Consideraciones sobre los procesos de comprender y aprender

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Consideraciones sobre los procesos de comprender y aprender. Una
perspectiva psicológica para el análisis del entorno de la Educación a
Distancia.
Manuel Esteban Albert
Universidad de Murcia.
Resumen.
Este documento, con dos partes bien delimitadas, presenta un apretado resumen acerca de las
últimas aportaciones de la psicología en el campo de la educación. ¿Cómo aprenden los
aprendices? ¿Cómo aprendemos los adultos? Se presenta una reflexión en la segunda parte sobre
las características especiales del entorno de la EaD. ¿Cómo aprendemos cuando el aprendizaje
tiene que darse en la EaD? ¿Cuáles son las exigencias, requisitos y ventajas que puede tener el
aprendizaje en la EaD?
Hace 50 años –pensaban los teóricos del aprendizaje de la época- era
suficiente y necesario con delimitar el comportamiento concreto y establecer
las condiciones en que éste se producía para analizar, explicar y predecir los
resultados del aprendizaje y, en su caso, tratar de condicionarlo. Naturalmente,
este enfoque mecanicista sólo sirvió para explicar cierto tipo de aprendizajes.
Al día de hoy, subsisten importantes interrogantes sobre el aprendizaje
humano, sobre todo cognitivo, y los efectos de las condiciones en que éste se
produce.
La psicología de las dos últimas décadas ha realzado no sólo los
procesos cognitivos que subyacen a las diversas manifestaciones
comportamentales sino también los aspectos procedimentales en que se
apoyan dichos procesos. Las dificultades para lograr un sistema comprensivo
sobre el aprendizaje humano han multiplicado las teorías y enfoques que
rinden cuenta del mismo acentuando unos u otros aspectos implicados en él.
Por ello sigue siendo preciso acudir a diversos modelos para aproximarse a
explicaciones más globales. En este documento trataré de hacer un resumen de
aportaciones diversas de varios modelos que pueden permitir aproximarnos a
comprender algunos de los elementos que integran el proceso y fenómeno de
aprender, es decir el sujeto que aprende donde se exponen nociones básicas
para comprender el proceso, papel de la inteligencia en un enfoque cognitivo,
función de los esquemas y su aprendizaje, la importancia de los elementos
procedimentales como son las estrategias y la función reguladora y de control
de la metacognición. A las dificultades aludidas para tener una visión
comprensiva de un proceso complejo que se produce en estrecha interacción
con la enseñanza, con el profesor, con los compañeros, con los diversos
contenidos y materias se añaden las derivadas de los diferentes contextos en
que éste se produce, sus diferentes recursos y potencialidades. Para facilitar
una adecuada comprensión del documento, que no es sencillo para los no
iniciados en términos y conceptos psicológicos, aconsejo hacer una lectura
completa del documento aunque su trabajo en tareas lo haya distribuido en
dos fases diferentes, una, para el análisis del apartado 1 relativo al aprendiz y
la siguiente para el apartado 2 dedicado al entorno de la EaD.
1. El sujeto que aprende (aprendiz).
El análisis y comprensión de las características internas y externas del
aprendiz son decisivas para la explicación del proceso de aprendizaje:
personalidad, edad, motivación, estilos cognitivos, recursos, estructura de
conocimientos, etc.
Desde una perspectiva estrictamente psicológica, el aprendiz es el
elemento central de todo el proceso. No sólo por los condicionantes que se dan
cita en él sino también porque, según el constructivismo, el resultado de todo
aprendizaje es fruto de una actividad directa y personal del aprendiz que
construye su conocimiento y elabora significados.
En la actualidad ya no se concibe la inteligencia como un caudal, mayor
o menor para cada uno, del que dimana, automáticamente, la competencia para
aprender, hablar, resolver problemas, pensar y hacer todo tipo de
operaciones intelectuales. La competencia cognitiva de cada sujeto esta
integrada por pequeños elementos, simples y complejos, que se organizan de
determinada manera para resultar eficaces en las funciones de análisis e
interpretación, adquisición, codificación y recuperación de la información.
