vivir el espacio con beuys e isozaki

Anuncio
Servicio educativo - Laboratorio de las Artes
Dossier para profesores
Parvulario y Ciclo Inicial de Primaria
Dentro
y fuera
VIVIR EL ESPACIO CON BEUYS E ISOZAKI
Índice
PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
¿Por qué Beuys e Isozaki? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
LAS OBRAS Y SUS CREADORES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
La instalación Espacio de dolor de Joseph Beuys . . . . . . . . . . . 5
El “jardín secreto” del patio de Arata Isozaki . . . . . . . . . . . . . . . . 7
ACTIVIDADES PARA HACER EN LA ESCUELA . . . 9
DEL RECTÁNGULO AL HABITÁCULO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
El rectángulo en el plano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
El rectángulo en volumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
El descubrimiento del espacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
DENTRO Y FUERA DE LOS ESPACIOS
DE BEUYS E ISOZAKI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
Edita: Fundación “la Caixa”
Textos: Servicio educativo - Laboratorio de las Artes
Diseño: Tipus Gràfics
© de la edición 2005, Fundación “la Caixa”
© de los textos, las autoras
PÁG. 2
Presentación
El arte contemporáneo pide a los
espectadores una actitud no solamente
receptiva, sino también plenamente activa
y dispuesta a interactuar. Por esta razón,
es interesante que, desde pequeños, los
niños y niñas se vayan familiarizando con
él y se inicien en el papel de
espectadores activos y curiosos.
Desde el Servicio educativo - Laboratorio
de las Artes estamos desarrollando una
línea de trabajo alrededor del arte
contemporáneo dirigida a los más
pequeños de la escuela: educación
infantil y ciclo inicial de primaria. Con
estas actividades, queremos aprovechar
los recursos que los niños ponen en
marcha de manera natural cuando
intentan entender el mundo que los
rodea. Por una parte, observan y exploran
su entorno con la intención de identificar
y clasificar los fenómenos. Para llevarlo a
cabo, recurren a su bagaje, a todo lo que
conocen y a las experiencias que han
vivido, buscando en sus recuerdos
referentes con los cuales comparar las
nuevas sensaciones. No escatiman los
movimientos ni la utilización de los
sentidos. Y preguntan, preguntan mucho.
Por otra parte, la imitación del mundo de
los adultos, sobre todo a través del juego
simbólico, les permite situar muchas de
sus experiencias y descubrimientos.
Precisamente estas actitudes son las que
queremos potenciar y aplicar, en concreto,
a las relaciones con las producciones
artísticas. Además lo queremos realizar en
estrecha colaboración con vosotros, los
maestros. Por esta razón, hemos
elaborado este documento de trabajo que
contiene una serie de propuestas
didácticas diseñadas para integrar dentro
de vuestra programación el trabajo que
realizaréis en la visita a CaixaForum con
vuestros alumnos.
En esta ocasión, hemos escogido dos
manifestaciones artísticas emblemáticas
que se pueden contemplar de manera
permanente en CaixaForum: el espacio de
entrada al centro, proyectado por el
arquitecto japonés Arata Isozaki, y la
instalación del artista alemán Joseph
Beuys, Espacio de dolor. Las dos obras,
por tratarse de intervenciones espaciales,
requieren de una participación directa del
espectador y, por tanto, potencian la
tendencia natural de los niños a explorar
y a involucrarse físicamente en esta
exploración. Al mismo tiempo, en ambas
están muy presentes las nociones de
habitáculo y de espacio vital, que
permiten trabajar las diferentes relaciones
que mantenemos con los espacios
cotidianos, sobre todo a través del juego
simbólico. Finalmente, estas obras, que
tienen muchas cosas en común, también
cuentan con otros elementos que las
diferencian, y que facilitan, por tanto, el
aprendizaje por contraste.
PÁG. 3
¿Por qué Beuys e Isozaki?
ESPACIO ARTÍSTICO Y ESPACIO ARQUITECTÓNICO
Las creaciones de Beuys y de Isozaki
comparten, entre otras, una característica muy
importante: son espacios transitables que
invitan al espectador a moverse por su
interior. Las dos provocan emociones
determinadas, pero, mientras que la
arquitectura está marcada por la
funcionalidad, el arte se sustenta en
elementos evocativos, poéticos y simbólicos.
Esta diferencia nos permite trabajar aspectos
relacionados con el uso de cada espacio y con
su significado.
La obra de Beuys es una instalación. Este
término define un tipo de obra formada por
materiales y procedimientos diversos en los
cuales el espacio es uno de los elementos
principales. Al mismo tiempo, el espectador
ejerce sobre ésta un papel fundamental por el
hecho de tener múltiples posibilidades de
actuación. Efectivamente, las instalaciones
invitan al espectador a tomar una nueva
actitud física delante de la obra de arte. El
espacio que generan está lleno de nuevas
posibilidades, un juego que, como podremos
ver en la intervención arquitectónica que
Isozaki realiza en CaixaForum, también nos
permite la arquitectura.
