LA ESCUELA DOMINICAL - Iglesia de Dios del Vallés

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LA ESCUELA DOMINICAL
EL CORAZÓN DE LA IGLESIA
¿QUÉ ES LA ESCUELA DOMINICAL?
Sencillamente, es la reunión de la iglesia en clases separadas, según la edad del alumno.
Estas clases se dedican al estudio de la Palabra de Dios por series de lecciones
progresivas. Es, en sus principios y propósitos, una institución bíblica, pues el deber de
enseñar la Palabra de Dios es declarada en ella misma. Es, entonces…
A. UN AGENTE EVANGELÍSTICO DE LA IGLESIA.
La escuela dominical es el agente más efectivo de la iglesia para ganar a los perdidos. Se
estima que el 75% de los miembros de la iglesia vienen a través de a escuela dominical.
El evangelismo es la fuerza impulsadora que mantiene al maestro realizando su labor. El
amor de Cristo los constriñe a ganar discípulos para Cristo. El gran Señor de Maestros dio
el motivo impulsor de su ministerio de enseñanza en Juan 10:10 y Lucas 19:10. Estas son
algunas de las maneras en que la escuela dominical coopera a un evangelismo efectivo:
1. Las clases se dividen de acuerdo a la edad y número para que los alumnos
reciban mayor atención individual y el evangelismo sea más fácil.
2. Registros adecuados ayudan a conservar los resultados del evangelismo.
3. Los obreros de la escuela dominical se unen y planean como aumentar la
asistencia, de manera que mayor número de personas puedan ser enseñadas y
evangelizadas.
B. EL RAMO EDUCATIVO.
Ningún otro departamento de la iglesia tiene mayores oportunidades de enseñar tan
efectivamente. La mayor parte del tiempo de la escuela dominical deberá dedicarse al
estudio de la Biblia, y no debe permitirse que nada tome su lugar. Deberá usarse literatura
que presente correctamente la verdad bíblica a los maestros y alumnos.
C. UN CENTRO PARA LA PREPARACIÓN DE OBREROS.
En el taller de la iglesia donde la juventud recibe entrenamiento para convertirse en los
dirigentes del mañana, y donde se forja el carácter cristiano en sus vidas. En la escuela
dominical aprenden a ser los dirigentes del futuro. De hecho, el 85% de los obreros de la
iglesia y el 95% de nuestros ministros, han surgido de la escuela dominical.
2. SU RELACIÓN CON LA IGLESIA LOCAL.
La escuela dominical no es una institución separada de la iglesia, sino más bien un
departamento de la iglesia. No se debe establecer como una unidad separada o
independiente sino que estará sujeta a la iglesia, y trabajará en cooperación con la iglesia.
El pastor de la iglesia es el supervisor de la escuela dominical, especialmente en relación
con el entrenamiento de maestros.
LA HISTORIA DE LA
ESCUELA DOMINICAL
1. LA EDUCACIÓN RELIGIOSA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.
A. En los días de los primeros patriarcas, el padre era el responsable de la enseñanza
religiosa de la familia. Génesis 18:19.
B. Moisés había de enseñar la ley de Dios al pueblo, y los padres a su vez enseñarla
a sus hijos. Deum. 4:9,14 y 6:6-7.
C. Los levitas. Su deber era dedicarse a servir a Dios. Deut. 10:8, esto incluía la
enseñanza al pueblo de los deberes espirituales.
D. La sinagoga. Antes de la cautividad de Babilonia, el pueblo de Dios adoraba en
Jerusalén. En Babilonia esto era imposible, así que se construían lo que se
llamaban sinagogas, no para hacer en ellas los sacrificios ceremoniales, sino para
la oración y enseñanza.
E. La buena enseñanza resulta en avivamiento. Nehemías 8, 9, 10.
2. LA EDUCACIÓN RELIGIOSA EN EL NUEVO TESTAMENTO.
A. La Gran Comisión que Jesús dio a sus discípulos tenía dos aspectos: Predicar, y
enseñar. Mateo 28:19-20.
B. El ministerio de Jesús: Principalmente era de enseñar: Mateo 4:23, 13:54. Daba
clases a los discípulos preparándoles para su futuro ministerio. (Discípulo quiere
decir alumno). Marcos 9:31. Jesús se llamaba Maestro, Juan 3:1-2.
C. En la nueva iglesia de Jerusalén, no cesaban de enseñar y predicar.
D. El apóstol Pablo: consideraba la enseñanza como una parte principal de su
ministerio. 2Timoteo 1:11. Encargó a Timoteo que enseñara y que también
preparara a otros para enseñar. 1Timoteo 4:11. Los líderes de la iglesia primitiva
habían de ser hombres preparados para enseñar. 2Timoteo 2:24. El ministerio de
enseñar es uno de los dones del Espíritu Santo. 1Corintios 12:28.
E. La responsabilidad de los padres. Efesios 6:4. Prover. 22:6.
3. ROBERTO RAIKES.
En el año 1781, vivía en Gloucester, Inglaterra, un editor de un diario, que se llamaba
Roberto Raikes. Era cristiano y un ciudadano de cultura que anhelaba servir a Dios y a su
prójimo.
