Anexo documental: actividades complementarias

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SEMINARIO PERMANENTE
DE ESTUDIO COMPARADO
DE SISTEMAS JUDICIALES
A TRAVES DEL LENGUAJE
JURIDICO
Curso de español jurídico
Anexo
documental
Actividades
complementarias
CUESTIONARIO PARA LOS ASISTENTES
Objetivo de la actividad
El objetivo de este cuestionario es propiciar un intercambio de perfiles y
opiniones de los asistentes, como jueces o fiscales de distintos países de la
Unión, sin otro dato de identificación que el relativo al sexo, con el fin de
facilitar un mínimo análisis desde la perspectiva de género.
A su vez, las respuestas podrán ser contrastadas con las obtenidas de la
encuesta remitida a la totalidad de los jueces y magistrados españoles en
servicio activo, en abril de 2006.
Indicaciones previas

No indique su nombre

Si no es usted juez, adapte las preguntas a su condición profesional

Si es juez, pero actualmente no realiza funciones jurisdiccionales, utilice
su experiencia previa y su conocimiento actual de la situación de sus
colegas jueces para responder a las preguntas
Cuestionario
1. Es usted
a) Mujer
b) Varón
2. Es usted
a) Juez
b) Fiscal
c) Otra profesión jurídica
3. Si es usted juez, trabaja
a) En un órgano unipersonal
b) En un órgano colegiado
c) Alterno mi trabajo en uno y otro tipo de órgano
2
d) Está en servicios especiales
4. ¿Tiene usted experiencia profesional o laboral previa a su trabajo como
juez?
a) Sí
b) No
5. En conjunto, y en líneas generales, ¿cómo está usted de satisfecho con
su trabajo como juez?
a) Muy satisfecho
b) Bastante
c) Regular
d) Poco
e) Muy poco o nada satisfecho
6. ¿Y con su actual nivel retributivo?
a) Muy satisfecho
b) Bastante
c) Regular
d) Poco
e) Muy poco o nada satisfecho
7. El salario que ingresa mensualmente es de..
a) Menos de 3.000 euros
b) Entre 3.000 y 3.500 euros
c) Entre 3.500 y 4.000 euros
d) Entre 4.000 y 4.500 euros
e) Entre 4.500 y 5.000 euros
f) Más de 5.000 euros
8. ¿Y con la consideración social de su trabajo (es decir, con el
reconocimiento y prestigio que tiene en la sociedad)?
a) Muy satisfecho
b) Bastante
3
c) Regular
d) Poco
e) Muy poco o nada satisfecho
9. Pensando en el trabajo que realiza actualmente usted diría que conlleva:
a) demasiado,
b) adecuada o
c) poca carga de trabajo
10. ¿Cómo valora la vinculación de una parte de las retribuciones al
cumplimiento de objetivos de rendimiento?
a) Positiva
b) Negativa
c) Irrelevante
11. En términos generales, ¿cómo evaluaría usted las condiciones físicas de
su lugar trabajo? (luminosidad, comodidades, mobiliario, espacio
disponible, etc.) (Hágalo en una escala de 0 a 10, donde 0 equivale a
una calificación “muy negativa” y 10 a una calificación “muy positiva”).
12. Y de manera concreta, ¿cómo valoraría…? (Hágalo con una escala de 0
a 10, donde 0 significa una valoración muy negativa y 10 muy positiva)
a) Su despacho
b) La Secretaría/oficina judicial
c) La sala de vistas o juicios
d) Medidas de seguridad
e) Accesibilidad a las dependencias judiciales
13. Y respecto a los funcionarios que trabajan en el órgano judicial en el que
usted está destinado ahora, ¿en qué medida considera que es
adecuado…? (Hágalo en una escala de 0 a 10, en la que 0 significa
“muy negativo” y 10 “muy positivo”
a) Su formación
b) La dirección del equipo
4
14. ¿Qué necesidades tiene para el desempeño de su trabajo y que no
están cubiertas?
a) Medios informáticos / actualización informática
b) Más personal
c) Tiempo
d) Menor carga de trabajo
e) Más espacio / locales / instalaciones
f) Medios materiales
g) Textos legales actualizados
h) Formación en general
i) Ordenador portátil
j) Formación informática
k) Mejores bases de datos
l) Despacho
m) Personal técnico y jurídico (de apoyo)
n) Retribución
o) Biblioteca
p) Destinos cerca de familia / estabilidad
q) Ninguno
r) Otros
15. ¿A qué hora llega usted a su despacho?
a) Entre las 7’00 y las 8’00 horas
b) Entre las 8’00 y las 9’00 horas
c) Entre las 9’00 y las 10’00 horas
d) Después de las 10’00 horas
16. ¿A qué hora sale de su despacho?
a) Entre las 15’00 y las 17’00 horas
b) Después de las 17’00 horas
17. ¿Cuánto tiempo dedica al día a desplazarse al y desde el trabajo?
5
a) Menos de una hora
b) Entre una y dos horas
c) Más de dos horas
18. Su jornada es
a) Continua
b) Partida
19. Por favor, especifique qué número de horas dedica usted de media a
trabajar (en el Juzgado o en su casa) a la semana
a) En el Juzgado
b) En su casa
c) Total
20. ¿Cuáles son los principales obstáculos que tiene usted a la hora de
realizar un trabajo judicial de calidad? (Señalar un máximo de 3)
d) Exceso de carga de trabajo
a) Los módulos que le empujan a trabajar más rápido de lo que usted
desearía
b) Falta de preparación del personal
c) Falta de personal
d) Medios técnicos
e) Las leyes procesales
f) Los abogados
g) Falta de preparación de usted para abordar algunos asuntos
h) Malas infraestructuras arquitectónicas
i) Escasa infraestructura para la consulta de legislación, jurisprudencia,
etc.
j) La falta de compañeros con quién compartir los problemas más
complicados
k) Los peritos
l) Otros (especifique cuál)
6
21. ¿Cómo valora usted...? (Hágalo en una escala de 0 a 10, donde 0
equivale a una calificación “muy negativa” y 10 a una calificación “muy
positiva”).
a) El régimen de permisos y licencias de la carrera judicial
b) El sistema para concederlos
c) La facilidad para obtener un sustituto
d) La antigüedad como principal criterio de adjudicación de destinos no
discrecionales
22. ¿Qué otros criterios deberían tenerse en cuenta a la hora de adjudicar
destinos?
a) Conocimiento de idiomas
b) Experiencia en determinadas disciplinas u órdenes jurisdiccionales
c) Otras titulaciones
d) Lugar de residencia en caso de cargas familiares
e) Otros (especifique cuál)
23. ¿Qué otros criterios deberían tenerse en cuenta a la hora de adjudicar
destinos?
a) idiomas
b) experiencia
c) otras titulaciones
d) residencia
e) otros (especifíquelos)
24. Según su experiencia personal, cómo valora la relación con el máximo
órgano de gobierno de los jueces en su país, en cuanto a su eficacia
como garante de la independencia de la carrera judicial. (Hágalo en una
escala de 0 a 10, donde 0 equivale a una valoración “muy negativa” y 10
“muy positiva”).
25. Señale los tres aspectos que, en su opinión, necesita mejorar de manera
prioritaria su Juzgado
a) Mejorar instalaciones (más espacio)
7
b) Más personal
c) Más formación
d) Menor carga de trabajo
e) Medios materiales
f) Medios informáticos
g) Salas de Vistas
h) Más juzgados
i) Mejorar infraestructuras en general
j) Procedimientos más ágiles
k) Rapidez de los señalamientos
l) Oficina judicial
m) Seguridad
n) Estabilidad de la plantilla
o) Organización del juzgado
p) Agilidad en el nombramiento de funcionarios interinos
q) Cumplimiento de horarios
r) Archivos
s) Actos de comunicación
t) Coordinación con otros organismos de la administración
u) Retribuciones
v) Ejecución de las sentencias
w) Atención al ciudadano
x) Especialización
y) Ninguno
z) Otros (especifíquelos)
26. ¿Podría por favor decirme en qué medida le parece útil cada una de las
posibles reformas que le propongo? (Hágalo con una puntuación de 0 a
10 en la que 0 significa que no es nada útil y 10 que es muy útil.)
a) Informatización integral de la Administración de Justicia
b) Redefinición de la oficina judicial proporcionando mayor formación y
competencias a los secretarios judiciales
c) Reformar las leyes procesales
d) Aumentar el número de jueces
8
e) Impulsar en mayor medida los juicios rápidos en todos los órdenes
jurisdiccionales
f) Especialización de órganos judiciales
g) Especialización de jueces y magistrados
h) La puesta en marcha o potenciación de instrumentos de resolución
de conflictos alternativos
Si NO es usted mujer, pase directamente a la pregunta 31
27. ¿Diría usted que, en general, el hecho de ser mujer es algo indiferente, o
algo que le causa más bien dificultades y problemas o que le supone
más bien una ayuda o ventaja a la hora de solicitar un traslado?
a) Indiferente
b) Dificulta
c) Ayuda
28. ¿Diría usted que, en general, el hecho de ser mujer es algo indiferente, o
algo que le causa más bien dificultades y problemas o que le supone
más bien una ayuda o ventaja a la hora de solicitar una plaza de
nombramiento discrecional?
a) Indiferente
b) Dificulta
c) Ayuda
29. ¿Diría usted que, en general, el hecho de ser mujer es algo indiferente,
o algo que le causa más bien dificultades y problemas o que le supone
más bien una ayuda o ventaja en el trato profesional con los
compañeros varones?
a) Indiferente
b) Dificulta
c) Ayuda
30. ¿Diría usted que, en general, el hecho de ser mujer es algo indiferente, o
algo que le causa más bien dificultades y problemas o que le supone
9
más bien una ayuda en las relaciones profesionales con el personal
auxiiar?
a) Indiferente
b) Dificulta
c) Ayuda
31. ¿Diría usted que, en general, el hecho de ser mujer es algo indiferente, o
algo que le causa más bien dificultades y problemas o que le supone
más bien una ayuda o ventaja en el trato profesional con abogados y
procuradores?
a) Indiferente
b) Dificulta
c) Ayuda
32. ¿Diría usted que, en general, el hecho de ser mujer es algo indiferente, o
algo que le causa más bien dificultades y problemas o que le supone
más bien una ayuda o ventaja en el trato con los justiciables?
a) Indiferente
b) Dificulta
c) Ayuda
33. ¿Diría usted que, en general, el hecho de ser mujer es algo indiferente, o
algo que le causa más bien dificultades y problemas o que le supone
más bien una ayuda o ventaja en el trato con los justiciables?
a) Indiferente
b) Dificulta
c) Ayuda
34. ¿Diría usted que, en general, el hecho de ser mujer es algo indiferente, o
algo que le causa más bien dificultades y problemas o que le supone
más bien una ayuda o ventaja en el trato con las autoridades e
instituciones locales?
a) Indiferente
b) Dificulta
10
c) Ayuda
35. ¿Diría usted que, en general, el hecho de ser mujer es algo indiferente, o
algo que le causa más bien dificultades y problemas o que le supone
más bien una ayuda o ventaja de cara a la opinión pública?
a) Indiferente
b) Dificulta
c) Ayuda
36. ¿Y cree usted que su vida profesional puede llegar a verse afectada
negativamente, de alguna manera, por su vida familiar? (UNA SOLA
RESPUESTA)
a) a) Sí, en la misma medida que la de sus compañeros varones
b) b) Sí, en mayor medida que la de sus compañeros varones
c) No
37. ¿Quién se ocupa del cuidado y educación de los hijos?
a) Preferentemente la mujer
b) Preferentemente el hombre
c) Sólo la mujer
d) Sólo el hombre
e) Juntos
f) Ayuda externa
g) No procede
38. ¿Quién se ocupa de las actividades escolares de los hijos Actividades
escolares de los hijos (llevarles y traerles del colegio, reuniones de
padres, tutorías, deberes...)?
a) Preferentemente la mujer
b) Preferentemente el hombre
c) Sólo la mujer
d) Sólo el hombre
e) Juntos
f) Ayuda externa
g) No procede
11
39. ¿Quién se ocupa de las actividades de juego y tiempo libre (parque,
actividades extraescolares, vacaciones, cumpleaños…)?
a) Preferentemente la mujer
b) Preferentemente el hombre
c) Sólo la mujer
d) Sólo el hombre
e) Juntos
f) Ayuda externa
g) No procede
40. ¿Quién se ocupa del cuidado y asistencia de otros familiares que viven
bajo el mismo techo?
a) Preferentemente la mujer
b) Preferentemente el hombre
c) Sólo la mujer
d) Sólo el hombre
e) Juntos
f) Ayuda externa
g) No procede
41. ¿Quién se ocupa del cuidado y asistencia de otros familiares que no
viven bajo el mismo techo?
a) Preferentemente la mujer
b) Preferentemente el hombre
c) Sólo la mujer
d) Sólo el hombre
e) Juntos
f) Ayuda externa
g) No procede
42. ¿Quién se ocupa de las tareas domésticas, limpieza, etc.?
a) Preferentemente la mujer
b) Preferentemente el hombre
12
c) Sólo la mujer
d) Sólo el hombre
e) Juntos
f) Ayuda externa
g) No procede
43. ¿Quién se ocupa de llevar a los familiares al médico y gestiones
relacionadas con la salud?
a) Preferentemente la mujer
b) Preferentemente el hombre
c) Sólo la mujer
d) Sólo el hombre
e) Juntos
f) Ayuda externa
g) No procede
44. ¿Quién se ocupa de la gestión de negocios familiares, bancos,
impuestos, etc.?
a) Preferentemente la mujer
b) Preferentemente el hombre
c) Sólo la mujer
d) Sólo el hombre
e) Juntos
f) Ayuda externa
g) No procede
45. ¿Desarrolla o ha desarrollado usted actividad compatible con la función
judicial: docencia, preparación de opositores etc.?
a) Sí
b) No
46. ¿Cursa o ha cursado estudios de especialización u otra titulación desde
que ejerce funciones judiciales?
a) Sí
13
b) No
47. ¿Ha realizado publicaciones?
a) Sí
b) No
48. Participa en actividades de formación jurídica
a) Menos de una vez al año
b) De una a dos veces al año
c) Más de dos veces al año
49. ¿Es usted partidario de asegurar que un porcentaje determinado en los
nombramientos que efectúa el órgano competente para hacerlo en su
país recaiga en mujeres de la carrera judicial?
a) Sí
b) No
50. Para su profesión, diría usted que el seguimiento habitual de los medios
de comunicación es:
a) Necesario
b) Indiferente
c) No necesario
51. ¿En qué medida le preocupa que los medios de comunicación se fijen
en un asunto que es competencia de usted?
a) Mucho
b) Algo
c) Nada
52. ¿Dispone de ordenador en su domicilio?
a) Sí
b) No
53. ¿Utiliza Internet como medio de consulta o para otros usos?
a) Sí
14
b) No
54. ¿Utiliza el ordenador para la elaboración de sus resoluciones?
a) Siempre
b) En ocasiones
c) Nunca
55. ¿Utiliza las siguientes herramientas informáticas?

Procesador de textos (Word…)

Hoja de cálculo (Excel…)

Correo electrónico

Access

Power Point
56. ¿Qué productos de información documental utiliza para el desarrollo de
su trabajo?

Publicaciones en papel editadas por el órgano de gobierno o autoridad
competente

Publicaciones externas en papel

Bases de datos de jurisprudencia y legislación en formato digital
proporcionadas

por el órgano de gobierno

Otras bases de datos en formato digital

Información obtenida en el portal Web del órgano de gobierno o en otras
de contenido jurídico
15
ENCUESTA A LOS JUECES ESPAÑOLES1
Encuesta a los jueces
españoles, abril 2006
•Remitida a todos los jueces en
servicio activo (4.221)
•Respondida por 1.803=42’7%
Condiciones de trabajo
1
En el CD que se les ha entregado encontrará varios informes elaborados en el año 2008, en
relación con distintos aspectos de la actividad judicial, previa realización de encuestas entre los
miembros de la Carrera: conciliación de la vida familiar, retrasos, formación, etc.
16
17
18
¿Cómo valora la vinculación de una parte de las
retribuciones al cumplimiento de objetivos de
rendimiento?
19
20
21
22
Perspectiva de género
23
24
¿Tiene usted la impresión de que las mujeres que son jueces tienen más
probabilidades que sus
compañeros del sexo masculino de tener que dejar pasar alguna oportunidad
clara de mejorar o
avanzar en su carrera (optar a puestos gubernativos o de nombramiento
discrecional, cambios
de destino, comisiones de servicio, actividades compatibles, etc.) por razones de
índole
estrictamente doméstico-familiar?
¿Es usted partidario de asegurar que un porcentaje determinado en
los nombramientos que
efectúa el Consejo recaiga en mujeres de la carrera judicial?
25
Medios de comunicación
Para su profesión, diría usted que el seguimiento habitual de los medios de
comunicación es:
¿En qué medida le preocupa que los medios de
comunicación se fijen en un asunto que es
competencia de usted?
26
Información documental
27
28
TALLER DE SISTEMAS JUDICIALES
COMPARADOS
Taller de sistemas judiciales
comparados
29
SISTEMA JUDICIAL
BULGARIA

TRIBUNAL SUPREMO DE APELACIÓN/TRIBUNAL SUPREMO
ADMINISTRATIVO

TRIBUNALES DE APELACIÓN

TRIBUNALES DE DISTRITO (Tribunal de la Ciudad de Sofía)

TRIBUNALES REGIONALES
SISTEMA JUDICIAL
FRANCIA

Jurisdicción civil










TRIBUNAL DE GRANDE INSTANCE
Litiges de plus de 10000 euros : divorce, autorité
parentale, succession, filiation, immobilier.
..TRIBUNAL
..TRIBUNAL D'INSTANCE
D'INSTANCE
Litiges de moins de 10000 euros et litiges de crédit
à la consommation, état civil.
JUGE DE PROXIMITÉ
Petits litiges jusqu'à 4000 euros (consommation,
conflit de voisinage, injonctions de payer et de
faire...).



Jurisdicciones especializadas
CONSEIL DES PRUD'HOMMES
Litiges entre salariés ou apprentis et employeurs
portant sur le respect des contrats de travail ou
d'apprentissage.
TRIBUNAL DES AFFAIRES DE SÉCURITÉ SOCIALE
Litiges entre les organismes de sécurité sociale et
les personnes assujetties.
TRIBUNAL DE COMMERCE
Litiges entre commerçants ou sociétéS
commerciales.
TRIBUNAL PARITAIRE DES BAUX RURAUX
Litiges entre propriétaires et exploitants de terre
ou de bâtiments agricoles.




Jurisdicción penal
COUR D'ASSISES
D'ASSISES
Crimes (infractions les plus graves) passibles de la
réclusion jusqu'à la perpétuité.
TRIBUNAL CORRECTIONNEL
Délits passibles d'emprisonnement jusqu'à 10 ans et
d'autres peines (amendes, peines complémentaires,
travail d'intèrêt
d'intèrêt général).
TRIBUNAL DE POLICE
Contraventions de cinquième classe passible
d'amendes. Il statue à un unique et siège au tribunal
d'instance
JUGE DE PROXIMITÉ
En matière pénale, les juges de proximité sont
compétents pour les quatre première classe
d'infraction
Jurisdicción de menores
JUGE DES ENFANTS
• Prend des mesures de protection à l'égard des
mineurs en danger
• Juge les infractions commises par des mineurs
TRIBUNAL POUR ENFANTS
Délits commis par les mineurs et crimes commis
par les mineurs de moins de 16 ans.
COUR D'ASSISES
D'ASSISES POUR MINEURS
Crimes commis par des mineurs de plus de 16
ans.
APELACIÓN: COUR D’APPEL
D’APPEL
CASACIÓN: COUR DE
CASSATION
30
SISTEMA JUDICIAL
FRANCIA








PRIMERA INSTANCIA
JUSTICIA ADMINISTRATIVA
TRIBUNAL ADMINISTRATIF
Litiges entre les usagers et les pouvoirs publics, c'estc'est-à-dire
:
les administrations de l'État,
les régions,
les départements
les communes,
les entreprises publiques.

