Área Contrataciones del Estado, Abastecimiento y Control Patrimonial VII VII Presentación de documentos falsos e información inexacta Ficha Técnica Autor : Luis Eduardo Morante Guerrero * Título:Presentación de documentos falsos e información inexacta Fuente: Actualidad Gubernamental, Nº 77 - Marzo 2015 Sumario 1. Introducción 2. Configuración del supuesto de hecho 3. Análisis de las diferencias entre la presentación de documentos falsos e información inexacta 4. Propuesta de modificación 5. Declaración de nulidad de oficio del proceso de selección por información falsa o inexacta 1. Introducción Durante el proceso de selección y la ejecución contractual, los proveedores deben ajustar su actuación a las disposiciones de la normativa de contrataciones del Estado; en esa medida, el artículo 51º del Reglamento, en su numeral 51.1, ha previsto las conductas que constituyen infracciones a dicha normativa y, por tanto, conllevan la imposición de una sanción por parte del Tribunal de Contrataciones del Estado. Entre estas infracciones se encuentra la prevista en el literal j) del numeral antes citado, según el cual, se impondrá sanción a aquellos proveedores, participantes, postores y contratistas que “presenten documentos falsos o información inexacta a las Entidades, al Tribunal de Contrataciones del Estado o al Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE)”. * Miembro del Área Legal de Instituto Pacífico. Especialista en Derecho Administrativo y Contrataciones del Estado. Egresado de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Miembro fundador del Taller de Investigación de Derecho Administrativo (TIDA). Por su parte, el numeral 51.2 de este mismo artículo establece las sanciones que el Tribunal de Contrataciones del Estado podrá aplicar a los infractores según corresponda a su intencionalidad, conducta procesal, reincidencia, entre otros criterios previstos en los artículos 245º y 246º del Reglamento. 2. Configuración del supuesto de hecho Para ello, el Tribunal de Contrataciones del Estado debe determinar el inicio del procedimiento administrativo sancionador, de contar con los elementos suficientes. Este procedimiento se rige por lo establecido en el artículo 242º del Reglamento, el que, en su numeral 5) indica lo siguiente: “(…) el expediente será remitido a la Sala correspondiente del Tribunal, la cual podrá realizar de oficio todas las actuaciones necesarias para el examen de los hechos, recabando la información y datos necesarios y relevantes para determinar, de ser el caso, la existencia de responsabilidad susceptible de sanción”. a) Documentos falsos La falsedad del documento cuestionado, es decir, que este no haya sido expedido por el órgano emisor correspondiente o que siendo válidamente expedido, haya sido adulterado en su contenido. De esta forma, cuando un proveedor, participante, postor o contratista incurra en una conducta tipificada como infracción, dicho hecho debe ser comunicado al Tribunal de Contrataciones del Estado a efectos de que este determine el inicio del procedimiento administrativo sancionador, dentro del cual se realizarán las actuaciones necesarias para establecer la existencia o no de responsabilidad y, de corresponder, se impondrá la sanción respectiva. El literal j) del numeral 51.1) del artículo 51° de la Ley de Contrataciones del Estado, aprobada por Decreto Legislativo Nº 1017 y modificada por la Ley N° 29873, establece que se impondrá sanción administrativa a los proveedores, participantes, postores y contratistas que presenten documentos falsos o información inexacta a las Entidades, al Tribunal de Contrataciones del Estado o al Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE). Actualidad Gubernamental Para la configuración del supuesto de hecho de la norma que contiene la infracción imputada (presentación de documentos falsos e información inexacta), se requiere previamente acreditar: b) La información inexacta1 La documentación inexacta supone la presentación de documentos no concordantes o congruentes con la realidad, lo que constituye una forma de falseamiento de esta, a través del quebrantamiento de los principios de moralidad y de presunción de veracidad, de conformidad con lo establecido en el inciso b) del artículo 4º de la Ley, en concordancia con lo dispuesto en el numeral 1.7 del Artículo IV del Título Preliminar, y el numeral 42.1 del