salud colectiva y síndromes culturales. de todos y

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SALUD COLECTIVA Y SÍNDROMES CULTURALES. DE TODOS Y PARA TODOS.
Castro, 14 de Junio de 2010. (ONG VÃ-nculos). En la capital del archipiélago se celebró el lanzamiento de un libro
creado por la Unidad de Salud Colectiva del Servicio de Salud de Chiloé, con el tÃ-tulo “SÃ-ndromes Culturales en el
Archipiélago de Chiloé. Sobreparto, Mal, Susto y Corriente de Aire―. La idea es darlos a conocer al resto de la sociedad,
validarlos como tal y volverles a ceder el espacio médico cultural que una vez ocuparon dentro de la rutina del vivir de
cada dÃ-a y en el quehacer chilote, y que la llegada de la medicina occidental arrinconó y persiguió hasta casi hacerlo
desaparecer.
La Unidad de Salud Colectiva del Servicio de Salud de Chiloé, está formada por un multidisciplinario equipo de
investigadores cuyo objetivo principal es el de conseguir que la práctica y ejecución de los métodos de la medicina
occidental, o “biomedicina― como se la conoce también, pueda perfectamente complementar a los métodos tradicional
de sanación que, por otro lado y aunque se están perdiendo ya, tienen mucha fuerza en Chiloé tanto social como
culturalmente.
Los sÃ-ndromes culturales se refieren básicamente a la manera idiosincrásica que tiene cada cultura de interpretar las
enfermedades, sus sÃ-ntomas, asÃ- como las diferentes formas de curación y de recuperación. En el archipiélago de
Chiloé concretamente, la sanación y curación de este tipo de sÃ-ndromes, también era tratado con medicinas. Hierbas,
pastos, ungüentos y diferentes tratamientos, ceremonias o “ritos―, son utilizados como “farmacia― de esta sabidurÃ
apocada hoy por la medicina occidental.
El efecto que tuvo la llegada de los españoles a la zona, con la imposición de la religión y otras costumbres, también
supuso la inclusión de un nuevo modelo de medicina, con sus propios sÃ-ndromes culturales. La “biomedicina―, medicina
occidental, más agresiva y despersonalizada que la que practicaban aquÃ-, y todo su aparataje polÃ-tico, económico y
clasista, terminó por arrinconar y anular la medicina tradicional chilota hasta tal punto que quedó abolida y perseguida.
Claro que se seguÃ-a practicando, pero en la sombra. Las personas que la ejercÃ-an, sanadores con muchos
conocimientos, lo hacÃ-an con miedo, escondidos y en silencio, pues también eran conocedores de las consecuencias
que podÃ-a acarrear el ejercicio de su propia medicina. A estas personas se las empezó a llamar “brujos―, se les
hostigaba sistemáticamente, obligándoles a valerse de su nueva “reputación― y condición de brujos. AsÃ- se agruparo
formaron lo que hoy se conoce como “La Recta Provincia―.
Por otra parte, la medicina occidental no lograba ofrecer respuestas de sanación a la mayorÃ-a de las dolencias o
sÃ-ndromes culturales que los habitantes de Chiloé manifestaban, diagnosticándolas erróneamente y, por ende,
tratándolas erróneamente, pero sin terminar de aceptar que eran sÃ-ndromes culturales caracterÃ-sticos de la zona, de
la gente, del clima, de la cultura, de la sociedad que aquÃ- habitaba y que en la mayor parte de los casos debÃ-an ser
tratados por el sistema médico originario, ya sea en forma exclusiva o bien complementariamente con el sistema médico
oficial.
Hoy dÃ-a, la mayorÃ-a de ejecutores representantes de la “biomedicina―, siguen sin aceptar en su formación y experienc
el hecho de que una enfermedad pueda ser llamada, manifiesta y tratada de otra manera, y sigue habiendo casos
graves de diagnósticos erróneos con sus consiguientes tratamientos.
También siguen existiendo personas que ejercen la medicina como lo hacÃ-an aquÃ- antaño, pero su sabidurÃ-a poco a
poco va quedando en el olvido. La tradición oral, que es la manera en la que se traspasaban los conocimientos entre
las personas, va cediendo terreno al desconocimiento, y el conformismo ante una súper potencia médica foránea. Esto
hace que el grueso de la sociedad ponga en seria duda la existencia de una cultura, de unos conocimientos y de una
forma de hacer las cosas que, otrora, definÃ-an la sociedad en la que estaban.
Afortunadamente, y desde el sistema mismo, existen personas que dedican su empeño y su trabajo a evitar la
desaparición de esta cultura y sabidurÃ-a. El equipo de la Unidad de Salud Colectiva del Servicio de Salud de Chiloé ha
estado trabajando durante años, recorriendo todos los rincones del archipiélago, conociendo las más diversas
personas, empapándose de la cultura local, haciéndose partÃ-cipes de ella, validando sus conocimientos y pretendiendo
otorgarles la veracidad y credibilidad que antaño poseÃ-an.
