributaria -1935- que
establece los impuestos de patrimonio y exceso de utilidades, descuella como
promotor de la reforma constitucional.
REFORMA CONSTITUCIONAL DEL 36
La reforma de 1936 es la concreción del nuevo pensamiento liberal socializante que ha
sido incorporado a su estructura ideológica por el partido como fruto de las
experiencias en los tres decenios del siglo. El socialismo europeo, unido al socialismo
norteamericano que ya empieza a manifestarse, buscan que los intereses sociales no
constituyan solo postulados políticos sino que tengan garantías para su ejercicio eficaz.
Hay un aparente eclipse de las tendencias individualistas del liberalismo en uso, en
favor de la comunidad y de los derechos colectivos. Forzosamente, para que este
objetivo se logre, deben controlarse y limitarse las apetencias y derechos individuales,
y darle prioridad a los intereses generales sobre los particulares. De ahí el
intervencionismo de Estado, que insurge como una estrategia vital de gran sentido
popular, aceptada también como lo es por los empresarios progresistas.
En este contexto son dignas de relieve disposiciones como las siguientes:
--- La autoridad es un instrumento para asegurar el cumplimiento de los deberes
sociales del Estado y de los particulares, y este concepto se presenta como la
justificación ético-jurídica de las autoridades de la República.
--- La propiedad es una función social que implica obligaciones.3
3
El debate sobre la naturaleza del derecho de propiedad fue uno
de los más complejos y dilatados por los intereses económicos y
las doctrinas filosóficas que allí afloraron. En el prólogo a
93
--- Se crea el concepto de utilidad pública como fundamento de la expropiación de
bienes privados.
--- Es obligación del Estado dar la protección adecuada a los trabajadores. Con este
nuevo criterio entra en crisis la presunta igualdad de los ciudadanos ante la ley, y se
reconoce la desigualdad existente entre patronos y trabajadores: Se asigna al Estado la
obligación de proteger a la parte más débil en el proceso económico, lo que revertirá
en las posteriores leyes y controles en favor de la clase trabajadora. El trabajo es una
obligación social, y gozará de la especial protección del Estado. Y comoquiera que a
veces sólo se conquistan y preservan los derechos con la presión de los hechos, se
consagra y se garantiza el derecho de huelga, salvo en los servicios públicos.
--- El Estado debe intervenir tanto en el control de la producción de bienes y servicios
como en la distribución y el consumo de ellos, buscando logros en el bienestar de la
comunidad.
--- Libertad de enseñanza: Al consagrarla se empieza a romper el régimen de
privilegios en favor de los establecimientos católicos confesionales, y se crean
incentivos para nuevas aperturas académicas y profesionales, todo bajo la suprema
inspección del gobierno. Otro tanto se buscará al consagrar la libertad de conciencia y
las garantías a la expresión del pensamiento en todas sus formas, lo que colocó en un
plano de igualdad todas las religiones. También afectó la reforma el estado de la
Iglesia Católica y sus preeminencias y privilegios, pues derogó el reconocimiento de la
católica como religión de la Nación.
--- La asistencia pública deja su ropaje de caridad cristiana y asume el rango de
obligación del Estado.
--- Se consagra el sufragio universal, sin restricciones, para la elección de Presidente de
la República y miembros de las corporaciones políticas.
la obra de Gnecco Mozo, el doctor Carlos Lozano y Lozano plantea
entre otras cosas: "...dicho artículo 10 afirma que la propiedad
es una función social....Esta teoría es inexacta. La propiedad
no es una función social. La propiedad tiene una función social..."
A partir de esta distinción semántica la discusión se inició, y
podría decirse que aún no está resuelta.
94
--- Consecuencia de la reforma constitucional, de su intervencionismo y del nuevo
concepto de la propiedad y del interés social, fué la LEY 200 de 1936, que introdujo
profundos cambios en el uso económico de la tierra.
PRESIDENCIA DE EDUARDO SANTOS 1938-1942
La elección no tiene contendores, y EDUARDO SANTOS, experimentado en la
diplomacia y el parlamento, hace gobierno con un cuerpo de ministros homogéneo de
su partido. El conservatismo continúa renuente a colaborar con los gobiernos liberales.
SANTOS creó el Instituto de Fomento Municipal y el de Crédito Territorial para
favorecer los sectores obreros y campesinos. Bajo su gobierno entró a la legislación la
remuneración del descanso dominical obligatorio. Con el Instituto de Fomento
Industrial pretendió, asimismo, ampliar la base de industrias básicas, como la
siderurgia, las de conservas, de abonos, de insecticidas y la transformación de algunas
materias primas necesarias en el proceso económico. Al inicirse la Segunda Guerra
Mundial, el gobierno de Santos orientó su política internacional definiéndose como
neutral, pero no indiferente. Tras el ataque japonés a la base estadounidense de Pearl
Harbour, por instrucciones de su gobierno -también considerado por Santos como la
estrella polar de que hablara Suárez- rompió relaciones con los Estados del Eje. Fué
muy criticado por su obsesión en el uso de facultades extraordinarias, que dieron
origen a disposiciones de vigencia precaria pues eran rápidamente declaradas
inexequibles.
Para sucederlo hubo dos candidatos liberales, CARLOS ARANGO VELEZ y
ALFONSO LOPEZ PUMAREJO, y se llevó el triunfo este último.
95
LECTURA COMPLEMENTARIA:
LOS CONCORDATOS CON LA IGLESIA CATOLICA
Las relaciones entre la Iglesia y el Estado pueden considerarse en Colombia a partir
de tres circunstancias históricas: El Régimen de Patronato, el Concordato de 1887, y
el Concordato de 1973.
El Patronato Regio era la forma en que tradicionalmente se entendían los Reyes de
España y el Papado. Ha de recordarse que el Papa español Rodrigo Borja o Borgia
(Alejandro VI) otorgó a Fernando e Isabel el título de “Reyes Católicos” y Paladines
de la Cristiandad, tras la guerra contra los moros infieles. De allí surgieron
privilegios recíprocos como la selección política de los obispos y jerarcas del clero
por parte de los Reyes. La administración de las rentas eclesiásticas por las
autoridades civiles, el sustento económico de las parroquias a cargo de las
autoridades del reino, y la legislación protectiva en favor de los cabildos eclesiásticos
y la órdenes de las autoridades religiosas. En los territorios sometidos a España fué
la Católica la única religión permitida y sus autoridades compartieron la
preeminencia con las autoridades laicas.
Producida la Independencia en 1819, la República se arrogó el carácter de heredera
de los privilegios que antes detentaban los Reyes y durante un largo período el
Patronato fué la forma de entendimiento entre la Nueva Granada y la Gran
Colombia, de un lado, y la Iglesia Católica del otro.
El Concordato de 1887 y el Convenio Adicional fueron negociados por el Cardenal
Mariano Rampolla a nombre de León XIII4, y Joaquín Fernando Vélez,
Plenipotenciario de Colombia. Se disponía en tales acuerdos que la religión católica
sería la de la nación, y los poderes públicos la protegerían considerándola como
esencial elemento del orden social. La Iglesia Católica tendría personería jurídica y
ejercería su propia jurisdicción sobre los colombianos. La educación y la instrucción
pública se deberían conformar con la moral cristiana y con el dogma, y en vigilancia de
ello el Arzobispo de Bogotá tendría la atribución de impartir o negar el visto bueno a
los textos que se usaran en la enseñanza, en todos los niveles, inclusive el universitario,
y en relación no solo con la Religión sino con todas las materias. El matrimonio ante la
Uno de sus antecesores, el Papa León XII, había excomulgado a Bolívar por
su insubordinación al Rey de España.
4
96
Iglesia produciría efectos civiles y el Estado no podría autorizar el divorcio. La Iglesia
y las organizaciones o congregaciones religiosas católicas podrían, en las mismas
condiciones que los particulares, adquirir y administrar bienes muebles e inmuebles.
El fuero eclesiástico implicaba que se tendrían especiales consideraciones con los
clérigos involucrados en delitos. Si eran obispos o jerarcas de alto rango, no podrían
ser juzgados por el Estado. Si de menor nivel, el proceso sería reservado y sin jurados,
y no serían encarcelados, sino internados en conventos o lugares administrados por la
Iglesia. (Recuérdese como discutible peculiaridad, que los Obispos, al tomar posesión
de su diócesis, juran fidelidad al Papa, que no solo es Jefe de la Iglesia, sino Jefe de un
Estado extranjero. Además, tienen transitoriamente en sus visitas a Roma, la
nacionalidad vaticana y las inmunidades propias de ella.) Para la designación de
Obispos y Arzobispos, los candidatos serían previamente presentados al Presidente de
la República y debían obtener su nota de agrado. Se acordó también que los
cementerios -exceptuados los de Bogotá, Cartagena y Mompós- fueran administrados
por la Iglesia, y que sus párrocos llevaran el Registro Civil de las personas habitantes
del territorio.
En 1924, mediante la Ley Concha, se mitigó el rigor de las disposiciones vigentes, que
obligaban a los colombianos a apostatar de su fe -con el consiguientes escándalo socialsi querían contraer matrimonio civil. Y en 1942 se redactó un nuevo convenio o
Concordato, que nunca se ratificó ni entró en vigencia: -Entre las razones de la reforma
concordataria de 1942 está la desavenencia surgida entre Colombia y la Santa Sede por
la reforma constitucional del 36, que "violando el concordato existente" instauró en el
país la libertad de conciencia, la libertad de cultos, y la libertad de enseñanza. El
Concordato de 1942 fue aprobado por la Ley 50 de 1942, pero recibió muchas críticas
del Partido Conservador y de la jerarquía eclesiástica, por lo cual el gobierno liberal
resolvió no ratificarlo.
EL CONCORDATO, .....VIGENTE ?
El Concordato se ha caído. El Concordato está vigente. Cuánta dificultad para explicar
que estas dos proposiciones, no importa que sean antagónicas, son ambas verdaderas.
Son las consecuencias de la lógica jurídica, que a veces se muestra más jurídica que
lógica. Dieciséis artículos del Concordato de 1973 han sido declarados inexequibles por
inconstitucionalidad. Fueron demandados y estudiados por la Corte Constitucional,
no como elementos de un tratado internacional -que es internacional- sino como
artículos de una ley que lo aprueba, y al hacerlo lo incorpora al derecho nacional. Esos
97
dieciséis artículos que estaban en la Ley 20 de 1974, aprobatoria del Concordato, han
desaparecido del panorama legal y el fallo nos obliga a todos los colombianos, y por lo
tanto ningún contrato, ningún fallo, ningún reglamento, en adelante puede tener por
fundamento uno o unos de las artículos que la Corte Constitucional ha condenado por
violatorios de la Constitución. Pero, del otro lado, la costumbre internacional -derecho
consuetudinario- primero, y el derecho positivo escrito despues, bajo la forma de la
Convención de Viena de 1969 sobre Derecho de los Tratados, han observado y dicho
que los Tratados públicos no pueden modificarse ni desconocerse unilateralmente, ni
alegarse para ello razones jurídicas de derecho nacional. Es decir, el Concordato está
parcialmente anulado en derecho nacional, y totalmente vigente en Derecho
internacional. Ni siquiera podríamos decir que es un hecho nuevo porque ya hay
antecedentes en nuestro derecho. El canje de notas de 1952 por el que se regaló el
territorio de Los Monjes a Venezuela, es materialmente un tratado internacional
aunque no revista forma de tal. El que se demande y se declare nulo por violatorio de
la Constitución, como ocurrió recientemente, no tiene relevancia jurídica internacional.
Es una decisión imprudente e impolítica que el gobierno ha tenido que explicar y
aclarar para no alterar las relaciones con Venezuela. Otro tanto ha ocurrido con el
Tratado de Extradición con los Estados Unidos. La Ley 27 del 80 sale del panorama
legal colombiano al ser declarada inconstitucional. Pero, por las razones atrás vistas, el
Tratado de Extradición que ella aprobaba, en cuanto instrumento internacional, está
vigente; y nuestra decisión de inconstitucionalidad no es oponible en el foro
internacional.
A más de estas aparentes paradojas se da la necesidad de deshacer los equívocos un
poco necios que los periodistas ineptos en estas áreas especializadas generan con sus
chivas y gacetillas,con la motivación burda y populista del sensacionalismo. El
Concordato no se ha firmado entre Colombia y el Vaticano, -dos Estados-, como ellos
lo difunden, sino entre Colombia y la Santa Sede, nombre éste que es la designación de
una persona jurídica de derecho internacional que es la Iglesia Católica.
Pero vale la pena hacer ciertas precisiones. La posición crítica ante la imprudente
actuación de la Corte Constitucional no excluye la posición anticoncordataria. Son dos
cosas claras, concretas, y distintas. El Concordato es un rezago feudal, como los
pectorales y anillos episcopales, las venias y zalemas de los creyentes ante los
ciudadanos-obispos y el lujo eclesiástico, que es insolente ante las necesidades de los
proletarios del Tercer Mundo. Para las enseñanzas cristianas, a veces en peligro por
las apetencias "católicas", no hay desmedro en ceder sus privilegios y actuar en el
mundo moderno como lo hacen todas las creencias organizadas en comunidades,
asociaciones y sectas. La respetabilidad se gana y la Iglesia puede mostrar meritos en
ello. Pero quienes consideramos anacrónico e inconveniente el regimen concordatario,
no por ello nos eximimos de indicar que no era esta la forma correcta de acabar con el
98
Concordato. Cada cosa en su lugar. Medios hay, como la denuncia, o el acuerdo, para
hacerlo. Ideal el acuerdo. Inadecuada la denuncia. Y deseable un desmonte gradual
como el que se ha venido haciendo en la sustitución de textos, sin acrimonia de ningún
lado, hasta lograr la democratización del ámbito religioso, dando tiempo a que
asciendan hasta Dios los recalcitrantes feligreses de una iglesia que quieren cesarista,
temporal, omnipotente, autoritaria, intolerante, que sujete al Estado y acoyunde a los
disidentes como en los tiempos de Constantino. Todavía hay católicos de estos, según
se escucha a algunos episcopos y se lee en los editoriales de la prensa conservadora de
todos los partidos.
El Concordato -parcialmente vigente- se firmó el 12 de julio de 1973, despues de
negociaciones muy reservadas porque, según lo dijo el Nuncio Palmas a un reportero,
"sabiendo las dos partes muy bien cuál es el sentimiento de los católicos y de los
ciudadanos colombianos, están seguros de interpretarlos con precisión en sus
actuaciones". Algo similar ocurrió con el Tratado de Extradición con Estados Unidos.
Los congresistas, interpretando el sentimiento de los colombianos, aprobaron
clandestinamente en la alta noche, el tratado que los colombianos rechazaron
masivamente cuando se enteraron de que no solo estaba ya aprobado sin publicidad y
sin discusión, sino que se estaba aplicando... Fueron negociadores y redactores, por el
gobierno de Colombia, los doctores Antonio Rocha y Aurelio Caicedo Ayerbe, y en
nombre de la Iglesia, el Obispo Jose de Jesús Pimiento, quien fué pastor en la
arquidiócesis de Manizales, y el padre Jorge Ardila, desde luego asesorados por otros,
igualmente expertos en el tema. Despues de las consultas del caso, sería firmado por
Alfredo Vásquez Carrizosa, y Angelo Palmas, designados plenipotenciarios por
Misael Pastrana Borrero, Presidente de Colombia, y Paulo VI, Papa, jefe de la Iglesia
Católica.
Es claro que cuando se celebra este tratado internacional esta vigente la Constitución
del 86, y no tiene sentido esperar que en 1974 se acomodara a la Constitución del 91.
Cuando más, podríamos más bien decir, respecto de los antagonismos detectables, que
la Constitución del 91 tomó decisiones contrarias a las previstas en el concordato; pero
es un ex abrupto decir que el Concordato de 1973 es violatorio de la Constitución de
1991.
En el momento en que se redacta el Concordato la Constitución vigente dice que ha
sido expedida "en el nombre de Dios, fuente suprema de toda autoridad". De ahí que
el concordato continúe el grave maridaje de la Iglesia y el Estado, y dé campo abierto a
todos los privilegios que hoy se le critican. Autonomía e independencia ante un Estado
que inclusive le cede zonas de jurisdicción y soberanía. Respeto del Estado a las
disposiciones de la Iglesia en materia de matrimonio, sin ninguna reciprocidad; pues la
Iglesia conservó su actitud desafiante e irrespetuosa frente al Estado, desconociendo el
99
carácter del matrimonio civil, con irritantes privilegios como el llamado "privilegio de
la fe". Legislación canónica con plena vigencia contra el debido monopolio jurídico del
Estado. Jurisdicción paralela de Iglesia y Estado dentro de un Estado supuestamente
soberano. Politización de la provisión de vacantes episcopales e intervención del
Presidente de la República en la misma.(Restos del Patronato aquel de la Bula secreta
del Papa Rodrigo Borgia a Fernando e Isabel en 1493 reconociéndoles a sus paisanos la
jurisdicción política, militar y económica sobre los infieles, a condición de que los
bautizaran.) Desde luego, ser designado obispo con la venia del Presidente de la
República, supone como respuesta afiliarse al partido de gobierno y comprometerse en
su apoyo, por lo menos mientras dura. Bien puede un cambio de gobierno relevarlos
de la lealtad. Dentro de la misma línea han de considerarse los previstos capellanes
católicos de las fuerzas armadas, con rango y categoría de oficiales : el
teniente-capellán, el Coronel Vicario, Monseñor el Brigadier General-Obispo ... todos
ellos sujetos a la disciplina militar jerárquica y por lo mismo empleados y funcionarios
del Estado. Cuadro que sería trágico de no ser grotesco. Y todo ello en franca
contradicción con el artículo siguiente en el cual se considera que los clérigos y
religiosos no desempeñarán cargos públicos incompatibles con su ministerio. Procesos
penales contra obispos, ante tribunales extranjeros como son los dicasterios vaticanos.
Contra los demás clerigos, en secreto y sin intervención de jurados. Los jueces y
funcionarios del Estado, convertidos en ejecutores de las sentencias canónicas. Los
clérigos no pueden desempeñarse como funcionarios públicos, pero lo son para efectos
de sancionar a quienes los suplanten. Como se ve, un conjunto de situaciones
incompatibles jurídica y moralmente con las enseñanzas del Concilio Vaticano II que
buscó en su momento, antes de que regresara el conservatismo de las oligarquías
eclesiásticas, salvar la moral cristiana "madre y maestra de los pueblos" de los rigores
formalistas del catolicismo político. No sobre repetir el iluminado pensar de Bolívar en
el mensaje de Lima al Congreso Constituyente de Bolivia: "En una Constitución
política no debe prescribirse una profesión religiosa; porque, según las mejores
doctrinas sobre las leyes fundamentales, estas son las garantías de los derechos
políticos y civiles; y como la Religión no toca a ninguno de estos derechos, ella es de
naturaleza indefinible en el orden social, y pertenece a la moral intelectual. La
religión gobierna al hombre en la casa, en el gabinete, dentro de sí mismo: sólo ella
tiene derecho a examinar su conciencia íntima. Las leyes, por el contrario, miran la
superficie de las cosas: no gobiernan sino fuera de la casa del ciudadano... La
religión es la ley de la conciencia. Toda ley sobre ella la anula, porque imponiendo
la necesidad al deber, quita el mérito a la fe, que es la base de la religión. Los
preceptos y dogmas sagrados son útiles, luminosos, y de evidencias metafísicas;
todos debemos profesarlos, mas este deber es MORAL, NO POLITICO..."
100
CUESTIONARIO
DE
AUTOEVALUACION
-----Cómo plantea con claridad, ante un auditorio que lo ignora, las varias
sinificaciones del término CONCORDATO ?
-----A su juicio, cuáles fueron las realizaciones más trascendentales de la política
conocida como REGENERACION ?
-----Piensa que la CONSTITUCION DEL 86 hubiera sido útil hasta el nuevo milenio, o
que fué un acierto reemplazarla?. Fundamente su concepto.
-----Proponga -a su elección- un razonamiento sólido que justifique, o condene, la
llamada hegemonía conservadora.
-----Con los gobernantes de este período organice un mosaico conceptual que muestre
el más brillante en las relaciones exteriores, en las obras públicas, y en el pensamiento
político.
101
V
CRISIS DEL LIBERALISMO
102
La segunda administración de López Pumarejo estuvo sacudida por diversos
hechos, entre los cuales no fue el menos importante el conflicto interno de su partido.
Varios sectores recibieron con desagrado su aparente apertura a la influencia socialista,
la complicación del gobierno en actitudes sectarias, la actitud prevenida ante la
influencia eclesiástica y el freno que puso a la intervención política de los jerarcas
católicos; la coalición de éstos con los terratenientes puso en peligro su política social, y
tuvo dificultades con el orden público.
El 10 de julio de 1944 se produjo un golpe de Estado, y el Presidente fué puesto
prisionero en Pasto. Asumió el mando el Doctor Darío Echandía y declaró en estado
de sitio todo el territorio. Dos días después fué controlado el golpe de cuartel y
repuesto en su cargo el Presidente titular.
Con tal ambiente se realizó la reforma constitucional de 1945.
En ella se buscó la tecnificación operativa del Congreso y el fortalecimiento del
Ejecutivo. Para ello se creó la posibilidad de dirigir mensajes de urgencia al Congreso
para apurar la discusión de los proyectos en los que estuviera interesado el gobierno.
Y creó las comisiones permanentes para efectuar el primer debate de los mismos.
Autorizó la creación legislativa de la carrera judicial. Creó la jurisdicción del trabajo. Y
autorizó la creación de Departamentos Administrativos para especializar el desarrollo
de programas atribuídos a los ministerios. La reforma atribuyó, asimismo, el control
de constitucionalidad de los Decretos al Consejo de Estado. Suprimió la segunda
Designatura y la encomendó al Ministro de Gobierno. Y pasó a elección popular la de
los Senadores, que se reservaba a las Asambleas.
El Presidente López se esforzó por continuar en este segundo período sus proyectos de
política social, que había empezado con el nombre de la Revolución en marcha. Pero
las circunstancias habían cambiado y encontró fuertes resistencias que lo llevaron a
renunciar cuando faltaba un año para terminar su período. ALBERTO LLERAS
CAMARGO lo reemplaza hasta finalizarlo. Se dice de él que concilió los ánimos y
apaciguó los espíritus devolviendo a la sociedad la tranquilidad perdida. En su
gabinete entraron a colaborar los conservadores, y con ello el clima político tuvo un
giro de ciento ochenta grados. A más de la concordia lograda, es su principal
realización la fundación de la Flota Mercante Grancolombiana. Fué el suyo un
gobierno de transición, pues el partido liberal estaba debilitado y el conservatismo
recuperó su dinámica, y con ello retornó al gobierno.
103
ADMINISTRACION OSPINA PEREZ 1946-1950
El liberalismo se presentó dividido con dos candidaturas -GABRIEL TURBAY y
JORGE ELIECER GAITAN- con las cuales obtuvo casi ochocientos mil votos. Pero
OSPINA PEREZ, candidato del conservatismo unificado se llevó el triunfo con menos
de seiscientos mil. Se repitió a la inversa la historia electoral de 1930.
El ingeniero antioqueño MARIANO OSPINA PEREZ, político y empresario, ex-rector
universitario, gerente de la Federación de Cafeteros, denominó UNION NACIONAL
su proyecto de gobierno. Hizo un gabinete con colaboración de algunos liberales, y
proyectó la composición bipartidista del mismo con el nombramiento de gobernadores
de ambos partidos, igualmente por mitad de uno y otro colores políticos. Descolló por
sus realizaciones en el campo de las obras públicas. Como política de mejoramiento
social amplió la capacidad operativa de la Caja Agraria y del Instituto Nacional de
Abastecimientos. Contrató la asesoría económica del profesor Lauchlin Currie y su
equipo, quienes elaboraron un plan de desarrollo para el país. Creó el Seguro Social
Obligatorio, y el Instituto encargado de llevarlo a cumplimiento. Bajo su gobierno
entra al panorama jurídico-social el Código Sustantivo del Trabajo, y el
correspondiente procedimiento.
EL "BOGOTAZO" DEL NUEVE DE ABRIL
La lucha política se desarrollaba con especial acerbía, y se criticaba al gobierno la
descomposición de sus interese altruístas de los primeros meses. Subalternos del alto
gobierno, con la tolerancia e impunidad propiciadas desde arriba, incurrían en
frecuentes abusos contra la oposición, y se observaba una descarada politización de los
institutos oficiales y en especial de las fuerzas de policía gobiernistas, lanzadas
prácticamente a la violencia oficial contra los opositores y críticos del gobierno. JORGE
ELIECER GAITAN, ante la violencia oficial contra los liberales, rompió con la UNION
NACIONAL y promovió una aguerrida campaña contra las oligarquías de todos los
partidos, con el objeto de conseguir la restauración moral de la República.
En 1947 se había presentado un paro general, fuertemente reprimido por el gobierno.
Y el ambiente estaba convulsionado ante la reunión en marzo de 1948 de la IX
CONFERENCIA PANAMERICANA, en la cual -se sabía con anticipación- bajo las
instrucciones del General Marshall, delegado de Estados Unidos, se aprobarían
acuerdos en contra del comunismo y de las doctrinas de izquierda. El partido liberal
desautorizó la colaboración con el gobierno. El nueve de abril estalló la revuelta con el
asesinato del caudillo popular y jefe del liberalismo, JORGE ELIECER GAITAN. Las
horas siguientes fueron de saqueos, incendios, pillaje, asesinatos, que conmovieron
104
hondamente el ánimo del país, con lo que se llegó a pensar en la posibilidad de
derrocamiento del Presidente Ospina. Las acciones violentas se extendieron a
numerosos lugares, en muchos casos con la connivencia y apoyo de sectores de la
policía. Para contribuír al control de los desmanes, los conductores liberales aceptaron
el retorno a la unión nacional y ocuparon algunos ministerios. A fines del mes estaba
controlado el motín, aunque la paz ya no se recuperaría nunca. Tras el Bogotazo la
violencia partidista se hizo más cruda aún. En mayo del año siguiente se rompió la
unión nacional, y el liberalismo se lanzó a una tenaz oposición. La lucha electoral fué
sumamente beligerante, y aunada esta situación a la proliferación de guerrillas y de
bandolerismo, el orden público se vió definitivamente trastornado. Los abusos del
gobierno condujeron a la promoción de un proceso de responsabilidad en contra del
Jefe del Estado, como lo prevenía la Constitución. Para eludir el juicio, el Presidente
Ospina Pérez en un verdadero golpe de Estado desde las alturas del poder, clausuró el
Congreso y rodeó de policía sus claustros para impedir que se reuniera. La
declaratoria de estado de sitio iniciada en esta fecha, 9 de Noviembre de 1949, en la
práctica se volvió permanente y se prolongó hasta 1968. Vino la censura de prensa, la
prohibición de reuniones, el control de la radiodifusión, y una dictadura efectiva en la
que el Presidente se impuso a través de los decretos-leyes. El liberalismo, que intentó
oponer la candidatura de DARIO ECHANDIA a la conservadora de LAUREANO
GOMEZ, ante la falta de garantías, desistió de participar en los comicios.
OSPINA PEREZ es sucedido por LAUREANO GOMEZ para el período que va de
1950 a 1954. El ingeniero LAUREANO GOMEZ es una de las personalidades más
recias en la historia colombiana. De sobresaliente inteligencia, orador de especiales
recursos, culto, y experimentado en la política parlamentaria tanto como en el
periodismo, diplomático, caracterizado por la tenacidad de su carácter, y por el
sentido moralizante que dió a su tareas políticas. En su posesión hizo expresa su
voluntad de hacer un gobierno de partido, y solicitó al Congreso finiquitar la
Constitución vigente y sustituírla con otra proyectada por el gobierno (En su redacción
tuvo muchas acciones su hijo Alvaro Gómez Hurtado) y de claro tinte corporativista al
estilo de la que impusieron los fascistas en Italia. No tuvo mucho tiempo de hacer
gobierno por dificultades de salud, y en noviembre del 51 entregó la administración en
manos del Designado, Doctor ROBERTO URDANETA ARBELAEZ.