Los aprendizajes nuevos están en estrecha dependencia de las ya citadas fases
del proceso y su adecuada interdependencia marca la diferencia entre lo útil y
lo inútil, lo eficaz y lo ineficiente, lo productivo y lo efímero en relación con
el resultado de nuestro aprendizaje. Esta elemental perspectiva de nuestro
sistema cognitivo -–prescindiendo de otros aspectos técnicos, ahora poco
relevantes para nuestra reflexión- nos permite una idea de la importancia de
los procesos y de esos elementos –formalmente menores en su individualidadque constituyen el engranaje de todo el proceso y que genéricamente podemos
llamar procedimientos, porque forman parte –permitidme la expresión tan
poco psicológica pero muy filosófica- del método de pensar.
Unas de las cuestiones más debatidas –aún hoy día- es si esos elementos
procedimentales que son tan sustanciales en el proceso de analizar y elaborar
la información se encuentran más o menos vinculados con la naturaleza del
sujeto. O dicho de otro modo, si son algo innato o bien predisposiciones muy
consustanciales al sujeto o, por el contrario, son periféricos, externos y, por lo
mismo, susceptibles de aprenderse, entrenarse e inducirse intencionalmente
mediante instrucción o entrenamiento. Llegados a este punto, sería
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conveniente recordar que hay dos diferentes tipos de elementos
procedimentales, como hemos definido, cuya dependencia de la naturaleza del
sujeto es diferente. Me quiero referir ahora a los esquemas cuya visión y
funciones fueron sugeridas por Rumelhart y Norman (1983) y las estrategias
una de cuyas primeras aportaciones corresponden a Flavell y Wellman (1977).
En efecto, la teoría de los esquemas constituye en la actualidad una útil
y eficaz representación de lo que sucede en los entresijos del pensar, resolver
y decidir basada en la “metáfora de los ordenadores”: Funciones tales como
las de ordenar, jerarquizar, agrupar el conocimiento y, además, realizar otras
necesarias para la adquisición de nuevos conocimientos como son la
codificación de la información (a través de diversos procesos de selección,
abstracción, interpretación o integración) y la recuperación de la misma son
hoy adecuadamente explicadas por la teoría de los esquemas. Pues bien, al
margen de precisiones irrelevantes, todo parece indicar que los esquemas
forman parte, apurando la metáfora de los ordenadores, del “hardware”, en
este caso del sujeto. Sin embargo, sí es posible y útil el entrenamiento y
aprendizaje mediante esquemas, bien sea espontáneo bien sea inducido, que
mejora la capacidad de adquisición de conocimientos e incrementa el volumen
de información ordenada disponible. Rumelhart y Norman (1978) proponen
tres formas diferentes de aprendizaje por esquemas:
-aprendizaje por agregación
-aprendizaje por reestructuración
-aprendizaje por ajuste.
Como puede deducirse, esta visión del “quehacer intelectual cognitivo”
de un aprendiz organizando sus conocimientos (memoria) para usarlos luego
en la adquisición de nuevos conocimientos es esencialmente una visión
constructivita del aprendizaje.
Por otra parte, existen otros elementos más periféricos –en el sentido de
que no pertenecen de por sí a la naturaleza del sujeto- entre los que cabe
destacar las llamadas estrategias de aprendizaje. En la actualidad la raíz del
término estrategia es ampliamente utilizada en diferentes contextos,
económico, empresarial y de gestión, político, e incluso educativo. Pero la
acepción original de la voz remite a nociones y términos militares de cuyo
contexto se puede obtener su pleno significado. Por supuesto, el origen
logístico del término sugiere ya claramente la idea de que se trata de acciones
diversas cuya característica común es la de que forman parte de un plan, de
una finalidad a la que cada una contribuye complementariamente. Todas, unas
y otras, son necesarias en diferente medida y concurren al éxito del plan
establecido. Schmeck (1988) lo resume así, una vez aplicado al ámbito de las
funciones cognitivas: “una estrategia de aprendizaje es una secuencia de
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procedimientos (idea de plan) que conducen al aprendizaje y que los
procedimientos específicos dentro de esta secuencia se llaman tácticas”.