artículo 42º de la Ley Nº 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General. Sobre el tema, el numeral 42.1 del artículo 42º de la Ley del Procedimiento Administrativo General establece que todas las declaraciones juradas, los documentos sucedáneos presentados y la información incluida en los escritos y formularios que presenten los administrados para la realización de procedimientos administrativos, se presumen verificados por quien hace uso de ellos, así como de contenido veraz para fines del procedimiento administrativo. Sin embargo, esta presunción 1 Expediente Nª 456/2013.TC N° 77 - Marzo 2015 VII 1 Informes Especiales Área Contrataciones del Estado, Abastecimiento y Control Patrimonial VII Informes Especiales es de índole iuris tantum, pues admite prueba en contrario, en la medida que es atribución de la Administración Pública verificar la documentación presentada, cuando existan indicios suficientes de que la información consignada no se ajusta a la verdad. De manera concordante con lo manifestado, el inciso 4) del artículo 56º del mismo cuerpo legal, estipula como uno de los deberes generales de los administrados, la comprobación de la autenticidad, previamente a su presentación ante la entidad, de la documentación sucedánea y de cualquier otra información que se ampare en la presunción de veracidad. 3. Análisis de las diferencias entre la presentación de documentos falsos e información inexacta El Proyecto de Ley N° 3309/2013-CR se refiere a lo señalado específicamente en el literal j) del numeral 51.1, que dice: “Presenten documentos falsos o información inexacta a las Entidades, al Tribunal de Contrataciones del Estado o al Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado-OSCE”. Más adelante señala en el numeral 51.2, las sanciones a que se someten los proveedores que infringen lo estipulado en el numeral 51.1. En este caso es importante mencionar que la infracción tipificada en 51.1. j) es materia de la sanción prevista en el numeral 51.2, que a la letra dice: “En el caso de la infracción prevista en el literal j) del numeral 51.1 del presente artículo, la sanción será de inhabilitación temporal no menor de tres (3) años ni mayor de cinco (5) años. En caso de reincidencia en esta causal, la inhabilitación será definitiva, independientemente del periodo en el que se ha reincidido y en el número de sanciones impuestas”. Ni este artículo ni ningún otro, así como tampoco el Reglamento de la Ley, precisan el concepto o criterio que los legisladores tuvieron al señalar “documento falso o información inexacta”, menos aún la responsabilidad atribuible al emisor del documento o información cuestionada; lo cual deviene en una serie de cuestionamientos que es menester subsanar. ¿Debe tener el mismo tratamiento un documento falso y otro con información inexacta? ¿Cómo diferenciar la responsabilidad de aquellos postores que falsifican documentos en los procesos de selección, de aquellos que reciben documentación emitida por otras personas naturales o jurídicas y que pueden contener información inexacta? Por ejemplo, ¿es lo mismo que un postor presente una carta fianza bancaria comprobadamente fraguada, en comparación VII 2 a una declaración de un profesional que diga que está habilitado para el ejercicio profesional pero que adeuda una o dos cuotas mensuales de sus cotizaciones al colegio profesional respectivo? En el primer caso, la carta fianza es única y estricta responsabilidad del postor (desde que la solicita y recibe del banco hasta que la entrega a la entidad); en tanto que el segundo caso corresponde a la responsabilidad del profesional perfectamente identificable. En el primero hay conocimiento pleno y a veces voluntad de falsear; en el segundo caso el postor confía en el documento que ha firmado y entregado el profesional. Aunque suene increíble, a ambos casos el Tribunal Administrativo (del OSCE) los tipifica como “documento falso o información inexacta” y les aplica la misma sanción, sin considerar con mayor criterio los principios de razonabilidad y proporcionalidad recogidos en la Constitución Política del Perú. Basta con revisar las resoluciones emitidas por el Tribunal Administrativo en los últimos años para verificar la falta de razonabilidad, proporcionalidad y, en algunos casos, la arbitrariedad en la aplicación de sanciones por hechos a todas luces muy diferentes. Si la