La Asamblea Nacional Constituyente convocada por el gobierno en 1952, según el
reglamento dado por el ejecutivo, estaba conformada por diputados del Senado, la
Cámara, la Corte Suprema, el Consejo de Estado, el Presidente de la República, las
universidades, y los gremios patronales. Publicado el proyecto al año siguiente, fué
recibido con especiales prevenciones por el fortalecimiento exagerado del ejecutivo y
los estrictos controles a la expresión que prácticamente hacían desaparecer la libertad
de prensa, lo mismo que por la filosofía corporativista de corte fascista que en él se
105
observaba. El partido conservador se mostró profundamente dividido y la violencia
era un fenómeno generalizado que sacudía todo el país. Intempestivamente el
Presidente titular se reincorporó al cargo el 13 de junio de 1953 y emitió un decreto
para destituír al Comandante General de las Fuerzas Armadas, Teniente General
GUSTAVO ROJAS PINILLA. La reacción del ejército no se hizo esperar, y el General
ROJAS PINILLA notificó a la nación que las Fuerzas Armadas se hacían cargo del
gobierno y él asumía la presidencia de la República. Dos días más tarde se reunió la
Asamblea Constituyente, declaró vacante la Presidencia, y eligió para ejercerla por el
resto del período al General ROJAS PINILLA.
El derrocamiento de LAUREANO GOMEZ fué recibido por la opinión general con la
satisfacción de las grandes victorias; la celebraron los partidos políticos liberal y
conservador, los gremios, la prensa, la Iglesia, todos con la convicción de que había
terminado una ominosa noche de represión y persecuciones. El expresidente salió
desterrado en dirección a Europa.
ROJAS PINILLA mediante el mecanismo de la amnistía obtuvo una relativa
pacificación del país. Este gobierno introdujo la televisión, continuó las obras públicas
iniciadas, fundó el Banco Cafetero, y mejoró los recursos fiscales por medio de una
reforma tributaria. Se arregló entre generales el largo diferendo con el Perú por el
asilo de Victor Raúl Haya de la Torre. El gobierno desechó el proyecto de la reforma
constitucional, pero designó una comisión para elaborar un nuevo proyecto. Tras un
receso de más de un año, la Constituyente se reunió de nuevo, y se ocupó primero que
todo de reelegir a ROJAS PINILLA para el período de 1954 a 1958, y luégo le dió
posesión para el ejercicio del cargo. La Reforma sustituyó con Consejos
Administrativos las Asambleas departamentales. Otorgó derechos políticos a la mujer.
Y prohibió la actividad política del partido comunista en Colombia.
ROJAS PINILLA, militar e ingeniero, con estudios en Estados Unidos, tuvo especial
interés en el impulso de la electrificación del país, el incremento de oleoductos y
ferrocarriles, la vivienda, los acueductos urbanos y rurales. Su administración
construyó el aeropuerto de Eldorado, y creó la Universidad Pedagógica de Tunja.
Gradualmente el gobierno de las Fuerzas Armadas fué perdiendo el fervor popular
que lo acompañó inicialmente, tras los intentos de perpetuarse en el poder y fundar un
nuevo partido -la Tercera Fuerza-, que contrariaban su oferta de entregar el poder
democráticamente una vez reorganizado el país. Otro elemento concurrente fué la
transformación de la Asamblea Constituyente en un legislativo de bolsillo, lo que
especialmente desagradó a las altas clases, desplazadas de su influjo político. En mayo
de 1957 hubo concurridas manifestaciones oposicionistas en Bogotá y otras ciudades.
En la tarde del 8 se conoció la noticia de una nueva reelección, casi año y medio antes
106
de terminar el período, y se hizo más beligerante la protesta pública y el repudio a sus
actuaciones.
Detrás de la mampara de las manifestaciones estudiantiles, movía la tramoya el sector
dirigente conformado por los grandes comerciantes y banqueros, por los monopolistas
del transporte, y los industriales. Más que por la muerte de algunos estudiantes, la
parálisis del país se produce por el paro patronal con el cual la dictadura cae. ROJAS
PINILLA renuncia el 10 de mayo, y deja el gobierno en manos de una Junta Militar
cuyos miembros fueron designados por él. Naturalmente, sale de inmediato para el
exterior. Parecida es la satisfacción del pueblo colombiano por su salida a la que se
vivió con su entrada al poder.
La Junta Militar es presidida por el General GABRIEL PARIS, y lo acompañaban los
Generales RAFAEL NAVAS PARDO, LUIS E. ORDOÑEZ, y DEOGRACIAS
FONSECA, y el Contralmirante RUBEN PIEDRAHITA ARANGO. Con su
administración pareció renacer la tranquilidad en el país, y se aprovechó el clima de
relativa paz y distensión de los antagonismos partidistas para recuperar la normalidad
económica. La Junta designó un gabinete bipartidista, disolvió la Asamblea
Constituyente y restauró la libertad de prensa. Dió paso al Plan Vallejo buscando
reducir las importaciones a tiempo que se estimula y diversifican las exportaciones.
Como consecuencia de la conciliación en el bipartidismo tradicional consagrada en el
PACTO DE SITGES, que suscriben LAUREANO GOMEZ y ALBERTO LLERAS
CAMARGO, la Junta convoca un Plebiscito nacional, y define su realización el 1o. de
diciembre de 1957.
Más de cuatro millones de colombianos votaron afirmativamente el Plebiscito, frente a
un rechazo de unos doscientos mil votos. Las decisiones más importantes que en él se
tomaron por el pueblo de Colombia fueron las siguientes:
--- Se confirmó la vigencia de la Constitución de 1886, con todas las reformas
incorporadas hasta 1947.
--- La responsabilidad compartida de los partidos liberal y conservador en la
administración del Estado, mediante la paridad política en los Ministerios,
Gobernaciones y Alcaldías, y en las corporaciones de representación popular.
--- El monopolio del poder por los dos partidos -liberal y conservador- mediante la
alternación en el ejercicio del poder ejecutivo, por un término de doce años.
--- Restableció la carrera administrativa en el sector público.
107
--- Ordenó que se dedicara a la educación al menos el 10% del presupuesto nacional.
--- Otorgó plenos derechos políticos a la mujer.
Dividido el partido conservador en Laureanistas y Ospinistas, los primeros
presionaron para que el primer gobierno fuera liberal, con el claro objetivo de atajar el
ascenso del ospinista Guillermo León Valencia. Fué elegido ALBERTO LLERAS
CAMARGO con los votos de la coalición, en tanto que una fracción menor del
conservatismo votó por JORGE LEYVA.
ALBERTO LLERAS CAMARGO 1958-1962
Conocido por su espíritu republicano y su ponderada actuación en la vida política
nacional e internacional, LLERAS CAMARGO inicia las administraciones del llamado
Frente Nacional dentro de los criterios bipartidistas. Hubo una nueva amnistía a los
alzados en armas, sin efecto perdurable. La agitación estudiantil complicó en ocasiones
el orden público. Pero esta administración se ocupó con interés en solucionar el
problema de la vivienda, y creó el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria,
vinculó al país en los planes de la ALIANZA PARA EL PROGRESO, y rompió
relaciones con Cuba. El ablandamiento de los criterios populares y sociales en el
partido liberal provocó una insurgencia beligerante en el MOVIMIENTO DE
RECUPERACION LIBERAL, que pasó a denominarse luégo MOVIMIENTO
REVOLUCIONARIO LIBERAL, capitaneado por ALFONSO LOPEZ MICHELSEN. Se
combatía desde este bastión político el bipartidismo y el sistema de alternación en el
poder.
GUILLERMO LEON VALENCIA 1962-1966
Elegido con los votos conservadores y de la mayoría liberal, y con la competencia de
grupos minoritarios que votaron por JORGE LEYVA y ALFONSO LOPEZ
MICHELSEN. Su criterio de la paridad política fué famoso por la milimetría conque
intentó cumplir el compromiso de la responsabilidad compartida. Buscó la pacificación
de la república, mas no con el instrumento de la amnistía, sino con la alternativa de la
cárcel o la muerte en combate. Ensayó frente a las repúblicas independientes que
empezaban a aparecer la modalidad que inventaron los estadounidenses en las
Filipinas: la combinación de obras sociales y represión militar, en lo que se denominó
acciones cívico-militares. Se incrementó la vivienda social, se mejoró la educación con
la duplicación de su presupuesto, duplicó asimismo los niveles de electrificación.
108
Quiso ser recordado como el presidente de los pobres, e ideó el programa de las
drogas genéricas para aminorar los costos de cuidado de la salud. En su gobierno se
crearon los departamentos de Quindío y Guajira. Episodio crucial de su gobierno fué,
ante los rumores de golpe militar, la destitución intempestiva del Ministro de Guerra,
General ALBERTO RUIZ NOVOA, quien había empezado a introducir en la
terminología política el concepto marxista de cambio de estructuras.
CARLOS LLERAS RESTREPO 1966-1970
Entre las candidaturas de CARLOS LLERAS RESTREPO -Frente Nacional- y JOSE
JARAMILLO GIRALDO -Alianza Nacional Popular, partido fundado por GUSTAVO
ROJAS PINILLA- las mayorías eligen al primero, para una administración que tomará
el nombre y lema de Transformación Nacional. Lleras Restrepo reglamentó la
inversión extranjera en Colombia, suprimió el mercado libre de divisas, estableció la
retención en la fuente, e inició la interconexión eléctrica. Creó entidades como el Fondo
Nacional de Ahorro, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, el Instituto de
Recursos Naturales No Renovables, el Fondo de Promoción de Exportaciones, el
Instituto Colombiano de Ciencias, el Instituto Colombiano de Cultura, el Instituto
Colombiano de Construcciones Escolares, el Instituto Colombiano para el Fomento de
la Educación Superior, el Instituto Colombiano del Deporte, y otros similares.
El Frente Nacional, a estas alturas, pareció una experiencia exitosa, la anormalidad
jurídico-institucional fué entrando por caminos de corrección y mejoramiento, y hubo
nueva esperanza sobre la superación de la violencia en campos y ciudades.
LLERAS RESTREPO, quien lo había ofrecido desde su campaña política, se ocupó
entonces en el diseño de una Reforma Constitucional, montada sobre el ideario del
Frente Nacional, pero orientada a la modernización del Estado.
REFORMA CONSTITUCIONAL DE 1968
El gobierno presentó tres proyectos, y uno más fué aportado por el MOVIMIENTO
REVOLUCIONARIO LIBERAL con la autoría de ALFONSO LOPEZ MICHELSEN. A
fines del 68 fué sancionado el Acto Legislativo pertinente, que mantiene la estructura
ideológica tradicional, pero se proyecta en interés del desarrollo de la comunidad
sobre cuatro ejes constituídos por la preservación de las libertades individuales, el
espíritu democrático, la planeación central -de origen socialista- y la descentralización,
evidente reminiscencia del federalismo.
Puntos dignos de destacar en la Reforma son :
109
--- Prolongación del Frente Nacional -de la paridad política- por cuatro años.
--- El Estado es el responsable de la dirección de la economía, y lo hace a través de la
planeación económica y social. Debe regular los servicios públicos y dirigir el proceso
económico hacia el desarrollo integral. La planeación se dará tanto en el nivel nacional
como en departamentos y municipios.
--- Crea la Comisión del Plan, para el trámite inicial de los proyectos de desarrollo
económico.
--- Crea el concepto de situado fiscal, como mecanismo de irrigación de ingresos
nacionales en favor de los entes regionales.
--- Fortalece el Ejecutivo. Solo en él podrán originarse los proyectos de ley en materias
económicas. Tendrá a su disposición la Emergencia Económica, y la posibilidad de
intervenir ágil y ampliamente mediante decretos con fuerza de ley.
--- Se crean las áreas metropolitanas y las asociaciones de municipios, como
mecanismos de descentralización.
Temperamental como era, el Presidente presentó renuncia de su cargo, ante las
dilaciones del Congreso para aprobar la Reforma Constitucional: El Congreso, con tan
peculiar presión, aprobó la Reforma y no aceptó la renuncia del mandatario.
El proceso electoral para el período siguiente fué complicado. En abril del 70 se
realizaron los comicios con los candidatos MISAEL PASTRANA BORRERO y
GUSTAVO ROJAS PINILLA. La transmisión de datos mostró una ardua disputa por el
triunfo. La suspensión de los mismos, intempestivamente, por el Ministro de
Gobierno, dejó surgir la impresión de que se trataba de alterar fraudulentamente los
resultados y arrebatar la victoria a ROJAS PINILLA. Se vivieron horas de tensión ante
la posibilidad de que sus partidarios reclamaran por la fuerza el triunfo electoral.
LLERAS RESTREPO controló la situación con los instrumentos del estado de sitio, y en
medio de cierta agitación y el descontento de amplios sectores, se hizo tránsito a la
administración conservadora de PASTRANA BORRERO.
MISAEL PASTRANA BORRERO 1970-1974
Oficialmente, es decir, en los informes que hizo conocer el gobierno, obtuvo más de un
millón seiscientos mil votos liberal-conservadores. Pero de todos modos su ventaja
110
sobre ROJAS PINILLA fué apenas de sesenta mil votos. Los partidarios de éste
tacharon de fraudulenta la elección, y posteriormente un grupo armado se constituyó
con el nombre de M 19, o Movimiento 19 de Abril, para mantener la memoria de tal
fecha. De la posesión del Presidente ante el Congreso, se retiraron ciento diez
congresistas de su movimiento, en protesta por el presunto fraude. PASTRANA
introdujo el sistema de las Unidades de Poder Adquisitivo Constante, fortaleció el
estamento militar y con él adelantó la operación antiguerrillera sin mucho éxito, fundó
el Banco de los Trabajadores, modificó la mayoridad fijándola en dieciocho años, y
alentó el desarrollo de numerosas obras públicas.
ALFONSO LOPEZ MICHELSEN 1974-1978
Con el gobierno de PASTRANA terminaba el compromiso frentenacionalista de la
alternación, pero para evitar un retorno brusco y peligroso a los gobiernos de partido,
se consagró en la Constitución a la altura del Artículo 120, la conservación de la
paridad política hasta 1978. LOPEZ MICHELSEN, después de unos años de rebelión
con su disidencia, el M.R.L., retornó a las toldas liberales y fué ministro de Lleras
Restrepo. En 1973 hace campaña para la presidencia en contra del interés reeleccionista
de Lleras Restrepo. Con tres millones de votos superó ampliamente el caudal del
candidato conservador ALVARO GOMEZ HURTADO, e inició el gobierno del
mandato claro. En su administración se incrementó la inversión pública, y otro tanto
se hizo con las exportaciones y con los planes de vivienda popular. Para la explotación
del petróleo sustituyó la modalidad de las concesiones con el sistema de asociación.
Desarrolló el sistema hospitalario nacional. Abrió la carrera militar a la mujer, e inició
la lucha contra el tráfico de narcóticos. Por intervención en política destituyó al
General Alvaro Valencia Tovar del Comando del Ejército, y designó rector de la
Universidad Nacional al insigne humanista marxista Luis Carlos Pérez. Quiso realizar
una profunda reforma de la justicia y de los regímenes municipal y departamental,
pero su Reforma Constitucional fué derrumbada por decisión de la Corte Suprema de
Justicia.
López Michelsen expidió el Código de Recursos Naturales. Bajo su administración se
crearon las corporaciones regionales autónomas para protección de áreas con
problemas de erosión y similares, se creó el Ministerio del Medio Ambiente.
JULIO CESAR TURBAY AYALA 1978-1982
Vence en elecciones al opositor propuesto por el conservatismo, Belisario Betancur.
Tuvo especial interés TURBAY AYALA en mejorar las comunicaciones y las vías en el
111
país, al igual que la electrificación de todas las regiones. Reestructuró el Seguro Social,
inauguró el departamento del Caquetá, introdujo la televisión en colores, reformó los
códigos y la educación pública, y ordenó la intervención oficial del Grupo Colombia y
otros sectores financieros. El orden público tuvo numerosas dificultades, con episodios
muy destacados por la prensa nacional e internacional, como el robo de armas del
Cantón Norte, y la toma de la Embajada de República Dominicana -acciones ambas del
M 19-, lo mismo que varios intentos guerrilleros de invasión por las fronteras. Hubo
una nueva amnistía, y el gobierno creó una Comisión de Paz que no hizo ni logró
nada. Tras este intento se dedicó a fortalecer las fuerzas armadas y a modernizar sus
institutos. El malhadado Estatuto de Seguridad restringió gravemente las libertades
civiles, por lo que su gobierno fué mal calificado en el plano internacional y de los
derechos humanos. La violencia general se recrudeció y se aumentó a los delitos
habituales el secuestro político y extorsivo. Se hizo más notoria la acción subterránea
del narcotráfico y su incidencia en la economía. Bajo su gobierno se firmó el Tratado de
Extradición con Estados Unidos, fuente de críticas y de problemas, el Estado adhirió al
Estatuto de Derecho del Mar, y se opuso al apoyo continental a la Argentina durante la
crisis de las Islas Malvinas. Estuvo a punto de solucionarse el histórico diferendo con
Venezuela por la delimitación de las fronteras marítimas, pero el proyecto de Tratado
que daba vigencia a la Hipótesis de Caraballeda, fracasó estruendosamente. La
Reforma Constitucional del 79 fué declarada inexequible dos años después, y el
distanciamiento del ejecutivo con la Corte Suprema mantuvo en vilo la opinión
nacional y la tranquilidad de los espíritus por un considerable período.
BELISARIO BETANCUR CUARTAS 1982-1986
En su tercer intento llegó BELISARIO BETANCUR a la presidencia, derrotando a
LOPEZ MICHELSEN con la consigna política del Sí se puede! y una propuesta de
pacificación general. Se firmaron, en efecto, pactos de paz con varios grupos
insurgentes. Pero los críticos de su gobierno han mostrado que lejos de lograrse el
objetivo, la confianza en estos acuerdos condujo a bajar la guardia en tal forma que
desde entonces los frentes guerrilleros se han multiplicado por cuatro. En el 83, el
Jueves Santo, se produjo la destrucción de numerosos monumentos históricos en
Popayán, como consecuencia de un fuerte terremoto. En noviembre del 85 se produjo
la toma del Palacio de Justicia por el M-19, y ante los intentos de la fuerza pública de
recuperarlo a sangre y fuego, se causó con las balas cruzadas la muerte de más de cien
colombianos, incluídos el presidente de la Corte Suprema de Justicia, y una docena de
Magistrados y Consejeros de Estado. Una semana después se aceleró el deshielo
freático del Volcán Nevado del Ruiz y la avalancha sobre Armero, con más de veinte
mil muertos y desaparecidos. En el 84 fué asesinado el Ministro de Justicia, RODRIGO
LARA BONILLA, por sicarios del narcotráfico, y el Presidente endureció la
112
persecución contra éste, e inició la extradición de colombianos solicitados por Estados
Unidos.
Bajo esta administración se continúa el control de los abusos financieros detectados
desde el período anterior de gobierno. Se promueve la vivienda popular, y se
desarrollan las perspectivas de la universidad abierta y a distancia; se aprueba la ley
sobre elección popular de alcaldes, y se crea el Impuesto al Valor Agregado.
Comienzan a operar los canales regionales de televisión, y se trasladan los festivos a
los lunes. Asimismo se realizan algunas reformas en la justicia, los impuestos, los
partidos políticos, el Congreso, y el régimen de departamentos y municipios.
VIRGILIO BARCO VARGAS 1986-1990
Se presentaron las candidaturas conservadora de ALVARO GOMEZ HURTADO,
liberal de BARCO y la de JAIME PARDO LEAL por la UNION PATRIOTICA. Ante el
aplastante triunfo del Ingeniero BARCO VARGAS y su manifestación de que haría un
gobierno liberal, el conservatismo se concentró en una oposición reflexiva.
Probablemente ha sido este gobierno la primera ocasión en que se ha trabajado
políticamente con el esquema gobierno-oposición asumido deliberadamente por
ambos partidos. Las problemas con el narcotráfico se incrementaron, y hubo
secuestros de personajes importantes como Andrés Pastrana y Alvaro Gómez
Hurtado, y otros fueron asesinados, como ocurrió con Guillermo Cano, director de EL
ESPECTADOR, Carlos Mauro Hoyos, Procurador General de la Nación, y Jaime
Pardo Leal, director del partido Unión Patriótica. La ley 68 del 86, con la cual se había
pretendido sanear el Tratado de Extradición, fué declarada inexequible por la Corte
Suprema de Justicia, con lo cual debió suspenderse toda extradición de colombianos a
Estados Unidos. Bajo esta administración se incrementó la exploración y exportación
de petróleo, y se aprobó una nueva ley de reforma agraria.
CESAR GAVIRIA TRUJILLO 1990-1994
El proceso político parecía conducir a la presidencia al joven dirigente liberal LUIS
CARLOS GALAN SARMIENTO, pero su asesinato en plena campaña política cambió
los caminos, tras una breve labor proselitista conquistó la votación el Doctor CESAR
GAVIRIA. Aunque el orden público tuvo numerosos problemas y las obras públicas
continuaron desarrollándose a buen ritmo, la preocupación fundamental de la primera
parte de su período fué la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente, y la
segunda parte el estreno y consolidación de la Nueva Constitución Colombiana.
Gaviria, con el pretexto de insertar el país en el contexto de los Estados modernos, lo
113
comprometió con la filosofía económica del neoliberalismo, y decretó la apertura de
su economía a la internacionalización. De otro lado, buscó la reducción del tamaño del
Estado mediante la insubsistencia de decenas de miles de empleados oficiales, y la
gradual entrega a la empresa privada de las entidades estatales, es decir, la
privatización de los institutos públicos. Al terminar su presidencia, hizo campaña
hasta lograr la Secretaría General de la ORGANIZACION DE ESTADOS
AMERICANOS, con sede en Washington.
ERNESTO SAMPER PIZANO 1994-1998
Después de una breve carrera política y brillantes actuaciones como Congresista y
director del partido liberal, SAMPER PIZANO fué elegido sobre opositores de varios
movimientos, pero la última definición se hizo frente al candidato conservador
ANDRES PASTRANA, al que superó en ciento cincuenta mil votos. En esta elección se
aplicó por primera vez la fórmula de Presidente-Vicepresidente, y para este cargo se
acompañó de HUMBERTO DE LA CALLE LOMBANA. Sin acabar todavía el primer
año de administración empezaron a circular los rumores de que su campaña había
sido financiada con dineros del narcotráfico. La especie, utilizada como instrumento
de oposición más que por interés realmente moralizante de la política, condujo a un
largo proceso que le dificultó hacer gobierno, y responder adecuadamente a los
numerosos problemas del país: desorden público por delincuencia, narcotráfico y
guerrilla, crisis económica, descertificación por los Estados Unidos, desempleo,
bancarrota en numerosas industrias, dificultades en las relaciones internacionales, etc.
Algunos atribuyen los graves conflictos suscitados en su período a la herencia
neoliberal y aperturista originada en la administración GAVIRIA, y que SAMPER ha
tratado de corregir dándole sentido social al compromiso político y buscando que el
cambio de ruta se haga gradualmente para disminuír sus rigores.
La Cámara de Representantes no halló razones suficientes para encausar al Presidente,
y se abstuvo de formular acusación ante el Senado. De todos modos, su eventual
responsabilidad se siguió agitando por los grupos de oposición. Al terminar el año de
1996 la economía nacional tuvo un crecimiento pequeño, pero lo tuvo, la inflación
cedió aunque no en la proporción que se esperaba, y la imagen del país en el exterior
es discutida: para algunos países prima el sambenito de narcodemocracia acuñado por
los jerarcas estadounidenses, en tanto que otros consideran a Colombia como un
Estado víctima, que se ha esforzado por conquistar la paz, la soberanía, y el decoro de
las democracias contemporáneas. Colombia y el Presidente SAMPER fueron
distinguidos con la presidencia de la ORGANIZACION DE PAISES NO ALINEADOS,
que reúne 113 Estados en vías de desarrollo.
114
115
LECTURA COMPLEMENTARIA:
EL PROBLEMA AGRARIO
Capítulo tomado de la obra
del Profesor DARIO MESA.
..................................
En esta coyuntura de la vida nacional, ya dentro de la situación conflictiva, apareció
con toda su evidencia el fenómeno que surgiera de los procesos paralelos (...): entre la
tierra y el cultivador se ha introducido una espesa capa de derechos civiles, títulos y
pretensiones de dominio, que los aísla y separa. Es decir, que los elementos de la
producción, el trabajo, representado por el labriego y el capital representado por la
tierra, están divorciados por la interferencia de los titularios, que aprovechan el
beneficio de una manera indirecta y muchas veces privilegiada". El ministro concluía
que este hecho había acarreado "los graves desórdenes que se están viviendo". Y en la
explicación minuciosa de tal hecho dejaba entrever lo que el decreto y, naturalmente,
los grupos sociales que lo sustentaban perseguían. "En primer lugar -escribía-, se
destaca el hecho de la desposesión de los campesinos, que se ven obligados a trabajar
en condiciones inestables, por cuenta de terceros, en calidad de arrendatarios, o, lo que
es más grave, en una forma clandestina, de carácter delictuoso, que se ha llegado a
crear en Colombia. en muchas regiones del país, y muy especialmente en
Cundinamarca, el Tolima, Boyacá y el Magdalena, la interferencia de títulos ha
formado grandes latifundios, en los que habita una masa de labriegos sujeta al
despotismo de una economía mínima de producción, inmediatamente consumible, sin
margen de capitalización, y que por carecer del derecho de dominio sobre la tierra que
los nutre, no logran nunca conseguir un asiento para sus familias, y en lugar de ser
factores de creación de riqueza, son focos de inquietud social. Si durante mucho
tiempo esas masas permanecieron tranquilas, sometidas las más de las veces a
regímenes ignominiosos de trabajo, condenadas a la eterna indigencia, su propio
crecimiento y el despertar de la conciencia colectiva las han arrancado ahora de
aquella sumisión, y les han inspirado el reclamo urgido y angustioso de la tierra. A
esto contribuye en no pequeña medida la situación grave de miseria en que las ha
precipitado la crisis actual, pues no debe olvidarse que su único elemento de
subsistencia es el cultivo de la tierra". Y, sin duda bajo la influencia del marxismo
atemperado y difuso de Jorge Eliécer Gaitán, el ministro anotó: "En mi concepto,
puede localizarse la esencia del conflicto agrario en esta contraposición de los factores
jurídicos en pugna con los factores económicos. Es un fenómeno que se observa en la
116
interferencia de los títulos entre el capital y el trabajo. Y es lógico deducir, en
consecuencia, que cualquier solución fundamental del problema debe referirse a la
descomposición de ese conflicto de factores, inspirándose en el principio
incontrastable de que los postulados jurídicos han de servir para proteger y ordenar el
juego de los elementos económicos. Por lo tanto, la organización consuetudinaria del
complejo jurídico-económico del país debe ser reformada de una manera que desate el
funcionamiento de las fuerzas creadoras de riqueza, amoldando los mandatos del
derecho en tal sentido, para que no obstruyan, sino que faciliten la resultante de
progreso". Quien conozca los escritos o haya escuchado los discursos de Gaitán, sabe
bien que ese párrafo fue escrito o, por lo menos, inspirado por él. Su vago marxismo se
hace aquí más claro y, sin duda, acierta a dar con la raíz del problema. Debemos
subrayarlo así, porque, como veremos, el planteamiento teórico del asunto no volvió a
alcanzar esta precisión.
La comisión de la Cámara que estudió el proyecto del señor Chaux señaló que éste
giraba sobre seis puntos centrales: a) La presunción legal, que admite por lo tanto
prueba en contrario, de que son baldíos, con ciertas limitaciones, los terrenos no
cultivados que existen en la República; b) el requisito del cultivo o de la explotación
para evitar que las tierras de propiedad privada pasen a ser del Estado como sanción
por el abandono en que las deje el dueño durante cierto tiempo; c) Se adquiere el
dominio de ellas por los particulares mediante su aprovechamiento temporal y
continuo con cultivos agrícolas, o trabajos industriales o pecuarios, en globos abiertos;
d) La seguridad de que no son baldíos, mediante una presunción de derecho que no
admite prueba en contrario, los terrenos que a la fecha de la ley se hallen poseídos
regularmente y se tengan cercados y aprovechados con trabajos agrícolas, industriales
o pecuarios, más una porción inculta que no sea mayor de la cultivada ni pase de mil
hectáreas; con ello no se quiere decir que el terreno sea A o B, sino que no es del
Estado; e) La prohibición de adquirir (no de poseer), en lo sucesivo, a título singular,
más de dos mil hectáreas, y limitaciones consecuentes en la trasmisión por herencia; f)
La garantía para el colono de que, al ser despojado, se le pagarán sus mejoras,
estimadas con avalúo racional y comprensivo del trabajo humano invertido, gastos de
adaptación del terreno para su aprovechamiento, del precio comercial de aquellas, de
la cosecha por coger, del mayor valor de la tierra debido a su esfuerzo, y todo sin
perjuicio de las expensas útiles y necesarias, garantizándole la retención mientras no se
le paguen.