PÁG. 4
Finalmente, la instalación de Beuys y
la intervención de Isozaki ejemplifican
conceptos opuestos en lo que concierne
a la forma (abierta/cerrada), a las dimensiones
(grande/pequeño, alto/bajo), a la luz
(claro/oscuro), a los materiales
(blanco/negro), a nuestra posición respecto
a ellos (dentro/fuera) y a las sensaciones que
provocan (introspección/expansión). Todos
estos contrastes permiten que las dos obras
se refuercen mutuamente y que el
conocimiento de una contribuya a la mejor
comprensión de la otra.
Las obras y
sus creadores
A continuación, os proporcionamos unas pinceladas de
información sobre las obras con las que trabajaremos y también
sobre Joseph Beuys y Arata Isozaki, para que podáis situar estas
creaciones en el contexto de la producción de estos artistas.
La instalación Espacio de dolor de Joseph Beuys
¿CÓMO ES?
¿ESPACIO DE DOLOR?
Estamos en un espacio rectangular con las
paredes, el suelo y el techo completamente
forrados de plomo. Sólo vemos una bombilla
escueta y dos anillas de plata colgando al
lado. En realidad, es un espacio hermético en
todos los sentidos: acoge y encierra al
espectador en su seno, pero ofrece muy pocos
elementos para poder establecer con él alguna
comunicación. El elemento principal es el
plomo, un material pesado, sin brillo y que
absorbe todos los sonidos, lo que hace que,
una vez dentro de la habitación, nos
quedemos completamente aislados del mundo.
Antes de entrar en consideraciones simbólicas,
hay que remarcar que esta obra es un espacio
real (con techo, suelo, paredes, esquinas...)
que ha de ser recorrido y percibido como tal.
Pero, tanto las características del espacio
(oscuro, frío, metálico...) como el título
mismo añaden nuevos significados a la
experiencia que vivimos en su interior.
Joseph BEUYS
Se cuenta detrás del hueso - Espacio de dolor, 1983
2,95 x 5,45 x 7,4 m
Planchas de plomo, hierro, anillas de plata y bombilla
Efectivamente, a pesar de que el título es
estremecedor, no hay nada que haga
referencia explícita al dolor físico.
Naturalmente, si se llama «espacio de dolor»
no es porque sí. Seguramente nosotros, los
adultos, aunque podamos no estar de acuerdo,
somos capaces de entender por qué su autor
la ha titulado así. Por una parte, podríamos
encontrar muchos ejemplos que, por
asociación, evocan esta idea: zulos, refugios
antiatómicos, cárceles, salas de interrogatorio,
etc. Por otra parte, existen otros tipos de
dolor, como el que se asocia con el
conocimiento:¿o no es verdad que saber puede
comportar sufrimiento?
© Joseph Beuys, VEGAP, 2004
PÁG. 5
¿QUIÉN ES JOSEPH BEUYS?
En los años sesenta Joseph Beuys inicia una
nueva manera de entender el arte: es el primer
artista que no parte de la tradición artística
sino de otros campos, el del pensamiento y el
de la poesía. Precisamente por esto sorprenden
tanto sus obras, porque rompen con el aspecto
tradicional de los objetos artísticos y se
equiparan tanto a la cotidianidad que resulta
difícil ver en qué se diferencian.
Sus obras no destacan por la belleza formal.
Normalmente están hechas de materiales que
proporciona la naturaza (plomo, grasa, miel,
fieltro...) más importantes por su carga
simbólica que por sus cualidades estéticas.
Joseph BEUYS
Plight / situación grave
Instalación (43 rollos de fieltro, piano, mesa y termómetro)
8,90 x 3,10 x 18,13 m
Centro Georges Pompidou, París
© Joseph Beuys, VEGAP, 2004
Gran parte de su trayectoria artística se basa
en la acción, la performance o manifestación
artística efímera que implica la actuación y la
interacción con el público. Sus acciones a
menudo suponen una crítica al mercantilismo
del arte y a la actitud devastadora del hombre
frente a la naturaleza. Además, manifiestan el
compromiso del artista con su entorno social.
Todo esto hizo que Beuys tuviera una
influencia decisiva en el arte de la segunda
mitad del siglo XX, puesto que amplió la
noción misma de arte y abrió vías de trabajo
inéditas hasta entonces.
Joseph Beuys realizando la acción 7000 robles
en la Documenta VII de Kassel (1982). El
proyecto consistían en plantar 7000 árboles
con una columna de basalto al lado.
© Joseph Beuys, VEGAP, 2004
PARA SABER MÁS
PUBLICACIÓN
CLAVERO, Jordi Joan i QUER, Montse; Joseph Beuys. Documentació per als educadors
amb motiu de l’exposició Joseph Beuys - Euràsia, Fundació Joan Miró, Servei Pedagògic,
Barcelona, 1990. (en catalán)
WEBS
http://www.walkerart.org/beuys/info_introframe.html
Información exhaustiva y estructurada por temas sobre el artista y su obra (en inglés)
http://www.artcyclopedia.com/artists/beuys_joseph.html
Acceso a las obras de Beuys presentes en los principales museos del mundo (en inglés).
