07/06/2015 Tirada: 11.614 Categoría: Castilla y León Difusión: 9.853 Edición: Regional Audiencia: 29.559 Página: 8 AREA (cm2): 972,9 OCUPACIÓN: 87,7% V.PUB.: 2.145 NOTICIAS PROPIAS TEMA DEL DÍA PERSPECTIVAS PARA LA TEMPORADA AGRÍCOLA La mala cosecha puede costar 80 millones a la economía provincial SU VALOR CAERÁ DE 272 A UNOS 190. Con los precios en niveles similares a los de 2014, la reducción de hasta el 30% en el rendimiento provocará un importante daño a los agricultores UN CUARTO DE PUNTO EN EL PIB. El Colegio de Economistas advierte que el peso es pequeño en el conjunto del tejido productivo provincial, aunque desigual según comarcas H. JIMÉNEZ / G.G.UBIERNA | BURGOS [email protected] L os malos augurios en torno a la cosecha del cereal en la provincia de Burgos se confirman e incluso se refuerzan día a día a medida que transcurren las semanas más importantes del año para los agricultores. La sequía y el calor no dan tregua y ellos viven con ansiedad esta temporada, que es la clave de buena parte de sus ingresos de todo el ejercicio. Llega el tiempo de la recogida y las condiciones en el tramo final del desarrollo de los cultivos han sido esquivas como hacía mucho tiempo no se recordaba. La producción cerealista, uno de los pilares del tejido económico burgalés por su gran producción y reparto a lo largo de casi toda la geografía provincial (exceptuando las comarcas serranas), podría quedar este año en torno a un 30% por debajo de la obtenida en el año 2014 y será uno de los peores de los últimos tiempos. Aunque las estimaciones de la Junta de Castilla y León hablaban a principios de semana de un 1520% de descenso, las organizaciones agrarias apuntaron al 30%. No ha llovido más que pequeñas tormentas aisladas en toda la semana y las previsiones para los próximos días no son halagüeñas, así que la pérdida estará más cerca de la parte superior de la horquilla. Con ese panorama, la repercusión económica para la provincia de Burgos será multimillonaria. Es difícil hacer una predicción exacta pero los alrededor de 9.000 agricultores que se dedican al cereal tendrán que ‘despedirse’ de unos 80 millones de euros. El dato puede deducirse de la producción y del precio. El año pasado en la provincia se recogieron casi 1.600 toneladas con un valor estimado de 272 millones, según las cifras aportadas por Juan José Busto, jefe del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería. El 30 por ciento de ese importe son 81,6 millones de euros, y esa sería la pérdida siempre que los precios (que dependen de los mercados especulativos internacionales o factores geopolíticos como la situación en Rusia, Ucrania o Argentina) se mantengan este año más o menos como lo hicieron el pasado. Esa es la previsión a día de hoy. PRECIOS ESTABLES. Siempre según los datos de la Junta, el trigo se pagó en el año 2014 a una media de 0,175 euros el kilo (llegó a estar a 0,239 en 2012) y en la última semana el precio era de 0,174, tras un mínimo descenso. En el caso de la cebada el ejercicio pasado se pagaba a 0,162 (estaba a 0,226 dos años atrás) y actualmente a 0,171, en este caso con un leve crecimiento. A la vista de que no parece que variarán, las pérdidas no se alejarán demasiado de los mencionados 80 millones. En solo dos ejercicios, entre 2013 y 2015, el valor de la cosecha cerealista de la provincia de Burgos puede pasar de los 340 millones hasta estar en el entorno de los 190 debido a una combinación fa- tal entre la bajada de la producción y la caída de los precios. Hablamos siempre del cereal por ser el 70% de la producción agrícola provincial, aunque el resto de los cultivos también podrían verse afectados en mayor o menor medida. El girasol y la remolacha, que suponen entre un 6 y un 8% del sector en Burgos, generan producciones de entre 30 y 40 millones de euros, el viñedo entre el 9 y el 10% (unos 50 millones) y