Las Comisiones Parlamentarias modificaron el proyecto, que, de modificación en
modificación, diríamos mejor: de movimiento en movimiento de las distintas fuerzas
sociales que lo debatían, fue convirtiéndose en una proposición menos avanzada que
la originalmente concebida.
117
Fue así, modificado, mejor es quizás decir: controlado, como halló el proyecto de
Olaya el Presidente López. El 22 de julio de 1935, los ministros de Gobierno y de
Industrias y Trabajo, Darío Echandía y Benito Hernández Bustos, presentaron un
nuevo proyecto que tomaba en consideración los "estudios de gran valor científico
realizados por la Comisión que funcionó en el Ministerio de Industrias en el año de
1933". La nueva Junta estaba diferentemente compuesta: los nombrados ministros de
gobierno y de Industrias y Trabajo, además de los magistrados de la Corte Eduardo
Zuleta Angel y Antonio Rocha, en compañía de los señores Alfonso López Michelsen y
Guillermo Amaya Ramírez, este último en tal tiempo jefe del Departamento de Baldíos
del Ministerio de Industrias.
El tono antifeudal de la nueva exposición de motivos seguía animando el proyecto,
pero la posición teórica se había debilitado. Gaitán, evidentemente, no participó en la
redacción del nuevo texto. "Una cuidadosa observación -se decía en él- de las regiones
pobladas del país pone de relieve el hecho de que en algunas de ellas, casi en todas, las
propiedades no se hallan equitativamente distribuidas, dando lugar así a la existencia
del acaparamiento de la tierra por unos pocos, con la consiguiente exclusión en el
beneficio de ésta del mayor número, y con el agravante también de que la legislación
vigente tolera la subsistencia de grandes extensiones desaprovechadas en regiones de
densa población campesina, carente de un pedazo de tierra propia en donde
desarrollar su actividad natural por manera distinta del trabajo asalariado". Este era el
problema, sin duda; pero el hecho conductor de la discusión fue el de la titulación de
los baldíos. La exposición de motivos es alegato de abogados antes que análisis
económico, político o social, como lo había sido la exposición de motivos del proyecto
de Olaya. Probablemente se había avanzado ya socialmente lo necesario como para
insistir más que todo en la formulación de la norma; ésta, sin embargo, había sido
expresada ya teóricamente e impuesta, quizás, en el pensamiento político nacional por
el proyecto de Chaux.
"El labriego desposeído de tierra y ávido de adquirirla -se dijo en la nueva exposiciónrealizó el esfuerzo de colonizar baldíos (...) sobre los cuales se exhibieron contra él
títulos para lanzarlo, con pérdida de su trabajo, o para colocarlo de nuevo en el
régimen de subordinación de que venía huyendo". Era, obviamente, "una pugna (...) y
el título poseído por quienes carecían de toda vinculación con la misma tierra y aún
llegaban a conocer ese título tan solo en el momento de invocarlo contra el trabajador".
Determinada por esas realidades, la Corte Suprema de Justicia, sentó, en 1926, la
siguiente doctrina: "Tratándose de un juicio entre la nación y un particular, en el cual
se disputa la propiedad de un terreno que la nación alega pertenecerle como baldío, si
el particular no demuestra el dominio, el litigio debe fallarse a favor de aquella. La
aseveración que hace el Estado de ser baldío un terreno, entraña una negación
indefinida, o sea la de no haber salido de su patrimonio, la cual, según los principios
118
sobre prueba, debe destruirse con la afirmación concreta y definida de haberse
adquirido el dominio por quien se pretende dueño. Aquí la nación tiene a su favor la
presunción de dominio, y aún cuando intervenga como actor en el juicio, está
dispensada del peso de la prueba". Esta doctrina determinó la crisis jurídica de los
baldíos en Colombia, ante todo porque rectificó el concepto de que treinta años de
títulos inscritos constituían plena prueba de la existencia de propiedad privada, según
lo señaló la exposición de motivos. El gobierno llevó al Poder Judicial todas las
reclamaciones sobre baldíos; y "algunos de esos exámenes de títulos -dicen los
expositores del proyecto- y los juicios mismos que instauró la nación, pusieron de
manifiesto que en muchos casos el llamado propietario, que mantenía incultas grandes
extensiones y lanzaba como detentadores a los colonos, no era sino un acaparador de
baldíos, pues carecía de títulos serios, o si los tenía sobre una pequeña porción,
pretendía cubrir con ellas vastas zonas inmediatas mediante el sistema de cambio o
modificación de los linderos". La intervención del gobierno ante el poder Judicial
resultó ineficaz, sin embargo, por la lentitud de la administración de justicia, fuera de
que cualquier decisión, "cuando versa sobre terrenos que se mantengan incultos a la
sombra de una titulación satisfactoria", resultaba inicua. "La sentencia -continúan los
expositores- que a favor del propietario inscrito se dicte en cada caso, no hará sino dar
una base legítima indudable al hecho antieconómico de sustraer a todo beneficio
terrenos que campesinos carentes de suelo explotable desean beneficiar, y colocará a
las autoridades en la necesidad de estorbar el esfuerzo creador de riqueza, para
favorecer en cambio la sustracción de importantes sectores territoriales a todo
aprovechamiento". Ahora bien, como la Corte había completado su doctrina
estableciendo que quien pretendiera dominio sobre un terreno había de presentar, si
no todos los títulos perfectamente encadenados, al menos el título original en que
constara que tal tierra había salido ya del patrimonio nacional, se produjo con ello una
amenaza también a los terrenos cultivados debido, entre otras cosas, al "descuido con
que en épocas anteriores se mantuvieron los archivos nacionales, o por la destrucción
de ellos en nuestras guerras civiles". Resumiendo el problema antes de establecer las
normas, los expositores escriben: "La necesidad, conforme a la jurisprudencia de la
Corte, de exhibir el título originario para demostrar el dominio privado; la carencia de
ese título en el mayor número de casos por parte de quienes se dicen propietarios, ya
que el país ha vivido en el error de creer que treinta años de tradición inscrita eran
suficientes para acreditar dominio territorial; la abusiva modificación de linderos
realizada por propietarios de pequeñas extensiones que a través de los años ampliaron
su superficie a costa de los terrenos baldíos, y en muchos casos el acaparamiento de
hecho de los mismos terrenos, basado simplemente en la habilidad de quien un día
resolvió otorgar un instrumento público sobre traspaso de ellos, son causas que han
creado en el campo de los hechos y en el derecho una confusión, casi imposible de
esclarecer, entre los baldíos y la legítima propiedad particular". el proyecto buscaba,
pues, amparar "el trabajo, dando a la propiedad económicamente aprovechada la
119
estabilidad que requiere"; proponía medidas que impidieran el acaparamiento de
baldíos y fijaran un criterio que permitiera la separación de estos y la propiedad
privada, todo ello basado "en la realidad y no en el abuso del derecho ni en ficciones
legales". Los expositores fijaron así las aspiraciones del Proyecto:
1. Por medio de la presunción de dominio privado sobre los terrenos económicamente
explotados, sustraer la riqueza agrícola del país del campo litigioso para colocarla en el
de seguridad que le corresponde.
2. Extinción de la propiedad privada que no se explote comercialmente, a favor del
Estado.
3. Las tierras que, teniendo más de treinta años de titulación, carecen de título
originario, se dejan por diez años solamente en manos del poseedor inscrito que
acredite una tradición legal por treinta años.
4. Modifica el concepto de posesión en el sentido de identificarlo con el de explotación
económica del suelo, para ofrecer, por medio de las acciones de lanzamiento y
posesorias, una amplia protección al trabajo, eliminando los conflictos entre éste y
omisiones abusivas realizadas al amparo de ficciones legales, y coloca en manos de
jueces especiales la solución de las cuestiones de hecho para que sean falladas a base
de un exacto conocimiento de la situación real.
En las discusiones parlamentarias sobre el proyecto y sus previsibles modificaciones
por los comisionados de ambas cámaras del Congreso aparecieron netamente las
diversas posiciones de las clases que componían entonces la sociedad colombiana.
Hasta apareció, en esos debates, la sugestión de que el proyecto del Gobierno, de
aprobarse, llevaría a una producción agrícola excedente. Por supuesto, tal argumento
quedaba enterrado en las estadísticas: $5.728.204 imputados, en 1935, en artículos que
iban, en la lista, desde ajos y cebollas, frisoles y papas, hasta lúpulo y tabaco en rama.
"Yo podría asegurar en absoluto -respondía el representante Alejandro López al
representante Ricardo Sarmiento Alarcón- que aquí no habrá de presentarse la
superproducción. Debe tenerse en cuenta que es infalible el principio de que la tierra
que da el producto también da el consumidor, porque el individuo que consigue una
tierra y entra a hacerla producir, consume, naturalmente, mucho más que antes de
tener esa tierra. Acomodando mejor la producción se aumenta el poder de compra, y
entonces no solamente habrá consumo para nuestros productos sino también para
triplicar las importaciones en otros renglones, porque a medida que crece y se
acomoda la población, se aumentan las importaciones". Y, con su lucidez casi habitual,
Alejandro López, en el mismo debate, apreciaba el factor nuevo de las carreteras como
determinante de un nuevo ascenso del campo: "Había -dijo- más peligro de
120
superproducción hace veinte años que ahora, porque a tiempo que entonces en Nariño
no sabían qué hacer con el arroz ni en Boyacá con el trigo y las papas, en otras partes,
situadas a distancias relativamente cortas, estaban pagando esos mismos productos a
precios altísimos. Con ese pequeño ómnibus que aquí vemos (...) se ha alejado
totalmente el peligro de la superproducción, porque gracias a él se esparcen los
productos por todas partes, creándose la uniformidad de los precios, bien inestimable
para la República". Ese bien inestimable no parece haber sido cabalmente
comprendido por la mayoría de los oyentes, súbditos de país semipastoril y de
indigente cultura económica y política; pero el Dr. López, que venía de Londres y
sabía lo que era necesario hacer en aquel tiempo en Colombia, entendía claramente
que ese bien inestimable de que hablaba y esa "uniformidad de los precios" equivalían
nada menos que a la creación de un mercado nacional. Las estadísticas de entonces
eran más insuficientes que las de hoy y esta razón nos impide precisar ciertos
fenómenos concomitantes del ómnibus de que hablaba el representante Alejandro
López. Fenómenos como el del cambio de la fuerza de tracción, por ejemplo. Pero si no
nos es posible aprehender la magnitud del fenómeno en sus planos cuantitativo y
cualitativo, casi todo colombiano puede citar datos empíricos acerca del retroceso del
caballo, pongamos por caso, frente al motor. La mecanización de la agricultura era
mínima, mas en el transporte se avanzaba a ritmo considerable, sobre todo en los
departamentos más desarrollados. Por esta época, Antioquia, Caldas, Valle,
Cundinamarca se hallaban cruzados por carreteras intermunicipales; y ello disminuía
el papel de la fuerza de tracción animal.
Otro fenómeno de difícil medición cuantitativa para el tiempo es el del cambio de la
alimentación bajo el impulso del crecimiento económico. Alimentos energéticos?
Proteínicos? No sabemos exactamente qué predominaba en los núcleos técnicamente
más avanzados de la población; y como la literatura costumbrista llegó en esos días
hasta desaparecer, ni siquiera disponemos de esa fuente. Sin embargo, en novelas
como "El pantano" o "Casa de Vecindad" de J.A. Osorio Lizarazo podríamos hallar
ciertas indicaciones de las tendencias alimentarias de la población urbana en aquel
período de desenvolvimiento inicial de la industria. Considerando el problema
también por analogía -analogía con lo sucedido en Inglaterra, Francia, Alemania y
Estados Unidos en etapas semejantes-, es probable que los alimentos proteínicos
superaran a los energéticos a medida que la industria se desenvolvía y las
concentraciones urbanas en algunos sitios -Medellín, entre ellos- lograban mejores
ingresos por una mayor productividad del trabajo paralela a la lucha sindical.
Estas alteraciones en las tendencias alimentarias determinaron algún cambio en la
agricultura? He aquí un problema que no hemos logrado precisar cuantitativamente
por la carencia de fuentes nacionales; pero, razonando también por analogía, debió de
operarse en algunas áreas, Antioquia, Valle, Caldas, Cundinamarca, digamos, cierto
121
estímulo a la producción agrícola por la demanda creciente de leche, carne, huevos,
verduras de primera clase, etc.
Sea como fuere, todo esto sin duda lo tenía en mente el doctor Alejandro López
cuando hablaba en el debate acerca del problema. No es presumible que muchos
entendieran la complejidad económica, técnica y social de su razonamiento; pero en
los Anales del Congreso está el testimonio de que un buen grupo de congresistas
entendía la urdimbre política del proyecto discutido. En ello no se dejaban engañar, ni
siquiera por trucos filológicos. El representante Diego Mejía, por ejemplo, en una de
las sesiones puso de presente cómo el Ministro de Agricultura, Francisco Rodríguez
Moya, torpedeaba el alcance del proyecto al defender ciertos términos de su redacción
"(...) Cambiar -decía- la palabra necesario por la palabra adecuado significaba cambiar
el espíritu de la ley, la intención del legislador, que es la de procurar que los terrenos
particulares sean explotados económicamente, porque el cambio de la palabra
necesario por la palabra adecuado significa que los terrenos que no se exploten dentro
de un gran fondo, pueden mantenerse eternamente en poder de su poseedor por el
hecho de que son adecuados para una explotación económica, pues mientras más
grande es una propiedad, más adecuada es para la explotación económica, porque una
pequeña no puede recibir la maquinaria que es posible establecer en una propiedad
grande (...). el señor Ministro de Agricultura y Comercio está a la derecha, sosteniendo
la tesis de los latifundistas (...) -Hay que ver qué norma se le da a un juez -replicó el
ministro- para aplicar el término necesario o el término adecuado. No es ésta una
cuestión de fondo, sino un esfuerzo de ingenio de su Señoría para complicar a un
Ministro (...) -No hay tal -contestó Mejía- (...). Hay tesis conocidas de muchos
representantes, según las cuales en la opinión de su Señoría esta ley va a ser un taco de
dinamita en la República. Y naturalmente la mejor manera para su Señoría de salir del
apuro y presentarse en la misma línea del gobierno, atacando al mismo tiempo el
proyecto, es hacer aparecer una cuestión de fondo como cuestión filológica". En
realidad, detrás de esta querella aparentemente gramatical se debatían las dos
tendencias del desarrollo capitalista de la agricultura: la que pugnaba por mantener
relativamente intactos los latifundios a la espera de que entraran poco a poco en los
marcos del capitalismo mediante algunos estímulos se hallaba en contra, por supuesto,
de la que buscaba destrozarlos y fundar una economía agrícola de granjeros. El
representante Heliodoro Angel Echeverri decía, por ejemplo (Régimen t. I, 302), en
nombre de la fracción avanzada: "Qué pretendemos nosotros con esta ley, si no es
acabar con los grandes latifundios de este país, si no es acabar con las extensiones
incultas e inexplotadas económicamente? Si ponemos la expresión adecuada, qué
hacemos? Mantener la situación actual. No es a cambiar la situación actual a lo que
tanto la comisión como la Cámara se han propuesto? ¿O es a mantener la situación
actual? ¿Si no tenemos el valor de las modificaciones para qué estudiamos esta ley? Es
así (...) que esa expresión adecuado en el artículo y la expresión necesario, tienen una
122
amplia, una vasta significación,
darse cuenta de ella y acoger
precisamente la que realiza su
mantener el latifundio llegaba,
Gobierno era...Anarquista!.
una profunda diferencia que la Cámara tiene qué
como debe acoger la expresión necesaria, que es
pensamiento a cabalidad". El grupo que buscaba
en cambio, hasta considerar que el proyecto del
El país se hallaba entonces socialmente dividido, pero esa división social se deformaba
por la división partidista. De un lado, los partidarios del proyecto y del gobierno,
encuadrados en general por el liberalismo, divididos a su vez entre quienes querían
uno u otro camino del desarrollo agrario dentro del capitalismo; por otro, "todas las
fuerzas de la reacción", según el lenguaje del representante Heliodoro Angel Echeverri
(Régimen, t.I., 325). "Muchas personas -agregaba- no lo han estudiado siquiera (se
refiere el proyecto), y sin embargo se oponen sistemáticamente a él y dicen que vamos
a entorpecer el régimen jurídico del país, que vamos a acabar con la propiedad. Y digo
que todas las fuerzas de la reacción se han confabulado contra este proyecto, porque
no solamente son los propietarios a quienes no se les resuelven de una manera
satisfactoria todos sus asuntos, ni son los señores de "El Siglo" y los conservadores
todos, quienes están levantando la bandera de oposición contra el proyecto, sino que
también lo hacen las entidades que se llaman sindicatos de propietarios, porque es un
hecho que estos sindicatos que presentan tendencias y métodos clericales, se han
enfrentado tenazmente a esta iniciativa en la cual tienen el Gobierno y el Parlamento
liberal fundadas esperanzas de redención económica". Fue el mismo parlamentario
quien pidió (Idem, 326 - 27) que se tomaran "las medidas necesarias a fin de que el
clero se coloque en la situación que le corresponde en el país; porque si el partido
liberal lo respeta, no es justo que a través de sindicatos de propietarios estén creándole
problemas que en lo temporal no tienen nada que ver con la misión espiritual que a los
ministros de la religión católica les está confiada. El documento que voy a leer en
seguida, prueba de una manera palmaria cómo están trabajando las fuerzas de la
reacción contra las ideas fundamentales del gobierno liberal. Dice así:
Arquidiócesis de Medellín -Gobierno Eclesiástico- Administración Apostólica Reservada -Medellín Agosto 6 de 1936.
Señor Cura de...
"Después de saludar a usted atentamente, me permito hacerle la indicación siguiente:
Conviene mucho animar, sobre todo a las gentes de los campos, que son propietarios
en grande o en pequeño, a fin de que tomen parte, o se alisten en el Sindicato
Departamental de Propietarios de Antioquia, fundado con el fin de defender el
derecho de propiedad, amenazado por las doctrinas subversivas que están en boga
hoy. Esta insinuación a los fieles de su Parroquia debe hacerla en particular y con
123
discreción, sin llevar, en manera alguna, el asunto al púlpito, ni hacerlo objeto de
predicación en el templo.
Dios guarde a usted.
TIBERIO
Arzobispo - Administrador Apostólico".
"Esta clase de circulares -continuaba Angel Echeverri- (...) y esta clase de armas, son las
que están empleando en todo momento contra el proyecto sobre régimen de tierras, en
Antioquia y en donde se quiera".
Entretanto, la Sociedad de Agricultores de Colombia entraba en la arena como una de
las "fuerzas de la reacción" de que hablaba Angel Echeverri.
"La ley proyectada no es de régimen de tierras -decía la Sociedad-, como ha solido
denominársele. La palabra "Régimen" denota regulación completa, y esa ley no regula
íntegramente la materia del dominio de las tierras (...) Alterará, si llega a ser ley, las
reglas sobre prueba del dominio y la posesión de estos predios; limitará los hechos que
induzcan a posesión; hará muy difíciles, por no decir imposibles, los lanzamientos;
establecerá una prescripción sin precedentes; dará derecho a una clase social de
expropiar a otra. Su fin es que pasen las tierras de manos de unos a manos de otros. De
las manos de quienes cuentan con medios de cultivarlas y las cultivan con algún
conocimiento, a las de quienes no cuentan con esos medios y carecen de todo
conocimiento" (Régimen t.II, p. 63). No se podría pedir un lenguaje más franco para
expresar los intereses y las aprensiones de una clase. Por él se puede entrever el grado
de acritud de la querella social y del debate político que la reflejaba.
En el Senado, las fuerzas sociales y políticas se hallaban sobre posiciones idénticas a las
de la Cámara. Las dos tendencias dentro de la directriz reformista son perceptibles en
los discursos, lo mismo que la tendencia del todo enemiga. El senador Francisco José
Chaux mantenía su posición avanzada de 1933 contra varios de los senadores de su
propio partido y, naturalmente, contra los que, de una u otra manera, expresaban
abiertamente a "las fuerzas de la reacción". Una ley que era apenas zurcido de
disposiciones extranjeras? No, replicaba Chaux. "Allí no hay nada improvisado ni
nada importado. Todo allí es colombiano de nacimiento (...) La consideración seria del
problema agrario se inició (...) bajo la administración del presidente Abadía Méndez, y
se acentuó, como era lógico, bajo el Gobierno trascendentalmente renovador del
doctor Olaya Herrera (...) Las disposiciones de esa ley son resultado, una a una, de la
realidad nacional del problema; son fruto de una larga y bien controlada experiencia
124
de varios gobiernos colombianos, en diez años de observación, del conocimiento
directo y del estudio metódico de los diversos conflictos y problemas, más o menos
locales o regionales, más o menos transitorios o estables, que sumados, constituyen la
totalidad del problema nacional (...) para la elaboración del proyecto del gobierno
apenas se habrán leído, por vía de información, legislaciones extranjeras, y podría
señalar funcionarios profundamente conocedores del problema nacional, y que han
colaborado ahincadamente para encontrarle las soluciones adecuadas, que saben muy
poco, o no saben nada, ni de los problemas agrarios, ni de las soluciones agrarias de
Rusia, de Checoeslovaquia, ni siquiera de México".
Fue en el Senado donde el senador Francisco Rodríguez Moya, el Ministro de
agricultura que había tratado de limitar el alcance de la Ley con las vallas de la
filología, se dio a hablar nítidamente de en quienes se perpetúa el sistema feudal que
nos oprime. La cuestión agraria no reside en la tierra incultivada, sino en la cultivada.
Por eso afirmo que hay necesidad de hacer de cada arrendatario un propietario,
mientras no ocurra esto, el problema seguirá, pues esos hombres estarán reducidos a
una vida miserable por la renta que han de pagarle al propietario; renta en dinero, en
productos o en trabajo gratuito". Era -debemos anotarlo- la primera vez que se
planteaba el problema de la renta de la tierra en el debate. Por supuesto, esta
formulación específica del senador Molina sobre la tierra como fuente de renta recibió
"la callada por respuesta", como se dice en España. Luego agregó el mismo senador:
"Algunos oradores han dicho que este proyecto es liberal y no marxista; eso es
evidente. El proyecto es liberal y menos que liberal, pues en otras partes el liberalismo
ha ido más lejos (...) quiero tranquilizar a los elementos nerviosos del Senado,
diciéndoles que a lo largo de esta iniciativa jurídica no se encuentra ningún atisbo de
socialismo (...) Este proyecto no se sale en nada de lo que dispone la reforma
constitucional de este año; en ella se habla de que la propiedad es una función social y
de que el trabajo es una obligación también social" (el Ministro Darío Echandía había
explicado, días antes, en nombre del Gobierno, que tal reforma constitucional "no es,
no puede ser, ni socialista, ni comunista, sino pura, simple y rigurosamente liberal").
indicando una de las facetas político-sociales del problema, Molina señaló que el
proyecto implicaba el que el liberalismo fuera al campo.
"El partido de gobierno -dijo- no ha ido al campo, por lo cual este sigue siendo la
fortaleza del conservatismo; los campesinos son los que le permiten al conservatismo
bloquear los avances de la nueva República". Este discurso fue uno de los últimos
movimientos tácticos. la aprobación de la ley 200 sobre régimen de tierras había sido
decidida, y el 19 de diciembre de 1936 salió del Congreso; el 30 fue firmada por el
Presidente y sus Ministros. Apareció publicada en el número 23.388 del "Diario
Oficial" el 21 de Enero de 1937; pero, en cumplimiento de su artículo final, sólo empezó
125
a regir sesenta días después, exactamente el 7 de abril, según lo comunicó en circular el
Ministerio de Agricultura a todos los Gobernadores.
126
CUESTIONARIO
DE
AUTOEVALUACION
-----Cuáles de las administraciones mencionadas han desarrollado sus programas
mientras usted vive, y en qué forma han afectado su vida ?
-----A su juicio, y presentando cinco o seis razones serias, cuál es la explicación del
orígen y propósitos del llamado Bogotazo ?
-----Tiene argumentos en pro o en contra de la alternación del poder solamente entre
los liberales y conservadores ? Expóngalas.
-----Por qué no han tenido éxito las disidencias en los partidos tradicionales
colombianos ?
-----Si usted fuera a fundar un nuevo movimiento político, cuáles serían los postulados
fundamentales ?
127
VI
ESTOS CINCUENTA AÑOS...¡Error! Marcador no
definido.
PROCESO POLITICO CONTEMPORANEO
128
Los últimos cincuenta años de la vida política han mostrado las intimidades de la
estructura sociológica de nuestra comunidad, y hacen ver en qué profunda medida
están relacionadas sus convulsiones y su desarrollo con la vida general de América
Latina y del mundo. Participamos de ventajas y desventajas que presenta la historia
común de una amplia zona de población, y estamos inscritos en sistemas de los cuales
no podemos aislarnos.
EL RESCATE DEL MUNICIPIO
Una de las tendencias fundamentales, no solo en el país sino también en muchos otros
Estados, es la recuperación del municipio como célula básica de la vida política y
administrativa, centro de las actividades sociales primarias, y cuna del ejercicio de la
democracia. En Colombia, la reforma constitucional realizada en 1986 alienta la
descentralización territorial, no solamente en el aspecto administrativo, sino también
en el contexto político y en la participación fiscal. La búsqueda de la autonomía
municipal tiene un largo recorrido, sin mayores logros. Esto se observa en la precaria
importancia que se le ha atribuído al derecho local, tanto en la literatura jurídica, en
las propuestas legislativas, como en la docencia social y política.
Desde 1958 se iniciaron los proyectos de reestructuración política y se buscó la
racionalización de los servicios públicos, creando instrumentos que permitieran en
ellos una mayor eficiencia bajo la administración descentralizada y encomendada a las
autoridades locales. Sobrevivían los controles administrativos y se trataba más de
corregir otros mecanismos que habían mostrado su ineficacia, como la delegación de
funciones. Un nuevo hito lo pone la reforma del 68 que hace un poco más por la
descentralización administrativa. La descentralización asume las formas de
descentralización técnica, funcional o por servicios; no logra sinembargo cosa distinta
al incremento de la burocracia y la dispersión de los recursos, conocida la todavía
incipiente capacitación para el diseño y la evaluación de proyectos y presupuestos. Se
mencionan en los períodos siguientes disposiciones progresistas en favor del
municipio, como la reglamentación del situado fiscal por la Ley 46 de 1971, la
regulación de las Contralorías Municipales, la normatización de la Planeación
Municipal y de las Juntas Administradoras Locales, las Asociaciones de Municipios y
las Areas Metropolitanas. En la década del 80 vienen leyes de provisión fiscal para las
entidades territoriales, el Estatuto Básico de la Administración Municipal, la
participación en el impuesto a las ventas, la elección popular de alcaldes (Ley 78 de
1986),y el nuevo Código de Régimen Municipal. Es natural pensar que el sacudón que
revitaliza al MUNICIPIO forzosamente revierte en la necesidad de replantear sus
relaciones con el ente departamental y revisar la naturaleza de éste. Este proceso,
129
veremos, continúa con una especial dinámica en el proceso jurídico-político de nuestro
tiempo.
