FORO DE CONCERTACIÓN NACIONAL COMISIÓN SOBRE PENSIONES INFORME FINAL San José, 25 de setiembre de 1998 "Un hombre no debería llegar al final de su vida con las manos vacías y solitario. Si la cultura no fuera un saber inerte, adquirido de una vez por todas y luego olvidado, si fuera práctico y viviente, si gracias a ese saber el individuo tuviera sobre su medio un poder que se realizara y renovara en el curso de los años, a toda edad sería un ciudadano activo, útil. Si no estuviera atomizado desde la infancia, encerrado y aislado entre otros átomos, si participara en una vida colectiva tan cotidiana y esencial como su propia vida, jamás conocería el exilio". "Para que la vejez no sea una parodia ridícula de nuestra existencia anterior no hay más que una solución, y es seguir persiguiendo fines que den un sentido a nuestra vida: dedicación a individuos, colectividades, causas, trabajo social o político, intelectual, creador. Contrariamente a lo que aconsejan los moralistas, lo deseable es conservar a una edad avanzada pasiones lo bastante fuertes como para que nos eviten volvernos sobre nosotros mismos. La vida conserva valor mientras se acuerda valor a la de los otros a través del amor, la amistad, la indignación, la compasión. Entonces sigue habiendo razones de obrar o de hablar. Muchas veces se aconseja a las gentes que "se preparen" para la vejez. Pero si sólo se trata de economizar dinero, elegir el lugar donde se va vivir después de la jubilación, prepararse hobbies, llegado el momento no se habrá adelantado nada. Vale más no pensar demasiado en ella pero vivir una vida de hombre lo bastante comprometida, lo bastante justificada como para seguir apegado incluso cuando se ha perdido todas las ilusiones y se ha enfriado el ardor vital. Pero esas posibilidades sólo son concedidas a un puñado de privilegiados, en los últimos años es cuando se ahonda más el foso que existe entre éstos y la inmensa mayoría de los hombres" "Cuando se ha comprendido lo que es la condición de los viejos no es posible conformarse con reclamar una "política de la vejez" más generosa, un aumento de las pensiones, alojamientos sanos, ocios organizados. Todo el sistema es lo que está en juego y la reivindicación no puede sino ser radical: cambiar la vida" (Simone de Beauvoir). I. INTRODUCCIÓN 1. Ineluctablemente, a partir de cierta edad, las personas entran en un proceso de reducción de sus actividades, de disminución de sus facultades físicas y mentales y un cambio de su actividad respecto al mundo. En esta etapa de la vida, la seguridad social juega un relevante papel como garante del derecho humano a una vejez digna mediante los denominados regímenes de pensiones y jubilaciones. 2. En el caso costarricense, la Constitución Política en sus artículos 73 y 177 consagra el derecho de la ciudadanía a contar con seguros sociales para enfrentar los riesgos de enfermedad y maternidad, invalidez, vejez, muerte y demás contingencias que se determinen por ley. 3. No obstante, un importante sector de la población (trabajadores agrícolas, trabajadores por cuenta propia, del sector informal, amas de casa, etc.) se encuentra excluido de la posibilidad del acceso a los regímenes de jubilaciones y pensiones así como del disfrute a sus prestaciones sea en dinero o en especie. 4. Junto a ello, aspectos como la maduración de los regímenes de pensiones existentes en un contexto de transición demográfica, crecientes demandas gremiales, situaciones de turbulencia e inestabilidad económica y problemas en los niveles de eficiencia y eficacia en la administración y gestión financiera de los fondos de pensiones que, en su conjunto, conspiran contra su sostenibilidad, condujeron a la conversión del tema de pensiones en punto obligado de discusión en la agenda nacional desde finales de la década de los ochenta. 5. Las reformas impulsadas desde entonces no han podido enfrentar el cuello de botella que significa la problemática de pensiones en el desarrollo nacional a falta de mayores niveles de integridad en las propuestas, pero fundamentalmente de consenso entre los diversos actores sociales involucrados. 6. El proceso de concertación nacional abrió un importante espacio para retomar el diálogo sobre el tema de pensiones y procurar salidas orientadas a construir y facilitar acuerdos entre estos diversos actores, bajo el convencimiento de que las decisiones y acciones que se acometan en la materia tienen implicaciones que afectan a varias generaciones presentes y futuras. 7. Tras siete semanas de deliberaciones, la Comisión sobre Pensiones del Foro de la Concertación Nacional completó el examen de la problemática del Sistema Nacional de Pensiones y de las alternativas para su reforma. En común, se fue construyendo un diagnóstico comprensivo de las múltiples aristas y factores involucrados en la materia. Igualmente, se fue avanzando en la delimitación de grandes orientaciones de política para abordar el tema de la reforma de las pensiones, poniendo particular atención en el régimen de invalidez, vejez y muerte de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que se asume como la plataforma esencial en el proceso de reforma. 8. La estructura del Informe es la siguiente. El documento consta de cuatro secciones, incluyendo esta Introducción. La segunda sección establece el diagnóstico compartido sobre la problemática de pensiones. Una tercera sección se destina a valorar las opciones deseables en el contexto de la reforma al sistema de pensiones. Seguidamente, y como acuerdos de esta Comisión, se proponen objetivos y lineamientos de acción (medidas) orientados a dar viabilidad a las opciones identificadas como plausibles. Por último, en la cuarta sección, se incorporan tres anexos: integrantes de la comisión, bibliografía empleada y audiencias realizadas. Para mayor agilidad en la lectura y referencias a este documento, se ha utilizado la convención de asignar numeración consecutiva a sus párrafos. 