PARTICIPACIÓN DE LA SEÑORA MINISTRA OLGA SANCHEZ

Anuncio
PARTICIPACIÓN DE LA SEÑORA MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO
DE GARCÍA VILLEGAS, EN LA CONFERENCIA INTERNACIONAL SOBRE
DESCENTRALIZACIÓN, PODER LOCAL Y DERECHOS DE LAS
MUJERES, ORGANIZADO POR EL INTERNATIONAL DEVELOPMENT
RESEARCH CENTER, Y EL PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL
DESARROLLO, EL 19 DE NOVIEMBRE DE 2008, EN EL AUDITORIO DE
LA SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES, EN LA CIUDAD DE
MÉXICO.
PODER Y JUSTICIA DE GÉNERO.
Entre la impotencia y la justicia
YZ
"La justicia sobre la fuerza, es la
impotencia, la fuerza sin justicia es
tiranía".
Blaise Pascal (1623-1662).
Científico, filósofo y escritor
francés.
Es para mi un honor poder participar en
este foro, el primero, hasta donde llega mi
memoria,
en
experiencia
el
que,
compartiendo
internacional,
nos
la
hemos
dispuesto a mirar la situación del poder y las
mujeres;
a
perspectiva
cotidiana,
mirar
de
desde
al
poder
género,
la
que
desde
no
perspectiva
es
de
una
la
las
mujeres, a mirar al poder “con ojos de
mujer”. Algo que, hasta hace muy pocos
años,
resultaba,
por
decir
lo
menos,
inusitado.
En efecto, hace ya muchos años que en
México estamos intentando, con algunos
buenos resultados, avanzar en eliminar de
nuestra legislación cualquier negación o
discriminación que, con base en el género,
impida a hombres y mujeres tener acceso al
poder. La incorporación de las mujeres en
tareas de gran calado, como las que tienen
que ver con el ejercicio del poder a todos los
niveles, era, hasta hace muy poco, una
utopía bellísima, un buen deseo, uno más de
los pendientes de México.
Desde hace algunos años, la perspectiva
de género se ha ido convirtiendo en una
2
herramienta
indispensable1
para
ir
revirtiendo ese proceso, no solo a través de
la legislación; sino, en buena medida, a
través de muchas otras acciones de los
poderes públicos en los diversos órdenes de
gobierno. No puedo dejar de reconocer que,
en muchos frentes, la perspectiva de género
sigue siendo esa utopia a la que fuimos
llamadas
en
comenzamos
los
a
años
sesentas
vislumbrar
y
como
que
una
realidad hasta muy entrada la década de los
noventas; pero hoy (la organización de este
evento, la presencia de todos ustedes y los
ponentes que participan me lo confirman), es
uno de los pendientes más importantes en
1
“Lo jurídico está indisolublemente ligado a la emoción de lo justo y esta emoción debe inspirar el contenido
normativo del derecho. Para la recta aplicación del derecho es indispensable emocionarse ante el caso
concreto, sentir la solución justa, porque es la solución jurídica. Por ello la mujer está especialmente dotada
para toda actividad jurídica; su natural capacidad emocional, que culturalmente está positivamente
impulsada, le dan una percepción privilegiada de lo jurídico” Sánchez Cordero De García Villegas, Olga.
“Juzgar con ojos de mujer”.
3
nuestra agenda social, una de las más altas
prioridades institucionales.
Por esa razón, en lo que sigue, trataré de
dar cuenta de ello, en lo que a la Suprema
Corte de Justicia se refiere. Comienzo con la
formulación de una pregunta indispensable
que, a mi parecer, revela con sus respuestas
muchas de las carencias que por años
padecimos
¿Por
qué
es
prioritario
para
la
Suprema Corte de Justicia de la Nación
introducir la perspectiva de género en su
actividad?
1.
Para cumplir con el mandato de
proteger los derechos fundamentales
de la población mexicana.
4
La responsabilidad que tiene el Poder
Judicial Federal, a través de sus diferentes
instancias,
de
proteger
las
garantías
individuales de la población mexicana, a
través de los diversos medios de control
constitucional,
hace
que
adoptar
la
perspectiva de género sea indispensable.
Ello implica observar cómo se han tratado y
cómo se tratan o defienden los derechos
individuales de las mujeres tomando en
consideración la situación de desigualdad
histórica
existente
y
los
problemas
de
exclusión y discriminación que en México se
viven.
2. Ejercer la función de la justicia como
mecanismo de resolución de conflictos y
desplazamiento
de
la
conflictividad
social.