ley no establece diferencias entre lo que es falso y lo que es inexacto, o no se deja establecido que el reglamento de la ley precise los hechos o conductas que encajan o se tipifican en cada caso, el Tribunal Administrativo no puede establecer diferenciación en los temas mencionados, de tal manera que el proceso administrativo sancionador se convierte en arbitrario y abusivo. En los procesos de selección referidos a la contratación de obras y consultoría, los postores presentan cuantiosa y diversa documentación, algunas de las cuales son elaboradas, obtenidas, firmadas y presentadas directamente por los postores; mientras que hay otro tipo de información que no es elaborada por los postores, por ejemplo, la que entregan los profesionales asignados a un concurso y que es información elaborada y firmada por ellos. En el primer caso, están, por ejemplo, las declaraciones juradas de la experiencia de los postores (incluyendo contratos y certificados), la capacidad de contratación disponible, la presentación de cartas fianza, las especificaciones de sus equipos, etc. En el segundo caso, están, por ejemplo, el curriculum vitae y los certificados de los profesionales que se proponen en servicios de consultoría. Estos últimos documentos son elaborados, firmados y presentados por los profesionales bajo su entera responsabilidad y los postores las presentan de buena fe. Por más que se diga que los postores deben ser diligentes, cuando los profesionales son extranjeros o cuando los certificados o Actualidad Gubernamental N° 77 - Marzo 2015 constancias de trabajos son muy antiguos, no es posible verificar su contenido y estos documentos son presentados asumiendo el principio de presunción de veracidad; debido a que resulta extremadamente costoso dedicarse a verificar la autenticidad de los documentos, lo cual colisiona con los principios de economía, libre concurrencia, razonabilidad, eficiencia, trato justo e igualitario y equidad que rigen las contrataciones públicas. Sin embargo, cuando se trata de documentos presentados por los profesionales (que podrían contener información inexacta) el Tribunal Administrativo del OSCE recurre a lo previsto en la Ley de Procedimiento Administrativo General Ley N° 27444, que en su artículo 42° numeral 42.1 señala: “Todas las declaraciones juradas, los documentos sucedáneos presentados y la información incluida en los escritos y formularios que presenten los administrados para la realización de procedimientos administrativos, se presumen verificados por quien hace uso de ellos, así como de su contenido veraz para fines administrativos, salvo prueba en contrario”. Sobre la base de este artículo, dicho Tribunal sanciona a los proveedores y no actúa sobre el verdadero autor o emisor de los documentos, que en este caso, son los profesionales. Ejemplo de esto es la Resolución N° 1153- 2013-TC-S1 que en el numeral 5 de su Fundamentación indica lo siguiente: “Cabe señalar que, a diferencia de lo que sucede en el ámbito penal, la determinación de la responsabilidad por el hecho objetivo de la presentación de un documento falso o inexacto no implica un juicio de valor sobre la falsificación o inexactitud del mismo, debido a que la norma administrativa solo sanciona la presentación del documento, sin indagar sobre la autoría de la falsificación o inexactitud, obligando a los proveedores, postores y contratistas a ser diligentes en cuanto a veracidad de los documentos presentados”. El caso motivó la resolución corresponde a la inclusión, en la propuesta técnica en un postor, de una declaración jurada presentada en un proceso de selección que fue entregada y firmada por un profesional. Dicha declaración indicaba que el profesional estaba hábil para el ejercicio profesional aun cuando no estaba al día en sus cotizaciones mensuales por la colegiatura, y se sancionó al postor. Adicionalmente a lo antes expuesto, no se aprecia razonabilidad y proporcionalidad en las resoluciones emitidas por el Tribunal Administrativo, que sancionan a los postores que fraguan o falsean un documento con similar penalidad que a los postores supuestamente “no diligentes” que confían en la exactitud de la información que le entregan los profesionales y que la incluyen en sus propuestas. Área Contrataciones del Estado, Abastecimiento y Control Patrimonial Por otro lado, en el inciso a) del numeral 51.2; al referirse