9. La Comisión es consciente del carácter consultivo y propositivo que tiene el Foro de la Concertación. Asume que sus recomendaciones deben recibir sanciones políticas en los ámbitos legislativo y del Ejecutivo, así como resultar de validez para movilizar la efectiva acción de otros actores sociales. En este sentido, y con la certeza de que la institucionalidad democrática nacional se verá fortalecida con 3 la apertura de renovados espacios de consulta y participación ciudadana, como los que ha activado el proceso concertacionista, espera que este Informe sea un insumo de utilidad directa para tomadores de decisiones, dirigentes políticos, funcionarios públicos y el conjunto de organizaciones de la sociedad civil involucradas en esta temática. II. HALLAZGOS PRINCIPALES SOBRE LOS PROBLEMAS NACIONAL DE PENSIONES Y SU PROSPECTIVA DEL SISTEMA A. Evolución del Sistema Nacional de Pensiones 10. A la altura de 1940, surgió en Costa Rica la iniciativa para establecer los seguros sociales emulando la experiencia de los países industrializados precursores en la materia. En una primera etapa, la falta de conocimiento del tema por parte de trabajadores y patronos le restó apoyo. Otras condiciones adversas venían dadas por la oposición del gremio médico y las restricciones financieras del país durante la coyuntura de la segunda guerra mundial. 11. En este contexto, el 1º de noviembre de 1941 se aprobó la Ley No. 17 de creación de la CCSS. Sin embargo, hubo que esperar dos años más para disponer de una Ley marco que regularía su ulterior funcionamiento. 12. El desarrollo institucional en la primera época fue muy lento y frágil. Las prestaciones se otorgaban únicamente al trabajador asalariado y se fue conformando una red de servicios propios. Conforme se fueron mostrando resultados, lentamente se fue incrementando el nivel de tolerancia tanto de los beneficiarios como de los empleadores. 13. Tempranamente, y ya en el marco de una coyuntura económica más favorable, la de la segunda postguerra mundial, la CCSS tomó dos medidas de enorme relevancia para la extensión de sus servicios de salud: a) la agresiva extensión de la cobertura de los seguros sociales, tanto en el área urbana como la rural, y b) la incorporación de los beneficios a la familia del trabajador. 14. En 1958, la CCSS solicitó a la Asamblea Legislativa aprobar una modificación en el tope salarial de cotización, lo cual se logró rápidamente. Pero, como fruto de este proceso, surgió la iniciativa en el Parlamento de universalizar la cobertura del régimen de enfermedad y maternidad a toda la ciudadanía, lo cual cristaliza en mayo de 1961 en una reforma constitucional (artículo 177). Al mismo tiempo, se estableció un lapso de diez años para completar los preparativos dirigidos al logro de esa universalización. Con ello, nace la medicina de la seguridad social, de enorme impacto en el mejoramiento de las condiciones y calidad de vida de las y los costarricenses. 4 15. La creación de la CCSS sentó igualmente las bases para establecer un seguro de invalidez, vejez y muerte como régimen de protección general, dirigido a toda la población asalariada, el cual empezó a operar en 1947 e inicialmente cubrió a los trabajadores en labores de dirección, administración y oficina, del sector público y privado. Sin embargo, a diferencia de lo acontecido en el terreno de la salud, este régimen ha enfrentado restricciones para su universalización en virtud del desarrollo previo de regímenes creados para trabajadores del sector público con los cuales ha coexistido (Magisterio Nacional, Poder Judicial y trabajadores del Gobierno Central, fundamentalmente), así como por las dificultades inherentes a la integración de la población que trabaja de manera independiente. 16. En la década de los setenta, bajo una perspectiva integral de solidaridad social, se establece el régimen de pensiones no contributivas por monto básico bajo el alero de los recursos del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (FODESAF) con el propósito de proteger a la población pobre e indigente no cubierta por los programas contributivos de base. 17. De 1950 en adelante, presiones gremiales dirigidas a la obtención de beneficios complementarios a la pensión y jubilación, condujeron a la conformación de un grupo de programas ocupacionales y complementarios de pensiones y jubilaciones de extensión limitada que involucran a los trabajadores de seis instituciones autónomas. 18. El último hito en la evolución del Sistema Nacional de Pensiones lo constituye la aparición de empresas públicas y privadas del sector financiero que ofrecen planes complementarios de pensiones de ahorro individual y voluntario y productos afines, al amparo de la Ley No. 7523 de junio de 1995, que incluye la creación de la Superintendencia de Pensiones (SUPEN). B. La problemática del sistema nacional de pensiones: visión de conjunto 19. Los problemas del sistema nacional de pensiones están determinada por una densa y compleja red de factores, entre los que sobresalen los relacionados con la evolución sociodemográfica del país, la gestión administrativo-financiera de los fondos de pensiones, la inequidad en el acceso y disfrute de las prestaciones. Podría ser que parte de estos problemas sean inherentes a la propia estructura administrativa de las entidades encargadas de su manejo. B.1- Las cuestiones de población y la seguridad social 20. Al nacimiento de la seguridad social en Costa Rica, la población no sobrepasaba el millón de personas. La medicina ligada a la seguridad social significó una contribución de enorme importancia para aprovechar nuevas tecnologías sanitarias en ascenso a nivel mundial que posibilitaron una rápida caída en los niveles de mortalidad y la transformación de su perfil -las enfermedades infecto-contagiosas se redujeron dando paso al incremento de las enfermedades 5 degenerativas, las cardiovasculares y el cáncer-, lo que se tradujo en formidables ganancias en términos de esperanza de vida al nacer. Por otra parte, hacia los años cincuenta, se produce un "baby boom" en Costa Rica, cuyas tasas de crecimiento demográfico llegaron a situarse entre las más altas del mundo. La tasa global de fecundidad alcanzó niveles de siete hijos por mujer. 