PÁG. 6
El “jardín secreto” del patio de Arata Isozaki
¿CÓMO ES?
EL “JARDÍN SECRETO”
El arquitecto japonés Arata Isozaki es el
responsable de la intervención arquitectónica
que se llevó a cabo en la entrada de la fábrica
modernista Casaramona, actualmente
CaixaForum. Se trata de un espacio rectangular,
blanco y luminoso, revestido de piedra calcárea
blanca, lo que provoca que se llene de luz y
que, por un efecto de la reflexión, ésta llegue
hasta el vestíbulo del centro.
El “jardín secreto” es el lugar donde se
desarrollará nuestra actividad. Se trata de un
espacio rectangular casi cerrado, con una
abertura para entrar y sin techo, que se
inscribe en otro rectángulo más grande que
conforma todo el patio. Si pudiésemos entrar
en el “jardín secreto”, no tendríamos la
sensación de estar precisamente encerrados:
la visión del cielo y el ruido del agua nos lo
impedirían.
Este espacio está construido por debajo del
nivel de la calle. Es, por tanto, discreto y
silencioso; desde fuera casi no lo veríamos, si
no fuese porque lo delimitan unos árboles
metálicos. Desde dentro, en cambio, sí se ve
en toda su magnitud.
Podríamos decir que se ha construido a base de
rectángulos. Esta figura se convierte en el
módulo a partir del cual se construye todo el
espacio, y son rectángulos tanto los diferentes
espacios que se crean como las piezas de
piedra blanca con las cuales está construido.
El patio en el cual se encuentra el “jardín
secreto” tiene la función de acoger a los
visitantes del centre, y por eso dispone de
tres accesos diferentes: uno con escaleras
mecánicas y dos con escaleras normales
combinadas con terrazas en diferentes
niveles. Presenta, pues, diversas opciones
para entrar y ofrece desde una entrada rápida
hasta otra más tranquila, contemplativa, para
vagar. Sea como sea, este espacio, además de
facilitar la entrada al centro, permite al
visitante recorridos diversos.
Tal como el mismo arquitecto ha manifestado,
en la concepción del patio tuvo un papel muy
importante el Pabellón Mies van der Rohe,
realizado en 1929, que está justo delante de
CaixaForum. Este edificio, que según Isozaki
Arata ISOZAKI
Patio de entrada a CaixaForum, 2001
Barcelona
Mies VAN DER ROHE
Pabellón de Alemania para la Exposición
Internacional, 1929 (reconstruido el 1986)
Barcelona
© Pavelló Mies van der Rohe
PÁG. 7
es «una de las obras más importantes del
nacimiento de la arquitectura moderna»,
establece un harmónico diálogo formal con el
patio de entrada al centro, hasta el punto que
uno parece la forma invertida del otro (fijaos
en las fotografías de la página anterior).
¿QUIÉN ES ARATA ISOZAKI?
Arata Isozaki es un arquitecto japonés que ha
creado edificios por todo el mundo. Es
especialmente conocido en Barcelona por la
construcción del Palau Sant Jordi en Montjuïc,
una de sus obras más reconocidas.
Arata ISOZAKI
Palau Sant Jordi, 1990
Anilla Olímpica, Barcelona
En sus edificaciones siempre ha manifestado
una gran capacidad para fundir los estilos
oriental y occidental. Utiliza los elementos
mínimos para configurar sus edificios, que a
menudo adquieren formas sorprendentes. Sus
obras son funcionales, pero sin dejar de
despertar sensaciones en el usuario que van
más allá de la función.
La limpieza visual y la armonía de sus
edificios se ven perfectamente en el “jardín
secreto”, un espacio que evoca los jardines
orientales, donde no son imprescindibles las
plantas, sino que se puede cultivar la belleza
con los elementos inertes de la naturaleza.
Arata ISOZAKI
Polideportivo “Palauet”, 1987
Palafolls
PARA SABER MÁS
PUBLICACIÓN
DD.AA.; CaixaForum: “Un edifici-fàbrica artistich”, Fundació “la Caixa”, Barcelona, 2002.
WEBS
http://www.archpedia.com/Architects/Arata-Isozaki.html
Información sobre el arquitecto e imágenes de sus edificios principales (en inglés).
http://www.bcn.es/publicacions/b_mm/bmm62/bmm62_qc45.htm
Encontraréis opiniones interesantes de Isozaki sobre Barcelona así como descripciones
de algunas de sus creaciones ubicadas en Cataluña (en catalán).
PÁG. 8
Actividades para
hacer en la escuela
Las actividades que os presentamos en este
dossier están concebidas para que resulten
útiles en la escuela, tanto para trabajar
específicamente sobre las obras de Beuys e
Isozaki como para sacarles el máximo partido
en las diversas áreas del conocimiento. Antes
de empezar, conviene que tengáis presentes
las consideraciones siguientes:
• La intención de este dossier es sugerir
algunas propuestas abiertas a partir de las
cuales podéis trabajar en el aula de manera
interdisciplinaria. Partiendo de la información
que se proporciona, cada maestro sabrá
seleccionar y adaptar los contenidos a la
realidad de sus alumnos.