JURIDICTIONS SPECIALISEES :
Commission des recours des réfugiés,
Commission départementale d'aide sociale,
Section disciplinaire des ordres professionnel
Commision d'indemnisation des rapatriés

APELACIÓN








COUR ADMINISTRATIVE D'APPEL
Si l'une des parties
D'APPELSi
n'est pas satisfaite du permier jugement, elle peut faire
appel. La Cour administrative d'appel réexamine alors
l'affaire déjà jugée.
REVISIÓN
CONSEIL D'ETAT
D'ETAT
Il vérifie que les Cours administratives d'appel ont
correctement appliqué la loi. Il statue directement sur
certaines affaires concernant les décisions les plus
importantes des autorités de l'État. Pour certaines affaires
(rares), il est juge d'appel. Il est situé à Paris, au Palais
Royal.
SISTEMA JUDICIAL
HUNGRÍA




TRIBUNAL SUPREMO
TRIBUNALES REGIONALES DE APELACIÓN (5)
TRIBUNALES DE CONDADO (19)/TRIBUNAL METROPOLITANO DE
BUDAPEST(1)/TRIBUNALES ESPECIALES LABORALES (20)
JUZGADOS LOCALES Y DE DISTRITO (111)
Cifras 2004

Número de jueces:
/100.000 habitante
jueces: 2.757 (27,18 jueces
jueces/100.000
habitantes)

Plantilla de funcionarios:
funcionarios: 7.557

Número de asuntos (ingreso
): 1.190.286
(ingreso):

Presupuesto total del sistema judicial:
judicial: 276.564.000 Euros
31
SISTEMA JUDICIAL
ITALIA

JURISDICCIÓN
ORDINARIA

JURISDICCIÓN
ADMINISTRATIVA
Consejo
De
Estado
Corte Sup rema
Di
Cassazio ne
Corti
Di
Assise
Di appello
Corti
Di
Appello
ORGA NIZA CIÓN
DE LA
FISCA LÍA
Tribunales
De
Menores
JVP
Tribunales
Administrativos
regionales
Tribu nales
Jue ces
De
Paz
Apelación
Co rti
Di assise
GIP
GUP
SISTEMA JUDICIAL
POLONIA

JURISDICCIÓN
ORDINARIA
Tribunal
Supremo
Tribunales
De apelación
Tribuna les pro vincia les
De se gunda insta ncia

TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL
JURISDICCIÓN
ADMINISTRATIVA
Tribunal Supremo
De Asuntos
Administrativos
Tribunales
Provinciales
De lo contencioso
administrativo
Tribuna les regiona les
De prime ra insta ncia
32
SISTEMA JUDICIAL
PORTUGAL
SISTEMA JUDICIAL
REPÚBLICA CHECA
TRIBUNAL
SUPREMO
Sala Penal
Sala Civil
Sala Mercantil
TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL
Presidente
Vicepresidentes (2)
Magistrados (12)
TRIBUNALES
SUPERIORES (2)
TRIBUNALES
PROVINCIALES (8)
Tribunal de la Ciudad de Praga
Primera Instancia
Segunda Instancia
Civil
Penal
TRIBUNALES DE DISTRITO (75)
Tribunales de Distrito de la Ciudad de Praga(10)
Tribunal de Brno
Primera Instancia
33
VALORACIÓN DE LA JUSTICIA POR LOS
CIUDADANOS
Valoración
Valoración de
de la
la Justicia
Justicia
por
por los
los ciudadanos
ciudadanos
Nivel de confianza que inspiran a la población española diversos
grupos sociales e instituciones (puntuaciones medias: escala 0-10)
2005
2003
2000
1997
1990
1988
1986
1985
1984
El Rey
6.5
6.6
7.3
7.5
7.2
6.8
7.5
7.6
6.2
La Seguridad
Social
5.8
5.3
5.3
5.0
4.3
3.8
4.0
4.6
4.5
El Defensor
del Pueblo
5.5
5.2
7.3
5.8
5.9
5.6
6.0
5.7
6.0
Las Cortes
5.3
4.4
6.3
4.5
4.7
4.8
4.8
5.1
5.2
Los militares
5.1
4.9
5.3
4.0
4.1
3.8
4.0
4.5
4.7
La prensa
4.9
5.3
5.5
4.8
5.3
4.6
4.0
5.4
4.9
Los
funcionarios
4.9
4.5
4.8
4.5
4.6
4.2
4.0
4.2
4.3
Los
Ayuntamiento
s
4.8
4.8
5.3
5.0
5.3
4.9
5.0
5.3
4.9
Los
empresarios
4.7
4.2
5.0
4.3
4.5
4.1
4.0
4.2
4.1
El Gobierno
4.7
4.1
5.0
4.3
4.7
4.5
4.5
4.9
5.1
Los tribunales
de Justicia
4.5
3.8
4.3
3.5
4.5
4.2
4.3
4.9
5.1
Los sindicatos
4.4
4.0
5.3
4.3
4.8
4.6
3.8
4.0
3.9
La televisión
3.9
4.7
4.8
4.3
5.0
3.8
4.3
4.3
4.0
Los partidos
políticos
3.3
3.4
3.8
3.0
3.6
3.2
3.3
3.7
3.7
La policía
-
5.4
-
-
5.4
5.3
5.3
5.7
5.7
La Iglesia
-
4.0
-
4.5
5.0
4.8
5.0
5.1
5.0
34
Año 2000: 2662
Año 2001:1284
10
35
36
37
Datos: 2005
¿Cómo diría que funciona la justicia en España?
2005
2003
2000
Muy mal o mal
1997
Regular
1995
Muy bien o bien
1990
1987
0
20
40
60
Valoración
Valoración de
de la
la justicia
justicia en
en
España
España
Evolución desde
1997 a 1999
38
¿Quién está en mejores condiciones
de dictar una sentencia justa?
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Jueces
Jurado
1987
1992
1996
1997
2000
2003
2005
Si usted fuera acusado en un juicio criminal,
¿quién preferiría que decidiese si usted era culpable o
inocente?
60
50
40
30
Jueces
Jurado
20
10
19
83
19
85
19
87
19
90
19
92
19
96
19
97
20
00
20
03
20
05
0
39
Evaluación de la Justicia en los países de la UE (1997)
Porcentaje que considera que el funcionamiento de la justicia es bueno
60
Finlandia
55
Dinamarca
52
Austria
47
Holanda
40
39
Luxemburgo
Alemania
38
Suecia
32
32
Reino Unido
Irlanda
21
Grecia
Bélgica
16
España
16
14
12
Francia
Portugal
8
Italia
0
10
20
30
40
50
60
70
Nuestros jueces, ¿son tan buenos
como los de cualquier otro país de la
Unión Europea?.
Muy o bastante
de acuerdo
Poco o nada de
acuerdo
40
Barómetro de opinión de usuarios de la Justicia

Objeto de investigación.
Conocer el estado de la opinión de los usuarios sobre la Admón de
Justicia en España.
Diferenciando de los estados de opinión general de ciudadanos sobre la
Administración de Justicia.

