Ya se mencionó que el CONFLICTO DE ROL puede darse cuando a un individuo se le pide que haga cosas que entiende que no forman parte de su trabajo, o cuando existe un conflicto entre su trabajo y sus creencias personales. Kahn et al. (1992) distinguen cinco tipos de Conflicto de Rol: • Intra-emisor (un mismo emisor presenta demandas incompatibles). • Inter-emisores (las demandas de un emisor son incompatibles con las de otros). • Inter-roles (demandas incompatibles de emisores distintos de roles que desempeña una misma persona). • Persona-rol (demandas de los emisores incompatibles con los propios valores personales) . • Sobrecarga de rol (incompatibilidad de las demandas por falta de tiempo). Asociadas con este Conflicto de Rol, se han encontrado relaciones significativas de signo positivo con la tensión laboral, ansiedad, depresión, quejas somáticas, fatiga, hipertensión e incidencia de enfermedades coronarias, entre otras. Pero también se han visto relaciones significativas de carácter negativo con la satisfacción laboral, la implicación para el trabajo, el desempeño, el compromiso organizacional, la participación y la autoestima (Peiró, 1992). Este indicador de malestar está muy relacionado con la profesión docente, ya que puede abarcar conflictos internos en función de las expectativas que tienen los padres de los alumnos, el propio alumnado, los directores, etc., y conflictos inter-rol, cuando esos mismos profesionales deben asumir diversas funciones en el lugar de trabajo (consejero, evaluador, confesor,...). Incluso, muchas veces han tenido que impartir materias para las que no se sienten preparados ni motivados o tener que poner en juego sus propios valores al no estar de acuerdo con determinados cambios.