• Hemos tenido en cuenta el espíritu
interdisciplinario que se aplica a todas la
áreas del aprendizaje en educación infantil y
en el ciclo inicial de primaria. Así pues,
trabajamos cada uno de los temas que hemos
seleccionado desde múltiples perspectivas y
teniendo en cuenta los diferentes lenguajes:
visual, plástico, verbal, matemático, corporal.
• Puesto que podéis hacer la visita en
cualquier momento del curso, indicaremos
sólo las actividades que nos parece
importante haber trabajado antes de ir a
CaixaForum con este símbolo:
• Las demás actividades las podéis integrar
en el momento que os parezca más adecuado
dentro de vuestra programación, tanto si es
antes como después de llevar a cabo la
actividad en CaixaForum. Seguro que vuestros
alumnos se divertirán con la práctica y la
experimentación.
• Hemos querido incluir también algunos
ejercicios de observación y reflexión para
que puedan encontrar puntos de contacto
entre el arte y las cosas que les toca vivir
cada día.
• Algunos ejercicios exigen una actitud
de investigación: traer materiales de casa,
«coleccionar» imágenes vistas en la calle
y comentarlas en clase, consultar
diccionarios y enciclopedias con la ayuda
de los padres, etc.
• Muchas de las actividades que os
proponemos permiten abordar ciertos
conceptos por contraste. De manera que,
cuando aparezca el símbolo correspondiente,
queremos decir que esta actividad se puede
trabajar dividiendo la clase en dos grupos
que representen ideas o nociones opuestas
con la finalidad de aprender a partir de las
diferencias. Convendría que estos grupos
estuvieran formados siempre por los mismos
niños; así, cuando dividamos la clase en el
taller de CaixaForum, los mantendremos.
PÁG. 9
Del rectángulo al habitáculo
La instalación de Beuys y el “jardín secreto” de Isozaki tienen un importante
elemento en común: ambos son rectangulares y están elaborados a base de
rectángulos. El rectángulo es, pues, la figura geométrica básica que hemos escogido
para iniciar la actividad "Dentro y fuera. Vivir el espacio con Beuys e Isozaki".
Empezaremos explorando la representación de esta figura en el plano -para algunos ya
asumida, para otros recientemente descubierta*.
Dibujar un rectángulo supone también delimitar un espacio, y esto a su vez nos
permitirá introducir la noción de estar dentro o fuera, dos posibilidades que se
presenten como dialécticas y anticipan un juego de contrarios. Estar dentro o estar
fuera comporta, también, unas determinadas condiciones, como la claridad o la
oscuridad, la intemperie o el estar cobijado, el frío o el calor, etc. Todas estas
posibilidades las trabajaremos a pequeña escala y después, aumentando sus
proporciones, las viviremos en los espacios que frecuentamos a diario.
A continuación os proponemos un serie de ejercicios para realizar en el aula con el
fin de vincular la actividad de CaixaForum con la experiencia del día a día.
El rectángulo en el plano
Familiarizarnos con esta figura en el plano, reconociéndola y encontrándola en nuestro entorno
inmediato, nos permitirá utilizarla como forma que delimita y crea un espacio.
Observamos y
reconocemos
Primero hacemos un ejercicio de observación
en el entorno. Los más pequeños ya están
trabajando formas geométricas básicas y
seguro que ya conocen el círculo. Ahora
trabajamos el rectángulo para que lo conozcan
y, sobre todo, lo reconozcan en su entorno
más inmediato.
Partiendo de la forma geométrica en el plano
(la mostramos en horizontal y en vertical),
pedimos que la contemplen y, después, que la
empiecen a buscar por el aula: la mesa, la
pizarra, la ventana, un libro, un estuche, un
folio, un cajón, una cartera, etc. También les
podemos pedir que traigan de su casa objetos o
imágenes que tengan la forma de un
rectángulo.
Leche
PÁG. 10
* Si lo consideráis más adecuado para vuestros alumnos, en todos los casos podéis sustituir el rectángulo por el cuadrado.
Marcamos y señalamos
Una vez que hayan reconocido
el rectángulo como una forma -muy frecuente
en nuestro entorno-, les pedimos
que marquen los rectángulos que hayan
identificado previamente remarcándolos con
cinta adhesiva de colores, tizas, cordeles...
Y ahora con los espacios
de Beuys e Isozaki
Observamos las imágenes de la instalación
de Beuys y del patio de Isozaki (tenéis las
reproducciones al final de este dossier). Las
fotocopiamos, las repartimos entre los niños
y les pedimos que marquen los rectángulos
que encuentren en ellas. Así, mientras
reforzamos el conocimiento del rectángulo
y su identificación en dos espacios diferentes,
se familiarizan con las obras que van a ver
cuando esten en CaixaForum.
Dibujamos y pintamos
También podemos hacer este ejercicio
marcando los rectángulos en fotografías
recortadas de catálogos de muebles, revistas
de decoración, etc.
Después, si el perímetro de la clase tiene
forma de rectángulo o de cuadrado, también
lo señalamos tal como hicimos con los
muebles. Aprovechamos la clase de
psicomotricidad para recorrerlo con pasos,
de puntillas, con un solo pie...