LA ESTRUCTURA POLITICA DEL ESTADO COLOMBIANO
La configuración que hace tiempo tiene el Estado Colombiano es la forma republicana
a partir de un concepto básico, a saber: Quienes ejercen el poder y administran los
recursos del país no lo hacen como dueños de él, no les pertenece por designación
divina, ni por herencia aristocrática, ni por conquista militar. Lo hacen como
representantes de todo el pueblo, que es el sustento de la soberanía. No importando
que esta soberanía se haya sustentado unas veces en el pueblo, y otras en la entelequia
ideada por Siéyes, la nación. La última forma estable adoptada ha sido de república
unitaria, lo que no obsta para que se promuevan intereses de sentido federalizante y
de defensa de consignas y apetencias regionales. El ejercicio del poder y las
atribuciones de los gobernantes y administradores está definido en el articulado de la
Constitución, y es desarrollado a través de las leyes pertinentes, lo que supone que la
voluntad discrecional está reglada y restringida, con límites que determinan la
legalidad de los actos administrativos, y a partir de los cuales se origina la
responsabilidad de los gobernantes o mandatarios ante los gobernados o mandantes,
cuya voluntad se busca realizar y en cuyo nombre se gobierna. La Constitución y las
leyes crean y organizan las instituciones encargadas de anular los actos ilegales y de
sancionar a quienes hagan mal uso de su autoridad. En términos concretos, la
Constitución de la República se dirige a una finalidad: Diseñar la estructura orgánica
del Estado -la anatomía política-, reglamentar su funcionamiento -la fisiología política-,
y regular las relaciones entre el Estado y las personas que lo conforman: objetivo éste
que es fundamental, y puede asimilarse como se está haciendo, a una cierta ecología
política donde las instituciones constituyen la biosfera o nicho del hombre social.
Como en todas las constituciones liberales, en las nuestras se ha consagrado la
separación de las ramas del poder público, que equivocadamente se sigue
atribuyendo a Montesquieu. Pero es aún válida la pretensión de que ella permite un
control recíproco que le da sentido democrático al ejercicio del poder y pone cortapisas
a la exagerada influencia de unos sectores sobre otros. Las ramas Legislativa,
Ejecutiva, y Judicial, están llamadas, sinembargo a la cooperación en la persecución del
común bienestar.
Las libertades públicas y las garantías concomitantes, herencia también de los
revolucionarios franceses del 89, se incorporan tradicionalmente en nuestras Cartas
políticas, pero inscritas en entornos diversos según el clima político del momento.
Usualmente no pueden considerarse todas como derechos en el sentido técnico de la
130
palabra, sino que son postulados políticos cuyo significado no supera los deseos de
fundamentar filosóficamente las administraciones a lo largo de un tramo de historia.
Asimismo, es fluctuante el grado de intensidad conque se disponen y se respetan. Los
pasos del Estado por las etapas de control, de intervención, de gestión... conducen a
que las libertades tengan restricciones y limitaciones en las circunstancias políticas y
personales, y su exégesis esté librada a la buena voluntad y al oportunismo de los
ideólogos y de los partidos. Conviene tomar cuenta de que la libertad y el orden
ofrecidos como consigna en nuestro escudo, dan margen a una dinámica que cada
partido busca manejar con elasticidad en favor propio y en desmedro del contrario.
Los conservadores han buscado desprestigiar la libertad bautizándola anarquía, y los
liberales han motejado de tiranía el orden impuesto por los contrarios. Resultado de la
evolución política es el logro, relativamente consolidado, de la prevalencia de los
intereses sociales frente a los derechos privados o particulares.
Esta institucionalización de la sociedad colombiana, con las modificaciones
introducidas periódicamente, y la varia suerte que las reformas tuvieron, nos cobijó
durante el último siglo -1886 a 1986-. Sinembargo desde la euforia cívica conque se
celebró el centenario de la Constitución, surgió la réplica que recomendaba una
profunda revisión de las instituciones, y con ello una nueva estructura jurídico-política
que respondiera a las necesidades de los nuevos tiempos, en los umbrales del milenio.
El gobierno de CESAR GAVIRIA promovió la convocatoria de una Asamblea
Nacional Constituyente, con el manifiesto interés de promover una mayor
participación democrática en la gestión política. Se pensó que la violencia, ya instalada
como endemia en el país, y en proceso de expansión y de agudización tanto en sus
formas económica y partidista, como en la vinculación delincuencial con el
narcotráfico, cedería en la medida en que las élites, detentadoras tradicionales del
manejo del Estado, cedieran en su afán de ventajas y de privilegios, en favor de un
pueblo largamente humillado y ofendido, sin recursos de desarrollo y privado en la
práctica de los más elementales derechos: los derechos humanos.
Puede considerarse, con base en los documentos de sus misioneros y promotores, que
la nueva Constituyente estaba llamada a reestructurar el Estado sobre el carril de seis
conceptos principales:
1. LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA. La discutida legitimidad del Estado busca en
los ciudadanos una confirmación a través de la eficaz intervención en los procesos
cívico-políticos. El pueblo colombiano durante el largo ejercicio de la llamada
democracia representativa solo fué convidado a las urnas para elegir a quienes en su
nombre pensaran y decidieran, y se convirtió en un lugar común sin respaldo fáctico la
alegación de que los representantes del pueblo buscaban la defensa de los intereses
131
comunes. Por ello se hizo necesario crear mecanismos a través de los cuales los
colombianos no fueran solo llamados a elegir, sino también a decidir sobre los asuntos
de su interés prioritario. Los partidos han perdido representatividad y se hace preciso
escuchar otras formas de opinión, al margen de ellos. Esto requería inclusive -y
justificaba- que la reforma no fuera hecha por un Congreso desprestigiado y
esclerosado sino por la presencia general del pueblo -constituyente primario- en una
Asamblea Constituyente, sin limitaciones al ejercicio de su soberanía.
2. LUCHA CONTRA LA ARBITRARIEDAD Y BUSQUEDA DE LA PAZ. La
generalizada violencia en el país se ha convertido en un fenómeno complejo. Ya es
imposible asumir con simpleza que las bandas armadas son grupos de delincuentes
comunes. El pensamiento político disidente, la promoción de otras concepciones
ideológicas, que por años ha sido acallada y reprimida, tienen derecho a participar
civilizadamente en el debate político. No está desvirtuada tampoco la violación
reiterada de los Derechos Humanos por parte de los agentes de un Estado, clasista y
comprometido con el liberalismo económico internacional, cuya carencia de controles
éticos ha llevado al mismo Papa a calificarlo como capitalismo salvaje. La estructura
del Estado como instrumento de sus oligarquías económicas ha convertido las
libertades públicas en formas que no corresponden a ninguna realidad para los
ciudadanos de carne y hueso. En estricto sentido, las garantías sólo son libertades
reales cuando se vinculan a un contexto económico, y por ello bien puede afirmarse
que en éste como en muchos otros países, para el ciudadano común y respecto de
cualesquiera de los postulados constitucionales vale la afirmación de que cada uno
tiene tanta libertad cuanta se pueda comprar: creer lo contrario es la novela rosa de la
democracia liberal.
Una interpretación, gastada ya, dice que la violencia en Colombia tiene raíz histórica y
filosófica en la violación de los derechos humanos. Y buena parte de la
responsabilidad en ella corresponde al Estado. Se reconoce la existencia de excesos y
arbitariedades en la represión de las conductas ciudadanas cuando se trata de hacer
oposición al gobierno. Se reconoce la dificultad de darle realidad a las garantías o
libertades del pensamiento, de la expresión, de la prensa. La tremenda dificultad que
enfrentan quienes se separan de unos moldes de pensamiento considerados
tradicionales y por lo mismo inamovibles como dueños de todas las ventajas. Por ello
se piensa que adoptar un texto escrito que consagre en forma clara y concreta dichas
garantías, ayudará a rescatarlas y a preservarlas dentro de un ámbito de verdad
democrático.
Mirando tan solo el sector justicia, hay lugar a reflexiones deprimentes. Entre los
fundamentos empíricos de la reforma a las instituciones de la justicia, hay algunos
datos interesantes. Por ejemplo : Mientras un juez penal municipal de Medellín dicta
132
en promedio 25 sentencias-año, el mismo dicta en Barranquilla 2.2 sentencias por año
en promedio. La duración real de los procesos penales es superior en un 202 % a la
determinada en la ley. Se detecta la tendencia en los jueces del país a imponer la pena
mínima en cada caso. Algunos delitos no corresponden en la opinión pública a la
importancia que les da la ley; tal ocurre con la contaminación de aguas, el hurto, el
aborto, la invasión, el incesto, la rebelión y el estupro. La evolución en las leyes penales
mostró a los investigadores que se protege más el interés particular que el general, y se
sanciona en forma más drástica la delincuencia política que la delincuencia común. El
62% de los detenidos son sindicados, y el 38% condenados. En el momento -1992- en
que el Instituto SER realizó la investigación, el 41% de los detenidos preventivamente
hubieran podido ser excarcelados y el 18% de los reclusos estaban privados de la
libertad a pesar de haber cumplido el tiempo de la condena. Los promedios de
terminación de procesos por juez eran de 282 en el área civil y solo de 140 en el área
laboral. El promedio de duración de los trámites de un proceso ordinario era de dos
años y medio en un juzgado civil de circuito, dos años en un juzgado civil municipal, y
tres años y medio en un juzgado laboral. Una de las conclusiones que aportan los
invetigadores es elemental e importante: Un juzgado es una pequeña empresa dirigida
por un juez que es muy docto en lo jurídico pero totalmente ignorante en
administración: de ahí que en su "empresa" todo el mundo atienda al público a todas
horas, todos se dediquen a buscar un negocio en el archivo y nadie se responsabilice
de la eficacia ni de la eficiencia...5
Afirma el Doctor JAIME GIRALDO ANGEL: "Colombia tiene una vez y media más
jueces que Estados Unidos a pesar de que en este último país suele acudirse a la
justicia por cualquier problema intrascendente. Mientras que en Colombia hay un juez
por cada 8.000 habitantes, en Estados Unidos hay uno por cada 12.000...... pero en este
país hay múltiples mecanismos extrajudiciales y prejudiciales de solución de
conflictos, que hacen que sólo entre el 5 y el 10% de las demandas lleguen a juicio.6
3. UNA INSTITUCIONALIDAD FUERTE COMO PLATAFORMA PARA EL
FUTURO. Los retos del siglo XXI requieren un Estado con características especiales.
Por ello se busca que el desarrollo económico y social tengan por escenario un país
moderno. Desde luégo, se trata de fortalecer las instituciones, no simplemente de
fortalecer el ejecutivo, como en ocasiones se ha propuesto. Una condición parece ser el
pluralismo democrático, en sustitución de las hegemonías partidistas que acaban
debilitando el proceso general de la convivencia. El pluralismo, a su vez, se mueve
sobre un requisito como es la participación, pues una de las expectativas para los
sectores que ejercen el poder es la operatividad de una oposición con identidad sólida
y claridad de objetivos. La nueva estructura política propenderá por
el
5
6
REFORMA CONSTITUCIONAL DE LA JUSTICIA. Jaime Giraldo Angel. Temis. 1992
IDEM. De la misma obra.
133
reconocimiento de los grupos de presión, sin llegar a los excesos del corporativismo
fascista, pero les asignará papel activo y responsabilidad específicas en la gestión
ciudadana. Adoptada esta actitud, se encadena la urgencia de recobrar la
representatividad, la eficiencia y la responsabilidad del Congreso, para el ejercicio de
adecuado control político sobre las instituciones de la civilidad. Tópicos de obligada
consideración son, entonces, el robustecimiento cualitativo y cuantitativo de la justicia,
el reexamen de las facultades del ejecutivo en los casos de conmoción política o
económica, y la dirección técnica de la administración pública.
4. NUEVA VISION SOBRE LA SEPARACION DE LAS RAMAS DEL PODER
PUBLICO. Las últimas reformas constitucionales han hecho hincapié en que haya
cooperación entre las Ramas, no obstando su tradicional separación estructural.
Sinembargo los partidarios del intervencionismo estatal como remedio a los abusos
privados sobre todo en el campo económico, encuentran oportuno estudiar con otros
ojos la posibilidad de integrar los elementos del Estado para determinados efectos. La
garantía a ultranza de las libertades económicas ha limitado la acción del Estado en la
promoción de los intereses de las mayorías, que generalmente constituyen la parte
débil de las sociedades contemporáneas. La separación de poderes ha tenido ese
resultado, en la medida en que el mecanismo de contrapeso, manipulado por los
personeros de los intereses elitistas, frena y obstaculiza todo intento de volcar interés
sobre la inversión social o sobre las reinvidicaciones laborales, o en la normatización
favorable a las clases y sectores pobres.
5. RETORNO DEL FEDERALISMO. Los promotores de la nueva estructura política
consideran que ha llegado el momento de volver a intentar la fórmula federalizante en
la organización del país. El peso de los valores regionales, la diferenciación de culturas,
llaman a fomentar con nuevo criterio el desarrollo de los intereses de las regiones y
provincias, la explotación de sus recursos y la utilización de sus riquezas. Dentro de
ese espíritu se tuvo ya el precedente de la elección popular de alcaldes y gobernadores,
a la par con otros hitos descentralistas en materia fiscal y administrativa que se fueron
manifestando sobre la órbita de lo local. Se espera que la autonomía local dé una mejor
imagen del Estado en su inmediatez y su proximidad al concepto de legitimidad. La
promoción de la autonomía local incluye la transferencia de poderes de policía, la
independencia fiscal, la "legislación territorializada" y la planeación local pero
articulada.
6. MODERNIZACION DE LA ECONOMIA. Un último objetivo en la catequesis que
hace el gobierno para la Constituyente, es la modernización de la economía. Se
reconoce que el énfasis de las últimas reformas se ha puesto en la construcción de unos
ciertos derechos de sentido social, de favor a las clases proletarias. Pero a juicio de los
nuevos ideólogos, la necesidad del momento es quitarle al proceso económico nuéstro
134
ese carácter parroquial, esas limitaciones de economía doméstica, e insertarla en la
economía mundial, internacionalizarla, y aceptar las misiones y papeles que en tal
condición le corresponderían.
LA CONSTITUYENTE
Desde 1988 se había propuesto por el Presidente Virgilio Barco la convocatoria de un
Plebiscito para derogar la prohibición introducida por la Reforma de 1957, cuyo tenor
reducía a las atribuciones del Congreso la posibilidad de reformar la Constitución.
Luego se integró con acuerdo de los partidos políticos liberal y conservador una
Comisión de Ajuste Institucional, con el encargo de elaborar el temario para una
Reforma Constitucional. Después de algunos vaivenes de interpretación jurídicopolítica, se redujeron las alternativas a tres: En el Congreso, en decisión popular por
vía de referendum, y en Asamblea Constituyente. Con el antecedente de millón y
medio de votos, logrados con la papeleta adicional, o séptima papeleta, el Presidente,
por medio del Decreto Legislativo 1926 de 1990 determinó la composición de la
Asamblea, los requisitos para ser miembro de ella, y el temario en que se ocuparía. La
Asamblea debería, según concepto de la Corte Suprema de Justicia, reformar la
Constitución a fin de fortalecer la democracia participativa, y en ella deberían estar
adecuadamente representadas las fuerzas sociales de la nación, considerada como
conjunto, y de las regiones en la medida de sus intereses propios. Su composición
habría de ser popular y democrática.
El fallo de la Corte declaró inexequibles las limitaciones que el decreto imponía a la
Asamblea Constituyente, y entre ellas la fijación previa de un temario. Quedó,
entonces, abierta la posibilidad de un ejercicio completo del poder soberano del
pueblo. Y por ello se desplazó el tema de refomar la Constitución por el nuevo interés
de darle una nueva Constitución Política a la República.
135
CONSTITUCION POLITICA DE 1991
La Constitución Política de Colombia, vigente desde Julio de 1991, y originada en la
Asamblea Nacional Constituyente elegida por voto popular, tiene algunas
características de especial interés.
En la Constitución se denota la convergencia de variados criterios, y de allí la falta de
unidad conceptual que algunos critican. Se trató de incorporar en ella los aportes de
muchos pensamientos, de tendencias plurales, inclusive de intereses precarios y
transitorios. De hecho no puede confundirse una Constitución con un programa de
gobierno o con los postulados pragmáticos de un partido. Una Constitución es el
programa de vida de un pueblo y no se diseña en forma inmediatista para la solución
de problemas coyunturales sino que se proyecta a la historia. Los Estados modernos
no lo son porque tengan constituciones de la semana pasada sino porque han hallado
en documentos ya centenarios el espíritu suficiente y flexible para acomodarse a los
nuevos tiempos. Es relativamente poco lo que cambia de un siglo a otro, tanto en la
anatomía como en la fisiología del Estado. El Estado nuéstro sigue montado sobre las
estructuras de la división y especialización del Poder Público, y operando con criterios
de democracia burguesa. Los cambios se orientan solamente a la voluntad política, la
cual oscila acorde con los vaivenes del proceso político mundial. Lo discutible sería la
dirección del salto: Fué hacia adelante, o fue hacia atrás ? Es prematura cualquier
respuesta. Si miramos la historia encontramos diversos hitos, desde el optimismo
demagógico de la Constitución de Rionegro hasta la centralización y moderación
democrática de la Constitución del 86, los intentos de organización gradual de las
reformas del 10, del 57 y del 68, la inserción de los intereses populares en la reforma
socializante del 36 al 44, las cláusulas del intervencionismo paternalista en la década
del 70, y la escalada posterior en las renuncias a las riendas que el Estado había puesto
a la avidez del capital privado, hasta llegar a la apertura de fronteras y la entrega de
las empresas del Estado al manejo de los empresarios privados, por naturaleza más
atraídos por el lucro que por la prestación de un servicio público cualquiera.
Tiene ella una definición trascendental y es la de Colombia como un Estado Social de
Derecho. Ya era un Estado de Derecho, es decir, autolimitado por su propia
juridicidad. Pero el Constituyente quiso que en adelante existiera un compromiso
expreso con los intereses populares, con la dignidad del hombre, con las necesidades
primordiales del hombre social, y que se superara el rango de paternalismo en pos de
136
un conjunto de derechos efectivos. A partir de entonces, los colombianos pueden
reclamar lo que antes era generosidad esporádica del Estado. Como lo dijo el
Vicepresidente Humberto de la Calle en alguna de sus intervenciones, "el Estado no
hace caridad : cumple obligaciones!". Habría -ya en los días siguientes- un amplio
margen para discutir si se acerca a ese objetivo la política asumida por los primeros
gobiernos usufructuarios de la Carta, cuando desmontan la inversión social y se
convierten en instrumentos de la clase empresarial...
Como en las Constituciones tradicionales, hijas de las revoluciones norteamericana y
francesa, la nuéstra despliega un largo catálogo de derechos, que los tratadistas han
identificado como pertenecientes a varias generaciones. Y lo han hecho para distinguir
los derechos que son derechos de los derechos que no son derechos, es decir, la
eficacia, de la retórica. No pueden, lógicamente, ensamblarse en el mismo contexto el
derecho a la propiedad, el derecho de asociación... con el derecho a la paz, el derecho
al trabajo, el derecho a una vivienda digna: éstos últimos -definidos como derechos de
desarrollo progresivo- no superan el nivel de los buenos deseos o de los postulados
demagógicos. Son la concesión a la utopía, al idealismo y a la esperanza. De hecho no
existen mecanismos jurídicamente eficaces para reclamar empleo, vivienda o paz... La
Tutela, instituto nuevo en nuestro ámbito jurídico, es un instrumento de alta policía,
de policía constitucional, y todavía tiene mucho qué dar si se estabiliza y racionaliza su
uso.
Otra de las zonas conceptuales en las cuales se han revisado conceptos es el campo de
la justicia. La reestructuración del organigrama ha originado una Corte Constitucional
especializada, logro que ya se intenta desmontar por personajes aburridos con el papel
de guardián de las instituciones que está cumpliendo con más aciertos que falencias. El
resto del aparato judicial no se acomoda aún a las nuevas necesidades, y a pesar de
que se multiplicaron sus recursos acusa fallas de gerencia y desactualización en la
filosofía jurídica. Se discute, por ejemplo, la oportunidad de inserción del Sistema
Acusatorio, y de la Fiscalía General de la Nación. El primero, consolidado en el
derecho norteamericano por más de dos siglos de ejercicio, pero ajeno al alma latina a
la cual repugna la negociación de las decisiones judiciales y escandaliza por inmoral la
delación pagada -fórmula sicarial desde la Edad Media- y la prueba inducida o
manipulada, nefastas ocurrrencias que han sido el inicial resultado. La Fiscalía, a su
vez, aparece artificialmente involucrada dentro de la rama judicial contra todos los
conceptos técnicos imperantes en el mundo de la política penológica... La institución
de un Consejo Superior de la Judicatura se proyectó como una solución creativa para
imprimirle dinámica a la Justicia, y para especializar su ejercicio. Sinembargo se
escuchan críticas sobre los modos previstos para la provisión de los cargos, que no ha
superado la influencia de los directorios políticos y del Congreso, conduciendo a su
137
desmedro -como se vió con los presuntos Magistrados haciendo lobby a los caciques
políticos...
Hubo algunos aspectos en los cuales la realidad defraudó las expectativas con las que
los constituyentes obtuvieron su votación. Por ejemplo, se ofreció el divorcio de
matrimonio católico y sólo se llegó hasta la cesación de los efectos civiles. Se ofreció
asimismo la revocación del mandato. Pero los desarrollos legales de la Constitución la
limitaron a los niveles inferiores -alcaldes y gobernadores- y dejaron intacta la
irresponsabilidad política del Presidente y de los miembros del Congreso. De todos
modos hay una ganancia en materia administrativa cuando se consagra la
participación de las entidades territoriales en los recursos del erario que antes se
concentraban en la discrecionalidad del gobierno nacional y de la planeación
centralista.
Uno de los elementos fundamentales en el contexto del manejo económico es el
desmonte del intervencionismo estatal y la restauración de las libertades
empresariales, la llamada internacionalización de la economía. Que es punto de
profundos estudios en este momento, pues no todos están convencidos de que no sea
un retorno al liberalismo económico, al liberalismo salvaje, una de las fórmulas más
retrógradas de administración económica que ya había sido superado en todas partes.
No puede ocultarse, tampoco, que entre las innovaciones importantes está la
incorporación de la defensa ecológica y la introducción del concepto de desarrollo
sostenible como elemento político.
Cuando se observa, como en los días que corren, un interés manifestado en algunos
sectores hacia la reforma de la Constitución, quedan varias dudas. Las eventuales
fallas están en la interpretación de las normas ? O acaso en la proliferación de derechos
sin respaldo fáctico ? Talvez en la adopción de instituciones que no tienen mucho
arraigo histórico en nuestra idiosincrasia ? Sean las que fueren, bien vale la pena darle
y darnos tiempo antes de empezar a convertirla en un experimento cotidiano.
LA CONSTITUCION COLOMBIANA tiene para el estudioso una estructura que
integra temas y conceptos de singular importancia. Sin que vayamos a agotarlos en la
glosa, los enumeramos:
TITULOS:
I
DE LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
II
DE LOS DERECHOS, LAS GARANTIAS Y LOS DEBERES
III DE LOS HABITANTES Y DEL TERRITORIO
IV DE LA PARTICIPACION DEMOCRATICA Y DE LOS
PARTIDOS POLITICOS
138
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
XIII
DE LA ORGANIZACION DEL ESTADO
DE LA RAMA LEGISLATIVA
DE LA RAMA EJECUTIVA
DE LA RAMA JUDICIAL
DE LAS ELECCIONES Y DE LA ORGANIZACION ELECTORAL
DE LOS ORGANISMOS DE CONTROL
DE LA ORGANIZACION TERRITORIAL
DEL REGIMEN ECONOMICO Y DE LA HACIENDA PUBLICA
DE LA REFORMA DE LA CONSTITUCION
Hé aquí temas que, tomados uno a uno, son materia de reflexión constante por todos
los que se preocupan por las agitaciones conceptuales de la política y por el destino de
la nacionalidad:
* Estado social de derecho.
* Soberanía del pueblo.
* Constitución, norma de normas.
* El Estado pluriétnico.
* Derechos fundamentales.
* Protección de la intimidad.
* Enriquecimiento ilícito
* Extradición de colombianos
* Derecho de asociación. Sindicatos.
* Derecho al trabajo. El derecho internacional es intervencionista, y el Estado
neoliberal es antiintervencionista.
* La privatización de las empresas, mecanismo del capitalismo popular.
* La tutela, y la acción de cumplimiento de una ley o acto administrativo.
* La obediencia debida y el fuero militar.
* La doble nacionalidad.
* Mecanismos de participación: voto, plebiscito, referendo, consulta popular, cabildo
abierto, iniciativa legislativa, revocatoria del mandato.
* La moción de censura. Mezcla de parlamentarismoy presidencialismo.
* La citación a particulares y el "desacato a las autoridades".
* Atribuciones antitécnicas: amnistías o indultos generales. Se confunden en la norma
de atribuciones del Congreso.
* Leyes estatutarias: Derechos fundamentales
Administración de justicia
Régimen de los partidos
Mecanismos de participación
Estados de excepción
* La doble vuelta.
139
*. La Vicepresidencia.
* La Corte Constitucional.
* La Fiscalía General de la Nación.
* El Consejo Superior de la Judicatura.
* Mandato programático para alcaldes y gobernadores.
* La falsa supresión de los suplentes.
* Reforma de la Constitución. Congreso, Asamblea Constituyente y
Popular.
Referendo
Cada uno de los temas anteriores merece y motiva una juiciosa reflexión, porque a
veces lo que se apreciaba como una solución, puede parecerse más a un problema. La
doble nacionalidad, por ejemplo, donde se examinó antes, fué más problema que
solución. Los estados europeos tuvieron siempre la difícil circunstancia de que en sus
territorios coexistían cinco o seis millones de apátridas, de personas sin nacionalidad,
al lado de tantos otros con doble y triple nacionalidad por diversas razones. Los unos
carecían de toda vinculación jurídico-política con un Estado, en tanto que a otros la
protección de varios les permitía una curiosa elusión de responsabilidades y cobijaba
distintos fraudes a la ley. A través de declaraciones unilaterales y de convenios
internacionales después se fué llegando a una solución al parecer la mejor: Ninguna
persona debe carecer de nacionalidad. Ninguna persona debe tener más de una
nacionalidad... Y así se registra en la mayor parte de los sistemas jurídicos
contemporáneos.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
Examinando el soporte filosófico de la Constitución se encuentran algunos principios y
tendencias dominantes. El tradicional catálogo de Derechos, cuya inserción viene
desde los Derechos del Hombre y del Ciudadano traducidos por Nariño del texto de
Salart de Monjoie, se alarga y complementa en el intento de adecuarse a las nuevas
proyecciones del interés social. Los llamados por los tratadistas contemporáneos,
derechos de primera generación son complementados por la promoción de intereses
colectivos y sociales, presentados como derechos, pero que deben entenderse como
postulaciones políticas o compromiso ideológico. De todos modos su logro no tiene
procedimientos judiciales previstos para reclamarlos, y son apenas la presunta
obligación de los gobernantes hacia los gobernados. Tal ocurre con los derechos al
ambiente sano, a la paz, a la vida segura, a la vivienda digna, al trabajo...
La democracia representativa, sufrida en sus excesos en siglo y medio de vida
republicana, pasa a ser democracia participativa, y la Constituyente crea mecanismos
140
varios a través de los cuales el ciudadano toma responsabilidad en las decisiones
administrativas cotidianas.
El pluralismo ideológico se abre puertas, donde antes se mantenía un riguroso
monopolio del liberal-conservatismo. No solo están llamados a realizarlo los nuevos
movimientos políticos, sino las manifestaciones de origen gremial, sindical, las
minorías indígenas, los ex-guerrilleros reinsertados a la vida ciudadana, las
confesiones religiosas de distinta procedencia, etc.
La autonomía de los poderes locales, que había sido un proyecto largamente
acariciado, entra como tendencia fuerte, definida con claridad y concreción, y sobre la
cual las expectativas son grandes y urgentes. Este principio, bien podría considerarse,
es la forma moderna del antiguo interés federalista.
La confesionalidad del Estado es sustituída por el Estado laico, con la consagración de
la libertad de cultos, pero sin que esto implique privación de sus privilegios para la
religión católica. Por el contrario, la solución señalada es la de hacer partícipes de los
mismos a las demás confesiones religiosas en la medida en que sean ajustadas a los
requisitos fijados por el Estado.