21. De 1963 a 1973 se produjo un fuerte descenso de la natalidad, fenómeno consustancial de los procesos de modernización económica y social, como el que tuvo lugar en la primera fase del modelo de sustitución de importaciones implantado en el país. A partir de 1973 y hasta inicios de la década de los noventa, la natalidad mostró un estancamiento con leves fluctuaciones, y puesto que la mortalidad se mantuvo baja, el crecimiento natural de la población mostró una evolución paralela a la natalidad. La Encuesta de salud reproductiva de la CCSS de 1992 mostró un nuevo descenso de la fecundidad, con un valor que se estabiliza hasta la fecha en alrededor de 3 hijos por mujer. 22. La trayectoria demográfica de Costa Rica señala que su estructura de población es joven (la edad mediana de la población es de 23 años), pero que en virtud del proceso de transición demográfica, gradualmente tienden a ganar peso relativo los sectores de sesenta años y más, cuya proporción varía de 5,7% en 1950 a un valor esperado de 12,4% en el 2020. Complementariamente, a esta tendencia se aprecia un cambio en la relación de dependencia, esto es, la relación de la población en edades no activas laboralmente con las personas en edades activas. Mientras que hacia 1950 por cada 100 personas activas había 89 dependientes, el valor proyectado para el 2020 es de 50 dependientes. 23. Las repercusiones de la transformación de la estructura poblacional del país determina la coexistencia de demandas sociales de grupos de edad diversos. Desde la perspectiva de la sostenibilidad de la seguridad social, estas tendencias marcan desafíos en términos de las capacidades contributivas de las personas activas-cotizantes así como de las expectativas alrededor de las prestaciones y beneficios posibles de disfrutar a mediano y largo plazos. B.2- Los problemas en la gestión administrativo-financiero 24. La sostenibilidad financiera de los regímenes de pensiones requieren del equilibrio entre sus ingresos y los egresos. Esta elemental ecuación no sólo es afectada por razones de índole demográfica. El incumplimiento del Estado en el pago de sus obligaciones, la morosidad en las contribuciones para la seguridad social por parte del sector privado, la evasión del sistema de seguridad social mediante la subdeclaración de salarios y la no afiliación de trabajadores, el rendimiento de las inversiones, las restricciones del mercado financiero, las turbulencias económicas, las modificaciones introducidas en parámetros como la edad de retiro y los beneficios otorgados ante situaciones inflacionarias, la laxitud con que se otorgan las pensiones por invalidez y fallas diversas en la gestión administrativa y del sistema de inversiones, sobre todo en las décadas del 70 y 80, son factores que 6 afectan de manera sensible la operación de los fondos de pensiones y sus reservas. 25. La crisis económica de inicios de los ochenta y la consecuente escalada del fenómeno de la inflación junto a la carencia en el mercado financiero de instrumentos de inversión que brindaran protección contra la inflación, incidieron en una reducción importante de la reserva en cuanto a su valor real. 26. En esa época, la composición de la cartera de inversiones de la reserva tenía condiciones muy desfavorables: una alta concentración en una clase de títulos de gobierno con rendimientos muy bajos y a plazos muy largos y en el desarrollo de créditos hipotecarios. En efecto, la mayor parte de las inversiones se efectúo en títulos a largo plazo (40 años), a bajas tasas fijas de interés nominal, por lo que el proceso inflacionario que ocurrió redujo el valor real de las reservas, en vez de incrementarlo, implicando todo ello un altísimo costo para la sociedad costarricense. Entre 1975 y 1978 el rendimiento real de los bonos estatales fue -3,3% y de 1979 a 1982 -23,3%. 27. En la coyuntura actual, la situación ha cambiado pues el rendimiento real promedio de la cartera de títulos valores ha sido de 4,1% positivo en los últimos seis años. Ello demuestra la importancia de formular políticas de inversión que tiendan a la capitalización de la reserva del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (RIVM) de la CCSS. La consolidación de tales políticas requiere de la profundización de las reformas financieras en el país, incluyendo su supervisión por parte de la Superintendencia de Pensiones. 28. Estimaciones conservadoras sobre el efecto de la evasión a la seguridad social en 1998 determinaban un monto de cerca de 18 millardos, suma semejante a la mitad de los gastos de operación del RIVM, lo cual pone de relieve la necesidad de impulsar iniciativas para desterrar esa práctica. La evasión se produce, tanto cuando el patrono no asegura al trabajador como cuando se declaran salarios inferiores a los realmente devengados (subdeclaración). Se estima que la CCSS deja de percibir, por no aseguramiento y subdeclaración, cerca de un 33% con respecto a los ingresos por cuotas. 29. La morosidad de la empresa privada y las instituciones autónomas en cuanto a su contribución a la Seguridad Social se duplicó entre 1994 y 1996, hasta alcanzar un saldo acumulado de 6.245 millones de colones a finales de 1996. Para dar una idea de lo que ello significa, con el saldo acumulado de morosidad a 1996 se hubieran podido cubrir los gastos de operación de dos meses. 29. El cuadro financiero se ha complicado por sucesivas modificaciones en la edad de retiro. En su diseño original, el RIVM partió en 1947 con la consideración de 65 años como edad de retiro, la cual se reduce a 60 años, para ambos sexos, en 1971. A inicios de 1980, se vuelve a reducir a 57 años, mientras que en mayo de 1984 se modifica la edad de retiro para las mujeres a 55 años, permaneciendo 7 inalterada la correspondiente a la de los hombres. Estas reducciones de la edad se realizaron para contemplar la situación de los sectores de trabajadores manuales que se fueron incorporando paulatinamente al régimen. En enero de 1991, se estableció un transitorio para elevar paulatinamente las edades mínimas a 60 años y 11 meses y a 61 años y 11 meses para mujeres y hombres, respectivamente. Tales modificaciones no se aparejaron de la revisión de los niveles de cotización establecida en el 7,5%. Ello ha dificultado las posibilidades de lograr una adecuada capitalización del RIVM. Cabe señalar que el Estado redujo su contribución en detrimento de la situación financiera del fondo y de la equidad. 