Si es posible, incluimos las paredes y el techo
resaltándolos con la luz de una linterna o de
un puntero láser. Observemos el movimiento
del brazo al señalar las líneas de las paredes.
Una vez identificado y marcado el
perfil del rectángulo en los objetos de la clase
y en los elementos arquitectónicos, podemos
dibujarlo. Cogemos una hoja y lo dibujamos;
podemos aprovechar la misma forma del folio
y resaltarla. Después lo pintamos, pero antes
tenemos que decidir si queremos pintar la
parte de dentro o la parte de fuera.
Recortar o puntear
También podemos coger otro folio (o
aprovechar el mismo de antes) y recortarlo
para vaciarlo de manera que extraigamos de él
otro rectángulo. También podemos utilizar el
punzón. Observamos y comentamos con los
alumnos que, a partir de un rectángulo, hemos
extraído un rectángulo interior y aún hemos
obtenido otro rectángulo (perímetro y área).
PÁG. 11
Un rectángulo hecho
de muchos rectángulos
Con otro folio, podemos buscar todos los
rectángulos posibles, como un tangram.
¿Dentro o fuera?
Abramos una entrada en estos
rectángulos, cojamos objetos y situémoslos en
diversos puntos en relación a los rectángulos.
Comentemos con los alumnos dónde están
estos objetos en relación con los rectángulos.
¿Están dentro o están fuera?
Recortémoslos, coloreémoslos y
reconstruyamos el rectángulo inicial.
Un rectángulo construido
con objetos
Formemos rectángulos con diferentes
materiales: tiras de papel, palos, lápices,
cordeles, lanas, cintas adhesivas, etc. Se trata
de observar cómo se acota un espacio, cómo
se crean vértices, cómo se forman ángulos...
PÁG. 12
El rectángulo en volumen
Hasta aquí hemos trabajado con la figura geométrica en el plano y ahora la veremos en volumen.
De la misma manera que antes creamos rectángulos dibujando, ahora creamos «habitáculos» en
forma de prisma rectangular (o de cubo, si lo preferís). En este apartado, por tanto, además de
la noción de volumen, introducimos la noción de espacio, que es el objetivo de la actividad que
llevaremos a cabo en CaixaForum con las obras de Beuys e Isozaki.
En primer lugar lo haremos a pequeña escala, porque nos permite plantear situaciones que
posteriormente experimentaremos en primera persona.
PEQUEÑA ESCALA
Construimos
Con elementos de construcción
como listoncillos de madera, ladrillos
pequeños, piezas de construcciones de
juguete u otros similares, vamos creando una
forma rectangular y la cerramos. Si, además
de acotar un espacio, los niños tienen la
posibilidad de levantar paredes y colocar un
techo, creando así un prisma, podemos
asociar esta construcción a un habitáculo.
Cuando los niños realizan este ejercicio,
delimitan un territorio que puede adquirir
diferentes funciones simbólicas. Hablamos con
ellos de lo que queremos que sea: un campo
de fútbol, una casa, una tienda, un cine...
Para generar diferentes situaciones, usamos
un muñequito (soldadito, figurita de belén...)
y decidimos entre todos qué es lo que hace
dentro y qué hace fuera.
Con dos cajas
de zapatos...
Cogemos un par de cajas de zapatos: una la
ponemos en la posición normal mirando hacia
arriba y la otra, cabeza abajo, para recrear
unas situaciones similares a las que
encontraremos en los espacios de Beuys e
Isozaki. Después practicamos una abertura en
cada una. Comentamos en clase las ventajas y
los inconvenientes que supondría para nuestro
muñeco estar en un espacio abierto o en un
espacio cerrado. Por ejemplo (fig. 1),
intemperie, luz natural, frío, calor, las
inclemencias del tiempo, lluvia, viento,
oxígeno, noche, día...; (fig. 2), cerramiento,
aislamiento, protección, cobijo, penumbra,
temperatura constante, luz constante,
incomunicación, protección ante la
climatología, claustrofobia, falta de aire...
Fig. 1
Fig. 2
PÁG. 13
Medir la capacidad
Transformamos el espacio para
“fabricar” sensaciones
Forremos las cajas de diferentes materiales,
por ejemplo, algodón, peluche, hojas, papel
de aluminio, papel de lija, plastilina,
piedrecillas, palillos, cascabeles, flores, lana o
cualquier otro material que se os ocurra.
Hablemos de cómo se debe de sentir nuestro
hombrecillo dentro de la casa, cómo se debe
de mover al caminar sobre estos materiales,
qué sonidos hace al desplazarse por aquí, etc.
¿Cómo podemos medir la
capacidad de un espacio cerrado?
Explorémoslo usando una fiambrera (de forma
rectangular) y llenándola de diferentes objetos
o materiales. ¿Cuántos vasos de agua nos
hacen falta para llenarla? ¿Cuántas paladas
de arena necesitamos? ¿Cuántos muñequitos
caben? ¿Cuántas piezas de construcción
de juguete podemos guardar dentro?
