capitulo vi el agua pa$a riegos

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CAPITULO VI
EL AGUA PA$A RIEGOS
Las aguas destinadas a riegos tienen distintas procedencias, según sean éstas consecuencia de lluvias, entre las que pueden incluirae las producidas por la fusión de las
nieves, las alumbradas en pozos o tomadas
de cursos de agua, almacenadas o no en pantanos.
La Naturaleza no ofrece nunca el agua en
estado de pureza química, sino acompañada
de sustancias salinas, materias extrañas en
suspensión o gases disueltos en su masa. Las
sustancias disueltas o en suspensión son tomadas de los medios por que ha atravesado,
por lo cual la naturaleza de aquéllas varía
de modo notable, según la composición de los
cuerpos solubles que atraviesa; y s^u riqueza
depende de^ _ espesor o continuidad y persistencia con que lo haga.
•
La filtración de un agua atestigua la cantidad de materias en suspensión que contiene,
y la evaporación pone en evidencia bajó for,
ma de residuos de composición variable, las
sustancias que en su seno estuvieron disueltas; los gases se reconocen por medios químicos y físicos, según la naturaleza de
aquéllos.
Las çualidades requeridas para un agua potabte no son las mismas exigidas para un
agua de riego, ya que poco importa que deje
el 0,10 ó el 0,20 por 1.000 de residuo, ni que
sea fresca en verano, inodora, incolora, insípida y agradable al gusto, etc., sino que la
mejor agua de riego será aquella que, llevando las mayores cantidades y calidades de
principios fertilizantes, los abandone más fácilmente en el suelo en forma de rriaterias
minerales u orgánicas. Lo dícho pone de manifiesto que la mejor agua para ríegos agrícolas será la que tenga mayores impurezas
químicas no perj udiciales a la vegetación.
Las aguas ^empladas o tibias favorecen
grandemente a la vegetación que las recibe,
mientras las frías retrasan el desarroll.o, cuyas causas ya examinamos en el capítulo anterior, al ocuparnos de la influencia de la
temperatura del agua sobre las plantas.
Las aguas de lluvia tienen la ventaja sobre
las demás de lo muy aireadas que están, llevando a los suelos, no solamente oxígeno para
destruir rápidamente, por oxidación; la znateria orgánica existente en las tierras, sino nitrógeno combinado, susceptible de ejercer una
acción fertilizadora por sf solo, sin contar el
anhídrido carbónico, abundante también en
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las aguas de fuente, capaz de disolver las materias minerales, el fosfato de cal y los silfcatos.
El grado de dureza no impide su uso para
riegos, sino que las beneficia, ya que éstas
suelen oontener potasa, sosa, ca1, óxidos de
hierro o magnesia en disolución, elementos
de que carecen las aguas blandas.
Las aguas pluviales, aunque raramente empleadas en agricultura, son las más blandas
de todas, pudiendo considerárseles Ias más
próximas en pureza al agua destilada, como
puede comprobarse por el leve residuo que dejan al evaporarse. Estas aguas son principalmente interesantes por las materias nitrogenadas que aportan al sueIo, ya sea en forma
de aznonfaco, ya de ácido nftrico. Experiencias realizadas con el fin de determinar el nitrógeno combinado arrastradc^, por las aguas
de lluvia han evidenciado que, según la frecuencia de las lluvias y los caracteres de éstas (tempestuosas, tranquilas, etc.), la cantidad puede variar entre 5 a 16 kilogramos de
nitrógeno por hectárea y año, sin que estas
cifras signifiquen que, en ciertas comarcas,
puedan sobrepasarse los límites indicados.
Las aguas de nieve presentan riquezas parecidas a las de lluvia, pero cuando circulan
sobre la superficie de la tierra aumentan el
número^y la proporción de materias disueltas.
Muchas aguas, ya sean de fuentes çomo de
rfos, contienen nitratos en disolución en can-
tidades variables entre unos decígramos a algunos kilogramos por metro cúbico, así comq
los últimos suelen llevar materias orgánicas
en cantidades más o menos crecidas, pero casi
siempre en cifras apreciablea.
Para dar una idea de la potencia fecundante de las aguas de los rfos, Boussingault ha
calculado que un litro de agua del Rhín, con
una riqueza media de 0,0035 gramos de nitrato potásico y un volumen de 1.105 metros cúbicos por segundo de caudal medio, arrastra
al mar en veinticuatro horas 4,199 kilogramos de nitrato, o sea más de un millón de
quintales métricos por año, aproximadamente, o, empleando una frase muy gráfica de
Fíervé-Mangón, refiriéndose al río Sena, "una
cabeza de ganado por minuto".