Trabando en conjunto con el resto de equipos de salud del Servicio, el objetivo no es crear discordancia ni enemistad,
sino una fusión de conocimientos de aquÃ- y de allá, una complicidad de profesionales y sanadores tal que sean
capaces de trabajar en conjunto y asÃ- curar enfermedades y prevenirlas. Mediante este libro se pretende dar a conocer
otra parte de la cultura chilota que no todo el mundo conoce, pero que constituye una muy importante faceta de su
realidad y, de este modo, hacer ver, sobre todo a los profesionales de la medicina occidental que tanto les cuesta salirse
de sus dogmas y disciplinas, que hay otras maneras de hacer las cosas y otras personas con cuya sabidurÃ-a pueden
contar.
Esto no se trata de una lucha de egos, ni de una confrontación de poderes, sino de conseguir que las personas tengan
una mejor calidad de vida y de atención en salud, y se consigue partiendo por escuchar a las personas, vengan de
donde vengan, crean en lo que crean y cuenten lo que sea que cuenten, se trata de SALUD.
SÕNDROMES CULTURALES.
Estas son algunas de las caracterÃ-sticas de los sÃ-ndromes estudiados, desde la perspectiva del sistema médico
originario o tradicional:
 SOBREPARTO:
Se trata de un sÃ-ndrome producido por el desequilibrio de temperaturas y que afecta principalmente a las mujeres que
luego del parto pasan bruscamente de un estado de calor (el momento del parto y alumbramiento es de por sÃ- caliente
y también el ambiente en que dan a luz) a uno de frÃ-o, por ejemplo, al salir al exterior, al mojarse los pies o la cabeza,
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al bañarse. Esta trasgresión provoca en las mujeres una serie de sÃ-ntomas entre los que mencionan dolores de
cabeza, fuertes dolores “en la matriz―, incluso más fuertes que los provocados por las contracciones, fiebre y en casos
extremos pérdida de conciencia, locura y la muerte. El sobreparto era tratado por las parteras con infusiones y masajes
de hierbas y especialmente manteniendo a la mujer muy abrigada. También es posible sufrir un sobreparto por enfriarse
en los dÃ-as en que las mujeres tienen la menstruación.
MAL:
Es el sÃ-ndrome más extendido en Chiloé y se atribuye a la acción premeditada que sobre una persona o familia hace
un tercero. La motivación que se tiene para hacer un mal es por lo general la envidia hacia la persona afectada y quien
quiere hacer el mal lo encarga a una persona (hechicero o brujo) que cumple con este encargo. El mal se puede enviar
a distancia, a través de algún alimento o bebida, a través de un objeto personal de la persona que se quiere perjudicar o
en la forma de una corriente de aire.
Quien padece de un mal puede observar una serie de señales que le indican que tanto él o ella, como su familia, están
siendo vÃ-ctima de este sÃ-ndrome, como el sufrir muchas desgracias continuas (enfermedades graves y para las que no
se encuentra sanación, fallecimiento de seres queridos, incendios, pérdida de las siembras, etc.), observar pájaros que
llegan a su hogar, encontrar animales y objetos sospechosos en el campo o en la casa (sapos, insectos, tierra de
cementerio, cabos de vela, etc.).
En el sistema médico originario el mal se trata con ceremonias de limpieza y quienes lo hacen deben ser sanadores
expertos, que de una u otra forma pueden relacionarse con las fuerzas del mal y del bien.
SUSTO:
El susto es un sÃ-ndrome provocado por haber vivido una situación imprevista (el ataque de un animal, caerse al mar,
ver un incendio, encontrarse con alguien en medio de la noche, etc.) que genera en la persona una serie de sÃ-ntomas,
como dificultad para dormir, llanto continuo, sobresaltos, actitud temerosa. Por lo general afecta a niños, pero también
se encuentra en adultos. Se trata de un sÃ-ndrome que afecta principalmente a nivel emocional y el tratamiento
tradicional para curarlo es a partir de una ceremonia y de la toma de un preparado de hierbas especial para estos fines.
CORRIENTE DE AIRE:
Al igual que el sobreparto, la corriente de aire es provocada por un desequilibrio de temperaturas. Cuando la persona
está en un lugar caliente y sale a uno frÃ-o, puede ocurrir que se le paralice un lado de la cara, se le “enchueque― la boca
se le cierre un ojo o comience a lagrimearle, le duela la cabeza, se le paralice algún miembro del cuerpo (piernas y
brazos). Éstas son causas naturales de la corriente de aire, sin embargo existen causas sobrenaturales, que se explican
en aires malignos que circulan libremente en el ambiente o bien que son “tirados― por otras personas y que provocan los
sÃ-ntomas antes mencionados en las personas.
La corriente de aire se trata con masajes o “fletas―, hierbas de calor, aplicación de piedras calientes. Cuando tiene
causas sobrenaturales es necesario hacer también una limpieza ceremonial. El tratamiento para la sintomatologÃ-a de
este sÃ-ndrome es perfectamente compatible con el tratamiento que habitualmente hacen los kinesiólogos para las
parálisis faciales.
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