razas españolas - Real Sociedad Canina de España

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RAZAS
ESPAÑOLAS
Texto y Fotos:
Carlos Salas Melero,
Delegado de
Razas Españolas de la
R.S.C.E.
SABUESO ESPAÑOL… S.O.S.
Heredero de una rica
tradición cinegética, lucha
desesperadamente por sobrevivir
en nuestros días
Hace siglos, no muchos, la geografía de la península ibérica era,
en su mayoría, propicia a las cualidades venatorias del perro
tipo Sabueso: humedad, tupidos matorrales, bosques de espeso
arbolado… todos ellos constituían elementos
relativamente frecuentes.
Con posterioridad, la tala incontrolada, los incendios, el aumento de
la población y el empuje de la “civilización”, junto a otros muchos
factores, cambiaron el paisaje y zonas antaño arboladas son, hoy
día, un mar de rastrojos, cerros riscosos, montañas
erosionadas y valles desérticos.
Razas Españolas
E
n las bravías sierras del centro y sur peninsular, el
Podenco, en todas sus variedades, enjuto, duro,
frugal, resistente y casi autosuficiente, cumple
con excelencia el trabajo de la montería, mientras
el Sabueso ha visto reducidos sus dominios y también escasear las piezas a las que ha seguido la huella, de forma
pertinaz, durante siglos.
En las cordilleras del norte peninsular: Cantabria, Asturias, Pamplona, País Vasco y zonas pirenaicas, el número de cazadores sabueseros es, todavía, relativamente
numeroso.
Dentro de la heterogénea gama de perros “tipo Sabueso”
empleados, a la sombra de su funcionalidad adaptada al
terreno, se ha seleccionado un Sabueso con características físicas y síquicas muy homogéneas, un precioso perro
que deja oír su modulada voz en la espesura del monte.
Este tipo de perro, tradicionalmente más frecuente en la
zona cántabro–astur, se oficializó con el nombre de “Sabueso Español” y representa, ante la cinofilia internacional,
toda la tradición e historia sabuesera en la península ibérica, mereciendo un apoyo incondicional por parte de los
que amamos nuestra cultura canina.
EL TRONCO DE LOS SABUESOS
Seguir las piezas por el rastro, aprovechando las extraordinarias cualidades olfativas de los perros, es de suponer
que fue una práctica común a la mayoría de los pueblos
primitivos. Diversos troncos caninos se han seleccionado,
precisamente, para este menester.
En las zonas nórdicas, el tipo Spitz, como el Jamathund
sueco o el Buhund noruego, desentrañan, en silencio, el
rastro del alce hasta desenmascararlo; le siguen en su
huída, ladrándole y cambian de tono, “a parada”, cuando
logran detenerle…
En la zona mediterránea, los Podencos, pertenecientes a
otro de los troncos caninos más antiguos, han sido grandes perros de rastro con características peculiares.
Finalmente, otro gran tronco, del que han surgido infinidad
de variantes, es el formado por perros fuertes, potentes,
de grandes orejas caídas…Pero, ¿de dónde proviene este
tronco?
LOS SABUESOS EN LA CULTURA GRECOLATINA
Las primeras fuentes documentadas claras nos vienen a
través del griego Jenofonte en su libro “Cinegética o Arte
de la Caza”, cuatro siglos antes de nuestra era. En esta
obra, nos describe a los Sabuesos como: “grandes, de
frente ancha, ojos negros, orejas delgadas y largas; anchos de pecho, los brazos cortos y derechos, colas largas,
delgadas y flexibles….”
En el siglo II, bajo el reinado de Domiciano, aparece otro
autor, Arriano, transcendental para nuestro conocimiento
de la evolución de la caza y los perros cazadores.