SE DICE DEL PREAMBULO
o Declaración que hace de puerta de entrada al texto constitucional, que su papel es
fijar los objetivos del Estado: Fortalecer la unidad de la nación; asegurar a todas las
personas que conviven en su territorio la vida, la igualdad, la justicia, el trabajo, la paz,
la libertad, la información, y garantizarles la posibilidad de participar
democráticamente en el proceso político. Sobre su carácter vinculante se discute aún
en presencia del concepto en el cual la Corte Constitucional lo confirma, y dice que
ningún elemento del sistema jurídico puede ir en contravía de tales postulados pues
ellos se integran al texto no como meras enunciaciones sino como introducción
esencial de pleno vigor dentro del contexto general.
EL ESTADO Y SUS FINES
El Estado se define como república unitaria, y a la noción de Estado de Derecho, que
supone la vigencia plena del principio de legalidad, se agrega la nota calificativa de
SOCIAL: Estado SOCIAL de Derecho. El estado democrático surge con la
autolimitación engendrada por voluntad del constituyente primario al reglamentar el
ejercicio de la autoridad. Las revoluciones del siglo XIX ya incorporan este criterio
141
para evitar las adversidades del absolutismo o de las tiranías antipopulares. Pero aún
dentro del Estado de derecho de raíz liberal, la autolimitación no excluía la posibilidad
de explotación del hombre por el hombre y de desprotección de las mayorías
trabajadoras. La presunción de igualdad ante la ley, concomitante con la libertad de
empresa y la libertad de contratación -tan caras al liberalismo individualista- conducen
a situaciones inequitativas para grandes sectores de las clases trabajadoras. Los lemas
del Estado gendarme, -Laissez faire, laissez passer!- han generado naturalmente una
reacción de sentido humanitario que se manifestó en el Estado intervencionista con
instrumentos de control para evitar los excesos del sector capital sobre el sector
trabajo. El concepto de Estado Social ingresa a la teoría política con la Constitución
impuesta por los Aliados a la Alemania vencida, en 1949. El texto hace énfasis en que
el poder debe concebirse como instrumento democrático, y no solamente debe
inscribirse en un ámbito jurídico sino que ha de orientarse a la solución de los
problemas generales dando especial protección a los sectores más necesitados de la
sociedad con un sentido que supere la justicia distributiva y alcance los niveles de la
equidad. No se trata solo de dar a cada uno lo suyo en la medida en que cada uno
contribuya a la economía general, sino de dar prioridad a la satisfacción de las
necesidades antes que a la producción destinada al mercado. La calificación de
SOCIAL para el Estado es un postulado difícil de realizar, tanto más en el caso
colombiano en que se quiere plantear un paralelismo imposible: Estado social o
humanista y proyecciones liberales de la economía. Declarar el Estado Social es fincar
especial interés en el trabajo humano y en quienes lo realizan, y a través de él se
edifican como seres sociales.
El concepto de SOBERANIA ha tenido esenciales variaciones en el último siglo.
Vinculado inicialmente a los monarcas, fué sinónimo de irresponsabilidad ante las
instancias terrenas y relación de orígen con la divinidad propuesta por las religiones.
En el mundo de las relaciones diplomáticas tuvo dificultades la aceptación de los
mandatarios republicanos como soberanos, ellos y sus pueblos, aunque la conquista
de los revolucionarios franceses condujo al cambio de sujetos, y ya en las enseñanzas
rousseaunianas el rey no es soberano, el soberano es el pueblo. El derecho
internacional perfeccionó la noción de soberanía como atribución de los Estados,
asignándole notas como la independencia política, y la facultad plena de imponer
tributos, ejercer jurisdicción, declarar la guerra y convenir la paz. En los Estados
compuestos, como las uniones federales, estos atributos identificativos de la soberanía,
se reservan a la Federación y se restringen a sus componentes. Cuando en el mundo
moderno se observa la existencia de numerosas autolimitaciones del Estado que firma
tratados, y al que le son impuestas aún contra su voluntad las decisiones de la
comunidad internacional, el concepto de soberanía ha sido prácticamente desplazado
y sustituído por el de interdependencia o relación dinámica entre las naciones. Aún
cuando se siga inscribiendo en las constituciones políticas, hay qué entender la
142
soberanía dentro del nuevo contexto, que la hace muy diferente de su significación
original.
LA DIVERSIDAD ETNICA
La Constitución reconoce que el país es asiento de varias culturas y de formaciones
étnicas diferenciables. Esta estructura sociológica apenas ahora despierta el cuidado de
los constituyentes y de los políticos. De hecho la pluralidad étnica ha existido siempre
en nuestro país. Y parecidas composiciones se observan en otros Estados y continentes.
Es el llamado hace tiempo problema de las minorías nacionales. El ideal de la
concordancia estado-nacionalidad en el estado nacional ha sido prácticamente de
imposible realización. De todos modos en el Estado se integran sectores étnicos con el
carácter de minorías, cuyos derechos y perspectivas culturales y políticas son
sometidos a distintas soluciones: En tanto que los europeos crearon estatutos
protectivos de las minorías étnicas y de su cultura, lo acostumbrado en América fué
forzar las minorías a integrarse a la comunidad prevalente. Por ello constituye una
verdadera novedad la actitud que adopta la actual Constitución, y que puede
expresarse concretamente en el reconocimiento y apoyo a la autonomía de las
variedades raciales, la protección de sus recursos territoriales y de su cultura y
lenguas, y el respeto a sus formas de gobernar y de impartir justicia a sus asociados.
LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA
Se han creado varios mecanismos por medio de los cuales se hace efectiva la
participación de los ciudadanos en las decisiones que afectan la vida de la comunidad.
La iniciativa popular permite a un grupo de ciudadanos proponer la creación de
normas ante las corporaciones, no solo en los niveles locales sino en las alturas del
Congreso. El referendum o referendo permite a los ciudadanos aprobar o rechazar un
proyecto de norma, y aún derogar una norma ya existente. Mediante la revocatoria
del mandato el pueblo colombiano pone fin a la administración de un alcalde o de un
gobernador. Este mecanismo, que es uno de los más interesantes en la democracia
semidirecta, contribuyó a motivar a muchos y a generar la esperanza de un control
mayor sobre los componentes de la administración en todos sus campos. Sinembargo,
solo se ha creado respecto de alcaldes y gobernadores, y para muchos es clara la
necesidad de que se extienda a otros sujetos, incluídos los legisladores y el presidente
de la República. El plebiscito, del que se hizo uso irregularmente en 1957, se incorpora
como instrumento de apoyo o crítica a las decisiones del ejecutivo. La consulta
popular podrá ser convocada por el ejecutivo en los niveles nacional, departamental,
municipal y local, sobre asuntos de trascendencia pública, y es de obligatorio respeto
143
como decisión de la comunidad. El cabildo abierto es la reunión de los concejales con
el pueblo para discutir los intereses locales.
Desde luégo, no desaparece sino que se reestructura la tradicional forma de
participación a través de los partidos políticos. Respecto de ellos se destacan los
derechos de la oposición, y se abre la posibilidad de movimientos o agrupaciones de
carácter ideológico. Es nota particular que la Constitución del 91 prácticamente
institucionaliza los partidos políticos, de la misma manera que unas pocas
constituciones contemporáneas. Pero era tradicional que su regulación se dejara a la
legislación, y cuando el Plebiscito del 57 asignó el Estado al monopolio del liberalconservatismo, excluyendo por definición a los demás partidos, solamente había en el
mundo otro Estado que consagrara igual monopolio: la U.R.S.S. En el régimen de los
partidos una decisión importante es vigilar la financiación de las campañas electorales,
con el objetivo de velar por su honestidad y transparencia.
Al igual que respecto de las leyes pueden darse interpretaciones de la Constitución, y
tales exégesis tendrán el carácter de auténticas, cuando las emite el Congreso, de
jurisprudenciales cuando se originan en sentencias de jueces y magistrados, y
doctrinales cuando las producen los tratadistas y expertos en ella.
Una de las notas fundamentales respecto de la Carta es la definición de su supremacía.
Siendo, como es el nuéstro, un sistema jerarquizado de normas, su cima o vértice está
en la Constitución. Ninguna norma de derecho positivo puede estar al margen o por
encima de ella, y ella constituye el ámbito dentro del cual todas se relacionan y se
hacen operantes. Norma o disposición que contraríe su articulado está viciada de
inconstitucionalidad, y debe ser declarada inexequible por la autoridad competente.
En cuanto a las relaciones de autoridad o prioridad con los Tratados Públicos
Internacionales, existe la doctrina según la cual éstos tienen prelación normativa
inclusive por encima de la Constitución de los Estados. Esto se explica porque para la
seguridad de las relaciones entre los Estados se hace necesario rechazar la posibilidad
del desconocimiento o anulación de los Tratados por decisión unilateral, lo cual cabría
si se adoptara la otra posición doctrinaria. Si se considera que la Constitución de un
Estado está jerárquicamente por encima de los Tratados, bastaría reformar o cambiar
una Constitución para desconocer la vigencia de un Tratado. Tal tesis no es aceptada
por los doctrinantes, en guarda, como se dijo, de la seguridad en las relaciones
internacionales. Entre nosotros, para evitar la repetición de problemas ya originados
en este contexto, se ordenó un procedimiento de revisión de las leyes aprobatorias de
Tratados, por la Corte Constitucional, antes de que éstos se hayan ratificado.
144
LOS DERECHOS: NATURALEZA DEL DERECHO Y DE LOS DERECHOS
HUMANOS EN PARTICULAR
El Derecho, concebido como libertad, o a la inversa, da nacimiento a las libertades del
hombre, que es tanto como decir los derechos del hombre. Así lo escribieron los
revolucionarios galos del noventa y dos y así lo copiaron los copistas o
constitucionalistas de las nacionales democráticas y liberales de Occidente.
Pero....
La libertad no asocia, la libertad disocia. Si usted propone dos gráficos para sugerir
una y otra cosa, la asociación y la disociación, el 90% de las personas comunes elegirán
la segunda opción como mensaje de libertad. Por ejemplo, experimente con dos
gráficos, en uno muestre dos círculos que se cortan -comunicación de intereses,
participación, etc. En el otro, dos círculos separados y mientras más distantes mejor:
entre los dos, todos los observadores elegirán el segundo para asociarlo a la libertad.
En el mismo orden de ideas, el derecho de propiedad -la libertad de ser propietario- no
libera de la propiedad, sino que encadena a ella. El derecho de religión -la libertad de
religión- no libera de la religión, sino que esclaviza a una de ellas.
El Estado solo existe en función de la propiedad privada. Luego para aquellos que
carecen de propiedad privada, el Estado solo existe como represión, no como garante
de derechos.
Max Weber repite con gracia lo siempre antes dicho, a saber, que El Estado lo es en la
medida en que tiene éxito al arrogarse el monopolio de la fuerza física en un territorio.
Sinembargo, él mismo lo concluye, se habla de Estado y se está describiendo al
gobierno. El gobierno es lo que existe, lo concreto, en tanto que el Estado es la
metafísica de la política. Marx estuvo cerca de realizar esta identificación entre Estado
y Gobierno. Las más de las veces que habla del gobierno, se refiere al Estado, y
viceversa. Sólo para efectos metodológicos tiene sentido distanciar Estado y Gobierno.
El Estado como instrumento de clase se encarna y habita entre los hombres asumiendo
la forma de gobierno.
Las presuntas ramas del poder público son todas gobierno. Y sólo son Estado en la
medida en que sean gobierno. Las cortes y tribunales son gobierno como lo son el
145
gabinete y los cuadros militares, el congreso y los grupos de presión. Los mismos
partidos de oposición son gobierno porque ayudan a la labor legislativa, nunca son
oposición pura o completa.
Una observación importante respecto de las élites en el gobierno. En el ingreso de
personas de la clase trabajadora a las esferas de la administración, no hay
democratización del poder: lo que hay es aburguesamiento de unidades
privilegiadas. Para que hubiera democratización se necesitaría que se diera un cambio
de estructuras y se rehiciera la jerarquía de prioridades y la dirección y objetivos del
proceso socioeconómico. El hijo de un obrero en la administración -una
golondrina...etc.- no democratiza la administración, sino que aburguesa al hijo del
obrero.
La integración de una nueva CARTA DE DERECHOS fué uno de los objetivos de la
Constituyente. En efecto, la actual es más completa que cualquiera de las anteriores,
sin que ello lleve a inferir que la realización de los derechos ha ganado algo con las
actuales definiciones.
Como derechos fundamentales fueron definidos la vida, la paz, la igualdad, la honra,
la libertad, el desarrollo de la personalidad, la intimidad; las libertades de conciencia,
de culto, de expresión, de información, de enseñanza, de circulación, de trabajo, de
asociación...
Se consideran derechos politicos los de reunión y manifestación en lugares públicos
con el fin de ejercer postulación y control políticos, y también el llamado derecho de
asilo. Sobre la naturaleza de este último no hay acuerdo, pues aunque está
consagrado en varias declaraciones de derechos de carácter internacional, no se
considera que los Estados estén obligados a conceder el asilo. Es difícil, entonces,
hablar de que se tiene derecho a algo frente a alguien, si la conducta de ese alguien es
facultativa y no obligatoria.
La teoría de los derechos se complementa con los aportes denominados de segunda y
tercera generación, y en ellos se incluyen las apetencias y necesidades de carácter
general, presentadas como derechos sociales, derechos económicos, derechos
culturales, y derechos ambientales. Imbricados dentro de unos y otros, y participando
igual que en los demás casos, todos de la naturaleza de derechos colectivos, estarían
asimismo los derechos de los grupos indígenas y de las comunidades negras.
Derechos sociales serían la protección de la familia y del matrimonio, la igualdad
jurídica de hombres y mujeres, el derecho a la salud y a la seguridad social, y el
derecho a vivienda digna. Dentro de los llamados derechos económicos estarían
146
involucrados el derecho a la propiedad privada y la iniciativa privada empresarial,
industrial y comercial.
Claramente se identificarían como derechos culturales, la libertad de enseñanza y de
investigación, la libertad de expresión, la propiedad intelectual y la libertad de prensa,
con sus correspondientes garantías para el acceso a la información y la guarda del
secreto sobre las fuentes de ella. Asimismo, la autonomía universitaria, entendida
dentro de los límites de las normas constitucionales y sin eximirse de la supervisión o
vigilancia del ejecutivo para preservar su calidad y proyección social.
Otras normas se ocupan de derechos de novísimo ingreso a las Cartas, como el
derecho a un ambiente sano, a la protección económica de los consumidores, a la
defensa de la biodiversidad, y al aprovechamiento racional de los recursos naturales.
Estos conforman los denominados derechos colectivos, al igual que la protección y
reglamentación del espacio público. Las parcialidades indígenas se favorecen con el
reconocimiento de sus lenguas y culturas, la autorización para administrar dentro de
sus esquemas tradicionales, e impartir justicia a sus miembros de acuerdo a la
legislación consuetudinaria del grupo, siempre y cuando no se atente contra los
derechos humanos y las garantías constitucionales fundamentales.
EL PROBLEMA DE LA IGUALDAD
Los politólogos examinan con interés la evolución del concepto de igualdad como
garantía propuesta en las constituciones desde la Revolución Francesa. En verdad, la
igualdad de todos los ciudadanos ante la ley es una de las falacias de más relieve
entre los postulados tradicionalmente presentados como muestra de democracia.
Aparentemente nada habría más deseable que ella. Pero se ha demostrado más tarde
que las personas son desiguales en muchos aspectos, y no solo afectan y
desnaturalizan esa desigualdad las condiciones estructurales de la persona humana,
sino con incidencia más drástica, las situaciones económico-sociales en que están
colocadas por el cruce fatal de la geografía y la historia, esto es, el hombre no mirado
como abstracción sino como ser que se mueve dentro de unas coordenadas espaciotemporales. Y así visto, constituye flagrante injusticia tratar como iguales a quienes son
desiguales. Las reinvidicaciones de las clases trabajadoras del mundo, a costo de
sangre, han ido conquistando gradualmente una nueva perspectiva, y los sistemas
jurídicos y políticos hoy reconocen en la sociedad la existencia de sectores desiguales,
de zonas de población débiles y necesitadas de apoyo, y a esa protección se orienta el
dictado de social que ahora asumen los Estados de Derecho. Bien claro es que todos
los súbditos de un Estado son iguales en cuanto son hombres. Pero las condiciones en
que nacen y crecen los hombres los distancian y convierten a los unos en patronos y a
147
los otros en obreros, unos disponen de recursos y otros solo de su capacidad laboral. Y
el proceso económico es un mercado al cual unos acuden con dinero para convertirlo
en dinero, en tanto que los otros solo tienen una mercancía qué ofrecer: su capacidad
de trabajar. Y ni siquiera pueden destinarla a la producción de dinero o generación de
capital, sino apenas a la producción de sus medios materiales de supervivencia.
Una característica de la Constitución del 91 es la pretensión de buscar una igualdad
real, y no detenerse en la igualdad como garantía simplemente formal o jurídica. Una
interpretación del espíritu de la norma, acorde con el sentido del Estado Social, es la
obligación para sus autoridades de brindar especial protección y ayuda a quienes
carecen de las ventajas de la clase social y del dinero: ha de amparar, por ello, a los
grupos marginados, a quienes tradicionalmente son discriminados por cualesquiera
razones. Casos concretos en que se manifiesta esta voluntad son la protección de los
méritos en el trabajo mediante la carrera administrativa, la ayuda económica y en
servicios a las mujeres embarazadas, el amparo presupuestario a las negritudes y a las
comunidades indígenas.
OTRAS LIBERTADES ESENCIALES
En su apogeo, el estado ateniense, o mejor dicho la ciudad-estado de Atenas tenía más
o menos trescientos mil habitantes. De los cuales, según algunos cálculos, quince o
veintemil eran cabezas de familia, o eupátridas con plenitud de derechos. Y por lo
menos cien mil eran esclavos. De modo que la imágen paradigmática de la que se nos
vende por democracia directa era el platicar en el ágora de esos quince o veinte mil
hombres que administraban el destino general. Desde luégo, si hoy dialogaran millón
y medio de legisladores para un pueblo de treinta millones, probablemente se vería
muy democrático, pero es claramente impracticable. Lo que significa que la llamada
democracia directa es más un mito que un hecho histórico.
En la obra de Platón se encuentra entre líneas su criterio un poco cínico de que la
democracia es un instrumento para explotar a los ricos con qué llenar los bolsillos de
los pobres. Las actitudes ideológicas de Trasímaco y de Calicles, como él las comenta
conducen a puntos de vista sumamente realistas, a una especie de sociología objetiva,
nada especulativa por cierto. Lo natural es el imperio de la fuerza entre los hombres.
Tanto como decir, la justicia natural es el poder del más fuerte. El derecho es un valor
creado artificialmente por el conjunto de los más débiles con el fin de salvarse de la
opresión. La justicia artificial o legalidad se opone a la naturaleza del hombre y de la
sociedad.
148
Ahora bien, quien gobierna sustenta su predominio en el conocimiento que tiene, es
decir, no obra como mandatario de nadie. Por eso nada puede atar sus manos o fijarle
restricciones a su poder. Crearle una ley que lo limite, única dentro de la cual puede
ordenar, es -dice el filósofo- como obligar al médico a que no use su sabiduría clínica
sino un recetario donde todo está predefinido. La opinión pública que genera el
derecho es un leve reflejo de la sabiduría del gobernante, y su objeto al crear la ley es
originar la apariencia de que la norma tiene fuente en la sociedad y nó en la voluntad
omnímoda del gobernante. En EL POLITICO y LAS LEYES hay una connotación
drástica, a saber: En un Estado ideal está excluído ese conjunto de normas objetivas
que conocemos como derecho. El gobernador asume toda la responsabilidad sobre el
bienestar o la felicidad común, y busca realizarla según su saber que es el óptimo por
no decir que el único. Naturalmente, la paz y la tranquilidad ciudadanas surgen de
una aceptación global a la gestión, sin la presencia de abogados. En LAS LEYES
intenta moderar estos criterios abriendo espacio para la ley, pero sin mucha
convicción. Sin leyes el hombre no difiere mucho de las bestias salvajes, piensa. Pero
no habrá necesidad de esas leyes si los hombres encuentran un buen gobernante. Y
éste sería el rey-filósofo en el que siempre confió. Rey-filósofo cuya relación con los
gobernados era la del sabio con los ignorantes.
Aristóteles piensa que la propiedad se asume individualmente para ejercerla como
título jurídico en privado. Pero toda ella, en cuanto a su uso, debe tener el carácter de
colectiva. Algo así como si todos los propietarios individuales toleran o destinan sus
bienes para la explotación colectiva y el provecho compartido.
Respecto de la democracia, considera Aristóteles que es la administración del Estado
por los pobres, en tanto son mayoría, y la dirigen a promover el bienestar común. Al
contrario, el gobierno de los ricos, u oligarquía, defiende y promueve sus intereses
particulares de propietarios. Su fundamento es la propiedad privada. En el fondo,
piensa y dice, la oligarquía económica gobierna sin que tenga fundamentos morales o
jurídicos, lo hace más por la fuerza que la propiedad significa. Pero en el gobierno de
los pobres o democracia tampoco hay un sustento moral o jurídico. Tan por fuera del
derecho está la oligarquía que explota como la pobresía que expropia o que saquea.
Precisamente critica el supuesto derecho de los ricos a la administración del Estado
porque éste no tiene un sentido mercantil ni es un CONTRATO como lo venía
enseñando Licofrón.
Para los Cínicos, existen en la vida social algunas instituciones que son objeto de
especial consideración, y que al sabio deben resultar indiferentes. Tales son la
erudición, la buena reputación, el civismo, la vida familiar, el matrimonio, la
propiedad...
149
En las doctrinas de los Estoicos surge un antecedente importante tanto del Derecho
Natural como de los modernamente valorizados "derechos humanos". En efecto, los
Estoicos enseñaron que el hombre está sujeto a dos leyes, una ley de su ciudad -algo
así como el derecho positivo nacional de hoy-, y una de todos los hombres, no
legislada por nadie, que antecede a las organizaciones políticas y cubre a todos los
hombres. Se manifiesta ésta última, en forma especial, de una manera abstracta en la
razón, y de una manera concreta en la costumbre. En el fondo, los Estoicos ya
proponen en su tiempo la tesis rescatada hace poco por Kelsen y otros sobre la
existencia de un orbe jurídico único : El Derecho es uno, general, universal, superior a
toda legislación positiva e inscrito en la razón humana.
Los conceptos de Celso y Ulpiano distinguen perfectamente las ideas de derecho y
justicia, en tanto la segunda es la realización del primero. "La justicia es la voluntad
constante y perpetua de dar a cada uno su derecho. Los mandatos del derecho son
estos : Vivir honestamente, no hacer daño a otro, y dar a cada uno lo suyo. La
jurisprudencia es el conocimiento de las cosas divinas y humanas, la ciencia de lo
justo y de la injusto"
El Derecho universal, aplicable a todos los hombres, existente para todos, aún por
fuera de las legislaciones positivas, incluía unos mandatos o convenciones
inmemoriales garantizadas por las costumbres y evidentes para todos: La ley debe
aplicarse a todos por igual. Es necesario cumplir los compromisos. Cuando difieran las
palabras y las intenciones ha de estarse por las intenciones. Quienes no tienen pleno
uso de sus facultades deben ser protegidos. Los lazos de sangre originan una relación
especial que origina derechos y deberes. Después de un comienzo difuso, estos
derechos naturales van influyendo en modificaciones humanitarias de la legislación
positiva: La intencionalidad valdrá, ahora más que la fórmula ritual. Los hijos, las
mujeres y los esclavos serán protegidos de la crueldad y avidez de los padres, esposos
y amos. Interesa acotar, además, que no está probada en esta evolución la incidencia
del cristianismo, la cual solo empieza a notarse después del imperio de Constantino.
Antes de él la evolución del derecho y de las costumbres, puede atribuírse con más
acierto a la prédica de los Estoicos. Cuando el cristianismo empieza a consolidarse se
orienta a los aspectos más pragáticos del derecho y la jurisprudencia, a saber: el
procedimiento testamentario y la captación de legados, la reivindicación de
jurisdicción para los obispos y tribunales eclesiásticos, la derogación de las leyes
paganas contra el celibato, y la legislación contra los herejes y apóstatas.
Para Séneca, la pureza original del hombre se pierde cuando aparece la propiedad
privada. Solo la aparición de la propiedad privada hizo necesaria la existencia de
gobiernos y de leyes, que reemplazaran la vida espontánea de las sociedades.
Seguramente Marx leyó a Séneca, porque la coincidencia de criterios es total.
150
Dios en la tierra, o la Divina Providencia, ha soportado dos concepciones peculiares, la
una atribuíble a San Agustín de Hipona, y la otra a Jorge Federico Hegel. Para el
primero ese Dios en la tierra es la Iglesia Católica, encargada de guiar esta ciudad del
hombre y del pecado hacia la Civitas Dei de la felicidad ultraterrena. Hegel es más
pragmático. Para el filósofo, el papel de Dios en la tierra se reserva al Estado. Como se
ve, que entre el diablo y escoja. No hay salvación para el hombre, víctima de la Iglesia
cesárea y totalitaria, o del Estado absorbente y aplastante, una y otro insoportables
enemigos de la individualidad y del hombre, en tanto fungen de policías y jueces, y
administran contra el hombre las cárceles y penitenciarías terrenas y los purgatorios e
infiernos escatológicos.
A principios del siglo XII se sostenía por algunos pensadores, incluídos teólogos
católicos, que en materias espirituales el Papa no tiene poder de instrucción sobre los
obispos, pues todos son iguales en cuanto obispos o pastores que suceden a los
Apóstoles. Todos derivan de Dios directamente su autoridad, y están exentos de
autoridades terrenas pues solo pueden ser juzgados por Dios. A su juicio la autoridad
del Papa, o primado sobre los obispos era un accidente histórico, sin fundamento en la
Revelación, y a tenor de ello, el poder papal es una usurpación tolerada a partir de
Constantino. La obediencia debida es hacia "la Iglesia", no realmente al Papa. Como lo
diría doscientos años después MARSILIO DE PADUA, el poder espiritual no es un
poder de ordenar, sino una capacidad de enseñar y predicar. Curiosamente, Hobbes
comparte estos criterios, y afirma que "el papado es el espectro del difunto Sacro
Imperio Romano, coronado y sentado sobre su tumba". Si preguntamos a
Maquiavelo su opinión sobre el papado, da nueva muestra de realismo político al
contar lo que ve en su tiempo: ...el primer servicio que debemos los italianos a la
sede papal es haber llegado a ser irreligiosos y malos; pero aún hay otra deuda
mayor, deuda que será la causa de nuestra ruina, a saber, que la Iglesia ha
mantenido y mantiene dividida a Italia.
Y piensa de la religión: "Nuestra religión coloca el supremo bien en la humildad, la
abnegación y el desprecio de las cosas mundanas, en tanto que la pagana, por el
contrario, lo ponía en la grandeza de ánimo, la robustez corporal y todas las demás
cualidades que hacen fortísimos a los hombres... A mi juicio, esa manera de vivir ha
hecho a los pueblos más débiles y les convierte en fácil presa de los hombres
malvados, que pueden manejarles con seguridad, ya que ven a la mayoría de los
hombres más dispuestos, con objeto de ganar el Paraíso, a sufrir las injurias que a
vengarlas".
El materialismo apenas mecanicista de Hobbes se manifiesta en su reluctancia a las
religiones que conoció. "Los misterios de nuestra religión son como las píldoras
151
curativas que se emplean en las enfermedades: cuando se tragan enteras tienen la
virtud de curar; pero cuando se paladean tenemos qué arrojarlas, en la mayoría de los
casos, sin que produzcan su efecto." A su juicio el más grave error en que se ha
incurrido es creer que la Iglesia es el reino de Dios, y que está dotada de una autoridad
distinta a la del Estado. La autoridad de la Iglesia cuando prohibe o manda, rige en
cuanto el Estado la apoye o la confirme. De hecho la libertad de conciencia la garantiza
es el Estado, no ninguna congregación religiosa. Otro tanto puede decirse de las
manifestaciones externas de la libertad de cultos, de conciencia, de enseñanza, o de
asociación.
