La zona reticular de la corteza suprarrenal

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Rev. de Med. E. G. Navarra!: 219, 1957
LABORATORIO DE FISIOLOGlA DE LA ESCUELA DE
MED!ClNA DEL ESTUDIO GENERAL DE NAVARRA
La zona reticular de la corteza suprarrenal
Estudio experimental sobre su significación 6.siológica en d cobayo
Gonzalo-Sanz
RESUMEN
Se describen los cambios que aparecen en las suprarrenales de cobayos
castrados y de cobayos castrndos y tratados con coriogonadotropina o bien
con progesterona. Estos cambios se estudian mediante procedimientos histológicos e histoquímicos: medida del volumen nuclear, análisis de la relación protoplasma-núcleo, estudio de los cambios estructurales de las células y de la distribución de la colesterina y de los lipoides. Los cambios más
notables se encuentran en los cobayos castrados y en los castrados tratados
con coriogonadotropina. En estos cobayos ha aumentado considerablemente
el volumen nuclear y protoplasmático de las células de la zona reticular.
Las diferencias morfológicas e histoquímicas de las tres zonas de la corteza
suprarrenal permiten suponer que su funcionamiento también es diferente, y son
numerosos los trabajos orientados al conocimiento de la significación funcional
de las tres zonas, encontrándose recogidos los más importantes en las revisiones
de Bachmann2 y Frazao 8 • Los resultados
de estos trabajos con frecuencia han sido
contradictorios especialmente en lo que
se refiere a la zona reticular. Sin embargo,
los conocimientos actuales sobre el modo
de manifestarse en la estructura morfológica e histoquímica de la suprarrenal los
diferentes estados de adaptación al stress
-campos de transformación interno y externo de Tonutti ll. 18 , etc.-, nos pueden
explicar en buena parte tales discrepancias, a la vez que permiten orientar de
forma adecuada los estudios sobre la significación funcional de cada una de estas zonas, de las cuales la más conocida
en este sentido es la zona fascicular. Pre-
cisamente todos los cambios que experimenta la suprarrenal en los diversos períodos de adaptación afectan ante todo a
esta zona, y sólo secundariamente a la
reticular y glomerular. Tratando ratones
con ACTH se consigue que el volumen
nuclear medio de la fascicular sea
hasta 1,47 veces mayor que el normal,
mientras que el volumen de los núcleos
de la zona reticular no varía o tiende a
decrecer, lo cual demuestra que la fascicular es la zona suprarrenal efectora en
la respuesta al ACTH.
En el estudio funcional de la zona reticular se han empleado como métodos
más corrientes la castración y la administración de hormonas sexuales y gonadotropina a animales normales y castrados. Pero en este tipo de experiencias,
como regla general, se han empleado dosis muy altas de estas hormonas (Lacassgne y Reynaud 12 , Botella 3, Martínez
Pinto 13 , Amat 1 , etc.), lo cual es un inconveniente porque se comportan más
L. GONZALO-SANZ
220
que como hormonas, como verdaderos
alarmígenos, y esta es la razón de que
estos autores hayan encontrado en la estructura de la suprarrenal, sobre todo, fenómenos progresivo - regresivos más que
cambios específicos en la zona reticular.
Además el estudio de estos cambios ha
sido cualitativo y no cuantitativo.
En nuestras experiencias abordamos el
problern:i de la significación de la zona
reticular procurando trabajar en las condiciones más aproximadas a la situación
fisiológica, y con este objeto administramos dosis de luteína y gonadotropina coriónica mucho más bajas que las empleadas corrientemente por otros autores, operando siempre con animales castrados a
fin de evitar las reacciones de las ganadas -los órganos primordialmente efectores de estas hormonas- que pudieran
enmascarar la respuesta suprarrenal; y
administrando las hormonas durante un
período de tres semanas. Finalmente además del estudio cualitativo efectuarnos el
cuantitativo, procedimiento este último
mucho más seguro que el anterior para
juzgar el estado funcional de las células
integrantes de las distintas zonas de la
corteza suprarrenal.