Los ciudadanos de Gloucester habían notado que en los barrios pobres de la ciudad se
había desatado una ola de pillaje y vandalismo entre los niños. Estos ciudadanos elevaron
una súplica a Raikes pidiéndole que por medio de su diario pusiera una buena reprimenda
a los padres de esos niños malhechores. Pero Raikes vio que eso no era todo lo que se
debía hacer. Dios le hizo comprender la verdadera condición moral y espiritual de estos
niños. Rodeados de toda clase de vicio, no tenían nada para ayudarles a vivir una vida
mejor. Raikes propuso, con la ayuda de Dios, abrir una escuela donde no solamente se
les enseñara a leer y a escribir, sino principalmente la Palabra de Dios.
Lo extraño es que Roberto Raikes estuviese solo en esa empresa benévola. En lugar de
simpatía, recibía burlas y oposición. Pero a pesar de todas las dificultades, este hombre
de Dios seguía con sus planes. Al fin encontró una casa adecuada y abrió allí la primera
escuela dominical de los tiempos modernos.
La lucha en el principio era terrible, porque los niños no querían reformarse ni recibir
instrucción; pero Raikes y sus ayudantes seguían luchando y orando, y al fin tuvieron
buen éxito. La primera casa se llenó y consiguieron otras, hasta que se establecieron
escuelas dominicales en todos los barrios pobres de la ciudad. El resultado más
importante era la salvación de las almas de muchísimos niños que fue efectuada por las
escuelas dominicales establecidas por Naike.
Juan Wesley fue el amigo más poderoso que encontró este nuevo plan. Wesley pronto
reconoció sus méritos y escribió: “Creo en verdad que estas escuelas dominicales son las
instituciones más nobles que han aparecido en Europa por siglos. Se aumentarán más y
más si los maestros y los oficiales son fieles a sus deberes.”
En solo cuatro años se establecieron escuelas dominicales con dos mil quinientos alumos,
y cuando murió Roberto Raikes en 1811, la asistencia en todas las escuelas había crecido
a cuatrocientos mil.
4. LA ESCUELA DOMINICAL HOY DÍA.
Aunque la escuela dominical tuvo su origen en Inglaterra, se desarrolló y creció con más
rapidez en América. Uno de los primeros obreros en la escuela dominical, Esteban
Paxson, fue convertido por medio de su hija, y ella había sido salvada en una escuela
dominical. Su padre dedicó su vida a esta obra. Viajaba de una aldea a otra, en medio de
peligros y penalidades indecibles, y organizó 1314 escuelas dominicales con 83405
alumnos y maestros. Durante todo el siglo diecinueve el crecimiento de este movimiento
seguía del mismo modo. Hoy en día hay más alumnos y maestros de escuela dominical
en los continentes de América que en cualquier otra parte del mundo.
EL ORDEN DE LA REUNIÓN.
La preparación preliminar para la reunión.
A. Alistar las salas de clase, o faltando salas, los sitios que se disponen para las
clases.
B. Alistar el equipo necesario, como: tableros de franela, mesas, bancas, etc.
C. Disponer las bancas en el auditorio para que puedan sentarse juntos todos los
niños y jóvenes en los grupos que forman las clases.
D. Se prepararán todos en oración.
El orden de apertura.
La apertura es el período de alabanza y devoción en que se cantan himnos y coros y se
elevan oraciones a Dios. El fin principal que se persigue es el de traer en armonía
espiritual a todos los congregados.
Para lograr estos propósitos, la apertura debe ser bien planeada e incluir los elementos de
entusiasmo, adoración o inspiración.
Para el maestro: En caso de tener que tratar con un niño fastidioso o que se porte
mal, tengamos mucho cuidado de no zaherir al niño. Trátele con todo el amor y
consideración posible, procurando ganar su interés y atención así, en lugar de
amenazarle o hablarle con palabras despreciativas.
ACTIVIDADES ESPECIALES.
Una manera interesante de despertar el interés y el entusiasmo en los niños es a través
de actividades especiales en días especiales.
Programas breves en días especiales.
Se puede presentar en la apertura de la escuela dominical un programa especial
relacionado con la Navidad, la Semana Santa, el Día de las Madres, Día del Padre, un día
para las Misiones etc.
Premios de estímulo.
Agrega mucho interés y estímulo la repartición de premios en reconocimiento de especial
fidelidad y cumplimiento durante el año. Los premios pueden ser Biblias de distintos
valores. Nuevos Testamentos, u otros libros de valor espiritual.
A. Reconocer la clase de honor. Puede reconocer como “Clase de honor” a la
que ha traído más visitantes a la escuela dominical de domingo en domingo.
B. Reconocer el alumno más activo. Puede reconocer el alumno que ha traído
mayor número de visitantes.
C. Una competencia. Se puede organizar una competencia, dividiendo toda la
escuela dominical en dos partidos por clases, más o menos iguales. El
propósito es ver cuál de los partidos traerá más personas nuevas a la escuela
dominical durante cierto tiempo determinado y un mes, dos meses, según se
crea conveniente. Se debe anunciar cada domingo el progreso de los dos lados
para mantener vivo el interés.