a la inhabilitación temporal, se establece que “(…). Esta inhabilitación en ningún caso puede ser menor de seis (6) meses ni mayor de tres (3) años”. Este inciso no precisa ninguna excepción; sin embargo, más adelante en este mismo numeral se señala: “En el caso de la infracción prevista en el literal j) del numeral 51.1 del presente artículo, la sanción será de inhabilitación temporal no menor de tres (3) años ni mayor de cinco (5) años. En caso de reincidencia en esta causal, la inhabilitación será definitiva, independientemente del periodo en el que se ha reincidido y en el número de sanciones impuestas”. Como puede apreciarse, el numeral 51.2 solamente habla de sanciones de inhabilitación para los proveedores y no hay margen para aquellas otras infracciones que pudieran no ser atribuidas directamente a los postores o contratistas del Estado; especialmente en aquellos casos en los que las supuestas infracciones se refieren a documentos elaborados y/o adjuntados por terceros, como se comenta en párrafos anteriores para la infracción tipificada en el numeral 51.1.j). Al respecto, cabe recordar que toda la actuación en los procesos de selección y la suscripción y ejecución de contratos con proveedores del Estado son procesos administrativos y como tal la potestad sancionadora es consustancial con el ejercicio de las funciones administrativas. En este sentido, si bien el Decreto Legislativo N° 1017 es específico para las contrataciones del Estado, no es menos cierto que, siendo un proceso administrativo, resulta de aplicación la Ley N° 27444, Ley de Procedimiento Administrativo General. Tan cierta es esta afirmación que el Tribunal de Contrataciones del OSCE justifica la aplicación de sus sanciones en los principios contenidos en este cuerpo normativo general, como lo comentado en párrafos anteriores. Al respecto, es cuestionable que la aplicación de sanciones dispuestas en Ley de Contrataciones del Estado no hayan incorporado adecuadamente los principios de razonabilidad y proporcionalidad que están contenidos en la Ley 27444 y en la misma Constitución Política. Para este caso, el Decreto Legislativo N° 1029 precisa lo siguiente: “3. Razonabilidad.- Las autoridades deben prever que la comisión de la conducta sancionable no resulte más ventajosa para el infractor que cumplir las normas infringidas o asumir la sanción. Sin embargo, las sanciones a ser aplicadas deberán ser proporcionales al incumplimiento calificado como infracción, debiendo observar los siguientes criterios que en orden de prefación se señalan a efectos de su graduación: a) La gravedad del daño al interés público y/o bien jurídico protegido; b) El perjuicio económico causado; c) La repetición y/o continuidad en la comisión de la infracción; d) Las circunstancias de la comisión de la infracción; e) El beneficio ilegalmente obtenido; y f) La existencia o no de intencionalidad en la conducta del infractor”. Por lo expuesto, es necesario modificar el artículo 51° de la Ley de Contrataciones del Estado para precisar una mejor tipificación del numeral 51.1 inciso j) e incluir en el numeral 51.2 las sanciones económicas acorde a los principios de razonabilidad y proporcionalidad; al mismo tiempo que resulta congruente con lo estipulado en el artículo 46° de la misma Ley que establece graduación para el caso de funcionarios y entidades públicas. En este caso, debe señalarse que el Reglamento deberá establecer un adecuado detalle y precisión y tipificación de infracciones y sanciones referidas a lo estipulado en el literal 51.1.j) de la ley vigente. Cabe señalar que al 30 de enero de 2014, según el Registro de Inhabilitados de la página web del OSCE, existen 2,027 proveedores sancionados sin incluir 107 proveedores que obtuvieron medidas cautelares del Poder Judicial con base en la verosimilitud de sus reclamos. Del total, 204 proveedores están sancionados con inhabilitación definitiva y 1,823 proveedores con inhabilitación temporal. La inmensa mayoría de las sanciones corresponde a la aplicación del numeral 51.1 inciso j) (documentación falsa o información inexacta). Sin embargo, al revisar el expediente del que se derivan las sanciones, algunas corresponden a acciones directas de los postores o proveedores por falsificar documentos (adulteración de contratos, certificados o constancias falsas, falsificación de cartas fianza, etc.), otras por