31. El proceso de revalorización del monto de pensión no ha contado con mecanismos objetivos y transparentes que rijan la introducción periódica de ajustes. 32. Una de las principales debilidades en el funcionamiento del RIVM es la ausencia de mecanismos sistemáticos y oportunos de rendición de cuentas. Al respecto, destaca el hecho de que nunca se ha realizado una auditoría externa de su operación. 33. Por último, el sistema carece de normativa adecuada para no conceder pensiones por invalidez como un procedimiento para otorgar jubilaciones anticipadas. La laxitud en la materia plantea dificultades adicionales para la sostenibilidad del sistema. B.3- Seguridad social y exclusión 34. Prácticamente, la mitad de la población económicamente activa no cuenta con un seguro de invalidez, vejez y muerte. Entre los trabajadores independientes tanto del campo como de la ciudad, la población protegida ni siquiera llega al 10%. El problema de los sectores excluidos no es tanto la posibilidad legal de acceder a los regímenes en virtud de mecanismos voluntarios ya existentes, sino fundamentalmente los relativos a los recursos y mecanismos para su inserción. 35. La población no asegurada, se caracteriza por: a) concentrar una mayor proporción de trabajadores no asalariados; b) asentarse en regiones periféricas a la región central, presentando por tanto mayores niveles de "ruralidad", c) insuficiente nivel educativo, d) precariedad laboral (jornadas laborales menos extensas y menor regularidad en el trabajo), y e) mayor riesgo ante la pobreza. C. Consideraciones específicas sobre los regímenes de pensiones C.136. Situación actuarial del RIVM En virtud de la renegociación de títulos que se efectúo en el mes de noviembre de 1992, el Gobierno se comprometió a transformar la cartera de títulos existente del 8 RIVM a títulos con plazos y tasas de interés en condiciones muy ventajosas, que garantizan un rendimiento real positivo de aproximadamente un 5%. En consecuencia, desde esa fecha estos títulos no solo brindan protección contra la inflación sino, además, una rentabilidad muy favorable de acuerdo con el mercado financiero costarricense. 37. La estabilidad del RIVM a mediano y largo plazos, sin embargo, requiere de una revisión de sus parámetros, particularmente en lo que corresponde a sus requisitos y perfil de beneficios. C.2- El régimen de pensiones no contributivas 38. El Régimen No Contributivo de Pensiones forma parte de las políticas de asistencia social del Estado costarricense. Su cobertura ha venido creciendo casi ininterrumpidamente desde su creación en 1974. Según datos de la CCSS, cerca del 35% de la población de 65 y más años de edad, posee una pensión no contributiva. 39. Por Ley de la República, el financiamiento de este régimen debe provenir del 20% de la recaudación que corresponde a FODESAF. Sin embargo, ha sido una práctica común que el Ministerio de Hacienda no gire al FODESAF todos los recursos recaudados que por Ley le corresponden, y FODESAF, a su vez, no gira al RNC lo que por Ley le corresponde. De acuerdo con la CCSS "en la última década, las transferencias de recursos de la Dirección General de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares, hacia el Régimen No Contributivo de Pensiones, han mostrado un faltante promedio anual de aproximadamente 1.000 millones de colones". 40. Tres aspectos aparecen como necesarios para la continuidad de este importante programa de asistencia social: a) evitar filtraciones, esto es, la concesión de una pensión por monto básico a personas que no la requieren, b) allegar recursos adicionales y c) mejorar las prestaciones. C.3- Pensiones a cargo del presupuesto nacional 41. Los programas de protección básica con cargo al presupuesto (regímenes del magisterio, Poder Judicial, Asamblea Legislativa) que coexisten con el RIVM enfrentan severos problemas de sostenibilidad financiera a efectos de poder financiar el perfil de beneficios comprometidos. 42. Esta situación llevó ya a la altura de los años noventa al necesario incremento de las contribuciones en tales regímenes así como a la reducción y racionalización de los beneficios de conformidad con sus ingresos. La capitalización del sistema pasa por la constitución de un programa de ahoro para el retiro dadas las dificultades para continuar por la senda de la revisión de los niveles de cotización, mecanismo inviable en el largo plazo. 9 C.4- Los regímenes especiales de empleados públicos 43. Los planes de pensiones complementarias de carácter ocupacional cubren a los empleados de seis instituciones públicas. En el año 1996, el número de cotizantes activos era de 48.000, lo que representa un 3,9% de la fuerza laboral, el 5% de la población asalariada y el 27% de los empleados del sector público. En ese mismo año, los planes complementarios en conjunto contaban con 1.800 pensionados, aproximadamente, cifra que en dicho año representaba la centésima parte de la población de 60 y más años de edad. 44. Estos programas presentan niveles diferenciados de beneficio que no se compadecen con el hecho de que el Estado es un único empleador. Se impone, por tanto, una armonización de sus beneficios en atención a criterios de equidad. C.5- La evolución de los fondos complementarios de pensiones 45. Los programas complementarios se caracterizan por estar dirigidos a colectivos integrantes de determinado grupo ocupacional, normalmente con el objetivo de proporcionar una protección adicional o complementaria a la de los regímenes contributivos de base. Por regla general, la afiliación a los planes de ahorro jubilatorio es abierta y voluntaria, y el nivel de "protección" está en función de la capacidad y voluntad de ahorro de cada individuo. A finales de 1997, operaban en el país siete planes privados de ahorro jubilatorio voluntarios. 46. La profundización de las reformas financieras y el estímulo a una cultura de ahorro resultan factores básicos para la consolidación de estos fondos, cuya regulación y supervisión corresponden a la SUPEN. III. OPCIONES DESEABLES, OBJETIVOS Y RECOMENDACIONES DE LINEAMIENTOS PARA LA ACCIÓN 47. Diversos países de América Latina han emprendido reformas en sus sistemas de pensiones en el contexto de programas de ajuste estructural. Costa Rica igualmente ha avanzado en esa dirección bajo una perspectiva gradual que tiende a la complementación de un régimen colectivo de capitalización parcial con uno de capitalización individual. 