Hacia un Proyecto Sanitario Integral Resulta necesario comenzar por explicitar los propósitos, deseos y principios esenciales y no negociables que definen el compromiso asumido, como política pública, de construcción de un proyecto sanitario que parte de una concepción de la salud como derecho humano. Por tal motivo, trabajar en salud significa en primera instancia trabajar para la construcción de ciudadanía y para que este derecho se haga efectivo. Para ello se definieron directrices éticopolíticas que son el sentido o la dirección que queremos que tome el camino de lo que hacemos todos los días, nuestras prácticas, y la organización de los servicios en los que desarrollamos las mismas. Estos grandes principios definidos como la universalidad con equidad, la accesibilidad, la gratuidad, la participación, requieren de la construcción de una visión compartida entre todos los actores, individuales y colectivos, en la búsqueda de un significado común a cada concepto o idea que permita una nueva construcción cultural transformadora e instituyente. Entendemos a la equidad en su dimensión más amplia, garantizar la utilización efectiva de los servicios de acuerdo a la necesidad (prácticas y servicios que hagan lugar a la diferencia – subjetivas, sociales, culturales-) así también equidad en la distribución de los riesgos de enfermar o de morir, esto exige incluir una perspectiva epidemiológica en el hacer, que incluya la capacidad de leer estas heterogeneidades en las condiciones de vida de la población. La participación comprendida como instrumento de democratización de las instituciones, requiere de sujetos que se animen a expresar lo que piensan, sienten, desean, que se expongan a debatir y a sellar acuerdos con otros en un marco de referencia compartido (acuerdos, compromisos). Personas que se vinculan cotidianamente en un territorio, son los trabajadores de salud y la población, espacio potente ya que allí transcurre la vida de la población a la que los problemas de salud afectan, permite diseñar lo que se hace a partir de una identificación de problemas que se haga en conjunto- espacios locales y colectivos de transformación de la realidad- programación local-. La transformación de la clínica, basada en relaciones terapéuticas a través de un vínculo continuo y técnicamente resolutivo, que permita contextualizar el proceso terapéutico en la vida cotidiana, asegurar la autonomía en la decisión de lo que necesitan las personas y no tener que renunciar a la dignidad para recibir atención. Diseñar las respuestas a los problemas de salud a partir de estos problemas y no a partir de lo que las instituciones tienen disponible. Explicitados estos principios cabría enriquecerlos con algunas concepciones que abonen para la transformación de la organización de los servicios constituyendo una red. Generar nuevos patrones de relación entre los equipos y la población implica incorporar la noción de territorio: una delimitación geográfica-administrativa resulta imprescindible a la hora de definir espacios de intervención de proyectos, de distribución de recursos, etc., pero no es suficiente para regionalizar el sistema. Queremos hablar de un espacio-territorio en el que se pretende inscribir un proceso social de transformación del modo de hacer o producir salud. Para ello propusimos los encuentros subregionales o distritales donde se problematicen, debatan, intercambien propuestas, proyectos, se expliciten deseos, intereses diversos, contradicciones intentando generar una planificación colectiva, participativa y democrática que nos incluya en un proyecto superador de las diferencias. Encuentros de actores con responsabilidad formal o no en la gestión, que asuman el interés y compromiso de transformar las prácticas y el diseño organizacional de la red de servicios en función de las necesidades de la población a la cual asisten, abordando problemas, diseñando estrategias y analizando resultados. Este modo de gestión, estratégica y colectiva, tanto en los niveles territoriales como centrales mantiene la coherencia con los propósitos enunciados. Sobre el modo que se organizan los servicios construyendo una red sostenemos que la estrategia de APS cobra vigencia entendida como filosofía general que impregne todas las acciones de salud producidas en todos los efectores, servicios y dispositivos que constituyen esta red o sistema. Los fundamentos esenciales que se rescatan de la declaración de Alma Ata que creemos lo suficientemente consistentes y movilizadores para señalizar un camino para la reflexión y la acción son: • • • Las principales causas de la mala salud hunden sus raíces en las condiciones de vida y el medio ambiente en general, y en particular en la pobreza, la desigualdad social y la distribución injusta de recursos en función de las necesidades. Dado que la salud no es más que una de las preocupaciones de las personas, es necesario el compromiso y la participación total y real en la toma de decisiones que les conciernen en la protección y mejora, así como en la formulación del diseño de los servicios. Los servicios de salud deben suministrar atención curativa y preventiva, emprender acciones de promoción sanitaria y rehabilitación social, de manera coordinada e integrada, respondiendo a las necesidades y problemas de las personas. En este espíritu es que