resolución o incumplimiento de contratos y otras, muy pocas, por declaraciones juradas con contenido inexacto entregadas y firmadas por los profesionales incluidos en los procesos de selección. Pero en todos estos casos se aplica la sanción prevista en el numeral 51.2 sin ninguna diferenciación ni graduación, ya que la ley no da la posibilidad de establecer proporcionalidad o gradualidad. Es importante mencionar la propuesta del proyecto de ley que pretende mejorar el proceso sancionador y brindar al Tribunal de Contrataciones del OSCE un marco más adecuado para decidir la sanción más justa para la infracción cometida. Todo ello es concordante de manera comparada a lo que aplican otros tribunales administrativos en el país, como son aquellos ligados a los organismos reguladores (Indecopi, Ositran, Osiptel, etc.). Actualidad Gubernamental VII 4. Propuesta de modificación El Proyecto de Ley N° 3309/2013-CR propone modificar el literal j) del numeral 51.1 y un párrafo del numeral 51.2 del artículo 51° de la Ley de Contrataciones del Estado en los siguientes términos: Ley de Contrataciones del Estado 51.2 Sanciones Propuesta de modificación “En los casos que la presente Ley o su Reglamento lo señalan, el Tribunal de Contrataciones del Estado impondrá a los proveedores, participantes, postores, contratistas, las sanciones siguientes: a) Inhabilitación temporal: Consiste en la privación, por un periodo determinado, de los derechos a participar en procesos de selección y a contratar con el Estado. Esta inhabilitación en ningún caso puede ser menor de seis (6) meses ni mayor de tres (3) años. b) Inhabilitación Definitiva: Consiste en la privación permanente del ejercicio de los derechos de los proveedores, participantes, postores y contratistas a participar en procesos de selección y o contratar con el Estado. Cuando en un periodo de cuatro (4) años a una persona natural o jurídica se le impongan dos (2) o más sanciones que en conjunto sumen treinta y seis (36) o más meses de inhabilitación temporal, el Tribunal de Contrataciones del Estado resolverá la inhabilitación definitiva del proveedor, participante, postor o contratista. c) Económicas: Son aquellas que resultan de la ejecución de las garantías otorgadas a la presentación de recursos de apelación que son declarados infundados o improcedentes por la Entidad o el Tribunal de Contrataciones del Estado. Si el recurso de apelación es declarado fundado en todo o en parte, se devuelve la garantía por el Tribunal o la Entidad. “En los casos que la presente Ley o su Reglamento lo señalan, el Tribunal de Contrataciones del Estado impondrá a los proveedores, participantes, postores, contratistas, las sanciones siguientes: a) Multa: desde 1 UIT hasta el 5 % del monto total del contrato, cuando los documentos falsos y/o inexactos no son atribuibles al postor o proveedor. b) Inhabilitación temporal: Consiste en la privación, por un periodo determinado, de los derechos a participar en procesos de selección y a contratar con el Estado. Esta inhabilitación en ningún caso puede ser menor de seis (6) meses ni mayor de tres (3) años. c) Inhabilitación Definitiva: Consiste en la privación permanente del ejercicio de los derechos de los proveedores, participantes, postores y contratistas a participar en procesos de selección y/o contratar con el Estado. Cuando en un periodo de cuatro (4) años a una persona natural o jurídica se le impongan dos (2) o más sanciones que en conjunto sumen treinta y seis (36) o más meses de inhabilitación temporal, el Tribunal de Contrataciones del Estado resolverá la inhabilitación definitiva del proveedor, participante, postor o contratista. c) Económicas: Son aquellas que resultan de la ejecución de las garantías otorgadas a la presentación de recursos de apelación que son declarados infundados o improcedentes por la Entidad o el Tribunal de Contrataciones del Estado. N° 77 - Marzo 2015 VII 3 VII Informes Especiales 51.2 Sanciones En caso de desistimiento, se ejecuta el cien por ciento (100 %) de la garantía. Los proveedores, participantes, postores o contratistas que incurran en las causales establecidas en el numeraI 51.1 del presente artículo, serán sancionados con inhabilitación temporal para contratar con el Estado o con inhabilitación definitiva según corresponda. En el caso de la infracción prevista en el literal j) del numeral 51.1 del presente