MATERIAL
Y MÉTODOS
Realizamos todas las experiencias en
cobayos de unos 400 gr. de peso, distribuidos en los siguientes grupos:
l)
normales como testigos;
2) cobayos machos castrados y sacrificados al cabo de un mes;
3) cobayos machos castrados, que a
partir de los veinte días de la castración
fueron tratados con 0'3 miligramos de
progesterona en días alternos durante tres
semanas:
4) cobayos machos castrados y tratados con 20 U. I. diarias de coriogonadotropina, a partir de los 20 días de la castración:
Vol. f
5) y un cobayo sacrificado en la primera mitad del embarazo (embriones de
4 mm.).
Para el estudio histológico recogemos
las suprarrenales, fijando la izquierda en
Bouin y la derecha en formol al 1/4. Las
fijadas en Bouin, después de inclusión en
parafina, se cortaron a 5 micras y fueron
teñidas con los siguientes métodos: Hematoxilina-eosina, hematoxilina férrica de
Heindenhein, Mann, y HOPA (Hematoxilina, Orange G, Phosfomolibdico y Azul
de anilina). Las fijadas en formol se cortaron en congelación a 20 micras. De estos cortes, unos, teñidos por el rojo escarlata y montados en glicerina sirvieron para observar la distribución de los lipoides; y otros, montados en glicerina, sin
teñir, fueron estudiados al microscopio de
polarización para observar la distribución
de cristales birrefringentes de colesterol.
Medimos el diámetro nuclear con ocular micrométrico y -como los núcleos de
las zonas medidas son circulares- calculamos su volumen corno si fueran esféricos, midiendo en cada caso 200 núcleos. Para establecer la relación protoplasma núcleo efectuamos recuentos de
núcleos por campo de microscopio con
objetivo de inmersión, teniendo en cuenta
que el número de núcleos -y en definitiva de células~ es inversamente proporcional al volumen de éstas.
RESULTADOS
Cobayos tratados con gonadotropina.En los cortes teñidos por cualquiera de
los procedimientos señalados y examinados a pocos aumentos, la zona reticular
muestra un espesor doble que la fascicular, siendo la relación entre ambas zonas
en el cobayo normal de l : 2 o de l : 1'5
a favor de la fasciculada. En el estudio
cuantitativo resalta que el volumen nuclear medio de la zona reticular aumenta
considerablemente en relación con el cobayo normal, 296: 211 micras cúbicas. Al
comparar los valores del volumen nuclear
U
Sep!bre-, 1951
i,ON.\ HETICULAR DEL\ CORTEZA SUPR.\RREcHL
de la zona reticular con los de la fascicular (gráfica J ), se aprecia que el vo-
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Gráf. 1.-Las columnas negras representan el
volumen nuclear de la zona reticular, las blancas el de la fascicular. Los números del eje de
ordenadas son micra' cúbicas.
lumen nuclear de la fasciculada es mayor
que el de la reticular -255 : 211- en el
cobayo normal, mientras que en los cobayos tratados con coriogonadotropina
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Gráf. 2.--Las columnas indican el número
de células existentes en 20 campos, observados con objetivo de inmersión.
(gráfica 1) la relación se invierte, 244:297.
Por otra parte -como muestran las gráficas 3 y 4- el diámetro de los núcleos
22!
de la zona reticular es más uniforme en
los cobayos tratados con coriogonadotropina que en los normales, y dentro de los
primeros el diámetro de los núcleos de la
reticular es mucho más uniforme que en
la fascicular, a la inversa de lo que ocurre en el cobayo normal. En la gráfica 4,
también queda bien patente la desviación
« la derecha del diámetro nuclear de la
reticular -en el cobayo normal la desviación es a la izquierda (gráfica 3)- en
relación con el diámetro de los núcleos de
la fascicular. El volumen de las células
de la zona reticular -deducido del número de células existentes en un campo
del microscopio- ha aumentado con respecto al volumen encontrado en la suprarrenal normal: en 20 campos, 496 : 572.