Haré referencia, para terminar este apartado referido al sujeto, a algunas
consideraciones, sin duda conocidas, pero que me parecen relevantes para la
reflexión que pretendo suscitar.
En primer lugar, quiero resaltar el hecho de que las estrategias y las
tácticas se practican, se adquieren por la ejercitación y, por ello mismo, son
susceptibles de ser objeto en sí mismas de un plan estratégico: entrenar a
aprendices hasta lograr el dominio de determinadas tácticas y estrategias. Por
tanto, generalmente se entiende que las estrategias son asequibles a la
educación que puede -¿y debe?- planificar su adquisición.
Un nuevo elemento a considerar. Tanto táctica como estrategia, la
actividad que implican requieren del dominio de habilidades o destrezas que
ha de poseer el aprendiz. Éstas también se adquieren por ejercitación pero
están más vinculadas a la naturaleza del individuo. La diversidad de
habilidades requeridas para la actividad intelectual hace difícil hacer
generalizaciones, pero podemos decir que éstas se adquieren por la práctica y,
una vez adquiridas, se automatizan por lo que no requieren conciencia,
autoconocimiento o introspección para su dominio y uso. Son acción y se
constituyen en acción cuando se les requiere. Sin embargo, lo propio de las
estrategias no es ser acción sino plan hacia un fin. Este carácter propio hace
depender las estrategias de motivos, planes y decisiones que ha de formular,
precisamente a ese nivel, el aprendiz.
Esto nos remite al tercer elemento que quería considerar: el de la
metacognición. Este pedante e inadecuado término –aunque útil- sugerido por
Flavell nos sirve para designar “el conocimiento que tenemos de nuestras
cogniciones” (Brown, 1978). Buron (1988) propone otras terminologías como
“conocimiento autorreflexivo” o “intracognición”. En definitiva, se trata de
designar un proceso interno, personal, autorreflexivo sobre nuestros propios
procesos de pensamiento y el alcance y los límites de nuestro propio
pensamiento y aprendizaje. Con la reflexión sobre este tercer elemento que
presento alcanzamos el núcleo de la reflexión que nos ocupa. En efecto, las
estrategias sólo son tales dentro de un plan pero para ello se precisa de la
conciencia de nuestras posibilidades y limitaciones en el ámbito de nuestro
pensamiento y aprendizaje. Luego el primer paso es el de tomar conciencia de
nuestra metacognición. Ser reflexivos sobre nuestros procesos de pensar y
aprender. Comprobar si lo somos. Aprender a serlo.
Alcanzamos así, desde esta reflexión, dos nuevos elementos a
considerar e incluir en nuestras propuestas educativas y autoinstructivas:
aprender a aprender que es, en última instancia, el proceso de hacerse
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consciente de las propias posibilidades de pensamiento y poner en marcha
planes estratégicos para su mejora; la autorregulación del propio proceso de
aprender y pensar es la función que se espera de un efectivo y deliberado
conocimiento de nuestras posibilidades de aprendizaje.
2. El entorno de aprendizaje.
Aunque el constructivismo ha resaltado siempre –¡el constructivismo
no es de ahora!- el papel activo del sujeto en la adquisición de conocimientos
hasta el punto de hacer palidecer otros elementos importantes de ese proceso
como el profesor, no hay que descuidar sino todo lo contrario –incluso en el
nombre del constructivismo- el efecto modulador y organizador sobre el
aprendizaje de los entornos específicos.