artículo, la sanción será de inhabilitación temporal no menor de tres (3) años ni mayor de cinco (5) años. En caso de reincidencia en esta causal, la inhabilitación será definitiva, independientemente del periodo en el que se ha reincidido y el número de sanciones impuestas. En caso de concurrir más de una infracción en el proceso de selección o en la ejecución de un contrato se aplica la sanción prevista para la infracción de mayor gravedad. Las sanciones que se imponen no constituyen impedimento para que el contratista cumpla con las obligaciones derivadas de contratos anteriormente suscritos con Entidades, por lo tanto de proseguir con la ejecución de los contratos que tuviera suscritos hasta la culminación de los mismos. La imposición de las sanciones es independiente de la responsabilidad civil o penal que pueda originarse por las infracciones cometidas. Asimismo, el Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) puede imponer sanciones económicas a las lEntidades que trasgredan la normativa de contratación pública, cuando actúen como proveedores”. VII 4 Propuesta de modificación recursos de apelación que son declarados infundados o improcedentes por la Entidad o el Tribunal de Contrataciones del Estado. Si el recurso de apelación es declarado fundado en todo o en parte, se devuelve la garantía por el Tribunal o la Entidad. En caso de desistimiento, se ejecuta el cien por ciento (100 %) de la garantía. Los proveedores, participantes, postores o contratistas que incurran en las causales establecidas en el numeral 51.1 del presente artículo, serán sancionados con multa, inhabilitación temporal para contratar con el Estado o con inhabilitación definitiva según corresponda. En el caso de la infracción prevista en el literal j) del numeral 51.1 del presente artículo, la sanción será de inhabilitación temporal no menor de UN (1) año ni mayor de cinco (5) años, según fa tipificación y gradualidad que se establezca en el Reglamento de la Ley. En caso de reincidencia en esta causal, la inhabilitación será definitiva, independientemente del periodo en el que se ha reincidido y el número de sanciones impuestas. En caso de concurrir más de una infracción en el proceso de selección o en la ejecución de un contrato se aplica la sanción prevista para la infracción de mayor gravedad. Las sanciones que se imponen no constituyen impedimento para que el contratista cumpla con las obligaciones derivadas de contratos anteriormente suscritos con Entidades; en los contratos que tuviera suscritos hasta la culminación de los mismos. La imposición de las sanciones es independiente de la responsabilidad civil o penal que pueda originarse por las infracciones cometidas. Asimismo, el Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) puede imponer sanciones económicas a las Entidades que trasgredan la normativa de contratación pública, cuando actúen como proveedores”. 5. Declaración de nulidad de oficio del proceso de selección por información falsa o inexacta2 En el marco de la normativa de contrataciones del Estado, la potestad para declarar la nulidad de oficio de un proceso de selección o de un contrato se encuentra regulada en el artículo 56º de la ley. Así, el tercer párrafo del referido artículo establece los supuestos en los que, pese a haberse celebrado un contrato e iniciado su ejecución, el titular de la entidad puede declarar de oficio su nulidad, con la finalidad de salvaguardar la legalidad de la contratación y los fines que esta persigue. Entre estos supuestos se encuentra el del literal b), según el cual el titular de la entidad podrá declarar la nulidad de oficio de un contrato: “Cuando se verifique la transgresión del principio de presunción de veracidad3 durante el proceso de selección o para la suscripción del contrato” (el resaltado es agregado). De la disposición citada, se advierte que el legislador ha establecido que la potestad del titular de la entidad4 para declarar de oficio la nulidad de un contrato, debido a la transgresión del principio de presunción de veracidad, se limita a estos dos supuestos: (i) la presentación de documentación falsa o inexacta durante el proceso de selección, como parte de la propuesta técnica; y (ii) la presentación de documentación falsa o inexacta para la suscripción del contrato. En este orden de ideas, el titular de la entidad puede declarar la nulidad de oficio