48. Una tarea esencial de la reforma en Costa Rica es consolidar un sistema multipilar que armonice los derechos y obligaciones de las personas afiliadas a los distintos regímenes. Por lo tanto, los propósitos esenciales de la reforma de pensiones apuntan a: a) garantizar a las generaciones presentes y futuras el derecho a gozar oportunamente de una pensión digna y de prestaciones sociales de calidad durante la edad de retiro, b) extender la cobertura hacia los sectores actualmente excluidos del sistema nacional de pensiones y reducir las inequida- 10 des sociales derivadas tanto de situaciones de privilegio en algunos regímenes existentes como de un bajo nivel de cobertura entre los grupos más pobres, c) fomentar la capacidad de previsión de las personas para su futuro estimulando una cultura de ahorro, d) lograr la consolidación de un sistema nacional de pensiones sostenible en el largo plazo de cara a los derechos y expectativas de las generaciones futuras. 49. Los principios rectores de la reforma son: a) la persona humana es el centro del desarrollo humano sostenible y de la seguridad social, b) es un deber constitucional del Estado garantizar a la población una pensión que le permita vivir dignamente una vez que su disminuida capacidad de trabajo le impida generar ingresos, c) la pensión es un derecho de todas las personas y para garantizar su cumplimiento el Estado debe universalizarla, asegurando que permita vivir con calidad, d) en el cumplimiento del derecho de las personas a contar con una pensión que le permita vivir dignamente, el Estado debe regirse por los principios de justicia, equidad y solidaridad intra e intergeneracional en la perspectiva de alcanzar una relación más uniforme entre el esfuerzo contributivo y los beneficios entre los diferentes regímenes, e) las prestaciones por invalidez, vejez y muerte deben responder a las necesidades del trabajador y su familia, f) es imprescindible considerar en una visión global de políticas públicas el carácter complementario de las prestaciones del régimen de invalidez, vejez y muerte con otros servicios y programas sociales, fundamentalmente los relacionados con el campo de la salud, g) la reforma debe lograr la efectiva articulación de la sostenibilidad económica-financiera de los fondos de pensiones con el rigor administrativo, el logro de significativos niveles de eficiencia en sus inversiones y operaciones y la necesaria rendición de cuentas bajo la premisa de que las recaudaciones para financiar los fondos de pensiones y sus rendimientos pertenecen por derecho propio a los trabajadores. h) Los programas de pensiones deben regirse por un concepto amplio y comprehensivo del trabajo, de manera que se reconozca como tal un conjunto de tareas que, aun cuando no son remuneradas o por las que no se percibe ingreso, constituyen actividades fundamentales para la sociedad y las personas, como es el caso del trabajo doméstico de las amas de casa. 11 i) La inversión de los Fondos de Pensiones, debe orientarse a contribuir al desarrollo nacional y a elevar la productividad del trabajo. A. Vejez, seguridad social y desarrollo humano Bases para la acción 50. El aumento sostenido del peso de la población mayor de sesenta años en la estructura poblacional costarricense tendrá importantes repercusiones sobre la viabilidad futura de la modalidades oficiales y no oficiales de asistencia al grupo de adultos mayores. El llamado fenómeno de "envejecimiento de la población" debe verse como una oportunidad y un desafío para la sociedad costarricense. Objetivos 51. Los objetivos son: a) Consolidar el sistema de seguridad social costarricense a efectos de garantizar una vejez digna a la población nacional. b) Establecer servicios sociales de calidad para los adultos mayores mediante redes interinstitucionales a nivel de sector público y sociedad civil. Acuerdos 52. Considerar de manera sistemática la tendencia hacia el envejecimiento de la población en la planificación socioeconómica a mediano y largo plazos. 53. Fortalecer el programa "Ciudadano de Oro" que impulsa la CCSS universalizando su cobertura y garantizando la prestación de servicios de calidad que contribuyan al logro de mejores condiciones de vida para sus beneficiarios. 54. Aumentar las capacidades de las familias para poder atender los requerimientos de las personas de edad avanzada. B. Acerca del sistema nacional de pensiones Bases para la acción 55. El proceso de conformación histórica de los regímenes de pensiones imposibilitó la introducción de una visión sistémica sobre el perfil de beneficios y sus mecanismos de operación. La reforma de pensiones en Costa Rica abre opciones para integrar un verdadero sistema nacional de pensiones armónico y coherente en sus distintos componentes bajo la supervisión de la Superintendencia de Pensiones. 12 Objetivos 56. Los objetivos son: a) Establecer un sistema multipilar. b) Regular el aporte de recursos públicos y armonizar los niveles de beneficio de los distintos regímenes con el fin de garantizar la aplicación de los principios de equidad y solidaridad así como establecer las bases para un régimen básico unificado. c) Garantizar la suficiencia financiera de los regímenes de pensiones. d) Lograr una administración eficiente, efectiva y ética de los regímenes de pensiones a efectos de que las prestaciones lleguen a atender las necesidades de la población beneficiaria en forma suficiente y oportuna. Acuerdos 57. El contenido y redacción de los proyectos de ley para implementar las reformas al sistema nacional de pensiones deberán ser definidos por comisiones de abogados y representantes del gobierno, organizaciones sindicales, empleadores y otros sectores de la sociedad civil organizada. 58. Iniciar un proceso de reformas legales que, respetando los derechos adquiridos, elimine los privilegios inequitativos que conservan algunos regímenes especiales de pensiones en cuanto al aporte de recursos públicos, requisitos y beneficios, que en ellos se establecen. Especialmente deben reformarse el régimen de pensiones del Poder Judicial y los fondos complementarios de las instituciones autónomas. 