Datos Técnicos.
USUARIOS
Investigación basada en 1000 entrevistas personales a usuarios:
ciudadanos (800) y expertos (200) realizadas en los juzgados
entre los días 9 y 29 de noviembre de 2001.
•Demandantes y demandados en la jurisdicción civil.
•Testigos.
•Acusados presos y no presos en la jurisdicción penal.
•Abogados ejercientes en los 4 órdenes jurisdiccionales.
La investigación: resultados relevantes
Calidad esperada en el servicio de la Administración de Justicia en 2001.
Mejor de la que esperaba
Igual que la que esperaba
23%
Peor que la que esperaba
6%
No sabe
16%
76 % mejor
o igual a la
esperada.
55%
41
La investigación: resultados relevantes
Valoración comparativa de la Justicia con otras administraciones.
Valoración final
Valoración inicial
La investigación: resultados relevantes
Opinión sobre el tiempo procesal
que ha durado su asunto.
Poco
Razonable
Mas de lo razonable
Excesivo
21%
37%
33%
44 %
tiempo
razonable.
9%
9%
42
La investigación: resultados relevantes
Opinión sobre el tiempo procesal
que ha durado su asunto 2003
Corto
Razonable
Más de lo
razonable
Excesivo
La investigación: resultados relevantes
Opinión sobre el tiempo procesal
que ha durado su asunto 2001/2003
corto
razonable
m ás que
razonable
2003
excesivo
2001
0%
50%
100%
43
La investigación: resultados relevantes
Puntualidad en la atención al ciudadano
y su relación con la calidad esperada.
47%
50%
Calidad esperada del Servicio
El 57 % de los
usuarios atendidos
tardíamente opinan
que la calidad
recibida es PEOR
que la esperada
El 67 % de los
usuarios atendidos
puntualmente
opinan que la
calidad recibida es
MEJOR que la
esperada
La investigación: resultados relevantes
Factor humano en la Administración de Justicia 2001.
Valoración del trato recibido.
1997
2001
Funcionarios
91 %
1997
2001
Secretarios
91 %
1997
Jueces
2001
88 %
44
La investigación: resultados relevantes
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Muy buena
Buena
Factor humano
en la Administración de Justicia
1987/2003
Mala
Muy m ala
Valoración del trato recibido.
1997
2001
2003
Funcionarios
100
80
Muy buena
60
Buena
40
Mala
20
Muy m ala
0
1997
2001
2003
Secretarios
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Jueces
Muy buena
Buena
Mala
Muy m ala
1997
2001
2003
45
La investigación: resultados relevantes
Inmediación y sentimiento de amparo
Conocimiento de su caso por parte del Juzgado
84 % han visto al juez
16 % NO lo han visto
46
ARTÍCULOS DE PRENSA
47
48
RESUMEN EL MUNDO PROCESOS EN CURSO CONTRA EL JUEZ GARZÓN
María Peral | Madrid
Actualizado jueves 25/03/2010 16:48 horas
El Tribunal Supremo tiene tres causas abiertas contra el juez de la Audiencia Nacional
Baltasar Garzón. ELMUNDO.es explica las claves de cada una de ellas:
Causa por los crímenes del franquismo
>>> ¿De qué se le acusa?
La Sala Penal del Tribunal Supremo decide por unanimidad el 26 de mayo de 2009
abrir un proceso al juez Garzón por un delito de prevaricación (dictar a sabiendas
una resolución injusta) durante la instrucción de la causa por las desapariciones del
franquismo. La acusación consiste en haber iniciado y prolongado unas diligencias
sobre las desapariciones del franquismo atribuyendo a personas fallecidas delitos que
habían prescrito, estaban amnistiados y que, además, no eran competencia de la
Audiencia Nacional.
>>> ¿Quién le acusa?
La querella está promovida por el colectivo Manos Limpias, dirigido por Miguel
Bernad Remón, uno de los responsables del partido ultraderechista Fuerza Nueva.
Con posterioridad presentan querellas la asociación Libertad e Identidad y el partido
Falange Española. La Fiscalía se manifiesta en contra y pide su archivo.
>>> Indicios
El Supremo pone de manifiesto que tras una primera etapa de más de un año en la
que Garzón no hizo otra cosa que proveer las denuncias que iba recibiendo, el 1 de
febrero de 2008 la Fiscalía de la Audiencia Nacional emitió un informe en el que
advertía que este tribunal no era el competente para investigar las desapariciones
forzadas, que el delito de lesa humanidad consignado en las denuncias no estaba en
vigor cuando se produjeron los hechos denunciados y que en todo caso sería
aplicable la Ley de Amnistía de 1977. Sin resolver sobre su competencia, Garzón
ordenó la práctica de distintas diligencias.
En un auto del 16 de octubre de 2008, en el que se refirió a los delitos denunciados
como "crímenes contra las leyes y costumbres de la guerra y leyes de la humanidad",
ordenó pedir certificaciones de defunción de 35 personas "a los efectos de declarar
la extinción de responsabilidad penal por fallecimiento". Pero, paralelamente, acordó
formar un grupo de expertos y de Policía Judicial y autorizó exhumaciones.
En menos de un mes, el 18 de noviembre, Garzón cerró las diligencias declarando
extinguida la responsabilidad de varias personas, que ahora son ya 45, por haber
fallecido. Entre ellos, aunque el auto no los cita, se encuentran los generales Franco,
Mola o Queipo de Llano.
"En definitiva", señala el Supremo, "la investigación se centró en delitos para los que el
juzgado reconoce carecer de competencia material". Además, "declara extinguidas
unas responsabilidades penales por razón de fallecimientos, sucedidos notoriamente
49
decenios antes de la incoación, de 45 personas, sobre cuyas acciones no se ha
practicado actividad de investigación alguna".
El 7 de abril, el magistrado del Supremo Luciano Varela decide transformar en un
procedimiento abreviado las diligencias abiertas a Garzón por esta causa. La decisión
de Varela supone pasar a la fase de preparación del juicio oral, lo que significa que
Garzón se sentará en el banquillo siempre que alguna de las partes personadas
presente escrito de acusación contra él.
El Alto Tribunal notifica una resolución en la que Varela deniega las pruebas que
solicitó a última hora la defensa de Garzón y acuerda que se entregue una copia de
las diligencias al fiscal y a las acusaciones personadas (Manos Limpias, Libertad e
Identidad y Falange) para que, en su caso, soliciten la apertura del juicio oral.
Rechazar una querella contra un banco que le financió
>>> ¿De qué se le acusa?
El 28 de enero de 2010, también por unanimidad, el Supremo abre una causa para
investigar al juez por presuntos delitos de prevaricación y cohecho por el dinero que
solicitó personalmente y recibió del entonces BSCH para financiar actividades que
desarrolló durante su estancia en la Universidad de Nueva York en 2005 y 2006.
Tras su reincorporación a la Audiencia Nacional, Garzón recibió una querella dirigida
contra el presidente del entonces BSCH, Emilio Botín, y otros directivos de la
entidad que unos meses antes había entregado la "generosa aportación" de 302.000
dólares (260.000 euros) para organizar dos series de coloquios. Sin abstenerse,
Garzón inadmitió esa querella.
>>> ¿Quién le acusa?
La querella fue presentada por los abogados Antonio Panea y José Luis Mazón.
>>> Indicios
De acuerdo con la querella, los fondos del BSCH habrían servido, además de para
financiar los coloquios celebrados en la Universidad de Nueva York bajo la
dirección de Garzón, para abonar viajes del juez por 22.650 dólares y para pagar la
matrícula de su hija en la Escuela Internacional de Naciones Unidas por importe de
21.650 dólares.
Para la admisión de la querella fue determinante el conocimiento de las cartas que
Garzón envió a Botín para solicitarle los fondos, elemento que no se conocía cuando,
el 2 de febrero del pasado año, se archivó una primera investigación sobre los hechos.
En ellas, Garzón se dirige al presidente del banco, le agradece la financiación
recibida y le pide más dinero para organizar una segunda serie de coloquios, lo que
es objeto de nuevos agradecimientos. "No puede rechazarse en este momento la
posibilidad de establecer alguna relación" entre la petición y consecución del patrocinio
del BSCH y la negativa a abrir un proceso al presidente de esa entidad, dice la Sala de
lo Penal en el auto de iniciación del proceso.
50
'Gürtel': Intervenir las comunicaciones imputado-abogado
>>> ¿De qué se le acusa?
De nuevo por unanimidad, el 24 de febrero de 2010 la Sala Penal del Supremo abre
la tercera causa por presuntos delitos de prevaricación y e interceptación ilegal de
comunicaciones por autorizar las escuchas de las conversaciones que mantuvieron en
prisión los imputados en el 'caso Gürtel' con sus abogados defensores.
>>> ¿Quién le acusa?
El proceso arranca con una querella formulada por el abogado y ex fiscal de la
Audiencia Nacional Ignacio Peláez, que representa al empresario José Luis
Ulibarri, imputado en el 'caso Gürtel'. Con posterioridad se han personado los
abogados José Antonio Choclán y Gonzalo Rodríguez-Mourullo en nombre de
Francisco Correa y Pablo Crespo, ya que también fueron escuchados.
>>> Indicios
La Sala destaca que la "importante decisión" de intervenir las comunicaciones entre un
preso y sus abogados se basó en la "hipótesis" de que los letrados pudieran hacer de
enlace con la organización delictiva, pero Garzón autorizó unas escuchas
"indiscriminadas" a la "generalidad" de los letrados, "tanto a los que en la actualidad
como a los que en el futuro pudieran asistir profesionalmente a los presos". Además,
basó las escuchas en el artículo 51.2 de la Ley Orgánica General Penitenciaria, que
sólo permite esa interceptación en supuestos de terrorismo.
La Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló por ser ilegales
todas las escuchas autorizadas por el juez Baltasar Garzón por vulnerar el derecho
fundamental a la defensa.
51
GARZÓN RECUSA A VARELA POR "INTERÉS DIRECTO" EN LA CAUSA Y
PARCIALIDAD
Por Agencia EFE – 24.4.10
Madrid, 24 abr (EFE).- El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha recusado
por "interés directo" en la causa y parcialidad al magistrado del Tribunal Supremo
Luciano Varela, que le investiga por supuesta prevaricación en el caso de la
investigación por los crímenes del franquismo.
El escrito de recusación, presentado anoche por la defensa de Garzón, se basa en la
decisión del juez Varela de reclamar a dos de las acusaciones -Falange y Manos
Limpias- que subsanaran los defectos que contenían sus escritos de acusación.
La pretensión del juez instructor, de acuerdo con el análisis de la defensa, era que se
presentasen unos escritos de acusación con otro contenido distinto, "con otros
argumentos de cargo que sean (...) más oportunos, menos dispersos, más concretos y
más eficaces para sostener su postura, claramente preordenada a la apertura del
juicio oral".
Tras recordar que el juez de instrucción no debe tener ni manifestar ningún interés
particular en el contenido concreto o argumental de los escritos presentados, ni
favorecer en modo alguno su eficacia o valor procesal, Garzón interpreta que Varela
"ha tomado partido a favor de uno de los contendientes en el pleito".
Según Garzón, la intervención del instructor "no se encuentra amparada en ningún
precepto de la normativa procesal vigente y es manifiestamente ajena a las normas
esenciales del procedimiento".
Y ello porque, de acuerdo con el escrito de recusación, el juez Varela manifestó un
"interés específico" por el contenido de los escritos de calificación de las partes
acusadoras, "prestando su colaboración privilegiada y decisiva" al mostrar y señalar "el
camino a seguir respecto a la redacción que ha de dársele".
A este respecto, aduce que Varela indicó "lo que tienen que decir o no decir en un
escrito de acusación, labor más próxima, realmente a una asesoría o consejo jurídico".
"Cuando el instructor otorga a las partes acusadoras una oportunidad más para
formular unos escritos de acusación medianamente presentables, ya que los que se
han formalizado no lo son, con ello se otorga una oportunidad menos al reo, lo cual
provoca que el juez incurra en causa de recusación", dice.
Después de calificar de "insólita" la actuación de Varela, el escrito de recusación
considera que el juez instructor se convirtió "en una especie de director o controlador
de las acusaciones, perdiendo su posición imparcial de árbitro del procedimiento".
Luciano Varela acordó ayer expulsar del proceso a Falange Española de las Jons por
no haber atendido su requerimiento de corregir su escrito de acusación, en el que se
refería a Garzón como "juzgador de la historia y redentor del bando vencido".
Al igual que el sindicato ultraderechista Manos Limpias y Libertad e Identidad, que
también ejercen de acusación popular, Falange pedía en su escrito que se abriera
juicio oral al juez por prevaricación y un castigo de multa y 20 años de inhabilitación.
52
En el caso de Manos Limpias, por ejemplo, el escrito de la defensa de Garzón alega
que la intervención del instructor llegó al extremo de indicarle a esa acusación "qué
páginas concretas de su escrito debía excluir" e incluso que "debería limitarse a 'la
mera afirmación de que el acusado actuaba a sabiendas'".
Por todo ello, concluye que la actuación de Varela "no sólo es material, sino que es
parcial, por vulnerar de forma clara y decisiva la imprescindible neutralidad e
imparcialidad que debe presidir la labor de un instructor".
"Dar oportunidades atípicas y extraprocesales a una de las partes no es algo neutral o
que no afecte al resto de los intervinientes; perjudica al resto", agrega, para apuntar
que, si el perjudicado es el imputado, la conducta del juez "lesiona el derecho a la
defensa" y "la misma presunción de inocencia".
Para apoyar sus argumentos, el escrito de recusación cita una sentencia del Tribunal
Constitucional, que sostiene: "La obligación del juzgador de no ser 'juez y parte', ni
'juez de la propia causa' supone que el juez no pueda asumir procesalmente funciones
de parte y, de otro, que no pueda realizar actos ni mantener con las partes relaciones
jurídicas o conexiones de hechos que puedan poner de manifiesto o exteriorizar una
previa toma de posición anímica o favor o en su contra".
53
EL ACOSO AL JUEZ GARZÓN
INTOXICACIÓN
El País. ANTONIO ELORZA 24/04/2010
En el filme La noche de los muertos vivientes, los difuntos abandonaban sus tumbas
para entregarse al saludable deporte de devorar a los humanos. El caso Garzón tuvo
como punto de partida las demandas de los familiares de quienes fueron ejecutados
desde la sublevación franquista, pero no son estos muertos los que ahora ocupan la
escena. De hecho, para los adversarios del juez no han existido nunca, salvo en los
autos condenatorios a la hora de recordar la irregularidad del procedimiento propuesto
para recuperar sus restos. Ninguno de ellos piensa en cuál sería la mejor fórmula
compatible con la ley para atender esa demanda social de los descendientes de las
víctimas. Los auténticos muertos vivientes del día son las organizaciones fascistas que
plantearon las querellas y seguirán obrando así, sirviéndose de las complicidades en
el seno del Estado de derecho. Su resurrección ha sido además posible por la
supervivencia larvada de una mentalidad filofranquista que ahora encuentra la
posibilidad de repuntar, nada menos que rehabilitar un genocidio y eliminando a quien
pretendió hacer justicia sobre el mismo.
Sólo los grupúsculos franquistas se benefician de la ofensiva contra Baltasar Garzón
Los autos del juez Varela intervienen en ese sentido por omisión, al no plantearse si
desde julio de 1936 tuvo o no lugar un crimen contra la humanidad, ni cual sería la
instancia más adecuada para ofrecer justicia a las víctimas. El caso del juez Adolfo
Prego, protagonista de la admisión de la querella, es ya harina de otro costal. Habla en
público sin tapujos, y así, desde la revista de la Hermandad del Valle de los Caídos
nos explica que en los años cincuenta, esto es, bajo Franco, había más machismo
pero menos asesinatos de mujeres. ¿Por qué? Entonces "había respeto, moral,
conciencia del bien y del mal", sumisión a "valores superiores". Perdido eso en
España, nación "milenaria", "el hombre se convierte en una bestia" y mata ancianos,
mujeres y niños. La nación española, nos dice entre metáfora y metáfora -antológica la
de la Constitución y el chorizo-, resulta hoy destruida desde el BOE; es decir, por las
normas promulgadas del Estado democrático. Semejante magistrado está en
condiciones de aplicar tales planteamientos más allá del caso Garzón, desde el
Tribunal Supremo. ¿Qué más queremos?
La crítica del ex fiscal Jiménez Villarejo apuntaba con argumentos convincentes al
desastre que una actuación judicial así sesgada contra un "juez justo" está causando a
la convivencia democrática. Sólo los grupúsculos franquistas se benefician de la
ofensiva: Villarejo lo subrayó con toda razón y magistrados como Varela debieran
haberlo tenido en cuenta. Una vez obtenida la patente de corso, acusarán a todo aquel
que se mueva: Villarejo y el rector Berzosa son los primeros afectados. Buen servicio a
la democracia.
En torno al eje del PP, la reacción de la derecha contra el acto de la Complutense ha
sido brutal. Por supuesto ningún medio, personaje o tertuliano se pregunta si hubo
justicia o injusticia en los objetivos de Garzón y en los procedimientos contra él. Y si la
Universidad y los sindicatos tienen o no razón para protestar contra el olvido forzoso
del franquismo. Ahí están todos en una puja para ver quién encuentra las palabras
más contundentes: "aquelarre", "chekismo", "guerracivilismo", "semi-bolcheviques" o
bolcheviques a secas, "extremismo izquierdista". Un alto cargo de la Comunidad se
ceba en la actuación del rector Berzosa. Alude a su aspecto físico: sin duda él mismo
no se mira en el espejo. La autonomía universitaria, a la basura. Rajoy supera sus
conocidos límites como político convirtiéndose en inquisidor surrealista, al solicitar
dimisiones de altos cargos socialistas por asistir a un acto legal. Y Rosa Díez habla de
"golpe contra la democracia".
Cierra el círculo la infamia eficazmente administrada. Portada del diario "líder de
información", día 14: "El Supremo acusado de torturas entre aplausos de la izquierda".
Puro montaje, ya que frente al auto de Varela, lo dicho por Villarejo fue que bajo el
franquismo fiscales y jueces encubrieron las torturas. Verdad incuestionable. Y citó
54
expresamente al TOP, no al Supremo, como puede comprobarse consultando el vídeo
de Libertad Digital. Ante las cámaras pude comprobar que al número dos de la Cosa
los documentos prueba de la falsificación no le impresionan. Se mantuvo agresivo en
la falsedad. Y es que la intoxicación ha sido muy eficaz; sus ecos se han escuchado
en todos los medios derechistas, presentándose gracias a ello como los paladines de
una conciencia democrática fiel a esa transición que los defensores de la memoria
republicana intentarían dinamitar. Crímenes contra la humanidad: provocación. Hay
que blindar al franquismo. Elogiable lealtad.
55
POLÉMICA SOBRE EL USO DEL VELO: AÍDO DICE QUE HAY QUE RESPETAR
LAS CREENCIAS RELIGIOSAS
La Gaceta. 24.4.10
Al contrario que Gabilondo, la ministra de Igualdad no apoya el uso del velo. "Mi
posición personal es conocida, no me gusta ningún velo", aseguró la ministra de
Igualdad.
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, ha asegurado, en relación con el debate sobre
el uso del hiyab en las aulas, que a ella no le gusta "ningún velo" que cubra a las
mujeres, al tiempo que pidió que no se "alienten polémicas que no conducen a
ninguna parte".
"Mi posición personal es conocida, no me gusta ningún velo", aseguró en
declaraciones a los medios en los pasillos del Congreso de los Diputados. La ministra
indicó que este debate tiene "una enorme complejidad y requiere ser abordado con
respeto, con rigor, con sentido de la responsabilidad, y huyendo de oportunismos y
demagogias, que es probablemente lo que se está haciendo en este momento".
Ante estos casos, aseguró, hay que actuar con "respeto a la Constitución, a la
igualdad de trato y oportunidades, a las creencias religiosas, a la autonomía de los
centros educativos y a las competencias de las comunidades autónomas".
"La clave está en el respeto. Con en el respeto nos ha ido bien en todo este
tiempo: hemos tenido una convivencia pacífica, ejemplar, con la tolerancia imperando",
destacó la titular de Igualdad.
La ministra aprovechó para criticar "que desde el PP se den lecciones de igualdad",
cuando este partido ha votado en contra en contra de la igualdad y de la ley que regula
los matrimonios homosexuales. "Espero que apoyen con más contundencia muchas
de las medidas que desde el Gobierno se ponen en marcha en materia de igualdad",
concluyó.
Chaves pide normas claras en las autonomías
Por su parte, el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel
Chaves, aseguró que "los centros educativos tienen mucho que decir" sobre el
uso del velo en las aulas, pero los gobiernos autonómicos "también tienen la
responsabilidad de establecer normas claras al respecto".
A su vez, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, afirmó que la sociedad
española "es muy tolerante", por lo que espera que este asunto se resuelva "sin
grandes problemas".
Por último, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, señaló que este debate
aborda un "tema muy complejo" que no se va a zanjar en un momento "cuando ha
habido países enteros que han estado años" debatiendo este asunto y "no han sido
capaces" de cerrar el tema. En cualquier caso, pidió que en el debate se tenga en
cuenta "el derecho a la escolarización" de las menores.
56
HUELGA JUDICIAL Y ESTADO DE DERECHO
F. Javier Sánchez-Pego es Magistrado del Tribunal Supremo, (jubilado)
26.01.2009 – El Diario Montañés
Parece que los políticos y buena parte de los opinantes mediáticos han llegado a
admitir que probablemente los jueces saben bastante bien si tienen derecho a huelga.
Así permite deducirlo el giro de las censuras dirigidas contra los acuerdos de huelgas y
otras protestas adoptados por las juntas de jueces, que, desde la terminante negación
inicial de tal derecho, han pasado a objetar tan sólo la oportunidad de ejercitarlo
cuando están en marcha actuaciones tendentes a resolver la problemática suscitada.
Sin embargo, leo todavía algunas opiniones persistentes en aquella línea inicial
adversa al derecho de huelga de los jueces con acrítico fundamento en que, al ser
integrantes del poder judicial, la presión que ejercieran frente al ejecutivo atentaría
contra el Estado de Derecho. No faltan incluso en la carrera judicial quienes así lo