Durante mucho tiempo la psicología y las ciencias de la educación se han
ocupado casi exclusivamente por el estudio e investigación de los procesos de
enseñanza-aprendizaje en el contexto escolar. Sin duda, la importancia social
del sistema educativo, sus graves problemas, en gran parte sin resolver a pesar
de la asignación de potentes recursos, y la alta financiación requerida por el
mismo han forzado a esta selectiva focalización de los intereses de los
expertos. La actual década, sin embargo, ha sido pródiga en mirar a otros
contextos donde la educación se realiza y, sobre todo, se va a desarrollar en el
futuro.
En efecto, el dinamismo y los condicionantes externos del mundo de
hoy en todos sus ámbitos, desde la familia a la empresa, de la escuela a las
asociaciones profesionales, desde la infancia hasta la misma muerte, obliga a
los ciudadanos de nuestro tiempo a permanecer en una situación -¿también ha
de tener la actitud?- de continuo aprendizaje. Hay que afrontar una “sociedad
del conocimiento” donde los aprendizajes adquiridos ya no serán, nunca más,
suficientes y acabados sino, simplemente, base para construir nuevos
conocimientos, nuevas destrezas y nuevas estrategias para adaptarse a tan
diversas y cambiantes situaciones. Bajo esta conciencia colectiva de nuevos
retos educativos se han acuñado términos tales como “educación continua”,
formación permanente, educación a lo largo de la vida (Lifelong Learning) en
torno a los cuales se han desarrollado aplicaciones conceptuales de la
psicología y la educación.
Una particular atención ha merecido y está mereciendo el fenómeno de
la Educación a Distancia (EaD) -(Open and Distance Learning, ODL)- en una
triple dimensión:
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-como nuevo reto a afrontar para tecnólogos, psicólogos,
educadores, etc.
-como nuevo y potente instrumento para el aprendizaje.
-como nuevo y peculiar entorno de aprendizaje.
Aquí nos referimos a esta tercera dimensión de la Educación a Distancia
(EaD) a través de Internet que es la que compete a los objetivos de nuestro
módulo cuyas características resultarán, quizás, una obviedad para quienes
trabajáis en este medio.
El entorno define un ámbito propio de aprendizaje donde los tres
elementos con que caracteriza Gagné el aprendizaje –tipos de aprendizaje,
resultados y condiciones- o, al menos los dos últimos, están determinados por
dicho entorno. Desde la perspectiva constructivita en que hoy se sitúa el
aprendizaje, ello implica que el aprendiz ha de adaptar los procedimientos de
su manera de aprender a una nueva situación, a unas nuevas condiciones y a
nuevos materiales y medios para el aprendizaje. Como ya me he referido a las
prescripciones que derivan del sujeto que aprende, mencionaré -a riesgo de
insistir- los elementos que han de ser sometidos a examen y analizados en la
delimitación de un entorno de aprendizaje:
-La adquisición de conocimiento, tareas y la aplicación de las destrezas
requeridas ha de hacerse en un contexto significativo y dotado de
sentido.
-El entorno de aprendizaje ha de fomentar el desarrollo de una
conciencia de los conocimientos poseídos y de la metacognición del
aprendiz que incremente las posibilidades de su autorregulación y
autoinstrucción.
-Deben ser conocidas –y, consiguientemente, programada su
utilización- las estrategias más adecuadas al contenido y a las
condiciones determinadas por los factores de aprendizaje y el entorno.
-Han de estar determinadas las condiciones del cambio conceptual que
sea requerido y ha de favorecerse, mediante simulaciones o analogías, el
proceso de cambio propuesto.
-Es importante que el entorno identifique el modelo de aprendiz ideal
para alcanzar los resultados previstos y establezca los medios para
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evaluar la clase de representaciones buscadas y el cambio que pueda
producirse de unas a otras.