59. Fortalecer el RIVM como pilar básico. 60. La cuota patronal y el aporte del Estado para los trabajadores de nuevo ingreso al Sector Público serán las establecidas para el RIVM. 61. Establecer un segundo pilar complementario y obligatorio que permita a los afiliados alcanzar una tasa de substitución o reemplazo que permita, al menos, mantener el nivel de vida alcanzado en el período final de su carrera laboral. 62. Los regímenes ocupacionales de empleados públicos formarán parte del segundo pilar, mediante un proceso de integración gradual y de manera negociada con los sectores involucrados. 63. Estimular el desarrollo de programas de ahorro individual voluntario para el retiro. 13 64. Lograr la universalización del régimen de pensiones no contributivas para los sectores en situación de pobreza como expresión de equidad intergeneracional y solidaridad social. 65. Realizar las reformas legales pertinentes para que la Superintendencia de Pensiones supervise el funcionamiento de los tres pilares, de modo que se garantice su rentabilidad y seguridad. Asimismo deben establecerse comités de vigilancia integrados por representantes de las partes contribuyentes en cada fondo. 66. Los fondos de reserva de los regímenes de pensiones son propiedad de los cotizantes y beneficiarios, por lo que no deben ser objeto de desviación mediante leyes o decretos o sufrir la interferencia del Ministerio de Hacienda, en estricto apego al artículo 73 de la Constitución Política. 67. Cualquier programa de condonación de la deuda pública interna no podrá incluir los fondos de reserva de los regímenes de pensiones. C. En relación con el RIVM Bases para la acción 68. El Régimen de invalidez, vejez y muerte de la CCSS será el primer pilar, orientado a asegurar la cobertura y protección básica y obligatoria en caso de invalidez, vejez y muerte para toda la ciudadanía integrada a la fuerza de trabajo del país. Objetivos 69. Los objetivos son: a) Posibilitar la efectiva incorporación de la población ocupada independiente excluida del RIVM en la actualidad. b) Propiciar la equidad social y la solidaridad intra e intergeneracional. c) Lograr la estabilidad financiera y la sustentabilidad del RIVM en el largo plazo mediante una política que incluya un sistema equilibrado entre el financiamiento, los requisitos, los beneficios y la maximización en el rendimiento de las inversiones. d) Mejorar la administración y gestión del RIVM introduciendo mecanismos de participación ciudadana y rendición de cuentas. e) Disponer de procedimientos legales adecuados para enfrentar los problemas de evasión, subdeclaración y morosidad que aquejan al RIVM. Acuerdos 14 70. La CCSS tendrá la potestad para integrar obligatoriamente a la Seguridad Social a los diversos segmentos de trabajadores independientes de acuerdo con las condiciones socioeconómicas de éstos. En uso de sus facultades la CCSS deberá implementar un plan para que en el menor plazo posible logre universalizar la cobertura. El plan deberá establecer un cronograma con objetivos cuantificables que serán de dominio público y verificados por el Sistema Nacional de Evaluación (SINE) del Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (MIDEPLAN). 71. Incrementar la afiliación de la población trabajadora no asalariada, garantizándole al menos la pensión mínima que otorga el RIVM en calidad individual o por convenios con organizaciones sectoriales. La fijación de sus cuotas de afiliación se establecerá sobre diferentes niveles predeterminados de ingreso, debiendo ser como mínimo 2,5% a cargo del trabajador y el complemento al 7.5% será subsidiada total o parcialmente por el Estado para quienes tienen niveles de bajo ingreso. 72. Impulsar un programa para promover la afiliación al RIVM de las amas de casa que lo requieren. 73. Que la CCSS haga una evaluación del funcionamiento de los convenios de afiliación para mejor justicia y equidad, así como los requerimientos del ingreso a los seguros. Al efecto se sugiere que la institución haga los arreglos pertinentes para agilizar la atención de los sectores afiliados por convenios y estimule la ampliación de la cobertura mediante programas específicos. 74. Hacer una exhaustiva revisión de los requisitos y perfil de beneficios del RIVM a la luz de información sobre su evolución reciente, considerando: a) la edad de retiro debe guardar un equilibrio entre las condiciones de vida de la población en edad de pensionarse, su oportunidad y capacidad de rendimiento laboral y la necesidad de hacer sostenible financieramente el RIVM. En este sentido debe existir una edad mínima a partir de la cual se adquiere el derecho a decidir el momento del retiro. Este derecho debe acompañarse de reglas definidas en cuanto a requisitos de elegibilidad y tasas de reemplazo, guardando una relación directa entre edad y esas tasas. El estudio donde la CCSS determine la edad mínima de retiro deberá contemplar la información del próximo censo de población y el resultado de las reformas administrativas del régimen. Las recomendaciones de este estudio deben ser de dominio público y antes de ser aplicadas serán discutidas y se establecerán mecanismos de consulta con los actores de la sociedad civil, procurando el consenso. b) mantener los niveles de cotización vigentes hasta tanto no se cuente con estudios que fundamenten una eventual reforma. c) el salario de referencia para el cálculo de la pensión debe reflejar los salarios reales en un período más amplio que el actual. d) tasas de reemplazo diferenciadas para lograr una redistribución progresiva del ingreso, pero no inferiores al 40% del salario de referencia de conformidad con el Convenio 102 de la OIT, las cuales se 15 complementarán con los recursos del segundo y tercer pilar, e) introducir reglamentariamente el uso de mecanismos objetivos para la revalorización de los montos de las pensiones, a fin de conservar el poder adquisitivo del monto de la pensión otorgada. 