creen. Por eso me parece oportuno divulgar, siquiera con obligada síntesis y
procurada elusión de tecnicismos jurídicos, las ideas que sostuve al respecto hace ya
más de quince años. Concretamente en 1993, cuando el Consejo General del Poder
Judicial (CGPJ) organizó un curso para estudiar el luego malogrado proyecto de Ley
Orgánica de Huelga, en el que fui ponente con el tema de la huelga en la función
pública y en el ámbito judicial. Su tratamiento tenía entonces un interés puramente
doctrinal, abstraído de cualquier previsible aplicación inmediata, lo que puede servir de
soporte a una imagen de objetividad, muy conveniente en las circunstancias actuales.
La Constitución reconoce, entre los derechos fundamentales y las libertades públicas,
el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses (art. 28.2).
Según interpretación unánime, el precepto se circunscribe a los trabajadores por
cuenta ajena, pero se extiende a los funcionarios. Nada dice la Constitución de este
posible derecho de los jueces, a los que, en cambio, excluye expresamente del de
sindicación, que es otro derecho de raigambre laboral. Basten aquí estas sucintas
anotaciones, junto a la improcedente denegación tácita de un derecho fundamental,
para tener que afirmar literalmente reconocido el de huelga a los jueces, en cuya
profesión concurren las características funcionariales necesarias al efecto: trabajo
personal desempeñado al servicio del Estado, dentro de una carrera profesional con el
estatuto jurídico que a tal corresponde.
Pero la cuestión se extrae de ese ámbito literal tan claro al argüir que los jueces no
son funcionarios como cualesquiera otros, sino que, al ser integrantes del poder
judicial (art. 117.1 CE), su huelga quebrantaría el estado de Derecho.
El punto de partida para analizar dicha objeción tiene que ser la heteronomía del poder
judicial en todo cuanto se refiera a elementos requirentes de alguna disponibilidad
económica: desde el número y distribución de los órganos judiciales hasta la
asignación de toda clase de medios materiales, pasando por la de los funcionarios que
prestan servicios en la administración de Justicia, sobre los que ni siquiera tienen
jefatura los jueces. Tampoco participan en la propuesta de las normas rectoras de su
actividad, salvo la limitada al informe no vinculante del CGPJ sobre los proyectos de
ley que deben serle remitidos. La independencia del poder judicial queda reducida a
los nombramientos de los jueces y magistrados y a la potestad disciplinaria y
reglamentaria interna, que competen al CGPJ, y esencialmente a la decisión de los
pleitos y causas que se sometan al conocimiento de cada juez o sala de justicia. Se
trata, pues, de un poder meramente funcional dirimente de asuntos ajenos, pero
excluido de facultad alguna sobre los medios necesarios para su desempeño. Es el
poder ejecutivo quien retiene esta potestad, lo que legitima su condición de
destinatario de la huelga que promuevan los jueces en demanda de la exigible
proyección normativa y en la adecuada provisión de tales medios. Dicho de otro modo,
prevalece en los jueces su condición de profesionales asalariados del Estado sobre la
de integrantes de un poder independiente del ejecutivo y del legislativo. Lamento herir
la vanidad de los jueces que opinen lo contrario, pero es lo cierto que carece de
57
sentido su identificación con los parlamentarios o con los miembros del gobierno a
efectos del derecho de huelga porque éstos sí que ejercen un poder decisorio sobre
asuntos propios y ajenos, incluidos los que afectan profesionalmente a los jueces, y
aún al propio CGPJ. A los recientes avatares sobre el nombramiento de los miembros
de este Consejo me remito, incidentalmente y por ejemplo.
Para que la Constitución hubiera podido negar lícitamente a los jueces el derecho a la
huelga, lo que ya he dicho que no hace, tendría que haber diseñado un poder judicial
dotado de autonomía organizativa y económica, verdadera y completamente
independiente del ejecutivo, lo que no hace ni deja de hacer, ya que parece deferir al
legislador ordinario la concreta regulación de tan capital materia. Esta permisividad
constitucional ha propiciado la reducción del poder judicial a límites difícilmente
conciliables con el Estado de Derecho.
Pero este asunto debe ser objeto de separada y más extensa exposición. Además, las
deseables autonomía y plena independencia del poder judicial requerirían también el
establecimiento constitucional de un Consejo rector del mismo que se pareciese poco
al que existe. No me refiero al ahora ejerciente, claro, sino al regulado con carácter
general en la Constitución. La única objeción seria a la huelga judicial consiste en que
el enjuiciamiento de su calificación y de las demás cuestiones litigiosas que pudieran
derivar de su ejercicio competen exclusivamente a jueces predeterminados por la ley.
La solución más defendible enlazaría seguramente con la adecuada ordenación de
servicios mínimos por parte del CGPJ.
Las asociaciones judiciales suelen ser escasamente reivindicativas y son, sobre todo,
muy poco partidarias de cualquier convocatoria de huelga, no obstante tener
legalmente encomendada la defensa de los intereses profesionales de sus miembros
en todos los aspectos. Probablemente la mayoría de los jueces defienden la titularidad
de ese derecho aunque prefieren con mucho prescindir de su ejercicio. Pero ocurre
que las deficientes condiciones en que están desempeñando su difícil cometido, en
términos generales, objeto de constantes denuncias insuficientemente atendidas por
los sucesivos gobiernos, que no sólo por el actual, han llegado a un punto que no
permite soluciones blandas ni dilatorias.
Mayor número de jueces y de órganos judiciales en los que no se rebase la carga
máxima de trabajo, ahora particularmente creciente, radical y urgente modernización
tecnológica y actualización de la oficina judicial son las principales y muy razonables
pretensiones de los jueces, que contemplan con desánimo el deterioro público de su
imagen profesional por causas que, salvo en supuestos concretos y no susceptibles de
generalización, no les son imputables.
Estas últimas observaciones son las que principalmente me han movido a escribir el
presente artículo. La eficiencia y el prestigio del poder judicial son indispensables para
la convivencia democrática. Puesto que no es previsible que una huelga de jueces
obtenga fácil comprensión pública, he pretendido hacer notar que la infracción lesiva
del Estado de Derecho no se produce por el ejercicio de esa huelga, sino por las
causas que lo motivan, esto es, por no haber adoptado el poder ejecutivo las medidas
necesarias para el adecuado desempeño de las funciones judiciales. Y ello es así
tanto si la huelga se lleva a cabo como si no.
58
59
EL MUNDO Jueves, 3 de marzo de 2005. Año XVII. Número: 5.561.
OPINION
TRIBUNA LIBRE
Del caos judicial al juez de leyenda
JAVIER GOMEZ DE LIAÑO
Alejandro Nieto, dueño de una de las mentes jurídicas más lúcidas
y sin compromiso, acaba de publicar un libro clave para el mejor
entendimiento del estado actual de nuestra Justicia. El libro se
titula El desgobierno judicial y me lo ha regalado un cuñado. Y un
amigo y también colega me ha prestado Un mundo sin miedo, del
juez Baltasar Garzón. Aunque por razones bien distintas, los dos
libros me parecen descorazonadores, incluso, deprimentes. «La
Justicia se ha convertido en una carta más de la baraja política,
que se maneja en jugadas vergonzosas a la vista de toda la
nación».Así, con estas palabras y otras de semejante tenor,
Alejandro Nieto nos presenta su obra. A renglón seguido y a lo
largo de casi 300 páginas, se enfrenta con unos datos estadísticos
de los que se sacan muy lógicas y sabias conclusiones que bien
podrían servir a los responsables en materia de Justicia para
acertar a entenderlas y digerirlas.
Ahora que ejerzo de abogado, frecuento los tribunales y hablo con
jueces, fiscales, secretarios y otros funcionarios, creo que estoy en
condiciones de afirmar que si la Administración de Justicia ha
llegado -o está a punto de llegara una situación límite es porque ni
este Gobierno ni los de antes han querido, o no han sabido,
desbrozar la vida judicial de la política -también de la burocraciaque la atenaza y condiciona. Si los gobernantes acertaran a poner
en manos de los ciudadanos la forma de hacerles cómodo y
saludable el acudir a los juzgados, el problema entraría en la vía
de la útil solución para todos. Me temo, sin embargo, que este
trance ideal está todavía muy lejos de nosotros y, sobre todo, del
servil entendimiento que tienen los políticos de la Justicia, lo que
añade gravedad, dicho sea de paso, a la tendencia de dirigir la
Justicia a su libre arbitrio. La delimitación de los campos judicial y
político no puede trazarse con claridad lineal, pero las continuas e
impunes invasiones de las fronteras de ambos terrenos son
perniciosas para el sistema. Cada cosa en su sitio, porque así,
como están ahora, fuera de quicio, no es bueno seguir.
Son muchos los años que llevo insistiendo en la politización de la
Justicia y me parece ocioso repetir ahora lo que casi todo el mundo
sabe. Mientras los políticos y profetas judiciales sigan
entreteniéndose con sus clasificaciones de
60
jueces, colocándoles en sus ejes, a sabiendas, o ignorantes, del
mucho daño que hacen, el mal no tendrá arreglo. Harta está la
gente de las vanas palabras de los líderes políticos y de los
prometedores programas a la cabeza. En su análisis, el profesor
Nieto demuestra que el Poder Judicial no es un Poder
Constitucional desde el momento en que está subordinado al poder
político y existen jueces que «en el ejercicio de su cargo se
presta[n] a ser instrumento de los intereses de los partidos
políticos». El juez político, aunque se disfrace de juez y llegue a
creer en su disfraz, es un hombre que antepone el fin a la norma y
el resultado al procedimiento. En opinión de Dieter Simón uno de
los que mejor han tratado la independencia judicial-, el juez
político es el abominable usurpador del trono que corresponde al
juez neutral. La Justicia cuenta con todas las bendiciones para
convertirse en un fin último, deseable en sí mismo, al que deberían
de subordinarse, en buena y prudente ley, otros menos afectados
de reconocimiento. Sin embargo, una idea tan amplia y fácilmente
aceptada puede pecar, por extensión, de ineficacia. Así, por
ejemplo, un concepto de Pacto por la Justicia que podría servir
para abarcar todas las facetas y actividades en torno al Poder
Judicial se convierte rápidamente en algo vacío e inútil para
cualquier otra cosa que no sea el mero adorno retórico. «(...)
Estamos viviendo una serie de reformas (...) que lejos de
preocuparse de la mejora de la Justicia y dejando a un lado la
verborrea publicitaria reflejan a la perfección las luchas de los
políticos para apoderarse -patrimonializar- del Poder Judicial. Los
protagonistas de esta batalla -que por sus modales más parece
una pelea tabernaria- son cuatro: el Partido Socialista, el Partido
Popular, los miembros de la carrera judicial y las comunidades
autónomas».
Con afirmaciones como éstas no me cabe duda alguna de que el
libro del profesor Nieto indignará a muchos, pues por experiencia
sé que la verdad ofende a aquéllos a quienes les gusta engañar y
sentirse engañados con las falacias mutiladoras de la realidad. Mas
también estoy convencido de que el libro agradará a los que
buscan desesperadamente qué hay detrás o debajo de leyes
hipócritas, palabras altisonantes e ideologías hueras.
Con todo, a mí me parece que lo más grave del Poder Judicial han
sido su histórico papel residual dentro del Estado y las constantes
abdicaciones de que ha hecho gala respecto a poderes no tanto
institucionales como reales, o sea, los llamados fácticos.Cualquier
juez sensato sabe que el Poder Judicial nunca ha sido homogéneo
y que, en general, salvo muy contadas excepciones, los propios
jueces no han dado la cara por su independencia cuando la
situación lo ha exigido. Quizá sea que la judicatura española lleve
muchos años arrastrando un infinito complejo de inferioridad y
61
girando en la rueda del verdadero poder como un minúsculo
rodamiento fácil de engrasar. Como es de suponer, quienes pagan
las consecuencias son todos los ciudadanos, litigantes o no, sin
olvidar que en esta mantenida pelea contra el caos y la injusticia,
muchos jueces juegan el papel de médicos abnegados que luchan
denodadamente contra la enfermedad, en una cruzada de la que
salen con el alma hecha pedazos y reducida a ruinas.
En la obra de Alejandro Nieto se describen, uno por uno, los
síntomas más evidentes de una Administración de Justicia en
estado de quiebra, aunque, a lo mejor, no pasa de mera
suspensión de pagos. «Un páramo desolado», nos dice el autor,
«donde los huracanes del egoísmo y los calores de la desidia no
dan lugar a que crezca la delicada hierba de la Justicia ( ); una
Administración tardía, atascada, desigual, imprevisible, mal
trabada, desgarrada y, por supuesto, ineficaz». Está claro que en
la garganta de este profesor, hoy emérito, tiembla la voz de la
amargura -él mismo se define como autor de libros amargos- y
tengo la impresión de que mientras escribía, a sus ojos, más de
una vez, asomaron lágrimas de desilusión y de desencanto. Saludo
la aparición de El desgobierno judicial, un libro de cabecera escrito
por un jurista firmemente enraizado en las esencias universitarias
y judiciales y que, con justicia y generosidad, dedica a los jueces,
primeras víctimas del caos judicial.
El segundo libro que he leído -confieso que heroicamente- es el de
Baltasar Garzón. Lo primero que quisiera destacar de él es que no
puede decirse que sea de muy buena literatura, juicio en el que
coinciden todos los críticos, desde los más solícitos y
complacientes -«la forma epistolar le proporciona el recurso
narrativo de hacer a sus hijos destinatarios de las cartas; una
inevitable ingenuidad literaria marca las efusiones poéticas y los
relatos metafóricos ( )», escribe Javier Pradera (El País, 19 de
febrero de 2005)-, hasta los más objetivos y neutrales, como
Martín Prieto (EL MUNDO, 27 de febrero de 2005), que le reprocha
estar mal redactado y ser de un «cursi elevado a su enésima
potencia»; es decir, y cito textualmente, «malo de cojones».
Puesto a catalogarlo, lo que sobresale en Un mundo sin miedo es
el constante amor del autor por sí mismo. En su texto, Baltasar
Garzón se zambulle en el recuerdo de sus méritos y azañas, abre
el grifo de los tópicos y se baña en exageradas loas a su persona,
aunque, según digo, no destapa el más diminuto frasco de la
esencia literaria. La autoestima nunca está de más, pero creo que
aquí el juez la derrocha. Para mí, el libro desdibuja una trayectoria
que pudo empezar honesta para torcerse en el momento que su
señoría empezó a creerse mesías. Nada hay más desviador de la
personalidad que la falaz pretensión de creerse mensajero de los
dioses. Entiéndaseme bien. Es posible que la figura del superjuez
62
sea un magnífico personaje literario, pero, en sentido auténtico, es
una muesca carnavalesca que esconde intenciones muy ajenas al
Derecho.
Por lo demás, me parece que el juez se equivoca al emplear la
técnica del insulto con quienes considera enemigos. Un juez, y el
señor Garzón aún lo es, está obligado a medir cuanto dice y, en
caso de duda, debe contar hasta 10 antes de abrir la boca, darle a
la pluma o a la tecla del ordenador. En el foro se estila la cortesía
y está proscrito el denuesto; no digamos la calumnia o la injuria.
Llamar calaña y venales a unos periodistas no es correcto. Venal,
sobre insulto, es imputación de un delito de los que dan lugar a
proceder de oficio. Decir de uno que es persona vendible, expuesta
a la venta o que se deja sobornar con dádivas es, además, muy
peligroso, porque a él alguien -que no yo- le puede decir haber
sido reo de traición a cambio de precio, recompensa o promesa e
incluso otras cosas que no he de enumerar aquí, pues aunque a mí
no se me ocurran, el lector seguro que las conoce.
Si es cierto que todo libro de memorias tiene algo de adiós, habría
que dar las gracias al señor Garzón por despedirse de su público.
Ahora corta amarras con la Audiencia Nacional y emprenderá una
nueva travesía profesional, esta vez en Estados Unidos, para
impartir clases de leyes. Me sumo a quienes le desean suerte,
seguida de todo tipo de éxitos. Y con el afecto y consideración que
aún soy capaz de sentir por él, ojalá que para labrarse el siempre
incierto porvenir no tenga necesidad de explotar un pasado de
vanagloria estéril.
Javier Gómez de Liaño es abogado.
© Mundinteractivos, S.A.
http://www.elmundo.es/diario/opinion/1763733_impresora.html (4 de 4)03/03/2005 15:55:24
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La custodia compartida gana terreno porque cada vez más
hombres divorciados reclaman participar en el cuidado de los
hijos
Una reciente sentencia que ordena una custodia compartida para dos menores sin
que la madre esté de acuerdo abre el debate sobre el papel de los padres en la
crianza de los hijos
LA VANGUARDIA 09/04/2007
Carina Farreras | Desde que el pasado 26 de febrero la Audiencia de Barcelona ordenó la
custodia compartida de los dos hijos de una pareja, como pedía el padre pero desestimaba la
madre, los teléfonos de los abogados matrimonialistas no dejan de sonar. Al otro lado del
hilo telefónico, padres esperanzados inquieren la posibilidad de revisar las sentencias que
otorgan a la madre la exclusividad de la guarda y custodia de los menores. Los tiempos
cambian
y
los
juzgados
lo
reflejan.
Desde la aprobación de la ley de Divorcio en 1981 se ha pasado de la exclusividad de las
custodias maternas a buscar nuevas fórmulas de compartir la paternidad sin condenar a la
mujer al cuidado en solitario de los hijos y al hombre al alejamiento de la familia. Custodias
para
los
hombres,
compartidas,
fórmulas
imaginativas
de
consenso...
La transformación no se produce sin críticas. Hay quien, como las asociaciones de padres
separados, reclama el derecho a la custodia compartida ya por una cuestión igualitaria. En el
otro lado, se cuestiona la velocidad del cambio. El pasado 28 de marzo un nutrido grupo de
manifestantes se apostaba a la entrada de los juzgados de Familia de Barcelona con
pancartas elocuentes, como: "¿O mi trabajo o mis hijos?". Se referían a un caso que se
enjuiciaba ese día en el que en medidas preliminares se había otorgado la guarda y custodia
de los hijos a un empresario por disponer de más tiempo que la madre de los niños, una
asalariada
sujeta
a
los
horarios
laborales.
Sentencias como éstas rompen con siglos de tradición. Desde siempre y en prácticamente
todas las culturas, la mujer se ha hecho cargo de la prole. Todavía es así en la España del
siglo XXI a juzgar por el número de mujeres que no trabajan, que solicitan reducciones de
jornada laboral por razones familiares, que piden permisos laborales por maternidad o que
se ausentan del trabajo para llevar al niño al pediatra. Ellas, con o sin cargas laborales,
siguen cuidando de la familia. Y es cierto también que aparecen muchos más padres
ausentes de la familia tras la ruptura que madres. Pero un grupo de hombres, minoritario
aunque significativo y creciente, comparte la crianza de los hijos, implicándose en la
cotidianidad del hogar, además de en su educación y salud. "Estos padres no pueden obtener
la respuesta judicial clásica; si se implicaron deben poder seguir cerca de sus hijos tras la
separación", afirma Núria Villanueva, mediadora de parejas en procesos de divorcio. Para
esta psicóloga, incluso habría que dar la oportunidad a los padres dispuestos a ocuparse de
sus
hijos
después
del
divorcio
aunque
no
lo
hicieran
antes.
En principio, los jueces de Familia tratan de que los hijos sufran el menor cambio posible en
sus vidas tras la ruptura de la pareja. Y si fue la madre quien se ocupó más de ellos, siguen
otorgándole a ella la responsabilidad de cuidarlos; pero esos mismos jueces saben cuán
difícil resulta desentrañar la verdad de lo que por separado expone cada integrante de la
pareja. En la demencia de las batallas conyugales todo parece valer: la utilización de los
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hijos también. "Dinero y mentiras nos quitan la custodia de los hijos", proclamaba otra
pancarta en la reciente protesta en los juzgados. En un extremo se ve a padres solicitando
custodias por dañar a la madre; en el otro, a hombres alejados del hogar durante años por
falsas
denuncias
de
abusos
o
malos
tratos.
A veces, la finalidad no es tanto obtener la custodia como ganar al otro. "Los hijos quedan en
el domicilio conyugal y el que se marcha debe contribuir a los gastos de los niños. Por tanto,
el que se va pierde mucho. Cierto que hay hombres interesados sinceramente en cuidar de
sus hijos pero también veo a muchos que simplemente no están dispuestos a ser los
perdedores", explica Montserrat Ayuso, abogada matrimonialista, que defendió a la mujer en
el caso de la reciente custodia compartida impuesta por el juez. A la cuestión de
demostración de poder, se añade ahora el de la aceptación social. "Ahora - señala la
abogada-, que te quiten a los hijos, seas hombre o mujer, te descalifica ante la sociedad".
En estas contiendas quizá uno acabe ganando pero lo que parece seguro es que existen
daños colaterales. Gloria Zegrí es psicóloga clínica del Centre Mental de Salut d´Infància i
Juventut de Gràcia-Sant Andreu. Al centro llegan los estragos de separaciones mal llevadas y
habla de vómitos, cefaleas, agresividad, desafíos injustificados, depresiones y trastornos de
conducta en adolescentes, síntomas todos de infelicidad. Se trata de los perdedores
involuntarios que no quisieron la guerra entre progenitores, pero la padecieron. "Perjudica
más la desavenencia de los padres que la separación, que puede ser asumida con bastante
naturalidad", asegura Segre. A su juicio, los padres deberían ser capaces de separar el
conflicto de pareja de su función como padres. "En todo caso, no se trata tanto de dónde
vive el niño o con quién sino de que vea que sus padres se entienden y se respetan. Resulta
más importante - continúa- que estén juntos frente a las notas o en una celebración que el
hecho
de
compartir