El Nilo, uno de los ríos 7nás famosos del
mundo, entre otras cosas, por la fertilidad
que sus limas proporcionan a las tierras ribereñas, se calcula que deposita en el mar
diariamente cosa de un millón de kilogramos
de nitratos disueltos en los 150 millones de
metros cúbícos de agua que cada veinticuatro
horas discurren por la desembocadura de su
cauce y dan en el mar, en tiempos de crecida.
Del estudio llevado a efecto en las aguas
de este rfo, resulta que antes de la crecida
son ricas en carbonatos de sosa y magnesia,
y en plena crecida, el agua, coloreada en rojo
vivo, pierde, después de cierto tiempo de reposo, su coloración, debida al óxido de hierro.
.^.oo.
^
Como contiene bastante nitrato potásico aisuelto, parece que ta materla orgánica nitrogenada es convertida en ácido nitrico, que
iuego se combina con la potasa.
Los l.mos del Nilo se calcula que portan al
suelo unos cuatro kilogramos y medio de
amoníaco por metro cúbico de agua en un
estado tál de °divísión tan pec^ueño como lág
materlas m.ner•ales con que está mezciado.
En 1~apaña, el río ^bro, que recorre vastos
territorlos de Aragón y desemboca en la pi•ovincia de Tarragona, abandona, según exprríencias y cálculos, un peso total, dentro del
a6o agrícola, durante los riegos; unos 39 ki1ob^>'ttmos de limos por hectáre^..
'"
Este limo, muy tenue, que v^, en ^uspensión
en el agua, al desembocar al rí0 eri el 14ied1terráneo y ponerse en contacto ^on las aguas
saladas de éste, se precipita y da lugar a un
barro arcilloso muy tino, del cual está forma
do el delta de este río. La composición de e3re
limo es la s.guíente, aproximada^mente :''
Agua ................................................
Reslduo arcillo-silíceo . ....................
Alúmína y óxidoa de hierrp ............
Cal ...................................................
Magnesía .................. ...:...................
Materíae or gánicas .........................
To^ru. , ....................:.........
zo
36
'^2
13 '
1,7b
17,25
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100
No siempre es factible la obtención de ur.
attálisis de aguás en el campd; en cuyo caso
-61-
debe recurrirse a procedimientos,que, auiique
empíricos, puedan dar alg^na idéa sobre lais
posibilidades de un agua pára riego,
Yara ello examinaremus i^ vegéta ^ iúri l^ue
crece en las proxim.dades y cúya`^humcdad es
proporcionada por el agua que inters~.a aprovechar para riego. La presencia de laa p^antas que a continuación se reseñan, indi.:aa las
cuahdades esenciales del agu^ que :as fecunda:
Aguas de buena calidad: Nasturtium officinale (berro), Potamo^etun perfotia',^^s y
P. Fluitans, Verónica anagalLs (ver^ti.ira),
V. Beccabunga (Becabunca), ftanúnculus
Aq u a t i 1 i s (N,anúnculo acuático) , Gliceria
Aquatica (Gliceria) .
Aguas de m^diana calidad : Arundo Donax
'(Caña común), Rheum Acetosilla (Acederilla), Cicuta Virosa (Cicuta acuát^ca), Mentha
Ai^uatica (Menta de agua), Scirpus Hoschoenus (Junco común), Juncus Effusus (J^unco
de esteras), Rumex Pratensis (ltomazá silvestre), y plantas del género Lythrum. Aguas estancadas de peor calidad : Carex
arenaria (Zarzaparrilla de Alemania), Aigas
del género Chara, Lin., Plantas del género
Nynpheaceas (í^enúfares y neiumbos), Ylantas' de los genaros Acuta y Stricta, y Dvlusgos.
La inspección de los fondos de ríos y arra
yos p^esta valiosos auxilíos para el cotio ^imiento de las aguas, Un fondo rojizo-castaño
y una superficie del agua semejante a grasa
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azulada, indica aguas ferruginosas; pero si
el agua es límpida y el fando solamente es
quien presenta el tinte rojizo, indica q ^e el
suelo es rico en hierro, y el agua es pura
sin éI.
La presencia de los ácidos húmico y úlmfco
en exceso se comprueba p^or el color oscuro
del depósíto que deja sobre las hierbas y por
la capa negruzca de agua que está cerca del
fondo. Estas aguas ácidas son perjudiciales,
y para utilizarlas deben practicarse buenos
encalados en las tierras, si éstas son pobres
en este elemento.