Es decir que el volumen de las células
de la reticular de los cobayos tratados con
gonadotropina es l '36 veces mayor que
el de los testigos. aumento que es proporcional al aumento del volumen nuclear (l '30 : 1). Este aumento es todavía
más significativo si se compara el volumen de las células de la reticular y la
fascicular, en los testigo y en los tratados
con gonadotropim. En Jos testigo la relación reticular-fascicular es 572 : 585 o
lo que es lo mismo l '02 : l; en los cobayos lratados con gonadotropina esta relación es 496 : 760, ::i bien 1'53 : l.
El estudio histoquímico de los lipoides y de la colesterina no ofrece diferencias marcadas respecto al cobayo normal:
los lipoides aparecen distribuidos en una
franja que corresponde a la zona fascicular, siendo la coloración de esta franja ligeramente menos intensa que en los animales testigo; los cristales de colesterina
se encuentran diseminados en una banda
que corresponde a la de los lipoides. siendo pequeña la densidad de depósito de
estos cristales. Las células degenerativas
--de núcleo picnótico o en cariorrexis, y
con protoplasma cargado de grumos de
secreción- se encuentran en menos número en la zona reticular de los cobayos
tratados con gonadotropina que en los
¡¡ ~
L. GONZAtO-SANZ
normales, 65 : 140. (En las cifras que damos de células degenerativas, incluimos
también todas las intermedias entre las
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frecuentes en la fasciculada que en la reticular --~ 11 O : 65- en tanto que en las
testigo sucede lo contrario, 61 : 140. El
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30
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Gráf. 3.··-Yalores del diámetro nuclear de las zonas reticular y fascicular
en el cobayo normal. Sobre el eje de abscisas están representados los diámetros nucleares en micras. Sobre el eje ordenadas el número de núcleos.
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30
RETICULAR
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Gráf. 4. Valores del diámetro nuclear de las zonas reticular y fascicu]ar
en el cobayo tratado con gonadotropina.
normales y las claramente degeneradas).
En el cobayo tratado con coriogonadotropina, las células degenerativas son más
protoplasma de las células de la fascicular aparece finamente vacuolado, siendo
típicos esponjiocitos que no ofrecen mo-
U
dificaciones respecto a los animales testigo.
El protoplasma de las células de la reticular tampoco manifiesta modificaciones notables, apreciándose únicamente
que las granuaciones siderófilas aparecen
en menor cantidad que en los cobayos
normales, y que los núcleos en los que
no se tiñe el nucleolo son más frecuentes.
Cobayos castrados y sacrificados al mes
de la castración.-El aspecto de las suprarrenales de los cobayos castrados y
sacrificados al mes de la castración, es
muy parecido al de los tratados con co-
JO
223
/O\;.\ 11ETJCUL.'\R DE LA COR'l'EZA SUPRARRE!\ ..\L
que en el caso anterior (gráfica 2). Los
lipoides y el colesterol tienen asimismo,
en su distribución y en la cantidad en que
aparecen depositados, un comportamiento semejante al de los cobayos que fueron
tratados con coriogonadotropina.
Cobayos tratados con luteina.-El aspecto de las suprarrenales apenas difiere
de los testigos.
La relación entre el espesor de la fascicular y la reticular es de 1,61: l. La relación entre el volumen medio nuclear de
la fasciculada y la reticular -251 y 225
micras cúbicas respectivamente-, guarda
RETICULAR
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9,41
Gráf. 5.-·Valores del diámetro nuclear de las zonas reticular y fascícular
en cobayos castrados.
riogonadotropina. El espesor de la reticular e~tá en razón de l '6: 1 respecto a la
fascicular. El volumen medio de los núcleos de la zona reticular es de 241 micras cúbicas y el de la fascicular de 210
(gráfica l ), y por tanto la relación entre
ambas es muy parecida a los casos tratados con coriogonadotropina. La gráfica
5 muestra claramente que el valor de los
diámetros de los núcleos de la reticular
está desviado a la derecha. El aumento
de volumen celular de la reticular también viene a guardar la misma proporción
una proporc10n muy parecida a la que
existe en los cobayos normales (gráf. l ).