D. También se pueden dar premios por: La más fiel asistencia durante el año.
Se pueden seleccionar los tres mejores entre los jóvenes y entre los niños. Esto
indica 9 premios que se deben graduar en valor según la edad y según sea el
primero, el segundo o el tercero.
EL EVANGELISMO EN LA
ESCUELA DOMINICAL
La hora de clase.
La persona clave para el evangelismo en la escuela dominical es el maestro. La razón
más importante de la enseñanza es ganar cada miembro de la clase para el Señor. El
maestro deberá estar preparado en todo momento para responder las preguntas del
alumno acerca de la salvación, y ser capaz de guiarle al conocimiento de la salvación.
Para estar mejor preparado a ayudar al alumno, el maestro deberá:
1.
2.
3.
4.
5.
Conocer la necesidad espiritual de cada miembro de la clase.
Conocer el ambiente en el cual vive.
Orar definitivamente por la salvación y crecimiento espiritual de cada uno.
Desarrollar una atmósfera en la clase que ayude a los alumnos a responder.
Estar alerta para reconocer el movimiento del Espíritu Sano y dar
oportunidades en la clase para decisiones.
6. Reconocer que el trabajo empieza justamente cuando el alumno acepta a
Cristo. Ayúdele a hacer una confesión pública; ayúdele a comenzar en forma
sistemática la lectura bíblica y la práctica de la oración. Proporciónele
oportunidades de estar con otros cristianos y de servir al Señor.
EL DESAFÍO DE LAS ESCUELAS DOMINICALES
1. El desafío que presenta un mundo en tinieblas. Este es un desafío muy grande.
La escuela dominical debe brillar como una luz en medio de las tinieblas
espirituales que cubren al mundo hoy en día.
2. El desafío que presenta la evangelización. La escuela dominical es la agencia
de evangelización de la iglesia; es un brazo de extensión. La mayor parte de los
miembros de la iglesia son producto de la escuela dominical.
3. El desafío que presenta la educación cristiana. Las escuelas públicas, tanto en
el nivel primario como en el secundario, están totalmente secularizadas. La Biblia y
sus enseñanzas no son parte de las materias a estudiar. Muchos padres también
han fracasado de darles a sus hijos una educación cristiana adecuada. En acierto
sentido la iglesia ha descuidado también su ministerio de enseñanza. Solamente la
escuela dominical proporciona enseñanza doctrinal a los niños y a los jóvenes. En
menos de treinta horas por año se debe preparar al niño para que viva una vida
cristiana en tanto que está sobre la tierra y para que tenga vida en el más allá.
¿Una tarea imposible? En ninguna manera, es un gran desafío que puede
realizarse por medio de maestros consagrados y llenos del Espíritu Santo.
4. El desafío que presenta la preparación de dirigentes. La iglesia de mañana está
constituida por la escuela dominical de hoy. Si queremos buenos dirigentes para
dentro de diez años, si el Señor no viene antes, debemos comenzar a prepararlos
ahora. La participación en una buena clase de escuela dominical será el primer
paso en la preparación de buenos dirigentes. El enseñar una clase capacita al que
la enseña para un ministerio mayor, si así Dios lo guiara.
5. El desafío que presenta la obra misionera. Si nuestro propósito es contar con
una iglesia misionera tanto de corazón como de acción, debemos comenzar a
preparar a los niños en nuestras escuelas dominicales, buscando de crear en ellos
un espíritu misionero y también debemos hacerles ver su responsabilidad como
mayordomos de Dios.
Tal vez muchos de los misioneros del mañana están hoy sentados en nuestras
clases de escuela dominical, y un maestro que siente profundamente en su
corazón una carga por la obra misionera, oirá el llamado divino y se ofrecerá a sí
mismo a trabajar en otro lugar de su país, o en otro país en el momento oportuno.
La obra misionera y la escuela dominical deben marchar tomadas de la mano.
6. El desafío que presenta la delincuencia juvenil. Millones de niños y
adolescentes no estarán en la escuela dominical el próximo domingo. De esa gran
multitud que no recibe ninguna instrucción religiosa salen los delincuentes que día
en día aumentan en nuestra sociedad. La delincuencia juvenil y los crímenes son
los grandes enemigos del mundo. Sin embargo, la escuela dominical es el enemigo
más temible de esas fuerzas del mal.
Si podemos llevar a los niños a la escuela dominical, podremos quebrantar el poder
de la delincuencia juvenil y contrarrestar la ola de crímenes que está azotando a
nuestro mundo.
7. El desafío que presenta Cristo. Jesús pronunció palabras tales como: “Dejad a
los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los
cielos.” Así mismo dijo: “También tengo otras ovejas que no son de este redil;
aquellas también debo traer.” “Apaciente mis corderos.” “Yo soy el buen pastor; el
buen pastor su vida da por las ovejas.” “Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura.
Estos son algunos de los desafíos que no podemos, que no debemos pasar por
alto. ¿Qué es lo que estamos haciendo al respecto en nuestras escuelas
dominicales?
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