También podemos comparar la capacidad de los
dos espacios. Para hacerlo, tenemos que
escoger una misma unidad de medida como, por
ejemplo, una pieza de construcción de juguete,
etc. Utilizaremos cajas de diferentes tamaños.
Una vez que las hayamos llenado, observamos
y contamos cuántas piezas hemos tenido que
emplear en una y cuántas en la otra. Cuando
sepamos qué espacio tiene más capacidad,
podremos hablar de dónde se encontrará más
holgado el personaje que viva en ellas.
La luz y el espacio
Después hagámoslo al revés: decidamos qué
situaciones queremos crear para que nuestro
personaje se sienta de una determinada
manera: calentito, fresco, triste, divertido,
tranquilo, etc. Y forremos la caja de manera
que se potencien estas sensaciones. Para
practicar los contrarios, podemos reunir
pequeños grupos que se encarguen de
conceptos opuestos.
Cogemos las dos cajas de zapatos
que hemos utilizado antes y probamos con la
luz. Con una linterna o cualquier otro tipo de
proyector de luz, enfocamos sobre la parte
superior de cada una de ellas. ¿Qué pasa en
su interior? ¿Y en el exterior? Después
proyectamos luz por la abertura de la caja.
¿Qué pasa en el interior?
Observemos, también, que aplicando la luz
sobre el volumen se dibujan sombras. ¿Cómo
son estas sombras? Si cambiamos la
orientación del foco, veremos como lo que se
proyecta al suelo va cambiando de tamaño e,
incluso de forma. Podemos señalar estas
sombras con tizas, cinta adhesiva, etc.
PÁG. 14
A ESCALA HUMANA
Lo que hemos experimentado a pequeña escala nos permitirá entender mejor todo lo que hacemos
a escala humana, es decir, en nuestra vida cotidiana. Así pues, reproduciremos los ejercicios “a
nuestra medida” para poder explorar las relaciones del cuerpo con el espacio.
Es cierto que nos será más difícil construir en formato grande; por esto nos dedicaremos, sobre todo,
a vivir los espacios ya existentes utilizándolos, recorriéndolos, midiéndolos, palpándolos..., esta vez
con nuestro propio cuerpo. Podemos usar la arquitectura que tengamos al alcance y que nos sea más
familiar. De hecho, esto es lo que trabajaremos en CaixaForum con las obras de Beuys e Isozaki.
Hacerse casitas
Hasta ahora hemos construido espacios
para un personaje o muñeco, previendo lo que
podía hacer o sentir, tal como los niños suelen
hacer en su espacio de juego a pequeña
escala. Pero, además, seguro que su juego
también incluye la construcción de “casas”,
hechas con la intención de refugiarse o de
recrear espacios para generar situaciones en
primera persona. Pidámosles que hablen de
cómo son las casitas o cabañas que se
construyen cuando juegan, si aprovechan el
espacio de la litera o de una mesa, si las hacen
con toallas o sábanas, con maderas o cañas o
si tienen alguna de juguete... Hablemos de si
les gusta estar dentro y por qué.
¿Construimos un
“habitáculo”?
Podemos intentar construir un habitáculo de
forma cuadrangular, suficientemente grande
para que quepa uno de nosotros
Dibujamos una figura rectangular en el suelo
y le colocamos unas paredes de cartón, papel
o tela hasta conseguir crear una “casita”,
un espacio habitable. También puede ser útil
aprovechar cajas grandes, como las de
embalar neveras o lavadoras. Si tenemos
algunas de tamaños diferentes, podremos
hablar de los conceptos grande y pequeño
y del hecho de sentirse holgado o restringido,
asociándolo a la idea de más o menos
bienestar o comodidad.
Construimos un espacio
para las sensaciones
¿Y si construimos un habitáculo con la idea
de experimentar unas sensaciones
determinadas? Podemos modificar las paredes
(practicarles agujeros para que entre la luz,
etc.), forrar el interior (con peluche, aluminio,
con papel de burbujas, etc.).
Buscamos casas
Pedimos a los niños que busquen
diferentes tipos de casas: un iglú, un tipi, un
rascacielos, una masía... Pueden consultar
enciclopedias o buscar información en Internet
con la ayuda de los padres. Procuramos que se
fijen en las figuras geométricas que nos
sugieren estos habitáculos.
PÁG. 15
El descubrimiento del espacio
Todo lo que hacemos en nuestra vida lo llevamos a cabo en el espacio, y el
cuerpo es el mejor medio que tenemos para experimentar este espacio y, por
tanto, para entenderlo. Pero, a pesar de ser así, lo utilizamos de manera tan
automática y constante que no siempre somos conscientes del papel tan
importante que tienen en nuestras vidas.
EXPLOREMOS EL ESPACIO CON EL CUERPO
Situémonos
Para empezar a trabajar la
relación del cuerpo con el espacio, os sugerimos
un ejercicio muy sencillo. Escogemos una mesa y
pedimos a un voluntario que se sitúe en relación
con ella según las consignas que le demos:
delante/detrás, derecha/izquierda,
encima/debajo... Después, recreamos todo lo que
ha pasado. Podemos hacer dibujos de la mesa y
del niño o recortar una fotografía de una mesa y
dibujar el niño en las diferentes posiciones.
