Mis mejores amigos me llaman Zar por mi gran affición a

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Mis mejores amigos me llaman Zar por mi gran affición a una serie americana
Supernaural. Voy a describir unos días de mis vacaciones de 2013.
el 29 de junio de 2013
Hoy es mi primer día de vacaciones. Ayer la escuela terminó y ya no tengo que
estudiar por dos meses. Puedo divertirme, descansar, nadar, leer lo que quiera y hacer
todo lo que imagine. La mayoría de mis amigos va a ser perezosos y pasar todos los días
delante de la tele con una botella de cola y un embalaje de patatas fritas viendo un
episodio centésimo de una serie estúpida. Pero yo quiero aprovechar tanto tiempo cuanto
sea posible y lo que es más importante preparar todo a la llegada de mi sobrina Ana que
vive en Inglaterra. Aunque no pasamos mucho tiempo juntos, nos llevamos muy bien y nos
queremos mucho. Por eso quiero saludarle de manera muy especial.
Llega mejor tiempo del año. ¡Bienvenidas las vacaciones!
el 12-16 de julio de 2013
Estos días he pasado en centros comerciales buscando un regalo conveniente a Ana.
El año pasado ella también me lo hizo y después me compró mucho mientras que yo no le
había dado nada. Ahora voy a repararlo y regalarle una cosa especial pero todavía no sé
qué. Es algo increíble que en cuatro centros comerciales no he encontrado nada. He
pasado por todas las tiendas de ropa, he visto todo: conotieros, pamelas, chalecos,
camisetas, capas, vestidos de camisetas y cruzados, faldas sarongas y fruncidos incluso
pantalones petos y albornoces. Solo he perdido mucho tiempo. Ya no sé qué hacer – a Ana
le gusta mucho la ropa y siempre me dice que puedo regalarle libros, prenda o nada.
Sí no encuentro nada me suicidaré pronto.
el 25 de junio de 2013
¡Por fin! Ya sé qué le regalaré. Ayer fui a una tienda y vi una camiseta lisa de color
blanco. Es normal y no puede impresionar pero voy a hacerla una más bonita del mundo.
Ahora voy a pintar en ella un dibujo seleccionado. ¡Ja ja ja! ¡Estoy tan feliz! A Ana le va a
encantar mi regalo. Tengo que hacerlo hoy porque mañana vamos a casa de mi tía al lado
del lago donde pasamos todas las vacaciones desde cuando era muy pequeña.
el 29 de julio de 2013
¡Hoy ha llegado Ana! Ahora estamos tumbadas sobre un colchón en que vamos a
dormir. Es nuestra costumbre – dormimos juntas, una al lado de otra. Siempre podemos
hablar por la noche o escuchar música.
Pero tengo que empezar del principio. Por la mañana no podía concentrarme y
estaba corriendo por diferentes lugares en la parcela. Quería que Ana ya estuviera al lado
de mi hablando de toda su vida en Inglaterra.
Después de varias horas de funcionamiento insensato la he visto. Un coche ha
aparecido en la puerta cochera y una chica con el pelo rubio y los ojos azules ha saltado del
vehículo y ha empezado a acercarse hacia mi. Unos segundos más tarde ella estaba colgada
en mi cuello gritando que bien es verme a mi. La he abrazado y he empezado a girarme.
Unas horas después nos hemos sentado sobre un árbol en el bosque al lado de casa.
Hablábamos de todo lo que pasó durante los meses anteriores, nos divertíamos y nos
reíamos por muchas horas hasta que mi madre nos llamó a la cena.
Dentro de un momento voy a dar a Ana su regalo que hice hace unos días - una
camiseta con un escudo de Capitán América.
el 31 de julio de 2013
Ayer no hicimos nada especial porque Ana estaba muy cansada por su viaje largo.
Todo el día pasamos en cama leyendo los libros en voz alta. Tuvimos que descansar antes
de las próximas semanas.
Ahora estamos sentadas al lado de la hoguera que hemos hecho cerca de casa. Ana
está tocando la guitarra y yo estoy describiéndolo en mi cuaderno. Mis dos hermanas,
madre y tíos están en casa viendo una película en la tele.
Nosotras dos estamos agotadas porque hoy nadábamos en el lago por dos horas.
Hemos cogido unas boyas especiales (son pequeñas y adaptadas a tirarlas detrás del
nadador) y hemos circulado entre diferentes bordes. A veces parábamos y nos sentábamos
en las boyas para hablar en el medio del lago. Solo estar en el agua puede ser tan
agobiante y sí nos hemos movido, apenas hemos vuelto a casa.
el 2 de agosto de 2013
Ayer volví a casa muy tarde y estaba tan cansada que no podía hacer nada. Solo me
duché y me acosté. ¿Por qué?