En cuanto al volumen celular difiere un
poco del normal pues en los cobayos tratados con luteina es menor en ambas
zonas (gráf.
Los cuerpos siderófilos son ligeramente
menos abundantes que en los cobayos
normales predominando las formaciones
alargadas, y no las esféricas como en estos últimos. Sin embargo los cuerpos siderófilos son más abundantes en estos casos tratados con luteina, que en los cas-
L. GONZALO-SA1\%
trados y en los que recibieron gonadotropina. Entre las células de núcleo picnótico son bastante frecuentes las que
presentan este núcleo teñido en naranja,
con la coloración por el HOPA.
Vo/. l
mos de describir, es el aumento de volumen nuclear y celular de la zona reticulada, en los cobayos castrados y en aquellos a los que administró gonadotropina.
La íute;na apenas hizo cambiar el aspecto de las suprarrenales, disminuyendo
en todo caso el volumen celular, pero no
el nuclear, tanto en la zona fascicular como en la reticular.
miCobaya sacrificado en la
tad del embarazo.-En este caso, la relación entre el espesor de la zoJH fascicu35
30
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Gráf 6.--Valores del diámetro nuclear de las zonas reticular y fascicular
en los cobayos tratados con progesterona_
lar y la reticular es de 1,51: 1. El volumen
medio de los núcleos de las zonas reticular y fascicular es prácticamente el mismo
en ambas, 213:211 (gráf. 1). El volumen
celular se desvía un poco a favor de la
zona reticulada (gráf. 2). Las células degenerativas son más abundantes en la
reticular -170- que en la fascicular.
Los lipoides ocupan la zona fascicular
siendo su depósito abundante, pues esta
zona se tiñe intensamente por el rojo escarlata. Los cristales de colesterina penetran la misma distribución que los lipoides. El depósito de estos cristales no es
abundante.
Resumen de los rernltados.-Lo más
característico de los resultados que acaba-
El aspecto de la suprarrenal del cobayo
sacrificado en la primera mitad del embarazo es intermedio entre los cobayas
tratados con gonadotropina y los que lo
fueron con luteina.
DISCUSIÓN
El notable aumento del volumen nuclear de la zona reticulada en los cobayos
castrados y en los castrados que se trataron con gonadotropina, en contraste con
la ligera disminución del volumen de los
núcleos de la fascicular por debajo del
valor normal, indica en primer lugar que
ha habido un estímulo trófico sobre la
zona reticulada; y en segundo lugar significa que no se ha producido ninguna
transformación progresivo-regresiva, puesto que el volumen nuclear de la fasciculada tiene un valor ligeramente inferior al
normal, y, por lo tanto que la gonadotropina en la dosis inyectada no se ha
comportado como un alarmígeno.
En los cobayas tratados con dosis repetidas de gonadotropina el estímulo trófico evidentemente debe ser esta hormona. Pero también la gonadotropina ha de
constituir estímulo trófico en los cobayas
castrados sin tratamiento hormonal, lo
35
30
22:í
L·I Z()\.\ RETICULAR DEL·\ COHTEZ·I SUPRAHRENAL
Septbre., 19.57
RETICULAR
clusiones de otros autores que, en respuesta a la administración de gonadotropina
u hormonas sexuales, observan modificaciones histológicas las cuales no tienen
significación específica, pudiendo considerarlas como cambios progresivo-regresivos, o incluso como fases de agotamiento suprarrenal. Citaremos brevemente los
más importantes.
Según Poll 14, la inyección de estrógenos determina hipertrofia de la corteza
suprarrenal. Danner 6 , por el contrario.
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FASCICULAR
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9.41
Gráf. 7. - Valores del diámetro nuclear de las zonas reticuhr y fascicular del
cobayo en la primera mitad Je] embarazo.
que se explica del siguiente modo: Al faltar las gonadas, la gonadotropina actúa
exclusivamente sobre la suprarrenal. Y
además en ausencia del freno del mecanismo de interregulación hipófisogonada l
que normalmente ejercen las hormonas
sexuales, aumenta como es lógico la proporción de gonadotropina que actúa sobre la suprarrenal.