En su libro “Tratado de la Caza”, Arriano se propone hablar
expresamente de las “materias omitidas por Jenofonte” por
ser desconocidas en su tiempo, y dice: “Lo que Jenofonte
ha omitido en su exposición, no por negligencia, a mi parecer, sino porque él lo desconocía, es la naturaleza de los
perros de la Galia… En aquella época no se conocían los
EL PERRO EN ESPAÑA
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Razas Españolas
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EL PERRO EN ESPAÑA
Razas Españolas
pueblos de Europa que habitaban más allá de la región de
Italia ocupada por los griegos, a los que el tráfico marítimo
no había puesto en relación con ellos… Los galos cazaban sin servirse de lazos y no para procurarse carne, sino
para gozar de la belleza de la caza, porque tenían una raza
de perros, no menos hábil que las razas de los cretenses,
para seguir una pista por el olor, pero en la cual las formas
eran toscas y carentes de gracia. Tales perros venteaban
ladrando y aullando, muy ardorosos, para seguir la pista…
estos perros se llaman “Segusii”, del nombre de un pueblo de la Galia, del cual, según tengo entendido, son originarios y eran en otro tiempo muy preciados… En su voz
tienen quejidos y lamentos y en la persecución ladran, no
como si estuvieran irritados contra el animal, sino como si
se lamentasen y suplicaran”.
Aquí tenemos pues, el testimonio documental de Arriano
sobre la existencia, paralela a la de los Sabuesos griegos,
de este otro tronco de la Galia, con unas cualidades venatorias muy próximas a las que hoy poseen las razas de
rastro francesas, suizas y nuestro Sabueso Español, claramente perteneciente a este “tronco de sabuesos”.
SABUESOS DE LA ESPAÑA MEDIEVAL
La caza fue, durante la Edad Media, una actividad de primer orden. Entre la gente del pueblo, como recurso para
procurarse alimento tanto o más que como esparcimiento
y, entre la nobleza, como deporte y ensayo para la guerra.
Hasta el siglo IX, en la zona cántabro-asturiana, el ganado
y la caza eran las principales actividades de subsistencia.
El empleo de Sabuesos como auxiliares en la caza fue una
constante durante los reinados de Ramiros, Ordoños y Alfonsos asturianos, pero no existe descripción alguna de
sus características en aquellos tiempos.
Es preciso llegar al “Libro de la Montería” de Alfonso XI,
en el siglo XIV, para encontrarnos con una detallada descripción de los Sabuesos preferidos en la corte: “Primeramente, el Sabueso, para ser fermoso debe haber estas
fechuras: la cabeza cuadrada, et non agudo el rostro, et
que haya la nariz un poco tornada arriba; et haya las orejas colgadas, et non muy grandes, et bien apegadas a la
cabeza; et los ojos tristes, et que hayan los pechos abiertos; et que hayan los brazos enfiestos, et non luengos, nin
delgados, et las cuartillas pequeñas; et la cola que la haya
espigada, et non muy luenga, nin muy gruesa; et de cuerpo
non sea muy grande, ni muy pequeño”…
La descripción es más larga, pero lo apuntado es suficiente
para comprobar que, el “Sabueso ideal” descrito, nada tiene
que ver con el que hoy criamos como Sabueso Español…
¿De qué tronco era pues ese Sabueso descrito en el “Libro
de la Montería? y ¿a qué castas dio lugar? Mi opinión es
que, de ese tipo de Sabueso, derivarían posteriormente
las castas de muestra ibéricas: nuestros Pachones, el Perdiguero Portugués y el Pointer inglés de tipo continental…
confirman lo que es normal, una absoluta heterogeneidad
en la población sabuesera.
Cada región , muchas veces cada pueblo e incluso cada cazador, cría un determinado tipo de Sabueso que difiere en
tamaño, color, proporción… en definitiva, no podemos hablar de que hubiese una “raza” como tal en sentido moderno.
Sin embargo, aun pudiéndose hablar de raza, las condiciones de selección funcional unidas al aislamiento de determinadas zonas, y la consanguinidad sobre los ejemplares
que destacaban en la caza, crean poblaciones más o menos numerosas con una cierta homogeneidad de rasgos
físicos y síquicos.