5
Es mandato constitucional hacer de la
función judicial un mecanismo eficaz de
resolución de conflictos, y es un reclamo
social el desplazamiento de la conflictividad.
Por ello, la determinante influencia que
tienen las resoluciones de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, los Tribunales de
Circuito y los Juzgados de Distrito en el
ordenamiento
social
de
nuestro
país,
contribuyen, en buena medida, a hacer que
esos mandatos se cumplan.2
Sobre todo, si se toman en consideración
las
transformaciones
mexicana
durante
caracterizadas
por
de
las
la
últimas
cambios
sociedad
décadas,
en
las
estructuras familiares, nuevas relaciones
entre
generaciones
y
entre
géneros,
2 Sobre dichas funciones Ver Stanley Cohen, Visions of Social Control: Crime Punishment and Classification (Nueva Cork: Blackwell,
1985).
6
incremento en la participación de la mujer
en el mercado laboral, fecundidad cada vez
más tardía, mayor nivel de escolaridad de las
mujeres, cambios en el modelo de “padre
proveedor”, y el crecimiento de los hogares
unipersonales
y
con
jefatura
femenina.
Desde esa perspectiva, los conflictos de la
sociedad actual adquieren un matiz diferente
que
debe
ser
asumido
por
quienes
impartimos justicia.
Cabe señalar, en este sentido, que los
asuntos que la Corte ha conocido en los
años recientes, referentes a las cuotas para
acceder a puestos de elección popular, la
violación entre cónyuges, la despenalización
del delito de aborto hasta las doce semanas
de gestación, entre otros, forman parte de la
irrupción de nuevos temas con problemas de
7
género producto de las transformaciones
sociales en México; pero también forman un
catálogo de respuestas diferentes que, poco
a poco, se han ido incorporando para
solucionar esos nuevos problemas.
3. Ser motor de cambio social junto con
el Poder Legislativo y Ejecutivo.
Adoptar el enfoque de género promueve
dos de los principios básicos de la justicia: la
eficiencia y la accesibilidad a la misma por
parte
de
las
tradicionalmente
mujeres
que
excluidas.
han
Incluir
sido
la
perspectiva de género en las resoluciones
judiciales hace que, en muchos ámbitos, se
susciten cambios que generan movilidad
social, rompimiento de paradigmas, cambios
de perspectiva.
8
Como
botón
de
muestra,
quisiera
destacar una resolución que particularmente
generó, en las legislaturas, tanto en los
estados como en la federal, que se incluyera
en su legislación electoral las cuotas de
género para el acceso a los cargos de
elección popular.
Al pronunciarse, en febrero de 2002,
sobre
la
Electoral
preveía
constitucionalidad
del
Estado
que,
para
de
el
de
la
Ley
Coahuila,
que
registro
de
las
correspondientes planillas candidatos a de
diputados
por
mayoría
relativa
y
de
diputados de representación proporcional,
así
como
para
ayuntamientos,
los
miembros
partidos
de
los
políticos
deberían hacerlo sin exceder de un setenta
9
por ciento de candidatos de un mismo
género.
La Corte determinó que dicha ley no
vulneraba el principio de igualdad entre el
hombre y la mujer, toda vez que, en el caso
de
que
excediera
algún
partido
o
del
setenta
por
coalición,
ciento
se
de
candidatos a diputados de mayoría relativa,
la única consecuencia sería que la primera
diputación de representación proporcional se
otorgaría
a
una
persona
del
género
subrepresentado, y una vez cumplido lo
anterior, si el partido o coalición omisas
tuvieran derecho a más curules por este
principio, se asignarían en los términos
señalados por dicho partido o coalición, con
lo que no se impedía que mujeres y hombres
10
participaran en una contienda electoral en
igualdad de circunstancias.
Al
hacerlo,
la
Corte
se
pronunció
respecto a este tipo de políticas de acción
afirmativa,
que
buscan
igualar
las
oportunidades sociales de los grupos menos
aventajados y están asociadas con medidas
que intentan corregir las inequidades de
género. Al ser las cuotas medidas temporales
que tienen como efecto cambios a nivel
simbólico, ampliación en el horizonte de
posibilidad de las mujeres, y establecimiento
de nuevas funciones en el imaginario social
para mujeres y hombres, se rompe de alguna
manera con la rigidez de los roles asignados
y se propician, como he señalado, cambios
11
sociales
que
contribuyen
a
generar
relaciones más equitativas.
4.