Nuestros resultados -estímulo trófico
sobre la zona reticular, y falta de transformación progresivo-regresiva-, permiten valorar el efecto de la coriogonadotropina como una respuesta específica.
Difieren fundamentalmente de las con-
inyectando foliculina observa atrofia y
degeneración amiloide de la corteza. Lacassagne y Reynaud 12 , encuentran que
administrando estrógenos se p r o v o c a
transformación progresiva que llega a un
estado de descompensación y agotamiento suprarrenal.
Simonnet, Michel y Segal 16 encuentran disminuído el colesterol libre y esterificado de la corteza suprarrenal de ratas tratadas con propionato de testosterona. y Kar 10 y Breneman 4 , encuentran esto mismo mediante tratamiento con estrógenos y testosterona.
Estos estados progresivo-regresivos y
Vol. 1
de agotamiento de la corteza suprarrenal,
hablan claramente en favor de que el efecto de las hormonas inyectadas en dosis
altas es inespecífico, produciendo un estado de alarma y la reacción de adapta ción subsiguiente. Que aparezca una fase
progresiva-regresiva, o que se llegue al
agotamiento es función de la dosis, de la
duración del tratamiento y del estado del
animal. Los resultados que nosotros hemos obtenido con la administración de
gonadotropina muestran con claridad que
en los cobayos esta hormona ha actuado
de una manera específica sobre la zona
reticular sin desencadenar reacción de
adaptación.
La progesterona a la dosis administrada por nosotros tampoco provocó reacción de adaptación. si bien no parece tener una acción específica sobre la zona
reticular.
El comportamiento del cobayo sacrificado en la primera mitad del embarazo,
intermedio entre el de los tratados con
cariogonadotropina y los que recibieron
progesterona, corresponde a la situación
hormonal en estas condiciones fisiológicas. En la primera mitad del embarazo
la curva de gonadotropina en sangre va
creciendo y el nivel de luteina se mantiene bastante elevado.
SUMMARY
u., ...."~"'
zone of
Experimental study on its physiofogical
This paper deals with changes in the adrenal glands of castrated guinea pigs, of guinea
pigs castrated and trated with coriogonadotrophine or progesterone, and adrenal gland
changes appearing in the first half of pregnancy. In the administration of these hormones
the role of stress producer which they can
play when administered in large doses and
.vhich would mask or abolish their specific
action, had to be taken into ac~ount. To avoid
this danger small, repeated doses were given
(20 I. V daily of coriogonadotrophine, or 0'3
mg. of progesterone alternate days for three
weeks).
Histological and histochemical changes have
been studied. The right adrenal was fixed in
formoline and the left in Bouin. The glands
fixed in Bouin were later cut in paraffin to a
thickness of 5 microns, and stained by HOPA,
iron hematoxylin of Heidenhein, Masson, and
hematoxylin eosin. In these preparations, as
well as studying the adrenal gland structure,
the nucleus diameter of the fasciculate and re-
ticular zones were measured to observe the
differences between these and those of normal guinea-pigs. Cell counts were made (20
nicroscopic fields per zone) to determine variations in volumen of protoplasm. In the glands
fixed in formol, preparations of 20 microns
were made in a freezing microtome. Of these
preparations sorne were mounted directly in
glycerine in order to observe under the polarizing microscope the distribution of cholesterol crystals, others were stained with Scarlet
Red for lipoid study.
The most significant results obtained with
these experiments have been: 1) A great increase in volume of nucleus and protoplasm
of the cells of the reticular zone in castrated
guinea pigs and in those treated with coriogonadotrophine. 2) Insignificant adrenal gland
changes in guinea-pigs treated with progesterone. 3) In the first half of pregnancy, changes were intermediate between the behaviour
of guinea-pigs treated with coriogonadotrophine and those treated with progesterone.
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