En las aguas puras, las piedras y guijarros
deben estar limpios, los bordes desprovistos
de materias viscosas más o menos verdosas,
y los remansos libres de plantas acuáticas.
Estas aguas son las mejores.
Las aguas calcáreas son siempre útiles,
pero cuando dan ^mejores resultados es sobre
terrenos graníticos o arcillosos, por la coagulación que hacen de la arcilla, que tiende a
ponerse en suspensión en aguas blandas.
La presencia de la Verbena Officinalis
(Verbena) indica siempre aguas muy ricas en
cal.
Ciertas aguas causan efectos perniciosos
en la vegetacíón, y debe excluírselas en la
utilización para riegos. Las aguas ácidas,
sean estos ácidos orgánicos o minerales, sulfurosas ó sulfhídricas, cargadas de sulfatos
de hierro, sosa o magnesio con exceso, con
dosis elevadas de cloruros, etc., suelen ser
perjudiciales. Dosis mayores de 0,1 por 100
de materias minerales solubles, tal como la
sal marina, produce efectos desastrosos, y
otras, comq el nitrato de cal y el cloruro de
potasio son tolerables en buenas condicior
nes, cuando no sobrepasan la cantidad del
1 por 100.
Ciertas aguas procedentes de tierras ricas
en piritas de hierro, Ilevan en disolución ácido aulfhídrico, reconocido por el olor a huevos podridos que despiden, aun en soluciones
muy diluídas, son perjudiciales.
Las aguas que proceden de turberas son
ácidas y poco recornendables si las tierras no
se enmiendan con cal, como dijimos antes,
para neutralízar aquéllos.
Además de las aguas naturales impropias
para el riego, puede haber otras que, aunque
puras en su origen, sean impurificadas en el
camino, antes de llegar a los campos objeto
del riego, cozrw ocurre con frecuencia cuando
los cursos de agua son utilizados como productores de energía en fábricas, y cuyos productos de desecho son arrastrados por a.qué]las. Tales son algunos productos usados en
las tenerias, aguas que han servido para el
lavado de gases, fábricas de productos químicos, etc. No obstante, hay otras instalaciones benéficiosas, como ocurre con las fábricas
de azúcares, de feculerías, destilerías, de cerveza, etc., que enriquecen Ias aguas en sustan-
cias beneficiosas para la fertilidad de las tierras que riegan.
Una cualidad de las aguas de riego que el
análisis no indica es la temperatura, y que
es un facGor de mucha importancia agrícola,
como ya tuvimos ocasión de ver en el capítulo
anterior, y de que volveremos a ocuparnos
ahora, pero en otro aspecto, pues entonces
hablamos de su acción sobre las plantas y
ahora vamos a ver la ínfluencia que ejerce
sobre el suelo, haciendo subir o bajar su temperatura. El agua es más densa cuando alcanza los cuatro grados sobre cero, y, en consecuencia, cuando el aire ambiente llega a
cero o por debajo de éste, el agua de la superficie se enfría por estar en contacto de
aquél, lo que le hace disminuir su densidad
por ser la temperatura más baja que el límite míni^rno de su peso específico. En estas conr
diciones tiende a subir a la parte más alta,
donde, si la temperatura lo permite, forma
una costra protectora que conserva la capa
inmediata inferior a cuatro grad^s, de tal
modo, que bajo el hielo el agua se conserva a
esta temperatura. Resulta de esta propiedad
física que, durante los fríos intensos, el agua
estancada que recubre los campos rara vez
llega a temperaturas inferiores a 4°, lo cual
no produce el menor perjuicio a la vegetación.
De los agricultores del Tibet, en Asia, se
cuenta que, al aproximarse el invierno, tiénen
la costumbre de récubrir de una sábana de
agua los terrenos bajos, cultivados en los valles. El agua, con el frío, se convierte en hielo, y cementa las partículas térreas del sue'o,
impidiendo que sean arrastradas por los vientos violentos.
La temperatura de las aguas subterráneas
es variable de unas a otras, y muchas conservan la misma en cualquier estación del año,
lo que da la impresión de ser frías en verano
y cálidas en invierno. Las aguas templadas
son las mejores, pues ]levan al suelo una temperatura que facilita el deaarrollo de las plantas y de los microbios nitrificadores del suelo,
al propio.tiempo que regulan la temperatura
del ambiente aéreo, como lo demuestra el hecho de que son mucho más benignos los climas
de las comarcas atravesadas por ríos u otros
cursos de agua,
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