Cumplir
con
nacional
e
compromete
la
normatividad
internacional
a
las
instancias
que
de
justicia a: “eliminar el sesgo de género
en
la
administración
de
justicia”
(Plataforma de Beijing, CEDAW, Belem
do Pará).
En diversas interpretaciones, la Corte ha
sostenido que los tratados internacionales
tienen una jerarquía en el orden jurídico que
permite
considerarlos
derecho
y,
interpretativo.
por
Ese
como
tanto,
fuente
como
criterio
se
de
referente
ha
visto
reflejado en innumerables sentencias, en las
que, recogiendo los principios contenidos en
las
normas
de
derecho
internacional,
12
especialmente
en
materia
de
derechos
humanos, la Corte ha establecido diversos
criterios que tienden a incorporar al derecho
interno el derecho internacional.
Para dar cumplimiento a esta prioridad,
desde el treinta y uno de enero del presente,
la Suprema Corte de Justicia de la Nación
creó una Comisión de Equidad de Género
con el fin de realizar actividades tendentes a
promover
y
procurar
la
igualdad
entre
hombres y mujeres, e implementar medidas
para
impulsar
la
capacitación
y
especialización de los servidores públicos
que desempeñan funciones jurisdiccionales
en el Alto Tribunal.
Asimismo, a partir del quince de octubre
el Poder Judicial de la Federación cuenta
con una Coordinación General del Programa
13
de
Equidad
de
Género,
cuyo
objetivo
consiste en introducir e institucionalizar la
perspectiva de género para propiciar mejores
condiciones de acceso e impartición de
justicia para los grupos más vulnerables en
México.
A través de esa Coordinación General se
pretenden
realizar
acciones
de
sensibilización y capacitación a funcionarios
públicos
celebrar
con
labores
convenios
gubernamentales,
jurisdiccionales
con
y
instituciones
académicas
y
de
investigación, organizaciones de la sociedad
civil y organismos internacionales.
Para finalizar, quisiera destacar que
ningún esfuerzo institucional puede resultar
14
suficiente en este campo si no se propician
cambios en otros ámbitos. Se requiere un
cambio profundo en algunos paradigmas
que aún regulan las estructuras familiares y
sociales, para que las mujeres puedan tener
un acceso real a las organizaciones políticas
y a los puestos de decisión. Es decir, se
requiere hacer una reorganización social que
cuestione
los
roles
asignados
tradicionalmente a los hombres y a las
mujeres. Y, en este proceso, hombres y
mujeres debemos trabajar en solidaridad, ya
que la rigidez en la asignación de las tareas
y labores, con base en el género, nos afecta a
ambos en diferente medida.
Si esto no ocurre, las mujeres nos
seguiremos
enfrentando
a
los
llamados
“techos de cristal”, frenos “invisibles”, pero
15
de otro modo perceptibles, que impiden
continuar en el ascenso a puestos de toma
de decisión. Estos “techos de cristal” tienen
que ver con circunstancias que escapan a la
legislación o a las acciones institucionales y
que tienen que ver, más bien, con asuntos
de
índole
personal
que
inciden
en
la
posibilidad de alcanzar algún puesto de
mando en las estructuras administrativas o
jurisdiccionales.
El
hecho
hayamos
de
logrado
que
muchas
acceder
a
mujeres
cargos
de
relevancia política por mérito propio y con
base en nuestra capacidad, por sí mismo, es
un mensaje claro de que es posible que las
mujeres ocupemos puestos de decisión. Con
ello, se fomenta en las generaciones futuras
un cambio de perspectiva que puede hacer
16
la diferencia en la forma de organizarnos
socialmente.
Las mujeres somos un buen pretexto
para el idealismo; pero quisiera llamar a un
idealismo fuerte, fundado en los elementos
sociales, en el derecho, sí; pero también en
la justicia en los términos a que se refiere
Pascal en el epígrafe citado al inicio de esta
intervención.3
Ser mediadoras en nuestras realidades
cotidianas y factor de equilibrio en nuestras
sociedades es un papel al que no debemos
renunciar. Lo tenemos que lograr superando
la
situación
de
impotencia
que
tanto
esfuerzo ha costado superar.
3
No hay que perder de vista que el feminismo tuvo (tiene) por objetivo no solamente luchar por la igualdad
social y política de las mujeres, sino revisar el sistema simbólico de nuestra cultura y las actitudes derivadas
de este sistema.
17
Lo tenemos que lograr a través de la
justicia, como única manera viable de crecer
en democracia.
Muchas Gracias.
18
Descargar