Dentro de la población sabuesera peninsular, el grupo más
importante, que se estandarizó como Sabueso Español, es
el que se formó en la zona cántabra y asturiana. Ya en el
año 1901, en un artículo no reproducido ni reseñado hasta
la fecha, que yo sepa, aparecido en “La Caza Ilustrada” y
firmado por J. de A., se nos describe el tipo de perro al que
nos referimos: “Como no sea en las provincias del norte de
España, y principalmente Santander, apenas se le conoce”… La excepcional crónica, auténtica joya documental,
prosigue: “Un buen Sabueso Español largo y redondeado
de cuerpo, no muy alto de extremidades y las delanteras
algo arqueadas hacia afuera; pecho ancho y alto, jarretes
muy descarnados y salientes; y, en general, en todas las
partes de los remos, denota fuerza y agilidad. La cabeza, que es ancha y larga, presenta una línea central muy
pronunciada, separando las dos mitades del hueso frontal,
que son muy convexas. El hocico recto, largo, con belfos
colgantes y la nariz algo saliente, pero en la misma línea,
EL TIPO DE SABUESO CÁNTABRO-ASTUR
Las diferentes descripciones que, a finales del siglo XIX,
encontramos en artículos de caza sobre Sabuesos, nos
EL PERRO EN ESPAÑA
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Razas Españolas
sin ser más alta. La parte más característica y típica de
sus rasgos fisonómicos son las orejas, son tan largas que,
adosándolas al hocico, sobra por delante de la nariz más
de dos dedos, y al mismo tiempo, son anchas, finas y poco
carnosas. La expresión de su cara es grave, inteligente y
en consonancia con su carácter algo adusto. La cola, que
es ligera y delgada, siempre la lleva en alto, formando casi
un semicírculo. Por nada ni por nadie deja el rastro y, esta
terquedad, le acompaña lo mismo después de levantar la
pieza”…. A esto, sigue una descripción interesantísima sobre el modo de cazar con este tipo de sabueso pero que,
por su extensión, no podemos reproducir.
UNA SELECCIÓN FUNDAMENTALMENTE
FUNCIONAL
La selección hecha sobre esta población de Sabuesos
cántabro-astures ha sido, y sigue siendo un siglo después,
eminentemente funcional, y la cría controlada ha sido
minoritaria.
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EL PERRO EN ESPAÑA
Desde la creación de la Real Sociedad Canina en 1911,
hasta el año 1933, se inscribieron solamente doce ejemplares: seis de D. José de Argumose, de Torrelavega, y
otros seis de D. Jesús Ibáñez Portillo, de Castro Urdiales,
todos ellos de la provincia de Santanter. Un número irrisorio, casi testimonial, aunque sabemos que la raza era
usada por cazadores en número relativamente alto.
A partir de finales de los años sesenta del pasado siglo, el
afijo “Roca Mora” y, sobre todo, “Monte Naranco”, de Antonio Miján López, establecieron unas bases de crianza más
estables y con criterios modernos, partiendo de ejemplares que correspondían al actual Estándar. Fue una labor
muy meritoria, de gran esfuerzo personal, gracias a la cual
se consiguió la posibilidad de selección para los que vinieron detrás. El movimiento en favor de las Razas Caninas
Autóctonas que se inició a principio de los años ochenta
del pasado siglo, provocó concentraciones de Sabuesos
en Torrelavega, Posada de Llanes y Cabezón de la Sal,
tratando de motivar a los sabueseros a realizar una actividad metódica y reglamentada.
En el ámbito de las Exposiciones Caninas, hubo momentos de cierto auge con ejemplares de gran calidad, muchos
de ellos de los afijos “Sierra Magina” y “Los Madroñales”.
