José Guadalupe Zuno Hernández - Congreso del Estado de Jalisco

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José Guadalupe Zuno Hernández
Condecoración López Cotilla
Decreto 7627
Político y artista. Nació en la Hacienda de San Agustín (La Barca, hoy Jamay) el 18 de abril de 1891. Murió en
Guadalajara, el 16 de marzo de 1980. Sus padres fueron Vicente Zuno Estrada y María Trinidad Hernández Gómez.
Dos años después de su nacimiento, la familia se estableció en Guadalajara con un negocio de abarrotes en el
antiguo mercado de la plaza de toros, hoy mercado Alcalde, por las calles de Herrera y Cairo y Liceo. Cursó la
educación primaria bajo la dirección del profesor Aurelio Ortega, educador que introdujo en Jalisco el sistema
Montessori. En 1904 pasó al Liceo de Varones, donde manifestó su habilidad para el dibujo y su interés en los
asuntos políticos. Desde 1909 trabajó como caricaturista en El Perico, periódico de filiación reyista. En 1908
cuando cursaba el último año de bachillerato fue expulsado del Liceo por apoyar actividades políticas
antirreeleccionistas.
Tomó cursos en la Academia de San Carlos de México y con José Clemente Orozco, en Xochimilco. Fundó
el Centro Bohemio de Guadalajara. Apoyó a su gran amigo Ixca Farías en la fundación del Museo del Estado. Su
intensa labor es palpable en diferentes campos: la política, el magisterio, la pintura, la caricatura, la historia y la
literatura. Fue director de la Biblioteca Pública del Estado. Empezó a pintar en 1913 y expuso en 1914, 1917 y
1929. Como líder del Partido Liberal Jalisciense, logró los más altos puestos de elección, siendo diputado federal,
en 1922 presidente municipal de Guadalajara y al año siguiente gobernador del estado. Enfrentó la rebelión
delahuertista, que lo separó del gobierno un breve tiempo. Rehabilitado en su cargo, el 12 de octubre de 1925
refundó la Universidad de Guadalajara, nombrando a Enrique Díaz de León, su amigo, como primer Rector.
Adversario de Calles, prefirió renunciar ante el Congreso local que ser desconocido en México. Ya sin el cargo
cursó la carrera de Abogado, recibiéndose el 26 de febrero de 1931 con la tesis Derecho y Revolución. De 1935 a
1947 radicó en la ciudad de México.
Fue consejero de la Presidencia de la República, apoderado general de los Ferrocarriles Nacionales,
presidente del Tribunal de Arbitraje y profesor en la Escuela Nacional de Maestros. Al volver a Guadalajara dirigió
la Escuela de Bellas Artes y el Departamento de Extensión de la Universidad, de la cual es todo un personaje y
donde desarrolló una intensa labor docente. También fungió como Notario Público y muralista. Como escritor, es
autor de numerosas obras, destacando: Pasión y muerte de Hidalgo (1954), Notas sobre la plástica (1955), Don
Pedro Moreno (1956), Nuestro liberalismo (4 vols., 1956, 1957 y 1970), Reminiscencias de una vida (4 vols., 1956,
1958, 1971 y 1972), Historia de las artes plásticas en Jalisco (1957), La ironía plástica en Jalisco (1958), José
Guadalupe Posada y la ironía plástica (1959), Historia de las artes plásticas en la Juárez, Un cura, un obispo y un
virrey (1962), El coyotito hechicero (1963), La novela del mercado (1964), El zapote mágico (1965), Subasta de
cuadros (1966), Biografía del general Eugenio Zúñiga (1967), Biografía del general don Ramón Corona (1969) y
Los valientes no asesinan (1971). Sus restos están en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.
Tomado de VARGAS Ávalos, Pedro, Un día un jalisciense, Guadalajara, 2007, Asociación de Cronistas
Municipales de Jalisco A.C./Impresora Mar-Eva, 396 págs.
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