Por la mañana decidimos ir a una excursión en bici. Eso fue una buena idea pues
durante una hora embalamos cosas más importantes, dos botellas de agua, un poco de
comida y nos fuimos.
Nuestro objetivo fue un lago lejano a varios kilómetros. Durante el viaje cantábamos
muchas canciones y Ana admiraba la naturaleza. Nos alegramos por el sol, el calor y el
tiempo que pasamos juntos. Todo fue muy bien. Hasta...
Montando en bici no prestamos nada de atención en qué calles girábamos o
pasábamos, pues unas horas más tarde no sabíamos dónde estábamos. Los alrededores
estaban desconocidos y había solo un camino. Podíamos ir adelante o dar la vuelta y volver
a casa. A nosotras, nos encantan las aventuras pues decidimos continuar nuestro viaje y
ver lo que espera en el fin.
No fue muy buena idea porque nos encontramos en una aldea con solo cuatro casas y
nadie en la calle. Hacía tanto calor que bebimos toda el agua pero todo el tiempo
teníamos sed. Dejamos nuestras bicicletas en el reborde y empezamos de buscar a alguien.
Pasamos por todas parcelas, miramos en todas las ventanas y ¡no encontramos a nadie!
Volvimos a nuestros bicis, nos sentamos bajo el árbol y esperamos un milagro que nos
salvaría.
Las horas pasaron y nosotras estábamos muy cansadas. Teníamos mucha sed y
hambre. No sabíamos qué hacer. Casi perdimos la esperanza que alguien nos encontrara.
De repente alguien me codeó. Papadeé y miré a mi alrededor. Ana estaba tumbada al
lado de mi y dormía. Miré a un hombre que se paró delante de nosotras. Preguntó por algo
pero no le entendí. Me ayudó levantarme y después desperté a Ana. Fuimos con chico a su
casa y bebimos mucha agua. Luego hablamos un poco y le contamos nuestra aventura.
Cuando descansamos, subimos a nuestras bicis y volvimos al viaje. No
experimentamos y decidimos echarnos directamente a casa.
Cuando volvimos mis hermanas, madre y tíos nos esperaban con mucho miedo.
Durante varias horas se preocupaban mucho y estaban irritados por que no llamábamos.
Por eso nos prohibieron alejarnos más de cinco kilómetros de la parcela.
No les dijimos que la batería se agotó por que jugábamos en el móvil cuando nos
aburríamos.
el 6 de agosto de 2013
Durante últimos días no podíamos hacer algo especial porque todos estaban malos.
Solo fuimos al lago para nadar y tomar el sol o leímos los libros. ¡Fue muy aburrido!
Pero hoy hemos hecho una hoguera. Cada vez es especial porque siempre hablamos
de cosas muy extrañas, divertidas o tristes. Sentamos alrededor del fuego y pasamos así
unas horas. Fue nuestra costumbre y en todos correos electrónicos lo recordamos.
Después yo y Ana nos hemos tumbado en una hamaca y hemos mirado al cielo. Nos
encanta ver las estrellas, cuando nadie nos molesta y estamos en silencio. Solo los animales
corren por el bosque y las hojas susurran. Nos sentamos muy cómodas y podemos hablar
de todo.
Y así ha sido hoy. Hemos hablado de nuestras aficiones, cosas que no nos gustan o
qué querríamos hacer, las películas favoritas y mucho, mucho más. Es increíble que nos
llevamos tan bien aunque no pasamos mucho tiempo juntas.
Una cosa de que hemos hablado y que me ha entristecido es que Ana no quiere
volver a Inglaterra. Yo sé que eso no es total verdad porque ella tiene sus amigos allí. Pero
yo sé también que ella me quiere mucho y somos mejores amigas y si tiene que elegir a
quien le gusta más, me señalará. Nosotras dos sabemos que no podemos quedarnos
durante un año escolar, pero eso es nuestro sueño pequeño.
el 27 de agosto de 2013
Ya estoy sola. Ana por la mañana ha subido a un avión y me ha dejado. Nos hemos
despedido y nos hemos prometido que vamos a enviar muchos mensajes. Le trato comosi
fuera mi tercera hermana y por eso voy a echarle mucho de menos.
Ahora tengo que esperar las próximas vacaciones. Menos mal que sé de que serán tan
magníficas que otras. Siempre son.
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