-Han de estar determinadas las relaciones –tipo y naturaleza de la
interacción- entre el/los educador/es y el aprendiz y el papel de éstas en
la construcción de nuevos conocimientos.
-Ha de establecer o concretarse el papel de la interacción entre los
aprendices, si existe, y el de la cooperación de cara a los resultados de
aprendizaje.
-La elaboración de materiales basados en los principios de la psicología
cognitiva de la instrucción que constituyan una colección de
herramientas que integren y consideren los elementos esenciales de la
situación de enseñanza-aprendizaje: conocimientos previos del
aprendiz, presentación del contenido de aprendizaje, propuestas de
actividades de aprendizaje, evaluación, feedback, etc.
-El papel del profesor en este entorno ha de replantearse desde las
condiciones muy peculiares con que se diferencia de los más
convencionales contextos de aprendizaje. Los materiales, las
actividades, el encuadre general del proceso, la función orientadora y,
en su caso, directiva, la secuenciación de los contenidos, así como
otras funciones, adquirirán perfiles muy característicos que han de estar
delimitados con atención al medio y respeto al proceso muy personal de
aprendizaje que requiere el entorno. Podría decirse que, en cierto modo,
pierde algo de su relevancia la necesaria competencia científica del
profesor para quedar más resaltada la delicada función de mediador de
los aprendizajes. Favorecer el pensamiento reflexivo y crítico, ejercer la
difícil tarea de mantener viva y estimular la motivación así como
mantener la atención orientada a los núcleos de los asuntos estudiados
va a requerir de los profesores de este entorno nuevos hábitos y
habilidades poco comparables a los comunes en los medios
presenciales.
Me referiré brevemente a algunos de los elementos que me parecen
esenciales en la situación enseñanza-aprendizaje en la Educación a Distancia
(Internet) y que, para un adecuado uso de los recursos que ofrece, hemos de
esforzarnos en delimitar.
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- Es esencial la precisa delimitación de la situación, de los objetivos y
de las actividades. El entorno de aprendizaje ha de quedar definido con
precisión para el aprendiz. Conviene evocar aquí un modelo de aprendizaje
que me parece particularmente útil y adecuado para el análisis que hemos de
hacer. Se trata del modelo de aprendizaje acumulativo de R. Gagné y Biggs
(1979).En él se establece la necesaria diferenciación entre tres elementos que
se consideran determinantes de la instrucción y del aprendizaje, a saber, los
tipos de aprendizaje implicados en la tarea o contenido a aprender, los
resultados o productos del aprendizaje que se espera y, finalmente, las
condiciones del aprendizaje.
En cuanto a los tipos de aprendizaje es de apreciar que Gagné nos haya
hecho observar que el aprendizaje no es mecanismo automático de carácter
general sino un proceso especializado determinado por la naturaleza de la
tarea y de los resultados pretendidos. Así, él diferencia entre los tipos de
aprendizaje a) la información verbal; b) las habilidades intelectuales; c) las
estrategias cognitivas; d) las actitudes y e) las habilidades motoras. Cada uno
de estos tipos se corresponde con un producto de aprendizaje específico y
requiere unas condiciones internas y externas que faciliten el aprendizaje. El
objetivo pretendido por estos autores es deducir de unos principios basados en
las aportaciones científicas de la psicología del aprendizaje un modelo de
instrucción que pueda establecer principios generalizables a las diferentes
situaciones educativas. Entre los más conocidos que se derivan de esta teoría
se encuentran las llamadas jerarquías de aprendizaje que no son otra cosa
que la ordenación de las habilidades intelectuales implicadas en el logro de un
objetivo que deben explicitarse en la instrucción. También se ha difundido en
el mundo de la instrucción el análisis de tareas, técnica que permite
establecer el paralelismo entre las tareas requeridas en una actividad o
aprendizaje y las habilidades intelectuales requeridas para su ejecución.