Medimos el espacio
Escogemos una unidad de medida:
una pulgada, un pie, un palmo, un paso
corto... Decidimos qué queremos medir: la
distancia de ángulo a ángulo (si son ángulos
opuestos los mediremos en diagonal), todo el
perímetro, de ventana a ventana... ¿Cuántos
pasos tenemos que dar? ¿Cuántos palmos hay?
También podemos tomar las medidas usando
objetos como unidad de medida.
Recorridos
Decidimos un espacio
Escogemos un espacio que nos
resulte muy familiar, por ejemplo, nuestra aula.
Analicémosla poniendo en juego todos los
sentidos para experimentar, ahora en nuestra
propia piel, algunos de los aspectos que ya
hemos trabajado en ejercicios anteriores, en los
que creábamos espacios para un personaje
pequeño.
¿Es grande o pequeña? Esto lo podemos
decidir en relación con otros espacios. No
tenemos que medirla para saber si nuestra aula
es grande o pequeña, ya que sabemos, por
ejemplo, que es más grande que el cuarto de
baño y más pequeña que el patio. Es una
información más que tendremos en cuenta.
¿Qué forma tiene? ¿Es cuadrada, rectangular,
ovalada? Remarcamos el perímetro del aula
andando, de puntillas, con un sólo pie...
siguiendo las indicaciones del ejercicio “Marcamos
y señalamos”, de la página 11. Se trata de hacer
lo mismo, pero siendo más conscientes del uso
que hacemos de nuestro cuerpo.
PÁG. 16
Podemos utilizar el espacio
para los diferentes recorridos. Es importante
marcar en primer lugar dos puntos y decidir
cómo nos desplazamos del uno al otro: en
línea recta, siguiendo las paredes, haciendo
zig-zag... Y ahora miramos si hay objetos.
¿Qué hacemos? ¿Los esquivamos? ¿Pasamos
por encima de ellos? ¿Pasamos por debajo?
También podemos dejar un rastro, como si
fuésemos Hansel y Gretel o Pulgarcito, para
ver el dibujo que traza nuestro recorrido.
Llenar y vaciar
Como hemos comprobado,
nuestro aula es un espacio suficientemente
grande para que quepamos todos. Ahora
planteémonos cómo la vaciaríamos. Salimos
todos del aula y, una vez fuera, vamos
entrando en silencio y situándonos en el
centro del aula muy juntos, con los brazos muy
pegados al cuerpo, intentando ocupar el
mínimo espacio posible.
Cuando estemos todos dentro y concentrados
en el centro, nos diseminaremos. Primero, nos
separaremos los unos de los otros y, después,
extendiendo los brazos, iremos ocupando el
máximo espacio posible. Hemos de tener la
sensación de que estamos llenando todo el
espacio. Tenemos que pensar diferentes
maneras de llenar al máximo el espacio con
nuestro cuerpo.
Nuestro cuerpo,
un buen sensor
El espacio no solamente lo usamos y lo vivimos
en movimiento, sino que lo percibimos con todos
los sentidos. Será, pues el momento de sentir el
PARA SABER MÁS
espacio. Para potenciar los demás sentidos podemos
taparnos los ojos. Nos quedamos en silencio y nos
concentramos en los sonidos, en los olores, en las
texturas... Este ejercicio se enriquecerá si
cambiamos de espacios y comparamos las diferentes
sensaciones que nos producen.
Si seleccionamos espacios como el comedor, el
gimnasio, los lavabos..., recibiremos gran cantidad
de estímulos sensoriales muy diferenciados.
También podemos escoger espacios interiores y
exteriores para contrastar las sensaciones que
provoca estar a cobijo o a la intemperie, y ver
qué cambios experimentamos según la estación
del año o el momento del día.
Espacios y funciones
La explotación a fondo de nuestro
aula nos permitirá pensar en otros espacios que
también nos sean familiares. Hagamos entre
todos una lista de espacios que conozcamos, por
ejemplo: el gimnasio, el patio, el comedor, el
dormitorio, el pasillo, una terraza, un teatro, una
sala de exposiciones... Podemos hablar de
aspectos más formales, como ya hemos hecho en
los ejercicios anteriores, pero lo más importante
es constatar que cada espacio está concebido
para funciones diferentes. Pensemos qué factores
favorecen que cada función se cumpla. De esta
manera, veremos que hay espacios que necesitan
luz y otros que requieren penumbra; algunos
quieren ventilación, otros amplitud, o iluminación
puntual, o ventanas o aislamiento...