Pero, desgraciadamente, hoy día, en pleno siglo XXI, la
raza pasa por un momento especialmente peligroso. Los
criadores dedicados a ella con afición se cuentan con los
dedos de una mano y, los ejemplares presentes en exposiciones son escasísimos…
Es el momento de reaccionar y lanzar un S.O.S. a los
amantes de nuestras razas autóctonas para divulgar y
promover esta maravillosa raza.
No podemos permanecer impasibles ante su lenta agonía… 
Sabueso Español
Estándar F.C.I. Nº 204 / 24. 07. 2000 / E
ORIGEN: España
PUBLICACIÓN DEL ESTÁNDAR ORIGINAL VÁLIDO:
26.05.1982
UTILIZACIÓN: Perro de rastro para caza menor, aunque no
desprecia el rastro de caza mayor, ya sea jabalí, ciervo, corzo,
zorro lobo u oso. El cazador, informado por la voz (latir o llatir)
del perro y sus modulaciones, conocerá el desarrollo de la caza
del rastro y sus incidencias tales como rastro viejo o reciente,
doble rastro, “latir de parada o llamar a muerto”. El Sabueso
Español es el gran especialista en la caza de liebres “a vuelta” y
es sumamente efectivo en el rastro de sangre.
CLASIFICACIÓN F.C.I.: Grupo 6 Perros tipo sabueso, perros de
rastro (exceptuando lebreles) y razas semejantes.
Sección 1.2 Perros tipo sabueso de talla mediana.
Con prueba de trabajo.
I. BREVE RESUMEN HISTÓRICO
Conocido ya en la baja Edad Media, es descrito magistralmente en
el “Libro de la Montería” por el Rey Alfonso XI (siglo XIV) al igual
que por Argote de Molina (1582) y numerosos autores clásicos.
II. APARIENCIA GENERAL
Es un perro de talla media, eumétrico y longilíneo. De hermosa
cabeza y largas orejas. Destaca el elevado perímetro torácico
de la raza y el diámetro longitudinal que supera ampliamente la
alzada a la cruz. De esqueleto compacto y fuertes miembros; de
pelo fino, liso y pegado. De mirada dulce, triste y noble.
III. PROPORCIONES IMPORTANTES
Estructura longilínea.
Diámetro longitudinal ampliamente (7 - 10 cm) superior a la
alzada a la cruz.
Relación cráneo-hocico = 1:1, es decir igual en longitudes.
IV. TEMPERAMENTO / COMPORTAMIENTO
Cariñoso y manso, es un hermoso animal, que en el combate
con piezas de caza mayor demuestra poseer una bravura y
valentía poco común.
V. CABEZA
Armónica, proporcionada con el resto del cuerpo y larga. Líneas
cráneo-faciales divergentes. El conjunto cráneo-región facial
visto desde arriba debe ser alargado y muy uniforme, sin dar
sensación de hocico puntiagudo.
REGIÓN CRANEAL:
■ Cráneo: De anchura media, siendo superior en los machos.
Perfil convexo. La anchura del cráneo debe ser igual a su
longitud. Visto de frente, debe ser abovedado. Cresta occipital
simplemente marcada.
■ Depresión naso-frontal (stop): Suave, poco acentuada.
REGIÓN FACIAL:
■ Trufa: Grande, húmeda y con ventanas anchas y de amplio
desarrollo. Su color oscila desde un marrón claro a un negro
intenso, acompañando siempre al color de las mucosas.
■
■
■
■
■
Hocico: Perfil recto, admitiéndose ligera subconvexidad en
el tramo terminal. Visto de arriba aparece moderadamente
rectangular, disminuyendo su anchura en dirección a la trufa.
Labios: El superior debe cubrir decididamente al inferior
siendo suelto y desprendido con moderación. El inferior forma
comisura labial marcada. Las mucosas deben ser del mismo
color que la trufa. Paladar del color de las mucosas con
crestas marcadas.
Mandíbulas/Dientes: Mordida en tijera. Dientes blancos
y sanos; caninos bien desarrollados; existen todos los
premolares.