el
50%
del
tiempo".
Villanueva cree, en este sentido, que no debería pensarse en modelos rígidos (los niños con
ella, los niños con él, o con ambos a partes iguales) sino en diseñar en cada caso un traje a
medida con costuras que puedan remeterse o ampliarse en el futuro y en función de las
necesidades de cada pareja y de sus hijos. "Se trata de ir construyendo un nuevo modus
vivendi para la familia", manifiesta. Hay que probar, y quizá equivocarse, para encontrar el
mejor
acomodo,
opina.
Magda Bandera recoge en su libro Custodia compartida diversas fórmulas por las que los
hijos pueden disfrutar de ambos padres sin partir su tiempo salomónicamente. Recoger o
llevar a los niños al colegio, comer juntos en vez de utilizar el comedor escolar, hacer los
deberes... existe un sinfín de maneras de relacionarse que no pasan por la convivencia
partida. "En definitiva, se trata - explica- de que cada pareja construya su forma de
organizarse en beneficio de los niños. Ganan así los hijos y, a la larga, ambos miembros de
la pareja".
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Una juez condena a prisión a un médico y dos
comadronas por imprudencia en un parto
0B
El bebé sufrió una parálisis cerebral por falta de oxígeno debido al "retardo en la cesárea"
1B
JUAN FRANCÉS - Madrid
EL PAÍS - Sociedad - 31-07-2006
Entrada
a
la
clínica
La
Milagrosa
(Madrid).
T
(LUIS
MAGÁN)
T
Iván tiene seis años, pero jamás ha dicho una palabra, ni ha dado un paso. Desde que nació, yace
postrado, inmóvil, ciego, sordo, mudo. Una negligencia médica le causó una parálisis cerebral
permanente e irreversible que, además, le provoca un deterioro físico lento pero progresivo.
Su discapacidad total, tanto física como psíquica, se debe a que pasó demasiado tiempo dentro
del vientre de su madre, Nuria Jiménez. Ella se puso de parto el 22 de mayo de 2000 y a las siete
de la mañana ingresó en la clínica La Milagrosa, centro sanitario privado de Madrid con una
capacidad de 182 camas. Cuando la controlaron mediante monitor, el gráfico registraba un
sufrimiento fetal intrauterino que requería una cesárea inmediata. Pero el médico y dos
comadronas de La Milagrosa no realizaron la cesárea hasta las diez de la mañana, según
considera probado la juez sustituta del juzgado de lo penal número 14 de Madrid, Ana María
Pérez Marugán.
Tres valiosas horas desaprovechadas con fatales consecuencias. "El sufrimiento fetal
intrauterino, asociado al retardo de la cesárea urgente" provocó una encefalopatía al pequeño
por la falta de oxígeno. Y ello le causó una parálisis cerebral, según consta en la sentencia. A la
vista de ello, la juez, en su sentencia del pasado 7 de julio, condena al médico, José Miguel
Oettel, y a las dos comadronas, Inés Gonzalo y Pilar Carrascal, "como autores criminalmente
responsables de un delito de lesiones por imprudencia profesional grave [...], a un año de
prisión para cada uno de ellos y un año de inhabilitación especial[...]" para el ejercicio de sus
profesiones. El fallo judicial incluye el pago de una indemnización de 957.331,66 euros para los
padres del bebé, que han asumido grandes deudas para sufragar los elevados gastos para darle a
su hijo discapacitado los mejores cuidados posibles. Los condenados han dado ya los primeros
pasos para recurrir la sentencia.
Retraso
Nuria Jiménez tenía 31 años cuando se quedó embarazada. Ella y su marido, Alfredo Escribano,
vivían en un piso de Madrid y estaban muy ilusionados con la llegada del que era su primer hijo
-ahora tienen dos más-, un varón al que decidieron llamar Iván. Desde el primer día acudían a la
consulta del doctor Oettel, médico especialista en ginecología y obstetricia. El doctor hizo sus
cálculos y le dijo a Nuria que saldría de cuentas el 12 de mayo de 1999. Pero aquel día pasó y
Nuria Jiménez no había dado a luz.
Cinco días después, la mujer volvió a la consulta para una nueva revisión. El médico la citó para
el 23 de mayo para provocar el parto. Un día antes, primera hora de la mañana, ella sintió
fuertes dolores y contracciones. Salió de su domicilio a toda prisa rumbo a La Milagrosa. Pero
una vez allí las cosas fueron más despacio.
La atendieron las comadronas ahora condenadas, que la tuvieron monitorizada desde las 7.30
hasta las 8.40 de la mañana, según declara probado la sentencia. Los primeros resultados de la
monitorización ya revelaban un sufrimiento fetal que requería de una cesárea urgente, en un
plazo máximo de entre 20 y 30 minutos, "sin que las comadronas avisasen al ginecólogo de
guardia (...) ni al doctor Oettel (...), el cual se hallaba en su domicilio particular, personándose
en la clínica a las 8.40", según la sentencia.
Al cabo de tres horas en la clínica, Nuria dio a luz por cesárea a su primer hijo. Empezó a
sospechar de que algo iba mal porque no escuchaba llorar al recién nacido. Iván, que nació con
un peso de 3,680 kilos, había aspirado meconio y sufría una parálisis cerebral severa. Como en
La Milagrosa no tenían los medios pediátricos necesarios para tratarle, los médicos decidieron
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trasladarle en una ambulancia a la Clínica Nuevo Parque, según el abogado de los padres, Rafael
Iruzubieta.
De vuelta a casa, la parálisis de Iván cambió la vida de toda su familia. Sus padres y sus abuelos
se volcaron con el pequeño. Vendieron sus pisos en el centro de Madrid para irse a vivir juntos a
un chalé en una localidad de las afueras, Las Rozas. Compraron un chalé en el que invirtieron
mucho dinero para reciclarlo en una casa sin barreras para discapacitados. Instalaron una cama
y una bañera especiales para el niño, así como una grúa que facilite la tarea de mover al
pequeño, que ahora tiene seis años.
Cambio de coche y casa
Los padres también se deshicieron de su utilitario para comprar un coche mayor donde cupiera
la silla ortopédica para poder trasladar al pequeño con mayor comodidad.
Iván requiere un cuidador a tiempo completo. Para poder hacerse cargo de esa tarea, los padres
decidieron que uno de ellos debía dejar su empleo. Fue el padre, empleado en el aeropuerto de
Barajas y con un salario menor que la madre, ejecutiva de banca, quien dejó su puesto de
trabajo. Firmó el finiquito y se quedó en casa, pendiente del pequeño. Hizo varios cursos sobre
el cuidado a personas discapacitados para intentar cumplir su tarea lo mejor posible -el niño ni
siquiera controla los esfínteres-.
Dado que el estado físico de Iván ha empeorado conforme pasa el tiempo, los padres le llevaron
a Moscú y a EE UU a fin de que recibiera tratamientos contra la atrofia muscular.
Con el tiempo, la pareja se planteó la posibilidad de tener más hijos. No sin miedo, asumieron lo
que para ellos era todo un reto. Pero les salió bien. Tuvieron dos hijos sanos, que nacieron sin
problemas.
Los padres de Iván creen que el pequeño tendrá una vida corta. Eso les han dicho los
especialistas. Quizá 10 o 12 años, como suele ocurrir en este tipo de casos. Nuria Jiménez y
Alfredo Escribano están convencidos de que, a pesar de su discapacidad física y psíquica, Iván es
capaz de sentir el cariño que le profesa toda su familia.
"Resarcimiento moral"
El médico, José Miguel Oettel y las comadronas Inés Escribano y María Pilar Carrascal Gimeno,
condenados a un año de prisión cada uno por "un delito de lesiones por imprudencia profesional
grave", en un parto en el que el bebé, llamado Iván, nació con parálisis cerebral, han iniciado los
trámites para recurrir la sentencia.
Sus abogados tratarán de rebajar las condenas de un año de prisión, otro de inhabilitación
profesional, así como la cuantía de la indemnización de más de 950.000 euros (algo más de 158
millones de las antiguas pesetas).
Las compañías aseguradoras son los responsables civiles de los acusados y deberán asumir el
coste de la indemnización, según la sentencia [de 28 folios] de Ana María Pérez Marugán,
la jueza sustituta del juzgado número 14 de Madrid del pasado siete de julio.
El doctor Oettel, de 42 años, que el viernes pasaba consulta en la clínica La Milagrosa, afirmó,
en conversación telefónica, que su abogado "ha tramitado el recurso". "Ahora no puedo hablar.
Estoy pasando consulta y por la tarde tengo un parto. Además, no voy a hacer más
declaraciones", añadió el médico.
Ni el ginecólogo ni las comadronas ingresarán en prisión, porque carecen de antecedentes
penales y la condena es inferior a dos años. Una vez analizado el recurso, el juez también podría
variar su criterio sobre la inhabilitación profesional.
Rafael Iruzubieta, abogado de la acusación afirma que "los padres del pequeño quedaron en una
situación de desamparo con un hijo con parálisis cerebral". "Lo que hemos buscado con este
caso" -prosigue- "es un resarcimiento moral y, evidentemente, una indemnización económica,
que en éste caso es imprescindible para el cuidado del niño".
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El CGPJ investiga los errores judiciales como causa de la libertad del asesino
Del Valle tiene pendientes dos penas firmes que suman cuatro años y nueve meses
Uno de los jueces que le condenó no dictó la orden de detención hasta este jueves
EL MUNDO.-28/03/2008
MARÍA PERAL
MADRID.- El presunto asesino de la pequeña Mari Luz Cortés ha podido estar en
libertad durante los últimos años -aunque pesaban sobre él dos condenas firmes que
sumaban un total de cuatro años y nueve meses de prisión por anteriores delitos de
abusos sexuales a menores- gracias a una cadena de omisiones judiciales que el órgano
de gobierno de los jueces ha acordado investigar de oficio.
El Consejo General del Poder Judicial disponía el jueves de informaciones alarmantes
sobre la corrección del trabajo de los jueces encargados de los procesos penales a los
que ha estado sometido Santiago del Valle con anterioridad a la muerte de Mari Luz
Cortés. Uno de ellos es que el juez Rafael Tirado Márquez, encargado desde marzo de
2006 de ejecutar la primera de las condenas dictadas contra Del Valle, no emitió hasta el
jueves la orden de detención de este individuo.
El primer dato llamativo es que la Policía nunca llegó a tener en sus ordenadores una
orden judicial de busca y captura de Santiago del Valle a pesar de que en marzo de
2006, siendo ya firme una primera condena a dos años y nueve meses de cárcel por
abusos sexuales continuados de los que fue víctima su propia hija, no fue encontrado en
la dirección de Sevilla que había facilitado a los juzgados.
El juez encargado de la ejecución de esa condena, Rafael Tirado, se limitó a emitir una
orden de averiguación del paradero de Del Valle que, pese a dar resultado negativo, no
fue transformada en orden de busca y captura.
De hecho, según fuentes del CGPJ, fue el jueves cuando este magistrado dictó una
orden de detención contra Santiago del Valle y la comunicó al juzgado de Huelva que
investiga la presunta participación de este individuo en la muerte de Mari Luz Cortés, a
efectos de que el órgano judicial onubense conozca que Del Valle tiene pendiente el
cumplimiento de una condena de dos años y nueve meses de prisión.
Tirado, titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla desde junio de 1998, fue el
magistrado encargado de juzgar a Santiago del Valle por un delito continuado de abusos
sexuales contra su hija, que cuando ocurrieron los hechos contaba con sólo cinco años
de edad.
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En la sentencia, dictada el 15 de noviembre de 2002, se consideraba probado el delito y
se imponía a Valle dos años y nueve meses de privación de libertad, además de
inhabilitarle para el ejercicio de la patria potestad durante seis años.
La Audiencia Provincial de Sevilla -segundo dato preocupante- tardó tres años en
resolver el recurso de apelación presentado por la defensa de Del Valle contra el fallo
del juez de lo penal. La Sección Séptima de la Audiencia, integrada por los magistrados
Antonio Gil Merino, Javier González Fernández y Juan Romeo no dictó sentencia,
confirmando la condena, hasta el 30 de diciembre de 2005.
El tiempo empleado no es intrascendente porque, mientras la Audiencia se pronunciaba
sobre los abusos sexuales de Del Valle a su hija, otro magistrado, el titular del Juzgado
de lo Penal número 4 de Sevilla, le condenó a otros dos años de prisión por abusos
sexuales a una menor de nueve años a la que acosó en el portal de su domicilio.
Esta segunda sentencia condenatoria, dictada de conformidad con el acusado, que
reconoció como ciertos los hechos criminales, lleva fecha de 13 de diciembre de 2004.
Dado que para entonces la Audiencia aún no había resuelto la mencionada apelación y,
por tanto, la primera condena aún no era firme, el juez de lo Penal número 4 no pudo
aumentar la pena por reiteración delictiva y, además, acordó suspender la ejecución de
la nueva condena a dos años de prisión. Formalmente, Santiago del Valle cumplía los
requisitos para lograr esta medida, que no es preceptiva sino una potestad judicial: era
delincuente primario (de nuevo, porque la Audiencia no hizo antes su trabajo) y la pena
impuesta no superaba los dos años de privación de libertad.
El titular del Juzgado de lo Penal número 4 de Sevilla suspendió la ejecución de la
condena durante un plazo de tres años a condición de que Santiago del Valle no volviera
a delinquir durante ese tiempo. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía
informaron ayer de que el magistrado acaba de revocar la suspensión.
Después de que la Audiencia Provincial ratificara la primera condena, el procedimiento
volvió al juez de lo Penal número 1 para el cumplimiento del fallo. Rafael Tirado no
accedió a suspender el cumplimiento de la pena (no podía: una vez condenado en firme
por el Juzgado de lo Penal número 4, Del Valle ya no satisfacía el requisito de la
primariedad delictiva), pero el Servicio de Inspección del Consejo General del Poder
Judicial va a investigar si empleó la diligencia exigible en un juez encargado
exclusivamente de juzgar y ejecutar lo que juzga.
Según los datos que el jueves manejaba el órgano de gobierno del Poder Judicial, Tirado
se limitó a emitir en marzo de 2006 una orden de averiguación del paradero de Valle, al
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que la Policía no localizó en el domicilio que figuraba en las actuaciones. Pese a ello, el
magistrado nunca emitió una orden de busca y captura y sólo el jueves, una vez
arrestado Santiago del Valle por su presunta implicación en la muerte de Mari Luz
Cortés, decretó su detención para que empiece a cumplir la condena impuesta en 2002
por abusar de su hija.
Para cuando el juez Tirado decretó la averiguación del paradero de Del Valle, éste ya se
había mudado a Gijón, donde estuvo implicado en un nuevo caso de intento de abuso de
una menor de 13 años y donde en diciembre de 2007 fue condenado a 11 meses de
cárcel por tentativa de estafa, al poner a la venta la casa en la que vivía de alquiler.
A primera hora de la madrugada de hoy, la juez de Huelva que instruye el
procedimiento ordenó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de
Santiago del Valle y de su hermana Rosa. Ambos partieron escoltados hasta el centro
penitenciario de la capital onubense. Se les imputa un delito de asesinato y a él, además,
otro contra la libertad sexual, según informa Radio Nacional.
70
Un 12 por ciento de los magistrados y jueces españoles son no profesionales
C. MORCILLO/N. COLLI. MADRID.
ABC.-21-4-2008
«¿A alguien le parecería normal, tolerable que un almirante fuera sustituido por un
patrón de yate o que las funciones de un coronel las asumiera un vigilante jurado? Pues
eso es lo que pasa desde hace años en el Poder Judicial sin que nadie se conmueva. No
existe una judicatura de categoría. Se ha instalado una auténtica falta de respeto hacia la
función judicial». La opinión, compartida por muchos jueces, es de José Luis Requero,
vocal del Consejo General del Poder Judicial y enemigo declarado de la justicia no
profesional, la llamada «interina», de la que asegura que es «un cáncer del sistema
judicial».
Con la negociación aún en ciernes sobre un eventual pacto de Estado sobre la Justicia y
con la urgente renovación del CGPJ y del Tribunal Constitucional sobre la mesa,
Gobierno y oposición ni siquiera han abordado aún otro tipo de problemas que se
agazapan tras la genérica «modernización de la Justicia». Los mensajes de
«modernidad» de las últimas semanas pasan por los aldabonazos y errores encadenados
del «caso Mari Luz», primero, y del «caso Alovera», después. En el entreacto, la
condena a la ex magistrada de Granada que mantuvo más de un año extra a un reo en
prisión o la apertura de juicio a otro juez vinculado con la «operación Malaya».
Focalizada la crítica en los jueces, el resto de intervinientes de los procedimientos Fiscalía, funcionarios, secretarios judiciales, equipos adscritos a los Juzgados- no salen
mejor parados, aunque la exigencia de responsabilidades a la que se ven sometidos
siempre parece estar en un nivel inferior a la de jueces y magistrados.
Uno de los fallos del sistema es la movilidad de los jueces y la forma en que se cubren
las sustituciones cuando se producen bajas o cambios de destino. Ahí entra en juego la
llamada «Justicia interina».
Una cifra en aumento
El 12 por ciento de los jueces son «interinos», esto es no profesionales (licenciados en
Derecho que no han hecho la oposición). El año pasado, la planta judicial (los jueces
«profesionales», con plaza) la integraban 4.441 jueces y magistrados. Junto a ellos,
según datos del Ministerio de Justicia, actuaron 620 sustitutos. En dos años, estos
últimos han aumentado en un centenar. El mensaje es demoledor: no son precisos
especiales conocimientos y formación para dictar sentencias -al inicio de la legislatura
pasada entre un 20 y un 30 por ciento de resoluciones habían sido dictadas por
71
sustitutos, según datos del CGPJ- y además el gasto es inasumible. También en esas
fechas (primer semestre de 2004), el Ministerio de Justicia calculó que se había
consumido más del 400 por ciento de lo presupuestado en sustituciones y suplencias,
por lo que el gasto ascendió a 37 millones de euros. La cifra no se ha frenado, sino al
contrario.
Desde 2004 se ha intentado acometer esta disfunción con «planes de choque», que no
han ofrecido demasiados resultados. El último lo publicó el BOE el pasado 25 de
febrero, una instrucción del CGPJ sobre un programa de actuación por objetivos para la
retribución de las sustituciones por magistrados y jueces titulares. Tiene un año de
duración y dispone que jueces y magistrados profesionales se hagan cargo de un
segundo juzgado en comisión de servicio en lugar de que esas vacantes sean ocupadas
por «interinos». El Consejo advierte de que la «justicia interina» puede «constituir una
anomalía» y da cuenta de que la intervención de estos sustitutos ha ido en aumento pese
a que debería ser una medida «excepcional y subsidiaria».
El plan parte de la sustitución «natural» por otro juez titular, preferentemente de igual
orden jurisdiccional y el mismo partido judicial para hacer más fácil el funcionamiento
y la resolución de eventuales situaciones. No todos los jueces tienen la misma carga de
trabajo, de forma que se da por hecho que una parte sí tiene la posibilidad de asumir
transitoriamente la responsabilidad de dos juzgados. Entre otros objetivos, el de permitir
que todos los titulares de órganos jurisdiccionales puedan disfrutar de los permisos y
licencias a los que tienen derecho por ley (bajas por enfermedad, maternidad, permisos
de estudio, por matrimonio, etcétera); así como «evitar» o en su caso «corregir» la
sobrecarga de trabajo y garantizar que el permiso del titular no se traduzca en retrasos y
suspensión de señalamientos con perjuicio para los ciudadanos.
La participación en este programa es voluntaria (ningún juez puede ser obligado a
hacerse cargo de un segundo juzgado) y la retribución prevista viene condicionada a que
el sustituto cumpla al menos el cien por cien de los módulos en su propio juzgado. Los
interesados deberán presentar su solicitud al presidente del tribunal superior de justicia
de su comunidad y será la sala de gobierno la competente para, a partir de criterios
objetivos, elaborar una lista de candidatos que se incluirán en una Bolsa de
Disponibilidad.
Siempre que se cumplan una serie de requisitos, la retribución prevista para las
sustituciones inferiores a diez días será de 1.600 euros mensuales devengados en la
parte proporcional a los días efectivos de sustitución. Si la duración es superior a los
72
diez días, esta retribución se añadirá a las de 600 ó 400 euros ya previstas por real
decreto desde 2004. Los jueces tendrán que obtener en el órgano donde realicen la
sustitución un módulo de dedicación mínimo del 60 por ciento.
La actuación de los jueces que realicen labores de sustitución será valorada por el
Servicio de Inspección del CGPJ, que redactará un informe posterior a la comisión de
servicio. Con carácter previo, se hará también un estudio de la situación en la que se
encuentra el juzgado del que el sustituto es titular, con el fin de comprobar si realmente
puede asumir dos órganos al mismo tiempo.
Pero planes como éste -que han fracasado en anteriores ejercicios- no son sino parches
que no aportan soluciones a un problema que cada vez reclama con mayor urgencia
remedios que pasan por un cambio radical. Enrique López, portavoz del CGPJ, asegura
que «erradicar la Justicia no profesional es un objetivo de la reforma que necesita la
Justicia».
López apunta algunas posibles soluciones. Entre ellas, tener una plantilla de jueces que
sea superior en número a la planta judicial, de tal manera que sería posible disponer de
una bolsa de jueces y magistrados profesionales sin plaza asignada, «jueces volantes»
adscritos a los tribunales superiores y dispuestos a acudir allí donde sea necesario
resolver una situación de atasco o suplir una baja. Se trataría de una categoría voluntaria
y podría interesar a todos aquellos jueces y magistrados que por razones familiares
necesiten cambiar de destino sin esperar a que quede una vacante.
Cuerpos auxiliares
Otra posible solución sería la de adscribir letrados de distinta procedencia jurídica a los
órganos colegiados con el fin de que alivien la carga de trabajo no jurisdiccional de los
tribunales.