Hobbes es escéptico respecto de las motivaciones teóricas e idealistas del Estado y del
gobierno. El llamado interés general o bienestar público es una ilusión propuesta a la
imaginación de las masas. No hay bien público: Sólo existen individuos satisfechos.
Son los individuos los que quieren bienes concretos y tranquilidad para disfrutarlos..
Uno de los utopistas, y se lo menciona poco, era Gerhardt Winstanley, amigo de
Crommwell. Propone una sociedad republicana, casi anarquista, moviéndose en
medio de una amplísima libertad. Es colectivista y considera conveniente que todos
participen en la administración pero sin afincarse demasiado tiempo en los cargos.
Antipapista y anticlerical, muestra cómo los sacerdotes predican sermones para
agradar a los espíritus enfermizos de las gentes ignorantes a fin de conservar su
propia riqueza y estima entre gentes fascinadas, engañadas y escarnecidas, en lugar
de convertirse en maestros de escuela que instruyan a las gentes. En alguna de sus
obras dice: "Mientras los hombres miran al cielo, imaginando una felicidad
ultraterrena o temiendo al infierno después de su muerte, se les ciegan los ojos para
que no vean cuáles son sus derechos naturales".
Plantea Rousseau: Un hombre que piensa es un animal depravado. Pero no lo
considera así en cuanto inquiere por el sentido del universo y la explicación de la vida.
Se refiere a los filósofos e intelectuales que andan criticando las verdades emocionales
de las gentes comunes, todas aquellas pequeñas virtudes que hacen al hombre
manejable: el civismo, el patriotismo, el conformismo, la credulidad religiosa, etc.Para
él, la filosofía debe separarse de la ciencia y hacerse más bien aliada de la religión, en
lugar de dañar las verdades del corazón. Es curioso encontrar en Rousseau, más
sentidor que pensador, y por lo mismo nada sistemático, contradicciones tan
protuberantes como la actitud individualista a ultranza del DISCURSO SOBRE EL
ORIGEN DE LA DESIGUALDAD, antípoda de su colectivismo romántico que es
nervio del CONTRATO SOCIAL.
En el DISCURSO, lo mismo que en el proyecto de Constitución para Córcega,
Rousseau afirma que solo debe ser propietario el Estado. Sinembargo, cuando escribió
el artículo para la Enciclopedia, dice que la propiedad es el más sagrado de los
152
derechos. Sus comentadores, intentando desentrañar en lo que dijo lo que quiso decir,
afirman que su comunismo es parte de ese entusiasmo romántico de la época. Sobre él
domina el liberalismo individualista, que de todos modos lo lleva a considerar que la
propiedad, con ser un derecho del individuo, se tiene en razón de la sociedad, del
colectivo, y no puede ni tenerse ni ejercerse en contra de los intereses comunes.
A juicio de Edmundo Burke "el individuo es estúpido; inclusive la multitud, cuando
actúa sin deliberación, es igualmente estúpida. Pero la especie es prudente, y si se le
da tiempo, en cuanto especie, obra siempre bien.". Un concepto interesante en Burke es
la distinta comprensión que da a los conceptos de civilización y de cultura. La
civilización es un predicado de las colectividades, no de los individuos. En cambio, la
cultura es marcadamente individual. El individuo aislado puede ser culto, pero no
civilizado. Porque la civilización depende de la interacción con los recursos de un
medio específico y no depende solo del individuo.
Para Hegel los dos más grande filósofos de la política fueron Maquiavelo y Richelieu.
El uno en la teoría y el otro en la acción. En ambos se realiza el deseo hegeliano de que
la moral privada no afecte ni limite la acción del Estado: el Estado hegeliano, como
antes en EL PRINCIPE, no tiene más objetivo que defenderse, fortalecerse,
perpetuarse.
Jeremías Bentham, el gran reformador, a quien tanto debieron los prisioneros
europeos por su lucha en favor de la humanización de las condiciones carcelarias, no
tenía un concepto muy bondadoso respecto de la ralea de los abogados: "Son una raza
pasiva e ineficaz, dispuesta a tragarse cualquier cosa y a aceptar cualquier cosa; con
intelectos incapaces de distinguir el bien y el mal y con sentimientos por igual
indiferentes a ambos; insensible, corta de visión y obstinada; letárgica, y sinembargo
capaz de caer en convulsiones por falsos terrores; sorda a la voz de la razón y de la
utilidad pública; obsequiosa solo al susurro del interés y a las señas del poder". 7 Su
idea era que cada hombre fuera su propio abogado. Los jueces, a su vez, debían ganar
honorarios por negocio y no sueldo permanente, y debían aproximarse a la figura del
árbitro con una amplia discrecionalidad respecto de pruebas y decisiones.
Las propuestas políticas del partido laborista británico parten de la consideración de
que una sociedad planificada y ordenada es mucho más libre que una sociedad
anárquica. En otras palabras, la libertad es imposible sin una dosis de seguridad, y ésta
no se concibe sin el imperio del orden. El laborismo plantea como necesidades
prioritarias dentro de su interés socialista, un mínimo de ocio, de salud, de educación
y de facilidades de supervivencia.... Bentham critica la postulación de intereses
7
SABINE. Obra citada.
153
generales, o del presunto "bienestar común": En verdad, enseña, los únicos intereses
reales son los intereses individuales.
En la táctica política de Lenin hay verdaderos hallazgos. Por ejemplo, su idea de que
no son los partidos mayoritarios los que hacen la revolución. Por el contrario, dice, un
partido revolucionario se toma el poder, y a partir de allí empieza a convertirse en
partido mayoritario, tanto más si consigue realizar la revolución.
El gobierno del pueblo, como índice de gobierno democrático, no se da nunca, a pesar
de la siempre citada frase de Lincoln. Ni siquiera en el caso de la dictadura del
proletariado, como lo reconoce Lenin. En ésta a lo más que se llega es a un gobierno
para el pueblo, pero que no es manejado por el pueblo sino por un sector
vanguardista de la burguesía. El pueblo no es capaz de gobernarse, y la historia lo ha
mostrado así persistentemente.
Los virotes de Nietzsche contra los mitos que sacralizan la debilidad no se dirigieron
solo al cristianismo. También, según sus palabras, es la democracia la apoteosis de la
mediocridad y el símbolo de la decadencia. Lo que tiene de despreciable el burgués
moderno es ese filisteísmo estético y político a que lo ha conducido la democracia.
Hacerse demócrata es simplemente renunciar a la aristocracia del espíritu: es hacerse
vulgar.
Este recorrido conceptual nos permite aproximarnos a las instituciones más abstractas
de nuestra Constitución, en especial al contexto filosófico, jurídico, y político en que se
mueven las consideraciones de los constituyentes que la edificaron. Sin duda, de todas
sus manifestaciones y de su pensamiento integral hay precedentes ideológicos que
sustentan las decisiones. Por ello debe mantenerse la relación entre las viejas ideas y
las actuales aplicaciones. Eventualmente la experiencia histórica puede indicar hasta
dónde, cuándo, y cómo, tales ideas han sido ensayadas, confirmadas o desechadas por
otros hombres y otros pueblos.
La libertad de conciencia y la de cultos, se complementan en las manifestaciones
religiosas. Durante mucho tiempo fué el nuéstro un Estado confesional, es decir,
declaraba como oficial de la República una religión a la cual dotaba de numerosos
privilegios, con desmedro de las otras concepciones religiosas. En realidad, el Estado
no profesa, nunca ha profesado ninguna religión. Y dentro de la mejor fórmula para
preservar el respeto entre las dos potestades esenciales en la vida social -la Iglesia y el
Estado separados, y ocupado cada uno en lo suyo- Colombia ha optado por la libertad
de cultos, sustituyendo el régimen anterior que en la práctica solo llegaba a tolerancia
de cultos. Sinembargo, la Constituyente obró con tino al no privar -como temían
154
muchos- a la Iglesia Católica de sus privilegios, sino extenderlos a las demás
confesiones, dentro de los requisitos legales.
Respecto del derecho a la intimidad es necesario acotar que aunque apenas en el 91 se
incorpora a la Constitución, ello no puede significar que antes no existiera.
Innumerables normas jurídicas de diverso nivel, desde los tiempos de la Colonia, han
buscado la protección de la intimidad. En este siglo pueden encontrars
manifestaciones explícitas de ese interés, lo mismo en normas de policía que en los
diversos códigos penales. Protección del derecho a la intimidad son los tipos creados
por el legislador respecto a la violación del domicilio o de la correspondencia, a las
perturbaciones de la posesión, o al uso no autorizado de fotografías o imágenes ajenas.
Ahora, cuando el derecho a la intimidad gana rango constitucional surgen numerosas
discusiones sobre la profundidad y la amplitud de este concepto y de su protección.
Entre ellas tiene interés la distinción entre conductas que tocan con lo secreto, y con lo
simplemente privado, para no asignarles una protección que en el querer del
constituyente está destinada solamente a lo íntimo.
La invasión de la intimidad se da en cuatro formas bien definidas: Por intromisión
física, visual o electrónica. Por revelación de hechos privados. Por atribución en
público de hechos falsos. Por utilización, ilegítima y con ánimo de lucro, de elementos
de la identidad personal: nombre, imagen o afines.
Las consecuencias que algunos han observado de la violación de la intimidad, tienen
diversa naturaleza: hay resultados lesivos de la personalidad desde el ángulo
psicológico; hay atentado contra el derecho de propiedad sobre el nombre y la imágen,
se afecta también la imagen social, es decir, se ataca la reputación.
Los sustentos adicionales hablan con habilidad pero no son muy convincentes. La
autonomía kantiana y la libertad lockeana del hombre. Su dignidad. El respeto hacia
su persona, etc.
Es discutible que, por fuera de la carga sentimental, haya argumentos objetivos en
favor de una intocabilidad de ciertas zonas de la vida y actividad del individuo. Como
ocurriría también con el derecho general a hurgar donde se pueda hallar información.
La defensa de uno y otro criterios deja mucho que desear por lo subjetiva y aleatoria.
Si bien se ven, son argumentos afectivos, y se dirigen a sustentar actitudes y
preferencias personales.
Hay puntos de vista cargados de escepticismo. No hay un derecho a la intimidad. Los
casos que referimos a él tienen relación con otros derechos.Un sujeto tiene derecho a la
propiedad sobre sus películas pornográficas, y quien las sustrae y observa o vende sin
155
autorización, lo que está afectando es el derecho a la propiedad. Las pretensiones de
un eventual derecho a la intimidad se relacionan con una cultura especial. Y los
argumentos son más persuasivos que descriptivos. Lo que llamamos derecho a la
intimidad es una actitud defensiva frente a la hipocresía propia de nuestra cultura. Si
no temiésemos la difusión de nuestra imágen y elementos afines, no defenderíamos el
derecho de intimidad, el derecho a mantener reservados y fuera de la observación
pública nuestros actos y nuestras cosas. 8
Desde el ángulo psiquiátrico, la obsesión por la intimidad propia y por la ajena tiene
connotaciones enfermizas. Sociológicamente encuentra el narcisismo occidental la
fuente de la vida privada -o no pública- como el ideal de la vida cotidiana.
Para los defensores de la intimidad, la necesidad de protegerla surge del sentimiento
de pérdida, de violación y de invasión a lo que se considera la vida privada. Pero el
error estará en identificar la intimidad y el control de la información. Así, la violación
de la intimidad tiene más qué ver con el atentado al secreto, al anonimato y a la
soledad queridos por el sujeto. Pero no lo son ciertos hechos tomados a veces con
exageración como ofensas a la intimidad: como el ruido o los olores desagradables.
La persona debe tener el derecho a aislarse. Y el aislamiento puede tener objetos
psicológicamente útiles, como evadir la censura o el ridículo.
Cualquiera sea la consideración hecha, el derecho de intimidad debe ser susceptible de
restricciones cuando entra en colisión con otros derechos. Por lo que se halla criticable
la posición del derecho a la intimidad entre los derechos fundamentales, si su
característica es que no pueden ser limitados en tanto se los mira como derechos
humanos, y van protegidos por tratados internacionales y normas constitucionales.
Pero la intimidad, como la personalidad, no son tan naturales como lo pretende el
individualismo liberal: son construcciones históricas. Realmente el existente es el
colectivo, la sociedad, detrás de la cual se intuye, se adivina, el individuo. El hombre
libre y nacido con derechos es una construcción académica, es una criatura de
biblioteca. La individualidad no implica autonomía, es una idea de dependencia, tal
como lo planteara Durkheim.
La intimidad, en esencia, es una decisión imposible de generalizar. De hecho, en el
mundo moderno, los hombres y las mujeres públicos, hacen de la exhibición -de la
renuncia a su intimidad- un valor de alta jerarquía, y mueven sus intereses en un
8
Wasserstrom R. LA INTIMIDAD Y ALGUNOS DE SUS ARGUMENTOS.
156
contexto puntualmente económico. Este relativismo está presentado con suma claridad
por Novoa Monreal.9
La Constitución española del 78, una de las últimas en referirse al tema, protege la
intimidad bajo triple aspecto de intimidad personal y familiar, derecho al honor y
voluntad sobre la propia imagen. Es sin duda una nueva conquista de la clase
burguesa que descubre su intimidad como un nuevo valor, esta vez en peligro con los
avances de la informática. La pregunta que se ocurre a muchos estudiosos es qué tan
protegible es la intimidad de los obreros y de las clases pobres, hacinados en los
inquilinatos. Como se ve, el viejo esquema del derecho como instrumento de clase
subsiste y se afina ante las amenazas de la tecnología de nuestro tiempo.
Evidentemente se requiere mucha imaginación para encontrar en qué medida los
derechos fundamentales de la última generación se proyectan como protección a las
clases trabajadoras y a los obreros rasos: en el fondo las nociones de honor, de imagen,
y de intimidad, como valores susceptibles de protección jurídica, ya vienen cargados
de connotación clasista...Qué dice a las clases trabajadoras la protección del buen
nombre ? Y la del domicilio a los destechados ? Y la de la correspondencia a los
analfabetos ? Qué dice la protección contra la difamación a los "desechables"?
Sobre la naturaleza de estas garantías no hay aún claridad. Los españoles10 encuentran
jurisprudencia en varios sentidos. Se ha pensado que todos los derechos son de la
personalidad, y con ello derechos personalísimos. Pero a veces se diferencian como
derechos diferentes con objetivos de protección específica: la imagen, el honor, la
dignidad personal. Casos como la tutela del derecho a conservar la barba, propuesta
por un empleado a quien su patrono quiso imponer la afeitada, han llevado a
reflexiones curiosas. Se atentaba contra la personalidad, contra la imagen, o contra la
dignidad del barbudo ? Y respecto del derecho a la imagen, en la fotografía, el cine o el
video, el trasfondo muestra que la dignidad es apenas un esguince, pues lo que ofende
a los querellantes es el provecho económico que otro logra a sus espaldas o sin
participarle al ofendido. La dignidad ofendida se recupera satisfactoriamente con el
correspondiente cheque. En los medios forenses de Europa se comentó mucho la
decisión de un tribunal español que protegió la intimidad de la viuda, violada según
autos -la intimidad, no la viuda!- por la publicación de fotografías y videos de la
corneada mortal del torero, hecho que como es obvio, se dió ante un público de veinte
mil personas.
9
10
EL DERECHO A LA VIDA PRIVADA Y LA LIBERTAD DE INFORMACION.
Véase PEREZ LUÑO.
157
Dentro de las garantías del pensamiento es muy propia de nuestro tiempo la libertad
de información. No solo tiene relación con la libertad de prensa y sus privilegios,
como parece a primera vista, sino también con la libre investigación y la propiedad
intelectual. Debe considerarse como derecho a buscar y difundir la información, tanto
como derecho a recibir información. Y más aún, derecho a ser materia de información
hacia los demás, dentro de condiciones de oportunidad, completud y veracidad. La
garantía concebida en su apoyo, el bautizado recurso de habeas data, nos faculta para
hacer corregir, completar y actualizar, la información que sobre nuestras personas y
conductas circule o figure en los bancos informáticos estatales o privados.
LAS GARANTIAS
Cuando los derechos no tienen formas expeditas de reclamarse y hacerse cumplir, se
diría que carecen de garantías. Por eso el constituyente ha cuidado que no queden
huérfanos de ellas y ha previsto varias para darles realidad y eficacia a los derechos.
Por ejemplo, el debido proceso propicia la seguridad de que los procedimientos
judiciales y administrativos se adelanten en la forma legal, permitiendo la defensa
oportuna y técnica de los inculpados, que se respete el principio de legalidad, o sea
que no se nos juzgue por conductas que no están previamente definidas como delitos,
que no se impogan penas que no están señaladas con antelación, que no se obligue a
ninguna persona a inculpar a los parientes, a declarar contra ellos. El recurso conocido
como Habeas Corpus es la garantía de la libertad física contra las detenciones
arbitrarias. Otras que pueden mencionarse son la prohibición de la extradición de
nacionales, y la exclusión de penas como la cadena perpetua, el destierro y la
confiscación de los bienes. Para mayor transparencia de las decisiones de la
autoridades rige como garantía fundamental el principio de la doble instancia, que
significa que toda decisión debe ser examinada en apelación o segunda instancia por el
superior de quien la emitió, con posibilidad de que éste la revoque, la modifique o la
confirme. Como se ve, hay razones suficientes para confiar en el equilibrio e
imparcialidad de la justicia y de la administración, en la medida en que se respeten las
disposiciones existentes en la Carta madre.
De otro lado, la aplicación de los criterios democráticos modernos destaca la
importancia del derecho de petición. Todos los ciudadanos, y en general los
habitantes del país, tienen derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades
por motivos de interés general o particular, y a obtener respuestas y soluciones.
Naturalmente, esta importante facultad cívica se quedaría sin resultados, si no se
hubiera previsto la correlativa obligación de los funcionarios de responder oportuna y
adecuadamente tales peticiones, tal como ya lo ha hecho el legislador. Se puede
confiar, pues, en que presentadas las peticiones éstas serán respondidas, porque la
158
autoridad o funcionario que no lo hiciere o lo dilatare indebidamente, podrá ser
castigada por otras autoridades competentes para hacerlo.
LA TUTELA
En la constitución del 91 aparece una forma peculiar de amparo judicial de los
derechos fundamentales de las personas, que no existía antes en forma genérica.
Aunque debe entenderse que dentro de la tutela o amparo es una especie la protección
de la libertad personal que hemos conocido como habeas corpus. El artículo 86
dispone que cualquier persona puede pedir protección judicial de sus derechos
fundamentales, cuando fueren vulnerados o amenazados por parte de una autoridad
pública, o de una persona privada ocupada en la prestación de servicios de interés
público. Es una facultad que se confiere con el mínimo de requisitos formales. Así,
puede proponerse inclusive en forma oral, y no requiere la intermediación de
abogado. Una vez tramitada, el juez ordenará -en un término de diez días- que se
tutele el derecho del reclamante, y ordenará la protección impetrada como conducta
que debe cumplirse en el término de cuarenta y ocho horas. La decisión puede ser
apelada ante el superior, y de todos modos debe enviarse a la Corte Constitucional
para su eventual revisión.
Al legislar reglamentando la tutela han surgido discusiones numerosas. De un lado, en
torno al requisito de que para que sea viable debe ser el único camino para la
protección del derecho amenazado, pues si existen mecanismos judiciales diferentes
para el trámite, no puede hacerse uso de la tutela. Por otra parte, la Constitución habló
de vulneración o amenazas procedentes de cualquier autoridad pública, y en el
debate subsiguiente ha quedado reducida a la rama ejecutiva del poder, aunque
subsisten muchas presiones para hacerla operar aún respecto de las decisiones
judiciales. El debate sigue abierto, y en las altas corporaciones se han dividido las
opiniones, al igual que entre los doctrinantes.
LA ACCION DE CUMPLIMIENTO
Comoquiera que es experiencia cotidiana en el país la inejecución de las normas
legales expedidas, la Constitución consagra la acción de cumplimiento, cuyo objeto es
forzar a que los encargados de ejecutar una norma obedezcan lo dispuesto y le dén
realidad. Esta será una acción de carácter popular, es decir, estará a disposición de
todas las personas en las condiciones que establezca la ley al reglamentarla.
159
LOS DERECHOS HUMANOS
La Constitución Nacional reconoce los derechos humanos, y declara incorporados a la
estructura jurídico-política de la nación las disposiciones del Derecho Internacional
Humanitario. Hay qué aclarar los conceptos, que se refieren a concepciones jurídiconormativas la una, y a postulados doctrinales o filosóficos la otra.
Ante la permanente hegemonía del Estado, desde la antigüedad se promovió la
doctrina de que el hombre tiene derechos anteriores y superiores al Estado, no en
razón de que alguien se los otorgue, sino por razón misma de su carácter y su
dignidad de hombre. En los últimos cincuenta años, ante el agresivo incremento y
concentración de poder en el Estado contemporáneo, previsto hace tiempo por
Hobbes, quien lo describió en su obra clásica EL LEVIATHAN, el hombre común
rescató la doctrina de los derechos humanos para oponerlo a la concepción hegeliana
del Estado como orígen único del derecho. Como doctrina de fuentes y proyección
humanista, la de los derechos humanos tiene una finalidad: la defensa del individuo
contra la autoridad aplastante del Estado. Se considera que las conductas sometidas a
la penalización ordinaria -en especial el homicidio, el secuestro, la tortura, y todas las
formas de violencia física y moral contra las personas- son más graves y generan más
escándalo social, cuando provienen de los agentes del Estado -jueces, policía, ejército-,
dado que a ellos se les ha cedido el monopolio de la fuerza armada y los privilegios de
administrar y juzgar, precisamente para que custodien la seguridad y la tranquilidad
de los asociados. No pueden ponerse en el mismo pie de censura, por ejemplo, el
secuestro o desaparecimiento de una persona ejecutado por un particular, que
ordenado o realizado por un representante de la autoridad. En otras palabras, la
doctrina clásica de los derechos humanos presenta al Estado como el sujeto activo -por
definición- de la violación de los derechos humanos. Así considerada esta doctrina, no
requieren los derechos humanos el ser otorgados o reconocidos por ninguna
Constitución o sistema jurídico, sino que existen en forma autónoma como atributo de
todos los hombres, como actitud y privilegio defensivo de la humanidad contra los
atropellos del Estado, prioritariamente.
Cuando algunas costumbres de tolerancia, de generosidad, de altruísmo, de
convivencia y de humanización de los conflictos armados, asumen la forma de
acuerdos entre las naciones, va tomando forma la normatización que llamamos
Derecho Humanitario. En cuanto derecho positivo formal, el Derecho Humanitario
está constituído por Tratados Internacionales que propenden por la disminución del
rigor y la violencia innecesaria en las confrontaciones entre personas de diversos o de
un mismo Estado. Las Convenciones de Ginebra (1949), con sus Protocolos
160
complementarios I y II, de 1977, se refieren -por ejemplo- a la protección de los
heridos, enfermos, náufragos, prisioneros de guerra, y civiles, es decir a todos aquellos
que no tienen el carácter de combatientes, y que por lo mismo no deben ser afectados
por la violencia de las contiendas, sean éstas guerras internacionales o guerras civiles,
declaradas o no, mientras tengan el carácter de armadas. Por su parte, la Convención
de San José de Costa Rica, de 1969, constituye el patrón o estatuto del Derecho
Humanitario para los Estados miembros del Sistema Interamericano. Y en ella se
definen los derechos humanos, se erigen la Comisión y la Corte competentes para
examinar y concretar la responsabilidad de los Estados por la violación de los mismos,
y los procedimientos correspondientes.
Como coda de la consagración de tan numerosos derechos en favor de las personas, la
Constitución presenta los deberes correlativos, que son la necesaria condición para una
convivencia pacífica y dinámica. Todas las personas en el territorio colombiano deben
respetar los derechos ajenos, y abstenerse de abusar de los propios, ser solidarios con
los demás, respetar y brindar apoyo a las autoridades, respetar y promover los
derechos humanos, colaborar con la correcta administración de la justicia, velar por la
conservación de los recursos y defender un ambiente sano, contribuír económicamente
al sostenimiento del estado por la vía de la tributación, y aportar un espíritu patriótico
a la defensa y promoción de los intereses del país y del sentido de solidaridad en las
relaciones con otras gentes y otros pueblos, todo ello dentro del esquema filosófico
constituído por la democracia participativa.
TERRITORIO, HABITANTES Y NACIONALIDAD
El territorio es el soporte físico del Estado, y correctamente se lo denomina el país
(palabra procedente del latin pagus, que significa el campo). En el país habita la
población, dentro de la cual el conjunto de voluntades de los ciudadanos constituye la
nación. Y cuando se reúnen población, gobierno y territorio, conforman la
organización jurídico-política que conocemos como Estado. El territorio del Estado
colombiano no es solamente la porción encerrada por el mapa, tal como lo
interpretamos irreflexivamente. También componen el territorio nacional la franja de
mar adyacente a sus costas, con una anchura de 12 millas, y que se llama mar
territorial. Y el espacio aéreo, o columna de aire que es proyección del territorio físico
en dirección contraria al centro de la Tierra, susceptible de control hasta la altura en
que navegan las aeronaves. Y mediante ficciones jurídicas son territorio colombiano
los navíos de guerra -territorio flotante-, y los aviones de su fuerza aérea -territorio
volante-, lo mismo que la residencia y oficinas de sus diplomáticos ante otros Estados territorio ficticio-. Lo son igualmente los cables submarinos usados en la
comunicación internacional -territorio colgante-, y el espectro electromagnético o sea
161
el ámbito atmosférico en el cual se mueven las ondas de diversa frecuencia -ondas
herzianas- que se utilizan para la telefonía y la transmisión de imágenes. La definición
de éstos como elementos del territorio permite al Estado ejercer con soberanía el
control de todo género de conductas que los afecten o que se realicen en ellos. El
territorio pertenece al Estado. Pero no en el mismo sentido en que se ejerce la
propiedad sobre él por sus dueños particulares. El dominio de éstos sobre los llamados
bienes raíces o territoriales se llama dominio civil y faculta para usar, aprovechar y
disponer de ellos o enajenarlos. La propiedad del Estado sobre el territorio se
denomina dominio eminente, e incluye dos atribuciones fundamentales: el Estado, en
cuanto dueño eminente, puede reglamentar su uso, aprovechamiento y disposición
por los dueños particulares, y puede expropiarlos para cumplir objetivos de interés
general.
Una de las inquietudes de nuestro tiempo es el pretendido derecho sobre la órbita
geoestacionaria. Nuestra Constitución reclama como derecho del Estado la propiedad
o adscripción a su territorio, del segmento de órbita geoestacionaria ubicada en la
proyección de su territorio físico, como continuación del territorio aéreo del Estado. La
importancia de este fenómeno radica en la posibilidad de colocar allí satélites de
comunicaciones que, girando en forma sincrónica con un punto del ecuador terrestre, y por ello parecen quietos o estacionarios- pueden usarse con elevado provecho para
conectar vastas zonas intra e intercontinentales. La órbita está situada a treinta y cinco
mil kilómetros de altura, paralela a la circunferencia del ecuador terrestre, con una
anchura de franja de ciento cincuenta kilómetros y un grosor en su corte de unos
treinta kilómetros. La comunidad mundial, a través de las decisiones de su órgano
natural que es la Organización de Naciones Unidas, ha objetado el reconocimiento de
derechos de los Estados sobre esas zonas del espacio interplanetario, y las ha definido
mediante Convención especial -1967- como un derecho de todo la humanidad, no
reivindicable por ningún Estado en particular.
Las garantías constitucionales se extienden en su protección a todos los habitantes del
territorio. Pero entre los habitantes, que conforman la población, debemos distinguir
los extranjeros de los nacionales, y entre estos últimos los nacionales en general de los
nacionales ciudadanos. Son nacionales, es decir, tienen la nacionalidad colombiana,
las personas nacidas de padres colombianos residentes aquí o en cualquier lugar del
mundo, o los que siendo hijos de extranjeros soliciten y obtengan la carta de
naturaleza o nacionalización, todo ello dentro de las condiciones y los requisitos
previstos en las leyes. Cuando los nacionales colombianos, hombres y mujeres, llegan a
los dieciocho años de edad, tienen la plenitud de sus derechos civiles y políticos. A esa
plenitud de derechos políticos, que con la mayoridad les llega a los nacionales
colombianos la llamamos ciudadanía. De donde inferimos que la nacionalidad es
prerrequisito de la ciudadanía, y se puede tener la nacionalidad sin tener todavía la
162
ciudadanía, tal como ocurre con los menores. Los extranjeros tienen los derechos
civiles en general, con algunas restricciones mínimas, pero carecen de los derechos de
ciudadanía o derechos políticos. La Constitución, sinembargo, les otorga derecho a
concurrir a las urnas en algunos procesos de participación ciudadana, como las
consultas populares relacionadas con decisiones que afecten sus intereses.