la patata en torno al 3% con entre 15 y 17 millones de euros. El peso del sector agrícola en general y del cereal en particular en la economía provincial queda también reflejado en el informe anual que cada año elabora el Colegio de Economistas. Citando fuentes propias ellos elevan el valor de la producción agraria burgalesa hasta los 804,5 millones de euros anuales (sin incluir las ayudas de la PAC) y de ellos casi 530 corresponderían al subsector agrícola mientras que 235 se adjudican al ganadero y 41 al forestal. Para el presidente del Colegio de Economistas de Burgos, Carlos Alonso de Linaje, la mala perspectiva de la cosecha tendrá un impacto que cifra «entre el 0,20 y el 0,25% del Producto Interior Bruto Provincial». No parece demasiado, y de hecho Alonso de Linaje advierte: «No hay que ser alarmistas porque es cierto que el cereal es capaz de arreglar un mal año en la economía provincial pero cuando la cosecha afloja, como es el caso de esta temporada, tampoco supone tanto». José Luis Arribas, de Cilleruelo de Abajo, asegura que en las casi dos décadas que lleva dedicad La sequía es evidente en el color de los cultivos y en la tierra. Alternativas al desastre «Nadie se ha arruinado por pagar la prima de un seguro, pero sí por no hacerlo». Con esta frase, que el gerente de Asaja, Rafael Díaz, tilda de muy manida pero muy gráfica, se explica cuál es el mejor consejo que se le puede dar a un agricultor para hacer frente a sequías como la de este año. Pero no es la única. Las asesorías de las organizacio- nes agrarias están recibiendo estas semanas muchas consultas para saber qué opciones hay ante adversidades de este tipo y Díaz resume en Diario de Burgos las más importantes. 1. SEGURO DE CULTIVOS. «La mejor garantía para afrontar una sequía», dice Díaz. Se puede con- 07/06/2015 Tirada: 11.614 Categoría: Castilla y León Difusión: 9.853 Edición: Regional Audiencia: 29.559 Página: 9 AREA (cm2): 984,0 OCUPACIÓN: 88,7% V.PUB.: 2.164 NOTICIAS PROPIAS JOSÉ LUIS ARRIBAS | AGRICULTOR Y GANADERO «LA SITUACIÓN ES CATASTRÓFICA» A.R. | BURGOS [email protected] V fesionalmente al campo nunca ha vivido una sequía como la actual. / REPORTAJE GRÁFICO: JESÚS J. MATÍAS José Luis marca con la mano la altura que deberían tener ya los girasoles. tratar una póliza que cubra ante adversidades como sequías o pedriscos, pero tampoco son todo facilidades. En la mayor parte de los casos se exige que se haya arruinado alrededor del 80% del cereal de toda la explotación, un porcentaje difícil de alcanzar. Incluso en años tan anómalos como este. Es complejo especificar el importe medio de las pólizas porque hay que tener en cuenta que cada uno asegura ante unas situaciones concretas y unos volúmenes diferentes. Pero aquí es donde Díaz recuerda que nadie se ha arruinado por suscribir una póliza y sí por no hacerlo. 2. LEGISLACIÓN FISCAL. En Asaja explican que cuando se presentan adversidades relacionadas con el clima la ley ampara una fiscalidad más laxa. «Tanto quienes cotizan por módulos, que son la mayoría, como quienes lo hacen por estimación directa, tienen la posibilidad de reducciones», explican en Asaja. ive pendiente de las previsiones meteorológicas porque de ellas depende el futuro de sus cultivos. Por eso, con frecuencia consulta la aplicación que tiene bajada en su móvil (personalizada con la información sobre ‘el tiempo en Cilleruelo’) y que, en las últimas semanas, le está dando muchos más disgustos que alegrías. «Desde el 2 de mayo no llueve y todo apunta a que esta semana va a ser también seca», explica José Luis Arribas, agricultor desde hace casi ya dos décadas, actividad a la que también se dedicaron su padre y su abuelo. Miembro de la junta directiva de Asaja de la zona Arlanza, tiene 250 hectáreas de siembra repartidas entre Cilleruelo de Abajo y Fontioso. Las tierras están dedicadas al