Pero la llave de la reforma está en estos momentos en manos del Gobierno, emplazado a
negociar con el primer partido de la oposición una reforma urgente que modernice una
Justicia anclada en el siglo XIX. Se admiten sugerencias.
73
"¡Juez Tirado, asesino de Mari Luz!"
La familia de Mari Luz se manifiesta en Sevilla para exigir que se expulse de
la judicatura al magistrado que no ejecutó una sentencia contra Santiago del
Valle | El CGPJ tiene abierto un expediente sobre su actuación que aún no ha
resuelto | El PSOE presiona de nuevo al órgano de gobierno de los jueces
para que le "de una lección"
Josefa Paredes / Agencias
Madrid / Sevilla | 07/07/2008
La familia de Mari Luz se manifiesta en Sevilla
"Juez Tirado, asesino de Mari Luz". Unas 200 personas coreaban ese grito mientras se
manifestaban con la familia de Mari Luz Cortés se ha manifestado en las puertas de los
juzgados de Sevilla para pedir que el Consejo General del Poder Judicial retire de la
carrera judicial al juez Rafael Tirado, a quien consideran responsable de que de que
Santiago del Valle, el supuesto asesino de la niña, estuviera en libertad, ya que no ejecutó
una sentencia de prisión dictada contra él por abusar de su propia hija.
El CGPJ abrió un expediente a Rafael Tirado por una "posible falta muy grave de
desatención", que todavía se está tramitando y, por tanto, no se ha tomado ninguna
decisión sobre la posible sanción al magistrado. Sin embargo, Juan José Cortés anunció
que se echaría la calle ante la mera posibilidad de que la sanción al juez se quedase en
una multa.
No sólo el padre de Mari Luz. La propia vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa
Fernández de la Vega, presionó al poder judicial antes de que tomase una decisión y
aseguró que "nadie lo entendería" si sancionaban al magistrado únicamente con una
multa. el órgano de gobierno de los jueces interpretó las palabras de De La Vega como
una "clara intromisión en la independencia del Poder Judicial y el trabajo del Consejo", una
actitud, a juicio de su portavoz, Enrique López, comprensible en el padre de la niña pero
no en la vicepresidenta del Gobierno.
El juez Tirado "no se siente culpable ni responsable" y "tiene el mismo sentimiento
de no culpa que los pederastas", ha dicho hoy el padre de Mari Luz. Cortés justifica su
convocatoria responsabilizando a Rafael Tirado de que el supuesto asesino de su hija
estuviera en la calle. Según dice Cortés, fue Tirado quien dejó "siete años suelto a
Santiago del Valle por una cadena de errores" y ahora, augura, "le pretenden imponer una
sanción irrisoria, de entre 1.000 y 6.000 euros, lo cual es una clara injusticia".
Cortés ha leído un manifiesto en el que ha afirmado que su hija "se habría salvado si el
juez Tirado hubiese actuado con diligencia". Después, se ha quejado de que el
magistrado no haya pedido disculpas a la familia. Además, ha asegurado que no se puede
eximir al juez "por el exceso de trabajo, que justificaría un retraso de tres meses pero no
de un año y nueve meses".
El padre de Mari Luz fue objeto de muestras espontáneas de apoyo, como una mujer que
le metió un billete de 10 euros en el bolsillo con la petición de que compre "flores para la
niña".
74
"Si al juez Tirado no se le retira de la carrera será una estafa a la Justicia y será un caso
de corporativismo que no tendrá precedentes en España", ha dicho Cortés, que ha
asegurado que su familia se siente "desolada", pese a que admite que no tiene ninguna
constancia oficial sobre que sea esa la decisión que el CGPJ tome finalmente.
La familia Cortés continúa con la campaña de recogida de firmas para pedir penas más
duras para los pederastas, mediante la que ha recogido en toda España más de 1.400.000
rúbricas, en una campaña que continuará hasta septiembre o octubre.
Además, no descartan nuevas medidas de protesta a favor de la retirada de la carrera
judicial del juez Tirado "y la depuración de todas las responsabilidades que correspondan
en los errores cometidos".
El PSOE pide un castigo ejemplarizante
El secretario de Organización del PSOE onubense, Mario Jiménez, aseguró hoy que ve
"con cierta lógica" la manifestación pero apuntó, "con el máximo respeto", que los juzgados
de Sevilla no son no "el sitio adecuado para manifestaciones".
Jiménez comprende "que la familia esté enfadada, sobre todo cuando se ha conocido en
qué términos se ha abierto expediente a un juez que podría no haber cumplido su
obligación", dijo , pese a que los "términos" no son distintos a los de cualquier expediente y
la sanción aun no se ha decidido. El socialista pidió al CGPJ que "sea sensible a la alarma
social y se le dé una lección y se haga justicia".
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RESOLUCIONES JUDICIALES
PROVIDENCIA:
Por recibida la anterior solicitud de acumulación de condenas relativa al
penado... únase y fórmese expediente.
Reclámese del Registro Penal de Penados y Rebeldes hoja histórico
penal actualizada y solícitense de los órganos judiciales sentenciadores
testimonio de las correspondientes sentencias condenatorias y certificación de
la fecha de su firmeza.
Solícitese, en su caso, del Centro Penitenciario relación de condenas
pendientes de cumplimiento.
En aplicación de las previsiones del art. 7.1 de la Ley 1/1996, de 10 de
enero, de asistencia jurídica gratuita, interpretadas por las sentencias del
Tribunal Constitucional 13/2000 de 17 de enero y 191/2002, de 28 de octubre,
requiérase al penado por plazo de tres días para que designe Procurador y
Abogado a su costa para que le representen y defiendan o, en otro caso,
procédase a nueva designación por el turno de oficio.
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JUZGADO DE LO PENAL
NÚMERO CUATRO
MURCIA
EJECUTORIA Nº.:64 /96
A U T O
En Murcia, a 11 de febrero de 2005.
Dada cuenta,
H E C H O S
PRIMERO.- En la presente causa, recayó sentencia de fecha 8-2-96, en
trámite de conformidad y firme en la misma fecha, por la que se condenaba a
Juan Cano Dólera, como autor de un delito de lesiones, sin la concurrencia de
circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, a la pena de un año
de prisión menor, accesorias, costas e indemnización a Jesús Pérez Bolarín en
1.300.000 pesetas por las lesiones y en 2.000.000 pesetas, por secuelas y al
INSALUD en 481.454 pesetas.
SEGUNDO.- Con fecha 9-2-96, a solicitud del penado, se acordó
conceder el plazo del 22-2-96 para el pago de un millón de pesetas y los
necesarios, a razón de 20.000 pesetas mensuales, para completar el resto.
TERCERO.- Abonada la cantidad de un millón de pesetas por el penado,
por providencia de 1-3-96 se acordó la entrega de la misma al perjudicado
Jesús Pérez Bolarín, procediéndose en idéntica forma respecto de los
sucesivos pagos fraccionados.
77
CUARTO.- Con fecha 22-2-01, la representación procesal del INSALUD
presentó escrito por el que solicitaba se requiriera al penado de pago de la
cantidad debida a la parte, dictándose providencia de 14-3-01 por la que, con
cita del art. 126 del Código Penal, se acordaba que los pagos que se
efectuaran por el penado se imputaran en primer lugar a la reparación del daño
causado e indemnización de perjuicios, entendiendo que la indemnización al
lesionado-perjudicado es prioritaria a cualquier otra.
QUINTO.- La providencia de 14-3-01 fue notificada a la representación
procesal del INSALUD, que no la recurrió, continuando los pagos e
imputaciones en la forma acordada hasta que, con fecha 26-11-04, la
representación procesal del INSALUD presentó escrito en el que, con
referencia a la providencia, firme, de 14-3-01, solicitaba la distribución
proporcional de lo abonado entre los dos perjudicados.
SEXTO.- Con fecha 20-12-04, se dictó providencia por la que se
estimaba ajustado en Derecho el pago sucesivo de las indemnizaciones
debidas, comenzando por el particular perjudicado, al no establecer el art. 126
del Código Penal norma alguna para el reparto de las cantidades abonadas
periódicamente entre los distintos perjudicados.
SEPTIMO.- La anterior providencia de 20-12-04 ha sido recurrida en
reforma y subsidiaria apelación por la representación procesal del INSALUD,
por inaplicación del art. 127 de la Ley General de la Seguridad Social, la
Jurisprudencia que citaba, el art. 3 del Código Civil y la LOPJ.
OCTAVO.- Conferido traslado a las partes, no han realizado alegación
alguna.
RAZONAMIENTOS JURÍDICOS
PRIMERO.- No se discute, como parece pretender la recurrente, la
condición de perjudicado de su representada, en los términos reconocidos en el
art. 127 de la Ley General de la Seguridad Social. Las consecuencias que la
78
recurrente extrae, en relación con la resolución recurrida, no son, sin embargo,
del mismo modo asumibles. Comenzando por la remisión al art. 113 del Código
Penal, dicho precepto contempla ya tres conceptos distintos que responden a
la expresión genérica de “perjudicados por el delito”, esto es, el agraviado, sus
familiares y los terceros. No es necesaria una exégesis demasiado afinada
para concluir que, entre ellos, la recurrente pertenece a la categoría citada, en
tercer lugar, como tercero.
Y no es cierto que la consideración que en la
legislación merecen una y otra clase de perjudicados sea, ni mucho menos,
idéntica. Son estas diferencias las que justifican, como se razona a
continuación, la confirmación de la resolución recurrida, por cierto, como vía
indirecta de impugnación de
la dictada tres años antes por este Juzgado,
notificada, consentida y firme, que, por razones en absoluto imputables al
funcionamiento de la Administración de Justicia, permaneció olvidada desde
entonces en el despacho del Letrado.
SEGUNDO.- El art. 126 del Código Penal realiza una imputación legal de
los pagos realizados por el penado o responsable civil subsidiario que
comienza por la reparación del daño causado e indemnización de los
perjuicios. No se discute, y así se reconocía en la inicial providencia no
recurrida, dictada, a su vez, cinco años después de venir produciéndose los
pagos en la misma forma, entregándose tan sólo al lesionado, que tanto éste
como el INSALUD se incluyen en este primer apartado de imputación
preferente. No obstante, el precepto no establece una norma de distribución de
lo pagado entre ellos y, por este motivo, desde un principio, se optó por una
solución de pago sucesivo y no a prorrata, como pretende la recurrente, por
considerar prioritaria la atención a la indemnización debida al lesionado. En
principio, podría pensarse que los créditos en cuestión serían encajables en el
art. 1924.3º del Código Civil, al constar en sentencia firme, por haber sido
objeto de litigio, con preferencia según el orden de las sentencias y, si, como es
el caso, la tuviesen común, con satisfacción a prorrata (art. 1929.2º). Pero,
también en principio, debe entenderse que, en el artículo 1924.3º, se excluyen
los que tienen privilegio especial y que, entre ellos se cuenta el del lesionado
frente a otros perjudicados. Tal conclusión debe extraerse aplicando,
precisamente, el art. 3 del Código Civil, citado por la recurrente, que exige la
79
interpretación de las normas con arreglo a la realidad social del tiempo en que
han de ser aplicadas, atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad de
aquéllas. Y no debe ignorarse una realidad social y legislativa que acusa una
creciente preocupación por la víctima del delito, concepto criminológico
distinguible del jurídico de perjudicado. Si esta condición de perjudicado
concurre tanto en el lesionado como en la entidad pública gestora que reclama
unos gastos médicos que también pudo reclamar directamente al que los
generó, no sucede lo mismo con la de víctima, reconocible sólo en el lesionado.
Y, precisamente por tratarse de víctima y, en particular, de un delito violento,
contra su integridad corporal, no puede ignorarse el muy privilegiado régimen,
al que resulta, desde luego, ajeno, el INSALUD, que le reconoce la Ley
35/1995, de 11 de diciembre, de Ayudas y Asistencia a las Víctimas de Delitos
Violentos y contra la Libertad Sexual.
TERCERO.- En efecto, la Ley 35/1995, en su Exposición de Motivos, se
refiere al “abandono social de la víctima a su suerte tras el delito, su
etiquetamiento, la falta de apoyo psicológico, la misma intervención en el
proceso, las presiones a que se ve sometida, la necesidad de revivir el delito a
través del juicio oral, los riesgos que genera su participación en el mismo, etc.”,
situación que, sin más comentarios, permite diferenciar la víctima como sujeto
precisado de una especial protección del simple perjudicado, pues no parece
que la recurrente, como entidad pública, se haya visto expuesta a ninguna de
las
situaciones
descritas.
El
texto
prosigue
mencionando
algunas
manifestaciones normativas expresivas de la preocupación por las víctimas,
como el Convenio núm. 116, del Consejo de Europa, de 24 de noviembre de
1983, sobre la indemnización a las víctimas de delitos violentos o la
Recomendación del Comité de Ministros del Consejo de Europa a los Estados
miembros, de 28 de junio de 1985, sobre la posición de la víctima en el marco
del derecho penal y del proceso penal, a las que debe sumarse la reciente
Directiva 2004/80/CE del Consejo, de 29 de abril de 2004, sobre indemnización
a las víctimas de delitos, que, en su art. 17, introduce ya una distinción entre
víctima y “otras personas afectadas” por el delito. Como lo hace también la
legislación no comunitaria y, así, en el articulado de la Ley 35/1995, se
distingue, a efectos de percepción de ayudas públicas, entre víctimas directas,
80
esto es, las personas que sufran lesiones corporales graves o daños graves en
su salud física o mental como consecuencia del delito y víctimas indirectas,
familiares y allegados en caso de fallecimiento (art. 2). Es obvio que la
condición de víctima directa, de un delito, además, violento, con resultado de
lesiones corporales graves (art. 1), es predicable, en la presente causa, en
quien viene siendo indemnizado y no en el INSALUD recurrente, que no es, ni
víctima, directa o indirecta, de un delito doloso violento con el resultado
indicado, ni siquiera víctima en sentido estricto. Si todas las víctimas, pero no
todos los perjudicados, reciben una atención legislativa preferente, las que lo
son, además, de delitos violentos o contra la libertad sexual, se benefician de
un régimen de privilegio excepcional representado por la posibilidad de recibir
ayuda pública de contenido económico, sólo análogo al previsto para los
privilegiados créditos salariales. En consecuencia, la distinción del concepto de
víctima del de perjudicado, la circunstancia añadida de ser el Sr. Pérez Bolarín
víctima directa de un delito violento causante de lesiones graves, la
desproporción entre la indemnización debida a aquél en relación con la
reconocida a la recurrente, así como entre el impacto de su percepción en la
economía de un particular y en la de un ente público, cuyas finanzas no parece
se hayan visto quebrantadas especialmente en estos diez años por efecto del
retraso en ser indemnizado en esta causa, el carácter modesto del plazo
abonado periódicamente y los gastos añadidos que su pago prorrateado
implicaría y el aquietamiento de la recurrente desde la notificación de la
providencia de 14-3-01, se consideran suficientes para estimar ajustada a
Derecho la decisión recurrida, que no significa ignorar el derecho de la
recurrente a percibir la indemnización reconocida en sentencia, sino establecer
un orden determinado en la imputación de los pagos, comenzando por la
víctima y continuando por el otro perjudicado no víctima.
Vistos los artículos citados y demás de general y pertinente aplicación.
DISPONGO.- Desestimar el recurso de reforma interpuesto contra la
providencia de 20-11-04 por la representación procesal del INSALUD.
Interpuesto con carácter subsidiario recurso de apelación, procédase en
la forma prevenida en el art. 766.4 LECrim.
81
Así lo dispone, manda y firma Dª. María Poza Cisneros, Magistrada-Juez
del Juzgado de lo Penal Número Cuatro de los de Murcia; doy fe.
82
JUZGADO DE LO PENAL
NÚMERO CUATRO
MURCIA
P.A. 162/02.
Dimana P.A. 93/00 del J. I. nº 3 de Molina de Segura.
DELITOS DE ABUSO SEXUAL, EXHIBICIONISMO Y PROVOCACIÓN SEXUAL.
SENTENCIA
Nº 328
Murcia, a veintidós de julio de dos mil dos.
Visto, en juicio oral y público, por la Ilma. Sra. Doña MARÍA POZA
CISNEROS, Magistrada-Juez del Juzgado de lo Penal Número Cuatro de esta Ciudad,
el PROCEDIMIENTO ABREVIADO Nº 162/02, dimanante del P. Abreviado nº
93/00 del Juzgado de Instrucción nº de , seguido por supuestos delitos de ABUSO
SEXUAL, EXHIBICIONISMO y PROVOCACIÓN SEXUAL, contra JOSÉ E P,
nacido en A….. (Murcia), el día 9 de abril de 1970, hijo de José y de Luisa, con D.N.I.
nº…… , con domicilio en A…… (Murcia), c/ L, nº , sin antecedentes penales,
representado por la Procuradora Dª. María Luisa Flores Bernal y defendido por el
Letrado D. José Luis Flores Bernal, habiendo intervenido el Ministerio Fiscal, en la
representación que la Ley le asigna.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Las presentes actuaciones se incoaron en virtud de parte médico y
ulterior atestado instruido por miembros de la , por supuesto delito de abuso sexual, y de
dichas actuaciones se dio traslado, en su momento, al Ministerio Fiscal, para
calificación de los hechos objeto de las mismas.
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SEGUNDO.- Decretada la apertura del Juicio oral, se dio traslado a la Defensa
designada y, remitida y repartida la causa a este Juzgado de lo Penal, ha tenido lugar,
previo señalamiento oportuno, el acto del juicio, con el resultado que consta en acta.
TERCERO.- El Ministerio Fiscal, sus conclusiones provisionales, ha calificado
los hechos como constitutivos de un delito continuado de abuso sexual de los arts.
181.1º, 2º y 4º en relación con el 180.1.3º y 4º y 74 del Código Penal y otro continuado
de exhibicionismo y provocación sexual de los arts. 185, 186, 74 y 192 del Código
Penal, de los responsable, en concepto de autor, el acusado, sin la concurrencia de
circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, solicitando la imposición de
una pena de tres años de prisión y accesorias, por el primer delito y de un año de prisión
y accesorias, por el segundo, con abono de costas y de indemnización, a la menor, a
través de su representante legal, en 6.000 euros.
CUARTO.- La defensa, elevando a definitivas sus conclusiones provisionales,
ha interesado la libre absolución del acusado.
QUINTO.- En la tramitación de este Juicio se han observado todas las
prescripciones legales.
HECHOS PROBADOS
A la vista de lo actuado, se declara probado que el acusado José E P, nacido el
día 19 de abril de 1970, sin antecedentes penales, aprovechándose de que la hermana de
su compañera sentimental, la menor María José O M, nacida el día 3 de mayo de 1990,
acudía algunos fines de semana a pasarlos en su casa, primero en Las Torres de Cotillas,
la hizo objeto de distintos tocamientos de índole sexual cuando se acostaba durante la
siesta llevando tan sólo unas bragas.
Cuando la pareja se trasladó a Alguazas, a principios del verano de 1999,
continuaron las visitas, entre semana y los fines de semana, llegando también a
pernoctar la menor en el domicilio de su hermana. En estos casos, el acusado tocaba la
zona genital de la menor bajo la ropa, se masturbaba ante ella y le pedía, accediendo la
menor, que le tocara el pene. También en este nuevo domicilio de Alguazas, sito en la
84
calle Lope de Vega nº 8, al menos en cinco ocasiones, visionaron juntos películas
pornográficas, explicando el acusado las imágenes.
Los hechos, reiterados antes y después de cambiar de domicilio el acusado en
cuanto a los tocamientos, sucedieron en fecha no determinada, pero en todo caso
comprendida entre agosto de 1998 y el 19 de diciembre de 1999, formulándose
denuncia el día 20 de diciembre de 1999.
La menor se encuentra a cargo de su hermana mayor Mercedes O M, ya que su
madre sufre una esquizofrenia y su padre ha tenido problemas de alcoholismo,
encontrándose distanciada Mercedes de la compañera del acusado, Consuelo,
circunstancias éstas conocidas por el acusado y de las que se aprovechó cuando la
menor quedaba bajo su custodia de hecho con ocasión de las visitas, llegando a
embaucar a la menor con promesas de afecto y matrimonio.
A consecuencia de estos hechos, se han interrumpido también las relaciones
entre la menor y su sobrina Sonia, hija de la compañera del acusado, con la que se
encontraba muy unida. La menor relató los hechos a su hermana Mercedes en repetidas
ocasiones, sin que aquélla le diera crédito, hasta que, el día 19 de diciembre de 1999,
tuvo ocasión de oir una conversación telefónica entre la menor y el acusado. La menor
ha recibido tratamiento psicológico a consecuencia de estos hechos y es previsible que
en el futuro afecten al correcto desarrollo de su personalidad.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Los anteriores hechos relatados como probados, a la vista de las
declaraciones del acusado, testigos y demás prueba practicada, valorada toda ella en
conciencia, conforme determina el art. 741 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en
relación con el 780 de la misma, son constitutivos de un delito continuado de abuso
sexual de los arts. 181.1º, 2º y 4º, 180.1.3º y 4º y 74 del Código Penal. La principal
prueba de cargo, a la que se ha atendido en la redacción de los hechos probados viene
constituida por la declaración de la testigo menor y víctima del delito, prueba apta para
desvirtuar el derecho a la presunción de inocencia. El derecho constitucional a la
presunción de inocencia es la primera y principal garantía que el procedimiento penal
otorga al ciudadano acusado. Constituye un principio fundamental de la civilización que
tutela la inmunidad de los no culpables, pues en un Estado social y democrático de
Derecho es esencial que los inocentes estén en todo caso protegidos frente a condenas
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infundadas, mientras que es suficiente que los culpables sean generalmente castigados. La
condena de un inocente representa una quiebra absoluta de los principios básicos de
libertad, seguridad y justicia que fundamentan el contrato social y es por ello que el