Una innovación en la Carta del 91 es la aceptación de la doble nacionalidad. De
acuerdo con lo previsto en ella, la calidad de colombiano no se pierde por adquirir otra
nacionalidad, a reserva de que mientras esté en territorio colombiano el vínculo
jurídico-político que prima es la nacionalidad colombiana.
ORGANIZACION DEL ESTADO
¡Error! Marcador no definido.
El Estado colombiano se plantea funcionalmente con el Poder Público operando a
través de tres Ramas, la Legislativa, la Ejecutiva, y la Judicial.
¡Error! Marcador no definido.RAMA LEGISLATIVA
Tiene un órgano bicameral, el Congreso, que integran el Senado y la Cámara de
Representantes. (No tiene correspondientes en los niveles departamental y
municipal, pues la Asamblea y el Concejo son corporaciones administrativas). Los
Senadores y Representantes llegan por elección popular, para períodos de cuatro
años.El Senado tiene cien miembros elegidos por la circunscripción nacional, y dos
más elegidos por las comunidades indígenas.
La Cámara la integran dos Representantes por cada departamento y por el Distrito
Capital de Santa Fe de Bogotá, y uno más por cada 250.000 habitantes, o fracción
mayor de 125.000. Adicionalmente por vía de ley pueden definirse otras
circunscripciones para elegir hasta cinco representantes, por otras minorías políticas,
por los grupos étnicos, y por los colombianos residentes en el exterior. Los dos
períodos de sesiones de cada año -20 de julio a 16 de diciembre, y 16 de marzo a 20
de junio- constituyen una legislatura. Y puede ser convocado por el Presidente de la
República a sesiones extraordinarias. Las dos cámaras se reúnen en Congreso pleno
para la instlación y clausura de las sesiones, para la posesión del Presidente de la
República, para recibir a Jefes de Estado o de Gobierno de otros países, para elegir
Contralor General de la República, para elegir Vicepresidente en caso de que sea
163
necesario sustituír al que fué elegido popularmente, y para decidir sobre la moción
de censura a un Ministro.
Los miembros de las Cámaras están distribuídos en siete Comisiones
Constitucionales permanentes, y en ellas se da el primer debate a los proyectos de
ley, de acuerdo a su contenido: Asuntos Constitucionales, Política Internacional y
Defensa, Hacienda y Crédito Público, Presupuesto y Control Fiscal, Recursos
Naturales y Ecología, Comunicaciones y Servicios Públicos, Asuntos Laborales y
Economía Solidaria.
.Los congresistas son elegidos para un período de cuatro años, que se inicia el veinte
de julio del año de elecciones.
Las vacancias por falta absoluta son llenadas por los siguientes en la lista. El
constituyente quiso -al parecer- eliminar las suplencias, pero en el fondo no lo hizo
porque el sistema que antes tenía un suplente fué reemplazado por el actual en el cual
el cabeza de lista tiene por suplentes a todos los demás inscritos en el orden en que
aparecen enlistados.
Respecto de los Ministros, el Congreso dispone de la moción de censura para
removerlos. La moción debe ser propuesta por la décima parte -al menos- de los
miembros de la correspondiente Cámara. Y luégo, entre los días tercero y décimo de la
terminación del debate, debe votarse en Congreso pleno. Para aprobar la moción se
requiere la mayoría absoluta de los integrantes de cada una de las cámaras. Obtenida
ésta, el Ministro queda por fuera del gobierno.
A los congresistas no les está prohibido aplaudir, que es una actitud espontánea de las
personas. Es al Congreso, a cada una de sus Cámaras : les está prohibido por la
Constitución emitir votos de aplauso a los actos del gobierno.
Las comisiones permanentes pueden citar a cualquier persona natural o jurídica,
oficiales o particulares, para que rindan declaraciones bajo juramento.
Las sesiones ordinarias del Congreso van del 20 de julio al 16 de diciembre, y del 16 de
marzo al 20 de junio. Para sesiones extraordinarias, es convocado por el Gobierno, y se
ocupa en los asuntos señalados por aquel durante el tiempo de la convocatoria. Pero el
control político lo ejerce en todo tiempo el Congreso.
En caso de que sea preciso elegir Vicepresidente para reemplazar al elegido por el
pueblo, tal elección la hace el Congreso en reunión conjunta o plenaria de sus cámaras.
164
El Congreso pleno, las Cámaras, y las Comisiones, solamente pueden reunirse con un
mínimo de la cuarta parte de sus integrantes. Y las decisiones sólo pueden tomarse
cuando asiste la mayoría de sus integrantes, y se obtiene una mayoría de votos de los
asistentes.
Corresponde al Senado de la República aceptar o no las renuncias del Presidente y del
Vicepresidente, lo mismo que conceder licencias temporales al Presidente, y estudiar
las excusas del Vicepresidente para no ejercer el cargo de presidente.
Corresponde al Senado conocer de las acusaciones de la Cámara de Representantes
contra el Presidente de la República o quien haga sus veces, aunque hayan cesado en el
ejercicio de sus cargos. Pero si han cesado en el ejercicio de sus cargos, el proceso se
realizará solamente por hechos ocurridos en el desempeño del cargo.
El procedimiento prevé que desde el momento en que la acusación de la Cámara es
admitida, el Presidente queda suspendido en sus funciones. La sindicación podrá ser
por conducta indigna, o por la comisión de delitos comunes. Ante la culpabilidad
probada, la única sanción que impone el Senado es la destitución, o la privación de los
derechos políticos. Cuando se trata de delitos comunes, el Senado pone al acusado a
disposición de la Corte Suprema de Justicia.
La decisión del Senado tiene los siguientes presupuestos: Para sesionar válidamente
requiere una cuarta parte de sus integrantes. Pero para tomar la decisión de absolver o
condenar requiere las dos terceras partes de los senadores presentes en la sesión
pública.
La acusación, que es atribución de la Cámara de Representantes, (178-3) es decidida o
nó por la Cámara en pleno, de acuerdo a la solicitud de la Comisión de Acusaciones,
cuyo presidente dirige la instrucción de la primera etapa del proceso.
El Congreso se reúne por derecho propio cuando, a falta de Vicepresidente, la
presidencia es ejercida por un Ministro, en el orden que señala la ley. Y lo hace dentro
de los treinta días siguientes a la vacancia presidencial con el fin de elegir
Vicepresidente que ejerza hasta la finalización del período que había iniciado el
Presidente.
El Congreso tiene funciones de Constituyente, de Legislador, y de Contralor Político.
Ello porque tiene la atribución de reformar la Constitución mediante los Actos
Legislativos, expide las leyes, y ejerce control político mediante el juzgamiento de los
altos funcinarios del Estado y la moción de censura a los Ministros del Despacho.
165
Los congresistas están sometidos a estatutos especiales, y en ellos se determinan las
inhabilidades para ser elegidos, y las incompatibilidades para realizar ciertos actos,
lo mismo que el régimen disciplinario y los procedimientos a través de los cuales
pueden ser objeto de sanciones y de la pérdida de su investidura.
La función de legislar o expedir las leyes la cumple el Congreso a través de un
procedimiento en el cual cada proyecto de ley debe discutirse inicialmente en la
Comisión y luego en la sesión plenaria de la respectiva Cámara, y repetir los mismos
pasos en la otra. De acuerdo a la naturaleza y jerarquía de las leyes éstas pueden ser:
Leyes orgánicas. Como la del Presupuesto, o del Plan General de Desarrollo.
Leyes estatutarias. Como la de la Administración de Justicia, o del Régimen de los
Partidos políticos.
Y leyes ordinarias. Categoría en la cual se incluyen las que no tienen especial
jerarquía ni trámites propios.
¡Error! Marcador no definido.RAMA EJECUTIVA
La Rama Ejecutiva del Poder Público tiene por cabeza en el ámbito nacional al
Presidente de la República, quien en nuestro régimen presidencialista reúne las
atribuciones de JEFE DEL ESTADO y JEFE DEL GOBIERNO. Es elegido por sufragio
universal en votación directa y secreta para un período de CUATRO AÑOS y no puede
ser reelegido. El Presidente puede nombrar y remover libremente a sus Ministros.
Pero el retiro de un Ministro es obligatorio si se aprueba en el Congreso la MOCION
DE CENSURA a su gestión.
En su carácter de Jefe de Estado, tiene como atribuciones dirigir las relaciones
internacionales, es comandante supremo de las fuerzas armadas, sanciona y
promulga las leyes. Como Jefe del Gobierno y suprema autoridad administrativa,
nombra y remueve los Ministros y los Directores de los Departamentos
Administrativos, reglamenta las leyes; crea, fusiona o suprime los empleos de la
Administración Central y celebra los contratos que le estén atribuídos por la
constitución o la Ley; ejerce inspección y vigilancia sobre las instituciones de utilidad
común.
Facultades Extraordinarias
166
El Presidente de la República en circunstancias especiales refuerza o incrementa sus
atribuciones a través de las facultades extraordinarias que pueden originarse en el
Congreso o en la Constitución misma. El Congreso puede otorgar al Presidente
facultades precisas y concretas para que, dentro de un término definido expida
Decretos con fuerza de Ley, en los cuales está prácticamente legislando por
delegación. Pero es la Constitución misma la que lo convierte en legislador en los
llamados “Estados de Excepción”. El Presidente con la firma de todos sus Ministros
puede declarar toda la República o parte de ella en Estado de Conmoción, cuando está
afectada o amenazada la estabilidad institucional, la seguridad del Estado o la
convivencia ciudadana; este estado de conmoción puede durar hasta noventa días
prorrogables por dos períodos iguales previo concepto del Senado. El Congreso, que
se reunirá por derecho propio, escuchará el informe del Gobierno sobre las razones
tomadas en cuenta. Puede tratarse tanto de controlar una conmoción interna como
de preservar la soberanía y defender el Estado en caso de guerra exterior.
Cuando la perturbación es de orden económico, social o ecológico o se trata de una
calamidad pública, el Estado de Excepción es la Emergencia Económica, declarada en
los mismos términos y con iguales procedimientos. En estos casos las medidas
tomadas por el Gobierno y destinadas a conjurar la crisis no pueden desmejorar los
derechos sociales de los trabajadores, el Gobierno es responsable de las medidas y
éstas están sujetas al control de la Corte Constitucional.
EL VICEPRESIDENTE DE LA REPUBLICA es elegido en la misma fecha que el
Presidente y para el mismo período. Reemplaza al Presidente en sus faltas
temporales (licencia, enfermedad) o absolutas (muerte, destitución). Debe tenerse
claro que no lo puede reemplazar cuando sale del país a viajes oficiales, porque allí
no se trata de faltas: de hecho, visita otros países es como Jefe del Estado. En estos
casos encarga de algunas funciones a un Ministro Delegatario, pero no se interrumpe
su ejercicio presidencial.
Los MINISTROS del despacho, cada uno en su área y en conjunto con el Presidente
de la República, conforman el Gobierno. Asimismo son el enlace del Gobierno con el
Congreso de la República. Pueden presentar proyectos de ley e intevervenir en los
debates.
Además de los Ministerios existen los Departamentos Administrativos, que son
entes de carácter eminentemente técnico. Y las Superintendencias, organismos
adscritos a los ministerios, y que cumplen algunas de las funciones asignadas al
Presidente de la República, como suprema autoridad administrativa.
167
LA FUERZA PUBLICA
La Fuerza Pública está conformada por las autoridades armadas dependientes del
Ejecutivo y cuya finalidad profesional es la defensa del orden interno, de la
integridad de las instituciones y de la soberanía nacional.
Es fundamental distinguir que dentro de las Fuerzas Armadas están la Fuerzas
militares y las Fuerzas de Policía. Las primeras se integran con los cuerpos de tierra,
mar y aire, y su principal objetivo es la defensa de la integridad del territorio y de la
soberanía nacional mediante la custodia de las fronteras. A la Policía Nacional
corresponde el orden interno en relación con la tranquilidad, seguridad, salubridad
y moralidad públicas.Las Fuerzas Armadas no son deliberantes y respecto de ellas
no existe el derecho de reunión, ni de dirigir peticiones, salvo sobre asuntos del
servicio; no pueden votar ni intervenir en actividades políticas. Tienen derecho a ser
investigados y juzgados por Tribunales Militares por la comisión de hechos punibles
relacionados con el servicio, lo que se denomina Fuero Militar.
ENTIDADES DESCENTRALIZADAS
La Rama Ejecutiva comprende, asimismo, las entidades descentralizadas, que
pueden ser establecimientos públicos, empresas industriales y comerciales del
Estado, y sociedades de economía mixta. Se caracterizan por tener personería
jurídica, autonomía administrativa, y patrimonio propio o capital independiente. Se
habla de patrimonio en las Empresas Industriales y Comerciales del Estado, y de
capital en las Sociedades de Economía Mixta. Se ocupan en la prestación de servicios
públicos cuya atención corresponde al Estado. Todos los institutos, establecimientos
y organizaciones pertenecientes a la Administración Pública deben promover los
fines del Estado en beneficio de todos los asociados, dentro de principios de
Igualdad, Moralidad, Eficacia, Economía, Celeridad, Imparcialidad, Transparencia,
Control, Coordinación y Publicidad. El ejercicio de sus atribuciones constituye la
función pública, y quienes lo conforman -excepto los funcionarios de libre
nombramiento y remoción, que son generalmente sus cabezas- están adscritos a la
carrera administrativa. Ella busca la tecnificación de los oficios y la estabilidad en los
168
empleos para evitar los vicios derivados de la politización. Todos los empleados al
servicio del Estado pueden integrarse a las garantías de la carrera administrativa,
excepto los de elección popular, los de libre nombramiento y remoción, y los
trabajadores vinculados por contrato. La carrera administrativa tiene su propia
reglamentación, y en ella se definen las incompatibilidades y el régimen disciplinario
correspondiente. Una innovación en el régimen de los servidores públicos es la
posibilidad o permisión de realizar actividades políticas, las cuales solo continúan
prohibidas para aquellos que ejercen jurisdicción o autoridad civil o política, o tienen
mando y dirección administrativa, o están vinculados a cargos en órganos judiciales,
electorales y de control.
LAS RELACIONES INTERNACIONALES
Aspecto trascedental en las atribuciones del Jefe del Estado es el establecimiento y
preservación de las relaciones con los otros Estados y pueblos del orbe. Uno de los
conceptos que tienden a incorporarse al arsenal de las relaciones internacionales
contemporáneas es el de la autoprotección. Es la forma que asumen las frecuentes
intervenciones de los Estados Unidos sobre otros Estados, con violación clara del
principio de No Intervención, y se aduce que es una acción tendiente a proteger a sus
nacionales o a los intereses de sus nacionales, de las acciones legales o ilegales que
puedan afectarlos en los Estados extranjeros. Con fundamento en la autoprotección,
Estados Unidos invade a Grenada cuando afecta a sus intereses el gobierno
procomunista de la isla. Por autoprotección, Estados Unidos invade a Panamá,
bombardea su capital originando la muerte de más de quinientos civiles, deja dos mil
heridos, todo ello para capturar al presidente Noriega, en el momento en que ha
dejado de ser útil como soplón de la C.I.A. Por autoprotección Estados Unidos incluye
a Colombia entre los países peligrosos del mundo, y previene a sus turistas sobre el
riesgo de visitarla, etc... Hay numerosos casos que ilustran la naturaleza de las
relaciones contemporáneas entre los pueblos de la comunidad internacional. La
violación de derechos y el ejercicio de la arbitrariedad no son acciones extrañas en
nuestro tiempo. Y hay qué conocerlas y evaluarlas adecuadamente para entender el
mundo en que vivimos.
La primera acción coercitiva que ordenó el Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas, fué la operación en Corea. En razón de que Corea del Norte estaba en actitud
hostil, el Consejo, el 27 de junio de 1950, instó a los Estados miembros a apoyar a
Corea del Sur para rechazar el ataque armado. Se aprobó en ausencia de la
representación de la Unión Soviética y de China, y con el voto negativo de
Yugoeslavia. El mismo día, Estados Unidos ordenó a sus tropas el apoyo a Surcorea.
169
El 7 de julio siguiente, en ausencia de la representación de la Unión Soviética, se
aprobó la conformación de un contingente militar comandado por el General
McArthur. Dieciséis países -entre ellos Colombia- participaron en esta acción armada
ilegal, en favor de los intereses de los Estados Unidos.
Ciertas medidas de autodefensa de los Estados, de carácter preventivo, son violatorias
de la Carta de San Francisco (Art.2o. Ord. 4o.), lo mismo que de la Carta de Bogotá. Tal
ocurre, por ejemplo, con acciones como el bloqueo a Cuba en la crisis de los cohetes, y
el embargo posterior a que ha sido sometido tal país por los Estados Unidos. Parecida
consideración se hace -con fundamento en reiteradas jurisprudencia y doctrina a partir
de la Convención de Londres de 1933- sobre la protección de bandas armadas que
preparen y atenten la invasión a otro Estado. Tal como hicieron los Estados Unidos
bajo la administración Kennedy, entrenando y armando a través de la C.I.A. el ejército
contrarrevolucionario que fué ignominiosamente derrotado en Bahía Cochinos. Y
como lo hace hoy con la protección y estímulo a la acción de Mas Canosa y sus
secuaces.
En 1925 se firmó por 46 Estados el Protocolo sobre empleo de gases asfixiantes,
tóxicos y similares, en la Guerra. Vigente desde 1928 ha sido violado numerosas
veces. Por ejemplo, por los Estados Unidos en la guerra de Vietnam, en la última fase,
antes de que debieran retirarse derrotados.
El Protocolo I del 77 -Ginebra- prohibe expresamente la perfidia, pero permite las
estratagemas: simular operaciones es una estratagema, pero simular estados en las
personas o las cosas es perfidia. Asimismo, expresamente, excluye a los mercenarios
de la protección a los prisioneros de guerra.
Cuando en 1974 se adoptó por la Asamblea General de las Naciones Unidas la Carta
de los Deberes y Derechos Económicos de los Estados, por 120 votos afirmativos, se
abstuvieron algunas potencias como Canadá, Francia, Israel, Japón, Noruega, España.
Y votaron negativamente Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania Occidental. El
delegado de los Estados Unidos protestó porque el documento instauraba a su juicio la
dictadura de las minorías. La significación, entre líneas, sería “dictadura de los países
débiles”.
La O.E.A. no puede, sin autorización del Consejo de Seguridad de la O.N.U., decretar
medidas coercitivas. Sinembargo ha violado las normas pertinentes en por lo menos
dos casos, burdamente manipulada por los Estados Unidos. Primero, con la expulsión
de Cuba, en la Décima Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, al
ordenar en su contra la ruptura de vínculos diplomáticos y comerciales. Y después, al
170
ordenar la cuarentena en octubre de 1962 con ocasión de la llamada crisis de los
cohetes.
La O.E.A. tiene un comité militar constituído por la Junta Interamericana de Defensa.
En la práctica, es un apéndice del Pentágono -Ministerio de Defensa de Estados
Unidos-. En ocasiones, y como instrumento de su política exterior, ha adoptado
posiciones violatorias de las Cartas de la ONU y de la OEA. Tal ocurrió cuando
difundió por el continente la nefasta Doctrina de la Seguridad Nacional, craneada por
el General Roberto Viola, dictador de Argentina, posteriormente derrocado y
condenado por homicidio, robo y múltiples violaciones de los Derechos Humanos. La
Doctrina Viola institucionalizó la reunión periódica de los comandantes militares del
continente para restringir las garantías inviduales y ejercer el control político de los
gobiernos con el pretexto u objetivo de combatir, según las instrucciones e intereses de
los Estados Unidos, el peligro de la subversión comunista. En Colombia tuvo
aplicaciones concretas con la doctrina Camacho Leyva, según la cual ante los
frecuentes vacíos de poder propiciados por el enfrentamiento de los partidos, las
fuerzas armadas tendrían vocación al ejercicio de la administración del Estado. Y en el
campo de la llamada justicia castrense, con la Doctrina Ñungo. Genaro Ñungo, militar
colombiano de triste y funeral memoria, afirmaba que es preferible condenar a cien
inocentes antes que dejar escapar a un culpable. Le pareció ingenioso invertir el
postulado de la penología universal: Es preferible absolver a cien culpables antes que
condenar a un inocente! Los tres, Viola, Camacho Leyva y Ñungo, son ejemplos de lo
que el humorismo popular ha designado para la historia como inteligencia militar.
A pesar de que el sistema de las Conferencias Panamericanas entró en descrédito y
forzó a la creación de la O.E.A. en 1948, en 1954 se citó a la Décima Conferencia
Panamericana de Caracas y en ella, el Secretario de Estado de Estados Unidos, John
Foster Dulles, hizo aprobar la Declaración de Solidaridad para la preservación de la
integridad política de los Estados americanos contra la intervención del comunismo
internacional.
Según la interpretación de Lukacz, la burguesía ha hecho un tránsito peculiar. En su
período vanguardista lucha contra la nobleza y las castas superiores, realiza la
revolución francesa y estimula otras contra el absolutismo. Posteriormente, y ello es el
principal índice de su decadencia, la burguesía se matricula en la lucha contra el
proletariado, que fué su aliado de ayer.
Característica fundamental de la postmodernidad es la tolerancia hacia todos los
valores, supuesto o reales. Cada uno puede hacer su propia revolución, rebelarse
contra lo que quiera siempre y cuando acepte que otros hagan la suya y se rebelen o se
abstengan de rebelarse, que hagan su real gana. Ello permite, como pulso de la
171
postmodernidad, que sean válidos conceptualmente todos los movimientos, el
feminismo, el ecologismo, el naturismo, la nueva era, la metafísica, el salubrismo y el
antitabaquismo, la medicina alternativa, la lucha antinuclear, la nueva escuela, el
constructivismo, etc. Todas las tesis encuentran consumidores, tanto en industria,
como en diversión o artes. La consecuencia en el campo de la cultura es el relativismo
que convalida todas las tendencias y bendice todas las formas de expresión. El hombre
pasa a ser definido en términos de productividad económica, como prefuncional -el
que llamábamos niño-, o postfuncional -el jubilado o gente de la tercera edad.
.
LA ORGANIZACION TERRITORIAL
Uno de los aspectos fundamentales de las nuevas tendencias político-administrativas
es la reestructuración de las divisiones territoriales. Entre los dos entes políticos
fundamentales, el nacional y el municipal, se irán definiendo y reglamentando
delimitaciones para los Departamentos, las Regiones (integradas por éstos), las
Provincias (subdivisiones de los Departamentos), las Areas Metropolitanas
(conformadas por una capital y los municipios aledaños); las Asociaciaciones de
Municipios y los Distritos Especiales en relación con la Administración, el Turismo y el
Fomento Industrial.
La finalidad a que se orienta el reordenamiento territorial, es una descentralización
administrativa que dinamice el desarrollo económico y social y permita un control de
los proyectos e inversiones más tecnificado y eficaz.
172
La tradicional administración de los Departamentos está en manos de los
Gobernadores, quienes ascienden al cargo por elección popular, no obstante lo cual se
siguen considerando como agentes del Presidente de la República sobre todo en el
manejo del orden público. La experiencia histórica reciente ha mostrado la dificultad
de aplicar con eficacia esta estructura federalista de alcaldes y gobernadores de origen
popular, desarrollando planes y proyectos de un ejecutivo central no siempre del
mismo partido. En el municipio, el Alcalde, también elegido por el sufragio de sus
conciudadanos, pasa por ser agente del Gobernador, con la acotación crítica que
antecede. Uno y otro son ejecutores de las disposiciones nacionales, y de las que para
el Departamento y el Muncipio se originan en la Asamblea y el Concejo. Estas
corporaciones no son parte de órgano legislativo alguno, sino que se inscriben dentro
de la administración. Las Asambleas expiden Ordenanzas, y los Concejos, Acuerdos,
que están sometidos al control de los Gobernadores y son susceptibles de objeciones
tanto por violación de normas superiores como por incongruencia con los planes y
proyectos de cobertura general.
¡Error! Marcador no definido.RAMA JUDICIAL
Su cometido es impartir justicia, y ésto se descompone en la aplicación de las normas
legales, la homologación de las interpretaciones jurisprudenciales, y la
administración de los recursos físicos y humanos del sector especializado. En la
cúpula, o más alto nivel, se encuentran la Corte Constitucional, la Corte Suprema de
Justicia, el Consejo de Estado, el Consejo Superior de la Judicatura, y la Fiscalía
General de la Nación.
La Corte Constitucional es el órgano de la jurisdicción constitucional, y a ella le
compete la guarda de la integridad de la constitución y de la constitucionalidad de
las leyes. La componen nueve Magistrados, con período de ocho años.
La Corte Suprema de Justicia, es cabeza de la jurisdicción ordinaria, que tiene
ramas Civil, Penal, Laboral, Comercial, Familiar, cuyos asuntos son atendidos por
las salas especializadas de la Corte Suprema, como tribunal de casación. Dichas salas
son tres: de Casación Civil, de Casación Penal, y de Casación Laboral. A ellas
ascienden los negocios procedentes de los Tribunales Superiores de Distrito
Judicial, los cuales a su vez deciden en segunda instancia los procesos adelantados
ante los Juzgados Civiles, Penales, Laborales, y de Familia, con los requisitos y
procedimientos definidos en los códigos pertinentes.
173
El Consejo de Estado es cima de la jurisdicción contencioso-administrativa, es
decir, está encargado de examinar la legalidad de las actuaciones de la
Administración, y realiza el control de los actos administrativos del orden nacional.
Además es tribunal de segunda instancia para el control que en el mismo campo
realizan los Tribunales de lo Contencioso-Administrativo en los Departamentos. Es
cuerpo asesor del Gobierno y emite para él los conceptos que en algunos casos
específicos ordena la Constitución. También ejerce jurisdicción constitucional,
cuando examina la constitucionalidad de los Decretos que no son de competencia de
la Corte Constitucional.
Contempla la Constitución, además, otros campos de ejercicio especial de la justicia,
para sectores de población o para asuntos concretos que requieren de
procedimientos diferentes a los ordinarios. La jurisdicción de Jueces de Paz, se
ocupará de resolver conflictos que sean suceptibles de ello, en forma amigable y con
economía de tiempo y costos; está destinada a descongestionar los juzgados
ordinarios promoviendo el orden, la confianza, la equidad, el respeto, en asuntos de
vecinos que no requieren procedimientos complicados. La jurisdicción militar se
orienta al conocimiento de los delitos cometidos por los miembros de la fuerza
pública en actividad y en actos de servicio. Y la jurisdicción indígena, que es el
reconocimiento constitucional de las autoridades indígenas y de sus costumbres y
tradiciones, permitiendo a sus órganos la administración de sus normas y
procedimientos de justicia dentro de sus territorios, siempre y cuando no sean
contrarios a la Constitución y leyes de la República.
El Consejo Superior de la Judicatura, ente nacional, tiene sus correspondientes en
los Departamentos, con los Consejos Seccionales de la Judicatura. Se le atribuye la
administración de la carrera judicial. Elabora las listas de elegibles para la provisión
de los cargos judiciales. Examina la conducta de los funcionarios judiciales, y de los
abogados, según los procedimientos legalmente establecidos. Elabora y ejecuta el
Presupuesto de la Rama Judicial, y dirime los conflictos de competencia entre las
jurisdicciones.