75. Hacer una exhaustiva revisión del RIVM que cubra las siguientes áreas: Reformas legales. a) Dotar a la CCSS de instrumentos legales para combatir la morosidad, la subdeclaración y la evasión del sistema de seguridad social, similares a los que tiene la Tributación Directa. En este sentido se debe tipificar el delito de defraudación a la seguridad social. b) Democratizar el nombramiento de los representantes de los sectores laboral y patronal en la Junta Directiva de la CCSS. Estos se nombrarán en Asambleas de representantes de las organizaciones que tomen en cuenta su afiliación. Cuando los nombramientos se hagan por mayoría absoluta, el Consejo de Gobierno deberá ratificarlos y, en caso contrario, escoger de una terna formada por los tres candidatos de mayor votación. El Consejo de Gobierno no podrá rechazar las ternas presentadas. En respeto al Voto N°0716.98 de la Sala Constitucional, la representación gubernamental, laboral y empresarial debe incluir mujeres. c) Favorecer cambios en la legislación sobre la conformación e integración de la Junta Directiva de la CCSS, que permitan la incorporación de sectores representativos de la sociedad civil, así como en la conducción del RIVM. d) Rendición de cuentas del RIVM. La CCSS deberá rendir cuentas del funcionamiento del RIVM. Para esto el RIVM estará supervisado por la SUPEN y se establecerá un Comité de Vigilancia del RIVM formado por representantes de los trabajadores y de los patronos. La CCSS anualmente rendirá un informe sobre la situación presente y proyectada del RIVM a este Comité y el Superintendente de Pensiones también presentará su informe y una evaluación del informe presentado por la CCSS. Estos informes serán de conocimiento público y el Comité de Vigilancia emitirá recomendaciones a la Junta Directiva de la CCSS. e) Hacer expeditos los procedimientos judiciales que castigan la evasión de la seguridad social. f) La reforma legal debe ser propuesta por una comisión de abogados y representantes de las partes obrera, patronal, gobierno y CCSS, tomando en consideración el proyecto de reforma a la Ley Constitutiva de la CCSS y las observaciones presentadas por el Frente de Organizaciones Sindicales del Sector Salud. Reformas administrativas. La CCSS deberá presentar un plan para mejorar la plataforma operativa y tecnológica requerida para hacer más eficientes los mecanismos de inspección y recaudación, incluyendo sistemas de información y control cruzado con el Ministerio de Hacienda. El plan deberá establecer un cronograma con objetivos cuantificables 16 que serán de dominio público y verificados por el Sistema Nacional de Evaluación (SINE) del Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (MIDEPLAN). Acceso a la información. Toda la información que maneja la CCSS del RIVM será de acceso público, excepto la que se refiere a información individual de las personas físicas o jurídicas. Mejorar la administración de las inversiones. Las inversiones deben buscar la máxima rentabilidad dentro de criterios conservadores de manejo del riesgo, de acuerdo con el funcionamiento del mercado de valores nacional e internacional. La valoración de la cartera de inversiones y su rendimiento se hará conforme a las normas establecidas por la SUPEN. D. Sobre el segundo pilar Bases para la acción 76. El establecimiento de un segundo pilar, de carácter obligatorio y complementario se dirige a complementar los beneficios obtenidos en el componente de protección general básica, de modo tal que sus afiliados obtengan dos pensiones: una de beneficio definido y una segunda de contribución definida. Objetivos 77. Los objetivos son: a) Estructurar un programa de prestaciones de contribución definida mediante la reasignación de cargas sociales, que permita al cotizante una prestación de entre el 15 y el 20% del ingreso de referencia para complementar la pensión derivada del régimen general de protección básica. b) Establecer una regulación prudencial y fomentar un entorno competitivo que tienda a minimizar los costos de gestión y asegurar una adecuada combinación de rentabilidad y riesgo. c) Enfrentar los desafíos del envejecimiento de la población distribuyendo apropiadamente las cargas a nivel intergeneracional. Acuerdos 78. Para viabilizar este componente se ha de proceder a la reasignación de cargas sociales por un total del 5% de los salarios, proveniente de las siguientes fuentes: 1,5% del Banco Popular, 1,0% de Riesgos del Trabajo, 0,5% del INA y 2,0% de la cesantía,. Esta reasignación de cargas no deberá comprometer el adecuado funcionamiento de las instituciones, según determine un análisis de las instituciones involucradas. En relación con la cesantía esto estará sujeto a lo que 17 acuerden las partes en el Consejo Superior de Trabajo. De no poder utilizarse cualquiera de estos recursos, deberán identificarse fuentes alternativas. 79. Diseño de un sistema de cuentas individuales, en entidades sujetas a la regulación y supervisión de la SUPEN, que serán elegidas libremente por los cotizantes. 80. En el caso de los regímenes ocupacionales de empleados públicos (ICE, RECOPE, CCSS, bancos estatales) se incorporarán al segundo pilar mediante un proceso de integración gradual y de manera negociada con los sectores involucrados. 81. Canalizar la inversión de los fondos de este pilar mediante una red de entidades administradoras de pensiones debidamente acreditadas, garantizando igualdad de condiciones para su operación y manejo de inversiones. Entre otras, la regulación de las entidades administradoras, que podrán ser constituidas por sindicatos, asociaciones solidaristas, cooperativas, entidades financieras, etc., debe establecer igualdad en cuanto a los requisitos de operación, normas de inversión, publicidad e información para el cotizante. 82. Exonerar del pago de los tributos los rendimientos de los ahorros acumulados y los beneficios en este pilar. 