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Senado de la Nación
Secretaria Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones
(S-1964/11)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,...
ARTÍCULO 1º.- Modifíquese el artículo 3576 bis del Código Civil, el
que quedará redactado de la siguiente forma:
“Artículo 3576 bis. La viuda que permaneciere en ese estado y no
tuviere hijos, o que si los tuvo no sobrevivieren en el momento en que
se abrió la sucesión de los suegros, tendrá derecho a la cuarta parte
de los bienes que le hubieren correspondido a su esposo en dichas
sucesiones. Este derecho no podrá ser invocado por la mujer en los
casos de los artículos 3573, 3574 y 3.575, como así tampoco se podrá
invocar el derecho a acrecer cuando no concurran otros herederos a la
sucesión de los suegros.”
ARTÍCULO 2º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Liliana T. Negre de Alonso. –
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
El presente proyecto de ley tiene por objeto modificar el artículo 3576
bis del Código (CC) a fin de puntualizar que, en los casos que resulte
aplicable, la nuera viuda no tiene derecho a acrecer en caso de que no
concurran otros herederos.
En efecto, bajo el expediente S-1686/10 hemos propuesto también
una modificación al mismo artículo al que nos referimos en el párrafo
anterior, pero ello en virtud de consagrar y concretizar el derecho a la
igualdad consagrada en la Constitución Nacional y equiparar al
hombre en esta regulación, estableciendo el derecho al yerno viudo
sin hijos a participar en la sucesión de sus suegros. En consecuencia,
toda vez que se aluda en este proyecto a “nuera viuda”, deberá
entenderse en concordancia con el proyecto S-1686/10, debiéndose
hacer extensivo a también a “yerno viudo”.
Sentada esta aclaración previa, este proyecto da un paso más allá y
avanza sobre un aspecto jurídico problemático que ha traído
aparejada numerosas pronunciaciones en materia del derecho de
sucesiones, esto es, acerca de la situación que se presenta cuando en
la sucesión de los suegros no existen otros herederos y la nuera viuda
pretende ejercer el derecho a acrecer.
En este sentido, compartimos la doctrina del fallo plenario “Gorbea de
Buoncore, Gertrudis, sucesión” (Cámara Nacional de Apelaciones en
lo Civil, 29/08/1983- LA LEY 1983-D, 176 - Colección Plenarios Derecho Civil Tomo I, 1179), en el cual se decidió que “La nuera viuda
que sucede a sus suegros en los términos el art. 3576 bis del Cód.
Civil, no tiene derecho a acrecer en caso de que no concurran otros
herederos”.
En los fundamentos esgrimidos en el plenario anteriormente
mencionado, la mayoría de los magistrados consideran que la nuera
viuda sin hijos no es una heredera, sino que, por lo contrario, ella es
una sucesora universal no heredera. La consecuencia inmediata de
esta diferenciación de conceptos se ve claramente reflejada en el
proyecto que hoy presentamos; al considerarla como sucesora
universal no heredera ésta no posee el derecho a acrecer que sí le
corresponde a los sucesores universales legitimarios.
Además, “(…) es sabido que el heredero se caracteriza por su
vocación al todo. La nuera en principio no la tiene, pues si concurre
con otros parientes su derecho se limita a la cuota que le asigna la ley
(…)”, y “(…)existen disposiciones expresas que aseguran la totalidad
del acervo, para el caso en que no concurran otros herederos: a los
cónyuges (art. 3572), a los ascendientes (art. 3567), a los hijos
extramatrimoniales (art. 3577), a los padres naturales (art. 3584) y a
los parientes colaterales (art. 3585 reformado por la ley 17.711), lo que
no ocurre con la nuera. Este silencio permite presumir, ratificando las
conclusiones anteriores, que la ley no quiso que recibiera más que la
"cuota fija" que le concede el art. 3576 bis.” (Cfr. Plenario Gorbea de
Buoncuore).
Finalmente, la nuera viuda sin hijos no puede considerársela como
heredera puesto que, de así serlo, en virtud del artículo 3417 C.C.,
debería continuar la persona del difunto. Como es sabido, la nuera
viuda no lo hace, solamente recibe una cuota y no le es aplicable esta
norma porque no continúa la persona del causante.
Esta diferenciación entre herederos y sucesores universales no
herederos no es ajena a nuestro derecho ni resulta un instituto
pretoriano, sino que está confirmada por otras normas, como son los
arts. 731, inc. 4º ("El pago debe hacerse... si el acreedor o coacreedor
hubiese fallecido, a sus legítimos sucesores por título universal, o a los
herederos, según la cuota que a cada uno perteneciese...") 1098 ("La
acción por las pérdidas e intereses que nace de un delito, puede
deducirse contra los sucesores universales de los autores y cómplices,
observándose, sin embargo, lo que las leyes disponen sobre la
aceptación de las herencias con beneficio de inventario") y 1099 ("Si
se tratare de delitos que no hubiesen causado sino agravio moral,
como las injurias y la difamación, la acción civil no pasa a los
herederos y sucesores universales, sino cuando hubiere sido
entablada por el difunto"), en su relación con el nuevo texto del art.
1078, reformado por la ley 17.711; 1195 ("Los efectos de los contratos
se extienden activa y pasivamente a los herederos y sucesores
universales..."); 1330 ("La nulidad de la venta de cosa ajena, queda
cubierta por la ratificación que de ella hiciera el propietario. Queda
también cubierta, cuando el vendedor ulteriormente hubiese venido a
ser sucesor universal o singular del propietario de la cosa vendida");
3284, inc. 1º (ante los jueces del último domicilio del causante deben
entablarse "... Las demandas concernientes a los bienes hereditarios,
hasta la partición inclusive, cuando son interpuestas por algunos de
los sucesores universales contra sus coherederos") y 3422 ("El
heredero tiene acción para que se le restituyan las cosas hereditarias,
poseídas por otros como sucesores universales del difunto, o de los
que tengan de ellas la posesión... ").
Es por todas estas razones que solicitamos a nuestros pares la
aprobación del presente proyecto de ley.
Liliana T. Negre de Alonso. –
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