de un contrato cuando se verifique la transgresión al principio de presunción de veracidad, al haberse presentado documentación falsa o inexacta durante el proceso de selección o para la suscripción del contrato. Cabe precisar que, independientemente de quién declara la nulidad de un contrato (el titular de la entidad, el árbitro o tribunal arbitral), la consecuencia de tal declaración es la invalidez de los actos celebrados que incumplen los requisitos y/o formalidades impuestos por la normativa de contrataciones del Estado, siendo considerados actos inexistentes e incapaces de producir efectos; en esa medida, la declaración de nulidad de un contrato determina su inexistencia y, por tanto, la inexigibilidad de las obligaciones previstas en este. En este punto, se debe precisar que la declaración de la nulidad de un contrato, 2 OPINIÓN Nº 030-2015/DTN 3 El numeral 1.7 del Artículo IV del Título Preliminar de la Ley Nº 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General, establece que “En la tramitación del procedimiento administrativo, se presume que los documentos y declaraciones formulados por los administrados en la forma prescrita por esta Ley, responden a la verdad de los hechos que ellos afirman. Esta presunción admite prueba en contrario.” 4 El artículo 5 de la Ley establece que la potestad del Titular de la Entidad de declarar de oficio la nulidad de un contrato es indelegable. Actualidad Gubernamental N° 77 - Marzo 2015 no obliga a retrotraer la contratación a un acto, etapa o fase previa a la celebración del contrato5. Como puede apreciarse, la declaración de nulidad de un contrato determina su inexistencia, con atención a que el contrato nulo, por definición, no debe surtir sus efectos, las obligaciones se hacen inexigibles para las partes; vale decir, no podría exigirse la ejecución de trabajo alguno al contratista ni efectuarse el pago, pues el cumplimiento de dichas prestaciones solo se justifican en el marco de una relación contractual válida. Resolución del Tribunal de Contrataciones sobre la materia - Resolución N° 108-2011-TC-S4: “(…) respecto a los cuestionamientos referidos a la falsedad o inexactitud de determinados documentos, debe contarse con pruebas contundentes y fehacientes sobre la imputación efectuada, atendiendo a que el procedimiento administrativo se sustenta, además de otros, en el mencionado Principio de Presunción de Veracidad, el cual, como hemos visto se encuentra previsto en la Ley N° 27444. Lo anterior se traduce en la obligación que recae sobre la Administración de presumir la buena fe y la legalidad de los que realizan los administrados, de tal manera que las sospechas, suposiciones o indicios respecto de una supuesta falsedad no son razón suficiente para desvirtuar dicha presunción, la cual solo puede ser destruida mediante la probanza respectiva por parte de quien haga tal imputación; asumir lo contrario, supondría avalar la presentación de denuncias de falsedad y/o inexactitud sin mayor sustento que las apreciaciones subjetivas de los denunciantes”. - Resolución N° 305-2011-TC-S2: “Conforme a reiterados pronunciamientos de este Tribunal, para determinar la falsedad y/o inexactitud de un documento, constituye mérito suficiente la manifestación efectuada por el propio organismo emisor o de aquel supuesto adquiriente a quien se le expidió la documentación, a través de una comunicación oficial, en la que acredite que el documento cuestionado no ha sido expedido por este o que el contenido de aquel no sea congruente con la realidad”. - Resolución N° 578-2012-S1: “(…) la existencia de un documento falso o una declaración con información inexacta, está ligada al modo directo a la afectación al principio de presunción de veracidad, perspectiva desde la cual debe analizarse la concurrencia de la infracción; siendo que en el presente caso no se evidencian indicios de tal transgresión, sino a lo sumo el incumplimiento de un requisito determinante para la validez de los documentos (la competencia del funcionario que los emite). En ese sentido, el hecho que las mencionadas constancias hayan sido suscritas por funcionarios incompetentes, como señala la propia Municipalidad Distrital de San Luis, no enerva la veracidad de la información en ellas consignadas ni sus autenticidades, a menos que exista prueba directa o indiciaria en contrario”. 5 Opinión Nº 093-2012/DTN.