derecho constitucional a la presunción de inocencia constituye el presupuesto básico de
todas las demás garantías del proceso. La situación límite de riesgo para el derecho
constitucional de presunción de inocencia se produce cuando la única prueba de cargo la
constituye la declaración de la supuesta víctima del delito. El riesgo se hace extremo si la
supuesta víctima es precisamente quien inició el proceso, mediante la correspondiente
denuncia o querella, haciéndose aún mas acentuado si ejerce la acusación, pues en tal caso
se constituye en única prueba de la acusación al propio acusador. Basta con formular la
acusación y sostenerla personalmente en el juicio, para desplazar aparentemente la carga
de la prueba sobre el acusado, obligándole a ser él quien demuestre su inocencia, frente a
una prueba de cargo integrada únicamente por la palabra de quien le acusa. Sin embargo,
la declaración de la víctima puede ser hábil para desvirtuar la presunción constitucional de
inocencia, atendiendo a que el marco de clandestinidad en que se producen determinados
delitos, significadamente contra la libertad e indemnidad sexual, impide en ocasiones
disponer de otras pruebas. Ha de resaltarse, no obstante, que para fundamentar una
sentencia condenatoria en dicha única prueba es necesario que el Juzgador valore
expresamente la comprobación de la concurrencia de las siguientes notas o requisitos: a)
ausencia de incredibilidad subjetiva, derivada de las relaciones acusador/acusado que
pudieran conducir a la deducción de la existencia de un móvil de resentimiento, enemistad,
venganza, enfrentamiento, interés o de cualquier índole que prive a la declaración de la
aptitud necesaria para generar certidumbre; b) verosimilitud, es decir, constatación de la
concurrencia de corroboraciones periféricas de carácter objetivo que avalen lo que no es
propiamente un testimonio -declaración de conocimiento prestada por una persona ajena al
proceso-, sino una declaración de parte, en cuanto que la víctima puede personarse como
parte acusadora particular o perjudicada civilmente en el procedimiento (arts. 109 y 110 de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal); en definitiva, es fundamental la constatación objetiva
de la existencia del hecho; y c) persistencia en la incriminación: ésta debe ser prolongada
en el tiempo, plural, sin ambigüedades ni contradicciones, pues, constituyendo la única
prueba enfrentada a la negativa del acusado, que proclama su inocencia, prácticamente la
única posibilidad de evitar la indefensión de éste es permitirle que cuestione eficazmente
dicha declaración, poniendo de relieve aquellas contradicciones que señalen su inveracidad
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(TS 2ª SS de 27 de abril y 11 de octubre de 1995, 3 y 15 de abril de 1996, 29 de diciembre
de 1997, 23 de marzo de 1999, 26 de abril, 9 de octubre de 2000 y 9 de abril de 2001).
SEGUNDO.- Comenzando por el examen del primer criterio de los citados, esto
es, la eventual ausencia de incredibilidad subjetiva, debe comenzarse por señalar que, en
este caso, ni la víctima ni su representación legal ha ejercitado la acusación, lo que
constituye un argumento para moderar el posible interés en perjudicar al acusado por
venganza o por ánimo de lucro. Es cierto y así se ha reconocido en todo momento, que
las relaciones entre las hermanas Consuelo, compañera del acusado y Mercedes, a cuyo
cargo está la menor, no han sido nunca buenas. Tampoco lo son las que vinculan a
dichas hermanas con sus padres, que conviven con Mercedes y María José y se
encuentran en un estado mental delicado. En el acto del juicio ha surgido, por primera
vez, un posible motivo de empeoramiento de las relaciones entre las hermanas mayores
de María José, al no haber invitado Consuelo a sus padres ni a su hermana Mercedes al
bautizo del hijo del acusado. Lo cierto es que, además de no haber sido mencionado en
fase de instrucción ese incidente, Mercedes le ha restado importancia y, de hecho, dadas
las tirantes relaciones previas entre Consuelo y Mercedes y los padres de ambas, hubiera
resultado hasta cierto punto sorprendente que el bautizo del hijo menor de Consuelo y el
acusado determinara una suerte de reconciliación familiar, por lo que era coherente con
ese estado de cosas que Consuelo no invitase a su hermana Mercedes ni a sus padres.
Téngase en cuenta que Consuelo imputa a su padre el haberla hecho víctima de abusos
sexuales. Y, sobre todo, lo cierto es también que, pese a las malas relaciones entre
Consuelo y Mercedes, la hermana menor, María José, sostuvo una estrecha relación con
Consuelo y su familia, antes y después de mudarse aquélla a Alguazas, antes y después
del bautizo del hijo del acusado e, incluso, que mantuvo cierto contacto con el acusado
después de la denuncia. Esto es, la enemistad entre las hermanas mayores se mantuvo
dentro de esos límites y no impidió nunca, hasta lógicamente y entonces incluso con
alguna matización, la relación entre Consuelo, su compañero y sus hijos con María José.
No se ha discutido que María José pernoctaba con cierta frecuencia en casa de Consuelo
cuando vivían en Las Torres de Cotillas. En cuanto a la continuación de esta relación
cuando la pareja se trasladó a Alguazas, a escasos 200 metros de la vivienda de la
menor, ha sido sostenida con firmeza por ésta y por su hermana Mercedes.
El
desmentido de tal situación por el acusado, su esposa y la madre de aquél no resulta
atendible por cuanto es evidente el ánimo autoexculpatorio que en el mismo subyace.
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En este sentido, resulta indiciaria de ese propósito la insistencia en la imposibilidad de
disponer de espacio en la nueva vivienda, con un solo dormitorio, mientras duraron las
obras de acondicionamiento. En primer lugar, en cuanto a las características de la nueva
morada, la fecha del traslado y la duración de las obras, el acusado, su compañera y su
madre se han mostrado singularmente imprecisos y, en determinadas cuestiones
relacionadas, han faltado notoriamente a la verdad. En el acusado por su propio interés
y en su compañera y en su madre por razón de su estrecha relación con aquél, es lícito
suponer el ánimo exculpatorio.
Sobre todo cuando aparentemente ninguno podía
recordar cuando se mudaron exactamente a Alguazas y cuánto duraron las obras de
acondicionamiento, coincidiendo, en cambio, en señalar un hecho probadamente falso,
esto es, que la madre del acusado vivió en todo momento con él, en Las Torres de
Cotillas y en Alguazas, sin poder quedar nunca sola ni salir a la calle por razón de su
enfermedad. Pero la verdad es que la declaración de una testigo más imparcial, que ha
modificado su testimonio inicial, inédito hasta el plenario, al ser advertida de las
posibles consecuencias del falso testimonio, demuestra que la madre del acusado
continuó viviendo en Alguazas cuando su hijo se trasladó a Las Torres de Cotillas y
que, una vez trasladado de nuevo a Alguazas, conservaba vivienda independiente
separada por un patio. Frente a este imparcial testimonio prestado por quien es persona
más próxima a la familia del acusado, no puede tampoco prevalecer el ofrecido por la
testigo Paula Sánchez Almela, vecina del acusado, que no declaró previamente y que
inicialmente tampoco compareció, sin justificarlo en forma, al primer señalamiento.
Todo ello al margen de que no ha podido explicar los motivos por los que, si, como ha
manifestado, Consuelo y el acusado vivieron en Alguazas con la madre de éste en su
casa antes de trasladarse a Las Torres de Cotillas, se mudaron por una supuesta falta de
espacio por realizar la madre del acusado obras para convertir una estancia en cochera,
obligándose, así, a pagar un alquiler en el nuevo domicilio y a alejar a la madre de su
vivienda en la que quería continuar, cerca, además, de otros hijos que vivían también en
Alguazas y con los que conserva también buena relación, según ha confirmado en el
plenario la propia Sra. Sánchez. Después del bautizo del hijo del acusado, la relación
continuó entre María José y la familia de su hermana Consuelo. De hecho, María José
asistió al bautizo y siguió visitándoles después, según confirma su hermana Mercedes
en su declaración obrante al folio 55. En corroboración también de la ausencia de un
ánimo vindicativo en la víctima que pudiera explicar un falso testimonio en contra del
acusado, debe destacarse que habló con el propio acusado después de formulada la
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denuncia, para intentar ver de nuevo a su sobrina y que en ningún momento ha insistido
en los aspectos más incriminatorios de su declaración. De hecho, la relación, según ha
relatado su hermana Mercedes, no parecía ser excesivamente traumática para la menor
mientras sucedía y no era plenamente consciente de su significado. Y, por último y para
descartar la posibilidad de una inducción por parte de la hermana enemistada, la perito
psicóloga que exploró a la menor ha especificado que sus declaraciones estaban
evidentemente sustentadas en experiencias personales, demostrando, por otra parte, la
redacción de la carta obrante al folio 139 a instancias de la compañera del acusado su
voluntad de normalizar las relaciones, de no perjudicar al acusado aun a costa de faltar a
la verdad, corroborando la perito psicóloga la redacción al dictado de dicha carta. Esta
falsa retractación inducida no constituye, como pretende la defensa, un indicio
inequívoco de la vulnerabilidad de la menor ante personas adultas que perjudique la
credibilidad de sus declaraciones incriminatorias previas y posteriores.
Ya se ha
justificado que la relación de María José con Mercedes y Consuelo era buena, por igual,
permaneciendo al margen de la enemistad de sus hermanas mayores hasta la denuncia,
cuando menos. Ello explica la voluntad indicada de normalizar, en lo posible, tales
relaciones, contando, además, con el estímulo fundamental de continuar el contacto con
sus sobrinos, en una situación extrema como era la de sumisión a procedimiento penal
del compañero de su hermana.
La entidad del estímulo y la presión en tales
circunstancias ejercidas por Consuelo sobre su hermana no admiten comparación
plausible con la banalidad del motivo aducido como causa de una denuncia falsa por
parte de la defensa, en los términos que ya han sido expuestos. La declaración es, pues,
desde el punto de vista subjetivo, verosímil.
TERCERO.- Respecto del segundo criterio de valoración del testimonio, las
corroboraciones objetivas vienen proporcionadas por otros testimonios y, en particular y
por comenzar por aquél cuya imparcialidad resulta indiscutible, por el prestado por la
agente de la Policía Local 707, quien ha ratificado íntegramente la declaración obrante
al folio 67 de las actuaciones. Es cierto que no se anotó el número marcado y que la
testigo no pudo reconocer la voz, pero la hipótesis de un elaborado montaje de las
hermanas con la colaboración de un tercero adulto, además de no acreditada en forma
alguna, resulta pura y llanamente inverosímil. La conversación en cuestión corrobora la
invitación al visionado de vídeos pornográficos (“fuertes”) y las experiencias previas de
tales visionados (“de ésas que a tí te gustan”) y ello permite confirmar que el acusado
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falta claramente a la verdad al negar tales experiencias y que existía una naturaleza
sexual en las relaciones del acusado con la menor que constituye asimismo un contexto
de verosimilitud para los tocamientos también denunciados. La ocasión de intimidad
entre acusado y víctima no ha sido, por otra parte, desmentida, pese a la insistencia,
interesada, del acusado y su compañera y teniendo en cuenta las consideraciones
expuestas en relación con la presencia de la madre en el domicilio de aquéllos. De una
parte, teniendo en cuenta que los hechos, en Las Torres de Cotillas, tenían lugar en la
soledad del dormitorio que compartían María José y sus sobrinos y, en Alguazas, en
domicilio separado por un patio del de la madre del acusado, la cuestión resulta
prácticamente irrelevante. De otra, resulta abiertamente inverosímil que la compañera
del acusado insista en que jamás dejaba a éste a solas con María José, admitiendo, no
obstante (folio 66) que iba algunas veces a recoger a la niña solo. El visionado de
películas, además, se producía, según ha precisado la menor en el plenario, a mediodía y
por la tarde. En cuanto a la posibilidad técnica de dicho visionado, la menor ha
expuesto su parecer según el cual se trataba de vídeos, lo cual demostraría la
irrelevancia de la prueba de la defensa relativa a los abonos del acusado y de Mercedes
a canales privados o comunitarios. Es cierto que ni el acusado ni su compañera figuran
ni han figurado como abonados a Vía Digital y sí figura, en cambio, desde el 16 de
octubre de 1999, Mercedes O, que ha contratado eventos (no explícitamente películas,
ni menos pornográficas) de pago por visión, lo que no ha desmentido Mercedes en su
declaración. La contratación se realizaba previa indicación por teléfono del D.N.I. de la
abonada, procedimiento que no consta conociera la menor, que se refiere (folio 26) a
determinadas películas programadas en Vía Digital, lo cual no garantiza una
identificación precisa de unas películas similares, de forma característica, en títulos,
imágenes y “contenidos”, ni desmiente la posibilidad de su visionado por otros canales
o medios. La documental aportada por la defensa en el plenario se refiere sólo a una
empresa concreta dedicada al vídeo comunitario y lo cierto es que la testigo Consuelo
Ondoño declaró al folio 66 que “en su casa tienen vídeo comunitario y ahí ponen
películas pornográficas”, confirmando que había visto alguna con su marido en su
habitación, confirmando el hábito del acusado en el visionado de esas películas. Queda
confirmado, por tanto, que existía esa posibilidad técnica de visionado, además de la
posibilidad de disponer de vídeo, desmentida por el acusado, su compañera y su madre,
que manifiestan que el vídeo se adquirió después de que el acusado dejara la cárcel, en
fecha tan reciente como febrero de 2000, lo cual, de ser cierto, hubiera proporcionado a
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la defensa una sencilla prueba de la veracidad de tal afirmación mediante la aportación
de la correspondiente factura de compra. Finalmente, las declaraciones de Mercedes,
como testigo de referencia y como testigo presencial de la conversación entre el acusado
y la menor el día 19 de diciembre de 2000 constituyen, junto con las periciales, otras
tantas corroboraciones periféricas. Respecto de la declaración de Mercedes en relación
con las llamadas del día 19 de diciembre de 2000, las declaraciones más próximas a los
hechos (folios 12 y 55) son prácticamente coincidentes en lo referente a la interrupción
de la llamada que no escuchó la agente de la Policía Local, justificándose las ligeras
discrepancias al respecto en relación con la declaración del plenario por el tiempo
transcurrido que no ha impedido, en cambio, mantener lo esencial, esto es, la existencia
de tal conversación, interrumpida o no, en esa fecha y su revelador contenido. Más
significativa resulta la contradicción del acusado que inicialmente (folio 30) admitió que
pudo haber hablado con María José ese día para negarlo en el plenario de manera
categórica. Y por cierto que también resulta contradictorio que se afirme una ruptura de
relaciones desde el bautizo de finales de noviembre y se admita, como hizo el acusado
(folio 30) y su compañera en el plenario, que el 19 de diciembre de 2000 llamó ésta a
María José para invitarla a dar una vuelta con ellos en el coche.
En cuanto al
prolongado silencio de la hermana de María José que se negaba dar crédito a los relatos
de ésta en relación con lo que ocurría con el acusado, Mercedes ha explicado que le
resultaba inverosímil en una persona como el acusado. Curiosamente, pese a ser ella
misma víctima de abusos, según ha declarado, por parte de su propio padre, le resultaba
inadecuado el “perfil de abusador” para el acusado, en relación, incluso, con su padre,
por la condición de éste de alcohólico. Sólo cuando oyó la conversación de María José,
un fin de semana que, contra lo que era habitual, se encontraba Mercedes en Alguazas,
cree a su hermana.
En todo caso, debe tenerse en cuenta también la notoria
desestructuración familiar y un cierto “desinterés” por utilizar un eufemismo, de la
hermana mayor respecto de la menor que tenía a su cargo, desinterés que, como se
razonará, encontrará al menos respuesta en sede de responsabilidad civil. En relación
con las periciales, ratificadas en el plenario, destaca el estudio psicológico realizado
documentado a los folios 126 a 130 que revela, en sus conclusiones, la convicción
acerca de la realidad de los abusos, al menos mediante el visionado de películas y
revistas y, en las aclaraciones del plenario, acerca del fundamento en experiencias
personales de lo relatado por la menor.
Existen, en definitiva, corroboraciones
periféricas del testimonio de la víctima que no se ven, tampoco, perjudicadas, por la
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normalidad de los exámenes médicos practicados a raíz de la denuncia (folios 1 y 8),
habida cuenta de que ninguno de los tocamientos declarados probados constituyen causa
de secuela física alguna, sin que, ni siquiera, los mencionados de introducción de dedos,
no incorporados a dicho relato, produzcan necesariamente rotura del himen u otras
lesiones constatables pasado cierto tiempo, careciendo de verdadera relevancia la
referencia (folio 7) a un contacto doloroso con sangrado “dos o tres días” antes de la
denuncia, por cuanto, dada la edad de la víctima, la pluralidad de episodios similares a
lo largo de un período dilatado y la natural reticencia de la víctima a reproducir tales
episodios, unida a la habitual distorsión de lo declarado por menores en su transcripción
se entienden imputables a una confusión de fechas, habida cuenta de las dificultades que
la precisión al respecto presenta en relación con niños, como era el caso, de tan corta
edad.
CUARTO.- El último de los criterios de valoración reiteradamente exigidos por
la jurisprudencia es la persistencia en la incriminación, criterio que ha de ser objeto
también de especial consideración.
En primer lugar, porque existe una aparente
retractación de la testigo representada por el contenido de la carta unida al folio 139 de
las actuaciones. La menor no ha negado haber escrito de su puño y letra dicha carta.
Ahora bien, ya en fase de instrucción (folio 191), la menor explicó que su hermana
Consuelo “le obligó a escribirla pero le dijo que la había roto”. En el plenario ha
añadido que ello sucedió en su casa y que su madre intentó enterarse de lo que hacían.
Resulta plausible la redacción al dictado de la carta, en primer lugar porque, como se ha
expuesto, es evidente el deseo de la menor de mantener una relación, al menos, con su
sobrina, a la que es obvio adoraba, emocionándose vivamente en el plenario al
mencionarla. La experiencia en sí de la denuncia y la tramitación subsiguiente ha
resultado también, evidentemente, traumática para la niña, cuya disminución en el
rendimiento escolar y desequilibrio ha coincidido con la incoación de diligencias. La
perito psicóloga ha insistido también, al serle exhibida la carta, su convicción de que
había sido dictada, tras hacerla objeto de detenida lectura. El perito calígrafo que, a
diferencia de la psicóloga, no se entrevistó con la niña, descarta, en el documento
aportado en el acto del juicio oral por la defensa, que se pueda afirmar que María José
fuera presionada u obligada contra su voluntad a escribir la carta. Llama la atención la
redacción de la conclusión, que no niega categóricamente una posibilidad que, además,
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no es la que se discute. La menor no fue presionada u obligada contra su voluntad, pero
sí inducida a escribir al dictado. La superior serenidad que afirma el mismo perito hacia
el final de la carta tampoco aporta un elemento de juicio indicativo de una conclusión
acerca de su veracidad, como tampoco lo hace la circunstancia de haberse podido
redactar en momentos distintos, ya que el perito ha reconocido en el plenario que es
imposible determinar el tiempo que medió entre tales momentos. Respecto de la forma
a través de la cual llegó la carta al Juzgado, aportada por la defensa en fecha 10 de
octubre de 2000, la versión de Consuelo debe ser sometida a cautela en cuanto incide en
la desvinculación de la participación en su redacción que se le imputa, afirmando que le
fue entregada voluntariamente por María José en el colegio (folio 173), sin mencionar
testigos citados, por primera vez, en la declaración en el plenario en el que,
sorpresivamente, declara una cuñada del acusado que manifiesta haber presenciado la
entrega de la carta, testimonio no atendible no sólo por razón del parentesco con el
acusado, sino porque la testigo probadamente ha faltado a la verdad en otros extremos y
por la inexplicable ausencia de toda mención o declaración previa en las actuaciones de
su conocimiento de los hechos. Tampoco afectan a las conclusiones anteriores los
testimonios prestados en el día de la fecha por las testigos Paula S A y la hija de ésta,
Isabel, según las cuales María José le habría dicho a ésta que todo era mentira, que “el
Pepe no le hizo nada” y que fue su hermana mayor quien “le dijo eso”. Al margen de la
relación de la testigo mayor con la familia del acusado, de la que es vecina, al margen
de la sospechosa incomparecencia inicial de ambas al señalamiento anterior, lo cierto es
que la madre ha faltado a la verdad, como se ha señalado, al menos en lo relativo a la
convivencia de Consuelo con su suegra, que resulta insólito que no prestaran
declaración pevia, ni siquiera tras conocer la prisión del acusado, y que, sobre todo, la
declaración de la menor resulta absolutamente inverosímil. Ha reconocido que ha
tratado recientemente del tema con el letrado de la defensa, ha transmitido una evidente
impresión de declaración “preparada”, en vivo contraste con la espontaneidad de la
declaración de la víctima y no ha explicado por qué recuerda esa conversación, que en