rescatamos la concepción de APS como estrategia, lo cual nos conduce a trabajar con un concepto de salud que apunte a la autonomía, a la construcción de capacidades para lidiar con los obstáculos que limitan una vida digna, capacidades individuales y colectivas tejidas en un vínculo que a la vez nos construye y nos transforma, así como nos compromete a producir cambios. Los rasgos que fuimos identificando para la consolidación de una organización “ideal” integrada, equitativa, descentralizada, desburocratizada, horizontal, que de respuestas a las necesidades poblacionales, nos llevaron a priorizar algunos ejes sobre los que trabajar para consolidar un modelo que produciría cambios o transformaciones que traerían soluciones globales a muchos de los temas o problemas analizados en los espacios subregionales o distritales. • Fortalecer los equipos con responsabilidades primarias, territorializados, cercanos a donde la gente habita, accesibles, que tendrían la mayor potencia para leer la complejidad de los problemas en su integralidad, con un vínculo estable, continuo y permanente, responsabilizándose por los resultados de sus prácticas durante todo el proceso de atención. Médicos (pediatras, clínicos, generalistas) y enfermeros con población a cargo interactuando con otras disciplinas como soporte a sus intervenciones(psicólogos, trabajadores sociales, odontólogos, tocoginecólogos), trabajando interdisciplinariamente y contextualizando sus prácticas. Reestructurar la modalidad de trabajo de los profesionales de especialidades básicas que atienden hoy en consultorios externos de hospitales por demanda espontánea,propendiendo a que adopten la adscripción de población para instalar un nuevo contrato de coresponsabilidad por el cuidado de la salud con la misma, adoptando la misma modalidad de trabajo que en los Centros territorializados. • Fomentar que los profesionales de mayor especialización adopten una responsabilidad con la población a través de los equipos de los centros territorializados de modo de construir una relación recíproca que permita distintas modalidades de vínculos, actuando de soporte especializado a las necesidades planteadas desde estos equipos. • Rediseñar el perfil de los hospitales tendiendo a priorizar su mejor desempeño en la internación proponiendo la conformación de unidades interdisciplinarias (clínicos, pediatras, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, etc,) con responsabilidad directa durante esta ,internación para abarcar todas las dimensiones que nos constituyen como sujetos – biológicas, subjetivas, sociales- articulando con los equipos ambulatorios que continuarán la atención superado este período. • Redimensionar a las guardias como el lugar privilegiado para el alojamiento de las situaciones de mayor vulnerabilidad que pueden constituirse como puerta de entrada al sistema, superada la urgencia o emergencia, resultando el lugar clave en la captación para la referencia a los equipos territorializados. • Por último, que debería haber sido el primero, la necesidad de retomar, comenzar o profundizar el encuentro con la población en espacios compartidos, colectivos que nutran la democratización de las instituciones y nos permitan diseñar las respuestas en función de las necesidades. Sobre estos ejes planteados como claves para la transformación, deberíamos hacer el esfuerzo de análisis para que los diversos temas problematizados en las reuniones subregionales o distritales atraviesen la estructura de esta matriz que nos permita, con mayor potencia, producir los cambios anhelados. Dispositivos de Admisión en Guardia Entendemos a la admisión en Guardia (entendida la palabra admisión como “recibir, dar entrada,permitir, reconocer como cierto”) como un espacio estratégico abierto a la escucha de cualquier problema que llegue, un espacio de alojamiento de demandas que no pueden ser pensadas solo en términos de patologías médicas sino ante todo como demandas de sujetos sufrientes provenientes de contextos complejos. Debe ser visto entonces como una oportunidad en la red de servicios de salud, y no como filtro expulsivo. Como puerta de entrada a la red debe integrar una adecuada capacidad resolutiva del problema en cuestión,escuchando, evaluando, interviniendo en lo asistencial, y referenciando, buscando de este modo la mejor respuesta posible a la situación singular que se presenta. En consecuencia, nuestra idea es transformar a las guardias de la Red de Salud en un autentico Dispositivo de Admisión de personas y/o grupos familiares a la red de salud. Para ello es necesario que las guardias dejen de funcionar como espacio de atención sintomática y se incorporen como puerta de entrada privilegiada a la red. Dado el número de personas que consultan diariamente a las Guardias en forma permanente juzgamos necesario que se reestructure la jornada laboral del trabajador, para evitar la alienación del mismo, y facilitar el proceso longitudinal de Atención (Ej: carga horaria compartida entre los centros de Salud del territorio y las guardias de referencia, dispositivos transversales, etc). Este documento fue elaborado con el consenso de todos los responsables de gestión municipales y provinciales de la Región Rosario (directores de hospitales, coordinadores de centros de salud, coordinadores y directores generales) Año 2011