La Fiscalía General de la Nación se ha incorporado dentro de la Rama Judicial, a
pesar de las numerosas críticas que esta ubicación ha provocado. Si entendemos que
el proceso penal tiene dos etapas -investigación o instrucción, y juicio- queda fácil
tomar el sentido de la reforma introducida. Anteriormente, los jueces desarrollaban
ambas etapas, es decir, instruían el sumario, o sea que realizaban la investigación, y
174
posteriormente emitían el fallo en el cual definían la responsabilidad del encausado
y dosificaban la pena correspondiente. Al incluír la Fiscalía en la Rama Judicial, se le
encomienda a ésta la primera etapa del proceso, la investigación o instrucción, y se
deja a los jueces la etapa de juzgamiento, es decir, el fallo o sentencia. Se buscó
descongestionar los juzgados y mejorar el montaje técnico de la investigación,
especializando a sus funcionarios y dotándolos de los equipos científicos y las
tecnologías requeridas para el eficaz levantamiento de las pruebas. Lo que se ha
criticado por muchos doctrinantes es que se atribuye a las fiscalías competencia para
tomar medidas restrictivas de la libertad de las personas, que antes se reservaban a
los jueces. En la experiencia reciente se han observado numerosos abusos y
desviaciones en el ejercicio de estas atribuciones, lo que refuerza las consideraciones
de que la Fiscalía debe estar adscrita a la Rama Ejecutiva, tal como ocurre en los
países donde existe, y concretamenta en el sistema jurídico estadounidense de donde
se malcopió.
La incorporación de la Fiscalía significa también que se da entrada con especial
énfasis al sistema acusatorio, desplazando el sistema mixto (inquisitivo-acusatorio)
que antes existía. Esta adaptación a modelos que son extraños a nuestra
idiosincrasia, llega con el agregado de procedimientos que en el sistema anglosajón
tienen una larga tradición, pero que entre nosotros resultan repugnantes a las
costumbres y actitudes: Tal ocurre con el pago por la delación, la prueba inducida, y
la negociación de la pena.
¡Error! Marcador no definido.ORGANISMOS DE CONTROL
¡Error! Marcador no definido.Dentro de esta categoría incluímos :
La Procuraduría General de la Nación, que cuida y defiende los intereses de la
Nación y de la sociedad. El Procurador General y los Procuradores Delegados
vigilan el cumplimiento de las leyes y de las decisiones judiciales y administrativas,
y la conducta de los funcionarios en el desempeño de sus cargos. Estas funciones
conforman lo que se denomina el Ministerio Público. El Procurador es elegido por
el Senado, de terna integrada por candidatos propuestos por el Presidente de la
República, la Corte Suprema de Justicia, y el Consejo de Estado, para un período de
cuatro años.
La Contraloría General de la República vigila la gestión fiscal, es decir, la
administración de dineros y bienes públicos, tanto por los funcionarios del Estado
175
como de los particulares que cumplan este ejercicio. Ejecuta este control tanto desde
el punto de vista financiero o contable, como en relación con la eficiencia y eficacia
de los organismos -control de gestión-. Y mediante el control de resultados mira la
permanente relación con los objetivos y el cumplimiento de los planes y programas.
El Contralor General de la República es elegido por el Congreso en pleno, para un
período de cuatro años, de terna conformada por los candidatos propuestos por la
Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia, y el Consejo de Estado.
La Veeduría del Tesoro fué creada en disposiciones transitorias de la Carta, y su
finalidad era impedir que se distrajeran dineros del tesoro público para dedicarlos a
campañas políticas. Su período fué de tres años, y vencido éste no se ha vuelto a
hacer uso de la institución.
La Defensoría del Pueblo, institución nueva en nuestro sistema jurídico-político,
tiene por función orientar a los ciudadanos en el ejercicio de sus derechos y
promover el conocimiento y difusión de los derechos humanos. Ejerce sus funciones
bajo la dirección del Procurador General de la Nación, y su titular es elegido para un
período de cuatro años, por la Cámara de Representantes, de terna presentada por el
Presidente de la República.
¡Error! Marcador no definido.ORGANIZACION ELECTORAL
La organización electoral vigente incorpora a nuestras costumbres políticas el
llamado tarjetón, en sustitución del viejo sistema de los votos individuales. Con ellos
escogemos a nuestros gobernantes, a nuestros legisladores, y a los miembros de las
corporaciones administrativas como las Asambleas y los Concejos. Una innovación
bienvenida fué la supresión de las suplencias en las corporaciones,
infortunadamente burlada en la práctica al llamar a los inscritos siguientes en las
listas de candidatos.
En este campo hemos de considerar la naturaleza y atribuciones del Consejo
Nacional Electoral, y el Registrador Nacional del Estado Civil.
El Consejo Nacional Electoral tendrá por lo menos siete miembros, elegidos por el
Consejo de Estado para períodos de cuatro años, reflejando la composición política
del Congreso, y de ternas propuestas por los partidos y movimientos políticos.
Ejerce inspección sobre la organización y los procedimientos electorales. Elige al
Registrador Nacional del Estado Civil. Decide los recursos contra las decisiones de
176
sus delegados en materia de escrutinios. Y es cuerpo consultivo del Gobierno en
materia electoral.
El Registrador Nacional del Estado Civil, elegido por el Consejo Nacional Electoral
para un período de cinco años. Es el encargado de la organización de los procesos
electorales en el país. También es función suya la expedición y control de los
documentos de identificación: tarjeta de identidad y cédula de ciudadanía. Opera en
los niveles departamental y municipal, a través de Delegados.
177
coda
EL ESTADO EN AMERICA LATINA:
DUDAS Y PERSPECTIVAS
De dónde viene el Estado ?
La organización jurídico-política que denominamos Estado tiene una historia que
algunos llevan hasta el momento en que se distinguen los gobernantes de los
gobernados, y otros hasta cuando se da la integración de los que se presumen ser los
tres elementos esenciales del mismo, a saber, población, territorio y gobierno. De ésta u
otra manera, la naturaleza del Estado ha sido bien desentrañada por los estudios de
Hegel y Marx, desde los ángulos idealista y materialista, a partir de los cuales surgen
todas las escuelas de interpretación y las especulaciones de los politólogos.
Hegel asume en su lógica dinámica que la suma idea se identifica con Dios, y que el
Estado es la máxima realización posible de la Idea entre los hombres. Tanto como decir
que el Estado es Dios en la tierra. Las inferencias sobrevinients conducirán a extremos
tales como la identificación de la voz del Estado -ley- con el derecho y la justicia: el
derecho tiene fuente en la ley, y la ley realiza el derecho, por lo que toda ley es justa
por naturaleza.
Por su lado, Carlos Marx plantea el origen del Estado como una consecuencia forzosa
de la estratificación clasista subsiguiente al surgimiento de la propiedad privada de los
medios de producción, que es resultado de la expropiación realizada por el guerrero
sobre los excedentes de producción de su tribu o clan en los comienzos del trueque. El
Estado es convertido en instrumento de la clase dominante, y usado en defensa de sus
intereses. Para ello crea todos los mecanismos de carácter superestructural y clasista derecho, tribunales, cárceles..- a través de los cuales se hacen explícitos tales intereses.
La lucha de clases, como motor de la historia, ha generado el tránsito por los diversos
modos de producción: del Colectivismo primitivo al Esclavismo; de éste al sistema
feudal, en cuyo seno se formará la sociedad capitalista que se prolonga hasta nuestro
tiempo, una vez que el dinero ha ganado su forma capital, es decir, cuando cumple su
papel de dinero destinado a producir dinero. Que es lo que caracteriza el modo de
producción capitalista.
178
Guillotinada la nobleza parásita a fines del siglo XVIII, la clase burguesa toma el timón
político, se apodera del Estado, y lo interpreta a su imágen y semejanza, con las
metáforas más accesibles a la clase comerciante: el contrato social, los precios y
salarios, la economía mercantil convertida en categoría política.
El episodio siguiente nos lleva a la idea del estado nacional. El realismo político tiene
antecedentes en el imperio romano y en las disquisiciones de Polibio. Pero es
Maquiavelo, quien anuncia el Renacimiento político con los prospectos del Estado
Nacional. Será éste el aparato jurídico-político que corresponda a una nacionalidad,
mirada ésta en su connotación sociohistórica, como comunidad de tradiciones, de
lengua, de religión, de problemas, de recursos y de esperanzas. Más tarde, recuperado
este criterio por Napoleón, se convierte en la oferta política con la que atrae a los
pueblos para construír la gloria expansionista de Francia.1112
Cuando Napoleón cambia la toga de Cónsul por la corona de Emperador, su oferta de
erigir un Estado para cada nacionalidad tiene especial atractivo porque Europa estaba
regida por dos o tres dinastías bajo cuyo cetro yacían subyugadas docenas de naciones
o nacionalidades. A partir de Bonaparte, la inquietud por los Estados Nacionales va a
difundirse por el mundo. Y bien podría considerarse que estos últimos doscientos años
no son -en el proceso político de descolonización e independencia y de
autodeterminación de los pueblos- cosa distinta a la continuación fáctica de tal
pensamiento en diversos episodios que incluyen desde las luchas de Bolívar,
O'Higgins, y San Martín hasta los esfuerzos de Ho Chi Min y Mandela en nuestro
tiempo: la lucha por la conformación de Estados Nacionales.
Un ingrediente nuevo en la fabricación de ese móvil coctel que es la idea de ESTADO,
lo aporta la Revolución Rusa. Las rebeliones anteriores contra los poderes constituídos
y contra las estructuras económico-políticas, fueron revoluciones burguesas. Tanto la
Norteamericana de 1776 como la Francesa de 1789. Eran revoluciones de propietarios
y con proyecciones de beneficio para las clases económicas dominantes. Pero con la
inyección ideológica aportada por el marxismo, Lenin y Trotzky llevan a efecto la
revolución socialista de 1917, con la cual entra en la historia la primera república de los
trabajadores. Se instaura la dictadura del proletariado sobre la burguesía,
12
No se puede olvidar que una de las ediciones más difundidas de EL PRINCIPE,
de N. Maquiavelo, es precisamente la que circula con notas y observaciones
de Napoleón Bonaparte.
179
reemplazando la dictadura de la burguesía sobre el proletariado, que era en la práctica
el esquema del Estado liberal capitalista en uso a lo largo y ancho de todo el Occidente.
El Estado tiene ahora dos opciones de proyección: Estado Liberal, surgido de la
Revolución burguesa de 1789. Y Estado Colectivista, con ejemplo en la revolución rusa
y sus desarrollos. Bien podríamos decir que los Estados y regímenes posteriores
copian y reproducen estos dos esquemas fundamentales, que a su vez conducirán a la
bipolaridad o conformación de bloques en la postguerra del 45.
Con la revolución burguesa de 1789 y con la norteamericana que le antecedió, se da
comienzo también a la obra maestra de los filósofos-comerciantes procuradores de la
gran burguesía: el contrato social llevado a cuaderno escrito, es decir, la Constitución y
el Constitucionalismo. La mejor forma de mantener organizados los pueblos es
consagrar por escrito las reglas de juego. Este Estado y los que le siguen, enlistan en
largos catálogos las libertades formales del hombre y del ciudadano, protegidas por
un Estado gendarme, cuyo papel es propiciar el desarrollo del individualismo y la
aplicación de las iniciativas personales en una guerra de todos contra todos: la
struggle for life darwiniana, la ley de la selva del capitalismo clásico, que tiene por
dogma el liberalismo económico.
El Estado en Latinoamérica.
Los Estados que surgen en América Latina son hijos de este proceso, y vienen a la vida
con todas sus virtudes y defectos. Empiezan a copiar los modelos de su preferencia,
tomando unos la fórmula de Unitarios y los otros de Federaciones; promoviendo de
un lado la cooperación y el internacionalismo, y buscando otros la autarquía y el
aislacionismo. A partir de allí, en fin, empiezan una evolución peculiar, no siempre
comparable a los modelos a partir de los cuales montaron su institucionalidad.
En América Latina difieren las ideas políticas, las corrientes ideológicas, las tradiciones
intelectuales. El estado hegeliano comparece, hipostasiado en el behaviourismo
estadounidense. Serán visibles los aportes liberales y marxistas en casi todos los
Estados, más o menos identificables en períodos de incidencia.
Con el decurso de la historia se encontrarán también entes supraestatales de facto y de
jure, que participarán -parcialmente, se entiende- de atribuciones estatales o
paraestatales, y tendrán serio influjo en la evolución política de los Estados y de sus
acciones internas y externas.
180
El constitucionalismo fué frenético en Latinoamérica. Se hicieron constituciones de
papel y se creyó en ellas. Pero posteriormente se descubrió que todas ellas eran
subsidiarias de una interdependencia originada en la satelización económica que paga
tributo a una potencia: Estados Unidos de América.
Otro fenómeno crucial es la coexistencia conflictiva de culturas y etnias en los Estados,
que repite los problemas de las minorías nacionales observados en el continente
europeo. Sinembargo, vale considerar que las soluciones en uno y otro lado han sido
no sólo diferentes, sino aún más, divergentes. Mientras en Europa la minorías étnicas
han sido protegidas mediante estatutos especiales que llegan en ocasiones hasta
consagrar la autonomía, en América las minorías han carecido de protección especial y
han sido forzadas a la integración con las mayorías nacionales.
De la evolución histórica de los Estados latinoamericanos hay tantas clasificaciones
como clasificadores. Una entre ellas permitiría distinguir varias etapas:
-- Estados nacionales emergentes de la emancipación.
-- Estados oligárquicos a fines del siglo 19.
-- Estados populistas tras la crisis de 1930.
-- Estados desarrollistas democráticos de postguerra.
-- Estados modernizantes de la década del 70.
-- Estados contemporáneos, que buscan retornar a una democracia de nuevas bases.
La dinámica propia del siglo XVIII provocó la crisis del Estado colonial. Ya por
entonces se observó que el concepto de nación se da en diferente forma para los
estados de inmigrantes y para los estados con mayorías indígenas. En éstos es menos
traumática la elaboración del concepto de nación. Tal puede observarse, sea el caso, en
Bolivia y Méjico.
El estado oligárquico, que surge en la segunda mitad del siglo XIX es consecuencia de
un ejército mas profesional; los chafarotes de la guerra de independencia han sido
sustituídos por soldados de escuela, y se intercambia la academia para compartir y
homologar la actitud impositiva de las clases dominantes sobre las clases trabajadoras,
campesinas e indígenas que empiezan a vincularse a un industrialismo inmaduro.
Tiene como prospecto la conformación de un mercado definido, y en él empieza el
ingreso del capital extranjero. Las altas clases monopolizan y restringen el ingreso al
Estado. Los militares, en alianza con los intereses de las principales familias, dominan
el Estado. Sirve de ejemplo la historia de Centroamérica.
El estado oligárquico entra en crisis con el crack de 1930, que afecta a los países
dependientes de las potencias. En Colombia y Venezuela se dividen las castas políticas
181
y asumen la forma de partidos que entran en largas guerras hasta 1950. A partir de
entonces buscan coaliciones para compartir el Estado botín.
Para superar la crisis, el Estado liberal hace concesiones. Hay renovación de las
burguesías urbana y rural. Se intenta la industrialización. Han surgido conglomerados
que reclaman derechos y protección estatal. Empieza a florecer una cierta conciencia
de clase en los sectores trabajadores, y asoma también la conciencia de
internacionalismo en los sectores empresariales que miran homogéneos sus intereses
con los de los inversionistas extranjeros: Se descubre que el capital no tiene patria. (O
como dijera el romano cínico: El dinero no tiene olor!)
Pero la restauración de las oligarquías y de las alianzas con los militares, tiene esta vez
cara populista. Pudo observarse en Argentina. Y en el Brasil de Getulio Vargas. El
Estado ensaya las herramientas del intervencionismo. No se puede dejar librada a la
indiferencia de los administradores la lucha del capital y el trabajo, signadas por una
desigualdad manifiesta por más que se escuden sus procedimientos en la igualdad de
todos ante la ley, postulado remanente de esa vasta mitología de las libertades
surgidas de la Revolución Francesa.
El dilema entre Estado Intervencionista o Estado Benefactor se resuelve gradualmente
en formas parecidas en cada una de las naciones sacudidas por la necesidad de las
masas. Se resuelve en un estado populista que sintetiza industrialización y justicia
social. Apoyo al incipiente capitalismo nacional y comienzo de la seguridad social
rudimentaria, con normas tímidas y baratas, que de todos modos son bien recibidas.
En algunos lugares provocan el rechazo de los partidos conservadores y de la Iglesia
Católica, que reciben las innovaciones sociales con prevención, pues a su juicio
envuelven influencias de tipo socialista.
Hay una forzada incorporación de las masas a la participación democrática. Pero estos
Estados de masas son reprimidos y desplazados por intervenciones militares.
Un cierto Estado Desarrollista
La C.E.P.A.L. -Comisión Económica para América Latina- fomentó el Estado
desarrollista hasta el sesenta. Propugnaba un Estado que intervenía el mercado
mediante la planificación, buscando la racionalidad económica y la justicia social.
Propiciaba una economía mixta con protección de los intereses nacionales en un difícil
equilibrio que no ahuyentara la inversión extranjera. Que en más de una ocasión no
venía como exportación hirsuta de capitales sino con las amables libreas de la ayuda al
desarrollo, como ocurrió con el Plan de la Alianza para el Progreso.
182
La ideología cepaliana propiciaba políticas redistributivas, y una cierta protección
frente a la competencia exterior. Pero su énfasis no fué en la redistribución populismo- sino en el crecimiento económico -desarrollismo-. Se aplazaba el estado
benefactor, en beneficio del desarrollo.
Cuando se dió la crisis de la representación y las masas se miraron distantes de sus
manipuladores, se apeló a los nacionalismos totalizantes de corte fascista, bajo los
cuales hubo redistribución controlada de los ingresos, ampliación del sindicalismo y
de otras fórmulas manejables de participación.
Tras la segunda guerra mundial, el Estado desarrollista de inspiración keynesiana
asumió la idea de que el crecimiento económico era fuente de la democratización de
los Estados. No se logró. Llegaron a alterar el ambiente la Revolución Cubana, y la
Alianza para el Progreso. En los años siguientes vienen los contramovimientos
militares : 1964. Cae el populismo de Goulart en Brasil; en 1966, en Argentina; en 1968,
en Perú; en 1973, en Chile y Uruguay; en 1976, en Argentina nuevamente.
La doctrina estadounidense de la seguridad nacional, obra como sustento ideológico.
Los militares ya no son golpistas en interés de un caudillo, sino de la institución.
Colombia conoce la Doctrina Camacho Leyva según la cual las Fuerzas Armadas están
llamadas a llenar los vacíos de dirección que los partidos abandonen por ineptitud o
debilidad: Sinembargo, ninguna Constitución colombiana ha reconocido o consagrado
la vocación política de las Fuerzas Armadas. Por el contrario, todas reiteran su carácter
de estamento no deliberante...
La guerra antisubversiva, doctrina de los Estados Unidos, pasa a constituírse en la
nueva obsesión. Entendido queda que subversión es toda discrepancia de los criterios
de la clase dominante, respaldados y sustentados en su alianza con las fuerzas
armadas, instrumento dócil a sus intereses. La politización de los militares tuvo no
solo la influencia de Estados Unidos, sino que con antelación inclusive se dió tal
formación a los cuadros castrenses en las escuelas superiores de guerra de Brasil y
Perú, propiciando un modelo que se dirigía a la militarización del Estado, primero, y
el montaje de la represión totalitaria, después.
El nacionalismo se muestra cómodo factor integrador. Pero, en ocasiones ha
fortalecido el militarismo, al parecer último refugio de la patria. Además, este proceso
militarista ha generado un avance del Estado sobre el espacio privado, tal como lo
intuía Hobbes para su Leviathan futuro. Y es en este ámbito donde aparecerá como
respuesta necesaria la Doctrina de los Derechos Humanos.
183
Estados de hoy para mañana
El Estado contemporáneo está forzado a relacionarse no solamente con otros Estados,
sino con la comunidad internacional como abstracción. Y tales relaciones son de
diferente tipo: Supraordenación, cooperación, interdependencia. Obsérvense al
respecto las connotaciones económica o militar, los bloques ideológicos, la
transnacionalización de la producción, la internacionalización de la ciencia y de las
tecnologías complementarias, etc.
La más ostensible manifestación de esta supraordenación que se impone desde fuera a
los Estados es la pérdida de la identidad nacional. Los límites se desdibujan en lo
histórico tanto como en lo espacial, y se debilitan los afectos y prejuicios, las
expectativas y las esperanzas, las convicciones, en fin, que constituyen Estado por
Estado el alma nacional. Los países en los cuales se ha adoptado la apertura económica
y la internacionalización de la economía, van tomando una moda estadística -o un
modo sociopolítico- que repite un modelo dado, tanto en las estrategias como en los
resultados.
De ahí que las crisis del Estado latinoamericano sean simultáneas o de desarrollo
concomitante, es decir, políticas, económicas, y sociales, en un proceso de causación
recíproca. Esta dinámica es característica del Estado moderno tomado como Estado
capitalista o como Estado dentro del capitalismo. En esta segunda categoría se
incluyen todos aquellos que por haber carecido de oportunidad para la acumulación
primaria de capitales, no fueron estados capitalistas, y ya no lo serán nunca.13 Son los
estados satelizados por las potencias capitalistas. En Latinoamérica, todos, excepto los
Estados Unidos. Y su grado de desarrollo equivale al índice de proximidad ideológicoafectiva con el centro del sistema.
Tras las revoluciones de corte socialista las bases de dominación que antes eran
definidamente burguesas, han sido sacudidas y forzadas a la reestructuración.
Algunos Estados en lucha con las tendencias fascistas de sus clases empresariales han
transigido por la supervivencia y conformado estructuras afines a un cierto socialismo
de Estado. Otras intentan el corporativismo. Y unas más cubren ciclos de
intervencionismo y Estado asistencial o benefactor con éxitos y fracasos fluctuantes.
Hay casos -Bolivia, por ejemplo- en los que el poder nacional está disgregado.
Coexisten focos de poder, relativamente aislados, y con amplia autonomía de hecho. El
monopolio del poder estatal no existe en términos estrictos. Y en la mayor parte de los
13
Puede ampliarse esta propuesta interpretativa en las obras de Franz Fanon.
184
demás, el problema siempre presente pero del que poco se habla en voz alta, es la
sujeción de las castas militares a la autoridad civil. Es una subordinación necesaria,
pero difícil de consolidar. Conspiran contra ello la indisciplina de los partidos, la
estratificación clasista y las alianzas de intereses, la debilidad y heteronomía de las
relaciones exteriores, y la deuda histórica de los heroísmos independentistas.
El interés por la modernización del Estado exige, a juicio de muchos, una estructura
autoritaria, y con ello una democracia dirigida, que es el momento político a que
hemos llegado. Su realización estará a cargo de la burguesía comercial, exportadora e
importadora; y de la banca, en alianza con el capital extranjero. Hace mosaico
completo con el neoliberalismo, la inserción en la economía internacional, el
aperturismo amplio: de fronteras, de bolsillos y de corazones. Las doctrinas de la
Seguridad Nacional y de la guerra antisubversiva, y desde luégo, la fronterización
ideológica.
El militarismo o Estado militar se hace de nuevo Estado gendarme. Pero no es un
peldaño más de la historia. Es la repetición de un ciclo. El ejército se convierte en
ocupante de su propio país. Luégo viene la crisis del desempleo, de la reducción del
gasto social, el infraconsumo... Y se retorna a un nacionalismo que reacciona contra el
militarismo y la inserción neoliberal en la economía internacional. Para ello la
administración busca fortalecerse con la priorización del gobierno sobre las otras
ramas del poder público. Se promueven la autonomía y la descentralización de la
burocracia, y se convoca el apoyo de las masas a un reformismo que busca en las
soluciones intermedias y en las transacciones coyunturales una cierta racionalidad
política.
Es el momento de los tecnócratas. El Estado, con instrumentos como la planeación,
interviene como árbitro entre dos grandes colectivos, el de la producción de bienes y
servicios y el del manejo de la mano de obra -sindicalismo-. Una interpretación del
momento con los esquemas de Marx, mostraría la inflexible incidencia de las leyes del
desarrollo y crisis del capitalismo, que hacen irreal este arbitraje, en tanto que el
Estado es instrumento de clase. Y su papel no es corregir sino perpetuar el fenómeno
expresado en la Ley de la pauperización absoluta y relativa del proletariado y el
ejército industrial de reserva.
Bajo el Estado liberal, cualesquiera sean las formas que asume o con las cuales disfraza
sus cometidos, no es posible la satisfacción de las necesidades generales, porque su
motor es el lucro y se produce para la capacidad adquisitiva, para el mercado. De la
misma manera, es impensable bajo cualquier régimen liberal la solución del
desempleo, porque éste es prerrequisito de toda política de salarios y precios en el
mercado de la fuerza de trabajo.
185
Esta circunstancia está, además, favorecida en los Estados latinoamericanos por el bajo
nivel organizativo de la clase trabajadora en comparación con el sindicalismo fuerte de
los estados capitalistas desarrollados. El movimiento sindical en Latinoamérica es
esporádico, con reivindicaciones concretas pero puntuales.
De otro lado, los partidos políticos tienen una estructura policlasista que facilita la
manipulación por los gerentes económicos. Solamente en dos o tres Estados
latinoamericanos han podido desarrollarse con cierta fuerza los partidos de la clase
trabajadora. En la mayoría de nuestros Estados, la clase trabajadora es debilitada y
maneja por medio del bipartidismo que se alterna en el poder, triunfando siempre la
oligarquía económica. En Colombia es clara esta secuencia a todo lo largo del siglo
presente.
Al final de estas reflexiones quedan más preguntas que respuestas. Cumplen,
entonces, un papel histórico las guerrillas en Latinoamérica ? Tienen sustento
ideológico ? La deuda externa podrá ser pagada ? La deuda externa tendrá qué ser
pagada ? Y, como forzosamente hay qué concluír que ciertas respuestas implican
cesiones de soberanía, cabe preguntarse si son preferibles en tal caso las concesiones
patrimoniales, -la entrega de recursos naturales, la autorización de bases militares, los
servicios públicos privatizados, y las obras públicas construídas y explotadas por las
multinacionales...- o las cesiones ideológicas, implícitas en los compromisos y alianzas
militares, los acuerdos comerciales, o el condicionamiento de la política social interna...
Los estados latinoamericanos -al igual que otros de otras latitudes- dentro del modelo
capitalista, tenderán a fortalecerse internamente a través de la planeación y el control,
inclusive en términos de represión, en tanto que serán en lo exterior cada vez más
débiles y dependientes de los bloques estratégicos, de los pactos compulsivos, de los
conglomerados económicos transnacionales.
Cómo someter la planeación a controles democráticos ?
Serán suficientes los mecanismos de participación ?
Cuál es el papel de los Organismos No Gubernamentales en este control de la
burocratización del Estado ?
Debe buscarse como respuesta una sociedad democrática en un Estado democrático.
Ello implica la sujeción de los institutos al Estado -caso de los estamentos militares-, la
eliminación de la corrupción, el fortalecimiento de la justicia, y el incremento de la
participación social en las decisiones políticas. Ojalá la realidad del futuro próximo se
acerque siquiera un poco a la dimensión de la esperanza.
186
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NOTICIA DEL AUTOR
Abogado de la Universidad Libre de Colombia, sede Bogotá.
Estudios de Postgrado en Derecho Internacional Público, Privado y Humanitario,
como Becario de la O.E.A. en Río de Janeiro (Brasil) Curso programado por el Comité
Jurídico Interamericano.
Especialista en Informática aplicada a la Educación.
Ex-Catedrático de la Universidad Libre de Colombia -Bogotá-, de la Universidad
Católica de Manizales, de la Universidad Nacional, sede Manizales, de la Universidad
Autónoma de Manizales, de la Universidad de Manizales.
Ex-Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Caldas.
Docente Universidad de Caldas.
Tutor Universidad del Estado -E.S.A.P.-
OBRAS:
----PROBLEMAS JURIDICOS DE LA FECUNDACION ARTIFICIAL HUMANA.
----EL PRINCIPIO DE NO-INTERVENCION EN EL SISTEMA INTERAMERICANO.
----CONFERENCIAS DE SOCIOLOGIA GENERAL, AMERICANA Y JURIDICA.
----CONFERENCIAS DE DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO.
----LA IDEOLOGIA, SINTESIS SOCIAL.
----POEMAS DE UN MAXIMO GRIS.
----LA PALABRA DESFIGURADA.
----LA LARGA NOCHE DE LOS DESVINCULADOS -novela----INFORMATICA Y DERECHO.
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