DIDÁCTICA DEL ENTORNO
MORALES, Montserrat; El nen i l'entorn: orientacions i activitats per a la primera infància,
Edicions Oikos-Tau, Vilassar de Mar, 1983. (en catalán)
MUNTAÑOLA, Josep; Didàctica de l'entorn: fonaments i possibilitats, Edicions Oikos-Tau, Vilassar
de Mar, 1983. (en catalán)
MUNTAÑOLA, Josep; El nen i l'entorn: orientacions per als infants de 7 a 10 anys, Edicions
Oikos-Tau, Vilassar de Mar, 1983. (en catalán)
Tambien os recomendamos las actividades que organizan el SEA (Servei Educatiu
d’Arquitectura) del COAC (Col·legi d’Arquitectes de Catalunya). Podéis consultar (en catalán):
http://www.coac.es/inde/2003/octubre/sea/presentacio.html
http://www.coac.es/inde/2003/desembre/sea/la_cuitat_del_nens.html
http://www.e-coac.org/prensa/e-coac_noticies/rtv.asp
PÁG. 17
Dentro y fuera de los
espacios de Beuys e Isozaki
Hasta ahora os hemos sugerido una serie de ideas
para trabajar en la escuela. Ahora es el momento
de explicar en qué consiste la actividad “Dentro y
fuera. Vivir el espacio con Beuys e Isozaki” que
llevaremos a cabo en CaixaForum.
Lo primero que haremos será dividir la
clase en dos grupos: el blanco y el negro.
Tenemos preparadas camisetas de los dos
colores, pero os agradeceremos que ese día
pidáis a la mitad de la clase que se vistan de
colores claros y a la otra mitad, de
colores oscuros. Esto nos ayudará a
organizar la actividad y, al mismo
tiempo, nos facilitará el trabajo que
realizaremos en el taller con el
concepto de elementos opuestos.
Una vez definidos -y vestidos- los dos grupos,
nos dispondremos a descubrir en directo los dos
espacios para apreciar las características reales
de cada uno. En este caso es fundamental vivir
las obras en directo y experimentar los espacios
con todo el cuerpo y todos los sentidos.
Cuando estemos dentro, exploraremos cada uno
de los espacios con el movimiento (saltando,
corriendo...). Los recorreremos haciendo
caminos, midiéndolos, concentrándonos
todos en el medio o diseminándonos por
toda la superficie, etc.
Reconoceremos los materiales de que
están hechos por medio de la vista y el
tacto... Con el cuerpo, dibujaremos la
forma del perímetro y la imitaremos
simulando líneas y ángulos. También
buscaremos todas las formas rectangulares
que contienen.
PÁG. 18
Como se trata de un espacio cerrado y otro
abierto, podremos trabajar las diferencias que
notamos en el aspecto sensorial: ¿cómo se
percibe el sonido?, ¿qué pasa con la luz?, ¿a qué
huelen?, ¿qué temperatura hay en cada uno?...
Por otra parte, también intentaremos verbalizar
las sensaciones y el efecto que nos provocan
estos espacios al entrar en ellos: ¿cómo nos
sentimos en cada uno?, ¿estamos a gusto o nos
parecen desagradables?, ¿nos dan miedo?, ¿nos
producen sensación de aislamiento?
Todas las experiencias que habremos vivido nos
servirán para conocer mejor las dos obras,
acercarnos a las figuras de Beuys e Isozaki y
comparar las diferentes nociones de espacio
que cada uno propone.
En términos generales, la actividad propone
poner en práctica todos los conceptos que
contiene el dossier y que ya trabajáis en las
escuelas en relación con las intervenciones de
Beuys e Isozaki. Finalmente, tanto la actividad
que haréis en CaixaForum como el dossier que
tenéis en las manos pretenden, sobre todo,
contribuir a mejorar la relación de los
espectadores más pequeños con las creaciones
contemporáneas, descubriendo en ellas
elementos que les podrían pasar desapercibidos
y, también, vinculándolas a la experiencia
cotidiana para que, así, les sean realmente
próximas.
1
2
PÁG. 19
Arata ISOZAKI
1. Vista general de la entrada a CaixaForum
con el “jardín secreto” en primer término.
2. Vista aérea del “jardín secreto”.
PÁG. 20
Zona inferior del patio.
PÁG. 21
Joseph BEUYS
Se cuenta detrás del hueso - Espacio de dolor, 1983
2,95 x 5,45 x 7,4 m
Planchas de plomo, hierro, anillas de plata y bombilla
© Joseph Beuys, VEGAP, 2004
PÁG. 22
El Servicio educativo - Laboratorio de las Artes
quiere mostrar su agradecimiento a las siguientes personas
e instituciones por su colaboración desinteresada:
Mònica Herrera
Helena Izquierdo
Elisenda Vilaró
Ajuntament de Palafolls
Centre Gestor del Parc de Montjuïc
Pavelló Mies van der Rohe
CEIP Escola de Bellaterra
CEIP Lluís Millet
CaixaForum
Avinguda Marquès de Comillas, 6-8
08038 Barcelona
Tel.: 93 476 86 00
Fax: 93 476 86 35
www.fundacio.lacaixa.es
[email protected]
Servicio Educativo - Laboratorio de las Artes
Fax: 93 476 86 57
[email protected]
Horario
De martes a domingo, de 10.00 a 20.00 h
Lunes, cerrado (excepto festivos)
Servicio de Información de la Fundación “la Caixa”
De lunes a viernes, de 10.00 a 20.00 h
Tel.: 902 22 30 40
www.fundacio.lacaixa.es
[email protected]
Descargar