Ojos: Medianos, almendrados, de color avellana oscuros.
De mirada triste, noble e inteligente. Párpados pigmentados
del color de la trufa; mucosas adosadas al globo ocular,
admitiéndose tenue relajación en reposo.
Orejas: Grandes, largas y caídas. De suave textura, forma
rectangular y punta redonda; están insertadas por debajo
de la línea de los ojos y penden libremente en tirabuzón. Sin
ejercer tracción han de sobrepasar ampliamente la trufa. Red
venosa visible y a flor de piel.
VI. CUELLO
Tronco cónico, ancho y potente, musculado y flexible. Piel gruesa
y muy despegada, que forma papada marcada y suelta aunque
no exagerada.
VII. CUERPO
Decididamente rectangular, muy fuerte y robusto, de un gran
perímetro torácico que ha de ser superior en 1/3 a la alzada a la
cruz: alzada a la cruz 3, perímetro torácico 4.
■ Línea superior: Recta con ligera concavidad sobre la espalda
y convexidad sobre el lomo, características de la raza, pero
sin ensillamiento.
■ Cruz: Adelantada y simplemente marcada.
■ Espalda: Potente, ancha, de acusada longitud.
■ Lomo: Muy largo, ancho, poderoso y ligeramente elevado.
■ Grupa: Potente, ancha. Con tendencia a la horizontalidad. La
altura a la grupa debe ser igual o menor a la alzada a la cruz:
teniendo en cuenta la tendencia existente en la raza a ser
elevada, se permitirá levemente.
■ Pecho: Muy desarrollado, ancho, profundo y alto, llegando
ampliamente al codo. Punta del esternón marcada. Costillas
con espacios intercostales de gran amplitud y redondeadas,
que albergan una gran caja torácica.
■ Vientre y flancos: Vientre poco recogido, los ijares muy
notables y descendidos y los flancos amplios.
VIII. COLA
De nacimiento grueso e inserción media. Fuerte y poblada
de pelo muy corto formando en la punta un pequeño pincel.
En reposo su porte es ligero, curvado y bajo sobrepasando
el corvejón; en trabajo y movimiento, es elevada en sable sin
exceso y muestra un movimiento lateral continuo de vaivén.
Jamás recta hacia arriba o descansando sobre la grupa.
COMPARATIVO DE INSCRIPCIONES EN EL L.O.E. Y R.R.C.
Sabueso
Español
Standard
F.C.I.
2010
2011
2012
2013
2014
TOTAL
Acumulado
Diferencia
2013/2014
Diferencia
%
204
131
120
75
75
58
459
-17
-22,67
EL PERRO EN ESPAÑA
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IX. EXTREMIDADES
Miembros anteriores
Perfectamente aplomados, rectos, paralelos; dan sensación
de cortos y se aprecian claramente músculos y tendones. La
longitud del antebrazo debe ser igual a la del hombro.
Fuertes de hueso; con metacarpos potentes y codos bien
adheridos al tórax.
■ Hombros: Escápula oblicua, redondeada, musculada y de
longitud similar al brazo. Ángulo escápulo-humeral próximo a
los cien grados.
■ Brazo: Fuerte.
■ Codos: Pegados al tórax. Ángulo húmero-radial próximo a los
ciento veinte grados.
■ Antebrazo: Recto, corto y bien aplomado. De fuerte hueso.
■ Metacarpo: Fuerte de hueso y potente. Visto lateralmente
poco inclinado.
■ Pies anteriores: De gato. Dedos apretados, falanges
fuertes y altas. Uñas duras y fuertes; almohadillas amplias
y resistentes. Membrana interdigital moderada y provista de
pelo fino.
Miembros posteriores
Potentes, musculados y de excelentes angulaciones. Aplomos
correctos, corvejones sin desviaciones, metatarso largo y pies
fuertes. Proporcionan al perro la fuerza, agilidad y empuje
necesarios para pistear terrenos muy escabrosos y con notables
desniveles.