83. Solicitar la instrumentalización del sistema bancario como ente recaudador de las cuotas de la CCSS y de las cotizaciones del segundo pilar, tal y como ocurre actualmente con la recaudación de los impuestos del Ministerio de Hacienda. E. Sobre el tercer pilar Bases para la acción 84. En junio de 1995 se aprobó la Ley No. 7523, conocida como "Régimen Privado de Pensiones Complementarias y Reformas de la Ley Reguladora del Mercado de Valores y del Código de Comercio", mediante la cual se regulan los planes de ahorro voluntario para la jubilación que venían funcionando en el país desde varios años atrás. Esa ley estableció una serie de incentivos fiscales para esta forma de ahorro y estableció la Superintendencia de Pensiones como responsable de la supervisión del sector. Objetivos 85. Los objetivos son: a) Incentivar el ahorro voluntario de las personas. b) Perfeccionar el marco jurídico de operación, regulación y supervisión del sector. c) Promover la competencia y la reducción de los costos administrativos en el sector. 18 Acuerdos 86. El financiamiento del tercer pilar ha de ser voluntario y, por lo tanto, a cargo de las personas aseguradas. 87. Favorecer la introducción de reformas legales que posibiliten la constitución de administradoras de fondos de pensiones por parte de bancos y otras entidades financieras, entidades públicas, sindicatos, cooperativas, asociaciones solidaristas, etc. 88. Fijar la comisión máxima de las entidades administradoras como un porcentaje sobre el rendimiento del fondo invertido. F. Sobre la universalización del RPNC Bases para la acción 89. Dentro de la tradición solidaria de la política social costarricense, se estima importante reforzar el régimen de pensiones no contributivas para satisfacer las necesidades de quienes llegan a edades adultas avanzadas en condiciones de exclusión de los sistemas formales de seguridad social. Objetivos 90. Los objetivos son: a) Universalizar el régimen de pensiones no contributivas que se financia con recursos de FODESAF, a personas pobres mayores de 65 años, con énfasis en las mujeres en situación de pobreza excluidas de los regímenes contributivos de base. b) Evitar filtraciones de sectores de población que no requieren de una pensión no contributiva por monto básico y mejorar los beneficios. c) Establecer un fondo perpetuo de asistencia social para la vejez. Acuerdos 91. Cobertura universal para las personas adultas mayores en situación de pobreza, mayores de 65 años, no cubiertos por otros regímenes de pensión, otorgando una pensión básica no inferior al 50% de la pensión mínima “por vejez” del RIVM, de modo tal que se desestimule la no afiliación a ese régimen. Ello deberá lograrse dentro de un plazo de cinco años. 19 92. 93. Proceder de manera gradual en el esquema de universalización, iniciando el proceso con la atención de la población de los cantones de menor desarrollo relativo del país. Mejorar los mecanismos de selección de los beneficiarios. 94. Exigir el reconocimiento de las deudas de FODESAF con el régimen de pensiones no contributivas y sobre esta base instituir un fondo perpetuo de asistencia para las personas adultas mayores. 95. Que el Poder Ejecutivo garantice el cumplimiento total y oportuno en cuanto a la transferencia del 20% de los recursos del FODESAF, según lo estipulado en la Ley 5662. 96. Identificar nuevas fuentes de financiamiento para el fondo de asistencia para las personas adultas mayores, incluyendo el 100% de los recursos establecidos en el artículo 236, incisos 4 y 5 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. En fe de que el texto anterior es transcripción fiel de alcanzados por la Comisión sobre Pensiones del Concertación Nacional, firmamos en las instalaciones Sabana Sur, a las catorce horas del viernes veinticinco de mil novecientos noventa y ocho. Luis Chavarría UNDECA – Comité Sociolaboral Edgar Campbell Frente de Organizaciones del Magisterio Ludovico Feoli Cámara de Bancos Privados 20 los acuerdos Foro de la de UCCAEP, de setiembre Silvia Lara Foro Autónomo de Mujeres Ronulfo Jiménez Gobierno de la República Flory Soto Gobierno de la República Jimen Chan Soto Asociación China de Costa Rica Ana Teresa Vásquez Cámara de Comerciantes Detallistas Samuel Yankelewitz UCCAEP Anabelle Artavia Partido Fuerza Democrática Jorge Volio Cámara de Bancos Privados 21 Alvaro Alberto Salazar AESS-FOSSS 22 IV. ANEXOS a. Integrantes de la Comisión Persona Ronulfo Jiménez Flory Soto Víctor Hugo Céspedes Guillermo López Anabelle Artavia Carlos Bonilla Edgar Campbell M. del Rosario Cambronero Luis Chavarría Odette Chaves Raúl Costales Roy Ching Ludovico Feoli Jorge Volio Sergio Fernández Silvia Lara Mirta González Waldo Márquez Alvaro Alberto Salazar Hernán Vargas Rafael Salazar Claudio Solano Luis Alonso Lizano Ana Teresa Vásquez Nelson Chaves Samuel Yankelewitz Oscar Avila Humberto Zapparoli Guido Miranda Ileana Soto Sector Gobierno-Titular Gobierno-Titular Gobierno-Suplentes Gobierno-Suplentes Partido Fuerza Democrática-Titular Cooperativo-Titular Bloque Magisterial-Titular Bloque Magisterial-Suplente Comité Sociolaboral – UNDECA-Titular Comité Sociolaboral – ANPE-Titular Partido Movimiento Libertario-Titular Mínorias étnicas-Titular Cámara de Bancos Privados-Titular Cámara de Bancos Privados-Titular Juventud Foro Autónomo Mujeres-Titular Foro Autónomo Mujeres-Suplente Partido Renovación Cristiana-Titular FOSSS-AESS-Titular FOSSS-Unión Médica-Suplente Mesa Nal. Campesina-Titular Solidarista-Titular Solidarista-Suplente Cámara de Detallistas-Titular Cámara de Detallistas-Suplente Empresarial-Titular Empresarial-Suplente Pensionados-Titular Partido Liberación Nacional-Titular Foro de la Mujer-Titular Asesores Douglas Esquivel Empresarial Personal técnico de apoyo Magaly Calvo Axel Avilés Patricia Delvó Asistencia 16 13 1 7 12 0 12 1 15 2 0 0 13 11 1 13 3 2 15 14 0 2 2 14 1 8 11 11 Secretaria Concertación Secretaria Concertación 23 b. Bibliografía empleada Aguilar, Róger. Seguro de invalidez, vejez y muerte. Equilibrio financiero y factibilidad económica de largo plazo. San José: Dirección Técnica Actuarial y de Planificación Institucional de la CCSS. Marzo de 1990. Bonilla, Alejandro. Las reformas de los sistemas de pensiones en América Latina. Crónica y reflexiones. Santiago: Oficina Regional de la OIT para América Latina y El Caribe, 1998. Castro, Olivier. Características de algunos regímenes públicos de pensiones complementarios. 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Legal del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. 17 de setiembre de 1998. Lic. Elizabeth Molina, Directora Ejecutiva de Pensiones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. 17 de setiembre de 1998. 26