Ambas deben estar determinadas en toda programación de la instrucción.
La necesaria planificación de la enseñanza propuesta por Gagné se
basa en
1.La clara formulación de objetivos que deben dejar constancia a) no
sólo del propósito educativo; b) sino también de la acción que debe realizar el
alumno; b) del objeto de la ejecución; c) el detalle de la situación que ha de
afrontar el alumno; d)los medios, instrumentos y limites con que se enfrenta
el alumno en dicha situación y e) el tipo de habilidad y competencia
cognitiva implicada en la actividad.
2.Asimismo, ha de planificarse la selección de sucesos instruccionales
que consiste en la clara especificación de las condiciones externas de la
situación de aprendizaje. Entre las que pueden considerarse se encuentran: a)
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estimular la atención; b) informar de los objetivos al aprendiz; c) estimular la
recuperación de prerrequisitos; d) presentar el material; e) ofrecer guías para
el aprendizaje; f) promover y facilitar la ejecución; g) proporcionar
retroalimentación informativa; h) evaluar la ejecución; i) promover la
retención y la transferencia.
3. Gagné establece algunos criterios para la individualización de la
enseñanza que ha de basarse en: a) el conocimiento por el instructor de las
habilidades subordinadas del aprendiz –o conocimientos previos; b)
también ha de prestarse atención a la capacidad verbal del aprendiz por la
alta dependencia que existe entre esta habilidad intelectual y los resultados de
la instrucción y c) el ritmo de aprendizaje del alumno.
4.Finalmente, Gagné propone un sistema de evaluación que consiste en
la comparación de la ejecución del aprendiz con los objetivos propuestos y la
propuesta de nuevas medidas en función de los resultados.
Aún quiero hacer referencia a otro modelo que ofrece un marco teórico
para establecer y delimitar los rasgos del entorno y su relación con el
aprendizaje. Mencionaré algunos de los conceptos más relevantes de la teoría
de Vigotsky.
1.En primer lugar, es de destacar el principio de la doble formación de
los procesos psicológicos superiores, a saber, el nivel externo, social o
interpersonal y el nivel interno, individual o personal. En otros términos,
desde la formación de nuestras capacidades intelectuales todas nuestras
adquisiciones cognitivas han de realizar este doble proceso de construcción, el
social o interpersonal en el que los contenidos o aprendizajes han de adquirir
su significación social y el interno o intrapersonal donde los mismos
significados adquieren el nivel de representaciones internas propias del sujeto
y se organizan internamente con el conjunto de las del propio aprendiz. En
definitiva, socialización e interiorización son dos momentos del proceso de
construcción de conocimientos nuevos. En consecuencia, toda instrucción
debe programar los elementos que permitan al aprendiz el doble itinerario
descrito: hacia la significación social de los contenidos y hacia la
representación mental de los mismos.
2. Para lograr esa integración de conocimientos en la realidad psíquica
del individuo humano -en este caso del aprendiz- y en su origen de la especie
humana se articulan dos tipos de instancias –que Vigotsky denomina
mediaciones- que permiten el acceso tanto a la competencia cognitiva en sí
misma como a las representaciones mentales de los contenidos a aprender en
un momento dado. De una parte, está la mediación instrumental en virtud de la
cual el aprendiz consigue elevarse al ámbito conceptual y cognitivo a través de
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los instrumentos cotidianos al modo como los signos permiten acceder a
símbolos y conceptos. De este modo cabe considerar, entre otros muchos, a las
nuevas tecnologías de la información como instrumento que permite a los
humanos de hoy acceder a nuevos conceptos, nuevos conocimientos y nueva
comprensión de hechos y fenómenos actuales. En el mismo rango cabe situar
otros muchos ingredientes de nuestra cultura que sirven instrumentalmente –
como una herramienta- a la construcción de nuevos conocimientos, de los que
el lenguaje es el principal exponente.