■ Muslo: Fuerte y musculoso. Ángulo coxo-femoral próximo a
los cien grados.
■ Pierna: De media longitud, musculosa. Ángulo femoro-tibial
próximo a los ciento quince grados.
■ Corvejones: Bien marcados, con nítida apreciación del
tendón. Ángulo del corvejón abierto, cercano a los ciento
veinte grados.
■ Pies posteriores: De gato, ligeramente ovalados. Más
alargados que los pies anteriores. Presencia o no de
espolones que suelen ser simples, rara vez dobles,
admitiéndose su amputación.
X. MOVIMIENTO
El movimiento preferido es el trote, siendo largo, sostenido
y económico, sin tendencia a la lateralidad ni ambladura. Se
presentará especial interés a los codos y corvejones durante el
movimiento. Existen durante la marcha tendencias naturales de
la raza a caminar olfateando con cabeza baja.
■
■
Línea superior débil y distorsionada durante la marcha.
Elevación de la región del lomo, aunque permitida, no debe
ser jamás exagerada.
FALTAS GRAVES
■ Aspecto frágil.
■ Hocico puntiagudo en exceso o romo.
■ Prognatismo superior moderado. Ausencia de caninos o
premolares, no debida a traumatismos.
■ Entropión o ectropión.
■ Oreja amputada.
■ Línea superior ensillada.
■ Alzada a la grupa muy superior a la alzada a la cruz.
■ Perímetros torácicos escasos.
■ Cola excesivamente elevada o apoyada sobre la grupa. Cola
amputada.
■ Aplomos incorrectos, débiles o desviados.
■ Codos salientes durante la marcha o en estación.
■ Corvejones de vaca.
■ Braceos laterales durante la marcha.
■ Pelo ondulado, duro o semilargo.
Ladre.
■ Carácter desequilibrado, excesiva timidez, nerviosismo o
agresividad.
FALTAS ELIMINATORIAS
■ Perro agresivo o temeroso.
■ Diámetro longitudinal igual o inferior a la alzada a la cruz.
■ Nariz partida.
■ Prognatismo superior excesivo.
■ Cualquier grado de prognatismo inferior.
■ Pelo duro o largo. Pelo lanoso que indique mestizaje.
■ Ejemplares tricolores o con marcas fuego en hocico y
miembros.
■ Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades
físicas o de comportamiento debe ser descalificado.
N.B.: Los machos deben tener dos testículos de apariencia
normal completamente descendidos en el escroto.
XI. PIEL
Muy elástica, gruesa y de color rosado, desprendida por todas
las zonas, formando algunas veces arrugas frontales en posición
de cabeza baja.
XII. PELAJE
■ Pelo: Tupido, corto, fino y pegado. Repartido por el cuerpo
hasta los espacios interdigitales.
■ Color: Blanco y naranja, con predominio de uno o otro color
y distribuido en manchas irregulares bien definidas y sin
moteado. El color anaranjado puede oscilar desde un tono
más claro (limón) al tono rojizo fuerte amarronado.
XIII. TAMAÑO
Se observa en esta raza un elevado índice de dimorfismo
sexual que se refleja en la diferencia de tamaño entre machos
y hembras, siendo las hembras sensiblemente más bajas y de
menor corpulencia.
Altura a la cruz:
Machos: de 52 a 57 cm,
Hembras: de 48 a 53 cm.
Se admite un centímetro de tolerancia sobre la alzada para
ejemplares de excelentes proporciones.
XIV. FALTAS
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se
considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado
de la desviación al estándar.
■ Perfil del hocico acarnerado, pero sin exceso.
■ Mordida en pinza; ausencia de algún premolar.
■ Párpados tan relajados que provoquen escasa conjuntiva
visible.
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EL PERRO EN ESPAÑA
Es el momento
de reaccionar y
lanzar un S.O.S. a los
amantes de nuestras
razas autóctonas
para divulgar y
promover esta
maravillosa raza.
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