su momento no podía saber a qué se refería, procedente de una niña mayor que ella, a la
que apenas conocía y supuestamente escuchaba cuando contaba sólo seis años de edad,
sin recordar nada más de lo que hizo ese día. La retractación, por tanto, no constituye
sino una apariencia de tal, tempranamente desmentida por la testigo. En cuanto a las
contradicciones relativas a determinados detalles, debe tenerse en cuenta que la
trascendencia de las mismas debe matizarse en atención a la edad de la testigo, al
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tiempo transcurrido, a la naturaleza del delito y a su prolongación a lo largo de varios
meses en episodios sucesivos y similares y al carácter en todo caso relativo de la
importancia de la modificación de las declaraciones. Tratándose de una niña de corta
edad, que ha prestado sucesivas declaraciones a lo largo de casi tres años, en un período
caracterizado por la aparición de los conflictos de la preadolescencia y en relación con
una materia siempre y especialmente en esa edad, incómoda, por afectar a las esferas
más íntimas de la personalidad y la conducta, en un contexto, además, familiar, con
presencia de tensiones previas lógicamente agudizadas y en absoluto normalizado, por
la ausencia de sólidos referentes paterno y materno, lo verdaderamente sorprendente
sería la presencia de una declaración inmodificada de principio a fin. Con carácter
general, incluso, puede afirmarse que las declaraciones “monolíticas”, reiteradas con
idénticas palabras, sin lagunas ni ambigüedades, suscitan más sospechas de inducción
que aquéllas que van surgiendo espontáneamente, sometidas a los caprichos y las
imprecisiones de la memoria, en especial, la de una niña de corta edad, que ha sufrido
episodios distintos, con similitudes y diferencias, a lo largo de un período prolongado de
tiempo y que, con mayor motivo que en un adulto, no es concebible que sean
reproducidos sin variaciones, en riguroso orden cronológico y con nítida distinción de
las circunstancias de cada uno. Por otra parte y en beneficio del reo, se han recogido los
detalles en los que se ha insistido en todo momento, marginando del relato los hechos
no confirmados en el plenario como el de restregar el pene por el cuerpo de la niña o
introducirle dedos en la vagina mencionados en anteriores declaraciones (folio 7) o la
invitación a contemplar las relaciones sexuales del acusado con Consuelo, limitándolo a
los tocamientos por el cuerpo, con la mano y bajo la ropa de la niña, al tocamiento del
pene del acusado por la niña, al visionado de películas pornográficas y la exhibición de
prácticas onanistas ante la menor. Las anteriores consideraciones y la “impresión de
veracidad” transmitida por la menor en su declaración en el plenario, sometida a
contradicción e inmediación, concluyen por afirmar la aptitud, en el caso concreto, de la
declaración de la testigo para desvirtuar la presunción de inocencia que asiste al acusado
y acreditar los hechos que constituyen el fundamento fáctico de la condena.
QUINTO.- En cuanto al fundamento jurídico de dicha condena y comenzando
por la determinación de la ley aplicable en el tiempo, habida cuenta de la reforma
operada en sede de delitos contra la libertad sexual por Ley Orgánica 11/1999 de 30 de
abril, teniendo presente, asimismo, la naturaleza continuada del delito, que se razonará
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más adelante y el resultado de la prueba practicada, ha de entenderse que la legislación
vigente es aplicable a la conducta enjuiciada, puesto que los actos integrantes de la
conducta típica continuaron ejecutándose después de la entrada en vigor de dicha ley, ya
que el traslado al nuevo domicilio de Alguazas, donde prosiguieron los tocamientos y se
iniciaron los visionados de películas, tuvo lugar a comienzos del verano de 1999.
SEXTO.- La referida reforma, en relación con el tipo básico de abuso sexual
imputado, introduce, en el art. 181.1 del Código Penal, una referencia a la indemnidad
sexual como bien jurídico protegido cuya mención se añade al de libertad sexual, al
tiempo que agrava la penalidad de dicho tipo básico mediante la previsión alternativa de
pena de prisión de uno a tres años y la elevación del mínimo de la pena pecuniaria. Por
lo demás, la redacción se mantiene invariable, si bien, con la agravación penológica del
tipo básico, desaparece el subtipo agravado anteriormente contenido en el art. 181.2,
sustituido por la expresa inclusión en el tipo básico, como abuso sexual no consentido,
de los que se ejecuten sobre menores, ahora de trece años y sobre personas que se hallen
privadas de sentido o de cuyo trastorno mental se abusare, así como la modalidad
agravada por prevalimiento, también incorporada al tipo básico por remisión del art.
181.3. De esta forma, el abuso sexual se define como todo acto atentatorio contra la
libertad o indemnidad sexual, sea cual sea el sexo de los sujetos activo y pasivo,
siempre y cuando (definición negativa) no sean realizados con violencia o intimidación
y no sean consentidos (definición positiva). Respecto del consentimiento, además de
los casos en que, siendo el sujeto capaz de prestarlo, no se obtiene, por las razones que
sean (por ejemplo, porque el acto se realiza aprovechando un descuido, con sucede en
los “roces” en medios de transporte público u otras aglomeraciones o porque el sujeto
activo ignora, sin mediar violencia o intimidación, una negativa expresa), se incluyen
también aquéllos en los que el consentimiento de esos mismos sujetos capaces de
prestarlo existe, pero está viciado por el prevalimiento por el responsable de una
situación de superioridad manifiesta que coarte la libertad de la víctima y, por último,
aquéllos en los que el legislador, con mayores o menores matices, presume la
incapacidad para consentir y, en defensa de la indemnidad sexual ahora mencionada
expresamente, considera en todo caso abuso no consentido, el realizado sobre las
personas mencionadas en el art. 181.2, de forma incondicionada en los casos de
menores de trece años y personas privadas de sentido, que se entiende no pueden
consentir o cuyo consentimiento, en el primer caso, sería irrelevante y condicionada al
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abuso por parte del sujeto activo, en el supuesto de quienes sufren trastorno mental, a
quienes se reconoce contrario sensu, la posibilidad de consentir tales actos, permitiendo,
de este modo, un lícito desenvolvimiento de la sexualidad de quienes sufren estos
trastornos, fuera de los casos de abuso de esa situación. En este caso, a la vista de la
edad de la víctima y tanto con arreglo a la redacción anterior como conforme a la
vigente, se trata de abusos sexuales no consentidos, excluyéndose, por razón de la corta
edad de aquélla, su aspecto y, sobre todo, la relación de proximidad entre autor y
víctima, toda posibilidad de error sobre el dato de la edad. Los actos recogidos en el
relato de hechos reúnen, sin duda, los rasgos necesarios para tipificar la conducta desde
el punto de vista objetivo, ya que han quedado acreditados diversos tocamientos en la
zona genital de la víctima y otros actos de inequívoca índole sexual, teniendo en cuenta
(Sentencia de 20 de julio de 2001) que el tipo no precisa la realización de tocamientos,
sino que la conducta consiste en realizar un acto que atente la libertad o indemnidad
sexual, sin que se requiera el contacto corporal, admitiendo una variadísima posibilidad
de conductas, normal pero no necesariamente dirigidas a conseguir un contacto físico.
Desde el punto de vista subjetivo, resulta también indudable que el sujeto dirigía su
conducta a la satisfacción de su apetito libidinoso, como ánimo inequívocamente
acreditado a través de los actos externos que realizó.
Concurren, pues, todos los
requisitos del tipo básico de abuso sexual del art. 181.1 y 2.
SÉPTIMO.- Respecto de las agravaciones específicas invocadas por la
acusación, esto es, las contempladas en los números 3º y 4º del art. 180.1, por remisión
del art. 181.4 y comenzando por la relativa a la especial vulnerabilidad de la víctima, es
obvio que, teniendo en cuenta que el dato de la edad ha sido ya tomado en cuenta para
la configuración del tipo básico en este caso concreto, vulneraría las exigencias del
principio “non bis in idem”, la agravación de la conducta por especial vulnerabilidad de
la víctima deducida, como expresamente hace el nº 3 del art. 180.1, de la edad, inferior
a trece años. Sin embargo, el mencionado principio no resulta vulnerado si son otras
circunstancias, distintas a la edad, las que son tomadas en cuenta para apreciar esa
especial vulnerabilidad, al referirse el precepto, junto a aquel dato, a la “enfermedad” o
“situación” de la víctima. Tal es la doctrina recogida, por ejemplo, en la Sentencia de
22 de enero de 2002, que contempla, como datos reveladores de una especial
vulnerabilidad por razón de la “situación” de la víctima, el entorno familiar que la
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rodeaba, la falta de mínima educación, el descuido de los progenitores, etc.. Y, en este
caso, al margen de la edad, existen circunstancias perfectamente conocidas por el
acusado, que determinan la especial vulnerabilidad de la víctima, una niña de nueve
años, con una madre esquizofrénica y un padre alcohólico, con su hermana Mercedes
como único referente adulto, pese a lo cual era “remitida” con cierta frecuencia al
domicilio de su otra hermana, Consuelo, para permitir un mejor desenvolvimiento de la
vida social de Mercedes, enfrentada con su propia hermana Consuelo, todo ello pese a
ser conscientes ambas hermanas y también el acusado de que la menor convivía con un
padre al que las dos mayores imputaban haberles hecho víctima de abusos sexuales en el
pasado. Tan lamentable situación de desestructuración familiar convertía a la menor en
una víctima especialmente vulnerable, al margen de su edad y la predisponía, también,
para ser objeto del prevalimiento de la relación de superioridad del acusado a que se
refiere la segunda agravación invocada.
OCTAVO.- La nueva redacción del art. 180.4º del Código Penal, aplicable por
razón de los argumentos ya expuestos introduce, junto al parentesco, el prevalimiento de
una relación de superioridad, lo que permite valorar la existencia de ésta pese a que, por
no ser el acusado cónyuge de la hermana de la víctima, sino su compañero sentimental,
no resulta aplicable el prevalimiento por parentesco. No obstante, ya en relación con el
art. 181.3 en su anterior redacción, la jurisprudencia había apreciado el prevalimiento de
una situación de superioridad manifiesta en casos de “cierto parentesco” (Sentencias de
22 de mayo de 1995 en el aso del marido de una tía de la víctima), de relaciones de
vecindad entre el culpable y una persona de escasa edad (Sentencia de 26 de abril de
1985) o el aprovechamiento de una notoria deficiencia de edad (Sentencia de 3 de
noviembre de 1986). En este caso, la consolidada relación análoga a la del matrimonio
que el acusado mantenía con la hermana de la víctima, con la que tenía un hijo; el
“prestigio moral” que había alcanzado el acusado en el ánimo de la hermana de la
víctima bajo cuya guarda se encontraba, hasta el punto de tardar mucho tiempo en creer
lo que reiteradamente venía diciéndole su hermana mayor, pese a la experiencia previa
de Mercedes y la gravedad de ciertas evidencias físicas; la confianza depositada en él, a
cuya custodia y la de su compañera era confiada la menor con frecuencia; la diferencia
de edad y la evidencia de que logró ganarse el afecto de la víctima, que no dudaba en
sentarse en sus rodillas cuando el acusado visitaba el domicilio de aquélla y a la que
embaucaba, conociendo su obvia vulnerabilidad ante cualquier manifestación afectiva,
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con promesas de matrimonio y comparaciones ventajosas para la menor con su hermana
mayor Consuelo, revelan que el acusado se aprovechó de una situación de superioridad.
Todo ello sin perjuicio de las anteriores consideraciones: porque la víctima era menor
de trece años, la conducta sexual de que fue objeto es, por definición legal, abusiva; a
ello se suma, autónomamente, una especial vulnerabilidad derivada, no del dato objetivo
y exclusivo de la edad, sino del entorno familiar de la niña y a ello, a su vez, el
aprovechamiento de una situación de superioridad del acusado sobre ella. Se trata de
circunstancias perfectamente concebibles con independencia: la víctima puede ser
menor de trece años y no especialmente vulnerable, cuando está integrada en una sólida
estructura familiar; a su vez, sea especialmente vulnerable o no, la situación de
superioridad de la que se aprovecha el acusado puede concurrir, como en el caso, o no,
como sucedería en un encuentro ocasional con un extraño. La simultánea concurrencia
de todas las circunstancias citadas justifica la aplicación del subtipo agravado del art.
181.4 en relación con el 180.3º y 4º, con las consecuencias penológicas
correspondientes.
NOVENO.- En principio, tanto el vigente art. 74.3 del Código Penal de 1995,
como el art. 69 bis del Código Penal Texto Refundido de 1973, exceptúan de la
aplicación de las reglas penológicas establecidas para el delito continuado los delitos
que constituyen ofensas a bienes eminentemente personales, como lo son, sin duda, la
libertad y la indemnidad sexual, bienes que, sin embargo, reciben entre aquéllos un
tratamiento especial, junto al honor, al admitir la excepción a la excepción en atención a
la naturaleza del hecho y del precepto infringido para aplicar o no la continuidad
delictiva. Y así, la jurisprudencia ha admitido en múltiples resoluciones la posibilidad
de aplicar la continuidad delictiva en los abusos sexuales, en especial, en fechas más
recientes, cuando, como es el caso, los atentados no pueden ser fácilmente discernidos
en su estructura y alcance (Sentencia de 9 de octubre de 2000). La pluralidad de
acciones, no estrictamente definidas en cuanto al tiempo, lugar y contenido, salvo en los
rasgos necesarios para permitir la calificación de varias de ellas, con posterioridad a la
entrada en vigor de la reforma de 1999, como constitutivos de otros tantos delitos de
abuso sexual, realizadas contra el mismo sujeto pasivo, con infracción del mismo
precepto penal y aprovechando idéntica ocasión, deben ser integradas en un delito
continuado de abuso sexual.
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DÉCIMO.- Respecto de la imputación, introducida sólo en trámite de
calificación definitiva, de un delito continuado de exhibicionismo y provocación sexual
de los arts. 185 y 186 en relación con el 192 del Código Penal, las decisiones
jurisprudenciales que admitían el concurso, normalmente medial, entre el delito contra
la libertad sexual y los de exhibicionismo y provocación sexual, deben ser
contempladas, con el nuevo Código, desde una perspectiva distinta, una vez que ha
quedado claro que el bien jurídico protegido ya no es en estos delitos de naturaleza
colectiva y cifrado en la moral sexual, sino la libertad o indemnidad sexual de la
persona. Sólo en el caso en que, por ejemplo, el abuso tenga lugar ante un tercer menor
o incapaz cabrá el concurso. En otro caso, debe entenderse que la conducta menos
grave de exhibición obscena o de material pornográfico queda consumido por el más
grave de abuso sexual, sobre todo cuando, como es el caso, no existe un razonable lapso
temporal entre ambas conductas y no hay aparente solución de continuidad entre unas y
otras. La finalidad del art. 186 no es la sanción de la elaboración o difusión en generar
del material pornográfico, no subyacen en él consideraciones de moralidad pública,
sino, como en el abuso sexual de menores, la necesidad de garantizar su indemnidad
sexual, procurar una correcta formación de su personalidad en el ámbito específico de la
sexualidad. Debe tenerse en cuenta que es difícil concebir un abuso sexual a un menor
que no venga acompañado de un exhibicionismo que sería consumido en aquél, ningún
motivo existe para alcanzar una conclusión contraria cuando la contemplación no se
refiere a la conducta del acusado sino a la de imágenes pornográficas. El fundamento es
el mismo, pues una conclusión distinta significaría admitir que lo sancionable en el art.
186 es el material pornográfico en sí mismo y no el efecto “corruptor” que produce su
contemplación por menores a instancias de un adulto. A la realización progresiva del
tipo se refiere, por ejemplo, la Sentencia de 9 de octubre de 2000, con cita de la de 29 de
abril de 1999, cuando se alcanza el propósito mediante acciones que ya son punibles o
“cuando la acción se divide en episodios que son, cada uno de ellos, penalmente
típicos”, sobre todo cuando, como es el caso, se aprecia un delito continuado que abarca
un período relativamente largo de tiempo en el que se suceden, intercalados, (la menor
ha declarado que la tocaba mientras veían las películas) episodios constitutivos de un
delito más grave, el continuado de abuso sexual y otros, más leves, que integrarían un
delito continuado de los arts. 185 y 186 que se entiende consumido en aquél (art. 8.3º
del Código Penal) y en relación con el cual debe ser absuelto el acusado.
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UNDÉCIMO.- Del delito de abuso sexual agravado continuado ya definido, es
responsable, en concepto de autor, el acusado, por su participación personal y directa en
la ejecución del mismo, acreditada en la forma expuesta en los primeros párrafos de
estos fundamentos.
DUODÉCIMO.- No concurren en la ejecución del delito circunstancias
modificativas de la responsabilidad criminal. A efectos de determinación de la pena, la
gravedad objetiva de los hechos, el rechazo social de que son objeto, la corta edad de la
víctima y la duración de la conducta justifican la opción por la pena privativa de
libertad. A partir de esta opción, la aplicación del art. 181.4 determina la de la pena de
prisión de 1 a 3 años en su mitad superior y, a su vez, la de ésta en su mitad superior por
aplicación del art. 74.1. Si la pena mínima aplicable sería la de 2 años y 6 meses de
prisión, la concurrencia, no de una, sino de dos agravantes específicas, justifica la
superación de ese mínimo legal.
DECIMOTERCERO.- Toda persona criminalmente responsable de un delito o
falta lo es también civilmente, si del hecho, como es el caso, se derivan consecuencias
dañosas o perjudiciales (art. 116 del Código Penal), concretadas en el daño moral de la
víctima, para cuyo cálculo no son aplicables los criterios propios de los daños físicos y
económicos, sino un juicio global que evalúe los criterios sociales para la reparación de
tal daño, sin necesidad de concretarlo en alteraciones psicológicas (Sentencias de 24 de
marzo de 1997, 16 de mayo de 1998, 27 de enero de 2001). En este caso, al margen de
la existencia de un tratamiento psicológico, se ha valorado el impacto de la conducta del
acusado en un entorno familiar desestructurado, en una menor con dos padres incapaces
y dos hermanas enfrentadas, separada de unos sobrinos que constituían su lazo afectivo
más definido, afectada en su rendimiento escolar y obligada a intervenir en un proceso
que, pese a todas las cautelas, constituye indefectiblemente un factor de victimización
secundaria.
Con las limitaciones que impone el principio dispositivo en sede de
responsabilidad civil, se ha añadido la cautela de ingresar la cantidad en un depósito
bancario de cuyo principal dispondrá solo la víctima al alcanzar la mayoría de edad,
dada la situación de sus padres y la desconfianza que suscita la actuación de la hermana
que, al parecer, ejerce su custodia y que tardó meses en dar crédito a las manifestaciones
de la menor, sin perjuicio de autorizar a quien acredite ser representante legal de la
menor para disponer de los intereses generados por el principal depositado, intereses
100
que deberán ser ingresados en cuenta distinta autorizada que se determinará en
ejecución de sentencia y que servirán para atender, en modesta medida, a necesidades
de la menor hasta que alcance su mayoría de edad y pueda disponer, en la forma que a
su interés personal convenga, según su libre decisión, en ese momento.
DECIMOCUARTO.- Las costas procesales vienen impuestas por la Ley a los
criminalmente responsables de todo delito o falta, según establecen los arts. 123 del
Código Penal y 240 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Vistos los artículos citados y demás de general y procedente aplicación al caso,
FALLO
Que debo condenar y condeno a JOSÉ E P, como autor de un delito continuado
de ABUSO SEXUAL, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la
responsabilidad criminal, a la pena de DOS AÑOS Y OCHO MESES DE PRISIÓN,
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena, abono de
la mitad de las costas y de indemnización a María José O Ma en seis mil euros, cantidad
que será ingresada en cuenta bancaria de depósito de la que dispondrá la menor al
alcanzar su mayoría de edad, ingresándose hasta entonces los intereses generados en
cuenta distinta en la que se encuentre autorizado quien acredite ser representante legal
de la perjudicada; y debo absolver y absuelvo, al propio tiempo, al acusado, del delito
continuado de exhibicionismo y provocación sexual que le era también imputado, con
declaración de oficio de la mitad de las costas procesales.
Séale de abono al condenado, en su caso, el periodo de detención y prisión
preventiva (del 20 de diciembre de 1999 al 11 de febrero de 2000).
Notifíquese esta Sentencia indicando que no es firme y que contra ella cabe
interponer recurso de apelación para ante la Ilma. Audiencia Provincial de Murcia,
dentro del plazo de DIEZ DÍAS siguientes al de su notificación, debiendo interponerse
ante este órgano judicial.
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Así, por esta mi Sentencia, de la que se llevará testimonio a los autos principales,
lo pronuncio, mando y firmo.
PUBLICACIÓN.- Leída y publicada ha sido la anterior sentencia por la Sra.
Magistrada-Juez que la suscribe, estando celebrando audiencia pública en el día de su
fecha, de lo que doy fe.
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