3.Además de la mediación instrumental, los humanos son asistidos en
su comprensión del mundo –pero también en la adquisición de las destrezas
para lograrlo- por sus congéneres adultos de quienes reciben –explícita e
implícitamente- las reglas, normas, procedimientos, códigos y claves para
insertarse inteligentemente en su cultura. El modelo de Vigotsky interpreta la
asistencia y orientación de los mayores – por muy implícita que sea- como una
tutoría y guía de los nuevos aprendices hacia un proceso de asimilación y
comprensión de la significación del mundo.
4.La actividad constituye el principal motor para la adquisición de
sentido y significado y por ello mismo se constituye en la fuente de toda
motivación. Así pues, la actividad, entendida como conjunto de acciones y
operaciones, ha de ser un ingrediente esencial de los procesos de enseñanzaaprendizaje, también en el medio informático y en el entorno de la Educación
a Distancia.
He aquí, en un apretado resumen, los principios del aprender en un enfoque
hoy dominante en el ámbito de las teorías psicológicas del aprendizaje: que
todo aprendizaje tiene una doble vía de acceso o un doble proceso, una vía
interpersonal y social –aprendemos de los otros y con los otros- y otra,
interpersonal –nada puede sustituir la íntima personalización del aprendizaje-.
Oír, escuchar, observar, imitar, obedecer, oponerse, discutir, disentir y otras
muchas más, son acciones que nos conducen a aprender y a ser quienes
somos. Pero, a la vez, hemos de reflexionar interna y personalmente para que
aquellas ideas, acciones, valores o razonamientos pasen a constituir parte de
nosotros mismos. La segunda idea que promueve este enfoque es la del valor
procedimental que tienen los mediadores. Es éste un concepto central y de
suma importancia para concebir el aprendizaje en la EaD. Probablemente en
ninguna otra situación se podrá apreciar tanto el decisivo papel de los
elementos de mediación como en la EaD donde cada uno tras, la pantalla del
ordenador, pueda llegar a hacer propios los conceptos, valores, ideas, acciones
que han sido “recibidos”, “percibidos”, “captados”, “promovidos” por otras
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personas (mediación social) o por elementos instrumentales (internet,
documentos, webs, recursos, actividades y tareas, etc.).
El tercer elemento a que he aludido en el llamado enfoque históricosocial de Vigotsky es igualmente pertinente al campo de la EaD. Destaca y
acentúa el importante papel de los mayores, de los tutores en la guía y
conducción hacia el aprendizaje de los otros. Probablemente nada más
importante que reflexionar sobre el papel de la tutela, la orientación y el
“acompañamiento” en el proceso del aprendizaje en el marco de la EaD tanto
si lo miramos desde la perspectiva del aprendiz como si lo hacemos desde la
orilla del orientador y tutor. Son elementos a elaborar en su aplicación al
ámbito en que nos estamos moviendo en este curso.
Finalmente, la motivación –importante en cualquier aprendizaje ya que
es la fuente de donde tomamos energía para realizar las acciones y tareas
correspondientes- es el factor psicológico más fuerte y poderoso con que ha de
contar el aprendiz que se aventura en el singular proceso de aprender a través
de EaD. Sin ella, los demás elementos mediadores se desvanecerán, se
relajarán y finalmente, se puede producir el abandono de la tarea.
Para terminar quiero volver a resituar el punto de focalización de este
documento. Para entender lo que ocurre cuando tenemos que utilizar Internet y
sus recursos con fines educativos y formativos hay que atender a dos puntosclave al menos: los requisitos del sujeto, sus procesos, habilidades, esquemas
y estrategias que ha de poner al servicio del aprendizaje y los requisitos
propios del entorno EaD. Hallar las implicaciones específicas que uno y otro
tienen para el proceso de aprender y enseñar en EaD –objeto de este curso- es
a partir de ahora el objetivo de la reflexión personal y colectiva en el contexto
de este curso.
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