secano, cereal, leguminosa, oleaginosa, proteaginosa y forraje. Asegura que a día de hoy la situación, ante la sequía total, es «catastrófica». De hecho, reconoce que en los años en que lleva trabajando no ha conocido nada igual. «2014 fue un año normal, tirando a malo, pero los cinco o seis anteriores fueron muy buenos.Y cuando te acostumbras a algo bueno, al final es malo...». Esa preocupación la comparte principalmente con otros agricultores (sólo en Cilleruelo son una treintena) y lamenta que «en el caso de la cebada tardía y el trigo, si no llueve nada, posiblemente ciertas parcelas no se van a poder cosechar, algo que yo no he visto nunca. En mi caso, nos damos de plazo 15 días y, si no llueve, cosecharemos». Junto a ello, afirma que el año será «regular, tirando a malo» para la cebada temprana y ciertas oleaginosas. Otro ejemplo preocupante es el de la veza, puesto que mucha floración de la proteaginosa se ha perdido. Pese a ello, reconoce que el hecho de que no llueva no le quita el sueño, «porque afortunadamente tengo los huevos en varias cestas». Y es que también tiene 650 ovejas. «Pero evidentemente es algo que me preocupa porque supone una merma en la renta. Y quien se dedica exclusivamente a la agricultura este año lo va a pasar mal...». Por eso, Arribas pide una mayor sensibilidad de las administraciones ante situaciones como ésta. Respecto a las ayudas, cree que «nunca son suficientes» y apuesta por que se «profesionalicen y equilibren». A este respecto, pone un ejemplo: «El agricultor quiere que la cebada esté más cara, pero el ganadero no. Por tanto, debe darse un equilibrio de forma que si el precio sube, se ayude al ganadero, o viceversa». «Quien se dedica en exclusiva a la agricultura este año lo va a pasar mal» Asimismo demanda «créditos blandos y rebajas fiscales» para ayudar a los profesionales a sortear del mejor modo posible situaciones de este tipo. Respecto a la crítica frecuente que se hace a los agricultores, a quienes se suele acusar de ser muy «llorones», José Luis afirma que «en esta vida todo el mundo llora. Pero hoy tenemos muchos motivos para ello». Y a ello añade la «gran carga de gastos» a los que tienen que hacer frente derivados de los abonos, nitratos y herbicidas. En opinión de este agricultor y ganadero, el hecho de que haya habido en los últimos años un repunte en el número de personas que se han incorporado a la actividad agraria se debe fundamentalmente a la crisis. «Te puedes incorporar si tienes unas tierras de algún familiar, pero si quieres empezar de cero, ahora mismo sería imposible», concluye. Vive pendiente de las previsiones. Hay que informarse de condiciones y supuestos una vez finalizada la temporada. 3. AYUDAS DIRECTAS. En sequías previas y muy acuciantes que acuciaron incluso a cultivos que no eran de cereal, el Estado articuló ayudas directas para los afectados en forma de préstamos blandos. Una financiación rápida y accesible para poder hacer frente a la siguiente cosecha. Pero al igual que ocurre con la fiscalidad, hay que es- perar a que acabe la campaña para reivindicar o conocer las condiciones. 4. PREVISIÓN. Nada mejor que ser previsor y ahorrar parte de los beneficios de las cosechas buenas para las que no lo son tanto o, como va a ocurrir este año, para las malas. En Asaja explican que los agricultores no suelen derrochar y que tienen este aspecto muy en cuenta, pero advierten que la cosecha de 2014 ya fue «regular». 5. PRECIOS. Hasta hace no tanto tiempo los agricultores tenían la opción de compensar una cosecha mala con precios más altos, pero esto ya no está en sus manos. El valor del cereal se fija en la bolsa de Chicago y es imprevisible. En 2012 se pagaron importes históricos (0,24 euros el kilo o, como todavía dicen los agricultores 40 pesetas) y el año pasado ya fueron mucho más bajos (0,16 o 0,17 euros; es decir, entre 27 y 29 pesetas).